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Asignatura

Sexualidad Humana

Nombre
Iluminada Rodríguez Lantigua

Matricula
15-5625

Facilitadora
Ilusión García Castro, M.A
Lectura del libro de texto, de los autores: Shibley Janet y Delamater
Hyde John D. (2006). Sexualidad Humana. México: Mc Graw Hill.
1. Elaboración de un resumen que contenga
a. Conceptos, historia, religión y ciencia de la sexualidad.

2. Realización de un análisis crítico acerca de:


b. Perspectiva transculturales sobre la sexualidad y diga la influencia e importancia de
conocer acerca de este tema para la sexualidad.
c. Perspectiva trans-especie acerca de la sexualidad.

Conceptos, historia, religión y ciencia de la sexualidad.


Conceptos
La conducta sexual humana es un fenómeno diverso. Ocurre en diferentes lugares
físicos y contextos sociales, incluye una amplia variedad de actividades específicas y
diferentes personas la perciben de modos diversos. Un individuo participa en actividad
sexual con base en un conjunto complejo de motivaciones y organiza esa actividad con
base en numerosos factores e influencias externos
La conducta sexual humana está determinada tan sólo parcialmente por factores que
se originan dentro del individuo. Además, la socialización de una persona dentro de
una cultura particular, su interacción con parejas sexuales y las restricciones impuestas
sobre él o ella se vuelven extremadamente importantes para determinar sus
actividades sexuales.

Historia
A finales del siglo diecinueve, la reina Victoria reinaba en Inglaterra y tanto en ese país
como en Estados Unidos, el ideal era reprimir lo más posible la sexualidad. Las mujeres
en particular no deberían tener deseos sexuales. Los estándares de recato eran tan
enormes que los pianos tenían “extremidades” en lugar de vulgares “piernas”
De ese ambiente victoriano surgió una notable mujer, la Dra. Clelia Mosher.
Mosher sospechaba que la lentitud relativa de las mujeres podría ser una causa de
conflictos en el matrimonio. Muchas de las encuestadas apoyaron esta idea. Una dijo
que el sexo había sido desagradable para ella durante años debido a su “reacción
lenta” pero “el orgasmo [ocurre] si se toma tiempo”. Otra se quejó de que “los
hombres no están entrenados de manera apropiada”. Y para algunas, no alcanzar el
orgasmo era psicológicamente devastador (no se puede evitar pensar que las cosas no
han cambiado mucho desde 1890 hasta la actualidad).
Uno de los primeros investigadores que contribuyeron a la comprensión científica de la
sexualidad y que merece mencionarse es el alemán Magnus Hirschfeld (1868-1935).
Fundó el primer instituto de investigación sexual y aplicó la primera encuesta a gran
escala sobre sexo, obteniendo datos de 10 000 personas en un cuestionario con 130
reactivos. (Por desgracia, la mayoría de la información recopilada por él fue destruida
por los nazis.) Hirschfeld también estableció la primera publicación periódica dedicada
al estudio del sexo, estableció un servicio de orientación matrimonial, trabajó a favor
de las reformas legales y proporcionó consejo sobre anticoncepción y problemas
sexuales. No obstante, su interés especial se centró en la homosexualidad. Sin duda,
algunos de sus enfoques de avanzada fueron un resultado de que él, de hecho, era
homosexual y travestista. Sus contribuciones como pionero en la investigación sexual
no pueden negarse (Bullough, 1994).

Religión

A lo largo de la mayoría de la historia registrada, cuando menos hasta


aproximadamente hace 100 años, la religión (y el rumor) proporcionaba la mayoría de
la información que la gente tenía sobre la sexualidad. De este modo, los antiguos
griegos reconocían abiertamente tanto la heterosexualidad como la homosexualidad
en su sociedad y explicaban la existencia de las dos orientaciones a través de un mito
en el que los seres humanos originales eran criaturas duales con el doble del número
normal de miembros y órganos normales; algunos eran varones dobles, otras eran
mujeres dobles y algunos eran mitad varón y mitad mujer (LeVay, 1996). Los dioses,
temiendo al poder de estas criaturas, las dividieron por la mitad y desde entonces
estas criaturas continuaron buscando a su otra mitad. Se consideraba que los
heterosexuales eran el resultado de la escisión de la mitad masculina y la mitad
femenina; los homosexuales varones eran resultado de la división de los varones
dobles y las homosexuales femeninas, de la división de las mujeres dobles. Fue a través
de esta historia mitológica que los antiguos griegos comprendieron la orientación y el
deseo sexuales. Los cristianos del siglo quince consideraban que los “sueños húmedos”
(emisiones nocturnas) eran el producto del coito con criaturas espirituales diminutas
llamadas íncubos y súcubos, un concepto que apareció en una bula papal de 1484 y en
su libro acompañante, el Malleus Maleficatum (“martillo de la bruja”); se consideraba
que la persona que tenía sueños húmedos era culpable de sodomía al igual que de
brujería. Los musulmanes creían que el coito era uno de los mayores placeres de la
vida y que reflejaba las enseñanzas del gran profeta Mahoma. El mismo Mahoma tuvo
varias esposas.
Ciencia de la Sexualidad

La sexología es el estudio sistemático del hecho sexual humano, desde todas


sus perspectivas, filogenéticas, ontogenéticas, antropológicas, socioculturales,
fisiológicas, pedagógicas, clínicas e investigativas. La sexología, como ciencia
y como profesión, implica, desde un enfoque multidisciplinar y/o lo
interdisciplinar, a un gran número de disciplinas y especialidades médicas y
humanísticas, abarcando así todos los aspectos de la sexualidad.
El término sexología fue acuñado por Elizabeth Osgood Goodrich Willard1
Uno de los primeros investigadores de la sexualidad fue Richard von Krafft-
Ebing que registró varias desviaciones sexuales en el libro Psychopathia
Sexualis2 y en el que acuñó el término sadismo.
Magnus Hirschfeld fundó el Instituto de Sexología de Berlín en 1919.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Sigmund Freud desarrolló una
teoría de la sexualidad basada en el análisis de sus pacientes. La misma
incluía una sucesión de etapas en el desarrollo sexual de la persona, pasando
por las fases oral, anal, fálico y genital.

Perspectiva transculturales sobre la sexualidad y diga la influencia e


importancia de conocer acerca de este tema para la sexualidad.
El etnocentrismo tiende a influir nuestra comprensión sobre la conducta sexual. La
mayoría de nosotros hemos tenido experiencia con la sexualidad sólo en una cultura —
por ejemplo, Estados Unidos— y tendemos a considerar nuestra conducta sexual como
el único patrón existente y seguramente como el único patrón “natural”. Pero los
antropólogos han descubierto que existe una amplia variación en comportamientos y
actitudes sexuales de una cultura a otra.

En este tema pude aprender que la sexualidad varía según la cultura.


Dependiendo del tipo de cultura, las costumbres en cuanto al sexo varían de manera
significativa, debido a los tipos de creencias tanto religiosas como de otros factores.
Por ejemplo en nuestro país el beso es algo común, pero cuando el pueblo Tonga de
África vio por primera vez que los europeos se besaban, rieron y dijeron: “Míralos; se
comen la saliva y la mugre del otro.” También existen algunas variaciones en la técnica
del beso. Por ejemplo, entre los Kwakiutl de Canadá y los nativos de las Islas Trobriand,
el beso consiste en succionar los labios y lengua de la pareja, permitiendo que la saliva
fluya de una boca a la otra. Es posible que muchos estadounidenses pensaran que esta
práctica es un tanto repulsiva, pero otros pueblos la consideran sexualmente
excitante.
Los cristianos del siglo quince consideraban que los “sueños húmedos” (emisiones
nocturnas) eran el producto del coito con criaturas espirituales diminutas llamadas
íncubos y súcubos, un concepto que apareció en una bula papal de 1484 y en su libro
acompañante, el Malleus Maleficatum (“martillo de la bruja”); se consideraba que la
persona que tenía sueños húmedos era culpable de sodomía al igual que de brujería

Perspectiva trans-especie acerca de la sexualidad.

Los seres humanos son sólo una de las muchas especies animales y todas ellas
presentan conducta sexual. Colocar la propia conducta sexual en una perspectiva
evolutiva es útil para explorar las semejanzas y diferencias entre nuestra propia
sexualidad y aquella de las demás especies.
Definitivamente los seres humanos no son la única especie que se masturba. La
masturbación se encuentra entre muchas especies de mamíferos, en particular entre
los primates (monos y simios). En los zoológicos puede observarse que los monos y
simios machos se masturban, con frecuencia para horror de la gente decente que ha
ido a verlos. En algún tiempo se pensó que esta conducta podría ser resultado de las
condiciones poco naturales de vida en los zoológicos. Sin embargo, las observaciones
de los primates que viven libremente indican que ellos también se masturban. Las
técnicas incluyen estimulación de los genitales con la mano o frotamiento de los
genitales contra un objeto. En cuanto a la técnica, los monos y simios no humanos
tienen una ventaja sobre los seres humanos: sus cuerpos son tan flexibles que pueden
realizar sexo bucogenital en sí mismos.
La masturbación entre las hembras también se encuentra en muchas especies además de la
humana. El premio a la técnica más inventiva probablemente deba concederse a la hembra del
puerco espín. Ésta sostiene con sus patas un extremo de una vara y camina alrededor mientras
monta a horcajadas sobre la vara; a medida que la vara golpea contra el piso, vibra contra sus
genitales.

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