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El Pacto Matrimonial

Continuamos con el tema matrimonial desde el punto de vista bíblico bajo la perspectiva
del Pastor Gary Chapman.
“Un pacto, al igual que un contrato, es un acuerdo entre dos o más personas. Sin
embargo, la naturaleza de dicho acuerdo es diametralmente opuesta. Veamos cinco
características distintivas del pacto:[1]”

1. Los pactos se inician motivados por el beneficio de la otra parte.


En lo particular me parece que este es el paso decisivo para que una relación matrimonial
termine bien o mal. Yo puedo tener las mejores intenciones pero si no busco el beneficio
de mi cónyuge de nada sirve. Ahora, si mi cónyuge no lo hace, no debe ser un obstáculo
para que yo busque su beneficio. Eso mismo hará que cambie de actitud y en un tiempo
también busque beneficiarme.

2. En los pactos la gente hace promesas incondicionales.


Regresemos al momento cuando nos casamos en la Iglesia. Se nos hizo prometer que
siempre estaríamos juntos, en las buenas y en las malas. Ahora, déjenme explicarles
algo. La Biblia dice que seamos una sola carne. La palabra hebrea para “una” es la misma
que se emplea en el texto que dice “Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. Sin embargo
sabemos que Dios es tres, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, pero son uno.
Cada uno con sus individualidades, pero uno al fin. En el matrimonio no somos dos,
somos uno, cada uno con sus individualidades, pero al fin uno. Pregunto: ¿Cuándo se
separará el Padre del Hijo o del Espíritu Santo: Nunca. Por ende, ¿cuándo se separará el
esposo de su esposa: Nunca. Es una promesa, y debe ser incondicional, como todas las
que hagamos.

3. Los pactos se basan en un amor incondicional.


El amor no solo es el sentimiento romántico de los años de noviazgo. El amor es un verbo
incondicional. La Biblia lo define bien claro en 1 Corintios 13 cuando dice: “El amor es
paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se
comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no
se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta. El amor jamás se extingue...”[2], es incondicional.

4. En los pactos los compromisos son permanente.


A diferencia de un contrato en el pacto mi respuesta no depende de si mi cónyuge hace o
deja de hacer algo, ya que mi compromiso es permanente. Por ejemplo, en la Biblia Dios
hizo un pacto con Israel, pero a lo largo de la historia Israel ha rechazado a Dios, le ha
insultado, le ha dado la espalda, sin embargo el compromiso hecho por Dios con Israel es
para siempre. En el Salmo 89.34 Dios dice lo siguiente: “No violaré mi pacto ni me
retractaré de mis palabras. Una sola vez he jurado por mi santidad, y no voy a mentirle a
David: Su descendencia vivirá por siempre; su trono durará como el sol en mi presencia.
Como la luna, fiel testigo en el cielo, será establecido para siempre.[3]"

5. Los pactos requieren confrontación y perdón.


En ese mismo salmo Dios le dice a su pueblo desde el versículo 30: "Pero si sus hijos se
apartan de mi ley y no viven según mis decretos, si violan mis estatutos y no observan mis
mandamientos, con vara castigaré sus transgresiones y con azotes su iniquidad. Con
todo, jamás le negaré mi amor, ni mi fidelidad le faltará.[4]” Los matrimonios no son
perfectos, hay problemas. Eso no significa que debemos quedarnos callados. Pero Dios
nos enseña con su ejemplo que si hemos hecho un pacto, no podemos abandonarlo. Nos
enseña que El confrontaba con amor a Israel y luego le perdonaba. Así debe ser nuestro
matrimonio, debemos hablar y confrontar el problema con el objetivo de que el amor y la
unidad siga reinando en nuestros corazones.

¿Pacto o contrato?

¿Cuántas veces en su vida ha firmado un contrato?


De arrendamiento, de trabajo, o un crédito y ¿Cuántas veces los ha dado por
terminado?...

Se ha vuelto cotidiano el firmar esta forma legal, pero lo preocupante no es que


no exista credibilidad en la palabra dada, si no que el matrimonio se ha vuelto
un contrato: promesas, responsabilidades, con condiciones (cláusulas), y
duración determinada.

La sociedad se ha olvidado que el matrimonio (ese paso que una pareja da


para dar lugar a una familia y ser una de las células de la sociedad) esta
diseñado por Dios para ser un PACTO: promesas, responsabilidades, sin
condiciones y sin límite de tiempo.
La pareja que vive su relación de matrimonio como un pacto será iniciadora de
un hogar estable, con la determinación de dar todo de sí para crecer juntos y
rodear a sus hijos y a ellos mismos de bienestar y aunque vengan las
tormentas, permanecerá (sin condiciones ni límite de tiempo).

La diferencia entre un matrimonio que vive su relación de pareja como un pacto


y no como un contrato está que en los primeros construyen una vida de
servicio del uno por el otro, los segundos estarán juntos hasta que uno no
resista al otro. (con condiciones y con limite de tiempo).

"...Pues porque el Señor actúa como testigo entre ti y la esposa de tu juventud,


a la que traicionaste aunque es tu compañera, la esposa de tu pacto"
Malaquias 2:14

REFLEXION:

Finalmente un individuo escoge libremente con quien se casa y su motivación


principal debe ser el amor, entonces podemos preguntarnos, ¿por qué el
matrimonio se ha vuelto un contrato mas?

¿Hasta que punto resistirá la sociedad el resquebrajar de sus familias?

¿ Y las generaciones futuras, alcanzaran a conocer lo que significa un pacto


matrimonial?.

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