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de Rocas Cubanas
Capítulo 2. Rocas Ígneas
Colectivo de autores
Autores
2.1.1. Introducción
En Camagüey las dioritas se caracterizan por presentar color gris a gri s-oscuro
de grano medio a grueso con textura hipidiomórfica-granular y a veces taxítica
por orientación de sus minerales máficos. El mineral que predomina es la
plagioclasa de composición andesina y constituye el 70-75% de la roca.
También en ella se puede observar ortosa en menos del 5% rellenando
espacios. El cuarzo constituye el 4-5% y presenta forma xenomorfa rellenando
intersticios. Los minerales máficos están representados por hornblenda y biotita
en 15-20%, predominando la hornblenda donde a veces se ha determinado
augita. Los minerales accesorios pueden constituir hasta el 2% y están
representados por magnetita apatito, esfena y zircón. Entre las principales
alteraciones tenemos la cloritización, epidotización y desanortización de las
plagioclasas. (Foto 1).
Son rocas de color crema con tono rosado y poseen una textura alotriomórfica
granular con una estructura masiva. Están compuestas por feldespato potásico
(62,3 %), cuarzo (31,2 %), plagioclasa (6 %), biotita más moscovita (0,43 %).
Los minerales accesorios (1 %) son magnetita, zircón, ortita y apatito.
Está compuesto por oligoclasa (50-60 %), cuarzo (20-25 %), microclina (10-15
%), moscovita más biotita (3-5 %), granate (3-5 %) y minerales accesorios (< 1
%), representados por esfena, apatito, circón y ortita. Su textura es
hipidiomórfica granular.
La mayor parte de la roca se compone por oligoclasa (de 1-2 mm), está
saussuritizada y sericitizada, especialmente en su núcleo. El cuarzo forma
granos isométricos ¨cementados,¨ formando agregados micro- granulares de
microclina y cuarzo. En estos mismos agregados se disponen las escamas de
biotita y moscovita, así como los cristalitos de granate y minerales accesorios.
(Foto 3a y 3b).
Es una roca de grano medio a grueso y de color crema con tono rosado.
Presenta textura hipidiomórfica granular y está compuesta por plagioclasa (30-
48 %), feldespato potásico (20-35 %), cuarzo (20-30 %) y biotita (2.6-4.5 %).
Los minerales accesorios (< 1 %) están representados por magnetita, esfena,
apatito, zircón, rutilo, ortita, pirita e ilmenita.
Es una roca de color gris claro o rosado y de grano fino a medio. Su textura es
típicamente aplítica de grano fino hasta medio y en partes micrográfica con la
estructura masiva. Su composición mineralógica está representada
fundamentalmente por feldespato potásico, ortosa, (54,7 %). Está
generalmente pelitizada en forma de granos en los cuales se pueden observar
entrecrecimientos poiquilíticos con cuarzo.
Está formada por plagioclasa (53,27 %), cuarzo (21,86 %), feldespato potásico
(13,57 %), hornblenda (8,14 %) y biotita (2,45 %). Los minerales accesorios
(0,68 %) son magnetita, apatito, ortita, zircón y esfena.
Está compuesta por plagioclasa (36-38 %), feldespato potásico (29%), cuarzo
(25 %), biotita (5 %), hornblenda (4 %) y minerales accesorios (<1 %). Su
textura es monzonítica. La plagioclasa (andesina), zonada y algo pelitizada, se
observa con formas prismáticas alargadas. El feldespato potásico (ortosa)
forma granos irregulares, en los cuales se encuentran incluidas
poiquilíticamente las plagioclasa, biotita y hornblenda.
2)- Plagiogranito de Tres Guanos, localidad típica descrita por Truitt y Pardo en
1954 y posteriormente por Hatten en 1958, desarrollados al noreste de la
ciudad de Placetas, al suroeste de Calabazar de Sagua y al este del poblado
de Iguará en la región de Venegas. Ellos intruyen gabros y diabasas de la
secuencia ofiolítica.
Es roca clara (blanco o gris claro) y masiva, de grano fino a medio. Su textura
es hipidiomórfica granular y a veces de entrecrecimiento. Está compuesta por
plagioclasa (60 %), cuarzo (30 %), biotita (7 %) y feldespato potásico (< 5 %).
Los minerales accesorios (< 1 %) están representados por zircón, apatito y
magnetita.
El zircón forma pequeños cristalitos (de 0,09 mm) y el apatito forma pequeños
agujitas y cristalitos (de 0,15 mm). (Foto. 10a y 10b).
Son rocas de color claro (blanco grisáceo a gris verdoso) y de grano fino a
medio y, raras veces, grueso. Tanto su textura como su contenido de los
máficos varían rápidamente a cortas distancias. Se observa además, una
irregularidad de la granulometría y la distribución de los máficos.
1) Sienita cuarcífera.
2) Sienita hornbléndica, hornbléndica-biotítica o biotítica de acuerdo al mineral
máfico que predomine.
3) Sienita leucocrática
Sienita cuarcífera
Es una roca masiva de color rosado claro con textura hipidiomórfica-granular
de grano medio. Está compuesta fundamentalmente por feldespato potásico
(50 %), con la presencia de plagioclasa (30 %), cuarzo (hasta 15 %),
hornblenda (4 %), biotita (3 %) y minerales accesorios (hasta 6 %). El
feldespato potásico (ortosa-pertítica) se encuentra en prismas alargados
irregulares. La plagioclasa (oligoclasa), raras veces pelitizada, forma granos
prismáticos. El cuarzo forma granos xenomórficos rellenando los intersticios.
La hornblenda se presenta en prismas irregulares de color verde muy claro con
un débil pleocroismo (Foto 15a y 15b). La biotita se presenta en escamillas de
color pardo claro con un débil pleocroismo.
Los minerales accesorios están representados por magnetita, esfena y apatito.
La magnetita forma a veces concentraciones conjuntamente con los máficos y
la esfena aparece bordeando la magnetita.
En las zonas donde existe una fuerte actividad tectónica y se encuentran estas
rocas, las mismas se observan cataclastizadas en diferentes grados. Los
cristales de ortoclasa-pertítica presentan bordes dentados y bordeándola finos
agregados micro-granulares de cuarzo y plagioclasas, donde los minerales
máficos también se alteran.
Es frecuente en estas rocas, fundamentalmente las cuarcíferas y leucocráticas,
observar alteraciones hidrotermales como son sericitización y caolinización
para los feldespatos, perdiendo a veces su textura original y dando lugar a una
fuerte mineralización.
Sienita horbléndica-biotítica
Es la roca de grano muy grueso desarrollada, macroscópicamente es masiva
de color gris-rosado o gris microscópicamente presenta una textura
hipidiomórfica-granular. Esta compuesta predominantemente por feldespato
potásico (50-55 %) y plagioclasa (28-30 %), con minerales máficos (10-15 %) y
accesorios (2-8 %).
Sienita leucocrática
Estas pueden se cuarcíferas o no se caracterizan fundamentalmente por la
escasez de minerales máficos y accesorios Roca masiva de grano fino de
color rosado, crema e incluso blanco-rosado con la textura hipidiomórfica-
granular. Esta compuesta predominantemente por feldespato potásico (62-65
%) con plagioclasa (hasta 30 %), cuarzo puede en algunas ocasiones alcanzar
el 10%, máfico (1 %) y minerales accesorios (1%), representados por esfena,
magnetita y apatito.
Es una roca de color gris claro con textura hipidiomórfica granular. Está
compuesta por plagioclasa (52 %), cuarzo (30,4 %), feldespato potásico (8,3
%), biotita (5,5 %), hornblenda (2,8 %) y minerales accesorios (0,9 %).
Gabro dioritas (del arco volcánico cretácico región Sierra del Purial)
Las Gabro dioritas se observan formando parte del macizo intrusivo Jojo.
Tienen un color gris verdoso y una estructura masiva. La textura es
hipidiomórfico granular a alotriomórfico granular. Las plagioclasas son de
composición media y están sericitizadas, alcanzando un 45%. El mineral máfico
está en el orden de un 55% y el mismo está cloritizado, anfibolitizado
epidotizado. Se observa esfena y los minerales de alteración están orientados
por el metamorfismo.
Los colores que predominan son el blanco y gris claro. La textura predominante
es la hipidiomórfica granular en las de arco y alotriomórfica granular en las
ofiolitas.
Como minerales accesorios aparecen circón, apatito, rutilo, esfena, magnetita
y ortita. Las plagioclasas se alteran fuertemente pudiéndose encontrar
epidotizadas, pelitizadas, sericitizadas, cloritizadas, y cuarcificadas. Los
minerales máficos están cloritizados, actinolitizados y epidotizados.
Los colores que predominan son el blanco y gris claro, la textura predominante
es la Hipidiomórfica Granular en el de arco y Alotriomórfico Granular en los
ofiolíticos.
Como accesorios tenemos circón, apatito, rutilo, esfena, magnetita, ortita, las
plagioclasas se alteran fuertemente pudiéndose encontrar epidotizadas,
pelitizadas, sericitizadas, cloritizadas, cuarcificadas, los máficos cloritizados,
actinolitizados y epidotizados.
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2.2.1 Introducción
Es una roca gris verdosa de grano fino, con una textura porfídica y la estructura
masiva. Los fenocristales (5–7%) están integrados por cristales idiomórficos (1-
4 mm) de hornblenda de color verde pardusco.
2.3.1. Introducción
Durante muchos años las ofiolitas cubanas han sido objeto de estudio por
numerosos autores (Lewis, 1932; Rutten, 1940; Palmer, 1945; Wassal, 1956;
Furrazola et al, 1964; Linares et al., 1985; Ducloz y Vougnat, 1962; Kozary,
1968; Knipper y Cabrera, 1974; Meyerhoff y Hatten, 1968; Pardo, 1975;
Knipper, 1975; Boitean et al., 1972; Iturralde-Vinent, 1975, 1981, 1989, 1996;
Somin y Millán, 1981; Fonseca et al., 1988, 1990; Andó et al., 1989). No
obstante a los avances hasta el momento en el grado de conocimiento
geológico de las ofiolitas cubanas, las mismas no presentan un grado de
estudio homogéneo en toda Isla.
Las ofiolitas del cinturón septentrional son las de mayor desarrollo y afloran
como una serie de cuerpos alargados en la mitad norte de la Isla de Cuba,
desde Cajálbana al oeste, hasta Baracoa al este, formando un cinturón con una
extensión de más de 1000 km de longitud y con un ancho de hasta 30 km.
Forman mantos tabulares, donde las rocas están intensamente deformadas y
pueden alcanzar hasta 6 km de espesor (Fonseca et al, 1984; Iturralde-Vinent,
1996).
Sobre el ambiente tectónico que originó las ofiolitas, han sido postulados
diversos criterios; pero en los últimos diez años se ha sustentado
fundamentalmente un origen en un mar marginal – cuenca de retroarco
(Fonseca et al., 1984; Iturralde-Vinent, 1996). Sin embargo, la presencia de
efusivos con particularidades geoquímicas de toleitas intraplacas ha sido
además reportada en ofiolitas septentrionales de la región de Matanzas (Kerr et
al., 1999, Llanes et al, 2001).
Entre los tipos de rocas máficas (gabroicas) descritas en Cuba se destacan los
gabros normales, gabros olivínicos, gabros anfibólicos, gabros anfibolizados y
troctolitas.
Anortosita (Oriente).
Macroscópicamente son rocas blanco – grisáceas hasta grises oscuras con
ligera tonalidad verdosa. Presentan estructura alotriomórfica granular. El
mineral fundamental es la plagioclasa (80 - 85%). La plagioclasa forma cristales
prismáticos y tabulares cortos. El tamaño promedio es de 3.8 x 2.4mm, algunas
veces mayor. La composición es labradorita (An 55 - 60). En ellos se desarrollan
las maclas polisintéticas de Carlsbad y de la periclina. Aparece el clinopiroxeno
representado por cristales pequeños, intersticial de forma irregular,
generalmente de la variedad augita, aproximadamente en un 5 - 7%. El
ortopiroxeno, al igual que el clinopiroxeno, es intersticial. Se presenta en un 3 -
4%. Ambos piroxenos están alterados, anfibolizados y carbonatizados.
Gabro (Oriente).
Se caracterizan por rocas de grano medio a grueso, con estructuras
alotriomórficas, alotriomórficas – granular bandeadas, poiquilíticas, subofíticas
y superpuestas con transición a ofíticas, nodular por alteración secundaria, lo
que origina una mezcla de material isótropo de arcilla, clorita y epidota. Todas
estas características son típicas de los gabros cumulativos. Las texturas son
masivas y bandeadas. Como minerales principales aparecen plagioclasa,
clinopiroxeno, escaso ortopiroxeno y olivino.
La plagioclasa constituye desde un 50 – 75%. Su composición va desde
labradorita An 58 hasta andesina An 40. Tienen formas tabulares anchas y
alargadas, a veces prismáticas, bordes terminales dentados, macla polisintética
de la albita, albita carlsbad y de la peridina, raramente zonadas. Sus tamaños
varían de 1,28mm a 3mm. En algunas rocas en mayor o menor grado, están
desanortizadas. También se observan manchas oscuras, casi isótropas,
constituidas, según los resultados de Rx, por una mezcla de calcita y caolinita.
Este agregado presenta un aspecto criptocristalino de alto relieve. En otras
rocas, las plagioclasas están fuertemente sausuritizadas y las maclas se
vuelven difusas.
El clinopiroxeno generalmente de la variedad augita se encuentra en un 20 –
40%, apareciendo en forma irregular, intersticial, entrecrecido con la
plagioclasa y con estructura poiquilítica. Entre los procesos de alteración se
encuentra la cloritización y anfibolización, presentando borde fibroso. Existen
cristales con granos muy finos de mineral metálico en las líneas de clivaje.
El ortopiroxeno es aproximadamente 1–2% de la variedad hiperstena o
diópsido, que probablemente, por procesos metasomáticos, la hiperstena es
sustituida por diópsido, caracterizados estos minerales por su baja
birrefringencia.
El olivino es escaso, se encuentra serpentinizado y alterado a iddingsita. Esta
última es de color pardo – verdoso, apareciendo en los retículos magnetita.
Los minerales secundarios están representados por actinolita– tremolita, clorita,
saussurita, minerales del grupo de la epidota, albita, cuarzo, iddingsita y trazas
de rutilo, según resultados de RX. El mineral secundario más abundante es la
clorita ferruginosa, la cual se encuentra sustituyendo a los minerales
principales, rellenando a su vez vetas e intersticios. La epidota se presenta en
formas de agregados granulares. La clinozoisita constituye agregados
columnares, teniendo algunos granos colores anómalos.
Como minerales metálicos tenemos la magnetita y pirita, que representan el 1–
3%. Tienen formas irregulares a subhédricas. En algunas rocas se observa que
la proporción de la pirita es mayor que la magnetita. También tenemos la
esfena que solo llega hasta 1 %, pero ella no se encuentra en todas las rocas.
El grado de alteración de las muestras es variable, en unas más señaladas que
en otras, dependiendo esto de la posición que ocupa en el nivel del complejo,
así como del grado de tectonismo que la roca ha sufrido. Los procesos
hidrotermales juegan un papel fundamental en la formación de minerales
secundarios. Es por ello que en este estudio se observan rocas metasomáticas
originadas a partir de gabros que presentan las siguientes características:
tienen un carácter básico formando una estructura seudoporfírica, donde las
soluciones termales impregnaron la roca y sustituyeron los feldespatos, en una
masa constituida por epidota. Además, se observa un tipo de mineral metálico,
probablemente ilmenita, que se caracteriza por mostrar en luz reflejada una
alteración blanca, constituyendo cristales esqueléticos.
Gabronorita (Oriente).
En este tipo de roca, los cristales se desarrollan con orientación subparalela,
típico de rocas cumulativas. Los minerales principales que los constituyen son
plagioclasas, clinopiroxeno y ortopiroxeno. Las plagioclasa constituyen más de
la mitad de la roca, aproximadamente 60%; tienen formas tabulares alargadas
y sus tamaños varían de 0,48 mm a 3,9 mm. Están fuertemente sausuritizados
y sus maclas son difusas, por eso las determinaciones del tipo de plagioclasa
se hacen difíciles. El clinopiroxeno, generalmente, de variedad augita,
representa aproximadamente un 20%. Se desarrollan de forma irregular e
intersticial entre los cristales de plagioclasa. Aparecen alterados a actinolita –
tremolita y cloritizados. El piroxeno alcanza un 15% generalmente y son de
variedad hiperstena o diópsido. También el piroxeno aparece de forma
intersticial, caracterizado por su baja birrefringencia. Los minerales metálicos
que se presentan son magnetita y pirita de 1 a un 2%. La pirita es menor del
15%. Estos minerales están asociados a los minerales máficos. La roca está
algo cataclastizada. Se observa clorita rellenando cavidades y en venillas junto
con zeolita y de igual forma existen procesos de serpentinización.
Ortopiroxenitas (Habana-Matanza)-
Al igual que las últimas, son muy subordinadas, forman parte de bloques en
zonas de fallas, deformadas y fueron observadas en la región de Majana. El
ortopiroxeno aparece seudomorfizado a bastita, en granos de tamaño entre 0,5
y 10 mm, unidos en forma de mosaico. En la periferia de algunos granos se
observa clinopiroxeno. También se manifiesta exolution lamellae en
ortopiroxeno.
Troctolitas (Oriente).
En esta roca se observan transiciones desde las variedades melanocráticas a
las leucocráticas de granos pequeños hasta gruesos. Texturas masivas y
estructura alotriomórfica granular, compuestas de olivino, plagioclasa y escaso
ortopiroxeno. El olivino representa aproximadamente un 55%, de formas
xenomórficas y tamaño promedio de 2,4 mm. El proceso de serpenitización es
bastante intenso, destruye los cristales primarios de olivino y deja relictos
dentro de una masa de serpofita y antigorita, rodeados por bandas de crisotilo.
La plagioclasa generalmente está alterada a prehnita o saussurita y presenta
formas alotriomóficas, formando el espacio intercúmulo entre un 40 y 70% de la
roca.
El ortopiroxeno aparece subordinadamente, en formas prismáticas mal
preservadas con un tamaño de 1,2 x 4,4mm, bastitizados, ligeramente alterado
a talco. Se observa clinopiroxeno, el cual crece bordeando el olivino. Contiene
escasa cromita de forma redondeada, acompañada por magnetita granular,
diseminada o formando bandas reticulares. Esto es característico del proceso
de serpentinización y además pirita de forma irregular o en vetillas.
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Geología de Cuba. I.G.P.
Rutten, M. L. R., 1940. On the age of the serpentinites of Cuba: Proc. Kon.
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Wassal, H., 1956. The relationship of oil and serpentinites in Cuba: in Geología
del Petróleo. 20 Congreso Geológico Internacional México, sec. 3 – 65 –77.
Fotos de rocas Máficas y Ultramáficas
.
DG-993-7 (2.5x) Websterita I-84-2 (5x) Gabro anfibolizado.
olivínica. Región Habana. Región Habana.
2.4.1 Introducción
Las serpentinitas forman parte de las ofiolitas, las que se caracterizan por una
asociación de rocas máfico-ultramáficas, rocas sedimentarias y unidades de
rocas metamórficas asociadas, que se formaron durante diferentes estadios de
evolución de antiguos océanos y cuencas oceánicas, y que fueron
subsecuentemente incorporadas a un margen continental a través de eventos
orogénicos de colisiones continente-continente o arco-continente, interacciones
dorsales-trincheras oceánicas, y/o eventos de subducción-acreción (Dilek y
Furnes, 2011).
Región de Camagüey
Serpentinita dunítica: (Foto M-8). Textura: fibroso-reticular.
La roca está constituida fundamentalmente por una masa reticular de crisotilo y
serpofita, con relictos de olivino en los núcleos de los retículos. Los cordones
fibrosos de crisotilo predominan sobre la serpofita y en ocasiones se disponen
con orientación subparalela unos respecto a otros. En ocasiones aparecen
sectores donde los relictos de olivino están cloritizados.
Otras veces, en la masa serpentinítica, se observa el olivino en relictos,
dispuestos en una misma dirección los granos (rasgos de textura pull apart). Se
observan aislados granos de ortopiroxeno de aproximadamente 0,1 mm, así
como de clinopiroxeno con más frecuencia, pero que no superan ambos el 10
% de la masa rocosa. El mineral metálico magnetita ocurre en grietas o líneas
de fracturas con crisotilo, en granos desde submicroscópicos hasta 0,5 mm.
Son irregulares, a veces isométricos, alargados y representan un 5-10 % de la
roca. Se observan además venillas de antigorita.
Cuba oriental
2.4.2. Sinonimia
Tabla 1
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Alpine-type Ultramafics and possible modern serpentinization, Western United
States. Geol. Soc. Am. Bull. 80, p. 1947-1960.
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direction of flow of metamorphic fluids in four instances of serpentinization.
Contrib. Mineral. Petrol. 35, p. 263-276.
Coleman, R. G., 1977. Ophiolites. Springer – Verlag, Berlín – New York, 262 p.
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Geochemical and tectonic fingerprinting of ancient oceanic lithosphere.
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Iturralde – Vinent. M. A., 1996. Geología de las ofiolitas de Cuba. En: Ofiolitas y
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Mumpton, F. A., Thompson, C. S., 1975. Mineralogy and origin of the Coalinga
asbestos deposit. Clays and Clay Miner. 23, p.131-143.
.
2.5. Clasificación del grupo de rocas volcánicas y del grupo de
rocas volcanoclásticas de Cuba Central
2.5.1. Introducción
Las rocas del grupo de rocas volcánicas y del grupo de rocas volcanoclásticas
se encuentran en estrecha vinculación entre si dentro de las estructuras
geológicas del territorio cubano.
Tomando como ejemplo los arcos volcánicos cretácicos Cuba Central, las
rocas volcánicas y volcanoclásticas, mezcladas con secuencias volcano-
sedimentarias y formando asociaciones volcano-plutónicas, ocupan extensas
áreas, desde la provincia de Cienfuegos hasta la provincia de Las Tunas, con
espesores considerables que alcanzan más de 6000-6500 m y edades que
oscilan entre posible Neocomiano al Campaniano.
Se propone aceptar para las rocas del grupo genérico de las tufitas el
calificativo de tobáceo y no tufítico.
Se propone sustituir las terminaciones “oides” por la forma adjetiva “rocas icas”,
de más uso y mayor arraigo en Cuba, quedando de la manera siguiente: rocas
riolíticas, rocas dacíticas, rocas traquíticas, rocas andesíticas y rocas
basálticas.
(Fig.2a). Cuando sea conveniente se unen campos, de la siguiente forma
(Fig.2b):
rocas riolito-dacíticas (riolito-dacita).
rocas traquíticas.
rocas andesito-basálticas (andesito-basalto).
Fig. 2
Fig. 2a
Fig. 2b
Fig. 2, 2a, 2b Clasificación preliminar QAPF de
campo para las rocas volcánicas (Streckeisen, 1979,
en Le Maitre, 1989).
Los nombres genéricos, o de raíz, así como los números de los campos, se
observan en el doble triángulo. Las rocas volcánicas cubanas se ubican en los
campos de la parte superior del diagrama QAPF. (Fig. 3).
QAPF
NOMBRE DEL CAMPO No. DEL
CAMPO
RIOLITA DE FELDESPATO ALCALINO 2
RIOLITA 3 a, b
RIODACITA 3-4
DACITA 4, 5
TRAQUITA DE FELDESPATO ALCALINO 6
TRAQUITA DE CUARZO Y FELDESPATO ALCALINO 6*
TRAQUITA 7
El término diabasa, de amplio uso y tradición entre los geólogos cubanos, debe
utilizarse al referirse a las rocas de composición básica, yacencia generalmente
subvolcánica, grano medio a grueso con textura ofítica-subofítica, y no emplear
el término dolerita. En otros casos, el término dolerita se ha utilizado también
como sinónimo de microgabro o basalto de grano grueso. Recomendamos no
emplear el término de dolerita y dejar, cuando así procedan, los de basalto de
grano grueso y microgabro.
Como muestra la tabla de la Fig. 4 (Le Maitre et al, 1989), los campos
traquibasalto, traquiandesita basáltica y traquiandesita se subdividen
atendiendo a los contenidos de Na 2O y K2O, por lo que se utilizan también en
Cuba los términos traquibasalto potásico, shoshonita y latita respectivamente.
No se han encontrado reportes en Cuba, hasta la fecha de concluir este
documento, de las variedades sódicas hawaita, mugearita y benmoreita.
Fig. 4 Clasificación química y nomenclatura de rocas
volcánicas utilizando el diagrama TAS (Alcalis
total/sílice). Las rocas que caen en los campos
sombreados pueden subdividirse como muestra la tabla
debajo del diagrama.
Los tipos de rocas basanita, tefrita y fonotefrita han sido reportados por algunos
autores en las provincias camagüeyanas, pero tomando en consideración
solamente su composición química. En estas rocas, hasta el momento, no se
han reportado feldespatoides de forma clara, lo cual es indispensable para su
clasificación y diagnóstico. De esta manera, su distribución en Cuba no está
confirmada, por lo que se recomienda efectuar los análisis de microsonda y
otros que sean necesarios para determinar con certeza la presencia de
feldespatoides y sus contenidos en estas rocas.
Se propone además de Le Maitre (1989) (Fig. 5) considerar también la nueva
clasificación y nomenclatura para las rocas volcánicas con alto contenido de
Mg y las picríticas, según Le Bas, (2000), (Fig. 6 y 7), donde para el caso de
Cuba procede la figura 7. En una próxima edición del glosario debe definirse
por consenso de los especialistas que integran la comisión cuál de ellas
recomendar.
Fig. 6 Nueva clasificación para rocas volcánicas de alto
contenido de magnesio (Le Bas, 2000). Meimechitas y
Komatitas.
Las andesitas del arco volcánico cretácico en Cuba oriental, región de Holguín
y las que pertenecen al arco volcánico del Paleógeno, tanto las de la Sierra
Maestra, como las de la región Mayarí-Baracoa, son descritas ampliamente en
el glosario petrográfico de Cuba oriental.
La cantidad de olivino varía desde 2 hasta 15%, con tamaños entre 0,5-1
mm y con frecuencia están serpentinizados y alterados por iddingsita. Se
determinó por análisis de microsonda la composición de estos cristales
de olivino. En todos los casos existe predominio de la forsterita (78-91%)
sobre la fayalita (9-22 %), Díaz de Villalvilla, L., (1988). (Fotos 55150;
55150a).
Basanita
La basanita ha sido reportada en la Formación Guáimaro en la región de
Camagüey, pero tomando en consideración solamente su composición química
(Echevarría, B., 1986. Tesis de Doctorado). Hasta el momento no se han
reportado feldespatoides de manera fehaciente, lo cual es indispensable para
su clasificación y diagnóstico. Se requieren análisis de microsonda y otros
complementarios para determinar con certeza la presencia de estos minerales
y sus contenidos. Por estas razones, su distribución en Cuba no está
confirmada.
Boninitas
Las boninitas en Cuba se han reportado como parte de las rocas básicas que
aparecen como bloques tectónicos entre las ofiolitas septentrionales.
Algunos autores piensan que representan un magmatismo de arco volcánico, el
cual abortó temprano en el Cretácico y clasifican estas rocas como boninitas
tipo 3 de bajo calcio (Kerr et al, 1999).
Las boninitas de Campo Florido han sido consideradas de alto calcio (Llanes et
al, 1997) y reportan los siguientes contenidos: Ca0 (9,7-10%); SiO2 (51-52%);
TiO2 (0,21-0,25); NaO2 (0,96-1%); K2O (0,23-0,25). La relación CaO/Al2O3 tiene
un rango de 0,7-0,9 y la relación CaO//Na 2O está entre 10-12.
Por los reportes químicos de Kerr et al, (1999), las boninitas muestreadas en
La Habana y Holguín, correspondientes al melange ofiolítico del norte de Cuba,
se pueden considerar de bajo calcio tipo 3.
Dacita
La dacita participa abundantemente en las formaciones de los arcos volcánicos
cretácicos en Cuba central. Igualmente se encuentra en la litología de las
formaciones pertenecientes al arco volcánico paleógeno en la Sierra Maestra.
Dacitas del arco de islas primitivo (PIA). Están bien representadas en la Fm.
Los Pasos, de edad Neocomiano-Aptiano. Estas rocas se encuentran en las
provincias de Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus.
En las dacitas efusivas, con frecuencia, son menores los contenidos y tamaños
de los fenocristales de plagioclasa a los observados en las dacitas que
constituyen domos y cuerpos subvolcánicos.
Diabasa
El término diabasa ha sido de amplio uso y tradición entre los estudiosos de la
geología cubana, por lo que se recomienda utilizarlo para referirse a las rocas
de composición básica, yacencia generalmente subvolcánica, grano fino a
grueso y textura ofítica-subofítica. No debe emplearse el término de dolerita.
En Cuba existen diques de diabasa abundantes en las ofiolitas y en las rocas
del arco volcánico, pero no se ha podido establecer con exactitud la presencia
de diques de diabasas del nivel de los diques paralelos. Es frecuente su
presencia en bloques tectónicos incluidos en gabroides (Holguín), formando
pequeños sills asociados con basaltos, en relación transicional con basaltos
(Habana-Matanzas) y pequeños diques de 5-10 cm de espesor que cortan las
ultramafitas (Pinares de Mayarí) (Rodríguez et al., 1997). También se
presentan como sills asociados a basaltos en la Formación Mataguá del arco
volcánico cretácico (comunicación verbal, Lilavatti Diaz de Villalvilla, 2004).
Doleritas
En la región de Holguín las doleritas a veces predominan en los bloques de 1-
500m que aparecen en las fajas de brechas tectónicas ofiolíticas y en los
olistrostromas. En las doleritas se observa la transición característica de
microgabros a doleritas o de dolerita a basalto-dolerita.
Las doleritas son generalmente rocas muy compactas, duras, con textura
ofítica-subofítica. Los minerales predominantes son plagioclasa labrador en las
partes más internas y andesina en las externas. La augita alumínica, rica en
magnesio, presenta diferentes grados de uralitización, mientras en algunas
partes se convierte en hornblenda. Son frecuentes los cristales esqueléticos de
ilmenita. Con el aumento del grado de alteración, estas rocas se enriquecen
más en hornblenda, clinozoisita, prehenita, uralita, clorita, albita y zeolitas.
(Iturralde-Vinent, 1996, p. 166).
Fonotefrita
La fonotefrita ha sido reportada en la Formación Guáimaro de la región de
Camagüey, pero tomando en consideración solamente su composición química
(Torres, M. et al., 2003). Hasta el momento no se han reportado feldespatoides
de manera fehaciente, lo cual es indispensable para su clasificación y
diagnóstico. Se requieren análisis de microsonda y otros análisis
complementarios para determinar con certeza la presencia de estos minerales
y sus contenidos. Su distribución en Cuba no está confirmada.
Hialoclastitas
Las hialoclastitas han sido reportadas en diferentes ambientes de la estructura
geológica de Cuba, por ejemplo, en las formaciones relacionadas con el
complejo oceánico, con el margen continental y con el nivel superior de la
asociación ofiolítica, ocurriendo las mismas en la Fm. Encrucijada, en la
provincia de Pinar del Río, en la Fm. Margot, en la provincia de Matanzas, así
como en la Fm. Albaiza y la Fm. Nueva María en Camagüey.
Rocas que presentan una composición ácida, desde riolítica hasta dacítica con
elevado contenido de álcalis generalmente, predominando las traquidacitas y
traquiriodacitas; subordinadamente participan algunas de composición
andesítica (traquiandesítica). En ocasiones, se hace muy difícil diferenciar entre
algunas lavas y lavobrechas fluidales de las lavas tobáceas, tobas soldadas e
ignimbritas, que en conjunto forman parte de los flujos piroclásticos.
Lavobrechas
En las Formaciones Guáimaro y Camujiro del territorio camagüeyano son muy
abundantes las lavobrechas andesíticas y traquiandesíticas. También aparecen
variedades más ácidas como las traquidacíticas. Tienen fragmentos de igual
composición, en cantidades variables de 10-40% del total de la roca, con
tamaños desde escasos milímetros hasta metros.
Su composición química y mineralógica es similar a la composición de la lava
circundante y se diferencian por variaciones de textura, granulometría, grado
de cristalinidad, oxidación y alteraciones secundarias diferentes. En la mayoría
de los casos, tienen bien definidos sus contornos. (Quintana, M. E compiladora,
1995).
Las obsidianas
En la mayoría de las regiones del mundo, las obsidianas son de composición
riolítica, pero los análisis químicos de las obsidianas cubanas las classifican
como andesíticas (Segura, S.R., 1973).
Picrita
En una próxima edición del glosario debe definirse por consenso, cuál de ellas
se propone recomendar para las rocas cubanas de este tipo.
Pórfido
En Cuba, es de amplio uso, refiriéndose a rocas de yacencia subvolcánica o
hipabisal y de composición ácida-media, por ejemplo, los pórfidos andesito-
dacíticos de la Fm. Los Pasos (v. andesita, Foto SF96-12/123).
Riolita
Este tipo de roca se presenta en la litología de las formaciones de los arcos
volcánicos cretácicos en Cuba central y del arco del Paleógeno en Cuba
oriental.
Riolitas del arco de islas primitivo (PIA). Están bien representadas en la Fm.
Los Pasos, de edad Neocomiano-Aptiano, que se distribuye en las provincias
Cienfuegos, Villa Clara y Sancti Spíritus, de carácter bimodal, toleítica y que
forma parte del arco de islas primitivo de Cuba central. (Zelepuguin, V., y otros,
1986; Díaz de Villalvilla, L., 1988; Díaz de Villalvilla, L. Milia, I. Santa Cruz
Pacheco, M., 1998).
Las riolitas (y plagioriolitas) presentan estructura masiva, así como también
fluidal y bandeada.
Los fenocristales de cuarzo (5-20%), con tamaños que oscilan entre 0,5-3 mm.,
de formas variadas desde idiomórficas, subredondeadas, hasta irregulares,
frecuentemente corroídos por la matriz (Foto SF96-10/124.20). Los
fenocristales de plagioclasa, generalmente oligoclasa, entre 3-10%, aunque en
algunas muestras llegan a 12-15%, con tamaños de hasta 2-3 mm. Tienen
formas tabulares y prismáticas, cortas y alargadas; con frecuencia están
pelitizados, sericitizados y en algunos casos epidotizados, presentando a
veces pseudomorfosis.
Los fenocristales de mica biotita, casi siempre parda, exhiben formas tabulares,
son relativamente frescos, aunque pueden estar cloritizados; en ocasiones con
abundante contenido ferruginoso.
Rocas piroclásticas
En Cuba están presentes todos los tipos de rocas piroclásticas en diferentes
ambientes geotectónicos.
Tobas
Las tobas son muy abundantes en el territorio cubano y participan en la
composición de las secuencias correspondientes a diferentes estructuras
geológicas, por ejemplo: a la asociación ofiolítica, como parte de una cuenca
de retroarco y principalmente a los sistemas de arcos volcánicos del Cretácico
y del Paleógeno.
Formación Pelao. (Fotos H-2; H-2a, H-2b, H-3, 55200, 55200a, 34AV)
Es muy típico para esta formación las tobas soldadas de composición
traquiandesítica que se distribuyen en la provincia de Villa Clara. Están
compuestas por litos variados, así como cristales de plagioclasa, cuarzo,
hornblenda y mica biotita.
Formación Vialla.
En sinonimia parcial con la Fm. Aguilar de edad Santoniano. Se distribuye en
las provincias camagüeyanas.
Son características para esta formación las tobas vítreas y vitrocristalinas de
composición predominantemente ácida y ácida-media. Los fragmentos de vidrio
exhiben sus típicas formas curvas, de media luna, horqueta, generalmente con
cuatro o más lados cóncavos, también placas planas, fibras o filamentos,
esquirlas alargadas fibrosas acanaladas o con estrías, entre otras.
Independientemente del proceso genético que les diera origen, resulta una roca
volcánica, fragmentaria, brechosa o semibrechosa, abigarrada en diferentes
colores y tonos, con variaciones petrográficas dentro de una misma unidad. El
tamaño de los fragmentos varía de cenizas finas, hasta grandes bloques,
predominando en algunos casos los fragmentos subangulosos e irregulares,
pero existiendo también aproximadamente 20-35% de fragmentos
redondeados. Estos fragmentos son traquibasaltos, traquiandesito-basaltos,
shoshonitas, basaltos leucíticos, traquiandesitas y en menor proporción
andesitas, andesito-basaltos y basaltos de composición calcoalcalina normal.
En los afloramientos de estas tobas de composición heterogénea
(aglomerados, tobas aglomeráticas y brechas), se observa que una gran parte
de los fragmentos se encuentran soldados entre sí, sin ningún tipo de cemento,
o si existe es pobre, de poros y de contacto, estando representado dicho
cemento por material tobáceo fino, parcial o totalmente sustituido por analcima,
otras zeolitas, calcita, clorita, minerales arcillosos, etc. (Quintana, M.E.,
compiladora, 1995).
Toba de lapilli
En la región de Camagüey, en las Formaciones Guáimaro y Camujiro, abundan
las tobas de lapilli. El tamaño de los piroclastos oscila entre 2 mm y 4 cm.
Toba vítrea
Ejemplos representativos de tobas vítreas los encontramos en las Formaciones
Cabaiguán, Hilario, Piragua, Los Pasos, Orozco y otras. (V. Toba).
Esta roca básica, tanto las alcalinas como las subalcalinas, tiene las
características petrográficas bastante parecidas con los basaltos descritos para
las provincias camagüeyanas.
Son rocas masivas y/o amigdaloidales, con amígdalas entre 5-25%, raramente
algo fluidales de colores pardos y pardos-violáceos. Son rocas porfídicas con
fenocristales de andesina de 25-45%, clinopiroxeno augita de 15-20 %, así
como hornblenda parcial o totalmente reabsorbida hasta 10%. Las rocas
subvolcánicas tienen menos cantidad de plagioclasa u hornblenda y presentan
raros cristales de biotita. (Quintana, M. E., compiladora, 1995).
Las lavas presentan colores crema, verde pálido o violáceo. Son porfídicas con
fenocristales de plagioclasa de composición oligoclasa y minerales máficos,
representados por hornblenda verde o parduzca y por biotita algo oxidada y de
cuarzo. La matriz puede ser felsítica, de fina a gruesa, micropoiquilítica,
(Quintana, M.E., 1995).
Tufitas
En la mayoría de las formaciones volcánicas del territorio cubano participan las
tufitas (rocas tobáceas) de diferente granulometría.
Rocas andesito-basálticas.
Rocas riolito-dacíticas.
Son rocas muy comunes y están desarrolladas en todo el corte del arco
volcánico. Son las más abundantes en la composición de los cuerpos
subvolcánicos. En ellas predomina la fase mineralógica plagioclasa tanto en
fenocristales como en la masa. El clinopiroxeno y la hornblenda son elementos
escasos y raros en la roca. La plagioclasa se presenta zonada en ocasiones,
es de composición andesina a labrador, con procesos de desanortización y
albitización. Estas rocas se caracterizan por texturas variadas en su masa
principal, predominando la intersertal, pilotaxítica y microlítica. Son rocas muy
afectadas por procesos de cloritización, epidotización, silicificación y
sericitización. Con menor desarrollo aparece la carbonatización, pelitización y
oxidación. Más raramente están afectadas por la zeolitización, prehnitización,
anfibolización y otras alteraciones.
Andesitas y basaltos perlíticos. Son rocas porfíricas con una masa vítrea y a
veces son rocas amigdaloidales. Presentan colores gris- oscuro a negruzco.
Según los análisis químicos, su composición varía entre andesítica y basáltica.
Son rocas menos abundantes que los basaltos, predominando los colores
grises y pardos con tonalidades negras, verdes y cremas, escasamente
violáceas. La fase mineralógica más desarrollada y común es la plagioclasa,
que presenta características similares a los basaltos. Los clinopiroxenos están
como fase mineralógica subordinada, tanto en fenocristales como en la masa
de la roca.
La hornblenda y el olivino están presentes raramente y este último fue
reportado por Gyarmarti, P., 1983. La textura de la masa principal es menos
variada que en los basaltos, pero predominan la intersertal y pilotaxítica. Los
componentes de la masa principal son esencialmente las plagioclasas y el
mineral metálico. De forma subordinada aparecen clinopiroxeno, clorita, vidrio y
la esfena-leucoxeno. Más raramente se presentan óxidos e hidróxidos de hierro
y apatito. Las alteraciones son la clorita, epidota, calcita hidromicas, sericita.
Más raramente aparece la silicificación, pelitización y prehnitización.
Tienen estas rocas colores verdes, grises y negros, con tonalidades rojizas,
violáceas, azulosas y parduscas. Se presentan masivas, estratificadas y con
laminación. Representan una mezcla de material piroclástico y epiclástico,
frecuentemente con fauna y material calcáreo, formando el cemento en parte o
completamente. Se caracterizan por la presencia de rocas efusivas de
composición básica a media. Estos efusivos están alterados y oxidados,
presentando subordinadamente fragmentos con estructuras microfelsíticas,
rocas calcáreas y fragmentos zeolitizados. Además de los fragmentos de rocas
plutónicas y cornificadas, los fragmentos de los cristales presentan origen
piroclástico y sedimentario, generalmente de plagioclasas alteradas,
observándose más escasamente e indistintamente la presencia de
clinopiroxeno, anfíbol y cuarzo, así como también fragmentos vítreos alterados.
El cemento de estas rocas es variado, pudiendo ser de diferentes mezclas o de
calcita. Es del tipo de contacto, poroso y basal. El mismo se compone de
material pelítico de cuarzo, clorita, carbonato y minerales arcillosos. También
presentan material criptocristalino no definido, material piroclástico, hidromicas,
cloritas y zeolitas. La calcita puede presentarse sola o mezclada con los
componentes anteriores, con la presencia en ocasiones de organismos
planctónicos y bentónicos. El material calcáreo exhibe procesos de
recristalización por lo general. Las areniscas tobáceas también están presentes
en las formaciones geológicas de las cuencas superpuestas del arco
paleógeno.
Estas rocas se presentan por lo general de color gris verde a verde grisáceo,
en ocasiones gris pardo, y más raramente, gris violáceo o crema. La estructura
es porfírica, masiva, más raramente fluidal o amigdaloidal. Los fenocristales
son de plagioclasa y raramente se presenta el cuarzo o la hornblenda. La
plagioclasa presenta una composición ácida (albita-oligoclasa). Prevalece la
textura porfírica, subordinadamente la oligofírica y escasamente la
glomeroporfírica en los fenocristales. En la masa principal predomina la
microlítica felsítica, subordinadamente la micropoiquilítica y raramente se
observan la esferulítica, pilotaxítica e hialopilítica.
Tienen estas rocas coloraciones grises, son masivas, con fracturación y son
porfíricas. Los fenocristales forman agrupaciones y son de plagioclasas de
composición media. Se observan escasos cristales de clinopiroxenos. La masa
principal tiene textura micropoiquilítica, pertítica, criptopertítica y esferulítica y
está formada por cuarzo y plagioclasa, pudiendo existir la presencia de
feldespato alcalino, pero es la plagioclasa la que prevalece. El mineral metálico
forma microfenocristales y se encuentra también en forma de agujas incluidas
en la masa de la roca.
Estas rocas tienen colores gris violáceos, gris crema, crema, blanco grisáceo,
gris verde y crema blancuzco. En algunas partes contienen inclusiones
intratelúricas y exógenas, presentando fenocristales de plagioclasa, anfíbol,
biotita y cuarzo. En ocasiones el tamaño de las plagioclasas es de hasta 10
mm.
Del grupo de las rocas ácidas éstas son las más abundantes en la región.
Tienen coloraciones grises con tonalidades violáceas y verdosas, más
escasamente verde gris, cremas, rojos violáceos y parduscos. En los
afloramientos se presentan porfíricas, más escasamente masivas, con
orientaciones de sus componentes amigdaloidales y vesiculares. Predominan
los fenocristales de plagioclasas. De forma subordinada se presenta el cuarzo
y raramente se observa la hornblenda y las plagioclasas en intercrecimientos
con el feldespato potásico. La textura de la roca es porfírica, oligofírica y
raramente es afírica o glomeroporfírica, con la masa principal microfelsítica y
microlítica, escasamente micropoiquilítica, esferulítica y raramente perlítica. La
masa principal está formada esencialmente por material felsítico,
subordinadamente por plagioclasa y mineral metálico. Escasamente se observa
apatito, esfena, leucoxeno, óxidos de hierro y raramente se desarrolla el
feldespato potásico. Las alteraciones más desarrolladas son la sericitización y
la presencia de hidromicas. También se desarrollan procesos de oxidación y
pelitización, y escasamente se observa carbonatización.
Riolitas (del arco volcánico paleógeno de la Sierra Maestra).
(Foto 14)
Estas rocas se presentan con las coloraciones descritas para las tobas
lapíllicas, en dependencia de su composición y procesos de alteración. Son
masivas, estratificadas y con laminación. Su composición varía desde andesita-
basalto a riolitas. Sus texturas características son las cristalolíticas y
cristalovítreas. Aparecen además, las litocristalinas y líticas. Los cristales son
de plagioclasas ácidas, básicas y básicas-medias zonadas, alteradas,
presentando también cristales de cuarzo, clinopiroxeno y anfíbol. Los litoclastos
son de rocas efusivas de composición media-básica a ácida, raramente de
rocas intrusivas. El vidrio se presenta con diferentes formas, desvitrificado o
sustituido por minerales microfelsíticos, cloríticos e hidromicáceos. El cemento
por lo general es de contacto y de poro, aisladamente basal o en parte está
ausente. Tiene una naturaleza criptocristalina no diferenciable o de clorita,
hidromicas y zeolitas.
Estas rocas tienen coloraciones gris verdosas, verdes, negro- verdosas y verde
gris. Se presentan masivas, estratificadas, laminadas y pseudofluidales. Tienen
texturas cristalolitoclásticas, cristalovitroclásticas, vitrocristaloclásticas y
vitroclásticas. Presentan una composición de andesitas a riolitas y en
ocasiones mezcladas, estando en desequilibrio los cristaloclastos en relación
con la masa vítrea más ácida. Los cristales son de plagioclasa andesina y
andesina-labrador. Están zonadas y presentan también clinopiroxeno,
hornblenda y cuarzo. El material vítreo generalmente forma el cemento basal
de la roca o está presente formando fragmentos angulosos y fluidales
sustituidos por zeolitas, hidromicas, cloritas, celadonita, sericita, minerales
criptocristalinos. Muestra una débil polarización. En estas rocas, en ocasiones,
se observa la presencia de foraminíferos planctónicos, formados por material
volcánico y silíceo.
Estas rocas presentan coloraciones cremas, gris oscuro, gris verdoso, verde
claro, variando éstas de acuerdo al intemperismo y procesos de alteración. Las
tobas de texturas vítreas presentan composiciones de andesitas-basaltos,
andesitas-dacitas, andesitas, dacitas y excepcionalmente riodacíticas, y
raramente se observan de composiciones mezcladas.
Los fragmentos líticos son de rocas efusivas básicas a ácidas, con abundancia
de las primeras, exhibiendo texturas pilotaxíticas, microlíticas y más raramente
microfelsíticas. Por lo general, estos fragmentos se encuentran con procesos
de oxidación, y en ocasiones existen fragmentos calcáreos.
Estas rocas tienen coloraciones verde gris, gris, cremas, verdes parduscas,
blancas y blanco gris. Ellas se distinguen por diferentes aspectos estructurales:
son compactas, masivas, ligeras, deleznables, estratificadas, en ocasionadas
laminadas. En estas tobas hay presencia de organismos planctónicos,
radiolarios y espículas de esponjas.
El material vítreo se encuentra transformado a minerales arcillosos (procesos
de argilitización), desarrollándose fuertemente los minerales del grupo de la
montmorillonita en algunas localidades. También se presentan fuertes procesos
de zeolitización, donde en estas rocas el vidrio puede constituir hasta el 90%
de la roca.
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Fotos a (4x/10x).
Formación Martí. Flujo
piroclástico. (Ignimbrita).
Los fragmentos aplanados
y alargados, deformados y
Foto 56146-3 (2.5x/10). acoplados unos con otros
Formación Martí. cuya disposición determina
Traquiandesita; fenocristales textura soldada, bandeada
de plagioclasa; microlítica y pseudofluidal. Litos de
orientada. variada composición,
cristales de plagioclasa y
cuarzo, fragmentos de
vidrio recristalizado.
b c
.
Fotos de rocas Volcánicas de Cuba Oriental
.
Foto 24. Ignimbrita
Foto 23. Arenisca tobácea. cloritizada y zeolitizada.
Grupo El Cobre. Textura: Grupo El Cobre. Textura:
psamítica con cemento ignimbrítica. Fragmentos de
basal y de contacto vidrio fluidales
microcristalino. Fragmentos fundamentalmente, el vidrio
de plagioclasas y desvitrificado a minerales
clinopiroxenos, efusivos de felsíticos, clorita, y zeolitas.
composición media-básica,
minerales arcillosos,
cementos de calcita.
recristalizada.
No se debe utilizar más como para denotar (señalar) una veta o una facie de
los cristales de grano fino. En cambio, se debe utilizar nombres como veta
félsica o microgranítica.
Basalto picrítico: Término químico para rocas volcánicas que incluye rocas
picríticas y acumulativas. Término definido en el campo Pc del diagrama de
clasificación TAS. (Le Maitre, 1984; 1989).
Boninita: Roca efusiva con contenido relativamente alto de Mg, que consiste
en fenocristales de ortopiroxeno, clinopiroxeno y olivino, en una matriz vítrea
con cristalitos y microlitos principalmente de piroxeno.
Las mismas han sido descritas con relativa abundancia en las Formaciones
volcánicas Guáimaro y Camujiro de las provincias Camagüey y Las Tunas.
Estos casos se refieren principalmente a rocas compuestas por fragmentos de
lava y cementados por lava de diferente composición.
Según Vicente Araña Saavedra y José López Ruiz. Ediciones Istmo. Madrid,
1974, en algunos depósitos piroclásticos soldados la masa de fragmentos ha
experimentado un movimiento conjunto antes de caer, desplazándose estos
fragmentos sobre el suelo, suspendidos en una fase gaseosa que se mueve a
gran velocidad. Este mecanismo dinámico es equivalente a una fluidización y
da lugar a depósitos que presentan a la vez caracteres lávicos y piroclásticos,
por lo que su interpretación es a veces dudosa, ya que suelen encontrarse
desconectados de sus centros de emisión.
Tienen en común que son depósitos caóticos con grandes bloques flotando en
una matriz fina. Los depósitos de avalancha se originan por el colapso (muy
comúnmente en forma de herradura) del aparato volcánico, debido a un
proceso magmático o de inestabilidad del edificio. En general, el transporte del
material se produce en seco. Los lahares, por su parte, se originan por la
avenida de materiales volcánicos, de manera muy parecida a la que podemos
observar en una corriente de barro, con gran capacidad para el arrastre de
bloques.
Diabasa: Término que ha sido usado en dos formas distintas para rocas de
grano medio de composición basáltica. Para los británicos implica una fuerte
alteración, para los americanos, alemanes y franceses implica una textura
ofítica. La definición original incluye una textura transicional entre el basalto y
aquellas rocas de grano grueso.
Dolerita: Roca intermedia respecto al tamaño del grano entre basalto y gabro,
compuesta esencialmente de plagioclasa, piroxeno y minerales opacos,
presentando una textura ofítica. Si el olivino está presente la roca puede ser
llamada dolerita olivínica.
Gabro-norita son rocas con estructura bandeada de color gris oscuro de grano
medio a pequeño. Su composición mineralógica es la siguiente: plagioclasa
representada por labrador An 60-70, formando hasta el 75% de la roca,
piroxeno rómbico (15%) y piroxeno monoclínico 5-10%. A veces se observa
hornblenda (5%) formando entrecrecimiento con el piroxeno monoclínico. En
las variedades leucocráticas se observan en las plagioclasas pequeños
sectores con agregados granofíricos. Como accesorio la titano-magnetita
constituye hasta el 4%.
Muchas “hialoclastitas” con frecuencia aparecen sin estratificar (en aguas poco
profundas pueden estar retrabajadas por olas o corrientes y presentar
estructuras de rocas clásticas. También pueden ser transportadas a aguas
profundas por corrientes de turbidez, mostrando deslizamientos y grano
selección).
Latita cuarcífera: Término en sinonimia con cuarzo latita. Se utilizan los dos
términos. Actualmente se usan para nombrar a rocas volcánicas compuestas
de feldespato alcalino y plagioclasa en cantidades aproximadamente iguales,
cuarzo y minerales máficos. Se corresponde con el campo 8 * de la clasificación
modal QAPF. En la literatura geológica cubana hay escasos reportes sobre
esta roca.
Lava tobácea: Flujo extrusivo que exhibe características tanto de flujo de lava
como de flujo de cenizas o flujo piroclástico y que se puede considerar por lo
tanto, intermedia entre el flujo de lavas y las tobas fundidas o soldadas. Una de
las variedades de las ignimbritas. No está claro si la lava tobácea es un tipo
genéticamente independiente o no.
El término es sinónimo de tufolava. Los dos términos son igualmente
empleados en diferentes clasificaciones y en la literatura geológica
internacional. En la literatura geológica cubana también son usados los dos,
pero en idioma español, es más apropiado el de lava tobácea, que es el
término que se recomienda en este documento.
Hay autores como E. Maleeb que opinan que el término lava tobácea o tufolava
se basa en la suposición errónea de la caída de fragmentos en la superficie de
la lava y su subsiguiente mezcla con la lava, proceso, que según su criterio, no
se efectúa realmente en la naturaleza (Maleeb, 1976; 1980), y por lo tanto, no
se recomienda la utilización de estos términos.
Obsidiana: Vidrio denso que se reconoce por su color oscuro, lustre vítreo algo
resinoso, fractura concoidal y dureza 6-7.
Odinitas: Son rocas de color negro y menos abundante que las espessartitas.
La textura es porfídica y la estructura es masiva. Los fenocristales están
representados por plagioclasas zonadas de composición andesina-labrador,
formando el 30 - 35% y augita con menor frecuencia donde aproximadamente
constituye el 3-5%. En la matriz se observa hornblenda, cuarzo y como mineral
accesorio magnetita y apatito, predominando el primero.
La roca de este tipo se debe nombrar, poniendo los nombres de sus minerales
integrantes como adjetivos. Por ejemplo: pegmatita biotita-cuarzo- feldespática.
Según su tamaño, los piroclastos se clasifican como: cenizas (< 2 mm); lapilli
(2-64 mm) y bloques o bombas (> 64 mm).
Rocas volcánicas: Son aquellas rocas ígneas de textura afanítica (los cristales
individuales no pueden ser distinguidos a simple vista), que pueden contener
vidrio y cuya formación está relacionada a la actividad volcánica. Pueden ser
tanto eruptivas (que han salido a la superficie) como las coladas de lavas o
intruidas a niveles altos, cercanas a la superficie, como diques, sills, etc. (Le
Maitre, 1989).
Rocas volcánicas con vidrio: Término que se utiliza para rocas volcánicas
con vidrio, donde el aumento del mismo puede indicarse con los términos
siguientes:
Rocas con más del 80% de vidrio reciben nombres propios, tales como
obsidiana, pumita y otros. También la presencia de vidrio puede indicarse
utilizando el prefijo hialo, como por ejemplo hialobasalto.
Felsítica: Textura volcánica en la que en lugar del vidrio aparece una matriz en
mosaico muy fino, irregular, compuesto por feldespato y cuarzo, en cristalillos
intercrecidos.
Kelifítica: v. Simplectítica.
Mesopertita: v. Pertita.
Micrográfica: v. Granofídica.
Microgranuda: Granuda de grano fino. (Significado análogo transmite el prefijo
micro a otros términos, como microporfídica, micropegmatítica, etc.).
Mirmequítica: v. Simplectítica.
Soldada: v. Eutaxítica.
Tefra: v. Piroclástica.
La toba soldada es una roca volcánica en la que los fragmentos han sufrido
calentamiento o fusión parcial, debido al calor retenido por gases intersticiales y
de reacciones exotérmicas de oxidación, lo que, conjuntamente con el peso de
las capas piroclásticas depositadas posteriormente, provoca que dichos
fragmentos den como resultado una roca soldada (Glosario Geológico-Instituto
de Geociencia Universidad de Brasilia, 2001).
Traquidacita: Término usado para una variedad de riolita que contiene broncita
y una relación de feldespato alcalino a oligoclasa de 2:1.
En la actualidad se define químicamente como una roca con más del 20% de
cuarzo normativo, y se define en el campo T de la clasificación TAS., (Le
Maitre, 1989).