Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
*# Hacia el año 2000, cuando ya se ha- lat. taxus) m. Árbol de la familia de las Negra", del valle vecino por el Poniente,
bían puesto de moda entre los montañe- taxáceas, siempre verde, ...". la cuenca del río Sorbe, donde aparece
ros de Madrid las excursiones al Hayedo en los mapas topográficos un barranco
de Tejera Negra, organizamos con Juan menor, expuesto al Norte, con el nombre
Fue así como empecé a enterarme de Tejera Negra. Por otro lado, el espo-
Romero y otros amigos del Grupo de
de lo que era y significaba un tejo (taxus lón del Sistema Central que cierra esta
Montaña del Ateneo una marcha particu-
baccata L.), árbol sobre el que no había cuenca por el S.O., que arranca de las
lar hacia Cantalojas para darnos el placer
oído hablar nunca a pesar de llevar ya inmediaciones del Puerto de la Quesera
de conocerlo y, para evaluar, y en su caso
muchos años andando por las sierras. (Riaza), se llama asimismo Sierra de Te-
preparar, como tantas otras veces, una
Y fue así, a su vez, como comencé o jera Negra.
excursión en autobús para el conjunto de
sospechar que tejera pudiera significar
la Agrupación.
o haber significado también bosque o
conjunto de tejos. En efecto, en mis es- La exploración de esta Sierra, a par-
Fue entonces, cuando, como de cos- tudios publicados1, entre otros, puede tir del mencionado Puerto de la Quesera,
tumbre, comencé a interesarme por la verse que, aunque, como ya he dicho, dio el mismo resultado que la vuelta al
toponimia de Tejera Negra. De acuerdo el nombre técnico es tejeda, en la tópica circo del Hayedo: esquisto blanco gri-
con mis experiencias anteriores (había hispana la forma tejera (texeira, teixeira, sáceo o gneis. Más blancos aún que los
visitado Cantalojas más de media doce- tejería, teixeta, etc.) y derivados (tejillas, del dicho circo. Pero conseguimos llegar
na de veces), la traducción parecía fá- tejuelas, tejerizas, etc., etc.) predomina hasta el Barranco de Tejera Negra, don-
cil: se referiría sin duda, como también aún claramente sobre tejeda en toda la de, \eureka\, pudimos ver y fotografiar
han supuesto otros autores, a canteras Península. algunos tejos.
de pizarra, de donde se extraería la teja
negra que tanto abunda en ese pueblo
y en los que he mencionado antes. Sin Al parecer, una vez que la homoni- Meses más tarde, cuando supusimos
embargo..., seguíamos avanzando, dan- mia (alfar y bosque de tejos) hubo creado que habría bajado ya el caudal del río
do la vuelta por las cumbres al circo del históricamente la confusión, el hablante Sorbe, que tendríamos que cruzar, orga-
Hayedo, y la roca negra no aparecía por tuvo que inventarse un segundo término nizamos con Juan José Aguirre y Juan
ninguna parte. Todo era esquisto, muy para diferenciar ambos conceptos. Y eli- Larrea otra excursión. Pero, en este caso,
degradable, y gneis de color más bien gió negra (en alusión al marcado color a partir del parking del Hayedo. Y vimos
blanco o grisáceo. Pensamos que, final- verdinegro del tejo), hermosa (en aten- allí, en el Brrco. de Tejera Negra, entré
mente, encontraríamos "las canteras" ción a su belleza), etc., para designar la pinos y abedules, siguiendo la senda y
de pizarra negra al llegar al Collado del tejera impropia o menos habitual. las cintas que habían puesto los foresta-
Hornillo. Pero no fue así. La traducción les, unos dos centenares de tejos. Más
tejera negra = tejar (alfar) de pizarra ne- arriba, reptando bajo los arbustos cuando
Pero, ¿dónde están o estuvieron los se agotaron dichas cintas, encontramos
gra, que parecía tan fácil e inmediata, no taxus de esta Tejera Negral Ahora se
tenía, pues, el sentido natural que había- además dos acrisolados núcleos de tejos
enseña un tejo, entre otros varios árbo- viejos, tal vez milenarios.
mos imaginado. Y es que, como diría K. les autóctonos, en la "Senda Botánica"
Marx a propósito de la Economía, si las de este Hayedo. Y hay, además, una te-
cosas fuesen tan sencillas como parecen El nombre de ese barranco está, pues
jeda notable, muy escondida, poco vi-
a primera vista no tendríamos necesidad a mí entender, plenamente justificado en
sible, que sólo conocemos unas cuantas
de investigar. términos descriptivos. La importancia y
personas, en los escarpes de Valparaí-
so. Todo ello en la cuenca del río Lillas. significado que tuvo el lugar se percibe
Pero nada de esto tiene que ver con el asimismo observando que, el serrijón in-
Todo esto me llevó a sospechar que mediato e incluso el propio Hayedo, en
la voz tejera pudiera tener o haber te- nombre de Tejera Negra. Cientos de
la cuenca vecina, como ya he dicho, ha-
nido otros significados. Pero no figu- excursionistas visitan el Hayedo todos
yan tomado su nombre.
raba, como tal, en el Dicc.de la RAE O los años, sobre todo en otoño, y, como
similares, que sólo la recogen, indirec- es natural, encuentran un hermoso bos-
tamente, como femenino de tejero: mu- que de hayas, que es lo que les habían Algún tiempo después, cuando estu-
jer del tejero. Tampoco figura en dichos prometido. Pero nada, en absoluto, que dié "Las huellas del tejo en el Libro de la
diccionarios el nombre técnico, tejera: evoque o justifique las voces tejera o montería" (2006), descubrí, no sin cierto
bosque, grupo, rodal o conjunto de te- negra en' términos naturalistas. Hay, esfuerzo, que esta misma tejeda aparece
jos. Lo más próximo que pude hallar es pues, que seguir investigando. en los siglos XIII-XIV bajo el nombre
tejar (alfar): "Sitio donde se fabrican de Tejera Hermosa (Fermosa), apelativo
tejas, ladrillos y adobes". En cuanto a medieval que permitía igualmente al ha-
tejo en el Dice, de la RAE, después de El "Parque Natural del Hayedo de blante diferenciarla de una tejera ordina-
leer ocho acepciones, más la figurada Tejera Negra" recibe su nombre princi- ria (el alfar). Tenemos sin embargo que
("tirar los tejos"), aparece "tejó1 (Del pal del Hayedo (y allí están las hayas) lamentar que, en el proceso de maque-
y su nombre complementario, "Tejera tación de la revista El Ateneo, donde se
EXCURSIONES MONTANERA
publicó este artículo, suprimieran el pá- fomentarse, y más o menos estudiosos je que decidió hace años abandonar la
rrafo que contenía la parte fundamental pueden existir en cualquier parte, en la canera de las armas para dedicarse a la
de la explicación correspondiente. medida en que publiquen sus resultado al contemplación y vivencia de la natura-
respecto, colgándolos por ejemplo en In- leza y, como consecuencia, a la defensa
ternet, se puede avanzar bastante en esa de los árboles), tiene en dicha referencia
Varios meses después, una vez que ha suerte de empeños. Fue así como pensé un artículo titulado "lona: Origins of a
habíamos tomado la costumbre de com- en "La Toponimia del Tejo en Internet" Druid Island". Cuenta en él como, "ha-
binar a menudo en lo posible, de acuerdo (2005), elaborando una metodología ad biendo leído historias y oído leyendas
con los gustos de los participantes, las ex- hoc (aplicable al rastreo similar de cual- [que se remontan al año 563 d.l.e.c]
cursiones montañeras con la búsqueda de quier otro fitotopónimo) que concreté y sobre un misteriosos tejo de una de las
tejos silvestres, encontré en los mapas to- apliqué al caso particularmente produc- islas occidentales de Escocia [lona],
pográficos otra Tejera Negra en Horcajue- tivo de las fuentes (manantiales). decidió encaminarse [1994] al lugar con
lo (Madrid). Tras tres intentos espaciados, dos compañeros para comprobar si aún
que no es oportuno detallar ahora, logra- existía tal tejo". Y, tras las investigacio-
mos también encontrar allí, entre acebos Pero cabe también seguir avanzan- nes históricas, ecológicas, toponímicas y
que rebrotan y pinos alóctonos, los restos do en este campo mediante otras varias lingüísticas en general que refiere, más
de la tejeda correspondiente: dos tejos, al aproximaciones. En "Huellas del tejo en las expediciones correspondientes para
menos. Más tarde aparecieron otros casos el mapa de carreteras (España y Portu- explorar in situ las posibilidades, logró
(Pozo Negro, etc.) que pueden verse en gal)" (2006) apliqué en esencia el mis- encontrar "el viejo tejo" de los celtas (tal
mis estudios. Y, a partir de ahí, animados mo método a una base geográfica y lin- vez un retoño), aunque, dada la peligro-
por estos pequeños éxitos, hemos conti- güística más amplia. A continuación, en sidad actual del escarpe, tuviese que re-
nuado, sin prisa pero sin pausa, buscando "La toponimia del tejo en la Península nunciar a tocarlo.
tejos silvestres ignorados en los montes Ibérica" (2009), la lectura de la literatura
más cercanos a Madrid (Sierras de Ayllón europea más conocida sobre el tejo, en
y de Guadarrama, etc.), a la vez que vi- particular la británica, me permitió pro-
sitamos los ya conocidos (los registrados fundizar y ampliar considerablemente
en el Libro del tejo o en otras fuentes) y el marco de referencia lingüístico. Fi-
comprobamos su estado de conservación. nalmente, las facilidades para manejar 1
GARCÍA PÉREZ, Guillermo (2003): "Toponi-
el programa "Cartoteca" de IGN, en su mia de la Sierra de Guadarrama", La Sierra de Gua-
versión actual en Internet, me ha llevado, darrama: Reencuentro con el Viejo Amigo, Madrid,
Nuestro punto de partida en esas ex- hace ya más de medio año, a comenzar 2003, PIDA, pp. 95-121.
cursiones es siempre la toponimia. Pero, el rastreo de una muestra toponímica re- ÍDEM (2004): "Toponimia del tejo en la Sierra
los topónimos en juego, bastante diver- ducida en el Mapa Topográfico Nacional de Gredos", Boletín de Arba, 14 (2007), pp. 15-16.
sos, según podrá verse en mi última publi- de España 1:50.000*
cación al respecto, "Toponimia del tejo en ÍDEM (2004): "Toponimia del tejo", Cuadernos
de Etnología de Guadalajara, 36 (2004), pp. 83-93.
la península Ibérica" (2009), sólo cobran
sentido, en lo que se refiere a la búsqueda Entre los diversos autores y colec- ÍDEM (2005): "Toponimia, ecología y botánica.
y posibilidades de encontrar el árbol o sus tivos europeos que se interesan por el La toponimia del tejo en Internet", Boletín de Arba,
huellas (físicas, documentales o etnobo- estudio del tejo desde perspectivas con- 16 (2005), pp. 58-65.
tánicas), cuando se dan o se han podido servacionistas, biológicas, sanitarias, ÍDEM (2005): "Taxus, Texas (U.S.A.) y mos-
dar las condiciones habitacionales ade- históricas o etnobotánicas, merece, a mi quitos", Boletín de la Sociedad Ateneísta de Aire Li-
cuadas. En consecuencia, el conocimien- juicio, mención especial el grupo bri- bre, 37 (2005), pp. 20-21.
to del medio natural, por un lado, y de la tánico AYG (Ancient Yew Group), que
ÍDEM (2006): "Huellas del tejo en el Libro de
ya relativa abundancia de literatura sobre mantiene al día una excelente página la montería", El Ateneo. Revista científica, literaria y
el tejo, por otro, evitarán muchas frustra- en Internet. Uno de sus miembros más artística, XV-XVI (2006), pp. 77-85.
ciones y pérdidas innecesarias de tiempo conocidos, Alien Meredith (un persona-
a quienes se interesen por esta suerte de ÍDEM (2006): "Redundancia toponímica (Es-
paña y Portugal)", El Nuevo Miliario, 2 (2006), pp.
prácticas medioambientales. 44-56.