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HORMIGÓN I
Unidad 1:
FILOSOFÍA DEL DISEÑO PARA ESTRUCTURAS
DE HORMIGÓN ARMADO.
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I.6. BIBLIOGRAFÍA.
Fig. 1.2.
Respuesta Global.
Comportamiento Lineal y
No Lineal.
Fig. 1.3.
Respuesta Global. Identificación del
Comportamiento a varios Niveles.
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I.1.2.1 Rigidez.
Este parámetro relaciona directamente, por ejemplo en este caso, las fuerzas
con los desplazamientos, y sirve principalmente para verificar el estado límite de
servicio. En la rigidez global intervienen los módulos de elasticidad de los materiales,
las características geométricas de los elementos estructurales y la topología
(distribución y conexiones de los elementos) de la estructura en su conjunto. No debe
olvidarse de que la estructura no es algo plano sino tridimensional. En el caso de
estructuras de hormigón armado y de mampostería, la evaluación de la rigidez con
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cierto grado de precisión no es tan simple, como lo podría ser para, por ejemplo, una
estructura metálica. Los fenómenos de fisuración, deformación diferida y la evaluación
de la contribución en tracción del hormigón y los mampuestos suele presentar
bastantes incertidumbres. Estos problemas se enfrentarán más adelante. Si en la Fig.
1.3 se toma como representativa cualquiera de las dos curvas bilineales, y se define
como ∆ y el desplazamiento que corresponde a la “fluencia” de la estructura, y que está
asociado a una resistencia S y , entonces la pendiente de dicha respuesta idealizada
como lineal y elástica y dada por K= S y /∆ y es utilizada para cuantificar la rigidez inicial
global del edificio en la dirección analizada.
Muchas son las discusiones que se han generado para definir el punto de
fluencia. No es objeto entrar ahora en detalle sobre los distintos criterios, sino
simplemente mencionar que en la ref.[2] se toma el concepto de rigidez secante
refiriéndola al valor de 0.75 S i , donde con S i se representa la resistencia “ideal” o de
fluencia de la estructura.
I.1.2.2 Resistencia.
La resistencia de una estructura está dada por la máxima carga, generalmente
expresada a través del esfuerzo de corte en la base, que ésta puede soportar bajo la
combinación de cargas verticales y horizontales.
I.4.2.3 Ductilidad.
Para asegurar que el edificio quede en pie después de un gran sismo, su
estructura debe ser capaz de sobrellevar grandes deformaciones sin que su
resistencia se vea seriamente afectada. Los desplazamientos a que se vería sometido
el edificio pueden estar bastante más allá del que corresponde a la fluencia, y que
marcaría en nuestro modelo el límite de comportamiento elástico. La habilidad de la
estructura para ofrecer resistencia en el rango no lineal de la respuesta se denomina
ductilidad. Esta implica sostener grandes deformaciones y capacidad para absorber y
disipar energía ante reversión de cargas y/o desplazamientos (comportamiento
histerético) por lo que representa, para muchos autores, la propiedad más importante
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que el diseñador debe proveer al edificio que se vaya a construir en una zona de alto
riesgo sísmico.
En la Fig. 1.3 se puede contrastar una falla dúctil contra tipos de falla frágil, las
que se representan con líneas de trazo descendentes. Fallas frágiles (brittle) implican
pérdidas completas de la resistencia. En el hormigón armado implican generalmente
desintegración del hormigón, y sobrevienen sin ningún tipo de aviso. Por razones
obvias, este tipo de comportamiento debe ser evitado y es el que ha causado la
mayoría de los colapsos durante terremotos, siendo responsable por lo tanto de las
pérdidas de vidas.
A los efectos de llevar a cabo los análisis de cargas y de fuerzas que actúan sobre
los edificios, se debe reconocer, para las construcciones en general, las siguientes
acciones (entre paréntesis se coloca la designación en inglés según notación del ACI-
318), según el reglamento CIRSOC-201-05:
Dado que se utiliza en gran parte bibliografía en inglés como referencia, y como
reglamento de hormigón armado el ACI-318, en ocasiones se coloca también la
designación en inglés a los efectos de facilitar comparaciones, búsquedas de temas y
asociar la notación con la designación.
II. Cargas de Uso o Sobrecargas: son las que resultan del mismo uso o
función de la construcción. Pueden ser móviles y variar en intensidad. Los
máximos valores que dan los códigos están basados en estimaciones
probabilísticas. En la mayoría de los casos estas cargas son simuladas como
uniformemente distribuidas sobre el área total de piso. Sin embargo, en
varias ocasiones es necesario la consideración de cargas puntuales. En
edificios industriales ésta suele ser una situación muy común. La
probabilidad de que un área en forma completa esté sometida a la máxima
intensidad de carga accidental especificada disminuye cuando la dimensión
del área cargada aumenta. Los pisos utilizados para oficinas suelen ser
ejemplos de estos casos. Si bien es recomendable diseñar las losas para
que soporten la carga accidental total, las columnas y vigas que reciban
cargas de una gran área tributaria asociada, podrían ser diseñadas
suponiendo una reducción de aquellas. A tal efecto, la norma NZS:4203-
1992, propone la siguiente expresión:
L r = r.l (1.4)
0.90.
y adopta η = 0.0, 0.6 y 0.4 para los techos, pisos de depósitos y el resto de
los casos respectivamente. El INPRES-CIRSOC toma valores que van de 0,
0.25, 0.50, 0.75 y 1.0 según los casos que da en su tabla 6 (ref.[5]).
III. Fuerzas sísmicas: El método más empleado para evaluar el efecto sísmico
sobre los edificios es conocido como método de las fuerzas horizontales
estáticas equivalentes. Si bien su aplicación está limitado a cumplir ciertas
condiciones, se prefiere el mismo por su simplicidad, pues da buenos
resultados en particular para edificios simples y simétricos y además porque
es el método con el cual los diseñadores están más familiarizados. La Fig.
1.17 muestra un esquema del modelo utilizado para determinar las fuerzas
sísmicas que se deben aplicar en cada nivel del edificio. Primeramente se
calcula la fuerza sísmica total, expresada como esfuerzo de corte total en la
base del edificio, y dada por:
Vb = C . W t (1.7)
Este esfuerzo de corte basal deber ser distribuido en la altura total del
edificio. En general se acepta una distribución de fuerzas con configuración
de triángulo invertido, y que responde a la siguiente expresión:
Wr h r
Fr = α Vb (1.8.1)
∑ Wi h i
Fn = (1 - α ) Vb + αVb
Wn h n
(1.8.2)
∑ Wi h i
α = 1 – [(T 0 – 2 T 2 ) / 10 T 0 ] (1.9)
Wr h r
Fr = 0.90Vb (1.11.1)
∑ Wi h i
Wn h n
Fn = 0.10 Vb + 0.90Vb
∑ Wi h i
(1.11.2)
Otros efectos que se debe considerar son los de contracción y fluencia lenta del
hormigón, y los originados por diferencias de temperatura. La incidencia y posibles
efectos de estos fenómenos se verán cuando se estudien las propiedades del
hormigón.
donde en este caso el valor de L u está dado por la carga viva reducida, según
ecuación (1.4) multiplicada a su vez por el factor η, es decir:
Lu = η . r . L (1.15)
S = D + Ls. (1.16.1)
S = D + L s ± Es (1.16.2)
donde E s define al terremoto a nivel de servicio y en este caso el valor de L s está dado
por la carga viva reducida, según ecuación (1.4) multiplicada a su vez por el factor η s ,
factor de participación específico para cargas de servicio, es decir:
Ls = ηs r L (1.17)
S u = S D + S L + S Eo (1.18.1)
S u = 0.9 S D + S Eo (1.18.2)
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donde con S Eo se denota una acción que ha sido obtenida de sobre resistencias
inducidas por el sismo en las correspondientes rótulas plásticas.
Sd = φ . Sn ≥ Sr = Su
(1.19)
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** Compresión y flexo-compresión
(cuando ε t está por debajo del valor 0.002)
para elementos zunchados......................................0.70
para otra forma de estribos .....................................0.65
sin embargo, se establece una transición entre 0.90 y estos valores en función
del valor de ε t , según se verá luego.
So = φo . Sn (1.20)
(f) Resistencia Ideal: este nivel de resistencia (sugerido por Paulay & Priestley, ref
[2]), S i , está asociada a resultados experimentales y se refiere a la mejor predicción de
resistencia que se pueda realizar de una específica unidad de ensayo utilizando en los
análisis las características medidas de los materiales. Su uso fundamental está en
calibrar la validez de las ecuaciones que se utilizan para predecir resistencia.
La Fig. 1.18 muestra una clarificación de las relaciones entre los distintos
niveles de resistencias, a través de un típico gráfico de distribución de frecuencias de
resistencias.
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Sn Sr 1.2S D + 1.6S L
≥ =
S D + S L φ(S D + S L ) 0.9(S D + S L )
Sn Sr 1.2S D + 1.6S L
≥ = = 1.56
S D + S L φ(S D + S L ) 0.9(S D + S L )
II. balcones.
En el área de balcones (exterior), la carga Permanente se adopta igual a
D=0.40 t/m2 (no corresponde incluir tabiques de cierre) y como sobrecarga de uso, la
ref [8], sección 4.1.1, especifica que se debe tomar el valor de los locales a los cuales
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sirven, L= 0.25 t/m , y nunca menor a 0.05 t/m .
2. CCSR-87 ref.[16]
C x = 0.85 γ du = 0.85 C o = 0.30 C Ix =0.22
C y = 1.00 γ du = 1.00 C o = 0.30 C Iy =0.30
3. PRONAM-97 ref.[17]
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1.6 BIBLIOGRAFÍA