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Basura electrónica

Los aparatos electrónicos como celulares, televisiones, laptops, tabletas, cámaras


digitales, computadoras, reproductoras, equipo médico, juguetes, etcétera, contienen
metales tóxicos y químicos. Cada año se generan en el mundo cerca de 50 millones de
toneladas de basura electrónica o siete kilogramos por persona. Se espera en los próximos
tres años un crecimiento de la basura electrónica de 35 por ciento, cuyo peso será
equivalente al de las pirámides de Egipto.

Estados Unidos posee cerca de tres billones de productos electrónicos, los cuales pronto
serán desechos tóxicos. No existen en el mundo plantas recicladoras suficientes para
recuperar las sustancias tóxicas y metales contaminantes como cobre, oro, zinc, berilio,
tantalio, plomo, cadmio, mercurio, litio y arsénico. Una vez tirados los materiales tóxicos al
aire libre, la tierra, el aire, el agua y el ser humano se contaminan irremediablemente.

Para proteger al medio ambiente, ningún producto electrónico ni baterías deben tirarse a
la basura, sino buscar las opciones para su reciclamiento. El principio para no afectar
gravemente el medio ambiente es reciclar todo lo que tenga un circuito o tablero electrónico.
Además, utilizar los productos electrónicos el mayor tiempo posible.

En México no existen formas limpias de recolección, almacenamiento y recuperación de


basura electrónica a través de procesos de reciclamiento que no contaminen.

Debido a la ineficiencia de los procesos de reciclamiento, muchos contaminantes como


productos orgánicos persistentes y metales pesados emanan de la basura electrónica hacia
el medio ambiente, en donde se acumulan penetrando en el cuerpo humano a través de la
inhalación del aire contaminado.

Los contaminantes provenientes de la ausencia de procesos limpios de reciclamiento dañan


el ADN, activando el “gene p53”, una proteína que es producto de un tumor que regula el
crecimiento y la proliferación de células y previene su daño por los rayos ultravioleta o las
radiaciones. La ausencia del “gene p53” indica el incremento de la mutación con el riesgo
de desarrollar varios cánceres, lo cual puede inducir a la oncogénesis, la formación y
desarrollo de tumores, inclusive cánceres y daños cardiovasculares.

Debe prohibirse en México el desmantelamiento de la basura electrónica al aire libre con


técnicas manuales con efectos adversos para la salud humana.
Chatarra electrónica
La chatarra electrónica, desechos electrónicos o basura tecnológica es conocida por
el concepto RAEE (Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). El tratamiento
inadecuado de los RAEE puede ocasionar graves impactos al medio ambiente y poner en
riesgo la salud humana.

Definición[editar]
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
un desecho electrónico es todo dispositivo alimentado por la energía eléctrica cuya vida
útil haya culminado.1
La convención de Basilea por su parte define la chatarra electrónica como todo equipo o
componente electrónico incapaz de cumplir la tarea para la que originariamente fueron
inventados y producidos. 2
En España estos residuos están legislados por el Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero,
sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, que los define como:
Aparatos eléctricos y electrónicos» o «AEE»: todos los aparatos que para funcionar
debidamente necesitan corriente eléctrica o campos electromagnéticos, y los aparatos
necesarios para generar, transmitir y medir tales corrientes y campos, que están destinados
a utilizarse con una tensión nominal no superior a 1.000 voltios en corriente alterna y 1.500
voltios en corriente continua.

Aparatos incluidos
El ámbito de aplicación del real decreto 110/2015 abarca las siguientes categorías de
residuos:

1. Frigoríficos, congeladores y otros equipos refrigeradores.


2. Aire acondicionado.
3. Radiadores y emisores térmicos con aceite.
4. Otros grandes electrodomésticos.
5. Pequeños electrodomésticos.
6. Equipos de informática y telecomunicaciones
7. Aparatos electrónicos de consumo y paneles fotovoltaicos.
8. Televisores, monitores y pantallas.
9. Paneles foto voltaicos de silicio.
10.Paneles foto voltaicos de teluro de cadmio.
11.Otros aparatos electrónicos de consumo.
12.Aparatos de alumbrado (con excepción de las luminarias domésticas).
13.Lámparas de descarga de gas.
14.Lámparas LED.
15.Luminarias profesionales.
16.Otros aparatos de alumbrado.
17.Herramientas eléctricas y electrónicas (con excepción de las herramientas
industriales fijas de gran envergadura).
18.Juguetes o equipos deportivos y de ocio.
19.Productos sanitarios (con excepción de todos los productos implantados e
infectados).
20.Instrumentos de vigilancia y control.
21.Máquinas expendedoras.
22.Máquinas expendedoras con gases refrigerantes.
23.Resto de máquinas expendedoras.

Problemas ambientales asociados[editar]


Existen diversos daños para la salud y para el medio ambiente generado por varios de los
elementos contaminantes presentes en los desechos electrónicos, en especial el mercurio,
que produce daños al cerebro y el sistema nervioso; el plomo, que potencia el deterioro
intelectual, ya que tiene efectos perjudiciales en el cerebro y todo el sistema circulatorio.
Además, el cadmio, que produce fallas en la reproducción y posibilidad incluso de
infertilidad, entre otras cosas; y el cromo, que produce problemas en los riñones y los
huesos.34 El plástico PVC es también muy utilizado. Un celular móvil, por ejemplo, contiene
entre 500 a 1000 compuestos diferentes.5
Estas sustancias peligrosas generan contaminación y exponen a los trabajadores en la
fabricación de estos productos; también la colocación de este tipo de residuos en la basura,
o al alcance de las manos de cartoneros, es poner en riesgo la salud de las personas y del
ambiente, debido a que contienen componentes peligrosos como el plomo en tubos de
rayos catódicos y las soldaduras, arsénico en los tubos de rayos catódicos más
antiguos, trióxido de antimonio retardantes de fuego, etc.
Mientras el celular, el monitor y el televisor estén en su casa no generan riesgos de
contaminación. Pero cuando se mezclan con el resto de la basura y se rompen, esos
metales tóxicos se desprenden y pueden resultar mortales, muchos disponen de algún
ordenador en casa y en el trabajo. Aunque la vida útil de estos equipos se estima en diez
años, al cabo de unos tres o cuatro ya han quedado obsoletos debido a los requerimientos
de los nuevos programas y las nuevas versiones de los sistemas operativos. Este constante
desarrollo tecnológico sumado a la lógica del mercado, genera un permanente recambio de
los artefactos eléctricos y electrónicos que se consumen de manera doméstica. Las nuevas
funcionalidades y modelos de los aparatos; la mayor accesibilidad por la disminución de los
costos y la oferta constante de “la novedad”, hacen que estos productos se tornen obsoletos
con mayor rapidez.6 Adquirir un nuevo equipo informático es tan barato que abandonamos
o almacenamos un ordenador cuando todavía no ha llegado al final de su vida útil, para
comprar otro nuevo, desconociendo el enorme coste ecológico que comporta tanto la
producción como el vertido de ordenadores.
Los residuos electrónicos de los equipos informáticos generan una serie de problemas
específicos. Por ejemplo, son tóxicos, debido a que incluyen componentes tóxicos como el
plomo, el mercurio y el cadmio. También llevan selenio y arsénico, entre otros. Cuando
estos compuestos son fundidos liberan toxinas al aire, tierra y agua. Otro problema es que
suelen llevarse a los países del tercer mundoporque es rentable. Allí se convierten en
receptores de esta contaminación.

Vertederos tecnológicos[editar]
La PNUMA calcula que se generan cerca de 50 millones de toneladas, de aparatos
electrónicos que son desechados anualmente.7
Existen grandes vertederos donde los países occidentales vierten sus RAEE.8 El mayor
vertedero del mundo de ese tipo se encuentra en China, concretamente en la ciudad
de Guiyu, información que el propio gobierno chino ha confirmado.9 Se calcula que en esa
ciudad trabajan 150 000 personas para tratar la basura que llega, principalmente,
de Estados Unidos, Canadá, Japón y Corea del Sur. La ONUestima que el 80 % de la
basura tecnológica generada en todo el mundo se exporta a países tercermundistas donde
no existe ninguna regulación.
Otro gigantesco punto para verter RAEE localizado en Ghana, África,10 Que emplea
indirectamente a unas 30 000 personas, y aporta por año entre 105 y 268 millones de
dólares al país.11
Ghana importa alrededor de 215.000 toneladas cada año. Muestras de contaminación
tomadas en los suelos determinan niveles muy altos de concentración de metales pesados,
como plomo, cobre o mercurio.
Otro peligro es una práctica muy común que consiste en quemar los aparatos para retirar
los plásticos y poder acceder más rápidamente a los metales que contienen, como el cobre
o el aluminio. Este humo resultante es muy tóxico.

Posibles soluciones[editar]
Algunas posibles soluciones consisten en:

 Reciclar los componentes que no puedan repararse. Hay empresas que acopian y
reciclan estos aparatos sin costo para los dueños de los equipos en desuso.
 Promover la reducción de sustancias peligrosas que se usan en ciertos productos
electrónicos que se venden en cada país.
 La responsabilidad extendida del productor en la cual luego de su uso por los
consumidores el propio productor se lleva el producto, esto los impulsa a mejorar los
diseños para que sean más sencillos de reciclar y reutilizar.12
 En algunos países se piensa en todo el ciclo de vida de un producto. Se multa a la gente
que no se comporta responsablemente luego de consumir. Incluso algunos productos
tienen una tasa destinada a resolver la exposición final de esos materiales.
 Las propias empresas deberían contar con un sistema de reciclaje de sus propios
productos, así todo el planeta se beneficiaría.
La «chatarra electrónica» o RAEE (Residuo de Aparato Eléctrico y Electrónico) puede
considerarse en general como residuo peligroso ya que contienen pilas, baterías, etc. Estos
residuos deben ser transportados con transportistas autorizados de residuos peligrosos y
destinado a gestores autorizados, en ningún caso a chatarrerías comunes. El transporte o
entrega directa a chatarrerías no autorizadas así como la recepción de estos residuos sin
la documentación legal están penadas duramente bajo grandes multas.

Qué es la basura electrónica


Desde hace unos años, el ser humano se vale cada vez más de aparatos eléctricos y
electrónicos para sus quehaceres diarios. Este consumo casi masivo de estos elementos
genera una gran cantidad de residuos tóxicos que dañan gravemente el medio ambiente.
La llamada basura o chatarra electrónica es una de las problemáticas más preocupantes a
las que se enfrenta la ecología actual.
Anualmente, se producen entre 40 y 50 millones de basura electrónica, un número que
alarma por su magnitud. Sólo en Europa, generamos unos 14 millones, el 5% de los
desperdicios totales urbanos. Hoy en día, raro es el ciudadano que no dispone de, al menos,
un teléfono, un ordenador, impresoras, escáners... por no hablar de los aparatos utilizados
en empresas. Además, el ciclo de vida útil de éstos es muy corto: unos 3 años para un
teléfono. Se venden en el mundo unos 180 millones de ordenadores al año. Esto ha sido
potenciado por un fenómeno social que anima a reemplazar los terminales a menudo para
contar con la tecnología más puntera, incluso aunque éstos funcionen correctamente. Dicha
práctica es tan alarmante como innecesaria y hace que el problema vaya en aumento. Los
desperdicios- llamados RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos)- se fabrican
con pequeños componentes nocivos para la Tierra y también para la salud. Hablamos de
metales pesados, cadmio, plomo, mercurio... Además, usan diferentes tipos de plásticos no
degradables. Esto aumenta la contaminación en las aguas de subsuelo, ríos, lagos, mares
y áreas verdes.
Algunos de los más contaminantes son las tarjetas electrónicas, las lámparas fluorescentes,
los ordenadores de escritorio y portátiles, los monitores, impresoras, cámaras de vídeo,
televisores, equipos de audio y teléfonos móviles.
El reciclado de los desechos de estos productos de consumo es un proceso caro y
contaminante, pues su fabricación puede incluir aproximadamente 50 componentes de
pequeño tamaño. Resulta costoso el despiezar cada aparato y recuperar cada material para
su reciclaje. Por tanto, el primer paso que el ciudadano debería tomar sería reducir el
consumo superfluo de tales productos.
En resumen, se llama basura electrónica a los dispositivos electrónicos desechados,
como ordenadores, teléfonos, electrodomésticos, dispositivos móviles, baterías, equipos de
audio, periféricos, etc., ya estén averiados o hayan quedado obsoletos, para el caso lo
mismo.
Además del concepto, para entender este problema es importante su ubicación, pues no
todos los países generan el mismo volumen de esta basura, lógicamente. De hecho, incluso
se ha elaborado un mapa global de basura electrónica que muestra la cantidad de
desperdicios electrónicos por países.
En concreto, en 2012 China y Estados Unidos tenían el dudoso honor de ser líderes tanto
en fabricación de equipos electrónicos, como en la generación de más desechos de este
tipo. A nivel global, las consecuencias son terribles, entre otras cosas porque no se realiza
el reciclaje de forma adecuada.
Por ejemplo, la quema para buscar componentes valiosos como el cobre y el oro libera
toxinas que polucionan la atmósfera. Los ejemplos más cotidianos ya son un espanto. Si
una batería de níquel cadmio de un teléfono contamina unos 50.000 litros de agua, un sólo
televisor ensucia 80.000 litros de agua con sustancias metálicas, plomo y fósforo. O, sin ir
más lejos, desechar un aparato de aire acondicionado pasa una elevada factura al medio
ambiente, ya que contiene tiene gases CFC que destruyen la capa de ozono, además de
otros contaminantes considerados peligrosos.
Amenaza sanitaria y ambiental
Si la basura electrónica satura el entorno, no resulta menos perjudicial para la salud. Al
ser una potencial fuente contaminante de acuíferos, atmósfera y suelo debido a las
sustancias tóxicas que contienen, una vez llegan a la naturaleza ya poco puede hacerse.
Los riesgos ambientales y sanitarios son especialmente alarmantes en los países en
desarrollo, destino final de gran cantidad de desechos que proceden de países
desarrollados. Además de contaminar el entorno, puede llegar a provocar daños en el ADN
y cáncer, además de inflamación y estrés oxidativo, derivando
en enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo tratar la basura electrónica? - conoce las soluciones
Ante tal problema contemporáneo, es importante tomar conciencia particular y colectiva
para paliar sus devastadores efectos de maltrato al planeta y a la salud. Muchas
organizaciones intentan que el problema se solvente desde las leyes, obligando a los
fabricantes a que construyan sus aparatos con elementos menos perjudiciales, ya que ellos
son considerados como los responsables finales. Los particulares pueden, por su parte:
 Reducir drásticamente su consumo. Hoy en día, una gran parte de la comunicación se
hace a través de canales electrónicos; es difícil trabajar sin un ordenador o sin un teléfono.
Sin embargo, no es preciso cambiar cada año de móvil para tener uno un poco mejor si el
actual aún funciona. La compra debe ser por necesidad, no por capricho. Si vas a regalar
un aparato electrónico en Navidad, cerciórate de que eliges uno fiable y duradero, para
evitar tener que cambiarlo al poco tiempo.
 Precisamente en el momento de la compra es cuando un consumidor demuestra si está
comprometido o no con el medio ambiente. A la toma de decisión, además del diseño,
precio y funcionalidades, puede sumarse el compromiso ambiental del fabricante. Muchas
marcas ya apuestan por materiales menos contaminantes.
 Cuando un aparato ya no nos sirva, intentaremos reutilizarlo. Ofrecérselo a un amigo que
no tenga o a los niños, en lugar de comprarles uno nuevo.
 A la hora de reutilizarlo, podemos mirar en la página web del fabricante. Muchos ya
incluyen un servicio de recogida de los teléfonos obsoletos. Además, suelen ofrecer
ventajas como puntos virtuales o un descuento en el próximo dispositivo para agradecer
el compromiso.
 Llevar el aparato a organizaciones que reutilizan instrumentos electrónicos. Éstas los
reparan y los venden. El dinero obtenido va dirigido a proyectos sostenibles. Otros, los
donan a estratos sociales menos favorecidos. Cada vez hay más diseñadores que se
hacen famosos por crear nuevos objetos a partir de electrónicos reutilizados.
 Si no quieres desplazarte hay muchas campañas en Internet que ofrecen un servicio de
recogida puerta a puerta, te proponen enviarlo por un precio bajo, o bien se comprometen
a asumir los gastos de envío. Las opciones son cada vez más amplias y cómodas para el
consumidor.
 Destina este tipo de aparatos a puntos especializados para el reciclaje de
componentes electrónicos. En Madrid existen quince puntos limpios para depositarlos.
Aunque la reutilización resulta más conveniente (el proceso de reciclaje envía toxinas a la
atmósfera), debes deshacerte de los que ya no sirvan en un punto especializado y nunca
mezclarlo con otros residuos. En España, sólo un 5% de los electrónicos se reciclan en los
sitios convenientes. Lo más preocupante es la composición de la baterías, altamente
dañinas por sus materiales de fabricación. En el mundo hay 3.000 millones de usuarios de
móvil. Si cada uno de ellos reciclase sólo uno, ahorraríamos 240.000 toneladas de materias
primas.
Por lo tanto, podemos hoy mismo recolectar todas las tablets, GPS o teléfonos que hace
tiempo que no funcionan y llevan meses guardados en el cajón, y destinarlos al lugar
adecuado (para reciclar o reutilizar). Los sondeos aseguran que en España hay
aproximadamente 22 millones de terminales móviles inutilizados guardados en el interior
de las casas.
Comenzando por vaciar cajones y armarios de estos aparatos obsoletos y siguiendo los
consejos mencionados sobre estas líneas, habremos hecho una parte de nuestra
aportación para conseguir reducir la gran problemática de la basura electrónica.

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