La Tierra desde el espacio
magnético, efectos de la radiación y gravitación El Gran Cañón ofrece
La Tierra desde el espacio
Vista desde Venus, nuestro planeta vecino más
próximo, parecería una radiante estrella, algo
así como Venus mismo a nuestros ojos. Desde la
estrella más cercana (sin contar el Sol), la Tierra
sería absolutamente indetectable por nuestra
más avanzada tecnología. Pero, a pesar de su
insignificancia total en el universo, la Tierra es el
planeta más dinámico e interesante que conoce-
mos. Desde la Luna pueden verse las manchas
pardas de la Tierra en el azul de los océanos,
embozadas en parte en el cambiante velo de las
nubes .
Combinación de sólido, líquido y gas
Sus tres elementos clásicos (tierra, agua y aire)
tienen cualidades propias y pueden moverse
y cambiar en respuesta a la energía producida en
las entrañas del planeta y a la proveniente del
exterior, por ejemplo del Sol.
La corteza terrestre, que forma las masas de
tierra y las cuencas de los mares, es movida por
corrientes convectivas, producidas en su interior
por su propio calor telúrico. Uno de los resulta-
dos de tales movimientos es la erupción de los
volcanes, que vomitan material fundido a la
superficie.
El segundo gran elemento, el agua, es exclusi-
vo de la Tierra. En ningún otro lugar del sistema
solar hay un equilibrio de presiones y tempera-
turas capaz de permitir la coexistencia del agua
en sus tres formas: hielo, agua líquida y vapor.
Y es esa presencia del agua en la atmósfera, el
mar y los hielos perpétuos lo que posibilita
muchos aspectos del clima terráqueo, facilitan-
do además la variedad y densidad de vida
existente en nuestro planeta.
El tercer componente, la atmósfera, está en
circulación continua, calentada desde abajo por
la reirradiación y reflexión del calor del Sol,
y desde arriba, en menor grado, por los rayos del
Sol. La rotación de la Tierra (como ocurre en
cualquier planeta rotatorio de atmósfera un
tanto densa) repercute en las direcciones de los
movimientos de la atmósfera. Se trata del llama-
do efecto de Coriolis, que consiste en una desvia-
ción del movimiento atmosférico: hacia la dere-
cha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en
el hemisferio sur. El aire es una mezcla de gases,
principalmente nitrógeno (como 4/5 de su volu-
men) y oxígeno (aprox. 1/5), con trazas de dió-
xido de carbono, gases nobles inertes y vapor de
agua. El ozono atmosférico alcanza su máxima
concentración a unos 30 km de altitud; en ese
espacio actúa como escudo protector contra la
radiación ultravioleta, altamente peligrosa para
la vida.
La Tierra tiene también en el sistema solar la
exclusiva de una atmósfera capaz de sostener la
vida que conocemos. En torno al Sol hay una
12
mucha información sobre
solar, temas que se tratarán en los artículos
siguientes. Es curioso que muchos de los datos
la evolución de la Tierra.
Los estratos de sus paredes
más recientes no procedan de las observaciones rocosas revelan detalles
hechas desde el suelo desde hace más de un siglo sobre la composición
por geólogos y físicos , sino de las recientes y edad de la corteza
terrestre, así como de sus
región teórica, llamada ecosfera, en la que pue- aventuras del hombre en el espacio. movimientos . Sus paredes
den reinar temperaturas compatibles con la Los globos sonda de gran altura hacen medi- se componen de capas de
vida. Se extiende desde la órbita de Venus ciones en las altas capas de la atmósfera y los piedra caliza, esquistos
y arenisca. El cañón, con
(desde unos 108 millones de kilómetros del Sol) satélites artificiales fotografían la Tierra, pro- sus l500mde
hasta más allá de la de Marte (a casi 228 mi- porcionando mapas utilísimos para incontables profundidad, fue excavado
llones de kilómetros). Pero la atmósfera de Ve- usos, desde la vigilancia de las cosechas hasta la por el río Colorado,
nus aprisiona gran parte del calor que refleja su predicción del tiempo. Los detectores de las a causa de un
levantamiento del terreno.
superficie, manteniendo en ésta una temperatu- sondas espaciales han aportado detalles sobre el Hay también pruebas de
ra de unos 485 °C: demasiado para un tipo de campo magnético terrestre (han descubierto, actividad volcánica, fallas
vida como el que entiende el ser humano. por ejemplo, los cinturones de radiación de Van y plegamientos. Los
distintos estratos
Y Marte, en cambio, tiene una atmósfera enra- Allen) y la composición de la ancha banda de contienen fósiles de flora
recida en extremo; dado que no existe una radiación electromagnética que llega a la Tierra y fauna
cubierta aislante adecuada, sus temperaturas desde el Sol. Sólo desde que los científicos han
varían demasiado: entre unos 16 °C de día y podido enviar cámaras e instrumental al espacio
nada menos que -80 °C de noche. exterior y «mirado>> así a la Tierra, se ha logra-
do una visión de conjunto de nuestro planeta
Origen de la Tierra azul.
Ha sido siempre y sigue siéndolo, materia de
discusión. La idea más aceptada hoy día es que
se formó al mismo tiempo que el resto del
sistema solar, de un enorme disco rotatorio de
polvo y gas. El disco empezó a condensarse en
forma de bultos sólidos hace unos 5000 millones
de años; las fuerzas gravitacionales hicieron que
la materia se acumulase hacia el centro. Las
enormes presiones convergentes elevaron la
temperatura hasta el punto de iniciarse reaccio-
nes termonucleares, y nació el Sol. En el resto de
aquel disco las concentraciones menores de ma-
terial empezaron a atraerse más materia y, con el
tiempo, nacieron los planetas.
Al formarse la Tierra, el material pesado
(partículas de hierro y níquel) se concentró en el
centro y constituyó el núcleo. U na serie de
silicatos, más ligeros, quedaron afuera y forma-
ron el manto y la corteza. Por último, los
elementos más livianos, los gases, aunque atraí-
dos por la masa, adoptaron la forma de una
envoltura externa, y constituyeron la atmósfera
original. Hace unos 4500 millones de años la
Tierra había iniciado su existencia, y con ella
una extraordinaria evolución. El rasgo más llamativo
de la Tierra, vista desde el
espacio, es el predominio
Datos de la Tierra de nubes blancas en la
Tiene un diámetro ecuatorial de 12 756 km atmósfera. En cualquier
y gira en torno al Sol a una distancia media de momento, la mitad del
149 590 000 km. Si nos representásemos la Tie- planeta está envuelto de
esos blancos remolinos.
rra por una pelota de 1O cm de diámetro, como Las nubes indican la
un pomelo, el Sol sería una esfera de 10,9 m humedad en la troposfera,
(como un buen edificio) a 1,12 km de distancia. a 5-!0 km sobre la
superficie de la Tierra.
La Luna tendría entonces un diámetro de También se evidencia la
2, 7 cm y daría vueltas alrededor de la pelota enorme cantidad de agua
a 3 m. Incluso a esa escala diminuta, la distancia de los mares, que exhiben
a las estrellas sería todavía «astronómica»; la su azul entre los huecos de
las nubes. Las únicas
más cercana (a 4,3 años luz), estaría entonces huellas humanas visibles
a 380 000 km, como la distancia real que media desde el espacio son la
entre la Tierra y la Luna. Gran Muralla china y los
Una descripción completa del planeta incluye claros talados en los
bosques del hemisferio
información sobre inclinación orbital, campo norte
13

La Tierra se divide en
cinco zonas climáticas: dos
zonas polares, dos
templadas y una tórrida.
Estas zonas tienen
definiciones astronómicas
precisas, basadas en el
ángulo de inclinación del
eje de la Tierra (66° 33')
respecto del plano de su
órbita. Las más frías son
las zonas polares ártica
y antártica, situadas entre
los polos y los círculos
polares respectivos. Entre
las zonas polares y los
trópicos de Cáncer
y Capricornio están las
zonas templadas. La
región más caliente,
limitada por los trópicos
a ambos lados del ecuador,
es la zona tórrida
zona polar
glacial
antártica
14
La Tierra desde el espacio
Semblanza rabie diferencia apenas si tiene repercusión en
el clima de la Tierra, dominado por la distribu-
solsticio de invi erno
La órbita de la Tierra es
una elipse con el Sol en uno
de los focos. Por esta razón ,
de la Tierra ción de continentes y océanos de los dos hemis-
ferios .
el verano septentrional,
cuando la Tierra se sitúa
en el afelio, recibe
La Tierra es, en orden de alejamiento del Sol, el aproximadamente el 7%
tercero de los nueve planetas mayores del siste- La inclinación de la Tierra Sol menos de radiación solar
ma solar. Existe entre ellos una enorme varia- y las estaciones que el verano del sur,
ción de la temperatura superficial. Mercurio, el La Tierra da una vuelta completa sobre su eje cuando, el perihelio, tiene
su máxima aproximación
más cercano al Sol, marca unos 650 °C. Al otro cada día, lo que da origen a los días y noches. al Sol
extremo, Plutón, situado en la frontera conocida Podemos imaginarnos ese eje de rotación como
del sistema solar, tiene una temperatura superfi- una línea que atraviesa ambos polos y el centro
cial de sólo unos 40° sobre el cero absoluto. La de la Tierra. En dirección norte ese eje apunta,
franja de distancia al Sol compatible con la a un grado de distancia, a la estrella Polar. Si ese
existencia de vida es relativamente exigua , y eje fuese exactamente perpendicular al plano
la Tierra, única entre todos los planetas, goza de formado por la órbita terrestre, no habría esta- solsticio de verano equinoccio de otoño
una situación idónea a este respecto. ciones. El Sol estaría siempre situado <<encima»
del ecuador y ambos polos justo en el horizonte noche aumenta hasta llegar a un máximo en los En Finlandia se celebra el
Órbita de la Tierra solar. Pero, al estar inclinado ese eje 23° 26,5' polos. Del lado ecuatorial de los círculos polares, solsticio de verano con
El movimiento en el espacio de todos los miem- respecto a la perpendicular de la órbita terrestre, hogueras y festejos al aire
el Sol sale y se pone cada día durante todo el año, libre
bros del sistema solar depende del Sol. La Tierra los rayos solares inciden en una latitud dada
pero del lado polar ocurre algo diferente: entre
está obligada por su poderosa gravitación a des- a ángulos distintos a lo largo del año. los equinoccios de primavera y de otoño el
cribir una órbita ligeramente elíptica, de un Al desplazarse la Tierra en torno al Sol, la hemisferio norte mira hacia el Sol, debido a la
radio de unos 150 millones de kilómetros. La inclinación de su eje no varía, pero el plano de la posición de la Tierra en su órbita, y es siempre
Tierra tarda aproximadamente 365 '• días en órbita de la Tierra, debido a esa inclinación, no
de día en el polo norte: el Sol sube y baja hacia el
completar su órbita solar. Con el fin de mante- coincide con su ecuador. Por esa razón, cada seis horizonte, pero nunca se pone tras él. En el
ner el período del calendario muy ajustado al del meses queda expuesto al Sol un hemisferio solsticio de verano del hemisferio norte, el Sol
Sol, aquél tiene normalmente tres años «comu- distinto. Los puntos extremos de la órbita terres-
alcanza su posición más cercana al norte: ese día
nes» de 365 días, seguidos de uno «bisiesto» de tre (solsticios) y los dos puntos intermedios luce el Sol sin pausa en todos los lugares situados
366, es decir, un día más. respectivos (equinoccios) son particularmente dentro de los 23,5° del polo norte (o sea, dentro
En el invierno del hemisferio norte la distan- significativos en el calendario anual. Tienen del círculo polar ártico), al tiempo que reina una
cia del Sol acusa su mínimo: unos 147 millones lugar el 21 de marzo (equinoccio de primavera
noche continua en el polo sur. En cambio, en el
de kilómetros. Seis meses después, esa distancia o vernal), el22 de junio (solsticio de verano en el solsticio del invierno septentrional, al estar el
ha aumentado a unos !52 millones de kilóme- hemisferio norte), el23 de setiembre (equinoccio polo norte orientado en dirección opuesta a la
tros. A causa de esa elipticidad, la radiación de otoño) y 22 de diciembre (solsticio de invier- del Sol, sufre una noche interminable, mientras
El sol de medianoche es
solar que incide en la Tierra en el verano del no en el hemisferio norte). La significación que en el hemisferio sur el <<Sol de medianoche» visible en las zonas polares
hemisferio sur es aproximadamente un 7% ma- climática de esas fechas reside en que las horas durante un mes a 66° 40'
es visible en toda la región polar austral (al sur
yor que en el hemisferio norte. Pero esa conside- de sol son máximas y mínimas en los solsticios de latitud, dos meses a 69°,
del círculo polar antártico). tres meses a 72° 30' y seis
de verano e invierno respectivamente. En los meses en los polos
equinoccios, el día y la noche tienen la misma
duración. En el hemisferio sur se invierten los
extremos.
En el solsticio de invierno el hemisferio norte
círculo polar alcanza su máxima aversión al Sol. Éste, del lado
ártico
66,5° N
norte del ecuador, se ve bajo, incluso al medio-
día. Las horas de luz son pocas, y las temperatu-
zona ras bajas. El hemisferio sur, en cambio, se be-
templada
norte neficia entonces al máximo de la luz y el calor
solares, y el Sol se ve en el cenit bastante al sur
del ecuador: en el trópico de Capricornio, a 23,5°
de latitud sur. Seis meses después, en el solsti-
cio de verano del norte, se invierte la situación y
el Sol llega al cenit en el hemisferio norte, en el
............................. trópico de Cáncer, a una latitud de 23,5° norte .
zona .................... Los dos equinoccios están exactamente a medio
tórrida '-..., camino entre los solsticios; en ellos ambos he-
........................................ misferios reciben la misma luz solar y en el
..... ..... ecuador el Sol brilla exactamente en la vertical.
..........
ecuador oo
Los círculos polares
zona
ártico y antártico
templada Los círculos polares, situados respectivamente
sur a 66,5° norte y 66,5° sur del ecuador, forman los
trópico de
Capricornio límites de las regiones polares. Si una persona se
23,5° S desplaza hacia el norte o sur a partir del ecua-
dor, la variabilidad anual de las horas del día y la
15
 La Tierra desde el espacio

Campo magnético un ángulo oscilante a «medio plazo» respecto al

El campo magnético de
la Tierra es similar al de
un imán recto, colocado en
el centro de la Tierra. Está
ligeramente inclinado
respecto al eje de rotación,
por lo que los polos y el
ecuador magnéticos
difieren algo de sus
homónimos geográficos
Dada la excepcional
sequedad del clima,
sobreviven en Egipto
ladrillos de adobe de la
época de Ramsés II (unos
1300 años a. JC.), y han
registrado la fuerza del
campo magnético en el
momento en que se echó el
barro en el molde
Las variaciones de
fuerza del campo
magnético de la Tierra en
Egipto pueden detectarse
en los adobes y piezas de
alfarería de diferentes
períodos, y ofrecen una
imagen de cómo ha
fluctuado la intensidad del
campo magnético {gráfica)
de la Tierra
La brújula señala el norte porque el campo
magnético de la Tierra es exactamente dipolar:
tiene la forma que resultaría de un potente imán
en barra situado en el centro de la Tierra
siguiendo aproximadamente su eje de rotación.
El montaje normal de una aguja de brújula sólo
le permite oscilar horizontalmente, pero una
aguja en suspensión libre apuntaría hacia abajo
y al norte en el hemisferio norte, y hacia arriba
en el hemisferio sur. Sólo estaría horizontal,
aunque apuntando al norte, en el ecuador.
El eje magnético está inclinado unos 11°
respecto del eje de rotación; la brújula señala,
pues, sólo aproximadamente el norte (sí el polo
magnético) en la mayoría de los sitios.
El campo magnético en el pasado
El campo magnético de la Tierra no es constan-
te. Al iniciarse su observación en Londres en el
siglo XVI, la brújula señalaba 12° al este del
norte. En 1820 apuntaba 24° al oeste del norte,
y desde entonces ha ido regresando sin cesar
hacia el este. Hay que tener en cuenta esta lenta
variación «secular» al comparar el norte magné-
tico con el verdadero.
Para investigar esa conducta antes del regis-
tro histórico es preciso recurrir a las rocas, la
cerámica y otros materiales que tienen la propie-
dad de magnetizarse permanentemente al for-
marse, porque los materiales magnéticos que
contienen se alinean con el campo magnético de
la Tierra en el momento de su formación. Utili-
zando esos materiales, de edad conocida, se ha
descubierto que, aunque el eje magnético forma
eje geográfico, sus variaciones tienden a anular-
se si se promedian al plazo de unos cuantos
milenios. Una ventaja particular de ello es que
permite descubrir cómo se han movido los conti-
nentes a lo largo de cientos de millones de años.
El campo magnético de la Tierra se invierte
además a intervalos que oscilan entre cientos de
miles y varios millones de años. El tiempo
requerido para que la inversión se complete es
muy inferior, sólo unos miles de años, al tiempo
transcurrido entre las inversiones. Durante és-
tas, el campo, además de cambiar de dirección,
parece debilitarse.
Es posible también medir los cambios que ha
experimentado el campo magnético, en fuerza
y en dirección, sobre todo en los últimos mile-
nios, midiendo la magnetización residual de la
cerámica y de materiales del tipo de los adobes.
Así, por ejemplo, hemos sabido que en el Egipto
de los faraones varió considerablemente la fuer-
za del campo magnético: hasta el punto incluso
de duplicarse o reducirse a la mitad en el
transcurso de uno o dos siglos.
Origen del campo magnético
El origen primario del campo magnético reside
en las entrañas de la Tierra. Rocas de superficie
más o menos ricas en óxidos de hierro producen
a veces un campo magnético limitado, pero sólo
de origen local. Se suman también las corrientes
eléctricas de la alta atmósfera, pero son asimis-
mo limitadas y no llegan normalmente a produ-
cir más del uno por ciento del campo total.
Como a medio camino hacia el centro de la
Tierra, los silicatos rocosos del manto dan paso
súbitamente a las aleaciones ferrosas del núcleo.
Esto haría suponer que el núcleo es un enorme
imán permanente, pero no puede serlo al estar
--~--r--¡--¡---r-~ 2,0 ~~
1,5
/
magnetopausa ----7r~
~-------------~
viento solar
1 ... 1 _ ~ · ~ '. 1 cinturones de Van Allen
frente de choque
líquidos como de corrientes eléctricas dentro del Otros aspectos del campo La magnetosfera se forma
por la interacción del
hierro líquido del núcleo exterior. Las corrientes magnético de la Tierra
campo magnético de la
eléctricas producen un campo magnético que, Hay pruebas de que los cambios del tiempo Tierra con la materia
atravesando la fluyente masa metálica, genera están asociados con variaciones del campo mag- ionizada del viento solar,
que, al no poder cruzarlas
más corriente eléctrica, y la corriente original nético terrestre, tanto a escala de unos cuantos
líneas del campo
sufre un efecto autoexcitante. En el laboratorio años como a la escala mayor de las décadas y los
magnético, <<fluye>> en
pueden hacerse dinamos autoinductoras y algu- siglos. Se cree también que el campo magnético curva en torno a la <<esfera
nas muestran incluso una tendencia a la inver- de la Tierra contribuiría a la navegación natural magnética» del planeta,
haciéndole tomar su
sión, pero hasta ahora no se ha hecho ninguna que practican muchas especies animales: bacte-
característica forma de
que represente idealmente el núcleo de la Tierra rias, abejas, aves migratorias e incluso algunos lágrima. La magnetosfera
ni que reproduzca la conducta de su campo mamíferos. Se desconoce el mecanismo en cues- de la Tierra contiene los
magnético. tión, aunque se ha insinuado una sensibilización cinturones de radiación de
Van Allen, regiones con
cerebral especial al campo magnético. Es de
relativamente alta
Energía generatriz del campo advertir que las palomas mensajeras, considera- densidad de partículas
Cualquier dinamo necesita una energía que la das hasta ahora como un ejemplo de la orienta- cargadas. El límite de la
magnetosfera está formado
mueva: lo sabe cualquiera que conozca el esfuer- ción magnética, parecen servirse más bien de
por la magnetopausa. La
zo que requiere el funcionamiento de una dina- determinados elementos olfativos. región situada entre ésta
mo pequeña de bicicleta. En el núcleo exterior y el frente de choque es la
de la Tierra, el flujo del líquido puede ser envoltura magnética
producido por la convección térmica surgida del
calor producido por elementos radiactivos, del
mismo modo que se revuelve el agua en una olla
u puesta al fuego. No sabemos que exista en el
~
.§ núcleo radiactividad suficiente para producir
esa energía; es más convincente la idea de que el
'"

}
, ' ' 1 ,' ¡ \ 1 L.' "1 1,o
r--+--~--~-+--4--+o
3000 2500 2000 1500 1000 500 o proceso podría aumentar esa convección térmi-
años a. JC.
demasiado caliente para retener su magnetismo;
desde luego, el núcleo exterior permanece en
estado líquido. Además, un imán permanente
no podría producir un campo alternante o inver-
tido. Lo que produce ese campo son corrientes
eléctricas, y se deduce por lo mismo que debe
existir algún tipo de dinamo generatriz de esas
corrientes. Una dinamo consiste en un conduc-
tor eléctrico que se mueve en relación con un
~.::- campo magnético, y se cree que desempeñan
estos papeles complejas tramas, tanto de flujo de
ª'
6
~
o
núcleo exterior se enfría lentamente, y el sólido
núcleo interior crece en correspondencia. Al
solidificarse la materia, desprende calor latente
"'u de fusión: la convección lo retira. Un segundo
ca: el núcleo contiene probablemente algo de
níquel además de hierro; el material que se
solidifica en la superficie del núcleo está enrique-
cido en níquel, más denso que el hierro; enton-
ces, una capa interna, líquida y menos densa,
tendería a subir, aumentando la convección.
Ese mecanismo y el calentamiento radiactivo
alcanzarían el potencial exigido para mover se-
mejante dinamo a lo largo de los 4500 millones de
años de existencia de la Tierra, y la magnetiza- El hombre ha navegado
ayudándose con el imán
ción de las rocas explica que ha habido un cam-
desde épocas muy
po magnético durante un mínimo de 3500 mi- remotas. Esta brújula de
llones de años. marinero data del siglo xv

16 17
 La Tierra desde e) espacio

Radiación solar La radiación solar se emite al espacio en forma

Nuestro planeta recibe casi toda su luz y calor
del Sol. La existencia de volcanes y fuentes ter-
males demuestra que la Tierra tiene algún calor
propio, pero sin la radiación solar, sería una bola
oscura y helada, con una temperatura superfi-
cial no muy superior al cero absoluto.
El Sol ejerce funciones de un enorme reactor
termonuclear, produce su energía convirtiendo
gradualmente en helio, por fusión, sus inmensas
existencias de hidrógeno. Tales son éstas que,
aunque los astrónomos estiman su edad actual
en unos 5000 millones de años, se espera que
continue resplandeciendo en el futuro durante
un tiempo similar.
variación
% ~--------------------------------------------¡
de ondas electromagnéticas, de una longitud
que va de las cortísimas de los rayos X hasta las
larguísimas ondas radio. La luz visible y la
calorífera radiación infrarroja vienen a estar en
medio del espectro solar.
Constante solar
Mucha radiación solar o bien es reflejada (por
ejemplo, por las nubes) o absorbida por la at-
mósfera terrestre. La constante solar es la ener-
gía que cruza cada metro cuadrado en las capas
altas de la atmósfera. La medición efectuada por
los intrumentos de los satélites artificiales la
sitúan cerca de 1,35 kW/m'. Todavía en la
superficie de la Tierra, en la base de la atmósfe-
ra, puede llegar a entrar casi un kilovatio de
energía por segundo por un ventanal de un
metro cuadrado abierto cara al Sol. Se da una
variación aproximada del 3,5 % por encima
o por debajo del promedio, a causa de la eliptici-
tanto, los deletéreos rayos X y ultravioleta se
eliminan por filtración en las capas altas. Esto es
La atmósfera atenúa muy poco la luz visible,
excepto cuando el Sol está bajo o cuando las
una suerte, pues la protección contra estos rayos nubes se interponen. Cuando el techo nuboso La atmósfera de la
es de rigor para que pueda existir la vida sobre la alcanza su densidad máxima, por ejemplo, sólo Tierra hace de filtro
e impide que lleguen a la
Tierra. Para estudiar la radiación solar de ondas llega al suelo alrededor del 1 % de la luz solar superficie las deletéreas
cortas es preciso emplear instrumentos sacados disponible. En el conjunto de la Tierra, aproxi- radiaciones de longitud de
al espacio por medio de satélites. madamente el 34 % de la luz del Sol vuelve al onda corta. Los rayos X
En cambio, las largas ondas radio del extremo espacio, reflejada principalmente por las nubes, son absorbidos en la
ionosfera y la mayor parte
opuesto del espectro atraviesan la atmósfera sin por lo que la Tierra, vista desde un planeta de las radiaciones
dificultades. Pero no tienen mucha importancia, cercano, como Marte o Venus, debe ser un astro ultravioletas lo son en la
porque el Sol es una fuente de emisiones radio muy brillante, algo así como Venus para el ojo capa de ozono de la
estratosfera. Las
bastante débil en comparación con algunas ra- humano. El índice de luz reflejada al espacio radiaciones infrarrojas son
dioes trellas. a partir de la que recibe en total el cuerpo absorbidas también, sobre
La absorción atmosférica de los rayos infra- espacial en cuestión es el albedo. Un reflector todo por el vapor de agua
rrojos mejora en realidad el equilibrio térmico de perfecto tiene un albedo de 1; la Tierra lo tiene atmosférico. La luz visible
y las ondas radio penetran
la Tierra y, debido al pequeño porcentaje de de 0,34. La Luna, en cambio, tiene un albedo de hasta la superficie de la
dióxido de carbono existente (un 0,03 % del 0,07, lo que indica un reflejo mínimo. Tierra
volumen), produce un importante <<efecto de
invernadero». Mucha radiación de la que llega
a la superficie se absorbe en ella, calienta la Tie- radiación solar
exosfera
rra y le hace emitir su propia radiación, de lon-

dad de la órbita terrestre.
+ 0, 1 La constante solar varía además, de hecho,
debido a los cambios de producción de energía
del Sol. Éstos preocupan mucho a los científicos,
porque cambios considerables podrían ejercer
o efectos graves en el clima de la Tierra. Los
cohetes y satélites artificiales miden esas varia-
ciones por encima del nivel de la atmósfera. El
satélite Solar Max, lanzado el año 1980, hizo
-0,1 observaciones exactísimas y vigiló cualquier
cambio de más del O, 1 o 0,2 % de esa constante.
-0,1 Desde luego, no se ha detectado hasta ahora
ningún cambio del 0,5 %, y parecen ser insigni-
ficantes los efectos de esas pequeñas variaciones
o 20 40 60 80 100 120 140
en el clima de la Tierra; por ahora no hay
días pruebas que relacionen cambios climáticos con
alteraciones de la radiación solar.
Las mediciones de la pequeñas, frecuentes La vegetación en la Aunque la constante solar por sí misma no
constante solar y relativamente regulares. Tierra convierte la
efectuadas por el satélite Son desde luego
cambia gran cosa, la cantidad de energía recibi-
radiación solar en los
Solar Max en 1980 demasiado insignificantes elementos esenciales de la da en bandas de longitud determinada, por
revelaron unas variaciones para afectar el clima global vida ejemplo rayos ultravioleta y rayos X, varía a lo
largo de un ciclo de actividad solar de 11 años.
Queda para el futuro averiguar si se dan varia-
ciones mucho mayores, tal vez durante períodos
largos, con los correspondientes efectos en el
clima.
Los fósiles revelan que el Sol ha brillado en
torno a un índice notablemente fijo durante
muchos millones de años. Las formas de vida
«avanzadas» (del pez al hombre en la secuencia
evolutiva) han existido en la Tierra desde hace
unos 500 millones de años, y para que unos seres
tan complicados hayan prosperado tanto ha
debido haber en el planeta un clima bastante
estable. Por esta razón, es probable que la
temperatura global media no haya oscilado más
de 15 °C en torno al valor actual durante todo
ese gran intervalo de tiempo. De ello podemos
deducir que la radiación solar ha variado menos
del 25 % en ese período-.
Absorción de la atmósfera terrestre
La atmósfera terrestre absorbe sobre todo las
radiaciones de longitud de onda corta. Por
o
gitudes de onda muy largas. El dióxido de car-
bono atmosférico es relativamente opaco a las
mismas, por lo que aprisiona parte de esa radia-
ción y hace que se caliente más la superficie de la
Tierra. Se calcula que el efecto de invernade-
ro la calienta hasta alcanzar incluso 30 °C.
ionosfera
Pero, en último término, toda la radiación
solar recibida es devuelta al espacio; de otra
manera, la temperatura de la superficie aumen-
taría indefinidamente. La Tierra se halla de
hecho en un estado de equilibrio térmico, o así estratosfera
nos lo parece, a no ser que haya alterado ese
equilibrio el gradual aumento del dióxido de
carbono atmosférico producido desde la revolu-
troposfera
ción industrial. Los científicos discuten por aho-
ra si ha ejercido o no un efecto notorio en el 1
clima. Desde luego, no hay que subestimar su superficie
potencial en ese sentido: los científicos estiman
que la gruesa envoltura de CO, del planeta
Venus aumenta la temperatura superficial nada T ierra
menos que en 400 °C.
La corona solar es la
fuente primaria de la
radiación solar en
longitudes de onda cortas.
U na fotografía realzada
por ordenador, tomada
por el Skylab 3, muestra la
corona en el campo
magnético del Sol. El Sol
en sí aparece oscurecido

18 19

La gravedad
Dada su gran masa, la Tierra ejerce una consi-
derable fuerza de atracción gravitatoria en los
objetos cercanos a ella. No existe por ahora una
teoría que explique perfectamente el porqué de
la gravedad . No obstante, incluso en algo tan
complejo como la navegación de un satélite
espacial, siguen valiendo las leyes de la atracción
gravitatoria formuladas por Newton hace más
de tres siglos. Junto a la superficie de la Tierra,
un objeto que cae se acelera en unos 9,8 mi s',
ignorando la resistencia del aire .
El campo gravitatorio de la Tierra en el
espacio se acerca bastante al de una esfera
uniforme no rotatoria. Pero lo complican una
serie de factores, por ejemplo, la forma completa
de la Tierra y la presencia de irregularidades en
su superficie. En ésta, la gravedad está afectada
además por la rotación diaria del planeta. Pero
se trata de factores sólo importantes en las
mediciones rigurosas: si la Tierra cesara de
girar, la gente no notaría ningún cambio en la
fuerza gravitatoria.
Gravedad y rotación de la Tierra
La rotación de la Tierra afecta a la gravedad de
dos modos muy diferentes. En primer lugar, la
rotación produce una aceleración centrífuga que
por sí misma se opone a la gravedad : se acusa al
máximo en el ecuador y se reduce a cero en los
polos, donde no hay movimiento de rotación.
En segundo lugar, la rotación convierte su
forma esférica en la de un esferoide oblongo, algo
achatado por los polos. Como resultado, el
diámetro polar (12 713 km) es unos 43 km
Se produce ingravidez
(o gravedad O) al lograrse
un equilibrio entre la
atracción gravitatoria del
cuerpo central -en este
caso la Tierra- y la fuerza
centrífuga causada por la
velocidad orbital
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inferior al diámetro ecuatorial. (El ecuador mis-
mo se aproxima muchísimo a un círculo.) Esta
forma aplanada repercute nuevamente en una
reducción de g (aceleración debida a la grave-
dad) en el ecuador, a la vez que en un ligero
aumento en los polos . Si prescindimos de efectos
locales, el valor de g varía de 9, 780 mis' en el
ecuador a 9,832 mi s' en los polos, una variación
máxima de un poco más del 0,5 % .
La gravedad por encima y por debajo de la
superficie terrestre
El campo gravitatorio de la Tierra se puede
detectar muy lejos en el espacio, y es la atracción
existente entre la Tierra y la Luna la que
mantiene a esta última en su órbita elíptica,
obligándola a presentar a la Tierra siempre la
misma cara. Los estudios del movimiento lunar
incitaron a Newton a formular su ley de propor-
ción inversa al cuadrado de la distancia. Pero la
órbita lunar está afectada también por la tre-
menda tracción gravitatoria del Sol. Y, a pesar
de las distancias, la Tierra provoca irregularida-
des y perturbaciones medibles en las órbitas de
los planetas cercanos, como Venus y Marte.
El aplanamiento de la Tierra altera también
su campo gravitatorio, ejerciendo un efecto
apreciable en el movimiento orbital de la Luna .
Más cercanos a la Tierra, los satélites artificiales
ven sus órbitas muy influidas por las irregulari-
dades del campo gravitatorio de la Tierra, con el
resultado de que la órbita entera sufre un giro
o precesión en el espacio. Debido a este fenóme-
no, el modo más preciso de calcular el aplana-
miento de la Tierra se basa en el movimiento de
los satélites artificiales. Ese estudio permite
cartografiar además en detalle las anomalías de
La Tierra desde el espacio
la gravedad de toda la superficie terrestre en g = 9,832 La forma de la Tierra
vista de las pequeñas perturbaciones causadas m/ s' recuerda una esfera
ligeramente aplanada , con
en la órbita del satélite por las variaciones corteza un radio polar algo menor
locales del campo de gravedad. que el ecuatorial. Por esta
Si la Tierra tuviese una densidad uniforme, la razón, la gravedad es
ligeramente mayor en los
gravedad disminuiría gradualmente bajo tierra polos que en el ecuador
hacia el centro del planeta. Pero el estudio del manto
paso de las ondas sísmicas por su interior de-
muestra que la densidad de las rocas aumenta
rápidamente con la profundidad. Se debe en
parte a la presión del material superpuesto, pero
también a la presencia de minerales pesados,
por ejemplo, los de hierro . Los cálculos basados
en el perfil de densidad muestran que bajo tierra
la gravedad aumenta con la profundidad, pero
no muy significativamente. El valor de galcanza
ecuador
un máximo de unos 10,5 mis' en el límite del g = 9,780
núcleo líquido: a unos 2900 km de profundidad. m/ s'
En el centro de la Tierra g es cero, debido a que
la a tracción es igual en todas direcciones.
Anomalías de la gravedad
Fuera de la superficie de la Tierra, las caracterís-
ticas del campo gravitatorio semejan las de un
punto de la misma masa de la Tierra, situado en
el centro mismo del planeta. Se debe ello a que,
en el interior de la Tierra, la densidad de la roca
es sobre todo una función de su profundidad.
Por tanto, se puede calcular la disminución de la
gravedad sobre el nivel del mar de acuerdo con
la distancia real al centro de la Tierra. Por
lo mismo, junto a la superficie de la misma, g
disminuye en 0,003 mis', o sea, 300 miligal
(1 mgal = 0,01 mis' ) por cada kilómetro de
altura sobre el nivel del mar.
Estudios de precisión con gravímetros reve-
lan variaciones locales de g, o anomalías de
la gravedad , hasta de 100 mgal, debidas a la
Los geólogos utilizan el
atracción de las montañas o zonas de roca densa,
"'"' corteza
gravímetro para medir las
11"' I
pero se sabe también desde hace dos siglos que variaciones del campo
cordilleras como el Himalaya y los Andes provo- 2~
o ,... _. ....l__ --.... ·--- ~··-- ... , gravitatorio de la Tierra.
can anomalías mucho menores que las espera- eo. El análisis resultante
ayuda a los prospectores
das: incluso a veces anomalías negativas. Se in- en la búsqueda de recursos
fiere de ello que la roca subyacente a una cordi- 1000 minerales: en este caso, de
llera tiene menor densidad que la que la rodea. petróleo
manto
De ahí se dedujo la teoría de la isostasia, que
sos tiene que las masas continentales se compo- 2000
nen de roca más liviana «a flote>> sobre la pesada
roca del manto de la Tierra. Las dos teorías
principales al respecto suponen que los bloques
adyacentes de la corteza terrestre se mueven 3000
indep endientemente sobre el manto, que pre-
senta propiedades de un líquido, por lo que
a una profundidad dada dentro de él se produce 4000
una presión constante. Una de ellas, propuesta
por G .B. Airy en 1851, sugiere que la corteza
tiene una densidad constante, con profundidad '5000 La gravedad subterránea
variable, y que alcanza su mayor espesor bajo el permanece más o menos
suelo más elevado. La otra, propuesta por J.H. constante en todo el
manto; aumenta en el
Pratt en 1856, hace descansar la corteza sobre el
6000 límite de éste con el núcleo,
manto a una profundidad constante, variando la y disminuye
densidad de los distintos bloques. Aunque pode- uniformemente después
mos cuestionar sus premisas, ambas hipótesis hasta llegar a cero en el
o 2 4 6 8 10 centro del núcleo, donde la
brindan modelos muy convincentes en cuanto fuerza gravitatoria es igual
gravedad (m/s')
a las anomalías de la gravedad. en todas direcciones
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