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HECHOS:
PRIMERO: Soy propietaria del bien inmueble ubicado en la Calle 4 N.4-33 del
municipio de Suaita Santander, según Certificado de Libertad y Tradición N.321-
3796.
TERCERO: Mi lugar de residencia cuenta con una barda que queda al nivel de las
carrocerías y del platón de la volqueta allí parqueados, lo que facilita a posibles
delincuentes escalar por estos vehículos y acceder sin ninguna dificultad a las
instalaciones de mi propiedad.
PRETENSIONES
Con base en los hechos aquí señalados, solicito señor Juez disponer y ordenar a
la parte accionada y en mi favor lo siguiente:
SEXTO: Que se declare la conducta omisiva y negligente por parte del Inspector
de Policía del municipio de Suaita, Santander, al no amparar mis derechos
fundamentales reclamados.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Esta restricción legal que impide que las decisiones adoptadas en los procesos de
policía sean controvertidas ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo, sin
embargo, no puede interpretarse en el sentido de que sea el juez constitucional
quien, a falta de otro juez que pueda conocerlas, esté llamado a revisar las
controversias que ante los funcionarios de policía se plantean, como si se tratara
de una instancia judicial natural para ventilar estos asuntos o como si por cuenta
de esta disposición se le hubiere asignado una competencia a prevención para
esos efectos. La intervención del juez constitucional debe estar fundada en la
necesidad de protección de derechos fundamentales, y la inexistencia de otro
mecanismo de defensa.
“el Artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 confirma la naturaleza residual de la acción
de tutela y sus condiciones de procedencia cuando existe un mecanismo ordinario
de defensa, e indica que la eficacia de dichos recursos debe ser apreciada en
concreto, “atendiendo las circunstancias en que se encuentra el solicitante”.
Cuando se trata de proteger el derecho de petición, el ordenamiento jurídico
colombiano no tiene previsto un medio de defensa judicial idóneo ni eficaz diferente
de la acción de tutela, de modo que quien resulte afectado por la vulneración a este
derecho fundamental no dispone de ningún mecanismo ordinario de naturaleza
judicial que le permita efectivizar el mismo. Por esta razón, quien encuentre que la
debida resolución a su derecho de petición no fue producida o comunicada dentro
de los términos que la ley señala, esto es, que se quebrantó su garantía
fundamental, puede acudir directamente a la acción de amparo constitucional.
“La falta de atención a las peticiones de que trata este capítulo, la inobservancia
de los principios consagrados en el artículo 3o. y la de los términos para resolver o
contestar, constituirán causal de mala conducta para el funcionario y darán lugar a
las sanciones correspondientes.”
“El debido proceso es un derecho fundamental de naturaleza compleja, toda vez que
está conformado por un conjunto de principios y reglas que articulados garantizan
que las actuaciones del Estado no sean arbitrarias. Valga decir, i) el principio de
legalidad, ii) el principio de juez natural, iii) la plenitud de las formas propias de cada
juicio, iv) el principio de favorabilidad, v) la presunción de inocencia, vi) el derecho de
defensa y contradicción, vii) la celeridad en los términos procesales, viii) la garantía
de la doble instancia, ix) el non bis in ídem y, x) la legalidad de las pruebas”.
Sentencia C-813 de 2014
PODER DE POLICÍA
"La policía, en sus diversos aspectos, busca entonces preservar el orden público.
Pero el orden público no debe ser entendido como un valor en sí mismo sino
como el conjunto de condiciones de seguridad, tranquilidad y salubridad que
permiten la prosperidad general y el goce de los derechos humanos. El orden
público, en el Estado social de derecho, es entonces un valor subordinado al
respeto a la dignidad humana, por lo cual el fin último de la Policía, en sus
diversas formas y aspectos, es la protección de los derechos humanos. Estos
constituyen entonces el fundamento y el límite del poder de policía. La
preservación del orden público lograda mediante la supresión de las libertades
públicas no es entonces compatible con el ideal democrático, puesto que el
sentido que subyace a las autoridades de policía no es el de mantener el orden a
toda costa sino el de determinar cómo permitir el más amplio ejercicio de las
libertades ciudadanas sin que ello afecte el orden público."”
JURAMENTO
PRUEBAS
1. Documentales:
ANEXOS
Atentamente;
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FLOR GERENA VELASCO
C.C. No. 28365967 expedida en San Benito