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LA CULPA NO ES DE LA VACA

Fábulas para la hora del refrigerio #1


Renzo Ángel
LA CULPA NO ES DE LA VACA
© 2018, Renzo Ángel
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ÍNDICE
EL LEÓN INJURIOSO.........................................................5
LAS DOS RANAS...............................................................8
EL CAMELLO Y LA ESTACA..............................................10
EL PERRITO, LA PANTERA Y EL MONO...........................12
EL RETO DEL ARQUERO.................................................14
EL ANCIANO, EL NIÑO Y EL BURRO...............................16
EL JARRÓN DE PORCELANA Y LA ROSA..........................18
EL PERRO ASUSTADO.....................................................20
NI TÚ NI YO SOMOS LOS MISMOS................................21
LA RANA SORDA............................................................23
EL LEÓN Y LOS EXCURSIONISTAS...................................25
LÍO DE GEMELOS...........................................................26
EL HUEVO......................................................................27
EL PEZ Y LA TORTUGA....................................................28
LA DECISIÓN DEL MIRLO................................................29
EL PESCADOR SATISFECHO............................................30
PERSIGUIENDO DOS CONEJOS......................................32
EL EREMITA ASTUTO......................................................33
EL PASTOR DISTRAÍDO...................................................35
EL PARAÍSO Y EL INFIERNO............................................36

3
INTRODUCCIÓN
Existe una rica fuente de relatos en el budismo, taoísmo,
sufismo y otras tradiciones de la antigüedad. Con su
simplicidad y lenguaje directo nos trasmiten enseñanzas
profundas que nos ayudan a vivir mejor.

He recogido algunas fábulas que me han acompañado


durante muchos años en mi trabajo como psicoterapeuta,
aunque estrictamente hablando, algunos textos incluidos
podrían calificarse como parábolas, metáforas, cuentos o
koans. Pero lo importante, creo yo, más allá de las formas,
es su mensaje.

Te doy las gracias por leer este corto libro que es el


primero de una serie a publicar. Y recuerda: “La culpa no es
de la vaca”. Tampoco culpes al clima, a la gente, al tráfico...
de los problemas. En este libro descubrirás por qué lo digo.

4
EL LEÓN INJURIOSO
Hubo una época de sequía en la selva. Escaseaba el agua y
los alimentos. El león, rey de los animales, los reunió junto
al gran árbol para encontrar una solución. Entonces, un
viejo orangután tomó la palabra:

—Esto ya ha sucedido hace muchos años. Ustedes no lo


recuerdan pues son muy jóvenes. Hemos ofendido a la
madre naturaleza con nuestras obras. Tenemos que
encontrar al culpable y quizás ella nos perdonará.

Una voz se escuchó y dijo:

—¡Fueron los leopardos! ¡Ellos tienen la culpa! ¡El año


pasado, cazaron más animales de los que necesitaban para
alimentarse!

El león enojado, desterró a los leopardos de sus


dominios. Pasaron siete días y la sequía continuaba. El león
volvió a reunir a los animales. Esta vez otro animal dijo:

—¡Fueron los antílopes! ¡El año pasado, arrasaron la


vegetación comiendo más de lo necesario!

El león sin dudar mandó expulsar a los antílopes. Los


siguientes siete días transcurrieron sin novedad, es decir, la
sequía continuaba. El león desesperado reunió
nuevamente a los animales. Alguien dijo:

5
—¡Fueron los elefantes! ¡Bebieron y se bañaron en el
estanque consumiendo casi toda el agua! Al oírlo, los
elefantes emprendieron viaje, pues sabían que el rey los
desterraría.

La sequía continuaba semana tras semana y todos los


animales fueron expulsados del reino. El león se encontró
solo, sin alimentos y sin agua. Podían contarse las costillas
de su cuerpo. Finalmente, no habiendo a quien culpar y
muriendo llegó a decir:

—¡Pobre de mí! ¡Seguramente yo fui el culpable de esto!


¡Quizás no he sido un buen soberano y por eso nos castigó
la naturaleza!

Unos buitres que volaban en círculo y esperaban la


muerte del león para comérselo, al oír aquello le gritaron:

—¡Qué tonto eres! ¿Tenías la solución frente a tus ojos y


no te diste cuenta? Los animales que expulsaste
encontraron mejores tierras con abundante agua y comida.
Tú por buscar culpables te has quedado solo y ahora serás
nuestro alimento.

Este fue el final del león quien fue a reunirse con sus
ancestros en el cielo de los leones.

MORALEJA
En medio de nuestros males, siempre buscamos culpables.
Estamos convencidos de que los demás son los
responsables de nuestro sufrimiento, o tomamos el punto
de vista opuesto y nos culpamos a nosotros mismos de

6
todos los problemas ajenos. Estas actitudes estériles nos
distraen al momento de encontrar soluciones efectivas.

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LAS DOS RANAS
He aquí una rana que había vivido siempre en un mísero y
estrecho pozo, donde había nacido y habría de morir.

Pasó cerca de allí otra rana que había vivido siempre en


el mar. Tropezó y se cayó en el pozo.

—¿De dónde vienes? —preguntó la rana del pozo.


—Del mar.
—¿Es grande el mar?
—Extraordinariamente grande, inmenso.

La rana del pozo se quedó unos momentos muy


pensativa y luego preguntó:

—¿Es el mar tan grande como mi pozo?


—¡Cómo puedes comparar tu pozo con el mar! Te digo que
el mar es excepcionalmente grande, descomunal.

Pero la rana del pozo, fuera de sí por la ira, aseveró:

—Mentira, no puede haber nada más grande que mi pozo;


¡nada! ¡Eres una mentirosa y ahora mismo te echaré de
aquí!

MORALEJA
Así procede el hombre fanático y de miras estrechas.
Libérate del pensamiento rígido y dogmático. Abre tu

8
mente a nuevas formas de interpretar la realidad.

9
EL CAMELLO Y LA ESTACA
Había una vez un árabe que viajaba de noche. Sus
esclavos, a la hora del descanso, se encontraron que no
tenían más que 19 estacas para atar a sus 20 camellos.

Cuando consultaron al amo, éste les dijo: «Simulen que


clavan una estaca. Cuando lleguen al camello número 20 el
creerá que está atado».

Así lo hicieron diligentemente. A la mañana siguiente,


todos los camellos estaban en su sitio, y el numero 20, al
lado de lo que se imaginaba, era una estaca.

Sin moverse de allí y al desatarlos para marcharse, todos


se pusieron en movimiento, menos el número 20 que
seguía ahí quieto sin moverse. Entonces el amo les dijo:
«Hagan el gesto de desatar la estaca de la cuerda, porque
el tonto cree que todavía está atado». Y así lo hicieron.
Instantáneamente, el camello se paró y se puso a caminar
con los demás.

MORALEJA
Las ataduras no nos dejan avanzar. Como el camello,
tenemos falsas ataduras que nos impiden ser auténticos,
luchar por la persona que amamos, tomar riesgos por
miedo a fracasar, etc. Quizás alguien te dijo que no podías,
alguien te dijo que esa persona no te amaba o alguien te
dijo que no valías lo suficiente. Cuantas cosas que no nos

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dejan avanzar y solo las tenemos en nuestra mente.

11
EL PERRITO, LA PANTERA Y EL MONO
Cierto día un señor va de cacería al África y se lleva su
perrito.

Un día en la expedición, el perrito, corriendo mariposas


se aleja del grupo y comienza a vagar solo por la selva.

En eso ve a lo lejos que viene una pantera enorme a toda


carrera. Al ver que la pantera sin duda se lo va a comer, el
perrito piensa rápido qué hacer.

Ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza


a mordisquearlos. Entonces, cuando la pantera está a
punto de atacarlo, el perrito dice en voz alta:

—Ah!!!. Qué rica pantera me acabo de comer !!!

La pantera lo alcanza a escuchar, frena y sale despavorida


pensando: «Quién sabe que animal será, no sea que me
coma a mí también».

Un mono que estaba trepado en un árbol cercano, que


había visto y oído la escena, sale corriendo tras la pantera
para contarle como la engañó el perrito.

—Cómo serás de estúpida, esos huesos ya estaban ahí,


además es un simple perro.

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El perrito alcanza a darse cuenta de la mala actitud del
mono. Después que el mono le cuenta la historia de lo que
vio, la pantera, muy molesta, le dice al mono:

—Súbete a mi espalda, vamos donde ese perro a ver quién


se come a quién.

Y salen corriendo a buscar al perrito.

El perrito ve a lo lejos que viene nuevamente la pantera y


esta vez con el mono alcahuete. «Y ahora que hago?»,
piensa el perrito asustado.

Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado


dándoles la espalda como si no los hubiera visto, y cuando
la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:

—Ahh, este Mono !!!, hace como media hora que lo


mandé a traerme otra pantera, y todavía no aparece.

MORALEJA
En momentos de crisis, solo la imaginación es más
importante que el conocimiento. Procura ser tan
imaginativo como el perro. Evita ser tan estúpido como la
pantera y jamás tengas una mala actitud como la del
mono.

13
EL RETO DEL ARQUERO
Después de ganar varios concursos de arquería, el joven y
jactancioso campeón retó a un maestro zen que era
reconocido por su destreza como arquero.

El joven demostró una notable técnica cuando le dio al


ojo de un lejano toro en el primer intento, y luego partió
esa flecha con el segundo tiro. «Ahí está», le dijo al viejo,
«¡a ver si puedes igualar eso!».

Inmutable, el maestro no desenfundó su arco, pero invitó


al joven arquero a que lo siguiera hacia la montaña.
Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo
siguió hacia lo alto de la montaña hasta que llegaron a un
profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso
tronco.

Parado con calma en el medio del inestable y,


ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco
un lejano árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro
limpio y directo. «Ahora es tu turno», dijo mientras se
paraba graciosamente en tierra firme.

Contemplando con terror el abismo aparentemente sin


fondo, el joven no pudo obligarse a subir al tronco, y
menos a hacer el tiro. «Tienes mucha habilidad con el
arco», dijo el maestro, «pero tienes poca habilidad con la
mente que te hace errar el tiro».

14
MORALEJA
Controla tus mente o ella te controlará. Somos lo que
pensamos, así que procura llenarte de pensamientos
positivos.

15
EL ANCIANO, EL NIÑO Y EL BURRO
Un abuelo y su nieto emprendieron un viaje y se hicieron
acompañar por un jumento que les hiciera más liviano el
recorrido. Decidió el abuelo que el niño fuera montado en
el burro para que no se cansara y él caminaría al lado del
animal. Cuando pasaron por el primer pueblo, los
lugareños empezaron a exclamar:

—¡Qué vergüenza! ¡Lo que hay que ver! El pobre anciano


debe ir a pie, mientras el niño lo hace sobre el burro. ¡Es
inadmisible!

Ante tales comentarios decidieron que el abuelo fuera


sobre el burro y el niño a pie. Pasaron por otro pueblo y los
habitantes del mismo, al verlos pasar, dijeron:

—¡Qué falta de caridad! ¡Es inexcusable! El hombre


cómodamente viajando sobre el burro y deja que el niñito
vaya a pie.

El abuelo y el niño optaron entonces por subirse los dos


al burro y al pasar por una aldea, los aldeanos empezaron
a increparles:

—¡Son unas malas personas! ¡Qué crueldad! ¡Pobre burro!


¡Los dos subidos sobre él! ¡Merecerían que les diéramos
una paliza!

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Entonces el abuelo y el nieto decidieron caminar junto al
animal, sin montarlo. Al pasar por otro pueblo, la gente se
burló de ellos:

—¡Qué par de tontos! ¡Vaya bobos! ¡Tienen un burro y


ninguno de los dos se sube a él! Por lo menos el viejo
debería dejar que se subiera el niño.

Mientras seguían impasibles su camino, el anciano le dijo


al muchacho:

—Querido nieto, ¡ojalá las personas fueran tan fieles y


bondadosas como ese animal que nos acompaña! Pero
saca de esto una lección para tu vida: hagamos lo que
hagamos siempre habrá gente desaprensiva que nos
criticará.

MORALEJA
Atrévete a hacer realidad tus sueños. No te preocupes por
la crítica de los demás. Ellos tienen su opinión y tú la tuya.
Que la opinión ajena no se convierta en un freno. Nadie
puede complacer 100% las expectativas de los demás.

17
EL JARRÓN DE PORCELANA Y LA ROSA
El Gran Maestro y el Guardián compartían la
administración de un monasterio zen. Cierto día, el
Guardián murió y fue necesario sustituirlo.

El Gran Maestro reunió a todos los discípulos para elegir


quién tendría el honor de trabajar directamente a su lado.

—Voy a presentarles un problema —dijo el Gran Maestro.


—Y aquél que lo resuelva primero será el nuevo Guardián
del templo.

Terminado su cortísimo discurso, colocó un banquito en


el centro del salón. Sobre éste puso un jarrón de porcelana
carísimo, con una rosa roja para adornarlo.

—He aquí el problema —dijo el Gran Maestro.

Los discípulos contemplaron, perplejos, lo que tenían


delante: los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la
frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué representaba todo
eso? ¿Qué debían hacer? ¿Cuál sería el enigma?

Después de algunos minutos, uno de los discípulos se


puso de pie, y miró a su vez al Maestro y a los alumnos.
Después, caminó resueltamente hacia el jarrón, y lo arrojó
contra el suelo, destruyéndolo.

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—Tú serás el nuevo Guardián —le dijo el Gran Maestro al
alumno. Cuando éste volvió a su lugar, explicó:

—Yo fui muy claro: les dije que ustedes estaban ante un
problema. Sin importar lo bello o fascinante que pueda ser,
un problema tiene que ser eliminado.

MORALEJA
Sólo hay una manera de lidiar con un problema:
atacándolo de frente. En esos momentos, no se puede
tener piedad, ni dejarse tentar por el lado fascinante que
todo conflicto carga consigo.

19
EL PERRO ASUSTADO
Se trataba de un perro callejero que le gustaba curiosear
todos los rincones e ir de aquí para allá. Siempre había sido
un vagabundo y disfrutaba mucho con su forma de vida.
Pero en una ocasión penetró en un palacio cuyas paredes
estaban recubiertas de espejos. El perro entró corriendo
en una de sus acristaladas estancias y al instante vio que
innumerables perros corrían hacia él en dirección opuesta
a la suya. Aterrado, se volvió hacia la derecha para tratar
de huir, pero entonces comprobó que también había gran
número de perros en esa dirección. Se volvió hacia la
izquierda y comenzó a ladrar despavorido. Decenas de
perros, por la izquierda, le ladraban amenazantes. Sintió
que estaba rodeado de furiosos perros y que no tenía
escapatoria. Miró en todas las direcciones y en todas
contempló perros enemigos que no dejaban de ladrarle.
En ese momento el terror paralizó su corazón y murió
víctima de la angustia.

MORALEJA
La percepción errónea conduce a tropiezos y fracasos. Sólo
el discernimiento nos ayuda a encontrar alternativas y
opciones en cada situación.

20
NI TÚ NI YO SOMOS LOS MISMOS
El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie
como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la
benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se
encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del
maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto
a matarlo.

Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente,


Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la
cima de una colina, con la intención de acabar con su vida.
Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta
no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo
sucedido permaneció impasible, sin perder la sonrisa de
los labios.

Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó


afectuosamente. Muy sorprendido, Devadatta preguntó:

—¿No estás enfadado, señor?


—No, claro que no.

Sin salir de su asombro, inquirió:

—¿Por qué?

Y el Buda dijo:

21
—Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el
que estaba allí cuando me fue arrojada.

MORALEJA
Para el que sabe amar, todo es perdonable. El perdón es
un regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Nos libera
de la carga del rencor.

22
LA RANA SORDA
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos
de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás
ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuán hondo era el hoyo, le dijeron a las


dos ranas en el fondo que seria imposible que lograran
salir del hoyo y lo mejor seria que esperaran morir.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus


amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con
todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que
sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas
puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Se
desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan
fuerte como le era posible.

Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de


sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana
saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió
del hoyo. Cuando salió, las otras ranas le preguntaron:

—¿No escuchaste lo que te decíamos?

La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las
demás la estaban animando a esforzarse más para salir del
hoyo.

23
MORALEJA
Sin importar las circunstancias, siempre debes confiar en ti
y perseverar para lograr tus propósitos. Sé “sordo” cuando
alguien te diga que no puedes alcanzar tus sueños.

24
EL LEÓN Y LOS EXCURSIONISTAS
Dos excursionistas se encontraban en los adentros de una
peligrosa selva cuando de repente se encuentran de frente
con un gran leon hambriento, uno de los excursionistas se
asusta y queda paralizado mientras que el otro,
lentamente, saca sus zapatos y se pone unas zapatillas
deportivas que tenia en su mochila. El excursionista
asustado le pregunta:

—¿Para qué te pones zapatillas? Aunque corras con ellas lo


mas rápido que puedas no vas a ser mas veloz que el león.

A lo que el otro contesta:

—Solo me hace falta ser más rápido que tu.

MORALEJA
Hay que fijarse más en los propios recursos y habilidades
que en la posible amenaza. Si te paralizas por el miedo o
los pensamientos derrotistas, no encontrarás la salida
frente a los problemas.

25
LÍO DE GEMELOS
El comportamiento de sus dos gemelos tenía extrañados a
los padres. Ante la misma situación, uno reaccionaba con
gran pesimismo, y el otro con marcado optimismo.
Consultaron a un psicólogo, y este sometió a los chicos a
una prueba. Encerró al pesimista en un cuarto con toda
clase de juguetes y le dijo que hiciera con ellos cuanto
quisiera. Al optimista lo llevó a un cuarto lleno de estiércol
de caballo.

Cuando regresó algunas horas después, encontró al


primero desolado frente a los juguetes, y le preguntó qué
pasaba. Recibió esta respuesta: «El columpio me golpea las
piernas; las fichas del rompecabezas me dañan las manos;
ese acertijo me tiene con jaqueca; y aquel videojuego me
toma mucho tiempo».

Entonces fue a ver al segundo chico, y lo encontró


totalmente sucio, cubierto de porquería hasta la cabeza.
Cuando le preguntó por qué estaba así, el niño le dijo:
«Presiento que debajo de todo este estiercol hay un pony,
y lo estoy buscando».

MORALEJA
Los optimistas parecen pensar al revés frente a las
adversidades. Donde los pesimistas ven problemas, los
optimistas ven retos a superar.

26
EL HUEVO
Nasrudín se ganaba la vida vendiendo huevos. Entro una
persona en su tienda y le dijo:

—Adivina lo que llevo en la mano.


—Dame una pista, —dijo Nasrudín.
—Te daré más de una: Tiene la forma de un huevo y el
tamaño de un huevo. Parece un huevo, sabe como un
huevo y huele como un huevo. Por dentro es blanco y
amarillo. Antes de cocerlo es líquido y, una vez cocido, es
espeso. Además, ha sido puesto por una gallina...

—Ya lo tengo, —dijo Nasrudín. Es una clase de pastel!.

MORALEJA
«Lo esencial es invisible a los ojos», dice una famosa frase.
Sin embargo, cuando asumimos la postura de expertos o
eruditos, no somos capaces de reconocer la belleza de la
simplicidad que tenemos a la vista.

27
EL PEZ Y LA TORTUGA
Amanecía. Los primeros rayos del sol se reflejaban en las
aguas azules del mar de Arabia. Una tortuga salía de su
sueño profundo y se desperezaba en la playa. Abrió los
ojillos y, de repente, vio un pez que sacaba la cabeza del
agua. Cuando el pez se percató de la presencia de la
tortuga, le preguntó:

—Amiga tortuga, presiento que hay sabiduría en tu


corazón y quiero hacerte una pregunta: ¿qué es el agua?

La tortuga no repuso al instante. No podía creer lo que le


estaba preguntando aquel pez que estaba cerca de ella.
Cuando se dio cuenta de que no estaba durmiendo y el
suceso no era parte de un sueño, repuso:

—Amigo pez, has nacido en el agua, en el agua estás


viviendo y en el agua hallarás la muerte. Alrededor de tu
cuerpo hay agua y agua hay dentro de tu cuerpo. Te
alimentas de lo que en el agua encuentras y en el agua te
reproduces. ¡Y tú, pez necio, me preguntas qué es el agua!

MORALEJA
En ocasiones, tenemos puntos ciegos. Son aquellas zonas
que escapan a nuestra percepción y de las cuáles no somos
conscientes: hábitos, actitudes, prejuicios tóxicos. En estos
casos, necesitamos otra perspectiva u opinión que nos
ayude a ser menos egocéntricos.

28
LA DECISIÓN DEL MIRLO
Un viejo mirlo encontró una miga de pan, y se la llevó
volando. Al ver aquello, los pájaros más jóvenes se
prepararon para atacarlo.

Ante el combate inminente, el mirlo dejó caer la miga de


pan en la boca de una serpiente, mientras pensaba para sí:

«Cuando se está viejo, la gente ve la vida de otra manera:


perdí mi alimento, es cierto, pero puedo encontrar otra
miga de pan mañana. Sin embargo, si hubiera insistido en
cargarla conmigo, hubiera desencadenado una guerra en el
cielo: el vencedor pasaría a ser envidiado, y los demás se
armarían para combatirlo, el odio llenaría el corazón de los
pájaros, y una situación así podría durar mucho tiempo».

MORALEJA
Tal es la sabiduría de la vejez: saber trocar las victorias
inmediatas por conquistas duraderas.

29
EL PESCADOR SATISFECHO
El rico industrial del Norte se horrorizó cuando vio a un
pescador del Sur tranquilamente recostado contra su barca
y fumando una pipa.

—¿Por qué no has salido a pescar?, —le preguntó el


industrial.

—Porque ya he pescado bastante por hoy, —respondió el


pescador.

—¿Y por qué no pescas más de lo que necesitas?, —insistió


el industrial.

—¿Y qué iba a hacer con ello?, —preguntó a su vez el


pescador.

—Ganarías más dinero, —fue la respuesta. De ese modo


podrías poner un motor a tu barca. Entonces podrías ir a
aguas más profundas y pescar más peces. Entonces
ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon,
con las que obtendrías más peces y más dinero. Pronto
ganarías para tener dos barcas... y hasta una verdadera
flota. Entonces serías rico, como yo.

—¿Y qué haría entonces?, —preguntó de nuevo el


pescador.

30
—Podrías sentarte y disfrutar de la vida, —respondió el
industrial.

—¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso


momento?, —respondió el satisfecho pescador.

MORALEJA
Es más acertado conservar intacta la capacidad de disfrutar
la vida. La felicidad está en el momento presente y no en
un futuro incierto.

31
PERSIGUIENDO DOS CONEJOS
Un estudiante de artes marciales se aproximó el maestro
con una pregunta:

—Quisiera mejorar mi conocimiento de las artes marciales.


Además de aprender contigo quisiera aprender con otro
maestro para aprender otro estilo. ¿Que piensas de esta
idea?

—El cazador que persigue dos conejos, —respondió el


maestro— No atrapa ninguno.

MORALEJA
Enfócate en lo más importante. Haz una lista de
prioridades y abócate a ellas. Hacer muchas cosas a la vez
produce fatiga, dispersión de esfuerzos y reduce la
productividad. La multitarea (multitasking en inglés) es un
mito.

32
EL EREMITA ASTUTO
Era un eremita de muy avanzada edad. Sus cabellos eran
blancos como la espuma, y su rostro aparecía surcado con
las profundas arrugas de más de un siglo de vida. Pero su
mente continuaba siendo sagaz y despierta y su cuerpo
flexible como un lirio. Sometiéndose a toda suerte de
disciplinas y austeridades, había obtenido un asombroso
dominio sobre sus facultades y desarrollado portentosos
poderes psíquicos. Pero, a pesar de ello, no había logrado
debilitar su arrogante ego. La muerte no perdona a nadie,
y cierto día, Yama, el Señor de la Muerte, envió a uno de
sus emisarios para que atrapase al eremita y lo condujese
a su reino. El ermitaño, con su desarrollado poder
clarividente, intuyó las intenciones del emisario de la
muerte y, experto en el arte de la ubicuidad, proyectó
treinta y nueve formas idénticas a la suya. Cuando llegó el
emisario de la muerte, contempló, estupefacto, cuarenta
cuerpos iguales y, siéndole imposible detectar el cuerpo
verdadero, no pudo apresar al astuto eremita y llevárselo
consigo. Fracasado el emisario de la muerte, regresó junto
a Yama y le expuso lo acontecido.

Yama, el poderoso Señor de la Muerte, se quedó


pensativo durante unos instantes. Acercó sus labios al oído
del emisario y le dio algunas instrucciones de gran
precisión. Una sonrisa asomó en el rostro habitualmente
circunspecto del emisario, que se puso seguidamente en
marcha hacia donde habitaba el ermitaño. De nuevo, el

33
eremita, con su tercer ojo altamente desarrollado y
perceptivo, intuyó que se aproximaba el emisario. En unos
instantes, reprodujo el truco al que ya había recurrido
anteriormente y recreó treinta y nueve formas idénticas a
la suya.

El emisario de la muerte se encontró con cuarenta


formas iguales. Siguiendo las instrucciones de Yama,
exclamó:

—Muy bien, pero que muy bien. !Qué gran proeza!

Y tras un breve silencio, agregó:

—Pero, indudablemente, hay un pequeño fallo. Entonces


el eremita, herido en su orgullo, se apresuró a preguntar:

—¿Cuál?

Y el emisario de la muerte pudo atrapar el cuerpo real


del ermitaño y conducirlo sin demora a las tenebrosas
esferas de la muerte.

MORALEJA
Somos víctimas del ego si no sabemos controlarlo. El ego
abre el camino hacia la muerte y nos hace vivir de espaldas
a la realidad creyéndonos superiores a los demás.

34
EL PASTOR DISTRAÍDO
Al atardecer, un pastor se disponía a conducir el rebaño al
establo. Entonces contó sus ovejas y, muy alarmado, se dio
cuenta de que faltaba una de ellas. Angustiado, comenzó a
buscarla durante horas, hasta que se hizo muy avanzada la
noche. No podía hallarla y empezó a llorar desesperado.
Entonces, un hombre que salía de la taberna y que pasó
junto a él, le miró y le dijo:

—Oye, ¿por qué llevas una oveja sobre los hombros?

MORALEJA
No seas como el pastor negligente, que por no haber
aprendido a discernir, buscas donde no debes hacerlo y así
todas tus tentativas son insatisfactorias.

35
EL PARAÍSO Y EL INFIERNO
Cierto día se presento un samurái en busca de la
enseñanza del maestro zen Hakuin.

—¿Existen en verdad el infierno y el paraíso?, —preguntó


el samurái.

—¿Quién eres tú?

—Soy un samurái.

—¡Tú, un guerrero! Pero mírate bien. ¿que señor va a


querer tenerte a su servicio? Pareces un mendigo.

Tal fue la furia del samurái que comenzó a desenvainar


su sable. Entonces Hakuin dijo:

—¡Pero si tienes incluso un sable! Pero seguro que eres


demasiado torpe para cortarme la cabeza.

Entonces el samurái levanto el sable dispuesto a cortar la


cabeza del maestro. Entonces Hakuin dijo:

—Aquí se abren las puertas del infierno.

Sorprendido por la respuesta del maestro, el samurái


envaino el sable, y se inclino ante él.

36
—Aquí se abren las puertas del paraíso, —sentenció el
maestro.

MORALEJA
El cielo o el infierno está en nosotros mismos. Depende de
nosotros dónde queremos habitar. O somos víctimas de
nuestra ira o somos los amos de nuestras emociones
destructivas.

37
ACERCA DEL AUTOR
Renzo Ángel, el autor de este libro, es psicólogo y escritor.
A través de sus 20 años de profesión como psicoterapeuta
cognitivo y coach, el autor ha experimentado la inmensa
satisfacción de ayudar a sus clientes. Ahora, desea llegar a
más personas difundiendo los conceptos de una psicología
basada en evidencias. Adicionalmente, Renzo Ángel
suscribe las tradiciones filosóficas del sufismo, taoísmo y
budismo zen cuyas fuentes han nutrido muchos relatos de
este libro. Puedes encontrar artículos gratuitos del autor
visitando su blog:

www.renzoangel.ml

38
LIBROS DEL MISMO AUTOR
MINDFULNESS: PRIMEROS
PASOS (2017)
Libro para iniciar la práctica
del Mindfulness o Atención
Plena.

BUENA SEMILLA:
SEMBRANDO IDEAS
POSITIVAS # 1 (2017)
Felicidad, optimismo,
autoestima, relaciones
amorosas y otros temas.

39

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