Semana 27 2012

“El arrepentimiento”
Primero necesitamos tener una comprensión del significado de la palabra arrepentimiento según su uso en
la escritura, en el Nuevo Testamento el verbo griego metanoein se traduce normalmente como
“arrepentirse”, este verbo tiene un significado definido en toda la historia y este es: “cambiar de idea” por
consiguiente en el “arrepentimiento” en el Nuevo Testamento no es un sentimiento, sino una decisión.

Mucha gente asocia el arrepentimiento con las emociones, con derramar lagrimas y cosas semejantes. Es
posible, sin embargo, que una persona que se emocione mucho y derrame muchas lágrimas y sin embargo
jamás se arrepienta en el sentido Bíblico.

Otros asocian el arrepentimiento con ritos o ceremonias religiosas especiales, lo que llaman hacer
penitencia, pero también aquí aplica lo mismo, es posible cumplir con muchos ritos y ceremonias religiosas
y jamás arrepentirse en el sentido Bíblico.

En al Antiguo Testamento encontramos que la palabras más comúnmente traducida como “arrepentirse”
significa literalmente “volverse” “retornar” “volver atrás”.

Asi el Nuevo Testamento hace hincapié en la naturaleza interna del verdadero arrepentimiento, en tanto
que el Antiguo Testamento recalca la expresión externa de un cambio interno, juntando las dos formamos
esta definición completa: el arrepentimiento es un cambio interno de idea, que provoca una acción
externa de volverse o dar vuelta, de hacer un vuelco completo en una dirección totalmente nueva.

El ejemplo perfecto del verdadero arrepentimiento, definido de esta forma se encuentra en la parábola del
hijo prodigo.

Lucas 15:11-32

Aquí leemos que el hijo prodigo dio la espalda a su padre y al hogar y partió a una tierra lejana donde
malgasto su herencia viviendo en pecado y disipación, al final volvió en sí, hambriento, solo y en harapos,
sentado en medio de cerdos, deseando algo con que llenar su estomago.

En este punto toma una decisión y dice: “Me levantare e iré a mi padre” vs. 18 inmediatamente lleva a cabo
su decisión: “Y levantándose vino a su padre” vs. 20 este es el verdadero arrepentimiento: primero la
decisión interna después la decisión externa resultado de esa decisión: el acto de regresar a su padre y al
hogar.

Todo hombre que ha nacido ha dado la espalda a Dios su Padre y al cielo su hogar, cada paso que da lo
aleja de Dios y del cielo, todo hombre que toma este curso, tiene que hacer algo esencial: detenerse,
cambiar de idea, cambiar su curso, volverse en dirección contraria.

En la Biblia este primer y esencial acto se llama arrepentimiento, es el primer acto que debe realizar
cualquier pecador que desee reconciliarse con Dios.