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En la Edad Media y época de Carlos V, (1532) se empezaron a realizar los primeros Peritajes médicos a
instancia de la inquisición, en casos relacionados con abortos clandestinos, infanticidios, lesiones,
homicidios, etc. Es en este momento cuando aparece la figura del Perito Forense. Seguidamente en
Francia se promulga la Constitutio Criminalis Carolina conforme la han de realizar personas con
experiencia mediante informes y bajo juramento, y en (1579) aparecen las Ordenanzas de Elois en las que
se empieza a regular la actividad pericial.
El Ejercicio del Peritaje Contable Judicial como actividad especializada, ha venido desenvolviéndose en
nuestro país en forma muy relativa, poco difundido y menos aún comprendido por quienes no se han
percatado de la función social y de apoyo a la administración de justicia.
Dada la trascendencia cada vez mayor de este medio de prueba, el Peritaje es en todo proceso, uno de los
medios de prueba más significativos e importantes.
Sin Dictamen Pericial, el Juez muchas veces no podrá poner final al litis. La eficacia de la prueba sólo será
cuando el Perito desarrolle un eficiente cuestionario contable Pericial, que ni el abogado, fiscal y juez podrán
formularlo sin el asesoramiento del Contador Público.
La Ley 13253 del 11SET1959, de profesionalización de Contador Público prescribe textualmente que el
Peritaje Contable (Ley Nº 28951 del 15ENE2007, Ley de actualización de la ley N° 13253, de
Profesionalización del Contador Público y de creación de los Colegios de Contadores Públicos), es una labor
exclusiva que le corresponde realizar a los Contadores Públicos, consecuentemente este reconocimiento
legal, otorgado con verdadera justicia, nos compromete a ejercer la profesión con la diligencia que las
normas exigen; de ahí que al encontrar en el presente los aspectos conceptuales, los fundamentos legales,
así como la dinámica de trabajo y su casuística correspondiente.
Campos de actuación
Condiciones e impedimentos.
PERITO JUDICIAL:
Definición.
Según el diccionario de la Real Academia Española, la palabra perito del latín Peritus significa Sabio,
experimentado, hábil o practico en una ciencia o arte. El perito judicial es un profesional dotado de
conocimientos especializados y reconocidos, a través de sus estudios superiores , que suministra información
u opinión fundada a los tribunales de justicia sobre los puntos litigiosos que son materia de su dictamen. Existen
dos tipos de peritos, los nombrados judicialmente y los propuestos por una o ambas partes (y luego aceptados
por el juez o el fiscal), y ambos ejercen la misma influencia en el juicio.
Los peritos judiciales son capaces de ejecutar, aplicar y utilizar todas las técnicas y recursos de una forma
científica para una adecuada administración de los requerimientos de su campo laboral (recolección de pruebas,
aseguramiento, preservación, manejo de la cadena de custodia necesaria para esclarecer la verdad, etc.).
Importancia.
Según el código de procedimientos penales (art. 165) el código procesal civil (art. 262, 264, 269y271) nos
ilustran sobre las clases de peritos, así pues que existen tres clases de peritos judiciales:
PERITO DE OFICIO
Es cuando sin haber sido ofrecida la prueba de peritos por ninguna de las partes o litigantes el juez y el fiscal
(Ministerio Público) ordenan el peritaje porque creen que se requiere de conocimientos especiales (puede ser
económico, contable, financieros y otros de otra naturaleza) los que van a auxiliar para vislumbrar hechos
controvertidos.
PERITO DE PARTE
Son nombrados o requeridos a solicitud de las partes en litigio, cuya finalidad es presentar sus puntos de vista
debidamente fundamentadas. El nombramiento de los peritos de parte no necesariamente debe ser los que
figuran en las nóminas oficiales del poder judicial, pueden ser Profesionales Universitarios con experiencia
(Contadores, Médicos, Ingenieros, Asistentes Sociales, etc. Depende de la materia que se quiere demostrar).
PERITO DIRIMENTE
Estos son nombrados por el poder judicial, a fin de deslindar una tercera posición y discrepancias existentes
frente a los informes presentados por otros peritos. El juez nombrará de la nómina que figura oficialmente en la
corte.
Los Peritos Judiciales deben reunir los requisitos que las leyes procesales exigen, tener conducta intachable.
La doctrina señala tres requisitos que debe reunir un perito para actuar:
- Capacidad: es el conjunto de condiciones subjetivas que le confieren aptitud para intervenir en un número
indeterminado de procesos.
La índole esencial de la función del perito consiste en una transmisión de conocimiento, por eso sólo pueden
desempeñarse como perito las personas físicas. Si bien es cierto que en el curso del proceso pueden efectuarse
consultas a determinadas personas jurídicas (academias o universidades) sus informes carecen del valor
jurídico de dictamen pericial (pruebas informativas).Respecto de la habilidad subjetiva, no podrán actuar como
peritos quienes carezcan de aptitud física moral o mental para decir la verdad:
Menores de 18 años.
Procesados por algún delito.
Condenados por falso testimonio.
Los que tengan impedimentos para expresar sus ideas de palabra o por escrito.
a) Competencia técnica: se prueba con el título universitario habilitante. Se cumple cuando la especialidad del
perito coincide con el conocimiento que es necesario incorporar al proceso.
b) Impersonalidad procesal: implica que el perito tiene que ser una persona distinta de los sujetos
procesales. No pueden ser peritos: el juez, las partes, el fiscal.
c) Habilidad objetiva: el perito debe actuar con independencia de criterio.
No pueden ser peritos, en relación con el objeto procesal, las personas que se hallen en las siguientes
condiciones:
Parentesco o tutela.
Secreto profesional
Demás relaciones objetivas.
Identificar y evaluar en forma objetiva, las pruebas aportadas sobre el origen y causas de los hechos en litigio
o presuntos del delito, a fin de validar, corroborar, esclarecer, apreciar y explicar dichos hechos mediante sus
conocimientos y experiencia en materia contable, tributaria y de auditoría. Finalmente presentar los hechos
comprobados mediante conclusiones en un dictamen pericial por escrito ante el juzgador.
El peritaje cobra cada día mayor importancia en los procesos penales, civiles, laborales y contencioso-
administrativos. Este aserto lo confirman las opiniones de diversos autores como:
Giovanni Leone, que puntualiza que “El juez sólo puede prescindir del perito cuando se trate de conocimiento
de determinadas ciencias o artes que entren en el patrimonio cultural común. Ya que es claro que si el juez
puede con su cultura normal encontrar las reglas, el principio o el criterio aptos para resolver la cuestión, no
está obligado a recurrir a la peritación. Fuera de este caso, siempre que se compruebe la necesidad de la
indagación, el nombramiento del perito constituye un deber del juez”.
Giuseppe Franchi, considera que debe recurrirse a la pericia siempre que en el proceso civil o penal, aparezca
un problema técnico, y que es conveniente que el juez disponga de esta colaboración de manera estable, por
lo cual puede hablarse de perito necesario cuyo previo concurso es indispensable para la decisión.
Franmarino Malatesta, sostiene que el juez debe recurrir al peritaje no solamente cuando la ley ordene su
práctica en un caso determinado y cuando la cuestión por investigar se halle fuera de sus conocimientos
técnicos, artísticos o científicos, sino aun cuando se considere capacitado para verificarla e interpretarla, si
aquélla no es perceptible de forma completa por el común de las personas, en virtud del principio del carácter
social del convencimiento, o de la certeza judicial, porque la sociedad debe estar en condiciones de controlar,
mediante su opinión, la decisión judicial sobre la existencia y sobre la naturaleza de los hechos. Porque la
sociedad debe estar en condiciones de controlar, mediante su opinión, la decisión judicial sobre la existencia y
sobre la naturaleza de los hechos.
Obligaciones del peritaje judicial.
(Reglamento de peritos judiciales mediante resolución administrativa no. 351 98 se-tp-cme-pj)
Artículo 26.
- Son obligaciones de los profesionales y especialistas inscritos en el Registro de Peritos Judiciales (REPEJ),
las siguientes:
a) Cumplir con las disposiciones emitidas por los Órganos de Gobierno del Poder Judicial.
Artículo 27. Se considera falta a toda acción u omisión voluntaria que contravenga las obligaciones,
prohibiciones y demás normatividad específica sobre los deberes de los Peritos Judiciales establecidos por Ley
y el presente reglamento, sin perjuicio de las responsabilidades civiles y/o penales a que hubiere lugar.
Artículo 28. Son causales de sanción a los Peritos Judiciales las faltas siguientes:
b) El incumplimiento o la falta de subsanación del Informe Pericial dentro del plazo correspondiente.
g) Cualquier otro incumplimiento a disposiciones legales y/o internas del Poder Judicial.
Las sanciones enunciadas serán aplicadas por el Juez del proceso en observancia del Artículo 270del Código
Procesal Civil y en función a criterios de proporcionalidad, excepto la Cancelación Definitiva que corresponde
aplicar al Presidente de la Corte Superior respectiva, previo informe del Juez del proceso.
Artículo 30. Las sanciones impuestas por el Magistrado del proceso podrán ser apeladas en el plazo de quince
días hábiles, ante el Presidente de la Corte Superior de Justicia del Distrito Judicial correspondiente, quien
deberá resolver en el plazo de treinta días útiles con resolución motivada. Lo resuelto por el Presidente de la
Corte Superior de Justicia es inimpugnable. Las sanciones impuestas serán inmediatamente comunicados a los
Colegios Profesionales y al Registro de Peritos Judiciales, para las acciones pertinentes. Del mismo modo, los
Colegios Profesionales o instituciones están obligados a comunicar al REPEJ de las denuncias y sanciones
impuestas a los profesionales o especialistas, bajo responsabilidad.
Artículo 31. Son impedimentos para participar en Audiencias o Diligencias periciales, cuando los Peritos:
a) Tengan vínculo laboral o profesional vigente de carácter temporal o permanente con alguna de las partes.
b) Él o su cónyuge o concubino, tengan parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de
afinidad o de adopción, con alguna de las partes, o con sus representantes o apoderado o con un abogado
que interviene en el proceso.
c) Él o su cónyuge o concubino, tengan el cargo de tutor o curador de cualquiera de las partes.
d) Tengan interés directo o indirecto en el proceso.
e) Cualquier otro incumplimiento a disposiciones legales y/o internas del Poder Judicial