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HISTORIA GENERAL

De las Cosas de

Nueva Espana
por et M. R. P.

FR. BERNARD1NO DE SAHAGUN

De la Orden de los Frayles


Menores de la Observancia

TOMO 1

BDtTORtAL PBDRO ROBRBDO


Calle de !ut<o S<<M No. 41
México, D. F,
t 9 3 a
HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS
DE NUEVA ESPAÇA
HISTORIA GENERAL

De las Cosas de

Nueva Esp aria


por el M. R. P.

FR. BERNARDINO DE SAHAGUN

De la Ofden de los Pfay!es


Menores de la Observancia

TOMO 1

Contiene los libros Il, III y I V

BDITORIAL PBDRO ROBRBDO


C<tM< de ~uMe Sierra No. <i
Mexico. D. F.
t 9 3 S
ADVERTENCIA.

La
reimpresion de la monumental Historia General de las
Cosas de Nueva Espana, de fray Bernardino de Sahagùn, era
una empresa de aHos atras nece~ à y urgente, pues ademàs
de alcanzar a la fecha elevados precios los ejemplares de la edi-
ci6n que hizo don Carlos Maria Bustamante, vienen siendo ya
tan escasos que no se tes encuentra con facilidad en el comer-
c!o. Pero habia una razôn mas y muy digna de ser atendi-
da, tas notorias y graves deficiencias que demeritan a tas tres
ediciones en lengua castellana de que podiamos disponer, la c!-
tada antes y la que ~!ev6 a cabo Lord Kingsborough al incluir a
Sahagun en su espléndida recop!tac!6n de «4H~~M~o~M Mé-
.rico; la tercera fue la de Ireneo Paz (1800-05), que reprodu-
ce la de Bustamante.
Estas ediciones reconocen una misma fuente, que fué el
côdice que perteneci6 al convento de frailes franciscanos de
Tolosa; este documento se presto por orden d~t rey al cronista
de Indias don Juan Bautista Munoz, quien !o copi6 o !o hizo
copiar, y por circunstancias de amistad facitito igualmente, en
el ano de 1793, que se tomase otra copia para uso del coronel
don Diego Panes; acaso el primer traslado a que se alude vino
a parar, andando los anos, a manos de Kingsborough, y el que
trajo a la Nueva Espana Panes sir~'io a Bustamante para su edi-
cion y ahora pcrtenece a nuestra Biblioteca Nacional. Don Joa-
qu!n Garcia. Icazbalceta creia que este côdice de Tolosa debio
ser, a su ve2, copia tomada del manuscrito que a Espana t!ev6
fray Rodri~ de Sequera~(segùn tas noticias que nos conserve
el propio Sahagun) y que al presente se encuentra en Florencia

VII
pero solo se tomô la parte del texto en castellano, por no in-
teresar a quien la hizo la version en lengua nâhuatt. Esta opi-
nion la juzgamos fundada, pues il confrontar el texto de! ma-
nuscrite Panes con la copia que hizo de su puiio y letra don
Francisco del Paso y Troncoso, ''n Florencia y en Madrid, en
la parte que de esta existe en el Museo Nacional de Arqueolo-
gia, Historia y Etnologia de
México, hemos encontrado muy es-
casas discrepancias, imputables tat vez a descuidos del copis-
ta o a tropiezos paleograficos en que no podia incurrir el se-
nor Troncoso.
Para preparar los originales usados en esta ediciôn recurri-
mos al manuscrito Panes, haciendo en seguida un escrupuloso

cotejo con la ediciôn de Lord Kingsborough, en los libros del

primero al undécimo de la obra, y con la copia del senor Tron-


coso en los primeros seis libros solamente, pues de ésta y por
desgracia es to ûnico que posee la biblioteca de nuestro MuMO,
a pesar de que hay constancia de haber sido total y tenerla
el senor Troncoso registrada en sus inventarios como propie-
dad del Gobierno Mexicano. Estos cotejos fueron provecho-
sos porque pudo comprobarse por ellos que faltan lineas del
texto en la copia del coronel Panes, asi como en tas paginas de
la edicion de Kingsborough, y mas aùn, paginas enteras en am-
bas versiones, en asuntos de tanto interés como tas metàforas de
uso corriente en
la lengua mexicana que alcanzaron los frailes
del siglo XVI, y en los acertijos que acuciosamente recogiô el
P. Sahagùn, ya sin contar con los errores frecuentes de pala-
bras defectuosamente transcritas y en forma peor modemizadas.
Fueron asimismo de preciosa utilidad para nosotros los tra-
bajos de tres insignes arqueotogos extranjeros, Jour- MM. D.
danet y Rémi Siméon, autores de la traduccion
francesa, y Dr.
Eduardo Seler, que tradujo a Sahagùn al atemàn y con base
en la obra de éste escribi6 algunas magistrales monografias. Lo
que de estos autores aprovechamos, en esta ediciôn, queda ex-
puesto cumplidamente lineas adetantc.

VIII
Con referencias al texto en lengua nâhuat!, repetidas veces
fray Bernardino de Sahagùn se excusa para no extenderse a
mas prolijos detalles en castellano, cuando trata de asuntos que
a él le parecian de poco valor y que ahora son para nosotros
del mas elevado interés; aqui y alla, a !o largo de su obra y a
cada paso nos dice que no se detiene a mas explicar alguna co-
sa, porque esta tratada ya con amplitud ~M la letra", o por-
que pueden quienes !o deseen preguntar a testigos vivientes; pe-
ro esto,
por desdicha, es imposible para el lector de hoy. Y
este nos sirve aqui para declarar, y no incidentalmente, que el
caracter de esta edici6n es de vutgarizacion, que aspira a poner al
alcance de todos los tec.ores y en un texto cuidadosamente re-
visado, !os tesoros de una obra tan plena de noticias de varia
indole, etnogrâf!cas, fito!6g!cas, sobre arqueologia y de historia
antigua de los pueblos que vivieron sobre este suelo que hoy es
México; esta ediciôn no pretende realizar, en ningùn aspecto,
el magno designio que se propuso don Francisco del Paso y
Troncoso; oja!à el Museo Nacional de Arqueologia de México
logre dar cima a la edic!6n por é! iniciada, que sera material
insubst!tuib!e para los trabajos de sabios y eruditos. En reali-
dad, sera necesario traducir integramente, a! castellano, los ma-
nuscritos que en lengua nahuatl nos !eg6 Sahagùn.
Considérâmes pertinente, para explicar con toda honestidad
al lector cômo se ha procedido al hacer esta nueva ediciôn, alu-
dir un
poco a detalles de tas dos castellanas que citamos, consi-
derando que es el mismo texto el de tas impresas en México, en
ï 820-183o y en !8<)o. Don Carlos Maria Bustamante puso e! ma-
nuscrito mismo de Panes en manos de los cajistas de la im-
prenta, y, como resotvio modemixar el texto y ponerle la indis-
pensable puntuaci6n, fue tachando palabras y frases enteras,
substituyendo a menudo !o escrito por el P. Sahagùn con pala-
bras y frases entrerrenglonadas, y cuando no le hasto este re-
curso agregô largos pertodos en hojas adicionales; et texto ori-
ginal qued6 asi lamentahlementc adulterado. El editor Kings-
borough no se tomo talcs lihertades, pero aparté de tas deficien-

IX
cias de copia a que ya nos referimos, se advierte al leer su ver-
si6n que hubo en la impresibn scrit's y frecuentes descuidos
La copia que utitizamos se tomo del manuscrito Panes, dese-
chando las tachaduras y los anadidos de Bustamante, asi como
las notas que éste fue poniendo en innumerabtes paginas, pues
ninguna de ellas pudimos aprovechar. La ortografia fue mo-
demizada, a fin de que ct lector no familiarizado con las formas
de escribir del siglo XVI pueda estudiar a Sahagùn y aprovc-
charse de sus ensenanzas comodamente; pero este se hizo con
suma atencion, conservando el texto original escrupulosamente,
prefiriendo siemprc la version de la copia del senor Paso y Tron-
ooso cuando aparecian diferencias con el manuscrito Panes; y
como en ocasiones et discurso resultaba obscuro o dificil a la
lectura, la necesidad nos obtigo a intercalar una o dos palabras,
pero en todos los casos van entre paréntesis, para que se entien-
da que no pertenecen al autor. La puntuacion se procuré tgua!-
mente ponerla con la mayor discrecibn posible. Asi, se notarà
que en algunos periodos et texto es desatinado y aûn de defi-
ciente claridad, mas preferimos que asi quedase.
Toda la antecedente actaracion se aplica a los once prime-
ros libros de la Historia General. porque en tratàndose del duo-
décimo es indispensable agregar algunas palabras. El manus-
crito Panes no contiene este libro, y Bustamante pubticô dos
versiones que difieren basta.nte; la primera la dio a la estam-
pa en 1829, con el titulo de Historia la CoMç«M/a México,
Mcn~o ~ot R. P. Fr. J9crMO''<~tMO de ~'o/<a~<ÏM; y la segunda
con el largo y extrano titulo que dice: La ~~onftJtt de Ntra.
.S'ocra de G'«a~o/M~<' de México, Cotu~ro&a</o con la ~/M/af<<<M
del arguniento t«"~a<tt.'0 que presenta n. /M<ÏU B<ÏM<M~<Ï ~M~.7,
/MMj<ÏMcfo~ <*« /t<noM<o del P. Fr. Z~Mar~nto de ~'o/<o~<it<;
0 sea: Historia Got~ro~ de este Mentor que altera la publicada
CM ï820 M ~Mt:'OCO~ concepto de ser la tÏMtCO y on<~MO/
dicho autor. Este impreso tué del ano de ï840. Nos encontra-
mos en presencia (te dos textos que ofrecen muchas variantes, es-
critos en espanot, que el uno muestra sobre el otro modifica-

x
ciones que fué introduciendo va que sabemos
el autor, c6mo du-
rante largos anos no dej6 de trabajar sus escritos en constantes
rcviMones; ademas, el t<:xto en lengua nâhuatl es noto-
pero,
riamente mas extenso. Y ante una semejante situacibn hemos

optado por reproducir !o publicado por Bustamente el ano 29,


que procedia del codice de Tolosa, anotando en !o necesario las
variantes de mayor cuantia del impreso del ano 40; y, dado
el valor indiscutible de esta historia de la conquista que reco-
noce fuentes indigenas, presentar a nucstros lectores la tra-
duccibn integra del texto nahuatl, aprovechando los valiosos tra-
bajos del sabio Dr. Seler.
HaMa otras lagunas que era preciso Hencr, para poder acer-
camos con elementos mejores al conocimiento de ta obra del
P. Sahagûn, pues como se ha dicho antes el autor se refiere a
cada paso a !o escrito en lengua mexicana, fiado en el conod~
miento que de ella regularmente tenian los frai!es y sacerdotes
a quienes destinaba su libro; de modo que ha de considerarse la
parte castellana, casi en !o general, como resumen y no como tra-
duccibn de !o escrito en nâhuat!. En este concepto, al tratar de
los Cantares Antinuos sena!aba el peligro que entraiiaban co-
mo senderos hacia la idolatria, pero no quiso legarnos una tra-
duccibn de ellos, ni comentarios minuciosos y exquisitos, aun
cuando no fuesen que tanto servimos
criticos, podrian para co-
nocer el arte !iterar!o pre-hispanico. Por estas razones resol-
vimos consagrar un tomo de esta ediciôn a las dos importanti-
simas monografias del Dr.
Seler, en que hizo la traducci6n co-
mentada de los Cantares y la traducci6n de los capitulos del
libro sexto de Sahagùn, que tratan de los principales oficios en
que se ejercitaban los aztecas. El conocimiento de estas dos par-
tes hasta ahora méditas en castellano, de la obra sahaguntina.
es de un tan grande interés que juzgamos se estimarA por
nuestros lectoresel esfuerzo hecho, en cuanto sea justo.
Los amanuenses de Sahagùn escribieron en diversas for-
mas los nombres y palabras de la lengua mexicana que habian
de incorporar de necesidad a su castellano; si en esta lengua y

XI
en el XVI cada uno libérrima facultad para es-
siglo ~ozab&
cribir çpmo queria, no es posibte pcnsar que en nahuatl, cuyos
extranos sonidos trataban de representar con los recursos del
alfabeto negaran los frailes de aquel siglo a adoptar re-
espanol,
glas fijas y las distintas formas en que estan escritas estas pa-
labras, y los defectos de las copias, constituyen realmente un
serio problema, que en mucho ha sido ya resuelto por el meri-
tisimo trabajo de Rémi Siméon, en la traduccion francesa que
se cita. En esta reimpres!6n nos hemos guiado por la autori-
dad de este autor, por la muy valiosa del senor Paso y Tronco-
so, por la de don Cecilio Rcbe!o y otros autores, sin ahorrar las
consultas directas a Molina y varias "artes de la lengua mexi-
cana". Pero tamanas dificultades deben de tomarse a buena
cuenta para juzgar de los errores en que hayamos incurrido. En
uno de sus informes et senor Troncoso calificaba de "ruda" la
forma en que esta escrita la parte nâhuatl de la ohra, y de "gro-
tesca" la copia castellana del codice f lorentino.
Damos cumplidamente gracias al senor Director de la Bi-
blioteca Nacional de México, Prof. don Aurelio Manrique, por
!:abemos dado toda suerte de facilidades para copiar el manus-
crito de Panes; y al senor Director del Museo Nacional de
Arqueotogia, Historia y Etnologia, don Luis Castillo Led6n,
por habcrnos permitido asimismo el cotcjo de nuestro original
con los manuscritos del senor Paso y Troncoso, y habemos
franqueado la traducciôn de las obras (let Dr. Seler, que posee
tu Biblioteca de dicho establecimiento, a fin de realizar nues-
tros deseos de ~frecer un Sahagùn !o mas fiel y completo que
fuera dable.
Va precedida esta cdicion de un estudio sobre la vida y la
obra de fray Bemardino de
Sahagùn, cscrito especiatmentc por
ci Prof. don
Wigberto Jiménez Moreno, quien nos da a cono-
cer en claray documentada sintesis los resultados de las ùlti-
mas investigaciones en la materia. Los trabajos de copias, co-
tejos e impresi6n se han hccho bajo el cuidado de don Joaqu!n
Ramirez Cabanas

XII
FR. BERNARDINO DE SAHAGUN

Y SU OBRA

NOTA PRELIMINAR

Los datos consignados en "Introducc!6n" proceden –en


hnena parte– de la Biografia de Sahagùn. escrita por Icazbn)-
ceta, y publicada por él en su "/?<Mt<~ro/~o 3fc.ncoMO Siglo
X~7". Es a esta edic!6n (y no a la posterior, de Agüeros), a la
que nos referimos constantemente en tas notas, y se hattarân pro-
fusas citas, tan simplificadas como ésta, en la que la cifra arâhi-
ga designa una pagina (y et numéro romano una columna) de
aquellas de la inmortal "'Bibliografia": "Icazbalceta, 30!

A estos datos hemosanadido los nuestros, que en gran parte


provienen de un cuidadoso examen de los principales manuscri-
tos. Otros debctTto'! a D. Atfrcdo Barrera Vasquox y D. Feder!rn
Gômex de Oroxco, y es ahora oportnno et cxprcsartcs nuestn'
agradecimiento.

S U M A H 1 0

~n/tf): Sat~agun, pruncr gran ctnografo y tinguista y fnndn


dor o padre de la Literatura Nahuatl.
I.«ft/t/o <o~o &<o~'r<ï/<fo de ~'<t/<o~«H
II.<M!'0<7ro/«t ~'O/tO~Mt~UtO
a) Enumeracton de los escritos que sus hibHôgrafos
mencionan, dividiéndolos en dos clases

xni
ï–Conocidos o ident i ficados.
2-Desconocidos o inidentificados.
b) Otros que se le han atribuido, o que podrian atri-
buirsele.
III. "Historia de las Cosas de Nueaa E~o~o".
a) Los movites de la empresa.
b) El plan de la obra.
c) Et método en la investigaciôn.
d) Las varias etapas en la etaboraciôn de la "Historia".
e) Los manuscritos de la misma.
f) Las ediciones.
g) Observaciones complementarias sobre la "M~to".

INTRODUCCION

Tocame -sin merecerlo- tratar


del tema tan importante

que el anterior epigrafe condensa; hase puesto en mis manos

–inexpcrtas y desmanadas–ta dificil tarea de recordar a! lector


los ntAs significativos datos acerca de la vida de Sahagun y de
la reaHxacion de su obra admirable, y aunque me halaga la hon-
ra que con esta comisi6n recibo, siento que pesa sobre mis hom-
bre:; una empresa que -por !o delicada y escabrosa- es bien
superior a mis mezquinas fuerzas. Tocame, es suma, hablar de
aquel sap)cnt<s!mo franciscano que, hace cuatro siglos, empren-
'!i6. por primera vez en la historia del mundo. la mas comple-
ta investi~acion etnogrâfica de pueblo a!guno, mucho antes de
que el mi~mo Lafitau (~eneralmcnte considcrado como el pri-
mer Rran etnugrafo) escribiera su notabilisima obra sobre las
costumhres de !os iroqucscs, que tanto admiran los sabios (t).
Hace va varios anos que et Lie. Atfonso Toro senalb el ver-
dadero caracter de la obra de Sahagun, puntuali7.ando que su
contenido no
es propiamente "/«~~nfo" sino mas bien ~MO~fd-
/tco y /!M~M!~hco (2) dcbo anadir ahora que el mas exigente
método que un etnôgrafo, o un lingüista modernos pudieran

XIV
u<&r, fué usado antes por el benemérito franciscano, y que su
obra contrasta con la mayona de tas de su siglo, tan desprovis-
tas, casi siempre, de verdadero espiritu cientifico. Nada mejor
tmr!a un modemo lingüista para investigar a fondo un idioma,
conocer su vocabulario y penetrar sus secretos, que tratar de
obtener el mayor numéro de textos en que todos los posibles t6-
picos fueran tocados, ni hallaria mejor medio para conocer el
verdadero sentido de tas palabras, que provocar una repetici6n
de los mismos conceptos, pero con diferentes vocaMos, tal como
!o ide6 y reatizo Sahagûn. AI mas concienzudo etnôgrafo nada
le convendria mas que formular un cuestionario previo de todos
los asuntos referentes a la cultura material y espiritual del pue-
blo que estudia–y ésto mismo hizo Sahagûn al redactar su "mi-
MMf<t", antes de emprender el pormenorizado estudio de las
costumbres e instituciones de los antiguos Aztecas. Cu.mdo se
recorren con deten:miento las paginas de la "Historia General
de las Cosas de A~K~'o E~o~o". sorprende encontrar en élla los
mas diverses asuntos, aunque todos conexos con el tema funda-
mentalmente etnogrâfico y iinguistico que inspiraba la obra, y
desde luego se sospecha, que, antes de lanzarse a una semejante
empresa, Sahagûn hizo, sin duda, un minucioso anâtisis, una ver-
dadera diseccion de cada uno de los puntos que habian de ser
tocados, a fin de captar todas las facetas y los matices todos, y
para que nada se perdiera ni. omitiera al intentar aquella recons-
truccion admirable. Su maravillosa intuicion revétase no menos
sorprendente cuando se entera uno del M~/o~o <tcn~/<co por él
seguido: al escoger primeramente los mejores informantes, cui-
dadosatnente scteccionados por su ciencia y por su probidad; al
lograr, después, que cstos se decidieran a comunicarte sin recelo
todo !o que sah!an; a! admitir que los mismos proporcionaran
sus datos en la forma para ellos mas f&ci! y ascquibtc. en la ma-
nera a que estaban acostumhrados: con sus pinturas indigenas:
al utilizar al mismo tiempo, como imprescindibles auxiliares, a
sus antiguos discipulos ind!gcnas de T'/o/~o/ff. que a mas de co-
nocer muy bien su lengua nativa cran peritos en la latina y en la

XV
castellana y, finalmente, al hacer pasar tod'M los informes asi re-
cogidOs por varios tamices –pt-imtfo el de T~~eo, después
el de Tlatelolco y al fin et de México- .So/Mt~M .M~M~o, sin sa-
berlo, el mds n~Mro~o y f~cn~' método de las CîMc<m' antropo-
/<tM.t.
Aparté del carâcter etnogràfico y Hnpuistico atras aludido,
tiene la obra de Sahagùn, en su texto Nâhuatt, grandes méritos
literarios, y sobre este particular merece especial mencibn el Li-
bro Sexto, del que en otro estudio nos hemos ampliamente ocu-
pado (3). Baste decir ahora que, al allegar materiales de tan al-
to vator poético como los himnos a los dioses
y como las plegarias
y discursos del precitado libro y al tratar los mas variados asun-
tos en otras partes de su obra, Sahat~ûn sento tas bases de la
Literatura Nahuatl, y puede, por to mismo, considerarsete como
el fundador o padre de ella.
Debo entrar de tteno ahora al desarrollo del plan que en el
Sumario ha sido expuesto.

I.-SUCINTO ESBOZO BIOGRAFICO DE SAHAGUN

Después de la pormenorizada Biografia hecha por Icazbal-


ceta, resulta casi inûtit que intentemos un nuevo estudio de ta
vida de Sahagùn, sobre todo porque muy pocos datos nuevos
puc<ten anadirse; las fechas principales y los mas importantes
eventos deben siquiera cscuetamentc mcnrionarse, y por ésto
abordamos este tema, a pesar de nucstros explicables escrùputos
Nacido en la Villa de Sahapùn, de la Provincia de Léon (Es-
pana), hacia 1499 o isoo, cstudio tuc~o en la Universidad de
Satamanca. y. at profcsar mas tarde en el Convento de la mis-
ma ciudad, pcrteneciente a la Provincia de Compostela, cambio
el apettido de "Ribeira', que habia ttevado en el siglo, por el de
su villa natal, como los religiosos !o acostumbraban. Pas6 a la
Nueva Espana en 1529, en compama de otros diecinueve traites,
regidos por Fr. Antonio de Ciudad Rodnpo. Dedic6se desde
luego a aprender !a lengua mexicana, y, por la perfecciôn con

XVI
que la supo, s6!o Molina puede Uno de los
equipararsele (4).
primeros conventos en que residio fué el de 7'MM~co, y le
toc6 presenciar aH!, hacia 1532 o 1533, un éxtasis memorable
de Fr. Martin de Valencia; también, quiza, en esa época, ascen-
di6 al Popocatepetl y al 7.c<ocdAMO~, (<;), aunque otros datos
sugieren que ello ocurri6 anos m&s tarde (6). El 6 de enero de
!53Ô fundôse elImperial Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco
(7) y a su inauguracibn concurrib Sahagun y desde entonces
permanecib en é!, hasta 1540, por !o menos, instruyendo a los
ind!gcnas que alli se educaban, algunos de los cuales fueron
mis tarde sus mas eficaces colaboradores. AI mismo tiempo
desempenô el cargo de intérprete en algunos procesos contra in-
dios idolâtras y hechiceros (8).
Hay una laguna en su biografia desde 1540 hasta 1545, pe-
ro sus mismas indicaciones permiten inferir que anduvo enton-
ces por el Valle de Puebla y que aUa presenci6 la notable erup-
ci6n del Pico de Orizaba, ocurrida el uttimo de esos aSos; vol-
vi6 luego a Tlatelolco, y residiendo a!!t, ocurri6, en 1546, una
terrible peste, a causa de la cual hubo de
enterrar, segun dice,
"mas de diez mil cuerpos", hasta que al fin le a!canz6 el conta-
gio y fué entonces llevado, para su curaciôn, al Convento grande
de México, antes de tSgi estuvo, quixâs, en el de XocAt~fo,
pues varios datos hacen sospecharlo ~9), y entre ellos el hecho
de que haya escrito la "Vida ~r ~aM Bernardino", en Mexicano.
a ruego de los indios de ese pueblo (10) el ano de 1552, era
"definidor". y anos mas tarde, pero seguramente antes de t558,
fué como Visitador a la Custodia de Michoacan (! ï).
El Provincial electo en 1557 -Fr. Francisco de Toral- or-
den6 a Fr. Bernardino que escribiera en Lengua N&huatî cuanto
considerase "ùtit para la doctrina, cultura y manutenencia de la
cristiandad destos naturate-~ de la Nueva Espana y para aynda
de los obreros y ministros que los doctrinasen". Redactô enton-
ces nuestro biografiado una extensa "minuta" o cuestionario de
todos los puntos que le interesaha averiguar, y durante dos anos
--de 1558 a 1560– estuvo en 7'M/co allegando los materia-

XVII
les primerizos de su magna "Historia", los cuates se identifican
con !o que hoy conocemns como "Pn~r~ Jtf<'Mon< Trans-
ladado después a Tlatelolco desde ï 560 –en que vino a J~Anro
para asistir al Capitulo en que ~e etigio Provincial a Fr. Fran-
cisco de Bustamante-- revis6 los materiales de ella y la rehizo

por completo, después de haber oido los informes de ancianos


a
respetables y los consejos de sus discipulos y colaboradores,
en su "Historia" menciona. Al mismo tiempo se ocu-
quienes
paba en revisar y corregir atgunas obras (ï2) y en elaborar
otras (13), y tenemos varios datos segûn los cuales consta que
por !o menos residib Sahagùn en Tlatelolco hasta 1565 (14);
desde este û!timo ano vino a vivir en MAuro; pero ya en julio
de 1572 estaba de nuevo en Tlatclolco (15) y todavia se hallaba
ahi en enero de 1573 (ï6); pocos dias después encuéntraselc
en T'/o~MMO/co, como predicador de los indios de ese pueblo,
segun se infiere de un documento del 12 de febrero de ese ano,
descubierto por el L!c. don Alfonso Toro (17). Asegura Icaz-
balceta que en 1573 voh'iô otra vez a Tlatclolco, y sabemos por
el codice que lleva el nombre de ese pueblo. que al ano siguiente
ten!a a su cargo Fr. Bernardino la administracion del Imperial
Colegio. Continué at!â hasta su muerte, ocurrida, segùn los
'~MO~ ~.ncoMo~ el 5 de febrero de 1590, y segùn el "Me-
~o~o~to" de Betancurt, e! 23 de octubre del mismo ano. Men-
dieta nos la refiere en un sabroso y circunstanciado relato:
"La manera de su muerte filé que dandole la enfermedad del
catarro que en el ano de 1590 corrib generalmente, temiendo los
sacerdotes mancebos que se les fuese entre tas manos, importu-
nâbante que se dejase ttevar a la enfermeria de México para ser
curado o a !o menos, ya que no queria curarse, enterrarse entre
los santos viejos sus companeros, como et mesmo to deseaba. A
!o cual é! !es respondia diciendo: "Callad bobillos, dejadme, que
no es !!egada mi hora". Mas tanta priesa le dieron, que por no
séries pesado hubo de ir a la enfermeria, y dijo al enfermero:
"Aqui me hacen venir aqueHos bobillos de mis hermanos, sin ser
menester". El enfermero le regalô algunos dias, con que se vol-

XVIII
vi6 a su Convento de Tlatelolco, y al cabo de algunos dias votvio
a recaer, y entonces dijo, "Agora si es Hegada mi hora", y man-
dé traer ante s! a sus hijos los indios que criaba en el Colegio,
y despidiéndose de ellos, fué llevado a México, donde acabado
de recibir devotamente todos los sacramentos en el Convento de
San Francisco, murio y esta alli enterrado". (18)
Aduce Chavero un texto de los ya citados "Anales" para pro-
bar que Sahagûn murib y fué enterrado en Tlatelolco, pero la ver-
dad es que, bien analizado ese texto, s6!o se infiere de él que habi-
tualmente vivîa en ese convento, y, en cuanto a su inhumacibn, es-
ta bien claro que tuvo lugar en el de San Francisco de México
(19). Beltrami, citado por Biondelli (20), asegura que: "Ses
restes sont le dépot le plus précieux de ce couvent de Saint-
Francois ils sont l'objet sublunaire le plus digne de vénération
que j'ai recontré dans mon péterinage mexicain. ~e crois
qu'on doit m'avoir pris aussi pour un Indien, car on m'a vu sou-
vent et bien dévot devant son tombeau.
No tenemos otra noticia acerca del sepulcro de Saha~ùn, ni
creemos que fuera fâcit localizarlo después de tantas vicisitudes
que atraveso el antif~uo Convento de San Francisco, del que ya
casi no queda rastro.

II.–BIBLIOGRAFIA SAHAGUNTINA.

Complicada como pocas es la Bibliografia de Sahagùn, v,


a pesar de nuestro empeno, sera esta enumeraciôn harto incom-
pleta y defectuosa. Hay para tal complejidad serios motivos.
y es uno la existencia de varias copias de una obra misma en
ctapas distintas de su eiaboraciôn. y el estado fragmentario o.
trunco de atgttnas de ellas; son otros el frecuente cambio tte
titulos y los nuevos arreglos que el autor introducia (21); y
agrégase a ésto !o incorrecto o to pobre de las noticias bibiio-
graficas, y el desconocimiento de la !engua en que tas obras es-
tan escritas, por parte de los bibtiôgrafos que las describen.
Explican !o incompleto de este inventario las mismas anterio-

XIX
a ellas la desapariciôn fatal de
res razones, y se anaden algu-
nos manuscritos -especialmente a(luellos que el Santo Oficio

perseguia (22)– y la emigraciôn de otros a les Archivos y


Bibtiotecas del extranjero.
Aparte de los escritos
que a Sahagun se deben, y cuva pa-
temidad es generalmente indisputada, hay otros que con fre-
ctiencia se le atribuyen –a veces sin fundamento serio- y al-
~mos mas que bien pudieran adscriMrsele. Para proceder con
orden en la menci6n de todos ellos, se enumerar&n los primeros
distribuidos en dos clases –conocidos y desconocidos– y se tra-
tarâ !uego de los segundos, examinando las probabilidades de
que la mano de Sahagùn pudiera reconocerse en ettos. Ayu-
darâ a formar una clara noc!6n de este complejo inventario,
h "tabla bibliogràfica" que esta seccibn acompana.

a).HM~t~O~M de los escritos <~«<' sus


&<&M<ro/o~ mencionan.

ESCRÏTO:5 CONOCIDOS.

I.-Existen de los Evatigelios y ~~<o~ tres diferentes ma-


nuscritos uno considerado por Chavero como la primera obra
de Sahagûn, a causa de la firme7.a y seguridad de su letra (que
mas tarde torn6se vacilante y temblorosa) otro que posée D.
Federico Gomez de Orozco y que abarca un texto idéntico al
contenido entre !a pagina 8r, Mnea ï2, y el fin de la pagina
~40, en la edicibn del ~Et/aM~~to~Ht~M": y, finalmente, el MS.
original de éste, para el cual fueron précises aquellos traba-
jos previos.
ï A.–Et primero registrase de este modo en el Catàtogo
ltamirez
"524. MEXICAN.-Epistles and Gospels in Mexican. MS.
4to. Seventy-four leaves. It commences: Incipiunt Epistole
et Euangelia que in Diebus Dominicis per anni totius circulum
teguntnr. traducta in tingua Mexicanam".

XX
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Dice Chavero que cunsta74 fojas t'c
y una de indice: é~
ta de diversa letra, y todo !o otro de la de Sahagûn. Ignoro el
actual paradero de este manuscrito: hay dos con titulos sente
jantes, pero con mucho mayor numéro de paginas, que pertene-
cen a la "Edward E. Ayer Collection", y han sido atribuidos
a Oros el uno, y a Molina el otro. De éllos se tratarâ en la
seccién "b", asi como de otro de anâtogo contenido, que guar-
da la Biblioteca Nacional (23).
i B.–Al MS. Gbmez de Orozco le ha impuesto su dueno
el titulo de "Euangelario en lengua Mexicana"; tiene 84 fo-
jas y esta escrito con letra muy semejante a la del "JEu~oM~/M!-
nw~ (24).
ï C.–Det MS. original det "E?'<ïMp~tonMMt" dicenos Bel-
trami que tiene 250 paginas, y que esta escrito con bella le-
tra, en hojas de pape! de inaguey, formando un gran votumen
infolio; otras hojas, de idéntico material, se encuentran en las

pastas del mismo libro, y contienen, segun su descubridor, bo-


rradores de tas lccciones que daba Sahaçùn a sus discipulos de
Tlatelolco (25).
No nos dctendremos en pormenorizar los detalles bib!togrà-
ficos del "Evangeliarîu~n, Episeolari~rn~ ct Lecti~aarium Aste-
ficos
f«M Jt~~
del "E~oM~cMonMMt, porque
Aff.ncoMMW", es bastante
es bastante bien
Z.fc/tjtMnMtM
conocido, gra-
cias a la hermosa edtciôn que de él hizo Biondelli en 1858
Cree el editor çue el libro se escribio en 1530, pero Icazbalce-
ta !o considera impos!bt< porque habia Uegado Sahagim a la
Nueva Espana sôto un mo antes. Beltrami -a quien Bien
delli cita- asegura que hay en et la fecha 'tgj~ pero quizil
se trate de un mero e:ror. Nn dudamos que Sahagûn em-
pezara desde temprano Tt rcdaccion del
"~t'OM~tanMw', pues
ya antes se mendono jn primer borrador de éste, pero !n
copia publicada por Bkt ieHt, a causa de! tipo de letra con que
esta escrita, es scguratm ttc muy posterior, y mas bien debe fc-
charse, como Icazb~tce:: piensa, hacia 156~, cuando SahaRÙn
residia en T'~t~o/fo y trabajaba auxitiado por sus magnificos
&tnanuenses indigenas, t mismo tiempo que se corregian los

XXI
".S~tOMM" y se escribian los "CoMo~Mto.f" y la "Doffn~M f~rM-
liana" (26).
Ltàmame poderosamente la atenciôn que el lenguaje que en
el "Evangeliarin" hallamos, parezca mas semejante al de Mo-
lina que al que en sus obras uso Sahagun (27), y si no fuera
porque el nombre de este –segùn Beltrami- puede leerse aùn
en la pasta del manuscrito, y porque los bibtiôgrafos –unani-
mes y seguros- se !o atribuyen, sospecharia que anduvo en
él la mano de Molina, quien también tradujo al Nàhuat! los
cvangetios y epistolas (28).
2.-Menciona Icazbatceta un MS. (N* 762 del Catalogo Ra-
mirez) que hoy para en la famosa "Ayer Collection" (29).
Dice el mismo bibtiôgrafo que esta en grueso pape! de magttpy,
lamano folio mayor, y que en la primera hoja, cuya parte in-
ferior falta, lleva este titulo:
"Siguense unos Sermones de Dominicas y de Santos en
lengua mexicana: no traducidos de Sermonario alguno sino
compuestos nueuamente a la medida de la capacidad de los in-
<tios: breues en materia y en lenguaje congruo venusto y lia-
no facit de entender para todos los que le oyeren altos y ba-
xos principales y macegales (sic en Icazbalceta) hombres y mu-

jeres. Compusiéronse el ano de 1540, anse comenzado a co-


t régir y anadir este ano de 1563 en este mes de julio infraocta-
va Visitationis. El avtor los somete a la correction de la ma-
dre sancta yglesia romana con todas tas otras obras que en su
tengua mexicana a compuesto. fray bnardio de sahagun".
Agrega Icazbalceta que "toda esta portada es de puno y le-
tra de Sahagun, firmada y n1bricada por él. Fattan en se-
guida algunas hojas, y se hallan dos suettas, de tetra de es-
cribiente. En la cabeza de la que viene después se encuentra
esta nota, de letra del autor: "Siguense vnos sermones brcnes
en lengua mexicana el autor dellos los somete a la correption
de la madre sancta yglesia con todas tas demas obras suyas
son para todo el ano de domynicas y sanctos no estan corre-
gidos. fray bnardio de sahagun".

XXII
2 B.-Hay en la Biblioteca Nacional un MS. en 4' de ".S~-
MMM~ AfMtcoMM", que tiene, ademas de la portada, 263 fo-
jas numeradas, y una m&s al fin, en que termina el indice que
en la portada principia. Dice la primera foja de este MS.:
"Tabla
de los sermones que se trata en el presente libro pri.* mente
vn auiento y sermones de la natiuidad del senor y las dni-
cas. Lxx-. Lx*. !o
y La. y vna quaresma y Resur rectivm
qua! es compostura y lengua del pe. frai bnar dino de
sahgun.
Item se trata !ucgo otrv aviento con los demas que son
fiestas y dnicas. del senor y es lengua del pe. fray alonso de
escalona" (30).
3.-Los de Sahagùn
bibtiografos mencionan dos obras lla-
madas
"Libro de la venida de los primeros Padres, y tas plà-
ticas que tuvieron con los sacerdotes de los idolos", y
"Catecismo de la Doctrina Cristiana en Lengua Mexi-
cana impreso por Ocharte en 1583".
Estas son s6!o tas partes primera y segunda de los "Collo-
quios y doctrina c/tn~~oMO cott que los ~o~ frayles de San FroM-
cisco MMod'M ~or Papa.4driano sesto y ~o~~ Emperador Car-
los quinto COMMrft~rOM a los indios de la N«<t'0 Espaiia, en /CM-
gua Mtf.ncoMo y c~oMo~o". Dicho libro, que se creia perdido fué
hallado por el P. Pascual Saura entre tas miscelâneas del Archi-
vo Secreto del Vaticano, y to pubtico luego el P. Jos~ Maria Pou
y Marti en el folleto titulado "Et libro perdido de tas ptàticas o
coloquios de los doce primeros misioneros de México"; con el
mismo titulo se reimprimio en el apéndice de documentos det To-
mo I, de la "Revista Mexicana de Estudios Historiées".
Exptica Sahagùn, en et prôtogo de esta obra, cômo los "Co-
Iloquios y Doc~n'Mo" habian permanecido "en papetes y memo-
rias hasta este ano de mil quinnentos y sesenta y quatre, porque
antes no uvo oportunidad de ponerse en orden ni convertirse
en lengua mexicana bien congrua y limada; la quat se bo!vi6

XXIII
y Hmu en este Cute~iu de Santa Cruz dci Tbttttulco e&te sobre-
dicho aiio con los colegiales m&~ habiles. Limôse asimismo
con quatro viejos muy pràcticos entendidos ansi en su lengua
como en todas sus antiguedades'.
Estaba el MS. dividido en dos libros: et primcro con 30 ca-

pitulos, de
los que s6!o se conocen los <~ primeros, y el segun-
do con 21, de los que nada se conserva. Es, a pesar de estar
trunco, sumamente interesante, tanto por los asuntos que trata,
como por el estilo tan sabroso con que esta escrito. A juzgar
por las indicaciones que hace Sahagun en el Prôtogo, !tab!a
pensado para esta obra en un plan mucho mas vasto, pues en
seguida de las dos partes que propiamente forman los ~'Co~o-
quios y Doctrina", vendria una tercera que trataria acerca
"del succeso que tuvo esta conversion en las manos destos doze
padres y de los que vinieron en espacio de seys anos después
(entre los quales yo vine)", y una cuarta que habria de ser
'una declaraciôn o "Postilla" de todas las epistolas y evange-
lios de las dominicas de todo el ano. la quat se esta limando
y sera otro volumen por s!, porque éste no sea muy grande".
Esa tercera parte no la escribi6, como explica en el mismo pr6-
logo, porque va se habia ocupado con amplitud el famoso Mo-
tolinia de los asuntos a ella pertenecientes, y la "Postilla", por
ser, segùn parece, bastante voluminosa, y porque no se habia
terminado su correccion, fué separada de los "CoUoquios y Doc-
trina" para formar una ohra aparte. Iba a ser publicada la que
nos ocupa juntamente con la "Psalmodia" --que !o fué en
1583– y se habia dado para f!!o la necesaria licencia, pero se
interpusieron, indudablemente, obstaculos poderosos que su
tmpresion estorbaron (31).
4.–De todas las obras de Sahagùn, ninguna ha dado tan-
to qué hacer, ni ha causado ta ntos tropiezos a los biblibgrafos,
como la famosa "Postilla" o "Libro de las Postilas", que cons-
taba de tres partes: la "Postilla" misma (que quizà nohaya si-
do otra cosa que el "Et'o~/<tonMM<, Z~M~anMMt Z.M~oM~
rium" atras citado), tas '~</<ft/<OMM a la Postilla" (cuyo titulo

XXIV
se cantbiu pur el de D~~ofect~M
después de las Ires ~M~M~M

r,ologales") (32) y, finalmente, el '~M~ ~~e Po~~tMo",


que fué anadido en ï579, y en el que habia "Siete Collationes
en Lengua Mexicam en las quales se contienen muchos secre-
tos de las costumbres destos naturales y también muchos secre-
tos y primores desta lengua mexicana" (33). Se conocen las
*~J<<t<<oMM" y algo del 'M<<Mr", los que, con el titulo de
"Doctrina Cristiana en A~c.ttcaMO", se registran bajo el numé-
ro 763 en el Catilogo Ramirez, y se custodian hoy en la New-
berry Library de Chicago (34). AI senor Alfredo Barrera Vâs-
quez débese el descubrimiento de que tas "<~OM~' y la
"DM/orcct<!M de las Ires Virtudes Teologaks", son una sola y
misma cosa, y él mismo sustenta la hipôtesis de que el cambio
del primer titulo por el segundo tué motivado por la persecu-
ci6n que el Santo Oficio hab!a emprendido contra tas explica-
ciones o traducciones de textos de la Sagrada Escritura en
nuestras lenguas indigenas; por !o que respecta a! "~AMfu'
sabemos que, no obstante !o afirmado por Icazbalceta, se han
preservado de él algunas hojas, o, por !o menos, la primera y
la û!tima (35).
En cuanto a la "Postilla" misma, es importante saber, ante
tcdo, cual era su contenido, y a averiguarlo puede ayudamos
un pasaje de la "'Historia C~~rar' donde se dice que "la pre-
dicacibn cvangética y apostôtica. ha de ser de vicies y vir-
tudes, persuadiendo !o uno y disuadiendo !o otro; y !o mas con-
tinuo ha de ser et persuadirlos a las Virtudes Teologales y di-
suadirles los vicies a ellas contrarios. De ésto Aay mucha ma-
teria en los seis primeros libros de esta Historia, y CM la Pos-
tilla sobre las J?~/0/<M y Evangelios de los JotMtM<70~ de todo
el atïo, que hice" (36). Es también ùti! para nuestros fines la
referencia de Betancurt, que poseia el "'Libro las Po~/t~f"
y que nos dice
que Sahagùn "(hizo) una Postilla de los Evan-
gelios y Epistolas, de lenguaje muy propio y elegante, donde
he aprendido muy ctegantes periodos: esta en este tomo la no-
ticia de la venida de tos primeros padres. Por ù!timo, en

XXV
el Pr6logo de las ~JJ~MC~ a la "Po~Mo", se dice que
aprovecharan "para que el predicador tendra mucha oportuni-
dad de meter estas Addiciones o alguna dellas en qualquiera
sermbn que predicare: porque no hay JE~~o/o Mt ~'OM~/to
~M esta Postilla, cuya letra no demande alguna dellas".
Dedùcese de tas anteriores citas que la "Postilla" contenta
epistolas y evangelios, que estaba escrito su texto en Nahuat!
muy elegante y castizo, y que los temas de que trataba tenian
muy especial afinidad con los de la "D~c~oroctJM de las <fM
Virtudes TM~o~M". En el "~OH~MnMw" encuéntranse
precisamente tas traducciones de epistolas y evangelios en muy
bello y correctisimo lenguaje, y ésto nos ha hecho dudar de si
acaso existib otra obra desconocida, que fuése la "Postilla", o
si debe tomarse como tal la que tan I~rmosamente édité Bion-
deili. Aunque, como indica Icazbalceta, "Po~~&t" es voz de la
baja t~tinidad y "significa notas, especialmente notas ~MOtr~t-
M<~M y ~~fM<M a la ZKMM", dudo mucho de que tales notas
o explicaciones existieran, y me inclino mas bien a creer que el
famoso "Libro de las Postilas" no era otra cosa que el "EtWt-
~ton«w", seguido de tas '~cMt~oMM" o "Declaraci6n de las
ires Virtudes Teologales" y del ~<M~ desta Postilla".
No hay que olvidar, por uttimo, que los "Colloquios y Doc-
trina Cristiana", y la "Postilla" con sus ".<4<Mt~oMM" y 'tt-
~M' componian originatmente una misma obra, como clara-
mente !o indica el prblogo de Sahagùn a los citados "Co~o-
~Mto~ y la referencia transcrita de Betancurt, y que este ùtti-
mo asegura que en su "Postilla" habla Sahagùn de c6mo en
los primeros veinte anos después de la Conquista hubo mucho
fervor de parte de los naturales, pero que luego se inclinaron a
la idolatria, y una referencia anâtoga puede encontrarse en una
advertencia "al prudente lector", enseguida del prblogo de los
"Colloquios" (37).
5.-De la "PM~oJto CnjftOMo Sernronario de los San-
tos del a~o ~M lengua mexicana"' se ha ocupado ampliamente
Icazbalceta, y no hay, por !o mismo, necesidad de hablar mucho

XXVI
de eUa. Conviene saber que fu< el ùnico libro de Sahagun, pu-
Micado durante su vida, y que se ha hecho tan raro, que no se
conocen de él sino unos tres o cuatro ejemplares, debido a que
Fr. Francisco de la Rosa Figueroa, Notario y Revisor de li-
bros por el Santo Oficio, tom6 espedal empeno en perseguirlo

y denunciarlo, asi como habia perseguido "un libro manuscri-


tg en idioma mexicano, en que estaban traducidas todas las

Epïsto!as y Evangelios del Misal, contra la regla 5* del Ex-


purgatorio, que expresamente prohibe las traducciones de la
Biblia en lengua vulgar, especialmente las Epistolas y Evange-
lios", y cuantos ejemplares haMa encontrado de obras anàto-
gas, tantos habia "consumido en carton", con reprochable ce-
!o. (38).
El fin que se proponia Sahagun al componer su ~M/wo-
dia", era el de que olvidaran los indios sus cantares antiguos y
entonaran en lugar de ellos cànticos cristianos. Hay en ella y
en la "Historia" referencias precisas que claramente indican
que conoci6 Fr. Bernardino algunos de los Cantares que Pena-
fiel reprodujo (39). Atnbûyente algunos autores la recopila-
ciôn de éstos, pero es en ellos harto visible la mano de un es-
critor indfgena, el cual, empero, habia estudiado con los frailes
en el Convento de San Francisco (40), y hacia esa compilaci6n
"para que V. r* los
aproveche y entremeta a sus tiempos que
conviniere, como buen maestro que es Vuesa reueren*" (41).
Por eso Hegamos a sospechar que tal rccopi!aci6n, aunque he-
cha por un indio, pudiera haberla sugerido Sahagun para aprn-
vecharla posteriormente en sus obras, y recordando enfonces
que, para extirpar la idotatria, réunie el benemérito franciscano
ei mayor numéro de materiales acerca de ella, vinimos a su-
poner que, de la misma manera, y con plena !6gica, para aca-
bar del todo con los antiguos Cantares, hubiera empezado por
buscarlos y reunirlos, o hacer que los escribiesen y juntasen.
Nos parecia también que Sahagûn habria tratado de imitar el
estilo de los antiguos Cantares (para !o cual le era preciso co-
nocerlos), y que de eUo hallariamos hue!!as en su '~M/tMo</M

XXVII
Cn~MMa"; pudimos mas tarde examinar un trunco ejemplar
de la misma (42)y tuego nos dimos cuenta de que no apare-
cen, en la parte que conocemos, tate? reminiacencias.
Tanto la "P~wo~M" como la "Po~ftMo" fueron dictadas
por Sahagtin durante su estancia en 7'co (43), pero pro-
bablemente habia empezado a trabajar, desde mucho antes de
la redaccion de la ùttima. (44).
6.–Icazbatceta menciona asi otro de sus trabajos: "J?.<*cr-
cicios OMo/t~MHoj <t< ~M~M~ tMc.v<coHo. MS. en 4*. Tiene 43
fojas. En la primera pagina se lee:
"Comienza un exercicio en lengua mexicana sacado del
sancto Evangelo y distrihu!do por todos los dias de la semana
contiene meditaciones devotas muy provechosas para cualquier
xpiano que se quiera Hegar a Dios".
AI fin: "Este exercicio halle entre los indios, no sé quien
!o hizo ni quien se to dio tenia muchas fallas e incongruidades
mas con verdad se puede decir que se hizo de nuevo que no
enmendô. Este ano de 1574. fray bernardine de sahagun".
Este manuscrito, registrado en el Catàiogo de Ramirez con
el numéro 764, fué vendido a Quaritch, y actualmente se halla
en la "Ayer Collection", cuyo Catàtogo !o designa con el nu-
,mero 1484 (45).
7.-Al referirse Icazbalceta al "Manual del Cristiano", !o
describe en estos términos
"Son 4 hojas (en 8" segun el Sr. Chavero. y en 4° segùn el
Catàtogo Ramirez) de letra de Sahagun, o por !o menos ig~tat
a la de los Evangelios, Doctrina, apostillas del Sermonario y
primera foja del Tritingùe. Tiene por encabezamiento el titulo
siguiente: "Izcatqui yn innemiliz yn teuiutica omonamitique
Inic ce Capo vncan mitoa &c". Siguese el capitulo por 2 fojas,
y al fin de la segunda comienza otro con este ntbro "Inic 6.
Cap" & A la hoja inmediata al fin dice: "In!c. 7. Capo & Tie-
ne la ùttima la licencia del Virrey para que la obra se imprima,
y es de fecha del 16 de febrero de :578.

XXVIII
Estas hojas, que pertenecian también a la Colecci6n Rami-
rez (Catâ!ogo, N" 544), no sabemos dônde se hallen.
Entre los escritos no identificados de Sahagun, de que nos
habla Torquemada, hay tres que por su titulo parecen de asun-
to anatogo al de! "A~OMMof del Cnj~oMo", pues segùn el epigra-
fe que en nâhuatt tteva esta obra (46), el contenido de ella era
el mismo, o, por to menos, muy semejante, al de los tres opuscu-
los que a los Casados se refieren: la "Regta" y los "Manda-
mientos" de los mismos, y el "Impedimento del Matrimonio".
8.-Por !o que respecta al "~o<'o&M~ono rn~M~Mc, C<Mf~-
~MO, ~o/mo y Afc.woMO", de cuya existencia mucho se duda,
sabemos por Chavero que formaba parte de su bibHoteca. y
que era "un volumen grueso en 4° menor espanol, escrito con

magnifica letra de forma medio gotica, en pape! rénovés. En


cada renglbn la primera palabra esta en espanol y la sigue su
traduccion latina, colocandose encima del rengton. con tinta ro-
ja, la voz mexicana, aunque en algunos lugares falta esta ûtti-
ma. El Diccionario es a dos cotumnas. Tiene al principio dos

fojas indepcndientes clei Vocabulario. y en ellas y en la ùttima


pagina hay de letras diferentes varios nombres con su traduc-
cion mexicana: una de estas letras, en la primera pagina, es de
Sahagun. Esto que aparece como correcciôn o adiciôn de la

propia, v el no tener noticia de que otro


haya escritor
hecho
otro Vorabutario trilingue, son para mi pruebas bastantes (le
que el presente es et tan buscado de Fr. Bernardino. De su dis-
cipulo Martin Jacobita hay varias firmas en et Codice de San-

tiago, y comparàndohs con la tetra del Vocnbutario. se conocc


clesde luego que et dtsc~uto fué et escribientc de la magnifica
obra del maestro" (47).
Consta este MS. de t<i5 foias. En sus "Suplementos" o "Adi-
cioncs" a la Bibliotcra de Beristâin, Ramirez titulo- v
le da este
"Z?tf<<OMant<Mt cx /«~M<'<Mt (sic) <M /O~MMM< JffrtMOMfMt inter-
/'rf/<* Aelio .~M/omo A'c&nM<')t~t. Lcge focliciter"; y con c!
mismo se registra ahora, bajo el N" t478, en c! reciente cati-

XXIX
logo de la "Ayer Collection", después de haber figurado con el
545 en el de Ramirez.
Hubo, por !o menos, otro MS. distinto que también Hev6 el
nombre de ~~oco&M~ono T'n~t~M~ y cuyo contenido era bas-
tante diferente, como to comprueba el hecho de que Fr. Juan
Bautista, en sus "Advertencias para los Confesores de los Na-
turales", copie de é! un trozo con este rubro:
"Stguense algii-
nas Abusiones antiguas que estos naturates tuvieron en su gen-
tiudad, segun que escribe el P. Fr. Bernardino de Sahagun en
el libro segundo de su Vocabutario Tnîingue". "Los parrafos
que copia" –nos dice Icazbalceta- "son veinticinco, y colo-
cados en el mismo orden se encuentran en el Apéndice del libro
V. de la Historia, donde
hay doce mas. En los fragmentosque
adelante publicamos (48) habla el autor de un ~occ~o~n
7'nKMpt!~ que estaba haciendo en 1585. en el cual se trataba
de la fiesta secutar de los mexicanos, como en el lib. VII, Cap.
Q, de la "Historia". Por esta raz6n explica leazbaiceta la exis-
tencia de aquel "Vocabalario" suponiendo que, al verse despo-
jado Sahagun de las copias en limpio de su querida "T~M~on~,
emprendiô, hacia 1585, la reconstrucciôn de la misma, con los
apuntes y recuerdos que conservaba, y con los traslados parcia-
les que habian quedado en manos amigas desde que fueron es-
parcidos los libros por toda la Provincia". Y, como el mismo
Icazbalceta dice, Sahagun. que toda su vida se propuso "dar
desmenuzada la lengua mexicana. para to cual no temi6 ïe-
cargar la Aft~ofM a trueque de amontonar en un solo lugar to-
dos los vocablos Je cada cosa v todas las MOMcraj decir de
cada ~M~HCta. acab6 por considerar que el conjunto de
tantas voces y frases mexicanas const!tu{a un verdadero ~o-
fo6M~ono; pero dar tal nombre a la reconstruccibn de la ~M-
toria, con el agregado de trilingiie, cuando faltaba del todo la

lengua latina, es una extravagancia propia de la edad. (49).


g.-Existen en la Biblioteca Nacional dos fragmentarias
obras de Sahagun, que Uevan los titulos de "Ca~M~ono A~f-

XXX
.ftcoMo, Latino y Castellano" y "Arte Ditinatoria", y se hallan
contenidos en el mismo volumen de los famosos "CoM<o~.t".
Icazbalceta los describe pormenorizadamente, y transcribimos.
por eso, los datos que acerca de ellos nos suministra. He aqui
le que nos dice respecto al primero "Le precede un breve pro-
logo inédite que adelante puede ver el lector. No me es dable
trasladar aqui el Calendario, y menos entrar en disquisiciones
acerca de su orîgen: tampoco es lugar éste de investigar qué
relacién tenga con otros que los autores mencionan, y que pu-
dieran atribuirse a Sahagùn. Este trabajo, que en su mayor
parte habria de fundarse en conjeturas, por faltar los docu-
mentos, exigiria un tratado especial. Baste con una sencilla

descripc!6n del Calendario de nuestra Biblioteca. Guarda la


misma dispos!ci6n que el inserto en el lib. II de la Historia:
pero es diverso en la substance. En el impreso estàn los me-
ses mexicanos por su orden, y se arregla a ellos la correspon-
<!encia castellana. En e! mannscrito domina nuestro Calenda-
rio y a él se sujeta el mexicano: a< es que comienza por el
d{a 11 del mes 7~< correspondiente al t* de Enero. Ambos
estàn conformes en cuanto a poner el principio del ano mexica-
no en el ï* de Febrero; mas en el manuscrito hay la particula-
ridad de que "por quitar tas abusiones" de los cinco d{as acia-
gos o MCHtOM~Mt le ocurrio a Sahagùn repartirlos por los me-
ses que le parecio, y contô veintiùn dias, en vez de
veinte, en
cada uno de los meses cahualo, T'o~o~/OM~t, 7'ffo~, Tc-
fM<M«</oM/K y faMÇMc/~o/tj~t, con !o cual va se echa de ver
que desde la primera intercatacion quedo cambiada la corres-
pondencia. As! en el manuscrito et ï* de Enero corresponde at
i 7' y en el impreso al 14. En todos los meses van ano-
tadas las fiestas y sacrificios, aunque con mucha mas conci-
sion que en la ~t~ono. AI fin tiene en 5 fojas diez figuras de
diez meses, que vienen a formar dos series separadas: la pri-
mera consta de las figuras de 77ofa.n~<Mo/<?//t, 7*o~o~M//t.
7~M<'y<o~< y ro.vf< faltan las de ocho meses, y continua
la segunda serie con las
.IIollo.)'de '-6-
0Mfc/<oW,
¥-J PoM~M~ya/t~/t, ~4/f-

XXXI
tMpc~ Tititl, y~MW, y Quauitl <<MO. Hay ademâs otra foja con
la figura de los M~MOM~Mt o dias finales del ano. Este calen-
dario se escribio sin duda en 1585, y en todo caso después de

!g84, porque se habla de la Correccibn Gregoriana, que en Mé-


xico no se hizo et ano sino el de 1584, por haberlo or
1582,
denado as{ el rey en céduta de 14 de Mayo de 1583.
al scgundo fragmento -aquel relativo a la "Ar-
Respecto
le ~~tttMa/ono"– informa Icazbalceta que su asunto es e!
mismo que en e! libro IV de la "Historia C~MCrof se trata, sa!-
vo que en ésta no se hallan un prblogo muy interesante, una
advertencia "al lector", y el cap. I. "E! II del manuscrito co-
rresponde al 1 de la Historia. y asi sucesivamente, con la di-
ferencia de uno, hasta el XXXII del manuscrito (XXXI del

impreso) que quedo cortado a poco mas de la mitad, no por


mutitacion del codice, sino porque el escribiente no pas6 ade-
lante. deiando suspense el sentido a media frase, en el frente
de una hoja cuya vuelta es blanca. Comparados ambos textos,
presentan muchas variantes" (50)

ESCRITOS DESCONOCIDOS.

Entre los trabajos de Sahagùn, hasta ahora desconocidos,


cuéntanse la "~M<t ~an JPcrnar~tMO", et "/fr/~ de la Len-
gua ~.ncoM cott «M ~oco&t~ono /f~<?n</t~" y los varios tra-
tados cuya lista viene en Torquemada.
t .-La "i~tJc de Sali J9~Mor~«to", escrita a ruego de los
indios de Xochimilco, debe haber sido compuesta antes de 15~1,
'-egùn los c&tcutos de Icazbalceta (5~). Aspira el senor G6mez
de Orozco haberla visto en
poder de un indio de Xochimilco,
apellidado Toledo; pero que no pudo lograr que le permitiera
tomar los datos para formular una buena noticia bibtiogran-
ca (52). No tenemos otros informes acerca del paradero de es-
te manustcrito.
2.–Et "Arte de la Lengua Af~nfOMO COM MM ~OCO&M~tO
/f~M~< que menciona Saha~n en el pr6!ogo de su 'W~/o-

XXXII
Wa", (54), !o hizo su autor en 1569, habiéndose sacado enton-
ces un trastado limpio de la misma obra. En ï~Sg fué redacta-
da de nuevo; pero ni de esa refundicion, ni del original anti-
Ruo, se han encontrado, hasta ahora, trazas ningunas.
3.-Los tratados sueltos que Torquemada menciona, son
los siguientes:
~DM&!fac«!M ~ero/n~nco del Simbolo de Quicumque t'H~
(de S. ~/CMftO)".
"Otra <~&!foc«!M del mismo Simbolo ~or manera de Did-
logo".
"PMttCOJ para ~M~M~ bautismo de los N?0~.
"Z.M~& M~tyt<Ma<
"LMA~ M~tn~M<
"Fof~M M~tn~M~
"E~~O M~tft<M<
"JE.f~M'~M<~ A~OM/ar ~~Mo".
"Escalera M~<n<M<
"/?c<~ de los casados".
"FyM~e espiritual".
"/Mt~JtM<CMfO del fM~HtMOMtO".
"Los J~OMJo~M~<M los Casados".
"Doc/ftM« para los 3fM<fo~
De los tres opûscutos para !os Casados, y de su retacion con
el "MoMMa~ Cristiano", nos ocupamos va al hablar de éste.
Afirma Icazbalceta que en el "CoMttMo Jc~ Cielo", de Fr. Mar
tin de Léon. dedarasc en lengua Nâhuatt el Simbolo de ~4/o-
<<<ïf!o, y p!ensa que tal obra bien puede ser la de Sahagun, de
la que Fr. Martin se aduenaria, haciendo !o propio que con su
"Co/<'M</ort'o" (54). De los otros tratados cuya lista hemos
transcrito, nada se sabe. Icazhalceta sospecha que, si efectiva-
mente escribio Sattagùn una "Doctritta para los 3/~co~ la
embeberia mas tarde en el XI libro de su tnonumental Histo-
ria" (55).

XXXIII
b) Otros escritos que se le hait atribuido o que
pudieran O~&M~~C.

Después del largo catàtogo de aqueUas obras que con cer-


teza sabemos que fueron suyas, resta mencionar otras que co-
mùnmente se le atrihuyen, y atgunas que parecen rclacionarse
con su "Historia".
i.–Le atribuye Boturini una "Dot/nMO" en once fojas de
pape! europeo, en figuras y cifras, la que mas tarde poseyô Au-
bin, como to afirma Rémi Siméon en los pretiminares de la tra-
duccion francesa de la "~ft.~ono", donde nos dice que "M. Au-
bin posséde de cet auteur (Sahagun) onxc feuilles de Doctrine
en figures et en chiffres, sur papier européen". (56).
2.–En algunos pasajes de su "Historia General" nos da
a entender Sahagun que también produjo, quizâs, algunos
Mft~'CMt/t~t" o Autos en lengua mexicana, como un excelente
medio para la catequizacion de los indios; pero hasta ahora no
se han hallado ninRunas piezas cuya paternidad pudiera atri-
btiirsele.
3.–Penafiet pubtico un interesante manuscrito, sin haber-
nos dicho dônde se guarda. ni como !o obtuvo. Es el que lie-
va el titulo de "J~M~/tM~ Tlatolli", y que constituye el tercer
cuaderno de su "Co!ecci6n de Documentos para la Historia
Mexicana". Otros "7f«~/<M~o~oMt" se conocen, también en
estado fragmentario, y son los que édité Fr. Juan Bautista en
1602, segùn atgunos autores, o en 1599, segùn otros. Et ver-
dadero autor de esta obra fué, de seguro, Fr. Andrés de 0!-
mos (57). No sabemos hasta que punto el texto manuscrito
que publicô Penafiet, y et editado por Fr. Juan Bautista, scan
una misma cosa, pues. por no haber en México un ejemplar de
esta û!tima obra, no ha sido posiblc compararla con la otra.
Es déplorable que no sepamos donde existe el documento que
Penaficl utitizo para su pubticacion, y que no nos dcjara de él
la menor noticia bibliografica, pues !o ùnico que se infiere por
et indice que alli transcribc (58), es que formaba parte de un

XXXIV
tomo VIII de no sabemos qué coleccibn (quizà, segùn se ha
dicho, de nuestro rico Archivo General) y que en cabeza de
él se hallaba la "t)octrina Cristiana" de Fr. Alonso de Moli-
na. Notable es t.
semejanza que entre el lenguaje del libro
VI y el de las anhriores "Piâticas" existe, y a veces las analo-
R<as son tantas, que cualquiera creeria que uno y otro textos se
deben a un misn-<t autor, mas !o que en realidad sucede es

que la fuente de donde bebieron ambos fué una misma.


4.–Aï tratar <!e la "PM~MtoJta CfM~OMO" nos referimos ya
a los "Cantares" que pubticô Penafiel, y cuya comp!!ac!6n se

atribuy6 a Sahagtm –aunque sin soHdo fundamento- por al-


gunos autores; vimos entonces que, aunque indudablemente los
conoci6, pues en ;u "Historia" nombra varios de ellos, (y son
éstos algunos de los que en la publicaci6n de Penafiet se cn-

cuentran), no hay muchas probabilidades de que entendiera en


co!eccionar!os, sino que tal empresa débese a un indio, como cier-
tos indicios !o sugieren (59). Se le ha atribuido también la
"Historia de los .~c.ncoMO~ por sus Pinturas" tan sôto porque
un poseedor de élla le da por autor a un "Fr. Bernardino".
Ya Icazbalceta refuté esa tesis, y no necesitamos, por !o mis-
mo, entretenemof en et!a (60). Existen, por ûttimo, en la
"Ayer Co!!ection', dos manuscritos con Evangelios y Episto-
las en mexicano, ()ue bien pudieran ser borradores o copias de)
"Et'OM~tont<Mt", han sido atribuidos a Molina el uno, y a Oroz
el otro, pero sin que ninguno de dichos autores tenga mejo-
res titulos que Saha)?ùn, a la patemidad de éHos (61). Suyo
seria también et d: idéntico asunto, que Icazbalceta menciona,
y que en la Biblioteca Nacional se gnarda (62). Otros pudie-
ran aqui listarse, {'ero ya urge que nos ocupemos de su obra
magna.

XXXV
III.-LA "HISTORIA GENERAL DE LAS COSAS
DE NUEVA ESPAÇA".

a) Los tM(!~M la ~M~rc-M.

Dos fueron los môvitea que imputsaron a Sahagùn en la


concepcibn y en la realizacibn de su vasta
empresa, y ambos
estàn bien claros en el "Prôtogo" y en la "Advertenc!a" que
encabezan su obra: fué uno el ceto religioso con que ansiaba
ta conversiôn de tos indios idolâtras at cristianismo, y et otro
fué la curiosidad tinguistica, el deseo de conocer los secretos
todos de una lengua tan bella como la Nahuatt, cuyo perfec-
to dominio, por otra parte, seria tan provechoso para doctri-
nar a tos naturales, desarraigàndotos de sus antiguas supersti-
ciones. Mal podrian los religiosos -pcnsaba Sahagûn– sen-
tirse seguros de la sinceridad con que abrazaban los indios el
cristianismo, si no estaban en condiciones -por falta de cla-
ros antécédentes– de poder distinguir la significaci6n recbn-
dita de una ceremonia de un cristianismo auténtico en tas apa-
riencias, pero saturada, en
ta realidad, de los antiguos usos y
creencias paganos. Mal podria el médico -es decir, el Re-
ligioso- curar a. sus enfermos -los idolâtras– sin conocer
a fondo et mal de que adolecian. Y por eso es preciso que re-
pitamos las palabras con que su obra se inicia:
"El médico no puede acertadamente aplicar las medicinas
al enfermo (sin) que primero conozca de qué humor, o de qué
causa procede la enfermedad. De manera que et buen médico
conviene sca docto en el conocimiento de tas medicinas y en
et de las enfermedades, para aplicar convenibtemente a cada
cnfermedad la medicina contraria. Los predicadores y confe-
sores, médicos son de las animas. conviene tengan experitia
de las medicinas y de las enfermedades espirituates. El pre-
dicador. y el confesor. conviene mucho que sepan !o ~e-
cesario para ejercitar sus oficios. No conviene que se descui-
den los ministros de esta conversion con decir que entre es-

xxxvi
ta gente no hay mas pecados que los de borrachera, hurto y
carnalidad, porque otros muchos pecados hay entre ellos.
Los pecados de la idolatria y ritos idotatricos y superstisiones
(sic) idoiatricas y agueros y abusiones y ceremonias idotatri-
cas no son aûn perdidos de! todo. Para prcdicar contra t'
tas cosas, y aun para saber si las hay, menester es de saber c6-
mo tas usaban en tiempo de su idolatria, que, por falta de no
saber ésto, en nuestra presencia hacen muchas cosas idotàtri-
cas sin que !o entendamos. Y dicen algunos, escusândotos, que
son boberia y ninerias, por ignorar la raiz de donde salen (que
« mera idolatria). Y los confesores ni se las preguntan, ni
piensan que hay tal cosa, ni ~o&CM ~~Mo~ para se /o ~~«M-
ïo~ ni aun !o entenderàn aunque se to digan; pues porque los
ministros del Evangelio que subcederàn a los que primero vi-
nieron. no tengan ocasion de quejarse de los primeros por
haber dejado a obscuras las cosas de estos naturales desta
Nueva Espana, yo Fray Bernardino de Sahagun. escribi do-
ce libros de tas cosas divinas. o por mejor decir idotàtricas, y
humanas y naturales desta Nueva Espana.
Tan palpable como el movil religioso en el anterior texto,
esta el intento lingüistico en este otro
"Cuando esta obra se comenzô, comenzôse a decir de los que
!o supieron que se hacia un colepino, y aùn hasta agora no ce-
san muchos de me que ~en qué termines
preguntar anda el ca-
f~MO.~ Ciertamente, fuera
harto provechoso hacer una obra
tan ûtit para los que quieran deprender esta lengua mcxica-
na. pero. no ha habido oportunidad porque Calepino sa-
c6 los vocablos y tas significationes de ellos, y sus equivocatio-
nes y metàphoras de la tection de los poetas y oradorcs y de los
otros autores. el cual fundamento me ha faltado a mi, por
no haber letras ni cscriptura entre esta gente, y ansi me fué
!mposi!)te haccr co/c~n~. Pero eche los fundamentos para (que)
quien quisiere, con facilidad le pueda hacer, porque, por mi in-
dustria, se han escripto doce tibros: de lenguaje propio y na-
tural, desta lengua mcxicana donde allende de ser muy gusto-

xxxvn
sa, y provechosa hallarse
escnptura: han también en ella, to-
das las maneras de hablar,
y todos los vocablos, que esta len-
gua usa: tan bien autorizados, y ciertos; como !c que escribiô
Virgilio y Cicerôn, y los demas authores, de la lengua latina.
Van estos doce libros, de tat manera trazados, que cada plana,
Heva tres columnas la primera, de lengua espanola la segun-
da, la lengua mexicana: la tercera, la dectaraci6n de los voca-
blos mexicanos: senalados con sus ci f ras".
En otra parte de la obra se define aùn mas el intento lin-
gu!stico, como cuando dice:
"Es esta obra como una red barredera para sacar a luz
todos los vocablos desta lengua con sus propias y metaphôricas
significaciones y todas sus maneras de hablar".
Para extirpar, pues, las idolatrias y supersticiones antiguas,
por una parte, y descubrir, por la otra, los mas intimos secre-
tos de la lengua- a fin de ser capaz para penetrar en la psi-
cologia indigena y como utilidad pràctica de ésto acertadamente
desempenar el ministerio de la confesion– para ésto era
para to que Sahagùn llevaba a cabo su magna empresa. Pero
al realizarla sucedio que se fué poco a poco interesando en mu-
chos temas, cuya discusiôn habia provocado con fines puramen-
te tinguisticos, y vino asi a resultar una amplia descripciôn aûn
de aquellos asuntos que a su celo religioso poco o nad impor-
taban.

b) El plan de la obra.

El
primitivo plan de la ohra debe rastrearse, naturalmente,
en los "PntMfro~ Mc~MonofM", el manuscrito que redactb Sa-
hagùn en T~c~Mfco y que contenta en embribn los temas todos
de su "Historia General". C~atro partes integran ese preli-
minar estudio, tas cuates tuego se sutxUviden er p&rrafos. Las
partes, !!amadas "capitulos", son las sigu<entes:
Dioses (Teteo).
Cielo e infierno (Ilhuicayotl iuan Mict!ancayot!).

XXXVIII
Senor!o (Tiatocayott).
Cosas Humanas (Ttacayott).
Cada une de estos cuatro capitulos se convirtib después en
un Libro, al terminarse la redacci6n del MS. de Tlateloko, que
conocemos hoy por la edicion de Troncoso (63) y fué enton-
ces cuando se anadiô, como Libro Quinto, la extensa "Historia
Natural", en el plan primitivo
que no aparece. Lo que en T'&t-
teloko, hasta
1565, constituia el Primer Libro, es en nuestras
ediciones un terceto (I, II, III); a otro anatogo equivale el
Segundo (VII, IV, V) a un par el Tercero (VIII, IX), y
s6!o el Cuarto (X) y el Quinto (XI) no se subdividieron. Ha-
bra notado el lector la ausencia de otros libros los de la "Re-
t6rica" (VI) y de la "Conquista" (XII), que no se encuen-
tran en los C6dices Mo~n~M~M, y que tampoco se incluian
–segûn sospecho- en aquel antiguo plan de la obra. Sabe-
mos por nota de su autor, al fin del Libro VI, que éste conta-
ba, en 1577, treinta anos de haberse escrito (~ ï547? o 1548?)
pero es probable que hasta mas tarde, al residir en México, (c.
~565), pensara incluirlo en su "Historia". Fué en esta capi-
tal, por ese tiempo, cuando empezô a escribir el Libro XII, y
anos después habria de reformarlo.
En aquellos tres anos en que, residiendo en México, se ocu-
t)6 Sahagùn en "pasar y repasar a sus solas" todos sus manus-
critos, sufrieron éstos varios y sucesivos ordenamientos: Comen-
xose por dividir en tres (-1. II, III) el primer Libro, y por cam-
hiar en IV el Segundo (64), en VI 11° el Tercero, en Vo et
Cuarto, y en VF el Quinto, anadiendo luego el de la "Retorica"
como Vil" (65), y el de la "Conquista" como IX*' (66); fué
esta la primera révision de México, en que la obra constaba de
9 libros. Hizose luego una segunda, en que los tres sacados
det Primero, siguieron, por su orden, al principio de la "Histo-
ria" el Cuarto (antes Segundo), que no se habia partido. dio
origen también a tres; el IV (hoy V II), el V (hoy IV) y el
VI (hoy V); del Octavo (antes Tercero) sacaronse soto dos
(VIII y IX); el Quinto (que fué antes Cuarto) cambiose en

XXXIX
X, y el Sexto (que fué antes Quinto), volvi6se XI; la "Re-
torica" qued6 como VII, y !a "Conquista" como XII. Vi-
no después a hacerse un nuevo arreglo, y quedaron los libros
en su orden definitivo, que es el del C<MM*<*de Florencia y de
tas ediciones que de su texto en espaiiol se han hecho.
Las distintas modificaciones que sufrié el primitivo plan
de la obra, han sido indicadas en la tabla adjunta, y ella darà
al lector una noci6n mas clara de to que anteriormente se ha
explicado. Por medio de élla se haran palpables los evidentes
progresos que, para su mayor perfecciôn, fué sucesivamente su-
friendo aquel esquemàtico plan primitivo, y que nosotros pu-
dimos descubrir, después de fijamos c6mo, al fin de cada li-
bro, Sahagûn le asignaba el orden que en cada ordenamiento
le correspondia, y al ocurrir otro, testaba el anterior (67).

c) El Método en la 7MfM~OCt~M.

Del excelente método


que emple6 Sahagûn al emprender las
investigaciones necesarias
para la formacién de su "Historia"
nos ocupamos ya, someramente, en el Exordio con que esta
"Introducci6n" se inicia. AI referimos, en los siguientes pa-
rrafos, a tas varias etapas que en la confecc!6n de aqué!!a se
reconocen, tocaremos tambtén algunos puntos que con tal tM~-
todo se rehcionan. No habra, por !o mismo, n<'ces!dad estric-
ta de que nos detengamos ntàs en este asunto.

d) Las varias ~o~<M en la claboraci6n de la "Historia".

El propio Sahagùn, en el Protogo alsegundo libro de su


"Ilistoria", nos proporciona los mas precisos y
pormenoriza-
dos datos acerca del desarrollo de sus pesquisas y de la redaç-
ci6n de sus manuscritos. Nos refiere ahi c6mo, habiendo re-
cibido una orden expresa del Provincial para que escribiese en
lengua mexicana !o que le pareciese "utit para la doctrina, cul-
tura y manutenencia de la cristiandad de estos naturales de es-

XL
TABLA DE LOS SUCESIVOS ORDENAMIENTOS DE LA "HISTORIA"
PLANES DE MEX)CO 156:.69
P<M d. T<p<px)co, Pt<n de T)<t<!e)ee
155t. 60 1564.65 I~.PttM :e.P)<t) n 3M.Phnt n
u_ de de de
"Ptl
"P~.t..M.,M~
M 1l "I..jl
"CM!c..M.Mt. México México M4.:«~.<)

1 =Lib. 1 =Lib. ï
f=L)b.
ter. Cap.: "Dioses" =Libro Primcro. < =!<ib. II Lib. II =Lib. II
(r<<-o) (~IJb. III ==L;b. III =Lib. III

IV =IJb. VU I
C =!Jb.
2°. Cap.: "Cielo e in- =Libro Secundo. =L:h. IV =Lib. V =Lib. IV
(t)
fierno". =Lih. VI =Lib. V
(/~Ktf<!vn~
~MM 3/<f-
//onf<<YO//)

..c = T 1 )ro T = T_1..t. ~t~


VIII < =Lih. VIII =Lib. VIII
~cr. Cap.: "Senono =Ltbro Tercero.
ert'ero. =Lth. –Tt.
< _1 J.
f =Lth. IA 1==Ltb. IXtv
iX
(7/c/ocJy<)

4". Cap. "Cosas huma- =ÏJhro Cuartn. =Lib. V =Lib. X =Lib. X


nas".
(7'/o<o//)

=!Jhro Quinto: =Lih. VI ~L;b. XI =I.ih. XI


"Cosas natnratcs".
(r/o//<'f~f<). LihrnV! =L)b.V!I =!)). VI
"/<'<<!nfo Y Fi-
/~M~<t .~<'ro/

I.ibro IX: =Lib. XII =Lib. XII 1

"Co~~t.

( t ). '~o.tr la t~/<ï 64.


–t- –M.

El orden actuat –fjuc data de! '~n~M~n/o </<* !5~Q"– esta indicado en la
uttima cotumna y sera faci! encontrar las correspondencias en ntanuscntos
anteriorcs de la "<.f/ono", hasta He~ar al plan siniptictsimo de <os "n'wff~
/t/('M!fr<n/<t".
ta Nueva Espana, y para ayuda de los obreros y ministros que
los doctrinan", redact6 una "minuta", en lengua castellana, "de
todas las materias que habia de tratar" –"que fué !o que esta
escrito en los doce libros, y la postilla y cdnticos"- y, trans-
tadandose a Tepepulco (1558), reunio alli a los principales y
al Senor de ellos, y tes comunicb sus propositos, pidiéndoles
que le proporcionasen los mas habites y autorizados informan-
tes, "con quienes pudiese platicar y le supiesen dar razon de !o
que les preguntase". Después de algunos dias le fueron su-
ministrados, y con ellos, y con cuatro discipulos, que ademàs
de su lengua y de la castellana conocian la latina, a
empezo
trabajar en la e!aborac!ôn de su "Historia". Los indigenas de
7'co le comunicaron sus informaciones por medio de pin-
turas, y al pie de ellas escribieron la explicacibn correspondien-
tes los estudiantes "latinos". Después de trabajar asi, duran-
te dos anos (1558-60), en aquel puebto, fué mudado Sahagùn
al de Tlatelolco, y alli reunib también al got)emador y a los al-
caldes, en demanda de ayuda para su obra, y ellos entonces le
"senataron hasta ocho o diez principales escogidos entre todos,
muy hâbues en su lengua y en tas cosas de sus antigua!!tas, con
los cuales, y con cuatro o cinco colegiales, todos ~/tM~«<'y, por
espacio de un ano y algo mas encerrados en el Colegio (~156!-
62 ?), se enmendô de claro, y anadio todo to que de Tepepulco
traje escrito, y todo se torno a escribir de nuevo de ruin letra.

porque se escribi6 con mucha priesa" (ï 564-65 ).Habiéndose!c


llamado después a México, vino a habitar en el Convento de
San Francisco, y en él, durante tres anos (1565-68), pasô y r<.
paso a sus solas sus escrituras, y tas tomo a enmendar, dividién-
dolas en doce libros, y cada libro en capitulos, y los capitulos
en p&rrafos. Terminados los tres sucesivos ordenamientos que
entonces se !nc!eron, y a tos que va atrâs nos referimos, empe-
zôse a sacar de los borradores, que contenian tan s6to el tex-
to Nahuatt, una definitha copia en limpio (1568-60) y al es-
cribirla anadieron y reformaron mucho sus amanuenses mexica-
nos, acomodandola mas a sus tradiciones que a las de los tlate-

XLI
lolcas y de los tepepulcas. Concluida la copia, pidiô Sahagûn
que tres religiosos !a examinasen y que en el definitorio expu-
siesen qué tes parecia; hizose asi, e informaron los peritos que
cran aquéttas "escrituras de mucha estima, y (que) debian ser
favorecidas para que se acabasen". Pero como algunos de los
definidores estimasen contrario al voto de pobreza el que se pa-
gara a amanuenses por escribirlas, mandaron at autor "que des-
pidiese a los escribanos, y que él s6!o escribiese de su mano !o

que quisiese en ellas; el cual, como era mayor de setenta anos,


y por temblor de la mano, no pudo escribir nada. y asi estu-
vieron tas escrituras sin hacer nada en ellas mas de cinco anos"
(!57~-75)- Para colmo de males se tas tom6 el Provin-
cial, Fr. Alonso deEscatona, "derramândotas" por la Pro-
vincia (<iï57ï?); y s6!o hasta mas tarde (<!i573?), gracias al
Comisario Navarro, togrose, con "censuras", recuperar los ma-
nuscritos, que luego fueron devueltos al autor de ellos.
HabiaSahagùn redactado, en i57o, un extenso "Sumario"
de todos los doce libros,y, al entregarlo a Mendieta y a Fr.
Miguel de Navarro, que iban a Espana pam asistir a un "Ca-
pitulo", esperaba con ello que se attanasen obstaculos para la
publicacibn de su obra. Con anàtogos iines y –segùn parece-
por el mismo conducto, habia enviado a Roma otro "~MMano"
mas corto, y en él dedicaba su obra al Papa San Pio V, cosa
en la que mas tarde !o imitaria Bustamante -pero sin sospe-
charto– al ofrecer su edicibn al Papa Pio VIII. Conocemos
hoy esteùttimo resumen
(68), mas nos
faltan mas datos acer-
ca del primero.
Vino en 1575, con cargo de Comisario, un Superior com-
prensivo -Fr. Rodrigo de Sequera- quien se interesô por su
obra tan decididamente, que le otorgo franca ayuda para que la
terminase (69). Se pudo asi escribir de nuevo toda la "His-
toria", concluyéndose entonces su texto castellano, que apenas
se habia iniciado, y disponiéndola en dos columnas, que respecti-
vamente correspondian a las dos lenguas en que se hallaba es-
crita. Se terminb esta redaccibn en 1577, pero, apenas conclu-

XLII
ida, sobrevinieron nuevas desgracias para aquella obra, pues, en-
terado el Consejo de Indias de que Sahagùn tenia escritos
va-
rios vo!ùmenes en lengua Nahuat!, sobre costumbres antiguas
y ritos idbtatricos de los indtgenas, tuvoto por peligroso para
éstos, y prestamente ordeno recogerlos (1577-78). Sattagùn
entreg6 al Virrey, segùn parece, el texto Nahuat! que habia con-
cluido en ts6o, y con el cual tal vez iba una versibn espanota
apenas comenzada. Exigiôse mas tarde que se entregaran tam-
bién todos los originales y copias que de su obra existiesen; al-
go, a pesar de todo, hubo de conservarse, puesto que pudo Sa-
hagun –pasados algunos anos– rehacer, en parte su obra (70).
Otra copia de ésta -la que iba "muy historiada"- !!ev6se con-

sigo a Espana Fr. Rodrigo de Sequera, y es –a juzgar por


tas senas– la misma que hoy se conoce por "C<Mtr~ Florentino".
En el ano de ~585, y al mismo tiempo que se ocupaba en
la reconstruccion de su obra, hubo de reformar Sahagùn el li-
bro de la "Conquista", en el que -segùn dice- se habia inc*
rrido antes en algunos defectos, porque "atgunas cosas se pu-
sieron en la narracion, que fueron mal puestas, y otras se ca-
ttaron, que fueron mal calladas". dispusoLo entonces en tres
columnas: iba en una "et tenguaje indiano, ansi tosco como ellos
!o pronunciaron y se escribio entre los otros libros"; era la se-
gunda una "enmienda de la primera, ansi en vocabtos como en
sentencias", y estaba en romance la tercera, "sacada segun las
enmiendas de la segunda" (71).
Tales fueron los mas importantes pasos para la formacion
de la "Historia", y tales también tas mas significativas vicisitu-
des que hubo de sufrir esa obra.

e) Los tM<!M<wn/<M.

Con los informes mismos que Saha~un proporciona, no es


una labor dificil identificar sus manuscritos. Vamos a ocupar-
nos de ellos por su orden cronolôgico.
l.–E! mas anti~to de todos, en opinion de Chavero, tuvo

xï.ni
que ser la "xn~M/a" con la que p!ane6 su obra; mas, no estim&-
mos preciso el remontamos tan tejos, y volveremos los ojos al
borrador de Tepepulco, que contenta las pinturas que los an-
danos suministraron, las que !!evaban a un lado (72) su expli-
cacion respectiva. Tal documento se identifica con los "Pn-
wcro~ Memoriales", que estân en el tomo sexto de la edicion
de Troncoso, y son un simple bosquejo de !o que seria la "M-
toria", puesto que varios asuntos que en el definitivo texto ocu-
pan largos capitulos, se tocan en aquéllos en forma esquemà-
tica hay sin embargo, algunos tôpicos que en el de Tepepuko
se encuentran, y que después ya no se hallan en manuscritos pos-
teriores (73). Ya en este primer esbozo adviértese muy clara
la preocupacibn tinguistica, y asi !o comprueban los extensos

catàtogos de nombres de parentesco, o de partes del cuerpo hu-


mano las "nominas" de "malas mujeres" y de "hombres ma-
los" los "modes de cortesia y de vituperio" entre plebeyos y
entre nobles, las "amonestaciones de los magistrados al pueblo",
y aun las pequenas listas en que se dan los nombres de las prin-
cipales dolencias y de sus acostumbrados remedios (74). Saha-
gùn escribi6 esta obra en 1550-60, y la conservaba aùn veinte
anos mas tarde (75). Troncoso la encontrb incluida en uno
de los "C<<c~ ~fo~n/f~M". y pudo poner en orden las ho-
jas --que en varios lugares de este manuscrito estaban inter-
poladas– arregtândotas, para su edicion. en forma correcta
(76). Seler aprovechô de este texto varios capitulos, que co-
mentb y tradujo (77), y que muchas !uces le dieron sobre la
Retigion Azteca. Otra parte hemos traducido nosotros, y esta
nuestra version incdita.
2.-Cuando compara uno la forma tan <t«'M<d/tfo en que
se tratan los asuntos de que se ocupan los "P~M~r~ .t/cwono-
les", con aquélla tan o~ta con que se nos habla de ellos en
aquel manuscrito que abarca la mayor parte de los "CMtCM Ma-
fn~tM~ -y al que en seguida habremos de referimos– t!é-
gase necesariamente a la conc!usi6n de que cxistio, sin duda,
otro borrador que fuera a modo de transicibn entre el prime-

XLIV
ro y este û!t:mo. Tal vez at redactar éste, fuéronse interca-
!ando en ét –en los lugares
correspondientes– algunas hojas
del manuscrito "transicional", tas que no fueron rehechas, por
considerarlas correctas. Hemos encontrado algunas que fue-
ron, sin duda, de estas (78). Este primer borrador se redac-
tô, quizas, en 156~-62 (79), y bien podria !tamârse!e: "~KM-
dos AfcMtono~f~.
3.–De 1564-65 data el "Jt~oMMJcn/o de Tlatclolco", y el
que Hamantos asi, ocupa -casi totalmente- los dos vo!ùme-
nes (séptimo y octavo) de la edicibn de Troncoso, en los que
fueron publicados los ~C~tCM 3/o~n~M~M". Se nota desde
!nego que faltan alli los libros sexto y duodécimo (80), y ello
podria explicarse suponiendo que –como ya se dijo- ni el
uno ni el otro entraron en el primitivo plan de la obra. Ya
atràs se h dico también que este manuscrito estuvo original-
mente dividido en "capitulos", que luego pasaron a ser "ti-
hros", y se expHco, a! mismo tie'npo, como -gracias a un mi-
nucioso es'udio de las tachaduras que nay al final de los li-
hros– put.osc reconstruir la serie de sucesivos ordenamientus
(lue todos ellos sufrieron, hasta quedar cada uno en el !u~ar

que hoy le toca. ï~os !ibros fueron


entonces divididos en ca-

pitulos, y los capitulos en pàrrafos;


y a esas divisiones y sub-
divisiones corresponden, precisamente, los epigrafes y apostiHas
o notas marginales, de letra de Sahagùn, que abundan en este
manuscrito, y que en él fueron puestas cuando su autor "paso y
rcpas6 a sus solas" sus <crituras (1565-68). Creia Icazbalceta
que los libros X y XI de los "C<Mtf<~ .Vo~n/cn~M" cran "indu-
<!abtemcnte una
parte del manuscrito de México, hecho en 1560
(8ï), y basat~a tal opinion en el hccho de que en algunas de las

paginas del Libro decimo, se observa la division en tres columnas.


pero nosotros pcnsamos que aun estos dos libros fueron escritos
en Tlatelolco, y que de to copiado en México. en la fecha indica-
da, casi nada se conoce (82).
Los "C6dices Jtfo/n/~MM"–en los que esta contenido el "3/o-
MM~n~o Tlatelolco- son el de la Real Academia de la His-

XLV
toria (que comprende los libros VIII, IX, X y XI), y e! de la
Biblioteca del Real Palacio. Este ùttimo encierra los libros I, II,
III, IV, V y VI, que en nuestras ediciones corresponden .retpec-
tivamente, a! I, II, III, VII, IV y V, segùn 1o que ya se dijo al
hablar del plan de la obra. El primero de estos eôdices fué adquiri-
do por la Academia de la Historia en 1762, e Icazbalceta relata las
circunstancias de ese hattazgo (83). Consta de 342 fojas de las
cuales algunas pertenecen a los "PnutcrM ~f~ttono~" (84)-
y lleva el disparatado titulo de "Obras de Sor Maria de la Anti-
gua". El segundo tiene 303 fojas, y las numeradas del 25o al 303,
asi como algunas otras, corresponden también --como en el caso
anterior- at "MaMM.fcn~o T'M/fo". Ignoro en qué cir-
cunstancias vino a ser adquirido por la Biblioteca del Real Pala-
cio. Troncoso remedié en su
-aunque edicion
no 1o dijo- el
desorden con que ambos codices estaban encuademados.
Et ten{;uaje de este MS. es mucho mas correcto –en opinion
de Troncoso- que el que en et CJchcf de F/o~MCM hallamos.
Débese el de éste a los /<'nof/tco~ y el de los Mo<n~MM a tlaltc-
lnlcas y Mrfocono.t (85).
4.-Debemos tratar ahora del .UaHM~cr~o de i56(). qoe iba

dispuesto en tres columnas "la


primera de lengua espanola la

segunda (en) la lengua mexicana; la tercera (con) la decla-


raciôn de los vocablos mexicano~, senatados con sus cifras"

(86). Precisamente en csa forma encucntranse los ~/<'Mtono-


con
cscolios", que pubtico Troncoso al fin del tomo VI de
su edicion facsimilaria, y que contienen fragmentos del libro

séptimo y del décimo (87) hay, en la primera pagina de to

que corresponde al séptimo, una importante nota que dicc: "De


la manera que cfta efte (luaderno adc ir toda la obra", y este
nos hace concluir que, si acaso no fueron estos fragmentos par-
te integrante de la copia de 1560, sirvieron, a to menos. como
una muestra o modelo para la misma. Et texlo castellano de
ella estaba apenas iniciado por esas fechas, y este explicaria por
qué el "5'Mwano" que envi6 Sahagûn a Roma en 1570, s6to

XLVI
contiene los dos
primeros libros. Hàttanse el 1 y el V en los
"Mone/~ en M~o~ publicados por Troncoso al fin de
su tomo séptimo, y no sabemos si acaso datan de estas mismas
fechas, o si se trata, tan soto, de posteriores "translados".
Dicenos Sahagitn que al irse sacando en limpio la copia a
que nos referimos, anadieron a ella muchos datos -y <:orri-
~ieron otros- sus amanuenses ~noc/tca~. Aun en el '~oHM.t-
crito de f/o~Mco", hay adiciones de esta clase, y hàHanse al-
~unas de estas en las primeras fojas del libro VIII, sirviendo
alli para fijar la duracion de los reinados de los tecuhtlis azte-
cas, y habicndosido tomadas"de la relation que dieron los te-
nuchcas al canonigo Juan goncales en pintura y en escripto", re-
!aci6n que quizà no era otra cosa que el "C<Mtfc A/CMt~oct-
no". (88).
FI texto nahuat! de 1569 era. sin
duda, el mismo que fué
vaciado después a la copia de Sequera, a la cua! se le conoce
por "CMtCC de F~orcMCto".

5.-De los dos "yMtMonM" Sahagùn


que envio
a Europa.

quédanos el que dedico al Papa Pio


V, que fué encontrado en
el Archivo secreto del Vaticano, y publicado por el P. Schmidt
en et T. I. de la revista "Anthropos". Contiene este resumen
sôlo dos libros, que corresponden precisamente al primero y se-
cundo de nuestras ediciones: encierra el secundo -hecha abs-
traccion de sus muchas variantes- aproximadamente el mis-
mo texto de los to capitulos iniciales de! lihro respectivo, se-
)?ùn la edicion de Bustamante, y va to habia sospechado asi el
fino investigador Troncoso (89). Comprende el primero no
de los en
sôto datos que se hattan en et libro de iguat orden
nuestras ediciones. sino también temas de otros de la misma
obra (90). En la pubticacion del P. Schmidt –atrâs aludida-
sôto se dio a conocer el texto del primer tihro de aquel "Suma-
rio", pero se anotaron todas las variantes que presenta el se-
gundo, al compararsele con la edicion mexicana. Los dos resti-
menés de que tratamos fueron escritos en ïS~o. y et que se

xLvn
guarda en Roma quedo concluido el 25 de diciembfc de ese
ano.
6.-La copia de
Sequera, en la que los doce libros, muy
"historiados", estaban escritos a dos columnas –castettana y
nàttuatt– y repartidos en cuatro
infolios, ha sido bien identi-
ficada con el
"C<!<f«'<* f/orcM/t'MO", del que diô noticia, desde
1793, el bibliotecario Bandini, haciendo notarque ya en esa cpo-
ca, formaba s6!o tres cuerpos, en vez de los cuatro de que Saha-
j~ùn nos habla (91). Troncoso pudo mas tarde examinâr!os y
copiartos, y dispuso entonces para la imprenta su espléndida co-
p!a manuscrita, distribuyéndoia correctamente en cuatro tomos
abarcaba el primero los cinco libros iniciales: iba el VI en el se-
gundo el VII, VIII, IX y X, en tcrcero; y el XI y XIT en el cuar-
to. Las numerosisimas pinturas –hechas, quizà, por Agustin de
la Fuente, y muy influenciadas ya por la cultura europea (92)–
encuéntranse en aquel côdice interrumpiendo el texto en que se
habla de ellas, y fueron impresas aparte, y con sus colores pro-
pios, en el tomo quinto de la edicion de Troncoso. Los cuatro
anteriores no fueron publicados, pero el Museo conserva los
dos primeros de la citada copia manuscrita, y busca con ahin-
co los dos que faltan y cuyo paradero se ignora.
No estamos -a pesar de !o arriba dicho- enteramente se-
~uros de que la "c~ta Troncoso", tan fiel y tan esmeradamen-
te hecha, corresponda, en verdad, a los dos textos -nahuatl y
castellano- del C~~tcc de F/orcMfto. Aunquc Troncoso no te-
nia en mucho la calidad ten~uaje del na!u<att
con que esta es-
crito –considcràndoto "rudo" y "de pronunciaciôn mas difi-
c: nos consta que !o copio alli, y que senato sus variantes
tespecto a los "C~~tc~ ~fa~n'/fn~.t"; pero la duda subsiste
acerca de si el texto castellano de Florencia, --que para su pro-
yectada edicion pensaba "descchar absolutamente", utilizando
en vez de él "el del CMtfc co~oMo de Madrid"- fué, a pe-
sar de todo, vaciado en aquella copia, o si tenemos en ella aquel
preferido texto matritense (93). Varios indicios parecen apo-

XLVin
has-
yar la primera hipôtesis (94), mas no estaremos seguros
ta tener fotocopias del "CMtf~ Florentino".
Et "CMtC~ castellano de Madrid", a que Troncoso se refie-
re, es, sin duda ninguna, aquella antigua copia que Juan Bau-
tista Munoz, provisto de una Real Orden, se hizo prestar por
los franciscanos de Tolosa, y que después (1801) tué cedida
la biblioteca del monarca, quien -a cambio de ella- dio
para
a aquellos religiosos un modemo translado que se tom6 de la
misma, y el cual pereciô mas tarde -segùn parece- al incen-
diarse el convento durante la intervenci6n francesa (95). La

copia antigua fué luego donada por el Rey a la Academia de la


Historia, que hoy la conserva: "es un tomo en folio. letra
clara del siglo XVI. tiene. 682 pâgs. y comprende do-
ce libres de la ~t~ono, en castellano sotamente" (96). Pare-
ce que de esa copia saco la suya, en 1793, el coronel D. Diego
Panes, y de este nuevo translado sirviôse Bustamante para su
ediciôn de la "Historia", viniendo luego a poseerla nuestra Bi-
blioteca Nacional. Otra copia del texto de Tolosa tué la utili-
zada por Kingsborough, para la pubticaciôn de su obra (97).
Volviendo ahora al ~C<!Jtf~ Florentino", comprenderà el
lector que en realidad proceden de él todas las ediciones que de
la "Historia" se han hecho. Sabemos que se fonno aquél de
fines de 1575 a principios de ï577. Los dos primeros libros
datan, quizâ de 1575, y todos los otros –excepte el sexto-
fueron escritos en 1576, mientras Sahagûn veia morir a milla-
res lasdesdichadas victimas de la terrible epidemia que sobre-
vino en ese ano. Principiaba el de 1577 cuando se termine
la copia del libro sexto, y, casi enseguida, expediase por parte
del Consejo de Indias una Real Cédula. merced a la cual se le
despojaria de sus inestimables manuscritos (98).
7.-Varios anos después de terminada la "Historia", em-
prendiô su autor, en el de 1585, la tarea de revisar de nuevo
et libro de la "Conquista", porque "se pusieran en et algunas
cosas que fueron mal puestas, y otras se callaron, que fueron
mal calladas". Iba ese libro dispuesto en tres columnas "La

XLIX
primera es el tenguaje indiano asi tosco como ellos !o pronun-
ciaron. ï~a se~unda. es enmienda de la primera, asi en vo-
cablos como en sentencias. La tercera cohnnna esta en roman-
ce, sacado segùn las enmiendas de la segunda columna". Hicié-
ronse de este libro varias copias (99), y una de ellas, rubri-
cada por Sahagun, fué quizas la misma que, tras muchas vici-
situdes, paso a poder del Conde de la Cortina, quien la trajo de
Espana a México en 183.2, y se la presto a Bustamante para
que fuera publicada. Ya éste habia hecho imprimir antes el li-
bro de la "Conquista" -pero sirvicndosc del texto del manus-
crito de Panes- y en i84o di6 a conocer la reformada copia,
dândo!e --como !o acostumbraba- un titulo inadecuado (100).
Paso después esta
copia a la propiedad de Chavero, y al disper-
sarse la biblioteca de éste, fué vendida en Europa junto con
sus otros libros. En ï~~g la tenia en venta una libreria de Bar-
celona, y pretendia por ella el precio de ï 5,000 pesetas. (i0ï)
Hay que recordar, por ùttimo, que en la misma época en
que se reformaba asi aquel "libro dozeno", desordenaba Saha-
gun los otros once de su obra, componianse de nuevo el ~4~-
te ~JtMMo~ono'* y el "C~Mt/o~o", y refundiase todo e!!o en
e! "~oco&M~ono 7'n~!<yMC".

f)Z.<M<tc<oMM.

Toc6 a Lord Kingsborough y a Bustamante la senatada


honra de ser los primeros y simultaneos editores de la gran
obra sahaguntina. Use el Lord inglés una copia sacada del MS.
de Tolosa (ï02), y la pub!ic6 en sus "Antiquities of México",
dividiéndola desacertadamente en dos partes: todos los libros,
excepto el VI, fueron incluidos en el tomo VII de aquella obra,
mientras aparecia en el V el libro separado. Faltan en esa edi-
ci6n –!o mismo que en la del mexicano- los himnos o can-
tares a los dioses, !os que tampoco se encuentran en e! MS. de
Panes, del que se sirviô Bustamante para hacer la suya. No
induyc la de Kingsborough el apéndicc al primer libro –de!

L
que la otra nos da una parte- pero es, a pesar de todo, la me-
nos incompleta.
Utiliz6 Bustamante para su
empresa el manuscrito de Fa-
nes, copiado del de Tolosa. Talcopia sirvi6, sin duda, de ori-
ginal para la imprenta, y testé en ella misma todo to que le
plugo, hizo frecuentes alteraciones, suprimi6 varios parrafosy
aun élimine un capitulo. L!en6, ademas, su ediciôn, de notas
impertinentes, prodige advertencias innecesarias y aiiadi6 su-
plementos inoportunos. Hay que reconocer, a pesar de ello,
que -antes que nadie en México- supo apreciar la 'WM~o-
rio", y que, para darla al pûMico, hizo grandes y muy loables
sacrificios (103). Otra ediciôn espanota es la de Don Ireneo
Paz: consta de 4 pequenos tomos y fué impresa en México en
'890-95 (104)
Existe una estimable traducci6n francesa –tomada princi-
palmente del incorrecto texto de la de Bustamante– y el mé-
rito mayor de aquétta son las profusas notas lingüisticas, el
indice alfabético de voces nahuas, y la importante introducci6n,
dividida en dos partes: de Jourdanet la primera, y de Siméon
la segunda. La obra satio attâ impresa en ï88o, y ha sido para
los investigadores un libro de los mas utiles (ïos).
Hay, asimismo, una traducci6n inglesa, la que hasta hoy
s6!o abraza los cuatro primeros libros. Fueron vertidos éstos
por la Sra. Fanny Bandelier, y la puMicacion se hizo en Nash-
ville, en!032. Incluye la traductora alli una Bibliografia de
Sahagun –version del texto de Icazbalceta- y no hace men-
ci6n explicita de que traduce obra ajena (ïo6).
Hay que dar cuenta también, de una edici6n alemana, y es
ésta m&s importante que todas las anteriores. Es una version
directa –aunque tan soto parcial-- del texto nâhuatl de la
obra, y débese tat version al mexicanista Seler. Lleva por titu-
!o el de '~tMt~c Kapitel OM~ dem C<fcA<f/wr~ t/M Fray Ber-
nardino de
~cAo~tÏM", y se pub!ic6 en Stuttgart en 1927. Esta
traducido alli todo el duodécimo libro, y hattanse también en
ella la mayor parte de otros, y fragmentos de mas. La
algunos

LI
traducciôn es fidetisima y –cornu de Seler podria esperarse-
es un trabajo magistrat. Se utilizaron para ella los "C6dices
.Vo~nffM~M", pero aun en mayor escala se hizo use dcl "Flo-
rentino" (107).
Réstanos, finalmente, la magnifica edicion proyectada por
Troncoso, de la que s6lo una parte hubo de realizarse. Los
pla-
nes que para ella se habia
trazado, sufrieron al fin varias mu-
dificaciones, como to harâ saber un estudio cuya pubticacion
se halla proxima ( io8). Pensaba editar Troncoso, en los cinco
primeros tomos, el texto bilingue del "CMtcc F/offM~MO",
acompanado de sus laminas ( 100) iria en el sexto un estu-
dio de todos los
Matritenses, yendo enseguida los textos de los
"Pnwcro~ M~Mtono/M" y de los if JI e,oriales con escolios";
hallarianse en el séptimo y en el octavo los C~tf~r Matritcit-
ses del Real Palacio y de la Real Academia de la Historia
-que juntos forman et ~fanttKTt~o de Tlatelolco"-e irian
con ellos los "<'M<ono/M ft
M~eMO~ que s6!o abarcan los ti-
bros primero y quinto. Otros votumenes se seguirfan, de cuyo
objeto no estamos ciertos. Ltevose a cabo la proyectada publi-
caciôn, saliendo a la luz pûbtica los tomos V, VI, VII y VIII,
y quedando sin editarse los cuatro primeros (1, 11, III y IV).
Del sexto faltô una parte, y es ésta el anunciado estudio de
Troncoso sobre los "C<M<cM 3/o<n~«. Fatto, ante todo, la
traducci6n, que habia emprendido este sabio, y que abarcaba
toda la obra. Nadie como él la hubiera podido llevar a cabo, y
es una tastima que no !o hiciera. Proyecta ahora nuestro Mu-
seo completar ta ediciôn, que Troncoso planeara, y le servira
para ella su hermosa copia manuscrita.
El libro de la
"CoM~MM~o" ha sido editado aparte en tres
distintas ocasiones: la primera en !82o, la segunda en 1840, y en
ambas hizo la pubticaciôn Bustamante; la tercera fue cuando en
1020, hizo to mismo nuestra Universidad Autônoma. Aquel !o
habia publicado antes de dar a la luz pûbtica la 'W~ono", y
al imprimirlo de nuevo -usando el texto reformado- cambi6
et verdadero titulo por otro de su cosecha, y asi le otorgo por

LU
nombre: "La /<~onctOM de Nuestra Seiora de C<M~e/«~, de
J~~M'o"~ utHtzando este libro para comprobar tal hecho.
Son estas las ediciones de que hasta ahora tengo noticia, y
no me ocupo de dar detalles, ni de senatar defectos, porque en
todo ello entiende persona bien informada. Ella aportara, sin
duda, los datos que aqui he omitido.

g) O&J~fMMtOMM COMt~tMMfOfMJ sobre la "Historia"

Ya en nuestro "exordio" expusimos algunos datos someros


sobre el caracter de la obra, y trataremos ahora otros capitaks
temas: ~Qué parte toc6 a Sahagûn en la e!aboraci6n de su
'J~Mtono"? ;Qué parte tienen los indios en la confeccion de
ella ?
Evidentemente, la concepciôn -tan grandiosa por s! so-
la- le pertenece a Sahagùn de un modo exclusivo, y el plan y
el método de que se sirviera fueron también s6!o obra suya.
Pero no hay que olvidar cuan importante fué la cotaboraciôn
indigena, pues los indios no s6!o suministraron sus informacio-
nes, sino que intervinieron también para discutir y aclarar los
datos recogidos, y, finaimente, para escribir –corrigiendo-
!os– todos los libros de la "Historia". Sahagùn conserve los
nombres de varios de sus amanuenses (ïio), y hay en et "~fd-
nuscrito de Tlatelolco" innumerables paginas de una cahgrafia
bellisima. Mas no s6to colaboraron los indios en forma tan
directa y tan efectiva, sino que hay que reconocer también que
pârrafos entero;; de la obra han sido tomados textuahnente de
ellos, y que, en otros, Sahagùn no habrà tenido que introdu-
rir sino ligeras modificaciones.
Una observaciôn importante que debe hacerse es la de que
el texto castellano no es traduccion, sino parâfrasis del nahuat!.
Gcneratmente es el segundo mucho mas extenso y completo que
el primero, y –como el lector comprobara muy pronto- Sa-
t~agun afirma con marcada insistencia que tal o cuat asunto,
del que en el texto espanol nos habla, "esta tratado a la larga

LIII
en la lengua", es decir, en lengua mexicana (ïïï). No existe,
en realidad, ninguna version completa de este ûttimo texto,
pues hasta ahora sôto hay varias traducciones parciales de al-
gunos de los doce libros. Tan s6!o el duodécimo hubo de tra-
ducirse integro, por el Dr. Seler, y es su version fidetisima. Et
mismo hubo de traducir también gran parte de los otros libros,
y hoy conoctn?os todo esto en una edici6n postun~ (ïï2). Te-
nemos también noticias de que el Dr. Alcocer tradujo diversos
trozos de la mencionada "Historia". Otros ha vuelto al inglés
el mexicanista Comyn, (113), y aun el autor de estas lineas
se halla ocupado ahora mismo de traducir y anotar aquel bo-
rrador precioso de los "Primcros Memoriales".
Quicra el lector perdonar los errores, las omisiones y otros
defectos que en esta "Introduccion" encuentre, y oja!â sirvan
las anteriores lineas para justiprcciar mejor los mérites de Sa-
hagûn y las ensenanzas de su obra.

México, D. F., Agosto-Noviembre de 1937.

Wigberto liménez Moreno.


NOTAS

(t)–Lafitau-Moeurs des sauvages américains, comparées aux Moeurs des


premier* temps. Paris, 17:4.
(2)–Vease su estudio sobre h "Importancia Etnografica y Lingmstica de
las obras det Padre Fray Bernardino de Sahagûn", pub), en los "An-
naes do XX Congreso Intemacional de Americanistas", (celebrado en Rio
de Janeiro), Vol. II a* parte, Rio de Janeiro, !028, pp. 363-77 y en los
"Anales del Museo Nacional", 4' Epoca, T. II, pp. t-tb. También Jour-
danet, en la ediciôn francesa de la "Historia", Paris i88o~ se habia
ocupado con anterioridad de un tema anilogo.
(3)–"Le Lt<<fo<wfo A~MxM~: Materiales en et Libre VI de la "Historia"
de Sahagun".
(4)-Del Concepto que mereeio Sahagûn a sus eontemporaneos como pro-
fundo conocedor det idioma nihuatl, nos dan una idea attrunos docu-
mentos como el publicado en pp. 62 y sig. del T. II de la "Nueva Co-
lecci6n de Documentos para la Historia de México", México !Mo, que
ed!t6 Icazbalceta (Véase especialmente p 69). La hipotesis de este au-
tor sobre que Sahagún pudiera haber aprendido la lengua nahuatl dUlan-
te su travesta de Espana a México, (!5ao), ha sido refutada en forma
convincente, por el Lie. Alfonso Toro, en d estudio que atra~ se cita.
(s)-Vease Icazbalceta, Bibt. Mex. del Siglo XVI, México, !M<6. p. 255
(6)–0 sea, cuando anduvo por el Valle de Puebla. Ver Icazbalceta. p. 255.
(7)-La fecha de la fundaciôn del Colegio de Tlatelolco fué fijada por et
senor Alberto Maria Carreno en su conferencia sobre "Et Cb!e<:io de
Santiago Tlatelolco y la Cultura Indigena en el Sigle XVI". leida en
la sesi6n celebrada et !0 de agosto de !037, por la Sociedad Mexicana
de Geografia y Estadistica.
(8)–Vease Cuevas, "Historia de la Iglesia en México", T .1. México, t92t
P 370.
(o)–Mendieta. (Hist. Ecles. ïnt'iana. Lib. V. pte. I. Cap. 41), dice que Sa-
haKun fué en su juvenitid "gardian de principales conventos", pero
que dcspués-, "por espacio de 40 anos. se excusa de ese cargo"; y como
murio en !SOO, Icazbalceta deduce que la uttima guardiania la tuvo ha-
cia y piensa que, puesto que Sahagûn. segùn sus propio< informes,
extrajo de una fuente un idolo de piedra que adoraban en ella tes indios
de Xochimitco. dcbin seguramente ten'~r la necesar'a autoridad para
haccrlo, como sin duda la tendria siendo Guardiin d*t Convento de fse
pueblo. La ttaïana de entrar debajo det agua para sacar ese Moto. soto
pudo rcatiitar!<a Otando aun tenia las fuerzas suficientes para intentarlo,
esto es, cuando aun no pasaba de los 50 anos (Icaïbatceta. p. 257).
(to)–Don Federico Gumex Oro:co dice haber visto, en poder de nn indio de

LV
Xochimilco apellidado Toledo. ur MS. de letra del tigto XVI y como
de 20 fojas, que contenia una Vida de San Bernardino de Sena, en len-
gua mexicana. Supone que ese MS. puede ser el mismo que se atribeye
a Sahagun, pero no tiene mis dates porque no le fu< posible haeer de él,
sino un rapide examen, y no sabe ahora euat haya sido su paradero.
(t!)–Tcatbatceta. p. 257. y 258-1.
(t2)–Por ejemplo, los "Sermones de Dominicas y de Santos en tengua me-
xicana". que comenzô a "corregir y anadir" en 1563. El "EwMp~M-
WtMM" estaba siendo corregido también en esa fecha.
(13)-Los C<oçw<M y Doctrina CA~M<M<M', habtan permanecido "en papeles
y memonas" hasta 1564. y fueron etaboradoa en este ano. como to in-
dia Sahatfun en el prôtogo de eta obra (Rev. Mex. de E<t. Hht6rico<,
T. I, p. ni del apéndice que contiene una coteceion de documento*).
()4)–Et motivo que tenemos para afirmar que Sahagûn rettdtô en Tlatelol-
co hasta tgôs, por to menos, es el :izu!ente: Asegura Fr. Bernardino,
en el prôtogo de su segundo libro, que, deapues de haber<e encerrado
"por espacio de un ano y at~o mas" en el Colegio de Ttatetotco, don-
de "se emend6, dectarô y anadiA todo to que de Te~eputco truxe es-
cripto", "todo (es decir, todos sus libros) se tom6 a escriujr de nueuo
de ruin letra, porque se eschujo con mucha priesa". Ahora bien, at final
del Libro V. (IV. en nuestras ediciones) det "C6d:ce de Ttattetotco",
que es uno de los matritenses, Mttase una "tabla de los s~ *"o< y de
tes 260 signes de dias", y en ella se encuentra este dato relativo a la fe-
cha en que se escribiô la citada tabla
"yxpan omochiuh yn totlazotatzi Pe. fray bernardine de tahagun;
nican omochiuh Collegio Sta. yn o dezien. 1564 a*s, auh yn nican xip-
»
poalli ypa 7.
La traduccion de estas palabras es la siguiente:
"Delante de él se hizo, de nuestro amado Padre Fray Bernardino de
Sahapûn aqui se hixo (en et) Colegio (de) Santa+ (el) noveno (de)
dezie. !s64 a's, y cuando aqui (se estaba, segùn la) cuenta de los anos,
en el (de) 7.
Hemos indicado con una serie de puntos suspensivos el tugar que
ocuparian una< tres o cuatro palabras que siguen después de la cifra 7,
y que no pueden ser leidas por compteto porque estan cortadas en la
repro<tucci6n fototipica hecha por Troncoso, seguramente por defecto
de encuademacion del codice original (T. VII de la edicion Troncoso,
p. 386). El ano de 1564 era. segùn el calendario indtaena, el de 7 tec-
patl. Como se ve, el Libro V estaba siendo terminado et o de dicifm-
bre, de modo que e! Libro VI (V de nuestras ediciones) oue le sigue.
seguramente fu< escrito en los restantes dias de ese ano. Como –se-
gûn tt' hfmos explicado al hablar del plan de la obra- este sexto libro

LVÏ
era eritimumente la parte finat del "capitulo <e<undo", e inmediata.
mente detpuea de et empezaba el "tercer capitulo", que se iniciaba con
to que hoy et el libro VIII, retutta que necesariamente todos los tibro*.
dd VIII a! XI, que originalmente formaban los "caphuhM" tercero,
cuarto y quinte, debieron ser escritos en Ttatdotco al ano siguiente, es
dedr en el de ts6s. La dedaradôn de Sahagùn acerca de que "<o~o se
torn6 a escribir de nuevo de ruin letra" en tt&tetotco, quita toda posi-
ble duda acerca de que los cuatro utt!mo< citados libros que hoy inte-
grtn el "C6dice Matritense del Real Palacio", hub:enm podido ser es-
crito, en Mexico.
('S)–Ve<ne el "C6dice de Thtetotco" del que se puMicm attuno* extractos
en el T. II dd 'C6dice Mendieta" (Nueva Cotecci6n de Documentos pa-
nt la Historia de México, edit. por Icazbalceta T. V. Mexico t8oa
P~S4) ·
(!6)–Loc. Cit. p. 2sN.
(t7)–Se tnm de una carta de Fr. Chttoht! de Briviesca ai loquisidor Gene-
rt! de México, fechada en Tiaimamtco el ïa de febrero de !S73 y en
la cual, refiriendoM a Sthagun, dicese de et que "tgont esti por pre-
dicador de los indios en este pueblo" (Archivo GenenJ. RtMno de In
quisici6n, tomo 76. Siglo XVI. a~ parte). VeMe Toro, "L<t Importan-
cia etnogrifica y lingûistica de las obras del Padre Fr. Bernardino de
StJMgûn", en los Anales det Museo Nacional, 4<L Epoca, T. II, p. 3 (et
documento eat& reproducido alll en el grabado de la limina reprodu-
cida en la p~gint.
(!8)–Mend:eta. Hist. Edes. Indiana, Lib. V., pte. i'. Cap. 4t.
(<o)–En efecto, se lee en los "Anales Mexicano* de los Que IcMb<t!ceta ci-
ta atgunoa ptrrafos (Ob. cit. p. a6t) "Et dia 5 del tae< de febrero de
!590 muri6 nuestro querido y venerado Padre Fr. Bernardino de Sa-
hagùn que ~<a&a en Ttatitotco. Fué sepultado ta~MAt dentro de
la Igtesia de S. Francisco, a cuyo acto asistieron los principales y seno-
ret de Tlatilolco".
Como Icatbatceta to demisestra, citando textos anteriores de los mi!-
mos "Anales", "et también. viene enlazado con to que le precede re-
ferente a otros padres enterrados en el Convento de S. Francisco de
Mexico". Et "se Aa/Atte" no indica mis que la residencia habitua) de
Sahagùn en Ttatetotco, pero ese texto no se deduce que en este
pueblo muriera.
(ao)–VeaK el "HMMp~MnMM" de Biondelli, (Mi!in. t8s8) p. X.
(at)–At!, por !o que respecta al cambio de t'tdos, recuerdete como las
"Additionea a ta Postilla" pasaron a ser Uamada~ "Dectaraci6n de las
tres Virtudes TeoloRales". En cuanto a los nuevo! arreglos que Saha-

Lvn
gûn introduda en su< librol, veMe to que mis adelante decinios,'al ha-
blar del plan de la "~M~oWo".
(~2)–La Inquisicion persegula tas traducciones de textes sagrados en len-
guas ind!gcnas. y este fué precisamente el motivo que invoc6 Fr. Fran*
cisco de la Rosa Figueroa. N'otario y Revisor de libros del Santo Ofi-
cio para denunciar el "libro manuscrito en idioma mexicano en que es-
taban traducidas todas tas Epistolas y EvangeHo! contra la rcgta
del Expurgatorio, que expresamentc ~ro~<&~ las traJMCCtPHM de /«
~<MM en ~M~tM Mt/~or, ~fCN/MMM<f las B~tt<0&!J y ~EvaK~/M~ Pof
esta misma razAn persigui6 y dennnc!6 aquel Notario y Revitor la fa-
mosa "Psalmodia Cristiana" de Sahagûn, y cuantas obra: emcontraba,
que estuvieran comprcndida!! en el mismo caso, las "consum<a en car-
ton" !ntpediatamente.
(23)–Los dos manuscritos de la 'Erward E. Ayer Cottectton" )te registran
de esta manera en el Httimo catjHogo, publicado en Chicago, togy (Bu-
tler-"A Check list of Manuscripts in the Edward E. Ayer Collection")
14% BIBLE-NEW TESTAMENT SELECTIONS.
Tncipiunt, Ep!tto!c et Evangelia que in diebus Dominicis et festibus per
totius ani circulum leguntur. Traducta in linguam Mexicanam, (50? pp.
13.4 cm. Photograph. W. E. Gates, from original in British Museum
Translation attributed to Pedro Oroz).
1467 Incipiut Epte et Evangelia, que in dicbus dominicis anni tot!m
circulum legutur. Traducta in linguam Mexicanam. t6 th c. (553 pp.
14.5 cm. Translation attributed to Alonso de Molina).
(24)-Este MS. tiene 84 fojas y las u primeras estan paradât con los nit-
meros del 7 al 27, (de a!)! en adelante esta sin paginar). Se des-
prende de esto que el MS. tenta 3 fojas mas a! principio, que llevaban
la paginaciAn del t al 6. Ya atras se dijo que el texto de este MS.
corresponde al que se encuentra entre las paginas 8t (linea !2) y 249
dei "EfaH~MftMMt", pero hay que advertir que en el MS. G6mez de
Orozco tan s6to se halla et texto nahuatt y no el latino. Haciendo un
cilculo aproximado de to que podrian contener las tres fojas restan-
tes, estoy casi seguro que este pequet!o codice empezaba con el mi!
mo texto que hay en las pp. 73-8! del "EwMtpf/MrtMM Precisa-
mente en esa pagina 73 de la citada obra terminan las partes pri-
mera y segunda de ella y comienza entonces una tcrcera que tteva
este titulo "rncipiunt Evangelia Ferialia cum Epistolis". Este mi!
mo fué, seguramente. el titulo propio del M S. G6mex de Orozco
(25)–faM~/MWMM<" p. XIII.
(a6)–Et MS. que Chavero consigna como primera ohra de Sahagùn, y que
ha de considerarse como primer borrador det "Et'aM~toWMMt"– pudo
haberlo escrito cuando residia por primera vez en Ttatetotco ('536-

LVIII
40) porque, <egun aquel MNiografo, "la letra todavh es f'nne y clara,
MM de que la traducdon fué hecha y redactada no mucho después
del afio de la Uegada de nuestro buen Padre, y con te~uridad ante< del
de t563, en el cuat, segùn algunos renglones que oonservé, la letrs estaba
ya muy camada" (Bib). de autores mexicanos, T. gs, p. 94). Ademat.
para un trabajo tan delicado como éste, le era injiapentabte a Sa-
hagûn la efiatx ayuda de sus colaboradores indios de Tlatelolco.
Las dos pnmerM veces que estuvo Fr. Bernardino en zqu<t cotex'"
fueron, respectivamente en !5TO-40~ y despuet hacia 'S40; treo que
fue en una de estas dos estancias cuando escribi6 de su propio pufto
tque! MS., porque mis tarde ya no podria hacerlo por sf mittno. Me
inclino & creer que este primer borrador de los Evangelios y Eptitto-
las en mexicano data de la misma fecha que el Sermonario, el cual
–como se recordari- fué redactado por primera \et en ts~o.
(ay)–En efecto, en casi todos los MS. de Sttmgûn, prefiere este autor,
o sus amanuenses, el u<o de la "o" tt de la "u", y escribe. p. ej.,
"tMw" en vêt de "««M", y ''y~a<t<M" en lugar de "y~«<M<M< o
"y«<<BtnM", mientras que el tenguaje y ortogntfh del "BtM~f/M.
Wttwt" es tn&* semejante al estilo y escritura de Molina.
(28)–VeMe Icazbalceta (Ob. cit. p. :MM) donde se tnMMtchben parrafos
en que un fraile Megurt que Molina "h* trabajado muchos anos
en traducir en la dicha tengua (mexicana) atguno: libros que son
muy neceM~ios para la erudid~n de cualquiera naci6n cristiana, co-
mo son las JE~tt<o/<M y ~MM~c/tc~ que se cantan en la Itte~m por
todo el tno".
(ao)–Figura en el Ctttitogo de dicha Colecci6n –Ktr&t cittdo-- con
el numéro t~Ns (p. 189). y alli se le describe en estos terminot:
"1485 Stttuense unos sermones de dominicas y de sanctos. no tra-
duzidos de sennonario alguno sino compuestos nneva<f'en:e a la medi-
da de la capacidad de los in~ios. !540-!s63. (202 pp. 3~5 cm.).
(3o)--Icazbalceta, p. 263.
(3')–VeMse en Icazbalceta (p. 2.f8) la "Licencia" para la impretion de
de la *<t/M<o<~M", !o mismo que el "Examen" de la misma: en am-
bas piezas se habla de un *'f.<&fo de los CoHo~ttMj de DectfMM Cris-
<t<MM. y de una PMtmodia de Cantares", y por el contexto pa-
rece que originalmente formaban los dos un <6to votûmen.
(j2)–A<! to esmMecio el Sr. Alfredo Barrent Visquez, en et detallado y
muy importante informe que rindiô con fecha de m&yo de ton.
ttt Director de nuestro Museo Nacional.
(33)–IcMtMttcetz asegura (p. a66-t) que "no se halla este tratado en el
MS." (de las "<4<M<<tOM<r"). pero Barrera Vasque*, dice en su in-
forme –atraa citado- que hay en et "una hoja con la palabra Apén-

LIX
d!t" por tituto, y otra con tt de "De la Pottutt". Agrega tuef{0: "yo
Mtpecho que MM el pr!ac!t'!o y el fin del famoso Apendiz que con-
tiene muchos aecreto*" y m terta dificil que parte de tM otfM ho-
JM contengan ffa<pneate< de au texto.
(34)–En et catatogo de h "Ayer Collection", pertenecieate a CM ya cita-
da biblioteca, se registra asi este MS.: "M Tratado. Siguense
veynte y <eit addiciones Desta Postilla. (tS~o) M pp. ao.7 cm.
(35)–V<an!e los pirrafoa que hemos transcrito del importante informe
del ténor Barrera V&<quez, en el Apend:ce de esta Introducci~n.
(36)–Sanagun –L:b. X de la "Historia", (Pr<Hogo)
(37)–Bettncurt dice en <u "Menotogio" (p. 113, Ed. de ~697) que Sah*-
~run "ce!6 la honra de Dios contra la idolatria y de))e6 se imprimiese
la fe cristiana en los convertidos muy devera*. y a<t dice como mi-
nistro experimentado que a los veinte primeros (juto*) fue grande
el fervor de los ntturtteB, pero que de~pue* se indimMxm a la ido-
latria y andaban en la fe muy tibios. E<to dice en et Libro d, f<M
Pe~<<tt, que tengo, de donde he aprendido mucho".
En la advertencia "at prudente tector" que se halla emezuid* del
Pr6logo de los "Cot!oqu!ot", se lee !o siguiente
"por espacio de veinte afios poco nti< o menos, hubo grandisi-
mo fervor en la conver<!6n de estos infieles; con gran fervor tos re-
!if!'OMt deprendian esta ten~ mexicana y hac!an aftet y vocabula-
rio< de ella.
La cita de Batancntt trata del fervor entibiado de los indios, mict<-
tras que la referencia que en los "Colloqwios" hattamot. atafie at de
sus tnitioeerot. Pero en uno y en otro p&rrafo< el lapso de tiempo
tnuttcumdo, que alli se menciona, e< el mismo, y bien pudiera ser
que Betancurt. conociendo –como conocio quiza–. los pArfatot que
en su Pr6togo a la "Arte Adivinatoria" de <s8s. dedica Sahafïun at
asunto de la reincidencia de los indios, en la idolatria y recordando,
al mismo tie'o, to que en ta advertencia de los "C~Mo~Mto~" se
dice acerct de) ~rvor de tôt religiosos en los primeros veinte ano:.
mezclara ambo< dates --que tat vez estaba citando de memoria- y
asi fetuttara la referencia que nos ocupa.
(38)–Et <enorGôtnet de Orozco nos hace esta obKrvacion importante
"Teneate en cuenta que Fr. Francisco de la Rosa era ComiMrio
del Santo Oficio y por to tanto ~to cumplia <m cometido".
(39)–He aqui unot importante, dato< que Sahagùn nos suminxtra en cl
Pr6logo de *t) "M/wo<~M": "Entre otras cosas en que fueron muy
famoto* los indiol desta Nueva Etpana' {«M una la cultura de sus
dioses, que fueron muchol, y los honraban de diversas maneras vy
tamMen tôt loores, con que tos alababan de noche y de dia en !o*

LX
templos y oratorios: cantando himnM y haciendo coros y danzt* en
prettnda dd!os; atabandotos. Cuando esto hadan, se componhn de
dtversas maneras, en diversas fiestas. y hacien diversas diferencias
en los meneos de la dan~a: y cantaban diversos cantares en loor de
aquellos dioses falsos, cuyas fiestas celebraban. Hase trab&jado des-
pues aca. que son baptizadoa, de hacerlos dejar aquellos cantares
antit{uos. y que canten sotamente tos loores de Dios y de sus ~n-
tos. Y a este proptjsito se tes han dado cantares de Dios y de sus
santos en muchas partes, para que dejen los otros cantares antiguos:
y han!os recebido, y hinlos cantado en algunas partes, y todavia los
cantan: pero en otras partes y en las mis porfian de volver a can-
tar sus cantares antiquos en sus casas o en *us <~<M: (!o cual paoe
harta sospecha en la sinceridad de su Fe Cristiana) porque en los
cantares antiguos por la mayor parte se cantan cosas idolitricas en
un estilo tan obscuro, que no hay quien bien to<L pueda entender, sino
ellos s6)os: y otros cantares usan para persuadir al pueblo a lo que
ellos quieren, o de guerra, o de otros negocios que no son buenos,
y tienen cantares compuestos para esto, y no tos quieren dejar.
Hay una referencia de Sahagûn en su "~M<efM (Ed. Bustaman-
te, T. Hï. p. yo). que viene como de molde a los cantares de! MS
de la Biblioteca Nacional:
"Cantan los cantares antiguos que usabtn en el tiempo de su ido-
latria, no todos sino muchos. y nadie entiende !o que dicen por ser
sus cantares muy oerrados; y si algunos destos usan, que ellos hayan
hecho despues de su convertimiento, en que se trata de cosas de
Dios y de sus santos, van envueltas en muchos destines y herejias"
Icazbalceta –a) transcribir la anterior cita– sospecha que "Saha-
<[ûn habla aqui como quitn habia visto y '"ttudiado los dichos can-
tares". Nos informa luego de que este reti~ioso "cita ademis en dos
partes de su obra (Ed. mex., ï. 207; II. 308) los cantares Hw~.r~-
<~<MfatM~ y C«f;~M<M~. que eran de los que uitaban en sus ritos, y
que estan en la Coteccion de la Biblioteca Nacionat". Anade en se-
truida: "séria conveniente que si attrun dia s<' hace edidon com-
pleta de Sahagim, se inctuyeran en ella esos Cartarcs. ya intercalân-
dotos en el texto, v~ en notas at pie de los pasaj' < correspondientes
(Ribl. Mex. dct Siglo XVI. p. 300).
Guiado por esta referencia. busqué en ~t tcxtn mexicano corre.-
pondiente. datos mas amptio!' que los que ta par.frasis castetlana
nos proporciona, y encontré una extensa lista de cTmtarcs que es la
siguiente
Cuextecaiotl,
ttaoancacuextecaiott.

LXI
vex<<z!ncaiot!,
aMMOUOtt,
oztomecaiotl,
nonoalcaiotl,
cozcateoMot),
tenicaiotl,
tepetlacaiotl,
chtdtimecaiott.
metztitlancalcaiotl,
otoncuicatl,
quatacuicatl,
tochcaiMtt,
tepooMCUtcatt,
cioacuiatt),
attotzocoteutcatt,
zan aui!cu!cati,
ixcuecuechcuicatl,
cocoeuicatl,
quappitzcu'catt,
auilcuicatl.

Estos cantares se mencionan en el C<<c~ Afo<n<ftM~ J~ ~M~ Palacio


(Ed. Troncoso, T. VII, pp. 303-304). En el Cap. XXXIV del Lib. 11.
se cita et "ttaxotecaiotl", "que es cantar a loor de VttzitopochtH".
Por !o que respecta al primero de los cantares aqui listados, o sea tt
"f<t<f;)*<Mayo<r, encontramos tres de igual nombre en la cotecclôn de
"Cantares Mexicanos" que guarda la Biblioteca Nacional, y que Pe-
fiafiel reprodujo ensu edic!6n fototipica: uno en el fol. 36. ("7'/<t-
~a~a/ Cwf.r~coyo~'); otro en el fol. < verso. (~c«M M~MA<M/~t//t
yf</aMO<o A«f.ro~Mfo. CM<)'<<'foyo< çM~/oM cuicani MCfc~oMj~Mt")
y otro, finalmente, en el fol. 65 ("Yaocuica f<t~.r<~<'<tyo<)
En cuanto at "fo~tMfoyo< hallamos en el MS, de la Bibliote-
ca Nacional varios de este nombre: uno en fol. 6 verso
y 7 recto;
otro -llamado "Mf/a~nMf
AM<)'ot~wfoyo< en fot. 7 recto y ver-
M; otro en fol. 27 verso y 28, que tiene una apostilla que dice:
"~Mf.rO<<M<MyO</ ttM<<'M~O /OJ dt /7MfJ'0<~tMCO a ~tf MCOffO (a)
Mot*«f<OMM 6 tiaxcalia"; finalmente, un "~M~.rot.tMfo CKMO<f* en
fot.79.
Un extenso y muy importante cantar encontramos, con el nombre
de "CAtfAt<Mffayof/ en el MS. de los "Cantares": empieza en fol.
69 verso y termina en el 7! verso.

LXII
Corretpondiendo, quita, a to que en la "Historia" le llama "0<M-
<<M«tco<F', vemos, en el M S. tantas veces citado, un canto ttamado
'*J~e<&t<.KMMye< que esta contenido en fol 53 verso y 55 verso, y
que encierra interesantes datos historicos. entre otros atgunoa rela-
tivos a las conquistas de Axayacatl en territorio mattatzmca. Detf
recordarse que a los mattatzincas se tes ttamaba también "~M/M"
o "<~tM~<M<oj", como !o indica Sahagûn en su "H!stor!a" (Fd. Mex.
T. III, pp. !a8-ta9).
No hallamos en nuestro MS., ningûn "Tochcuicall", pero en \cx
de et encontramos -principiando en el fol. yy recto- un "Toch Car~
ftttfetf.
Dos "T~c<M.:CMtc<t~' encontramos: uno en fol. 26 verso y aB, y
otro en fol. 3t. Et primero de estos "T'~otMMCtKca~" tiene una
primera parte cuyo contenido es auténticamente indfgena y que con-
t!enc reminiscenc!as de la huida de "Nacxitl T'o~t/Mt" y de la des
trucciôn de los nahuatottecas de Tula este cantar ha sido traducido
al alemin por el Dr. Walter Lehmann en "Seler Festschrift". p~.
a<3to. En cambio, la segunda parte de ese mismo priMer "7'~c
<xMfMMO< no tiene nada que ver con la primera es un canto cris-
tiano en loor de Santa Maria, y ha tido publicado por el P. Cuevas,
en su "Album Gnada!upano," con su traduccion respectiva, hecha
por el Lie. Manuel M. Moreno. Esta segunda parte lleva el siguier-
te titulo: "7'«'0 toco ~<'0 t~M<<<~Mt<t ~Mttt <yM<<0 C<Mt<fM<eft<~<<M/)"
Estas dos ùtttmas palabras "ca Mtfwofx~<M<A", pueden traducirse
por "que yo !o voy mudando (o modificando)," y supongo que esta
mutacién o cambio consistii, en alterar el contenido mismo del can-
to –conten!do seguran~ente gentilico- dindole en vez de aquel un
asunto netamente cristiano.
Un "CtAtM ft<«a~' hattase contenido en el fol. 4~ verso, pero este
fue compuesto. segùn rcza el eptgrafe nihuatl por don Baltasar To-
que~quauttyo, Sefior de Colhuaan, en 1536.
No encontramos ningim "ixcutcrrtche~icatl" en nuestro :liS., pem
et) vez
esi vcx de etél hatta<no<!
hallamM un
un "Nochicuicait
".YofAtCMtfo~ cuectdcchili"
fM<'fMffA<M" en
en elet fol.
fot pero
67-611.
cl cuat pudiera tener atguna retacl~n con el anterior.
Un **Ce<'on«f<tt/" ccupa et final del fol. 74 verso y tos fots. 7'; y
76 integros.
De todo lo anterior se deduce que, de la lista que hay en el texto
mexicano de la 'Historia". y que contiene 23 nombres de cantares.
hay, por to menos, 8 de igual nombre o de nombre muy semejante
en tos "Cantares" que public6 Penafiet. Ademis, se encuentran en
esta ûttima obra otros cantares como et *<f<!y<!< (fol. 37) que
Mguramcnte datan, por to menos en parte, de la época prccolombi-

LXIII
na, no obstante que no se hallan contenidos en h lista que Sahagun
nos propordona. Vale la pena ttamar la atendon sobre el hecho de
que este "J~fjWceyo~ contiene reminiscencias hist<Mca< sobre la
salida de los mexicanos de Tula, la fundaci6n de Mexico y la terri-
ble lucha con Azcapotzatco
(4o)--En el fol. 46 recto, del MS, de la Biblioteca Nadonat, hay un can-
tar, Ilamado "Pt/c«<fa~' (es decir, "canto de los muchachos") que
lIeva este titulo: "Nican onpehua yn Pilicuicatl ahnozo Piltoncuicatl
yehuecauh meuh (ompa) México S. Fr-. ypan Hhuitzin Tomatian
mochiuh y quac inotnpa teopan tinemia oc tipipiltotonti". La tmdnc-
ci6n de este texto es la siguiente: "Aqui se empieza el PtttWtce~ o
~<<MM«Mo~, (que) )Tt hace tiempo se entono atti en Mex!co, en su
fiesta de San Francisco: en nuestro tiempo (o "a nuestro conoci-
miento"), se hizo, cuando aM& en la iglesia viviamos, aun (eramos)
nosotros muchachos".
(41)–En el fol. 6 recto del MS. de los "Cantares". se lee to sigu!ente:
"Cantares antiguos delos naturales otomies quetoHan cantar en los eom-
bites y casamientos bue!to en lengua Mexicana siempre tomando et
jugo yel atma det canto yrrazones, metaf6ricas q ellas (sic) dec&m.
como V. r*. to entender& imejorquenoyo por mi poco talento yran
y ban conrazonable estito y pr!m para que V. r*, las apruebe yen.
tremeta A sMst!empos queconuin~re como buen maestro quees Vuesa
reueren*
(42)–Este ejcmptar nos fué suministrado bondadosamente por el seaor
don Salom6n Hale.
(43)-En et prôto~o at segundo libro de su "Historia" -que Bustamante,
en su ed!a6n, cotocô al frente de la obra- nos dice Sahagun renrien-
dose a sus labores en Tepeputco:
"Tambien en este tiempo, dicté la apostilla, y los cantarts; es-
criuieronlos los latinos, en el mismo pueblo, de <f~tJfû".
Los "Cant.tres" de que habla aqui, son, por supuesto, la 'Tsal-
modia".
(44)–Recuerdese to que dijimos acerca de aquet MS. de los Evangelios y
Epistolas, que dcsignamos con el numéro !A, y que Chavero con-
sideraba como ta primera obra de Sahagun: hicimos ver que este
era un primer borrador del "EMM<p<H<MtMHt" -que era parte inte-
grante de la famosa "Poj<t//< y expusimos nuestra hipëtesis de
que tal borrador haya sido redactado en la misma época que los
"Sermones de Dominicas y de Santos en lengua mexicana". los que,
como se reeordara. habtan sido escritos por vez primera en ï'~o, du-
rante la primera estancia de Sahagun en Ttatetoteo.

LXIV
(45)-En h p. 'M del catilozo de esa colecci6n, <e te describe en ett*
forma:
"t~ SAHAGUN. BERNARDINO DE (d. ï~o).
Comiemt Va. Exerddo en lengua mexictm*
dd sacado
tMtcto
Evmg*. y distribuido por todos to* dhs de la temant contiene me-
ditMione* deuotas muy prouechotM para qualquier xpiano que ae
quiere ttet~r a dios. !S74. 86 pp. M. o. an.
(46)-El titulo que encabeza las cuatro hoJM del "JtfcMtM~ del CfMfMtM",
el este:
"Yzcatqui yn innemiliz yn teuiutica omonamitique".
La tntducei6n de et seWt:
"He aqui M vida de los aMado:
Es de suponer que en esta "Vida de los CtsadM". se d~HM las "Re-
g!M* "MmdMnientos" e "Impedimentos" del Matrimonio. que son el
asunto de tres de los opûzcuto! que Torquemada met~iomt ("Mo-
narchia Inditm". Lib. XX, cap. 46).
(47)–C!Mtvere, Opu<cuto<, T. I. (T. 52 de h Biblioteca de A~ueros, pp.
too-!0t. ïcMb~tcettt, aM-YI y 969-
(48)–EstM fnt)pnentot corresponden al *~MM <~< ~tM~'e Z.t~'< det
que Bustamante om!t!6 la parte castellana, despuis de haber substi-
tutdo h latina pnr una traduction espatiola de lus textos de la Bi-
M!a que alli se daban. Otros fragmentos corresponden al "Arte Adi-
vinttona" y ~< "Calendario". TodM ellos estir publicados en las pp.
~00-23 de la 'BiMiogntfh Mexicana det Sigto XVI" por Icazbalceta.
(40)–ïcMh)t!cet*. 303-1.
(So)–ïcMb)ucet<. aot-1.
(St)-VeMe to dicho en la nota 9.
(5~)–Et Mnor G6niez de Orolco que ha tenido la amabilidad de teer unn
parte del orierinzt de est* ïntroducc'ôn. me comunica la Mguiettte
noticia
'Tor el tHo de 19:0 vivht en Xoch!m!!co un indigena apellidado
Toledo, quien en cierta ocasi6n me mostr6 un pequene MS. como d~ unas
so~ fojat en 80, un poco deteriorado, en que se encontraba escrita en
lengua mextCMt. una vida de San Bernardino de Sent. En el ripido
extmen que hice del citado documento no pude descubrir nombre
~tguno del autor, pero por el tipo de letra, del Siglo XVI, y mit
aûn, por el asunto supuse que bien podh ser la perdida obra del P.
SatMttun que, como es bien sabido, etcribi6 para los indios de aquel
lugar.
No obstante mil empeno*. no pude obtener en prettamo el MS. ni
verlo m&a.
Hoy no t< en poder de quien esti, pues <u poseedor de entonces

LXV
es fallecido, y su familia no me conoce, Io que ha hecho imposible
volver a ver tan curitso documento".
Seguramente hattariamos algunas noticias de esta obra en un ar-
ticulo que se cita en d "Handbook of Latin American Studies" de
1996 (Cambridge, Mass !937), P ~36:
"0/w<f, Litrario. Bernardino di Sahagun, 0. F. M. e una sua vita
di S. Bernardino in tmgm Nahuatl. Estratto dal Bullettino di stud!
bernardiniani, anno 2. No. 3. Siena. 8. p.
(53)-En el prôto~o que va td irente de la "Historia", se asegura que "es-
tos dote libros con et a~~ y ~ocoM<tWo o~~MfM, se M~bafon de sa-
car en blanco este ~no de wM ~MMM~M<My M<~t<a y MttMM.
En su advertencia "At Lector". al frente del Libro Xïl (Ed. !!<
tamante, t&to, p. 2). nos da Sahagûn esta referencia
"T&mb!en me movi & enmendar este tractado, porque tengo prf'
nnsito que en acabando el arte y vocabulario de la lengua mexicana,
(en que ahora voy entendiendo) leer a nuestros religiosos el arte de
esta lengua mexiama, y tambien el vocabulario, y esta conqu!sta.
leyendo la lengua propia mexicana como att! esti escrita, y tas fattas
que lleva aumentadas en la segunda cotumna".
Como se vé. esta ûttima meneion de esa obra, data de una fecha
muy cercana a aquella en que tnun6 el autor, y no hay, por to mis-
mo, datot bastantes para creer que Sahagun haya concluido el ".<r
<< y et "~aM&M~Wo" en que "?0 fM<Mtd<fM<fo". Ten~o la Mspt
cha de que este ultimo pudicra ser identificado con el "t~eM~w/~Wo
T'W~Mt~M~" que posey' Chavero. y que hoy se custodia en la "Ayer
Collection FI senor John Cornyn, que to ha examinado minxciosa-
mente, tiene formulada una nota sobre et "~ocoMeWe 7'W/M~M~"
<S4)–Icazbatceta. 269-11.
(55)-En fois. tëj-tya det "Codice Matritense de la Reat Academia de la
Historia", est~ conttnido el texto mexicano del cap. XXVIII del Li-
bro X de la "Htïtoria", que trata "De las enfermedades del cuerpo
humano. y de las medecinas contra ellas", y al final de ese capitulo
se le di. a la retacion que contiene. el nombre de "t'ft a~c~ ) se
mencionan los nombres de la, personas que cxaminaron o corrigie-
ron ate trabajo, todos ellos mexicanos. Seguramente que este "/<ft
awM~ esti lejos de contener los a<mntos que debicron ser tratado:.
en la "Dcf<rtne para wMtfcj" a que Torquemada alude, pero,
por tratar asunto conexo, to he menc!onado aqui, y transcribo ahora
la lista de las personas que colaboraron con Sahagun en la reda'
ci6n de ese capitulo de su obra:

LXVI
Ju* perez. deSan pablo
Pedro perez. de san Juan
Pedro hemandez. de S. Juan
Joseph hemandez. de S. Juan
Miguel garc!a. de s. Sebastian
Fran.co de la Cruz Xivitonco.
Balthasar Xuarez. de s Sebastian
Antonjo martinez. de s. Juan

(56)–Vease la edici6n francesa de la Historia (Paris, 1880), p. LXIII.


BoMn describe esta doctrina en as pp. 175 76 deï vol. II de sus
"Documents pour servir a l'Histoire du Mexique" y reproduce dos
paginât de ella (7 y 8), en la tam. 78 de su Atlas
La atribuci6n de esta Doctrina a Sahagûn, me parece gratuita
no obstante fine et mismo afirma ("Historia", Ed. Mex., T. III, p.
.U3~ haber predicado a los ndios "por pinturas". Creo que esta
cartilla en jeroxttficos testerianos es obra indigena.
(57)–As! !o e<tabtec!6 el sefior G6mez de Orozco en su erudita conferen-
cia sobre el "~t~Att~t/ateMt" dada en la Sociedad Mexicana de An-
tropologia et !8 de noviembre de este ano. El texto Je ella sera
publicado en el primer numéro del Tomo III de la Revista Mexkana
de Estudios Hist6ricos, que reaparecera el pr6ximo aflo.
(58)–Penaf)et. "Coteccion de Documentos para la Historia Mexicana",
Tercer Cuaderno. México, too!, p. 51 ait! –at final del indice dei
MS. de tos "~M~M~atoW que ahi se publica, léese la s!guiente
"F.ncabeza el Tomo 8 La doctrina Xtiana del muy Révérende Pa-
dre Fray Alonso de Molina en Mexicano".
(59)–Como se indica en la nota po, el autor de los "Cantares Mexicanos"
que Penafiet puM!c6, habia estudiado cuando muchacho con los
frailes de San Francisco en México, y era, se~w to que del texto
alli transcrito puede inferirse, uno de los indigenas que en aquel
convento se educaron. Un atento examen de los nombres propios, tan
abundantes en ese MS, pennite ver que todos o casi todos los de
origen espanol estan muy estropeados, y es cstauna prueba mas de
que quien escribia csto era, indudabtemente, un indio. Como una
muestra damos aqui una lista de aigunos de esos nombres, tal como
alli cstan escritos:

Mattin. Martin
Tiego. Diego
Patacisco. Francisco
Capilcl. Gabriel

Lxvn
Joano.Jihua.Xihua. Juan
Hetnanto. Hernando
Xcsuquitiato. J<< ~o
Petolo. Pedro
Papoto. Pabto
Cozman. Guzman
Caxtaneta. Castalieda

He aqui otros vocahlos estropeados:

Patele xanto, Santo Patile. SantoPadre


Palay. Fray
Gene)aL. General
Mttquex. Marqués
Pete::tentc. Presidente
PoiopetM. Profetas
Tiox. Dios
Croria. Gloria
Alcagel. Arcangel
P!!inc!patos. Principados
Quelapines. Querubines
IqM~e~ia. tartes
Ypttatot. Emperador

<6o)–ïcMMceta 270.11.
(6!)–Descr!bense asi exto: manuscritos en el cat6logo respectivo:
t466 BIBLE- NEW TESTAMENT. SELECTIONS.
Incipiunt Epistole et Evangelia que in diebus Dominicis et fes-
tibus per totius ani circulum teguotur. Traducta in linguam Mexica-
nam.
5<M tj.4 ctn. T~Aot~fo~ W. E. Ca<M, /eM< original in Bri-
<MA JtftM~MMt. Tfo~f/aiMM n~r~t~ <a Pedro Ofo~.
t467 Incipiut Evangelia. qu~ in dicbus dominicis anni totius cir-
euïnn) lenguntur. Traducta in linguam Mexicanam. !6 th c.
'!53 PP. *4~5 7'nKM/o~MM oMn~M~J <<*Alonso Jtfo/ttM.
(6.!)–Icatbatceta (a6.I). dice:
"En la Biblioteca Nacionat hay un M S. en 4*. que contiene ta<n-
hien las Ephtotat y Evangelios de las Dominical en Mexicano, pcro
no tienen nombre de autor ni indicio que ayude a deacubrirlo".
(63)–Forman el "J~ <f< T'/o~/o/cc" los dos "C<<fM AfotWtMj~: el del
Real Patacio y el de la Academia de la Historia, pubticados. res-
ftectivamente, en los tomos VII y VIII de la Ediciun de Troncoso

LXVIII
(Madrid, !go6-!go7). Ya at hacerte e<ta, fueron Mparada* por e!
éditer lu pa~inM que correspondian a los "PnwMfM Af~Mftf~t"
–y que en aquellos codice: hatt4ban<e interpolados- para for-
mar un tomo aparté T. VI). Los "Mf«MMo~ <M Bj~a~of, publi-
cados al fin del T. XII. no forman parte del "MS. d. T'/o~Mco".
(64)–E<te libro, (que contenta los que hoy se Maman VII, IV y V), fué
luego subdividido al hacerte un nuevo ordenamiento y entonces se
reparti6 en dos partes: la primera (que comprendia los libros VII
y IV) conserv6 el mismo orden, quedando como libro IV; la se-
pnda (equivalente al libro V) conttituyô por un momento un Quin-
to Libro, pero como mis tarde erigiô Sahagun su "Ctp!tuto 4* -des-
puet "Libro Cuarto"– en Libro V, arrepintiose sin duda de haber
pttrtido en dos aquel otro libro, y la parte que de et tMtbh quitado
para constituirla ettmenunente en Libro V, dej6 de serto y fue
reineorpontdt a aquel Libro IV.
(6s)–Hty en la "Copia Troncoso" del Codice Ftorentino, al pie de la
pâg. y del tomo en que se contiene el libro de la "Ret6rica y Fi-
lotofla Moral", una nota det e<mer*do copista, que se refiere a una
modification que <ufri6 el epfgrafe con que este libro se inic! pue*
en et se leia antes: "Nican umpeot in ic cAtcoMt amuxtli" ("Aqut
empieM el septimo libro") y la palabra f~Mew« (siete) fn< cam-
bmda <n "f~t~M~M" (tei:), como Troncoso Io explia, tntdiendo
tueze eate autor que "e!t< libro, cuando se escribi6 en tHi~tt* mexica-
na, era el y* (v. bis. del Real Palacio de Madrid) y tuego qued6 en
6'
(66)–Sahagùn mismo, en la advertencia "AI Lector", con que principia el
Libro de la "Conquista", nos dice:
"Cuando esta escriptura se e*cribi6. En el Libro M<M<odondt
M trata esta f<Mt~ttMta, M hicieron varias defectos.
Se ve. pues, que le corre~pondi6 el noveno lugar. en la "Historia",
antes de tener el duodécimo.
(67)–He eatudiado, para establecer c6mo se sucedieron los varios ordena-
mientos que Sahagun hizo sufrir a su "Historia", todo to que él
test6 al principio y al fin de cada libro. AI final de cada uno -ex-
cepto en el VIII- hatlase siempre, at pie. la firma de Sahagun con
la indieaeion consabida: "Fin del libro (décimo, sexto, etc.)", se-
fialando et orden que a cada uno le correspondia. AI modificar este
orden, testaba el numeral ordinal, poniendo un nuevo guarismo u otro
nuevo adjetivo numeral. Como un ejemplo que permitira entender
como deacubrimot estos varios ordenamientos. se darin los fun-
damentot que comprueban que to que originatmente fué "Capitulo
4' pa<o después a ser Libro IV, tuego se le hito Libro V, y e<

LXIX
hoy Libro X. Examinando tM "~M~M/M fM ~fû/M' (publicados
por Troncoso a! fin del T. VI de su edieioo). vemos que to que
hoy es Libro X, ttevaba (v<ase p. top de ese tomo VI) inicialmen-
te este epigrafe:
"Ynic M<MMcap.* ytech ttatoa )-n tlacayotl". ("E! cuarto capitulo
habla acerca de cosas tmmtmas").
La palabra *xtMt (cuatro) fué tuega testada, como atti se ve, y )o
propio se hizo con la palabra "cap* y entoncel se eacribiô arriba
de ellas "MMfMttowttMr~t" ("Libro Quinto"). Finatmente. se testé
esta palabra "MMC<tt/<!MtM'<M" y arriba de ella se eMribi6: "libro de-
cimo". De modo que !o que fué capitulo 4* se conv!rt!6 después
en libro s* y finalmente en libro 6*.
(68)–Esta publicado en pp..ïM-3'7 del T. 1 de la Revota "Aathropo<
con este titulo
Fray Bernardino de Sahaptn 0. Fr. M. "Un breve conpendio de
los ritos ydolatricos que los yndios desta nueva Espafta uaavan en el
tiempo de au infidelidad".
(69)–Dice Icazbalceta (p. 276) que "realmente no debi6 SahagAn ta! fa-
vor at P. Comisario, sino a! Presidente det Consejo de Indias Lie.
Juan de Ovando, quien, por haber visto el ~MMMtWc, entré en deteo*
de conocer la obra completa, y encarg6 al P. Sequera que le env!a-
se copia de ella" Agrega Icazbalceta que "el verdadero favore-
cedor de Sahatûn en ta Corte fué et P. Mendieta, uno de tôt portado-
res del Sumario". Dice que Mend'eta intere:6 a Ovando en la obra
de Sahagùn y afiade que "de ahi vendria el encargo expreao al P.
Sequera de que le enviase la copia completa del manuscrite de Saha-
~un. Para complacer a aquel seflor, que de seguro no entendta la len-
gua mexicana, era preciso acabar la version castellana. Verdad es
también que de las encarecidas expresiones de gratitud que el P.
Saha~ûn dirige at P. Contiftario en las dedicatorias, se desprende que
ai bien este venia dispuesto a cumplir el encargo de un personaje
como el presidente Ovando, favorecio ya de propio movimiento at
autor, luego que hubo visto aqui sus libros".
(70)–De este periodo (c. 1585) de la reconstruccion de la "Historia" da-
tan el "Arte Adivinatoria" y el "Calendario", el reformado libro de
la "Conquista", asi como el scgundo "Vocabulario Tritingûe" (aquel
del que copi6 una parte Fr. Juan Bautista en sus "Advertencias para
tos Confesores de los Naturates" y que mencionamos ya en la p.
XXX de esta Introduccion).
(7!)–Vease la "Advertencia at lector", at frente del Libro XH (Ed.
Bustamante, ~840, pp. t-~).
(72)–Dice Sahagûn, en el Pr6togo at Libro 11, que los "Gramaticot" de-

LXX
dtHMren "en su tengua" (mexicana) las pinturas que entreptron los
indios de Tepepulco, "escriuiendo la dedMtticn at pie de la pin-
te~ EttM pinturas son tM contenidas en los "P'wwtfo~ MM<M-
<~< pero, exMnimndo tM primerax p<<mM de este MS., vemos
que d texto mexicane que "déchue" esas pinturas va a un lado de
et!M, y no al calee, como S~ht~un to indice
(y3)–Per ejempte, t6to en este manuscrito, y no en los po<teriore<, en-
euentfMe el hermoso catitoeo ilustrado de ÏM intigntM de los tue-
rreros (Ed. TronceM, p. VI, pp. tSt-t6y).
(74)–VeMne lu pp. !4S-~8. !Z7.iao. !73-'7S. '34-'40. y '69-17% fe<pee.
t!v)unente, en el T. VI de la Ed. Troncoso.
(75)–En el Prologo t! Libro I!, hablando Sth~tûn de sus borradores de
Tepepulco dice "tengo aun agort (tS76) estos ontimte<
(76)–TreacoM ne habla de estas interpehdeoet, pero se dedncen eUu
de un cuidadoso examen de los "C6dices M~tritenBea" por él publi-
etdot, to mismo que de los datos que td de*crtb!f uno de eUos apor-
ta Don José Fernando Ramirez, en <u estudio sobre los "C6dioes
mex!otoot de Fr. Bernardino de S~t~tun" (An. Mus. Ntd, a* épo-
Ot, T. 1. pp. t-34: vemue las pp. 6 a 8 de ese estudio, que descri-
ben el "C6dice M<Hriten<e de la Academia de la Historia" el det
Real Palacio no to conociô Ramirez, no obstante que de et le di6
noticias D. Manuel de Goîcoechet). Icazbalceta. en su "Bibl. Mex.
del Siglo XVI" (pp. a8s-aM). compendi6 los datos de Ramirez <o-
bre el C6d:ce de la Academia, y antdi6 hn incompletas nom que
-por gettionet myM– le fueron proporciontMhn de Espaft acerca
del C6d!ce del Real Palacio de<cnben estas notas s6lo la parte cas-
tellana, con que este c6dice principia, pero no hacen mendôn de
la extenshimt parte mexicana que va enseguida de eth, y que
abarca la casi totalidad de este Codice.
A fin de que este asunto de las interpot~cione* sea tteitmente
comprensibte, y ptrt que se ve* también et mérito de la edicxin de
Troncoso que -sin decirlo- pone las cosas en su tu<*r, hemos for-
mado una tabla de corre~pondenciM entre los codtees mismos y la
edid6n que de ellos se MM, y ella Mhntri este punto y al tector ttho-
rntrt etfuertot.

LXXI
TABLA DE CORRBSPONDBNCIAS ENTRE LOS

CODICES MATRTÏBNSES Y SU EDICION

C<MVM~<MK~<Mt<M J</ C<Mtft ~?~ Po&MtO.

Codice Original Edicion Troncoso, Edicion TroncoM.


T. VII, Madrid, !oo6. T. VI, Madrid, ïoos

ff. ï–~4.pp. ~0!8 ("M~KO-


~M/M nt M~O~cf)
ff. 25–3~fattan (~En blanco?)
ff. M–S3.H', ï–4'
ff. 54– .PP. S'M
ff. !23–!24.pp.4y.so
ff. Ms.i)p. 4S-46
ff. !a&–t59.pp. ï8o-~s6
ff. 160–i/o.pp. t77–io7 ( M«M Mf.)
ff. t7t- 177 -faltan (~En btaaco?)
ff. ~78–240 -pp. asy-~oo
ff. ?5o-303 .pp. !.ïo6 (P.3f~t.)

CofVM~M~MMMM <(~ CMtCt la ~M~tWtM ~M~~fM.

Codice Original. Edidon Tronooso, Edicicn Troncoso.


T. VIII, Madrid, taoy T. VI. Madrid, toos.
(No «ta paginado)

ff. t–23. –atH.


ff. 24–25. -faltan (En blanco)
ff. 26–50. –att!.
ff. 5!–e< –pp. tt3–'44 (P. Jtf~t.)
ff. 67. –fatta (~En blanco?)
ff. 68. -pp. t4o–!so (P. Jt~tM.)
ff. 60. –pp. 160-170 (P. Jtftwt.)
ff. 70–71. –pp. 173-175 (P. ~<M.)
ff. 72–So. -PP. tst–t68 (P. Jf~t.)
ff. 81 –pp. 171-172 (P. J~~M.)
ff. 82–«3. –pp. t4S–t48 (P. ~Mt.)
ff. 84. -pp. 111-112 (P. A~H.)
ff. 85. -pp. too–tio (P. Jtf<M.)
ff. 86–87. -faltan (En blanco)
ff. 88–06. -pp. t00–2t5 (Jt~M.Z~f.)

LXXII
<f.K~Mt<n(EaMMee).
ff.M~–w. –attt.
ff. )W–W –fattan (En btMco).
ff. :MO–34~ –aMi.

PfM~~MM J< ~<M ~/<M "PfMtWM J~«M<M'MtM".

"Primeros Memoriales" C6dice del Real Palacio. C6dice de la Academi*


(T. Vï. Ed. Troncoso). (T. VII, Ed. Troncoso) (T. VIII, Ed. Troncoso).

pp. ï–te8. -ff. 250–303


pp. t09–!M. -ff. 8s
pp. ïn–tM. -ff. ?4
pp. 113-144 –ff. s'–66
pp. !4S–ï~8. -ff. 8~–83
pp. t~So. -ff. 68
pp. tSï–"M. -ff. 7~–80
pp. t<t~–tyo. –ff. 69
pp. ïyt–ïTa. -ff. 81
pp. '73-ïTS. -ff. 70-7!

P~ec~Mttta las Aa/M los "J~~Mt~Wa/M c<Mt Escolios".

"Memorudea con EtcoUot". C6dife dei Real Palacio. C<)dice de la Academia.


(T. VI, Ed. Troncoso) (T. VII. Ed. Troncoso) (T. VIII, Ed. TfCocoM)

pp 177–w. –ff. t6&–t70


pp. tço–ats. -ff. M–~

PfocfdtMfto de los "Af~wtcfM/M Mt R~a<!ef*.

Etttnpublicados en pp. 40!–448 del T. VII de la Ed. Troncoso, y co-


rresponden a los ff. 1-24 del C6d!ee M~tritense del Real Palacio.

<<tf<cfe<Mf<M
P. M~tM.PftMfroj A~MtOfM/M".
MfMt.Ejf.MfMt<M~M con MfeKet".
JV~M:

El T. VIII de la Ed. Troncoso –que contiene el C<MtM d, h ~<e-

LXXIII
<~M«!– no ttfva ~attinaci~n C<ando las paginât del C6dice original no
han sido '.eparada* por Troncoso para publicarlas en otro tomo, se dicc.
en la columna correspondiente at T. VIII: "a//(".
Troncoso de~cubriô las hojas de estes côdice: que estaban -y ettan–
interpotadas en ellos. par defcctuoaa encuademacion, y al editarlas las co*
tocu en los lugares que les correspondian. Suprimi6 en su edie!on lu
hojas en blanco, y es ese el motivo de que fatten algunos folios. Pueden
checarse estos datos con tos que proporciona Ramirez, a! describir el C<
dite la .4f<~<'M<ta de la Historia (An. Af«j. JVo/ a* epoca. T 1, pp. y-8).
Del CMt< del Real Palacio aun no conotco una descripci6n -aunque se-
guramentc existe- y por eao no te con certeta si ta< hojas que no re-
produjo Troncoso en ninguno de los tomos por et puM!atdo<, son hoja* en
blanco en et Codice original.
(77)-Estas traduccinnes de Seler hillanse en el T. 11 de sus "Getam-
melte Abhandlungen" y en su obra pôttuma "E!n'ge Kapitel aus dem
Geschichtawerk dei Fray Bemardino de Sahagùn" (Stuttgart, toay).
Hablamos preparado una lista de ellas, pero la reservamos para
otro estudio, por no abuttar esta nota.
(78)–Por ejempto: tal fojat 2. 3. 4 y 5. con que se inieia el Libro VIII
en el C6d!ce Matritense de la Academia de la Historia. En ellas
!o escrito abarca casi todo to ancho de la pagina, mientras que en
las restantes hojas de este MS., el texto, areneratmente, ocupa una
angosta columna, y a ta derecha de esta se déjà en blanco un espa-
cio muy suficiente para otra. Me ocurre la h!p6teais de que en el
primer "AfaMM.tcn<c T'/o~/o/fo" (al que he Ilamado "~FWtM~M Me-
MtoWa/ft") ocupara et texto mexicano todo el espacio disponible a
causa de no haberse pensado aûn en que una traducci6n o parafra-
sis castrllana habria de acompaftarlo, mientras que en el segundo
"A~OHtMfW/c 7*/a~/o/fo" habla de ir esa veraion al lado del texto
nihuatl, y <:omo soto éste hubo de ser escrito, vino a dejarte en
blanco el espacio destinado para la traducci6n espanota. Mis tarde
se conttderô necesario afiadir una expticacion de las tna* importan-
tes voces nahuas, y asi nacio la idea de dispuner la "Historia" en
tres columnas, tal como la lamina de la pag. LXXVII to ejemptifica; asi
qued6 arreglado el "A~ iS69", para el cual sirvieron de mues-
tra los "Af~MO~M/t'~ con escolios"
Las ya citadas hojas can que principia el Libro VIÏÏ, nos dan la
lista de los Senore< de México y Tlatelolco, y, –se~un )o< datos
')ue aportan sobre la duracion de sus reinado*– el de niaguno de
estos termina después de !S6!. sino que el del uttimo –et goberna-
dor de Tenochtitian, D. Crist6bal Cecepotic- fenece precisamente
en e<e ano, y es esto muy significativo porque de ello parece dedu-

LXXIV
cirse que estaban siendo redactadu esas hejas en h mendonada
fecha.
(yo)–Hipoteticamente seRatamos esta fecha basaadonos en to dicho en la
nota anterior, y en el dato de Sahagùn, quien, en su Prétogo al Se-
gundo Libro, nos dice que, despues de haberse transladado a Tla-
telolco -ya entrado et ano de ts6o– p!di6 a tes principales de ese
pueblo le suministraran algunos informantes habiles, y con ellos "y
con cuatro o cinco colegiales. ,or M~<tf<o «H a<ïo y algo <H<{t
encerrados en el colegio, M enmendo de daro y tn~d)6 todo to que
de Tepepulco truxe escripto. Las palabras de SatM~n que siguen
inmediatamente a éstas, y que enseguidt copiamos, creemos son
lu ùn!cM que propiamente se refieren al segundo "A~ d, 77«~/o/-
co", de !S64-6<:
"y todo se tom6 a escribir de nuevo de ruin letra, porque se
escribi6 con mucha prisa".
No todo el Ms. de tS<4-6s escrito de ruin letra, pues la pri-
mera parte de et–équivalente al C6dice del Real Palacio- tiene una
ouigrafit muy beiht, pero, inedid& que &pfem!ob* el tiempo. des-
cMdt la letra de aquellos esmerados amanuenses, o se empleaba
otros mis ripidos para el trabajo. Los ejemptos de esa "ruin tftr&"
MUMMe precisamente en los ûttimos tibros. contenidos en el Codiee
de la Academia de la Historia.
(8o)-Decimos que ftttn ttt! et libro sexto porque el que se ttMnt sexto
en el codicc del Real Palacio corresponde al quinto de nuestras edi-
ciones.
(8t)–IcMbtttceta. 29t-it.
(82)-Véase la nota t4. Los "Af~Mona~t con srcolios" de que tn&s ade-
lante tmbtatno~. presentan ta disposidôn en tres cotumna'. tal como
la ttevaba et t'ioç".
(83)–IcMba!eeta. zM-ï.
(84)–V<ase to dicho en la nota 76 y ta ''Tabla de correspondcdas ~ntre
tos Codices MatrïtenMS y su edici6n".
(85)-D. Luis Gonzalez Obregôn transcribe algunos parrafos de un infor-
me de Troncoso en sus "Cronistas e Historiadores". Tomamos de
de attt (pp. !!<s-t86) to que enseguida copiamos:
"et Codiee Florentino, es. fitot6t;icamente inferior en mucho
a los matritenscs, porque su lenguaje mexicano es rudo, y el cas-
tellano grotesco, a veces. to cual se explica recordando que todo Io
escrito en et Codiez de Ftorenda fue desempeflado por indios de la
tribu mexicana. que hablaba su lengua rudamente y la castellana
con los vicios de ten~aje que hasta el dia se usan; mientras que
Io esento en 'os Cudices de Madrid, es obra. fn la parte nahuatt. de

LXXV
indios de la tribu tMCocana (que habtabâ el mexicano con mayor
etegancia), y en la parte castellana de copistas espanotes.
(86)–Sahagùn. advertencia "AI sincero lector", enseguida del Protogo que
encabez* la obra.
(8y)–Vease, como muestra, la limina adjunta, que contiene "JL<t /dMe
M cotM~e <f)M </<a en la <M<M". Es la p. t8o det T. VI en la Ed.
Troncoso.
(88)-Las hojas que conticnen esas adiciones son las que Ilevan los nûme-
ros 2, 3, 4. y 5 en el C<!dMt ~.ttcaMo /<t JPto~ ~fa<MtM Jf la
Historia. R c6mputo de !ot reinados, <egûn ellas, corresponde apro-
ximadamente con el del CJ~t JtfoMfeewM. si ae toma en cuenta
que eate -por tu Otricter pict6r!co– tiene que de<entenderae de lu
fracciones de anot, o computarlas como attot comp!etox' ML mien-
trM en las adiciones precitadas (fol. a verso) informa StUMftun, re-
firiéndose a Itzc&&t!, que "dizen los tenuchcM reyno doze ttno< y
medio", el "CMM< .MfMdocMO" cuenta !3 (fol. S verso). Troncoto se
referia a este documento nombtindoto "et ttMnado CJ<Mcf Jtf~e-
cwM" y parece que –segûn datos del aenor GAmez de Orozco– M
reservaba et revelar mis tarde cual habia sido el verdadero compi-
lador de <
Del can6nigo Juan Gon~Uez sabemos que desde tempranM fechM
aprendtô la lengua mexiauM. y que en el afto de tS30 funai6 como
interprète de ese idioma en el proceso seguido contra don Cartot
Chichimecatecuhtli (Cuevas, Historia de la Iglesia en México", T. I,
p 376). De <u biografia se ocupan varios Mton:s modemos. como
el Dr. Micot&s Le6n (Album de la Coromcion de la Sma. V!rgen
de Guadalupe, México, ï8os-o6), el P. Jésus Garcia Gutiérrez (Bol.
Soc. Geogr. y Est., sa. Epoca, T. VII), y el P. Mariano Cuevas
(Ob. Cit.. T. 11. pp. !a&ao).
(Bo)-En la p. 151 de la "Copia Troncoso del Codice Florentino", después
de los tp primeros capitulos con que comienza el Libro 11. hay ena
nota de este investigador, en la que dice "Estos to caphutos ante-
riores, cuyo asunto repiten tos que siguen, deben ser et sumario de
los libros a* y 4*, que, con los demis de la obra ttev6 et P. Navarro
a Espana y que tat vez votvio a traer cuando regreso: es et ûnico
material conocido de aquel sumario".
(oo)–Puede constatarse esto leyendo el texto del libro 1 de ese Suma-
rio en
"Athropos", T. I, pp. 3to-3t7.
(ot)-Transcribe esas noticias lcazbalceta en su Dibt. Mex. dft Siglo XVI
pp. 3«o-aoo.
(~a)–Esta hipétesis sustenta et Lie. Alfonso Toro en su estudio sobre la
"Importancia Etnogrifica y Lingûfstica de las obras del P. Fray Ber-

LXXVI
~~htJ–<~ <)r3~&~
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~TrM~

<M~M~.
tt~!f~<

~tt< t~t «t!t!«M«t. ~~M~


<~bA<.M. ~.t~

LXXVII
nardino de Sahagûn". (An. Mus. Na! 4a. Epoca, T. I, pp. t3-t4).
pues att! dice:
"Et examen cuidado*<' de taa figura* mueatra que, en tanto que
las del Codice dei Reat Palacio de Madrid presentan un caractet
mis primitivo y mas cercano a la escrito-pintura de loi aatituea me-
xicanos, !aa del Codice Horentino, conservado en la Bibliotecs Lau-
renziana, muestran una patente influencia europea. Atimittne se
observa que las pinturas que repreaentan a !o< dioses de los antigtios
mexicanos, si bien son <emejante< en uno y otro Côdice, pt~entM
notables variantes en la forma y colores de las vestituras, no obstan-
te que cstot son rituales simb6!icos y est&n determinados en el texto.

"Hemos dicho que es muy patente h inHuenda europea en las fi-


guras del C6d!ce Florentino, y en efecto, el autor de ettaa ha olvida-
do taa costumbres de sus antepasado*, y atï, en varios tugaret se
m!ra a los indigenas de rodillas ante los dioses en ae<!a! de adora-
tion, en vez de estar en cudtHM; en otros, los tettore* ind!ot Me-
van barbas y trajes al estito etpattot; en los edificios se ven arcos
pilastras y ornatoa propio: de la arquitecturs introducida por los con-
quistadores; y e! Sol y la Luna se representa por figuras hu-
manas, como se ven en Jos grabados europeos contemporaneo*.
"Bien sabido es que Jas copias de los manuKritM del P. Sattagûn
y las figuras que los itxttran, fueron hechat por indios del Co-
legio de Tlatelolco. Del mas notable de esos amanuenses nos ha
conservado el nombre Betancurt, en su Menologio, quien hablando
de et. dice at!: "Agustin de la Fuente, natural de Ttatituteo, et
mat élégante escribano que M hattaba, maestro de ta escuela, con
gran propiedad se ocup6 teda au vida en escribir a los venerables
PP. Fray Bernardino de Sahagun y Fray redro de Oroz, y Aa~<!
con /e ~«MM «M M~am~a con /<Mt<o ~fo~f<A~ ~<M' ~ar~fta <w<t'j«,
como ta: que e«an en ta pottitta.
"Creo muy propable que Agu«!n de la Fuente sea et autor de las
figurât de! Codice de Ftorfncia. y aun de los dibujos que sirvie-
ron para ejecutar mocho: de los grabados que adornan la "PMt-
modia Crittiana" tos que son demasiado primitivos, casi barbaroB,
y tienen gran semejaMa, en su factura, con las ilustraciones del C6.
dice Florentino".
(93)–Vea*e to que Troncoso dice en au informe del 3' de agosto de.
que reproduce pardalmente Don Luis Gon~atet Obregon ("Cronit.
tas e Hittoriadore* p. tM)
"<i eonviene conservar del Codice Florentine la parte mexicana.
bien que ruda y de pronuneiadon mis dificit. es absolutamente nc-

LXXVIII
eewio de<ech*r to e<crite en CMtethno por los !adi<M de México,
a canttt de los barbarismos y MtM de tint~dt en que abundt; vi-
dos que seria indigne conservar en una edidon monmnenttt como
li nuettnt".
(<X)–<re et0< indicios esta una apostilla al texto ontethmo en la "Co
pit Troncoso det C6dice Ftorentino" p. 558, en la que el copiste
dice
"Texto e<pt. parcte hecho al dict.* de otro escrito ~Et de
Acad. Hist. Md?".
De esto parece deducirse que el texto que Mt& copiando Tronco-
so es CMt dtxtint~ det que contieae el Cédice CMtettano de la .~t
demMt de la Historia de Madrid, puelto que piensa que de e*te <e
sirvi6 StUMtgaa para J<f<ef el que TroncoM copia. En efecto, es-
te investigador va haciendo notar en M copm conttantemente como
muctMH frMet parecen estar escritas al dtc<a<<e, debido a las fat-
hM de concordancia y algunos otros errores que contienen, y esto
1o indicia por medio de una apostilla, escrita t lipiz, que dice "dict*"
y que va Mempre a la itquierda del ren~Mn de ese texto cutelJano
donde ae comète alguna de esas MtM. Como un ejemplo de este
veMe este rengMn que es el Mtepenuttimo det texto castellano en
la p. 709 de la "Copia Troncoso"
"(Y M) et fuego <o<'<o«o en salir, det'Mt: quera ae(ftat).
Como se ve, el e<crib!ente de Sahagùn no oy6 bien la palabra '?'
<<ete" y e<crib!6 "<ef<otM~.
(9S)–ïcMtMttce< aM-IÏ.
(a6)–ïcMb)tteet*, a64.IT.
<oy)–TcMbtttceta. aM-IÏ y a~-I
(o8)~VcMe este asunto en Icazbalceta, (pp. ~6~aNo), quien to trata am-
pliamente.
(op)–tcMbtucett (p. a8t) iiienciona las diversas copms y las vicHttndM
que tufrieron.
(<oo)–He aqui et titulo de la nueva edicion. tal como to copia IcMhtIcett
(pp. aoB-1)
"L<t// Aptrici6n// de// Nra, Senont de Gu!M!t!upe// de Mexico.
Comprobtdt con t* refutadon dct ~rgumento neg~tivo que
pretenta D. Juan Bautista Munot. fundtndOte en et teatimonio
del P. Fr. Ber-nardino Sthatûn; 6 <et Hittorit Original
de este escritor, que ttttent la publicada en t8a9 en et equi-
vocado concepto// de ser la unie* y oritina! de dicho autor.
Publtala precediendo una Disertaci6n sobre la Aptricion
Guadalupana, y con notM sobre la Conquista de México, C&rtos
Ma. de Bustamante, Individuo del Suprême Poder Conserva-

LXXIX
dor. México. Impreso por Ignacio Cumplido. 1840 Calle de
tm Rebe!de< N* z" En 4' Una Htograth de Ntra. Sra. de Gua-
dalupe. Pagx. XXII. 1 foja sin numerar. Pag<. !-a4y. a f(. fn-
d!ee".
(!0!)–La "Libreria Laietana" de Barcelona, la ofreci6 en e<e precio at
Museo Nacional de México, en carta del 24 de enero de ïMS, de
la que conserva copia el Senor G6mez de Orozco.
(t02)–Icatbateeta, ao3-I! y 204-
(toj)–No< abstenemos de dar dtt~!te< por falta de espacio y porque ÏCM-
bfttceta da cuenta extensa de este asunto en las pp. aos-apë de su
BiM: Mex. del sicto XVI.
(t04)–He aqui et titulo de esa edicion:
"too Tomos. Biblioteca Mexicana. CodigM nac!ona!e< vi-
gentes. Historia, Uteratura, Ciencias, Novelas, Oficios. To-
<no V!?e<imo Secundo. Historia Générât de !M CoMU de
Nueva E<t<na Escrita por El R. P. ~r. Bernardino de Sa-
ha~ûn ) dada a tuz con notas y suplementos por D. Carlos
M&r!~ de Bustamante. Tomo ï. Precio 75 cenMvos Mc-
xico. Imp., Lit. y EncMitdemadon de Ireneo PM. Ctt))ejoo
de Santa Ctzra nùm 6. !8oo". !35 cms.–4voh.: 3~ 431, 376+7
f. y 3~+9 s. f. p~t.
(tOS)–"H!ttoiTe Gen<m!e des choses de !a NouveHe-Etpttgne
par R. P. Fray Bernardino de S~tM~n Traduite et Mnotee
te
par D. Jourdanet Auteur de divers ouvrages Mf la cli-
matologie du Mexique et traducteur de la Chronique de Bcma:
Dun del Ctttitto et par Remi Simeon Editeur avec com-
menta!re<, de la Grammaire Mahuat!. du R. P. Fr~y André* de
Olmos Paris G. Masson, Editeur Librairie de t'Ac~demie de
Médecine iao. Boulevard Saint-Germain, !ao !88e.a6 cm<.
LXXIX y 808 pp.
(to6)–Cterttmente la tenont Bandelier dice haber "extractado" la Biblio-
grafMt de SttMMtun, eacrita por Icazbalceta, pero el texto que traduce
a! inglis me ha parecido casi idéntico al del ilustre MMi6)p~fo. La
descripcién del vo!ûmen ea ta at~iente: "!547-t577 A H~tory of
ancient México By Fray Bernardino de SatMUïun Translated
by Fanny R. B<u)detier From thé Spanith Version of Car!ow
Maria de Bustamante Volume I Fiatt Univertity Preas !Ma.
22.s 5 cnx.–VÏÏI, ï tin foliar, mis 315 pip.
(!07)–"Einige Kapitet au* dem GeMhichttwerk des Fray Bernardino
de Sahaftn au< dem Attekitchen übersetzt von Eduard
Seler Herau<tteteben von Caecilie Seter.Sactm in Ge-
meintchaft mit Profe<or Dr. Walter Lehmann LettM des Fon-

LXXX
meinschaft mit Profetor Dr. Watter
Lehmann Leitcr des Fort-
chungt-instituts des Museums fur Volkerkunde in Berlin und
Dr. Walter Kndtebefg Kustos am Muséum Fur Volkerkunde in
Berlin Mit Abbildungen im Text und auf T&fetn Vertegt von
Strecker und Schroder ih Stuttgart MCMXXV!I"jo cm~
XVI y 574 pp.
fto8)–"Lt mxiAn cientifica de Don Francisco del Paso y Tronco~o en Eu-
ropt". Se e*t~ imprimiendo yt este libro -que contiene una docu-
mentaciôn riquisima- y que fue preparado por el Dr. Silvio A. Za-
v<th.
(t09)–EttM t&ntinat si fueron publicadas, y consthuyen el T. V. de la Ed.
de Troncoso.
(no)–Entre sus cottbot~dores "gramitico!" -algunos de los cuatea sir-
vieron también de <unMMen<e<– menciona StttMt~ûn a: Martin Ja-
cobita, Antonio Valeriano, Alonso Vegenmo y Pedro de S. Buent-
ventura.
Entre los "eter'banot'* nombra a Diego de Grado, Mateo Scveri-
no y Bonifacio Mtunmit&mo.
A esta lista habrfa que; a~ret~r el nombre de Agustin de la Fuente,
tegun )o que dijimot en la nota <? De Pedro de San Buenaventura
hty una carta que dirige a Stthtgun, eobre la pregunt* que «te le bi-
to acerca de cuit em antiguamente el verdadero principio del ano'
hàtune pubticad* en pp. 4t-4a del T. VII de la Ediden de Troncoso.
Firma con ét esa carta otro informante llarnado Pedro Gonzétet.
(nt~- -ProporcioM ejemptot de este el Lic. Atfonso Toro (An. Mut. Nal.
<(* Epoca, T. I. pp. t0-n) citando alli los pArrtfos relativos.
(tta)–DeMribimot esta edicion en la nota t07.
(t!3)–"The Song of Quetsalcoatl". Yellow Springs, Ohio, !Mt.

Po- falta (te tipos especiales nos fu< imposible, ttt cittr algunos tex-
tos antiguo*. conservar las vocales con tilde y las c con cedittt. En et
primer caso se ttgreg6 la M, o wt corretpondientes; y en el caso segundo se
u<6 de la .f.

LXXXÏ 1
APENDICE A LAS NOTAS.

~V<~<! BtMo~nï/tfo sobre /o ~Dor~nno Cristiana en Af~.nco~o"

~or ~~r<'< Barrera ~~«M.

MS. original en Mio. "Nican vn peoa yn nemachtitizttatotti. oqui-


chiuh fray Bernardino de Sahagun".
Tiene 27 ff. y falta el fin.
"SfguenM veynte y seis addiciones de esta Postilla !M quaÏM hito
e1 auctor deHa despues de muchos ano< que la auia hecho. ante que se
impnmieM. Es Io mismo que esta al principio debaxo de titulo def dech-
rMio breue de las tres virtudes theotogttM".
A la vuelta un prôtcgo en ctatetbno. Enatree<f la utilidad At la obra
y concluye Mt "Este mismo <tn& de ïSTo se puso por ttpendiz desta Postilla.
en to ûttimo, un tratado que contiene siete collationes en Len~Mt mexicMm
en las quales se contienen muchos secretos de tM CMtumbfM destoa natu-
rate~: y tambien muchos secretos, y primorM desta !engua mexic~na:
y pues que este volbmen no a de andar, sino entre los SMOrdote~. y
predicadores; no &y porque tener recelo de las MttigtMthn que el se cou
tMhen, <htet dar&n mucha lumbre, y contento a lot pfedicadore* del Mnto
Evtmgetto" (t)
No se halla este tratado en el MS., sino solamente veinticuatro adi-
cione< en !6 ff. mal eneuademadas, pue~ las siete ûtt!mM estin antes de tas
nueve prttnerM". (Bib.. p. 266/7).
A esta de3cripc:ôn de Icazbalceta hay que notarle tres COM<: en pri-
mer lugar. no da completo e! texto del titulo en mexicano; en ««undo.
asienta que el "apendti" a que StUMtgûn se refiere se htttt en et MS.
(10 mhmo se lee en el Cat&Iogo Ram(rez), y, por attimo, la tegundt parte
)a toma por adiciones a la pmnera. y por ende, la primera resulta ser la
Postilla para e! ilustre biM:6t;ntfo. En efecto, M! to declara un poco mis
adelante: "La duda acerca de cuat es e! libro de la Postilla parece retuc)
ta en f~vcr det pMMnte, pues el autor mismo le da eM nombre; pero et
titulo de DoetruM se opone un tanto a tal creencia. A no ser que Sahagùn
d«tr:buyera su emenanta doctrinal en forma de comentariot o explana-
ciones at texto de las Epistolas y Evan~tiot".
Como se ve, et mismo dud6 por causa de! thuto de Doctrina: sin em-
bargo, se compuM para si una jut'ificacién de tal tftuto.
Si nuettro Icazbalceta hubiese copiado integro e! tttuto en tnejdcanf'.

(t)–La tranKripcion de este parrafo de Saha~ûn ta cotejë con el orizi.


nat. A. B. V.

LXXXII
habri. descubierto muette cosas, y entre ettM, una perdida ohra de St-
htgun He <tqu! tnuMcri~ mai que bien la leyenda del titulo
NICAN VN PEOA YN NEMACHTILIZTLATOLLI~ VNCAN/
MOMELAOA YN ETLAMANTU NEMOALONJ: INJTOCA VÏR/
TUDES THEOLOGALES: TLANELTOQUILIZTLI, TEUJUTICANE.
TE/MACHILÏZTLL YOAN TEUTLATLAZOTLALIZTLI, YN VEL/
MAUJZTIC TLATÔLU CECA TETECH/ MONEQUJ/
OQUJCHIUH FRAY BERNARDINO DE SAHAGUN.
De donde se ve que este es el "Tratado de las Virtudes Teotogttet en
Megicano. MS. en dicho colegio" (de San Gregorio) de que nos habla
Berist~in en M libro (P)tg 02), y que también cataloga y comenta don Jo<t-
qutn de esta m<mer*
"VÏH. Tratado de las. Virtudes Teologales en mexicano.
"M S. que v!6 ~er!<tain en et colegio de S. Gregorio. Podrh ser un
fn<)ttnento de la Doctrina o-Postilla, porque de Esta se expresa que tM adi-
rioncs enut '1o mismo que esti "al principio" debajo del titulo de dedtrtdon
'te las tres Virtudes Teotea~jet". Si ese tratado ataba "tt principio" de la
Doctrimt. me inclino a créer que el M.S. visto por BerMtiin era la Doetrina
misma, a la cual pu«o el primer tttuie que teyo en ella".
Ahora b!en. aquellas palabras de "es to milmo que eati a! pr!nd)Ho det
dtub de dechrMion de las Tres V!rtude« Tee!o~e<" que se encuenttM en
la portada de las Adic!onet, y que esta vez mal transcribe tqut. puesto que
el original d!ce "Es to mismo que e*ti al principio <f~<M-c dt «ht~o de de-
darMiôn de las tres virtudes theotog~tea", claro dicen que las tales Adicio-
)te* a la P<Mtita y la DectAraeion ~Mf M<d a/ ~Mft~o, son una mis= cosa.
Con efecto, y en. esto e&t& !o curioso. comparando los dos textot, se we
que la parte mexicana del segundo esti contenM& pauabrt por palabra en
et pntnero, salvo que a éste te le han hecho leves correcc!enet en to que
es propiamente el texto. Toclavia m&< La DedMMion tuvo orizin<tm«)te
el t!h)to de "Siguense veynte y seis addiciones desta Potilla. y aMh
capitulo (cada uno de los cuales cs precisamente una "td!c!6n") tuvo ori-
Ktnatmente también su titulo en espanol tal como ap~rece en la segunda
tfarte de csta mal tttmadt Doetrina. Los titulos de los capitulos fueron
cubiertos con tirillas de papel hibilmente pet~dM: encima de tales remien-
dos fué escrito et nuevo tituto en mexicano. La hoja de la portada fue
tatnbién cubierta con otra que tapa el prototo e~p~Bot y que contiene el
proto~o tnexictmo. Et titulo de la portada e*t& remendado con un frtg-
mcnto de hoja bastante para taparlo, encima del cul ahora se lee el que
arriba he transcrito.
Yo dedutco de todos estos hechos que Fray Bernardino de Sthn~un.
c<'cribiô UMH Adicione* a su Postilla y que, quitia. de<pue* de que Esta tu-
vo tM mal fin (<i es que ciertamente fué convertida en carton) tM dMfm-

LXXXIII
z6 con el nombre de Dedarteion de las tres Virtudes Teotogttes. oun-
biando para ello los titulos y e! t'~ogo. re<utt<mdo M! uri nuevo librw)
escrito totalmente en mex!omo. Père exht!a otra copia de ht Adieione* y
~<t fué anexada a la ya ditfntMdt. tgre~ando unifMnente en et titulo,
que "es to mismo que esti at principio debaxo de titulo de dedtnMi~
Y no bastando esta nota, que claramente se ve atfez)Mh poateriormente,
una mano ajena agregu at pié de la hoja: 'OQU! MOCHÏHUÏLt YN
FRAY BERNARDINO DE SAHAGUN YNIN TENONOTZAHZTL!
YTOCA, UIRTUDES THEOLOGALES".
La tnmtformMion la hizo el Padre fteitmente. puel la materia de
las Adiciones es precitamente las Virtudes Teotogt!ex. VeMe to que dice
et pfôtogo en eap~no! al exponer las ventaJM que fu trabajo ofrecm: "Et
aver atMMiido ettM veynte y seis addiciones a etta PottHut parece que ser-
viri de muchas coHUt. La primera.Lo Mtundo, ap)'ovedMn< de tener
muy a la numo. <fM/afo~M <~ <rM Mf<M~~ t~e~a~ Y de que
la Postilla era un tratado de Epistolas y Evangetios. te dice claro M tefcer
punto "L o tefeero. aprovectuni para que et predicador tendri mucha
oportunidad de meter estar addicione* o ~ganM deUM, en qualquiera Ier-
tn6n que predicare /~<M'~Mf Me hay jE~<o/a, K< ~tW~t/M <w M<a rM«M<t.
cuya letra no demande ttzun* dellas.
Como d!f[o nnut arribtt, nbtese que don JotMtuin dice que et "Apeadiz"
a que se refiere Sthagûn en Mt protogo etptnot, no se eacuentra !n-
duido en el M S. Pero a peur de ello no deberMt etBetturxe que ettuvtMe,
puelto que es un apéndice a la Postilla y no a sus adieSbne*, que son hMt*
cierto punto otra cosa, a pesar de eso, digo, entre las hoJM que dMifico
como tercera parte del volumen, y que ae encuentran tntercthdM entre las
dos primeras partes, aparece una hoja con la palabra "Apendtz" por thute~
y otra con el de "D< la Postilla". Yo sospecho que te<m el principio y el fin
del famoso "Apendit que contiene muchos tecreto* y no terit dificil que
parte de MM otras hoJM contengan otros fragmentos de au texto.
DEDICATORIA
CARTA DEDICATORIA DEL AUTOR

AI Rmo. P. M. Fr. Rodrigo de Sequera, Predicador insig-


ne de la Orden de los Frailes menores y ConmNurio General de
toda esta Nueva Espana, Nueva Galicia, Guatemala, Costa Rica,
Yucatan, Nueva Vizcaya y de la Isla EspaSota: su mener sûb-
dito, fray Bernardino de Sahagûn, deseo prosperidad y salud
in M<f0~~ AoMtttM.
Con ninguna otra cosa, Padre Reverendisimo, me parece dar
muestra del agradecimiento que debo a V.P. sino es dedican-
dole esta obra habiendo
que por au favor ha sido resucitada,
estado enterrada en el sepulcro del olvido por manos del dis-
favor, para que dado que a mi me falten palabras para poder
cncarecer la grande obligaci6n que tengo al servicio de V.P.,
ofreciendo la obra y el autor deella, a quien la ha dado nueva
vida, no sea yo arguido de ingrato; y de nuevo V.P. sea ser-
vido de la amparar, mirando por ella como por cosa propia.
Y pensando en mi como podria encarecer este tan gran
tteneficio, me vinieron a la memoria las pahbras del gloriosi-
s!mo Doctor San Gregorio, con que encarece aquel gran triunfo
de Nuestro Senor Redentor de
y divina victoria JesMcnsto y
la vida, -la cual se manifest6 et dia de la triunfal Resurec-
ci6n, después de haber con tantoa trabajos triunfado de la muer-
te- et cuat dice asi: MtAtï MO&M M<Mf< ~o/Mt~. «Mt f~<w< ~ro-
/MtM< Mas antes, como el mismo Redentor dicc, hablandu

3
de Judas: mas nos vaHa no haber nacido, que nacer para ir a
pena eterna. La sentencia de estas pa)a!~ras, Padre Reverend!-
simo, cuadra muy bien para mis nbras. a las cuales fuera mejor
no estar hechas, que después de ~astado el cacr en el
trabajo
seputcro del perpetuo olvido De manera que todo !o que cHas
son y seran se ha de atribuir a V. P., como a su redcntor,
el cua! las rcdimio sacàndo!as de de!)ajo de ticrra y aun deba-
jo de la ceniza, y ponicndotas en lugar donde ten~an vida y
honra, y por ellas su autor ten~a a!~ùn provecho espirituat.
el cuai ninguna otra cosa prétende. Y por esto, no con im-
propiedad sino muy a proposito se puede decir de to que ade-
lante de !o arriba atc~ado, dice nuestra madre la Iglesia en
loor del Redentor que es: 0 /<<t CM/~o que /o/~< <!f/oM/«~t
MtfrM~ Afrc /?<CMt~~orrM</
Puedo yo decir estas mismas
pa!abras, teniendo por prbs-
pero el disfavor que a mis obras se ha dado, y por favorables
a los que le dieron, pues que por aquel camino vinieron a pa-
rar en manos de quien tanto las ha favorecido. De maner:'
clue el ser y vator que tiencn y tendràn, a soto el que las
favorecio para que sauesen a luz se ha de atribuir, mas que
no al autor. Por tanto, Reverendssimo Padre nuestro, suplico
a V.P. ten~a por bien de recibir en su amparo y proteccion
este primer volumen, de estas sus redimidas obras, el cuai con-
tiene cinco libros con otros lantos apéndices; y sera como el
primo~énito y pr~ncipat hijo, al cual sc~uiràn los dcmas, )os
cuales aunse (juedan criando con los alimentos de <juc V. P.
les ha prove!do; y no dudo (lue V.P. !os tomarà como por bi-
ios muy legitimos, para los favorecer, asi en ésta Nueva Espana
como en la Anti~ua en todo to que fuere menester. Y con
tener yo fundamentos muy suficientcs para tener esta confian-
za, no quiero muttipHcar palahras, mas conc!uyo con decir, co-
mo dice San Pabto, que mas debcmos al secundo A(tan que al
primero. Asi ellas dcben mas a V. P. que no a su autor.–Va!e

4
PROLOGO

El mMtco Mo ~«~<* of~r/<M«'M/f aplicar las tM~tCtMo.t al


CM/frMtO (~') que primero COMO~CO <~<*que /!MMtOf, 0 de que
rOM.M ~rOCC(/0 la CM/<*r~«'(/< de WOMCro ~KC < bueu Mt~JtCK
fonncnc .~o docto Cil el fonocunt~/o Jf las tM<'</<fU!a.f y CM
de las<'M/<'rtft~O</M, para aplicar COttT'<'Mt&/<*MtC<t~ a cada fH-
fermedad la MtC<~«'tM<t contraria, (y /'or<~) los predicadores y
fOM/MorM Mt<Wc<M son de las <!MtMMM, para curar las CM/~rwcJa-
des M~tn/MO/M COMTt<'M<* (que) /<'M~OM <t'~rt<'MCtO de las Mt<
(/tc<no.t y de las fM/cr~tCt/a~M f.~n/MO~: predicador de los
itt'tojf de la r~M&~co, para ~M</<'r~or co~ro cllos .~M </oc~nMa.
Y < CCM/fMf, para .M&< ~r<*<yMM~or /0 que <'OM!'«*«<' fM/~tt</fr
que ~<t<*M ~fOMtf a su oficio, COt!:tCM<* XtKC/tO ÇM<*~~OM /f
MfCMono para f/cr~or sus o/<Ct0.t; ~t fOMttCMC se <cMt-
</<'« los MttMM~o.t de esta to~K'~rnJtt, con decir que <'M<r<* <sf<!
<y<*M/<* Mo Aajt' MtJ~ ~fcoJ~~ ~«<* &orr<ïf/t<*ra, A«r~o y corMo/«/o<
porquc otros HtMt'/to~ ~<'<'a<f<M /<oy fM<r<' cllos muy w<~f ~ro~'M y
que hfMfM ~nn< M<'c<<Wo</ </<*r<'M«*<~t'o: Los pecados de la ido-
/a<rto y W~o.t «/oM<nco~, Y .vtt/'frjr~ftot!~ «foM/n'fa~ y d</t«'ro.?.
y a&M~OMM y t<'r<*M<OM«M «/<r«o~, Mo ~ot! aun ~<T</t~.f del
lodo.
Para ~r<'</<far r~ro <t~a.f ff~ OMM /'<!r<! .M&cr las
/«!Y. îM<'n~/fr f.t </<' saber roMto /o.f M.to&<tn fn /~M)~<! <~ su
tJ~fo~fa, que por falta de tto M&<*r <<' CM MMMtrf ~r~fttfto

5
/!Of<'M MtMf/tO.t fO.M.f fJoM/nfO~ .MM que /0 fM~t</0~().t; y </«<'M
0/~tO~ ~f~fd~Jo/O~ ~Mt* son ~0&~r«M 0 MtMf~M, por ignorar
la rais de donde ~~t< --que es M!<<! t~o/a/r~a, y los confe-
sores Mt se las ~r~MM~oM Mt ~« t~oM g«F hay tal cosa, ni sabeu

leaguaje para los ~r<(M/0), )tt OMM /0 ~M<<'M</FrdM OMMÇMf


tf fo digan-. Pues por que los ministros del Evangelio
que .VMC~f~M a los que printero TtM~rOM, en la cultura de f.t~O
MMCTO M~O del ~tïor no ~«~OM ocasi6n de quejarsc de los ~n-
w<'ro~, por haber dejado a o~'C!<r<M las cosas de estos naturales
Jt' esta Nueva ~f/'oMO, yo, fray Bernardino de .So/to~«M, fraile
profeso de la Orden de Nuestro Serdfico P. S. FrcMCtJfo, de la
0&J~rï/<ÏMCtO )Ha<M~ de la Villa de .SoAo~MM, fM Campos, por
mandato del muy Reverendo Padre el 7~. Fray Francisco 7 o-
ral, provincial de esta Provincia del .SoM~ ~Et'OM~to, y </f.v-
pués Obispo de Campeche y yMco/<tn, <K'nM </o<'<' libros de /a.~
cosas JtMtMM, 0 por tMC/Of decir tJoM~ftCO.t, y /<M)MOM<My ttO-
turales de esta Nueva Z~OMt: El primero df los cuales /r<t/a
de los dioses el segundo, de
y diosas que estos MO~«r<~M adoraban;
las fiestas con que los /tOMfo&on; tercero, de la t'MMtor~o-
lidad del (ÏMt~Ma y de los lugares donde </fffaM ç< t~t /(M al-
!M<M desde que JO/tOM de los cuerpos, y de los sufragios y ob-
.t~Mt<M que Aoc~oM por los )MK<*r/o~/ el cuarto libro trata de la
<M~fo/o~<a judiciaria que estos Ma/Mro/M M~a~oM, para ~o~fr la
/or~MMa &M~Mo o mala que ~M~o~ los que naftott. < quinto libro
trata de los agiieros que estos naturales /<'<ua« para o~ttt'nor
las cosas por ~M<r; /t&ro .o trata ~<' la /?f/Jn'fo y f<7o-
.~o/to .~ora~, que estos MofMro/~ M~a&c~: el séptimo libro trata
de la Filosofia Natural que estos )!a<!<ro/~ a/caMro&aw, oc-
tavo libro trata de los ~fMorM y de sus fo.t/MW&r~ y Mton<'ro.t
de ~o&~tor la r~M&f«'a. ~t~ro «oMo trata de los M<<'r<'o~~r~.t
Y otros oficiales w~dmco~, y de sus coj<MW~r<'j; f/ libro dé-
<tMto trata de los vicios y ttr/MJ~ de <t~<M </f«/M, al propio
de ~M tMOMfro de mtr; libro MMJ~fUMo trata de los aM<M<a~
<M y peces, y de las ~f~frartow~~ que /tay ~M esta lierra, y
de los (tr~o/f.~ y<'r~< y flores y frutos, metales y piedras v

6
otros tMMW~M; ~&ro jMo~cttMo intitula La de
Conquista
México.
Estos doce libros, con el arte y vocabulario o~M~tf~
<M'aOOfOM de sacar en blanco este 0<ÏO de mil quinientos y sesenta
y nueve. Aun no se na ~oJt~O romanzar, ni ~OMff los f~CoKo.!
M~ÏM la trasa de la 0~0; MO /0 que .fC ~oJfMï hacer en el
OtÏO de setenta que se sigue, pues desde el dicho 0~0, hasta casi
el /tM de este 0<ÏO de mil y setenta
quinientos y cinco no se
~do tM<~f ~M~M~ en ésta obra, ~or gran disfavor hubo
que
de parte de /o~ que la debieron de favorecer: ~~ro como ~70
a esta tierra nuestro Rmo. P. Fray Rodrigo de Sequera, Co-
misario General de todas estas ~fOMMCt<M de esta Nueva Es-
~0~, Guatemala, etc., de la Orden de Nuestro Serdfico P. San
Francisco, de la observancia, MMÏM~J que estos libros todos se
rOMOtM'<M~ y OJ{ CM romance COWO en lengua M:~nCOtM
escribiesen de buena letra.
Es esta obra
como una red barrcdera para sacar a luz todos
los vocablos de
esta lengua coM .n<~ ~ro~<~ y wf/o/Jftfoj sig-
Mt/tcact'oM~, y todas ~M.? maneras de /M~~or, y las îtM~ de sus
antiguauas buenas y tMO/~t, es para f~JtMnr mil canas, porque
con harto menos trabajo de /0 que aqui me CM~~O, ~O~rjM los
que quisieren saber ~M poco tiempo ~MMf/tOJ de sus aistiguallas
y todo el lenguaje de C~~O gente mexicana.
~4~'Ot~C~M!rJ mu-
f/<o toda esta obra para conocer el quilate
de esta gente tM~n-
cana, el CMO~ aun no se lia conocido, porque vino sobre ellos

aquella MM~<c<o« que y~r~M{<M de parte de Dios /M/M«no contra


/Mdco y Jerusalem, <<<c<~M<<o,en el Ca p. 5°: yo A<M~ OMf :~M~a
una de
sobre vosotros, yo tracré contra vosotros gente muy
lejos, gente tMMy robusta y M/or~o~o, gente muy antigua y
diestra CM < ~Mf, ~fM~ cuyo ~MOM< no ~M~M~t'r~î <!t ja-
)t<~ o~<~ su M«!M<*r<t de hablar; toda gente fuerte y aMt~:o.M.
codiciosisima de matar. Esta gente os ~frMM a vosotros y
a ?'«~~<M ~tM/~r< <* At;o~, y toda cuanto ~o~M, y jM~?Ktr<!
~odo.t fM~~roj ~MfMM y f~t/tfto~. Esta a letra ha ocoM<

7
n'Jo a <o.f «tJto.f c~M los
f~o< o/M: /«fro~ /OM o~o~<oJ<~ v
V JM/rMt'Jo~ C//0~ y <oJ<M ~M.t f<.t<M, que WtM~K~M aparicncia /M
qued6 de /o que craM oM~.v. M/J~ ~MtJo-f por &<<r&or<?.v
y por ~CM~f de &0/MtM<0 ~Mt/O/C ––Ct~<~ ~<'</«« t'<!< CM las
<~<M de ~O~tC~O CC/Mt~t el pic </</<nt/<* 0 M!MfA<t ~<rO.<MMtOW.V
t/Mr /«*nC~ </f0t< ~f<n<MCtjM de ~0/<<<t(M, ~OCOHt/0 fuera O/~MtMt~
//rOH~<M que su MtaMCrO de regir fOM/CMM! Z~t' M~O poco

~Mf coM ~ron trabajo se ha rcbuscado parece ~MMC/to la !W/o-

ja ÇM<? /MCt~OM todo .t<* pudiera /«t~.


En /o ç<*<' toca a la OM~<7«<~<K/ de esta ~M<<* <<~M<r<' por
<H fn~MOdo que ha M«~f de dos M«/ OMO~ que /MM~t CM esta /<C-
'TO que 0/toro jfC llama la Nueva E~OMO Porque por .MM ~t!-
/f<ro~ 0<t~M<M Aov MO~tCMt ~«C <t~«cMo famosa ciudad que se
//a;Mj Tula ha yo <M~ <tMO.? o «<tt~ cc~co de ellos que fué J~-
fruida, y alites que T cdificasc, ÇM<* la c~t/tforun M~MMC-
~OU !Mt<f/t0.f poblados ~t T'M~OM/~MCO, efûMJc dcjaron MtMCAo~
edificios Mtt~' uotables; pues CM que <îM cstuvieron y CM /<'
que /ar<~ofOM CM edificar la ciudad de 7'«/~ y M /o que </MrJ <'«
.< ~ro.~<*rtJoJ a<t<<f quc /M<w </M/rM<Ja, M coM-tOMO a t'cn/o~
que ~a~oroM )Md.f de mil a<To~, de fMa/ rc.sM~a que por /o M<*Mo.r
~M<Mt~<M o~o~ OM~c.t de la Z~farMOf!~ de «MM/ro /?<o~
esta /K'rra cro poblada. Esta f~&r~ y ~<w ciudad de Tula,
MtMy rica y </<'c<*M/c, Mn<y .M~/o )MMv c~/or~o~o, tuvo la ad-
crjo /o~/MMa de Troya. /.o.t fA~/o/~fo. que ~~u los que (/c
r/la ~c escaparon, /<<!« /<'M«/~ la .~Mff.n~tt de /<M ~o~taMo~f,
t OMtOlos fO~OMO.t ~Jt/tfO~/t < Capitolio para .TM /0~/0/~0, asi
los cholulaijos fJt/«'<îr<)n a )«(~<~ <t~M< ~~tOM/Or<0 que C.~J
/MM/0 a C'holula, ~Mf f~?~~ K~O sierra 0 «H ~ro« !MOM<< y
todo /«o Je )M«M~ o f:<cr'<t.~ por </c J<*«/ro..UtfcA~'
<j/!o~ Jfjr~M~ los Mtc.nfo«M fJ</<fa~o« /a f<f<J<M/ </<* A/vtfo, çMt'
r.\ otra ~MCft'a, y r//o.t <'« .M/~r y c/< Policia .~M otros tv~
<MtM<M. l.os //o.rfo//<'fo~ ~rfffM liaber .n«-<*Jt</o fM la /or(M)K<
</<*/0.t f<!)'/0~<M~ /yov </raM</f.f .t<*MO/<t de las OM/«/Ma//< de
estas f<)M<~ hoy J<a /'<t'r<' c~ 7'M/a y <'« T~M/aM/rt'Mco, y

8
fM MX f~t/tftO //a<MOjo ~OC/MCO/fO. que M/<! CM los /<~rtM<MO.?Jf
()MOM/<tta/<M<K'; y casi CM toda M/o tierra /<ay seieales y rastro
tic cdificios y <tO/<M OM~M~HtO.t.
~.t, cierto, cosa de <on</<' oJM<tr<!f«!<t que haya )w~/ro se-
/?<~ Dios <aM~.f
.H<~<M OfM~<!</0 !<«<! .YC~'<! de ta»tas </<'H/<t t~
~o<f<M, CMyo~ /r«<o.t M~~fnMt~t .Tf!~< < Jftn~tno los ha cogido,
y CM el /«<o infernal /<M /t~M<* atcsorados; ni ~«fdo creer ~Mt
la /n<t de Dios «o .tfo ~'<<fo donde la .nt:a~o~o de Sa-
tanâs ~OM/O prosperidad ha ~MtJo, fOM/~tTMtf aqucllo ~C Sali
Pa&/o: o&Mtt~of~ la gracia abonde o~M~t/J < ~c/t~o. Del saber,
o M~M~a esta ~<*M~, hay /OMM que fué tMMf/Mt conto pa-
rece <'M libro décimo ~OMd< en fa~/M/0 XXIX, se habla
los ~t~Kfojr ~ot&Mtûff.t de ~/o ticrra, ~fK~f afirma gMf
~cyo~ /<MM/o.~ o! todas
fueron y <M/f<Mo<yM y ntny dt~<ro.~
las of~.t M«'c<!Mtc<M de la /or~<o~ cual cutre cllos cra Mtd~
M<tMt<tf/0 que MtM~MMO otra T'tf~M< y por la que .tH~tOM al M~/t-
)«o ~roJo del T'o~; /<'M{on de c.t/o </roM<~c.v ejercicios, fOtMO ~o-
rece fM t<u<fA<M partes < esta nbra. E<! /o que ~ra a la rc/t-
<~t<!M Y fM/O de .?«.' <~<W.t «0 crco Ao habido fM f~ tUM~Jo
«<<o/ro~ /OK r<T'<'r<*nf«M/or<t de sus dioses, «< tan a su costa,
fOMfO < de f~/O .VM~'O ~a~O, nt /0.~ /t~t~ ~< t«'M(/MMa
otra Maft<!M ~«t'o yM~o tan ~<Mfo y ~f /<t)t~.r ffrfMtnm'a~ f0!t)
le /<o<! ~tMa~o estos MO/Mra/M ~«r <t/'<ïf!'o </<* M<Mr/<o.t a~o-f. «)-
wo parccc par toda csta obra.
/~<
<'n<yc<t ~c csla ~<'M<f la rt'/of«~< <;t«* </<!H las :/c/o~ es
que por la Mtar T'«ncro«, de hacia < Hor/< y (!t'~<' es que
~rOM CM 0/</MMOJ T'<MO.Tde MM«<<! (~Mf) MO .tf .M~t' rOt~O f~'t
/a&~<tJo~ jftHO que ~<' fon/f/ura que sino /aM<<! o«<' Aay ~t~t'
/0</0.t M/O~ MO~M~«/<'J. OM<* .M/tt'ro~ de .t<t'/t' <t<t~0~, <<(' Cf/d.'
.~<<' CH<t 0.~ ~0« /0.t .n<t' «Ot'tO.f
0 </<</t'~0.t <'<t que 7'!«!t'r0« /«.'
~n<M<*ro.f ~o&~o~orc.t de <<! /<<'rra. jr<'</M« se fo~</<* par fOM/<
/Mr<M two.ntMt/M; la ~<'M/f ~n'tMcro t-tHo a ~<or a t'c /t'rr<j
Jf '«ï<t'o la F/onJo. y fO~f/t'anJo ft'to y (~<«~ar<'o fx /<<'r/')
de /<Mt'o, o«<' <o.t //<!M<a« /<'o. que </«!rrt' </f<ir luyar </«);</<'

9
M~OfOM los que pasaron el 0<yUO. ~.t/O ~fM~ venfa en demanda
del ~orot.to lerrenal, y ~o~OM par apellido Tamoanchan, que quie-
re decir, buscamos MMM/fO casa; y poblaban CFfCO de los tM<~
altos montes que hallaban. En venir hacia el mediodia a bus-
cor ~crc~fo ~ffCMO~, ttf) erraban, porque o~<Mt<~ es de los que
~rcn&M que debajo de la ~MM equinoccial; y en ~ttMr
que M 0~«n O~~MtO monte
tantpoco y~f~OM, porque <M( ~0 di-
c<*M los Mc~~orM, ~MC ~orotyo terrenal M<<t debajo de la ~M~a
f~M<MO<'CM/ y que es un monte altfsimo que M~O su cumbre
cerca de la luna. Parece que ellos, o ~M.~ OM~MO~O~ ~MMCfOM
0/~MM OfdCt~O CCfCa de esta ÎMO~fM, 0 de Dios, 0 del demonio,
o ~Ct~tCt~M de antiguos que vino de mano FM mano hasta
ellos. Ellos
&«.~0&OM /0 que ~Of ~a ÂM~MM MP ~M~F A<ï-
~of, y nuestro ~Mor Dios ~fc~Mj~o que la tierra ~.r/'o&~odo
se poblase para que algunos de sus descendientes fuesen a ~o-
blar el ~oro~o celestial, como oAofo vemos ~or ~~n~~Mto.
mas ~~Ora ~MJ me detengo en contar 0<~MM<tKF<M.~ pues es cer-
~~tWO que estas gentes todas son nuestros hermanos, proceden-
tes del ~Ot!CO de Addn COMtO ttOM~fO~, son nuestros ~fJ/tM<0.t.
S quien .tOM«M obligados a OtMOf como a nosotros mismos, quid
quid sit.
De /<! que fueron los
~Cttt~O.t pasados, vemos por CJf~~n~n-
cia ahora que .MM hdbiles
para todas las artes ~t~Mtcoj, y las
~rct~oM, ~OM /o~tM~t /«t&< para aprender todas las artes li-
beralcs, y la santa 7'co~to, coM<o por f.T~n~MHo ha visto
en aquellos que ~OM sido CtM~MOJo.t eu estas ciencias; ~Or quc
de le que sou ~M las cosas de guerra, .T~ <tfMC de
experiencia
ellos, 0~ en la conquista de esta tierra COtMO de otras par-
/tCM~r~ COM~Mt~ que J~M~ OC<Î se /<OM hecho, CM<ÏM fuer-
tes .to<t eu ~M/nr trabajos de /!<Wt&~ y sed, f rio y .tM~MO, <'«<!«
ligeros y dispuestos para acometer CMa/M~«~ro trances ~<7«yro-
~0~. ~<M MO ~OM menos A<t&t~ para nuestro crM~OMM~MO y<MO
en él d<?MJotM~M~ /«~rOM CMMMK<0.f; cierto, parece que <'M es-
los MM~~ff0.t tiempos, y en estas tierras y con esta getlte, lia.

10
querido Nuestro ~CH~f Dtot rutituir a la /~<tt'o /o ~<«' dc-
monio la ha robado (~M) /M~ro, .4~~MOMM y T~raMCto, fM
/4jt0 y Palestina, de ~o cual quedamos tMMy obligados d<* dar
gracias a Nuestro ~Mor y trabajar fielmcnte ~t esta su ~VM~a
~a~o.

AL SINCERO LECTOR

Cuando esta ohra se comenzô, comenzose a decir de tos que


to supieron qu~ se hacia un Calepino, y aun ahora no cesan
muchos de preguntarme que en qué términos anda el Calepino
Ciertamente fuera harto provechoso hacer una obra tan ùtit
para los que quieren aprender esta lengua mexicana, como Am-
hrosio Calepino la hizo para los que quieren aprender la lengua
latina, y la significacion de sus vocablos; pero cicrtamente no
ha habido oportunidad, por que Calepino sac6 los vocablos y
las significaciones de ellos, y sus equivocaciones y metàforas,
de la lecciôn de los poetas y oradores y de los otros autores de
la lengua latina, autorizando todo to que dice con tos dichos
de los autores, el cual fundamento me ha faltado a mi, por
no haber letras ni escritura entre esta gente; y asi me fué
imposible hacer Calepino. Pero eché tos fundamentos para
(que) quien quisiere con faciliclad le pueda hacer, porque por
mi industria se han escrito doce lihros de tenguaje propic y
natural de esta lengua mexicana, donde allende de ser nun
~ustosa y provechosa escritura, hallarse han también en ella
t<xlas maneras de hablar, y todos los vocablos que esta ten~ua
usa, tan bien autorizados y ciertos como to que escribiô \'ir-
t;itio, y Ciceron, y los demàs autores de la tengua latina.
Van estos doce libres de tal manera trazados que cada plana
ttcva tres cetumnas la primera, de ten~ua espanola la segun-
da. la ten~ta mexicana; la tercera, la dectaracion de los voca-
hlos mexicanos, senatades con sus cifras. En ambas partes te
de la ten~ua mexicana se ha acabado de sacar en blanco, todos

ït
docc Hbms; to de la lengua espano!a, y tes escolios no esta he-
cho, por no haber podido mas, por fa!ta de ayuda y de favor.
Si se me dièse la ayuda neces.uia, en un ano o poco mas se
acabar!a todo; y cicrto, si se ac~base seria un tcsoro para sat)er
muchas cosas di~nas de ser sabidas, y para con facilidad saber es-
ta lengua con todos sus secrctos, y seria cosa de mucha esti-
ma en la Nueva y Vieja Espana.

Ï2
LIBRO PRIMERO

En que se trata de los dioses que adoraban


los naturales de esta tierra que es la
Nueva Espana
CAPITULO I.

QUE HABLA HHt. !'«t\CI!'At. U!OS ~t E AUOKABA'< Y A QUIE*.


SACR!F!CABA\ !.ns MKXICAKOS LLAMADfj
Hurxn.ocHTL!.

Este dios !!amado /Ywt'~o~o<<f! fué otro Hércules, el cua.!


fué robustisimo, de grandes fuerzas y muy t)elico~. des-
gran
truidor de pueblos y matador de rentes En las t~ucrra~ en
como fuego vivo rnuy temeroso a :<u'- contrarios. y asi la dni~
que traia era una cat)cxa de dragon muy espantab!e. que echaba
fuego por la tx)ca; también este era mgromàntico o embaidor,
que se transformaba en figura de diversas aves y be~tias
A este hombre. por su fortaleza
y de~treza en la guerra,ic
tuvieron en mucho los
mexicanos cuando vivta Despues que
niurio le honraron conw a dios y le ofrecian esclaves, sacrifi-
candolos en su presencia; buscaban que estos esclavos fuc~en
muy reRatados y muy bien ataviacioc con aquellos adercxo<- que
etlos usaban de orcjeras y barbotes; es'o hacian por mas hr'n-
rarle. Otro scmcjantc a este hubo en las partes de Tlaxcah.

que se ttamaba Camaxtli.

'5
CAPITULOII.

QUE TRATA DEL DIOS LLAMADO PÂÏNAL, EL CUAL


StRXDO HOMBRE HRA ADORAHO POR DïOS.

Este <!ios !!amado P<!<~<t/ era como sota capitân de! arriha
dicho, porque el arriba dicho como tnayor capitân dictaba cnan-
do se hah!a de hacer Ruerra a at~unas Este, como
provincias.
su vicario, scrv!a de cuando repentinamente se ofrecia de Md!r
a! cncuentro a los cnemt~os, porque entonces era menester que
este PJ<M<r/, que quierc decir ligero, apresurado, salicse en pcr-
sona a movcr la ~ente para que con toda prisa satiesen a ha-
t)crsc con los enenligos.
Dcspués de muerto que le hacian
la fiesta era que une de
to. satrapas tomaba h ima~en de este f<KM< compnesto con
ricos ornamentos como dios, y hac!an una procest6n con él. bien

larga, y todos !ban corriendo a mas correr, asi el que le Hevaha


como los que le se~u!an. En esto representaban la prisa que
muchas veces es necesaria para rcsistir a tes encm!~os, que sin
sahcrto acometen haciendo celadas.

rAPITLLO Ht.

TR\TA [tEL H!OS t.MAU~ TEXC\!LU'n< KL cr.\L GENKRAt.


MEKTE ERA TRXtRO t'OK MHS KKTRK HSTOS NAft'RA-
LRS UR ESTA Nt f:A Est'AXA; KS OTKO JrftTKR

E! tlios ttatnado
7'<'?t~«t cra tenidu j~ vcrdadcrn dios,
c invisible, el cual
andaba en todo tuRar, en et cielo, en la tic-
rra y en e! infierno; y tcnian que cuando andaba en la tierra
!nov!a guerras, enemistades y discordias, de dcndc resuttaban
mucha fati~as y desasosie~os. Dcctan que et nusnio i<)tat)a
a unuh rontra otros tuvicscn
para que ~ucrras y pur csto le

ï6
Ilamaban Nécoc Vdo~, (luc quiere decir sembrador de discor
dias de ambas partes; y decian et sôlo ser el que entendia en
el regimiento del mundo, y que él sôto daba las prosperidades
y riquezas, y que él sôto tas quitaba cuando se le antojaba; da-
ha riquezas, prosperidades y fama, y fortaleza y seiiorios, y dig-
nidades y honras, y tas quitaba cuando se te antojaba; por
este le temian y reverenciaban. porque tenian que en su mano
cstaba cl levantar y al)atir, de la honra que se le hacia.

CAPITULO ÏV.

QUE TRATA DEL DIOS QUE SE I.LAMABA


TLALOC TLAMACAZQUt.

Este dios ttamado Tlaloc T/a~MOca~~Mt era et dios de las


ttuvias. Tenian que et daba tas Ituvias para que regasen la tie-
rra. mediante la cual Iluvia se criaban todas las yerbas, ârbotes
y frutas y manten!mientos: también tenian que e! enviaba et
granizo y los retampaRos y rayos, y las tempestades det agua.
y tes peligros de los rios y de la mar. En ttan~arse 7'~tMoc Tla-
tttacM~Mt quiere decir que es dios que habita en el paraiso terre-
nal, y que dà a los hombres los mantenimientos necesarios pa-
ra la vida corporal: los ser\ icios que se le hacian estàn en et
secundo tibro, entre las fiestas de los dioses.

(APtTrLO V.

TRAT\ PK). Ptns ru K St: H.AM QrETXAt ( 6\T!


MOS DE LOS VtKXTOS.

Este ~M<o/f<!a~, aunque fué hombre. teniante t'or dios y


dcctan que barria el camino a los dioses det agua y esto adivi-
naban porque antes que comienxan las aguas hay Krande< vien-
tos y polvos, y por csto dec!an que C"<o~< dios de los

~*hMûn ). ï
'7
vientos, barria los gamines a icsdioses de tas ttuvias para que vi-
nicsen a llover.
Los sacrificios y ccrcmonias con que bonraban a este dios
cstân cscritas aclelante, en el
secundo tii'ro. Los atavios con
que le aderezaban eran los
si~tientes: Una mitra en la cabc-
za, con un penacho <!e plumas que se Haman <<?o~; la mitra.
era manchada como cuero de tigre; la cara tenia (en!da de ne-
j~ro, y todo el cuerpo; tenia vestida mia cannsa como so!)repc-
lliz, labrada, que ne !c Hegaha mas de hasta la cinta; tenta
unas orejeras de turquesas, de labor mosaica; tenia un collar
de oro, de que colgaban unes caracolitos mariscos predosos:
Hevaba a cuestas por divisa un plumaje a manera de Hamas
de fuego; tenia unas calzas desde !a rodilla abajo, de cuero de
ti~re, de las cuates colgaban unos caracolitos mariscos; tenta
ca!zadas unas sandalias tenidas de negro, revue!to con marga-
~ita; tenia en la mano izquierda una rodela con una pintura con
cinco ângulos, que Haman joyel del viento. En la mano dere-
cha tenia un cetro a manera de bàcu!o de obisjw: en )o alto era
cnroscado como bàcuto de obispo, muy lalrado de pedreria, pe-
ro no era largo como el bàcu)o; parcc!a por donde se tenia co-
mo empunadura de espada. Era este el gran sacerdote del
templo.

CAPITULO VI.

QUE TRATA DE LAS DIOSAS PK!XCH'ALES QrH SK AU());HAr.


EN ESTA NL'EVA EsPANA.

La primera de estas diosas se Uamaba Ct7!«<i«!o/ Decian


~uc esta diosa daba cosas adversas como pobreza, abatimien-
to, trabajos; aparecia muchas veces, segun dicen, como una se-
fiora compuesta con unos atavios como se usan en palacio.
ncoan que de noche voceaba y bramaba en el aire; esta diosa
se Ilama Ct/!t<ac<!a~, que quierc decir mujcr de la cutchra; y tam-

!8
bién la ttamaban 7'oxJn'~ut. ()uc quicre dccir nucstra m~dre.
En estas dos cosas parecc que esta diosa es nuestra madré
Eva, la cual fué en~anadn de la cutebra. y que ellos tenian no-
ticia det negocio que paso entre nuestra madré Eva y la cutebra.
Los atavios con que esta mujer aparcoa cran t)tancos, y los
cabellos los tocaba de manera que tenia como unos corne~ue-
los cruzados sobrela frentc: dicen también que traia una eu
na a cuestas, como quien trae a su hijo en ella, y poniase en
et /t0«<y!«~ entre las otras mujeres, y desapareciendo deiaba
la cuna. Cuando !as otras mujeres advertian que aquella
runa estaba alli otvidada, mira))an to que estaba en etti y ha-
ttaban un pcdernat como bicrro de tanzôn, con que ettos ma-
taban a los que sacrficaban; en csto enteiidiati que fué Ct/tKa-
t Jo~ la que !o dejo alti.

CAPITULO VII.

TRATA DE LA UtOSA QUE SE LLAMARA CtHCOMECÔATL.


Es OTRA DÏOSA CERES.

Esta diosa ttamada C/ttcoM!<'c<!a// cra la diosa de los man-


tcnimtentos, as! de !o que se corne como de to f{uc se hcbc: a esta
la pintaban con una corona en ta ca!)cza, y en la mano derecha
un vaso, y en la izquierda una rodela con una flor grande pin-
tahan: ténia su rtfCt~ y /u<t~<7/t y sandatias, to<t<~ !)ermejo: y ta
cara tenida de I)erlliejo-, dct)i6 c'ta mujer ser h primera que
conc'~o a baccr pan y otros manjarcs y ~uisados.

'9
CAPITULO VIIï.

TRATA DE UNA DIOSA QUE SE !.LAMABA LA MADRE DE LOS DïOSES,


CORAZÔN DE LA TÏERRA Y NUESTRA ABUELA.

Esta diosa
era la diosa de tas medicinas y de tas yerbas me-
dicinales adorâbanta los médicos y los cirujanos y los san-
gradores, y también tas parteras, y tas que dan yerbas para
abortar; y también los adivinos, que dicen la buenaventUra,
o mata, que han de tener los ninos, segùn su nacimiento. Ado-
ràbanla también los que echan suertes con granos de maiz, y
los que auguran, mirando el agua en una escudilla, y los que
echan suertes con unas cordezuelas que atan unas con otras,
que ttaman w<'co~o/'oM/t~M~/ y los que sacan gusanillos de la
boca y de los ojos, y pedrezuelas de tas
otras partes del cuer-
po, que se ttaman tetlacuicuilique. También la adoraban los
que tienc en sus casas banos o /f~torta~. Y todos pon!an
la imagen de esta d!osa en los hanos y ttamàbanta 7'<t<M'c<fff,
que quiere decir la abue!a de los banos.
Toclos los arriha dichos hacian cada ano una fiesta a esta
diosa, en la cuat comprahan una mujer, y la componian con les
ornamentos que cran de esta diosa, como parecen en la pintu-
ra que es de su imagen. y todos los dias de su fiesta hacian con
ella areito (i ) y !a regalaban mucho, y la halagaban porque no se
entristeciese por su muerte, ni Hnrase: le daban de corner dc-
licadamente y convidaban con !o f)ue hahia de corner y la roga-
har que conucsc, como a gran senora, y estes dias hacian de-
lante de ella ardides de guerra con vocerio y regocijo, y con mu-
chas d)\sas de guerra. y daban dones a los sotdados que do-
tante de cth peleahan por hacerla placer y regoc!jo.
I.te~ada la )K<ra cuando habia de morir, despucs de hahcrta

<))-t'~s t'atahra ))uc t'rocc')<- f)c las Antiths. qut' cl autor ctnptea pa-
ra <!csif:nar las <)an7as i'xtixcnas. D Estrban richardo. en su /~t'<'<'t<jn<!r<o
~r~tMf!< (/<* ~o~fj r<n<f<!j (Habaoa. tM2) <))< .~trft/0–N. s. m. Voz
iJ1lI.c~i," Pedro M-irtir Oviedo, cran las rimas 0 romalll'cs (iiie can- can-
).t))an Ic~s
tal~an )ts naturalcs
oaturatcs clc<!c csta
esta Iala; sCK"n las Ca·a·,
!s)a: sc~ùn Ca:.a' sus ficaa~
au. ficstax yy Janzas.
danzas.

20'
muerto con otros dos que la acompanaban en la muerte, !a de-
sollaban, y un hombre, o sàtrapa, vestiase su pellejo y traiate
vestido por todo e! pueblo, y hacian con ésto muchas vanidade"
Las vestiduras y ornato de esta diosa eran tenia la bo-
que
ca y barba, hasta la garganta, tenida con ulli, que es una goma
negra; tenia en el rostro como un parche redondo, de !o mi<"
mo tenia la cabeza a manera de una K"rra hecha de manta,
revuelta v anudada los cabos del nudo caian sobre tas espatdas
en el mismo nudo estaba injerido un p!umajc de! cual salian
unas plumas a manera de Hamas estahan colgando hac{a la par-
te trasera de la cabexa. Tenia vestido un huipilli, el cual en la
extremidad de abajo tenia una cortapisa ancha y arpada; tas
naguas que tenia eran blancas y tenia sus cotaras o andalias
en los pies; en la mano izquierda, una rodela co~ una chapa re-
donda de oro en el medio, y en la mano derecha tenia una es-
coba, que es instrumento para barrer.

CAPtTULO IX.

TRATA DE UNA DIOSA LLAMADA TzAP<tTLATE\A

Esta diosa que se decia 7'~o~o/~o/fMo fué una mujer. &e~un


su nombre, nacida en el pueblo de Tzapotla, y por esto se Hama
la Madre de T~o~o~a, porque fué la primera que inventé la rési-
na que se Hama M.n/ y es un aceite sacado por artificio de la re-
sina det pino que aprovecha para sanar muchas enfermedadcs
y primeramente aprovecha contra una manera de buba~. o sar-
na, que nace en la cabexa. que se llama
<;Ma.<'uf<~<M)~~t. y tan.
bien contra otra enfermedad es provechosa asi mismo. que na-
ce en la cabeza que es como bubas que se llama f/ta~Mat/tttU'tj~'
y también para la sarna de la cabeza; aprovecha también con-
tra la ronquera de la garganta; aprovecha también contra la.
grietas de los pies y de los tabios. Ks también contra tus ent-

2!
peines que nacen en ta cara, o <as manos; es también con-
tra el usa~re, contra otras .nuchas enfermedades es buena; y
como esta mujer debi6 ser primera que hallô este aceitc, con-
târonta entre las diosas y hacianta fiesta y sacrificios aquc-
Ilos que venden y hacen este accise que se ttama tï.n~.

CAPITULO X.

QUE TRATA DE UXAS MOSAS QUE LLAM\HAN CIHUAPIPILTIN.

Estas diosas ttamadas C</««t~t~<M eran todas tas mujeres


que morian del primer parto, a tas cuates canonizaban por dio-
sas, segùn esta escrito en el sexto libro, en el capitulo XXVIII
alli se cuenta de las ceremonias que hacian a su muerte, y de !a
canonizacion por diosas; alli se vcrà a la larga.
I~o que en el presente capitule se trata es de que decian que
estas diosas andan juntas por el aire, y apareccn cuando quie-
ren a los que viven sobre ta tierra, y a los ninos y ninas tos
empecen con enfermedades, como es dando enfermedad de per-
lesia, y entrando en los cuerpos humanos y decian que andaban
en las encrucijadas de los camino< haciendo estes dafios, y por
esto los padres y madres vedaban a sus hijos e hijas que en cier-
tos dias det ano, en que tenian que descendian estas diosas, que
no saliesen fuera de casa, porque no topasen con ellos estas
diosas, y no tes hiciesen atgùn dano; y cuando a at~uno le entra-
ha pertesta. u otra enfermedad repentina. o entraba en et at
?un demonio, decian que estas diosas !o habian hecho.
Y por esto tas hacian fiesta y en esta fiesta ofrecian en su
templo, o en tas encrucijadas de los caminos, pan hecho de di-
ersas figuras Unes, como mariposas, otros de figura det ra-
yo que cae det cielo, que Ilaman r~MffU!7/t, y tamhién unos t~-
matejos que se ttaman .i'f«'M<f/<aMt<7/r~ y maiz tostado que
ttaman cttos t~t«'

22
Laimagen de estas diosas tienen !a cara blanquecina, como
si estuviese tenida con cotor como es et /<~o~, to
muy blanco,
mismo los brazos y piemas; tenian unas de oro, los
orejeras
cahe!!os tocados corno tas senoras con sus cornezuelos; el /tM!~
era pintado de unas olas de negro, las naguas tenia labraclas
de diversos colores, ténia sus cotaras blancas.

CAPITULO XI.

QUE TRATA DE LA DIOSA DEL AGUA, QUE LA LLAMABAX


CHALCHïUHTLicUE; ES OTRA JCXO.

Esta diosa !tanuda C7«t/c/!<K/fc!«', diosa del


agua, pinta-
tabanla como a
mujer, y decian que era
hermana de los di<
ses de !a Huvia que ttaman 7'/a/o<y«~, honrabanla porque dc-
cian que etta tenia poder sobre el at?ua de la mar y de los rios,
para abogar a los que andaban en estas aguas y hacer tempesta-
des y torbellinos en el agua, y anegnr los nav!os y barcas y otrcs
asos que andan por el a)?ua.
Haciati fiesta a esta diosa en ta fiesta que se llama f.o/
f«a/<r~<, que se pone en el sc~ndo libro capitulo VU..M!)
esta a la larga las ceremonias y sacrificios con que la festeja-
han, atti se podrà ver. Los que cran devotos a esta diosa
tt festejaban eran todos aquellos que tienen sus ~ranjer!as en
el agua, como son los que venden agua en canoas. y los que
venden agua en tinajas en laplaza.
Los atav ios con que pintahan :t esta diosa son que la pin
taban ta cara con color amarillo, y la ponian un collar cle pie-
dras preciosas de que cot~aba una medalla de oro en la cat)e-
xa tenia una corona hecha de papel pintada de azul ctan'. c'~n
unes penachos de plumas verdes y con unas borlas que cot~n
t an hacia el cotodritto. y otras hacia ta frente de la misma co-
rona. todo de color azut claro. Tenia sus orejeras labradas de

23
tnrquesas de obra mosaica; e'taba vestida de un /tMt~ y unas
naguas pintadas det mismo <otor azut claro, con unas fran-
jas de que colgaban caraco!ito:. mariscos. Tenia en la mano iz-
quierda una rodela, con una lioja ancha y redonda que se cria
en et agua; la ttan~n o~&M-M~OMO. Tenia en la mano derecha
un vaso con una cnu hecha a manera de la custodia en que se
)!eva et Sacramento, cuando uno solo le Iteva, y era como ce-
tro de esta diosa. Tenia sus cotaras blancas.
Los senores y reyes veneraban mucho a esta diosa, con otras
dos, que eran la diosa de los mantenimientos que !!amaban C/«
ro~t<'c~o/~ y la diosa de la sal, que tlamaban Uixtocihuati, por
que decian que estas tres diosas mantenian a la gente popular
para que pudiese vivir y multiplicar. Lo demas acerca de esta
diosa se verà en el capitule que he citado, det segundo libro,
porque alli se trata copiosamente.

CAPITULO XII.

QUE TRATA DE LA U!OSA DE LAS COSAS CARNALES LA


CUAL LLAMABAN TLAXOLTÉOTL, OTRA VENUS.

Esta diosa tenia tres hombres el uno era


que se Hamaba
77<MO~o~, que quiere decir la diosa de la carnalidad; el se-
gundo nombre es /.t'cMn!<t ttamàbanta este nombre que de-
por
cian que eran cuatro hermanas: la primera era primogénita o
hermana mayor, que ttamat~an 7'tOf<~<ïM, la segunda era her-
mana menor que ttamaban rc<f«. la tercera era la de enmedio,
la cual ttamaban Tlaco; la cuarta era la menor de todas, que
Ilamaban JV«c<M. Estas cuatro hermanas decian que eran
las diosas de la carnalidad. En tos nombres bien a
significa
todas tasmujeres que son aptas para et acto carnal. El tercer
nombre de esta diosa es 7/o~«a/!<, que quiere decir comedora
de cosas sucias, esto es, que se~un decian, las mujeres y hom-

24
bres carnales confesatxut sus pecados a estas diosas, cuanto
quiera que fucsen torpes y &ucios, que ellas tos perdonaban.
También decian que esta diosa, o diosas, tenian poder para
provocar a lujuria y para inspirar cosas carnales, y para favo-
recer los torpes amores y después de hechos los pecados dedan
que tenian también poder para perdonar!os, limpiar de etto~
perdonàndotos, si los confesaban a tos sus sàtrapas, que eran
los adivinos que tenian los libros de las adivinanzas y de las
venturas de los que nacen, y de las hcchicerias y agüeros, y de
las tradicciones de los antiguos que vmitron de mano en man«
hasta ellos. Pues desde que et penitente determinaba confesarse
iba luego a buscar a alguno de los ya dichos, detant~. quien
se solian confesar y deciale "Senor, querriame ttegar a dios
todopoderoso y que es amparador de todos, el cual se ttama
Yoalli-Ehécatl, esto es, r~cof~oco; querria hablar en secreto
mis pecados". Oido esto el sàtrapa deciale: "Seàis muy bien
venido, hijo, que to que decïs que queréis hacer para \-uestro
bien y provechc es". Dicho esto miraba luego el libro de !a>
adivinanzas que se Ilamaba <OMaMMto~, para por et saber que
dia seria mas oportuno para aquella obra y habiendo visto el dia
que convenia deciate: "para tal dia vendréis, por que en-
tonces reina buen para que esto &c haga
signo, prôsperamente".
Llegado et dia que le habia mandado que volviese, el pe-
nitente compraba un petate nuevo e irtcienso blanco, que !!a-
man copalli, y tena para el fuego en que se habia de quemar
el copalli; y si el pénitente era persona principal, o puesta en
dignidad, et sàtrapa iba a su casa para confesarte –o por ven-
tura el penitente, aunque fuese principal, iha a casa det satra-
pa–; Itegado, barria muy bien et lugar donde se habia de ten-
der et petate nuevo, para ponerse sobre et el confesor, y tueg~'
encendia fuego y echaba el copal en el fuego el sàtrapa. y
habtaba al fuego y deciatw "os. senor, que sois et padre v
la madre de tos dioses, y ;;ois et mas antiguo dios, <,abed que
es venido aqui este vuestro vasallo, este vuestro sier\o; y vie-
ne Unrando. vient con gran tristeza. y viene con gran dotor.

~5
y esto es por que se conoo' haber crrado, hatxT rest)a!ado y
tropezado, y encontrado atgunascor suciedades de pecados
y
con algunos graves delitos dignes de muerte, y de esto viene
muy penado y fatigado. Se~or nuestro muy piadoso, pues que
sois amparador y dcfensor de todos, recibid a pcnitcncia, oid
la angustia de este vuestro siervo y vasallo".
Acabada esta oraciôn, el sàtrapa volviase al penitente y
hab!àbate de esta manera: "Hijo, has venido a la presencia
del dios favorecedor y amparador de todos; veniste a publi-
c~rte tus interiores hedores y podredumbres; vienes a abrirle
los secretos de tu coraxon, mira que no te despenes, mira que
no te desbarranques mintiendo en su presencia de nuestro se-
nor. Desnudate, echa fuera todas tus verguenxas en presencia
de nuestro senor, e! cuat se Ilama Yoalli-Ehécatl, esto es, 7*

catlipoca. Es cierto estas


que delante de él aunque no eres

digno de verle, ni aun que él te hable, porquc es invisible y no


palpable; mira, pues, como vienes, que corazôn traes, no dudes
de publicar tus secretos en su presencia; cuenta tu vida, relata
tus obras de la misma manera que hiciste tus excesos y ofen-
sas derrama tus matdades en su presencia, cuenta con triste-
xa a nuestro senor dios, que es favor~cedor de todos y tiene
abiertos los brazos y esta aparejado para abrazarte, y para to-
marte a cuestas: mira que no dejes nada
por vergucnza, mira
que no dejes nada por fiaquexa". Otdf) csto, el pénitente !ue~o
hacia juramento de decir la verdad, de la manera que eltos
usaban jurar, tocando la tierra con la mano y lamiendo to que
se te habia penado; y ine~o echaha f~(t//t en el fue~o, que
era otro fundamento cerra de decir la verdad, y tuc~o se sen-
(aba delante de! sàtrapa, y porque )e tenta corno ima~en y \i-
cario de dios comenzahaie a hablar de esta manera
"(Oh senor nuestro, que a todos recibes y amparas, oye mis
hediondeces y podredumhres; en tu presencia me desnudo y
ec!~o fuera todas mis ver~uenxas, cuantas he hectu); no te sun

por cierto ocultas mis maldades que he hechu, por que todas
las cosas te son manifiestas y c!aras! Dicho esto, tue~o co-

26
mienxa a decir sus pecados, por el mismo ordcn que los hix~.
con toda claridad y reposo, como
quien dice un cantar muy des
pacio y muy pronunciado, comoquien va por un camino muy
derecho, sin desviar a una parte ni a otra. Y acabando de
decir todo to que habia hecho, comenzaha tuego a hahlar c)
satrapa, diciendo de esta manera "Hijo, bas babtado a nues-
tro senor dios diiciendo delante de él tus malas obras; ahora,
también en su nombre, te quiero decir lo que eres obligado a
hacer cuando descienden a la tierra las diosas tiamadas Ct/tMo-
~t~Mtt, o cuando se hace la fiesta de las diosas de la carna-
lidad que se Itantan /.rcM<Mawc: ayunarâs cuatro dias, afligien-
do tu estomago y tu boca; y Ilegado el dia de la fiesta de estas
diosas 7~CM<M<M~?, luego de manana, o en amaneciendo, para
que hagas la penitencia convenible por tus pecados, pasaràs la
lengua por el medio de parte a parte con algunas mimbres que
se ttaman ~oco~.s<îc< o /~o/ y si mas quisieres, pasarlas
bas por las orejas, to uno de dos; y ésto haras en penitencia
y satisfaccion por tu pecado, no por via de merecimiento sino
en pcnitencia det mal que hiciste. Traspasaràs la lengua ~r
el medio con alguna espina de rnaguey y después, por el mismo
agujcro pasaràs las mimbres; pasaràs cada una por delante tu
cara, y acabando de sacarla arrojarla has atràs de ti, hacia las

espaldas, y si quisieres de todas ellas hacer una, atando todas.


la una con la otra, ora sean cuatrocientas u ochocientas tas que
lutbieres de sac~r por la lengua, baciendo esto se te perdonan
las suciedades que ht~te".
Y si no tiene muchos ni graves pecados el penitente, dicc
et satrapa delante de quien se confiesa: "hijo, ayunarâs, fati-
garas tu estôm~go con hamhre y tu boca, con sed, comiendt'
sola una vex al medio dia, y esto cuatro dias". 0 te mandaba
"iras a ofrecer papeles a tes
lugares acostumbrados, y haras
ima~enes; cubriràs con
ellos las imàgenes que Ilevares bêchas.
segùn tu devociôn, y haras la cerentonia acostumbrada de can-
tar y baitar en su presencia". 0 le decia: "has ofendido a dios.
emborracbàndote. convicnete satisfacer a! dios det vinn ttamadu

27
7't~A~ (!) y cuando fueres a hacer esta penitencia iras <!<
noche, iras desnudo sin que Heves ninguna utra cosa sino un
pape 1 delante y otro detràs, para cubrir tus partes vergonxo-
sas; y cuando hecha tu oracion te voivieres, los papeles con
que vas cenido detrÂs y delante arrojarlos bas delante de tes
dioses, que alli estàn".
Acabada la confesion y recibida la penitencia, et pénitente
ibase para su casa y procuraba de nunca ma:; volver a hacer
aquellos pecados de que se habia confesado, porqu, decian que
si otra vez reincidia en los pecados ne tenia remedio. No lia-
dan esta con feston sino los viejos, pur graves pecados como son
adulterios, etc., y la razôn por que se confesaban era por librar-
se de la pena tentpora! que estaba senatada a los que caian en
tales pecados, por librarse de no recibir pena de muerte. o ma-
chucandoles la cabeza o haciéndoselas tortilla en~e dos grandes
piedras.
Es de saber que los sàtrapas que oian
los pecados <:enian
gran secreto, que jamàs decian !o que habian
oido en la confe-
siôn, porquc tenian que no lo habian oido ellos sino su dios,
delante de quien s6!o se descubrian los pecados; no se peusah~
que hombre los hubiese oido, ni a hombre se hubicsen dicho S)-
no a dios.
Cerca de !o arriba dicho sabemos que aun después acâ, en
el cristianismo, porfian a !!e\ar!o adelante, en cuanto toca a
hacer penitencia y confesarse por los pecados graves y pùb!icos.
como son homicidio, adulterio, etc., pensando que, como en el
tiempo pasado, por la confesion y penitencia que hacian se les
perdonaban aquellos pecados en el foro judicial, también ahora,
cuando alguno mata o adultera acogese a nuestras casas y mo-
nasterios y, callando !o que hicieron, dicen que quieren hacer
penitencia; y cavan en la huerta y barren en casa, y hacen !o
que les mandan y confiésanse de alli a algunos dias. y enton-
ces descaran su pecado y la causa por qu<: vinieron a hacer pe-
nitencia acabada su confesion, demandan una céduk firma<ta

(1) .-Locl dio~e!l dei vino eran lIamados ('rnfr~»ifofwhfin, "4oo en-
nejos".
28
de! confesor, con proposito de mostrarta a tes que ri~en, (;o-
tternador y atcatdes, para que sepan que han hecho penitencia
v confesadose y que ya nu tienc nada contra ellos la Justicia
Este emhuste casi nin~uno de los reti~i's ni cléri~os entien-
den por donde va, p<jr ignorar la costumbr<- antigua que tenian.
se~un que arriba esta escrito, mas antes piensan que la cedu!~
la demandan para mostrar como esta confcsado, aquel anfj 1~
to sabemos por mucha experiencia que de ello tenemos.
Dicese que se confesahan tes viejos, y de los grandes pe<a
(los de la carne; de esto bien se ar~uye que aunque habian hc-
cho muchos pecados en tiempo de su juventud. no <e confesa-
han de ellos hasta la vejez por no se obligar a césar de pecar
antcs de la vejez, por ta opinion que ten!ân que el que tomahA
a reincidir en los pecados el que se confesaha una vez no tenia
remedio.
En to arriba dicho no hay poco fundamento para argüir que
cstos indios de esta Nueva Espana se tenian por obticados de
se confesar una vex en la .'ida. v este. u! /Mnt!f na~Mra/t. sin
haber tenido noticia de las cosas de la fé.

CAPITULO XIII.

Qt'F TRATA DE t.OS ntOSHS Qrf: S0\ MEXORKS K?< t)t<tn\n ) 1;


Ï.')S ARRinA t)!CHns. Y El. PRtMKRO iïK KSTOS ES (H.)
QrK Lt.AMAX Xt'TKCt TLT; ES OTRO \'tt.C.\S

t~tc dios det fuen" Hamado .Yt~r('«//t ticnc tambien <'trc-


<)'ts nombres, el uno es /.rf~~o'</t~tn. que quierc decir "car)
amaritto": y et otrn es ('Mc~a/~n. que quiere decir "tiam~ de
fuc~o". Tamhién se ttamaba ~/Mf/nff~o~. que quiere decir "cl
dios anti~uo"; y todos le tenian por padre considerando ks
efectos que hacia porque quema la Ilama, enciende y abrasa. y
estos son efectos que causan temur. Otros efectos tiene que
causan amor y rcvercncia. como es que caticnta a tos que ticncn
frio y guisa las viandas para conter, asando y codendo y tos-
lando y friendo. Et hace la sal y la miel espesa, y e) carhon
la ça!, y catienta tos bancs para hanarsc y hace el aceile que
se Ilama M.n/ con et se calienta la tcjia y agua para tavar tas
ropas sucias y iejas. y c vu<'t\en asi nue\as.
este dios se le hada fiesta cada ano, al fin det mes que
se ttama <'sfo//<. y a su imagen le ptm!an todas las vestiduras
v atavios y ptnmajes det principal senor en ticmpo de ~/<~f<-
t~-ro~fa. hacianta a semejanxa de .Uo~fCM~o~a, y en ticmp<'
(le tus otros senores pasados tiaciante !a semejanza de cada uno
de ellos; y puesto en su altar o trcmo, descabezaban a su pre-
sencia muchas c<j<tornices. derramaban la sandre de ellas delan-
te de pt, y también ofrecianie copal como a dios, y ofrecfante
nttos pastelejos que Harnan <7K<7~o!no//<, hechos de btedos, ( )
y cstos mismos connan pt)r su honra: en todos los barrios, p«r
su en cada
honra, casa antes que los comiesen los ofrecian at
fue~o. y antes de ofrecérsetos no los comian.
Y los sàtrapas que estaban diputados at servicio de este dios
'iue tos ttatTtaban Y/n«'/n«*<!Mon. que quiere decir sus viejos, to-
(t~ el dia hacian ai'eitn u danza en su presencia. cantando y
tnitando a su modo, y tanian caracoles conio cucmos y tanian
:nambores y /<on<ï~/<, que son atambores de
madera; y traian
en las manos unas sonajas con que hacen un son al propo~ho
')t't cantar, son a la manera <Ic trebcjos o trebecinas con que
)):<ccn callar a los ninos cuando ttoran usanse en los Campos. ( ~)
se cocia pan en comat en este dia, y en este se tenia cui-
<):Kto, de que nadie c'x'icsc pan ni <'<ra cosa en cornât ]M)rquc
nin~uno se t<x'asc clcl fuego por ser c! primero dia en que se
«Mnian y ofredan tos tamatcs arriha dici)us. Kn esta misn):t
ncsta )os padrcs y madrés de )"s ninos caxaban, unes culc-
bras, otros ranas, otros peccs qoc se ttaman .tuKtVf. <~ lagarti-

( 1 ) .h' Huauhtli. Actualmente se desil{na con cl nombre de alel{rÍa a


la ylanta y la semilla, y s~rlo se utiliza para preparar una golosina popular.
(.*)–Parece f)uc el aotor se rcfiri~ a una reminiscencia local, puest"
yuc emplea trebeio u trcbecina cn scnti~:o ~Ic Juguetc. Véase la toginx (/.

30
Hos det a~ua que se llaman c.t'o/< o aves o cuatesquier otros
animatejos, y es~os cchàhantos en las hrasas de) ho~ar; y dès-
que ya estaban tustados connantos tes ninos y decian. come cosas
tostadas nuestro padre ci fue~o; y t!e~ada !a noche los vicjos
y vicjas t(xlos t)ch!an ~c/ que es vino de la tierra, y de! w//t
que hebian derramaban antes que t)€bicsen en cuatro partes dei
hf~ar de! ~f~t que hab!an de tjehcr: a esto decian que daban a
)~u'<tar at fuego aquella bebtda, honrândote como a dios en c'to,
<)up era como sacnftcio u ofrenda. Y de cuatro en cuatro ano-'
):ac!ase esta fiesta niuy so!eninc, y hacia areito el senor con tfxtf~
sus principales, detante de la casa o templo de este dios y en esta
ficstas de cuatrc en cuatro anos nu sotamente los viejos y vieja-
ttcbtan vino, o /cr< pcro to<!os. moxos y moxas. niïm-. y nif);~
tu t)eb!an; por eso se llamaha esta fiesta ~<7/o~o< que quierc
decir fiesta donde tes ninos y ninas bcben c! vino o /'«/fr< y
daban padrinos y madrinas a los ninos
y huscabansetos sus p~-
<!re~ y madres, y les daban at~unos dones. Estos padrinos y
madrinas Hevahan a cuestas a tes ninos y ninas que cran su-

abi jades, at tcmp!o de este dios de! fue~o, (al cual) también
'-) Uamaban /.<'co~o«Af/tn.t){. delante de é!, agnjeraban !a'
orejas a todos los ninos y ninas: sena!àbantos de esta senal en

presencia de sus
padrinos y madrinas que les Hamaban twton~a't
N!on. Hecho esto comian todos juntos padres y madre~.
padrinos y madrinas, ninos y ninas.
La ima~cn de este dios se pintaha (como) un hombre dc"
nudo, el cu~t ténia la harha tenida con la rcsina
<{ue es ttamad t
que es ne~ra, y un bart~ote de pie<tra cotorada en et a~u-
jcro de ta ~arba; tenia en la cabexa una corona de papet pin
tado de d! ers(~s colores y de divcrsas tatx~rcs; en to atto d<.
la corona ~nia unos penacttos de plumas verdes. a manera de
Ilamas de uc~o; tema unas bortas de pluma hacia los lado".
como pend entes hacia las orejas; tenia unas orejera~ en to~
a~ujeros dt las orejas, tat)radas de turquesas. de tab~)r mosaica;
tenia a cuestas un pttnnajc becbo a manera de una cabeza de
un draKon, tabrado de plumas amarittas, con unos caracotitos

3'
mariscos; teniaunos cascabeles atados a tas gargantas de los
pies; tenia en
la man) izquierda una rodela con cinco pic-
dras verdes que se !!aman f/r/tt~Mt~ puestas a mancra (de)
cruz sobre una chapa de oro, (que) casi cubria toda la rodela.
En la mano derecha tenia una manera de cetro, que era una
chapa de oro redonda Rgujerada por et y sobre
medio,ella un
rcmatc de dos globos, uno mayor y otro con una pluma
menor,
sobre c! menor; ttamaban a este cetro ~ac/«<~OMt, que quicrc
decir miradero, o mirador, porque con et ocultaba la cara y
m!raha por c! a~ttjero de cnmcdio de ta chapa de oro.

CAPITULO Xt\

Qt K HABLA CERCA DE UN DIOS QUE SF LLAMABA M ACUÏLXÔCtUTL


Q~K QUÏERE DECÏR CtXCO FLORES, Y TAMDÏÉN SE LLAM \HA
XOCHIPILLI, QUE QUIERE DECIR EL PR!XC!PAL QUK
DA FLORES 0 QUE TÏENK CARGO DE n.\R FLORES.

A este dios llamado ~/<ïc«~.tr<~cAt~ le tenian por dios, como


al arriba dicho, que es et dios det fuego. Era mas particular
dios de los que moraban en las casas de los senores o en los
patacios de los principales.
A la honra de este dios hacian fiesta. y su fiesta se Ilaillaba
.t'oc/tt~AMt~, la cual se contaba entre las fiestas movibles que es-
tan en el cuarto tibrn, qnc trata det ar(c adivinatoria; <uatr<'
<)tas antes de esta fiesta ayunaban tn<los los <juc la cetebraban.
asi homhrcs cntnn mujcrcs; y si atj~un hf'mbrc en c! ticntp« (le
este ayuno tenia aceesn a mnjcr, u atj~una mujer a hombre du-
rante et dicho ayuno, decian (lue cnsuciatja su ayuno y este dios
se ofendia mucho de esto, y por csto heria con enfermcdadcs
de laspartes secretas a los que tal hacian, como son atmorra-
nas, podredumbre ciel miembro secreto, diviesos e incordios, etc.
y porquc tenian entendido que ~stas enfermcdades eran cas-
ti~os de este dios, por ta causa nrriha dicha, haciante votos y

3~
prometimientos para que se aplacase y cesase
afligir de con
aquettas enfermedades. Cuando llegaba esta fiesta de este dios
que se Marnaba ~oc/M//<M!< que quiere decir la fiesta de las f)o-
res, como dicho es, ayunaban todos cuatro dias; algunos no co-
m{an chilli o o.n y comian sotamente at medio dia, y a la m<
dia noche bebian una mazamorra ( t ) que se !tamaba <~o<;MtV~a-
tolli, que quiere decir mazamorra pintada con una
puesta flor
encima, en el medio, Uamàbase este
ayuno el ayuno de las flores.
También los que ayunaban sin
dejar et chilli ni otras cosas
sabrosas que suelen corner, comian una vez sola al medtod!a.
Otros ayunaban comiendo panesàcimos esto es, que el maiz
de que se hacia el pan que comian no se cocia con cal, antes
de molerlo, que esto es como hormentar, (2) sino molian et
tnafz seco y de aquella harina hacian pan y cocianlo en el co-
ma!, y no comian chilli ni otra cosa con clio; no comian ma~
que una vez a medtodfa.
Llegado el quinto dia era la f iesta de este dios. En e>ta
fiesta uno se componia con los atavios de este dios, como si
fuera su ima~en n persona, que significaba al mismo dios; cf<n
éste hacian areito con cantares, y con teponaztli y atambor (y)
llegando al mediodia de esta fiesta, descabezaban muchas codor-
nices derramando la sandre delante de este dios y de su ima-
gen; otros sangràbanse de tas orejas delante de él; otros tras-
pasahan las ten~uas con una punta de ma~ey, y por aquel a~tt-
jero pasahan muchas mimbres detpadas derramando sangre:
también le hacian otras ofrcndas en su tcmpto. Hac!an tam-
t)!en una ceremonia. que hacian rinco tamales (que) son com<'
panes redondos hechns de maiz, ni bien rottizns ni bien rcdon
de
dus, que se ttnmaban pan de ayuno eran grandes; encima

(t).-Los cliccionarios Mstc))~nos. de) Diccionario 'te Autor'dadcs a )"-


xttonos de la Academia, aplican c' vocablo a una "comida de harina de mai'
t'un azitrar o miel. semcjantc a las p-31cada,, de que sc usa muclro en ('1

aetar su sentido;
crctar ~mtido; parece go rcfiere
parcce que fo refiere a tas
las muchas
muchaji formas
pero de aitilli,
<«/ d/<
<11,,1/,
o atole. simple o con fruta< o cacao, que en buen numéro se toman aun en
Mexico.
(.!).-Horll\('nto, 10 mi.nu, quc inl11\'lItll Il Ina.!llIa.
~h".Ún

33
los cuates una saeta
iba hincada que ttamaban .t'M<<W! esta
era ofrenda (!e todo el ~uebto. Los particulares que querian
ofrecian en un pta~) de madera cinco tamates pet}uenos, a la
manera de los arriba dic~s que dijimos ser grandes, con
f/tt~o~t en otro vaso; ut'jtcian asi mismo dos pasteles que
ttaman ~oo~t, en lugar de tilli, gon~ negra, que otros ofrecian.
en unos platos de madera y el uno de estos pastele jos era negro
y et otro bermejo.
La otra gente ofrecia diversas cosas: unos ofrecian maiz
tostado, otros maiz tostado revuelto con miel y con harina de
semiHa de btedos (i) otros Lxho de pan una mancra de rayo,
como cuando cae del cielo, qu Haman .roMCCMtMt; otros ofrecian
pan hecho a manera de mariposa: otros ofrecian panes àchnos
que ellos llamaban To~a.fco~M, otros ofrecian unas tortas he-
chas de semillas de btedos; otros ofrecian unas tortas hechas
a manera de rodela, de la misma semilla; otros hacian saetas,
otros espadas, hechas de la masa de esta misma semilla; otros
ofrec!an munecas, hechas de la misma masa.
En esta misma fiesta todos los principales y c<F/~t.t'~M<' de
la comarca de México. que lindaban con los pueblos de guc-
rra, traian a México los cautivos que tenian, o comprados o
que por si mismos los habian cautivado, y entregàbantos a los
ra~t~Mc, para que los guardasen para el tiempo en que fuesc
menester ser sacrificados delante de los idolos; y si atguno de
estos esclaves se huia entretanto que ite~aba el tiempo de su sa-
crificio, el mismo ca~t.~Mt que !o tenia a cargo cra obtigado a
comprar otro y ponertc en cl lugar det que habia huido.
La imagen de este dios era como un hombrc dcsnudu que est a
tlesollado, o tenido de bermetton, y tenia la boca y la harba tc-
fiida de blanco y negro y azut cïaro; la cara tcnida de t)ermejo;
ténia una corona teiiida de verde claro, con unos penachos de!
mismo color; ten unas bortas que colgaban de ta corona hacia
las espaldas; teni; a cuestas una divisa o ptumaje, que era co-
mo nna bandera que esta hincada en un cerro, y en !o alto te-

~).–Huauht)i.

34
nia unos penachos verdes; tenia cenida por el medio det cucr-
po una manta bermeja, que colgaba hasta los muslos; esta man-
ta tenia una franja de que colgaban unos caracolitos maris-
cos tenia en los pies unas cotaras o sandalias, muy curiosamen-
te hechas: eo la mano izquierda tenia una rodela, la cual era
blanca, y en el medio tenia cuatro piedras puestas de dos en dos
juntas; tenia un cetro hecho a manera de corazôn, que en to
alto tenia unos penachos verdes y de lo tMtjo cot~aban también
otros penachos verdes y amariltos.

CAPITULO XV.

Qt!E HABLA DEL DIOS LLAMADO OMÂCATL, QUE Qt'IERE DECIR


DOS CASAS; ES EL DIOS DE LOS COKVÏTES

Este dios de los convites decian


que tenia dominio y poder
sobre los convites y convidados que es cuando los principales
hermanos convidaban a toda su parentela, para darles de co-
mer y mantas y flores, y que bailasen y danzasen y cantasen en
su casa. Y cuando este re~ocijo se habia de hacer, el que le
hacia Hevaba !a ima~cn cir c~tc << x ~u cx~a. !!c' Aba" :<)t~t-
nos sàtrapas de los que scrvian en su tempto; decian <}uc si
no te hadan a(tnetta honra que se le dehia hacer, se enojaba y
aparcoa en sucnos al ducnn dcl rnn\itc. y rcprehcnd{a)e y re-
niatc, diciendo de esta mancra: ~Tu, mal hombrc pur que n"
me has honrado, como convcnta? yu te dejarc. yo me apartarc
de ti y tu me pagaràs muy bien la injuria que has hccho.
Y si mucho se enojaba mostraba suenojo en que entre
la comida y bebida mexclaba pelos o cabeHos. para (!ar
pena
a los convidados y deshonra al senor det convite. Y éstos. cuan-
do comutgaban en la fiesta de este dios, enfermaban muchas ve-
ces y cuando comian o bebian anuzcàhansc con la comida

35
bebida, que no la podian tra~ar. y yend« y andando tropeza-
han y caian muchas vec's.
Y cuando hacian ftc.ta a c~c <Hus. ')uc cra de noche, co-
mutgaban con su cuerpo y para esta comunion h's principales
y ~fo~t.r~M~ y los que tenian cargo de los barrios, hacian de
tnasa una figura de un hueso ~rueso, redondo y tar~o conto un
codo, y llamâbanle et hueso de este dios: y antcs que comulga-
sen cotiiian y bebian ~M~ rc; despues de ttaber conudo y bebi-
do, en amaneciendo, a! que era la ima~cn de este dios pun-
zabanle en la barriga como ccn atf itères o cnn cnsa semejantc,
y tasiimàbante. Hecho esto, rtpart!an aquetta ft~ura de huc-
so que habian hecho de masa que se llama /.?ca<«, y dtvidîanta
entre s!, y comian cada uno !o que !e cabia.
Y todos estos que aqui comulgaban se tenia por dicho y
entendido, que el ano qr venia en esta fiesta, habian de con-
tribuir para hacer la fiesta de este dios proveyendo todo !o nc-
cesario que se habia de ~star en ella.
La imagen de este dios era como un hombre que esta scn-
tado sobre un haz de juncias: tenia la cara manchada de ne-
~ro y blanco; tenia una corona de papel apretada a la frente
con una venda larga y ancha. de dhersns colores, la cual es-
taba anudada hacia el co!odr:Uo con nna lazada que parecian
borlas; tenia revuelto a la corona unas cuentas de chalchihuites;
tenia puesta una manta a manera de red con que estaba cu-
bierto, la cuat tenia una franja ancha donde cstaban sembra-
das unas flores tejidas en la misma franja; tenia una rodeta
junto a si, de la cuat colgaban unas borlas anchas por la parte
de abajo; tenia en la mano derecha un cctro dondc estaba una
medalla redonda agujerada a manera de ctaraboya; estaba asen-
tada de canto sobre una empunadura redon(ta, y en !o alto tc-
nia unchapitel piramidal; a este cetro Hamaban //<!c/n'c~oH<, que
quiere decir miradero, porque encubria la cara con la medalla
y miraba por la ciaraboya.

36
CAPITULO XVI.

QUE TRATA DEL DIOS LLAMADO IXTLfLTOX, QUE QU!EKE DECIR


EL NEGMLLO, Y TAMBIÉN SE LLAMA TLALTETECUtN.

A este dios hacian un oratorio de tablas pintadas, como ta-


ttem&cuto, donde estaba su imagen. En este oratorio o tem-
pto habia muchos lebrillos y
tinajas de agua, y todas estaban
tapadas con tablas o cornâtes; Ilamaban a esta agua <M~o~, que
quiere decir agua negra; y ct~ndo a!gùn nino enfermaba, lle-
vabanie al templo o tabem&cuk/ de este dios /~t~oM, y abrian
una de aquettas tinajas y daban de beber al nino de aqudla
agua y con ella sanaba; y cuando alguno queria hacer la fies-
ta de este dios, por su devocion, ttevaba a su imager a s<: casa.
Esta imagen no era de bulto, ni pintada, sino era tn<j de
los satrapas, que se vestia los omamentos de este dios, y ctian-
do le Itevaban !ban!e incensando delante con humo de copal,
romo ncgaba esta imagen a la casa det que habia de hacerte iiesta
con danzas y cantares. como ellos usaban, por<}ue esta maner't <!c
danzar o baitar, es muy diferente de nuestros bailes y danzas,
pongo aqui la manera que tienen estas danzas o hailes, que por
otro nombre se ttaman areitos, y en su lengua se Itaman ma-
ff/tHo~~t. Juntàbanse muchos de dos en dos. o de tres en
tres, en un gran corn segùn la cantidad de los que eran, tte-
vando flores en las manos, y ataviados con plumajes; hacian
todos a una un mismo menco con
el cuerpo y con tos
pies y
con las manos, cosa bien de ver y bien artificiosa; H)dos les me-
ncf's ihan segûn et son que tanian los tanedores det atam)x))' y det
/<ona.?//t. Con esto iban cantando con gran cuncierto tf<tos

y con voces muy sonoras los loores de a()uct (tins a quien îes-
tejat)an. y to mismo usan ahora. aunque enderezadn de otra ma-
nera: enderezan los menées con tenencias y atavios conforme
a to que cantan, porque usan di\'er<)simns menées y <ti\ersisi-
mos tonos en et cantar: pero totto mny agraciado. y aun muy
mistic". t'~s p) tx)s<)uc de ta idutatria que no esta tat.nt~

37
Llegada como esta dicho la imagen de este dios a la casa
de! que la festejaba, !o primero que hacian era corner y beber.
después de to cual comcnzatan la danza y cantar de! dios a quien
festejaban. Después que este dios habia bailado con los otros
gran rato, entraba dentro de casa a la bodega donde estaba
el pulcre o vino que ellos usaban, en muchas tinajas, todas
tapadas con tablas o comales embarrados, las cuales habia cua-
tro dias que estaban tapadas. Este dios abria una o muchas, y
a este abrimiento llamaban tlayacaxapotla, que quiere decir es-
to abrimiento primero o vino nuevo; hecho este abrimiento, él
y los que iban con él bebian de aquel vino y salianse fuera, al

piatio de la casa donde se hacia la fiesta, e iban donde esta-


ban las tinajas del agua negra que eran dedicadas a él y ha-
bian estado cerradas cuatro dias; y abrialas este mismo que
era la imagen de este dios; y si después de abiertas estas ti-
najas parecia en alguna de ellas alguna suciedad, como aigu-
na pajuela o cabello, o pelo o carb6n, luego decian que el que
hacia la fiesta era hombre de mata vida, adûttero o ladr6n, o
dado al vicio camal, y entonces le afrentaban con decirle que
a!guno le aquellos vicios estaban en él, o que era sembrado"
de discordias, o de cizanas, afrentâban!e en presencia de t~
dos; y cuando aquél que era la imagen de dios salia de aquella
casa daban!c mantas, las cuales llamaban ~M~M que quiere de-
cir abertura de la casa, porque qucdaba avergonzado aquél que
habia hecho la fiesta, si alguna falta se hallaba en e! agua ne-
gra. La manera de atavios de este dios se pondra al fin de este
libro.
CAPITULO XVII.

QUE HABLA DEL DIOS LLAMADO OPOCHTLI, EL Ct AL ERA TEXÏtX~


Y ADORAtXt EN ÉSTA N~'EVA HSPASA.

Este dios ttamado Opochtli le contaban con los disses que


se tiamaban T~o/o~M~, que cluiere decir hat)itadores del para-
!so terrenal, aunque sabian que cra puro hombre. Atribuian
a este dios la invencion de las redcs para pescar peces, y tam-
bién un instrumente para matar peccs que le ttamaban mina-
f<M/t0~t, que es como fisga aunque no tiene sino très puntas en

tnànguto, como tridente, con que hicre a los peccs; y también


con et matan aves; también éste invente los tazos para ma-
tar tas aves, y los remos para remar.
Cuando hacian fiesta a este dios los pescadores y gente del
sus grangerias en las aguas -al cual tenian
a~ua, que tienen
por dios– ofrecianle cosas de corner y vino de tf que eHos
usaban, que se Uama oc~t, y por otro nombre se llama ~M/crc
también le ofrecian canas de mai:: verdes, y flores y canas de
humo que llaman vt'< e incienso hlanw que Ilaman copalli, y
una yerba olorosa que se Ilama Y!OM/ sembraban delante de
él, como cuando echan juncos cuando se hace procesion. Usa-
han también en esta solemnidad de unas
sonajas que iban en
unos bàcutop huecos, que sonaban como cascabe!es. o casi sem-
braban también delante de et un maiz tostado que ttaman wo-
«t<!c/t<~ que es una manera de maiz<)ne cuando se tuesta re-
ienta y descubre et meollo y se hace como una flor muy btan-
ca decian que estos cran ~ranizos. los cuales s<~n atrihuidos a
tos dioscs det agua. Los viejos satrapas (jnc tcnian car~'t de
este dios, y tas viejas, decianle los cantarcs de su loor.
La imagen de este dios es un hombrc dcsnudo y tcn!(!o de
ne~ro t<xlo, y la cara pardiHa. tirante a tas ptumas de la cn-
donux; tenia una corona de papel de diversos r 'tores, com-
puesta a manera de rosa, que tas unas tu'jas sobrepuian a las
otras, y encima ténia un penacho de plumas verdcs que ~tian

39
de una borla amarilla. Colgaban de esta corona unas borlas
targas, hacia las espaldas; t~!a una estola verde cruzada, a
manera de las que se ponen los sacerdotes cuando dicen mi-
sa ténia cenidos unes papeles verdes que le colgaban hasta
las rodillas; ténia unas o sandalias
cotaras blancas; tenia en la
mano izquierda una rodela tenida de colorado, y en el mcdio
de este campo una flor blanca con cuatro hojas a manera de
cruz, y de los espacios de las hojas salian cuatro puntos que
cran también hojas de la misma flor; tenia un cetro en la ma-
no derecha como un caliz, y de !o alto de él salia como un cas-

quillo de saetas.

CAPITULO XVIII.

QUE HABLA DEL DIOS LLAMADO XIPE TÔTEC,


QUE QUIERE DECIR !)ESOLLAUO.

Este dios era honrado de


aqué)!os que vivian a la orilla
de la mar, y su origen tuvo en 7'.M~/aM, pueblo de Xalisco.
Atribuian a este dios estas enfermedades que se siguen: pri-
meramente tas viruelas, también las apostcntas que se hacen
en el cuerpo y !a sarna; también las enfermedades de los ojos,
como es el mal de los ojos que pr'tcede de mucho ))eber y todas
tas demâs enfermedades que se causan en los
ojos. Todos
los que eran enfermos de alguna de las enfermedades dichas,
hacian voto a este dios de vestir su pcitejo cuando se hiciese
su fiesta, la cual se Hama //OtM.n~<<no~t, que
quiere decir
desottamiento de homhres; en esta fiesta hacian como un jue-
~o de canas, de manera que el un hando era de la parte de
este dios o imagen del dios 7<cc~ y estos todos iban vesti-
dos de pellejos de hombres que habian muerto y desollado en
aquella fiesta, todos rccientes y san~rientos y corriendo san-
dre: )c's det bandi contrario eran )ns sotdados va!ient<'s y osa-

40
dos, y personas belicosas y esforzadas que no tcnian en nada
la muerte osados, atrevidos que de su voluntad salian a comha-
tirse con los otros. AUi los unos con tos otros se ejercitaban
en el ejercicio de la guerra; perseguian los unos a los otros has-
ta su puesto, y de alli volv ian huyendo hasta su propio pues-
to acabado este juego aquéttos que ttevaban vestidos los pelle-
jos de los hombres, que cran de la parte de este dios ro<M,
ibanse por todo el pueblo, y etttraban en tas casas, demandan-
do que tes diesen alguna limosna por amor de aquel dios. En
las casas donde entraban los hacian sentar sobre unos hace-
cillos de hojas de tzapotes y echàbantos al cuello unos sarta-
tes de mazorcas de maiz, y otros sartales de flores, que iban
desde el cueUo hacia los sobacos, y tes ponian guimaldas y
les daban a beber ~M~ïf, que es su vino.
Si algunas mujeres enfermaban de estas enfermedades di-
chas arriba, en esta fiesta de este dios ofrecian sus ofrendas,
segun que haMan votado.
I~a imagen de este dios es a manera de un hombre desnu-
do que tiene et un lado tefiido de amarillo, y el otro de leo-
nado tiene la cara labrada de ambas partes a manera de una
tira angosta que cae desde la frente hasta la quijada; en la
cabexa, a manera de un capillo de diversos colores, con unas
borlas que cuelgan hacia las espaldas; tiene vestido un cuero de
ttombre; tiene los cabellos trenzados en dos partes y unas ore-
jeras de oro; esta cenido con unas faldetas verdes. que le !te-
~an hasta las rodittas, con unos caracolillos pendientes: tie-
ne unas cotaras o sandalias; y una rodela de color amarillo,
con titi remate de colorado todo alrededor; tiene un cetro con
ambas manos, a manera de la copa de la adormidera donde
tiene la semilla, con un casqui!to de sacta cncima. empinado.

4'
CAP1FULO XIX.

Qt K HABLA DEL DIOS ~'UE SE LL/ MA YtACATECUTL!.


DIOS DE LOS MRRCA))ERES.

Este (Hos !tamado l'Mta/ccM~t hay conjetura que comcnxo


tos tratos y mercaderias entre esta ~ente, y asi los mercade-
res le tomaron por dios y le honraban de diversas maneras. tJna
de las cosas con que le honraban era, que le ofrecian papel y
le cobijaban con el mismo papel, donde quiera que estaban
sus estatuas. También tenian en mucha veneracion al bàcuto
con que caminaban, que era una cana maciza, que ellos ttaman
<?~o~, y también usan de otra manera de baculo que es una
cana negra liviana, ntaciza, sin nudo ninguno, que es como
junco de los que se usan en Espana. Todos los mercaderes
usan de esta manera de bâcutos por el camino y cuando tte~a-
han a donde habian de dorm!r, juntaban todos sus bâcutos en
una gavitta, atados, e hincâbantos a la cabecera donde habi:m
de dormir; y derramaban sangre delante de ellos, de las cre-

jas o de la lengua, o de las piernas, o de los brazos. y ofrecian


cot)at. hacian fuego y quemâbanle delante de los bâcutos, los
cuates tenian por imagen det mismo dios y en ellos honraban
al mismo dios ytOfo~cM~t. Con esto le suplicaban que los am-
parase de todo peligro.
Estos mercaderes discurren por toda la tierra tratando, cn<n-

prando en una
parte y vendiendo en otra !o que hahiancom-

prado estos mercaderes discurren por todas las pohtacir<nes que


estàn ribera de la mar, y la tierra adentro; no dejan cosa <)uc
no escudrinan y pasean, en unas partes comprando y en otras
vendiendo. No dejan lugar donde no buscan to que alli se
puede comprar, o vender, ni porque la tierra sea muy caliente
ni porque sea muy fr)a. ni porque sca muy aspera no dejan de
pasarla, ni de trastornarta. t)uscando to que en etta hay precio-
so o provechoso para comprar o vender. Son estos mercade-
res sufridores (le muchos trabajos, y nsados para entrar en

42
««!as las tierras
–aunquc s<an las tierras de enemi~os– y
muy astntos {tara tratar con t<~s extraf"'s, ai aprendicndo %us
lenguas como tratando con ett<~s con tx'nev'~encia. para atra-
erlos a sn famitiaridad
E~tos dcscuhren donde
hay las ptuma- preciosa' v tas pic-
dras preciosas y c! ore. y las cf<mpra)) )as lIevan a .'cnd<f
(tonde satten que han de valer tnuch' también cstos d<ct!
hren donde hay pellejos de animales exqutsit~s y preci~sos, y
los venden a donde valen mucho. 1 ratan también en vas~s
preciosos, hechos de diversas maneras y pintados con dner-
sas fieras, se~ùn que en diversas tierras se usan, unos con ta-
paderos hechos de conchas de
tortuRas y cucharas de !o mism<)
para revolver el cacao; otros con tapaderos muy pintados de di-
versos cotores, y figuras hechas a manera de una hoja de un
arho!. y otros pa!os preciosos para revJver el cacao
Si han de entrar en tierra de ~uerr~
primero aprenden el
lenguaje de aquella Rente, y toman el traje
de ella, para que nr)
parexca que son extranjcros sino que sf<n naturales.
Acontecia muchas veces que los enemigos los conocian y
los prendian y nMtaban: y si une. o dos o mas se podian esca-
par iban a dar mandado al senor principat de la tierra, como .~r.-
~<'Cf«row<a, u otros sus anteccsores, y ttevahan at~inas (!e aque-
ttas riquezas que habia en aquella tierra y prcsentàbantas al ~enor
y le contaban to que habian pasado y le daban la retaci''<n de la
tierra que habian visto. Et senor, en remuncracion de sm tra~-

jos para que fuese honrado en et pnehto y ~nido por va!ier)te. pt~-
niale un barbote de àmbar, que es una piedra tar~a atiiarilla,
transparente, que cuetRa det bexo bajo a~ujerado, en sénat que
era valiente y era noble, y esto se tenia en mucho.
Estos mercaderes partianse de sus parientes con grandes
rerenM'nias. seRun sus ritos antiques, cuande iban a tnerca-
dear a tierras extranas, y estahan pot allà muchos anos, y cttan-
do votvian a sus tierras venian car~ados de muchas riquezas;
y para hacer demostraciun de to que traian, y dar retacion de
las tierras por donde habian andade y de las cosas que ha-

43
bian visto, convidaban a todos mercaderes, tos en especial a
los principales de ellos y a los sonores det pueblo, y les hacian
gran convite. A este convite ttamàbante lavatorio de pies, y
los convidados reverenciaban grandemente al bacu!o con que
habian ido y vuelto; tenian que cra imagen de aquet dios y
que le habia dado favor pira ir y volver y andar los cMni-
nos que anduvo. Para esta hacer
honra at bàcu!o se ponîan
en una de las casas de oracion que tenian en los barrios que
ellos Ilamaban calpulli, que quiere decir iglesia del barrio o pa-
rroquia. En este co/~M~t donde se contaba este mercader po-
ntan el bàcu!o en lugar venerable, y cuando daban comida a
los convidados, primeramente ponian comida y Stores y acayietl,
etc., delante det bàcuto; y fuera det convite todas tas veces
que conna este mercader ofrecia primeramente comida y las
demâs cosas al bàcu!o, que le tenia en su oratorio, dentro de
su casa.
Estos mercaderes después que venian prospères de las tie-
rras donde habian andado, como tenian caudal compraban es-
clavos y esclavas para ofrecerlos a su dios, en su fiesta, el cual
principalmente era yM<'<c«//<, y este tenia cinco hermanos
y una hermana, y a todos los tenian por dioses, y como se in-
clinaba su devociôn sacrificaban esclavos a cada uno de ellos.
en su
fiesta, o a todos juntos, o a la hermana; el uno de los
hermanos se Ilamaba C/!tcou</M<d/tMt~. et otro A'otMocM<7 c! otro
.Vdc.n/ el otro CocAtM<~< et otro oftï/?<K«!t. la hermana se
ttamaba CAo/MtfCCftAMo~. A
atguno de ellos
éstos ofre- o
cian un esclavo, o mas, sacrificàndotos en su presencia, vestidos
con los ornamentos de aquél dios, como si fuese su imagen.
Habia una feria ordinaria donde se \endian y compraban
esclaves, hombres y mujeres, en un puebto que se llama Azra-
potzalco que es dos leguas de México.
A)H los iban a escoger entre mucttos, y los que comprahan
miraban muy bien que el esclavo o csctava no tuviese alguna
enfennedad o featdad en el cuert~o. A estos esctavos, hom-
bres y mujeres, después que los comprah.m criaban!os en mucho

44
regalo vcsHantos bien; dibantos a comer
y muy y beber abun-
dantementc banàttantus en a~ua de mancra
ra!icn(e. que los
cn~ordaban tos hah!an de cerner
forque y ofrecer a su dios;
también los cf;ocijaban haciendotes cant~r a las ve-
y t~aitar,
fes sobre la .tzotea de sus casas, o en la plaza; cantaban todos
los cantares que sab!an, hasta se hartaban de
que cantar, y no
estimaban ert nada la muerte que les cstaba Mata-
aparejada.
ban estos esclavos en la fiesta que se Hama ~cH~sa/t~ y
todo el tterrroo antes de !te~ar a aquella fiesta, !os regalaban
como esta < cho; y si entre estos esc!a\os habia a!gùn hum-
bre que parecia de buen juicio y que era diligente para ser-
vir y sabia bien cantar, o alguna mujer que era dispuesta y sa-
bia bien hacer de corner y de beber, y tabrar y tejer, a éstos ta-
les los principates los compraban para servirse de ellos en sus
casa y los escapaban del sacrificio.
La imagen de este dios se pintaba como un indio que i!~
camino, con su baculo, y la cara tenta manchada de blanco nc-
en
to: cabellos Hevaba atadas dos !x)r!as de ptumas ri-
gro
cas que se Hamaban ~Mf~oMt. iban atadas en los cabellos de!
medio de cabeza. recogidos como una ~a\'i!ta de todo to al-
to de la ca!)eza; tiene unas orejeras de oro; esta cuhierto ron
una manta ~zu!, y sobre el azul una red negra de manera que
el azul se parece por las mallas de la red; tenta una flocadu-
ra esta manta por todas las ort!!as, en la cuat estaban teji<!as
unas flores; tenia en la garganta de tos pies unas como <a!-
xue!as de cuero amarillo, de las cuates cotgaban unos carac~H-
tos marisco~. Tenia en tos pics unas cotaras nmy curiosas y
labradas; tema una rodela tcnida de amarillo con una mancha
en et medio, te axu! claro, que no ticnc ninj~uns lalx)r. Tenia en
la tnano derecha su bàcutu cun <)t)c \an can)in<

45
CAPÏTULO XX.

QUE HABLA DEL DWS LLAMAtX) NAPPATECUTLÏ.

Este dios
A~o~o~cM~t t ra et dios de los que haccn esteras
de juncias, y es une de. los que tiaman T'/a/o~MM, dicen que es-
te es el que invente e! arte de hacer esteras, y por eso !o
adoran por dios los de este oficio, que hacen esteras que !ta-
man petates, y hacen sentaderos que !!aman tc~M, y hacen ca-
nizos de juncias que t!aman /<7fç«f.v~<, decian que por la vir-
tud de este dios nacian y se criaban las juncias y juncos, y ca-
nas con que ettos hacen su oficio, y porque tenian que este
dios produoa también las ttuvias, hacianle fiesta donde le re-
verenciaban y adoraban y le demandaban que diese las cosas

que suele dar, que es agua. iuncias, etc.


En su fiesta compraban un esclavo para sacrificarle dc-
lante de él, atav!ândo!e con los omamentos de *ste dios, co-
mo que fuese su imagen. Este, el dia que habia de morir.
después de compuesto como esta dicho. ponfanle en la mano
un vaso verde !!eno de agua, y con un ramo de sa!ce rocia-
ba a todos con aquella agua, como quien echa agua bendita:
y cuando entre ano at~no de estos de este oficio queria por su
de\oc!6n hacer fiesta a este dios, datM retacton de etto a sus
sàtrapas. y todos ellos Hevahan a un sàtrapa vestido con !os
ornamentos de este dios, como su
iiiiagen, y por donde tba.
iha echando et agua, rociando a los
que cstaban por donde p:<
~aba con un ramo (le ta!cc, comoqmcn echa agua hendita
Uegado, ponianlo en su tugar y hacian a~unas ceremon}as en
su presencia, rogàtidote que tuctcsc mercedes en aquella casa
Et que hacia esta fiesta daba de comer y de beber al dtos
y a los que con et )ban. y a todos los que habia convidado,
csto hacia en agradecimiento de la prosperidad y riqueza que
ya tenia, teniendo en~endido que este dios se la hab!a dado. Y
a este proposito hacia este convite, y en él se haoan danzas y
cantarcs a su modo, a honra de este dios, porque le tuvicse por

46
agradecido, y gastaba todo c<~tt« tenia
y decia: no se me da
nada de no quedar con na<b con tal que sea ~ni dios servi-
do de esta fiesta, y si me quisiere dar <nàs o dejarme sin na-
da, hàgase como et qut~<ore Dicho es:o cubria con una man-
ta blanca al que iba po~ itna~cn de fste <L'os, y asi se iba para
su templo con tes que habfan vet~drt cf~t él. !<t<) él, ccmia))
el que hacia convite y los parientes.
Estos oficiales de hacer pétâtes y otras cosas de junf~ t!
n!an cuidado de atav!ar y componer, y barrer, y limpiar y scn)-
brar juncia en et templo de este dios. Tenian asiniismn <w-
dado de poner petates y asentaderos de junctA, <;fc Uaman tf-
~o/M, y que hubiese alli toda limpieza y todo at~t~o, de mane-
ra que ni una paja, ni otra cosa estuviese caidu et~ el tcm-
pto.
T~imagen de este dios es como un hombre que <Mttà tenido
de ne~ro todo, asi' el cucrpo como la cara, satvo qtte la cara
tiene unas pecas htancas entre to negro; tiene una Corona de
))ape! pintada de blanco y negro; tiene unas borlas que cuel-
fian de la corona sobre las espaldas, y de las mismas borlas
sale un penacho hacia el colodrillo, que tiene tres plumas ver-
dés; tiene cenidas unas faldetas que le ttegan hasta la rodi-
lia, con unos caracolitos mariscos y pintadas de blanco y nc-
Rro; tiene tas cotaras btancas, y en la mano izquierda, tiene
una rodela a manera de ninfa. que es una yerba de a~ua. an-
cha como un ptato grande y en la mano derecha tiene un ttacu-
to ftorido; tas flores son de papct; tiene un banda a mancra
de estola, desde el hnmbro <tcrcc!x~ cruzada por el s~t'ac'~ )7-
quicrdo, pintada de unas flores ne~ras sobre btanco.

47
CAPITULO XXI.

QUE MABLA DE Mt/CHOS moSES !MAG!XAR!OS A LOS CUALES


TOOOS LLAMABA~ ThALOOt'ES.

To<!os los montes eminentes, espccialmentc donde se armalt


nubtados para llover, imaginaban que cran dioses, y a cada une
de ellos hacian su imagen segùn la imaginacion que tenian de
ettos; tenian también imaginacion que ciertas enfermedades, las
cuales parece que son enfermedades de frio, procedian de los
montes, o que aquellos montes tenian poder para sanartas; y
aquëttos a quienes estas enfermedades arontecian, hacian voto
de hacer fiesta y ofrenda a tal o a tal monte de quien estaba
mas cerca, o con qu!en tenia mas devocion. También hacian
scmejante voto aquellos que se veian en at)?ùn peligro de ahogar-
sc en et a~ua de los rios, o de la mar. las enfermedades porque
hacian estos votos eran la Rota de las manos o de los pies, o de

cualquiera parte det cuerpo; y también et tuHtmiento de atgùt.


miembro o de todo et cuerpo: v tamhtcn et embaramiento del
pescuezo, « de otra parte det cuerpo. <' encogimiento de atgùn
mieml)ro, o el pararse yerto.
Aquellos a quien est a!; enfermedades acontecian, hacian vo-
to de hacer las imapenes de estes dioses que se siguen Del
dios de! aire, la diosa det agua y et di(~ de la !!uvia. Tam-
hien la imagcn del votran que se llama ~('o~< y la !ma-
~en de ta Sierra Nc\ada: (t) y la imagcn de un monte qtt<*
se llama Po<oMA/ffo// (~), (le «tros cuates<)uiera montes a
quien se inclinaban por sn devocion. Et <tue habia hccao vo-
to a atguno o a at~unos mottes o de estos dioses hacia su fi-
Rura de una masa que Itama /~<'a//t. y pomatos en figura de
personas; no !o hacia et p<<r su manos, porque no le era !i-
cito, sino rogaba a los satra!)as, que cran en csto experimenta-
dos y para este senaladus, que te hicicsen estas imàgencs a quien

ft).–E) t/tari)n)at).
(2).–K) Rico de Orizaba.

48
habia hecho voto. Los que las
hacian dientes de
ponianlei
pepitas de calabaza, y las ponian en lugar de ojos unos fri-
jotes negros que son tan grandes como habas. aunque no de
la misma hechura, y ttâmantos ayocotli; en los demâs atavios
pomansetos segùn la imagen con que los imaginan nt1
y pintan,
clios del viento, como Qnc~a/rJo~; al como a la diosa
agua,
dei agua; a la ttuvia como al dios de la Huvia, y a tes otros mon-
tes scgun las imâgenes con que los pintan.
Después de hechas estas imâgenes ofrecianles papel <!c to
flue ellos hacian, y era que un pliego de papel le echaban mu-
chas gotas de la goma que se nama ulli, derretido; hecho es-
to colgaban a! cuello de la imagen el papel, de manera que le
cubria desde los pechos abajo, y con el remate de abajo ar-
paban el papel también ponian estos mismos papeles goteados
con ulli, y colgados de unos cordeles delante de las mismas imâ-
genes, de manera que los papeles estabar asidos los unos de
los otros, y meneàbatos el aire porque estaban los cordeles en
que estaban los papeles colgados atados a las puntas de unos
varates, o bâcutos, que estaban hincados en el suelo y de la
una punta det uno a ta det otro estaba atado el cordet o tMfM~
Ofrecian asimismo a estas imâgenes vino, u octli o pulcre.

que es el vino de la tierra; y los vasos en que to ofrecian cran


<1e esta manera. Hay unas catabaxas lisas, redondas, pecosas.
entre verde y blanco o manchadas, que las Ilaman /~<7<M~oy~
que son tan
grandes como un gran mcton: a cada una de csta~
Itartianla por la nutad y sacàbantc to que tenia (tcntru. y que
<taba ttectta como una taxa, y hcnch!anta del vino dicho y tx)
nfantas dclante de aquctta imagen f imâgenes, y dccian que
:'quettos cran \a<os de picdras preciosas que Haman f/ta/r/n7!Mt/
'l'odas estas cosas dichas hacian los sàtrapas, que cran experi-
mentados o estaban serialados para estos sacrificios t~a otra
gente no usaban hacer esto aunque fuese para en su ca~a. Des-
pués de hcchas tas imâgenes, aquellos por cuyo voto se hacian
convidaban a tos s.ttrapas para el quinto dia, después de hecha-
las imâgenes (en que) se habia de hacer la ficsta; y !!egado et
S.~tttur.t.t 1

49
quinto dia (pasaban) aqu':tta noche vetand". cantando
y baitando
a honra de aquettas imà~enes, y de los clioses que representa-
ban, y aquetta noche ofrccian cuatro veces tamates, que son co-
mo unos pastetejos redondos hechos de maiz, a los que canta-
ban y t)aitaban, que eran tos sàtrapas que habian hecho estas
imà~enes, y otros convidados para esta fiesta. A todos daban
comida cuatro veces en aquella noche. y todas cuatro veces to-
caban instrumentos musicates, los que ellos usaban. fjue eran
sitbos que hacen metiendo el dedo menique en la boca y tocan-
do caracoles y ftautas de las que ellos usaban. Esto hacian
unos mozos juglares que usaban de hacer esta mùsica, y tam-
bién a estos les daban comida.
Esto se hacia cuatro veces en esta noche; en amaneciendo
los sàtrapas descabezaban imàgenes que habian hecho
aquettas
de masa; las descabezaban torciéndoles las cabezas, y tomaban
toda aquella masa y ttevabanta a la casa donde estaban todos
juntos los sàtrapas, que se llamaba Co/ntffoc; y aquéllos por
cuyo voto se habian hecho aquettas imàRenes, entràbanse luego
donde estaban sus convidados: estahan con ellos todo aquel dia,
y a la tarde, de par de noche, beb!an todos los viejos v viejas
vino que ttaman ~M~rf, u octli, por que estos tenian licencia
de beber este vino, y después que va estaban medio tx~rrachos,
o det todo, se iban para sus casas. Unos de ellos ihan Ilorando,
otros iban haciendo fieros como vatientes y haitando. y pom-
peàndose; otros iban rincndo unus con otros.
Los que hacian esta fiesta con\idaban y apercibian para
ella a los taberneros que hacian el ~</fr< y exttortàbantos para
que hiciesen buen vino, y los taberneros procuraban de hacer
bien su vino, y para esto se abstenian cuatro dias de ttegar a
mujer nin~una, por que tenian que si tte~asen a mujer aque-
t)os dias el vino que hiciesen se hahia de acedar y cstra~ar;
ahstenianse asimismoaquellos dias de tu ~r et ~M/frf, ni la
miel de que se hace. ni aun mojando et dedo en ella to tte~a-
han a la boca hasta en tanto que et cuarto dia se encetase
con la cercmonia que arriba se dijo. Tenian por aguero, que

50
si alguno beMa et vino, aunque fuesc muy poco, antes que se
tticiese la ceremon!a del abrimiento de las tinajas como arri-
ba se dijo, que se le hab!a de torcer la boca hacia un lado,
en pena de su pecado. Decian también que si at~uno sc le
sccaba la mano o el pie, o se le acucharaba la manu o el pic:
u le tembtatM la cara, la tx)ca o los labios, o si entraba en él

atgûn demonio, todo esto decian que acontecia por que estes
dioses de que aqui se trata se habian enojado contra él.
Después de acabada la fiesta. otro dia tue~o de manana c!
que habia hecho la fiesta juntaba a sus parientes y a sus ami-
~os, y a los de su barrio, con todos los de su casa, y acat)aban
de comer y t)eber todo to que habia sobrado de la fiesta; a
esto Ilamaban apcoalo, que quiere decir anadidura a to que cs-
taba cornido y bebido; ninguna cosa quedaba de corner, ni de
tteber para otro dia. Decian que los ~otosos haciendo esta
fiesta sanaban de la {~ota, o de cualquiera de las enfermedades
')ue arriba se dijeron, y los que habian escapado de atgùn pc-
ti~ro de agua con hacer esta fiesta cumplian con su voto. Aca-
bada toda la fiesta los papeles y aderezos con que habian ador-
nado estas imâgenes. y todas las vasijas que habian sido me-
nester para el convite, tomàbanto tudo y ttevàbanto a un su-
midero que esta en la ta~na de México, que se llama Po;
//an, y alli !o arroiaban todo.

( APtTUI.O XXI!

QUK H\nt.\ UEL t'tCS H.AMAt~t TKXCATZ6\C\TÏ..


Q)!: ES t XO t)K t.US t~nSKS t)KL \t\0.

t~t vino o ~M/fr<* de esta tierra siempre en los tiempos pasadus


tu tuvieron por malo, por rax6n de los nutos cfectos que de et se
causan, ~rque los borrachos unos de cHos se despenan, otro-
se ahorcan, otros se arrojan en et a~<a dondc se ahogan. otros

5'
matan a otros estando bor radios; y todos estos efectos los atn-
buian al dios del vino y a! vino, y no al borracho y mas tenian
que et que decia mat de este vino o murmuraba de él, te habia
de acontecer atgùn desastre: to mismo de
cualquiera horracho,
que si alguno murmuraba de
él o te afrentaba, aunque dijese o
hiciese mit bellaquerias, decian que habian de ser ))or cllo casti-
~ados, porque decian que aquello no !o hacia et, sino el dios, o
por mejor decir el diablo que estaba en él, que era este T~s'ca~-
~!Mf< o alguno de los otros. Este T~a~Mfo~ era oriente o
hermano de los otros dioses del vino, los cuates se Uamaban, uno
F<a«A~co~. otro ~«~A<M. otro 7'~7Aoo, otro PoM~ro~, otro
)'~Mt<~f< otro 7~p/~co/ otro ~'o/'M~/of. otro T'/o/~cotooo,
otro OM~<A//<. otro 7'<ff<T/ otro CAf/wo~<tn~c<t/ otro
C<~Ao<t/~u<co~.
De to arriba dicho se colige clarameilte que no tenian por
pecado aquello que hac!an estando borrachos, aunque fnesen
~ravisimos pecados; y aun se conjetura con harto fundamento que
se cmttorrachaban por hacer to (lue tenian en su votnntad. y
que no les fuese imputado a culpa y se satiescn con etto sin cas-
ti);o: y aun ahora en el cristianismo hay algunos o mucttos que
se excusan de sus pecados con decir que estaban borrachos cuan-
<to los hicieron, y esto con pensar que la opinion erronea que te-
n!an de antes corre tantbién en et cristianismo, en to cual estàn
muy en~anados y es menester avisarlos de ello, asi en la confc-
sion como fuera de ctta.

5~
COMTRNZA EL APENDICE DEL PRIMERO ÏJBRO, EN
QUE SE CONFUTA LA IDOLATRIA ARRÏBA
PUESTA POR EL TEXTO DE LA SAGRA-
DA ESCRITURA. Y DECLARA EL
AUTOR SUFICIENTEMENTE
EL DICHO TEXTO EN
LENGUA VULGAR.

P 7? 0 A 0 C 0.

~OM~O~ los A<t~Ot!/M de esta


A'Mfï/O E~OMO, que sois los
w~.ncOMOj, ~fca~co.f Y /M que /<a&</<tM en la tierra de ~~cAKo-
<Wt, y <0<f~~ los demds indios de <<M /M~t'0.? Occidentales, sa-
bed: Que todos ~&~ M~Jo CM grandes /tM«'&~M de infideli-
dad e t~O~O~ÏO ~M que 0~ (/<Of~M T'K~/rO~ OH~~<MaJo~, como <
claro por vuestras ~.fff~«r<F.t ~«)/!<ro~, v ritos idoldtricos t'~
que hab& MM~O hasta ahora. Pues oid 0/toro COM O~M<tJ«, y
fH~Md~J COM dt/~fttCtO la tM~cnrorJta que Nuestro ~fMor <'<
/t0 /M<tO por sola su f/mt~tna, ('<: </Mf os Aa fMTtoJc la /t<tM&rr
de la fe t'«<<!ftco para que f~no~fdt.v. ~Mr él solo es cr~odcro
dios, crcador y f<'<f<'n~r, c~ cual J~~ r«y<' todo t'/ ~nn!<fo. Y sa-
bed ~«c los <'rr<ïf< CM que /!o/ tirt~c /(!~« c/ h<'Mt/'o pasado
os /<~)t<'M ftt'</o.t y <'M<y<tn<ff/ y ~<tft! <<~ <'tt/<'n<A~ la /M~ ÇM~ oj
/t0 t<'MMo f~HTt~ttc que trfj~ y c~) '~d ~M'~aJ rff~ott

que o~M< fjf/<ï escrito, <~<f son /'n/o&rd.< dr ~f.f, las CMo/< o.~ <'«-
via ~t«'~<ro r<*y y seitor que f.~o <'<t J~.t/'ana il :tfono ~<* dios.
~*OM<0 /~0</rf, que M~ ft /?~~MT, y <0 es ~rj que C.t r.~<'<«
de las «<aMO~ M diablo ft. que /!0&t~ :r'< /<0.~d 0/tor< Y tt-
yd~ a rcutar con <V<o.tcft t'/ <tt'

(Los cuatro cap!tn!os de la Hihtia que s!~cn. t"s tran-crihi.'


Fr. ncrnardinn de Saha~un t'n c) tcxto de la \'u)~ata. on el
précédente de Bustamante. y para conto<Udad de! tect~r. prcfi
r!6 el editor cop!arto!: de !a version castellana del P. Scio. no de
la <ra<h!cc!n de Terrée \mair fjtie «' cl prnp!n Pu~t~mantp\

53
CApfïULO xm

/.<)fKro de fowo a ~<o.t<t las obras ~f


<MM~/o~ ÇM~ oj6~oro«
/)~ Y los Mo/M Aff/M.~ por tna~o.r dc /<o<M&rt\v.

ï.–Vanos son ciertamente todos los ttombres, en quienes n~


se halla la ciencia de Dios; y que por las cosas buenas que se
\en, no pudieron conocer a aquel, que es, ni considerando las
obras reconocieron quien era el artifice:
2.-Sino que tuvieron por dioses gobernadores del univer*
so, o al fuego, o al espiritu, o al aire conmovido, o al giro de
las estrellas, o a la mucha agua, o al sol y la luna.
3.-De cuya hermosura si encantados, los creyeron por dio-
ses, reconozcan cuanto es mas hermoso que ellos el que es su
Senor. Pues el autor de la hermosura crié todas estas cosas.
4.–0 si se maravillaron de su virtud e influencias, entien-
dan por ellas, que el que tas hizo, es mas fuerte que ellas.
c -Porque de la grandeza de la hermosura y de la criatu-
ra se podrâ a tas claras venir en conocimiento det Criador de
ella.
6.-Mas sin embargo todavia contra estos es menor la que-

ja. Porque los tales yerran tal vez buscando a Dios, y de-
seando hallarle.
/Por cuanto conversando entre sus obras, le buscan; y
pstan persuadidos, que son buenas !as cosas, que se ven.
8.-Mas ni aun a estos se les dehe perdonar.
<).–Porque si pudicron saher tanto. que pod!an hacer con-
cepto clel mundo: ~conK) con mayor facitidad no hallaron at
Sconr de él ?
to.–Pero malaventuraclos son, y entre )o<! rnuerto'! esta t.'

esperanza de aquellos que llamaron dioses a las obras de ma-


nos de nombres, at oro y la ptata, Invencion det arte, y a las
scmejanxas de animales, o a una piedra inùtit obra de mano
antigua.

54
n.–Como s! atgûn obrero habit cortase del monte atgun
madero derecho, y con destreza le rayase toda la corteza,
empleando su arte, hiciese con csmcro un mucbtc ùtil para u'
de la vida.
i2.-Y gastasc los rcsiduos de aquctta obra en aparejar la
comida
ï3.–Y !o que sobra de este.
que para ningùn uso es ùtit,
un madero torcido y tteno de nudos, fuese a ratos desocupados
(!esbastando!o cuidadosamente, y con la pericia de su arte !c
diese figura, y to hiciese semejar a imagen de hombre,
ï4.–0 que se pareciese a alguno de los animales, dândole
de bermellôn, y poniéndolo de color encarnado postizo, v ta-
pando todas las manchas, que hay en él:

tg.–Y le hiciese un nicho correspondiente, y poniéndolo en


la pared, afirmandoto con clavos.
16.-Usando con él de esta precaucion, porque no cayese,
sabiendo, que no puede valerse a si mismo: puesto que es s«)f
una imagen, y ella necesita ayuda:de
17.–Y haciéndole votos. le consultase acerca de su
hacien-
da, y de sus hijos, y de sus t)odas. No tiene ver~uenza de
hablar con aquel, que estâ sin alma.:
ï8.–Y por la salud ruega ciertamente a un invàtido. y por
la vida pide a un muerto, e invoca en su favor a un inùtil:
19.–Y para un viaje ruega a aquel, que no puede andar; y
para sus ganancias, y para sus haciendas, y para el buen éxito
de todas sus cosas se tecomienda a aquel, que es inutit para
todo.

55
CA!~T!'Ln X!V

("Md« !UM<J ~d el <'M//<' </<*los )(/0/(!~ /<) ~<'M««'.t/r<t «)M t'/ f/~W/f
t/('/<fn<<'<yt!M/<< ~'t'~<vfn7/<'<<)~'<;<'n~<).<«y<

t.–t'ois.mdu asimi~tm' "tru navc~ar.y estando para !)acc!


et viaje por las ondas t)ravas, invoca a un tcno, nias fra~it <)n<'
et leno, que to tteva.
2.-Porque la codicia de ~anar !o inventu, y el artifice !«
tabrtcu con su saber.
3–Mas tu provtdencia, Padre. te ~obierna: por cuanto
aun en el mar diste camino. y vereda muy se~tra entre tas
ondas
4–Mostrando. que eres podcroso
para salvar de todo nes-
.?o, aunque alguno sin
arte se meta
en el mar.
;Mas porque no fuesen vanas las obras de tu sab!dur!a;
por esto también fian los hombres sus atntas a un pequeno tent~
y pasando la mar se libraron por un barco:
6.–Y a! principio cuando perecieron los sct)crbios gigantes,
refugiàndose la esperanza de toda la tierra en un navio, que
era gobemado por tu mano, traspaso a! siglo et tinaje del re-
nacimiento.
~Porque hendito es el madpro. por quien se hace justicia.
8.–Mas el idolo, que es hecho de manos, matdito es él, y

quien to hizo: este porque de cierto to fabric", y aquel porque


)i<~ siendo sino una cosa fràgit, se le dio el nombre de dios.
f)–Y Dios aborrccc iguatmente at impio, y a su impiedad.
!0.–Y asi la ohra, que fué hecha, con aquet que )a hixo.
padecerà tormento.
11.–Por esto no se tendra respcto a los «totos de tas na-
rinnes: porque tas criaturas de Dios se han tornade en ~txxni-
nacion, y en tentacton a tas aimas de los hombres, y en h/o a
!f'<:piesde!osnecios.
t2.–Porque et prinripio de la fornicac!6n fué ta in\fnrit'tn
do )os idotr's; y ~u )):t)!ax~o fué la corrupciun de la vida.

56
~3–Porquc ni los habia al principio, ni seran si~~Tnpre
pan
t4–or cuanto la vanidad de los homhrt-. )'~ ha intr~
ducido en e! mundo; y por esto es t~ttado en bre'.e ~u tin
!$.–Pues penetrado un padre de amargo doter, hizo la ima-
gcn de) hijo, que le fuc arrchatado pronto; y a atluel que enfon-
ces habia nutertn con)u hf)mhrc, comit-nxa!c :t ad~rar ah~ra c~nv~
a dios, y le establece entre sus sier\os ccrcm~nias sacrificios.
16.–Después con el andar de! tiempo, tomando cuerpo la
inicua costumbre, este error fué observado como iey. y j~r ntan-
dato de los tiranos eran adorados los simutacros
17.–Y a aquellos, a quienes tos hombres no podian honrar
en presencia, por estar ausentes, haciendo traer de lejos la fi-
gura de ellos, hicieron ntanif testa la imagen de! rey, a quien
querian honrar: para con su soticitud dar culto a aquel, que
estaba ausentc, como si estuviera presente.
18.–A los ignorantes también los )!e\o a! culto de ellos
la extremada industria de! artifice.

t9.–l'orque queriendo este dar gusto al que écho mano


de él, se esforxu con su arte en sacar el retrato !o mej~r que
pudiese.
20.–Y e! vulgo de los hombre" cnganadf de la hermosura
de la obra, a aquel que poco antes hahia sid" honrado como
nombre, le tuvieron ahora por '!ios
2!Y este fué el engano de la vida humana: porque los
hombres. o por servir a la pasion. o a tos reyes. dieron a tas
piedras y a los tenos un nombre inc~municabtc
22.–Y nu bastu !tat)er errado ettos acerca det c<'n~'imient~
de Dios, mas aun viviendo en grande j~ncrra dt' ignorancia. )!a-
man pax a tantos y tan grandes mates
2~Porque n sacrificandf sus t~ius o haciend" sacrificins
oscuros. o ccte!<rand() vigiUas t)enas de tccura.
24.<) conscrvan va pura '<n vida. ni los matrimonios. sino
que et tt)h' mata at otr« por envidia. )o contrista c"n su adul-
terio.
2~Y to<to esta mc~ctado. sangre. itomicidio. tturto v enga-

57
no, corrupciun e infidelidad. turbulencia y perjurio, tumutto de
los buenos
26.–Otvido de Dios, contaminacion de tas atmas, tmeque
de nacimicnto, inconstancia <tc matrimonios, des<'rdencs de adu!-
tcrio y de impurexa.
~Porque et abt'nnnahtc culto (!c los idolos. es la causa,
y el principio, y fin de todo mal.
28.-Porque o mientras se a!egran, se enfurecen: o bien
vaticinan falsedades, o viven sin justicia, o perjuran pronta-
mente.
29.-Porque confiando en los Motos, que estàn sin alma,
jurande malamente esperan que no recihiràn dano.
30.-Mas por to uno y por to otro tendràn su merecido, por
cuanto sintieron mal de Dios, atendiendo a los idolos, y jura-
ron injustamente, menospreciando con dolo la justicia.
3!Porque no la virtud de aquellos por quien juraron, sino
la pena de los que pecan, es la que anda siempre en pos de ta
prevaricaciôn de los injustos.

CAPfTULO XV.

El ~o~~ alaba al ~fMor, ~or haber /<<'rT'a<~o a /.tTOC/ f/<* la


tW~/O/ftO. ;fM~~r<'ft<) de ÇKf .tfX) t7!</MO.t los idolos.

i.–Mas tu, Dios nuestro, suave eres y verdadero, paciente,


y que ordenas todas las cosas con misericordia.

2.-Porque si pecàremos, tuyos sotnos, cnnociendo tu gran-


dexa: y si no pecaremns, sat)cmos (lue tu tienes cuenta de nos-
otros.

3.–Porque el conocertc a ti, es la justicia consumada y


el saher tu justicia y tu poder. es la raix de la inmortalidad.
4.-Pues no nos ha inducido a error la invencinn de) artc

58
mata de los nombres, ni e! trabajo sin fruto de una pintura som-

brcada, efigie ëntaUada con var!os colores,


S.–Cuya vista da concupiscencia a un insensato, que ama
la figura de una ima~en muerta sin alma.
6.–Los que aman et mal son di~os de tcncr su csperanza
en tales cosas, y los que las haccn, y los que las aman, y tos
que les dan culto.
el alfarero apretando la tierra muelle, forma
7.–Asimismo
con su trabajo las vasijas destinadas para nuestros usos, y del
mismo lodo hace vasijas que sirvan en cosas limpias, e i~uat-
mente otras que a estas son contrarias: mas el alfarero es ar-
Mtro detuso, que han de tener estas vasijas.
8.–Y con vana fatiga forma un dios det mismo barro, aquel
que poco antes fué hecho de la tierra, y que de alli a poco se
reducc a aquello mismo de donde fuf tomado, cuando se le de-
nande la deuda del atma que tenia.
g.-Mas él no se cuida, ni det trahajo que ha de tener, ni
fte que la vida le es corta, sino que va a competencia con to%
artifices de oro y ptata: c imita también a los broncistas, y pre-
fiere la gloria en formar figuras de cosas vanas.
ï0.–Porque ceniza es el corazôn de et, y tierra vat a ~u
e-iperanza. y mas vit que el lodo su vida.
lï.–Pues no conocio a! que le hizo
a él, y al que le ins-
pire el atma que obra, y al que sopto en et el espiritu vital.
!2.–Y aun ellos creyeron que es un juguete nuestra vida.
y la manera det vivir de ella hecha para ganar, y que convienc
~ranjear por cuatesquieramédius, am?que sean malos.
!Porque este, que forma de materia de tierra vases
<~<ebra<tixos y simulacros, sabe que peca mas que todos.
t~Porque los enemi~os de tu puebto. y que le dominan.
son todt~s necios, e infetices, y mas que puedc pensarse soher-
bios.
tg.–Porque tuvieron por d!oses a todos los idolos de las
nacioues, los ouates ni tienen uso de ojos para ver, ni narices

59
para recibir el aire, ni oreja para o!r, ni dedos de manos pa-
ra tocar, y aun sus pies son perezosos para andar.
16.–Porque es hombre que los hizo: y el que recibiô el

espiritu prestado, este los forjo. Pues ningùn hombre podra


formar un dios scmejantc a si.
17.–Por cuanto siendo
tnortat, forma cosa muerta con ma-
nos inicuas. Pues él mismo es mejor que aquellos a quienes
adora, porque é! realmente viviô, siendo mortal, mas aquellos
nunca.
t8–Y aun adoran a los mas viles animales: mas tas cosas
insensibles comparadas con estos, peores son que ellos.
ver
!0.–Mas ni aun por el aspecto puede ningùn hombre
de animales cosa buena. Y huyeron la ala-
aquellos alguna
banza de Dios, y su bendicion.

CAPITULO XVI.

Plagas de E~/o Codoruices dadas a ~~&r~o~


.S'~tfn/p de ~CMCC: A/OMO.

i.–Por estas cosas, y por otras semejantes padecieron dig-


namente tormentos, y fueron exterminados por muchedumbre
de bestias.
2.–En lugar de los cuales tormentos trataste bien a tu pue-
hto, a los que diste el apetecido deleite de un nuevo sabor,
aparejandotes por vianda gruesas codornices.
3–Para que aquellos apeteciendo vianda, por causa de aque-
llas ct'sas, que se les mostraban, y les cran enviadas, perdiesen
et apetito aun de !o necesario. M&s estos puestos en necesidad
por un poco de tiempo, gustaron una nueva vianda.
4–Porque convenia que viniese ruina inexcusable sobre
aquellos que ejercitan la tirania: y a estos mostrarles solo en
que manera eran exterminados sus cnemigos.

6o
5.-Porque cuando vino sobre ellos la cruel ira de tas bes-
tias, cran destruidos con mordeduras de culebras perversas.
6.–Mas tu ira no duro para siempre, sino que fueron tur-
hados por poco tiempo para correcciôn teniendo una seiial de
salud para tecuerdo det mandamiento de tu Icy.
7–Porque el que a ctta se volvia, no quedaba sano {x~r
aquello que veia, sino por ti, Salvador de todos.
8.–Y en esto mostraste a nuestros cnemigos, que ni cres
el que tibras de todo mat.
9.-Pues a aquellos los mataron tas mordeduras de tas lan-
gostas y moscas, y no se hattô sanidad para su alma porquc
cran dignos de ser asi exterminados.
10.–Mas a tus hijos ni los dientes de dragones veneno-
sos los venc!eron: porque sobrevtniendo tu misericordia los
sanaba.
!t.–Pues cran
probados en la memoria de tus préceptes,
y luego quedaban libres, para que no cayendo en un profundo
otvtdo. pudiesen sen~rsc de tu ayuda.
!2.–Por cuanto ni los sano yerha. ni cmplasto suave, sino
tu palabra, o Senor, que sana todas tas cosas.

t~Pues tu eres, Senor, e! que tienes el poder de la vida

y de la muerte, y conduces hasta tas puertas de la muerte, y


retiras de alli.
!4.–Un nombre puede ciertamente matar a otro por mali-
cia, mas cuando tuthierc satido el espiritu, )io votvcra, ni harà

que torne el atma que ya fuc recibida.


!$.–Mas et huir de tu mano es ccsa intposibtc
t6.–ror el cuat los impies, que ncgaban conoccrtc. ~'r la
fucrxa de tu braxo fueron axotados padccicndo prcsccucion cun
nucvas agitas, y pednscos, y ttuvias, y cunsumidus por et fuegu
t~Y !o tnaravittoso era, que en et agua que to apaga
todo, podia mas et fuego porque et universo es vcngador de
los justos.
t8.–Pues en un ticmpo ~.c amansaba et fuego. para que no
se queinasen los animales, que habian sido cnviados contra los


imptos: a fin
que viéndoto c!bs nusnios, reconoc!cscn que por
juicio de Dios padecian ta penecucion.
!Q–Y en otro tiempo ardia de to<!as partes en el agua
et fuego sobre su virtud, para destruir )o nacido de una tierra
inicua.
20.–En lugar de )o cuat atunentastc a tu puebto con vianda
de Angetes, y les diste pan del ciclo aparejado sin tr~bajo. que
ténia en si toda la delicia, y la suavidad <!c t<M!o sat)or.
.jt.–Porquc tu substanc!a mostraba la dulzura, que tienes
para con tus hijos: y acotncxtàndosc a la voiuntad de cada uno,
se voh'ta en !o que cada uno queria.
2~Y la nieve y la helada sufr{an la fuerxa del
fuego. y
ne se derretian para que supiesen. que un fuego que ardia y
rchunbraba entre et granizo la Utnia dcstru!a los frutos de
)os enemi~os.
2~Y de nuevo este mismo aun de su virtud se oh'ido, pa-
ra que fuesen sustentados los justes
24.–Porquc la criatura sirv!érdote a t! su Hacedor, se
cnfurece para tormento contra los in justes: y se amansa pa-
ra hacer bien a favor de aquellos, que en ti confian.
25.–Y por esto transfigurada también entonces en todas las
cusas servia a tu gracia que todo !o nutre, a voltintad de aquc-
))os, que de t! la descahan.
26.–Para que supiesen tus hijo~. a quiencs antaste Scnor.
que ne los frutos naturaics aparientan a tos hombres. sino que
to pa)abra conserva a aquellos, que en tt creyeren.
2~Porquc !o fjuc c! fuc~o no podia destruir, catenta<
')c un pequcno rayo dcl s<jt, !ue~o se dcshaoa.
28.–Para que fucsc notorio a todos, que comicne adelan-
):trsc a! sol para tu !)cndici6n. y adorarte a! nacer de la luz.
2<).–Porquc la espcranxa de! ingrate se deshara corno la
he!ada de! inviemo, y se perdera comn a~ua inùti!.

62
CONFUTACION

(i)Suficientemente se ha mostrado por el texto de la Sa-


~rada Escritura arriba puesto la ~ran mati~nidad de la ido-
latria, y de los idolâtras; pero para condescender con las per-
st~nas de hajo entcndimiento convienc confutar este matdito
vicio muy en particular.
A.–La verdadera lumbrc para conocer al verdadero dios,
y a los dioses fatsos y en~anosos consiste en la inteti~cncia de
la divina Escritura la cual poseé como un preciosisimo tesoro muy
claro y muy puro la I~tesia Catotica, at cual todos los que se
quiercn salvar son ot)ti~ados a dar todo
crédito, por ser verda-
des revetadas y procedentes de la eterna verdad. que es Di«s.
B.–Por esta causa para alumbrar en el conocimiento de la
eterna verdad, que es Dios, y en el conocimiento de los falsos
dioses que son pura mentira c invenciôn del autor y padre cle
toda mentira que es el diablo, puse el texto de la Sagrada Es-
critura arriha escrito, donde clara y abiertamente se conoce c!
principiô que tuviernn los tdotos, y ios grandes mates en que in-
currieron los hombres por la adoracion de ellos.
C.-Por retacion de la divina Escritura sabemos, que no
hay, ni puede haber mas Dios que uno, Criador de todas las
rosas, y ~obcmador y ronscrvador de todas cttas, romo arri-
ha queda dictio. A'on r.t~ ftttMt o/n~ f/fM.t </M<ttn /M. <Mt <«rft
r.t/ </<* ~MN«~M.v: quierc decir: Scnor no ttay f')n' di"s mas que
vos soto. c! cuat tcnpis cuidado de todas las cosas.
r).–Si~ucsc de aqui ctnramcntc que //tn/~<7f'<'t7t//t. ti" es
clios, ni tampoco 7/<<. ni tampoco ()Mf/~<t/ff!o/ C<Mf"<?// n"
es diosa, ( /nfo~«'f<!o// no es diosa, 7 f/fM~tnnn no es diosa, 7.M-
/'o//a/<'t)o no es diusa, (t7n<o~f/< no son diosas. ( /ta/f/tn</t//t-
ft«' no
es diosa, t/<.r/~ft7n<a// no es diosa, 7/<M// n« es <ti<
sa, A<«/</rtt<< no es dios; .Uoft«7.rf!f/n~ u .f'f/n~t7/< no es dios.

(').–Tmta c<.ta rcfutaciun que sinue fué suprimida en la tdiciun du


!!t)stan)antc. y no figura en las t~Kioas de la cdicx'n de KinsgborojhK ni fi'
la france'.a. <raducci"n de tourdanet

63
OwA-o~ no es dios, /.t'/M~« no es dios, O~ocA/K, no es dios, Xi-
~c 7'd~c no es dios, Vto«!/<*tM~t no es dios, C/«coM~n<!AM< no
es dios, CAo~M<'t<ït'~Ma// no es diosa, .~f.t'(tMtMc«t~ no es dios,
.Vdc~~ no es dios, C'oc/n!«~ no es dios, Aïft~~Mooc no es dios,
A~o~a~M~ no es dios, 7~'c/~ott no son dioses, c! Sol, ni la
Luna, ni ta 7'tcrro, ni la .t~or. ni ninguno de todos los otros que
adorabais, no son dioses. todos son demonios: Asi to testifi-
ca la Sagrada Escritura dicicndo, owMM d</ </CM~M<tM <~woMto,
que quiere decir todos tos dioses de !os gentiles son demonios.
E.–)0h mal aventurados de aquéUos que adoraron y reve-
renciaron y honraron a tan ma!as criaturas, y tan enemigos de!
género humano como son' los diablos y sus imâgenes y por hon-
rarlos ofrecian su propia sangre y la de sus hijos, y los cora-
xones de los pr6jimos, y los demandaban con gran humildad
todas las cosas
necesarias, pensando fa!samente que ellos eran
poderosos para tes dar todos los bienes y librarlos de todos los
mates! Y para alcanzar esto hacian largas oraciones, y se afti-
gian con muchos ayunos y vigilias y hacian otras muchas as-
perexas en sus cuerpos, y tos ofrecian piedras preciosas y man-
tas ricas, y plumajes de gran valor, y flores y olores de mil
maneras. Adornaban, honraban y reverenciaban a sus morta-
les enemigos que no solamente no merecen honra ni reveren-
cia ninguna, pero merecen ser ahorrecidos. detestados y abomi-
nados por ser matditns y enemi~os de ni"s y de tfM!os los
hombres..
F.–{Oh, mucho mas matditos y mataventurados aquellos
<)nc después de ha!<pr o!dn !n palahra de Dios y la doctrina
<ristiana perseveran en la idotatria; y mucho mas di~os de
)!orar los que después de hauiixados y tiat)crsc convertido a Dios
tornan a hacer superticioncs, o a idolatrar! Todos los que tal
hacen son
hijos del diahlo y dignos de c''a" castigo en este
mundo, y en el otro de grande infierno.
G.-Esta fué la causa que todos vuestros antepasados tu-
vieron grandes trabajos, de continuas guerras, hambres y mor-
tandades, y a! fin cnvi6 Dios contra cttos a sus siervos los cri.

<4
tiano! que losdestruyeron a ellos y a tcdos sus dioses; y
algunos trabajos hay ahora, es 1 rque hay atgunos idolâtras
entre vosotros, porque aborrece Dios a los idolâtras sobre lo*
do género de pecadores, por scr c! pecado de la id~iatria e! ma-
yor de todos los pecados, y los idolâtras en el infiernu son ator-
mentados con
mayores tormentos (jue to<tos los otros pecadores
su ttoro y sus lastimcras palabras, sus lamentaciones y do!<-r
no remediable, en la Sagrada Escritura esta escrito.
A.–Dicen tos ntatavcnturados idolâtras: Z:~rotm!K.< t!t m'
Tcn~o~, etc. ~'o~tt~c 5. Ca~errado h~~ n~os en el cami-
no de la vcrdad, no nos atnmbro la luz de la icia, no nos na-
cio el soi de la inteligenda, nos fati~ô y nos <ans6 el mal ca-
tn!no de ta maldad y de la perdicion. Andu~ imos por camin~s
asperos y fra~osos, }qué nos aprovecho la soberbia y gloria de)
nmndo. que nos aprovecharon tas riquezas vanas! Todas aquc-
Has cosas como sombra pasaron, y romo un mensajero que va
de camino y con gran prisa, o como un navio que pasa con
~ran furia por La mar, (lue no deja senal alguna del camino;
como una ave que pasa votando por el aire con gran \e!oc)da<).
que jamàs se puede ver por donde paso como una saeta que
sale de la ballesta con gran impetu, y ttega a dondc la endc
reza el ballestero sin dejar rastro alguno de su pasada. De
esta manera nos acontecio a nosotros, nacidos, en brève tiem-

po se nos acabo la vida, y nin~ùn rastro dejamos de buen~


vida; fenecieron nuestros dias en nuestra ntati~nidad y t:' nucs-
tro tnat vhir.
D.–Tates cosas dijeron los pecadorcs en el infiernu ce:'
~rand!sin)o dotor de su corazon, y cun ttantu de Kr~n triste
za, y con ta~mnas no rcmediabte~, porque no quisicn'n m)K'
cer ni servir el verdadero di"s, criador y regidor de to<!f)f )a~
cosas; cuando comenzé su tormento cntonces comenzo su )!an-
to, dolor y tà~ritnas, y ahora cstàn en él y para siempre persc-
veraràn en él. Los que conocen y sirvcn y obedecen al soiu

y verdadero dios, ~ozaràn de sus riquezas y gozos eternos.


porque es in f initamentc hucno y suave: asi queda dichu en e)

1. 1.

65
texto de la Sagrada Escritura arriba puesto; dice de ésta manera.
C.–0 quam bonus et ~M<tMJ est ~OtM~ spiritus /MM~ tM OMU!t-
&M~ etc., quiere decir oh se:ior Dios nuestro, cuàn bueno y suave
es el vuestro esp!ritu para con todos Y es como si dijese Oh
senor Dios nuestro! el vuestro omnipotente amor, que es el
vuestro divine esp!ritu, derrama su bondad y suavidad so-
bre todas las cosas
que criastes, dando a todas vuestras cria-
turas virtud de que et hombre se pueda aprovechar, y vos
mismo os comunicàis al hombre en diversas maneras, mostran-
do a vuestros siervos la vuestra benignidad; los dais lumbre
para que os conozcan y mandamientos para que os sirvan, pa-
ra que conociéndoos y sirviéndoos alcancen la inmortalidad; y
a los que de vuestros siervos os ofenden, no los condenàis tuc-

go, mas antes los amonestàis por vuestros santos predicadores


y los favorecéis con vuestros santos sacramentos, para que se
aparten de los pecados y pcrmanezcan en vuestra santisinia
amistad. Y a los que no os quieren conocer, perseverando en
la idolatria, o no quieren apartarse de sus pecados y ~uardar
vuestros mandamientos, castigàis con eternos tormentos, y es-
to hacéis con tan grande rectitud y justicia que nadic en los
cielos ni en la tierra puede tachar vuestras obras con raxon,
ni con verdad, ni deciros: Por que, Senor, hacéis esto? !~or<)uc
no solamente sois justo, pero sois ta misma justicia y la mis-
ma sabiduria y fortaleza, y vos sois el senor universal de to-
das las cosas,y sois el dador y distribuidor de todos los. hicnc.
D.–En !o arriba fticho esta claro cuàn bueno y cuân digne
(le scr atnado. loado, ohedccido y rcverenciado es nuestro st'-
nor Dios criador, senor y gobernador de todas las cosas; y (le )"
mismo parece asimismo clarisimamente cuan malvados, traido-
res y mentirosos, aborrecibtes y crucles son los dioses que vues-
tros antepasados adoraron y honraron tan largos tiempos.
K.–Pf'r vuestra misma rctaciun sat)emos que tos antignn--
mcxicanos adoraron y tuvieron por clios a un bombre ttamad"
~«t~t~~oc/ nigromàntico, amigo de los diablos, enemiKo
d<: tos ttombrcs, feo, cspantabte, crucl, rcvottoso, inventer de

66
gucrras, y de encm!stadcs, causador de muchas mucrtes y alho-
rotos y desasosiegos. A este tan pésuno hombrc h&oan gran-
des fiestas vuestros antepasados cada ano; y en cada fiesta ma-
laban por su honra y de!ante de su imagen y en su capUta mu-
chos homhres, sacàndotcs los corax<~nes y ofreciendotos al mi'
nio //«t<:t~o~0t/<~<, derramandc dotante de et su sandre y co-
nxcndo !as carnes de
ettos, asi sacrificados. Estas s<~n cosas
tiorrendas, ahominahtes. crueles y muy ver~unxf~sa~.
F.–Tambien sat)emos por vuestra retacion que en toda'
estas tierras de esta Nue\a Espana, vuestros antepasados ado-
raban a un dios ttamado 7~<f0~t0 o 7t//f'<JMO<i, y por otr')
oombre itamado /aM/~ A~~< ) <t~ y p<~r otro nombre .Woy~-
<"vo A~on(!t<7/t: Este dio< dcctan scr csp!ritu, aire y ti-
))ieb!a; a este atribman c! rcgimiento de! cie)o y de la tierra, y
)c adoraban, reverenciaban y ofrecian como a hacedor y dador
ttc todas las cosas y de todos los bienes, y le rogaban por todas
:'us necesidades; a este hacian fiestas cada ano, y mataban a
su honra un niancebo cada ano en su fiesta, escogido entre mu-
chos, que ninguna tacha tuviese en su cuerpo, sabio en habtar.
en cantar y taner, criado por espacio de un ano en todas mane-
ras de deteites: matàbante en et mes Hamado ~~ra~, que csua
a veintitres d!as de abri t. En esta fiesta se hacia Rran solem-
nidad a honra de este dics. Este (!ios decian que perturbaba
t~'da pax y amistad, y sembraba enemistadcs y '«tics uurc
pucbios y rcyes: y n<' es )nara\i!)a que haga este en la ticrt ).
pues tambien to hixo en et cieto, cnnic esta cscrito en la Sa
~rada Escritura: /at/«<x f. /'r<<t/ut «;<)n<nt nt «'/< <f.î/
«f. 12.–Este es e! )na)\ado de I.ucifer, padrc de tuda mat<!
y mentira, ambiciosisuno y superbisituo, que cngano a \uc~
)ros antepasados.
G.–Tambien nos consta por vuestra propia retacion. que
\uestrus antepasados adoraron y tuvieron por dios a un di~
b)o que ellos Hamaban 77J/<'( o 77d/<~Mt' T'/aMtata~M!. A es
te diable con nutchos otros sus compancros Uantados T'/d/o~M:
a(ribu!a)t vuestros antepasados fa!samentc la !!u\ia, tes true-

<v
nos, rayos y granizo, y todas las cosas de manteniemiento que
se crian sobre la tierra, diciendo que este diattto, con los de-
mâs sus companeros, to criat)an y daban a los hombres para su:
tentar ta vida. A honra de este diabto
y sus companeros hacian
gran fiesta el primero di:L del ano. cada un ano. que era sc-
cundo dia de febrero. en et cuat dia mataban inumerabtcs ni-
nos sobre todos los montes cmincntes; esta horrcnda cruet-
dad hacian vuestros antepasados en~anados por los diat)tos, ene-
migos del ~énero t~nmano, y ttabicndose persuadido que cttos
los daban las ptuvias. C<~no soto Dios es el qu': da las plu-
vias y todo to que en la tierra se cria, como parece claro por
la Sagrada Escritura T~a~o t'oMjf ~Mït<M /OM~on&«~ jrMM, c/
/<'fra ~rwtna:'<< ~<'«<c<t .t«M)t < ~o~M.t or&or<f f<&t<M/Mf. –f-
Tt~ft, 26-, quiere decir: yo os daré pluvias en sus tiempos, y
la tierra por mi mandado cnj~endrara sus ycrbas y mantenimien-
tos y por mi mandado, los àrbotes se henchiran de frutos. Por
ignorar vuestros antepasados tas verdades de la Sagrada Es-
critura, se dejaron enRanar de diversos crrores de los demo-
nios nuestros enemigos.
A.–Dicc la Sagrada Escritura: 7~n««nt<'<!Mf n<un~<
/a~t'(/~t<.T et ~Mt'.t tMt~o~«cnn< –c~'f<t/t'<' !4–, que quiere de-
cir A tan gran locura y ceguedad vinieron los mataventurados
idolâtras, que et nombre que a soto Dios pcrtenece le aplicaron a
hombres y mujeres, y a los animales, y a los maderos y piedras.
Esta matdad y traioon hicieron vuestros antepasados, que cl
nombre maravittoso que es Dios, et cuat a sota la divinidad con-
vienc, le apticaron a cosas bajas c indi~nfsimas.
B.–Ltamaron dios a ()M<o/f<!o/ el cuat fué ttomt<re mor-
tal y corruptible, que aunque tuvo alguna apariencia de vir-
hx), se~n ellos
dijeron, pero fué j~ran n'~romàntico. ami~o de
tes diahlos y por tanto amigo y muy famitiar de ellos, di~no de
~ran confusion y de eterno tormento y no de que le festcjascn
como a dios, y le adorasen como a tal; erraron ~randemente
vuestros antepasados en la adoracion de este pobre ttomhre mor-
tal y corruptible, y dijeron de él mucbas y muy grandes mcnti-

68
ras, como en su historia esta
claro; to que dijeron vuestros an-
tcpasados que ~M~~o~-oo~ fué a 7a~a//on y que ha de volver,
y lo esperéis, es mentira, que sahemos que murio, su cuerpo esta
hccho tierra v a su anima nuestro scnor Dios la ccho en los
inficmos; a!!â esta en perpetuos tormentos.
C.-Erraron asimismo en la adoracion de un demonio que
pintaban como mujer, a! cual liamaron Ct/<Mo<'oo/ cuando apa-
recia, aparecia en forma de mujer del palacio; espantaba, asom-
braba y voceaba de noche y, segûn la retacion de vuestros an-
tepasados, este demonio daba pobreza y trabajos, Uoros y afhc-
ciones y hacianle fiesta y sacrificios y dàbante ofrendas por-
que no los ofendiese. Esta fué una gran locura, que hacian por-
que ignoraban que s6!o Dios puede librar de todo mal, y que
el demonio no
puede empecer a quien Dios guarda. Asi esta
escrito en los divinos libros ~MOMtow <HM«' speratit liberado
CMMt, ~fO~~OW eum ÇMOMMH<t cognobit MOMt~M tM~MW, C/a'M<m/
ad ««' et ego f~OM~MW cum, cum ipso .tMMt tM~n&M~Ott~Mf, fn-
~tOMt eum, <*< glorificab cum, –P.M/. 90.- quiere dccir: dicc
Dios: aquél que espera en mi yo le Hbrare, ampararle he porquc
conocio mi nombre, Hamarme ha, y yo le oiré, estaré con él en
la tributacion. defenderle he y ~ftorificarte he. En éstas divi-
nas palabras esta muy bien claro que soto Dios defiende y am-
para y consuela en las tributacioncs, a los que creen en él y
que esperan en él, y que soto él dehe ser ttamado para que nos
socorra en nuestras necesidades y, no otro, porque no hay otro
Dios alguno sino soto él.
D.-En muchas otras cosas los diab!os en~anaron a vues-
tros antepasados y t)urtaron de ellos, haciéndoles creer que al-
t~tnas mujcrcs cran diosas y por tales las adorat)an y reveren-
ciaban, como es una de ellas ( /«<~««'<'<!<t/ de la cual dedan <)up
clla hacia todos los mantenimientos y maneras de comidas de
que se mantienen los cuerpos humanos. t<a scanda de estas
decian ser 7~/co~Mttow, y por otro nombre la llamaban r/<t//t-
i.vollo, o por otro T~oct. decian que esta era la madre de los
dioses y que era su abueta; eran muy dévotes de esta los me-

69
dicos y mcdicas, tos hcch ccros y hechtferas. y los sonores de
los banos y /<'n<<!?t<< ttamabante 7'ona~tO~cft. Tfxta es-
ta gente le hacian fiesta cada ano, con muchos sacrificios y
ofrendas.
E.-La tcrcera de estas diosas se Itamaba /~<<o/rtto.
decian que era la inventera de! <n// y que ella sanaba de mu-
chas enfermedades, cran sus devotos y devotas los que hacen el
«.n~ y las que !o venden. y la hacian fiesta cada ano, y hacian sa-
cftficios ofrendas a su honra.
F.–La cuarta dinsa. era la diosa del agua, Hamada C/t0/
(~'«/~tr«< ésta atrilntian todos los peti~ros del agtta y de
la mar, como autora de ellos, y por esto la tem!an y reveren-
ciaban y le hacian sacrificios y ofrendas, en su fiesta; decian

que era hermana de los dioses 7"/<t/o~M~. La quinta de es-


tas diosas se Uama T'/a~o/~o~, y es como la diosa Venus; a
ésta, con otras tres hermfnas suyas, las atribuian todas las
"bras de los sucios amores y del remedio de ellos, y por esta cau-
sa las adoraban y sacrificaban; y por otro nombre ta Hamaban
/.t-cMnt<t y a todas cuatro /.vc«<M<!tM< que es nombre de un ani-
mal como lobo. De estas cuatro diosas tomaban v toman sus
nombres las mujeres mexicanas, que son r«!f<on, T~~CM, 77<t(Y).
.Y«c~. conviene quhàrsetos. t~n la historia de estas diosas se po-
ne la confesion auricutar. que usahan estes naturales.
G.–También creian vuestros antepasados que las muje-
res que morian de! primer parte se hacian diosas y las Ua-
maban Ct/tMa~/r~ o C'!7n<a/t//nt. y las adoraban como a dio-
sas -aun antes que las enterrasen- y cada ano hacian fies-
ta de ellas y sacrificaban y ofrecian a su honra. y tenian a hon-
ra de ellas edificados muchos oratorios por los caminos. Es es-
ta adoracion de mujeres cosa tan de burtar y reir, que no hay
para que hahlar de la confutar por autoridades de la Sa~rada
t'~scritura.
A.–Otros muchos (lioses no tan principatcs como tos ~a
dirtios invcntaron vuestros antepasados, une de los cuatcs v
mu\ comùn es et dios det fue~o, at cnaillamaron yt!</<{ «/f<, y por

70
otrn nombre 7:t'c<MO«/~M!, y por otro nombre Ct«'a/
pur otro nombre le tiamaban //«f/tMc/cû<<, también 7<'<a; a'
rahan al fuego como a dios y tenianle por dios p~~r tes mar;.
vittos<~s efectos que b:tcc de qucmar, calentar, asar, cocer, etc.
Hacian fiesta muy sotcmnc a este dios en et mes que se ttama
t~faMt, donde a su honra mataban muchos cautivos y hacian mu-
chas ofrendas y cercmonias. I~n la fiesta de este dios de cua-
tro en cuatro anos a~jcraban las orejas a los ninos y ninas
-hay conjetura que en este ano echaban seis dias de MfMt~Mtt'-
))«. y asi hacian bisiesto cada cuatro anos–. Grande cegueda<!
fué esta, de vuestros antepasados, que a la criatura irracional
<jue crié dios para servicio de todos los hombres la adorasen
por dios, como si entendiese.
B.Otro demonio adoraban
vuestros antepasados al cua!
ilamaban MacM<~<!f/!< por otro nombre .Y<?c/<<. iJecrn
de él que her!a con almorranas y con otras enfermedade~ de
las partes secretas, en especiat a los que cuando le ayunaban "u

ayuno el hombre dormia con mujer, o la mujer con homhre;


y por este respecto y por tenerle por dios le hacian fiesta !f
sacrificaban hombres, y le hacian otras ofrendas y votos mo\i-
dos por la locura de su
ignorancia.
C.-A otro demonio adoraron del cual dijeron que era el
dios de los convites, le ttamaron OMtdfO~. Ltevaban a ~n~
convites uno de sus sarcedotes. vestido de los atavios del dios
OM«!fo~, y alli !e honraban y reverenciaban como a dio$ los cie-
~os y pobres de vuestros antepasados. Otro demonio adora-
ron vuestros antepasados, el cual ttamaron 7.r~t~oM y por otr"
nombre T~a~f~CMt!). de éste deciancar~o
que ténia de encetar
o probar las tinajas dcl
~«/f~. y de que estuviese muy timpi"
en su tempto. et cuat era (le tat'tas: tenta muchos )ehri)!~s lie-
nos de agua, y si attrun nino o nina enfermaba. ttevabante a
t)er de aquella agua y decian que sanaba. se~in su toca ima~i-
nacion. Cuando este dios iha a ~isitar las tinajas det /'«/tr<
hacian grandes ceremonias y muy vanas.
1~–< Xru demonio adoraban vuestros antepasados. at cuat

71
ttamaron Opochtli. y dijeron que era et dios de los pescadores
y que de él habian proceclido todos tes instrumentos del pescar;
por esta causa todos los pesctdores cada un ano le hacian fies-
ta, y le honraban con muchas ofrendas y ceremonias, tan locas
como vanas. Otro demonio adoraron por dios vuestros antc-
pasados al cual llamaron J\'<~< V~/fc. el oficio dcl cual era hcrir
con diversas enfermedades, con especial con mal de ojos, sar-
na y viruetas y otras enfermedades; y los que estaban enfer-
mos de alguna de las enfermedades que é! daba hacian voto
de promesa de le servir con alguna oferta si le sanase; haaan-
le fiesta en c! mes que Haman //<!fa.t'<~<<Mo/<r//<, en el cual dia le
hacian muchas ofcrtas y muchas ceremonias Me-
y sacrificios,
nas de vanidad y crueldad.
E.-Otro diablo adoraron vuestros antepasados, al cual tta-
maron l'/oco~cM~t y por otro nombre r<K'ocM/<M/<~<M.. Este de-
cian ser el dios de los mercaderes, al cual todos los mercad<-
res tenian gran devociôn y le hacian fiesta cada ano; matahan

por su servicio muchos esclavos cada ano, en su f iesta las ca-


nas que los mercaderes usan traer de camino, en especialmente
las negras, antiguamente tas traian a honra de este dios, y lIe-
~ando a la noche, a cada jomada, se sacrificaban sacando san-
dre de las orejas, delante de la misma cana hincada en tierra,
y hacian otras ceremonias enderezàndotas a este diablo. A
otros cuatro diablos que servian también los mercaderes, uno
se Hamaha C/McoMÇM«</<M< o CAo/~t<'coff/t«o< otro Ilamado
yr.roMtMCMt~ otro .Vdf.t't' otro C~/«w<'< otro /Ct's~<~o~of.
F.-Otro demonio adoraron vuestros antepasados al cual
llamaron :<t~o~cM</t, dijeron que era el dios de los que ha-
cen petates, y icpales, y que el fué et !nventor de esta arte y
que por su virtud crecian y se cr?at)an tas
espadanas, juncias y
juncos. Todos los oficiales de petates
e <f~a/M y /f«<<<t
tenian a este por dios, y le hacian fiesta cada ano, y a su lion-
ra mataban esclavos y hacian otras ofertas y ceremonias en su
fiesta. El sacerdote de este dios que ellos Ilamaban m~/a, que
quiere decir su !ma~en, acostumbraba andar por tas casas con

72
una jicara con
agua en una mano, y un ramo de satre ~n ta r.tra.
y rociaba con el ramo las casas y personas, bien como 'juicn t'c
cha agua bendita, y todos la recibian con gran devociôn.
G.–Otro diablo adoraron vuestros antepasados, e! cuat )c-
nia bajo de su obcdicncia otros muchos demonios; Hamarontc
Y~co~Jnco~; decian <}ue era el dios del ~n/crc, hac!ank fics-
ta muchas veces cada ano, en est~ccia! los que hacian el vino,
que se Hanta <~oc/n<~«'. Todos, hombres y mujeres, mozos y
mozas, nifios y ninas y en especial viejos y viejas, eran muy sus
devotos; hac!an a su honra mil fiestas y rc~ocijcs; eran sùbditos
de este o companeros los diablos que !tamaban Cuatrociettios
<'OM< FtOMA~ca~, ~co//«}o, V/t/Aoo. ~*aM~fa/ 1--quitécatl,
Tollécatt, /~<t~/<M-, Tlaltccaioa, 0<n<c/<<, r~o~~ca~. C/n-

wo/~OM~ca~, CoM(oo~Mfo< hasta hoy duran estos diaboticos


nombres entre los principales.
A.-Otro desatino mayor que todos los ya dichos os déjà
ron vuestros antepasados: que los montes sobre que se arma-
ban los nublados, como son el Votcàn y la Sierra Ne\ ada ( t ). y
el otro votcan de cabe Tecamachalco, y la Sierra de Tlaxcala,
y la Sierra de Toluca y otros semejantcs, los tenian pur dios<
e iban cada ano a ofrecer sacrificios sobre ellos a dio- los
ses del agua, y esto aun no ha cesado, que este ano pasado de
!56o, yendo acaso unos religiosos a ver las fuentes que cs-
tan sobre la Sierra de Toluca, hallaron <?n una de las fuentc~
un sacrificio u ofrenda
muy reciente, de cinco o seis dias an-
tes hecho, que se~ui daba a entender el sacrifidn fué cn\ia<t"
de mas de quince pueblos; y en todas estas sierras dichas !ta-
ttar!an cada ano ufrcndas nuevas. si las visitasen por c! mes
de mayo.
B.–Hacian vuestros antepasados a honra de cstos mon-
tes y a otros semejantes, unas ima~cnes (le ~o//t en forma hu-
mana, con ciertos colores pintadas, las cuales ttamaron 7~t<-
/(!~M, las cuates hacian los ministros de los T/(t/o<y«t'.t por ta<

()~1 Pnpncat~prt) <- htarihttat)

73
casas de los
popuiares; y delante de estas imagenes hacian
crificios, ofertas y cerem~nias con gran regocijo y fiesta, y ~.t-
sada la fiesta, dividian entre s! las imagenes y comianlas. Es-
to mâs parece cosa de ninos y sin seso, que de hombres de razôn.
C–Otras locuras sin cuento y otros dioses sin numéro in-
\cntaron vuestros antepasados, que ni papel ni tiempo bastarian
para pscribirtas.

AL LECTOR.

Ruégote por Dios vivo, a quien quiera que esto leyeres, que
si sabes que hay alguna cosa entre estos naturales tocante a
esta materia de la idolatria, des luego noticia a los que tienen
cargo del regimiento espiritual o temporal, para que con hre-
vedad se remedie; y haciendo esto haras !o que eres obligado,
y si no to hicieres encargaràs tu conciencia con carga de gran-
disimas culpas; porque asi como este es el mayor de todos los
pecados, y mas ofensivo a !a divina majestad, as! también nues-
tro senor Dios castiga a los que en et ofenden, con mayor ri-
gor que a ninguno de todos los otros pecadores. Y a los que
encubren este pecado asimismo los castiga con gravisimos tor-
rnentos, en este mundo y en el otro. No se debe de tener por
huen cristiano el que no es perseguidor de este pecado, y de
sus autores, por medios licitos y meritorios.

EXCLAMACIONES DEL AUTOR.

i0)i infelicisima
y desventurada nacion, que de tantos y de
tan grandes enganos fué por gran numéro de anus enganada
y entenebrecida, y de tan inumerab!es errores destumbrada y
dcsvanccida! (Oh cruelisimo odio de aquét capital enemigo
del getiero humano, Satanâs, el cuat con grandisimo estudio

74
procura de abatir y envilecer con inumerahtcs mentiras, cnn'
dades y traiciones a los hijos de Adàn! ~Oh juicios divin'o.
profundisimos y rectisimos de nuestro senor Dios! iQuc e~
csto, senor Dios, que habéis permitido, tantos tiempos, que af~uc)
cnemigo del género humano tan a su ~usto se ensenorcasc f!<
esta triste y desamparada naciôn, sin que nadie le resisticse.
donde con tanta libertad derramo toda su ponzoiia y todas
sus tinieblas! i Senor Dios, esta injuria no solamente es vues-
tra, pero también de todo et género humano, y por la parie
f)ue me toca suplico a V. D. majestad que después de haber
quitado todo el poder at tirano enemigo, hagàis que donde abun-
d6 el delito abunde la gracia, y conforme a la abundancia de ias
tinieblas venga la abundancia de la luz, sobre esta gente, que
tantos tiempos habéis permitido estar supeditada y opresa de
tan grande tirania!

~51
LIBRO SEGUNDO

Que trata del Calendario, fiestas y ceremo=


nias, sacrificios y solemnidades que es~
tes naturales de esta Nueva Espana
hacian a honra de sus dioses
PROLOGO.

Todos los
escritores trabajan de autorisar sus escrituras /o
MtC/Or que pueden, M)t0~ con tcstigos fidcdignos, otros COM 0/fOV
escritores que a»tes de fMo.r AoM escrito, los testimonios de /o\
cuales son habidos por ct'cr~o~; otros con ~h'woHto de la Sa-
grada Escritura. A M~ nie /to<t faltado todos estos /MM~otncM-
tos para OM<OtT30f fo que CM estos JoCC libros tengo escrito, y
MO hallo otro /MM<<aMt<'ft/o para autorizarlo sino poner aqui la
rc~octOM de la ~</<~<'Mf<o ~«f hicc para saber la verdad de todo
/o que ~M M~o.? /t~o~ <n&<
Como ~M otros ~r<o~ f~/o obra he f/<c/to, a tM~ me /«~
mandado Qor .MM/a obediencia de mi ~rf~a~o MMtyor, que <
fnMcjrc en ~M<yMo Mtf.ncoMa t'o que t~c pareciesc jfcr <ï~ ~~r«
la t/oc~nno. CK~/Kra v wonM/<'M<'nc«t fn.f~!OM(/a~ de <
MO/Kra~ de c.v~o A~fT'o /t~M<f. v para oyK</<ï de ~t <'&r<'r~"

y tiïtMt.t/ro.t </<«* los ~f/rNton. /?<'ft~t</f <t/c tn<t!~(!Mtt<'t~. /N-


cc CM ~fM~Mo t<M/<an<t tft'ft nnn«/<t o n~~t~rto f/<* /~</o~ /<
tMO~rna.t de <~«' /t0&!0 </c tralar, f/t«' /Hr f/t«' f~~o f~r)~'
en los docc /t~rM, y la <t~o.t/t//<t y «m/<rt)~. /.o cual Jfc /'t<
</<' prima /<;<'ro cit c~ /'t«' (/f 7'f/T~fu, ~«c M de la pro-
t't«'<a de ~<'o//<Mafa't o r<<'Mfo. (<*) /«ro~<' de esta mauera.
En < ~tf/to ~t/r~/o /Nt<' /<«~ar /~<v /~t ~mtc~o/f.~ con t'/
.~n~r dcl ~MC~o. (~«* .t<' //aM«t~<t </<)<) /</o (le .Vt'Mf/~o. Aou'-
bre OMCtOMo, de </r<!« ~nartf Y Aa~tYtJaJ, tn«\' <t'<'n'~«'M/a<
~M todas las cosas t«r!'a/f. /tt<t~ v ~o/t/tfo~ v aK<t «yo/d~rtt't!
//o~t<'M</o~o~ ;Mnfaf/u ~<~«~ </«<' ~r<'f<'<«/~ haccr y

79
~t ~t<* Jt~cu ~crjoMo.f AoM~M y <t'~<'nM«'~<K/<M, con quien
~ttjt~c platicar y Mtf ~M~c-tfM dar nM<!n de /o g«<* les ~<*(/M«-
lasc. Ellos wc r~onJtC~OM CMC ~c ~o~~or~OM <ffo de pro-
puesto, Y g«<' otro J<o !<fC f~o'~<'rfc~, y o~t .rf ~f~~frott
(/<* xn. 0/ro Jfc ?'<n«'ron ~<Tof cot /o.t ~n~ct~aÏM. v hecho
<n< ~tMy .wfcMmf ~or/OMtCt~o, con<o ~MoA m~o~ccj M~a~ott ha-
r<'r, ~CtïoMroMtMf A~~o ~M o doce /'nnc<~o/<r onno~o~, di-
c~tMMMtfar y f;M<' ellos Mtf da-
/t~o)tM«' que con a<;M~M~~ podia
rlan ~0~) tic /odo les /MM<<M< ~/0&C)t /OMt&«~'
que
f<< /!<M/a CMO~O ~0<M!0~, a los CMC/M yo pocos 0~0~ OM~M ha-
/~o <'M~~o< Cf<ïMt<tfo en cf Co/~to de ~'o«/o CrM~ en
r/ T'~o~o~'o.
Co't c.v/o.t ~nMft/'a~M Y <yroM<o~t<'(M, /n~<&t<<« ~rutc~o~ pla-
/t~M<~ MtMf/tM < cerca de dos ono~, ~«/Mt<'n</o la o~t/cn </<*
la ~ttHM/O </Mf YO /<')t<0 hecha.
Todas las fo.t<M que cott/frt~tM me las <~«'ro<t por /~<<Mr<M,
O~MC~O fro la
~MC ~roMtd~co~
/o~ /0 t/cc~ororoM
f.KTt<<tn! ~MC ~Mo~
en ellos on<t~MO~t<'M<<'
/c~</t<a, «~O~OH,
~crt&t~MJ~ /o </<
y
los gramcfticos las dcclararorr cn su lcngua, escribirndu la clc-
t/aroc!<!u al pie de la ~<t/!<ro. 7<'n</o aun ahora ony/t-
Ma~y. 7'<t;H&~n en <~ <<CMt/)o f/tc<t! la apostilla y los conforf.t:
~cnM~ron~o.t los ~a/u<o~
<*)<f~ ~tt.ftMO /'t«'o de T'M/ro.
Cuando al Ca~t~f~o J<~(/c f«t<<! .~M /t<'Mot«aJo Padre
Fray FroncMfo Toral, el cual ~fc UM~M~o ésta carga, «h' «n<-
</oroM de Tepcpulco, M<t'onJu todas Mtt.~ <<'n/«r<M fui a ~toror
a yoM<<a</o del 7'/o//<co, J~nJf ;Mn/anJo (a) los ~nnft~o/M
/< ~ro~M.~c c~ M<'</oct(~ Je mt.t f.~rrt/Mro~ y les (/<'nMM</f ~t<* se-
~o/ojftt o~MMo.t ~rt/tCt/'o/r.ï /<o~<7<t, fo« t/Ktcn f.rotMtna~c
pla-
/t<(Mc las f.~crt/Mro.t que f/c
7c~c/'<f/c<~ /roto f.tfr~oj.
~/o-
/'t'rn<t</ff t~n /M <f/co/</< ««' .vfnot'ttrf'n /to.Y/o ~A~ o Jtf~ /'n'n-
<t/'a/c~, c.tcff/tjo.y fn/~<* /~< <nf<Y A<<7c.% fn .Yt< /<M<t v <<
/«t CMajr clc .TM.Ton/t~Mo/s, r~~ /(~ tMo/M Y con CMO~o 0 ftn< f
«'/f//t~M todos /n7tnf/Mf. por <oct~ de <fn alio y algo fn~.
r~fcrro~o.t en < Co~ .T<* f't~tfM~J, </<'f/or<! y ou<!<<«! /o</<'
/o CMC de 7'f~<t</c~ /r«/f CAf~t/c, y /o(~o .ff /ortt<! a <t<'rt~tr
<~ m«'T<~ (/<* rnm /<'<ro porquc Mfn~«! co« t<n<f/to prisa.

80
En M/c cscrulinio o cjt'owfn <
que «tjj /ro~o/J de /<~o.y
ro~ta~.T fué Afe~~M Jacotita, que entonces rro rector del C~-
/f</tU. T'ft'tMO de 7~0~/0/CO, del barrio de .~Ot~C ~M.
T/o&tfMJo hecho ~o <~«'/<o en el Tlatelolco, ?'tM<' a :norar n
~OM FroMfMco ~~jnco <*o<t todas ntis ~fn/Mro~, donde /'or
M~aft~ de Ires ailos ~<M~ Y ~~<M<f a mis solas <t/o.t mis escrilu-
ro.t, v los /orM~ a MtMMJof JtM<~t fM Jotï
y las ~or libros,
libros. cada libro ~or co~~M~ y algunos libros Qor fa~~M~o.Y
v ~rra/f~r. D~~MJ~ </f esto, .~M~o ~rottMft'o~ c~ /~oJr<' Fray
.<~M< A'«t'orrf) y <y«orJtOM f/<* .~c.nc'? Padre Fray A)t<
</<* .U<'Mf/MO. con su /0!'0f se .MfOrOM CM MoMfO. de ~tt<'t!0 /<
Ira, todos los ~cc libros, y jrf CMMtfM~~ y .toco CM &/onfo la
ntc~t-
<o.T~o y /o.\ caM/or~. y r<' /n~o un or/r de la ~tt<~a
rona Ct~t Mu t'oco&M/on'o u~. M<~tc< y tnf.n'co~o~ a<7o<<'rot! y
~Mt<'M</OrO)t tMMC/M.t cosas a </«<'<' /~r~.T, fMOHjo se t~OM .M-
c<!M</o CM &&M<co, de Mtoncro ~<«' f/ trôner c<'<~o~o por <M<~c
~tM obras cirnieron fucron los clc 7'C~f~M~CO, .t~M~tJo, los
estos <
de 7'o~co; tercero los de .nco. y f todos
crM~tMto.f /tM&o ~ro;n<t<<t'o~ colegiales. El /'rtKCt~< y MMfj sabio
/«<f ~M<oMto ~'o~rto~o, icc~to de .4~0~0~0/co. otro, poco Mn'-
nos ~t<~ fué ~~OMM ~C~rOMO t~CUt~ de CM<IM/<<t~OM: Ufro
/M<f ~a~~M /oco!t<a, de (/«<* arriba /<tf<* tMfMCtjM. Otro ~'c~ro
'/r ~'<ï<t BM<'MOT'<'M/«r<t. Tfftno de CMO«/t/t'on. ~</o.t <r~<*r/<~ fn
~T~ /('M<M. /o/<no. r.v/'<tn~/n f n«A<mc. ~.f~ t~tn~o~t quc
rarfUt de &M<'no /<o /f~o.\ las <~r<t.t .~on ~tff/u </<* ~roJ<' Tf-
<Hto de 7~/o/< </< ~«rrt~ </(' la (<'n«'( «!t<. /~<n/<!f«' .Uo-
rtnt</<o«< T'cctM~ dcl 77<<<~f, </f/ /'orrtf de Sait ~/ar/n<: .Uo-
~CT'fntt~, :'<'ct'M~ </c .\<)t/«H«7t('. </r la parle </r t/~f.
D~f/c que <<<t f.tcn/t<ra.t r.t/Mitcron .~co</<M c~ ~/oMfo, co;
<f /(!t'or </<* /t /'o</r<t arriba M<un~ro<t. <'n ~«( .v<' </<M/ort)~
/<ar/o~ /oM<t<t<*A tun los f.tfn~tftt/f~, < <t«/fr </f <o~ </fMtan<~
(</ P. CowtMon~ Froy /'r<tf<c~Tu </(' ~t~rra <~M<' se :<t'~<'t< de
/rc.t o fMO~o para <ynt* <~</t/<<M t/t/f~M ~c ~t'f
rc~yt<~(M.
/'ar<'ff<! </t' <<tA, <*n t'/ C a/'t/M/o ~r~unt ttf/ </Mt estaba /'ru~<'tt«f
/n.? («(f/< las 7't'rr~~ y <~rr<~t rc/~('t<!<! </c <<M al f/t'/nM/ortC
f*ht<~ 1. <'

8t
r~ t~to Co~t/M~o, f/tft'o~o que les /'orcf<o; y </t;'c~:< en
f/ ~c/ntt/ono ~<f<* ~w< MC~/Mr<M de !n;f(A ~/«?<~ y ~«f '/f-
/~<!t< ser /<î7'<!r<*f«AM para que se ofo/ft.«n~ (/<* los </<<-
tttf/orf.~ leç /'af~ft(! quc rra contra la /'o&r<o ~(M/<t~ </m<'ro~ en
c.~n&tr.vc oçn<n.t <'jffn/M~.t. Y asi tn<</of~t al of/~r ~«c </r.
<<vc a /v <f< rt~a~t v <~r < .v<<' r.< rtM~c (~ .<~ tn~no /o ç«<'

</<f<n'< en ellas. El <o/, f<) <o )n<r\~r </c .vr/~n/o on<?.\ T /'<
/<'w~or de la ~«!«<? xo ~«f</f ('.ffr<&r ~0(/o ni ~M<~o alcan-
~ar ~t~o).Mft<!M </c este !')<tH</a!ttt<'H<o, c.v/«t'«'ron las c.vcrtht-
ras sin Aocfr MoJo en ellas tWf!~ de t'tMCO ono~.
Ett este /«'tM~O. M <~ Capitulo yt~t<t<'H<< fué ~<*<~0 por
custos custodum para < Co~~M/o ~c~<?~a/, Padre Fray Miguel
~Vot'orro, Proitnc~ el ra</rc 7~rov .oM.vo de Z:~co~tt<t.
y ~~r
En este /«'M<~o el autor /n<o tn! .n<Mton'o de todos los libros y
de todos los ftt~~M~ cada libro, y los ~ro/o~o.?, ~oH~c ex
&r<T'cJod M ~Cto todo /o
~«c ~c fontfMta en los libros; (y)
este ~«wono /oron a ~.t/'ano f'/ Pof/rc Fray /tft<yt<< A~oTo-
rro y ~tf MtM~o~fro r/ Padrc Frov C<'r<!t«Mt~ </f .<!</«'/o. )'
o.~< ~t~o cit ~.t~on<t /o ~t«' M/o~tt escrito affrto ~<' las cosas
de esta /t<~ro. ~« <v/<* M/f~t'o /tf~<~o r/ /~o</rc Pr~MMC<a/ to-
~«) /od<M los M&ro.t al f/tfAo OM/or
T ~orct~rott ~or toda
la P~OttMCtO, </OM</<?/M<')'OM Tt.~M ~t' t;tMC/tO.V ~'<t<7<0.t0.t y a/'r~-
6<ïf/o.~ ~or WMi' ~rccto.A y ~roT'Cf/~M.v.
/?<MC.f de n~MMo.~ <ïn<M, T'<?/Ttrnf/~ </<' ro/'t<<f/« </<*t<t'ro< <
l'adrc Fray ~/«yt«'f A~T'orr~, < fMo~ T'nto ~or CoMMon~ f/r
r.o.\ ~or/c.t, en cr«.t«ro.t /~m<! (t r~r~</r~ /«.t ~tf/t /t~~ <t
del OM/or. y f/c.c ~«f <MT'<<'roH rr<n/y<~M, de alli
Il !< <7o poco wJ.v M«'M~.y, mncr~/t a poder dcl aM/o~. /<
<c /t0~~ M!'n<yMna cosa se /t~ et'
f//M, «t /n<&~ <y<«'~t (los)
<~frt~< /'aro oca~o~c <~ /ra~t<r<r ft< r~Mtonr< Ao~/a ~«r f/
/'<!(/rc ContMorto Gcnfra~ Fray Rndrigo de .?<'</«<'ra vino a es-
/)<tr/M y /M Tt' y ~r con/<'<f/<! ;~«f/~ de ellos, Y ~~anJf!
(t/ (7t//or ~nf /M /r<!f/M/M<' ctt r~!u<t.')rr Y ~roT'cyf! de /«(/~
ncffyart'o para que Mcrt~«'.t<'M de nt«'~<~ la /c~t<a ;;«'.v<tan«
en n~a to/MMtMO y < roMtonec fn otra, para lus ~'y<ar M

82
JE~O~O, ~O~U<* los ~r~CMfO t~f/r~tMtO .YCHOf J~~ /MO'< de
Ovando, Presiderttc del Con~c/o de 7«Jto~ porque <<fa t<o~-
ria de cstos libros por ra~ot del .n~Mono ~HC f~ dicho Padrc

Fro~' Miguel Navarro habia M<T'~o a Espaiia. como arriba ~<*


</t/0.
7'(;</o lo sobre dicho Aoff al ~ro~J.s<~c de ~M<* f«/t<'n</tt que
f~/o obra ha sido <<*ownMJo y </<t<fo</c ~or ntKcAo.s, y cit
~<t<cAo.y onoj. Y y<' /!aM /o.ta~o «tttc/to~ trabajos y <yrofM~
/MM/0 ~oncr~o <'<t cl estado g«f ahora <<f.

AL SINCERO LECTOR

Esde notar, para la inteligencia del calendario que se sigue,


que los meses son desiguales de los nuestros en numéro y en
dias, porque los meses de estos naturales son diez y ocho y
cada uno de ellos no tiene mas de ceinte dias; y asi son todos
los dias que se contienen en estos meses trescientos y sesenta.
Los cinco dias postreros del ano no vienen en cuenta de ningun
mes, mas antes los dejan fuera de la cuenta, por ba!d!os.
Van senatados los meses de estos naturales al principio de!
calendario por su cuenta y letras del a, b, c; de la otra parte
contraria van senatados los nuestros meses por letras del a, b, c,
y por su cuenta; y asi, se puede fàcihnentc entender cada fics-
ta de tas suyas en que dfa caia de tus nuestros meses.
Las fiestas muvihles ()uc estàn at fin dcl ralendario recopi-
ladas, salen de otra manera de cuenta 'juc usaban en cl artc
adivinatoria, que contiene doscientos y sesenta d)as, en la cual
hay fiestas, y como esta cuenta nu va con la cuenta clel ano.
ni tiene tantos dias, vicncn las fiestas a \ariarsc caycndo en
d!as diferentes un ano de otro.

83
CAPITULO I.

DEL CALEXDARIO DE LAS FIESTAS FtJ~S, LA PRIMERA DE LAS


CUALES ES LA QUE SIGUE: ATLCAHtJALO 0 QUAUÏTLEÔA.

E! primero mes del ano se Uamaba entre los mexicanos


a~ca/tM~o, y en otras parte çMMM~o. Este mes comenxa-
t)a en el segundo dia del mes de febrero, cuando nosotros ce-
lebramos la purificacion de Nuestra Senora. En el primer
dia de este mes celebraban una fiesta a honra, segùn algunos,
de los
dioses 7'o~MM que los tenian por dioses de la pluvia;
y segùn otros de su hermana la diosa del agua C/M~HM/t/McMf. y
segùn otros, a honra del gran sacerdote o dios de los vientos
P«~~o~<!o~, y podemos decir que a honra de todos éstos. Es-
te mes, con todos los demàs que son d!cz y ocho, tienen a ca-
da veinte dias.

(~)tn<:t<<e (uentadc)
'te Calendario
Catendario Romano.
f c. En este mes mataban muchos ni- e
2 f. n<)S:sacnficàbantnscnmuchostnt;ares f 3
y en las cumbres de los montes, sacàn-
4 a. dotes los corazones a honra de los dio- a
c; b. ses del agua, para que les diesen agua h 6
6 c. ottuvias. c 7
7 d. A los ninos que mataban componian- d
8 c. tosconr)cosata\tospara!!evar!osa e 9

84
9 f. matar, y ttev&banios en unas titeras so- f ic
!0 (;. hre los hombros, y las literas iban ador- n Ilr
11 a nadas con plumajes y con flores: iban a 2
12 h. tanendo, cantando y ha))an<t« delante h t~3
t~ c. de eltos. c t~
*4 d. < uandu Hcvaban a tns nit)«s a ma d <~
15 c. tar si lIoraban y crhahan tnuchas la- < t~
t<% f. ~Dmah, ate~ràt)anse los 'jue tos tte\a- f t~
17 ban, porque tomaban pronôstico de R
t8 a. que habian de tener muchas a~as ese a t~
t<) b. ano. h 20
20 c. También en este mes mataban mu- c 2 Y
chos cautivos a honra de los mismos dioses del agua; acuch
ttabantos primero, peleando con ellos, atados sobre una piedra
como muela de molino, y desque los derrotaban a cuchilladas,
ttevabantos a sacar el corazôn at templo que se ttamaba lopico.
Cuando mataban a estos cautivos los duenos de ellos, que
los habian cautivado, iban gloriosamente ataviados con ptuma-

jes y bailando delante de ellos, mostrando su valentia; esto pa-


saba por todos los dias de este mes. Otras muchas ceremonias
se hacian en esta fiesta las cuales estàn escritas a la larga en
su historia.

CAPITUt.O Il.

TLACAX!PKHUAL!ZTU.

AI secundo mes Hamaban ~fo.n~('/tMa/t~<. Kn elprimer


dia de este mes hacian una fiesta a honra del dins Hamado
T'J/ff, y })or otro nombre se Hamaba .<~< donde mataban y
des~ttahan muchos esctavns y cautivos

S5
K. L A los
cautivo! Cathedra
que ntataban arran
cabantos los cab<:Uos de la coronilla y pétri.
guardàbantos to~ mismos amos, como
1 d 2'2
reliquias; esto hacian en ci co/~M/ delan-
cI. e 2
te del fuego. f
Cuando Hevaban los senores de los
f. cautivos a sus esclavos al templo don-
de !os habian de matar, Hevàbantos por
) ).
los cabellos; y cuando tos subian por bc p
2p
7 las gradas del cu (t), de los
algunos
cautivos desmayaban, y sus duenos los
habet dlc!'
subian arrastrando por los cabellos ha
has- xxxï
ta el tajôn donde habian de morir.
8 fi
`l'
Ltegandotos al tajon, que era una
d
9 de tres en alto o poco
p!edra palmos
to f. f
mas, y dos de ancho, o casi, echaban-
J g. los sobre ella de espaldas y tomàbantos
cinco dos por las piemas y dos por 5o
h. b
n los brazos y uno por la cabeza, y c-
n!a luego el sacerdote que le habia de c oC
`l' CI
matar y dabale con ambas manos, con
una piedra de pedernal, hecha a mane- e
f f 10
o ra de h!crro de tanzôn, por los pechos, t I
P~ af~tjero que hacia met!a la
rn i
mano y arrancàhale et corazon, y lue- <
2). 1.,
~oicofrcc)aals<)l;cchàbaleent)naj)- Lcandri
cara. Archieui.
t~t '<))).)) ronf.
Despues de habenes sacado c) cora-

x<n, y de hat)cr cchadn la sandre en nna jicara, la cuat


(tespucs

(').–H) oriKcn f)<* esta patat.ra parece que esta en )a voz maya ~M. ()uc
arnso oyero) tos e<patto)c< en cnntposiciot), s")o conscrvaron e) f.oni<)o fi-
na). ~tt es equivatente a "dins" y et Diecionario de Motu) re)ti''tra }'f~f/t-
~M para deo~nar "i{{)e''ia"K) capitan Conxatn Fernandex de Ovicdo. en sx
//<ff<'rht (7fMff~/ y A'«<Mrn/ </<* /<M /<t</t<t (T. )! paR. 2.<o) cmp)ea esta vo:!
ruaculo trata de la ronqui,ta de Yucatau: "1: Iodas la. rni. casas eran de
rantcria, e suc oratorios o qür.~ nlll)' extremadrts dc Luena Jahe.r. "Saha-
«t'm la u'.a en et sentido de <<'<'«)//). es decir. tempto.

86
rcc!b!a el scnor del
muerto, mismo
cchaban et cuerpo a rodar
por las gradas ahajo del cu, f iba a parar en una placeta, abajo;
de alli le tomaban unos viejos que ttamaban ~tfa<M!ftn//n< y le
Hevaban a su fo/~M~ dondc !c (kspedaxaban y Ic repart tao j~a-
ra corner.
Antes que hiciesen pedaxus :t los cauti\us tus dcsu!taban, y
otros vestian sus pellejos y escaranutxaban con ellos, con otros
mancebos, conio cosa de guerra, y se prendian los unos a tes
otros. Después de !o arriba dichu mataban otros cautivos, pe-
leando con ellos y estando c'tos atados por tnedio del cuerpo,
con una so~a que saHa por el ojo de una muela como de motino,
y era tan larga que podia andar por toda la circunferencia de
la piedra, y dâbante sus armas con (lue pelease y venian contra
él cuatro con espadas y uno a uno se acuchillaban con él
y rodelas,
hasta que le vencian.

CAP!TULO III.

TOXOZTONTH.

AI tercero mes Hamaban ~o~o~~oM/ en el primero dia de


este mes hacian fiesta al dios Ilamado T'/d/~t. que es dios de
las pluvias. I~n esta fiesta mataban muchos ni nos sobre !~s
montes; ofreciasilos en sacrificio a este dios y a sus cnmpanc
ros para que los diesen a~ta.

K L !~n esta fiesta ofrecian !as primicias


dc)asn<)rcsquca()uctanopri)npn'na- c t.
(~ c!m 01 c)c.')!an)adn/('«'. vanter ,t
t.. ()uchs(ttrccicscnnadicosahaotcr c t<(
f. flor. f
4
g ï.<~s<)ficia)cs<tctasft<'res(tnescHa- tS
6 a. n)a)nn.«'r/NHf<!n(;t<t'.hacianfiestaa a a 19

87
7 h. su diosa llamada Coatticue, y por otro b 20
8 c. nombre Coo~M'~MM. c 2t

9 d. También en < ste mes se desnudaban d 22


10 e. los vestidos los pellejos de e 23
que traian
ïi f. los muertos, habian desollado ~4
que
K el mes pasado, e !ban!os a echar en 25
~3 a. /o- a
un~ cueva, en el CM que llamaban
*4 b. b ~7
pico; iban a hacer esto con proces!6n y
~5 c. c 28
con muchas ceremonias; iban hedien-
ïo d. do como perros ~S
muertos, y después que
~7 e. e
los habian dejado se lavaban con mu-
~° f. f
chas ceremonias. Atgunos enfermos
Aprlhs
1,
hac!an voto d hallarse
d<: h Il presentes a es- hab?r<!ic<
ta XXX.
procesion, por sanar de sus enfer-
rnedades, y dicen que algunos sanaban. egip~~e
ï0 g. Los duenos de los cautivos, con to- g t
20 a. dos los de su casa hacian penitencia a 2
veinte dias, que ni se ban~ban ni se lavaban las cabezas hasta
que se ponian los pellejos de los cautivos muertos en la cueva
arriba dicha; decian que hacian penitencia por sus cautivos.
Después que habian acabado la penitencia banàbanse y !a-
vàbanse, y convidaban a todos sus parientes y amigos y da.ban-
les comidas, y hacian muchas ceremonias con los huesos de tns
cautivos muertos.
Todos estos veinte dias, hasta Uegar al mes que viene, se
ejercitaban en cantar, en las casas que Hamaban CK<foco//<; no b:u-
laban, sino estando sentados cantaban cantares a toor de sus
dioses otras muchas ceremonias se hacian en esta fiesta. tas
cuales estan escritas a la larga en su historia.

88
CAPITULO IV.

UEY TOZOZTLI.

AI cuarto Hamabanmes ucy <o~o~~t En el primero dia de es-


te mes hacian fiesta a honra del dios I!amado CtM~o< que ie
tenian por dios de los maices; a honra de éste ayunaban cuatro
dias antes de t!egar la fiesta.

K. L. En esta fiesta a
pon!an espadanas
t b. las puertas de las casas; ensangrenta- b
2 c. banlas con sangre de las orejas o de c .t
<t. las esp!nit!as. Los nobles y los ricos, d 5
e. demàs de las espadanas enramaban sus e 6
§ f casas con unes ramos que ttan~an af- f 7
6 ~t'o~'o/ también enramaban a sus dioses K
a. y les ponian flores a los que cada une a f,
8 h. tenta ensu casa. h te
9 c. Después de esto i))an
por tcH ntaiza- c i
t0 d. tes, y traian canas de maiz –que aùn d t.~
nt e. cstaha con
pequeno– con)poman!as
t2 f. e ibantas a poner delante de sus f '4
flores,
'3 K dioses a la casa ttamaban g '5
que to/~M//<,
'4 a.
v también ponian comida dotante de a
b.
'os.
'S, i
Despues de hecho esto en tos harrios
'7 <' L d !(;ç
n than rit de ta diosa
at rn que Hantaban
e.
lc f. (/«'foM<<'«!< y alli delartte de ella
19
hacian escaramuzas a manera de pe!ea
20 g. 22
) todas las muchachas !!e\atjan a eues-
Sanctorun)
tas maxorcas de niafz det ano pasado, Sottr~.
ii
e~FM..<jF.~<t.
)t)an en proces!un a presentartas a !n ~ont:
ponut

d!nsa CA<(()~<'f<!o~. y tomahantas otra vex a su casa cun«' cosa


hcndita, y <!e alli tomaban ta soniHa para sctnbrar et :m<' \cn!-
(tero: tanthifn ~n!an!o t~nr cnrax~n de las tmjcs. t~r <'s!ar

89
hendito. Hadan de masa que ttaman ~f!n//< la imagen de esta
diosa, en et patio de su m, y delante de ella
todo gc- ofrecian
nero de maiz y todo género de frijoles, y todo género de ch!a,

porque decian que ella era t.t autora y dadora de aquettas cosas

que son mantenimientos para vivir la gente.


Segùn retaciôn de algunos, los ninos que mataban juntàban-
los en el primer mes, comprandotos a sus madres, e ibanlos ma-
tanclo en todas las fiestas siguientes hasta que las aguas co-
menzaban de veras; y asi mataban
algunos en el primer mes,
ttamado <<oMt~c<!o; en y otros
et segundo, ttamado //<!<'a.)t~c~o-
liztli y otros en el tercero, Ilamado fo;s'o;s~ot!~t; y otros en
el cuarto, ttamado M~y tozostli, de manera que hasta que co-
menzaban las aguas ahnndosamente, en todas las fiestas cru-
ci ficaban ninos. Otras muchas ccrcmonias se hacian eh esta
fiesta.

CAPITULO V.

TÔXCATL.

At quinte mes ttamahan ~.rro~. Et primer dia de este


mes hacian gran fiesta a honra del dios ttamado 7t~k'f!«o~, y
por otro hombre 7'~cco~oco; a este tenian por dios de los
dioses; a su honra mataban en esta fiesta un mancebo escogido,
que ninguna tacha tuviese en su cuerpo, criado en todos los de-
leites por espacio de un ano, instruido en taner y cantar y en
hahtar.

L Esta fiesta era la principal de todas


i a. las fiestas era como pascua y caia cer- a 2~
2 h. cadetapascuadeResurreccion.po- h 21
3 c. cos dias después. Este mancebo, cria- c 2~
d do como esta dicho, era muy bien dis- <t 2G
e. puesto y esco~idn entre muchns; tetDn e 27

90
6 f. los cabellos largos hasta la cinta. f 28
7 g. Cuando en esta fiesta matahan al tr 29
8 a. mancebo estaba criado 3~
que para esto,
luego sacaban otro, el cual habia de h~es
morir dende a un ano. Andaba {K)r XXX!.
b
9 todo el pueblo ataviado, muy con f lo-
~0 c c 2
res en la mano, y con personas que le
IlI d. d 3
acompanaban; saludaba a los que to-
todos sabian 4
paba graciosamente; que
f. f 5
era aquel la imagen de T~co~oco,
14 !? °
y postraban delante de él y le ado-
a a fi
7
15 raban donde quiera que le topaban. b o
Veinte dias antes que ttegase esta fies- c
c: 9
ta daban a este mancebo cuatro mo- d ~Q
.0 j
e. zas bien dispuestas y criadas para es- e 111
~0
20 f. to, con tas cuales todos los veintc dias f t22
ténia conversacioncarnal; y mudàbin-
Archilei
le et traje cuando le daban estas mo- ~qt. PM.
xas. Cortubantc los cabellos como capitân y dâbante otros ata-
\os mas galanes.
Cinco dias antes que muriese hacianle fiestas y banquetes,
en lugares frescos y amenos; acompanabante muchos principa-
les. Heptdo n dia donde habia de morir ttevàbante a un cu <i
oratorio que ttamaban T'/ofocAco~co, Ilegase y antes
alli, en que
un tu~ar que Hamaban 7'/o~t~o<<yaM, apartàbanse las mujeres y
dejàbante: Hegando al lugar donde le habian de matar, él mis-
mo se suhia por las ~radas y en cada una de ellas hacia peda
xns una f lauta, de las con que andaba tanendo todo el ano i!e
j~ado arr!t)a echahante sobre et tajon, sacàhante et corazon y tor
nahan a descender et cuerpo at)ajo, en palmas; abajo le corta-
ban la cabexa y la espetaban en un palo que se ttamaba /~oM<~n
fli. Otras muchas ceremonias se hacian en esta fiesta, las cua-
les estan escritas a la tar~a en su historia.

gi
CAPITULO VI.

ETZALQUAUZTU.

AI sexto mes llamaban <'<ja'<~gM<~M'~t. En el primero dia de


este mes hacian fiestas a los dioses de la pluvia; a honra de
estos dioses ayunaban los sacerdotes de estos dioses cuatro dias
antes de ttegar a su fiesta, que son los cuatro postreros dias del
mes pasado.

K. L. Pa*~ cetebracién de esta fiesta los


ï g. satrapas de los idolos y sus ministros g ï~
2 a. iban por juncias a Citl4ltepec, que se a 14
b. hacen hermosas b 155
3 muy grandes y muy
c. en un agua c ï6
4 que se llama T~MM~co; de
5 alli tas traian a Mexico, para adornar d 17
6 e. los CMM; por el camino donde venian e 18

nadie todos los caminantes se f 15


7. parec!a;
8 R. C ~o
escondian, de miedo de ellos, y si con
a (
9 alguno encontraban tomàbante cuanto
ïo b. b 22
traia, hasta dejarle en pelo, y si se
t c 23
defendia mattratabanïe de tal manera
d. d 24
que le dejaban por muerto. Y aun-
'3 c. Hevase el tributo A~o~cc<M'o-
que para ef
14 26
~Mt se le tomaban y por esto ninguna
*5 K tes daban,
pena porque por ser minis-
2
tros de los idolos tenian libertad para h
~7 hacer estas cosas sin
y otras peores,
1 30
pena ninguna. Otras muchas ceremo-
et. c
nias hacian los sàtrapas del templo en
JunlUII
estos cuatrot d'
dias, que estàn t, a la1 lar-
1 hj~e*
en la historia de esta fies- XXX.
ga puestas
20 e. ta.
r.M. e t

Llegada la fiesta de <ra~«o/t~~<, todos hacian una manera


de puchas, o poieadas, que se llama <o//< –comida delicada a

9~
su gusto–; todos comian en su casa y daban a los que venian,
y hacian mil locuras en este dia.
En esta misma fiesta, a los ministros de los idolos que ha-
h!an hecho a!gun defecto en el servicio de ellos,castij~bantos
terriblemente en et agua de la
laguna, tanto que los dejahan
por muertos y asi los dejaban alli a la orilla del agua. De
alli los tomaban sus padres o parientes, y los Hevaban a sus ca-
sas medio muertos:
En este mismo mes mataban muchos cautivos y otros es-
ctavos, compuestos con los
omamentos de estos dioses Ilamados
7'/o/oç«<r, por cuva honra los mataban en su mismo cu. l~s
corazones de estos que mataban ibanlos a echar en el remolino,
o sumidero de la taguna de México, que entonces se ve!a cta-
ramente. Otras muchas ceremonias se hacian.

CAPITULO VII.

TECUtLH t 'ÏTONTM.

AI séptimo mes ttamaban /<*<'M<tM~OM~t. En el primero dia


clc este mes hacian fiesta a ta diosa de la sal, que ttamaban t/t.o-
«7<MO~; decian que era hermana mayor de los dioscs T~Mc~.
mataban a honra de esta diosa una mujer compuesta con to'-
urnamentos que pintaban a la misma diosa.

Ut v)~!t!a (le esta fiesta cantaban M~ce)))ni.


y
K. I<. danxaban todas las tnujeres, viejas y atq. cras.
t f. mozasytnuchachas;i!)anastdasde f
2 unas cuerdas cortas que ttevaban en
a. las manos, la una por e! un cabo y la a
g
b. otra por el otro. A estas cuerdas tta- b 5
S c. maban ~'oc/MîM~co~; ttevaban todas c E
6 d. t~u!rnatdas de agenjos de esta ticrra, d

9s
7 e. que se t!am~
M~oM/tyo~; guiàban!as e 8
8 f. unos viejos, y regian al canto; en me- f p
9 g. dio de ellas iba la mujer que era la ima- g ïc
10 a. gen de esta diosa, y que ttab!a de mo- a ït t
Ilc b. rir, aderezada con ricos omamentos. b ï2
t2 c. La noche antes de la fiesta velaban c 13
t,; d. las mujeres con la misma que habia d 14
!4 c. de morir, y cantaban y danzaban toda c 15
tg5 f. la noche; venida la manana aderezâ- f ï6
!ô banse todos los satrapas y hacian un g ï~
17 a. areito muy sotemne; y todos tes que a 18
iS b. estaban presentes al areito ten!Mt en la b 19
it) c. mano aquellas flores que se ttaman c 20
20 d. c~M~oo~cAt~. Asi bailando ttevaban d 2t t
muchos cautivos al c«, de 7'/<Hoc, y con ellos a la mujer que ha-
bia de morir, que era imagen de la diosa t/t.f/<M<t/ Alli ma-
taban primero a los cautivos, y después a etta:
Otras muchas ceremonias se hacian en esta fiesta, y tam-
bién gran borracheria, todo to cual esta a la larga puesto en la
historia de esta fiesta.

CAPITULO VIII.

UEY Tt!< U!LHU!TL.

AI octavo mes tt~tnaban «cy ~'<t<N<t/ En et primero dia


(le este mes hacian fiesta a la diosa Hamada .Yt7(!«<'« –ttiosa de
tos xilotcs-. En esta fiesta daban de corner a todos los
p<)res, hombres y mujeres, viejos y viejas, ninos
y ninas. A
honra de esta diosa mataban una mujer, a diez dias de este
n~s, compuesta con los omamentos con que pintaban a la mis-
nïa diosa.

94
K. L. ~c"
Daban de comer
a hombrcs y mu- Paulini
jeres, chicos d
y grandes, l
ocho dias con- 'f
tinuosantesdetafiesta.
1 e. c
Luego, muy de manana dàban!es a
2 f f 2
heber una manera de maxamorra que
4 ttaman f/ttcn~n~ cada uno t)eb!a
5 cuanto quer!a, y al nied!o dia {)on{an-
t.
los todost)or orden en sus renieras,
c.
,t sentados, y dâbanlos tamales. cl
E! que los daba, daba a cada uno c
8
cuantos podia abarcar con una mano,
f f ~j
y si alguno se desmandaba a tomar
hdtius
dos veces, maltratâbanle y tomàbante ~het d:es
~X~'
los que tenia, e {banse sin nada; esto
hacian los senores t)or consolar a los
pohres, porque en este tiempo ordina-
b. riamente hav falta de mantenimientos.
Todos estos. ocho dias hailaban y dan-
xaban, haciendo areito t~ombres y mu- J
jeres, todos juntos, todos muy atavia-
16 f.
dos con ricas vestiduras y joyas; las
g
mujeres traian los cabellos sueltos, an-
CJ
a. daban en cabello, bailando y cantando
t9 b. h t~
con los
~mt~ lms hombres;co)nenxaba
hombres; comenzaha estc arei-
este I
2o c'
r. l'
to en ;)onicndosc et so), y }M'rscteraban
Il;\10;1('
cncthastahoradctasnucve. Traian ctn'art
nutcbas tumbrcras cumo grandes t<ac!tas de tea, y ))ab<a nnKh"
braseros n tto~ncras, que ardian en c) tnismu patio domtc )'ai)a
)'an. f~n este ha!te o areito an<!aban trabados de tas ornx's,
:d)raxadus, e! brazo det uno asido det cucr))o, como atnaxado.
f! otro asi m!snto de! otro, hombres y muiercs. t.'n <!)a antc~
que tnatasen a la mujer que habia de morir a honra de la dio-
sa .Y<7(!«<'tt, las mujeres que serv!an en et fK –que se Uamaban
c<7<tfa~ac<t~«!<'<tjçt«'– hacian areito en et patio del mismo tM, y
cantaban tos !oores y cantares de esta diusa; iban tmtas rudca-

95
das la que habia
de de mo' ir, que iba compuesta con los oma-
mentos de esta diosa; de esta manera cantando y bailando vela-
ban toda la noche, précédente at dia en que habia de morir; y
en amaneciendo, todos los nobles y hombres de guerra hacian
la mujer
areito en el mismo patio, ) con ellos bailaba también
de morir, con otras muchas adercxadas co-
que hab!a mujeres
mo ella. Los hombres !ban por si, baitando delante, y las ntu-
jeres iban tras ellos.
todos asi bailando ttegaban al CM donde habia de
Desque
morir aquella mujer, subianla por las gradas arriba; itegada
arriba, tomabala uno a cuestas, espaldas con espaldas, y cs-
tando asi la cortaban la cabeza, y luego la sacaban el coraz6n y
le ofrecian al sot. Otras muchas cerernonias se hacian en es-
ta fiesta.

CAPITULO IX.

TLAXOCHÏMACO.

AI noveno mes ttamaban ~a.v~c/ttMtoco. El primero dia de


este mes hacian fiesta a honra del dios de la guerra, ttamado
//M~</o~f/t//<; ofreciaille en ella tns prmtcras flores de aquel
nno.

K 1.. La nochc antes de esta fiesta ocn-


pàbanse todos en matar raffinas y pc- d 12
2 t. rros para comer, en hacer tamales y e ï~
f otras cosas conccrnicntcs a la comida. f ï~
Luego de mananita el dia de esta fies- p ï~
e a. ta, los satrapas de los idolos compo- a ï6
6 h. n!anconmuchasftoresa/7«t/.c~o~ocA- b !7
c. y después de compuesta la estatu~ c ï8
7
g d. de este dios compon!an las estatuas de d tp
c. tos otros dioscs, con gtuntatdas y sar- c 20

96
ro f. tales y collares de flores, y luego com- f 2t
tt ponian todas las otras estatuas de los 22
g
f2 a. a
c~M/M y telpochcales, y en las casas 23
de los b 24
cc~t'çMM, y prindpates y ma-
c
ceguales todos componian las estatuas
que tenian en sus casas, con flores.
f
c. Compuestas las estatuas de todos los r 27n
!0y
t8 c. diosesjuegocomenzabanacomeraquc- g
a. t!as viandas que tenian aparejada~ de a
J9 ~c
20 b. la noche pasada, y dende a un
)~<co b ~t r
clespués de corner comenzaban una mancra de baile o danxa. la
mat los hombres nobles, con mujeres, juntamentc bailaban, asi-
dos de las manos y abrazados los unes con los otros, cchados
los brazos sobre el cuello el uno del otro; no danxaban a mè-
nera de areito, ni hacian los mcncos como en c! areito, sin't
iban paso a paso al son de los que tanfan y cantaban, los cuales
estaban todos en pie, apartados un poco de los que bailaban,
ccrca de un altar redondo que ttaman Mo~to~~t.
Duraba este cantar hasta la noche, no solo en tos patios
de los c<!M, pero en todas las casas de principales y ~a~~Mo-
le.c; tanian y cantahan con ~ran voceria hasta la noche, y tes
bpbfan et <'c//t, pero nin~ùn mancebo ni mpza to
viejos y viejas
t'cb!a, y si alguno to t)ct~a rastit~àtMntc~ reciantcntc. Otras mu-
chas ceremonias se hadan, (~tc cstàn a la larga en la historia
de esta fiesta.

CAPITULO X.

X6COTL HUETZÏ.

AI dëcinto mes ttamaban .t<!co~ /tM<j<. En el primer dia de


este mes hacian fiesta al dios del fuego ttamado XtM/t~cM~t. o
/.tf~7<n</<~w<, en esta fiesta cchaban en el fuego vives nutchos
esclaves, atados de pies y tnanos; y antcs (ntc acat)ascn de mu-

Sthtttet.7 7
97
rir los sacaban arrastrandc de! fuego, para sacar e! coraz6n
(tc!:mte la imagen de este 'tios.

K. L. Durante la fiesta de tla.1:ocltinaaco t~


liab-t dies
iban al monte, cortaban un ârbot de "*xxx.~
veinte v cinco brazas y tra!an!e arras- ~)
1 c. trando itasta et patio de este dios: alli (. w
2 (t. le pscamondaban todo y le levantaban d 2
3 e. enhiesto, y estaba asi enhiesto hasta e 3
f. la vigilia de la fiesta; entonces le tor- f 4
naban a echar en tierra con mucho tien-
g g g e
6 a. to y con muchos pertrechos para que a 6
b. no diese golpe. La vigilia de esta fies- b y
8 c. ta, bien de manana, venian muchos car- c 8
9 d. pinteros con sus herramientas, y mon- d 9
io e. dâbante y hacianle muy liso; después e ïo
111 f. de rnondado y de haberle compuesto f i t
12 con muchas maneras de atà- fi !2
papeles,
13 a. banle sogas y otros mecates y !evanta- a ï~
!4 b. banle con muchas voces y muchos es- b 14
c c
'5 truendos, y fijabanle muy bien. 1';
16 d. De que la viga o àrbol estaha !evan- d ï6
~7 e. tado y adomado con todos sus aparc- c ~7
f. los que tenian esclavos f
jos, luego pa-
19 R ra echar en el fuego, vivos, aderezà- g 19
20 a. banse con sus plumajes y atavios ricus;
Mernann
y temame
tenianlc el cuerpo
et cuer de amarillo,
amaruto, que
ttc ~rnar~li
abbtttis
..· _1' t ,·
cra la librea del fuego; y Uevando sus cautivos consigo hacian
arctito todo aquel dia hasta la noche.
Después de haber velado todo aquella noche los caut!\us,
en el CM, y después de haber hecho muchas ceremonias con ellos,
cmpolvorizabanlos las caras con unes polvos que Haman ~o-
«/<~t, para que perdiesen el sentido y no sintiesen ta«to la mucr-
te atâbantos los pies y las manos, y asi atados poniantos so-
bre los hombros andaban con ellos como haciendo arcito,
y

98
en rededor de un gran fuego
y gran monton de brasa; asi an-
dando ibanlos arrojando sobre
el monton de brasas, ahora uno,
y desde a un poco otro; y el que habian arrojado dejabanle
quemar un buen intervalo, y aun estando vivo y basqucando sa-
càbante fuera arrastrando, con cuatquier ~arabato, y echabanle
sobre el taj6n y abierto el pecho sacàbante el corazon; de esta
mancra padecian todos aquellos tristes cautivos. Estat~ el âr-
bol atado con muchas sogas de !o alto, como la jarcia de la nao
esta pendiente de la ~avia; en to alto de él estaba en pie la ima-
gcn de aquel dios hecha de masa que ttaman /~oo/M.
Acabando el sacrificio ya dicho, arremetian con gran im-
pctu todos los mancebos. ()tras muchas ceremonias se hacian,
scgûn a la larga esta escrito adelante en esta fiesta.

CAPITULO XI.

OcHPANtZTLÏ.

AI undecimo mes ttamaban


ocA~OMM~t. El primero dia
de este mes hacian fiesta a la madre de los dioses, ttamada 7~-
<<'o tM~o« o Toci, que quiere decir nuestra abueta: bailaban a hon-
ra de esta diosa, en sitcticio, y mataban una mujer, en gran
sitenciu, vcstida con los ornamentos que pintaban a esta dio~a.

1., Cinco dias antcs comcnzasc este


que
t,. '"es cesaban todas las f iestas y rego- b ~t[
2 c. cijos del mes pasado. Entrando este c 22
3 (t. mes. bailaban ocho dias, sin cantar y d 23
e, sin /<oMor~<: los cuales pasados sat!a e 24
5 f. la mujer que era la ima~en de la dio- f 25
6 I{. sa que ornamentos
Ilamati Telet) ¡"'la Il compuesta
nmo~. cOl11p\1esta 26
g
7 a. con tes ornamentos con que pintaban a 27
26
8 b. a la misma diosa; y saHan gran nùmc- b 28

99
9 c. ro de mujeres con ella, especialmente c 2ç
!0 d. las medicas y partiras, y partianse en d 30
tt t c dos handos y pe!<'aban apcdrcàndose e ~tt
con t)eUas de ~oc/~K y con hojas de
ha dies
tunas, y con Il
pellas 1
Itechas
1 d
de h'
hojas 'XXX."
!2 f. de espadanas y con flores que îtaman f
~3 f~M~oo/.v<!c/«~; este regocijo duraha 2
g
i4 a. cuatro dias. a
5 t). Acabadas estas ceremonias y otras b 4
i6 c. de esta calidad, procurahan que aque- c 5
17 d. tta mujer no entendiese que habia de d 6
ï8 e. morir porque no ttorase, ni se entris- e 7
!0 f. teciese, porque !o tenian por mal a~ue- f 8
20 ro; venida !a noche en que habia de 9
morir, ataviàban!a muy ricamente y hacianla entender que la
llevaban para que durmiese con ella atgùn gran senor; y tte-
vàbanta con gran silencio al cu donde habia de morir. Subida
arriba, tomabala uno a cuestas, espaldas con espaldas, y de
presto la cortaban la cabeza, y !ue~o la desollaban y un man-
cebo robusto vestiase el pellejo.
Este que vestia el pellejo de ésta que mataban !!evâbante !ne

~o con mucha solemnidad y acompanàndote de muchos cauti-


vos al cu de ~Mt~o~ocA~t; alli, éste mismo, delante de //«t/-
.Tt~o~c/t~t sacaba et corazôn a cuatro cautivos, y los dcmàs de-

jàbatos para que los nmtasc el sàtrapa. En este mes hac!a alar-
<tc el seiior de toda la gente de guerra y de los mancebos que
nunca habian ido a la guerra; a estes daba armas y divisas y
ascn<aban por soldados, para que de alli adelante fuesen a ht
~uerra. Otras muchas ceremonias se hacian en esta fiesta, que
cstan a la larga puestas en su historia.

JOO
CAPITULO XII.

TEOTLECO.

A! duodécimo mes Hamaban


teotlcco, que quiere decir la
Hegada de los dioses. Celebraban esta fiesta a honra de todos
los dioses, porque decian que habian ido a algunas partes; ha-
cian gran fiesta el postrero dia de este mes, porque sus dio-
ses habian Uegado.

K. L. A los quince dias de este mes los mo-


t a. zos y muchachos ettrramaban todos los a ï0
a b. altares y oratorios de los dioses, asi los b i ï
c, que estaban dentro de las casas como c ia
4 d. por los caminos y encrucijadas, y por d 13
5. e. esta diligencia que hacian dàbantos e 14
6 f. maiz. f ig5
7 g. Algunos daban un chiquihuitl iteno g 16
8 a. de maiz, y a otros dos o tres mazor- a 17
9 b. cas. b 18
ïo c. A los diez c
y ocho dias Uegaba el dios 19
r1 d. es mancebo, le !ta- d 20
que siempre que
l~ e. tnaban este es Titlacd- e t
7"~OMM~MCO~,
*3 f. MM. Decian f
que por ser mancebo y
~4 K recio caminaba g 23
mejor y Hegaba pri-
15 a. a
mero; luego ofrecian comida en su cu,
16 h b 2,%
y aque!!a
aquella noche comian
com!an beb!an
y bebian y re- 27
gocij&banse todos, especialmente los

viejos
y viejas que bebian vino por la ,,p
f. Ilehrada del dios y decian que le la- f ~q
\aban los pies con este regoci jo. Dedionio
Sanet!
E postrero
Et d'
dia d
de este mes era la 1 MiS!)
u i_
~mmcn.

pran fiesta porque d!cen que todos los dioses !te)?aban entonces:
h vigilia de este dia, a !a noche, hacian encima de un petatc

tOt
de harina de maiz un montoncillotupido,muy de la forma de
un queso. En este montoncillo imprimian los dioses la pisa-
da de un pie en seiial que hahian ttegado; toda la noche et
principal sàtrapa velaba, e iba y venia muchas veces a mirar
cuando ver!a la pisada.
En viendo el sàtrapa la seiial de
la pisada luego daba vo-
ces, diciendo Llegado ha nuestro
senor luego comenzaban los
ministros del cu a taner cornetas y caracoles, y trompetas y
otros instrumentos de los que ellos entonces usaban. Luego
que se oian los instrumentos acudia toda la gente a ofrecer
comida en todos los c~M y oratorios; y otra vez se regocijaban
lavando los pies de sus dioses, como arriba esta dicho.
El dia siguiente deciau que Uegaban los dioses viejos, a la
postre de todos, porque andaban menos por ser viejos. Es-
te dia tenian muchos cautivos para quemar vivos; y hecho gran
menton de brasa, andaban baitando alrededor del fuego ciertos
mancebos, disfrazados como monstruos, y asi bailando iban arro-
jando en el fuego estos tristes cautivos, de la manera que arri-
ba esta dicho. Otras muchas ceremonias se hacian, segun se
dira adelante, en esta fiesta.

CAPITULO XIII.

TEPEtLHUÏTL.

AI décimo tercero mes llamaban ~~<*<tM< En este mes


hacian fiesta a honra de los montes eminentes
que estan por
todas estas comarcas de esta Nueva Espana, donde se arman
nublados; hacian tas imagenes en figura humana a cada uno de
ellos, de la masa que se ttama ~ooW. y ofrecian delante de 's-
tas imagenes en respeto de estos mismos montes.

t02
K. L. Hacian a honra de !os montes unas
culebras de palo o de raices de àrbo-
g go
les, y !abrâban!es la cabeza como cule- octobcr
bra; hacian también unos trozos de habct dies
como la muneca, XXXI.
palo gruesos largos,
2 a. ttamâbantos ccatotonti; asi a estos co- a ï
b. mo a las culebras los investian con b 2
c. aquella masa que Ilaman ~oo/ a esto~ c 3
g d. trozos los investian a manera de mon- d 4
6 e. tes, arriba les ponian su cabeza, como e 5
f. cabeza de persona; hacian también es- f 6
8 tas imâgenes en memoria de aquellos g 7
9 a. que se habian ahogado en el agua, o a 8
t0 b. habian muerto de tal muerte que no los b 9
11i c. quemaban sino que los enterraban. c ï0
!2 d. Despues que con muchas ceremonias d iz
t~ e. habian puesto en sus altares a las !mà- e 12

!4 f. genes dichas, ofrec!antes también ta- f ï3


155 males y otras comidas, y también les g 14
t6 a. decian cantares de sus loores y bebian a 15
17 h. vino por su honra. Il 16
t8 c. Llegada la fiesta, a honra de los c 17
ï0 d. montes mataban cuatro mujeres y un d ï8
20 e. hombre: la una de ellas ttamaban Te- e ic
~1_)_ 1_ -1- 11_L_ 1l_il_1_ 1_ a_ 1I_L_u V_
t ocA, la segunda ttamaban Ma</o/fMC. la tercera llamaban .Vo-
r/tt~oMo~, la cuarta ttanmban A~oya/<M< y al hombre llamaban
.MOMO~. Aderezaban a estas mujeres y al hombre con mu-
chos pape!es lIenos de «?, y ttcvâbantas en unas literas en hom-
hros de mujeres muy ataviadas, hasta donde tas habian de ma-
tar. Después que tas hubieron muerto y sacado los corazones,
!!evabantas pasito, rodando por tas gradas abajo; Hegadas abajo
cortàbantes tas cabezas y espetàbantas en un palo, y los cuerpos
ttevàbantos a tas casas que Ilamaban <o/~M~ donde los repar-
tian corner. Los con que aderezaban tas imâ-
para papetes
de los montes, después de habertas desbaratado para co-
genes

!03
mer, en el ro/«/. Otras muchas ceremonias se ha-
cotgàban!os
cian en esta fiesta, que estàn a la lirga puestas en su historia.

(APIT'JLO XIV.

QUECHOLLI.

At décimo cuarto mes Uamahan Hacian ficsta al


~MffAo~
dios t!amado .~t.vc<!a~, y en este mes hacian saetas y dardos pa-
ra la ~uerra mataban a honra de este dios muchos esclavos.

I- Cuando hacian las saetas, es-


por
t f. pacio de cinco dias todos se sangra- 20
2 ban de las orejas, la sangre que ex- 2ï
y
a. de ellas untàbanta sus a 22
3 primian por
4 b. mismas sienes; decian hacian b 2.~
que pe-
5 c. nitencia ir a cazar venados. Los c 24
para
6 d. no se sangraban tomâbantes las d
que
7 e. mantas en pena. hombre se e 2t:
Ningun
8 f. echaba con su mujer en estos dias, f 27
9 ni los viejos ni viejas bebian pulcre,
10 a. hacian a
porque penitencia.
b
Acabados los cuatro dias en que ha-
c t
cian las saetas y dardos, hacian unas
< ~o\em)'cr 1
saetas chiquitas y atabantas de cuatro )):t)M-t <iics
en cuatro, con cada cuatro XXX
teas; y asi r
n13 « d
`1
hecho un
manojito de las cuatro teas
td e. e 2
f y de las cuatro saetas, of recianlas so- r
15 3
bre tos sepulcros de los muertos; po- K *)
man también juntamente con las sae-
e
t~ b. tas y teas dos tamales. Estaba to- ))
To. <- do esto un dia entero sobre la scpn)- c 7
20 d ttira y a la noche !o qnemat)an, y hn- d S

!04
cian otras muchas ceremonias por los difuntcs en esta nusma
f!esta.
A los diez dias de este mes, iban todos los mexicanos y tla-
teltilcanos a aquellos montes que itaman Zoca/c~c, y dicen que
es su madre aquel monte. El dia que Ilegaban hacian .voco~
o cabanas de heno, y hacian fuegos, y ninguna otra cosa hacian
aquel dia.
Otro dia, en amaneciendo luego almorzaban todos y sa!!an
al campo y hacian una ala grande, donde cercaban muchos ani
mates, ciervos, conejos y otros animales, y poco a poco se iban
juntando hasta acorralarlos todos, entonces arremetian y caza-
ban cada cual !o que podia.
Acabada la caza, mataban cautivos y esclavos en un cu que
Haman T'/otMa/~Mco; atabanlos de pies y manos y !!evâban!os
por las gradas dot cu arriba –como quien ileva un ciervo por
los y por las manos
pies a matar–. Matàbantos con
gran ce-
remonia. AI hombre y a la mujer que eran imagenes del dios
-t.vc<!o~ y de su mujer, matâbanlos en otro fM que se Hamaba
.<tC<?a~M~OM.

CAPÏTUI.O XV.

PANQUET2ALIZTLÏ.

AI mes décimo (tuinto Hamaban /H~M/<~<. En este


mes hacian fiesta al dios de la guerra, /yM<~<7o~ofA~ antes df
esta fiesta los sàtrapas de los idolos ayunaban cuarenta dias
y hacian otras penitencias àsperas, como era ir a ta media nf~-
chc, desnudos, a !tevar ramos a los montes.

Et se~rundo dia de este mes comen- Dedicatin


Baslhcf'
xahan
1 todos
ad a hacer
1. areito, y a can- s~~
t e. tar !os cantares de //M<~</o/~f/<~<, en e ç
2 f. el patio de su <«; bailaban hombres y f tC
3 nmjeres todos juntes; comenzaban es- il t

ïos
a. tos cantares a la tarde y acababan cer- a' ta
5 h. ca de las
diez; dmaban estos bai tes y b ï~
6 c. cantos veinte dias. c ï44
7 d. A los nueve dias de este mes apa- d !S
R e rcjaban, con grandes ceremonias, a los e 16

f) f. ')uc habian de matar: pin~àbantos de f 17


t0 g. diverses colores, coinponianios con mu- g 18
tï r a. chus papeles; al fin hacian un areito a 19
12 b. con ellos, en el cuat iban una mujer y b 20
H c. un hombre pareados, cantando y bai- c 21r
t4 d. tandn. d 22
!<; e. A los diez y seis dias de este mes e 23
16 f. comenzaban a ayunar los
duenos de f 2~
ï7 los esclavos, y a los diez y nueve dias g 25
i8 a. comenzaban a hacer unas danzas en a 26

IQ b. que iban todos asidos de las manos, b 27


20 c. hombres y mujeres, y danzaban cute- c 28
hrpanrln
breando pn Pl n:ttio
en el rlpl dicho
del rli,.hn ruv ,tnt:th:tn
cu; cantaban vy tanian unos
unes vie-
patio
jos entre tanto que !os otros danzaban.
Después de haber hecho muchas ceremonias, los que hahîan
de morir descendian del cu de T~Mt~o~ocA~t, uno vestido con
!os ornamentos del dios P<ïtMo7, y mataba cuatro de aquellos
esclavos en el
juego de pelota que estaba en el patio que l1a-
maban Teotlachtli; de alli iba y cercaba toda la ciudad co-
rriendo, y en ciertas partes mataba en cada una un esclavo, y
de alli comenzaban a escaramuzar dos parcialidades; morian al-

gunos en la escaramuza.
Despues de muchas ceremonias finalmente mataban cauti-
vos en el cu de Huitzilopochtli, y también muchos esclavos; y
en matando a uno, tocaban los instrumentos musicales, y en
cesando tomaban otro para matarle, y en matàndo!e tocaban otra
vez, y asi hacian a cada uno hasta acabarlos; acabando de ma-
tar estos tristes, comenzaban a bailar y cantar, a corner y a be-
ber, y asi se acababa la fiesta.

106
CAPITULO XVI.

ATEMOZTLÎ.

AI déc!mo sexto mes Hamaban atemoztli. En este mes ha-

cian fiesta a los dioses pluvia, de la


porque por la m~yor p-tr-
te en este mes comenzaba a tronar y hacer demn"strn~ de a{?ua
y los satrapas de los Tlaloques comenzaban a hacer penitencia y
sacrificios porque viniese el agua.

K. L. Cuando comenzaba a tronar, los ~&- Satumini

trapas de los Tlaloques con gran dili-


d. d 29
gencia ofrecian copaî y otros perfu-
2 e. e
mes a sus dioses, y atadas las estatuas Decembfr
de ellos, decian que entonces venian 'Y~
para dar
agua; y los populares hacian f t
g
votos de hacer las imàgenes de !os 2
a. montes que se Haman tepictli, porque a
c 3
6 b. ~on dedicadas a aquellos dioses del b 4
c, agua. Y a los diez y seis dias de es- cc 5
y
8 d. te mes todos
!o~ populares aparejaban d 6
g e. ofrendas, para ofrecer a Tlaloc, y es- e 7
Io f. tos cuatro dias hacian f 8
penitencia, y
i I g abstenianse los hombres de las muje- g 9
1~ a. res y las mujeres de los hombres. Lle- a
13 bu r
gados a la fiesta, que la celebraban el
(1 12
ùhhno dia de este mes, cortaban tiras
d
de papel y atabanlas a unes varales,
t 10 e.
desdeabajohastaarnba,ehincàban!us e
f
.0 en los patios de sus casas y hacian las
g !6
a. imagenes de los montes de /.?oa/, ha- f
!n
~) h. cianles los dientes de pepitas de cala- b 18
bazay los ojos de unos frijoles que Spectatio
beate
se t!a:an oyoco~t, y luego les ofre- Marit~V.
cian sus ofrendas de comida y los adoraban

!07
Después de haberlos vetado y tanido y cantado, ahriantos
por tos pèches con un ~o~o~<M~<, que es instrumento con que
tejen las mujeres, casi a manera de machete, y sacabanles el
corazôn y cortabantes las cabezas, y después repartian todo el
cuerpo entre si y comianselo; otros omamentos con que los
tcn!an aparejados, quemàbantos en los patios dc sus casas.'
Hecho esto ttevaban ttxtas estas ccnizas y los aparejos con
que los habian servido a los oratorios ttue ttaman oyoM/<co/co, y
luego comenzaban a corner y a beber, y a regoci jarse, y asi con-
cluisn la fiesta. Otras muchas ceremonias se quedan por decir,
que estân a la larga en la historia de esta fiesta.

CAPITULO XVII.

TITITL.

A! mes décimoséptimo t!amaban tititl. En este mes ha-


cian fiesta a una diosa que uamaban /foMMt /<'cM~< y t~or otro
nombre 7'OMa, y por otro Co~co~t<««/t, a honra de esta diosa
mataban una mujer, y desque le habian sacado el corazôn, cor-
tàbanle la cabeza y hacian areito con ella. Et que iba adelante
ttevaba la cabeza por los cabellos en la mano derecha, hacien-
do sus ademanes de bai te.

K. L A esta mujer que mataban en esta


y c. fiesta compon!an!a con los atavios de c ï0
2 d. aquella diosa cuya imagen tenia, que d 20
e. se !!amaba /M<o ~c«~t y por otro e 21
f. nombre 7*OMa, que quiere decir nues- f 22
g. tra madre. Esta mujer asi compues- g
c 23
6 a. ta con los atavios que estàn puestos a 24
b. en la historia, bailaba sola hacianla el h
? 25
8 c. son unos viejos, y bailando suspiraba c 26
<) d. y Horaba acordàndose que luego hab!a d 27

io8
TO e. de morir. Pasando el medio dia ccm- e 28
( f. {)on!anse!ossa<rapascun!ns3rnatnen- f 29
t2 tos de ttxtos los dioscs. y iban delante ~c
t~ a. deetta,ysub!an!aat<«dundeha!)tade :t r

morir; echada sobre el tajon de piedra J~


sacabante el coraxon y cortabante la XXXI
~4 b. la tomaba uno de b t
cabeza; luego aque-
c.
lIos que iha adornado como dios, y de-
d.
lantero de todos, y !!evando!a de los
cabellos hacian areito con ella e
~uiaba
t 8 f. f
e! que la llevaba en !a mano derecha.
6
yhac!asusademanesdebai!econet!a.
Eptohantc
Et mismo dia que mataban esta mu- nontini.
.20 a. jer los ministros de los idolos hacian a 7
cio'tas escaramuzas y regocijos, corriendo unos tras otros el cil
arriba. y el cu abajo, haciendo ciertas ceremonias. E! dia si~uien-
tc todos los populares hacian unas talegas como botsas, con unes
cordeles atados, tan largos como un braxo lienchiaii aquellas ta-
legas de cosas blandas, como lana, y !!evàbantas escondidas dc-
hajo de las mantas y a todas las mujeres que topaban por ta ca-
)tc dàbantas de talegazos; Ilegaba a tanto este juego ({ne tamhién
los muchachos hacian las talegas, y aporreahan con cttas a tas mu-
( tiarhas, tanto que las liacian Itorar
Otras muchas ceremonias se hac!an en esta ficsta, <)uc cstan
a la larga puestas en su historia.

CAPtm.O XVIII.

IZCALLI.

AI mes décimo octavo ttamaban ~faMt. En este mes hac!an


ficsta al dios del fuego que ttamaban .YtM/t/fCH~t o 7.t'fo~oH/«/tn:
hnc!an una imagen a su honra. de gran artificio, que parcoa fjue
cdiaba Hamas de fuego de si, y de cuatro en cuatro anos d1

i<K)
esta misma fiesta mataban esclavos y cautivos a honra de es-
te dios, y agujeraban las orejas a todos los ninos (lue hab(an
nacido en aquellos anos, y dât'antos padrinoi: y madrinas.

K. L. los diez dias (le este mes sacaban

1 b fuego nuevo a la media noche, dela.nte b 8


2 c la imagen de ~tM/t/ccK~t muy curi~sa- c 9
3 d mente ataviada, y encendidos fue~os d 10
e luego en amaneciendo venian los man- e nt
5 f cebos y muchachos, y traian diven~os f 12
6 g animales que habian cazado en los diez g ï~
7 a dias pasados, unos de agua y otros de a 14
8 b tierra, y ofrecianlos a los viejos que b 15
0 c tenian cargo de guardar a este die s; c t6
ïo d d 17
y ellos echaban en el fuego a to<!f)s
c ~S
aquellos animales, para que se asasen,
f daban a cada f ~9
y uno de estos mozos y
muchachos un tamal hecho de bledos, g
(
que ellos !!amaban MoAçM<~oM<a~t, los a)
1) ,12
cuales todo el pueblo ofrecia aquel diat,
c
< y todos comian de ellos por honra (le
d
,g (. la fiesta; comianlos muy calientes y e ~e
f bebian y regocijàbansc. f 26
tn
~o En esta fiesta los anos comunes ne' 27
tnatahan a nadie, ..e~t .tet t.ew.. "e e~
era ae .`_
pero el ano del bisiesto que de cuatru en
cuatro anos, tnataban en esta fiesta cautivos y c<-c!a\os; y la
<ma~en de .YtM/<'<'t<~< compuesta de la manera que arriha se di-
jo, con muchosy preciosos y curiosos atavios; hacian grandes
y muchas ceremonias en la muerte de estos, muchas mas que
en las otras fiestas ya dichas. Esto esta puesto a la larga en
la historia de esta fiesta.
Después que habian muerto a estos esclavos y cautivos y
a la imagen de /.rcoFo«/!ç<«, que es el dios del fuego, estaban
aparejados y adcrezados muy ricamente con ricos aderezos to-

110
(!os losprincipales y seiiores y per-~onas ilustres, y el mismo

emperador, y comenxaban un areito de gran solemnidad y gra-


vedad, al cual ttamaban M<<'c<«/oh7t~t, que quiere decir areito
de los senores. Kste solamente se hacia de cuatro en cua.tro
:mos, en esta fiesta. Este 'nismo dia, muy de manana ante:; que
amaneciese comenzaban a agujerar las orejas a los ninos y ni-
nas y echAbantos un casquete en la cabeza, de p!uma'- de papa~a-
yos pegado con oc<o/ que es résina de pino.

CAP1TULC XiX.

DIAS NEMONTEMt.

A los cinco dias restantes del ano, que son los cuatro u!ti-
mos de enero y el primero de febrero, Hamaban M~tOH<~M<t, que
quiere decir dias baldios, y tenianlos por aciagos y de mala for-
tuna hay conjetura que cuando agujeraban las orejas a los
ninos y ninas, que era de cuatro en cuatro anos echaban seis
dias de ncmontcmi, y es !o mismo del bisiesto que nosotros ha-
ccmos de cuatro en cuatro anos.

t a Kstos cinco dias tenian por mal afor- a 28


2 b tunadosyaciaKos;dec{anquc!osquc b 2f)
c en c!)os naoan tenian matos sucesos c ~o
4 d en todas sus cosas y cran pobres y nt{- d 3t 1
5<; e seros; ttamàban!os ~fn. Si cran hom- c ï
ev m v e r u m

brcs Hamàbantos los M~Mo~Mtf/t, y si eran mujercs Uamàban-


las M<'nct7n«! No usaban hacer nada en estes dias, por scr
mal afortunados; cspeciatmente se a!)sten!an de renir, porque
decian que los que rentan en estos dias se quedaban siempre
con aquella costumbre; tenian por mal a~uero tropezar en es-
tos dias.
Estas fiestas dichas cran fijas. que siempre se hacian

IÏÏ
dentro del mes, o un dia o d~s ade!ante. Otras fiestas tenian
movibles, que se hacian por 't curso de los veintc sii~nos, tes
cuales hacian un circulo en do'cientos y Jesenta dias; y )K'r tan-
to estas fiestas movibles caian en un mes, un ano, y otro ano c!)
otro, y sicmprc varialoan.

DE LAS FIESTAS MOVIBLES

La primera fiesta movibtc ~e celebraba a honra de! sol en el


si~nn que se itama ce o(t~o~ en la cuarta casa que se Hama
nn/ttn < en esta fiesta ofrecian a la imagen del sol codor-
niccs e inccn~aban v en et medio mataban cautivos delante (lc
clla, a honra del soi En este tmsmo dia se san~raban tod'ts d'
):'s orcjas, chicos y grandes, a honra del sol y le ofreoan .ujuc
))a sanjE~re.

La .f<«</o /!f.~a nt~'<7~f.

En este mismo signo, en la séptima casa, hacian fiesta to-


dos los pintores y las labranderas; ayunaban cuarenta dias, otros
ceinte, por atcanzar buenaventura para pintar bien y par. <t-
jer bien labores; ofrecian a este proposito codornices e in<ieti-
so y hacian otras ceremonias, los hombres al dios C/tt'fOM'.t'
(/< y las mujcrcs a la diosa A'<!r//t'fr/~<?//

La /rrt<*r<ï /t'<t/rr <no?'t7~<

En el trrcerosi~no que se llama ce nto~a/ en la prinern


(asa. t~cian fiesta a tas diosas que se ttamaban rt/Nfo~t'~f/~n,
porque decian (}uc cntonccs dcsfcndian a la ticrra. Ata~iat~an
a sus imàgenes con papeles, y ofrectantas ofrcndas.

/.a CKar/a fiesta Mt~ft~/c.

En el signo que se Uama fr ;n<t~o// en la se~unda casa que


sc Hama ~ntc /<7cA//<, bacian K''an fiesta at dios !)amadn ~~t«-

11~
~co~, que es el segundo dios del vino, y no solamente a él, si'te
a todos los dioses del vino, que cran muchos; aderezaban e~
te dia muy bien su imagen n su <-tt, y ofrecianle cosas de comida
y cantaban y tanian delantc de é!. Y en c! patio de su cu pe-
nian un ttnajon de ~M/cr< y henchiante los (lue cran taberneros,
hasta rcverter. c iban a beber todos los que quer!an; teman
unas canas con que bebian. Los taberneros iban cebando ci
tinajon de manera que siempre estaba t!eno; principatmente ha-
cian esto los que de nucvo hab!an cortado el maguey. La pri-
mera agua miel que sacahan la !)cvabnn a la casa de este dios
como primicias.

La <~«n</a /tM~ :;tOM&/<

Et signo "amado ce .t~c/tt~, en


la primera casa, hacian ~ran
fiesta los principales y senores; bailaban y cantaban a honra cie
este signo y hacian otros regocijos, y sacaban entonces los mas
ricos plumajes con que se aderezaban para el areito; y en esta
fiesta el senor hacia mercedes a los hombres de guerra, y a
los cantores y a los del pata~io.

La j<t-/o fiesta movible.

En el signo Hnmado cf ofo~, en la primera casa, hacian gran


fiesta a ()M<?o/f<ia~, dios de los vientos. tos scnorcs y prin-
cipales. Esta fiesta hacian en t~ casa Hamada Co~"r''oc. que
cra la casa dondc morahan los sat râpas de los idolos y donde
se criaban los muct~ct~os. En esta casa que cra como un mo-
nasterio estaba la imagen de(?Mr/~c/fJ< Este dia la adere-
xat)an con ricos ornamentos y ofrecian delante de ella perfu-
mes y comida, decian que éste era et signe de ()Mt'a/cJ<

/.o .<Ha fiesta t~Tt'Mc.

En el signe que se ttamaba n' t««y<t. en la primera casa,


haoan gran fiesta tes senorcs y principates a 7c.?ca<(0, f)uc
S<h<j;)tn 1. ti

"3
cra el
~ran dios; decian que este cra su signo. Como todus
c)tos tenian sus oratorios en ms casas, donde tenian las ima-
~enes <!e este dios y de mnchos otros, en este dia compoman c.s-
ta ima~en y ofrecianta pcrfunes y flores y comida, y sacrifi-
caban codornices delante de ella, ar'ancandotas las cabezas. Es-
to no solamente to hacian los senorcs y principales, pero tnda
la ~ente a cuya noticia venia esta fiesta; y to mismo se hada en
los co/M/< y en todos los cMe.f. Todos oraban y demandaban
a este dios que les hiciese mercedcs, pues que el era todopodc-
ros<

~0 OC/tTt'(! fiesta ~t01t<('.

En e! stjE~io que
se Hamaha ff r/~«ï/tMt~, en la primera casa
hacian fiesta diosas
a tas que Hamahan Ct7<M~~t/'t//tu. Kstas
decian que eran las mujeres que mortan del primer parte de-
cian que se hacian diosas y morahan en !a casa de! sot. y que
cuando reinaha este si~o descendfan a la tierra y herian con
dh'ersas enfermedades a los que tt'paban fuera de sus casas, y
por esto en estos dtas no osaban salir de su< casas. Ten<an edi-
ficados oratorios a honra de estas diosas en todos los harrios
donde habia dos calles; los cuales Uamahan C<7n~/<ra//<. por
otro nombre C<7n<o~t<~ox.' en estos oratorios tenian las imà~enes
de estas diosas y en estos dias las adornahan con papeles, f)ue
ttamahan oM<o/<<'<«' En esta fiesta de estas diosas matahan
a su honra les condenados a muerte por al. J<n delito, que cs-
tahan en las cârcetes.

La MOt'mo //f.f/0 !M~7t7;

I~n el si~no ttamado ce <yM<<<Mt~, en la cuarta casa que se


lIamaha t!o/nt! f/~co/ por ser esta casa nur. ma) afortunada.
matahan en ella los malhechores que estaban presos. y 'amhicn
el senor )ia< ia matar algunos csclavos. por via de supcrsticion
y los mcrcacleres y tratantes hacian alarde o demostracion de
las joya:' en que trataban, sacàndotas para ()ue las viesen tu-

"4
dus, y dcspués a la nochc cotntan y bebian. Tomaban flores
y aquettas canas de perfumes, y sentàbanse en sus asientos. y
comenzaba cada uno a jactarsc de to que habia ganado y de tas
partes remotas donde habia tte~ado, y batdonaba a los otros de
que eran para poco, ni tenian tanto co'no él, ni habian ido a
partes remotas como él. En esto tenian Rran chacutu lus unos
con los otros. por gran rato de la nochc.

La t/<<~<7 /'t'<t~ ~«~t t'

Enci si~no <;ue Hantahan < f )nn/uto/ en la segunda casa


Uamada o~tf ~to~, i~oan K' fiesta porque decian ()u<. este
signo era de T~fû/~oto. En esta fiesta hacian la imagen de
<)M«tfo~, y alguno que ten<a dcvocton t!evàba!a a su casa, paru que
le bendi jese le hiciese multiplicar su hacienda y cuando es-
to acontecia teniata y no la queria dejar. E! que queria de-
jar esta imagen esperaba hasta que otra vez reinase e! mismo
signo, y entonces la Hevaba a donde la habia tomado.

La «M~f/MtO /<V/0 U!OTt'&

En el signo Hamado ft' /<~<ï/ en la primera casa. sacaban


todos 'os omamentos de ~M~t~wMt. los timpiaban y sacu-
dian y pottîan al sol; dec!ar. que este era su si~o y el de Ca-
<~(t.f//t, esto hacian en T'/ofa~fco. Aqu! ponian en este dia nm-
chàs maneras de comida muy bien ~uisadas. coniu las comen
ios senores, y todas las presentaban dctantc de su ima~en des-
pués de haber estado un rato alti tomàbantas ]ns oficia!cs de
//f«~o~c/<~t, y rcpartian!as entre si; y connantas c incensa-
han también a la imagen, y ofrecianla co~tornices. dcscabcxàn-
<!o)as dotante de ella para que se derramasc ta sandre detantc
la ima~en. y ofrecia et senor todas las preciosas ftorcs <)ue usa"
los senores delante la nna~en.

La (/«<f!ma fiesta nt<Kt7'/f.

En el signu Haniado «' <~M<< dedan que descend tan tas

"5 ,5
diosas Hamadas C<AMa~~<<<, a la tierra, y danaban a los ninos
y ninas, hiriéndolos con p?rtes)a; y si alguno en este tiempo
enfermaba decian que ettas to habian hecho, que se habia en-
contrado con ellas, y los pajres y las madres en estos dias no
dejaban salir a sus hijos fm'ra de casa, porque no se enccntra-
sen con estas diosas de las (uaks tenian gran temor.

La ~cu«<t /<'rr~ro /«'<! <~oî'/&/<

En et signe que Hamaban <c t~cMU<~<, que decian era el


st~no del fuego, hacian Rran fiesta a honra de XtM/t~fM~ dios
de! fuego. En ella le ofrecian mucho copal y muchas codornices;
componian su imagen con muchas maneras de papeles y con
tnuchos ornamentos ricos. Entre las personas ricas y poderosas
hacian gran fiesta a honra del fuego, en sus mismas casas; hacian
convites y banquetes a honra del fuego. En este mismo si~no
hacian la etecciôn de los senores y c6nsu!es y en la cuarta casa de
este signo hacian la sotemnidad de sus elecciones con convites y
areitos y dones. Después de estas fiestas pregonaban !nego
la guerra contra sus enemigos.

La ~('uxo cuarla fiesta nmt'tMc.

En el signo Hamado fc o~. en ta primera casa de este signe


hacian fiesta a la diosa del agua Hamada C/M/c/nt<A/<'Mc. Ha-
cian la fiesta todos los que trataban en et agua, asi vcndiendo et
agua como pescando, como haciendo otras grangerias que hay en
et agua. Estos componian su imagcn y la ofrccian y revercn-
ciaban en la casa Itamada <'<«//<.

l.a <~cnHo ~tftn~o /<<t ~t0t't&/<

Los senores y principales, nobles y mercadercs ricos, cuando


les nacia atgùn hijo o hlja tenian gran cuenta con et sigtw en que
nacia, y el dia y la hora en que nacia, y de esto iban !uego a infor-

n6
mar a los astr6logos judiciarios, y a preguntar por !a fortuna
huena o mala de la criatura que nacia; y si el signo en que nacia
cra prospère, luego le hacian bautizar, y si era adverso buscaban
la mas prospéra casa de aquel signo para le bautizar.
Cuando le bautizaban convidaban a los
paricntes y amigos
para que sehallasen presentes al bautismo, y entonces daban
comida y bebida a todos los presentes, y tambtéa a los ninos de
to<to el barrio. Bautizàbante a la saiida del sol en casa de su
padre; bautizabate la partera, diciendo muchas oraciones y ha-
ciendo muchas ceremonias sobre la criatura. Esta fiesta tam-
bién la usan ahora en los bautismos de sus hijos, en cuanto a!
convidar y comer y beber.

La décimo sexta fiesta movible.

Cuando los padres ve!an que su hijo era de edad para casar-
se, hablâbanle en que le querian buscar su mujer, y é! respondia
haciëndotes gracias por aquel cuidado que tomaban de casarle;
tuego hablaban al principal que tenia cargo de todos los mance-
t)os, que ellos llamaban <<ocA/o, y decianle como querian
casar su hijo, que !o tuviese por bueno. Y para esto hacianle
un convite a él, y a todos los mancebos que tenia a su cargo;
y para esto le hacian una ptâtica, después de haberle dado de
comer y de beber a él y a todos los que tenia a su cargo, y en
principio de la ptâtica ponianle delante una hacha de cortar
madera o tena; esta hacha era seiial
que aquel mancebo se des-
pedia ya de ta compania de los otros mancebos, porque le que-
rian casar, y asi e! /w/<~o/~ iba contento.
Después de esto determinaban entre si los parientes, la mu-

jer que le habian de dar, y liamaban a las casamenteras, que


cran unas viejas honradas, para que fuesen a hablar a los padres
de la moza. ( las cuales) iban dos o tres veces y hablaban y volvian
con la respuesta. En este tiempo los parientes de la moza se
hablahan, y concertandose de darseta, daban et si a las casamen-
teras.

"7
de esto buscaban .tn dia bien afortunado de atgun
Despucs
signo bien acondicionado. cua es eran dcatl, o~o~to~t, ft'~oc~t,
ft<aM/t; habiendo escogido at?uno de estos signes, los padres
del mozo hacian saber a los pa'tres de la moza el dia en clue ha-
bia de hacerse el matrimonio, y luego comenzaban a aparejar
las cosas necesarias para las bodas, asi de corner como de beber,
como de mantas y canas de humo y otras cosas; hecho esto
convidaban a todos los principales, y toda la otra gente que
ellos querian para las bodas. Después del convite y de mu-
chas ptàticas y ceremonias, venian los de la parte del mozo
a llevar a la moza, de parte de noche !tevâban!a con gran so-
lemnidad a cuestas de una matrona y con muchas hachas de teas
encendidas, en dos rencles, delante de ella; iba rodeada de ella
mucha gente detràs y delante, hasta que la llegaban a la casa
de los
padres del mozo. Llegada a la casa del mozo, ponian-
los ambos junto al hogar, que siempre le tenian en medio de
una sala, lleno de fuego, y la mujer estaba a la mano izquierda
det \arôn; luego la madre del mancebo vestia un /<M<~ muy
galano a su nuera y ponianle junto a sus pies unas naguas muy
labradas; y ta madre de la moza cubria con una manta muy ga-
lana a su yerno, y atabasela sobre el hombro y poniale un Mta.t
tli muy labrado a los pies. Hecho esto, unas viejas que se tta-
man 7't/tft ataban la esquina de la manta del mozo con la fal-
da del hui pil de la moza asi se concluia el matrimonio, con otras
muchas ceremonias y comeres y heberes y bailes, que después
se hacian, como se contiene m la historia del matrimonio.
Otras dos fiestas tenian que en parte eran fijas, y en parte
cran mo\ thtes eran mo\ ibtes porque se hacian por anos m-
terpoladcs. La una se hacia de cuatro en cuatro anos, y la
otra de ocho en ocho anos; eran fijas porque tenian ano, mes
y dia senatados. En la que se hada de cuatro en cuatro anos
hnradaban las orejas a los ninos y ninas, haciéndolos las cere-
monias de crezca
para t)ien, y tustràbantos por et fuego. Un
la que hacian de ocho en ocho anos ayunaban antes de ella ocho
(Has. a pan y agua. y hacian un areito en que tomaban figuras

n8
o pcrsonajes de diversas aves y animales, y decian que husca-
han ventura, como esta escrito en et apéndice del segundo libro.
Estas fiestas movibles en at~nos anos echan de su lugar
a las fiestas del catendario, como también acontece en nuestro
catendario.

CAPITULO XX.

DE LA FIESTA Y SACRIFICIOS QUE HAcfAN EX LAS CALEXDAS


DEL PRIMERO MES, QUE SE LLAMABA ÂTLCAHUALO,
0 QUAUITLEÔA.

No hay necesidad en este segundo libro de poner confula-


cion de las ceremonias idolatricas que en él se cuentan, porque
ellas de suyo son tan crueles y tan inhumanas, que a cualquiera
que las oyere le pondràn horror y espanto; y asi no haré mà-~
de poner la relaciôn simplemente a la letra.
En las calendas del primer mes del aiio, que se !)ama)'.t
~MaMt/Ma, y los mexicanos le ttamat~an o//c<n<o/o, el cuat c<
mcnzaha segtiiido dia de febrero, hacian gran fiesta a honra de
los dioses del a~ua o de la ttuvia Hamados r/o/<~Mt'. para es-
ta fiesta buscaban muchos ninos de teta, compràndotos a sus ma-
drcs escogian aquellos que tenian dos remolinos en la cabeza
y que hubiesen nacido en Imen si~o decian que estos eran
mas agradable sacrificio a estos dioses, para que diesen a~ua
en su tiempo. A estos ninos ttevat~an a matar a los montes
altos, donde ellos tenian hccho \oto de ofrecer; a unos de ct'cs
sacaban los corazones en aquellos montes, y a otros en cier-
tos lugares de la ta~na de Mexico. H) un lugar Hamahan 7<
/'ft~<H<(!, monte conocido que esta en la ta~una; y a «tros en
otro monte que se Ilama 7'<t'«/<o. en la misma laguna; a otrcs
en el remotino de la taguna que llamahan /'<n</t//d<t. Gran cami-
dad de ninos mataban cada ano en estos tu~ares; (y) después de
muertos los cocian y comian.
En esta misma fiesta, en todas tas casas y palacios te\an-

"9
taban unos palos como \'arate<, en las ~tntas de los cuales po-
nian unos papeles Uenos de gotas de M<M, a los cuales papcles
Ilamaban OMto~/CMt~; e'to hacian a honra de los dioses det
agua. Los lugares donde macaban los ninos son los siguien-
tes el primero se Hama (?tMMA.~c/ es una sierra eminente que
esta cerra de T!ate!o!co. A los
ninos, o ninas que alli mata-
han ponianlos e! nombre del mismo monte, que es (3t«)'K/<<
a los que alli mataban compon!an!os con los papeles tenidos de
color encarnado. Al segundo monte sobre que mataban n~nos
uamaban /oo/~c< es una sierra eminente que esta cahe Gua-
dalupe ponian el mismo nombre del monte a los ninos que
alli morian, que es loaltécatl, (y) componfantos con unos papeles
tenidos de negro con unas rayas de tinta colorada. El ter-
cer monte sobre que mataban ninos se llama 7\A=ftc~; es aquel
montecillo que esta dentro la laguna frontero del Tlateloko;
alli' mataban una ninay llamâbanla pt«'~<M.ro('A porque asi
se
Ilamaba también el monte por otro nombre; componiania con
unos papeles tenidos de tinta azut. El cuarto monte sobre que
mataban ninos se Uama PovcM/a (y) es un monte que esta en los
términos de Ttaxcala, y alli, cabe 7~'ArtMfo, a la parte de orien-
te tenian edificada una casa que Hamaban o~'oM/<<'o//<, en esta
casa mataban ninos a honra de aquel monte Ilamabanlos P~-
~'OMA~o, como a1 mismo monte, que esta aculla en los términos cle
Tlaxcala; componianlos con unos papeles rayados con aceitc
<!e ulli. El quinto lugar en que mataban ninos era el remo-
tino o sumidero de la laguna de Mexico, ai cuat Ilamaban Pon-
/au; a los que alli morian !!amaban f~o/ el atavio con
que los aderezaban eran unos atavios que ttamahan <n<o<nMA-
</«! El sexto !ujt;ar o monte donde mataban estes ninos sc
Hama C\!co/ es un monte que esta cahe Chatco Atenco; a los
ninos que alli mataban Hamabantos C'<!ro/ como a) mismo mon-
te, y adcrezâhantos con unos papeles tn mitad cotora<tos y la mi-
tad leonados. E! séptimo luRar donde mataban ios ninos cra
un monte que Maman FtOM/~MfMtc, que esta cabe .OtMtA«ovo.
poman!os el nomhre det mismo monte ataviahanlo. con uno<
papeles (!e co!r)r teonado.

120
Estos tristes ninos antes que los ttevasen a matar aderezà-
ban!os con piedras preciosas, con
plumas ricas y con mantas y
M<M'~<'jr muy curiosas y labradas, y con cotaras muy labradas
n]uy curiosas, y poniantos unas alas de papel como àngetes y
tenianlos tas caras con aceite de <!?, y en medio de tas meji-
ttas les pon!an unas rodajitas de blanco; y p<~n!antos en unas
andas muy aderezadas con plumas ricas y con otras joyas ri-
cas, y !!evândo!os en tas andas, !ban!es tanendo con flautas y
trompetas que ellos usaban. Y por donde los Ilevaban toda la
gente Uoraba, cuando ttegaban con ellos a un oratorio que es-
taba junto a Tepetsinco, de la parte del occidente, a! cuat tta-
maban Tos6can; alli los tenian toda una noche velando y can-
tàbantes cantares los sacerdotes de los idolos, porque no dur-
miesen. Y cuando ya Hevaban los ninos a los lugares a dondc
los habian de matar, si iban itorando y echaban muchas tà-

grimas, alegrabanse los que los vc!an llorar porque decian que
t'ra senal que ttoveria muy presto. Y si topaban en el caminf)
atgûn hidropico, tenianlo por mat agüero y decian que eUo~
impedian la ttuvia.
Si alguno de
ministros los del templo, y otros que ttam:.
t)an çMa~MacM~/tM, y los viejos, se volvian a sus casas y no !!c-
j~aban a donde habian de matar los ninos, tenianlos por infâme-*
e indignos de ningun oficio pùbtico de alli adelante, llamando-
tos tMocaM/tÇMf, que quiere decir dejados.
Tomaban pronôstico de la ttuvia y de la hctada del ano de
la venida de atgunas aves y de sus cantos; hacian otra crueidad
en esta misma fiesta, que todos los cautivos los Hevaban a un
templo que Ilamaban /<~to. del dios 7\ff, y en este lugar.
después de muchas ceremonias ataban a cada uno de ellos sobre
una piedra como muela de molino, y atàbantos de manera que
pudiesen andar por toda la circunferencia de la piedra, y da
t'antos una espada de palo sin navajas, y una rodela, y ponian-
les pedazos de madero de pino para que tirasen; y los mis-
mos que tos habian cautivado ihan a pelear con ettos. con espa-
das y roddas, y en derrocandotos ttevàbantos tuego al iugar de)

t2t
sacrificio, donde echados de espaldas sobre uns piedra de al-
tura de tres o cuatro patm)s, y de anchura de pa!mo y medio
en cuadro, que ellos ttamatan téchcatl, tomàbanlos dos por los
pies y otros dos por las manos, y otro por la catjeza, y otro con
un navajôn de pedernal con un gotpe se !o sumia por los pe-
chos, y por aquella abertura metia la mano y le arrancaba el
corazôn, el cuat luego le ofrecia al sol y a los otros dioses, se-
natando con el hacia las cuatro partes del mundo; hecho esto
echaban el cuerpo por las gradas abajo, y iba rodando y dan-
do golpes hasta ttegar abajo; en ttegando abajo tomâbate el
que le habia cautivado, y hecho pedazos le repartia para comer-
le cocido.

EXCLAMACION DEL AUTOR

No creo que haya corazôn tan duro que oyendo una cruel-
dad tan inhtimana, y mas que bestial y endiablada, como la que
arriba queda puesta, no se enternezca y mueva a lagrimas y
horror y espanto; y ciertamente es cosa lamentable y horrible
ver que nuestra humana naturaleza haya venido a tanta tmjc-
za y oprobio que los padres, por sugest!ôn del demonio, maten
y coman a sus hijos, sin pensar que en ello hacian ofensa nin-
~ina, mas antes con pensar que en ello hacian gran servicio a
sus dioses. La culpa de esta tan cruel ceguedad, que en es-
tos desdichados ninos se ejecutaba, no se debe tanto imputar
a la crueidad delos paclres, los cuales derramando muchas !a-
grimas y con gran dolor de sus corazones la ejercitaban, cu.tn-
to al crudetisis!mo odio de nuestro enemigo ant!qmshno Sata-
nas, el cual con matign!sima astucia los persuadto a tan infer-
nal haxana. ;()h senor Dios, haced justicia de este cruel cne-
n)igo, que tanto mal nos hace y nos clesea hacer tQuitadtc,
senor, todo el poder de empecer!

tM
CAPITULO XXI.

DE LAS CEREMONIAS Y SACRIFICIOS QUE HAcfAN EN EL SECUNDO


MES QUE SE LLAMABA TLACAXIPEHUALIZTLI.

En el postrero dia del dicho mes hacian una muy solemnc


fiesta a honra del dios ttamado Xipe T6tec, y tambien a honra
(te ~MtAM~ocA~t. En esta fiesta mataban todos los cautivos,
hombres y mujeres y ninos; antes que los matasen hacian mu-
chas ceremonias que son las siguientes: La vigilia de la fies-
ta, despues de medio dia, comenzaban muy solemne areitc y ve-
laban por toda la noche los que habian de morir en la casa que
llamaban calpulco. Aqui los arrancaban los cabellos de me-
dio de la coronilla de la cabeza; junto al fuego hacian esta ce-
remonia. Esto hacian a la media noche, cuando soHan sacar
sangre de las orejas para ofrecer a los dioses, to cual siem-
pre hacian a la media noche. A la alba de la manana ttevà-
hantos a donde habian de morir, que era el templo de ~M<~t-

~oc/~t: alli los mataban ios ministros del templo, de la ma-


nera que arriba queda dicho, y a todos los desollaban y por
esto Ilantaban la fiesta //oco.rt~<'A«a/t.T~, que quiere decir de-
sollamiento de hombres; y a ellos los !!amaban .n~M! y por
otro nombre /o/o~c<t: !o primero quiere decir, desollados, !o
secundo quiere decir los muertos a honra del dios T6tcc.
Los duenos de los cautivos los entregaban a los sacerdotes
ahajo al pie del cu, y ellos los Ilevaban por los cabellos cada
uno al suyo, por las gradas arriba; y si alguno no queria ir
de su grado, ttevâbante arrastrando hasta donde estaba el ta-
jun de piedra donde le habian dematar, y en sacando a cada
une de ellos el corazôn, y ofreciéndole como arriba se dijo,
tuego le echaban por las gradas abajo, donde estaban otros sa-
cerdotes que los desollaban. Esto se hacia en el cu de //Mt~7o-
/*ofA//t. Todos los corazones despues de haberlos sacado y
ofrecido los echaban en una jicara de madera, y Ilamaban a
los corazones (/MOM/<MO<t, y a los que morian después de sa-

t23
cados los corazones los !!an<aban quauhteca. Despues de de-
sottados, los viejos que se llamaban gMa~M<M'M<u< llevaban los
cuerpos a! <<t/~t< adonde el dueno del cautivo habia hecho
su veto o prometintiento; ati< le dnidtan y enviaban a ~/o/<'<
r«~f"n<~ un nmsto para que c<'micse, y to dénias )o repartian por
tos otros principales o parientes; ibanto a corner a ta casa del

que cautivo at muerto. Cocian aquella came con ma!z y da-


han a cada uno un pedazo de aquella carne en una escudilla
o cajete, con su caldo y su maiz cocido, y Uamaban aquella co~
nuda tlacatlaolli; despues de haber comido andaba la borra
cheria.
Otro dia, en amaneciendo, despues de haber velado toda
una noche acuchillaban sobre la muela otros c&ut!vos, como se
dijo en el capitulo pasado, los cuales llamaban oaoanti. Tarn
bién a estos les arrancahan los cabellos de la corona de la ça
beza, y los guardaban como por reliquias. Otras ceremonias
muchas hacian en esta fiesta, que se quedan por no dar fas..
tidio al lector, aunque todas estàn explicadas en la lengua.
Hacian en esta fiesta unos juegos que son los siguientes:
Todos los pelle jos de los desollados se vestian muchos mance-
bos. a los cuales Ilainaban tolotecti. Pon!anse todos sentados
sobre unes lechos de heno, o de /~o// o ~reda; y estando alli
sentados, otros mancebos provocàbantos a pelear, o con pala-
bras o con
pellizcos, y ellos echaban iras los que incitaban a
pelear, y los otros huian, y alcanzandolos comenzaban a lu-
char o pelear los unos con
tos otros, y se prendian los unos a
los otros, y encerraban a los presos y no salian de la càrcct
sin pagar at~una cosa. En acabando esta pelea luego comen-
zaban a acuchillar a los que hab!an de morir acuctuttados sobre
la nmeta. Peteaban contra elloslos dos vestidos
cuatro, como
ti~rej y los otros dos como
n~uitas; y antes que comenzasen a
pelear levantaban la rodeta y la espada hacia el sol y luego comen-
xat)an a petear uno contra uno; y si era valiente el que estaba ata-
do y se defendia bien acometianle todos cuatro; en esta pelea
iban baitando y haciendo n)u:t)os meneos los cuatro.

!24
Cuando iban
a acuchillar a los va dichos hacian una proce-
siôn muy sotemne, de esta manera: sat'an de to alto del fM que
se Hamaba /<< muchos sacerdotes, aderexados con ornamen-
tos que cada uno representaba a uno de los dioses; eran en ~ran
numéro, iban ordenados como procesion (y) dctras de to<!os iba~
tes cuatro, dos titres y dos a~uitas, que cran hombres fucr-
tes; iban haciendo adonanes de pe!ea con la espada y con la
rodcta, como quien escrime, y en lIeg-ando abajo iban hacia
donde estaba la piedra como muela donde acuchillaban los rau-
tivos, y rodeàbanta todos y sentâbanae en torno de ella. a)~f'
redrados, ( ï ) en sus t'c/'o/<v que lIaman quechol icpalli estahan
todos ordenados. E! principal sacerdote de aquella ficsta. (lue
se ttamaba loallaoa. (2) se asentaba en el mas honrado )n~ar,
porque é! tenia car~o de sacar los corazones a aquellos que alli
morian y en estando sentados comenzaban luego a tocar f tau-
tas, trompetas, caracoles, y a dar sHbos y a cantar E'-tos que
cantaban y tan!an llevaban todos banderas de pluma blanca s<
hre tos hombros, en sus astas tardas, y sentàbanse todos ~'rde-
nadamente en tomo de la piedra, algo mas lejos que los sa-
cerdotes. Estando todos sentados venta uno de los que tenian
cautivos para matar, y tra{a a su cautivo de los cabellos, has-
ta la piedra donde le habian de acuchillar alli le daban a hc-
her vino de la tierra o /'K/fr< y como et cautivo recihia la ii-
rara del ~M~crc alzahala contra el f'ricntc y contra el septen:D"n.

y contra el occidente y contra et mcdiodia, como ofrccicndfta


hacia las cuatro partes det mundo: tue~o hebia. no con ta
jicara sino con una caua bueca. ctiu}'~tt<t(~, v tueco \cn)rt un
sacerdote con una codorniz
y cortàhate la cat)exa. arrancandnsc-
ta delante del cautivo que babia de morir, y !ue~o et misuio sa-
cerdote tomat)a la rodeLa a! cautivo y tevantàhata hacia arri)~.
y !ue~o la codorniz (a la) que habia cortado la caheza ec~~à~)a-
la atras de s!: hecho esto tue~o hacian subir at cautivo sobre la

tt).)){<' a)Mtrta'to<).
(2).–Rérni Sitocon ttattscrihi" ~'t«ï//(t!M' "hcttcttor <)e la n'~hc". V
Histoire ('encrât (tes Choses de la \<')nc))e Ks)MtRnc. paR &)

125
piedra redonda, a manera 'te muela, y estando sobre la pie-
dra el cautivo venta uno de los sacerdotes o ministros del tem-
pto, vestido con un cuero d< oso, e! cual era como padrino de
!os que alli morian. y tomabt una soga, la cual salia por el ojo
de la muela, y atabale por la cinta con ella. Lue~o le daba
su espada de palo, la cual fn !u~ar de navajas, tenia plumas
(le aves pegadas por el corte, y dàbate cuatro garrotes de pi-
no con que se defendiese y con que tirase a sus contrarios. Kt
dueno del cautivo, dejàndote de ésta manera ya dicha sobre ta
piedra, ibase en su lugar y desde alli miraba !o que pasaba co~
su cautivo, estando bailando. Luego los que estaban apareja-
dos para la pelea comenzaban a petear con el cautivo de uno en
uno. At~nos cautivos que eran valientes cansaball a los cua-
tro peleando, y no le podian rendir. Luego venta otro quin-
<u. que era izquierdo, el cuat usaba de la mano izquierda pcr
(lerecha: éste le rendia y quitaba las artnas, y daba con él en
tierra; luego venfa el que se ttamaba looallna, y le abria los
pechos, y le sacaba el corazôn.
Algunos de los cautivos, viéndose sobre la piedra atados,
luego desmayaban y perdian et àn!mo. y como desmayados y
desanimados tomaban las armas, mas tuego se dejaban vencer
y tos sacaban !os corazones sot)rc la piedra. Algunos cautivos
habia que luego se anMrteoan. como se veian sobre la piedra
atados cchàhanse rn el sueto. sin tomar arma nin~ma. descan-
(!o que tue~o les matasen, y asi les tomatta ecttàndotos de cs-
paidas sobre la orilla de la piedra a()ue! ttamado /fM//o<mo«.
abrfante los t~ecitos y sacand" c) roraxon ofrectatc at sol y ccha-
hate en la jicara de mariera. !uc~u "tru sacerdotc tomatta
un canuto de cana ttueca. en el a~ujero le
y metiato por donde
habian sacado el corazon, y tinendota en la sandre, tomàt)a)a
a sacar y ofrecia aquetta sangre al sot; luego vema el dueno
de! cautivo y recibia la sangre del cautivo en una jicara borda-
<ta de plumas toda la orilla; en la misma jicara iba un canmu
tambien aforrado con plumas; it)a luego a andar las estaciones,
visitando todas las estât uas de los dioses por los templos y por

)z6
los a cada una de ellas el canuto tenido con la
co~M~.t: ponia
sangre, como dàndok a gustar la sandre de su cautivo, (y) ha-
ciendo esto iba compuesto con sus plumajes y con todas sus
joyas. Habiendo visitado todas las estatuas det pueblo, y ha-
h!cndo!es dado a ~star la sandre de su cautivo, iba lueg-o al
palacio real a descomponerse, y el cuerpo de su cautivo tieva-
hanle a la casa que llamahan co~«/co, donde habia tenido ta

\t~ua la noche antes, y alli le desollaban; de alli Hevaba c)


cuerpo desollado a su casa y alli le dividia y hacia présente~
de la came a sus superiores, amigos y parientes.
Et senor del cautivo no com!a de la came, porque hacia dc
cuenta que aquella era su misma came, porque desde )a hora
que le cautivo le ten!a por su hi jo, y el cautivo a su sen«r por
padre, y por esta razon no queria corner de aquella rarnt': cm-
pero com{a de la came de los otros cautivos que se ha!)!an nmer-
to. E! pellejo del cautivo era del que !o hab~ cauti\a< y c)
le prestaha a otros para que le vistiesen y an<hniescn por ta-
caiïes con él, como con caheza de !otx): y todos le dat'an at-
~una cosa al que !o !!evaha vstido. y él )o daba tcdo al duc-
no del pellejo, el cuat !o dividia entre aqueHos que io hahian
traido vestido como le pareoa.
Acabado de acuchillar y matar a los cautivos. luego t'x!"s
los que estaban presentes, sacerdotes y principales y los
sen"-
res de los esclaves, contcnza!)an a danzar en su arcito, en rc-
<!edor de la piedra donde hahian a los cauti\cs:
nuterto y )'~
sonores de los cautivos en el areito, danzandc y cantatu! ))c
vaban las cabezas de los cautivos asidas de )«s c.u«'))<'s. f<')
~adas de las manos derechas: !!an!ahan a este areitu ~'<r<u!/(-
<~MtOt/o/xt. Y el padrino de los cautivos, Hamado Ctn//o< /ut('n..
co~!a las sogas con que fucron atados los cautivos en La pic-
dra y !evantàban!as hacia las cuatro partes del nmndo. c"m<'
haciendo reverencia o acatamiento, y haciendo esto andaha
rando y j~imiendo como quien t!ora a los muertos. A este cs-
pectaculo secretamente venian a mirar y a estar présentes aquc-
Ilos con quicn .<~<'«'«~on«t (enia ~ucrra. que cran los de c~a

127
parte de los pucrtos de Huexotzinco, de T!axcata, (le Nonoalco,
(le Cempoala y otra: partes muchas, y los mexicanos disimula-
ban con ellos por que dijesen en sus tierras to que pasaba
tcrca de los cautivo~. Hechas todas aquestas cosas se acababa
la fiesta de los acuchiHados sobre la piedra.
Cuando se hacia esta fiesta. comian todos unas tortillas,
como que hacian de maiz sin cocer, a fas cua-
empanadillas
les !!amaban Mt/~c/'o//f. T<xtos los que ihan a ver este espectâcu-
to hacian mochila de estas tortillas, y connantas alla donde se
hac!a la farsa. E! dia si~uiente todos se aparejaban para un
solemne areito, el cual comenzaban en las casas reales; adere-
xàbanse con todos los adcrezos o divisas, o plumajes ricos que
habia en las casas reales, y Hevaban en tas manos en tu~r <!c
flores todo género de tamales y tortillas; iban aderezados con
ma{z tostado que ttaman Mt~wocA~t, en lugar de sartales y j?mr-
natdas. Llevaban también btedos colorados hechos de pluma
colorada y canas de maiz con sus mazorcas; y pasado el me-
d!od(a. cesaban los ministros de! templo del areito, y venian to-
dos los principales senores y nobles, y ponianse en orden de-
tante las casas reales, todos de très en tres; salia también Mo-
/<*<'cMro!<to en la delantera y ttevaba a la mano derecha al se-
nor de Tezcuco, y a la izquierda al senor de Tlacuba; hac!asc
«n areito so!enin!sinM; duraba rt arcito hasta la tarde a la pucs-
t:t clel so!. Acabando et areito cumenzaban otra manfra dr rlan-
zar enque todos iban trabados de las manos, ihan danxandn
como cutebrcando. En estas danzas entrahan los soldados vic-
jns y tes bisonos y los tirones ( t ) de la .~ucrra. Tambien en
estas danzas en<rat)an las niujercs mat ronas, que querian, y
tas mnjcrcs pubticas; duraba esta manera de danzas, en este
lugar donde habian muerto los cautivos, hasta cerca de la ntc-
dia nochc; dilataban estas fiestas por espacio de veintc dias, has-
ta He~ar en las catendas del otro mes, que se Hamaba /or<
~<.

()).ovieios pn la Ruerra.

t28
CAPITULO XXII.

DE f.AS FIESTAS Y SACMIFÏCIOS QUK H.\( fAX EX EL POSTRERO Df


HKL SEGt'XDO MKS. r.t'E :'F. t)E( Tr.ACAXH'HHt AUXTLI.

En el poatrcro d!a del secundo mes. que se Uamaba tlaca-


.n~f/:t<o/<t. hacian una fiesta que Hamaban ayacac/~t.ro/o, en
c! templo lIamado lopico. En esta fiesta los vecinos de
aquet barrio cstaban cantando sentados y (aman sonajas tod'~
un dia, en el dicho templo, y ofrecian flores en et mismo tem-
pto. Estas flores (lue se ofrecian cran como pritmdas porque
cran las primeras fjUe nadan aque! ano, y nadie osaba o!er flor
mn~una de aquel ano hasta que se ofreciesen, en el templo va
dicho, las primicias de las ftorcs.
!~n esta fiesta hacian unes tama)cs que se llamaban /.?o~c-
/OM<o/t. hechos de bte<tos o cenixos: principalmente hacian
'tn'< tanittos los
del barrio Xamadf) Coo/~oM. y los ofrecian e')
c! mismo c~, deh'ttc de la diosa que ellos !!amaban Coo~tf«f.

por otro nombre C~a//o~/<!t!0~. a la cual estes maestros de ha-


cer flores tenian gran devncit'tn. I~n esta misma fiesta es-
condian enat~una cuc\a )<.s cueros de i"s cautivos que habian
(!eso!)ado en la fiesta pasada, porque ya estaban harto;' de tra-
<rtf's vpsttdns n~rque ya hed!an; xtttunos enfermos de sarna
o de tes njos, hacian promesa de ir a avudar a osconder cstos pc
ilejos, por<juc 'os cscundian con
pr'x'esion y cun mucha solem-
:)idad, ihan cstos enfermas a esta proccsicn p~r sannr de su~
otfcrmedndes, y dicen que at~unus de e))cs sanahan y atrihuian
)" a esta proct ion y dev'K'Inn que tcnian.
Con ~ran(t).. ceremunias se conchna esta
fiesta. y con pran-
')es ccremoniït se !a\ahan los que ttabian traido )os pcHej~
vosttdn' t<ts <f enns de !<~s cautivos y tudos los de su casa, no
se banaban ni !a\ahan las cabezas hasta la conclusion de la
fiesta, casi por espacio de veintc dias: hccho lo dicho !avaban.
banabanse ellos v )')S de su casa; los ()ue habian traido los pc-
Hejos vestidos avabanse alli eu et <«. con a~ua mezclada con

~*h*<An).~

!f)
tiarma o con masa dey de alli it)an a bariarse
tna)x, en e! a~ua
c")nun; y nn se <avat)an etto~, sino )a\àbantos otros, no frc-
':a))d'))os et cuerpo con las m:) nus sino dandotes patmadas con
)a-' manos n~~adas en et cuerpo; decian que asi salia la ~ro-
sura de! pellejo que hab!an traido vestido. También los duenos
de los cautivos, los de su casa –becbo todo esto– se lavaban
y jabonaban las cabexas, de to cual se bab!an abstcnido veinte
dias, haciendo penitcncia por su cautivo difunto.
Despues de todo to dicho el dueno del esclavo que hatna
muerto poma en el patio de su casa un ~!obo redondo, hecho
de petate, con tres pies, y encima del ~!obo ponia todos los pa-
peles con que se habia aderezado el cautivo cuando murio, y
después huscaba un mancebo valiente y componiale con todos
:K)ue)!os papeles; estando compuesto con los papeles dàbate una
rodcla en la una mano, en la otra le ponian un bast6n, y satia
torriendo por esas caltes, como que querfa maltratar a los que
topase, y todos huian de él y todos se alborotaban, y en vién-
clole decian ya viene et /<on/'o< y si alcanzaba alguno to-
matxdc las mantas, y todas cuantas tomaba las Hevaba y las
nrrojaha en
el patio de aquel que le Iiab!a compuesto con los
papeles. Despues de esto el dueno del cautivo que habia muer-
to pon!a en el medio del patio de su casa un madero corno co-
lumna, en el cual todos conooan que hahia cautivado en la Rue-
rra aquello era en blason de su vatent!a, Despues de esto to-
maba el hueso del musto del carne ya habia
cautivo, cuva
co-
)nido, y componianle con papeles y con una so~a le cot~aba de
aquel madero que bab!a hincado en el patio; y para el dia que
le co)~aba convidaha a sus parientcs y ami~os, y a los de su
barrio, y en presencia de ellos le cot~at)a y les daba de corner
bcbcr aquct dia. Hacia ciertas ceremonias con el ~!</cr<' que
daba a t~cbcr, y todos este dia cantaban los cantares de su casa;
todas estas cosas pasaban dentro de veinte d)as ~~asta tte~ar
«cy /fr//t.

J3o
CAPITULO XXIII.

t)E LA FÏESTA Y CEREMOXTAS QUE HACtAN EN LAS CALENDAS


DEL CUARTO MES QUK SE LLAMABA UEY TOZOZTLI.

At cuarto mes ttamaban M<*v /<~f~t. Hn este mes ha-


oan ficsta al dios de las mieses ilamado C~t/t~ y a la dio~a
de los mantenimientos ttamada C7«fOM~cM/ Antes que cele-
hrasen esta fiesta ayunaban cuatro dias, y en estos dias p<
nian espadanas jnnt« a las tmâ~enes de los dioses, muy b!an-
cas v nun' cortadas, ensan~rentada la de abajo donde tie-
parte
nen la btancnra. con sangre de las orejas o de las piernas. Es-
te servicio hacian los mancebos y muchachos en las casas de
los principales mercaderes y ricos; pon!an también unos ramos
que se itaman hacian también delante de las diosas o
oc.r<!yo~;
de sus altares unos lechos de heno, y las orittas de ellos, en-

tretejianlas como orittas de petate, !o demâs del heno estaha


todo revnettf). echado a mano; y después de to arriba dicho ha-
cian nmchas maneras de mazamorra, y estando muy caliente y ca-
si hirviendo echàbanto en sus cajetes, en la casa que tlamaban
pochcalli.
A la manana los mancebos y muchachos andaban por tas
rasas donde habian enrantadu los dioses, y pedtan limosna ca-
da uno pftr i, nin~unc andaba junto con ntm: <!aban!os aqtic-
[!a maxamorra para que conncsen y los mancebos de los <tf('

que tiamaban //o~<7j/<on Hc\àbanta al f <7~nr('of y aUà la c<


nnan y los mancc!)os de! pucbto ()uc Hamaban /<t« /t. t)c-
\abanta al /<c/«'<< alli la comian.
nespucs (le este iban Kxtos por los tnaixates y por los cam
pos y trafan canas de matz y otras yerbas <)ue Hamab~n ~t<'r'
con estas yerbas c~rramaban al dios de las mieses cuya imagen
cada uno tenia en su casa, y compomanta con papeles y poman
comida detante de esta ima~cn. <nco </<tçtN/n<t~f~ con sus tor-
tillas, y encima de cada r/n~M!7!M< una rana asada, de cierta
)nancra .çuisada. y tatnbicn ponian dctantc de esta ima~cn un

'3'
</N(;ut7nnW de harina de t/<f'f que ettos Itaman ~ntoW; otro f/n-
f/;<)'A: con m tix tostado, revue))' con fri{otes; cortaban un ca-
nuts d- maix verdc y bencbiante de todas a<)uet)as viandas. to-
)n:mdo de cada cosa un po<n)ito. y ponian aquet canuto sobre las

cspa)d::s de !a rana como ()ne le Hcvaba a cuestas; este hac!an


cad:' ono en su casa, por esto Hamahan esta fiesta «~n~oot y
dcspues. a la <ar(!e. Hevaban tfxtas eSt:.s comidas a) <« de la
diosa de !')s mantcnnuicntos !!amada C/nf~«'«!<7// y alli anda-
ban a ta tchatina C(tn cHo. y to comian todo.
En esta fiesta ttevaban tas mazorcas de ma!x clue teman ffnar-
dadas para semiUa. al < de C/n'«~cc<!< y de Cut/<?c/ para
que alli se hiciesen
ttenditas; Hevahan las mazorcas unas nmcha-
ct'as v!r~enes a cuestas, emuehas en mantas, no mas de sicte
mazorcas cada una; echaban sobre las niazorcas ~otas de aceite
de t<t. y en\o!\ !antas en papeles. Las doncct!as nevaban todos
los hraxosemp!umados con pluma colorada, y tambien las pier-
nas; pomanlas en la cara pex derretida que ellos !!aman c/M~o-
/'o~. ~alpicada cnn mar~aK'ta. Cuando ihan por et camino iban
con ellas mncha pente, rodeada de ellas, y todas las iban mirando
sin apartar los ojos de eiïas, y nadie osaba habtartas, y si por
ventura a)~un ntanrebo travieso las decia at~una palabra de re-
quiebrf, respondta at~una de las viejas ~ue iban con ettas "y
tu, ~cobardc, !)ab)as bisono? ~tu habip.s de haHar? Piensa en
c6mo ha~as
al~una itaxana para que te quiten la vedija de los
cabc)!os que traes en el coyote, en sénat de cobardc y de nombre
para poco, cobardc, bisono: no habias tu de ttabtar atnn, tan mu-
jcr ères como yo: nunca bas sa!i< detras ci fue~o!" De esta
mancra CAtimuiaban a los mancebos para que procnrascn de s"r r
csforzados para tas cosas de la ~ucrra; y a~uno de los manrc-
t'f~s que tomaba por si esta rcprchcnsiôn, respondta diciendo:
"Mny bien esta dicho senora; yo to reciho en merced, yo haré
)o que ni. manda e ri donde ha~a at~una cosa por donde me
ten~n por hombre. tendre cuidado, querria mas dos cacaos
que a \"s y a vucstro )inaje, p<~neos de !odo en la barrira, ras-
caos la barrira y poneos la una piema sobre la o.fa, y echaos

~2
a rodar por ese polvo; alli estâ una piedra àspera, daos con ella
en la cara y en tas narices para que os satga sangre, y si mas
quisiéredes, agujeraos la garganta con un tizon para que escu-
pâis por alli Ruegoos que caHéis y os pongâis en vuestra paz".
Aunque de esta mancra respondian a la mujer que !o rcprcndia,
era por mostrar ânimo, que bien quedaban lastimados los man-
cebos de las palabras de la mujer que habia reprendido, y des-
pués dec!an entre s! "ofrézcoh al diablo, la bellacona, y cômo
nos ha reprendido tan de agudo, que nos ha lastimado el corazon
con sus palabras! Amigos, menester es que vayamos a hacer al-
guna cosa con que nos tengan en algo".
Después que habian !!evado al cu las mazorcas de maiz vol-
vianlas a sus casas, echâbanlas en el hondôn de la troje, decian
que cra el corazôn de la troje, y en el tiempo de! sembrar, sacà-
han las para sembrar; el maiz de ct!as servia de semilla. Esta
fiesta hacian a honra de la diosa llamada C/ttCOM!rf<!o/ la cual
imaginaban como mujer y decian que ella era la que daba los
mantenimientos del cuerpo, para conservar la vida humana, por-
que cualquiera que le faltan los mantenimientos se desmaya y
muere. Decian que ella hacia todos los géneros de maiz, y todos
los gineros de frijoles y cualesquiera otras tegumbrcs para co-
mer y también todas las maneras de chia, y por esto la hacian
fiesta con ofrendas de comida y con cantares y con bailes, y con
sandre de codomices; todos los omamentos con que la adcrexa-
ban cran t~ermcjos y curiosos y labrados; en las manos la ponian
canas de ma!z. De esta manera acabahan ta fiesta de esta diosa.
y cnmenxaban con danzas la fiesta que se si~ue.

tjj
CAPÏTULO XXIV

DE LA FIESTA QUE SE HAC~A E:< LAS CALENDAS DEL QUINTO MES

QUE SE LLAMABA TÔXCATL.

AI quinto mes Hamaban <<c< En este mes hacian fiesta


y pascua a honra del principal dios, Hamado 7'c~fo~t~oco, por
otro nombre 7't~ocdMOM, y por otro ydo/ y por otro T'~of/t-
//t, y por otro yYcMto/.?<M«t/
En esta fiesta mataban un mancebo, muy acabado en dispo-
siciôn, el cual habian criado por espacio de un ano en deleites,

(pues) decian que era la imagen de T~co~oco. En matando


al mancebo que estaba de un ano criado, luego ponian otro en
su lugar para criarle por espacio de un ano, y de estos tenian
muchos guardados para que luego sucediese otro a! que habia
muerto. Escogianlos entre todos los cautivos, los mas gentiles
hombres, y tenianlos guardados los co/r~KM; ponian gran di-
ligencia en que fuesen los mas habiles y mas bien dispuestos
que se pudiesen haber, y sin tacha ninguna corporal. AI man-
cebo que se criaba para matarle en esta fiesta ensenabanle con
gran diligencia que supiese bien tancr una flauta, y para que
supiese tomar y traer las canas de humo y las flores, segùtt
que se acostumbra entre !os scnorcs y palacianos; y ensenàbanic
a ir chupando el humo, y oliendo las flores, yendo andando,
como se acostumbra entre los senores y en palacio.
Estos mancebos, estando aun en et poder de los fa/~t.v~MM
y antes que se publicasen por diputados para morir, tenian gran
cuidado los mismos fo/~t.t'~M~ de elisefiarles toda huena crianza,
en hablar y en satudar a los que topaban por !a calle y en todas
las otras cosas de buenas costumbres, porque cuando ya cran se-
natados para morir en la fiesta de este dios, por espacio de
aquel ano en que se sabia de su muerte. todos los que le veian
le tenian en gran reverencia y le hacian grande acatamiento. y le
adoraL~n besando la tierra y si por el buen tratamiento que
le hacian en~ordaba, dabante a heher agua mezclada con sal,
para qu<* se parase cencenf).

134
Luego que este mancebo era diputado para morir en la {tes-
ta de este dios, comenzaba a andar tanendo su flauta pur las
calles, con sus flores y su cana de humo tenia libertad de noche
y de dia de andar por todo el pueblo, y andaban con él, acom-
paiiandole siempre, ocho pajes ataviados a manera del palacio.
En siendo pub!!cado este mancebo para ser sacrificado en la
pascua, tue~o el senor le ataviaba, con atavios curiosos y preciosos
porque ya le tenia como en tugar de dios, y entintàbante todo e!
cuerpo y la cara; emptumâbante ta cabeza con plumas hlancas
de ~ttina, pegadas con resina; crLba los cabellos hasta la cinta;
después de haberle ataviado de ricos atavios, ponianle una guir-
nalda de flores que llaman t~!n.rf!c/!t~, y un sartal !arKo de las
mismas colgado desde el nombre al sobaco, de ambas partes;
ponfantc en las orejas un ornamento como zarcillos de oro; (y)
ponianle al cuello un sartal de piedras preciosas: colgàban!e un
joyct de una piedra preciosa btanca, que cot~aba hasta el pecho;
ponianle un barbote largo hecho de caracol marisco; llevaba a
las espaldas un omamento como botsa de un palmo en cuadro,
de ticnzo blanco, con sus borlas y flocadura, ponianle tambicn
en los brazos, encima de los codos. en tos morcillos de los brazos
unas ajorcas. de oro, en ambos braxos pomantc tambien en las
munecas unos sartales de piedras preciosas que ellos ttaman
nt0ft<f.r~ que te cubrian casi todas las munecas basta el c<xto:
cubnante con una manta rica, hecha a manera de rett. con una
ftocadura muy curiosa por las orittas; poniante también cenida
una pieza de ticnxo muy curiosa que ellos usaban para cubrir las
partes bajas, que ttamaban !na.r~/a// y las extremidades de este
!na.r//o~ eran muy lahradas en tanta anchura como un patmo. de
~<xto el ancho det tienxo; cot~ahan estas extremidades por h par-
te dctantera casi hasta la roditta. Pomanle también unos ca'ca-
bc!es de oro en tas piernas, que it)a sonando por dondequiera <)ue
iba; pt~niante unas cotaras muy pintadas. muy curittsns. que h<
)tamat)an <)f<Muo«!<r. De e~ta manera ata\ia!)an (a~ este man-
cetx) que habian de matar en esta fiesta.
Estos eran los atav'os dct prindpio (tel ano: vcmtc 'h:~ âmes

'35
de ttegar a esta fiesta mudahante las vestiduras con que hasta
alli habia hecho pcnitcncia y ta/àbante la tintura que hasta aslli
sotta traer este niancebo; y caKtban!e con cuatro doncellas, con
tas ouates tcnia conversacion aquettos veinte d!as que rcstaban
<ic su vida, y cortàbantc los catxttos a ta mancra que los usaban
tus capitancs; atabante los cat~ett'~s como una borla sobre la coro-
na de la cabcxa, con una franja curiosa atabanle (de) aquella ata-
<!ura de los cabeUos dos bortas con
sus botones, hcchas de pluma
y nro y /of/t<t< muy curiosas, que ellos Ilamaban azta.relli.
Las cuatro doncellas que le daban por sus mujeres también
eran criadas en mucho regalo. Para aquel efecto, pon!an!as !os
nombres de cuatro diosas: a la una llamaban ~ocA~M~/r< a la
otra, Yt~M~M; y la tercera, ~</o~KOM; y a la cuarta !7<.r~oc~-
A!<a/ Cinco dias antes de Hegar a la fiesta donde habian de
sacrificir a este mancebo, honràban!e como a dios. El senor se
quedaha solo en y todos
su casa los de la corte le se!?u!an, y se
hacian solemnes banquetes y areitos con muy ricos atavios. El
primer d!a le hac!an fiesta en et barrio que ttaman 7'<'c<ÏMMan;
el segttndo, en et barrio donde se guardaba la estatua de 7~<'o-
//<oc< et tercero, en et montecillo que se llama Tc~c<rtMco, que
esta en la ~a~una, ilquioa, ornlalpin, o?!~a~t<YO, «ne oM~o~to, ito-
/t (i~ el narto, en otro montecillo que esta también en la taguna,
(jue se !tama Tf/u~c~. Acabada esta cuarta fiesta, ponianlo en
una canoa en que el senor sotia andar, cubierta con su totdo. y
con él a sus mujeres que le iban consolando; y partiendo de Tc-
pepulco navegaban hacia una parte que se llama 77o~t<~ooayoM,
')ue es cerca del camino de Iztapatapan, que va hacia Chalco, don-
(le esta un montecillo que se llama .~f<M~«7/'a«, o Caoaltepec; en
este lugar le dejaban sus mujeres y toda la otra gente, y se vol-
!an para la ciudad solamente le acompanat~an a<tuet!os ocho pa-
jfs ()ue habian andado con et todo el ano. Ltcvabanto tuego a
un rt< pequeno y mat alinado que estaba a orilla det camino y fue-

t .l'la, Jlala"ra~. (lise estÍu¡ en la copia de Pane~ v en la %-ersi6n de


"inl(sboroll~h. 110 figtiran en el Ctniice 1-lorentino. seaim la copia de don
Pratx'i'ico de) Pasn y Troncono.

~6
ra en despoblado, distante de la ciudad una tcgua o casi; ttegado
a las gradas del cu, él mismo se sub!a por las gradas arriba, y en
la primera grada hacia pedazos una de las flautas con que tania
en el tiempo de su prosperidad, y en la scanda grada hacia pe-
daxos otray en la tercera otra, y asi las acahaba todas, subiendo
por las gradas; Itegando arriba, a !o mas alto det CM. estaban apa-
rejados los sàtrapas que le habian de matar, y tomabanle y echa-
banle sobre el tajon de piedra, y teniéndole por los pies y por las
manos y por la cabeza, echado de espaldas sobre el tajôn, el que
tenia el cuchillo de piedra, metiaselo por tos pechos con un gran
golpe, y tomândote a sacar, metia la mano por la cortadura que
habia hecho el cuchillo y arrancâbate el corazôn y ofrecfate lue-
go al sol. De esta manera mataban a todos los que sacrifica-
ban a éste no le echaban por las gradas abajo, como a los otros,
sino tomabante cuatro y bajâbante luego al patio, y alli le cor-
taban la cabeza y la espetaban en un palo que Ilamaban ~OM-
pantli. De esta manera acababa su vida este que habia sido re-
galado y honrado por espacio de un ano. Decian que esto signi-
ficaba que los que tienen rlquexas y deleites en su vida, al cabo
de etta han de venir en pobreza y dolor.
En esta misma fiesta hacian de masa que se ttama ~oo~/t la
imagen de ~Mt~o~oc/t~t, tan alta como un hombre hasta la
cinta; en el c« que Ilamaban ~/t<no/tt«tc hacian para ponerla
un tabtado (y) los maderos de él eran labrados como culebras y
tenian las cabcxas a todas cuatro partes del tablado, contrapues-
tas las unas a las otras, de manera que a todas cuatro partes
habia colas y cabezas. A la imagen que hacian ponianta por
t)ezos unos palos que MN~M< y luego la henctuan toda de aquella
masa, hasta hacer un bulto de un hombre; hacian esto en la
casa donde siempre se guardaba la imagen de ~7<«/~7<~oc/<~<.
Acabada de hacer, componianla luego con tottos los atavios de
~Mt~o~oc/t~t: ponianle una jaqueta de tela labrada de bczos
de hombres cubriante con una manta de ~f~M~n ( t ) de tela muy

<<) \<'crca (le f'.ta palahra tomamos <)c richardo (Oh. cit., paff. t48)
la re(crencia ..il{uil'l1le: "O"il'clo <lice que lo~ Inclio~ de la provincia de Cue-

'37
rala ponianlc en !a cabcza ma corona a mancra de cscritio que
venin justa a la cabeza y en !o alto ibase ensancbando, labrada
de phuna; sobre papel, (te! mcdio de ella satia un màstit también
)abrado de pluma, y en tu alto del masti! cstaba in~crtdo un cn-
rhillo de pedernal, a manera de hierro de tanzon, cnsan~rentado
basta el medio; cubr!an)e otra manta, ricamente labrada de ptu-
ma rica; tenia esta manta en et medio una plancha de oro redon-
da, hecha de martillo; abajo ponian unos bezos hechos de ~o<
cerca de los pies de la imagen, y cubriatos la misma manta
que tenia cubierta en la cual estaban labrados los bezos y miem-
bros de una persona clespedazacla; a esta manta, labrada de esta
manera, Ilamaban //aft<oc«o//o. Otro ornamento hacian para
honra de este dios, que era un pape!6n que tenta veinte brazas
de largo y una de ancho, y un dedo de ~rueso; este papetôn
!n ttevaban muchos mancebos recios delante de la imagen, asi-
dos de una y de otra del papeton,
parte todos delante la imagen;
y porque el
pape!6n no se quebrase llevabanle entablado con
unas saetas que e!tos llamaban /ft<w< )as cuales tenian plumas
en tres partes, cabe el casqu)!to y en el medio y at cabo, e ihan
estas saetas una debajo y otra encima de! papel; nevàbanlas dos.
uno de una parte y otro de otra, !tcvando!as asidas ambas jun-
tas con las manos, y ellas apretaban e! pape!6n, una por encima
y otra por debajo.
Acabada de componer esta iinalyen de la manera ya dicha
a!canxaban c! tahtado sobre que puesta muchos capitanes
v hombres de ~terra, y, unos de una parte y otros de otra, iban-
la t!e\ando como en andas, y delante de ella iba el papeton, y
todos los que le Hevahan iban todos eti proces~on; !bait cantando
sus cantares de! nusmo dios. y baitando delante de c) con grande

ha. en c) Ismn de !'anama. nomhraban /t<')t<t«')'t a )a planta (te <)nc haoat)


hi)f~. <tf: Y de af)ui lia \cni<)o la palabra //<*t)t<;t«'M.comn a)n"nos c:crih€n.
o Jeniqtcen, como se prollllllcia generaliiierite. Ntagtie)- o 0~faj(üt:)' cra la
palabra pr:>pÍa de estas Islas. como Rcnrralmcntc hoi sc usa con rclacÍl',n a
la esix-cie de SII sticlo, apliçàndorc la de Il'Iliqlll'lI a los hilos, SOl(3S, te ji-
Hos. etc., que vienen de) tcrritorio Mejicanu y a a es)tccic intrwtucifta <te
Yucat:cn hacc pocos aÍ1os",

'38
arcito; at cu (tonde la habian de subir, ttevaban con
y ttcgando
unas cuerdas atado el tabtado por las cuatro esquinas y asian
de las cuerdas para subirle, de manera que fuese muy Itano, que
a ninguna parte se acostase la imagen; y los <)ue llevaban et

papeton subian delante, y los que ttegat)an primero a to alto


comenzaban a coger el papet enrottàndote; asi como iban su-
hicndo iban enrollando con gran tiento, para que no se quebrase
ni rompiese; y las saetas ibantas sacando y dàbantas a ({uien to-
das y juntas tas tuviese, hechas un !taz. I~n Hc~ando arriba la
imagen, pon!an!a en su lugar o silla dondc habia de estar, y el
papelôn que ya estaba enrollado atâbanle muy bien porque no se
tomase a desenrollar, y poniansele delante de! tabladillo en que
estaba la imagen. Después de haber asentado el tabladillo sobre
que estaba la imagen en !o alto del cu-y puesto el papetun enro-
lIado junto al tabtadiUo–descendian todos los que le habian su
t)ido y solamente quedaban attà los que habian de guardar, que
eran tos sàtrapas de los idolos; cuando !o acababan de subir \<
cra a puestas del sol, y luego entonces hacian ofrendas a la ima-
gen de tamales y otras comidas.
Otro dia, en amaneciendo.. cada uno en su casa hacia ofre~
da de comida a la imagen del mismo //M<7~~of/t, que ténia
en su casa, y todos ofrecian sangre de codornices delante de la
imagen que habian puesto en el CM. Primero comenzaba et st-
fior arrancaba la cabeza a cuatro codornices, ofreciéndolas a)
«toto recien puesto, y luego ofrecian tos sàtrapas y despues tod"
el pueblo, y en arrancando la cabeza a la codorniz, arrojàbania
delante dct idolo; alli andaba re\ota!tdo hasta que se moria.
y los cscuderos y honi!)res de guerra del &cnor cug<an !as c~m-
nices después de muertas y hacianias pelar y asar y salar,
(tivid!ant:ts entre si, parte de ellas al senor y parte a los prin-
cipales y parte a tos satrapas, y parte a tos escuderos. Todos !!c-
vat)an ttraseros, y en el «< encendian lumbre y hacian brasa
Hevaban también f«/'<t y sus inccnsanus de barro como cazos.
agujcrados y muy tabrados, que ellos ttamaban tlcmaitl; tteva-
t~an también copat de tottas tas maneras, e iban precediendo en las

'39
ceremonias del servicio
aquel de
dios. Los satrapas, ttc~ando
a cierto punto, tomaban todos brasas en sus incensarios y echa-
ban alli c! copal o incienso e inc<'nsahan ttacia la imagen de ~<«<-
~o<<<. que poco antes habian pucsto en el <'«; no solamen-
te en este !u}?ar se hac!a fiesta o cercmonia, pero también en
todas las casas (!e los duenos de ellas incensaban a todas las
estatuas (le los dioses que en sus casas tenian; acaba(to de in-
censar, echaban las brasas
en un hogar redondo, dos palmos o
casi alto, de tierra, que estaba en medio del patio, al cual tta-
maban tlexictli.
En esta fiesta todas las doncellas se afeitaban tas caras y
componian con pluma colorada los brazos y tas piernas, y t!e-
vaban todas unos papeles puestos en unas canas ttendidas, que
llamaban ~~M~, el papel era pintado con tinta; otras, que
cran hijas de senores o de personas ricas, no Hcvaban papel sinn
unas mantas detgadas que ttamaban fOM~~tf; tambien tas ntan-
tas iban pintadas de ne~ro a manera de trottas, de alto a hajo.
Llevando en las manos estas canas. con sus papetes o mantas at-
tas, andaban la proces!ôn con la otra gente, a honra de este
dios, y también bailaban estas doncellas con sus canas y pape-
les asidos con ambas manos, en derredor det fo~on, sobre el
cual estaban dos escuderos, tenidas las caras con tinta, que tra-
ian a cuestas unas como jaulas hechas de tea, en las orillas de tas
cuales iban hincadas unas t)anderitas
pape): dey ttevaban-
las a cuestas, no asidas de la frentc como las carias de los hom-
bres, sino atadas de tos pechos como soeien iievar ias carias
las mujeres; éstos, atrededor del fogôn, en to alto, ~uiahan la
danza de las mujeres, bailando al modo que ellas t)ai!an.
También los sàtrapas del templo bailahan con las mujeres; ettos
y ellas bailando sattaban, y !)amahan a este hailc /)«!</««7<f-
~00, que quicre decir sattar o baitar de la fiesta de /f:.t<a/
Llevaban los sàtrapas unas rodajas de papel en tas froues.
fruncidas a manera de rosas de papel. Todos los sàtrapas tte\a-
ban emplumadas las cabezas con pluma blanca de gallina, y tte-
vaban los labios y parte de los rostros enmetados, de mancra

1~0
que relucia la miel sobre la tintura de la cara, la cuat aiempre
traian tenida de negro. los sâtrapas Hevaban unos panos meno-
res que ellos usaban. de papet, que ttamaban o~~t~o.r~t, y lleva-
ban en las manos unos cetros de palma, en la punta de It)s cua!e'<
!ba una flor de pluma negra y en to bajo una txjrta. tambien de
pluma ne~ra. por remate del cetro. A este cetro ttamaban ftN-
//<K'MC/<<, por raxon de la ttoria que Hevaba abajo en el remate
i<a parte por dondc Hcvaban as!dos estos cetros iba envuetta con
un papel pintado de listas o rayas negras, y cuando éstos ihan
ttanzando Hc~tKm al sue!o con el cetro, comf sustcntândnsc e~~
c!, se~ûn los pasos que iban dando y los que hacian el son para
bailar estaban dentro de una casa que namaban <o/~«/t~. de ma-
nera que no se veian los unos a los otros. ni tes que ha!tahan a
los que tan!an ni los que tan!an a los que hailaban. Es!os que
taman estahan todos sentados; en medio de ellos cstaba el ataha!.
t<x!os tan!an sonajas y otros instrumentos que ellos usan en !os
arcitos. Toda la gente del palacio y la Rente de j~uerra, viejos
y mozos, danzaban en otras partes del pat~n, trahados de las ma-
nns v cutebrcando. a manera de las danzas que los poputare~
hombres y mujeres hacen en Castilla la Vieja. Entre éstos tam-
hién danzaban las mujeres doncellas, afeitadas y emptumada-
'te pluma colorada todos los brazos y todas las piernas, y Heva-
han en !a cahexa puestos unos capillejos compuestos en hi~ar de
flores con ma!z tostado, que ellos !)aman tn~Mt~f/t. que rad:'
~rano es conift una flor hlanquisima. Estos cap!!tcjns cran a );t
manera que )~s capillejos de flores que usan las moxas en Can)
p<is. por mayo: Hevahan tambtén unos sarta!es de ox'.nx' co!
~a<)'~s dcsftc et itombro basta el sn!)aco. de ambns partes. A esta
tuancra de danxar ))aman//<tttOM< que quierc dccir ahraxad".
</t/ntOM<7 in //<<7~<t, abrazan a ~/f<tY?<<t. Todo cst<~
se hacia con gran recato y honestidad; y si at~uno bahtaha o mi-
raba desboncstamentc )uett" le castt~aban. pnrfjue habia persn-
nas puestas r)t)c ~ctattan sobre csto. listes battes v ttanyas (!ura-
ban hasta la nncbc.
Cuando pur espacio de un anu rc~ataban al manccbt) que al

'4ï
principio se dijo era imagtn de 7<~c<iMOM, y le mataban en
el principio de esta fiesta, juntamente criaban otro que Hama-
ban /.< /t'o<-o~ y por otro nomore r/<!ca«~<!n, y por otro V'ctcdx/t-
/.?:'«. y andaban ambos juntos, aunque a éste no le adoraban como
a! otro ni le tenian en tanto. Acabadas todas las fiestas va di-
chas, y regocijos y cercmoniaSt al cabo mataban a este 77<K'aM~-
ya~, e! cual eraimagen de ~/«t~t7o~oc/t~t: para haberle de ma-
tar componianle con unes papeles todos pintados con unas rueda'.
negras, y ponianle una mitra en la cabeza, hecha de plumas de
a~n!a, con muchos penachos en la punta, y en medio de los pc-
nachos Uevaba un cuchillo
de pedernal enhiesto y tenido la n~tad
con sandre. Iba adomadoeste pedernai con plumas coloradas
)te\aba en las espaldas un omamento de un pa!mo en cuadru
hecho de tela rala, el cual ttamaban yc«cc/t<M, atado con unas
cuerdas de at~odon a !os pechos, y encima del YCM~cAtM ttevaha
una tate~utta (a la cuat) namâbante t<~a/o.t't~<; !!evaba tambicn
en uno de !os brazos otro ornamento de pellejo de bestia fiera, a
manera de inanipulo, que se usa en la misa; a éste Uamaban
Wta/aco.t'. Hevaba tamhicn unos cascabetes de oro atados a tas
piernas, como los llevan los que bai tan. Este, asi adornado, dan-
xaba con los otros en esta fiesta (y) en tas danzas plebeyas iba
delante, ~uiando; éste, él mismo y de su voluntad y à la hora
que quer!a, se ponia en las manos de los fjuc le habian de matar;
.u)ue!)os satrapas que te tenian para cuando !c mataban, los lla-
unban //<7//cc<t o<to//u< en las manos de éstos le cortaban lus pc-
( tx~s y le sacaban et coraxon. y después !c cortaban la caheza, y
la espctaban en el palo <)ue !)an)ahan /~f~on//< cabc la det otro
mamcbu de ()uc di)imf)s ai principio. Este mismo (lia lus satra-
pas de! <cn)p!o daban unas cuctuHadiHas con navaja de piedra a
tos ninos en el pecbo,
y ninas, y en e) cstoma~o, y en !os mor-
dnf~s <!e los brazos y en las munecas; estas senales parece que
cran como bierro del demonio, con que herraba a sus ovejas, y
los que ahora toda\)a ~~acen estas sena!es no carecen de màcuta
de ido)atr!a, si despues (tel bautismo la recibieron. Cada ano en
esta fiesta senataban a tus ninos y ninas con estas scna)es.

142
CAPITULO XXV

t)t: LA FIESTA Y ~ACRtFÏCÏOS QUE HAcfAX E\ LAS CALE\t)AS


DEL SEXTO r<S QUE SE LLAMABA EïXALQUALtZTL!

\t sexto mes iamaban


<a~t<a/t~ t'~n este mes hacian
fiesta a honra de ios dioses
del a~ua, « de la ptuvia. que Hama-
ban T'/o~o~Mf. Ant<'s de tte~ar a esta fiesta lus satrapes de to-
idolos ayunaban cuatro d!as, y antes de comenzar el ayuno it~an
por juncias a una fnente que esta cahe et pueblo que ttaman C t-
//o//<ff, porque alli se tiaccn muy grandes y muy ~ruesas jun-
cias, tas cuales Uarnan <t~/o~t7/m o /<)/~tt~n7/t, son muy tardas y
todo t') que esta d<;ntro del a~ua es muy btanc«. Arrancabanta~
en una fuente que se llama 7'<'M«/co, o 7'<<v:c, u 0~<0t. des-

pnes que las habian arrancado liacianlas haces, y envot\antas en


sus mantas para !)c\ar a cuestas, y atàbantas con sus Mtff~o/~
con que las habian de Hevar; luego se parttan para dondc
habian (le ir; Hevà vantas enhiestas v no atravesadas. I~ns mini~-
:ros de los idolos, cuando iban por estas juncias y cuando \ot-
)an con ellas, tenian por costumhre de rohar a cuantos topaban
por el camino; y c:jmo todos sat)!an esto, cuando iban y cuand"
\ot\an nadie parec!a por los caminos, nadie osaba caminar: v
~i con at~uio topa )an tuc~o le tomahan cuanto ttevaba. aunqut.
fucsc c! trit)ttto de senor, y si et ()ue topaban se defendta. tr.t-
<At)ante muy mal < c ~otpes y de coces y de arrastrarte por cl
sueto, y por nin~u~a cosa de estas penaban a estes ministre-
de los !dotos por tenertos en mucha cstimacton y rcvercncia. pot
~cr ministros de )o< idoios. i'~n iicKando con L~ jm~ia~ n
donde cran
menestc', tueRo las costan y comp~)nian. contrapuc>-
)as y entrepuesto to !)!anco a te verdc. a manera de mantas pin
tadas hadan también de estas juncias sentaderes sin pspatdarcs
y otros con cspatdarcs. Para ttacer estas mantas de juncias com
pt~mantas en el suete primero, y tue~e cesiantas cerne cstaban
compuestas, con cuerdas ttechas de raices de ma~uey.
ÏJc~ando et aym o que ttamat)an ~r//<t/()t d~o~o/t~y/t. te<!o.

i43
los sàtrapas y ministros de los idolos se recogian dentro de la
casa que !!amaban Co/M~'fOf, en sus retraimientos; recog!anse en
este lugar los que ttamaban /'ow<!<*d~~< «Ma<;M< que quiere decir
sàtrapas que ya habfan hecho hazanas en la guerra, que habian
cautivado tres o cuatro. Estes, aunque no resiclian continua-
mente en el ft<, en algunos tiempos senatados acudian a sus ofi-
cios al cu recogianse también otros que ttamaban //on<of<c<t-
yo~M~, que quiere decir sàtrapas que ya han cautivado uno en la
jE~uerra; tampoco estos resid!an siempre en tos oficios de los
<t!fy, mas acudian los tiempos senalados a sus oficios; recogian-
se también otros que ttamaban ~owafO~MC ct«<'<nnM«', que quie-
re decir los sàtrapas cantores. Estos siempre residian en los CMM
pcrque aun ninguna hazana habian hecho en la guerra. Dcs-
pués de éstos se recogian todos tos otros ministros de los !dotos.
que eran menores, que ttamabe ~oMtOfo~~ctcd/tMOM, que quiere
decir ministros menorcs. También se recogian otros muchaetw?,
ronio sacristanejos, a los cuales Ilamaban </atM<!cu-~<OM, que
quiere <!ecir ministros pequenuetos. Después de esto tendian al-
rededo. de los t~gares aquellas mantas de juncias que habian
hecho, a las cuales !)amabano~/o~!7~a/que quiere decir pcta-
tes jaspeados de juncias blancas y verdes.
Después de haber tendido estos petates o esteras, tuef;o se
nderexahan los sàtrapas de los idolos para hacer sus oficios.
Vcstiansc una jaqueta 'juc ellos ttamahan .ttr~W. de tela pintada,
y poniansc en la tnano. en et braxn ixquicrdo, un maniputo a la
manera de los que usan tos saccrdotcs de la I~tesia, que ett~s
Haman tno/o<'o.r//t. luego tnmahan en la mano ixfjuicrda una ta-
K'~n eut) v i«to<<!««) ot !.t t!taii« <!crcc!.a c! :nccnsa::o
cup. q::c

cttns ttaman ~<'W!<!< que es hecho de harro cocido a manera


<!c cazo o sarteneja; )ue);o, asi aderexados, satiansc a! patio de)
cu, y pucstos en medio del patio tomaban brasas en sus inccnsa-
rios y echaban sobre elhs copal e incensaltan hacia las cuatro par-
tes de! mjndo, oriente, septentrion, occidcnte y n~diodta; !)a-
hiendo incensado, vaciaban las brasas en los braseros altos, que
siempre ardian de nochc en et patio, y cran tan altos como un es-

'44
tado o poco menos y tan
~ruesos que dos hombres apenas los po-
dian abra7ar. El sàtrapa que habia ofrecido el incienso, acahado
su oficio entrâbase en et Co/wcfOf, que era como sacristia, y alli
ponia sus ornamentos. Luct{o comen~aban tos Mttrapas a ofrecer
Jetante del hogar una~ bf)!it!as de mssa, rada M ofrecia cuatro;
poniantas todas sobre los ))ctate<! de tut~'a*~ y ponianlas con
~ran tiento paraque no se rodasen ni meneat-en, y si se rodaba
at~una de aquellas hohs los otros acusàbante de ~ue!!a cu!
porque habia de ser castigado por ella, y asi estaban con ~ra'tdc
atencion mirando a cada uno como ponia su ofrenda, para acu-
sarte; a estas bolitas llamaban M<'M<~o~o//<; y otros ofrecian cua-
tro tomates o cuatro chiles verdes. Miraban también mucht~ x
los que ofrecian, si traian atguna cosa de suciedad en sus n~
tas, como atgûn hilo o paja, o cabello o pluma, o pelos, y al tad
luego le acusaban y habia de ser castigado por ello; mirabase
también mucho si at}!uno tropezaha o caia, porque luego acusa-
)<an at tal, porque habia por ello de ser castigado. En estos
cnatro dias de su ayuno, juntamente con cuatro noches, todos
andaban con mucho tiento por no caer en la pena del castigo..
Acabado de ofrecer cada dia, venian unos viejos que !tama-
!)an gfo~«<M'M<7~M, los cuales traian las caras tenidas de negro,

trasquitados, satvo en la corona de la cabeza que tenia los ca-


ttettos tarons at rêvés de los ctérigos Estos cogian la ofrenda y
dividianta entre s! todos estos cuatro dias. Esta era la costum-
hrp dp todot los satrapas. y de todos los f«< que cuando ayu-
nahan cuatro dias antes de ta média nochc una hora despertaban
y tanian cornetas y caracoles y otros instrumentos. como tanen-
~!c a '"a't'ncs. Fn hnh!<*ndn tanido a maitines. tue<?o to<ios se
tevantatMn. y desnudos. sin ninguna cot)ertura. iban a donde es-
tat~an tas puntas de maRuey que el dia antes hahian cortado y
traido para aquel efecto, con pedazos del mismo maguey; y en
cortando las puntas de maguey. luego con unas navajitas de pie-
dra se cortaban las orejas. y con la sandre que de ellas salia
ensangretttaban las puntas del maguey que tenian cortadas y tam-
bicn se ensan~rentaban tos rostros. Cada uno ensan~rentaha
S~ttùe t. tu

'45
tantas puntas de ma~tey a cua ~tas atcanxaha su devocion unes
cinco. otros mas y otros menot: hccho t's!o, tuego todos los sà-
t râpas y ministros de los idotos iban a hanarse, por mucho frio
(lue hiciese, y yendo iban tanendo caracoles marinos y unos chi-
flos hechos de barre cocido. Todos ttcvaban a cuestas unas ta-
tef~uittas atadas con uno~ cordelejos de M~t, con unas borlas
al cabo, y de otras colgahan unas tiras de papel pintadas, cosidas
con las mismas talegas que ttamaban y«'~MO<<~<; y en aqueHM
talegas Ilevaban una manera de harina. hecha a ta manera de
estiércol de ratones que ellos llaman ~to~MoMt. que era confec-
cionada con tinta y con polvos de una yerba que ellos Haman
y«' que es como bctenos de CastiUa. Iba delante de todos éstos
un sàtrapa con su incensario Heno de brasas y con su talega de
copal todos e!!os llevaban una penca de maguey corta, en que
iban hincadas las espinas que cada uno habia de gastar; delante
de todos éstos iba uno de aquellos que uamaban ~«a~Hat-Mi~iH, y
llevaba en e! hombro una tabla tan !ar~a como dos brazas y tan
ancha como un palmo o poco mas; iban dentro de esta tabla
unas sonajas y el que la Hevaba iba sonando con eUas. Llama-
ban a esta tahla oyafOf/NfOMa/<r//< o no<'o/~MaM< Todos los sa-
t râpas iban en esta procesion. so!os cuatro dejaban en Ca/Mf<*fo<,
que era su monasterio, los cuales guardaban entretanto que ellos
ihan a cumplir sus devociones. Estos cuatro se ocupaban en can-
tar y taner en un atabal y menear unas sot'ajas. estando senta-
dos, esto era un servicio que hacian a sus dioses, y aun ahora
!o usan algunos. Llegados los sàt râpas al agua donde se habian
de banar, estaban cuatro casas cerca de aquella a~ua, a las cuates
llamaban oyoM/tfo//<, que quiere decir casa de niebla. Estaban es-
tas casas ordenadas hacia tas cuatro partes clel mundo, una hacia
oriente, otra hacia el septentriôn, otra !:a''ia el poniente, otra
hacia el mediodta. El primer dia se metian todos en una de és-
tas el segundo, en
la otra; ci tercero, en la 'rrcera; el cuarto,
en la cuarta, y como iban desnudos iban temhtando y otros ha-
ticndo los dientes de frio; estando asi, comenzaban de hablar
uno de los sàtrapas que se llarnaba f/ta~/n'M/t~MafMt~t y dccia

ï46
coati tCOMfoyott !ttoyo/~ tcoMocoyOM, atapalcatl yMfcAtcoMaco-
von, <tT<o~t~CM<' CMC~ocovoM, que quiere decir este es lugar de cu-
lehras, lugar de mosquitos, y lugar de patos y lugar de juncia'
En acabando de dccir esto el sàtrapa, todos los otros se arroja-
han en e! agua; contenzaban luego a chapotear en el agua con los
pics y con las manos, haciendo grande estruendo, comenzaban a
vocear y a gritar, y a contrahacer las aves del agua; unos a los
anades, otros a unas aves zancudas del agua que ttaman ~t~t~hf.
otros a los cuervos marinos, otros a las garzotas blancas, otro"
a tas garxas. Aquellas palabras que dccia el sàtrapa parece que
eran invocadon del demonio, para hablar aquellos lenguajes de
aves en
el agua; donde éstos se banaban estaban unos varates
hincados; cuatro d!as arreo hacian de esta mancra. En acabàn-
dose de t~anar salianse del a~ua y tomaban sus alhajas que habian
traido y volvian a su monasterio, dcsnudos y tanendo con sus
pitos y caracoles, y en llegando a su monasterio echàbanse todos
sobre aquellos petates de juncias verdes y cubrianse con sus
tnantas para dormir: unos estaban muertos de frio, otros dor-
)n{an, otros velaban,
algunos dormian profundamente, otros con
sueno tiviano; algunos sonaban, otros hablaban entre suenos.
otros se tevantaban durmiendo, otros roncaban, otros resopla-
t)an, otros daban gemidos durmiendo; todos estaban revueltos,
mal echados; hasta mediodia no se levantaban.
Habiéndose tevantado los ministros y sat râpas, tueRo se ade-
rezaba et sàtrapa de los idolos con sus ornamentos acostumbra-
dos, y tomaba su incensario c incensaba por todas las capitta~
y altares, a todas las estatuas de los tdotos: iban delante de é)
acompanàndotc satrapas viejos ttamados ~Mo~Mat'tn~u!. En aca-
ttando de incensar en t<xtas las partes acostumhradas. tue~u c
ittan todos a corner: sentàt)anse en corrillos en el suelo, para
corner, puestos en cuclillas como siempre sueten corner, y tuego
daban a cada uno su comida, como se la cnviat)an de su misma
casa; y si alguno tomaba la comida ajena o la trocaba, castigà-
hanle por ello. Eran muy recatados y curiosos que no derrama-
sen gota ni pizca de la comida que comian, alli donde co-

'47
nnan y si atguno derramabc alguna gota de la mazamorra que
sorbh. o de! f/wW en que mojaban, tucgo le notaban la cutpa
para casti~arte, si no redimiese su culpa con atguna paga. En
habiendo acabado de cotner, luego iban a cortar ramos, que tta-
maban ac.royo/ y donde no habia estos ramos cortaban canas
verdcs en tugar de <ï<r~w~, y traiantos todos al templo, hechos
hacecillos, y sentabanse todos juntos y esperaban a la hora que
les habian de hacer senal para que fuesen a enramar las capillas,
que tenian por tareas senaladas. nn haciéndoles (ta) senal que
esperaban arrancahan todos juntos con sus ramos y canas, con
prisa muy diligente, y cado une iba derecho al lugar donde habia
de poner sus ramos, y si alguno erraba el puesto donde habia de
poner las canas, o quedaba atrâs de sus companeros y no ttegaba
juntamente con los otros al poner de las canas, penâbanle, habia
de pagar una gallina, o un w~.r~t o una manta, y lospobres
pagaban una bola de masa en una jicara puesta; estas penas
cran para el acusador, estas penas se pa~aban en los cuatro dias,
porque en el quinto dia nin~tno se podfa redimir, sino que ha-
bia de ser castigado.
LIe~ada la fiesta, to<tos hacian la
comida que se llama elsalli.
no quedaba nadie que no la hiciese en su casa; este ~~o~t era
hecho de maiz cocido, a manera de arroz, y era muy amar!o;
después de hecho, todos comian de ello, y daban a otros. Des-
pués de comido, ios que querian bailaban y re~octjàbanse, mu-
chos se hacian zaharrones (i), disfrazados de diversas mancras,
y traian en las manos unas ollas de asa, que llamaban .rocMt~Mt;
andaban de casa en casa demandando f~a~ o arro?: (2), canta-
ban y bailaban a las puertas y decian sus cantarejos, y a la pos-
tre decian si no me das el arroz, agujerarte he la casa; el dueno
de la casa luego les daba una escudilla de arroz.
Andaban éstos de dos en dos, de tres en tres, de cuatro en cua-
tro y de cinco en cinco. Comenzaban este regocijo a la media-
noche y cesaba en amaneciendo: en saliendo et sol, aparejàbanse

(1) --Per~ona que se di~fraza ridicislarnetite.


(~) –Dcbc entcndcrsc maiz, <o//<.

<4S
los satrapas con sus ornamentos acostumbrados, una jaqueta de-
bajo y encima de ella una manta delgada, transparente, que se
llama oyoM~~M~ttM~, pintada de plumas de papagayo aspadas o
cruzadas. Después de esto, ponianle a cuestas una flor de papel
grande fruncida, redonda a manera de rodela, y después le ata-
ban al colodrillo unas flores de papel también fruncidas, que
sobraban a ambas partes de la cabeza a manera de orejas de
papel, como medios circulos; tentante la delantera de la cabeza
con color azul, y sobre el color echaban margagita: Ilevaba
este sàtrapa colgando de la mano derecha una talega o zurron
hecho de cuero de tigre, bordado con unos caracolitos blancos a
manera de campanitas que iban sonando los unos con los otros
a la una esquina del zurron iba colgando la cola del tigre, y a la
otra los dos pies, y a la otra tas dos manos en este zurron
ttevaba incienso para ofrecer y este incienso
era una yerba que
se Hama yiauhtli, seca y molida; delante de este sàtrapa, iba un
ministro que Ilaman quacualli, y Uevaba snbre e! !tombro un.).
tabla de anchura de un pahno y de largura de dos brazas; a
trechos iban unas sonajas en esta tabla, unos pedazuelos rolli-
zos y atados a la misma tabla y dentro de ella, que iban
sonando los unos con los otros; esta tabla se llamaba aYaco-
cAtcoMa~~t. Otros ministros iban delante de este sàtrapa; !!eva
ban en brazos unas imàgenes de dioses, hechas de aquella goma
que salta y es negra y ta Uaman M~t; llamaban estas imàgenes
M~c~o que quiere decir dioses de ulli. Otros ministros Hevaban
en brazos unos pedazos de copal, hechos a manera de panes de
azùcar, en forma piramida! cada uno de estos pedazos de copal
ttevaba en la parte aguda una pluma rica que se llamaba <~«<<
puesta a manera de penacho, Uamàbanta esta pluma ~:<r~a/)?tt-
yooatM/ Estando ordcnados de esta manera, tocaban las cor-
nctas y caracoles, y tuego comenxaban a ir por su camino adc-
lante; esta procesi6n se hacia para Hcvar a los que habian hecht)
a!gun defecto de los que se dijeron atrâs, a! lugar donde los ha-
bian de castigar, y asi los ttevaban presos en esta procesi6n
ttevàbant~s asidf's por los cabc!tos dct coyote, para que no se

Y 49
huyesen; a at~.nos de ellos Ilevaban asidos por las MM~~ que
ttevaban que también ha-
cenidos, y los much~hos sacristanejos
bian hecho atgûn defecto, tte/àbantos puestos sobre los hombros,
sentados en un sentaderuelo hecho de espadanas verdes, y a !os
utros muchachos que eran mayorcillos Hevaban asidos de la ma-
no, y Uevandotos at agua donde los habian de castigar, arrojâ-
ban)os en el agua dondequiera que hallaban a!guna laguna en el
camino, y ma!tratàban!os de punadas y coces y empellones, y los
arrojaban y los revolcaban en el lodo de cualquier laguna que
estaba en el camino; de esta manera los Ilevaban hasta la orilla
del agua, donde los habian de zabullir, la cual Ilamaban /o<<f~.
AHega<tos a la orilla del agua, el sàtrapa, y los otros ministros,
quemaban papel en sacrificio, y las formas de copal que Ilevaban
y las imagenes de ulli, y echaban incienso en el fuego, y otro de-
rramaban alrededor, sobre las esteras de juncia con que estaba
adornado aquel lugar. Juntamente con esto los que Hevaban los
culpados arrojabanlos en el agua, cuyos golpes hacian gran es-
truendo en el agua y alzaban el agua echandota en alto, por
razôn de los que caian en ella, y los que salian arriba tornaban-
los a zabullir; y algunos que sabian nadar iban por debajo del
agua a su morguio (ï) y salian lejos, y asi se escapaban; pero
los que no sabian nadar de tal manera los fatigaban que los
dejaban por muertos a la orilla del agua. Alli los tomaban sus
parientes y los colgaban de los pies, para que echasen fuera el
agua que habian bebido, por las narices y por la boca.
Esto acabado volvianse todos por el mismo camino que ha-
h!an venido, en procesion, e ihan tanendo sus caracoles hacia ci
rn o monasterio de donde habian venido; y a los castigados tte-
vabantos sus parientes a sus casas, iban todos lastimados y tem-
btando de frio y batiendo los dientes; asi los Ilevaban a sus
casas para que convaleciesen. En volviendo los sàtrapas a su
monasterio, echaban otra vez esteras de juncias, como jaspea-
das, y también espadanas, y luego comenzaban otro ayuno de

( ) –V. Die. de Aut. SotDf)!'ffuJo.A )o «)tnnrf{"J" Mod. adv., que


\a)e ;)fr debajo t!e! apta".

i5o
cuatro dias al cual ttamaban M~oco~OMa~s~t. En este ayuno
no se acusaban los unos a los otros, ni tampoco comian a me-
dio dia. En estos cuatro dias los sacristanejos aparejaban to-
dos los omamentos de papel que eran menester para todos los
ministros y también para si el uno de estos ornamentos se tta-
maba /~M~cA~M< que quiere decir ornamento que va <o-
hre el pescuezo, el otro se ttamaba amacuexpalli (y) era orna-
mento que se ponian tras el colodrillo, como una f lor hecha de
papel; el otro se Hamaba y<a!fo~t, que era un zurron para lle-
var incienso. Este zurron de papel comprâbase en el ~MtM~MM;
también compraban unos sartales de palo, los cuales se ven
dian también en el ~tOtt~MC~. Acabados los cuatro dias del
ayuno luego se adomaban los sâtrapas con aquellos atavios, y
también todos los ministros. El dia de la fiesta luego a la ma-
nana se ponian en la cabeza color azul; ponianse en la cara
y en los rostros miel mezclada con tinta, y todos llevaban col-
gados sus zurrones con incienso, y bordados con caracolillos
blancos. Los zurrones de los sâtrapas mayores eran de cuero
de tigre, y los de los otros menores eran de papel pintado a ma-
nera de tigre; algunos de estos zurroncillos los figuraban a ma-
nera de ave que se ttama o/~t~-MCM~o~, y otros a manera de pa-
tos todos Ilevaban sus inciensos (en) los dichos zurrones. Des-
pués de todos ataviados comenzaban luego su fiesta; iban en
procesion al cu, iba delante de todos et sâtrapa de 7'M/oc, este
Ilevaba en la cabeza una corona hecha a manera de escrino, jus-
ta a la caheza y ancha arriba, y del medio de ella satian muchos
ptumajes; Hevaba la cara untada con ulli derretido, que es ne-
gro como tinta; ttevaba una jaqueta de tela que se Ilamaba

<iy< ttevaba una carantona fea con grande nariz y llevaba una
('ahellera larga hasta la cinta, esta cabellera estaba ingerida con
la caràtuta. Seguiante to<tos los otros ministros y sâtrapas.
tt)an hablando como
quicn rcxa. hasta Ilegar at cu de no/oc; en
ttegando, et sâtrapa de aquet dios paràbase y tuego tendian es-
teras de juncos, y también hojas de juncias, empotvorizadas con
incienso; tuego sobre tas esteras ponian cnatro cAo/f/n/nn~ re-

'5'
dondos, a manera de bolillas y luego daban al sàtrapa un ga-
rabatitto tenido con azut; con *ste garabato tocaba a cada una
de las bolillas, y en tocando hacia un ademan como retrayen-
do la ntano, y daba una vuelta, y tuego iba a tocar la otra y
hacia to mismo, asi tocaba a todas cuatro, con sus voltezue-
las hecho esto senibratia incienso sobre las esteras, de aquello
que ttaman \<oM/t//<; scmbrado el incienso, dàbante luego la
tabla de las y comf~nzaba
sonajas a hacer sonido con ella, me-
néandola para que sonasen los palillos que en medio cstaban
incorporados o atados. Hecho esto luego se comenzaban todos
a ir a sus casas y monasterios, y a los castigados ttevaban a sus
casas; tuego se descompon!an de los omamentos que iban com-
puestos y se sentaban, y luego a la noche comenzaban la fiesta,
tocaban sus f<OM<M~M y sus caracoles, y los otros instrumen-
tos musicales, sobre el cu de 7~<Mo< y cantaban en los monaste-
rios y tocaban tas sonajas que suelen traer en los areitos; de
todos estos instrumentos se hacia una mitsica muy festiva y
hacian velar toda
aquella noche a los cautivos que habian de
matar el dia
siguiente, que los ttamaban imàgencs de los Tlalo-
que; Ilegados a la medianoche, que ellos Ilamaban YooW~««,
comenzaban luego a matar a los cautivos. Aquellos que pri-
mero mataban decian que eran el fundamento de los que eran
imagen de los T'/o/Mf, que iban aderezados con tos ornamen-
tos de los mismos Tlaloquc, que decian eran sus imagenes, y asi
ellos morian a la postre. ibanse a sentar sobre los que primero
habian muerto. Acabado de matar a éstos, tue~o tomaban to-
das las ofrendas de
papel, y plumajes y piedras preciosas y
f/t<<N<t/c.t, y tos ttevahan a un lugar de la ta~tna que ttaman
Pantitlan, que es frontero de las atarazanas. También tteva-
ban los corazones de todos que hahian los muerto, metidos en
una olla pintada de azu! y tenida con ulli en cuatro partes; tam-
hién los papeles ihan todos manchados de «//<. Todos los que
estaban presentes a esta ofrenda y sacrificio tenian en las ma-
nos aquella yerba que Haman <<!«Aya~. que es casi como ajen-
jos de Castitta. y con cttos estaban ojeando, como quien ojea
tnosca;; sobre sus caras y de sus
tujos, y decian que con este
ojeaban los gusanos, para que no cntrascn en los ojos, para
clue no se causase aquella enferrnedad de los ojos que ellos ttaman
t.tocMt~ooo/t-c~t; otros tnctian esta yerba en las orejas Tam-
bién por \!a de supcrsticion otros traian esta yertMt empunada,
o apretada en et puno.
Uegados cou louas sus ofrendas y con tos corazoncs de to~
muertos metianse en una canoa
grande, que era de) senor, y lue-
);o comenzaban a remar con gran prisa; los remos de los que
remaban, todo~ iban tenidos de azul; también !(~ rcmos it~an
tnanchados con «?. Llegados al lugar donde se habta de hacer
la ofrenda, el cuat se Ilamaba ~'on~au, metian la madera (la
canoa) entre muchos maderos que a!!f estaban hincados, en
cerco de un sumidero que aili ha!j).i, que Hamaban o~oc, en-
trando entre los maderos tueRo lossàtrapas comenzaban a to-
car sus cornetas y caracoles, puestos de pie en la proa de la
canoa; luego dat~an al principal de ellos la olla con los corazo-
nes y !ue~o los echaba en me(Ho de aquel espacio, que estat~a en-
tre los maderos, que era aquel espacio que tomaba aquella
cueva donde el a~ua se sum!a. Dicen que echados los cora-
zones se atborotaha et agua y haoa olas y cspumas; echados
los corazoncs en el a~ta. echaban tamhién tas piedras precin-
sas y los papeles de la ofrenda, a los cuates llamaban /t'/f/<M!
atàbantos en to alto de los madères. ()ue alli estahan h:ncados:
tambien cot~aban algunos de los tAa/f/u/n~~ y piedras pre-
ciosas en los mismos papetes. Acat)ado todo este satian-~
de entre los tnaderus. !uc~o un s:'ur:q~ tumaba un incens:tri<.
a mancra de caxo y pon!a en él cuatro de aquettos papeles que
ttamaban <<c/<M< y encendtatos, y estando ardiendo ttaoa ur
ademàn de ofrecer donde estaba el sutnidero, y luego arron-
zaba el incettsario con el pape) ardiendo hacia el sumidero. He-
cho aquett« votvia la canoa hacia tierra, y comenzat)an a re-
niar y a~uijar hacia tierra donde ttamau 7t'/aMM!()~o. que era
el puesto de las canoas; tue~o todos se banaban en el mismo
tu~ar de alli ttevaban la canoa a donde la sotian guardar.

'53
Todo !o sobre dicho se tncia desde média
arriba, noche
has-
ta que amanecia. romp<rAl la de
manana, y todas las cosas
acabadas, todos los sàtrapas se ihan a lavar a los lugares don-
de ellos se sotian lavar; alli se lavaban todos con agua, para qui-
tar la cotor azut, solamente la delantera de la cabeza, y asi algu-
no de los sàtrapas o ministros (te los idolos que estaban acu-
sados y habian de ser castigados, entonces cuando se tavaban,
con et agna azul, le traian y le castigaban como los arriba <
chos. Hecho esto luego se iban a su monasterio y sacaban to-
das las esteras de juncos verdes que habian puesto, y las echa-
ban fuera del monasterio, detràs de la casa. Estas son las ce-
remonias que se hacian en la fiesta que se ttamaba etzalqua-
liztli.

CAPITULO XXVI.

DE LA FIESTA Y CEREMONÏAS QUE SE HACiAN EN LAS CALENHAS


DEL SÉPTÏMO MES, Qt K SE LLAMABA TECUILHUITONTLI.

Al séptimo mes llamaban ~fct«7At«'/ot!~t. En este mes ha-


cian fiesta y sacrificios a la diosa de la sal ~ue llamaban t/<
/oc<7:M< era la diosa de los que hacen sal decian que era her-
mana de los dioses de la pluvia y, por cierta desgracia que hu'
bo entre ellos y ella, la persiguieron y desterraron a las aguas
saladas, y alli invento la sal, de la manera que ahora se hace,
con tinajas y con amontonar la tierra satada. y por esta inven-
cion la honraban y adoraban los que (ratahan en sal.
Los atavios de esta diosa eran de color amarillo, y una
mitra con muchos ptumajes verdes f)ue salian de ella, como pe-
nachos altos, que del aire resplandecian de verde, y tenia las
orejeras de oro muy fino y muy resplandeciente, como flores
de calabaza. Tenia el /n<t~!7 tabrado, con olas de agua estatM
bordado el huipil, con unes f/ta/c/n/nn/fA pintados; tenia las na-
guas labradas de la misma obra det AMt~tV, tenia en las gar-

ï54
K~ntas de los pies atados cascabeles de oro, o caracolitos btan-
(f)s, estaban engeridos en una tira de cuero de tigre; cuando an-
daha hac!an gran sonido. Los cacles o cotaras que ttevaba
cran tejidos con atgodon y los botones de los cacles o cotaras
tambiën eran de atgodon~ y las cuerdas con que se ataban tam-
hién eran de atgodon ftojo. Tenia una rodela pintada con unas
hojas anchas de la yerba que se ttama a<~«MOMO. Tenia la
rodela colgando unos rapacejos de plumas de papagayos, con
flores en los cabos, hechos de pluma de àguila; tenia una flo-
cadura hecha de pluma pegada de çM~-ro~, también plumas del
ave que se ttama ~o~M<ïM, y otras plumas de ave que se iiaman
tcox6lotl. Cuando bailaba con estos aderezos iba campeando
la rode!a; ttevaba en la mano un baston rollizo y en !o alto co-
mo un palmo o dos ancho, como paleta, adornado con papeles
goteados de ulli, tres flores hechas de papet. una en cada ter-
cio; tas flores de papel iban Menas de incienso, junto a tas ft<
res iban unas plumas de çM~a~t cruzadas, o aspadas; cuan-
(to bailaba en el areito ibase arrimando at haston y a!zàndo!e
at compas del baile.
Diez dias continuados bailaba en el areito, con mujeres qu<-
también bailaban y cantaban por alegrarla; eran todas las que
hacian sal, viejas, mozas y muchachas. Iban todas estas mu-
jeres trabadas tas unas de tas otras con unas pequenas cuer-
das, la una asia del un cabo de la cuerda, la otra del otro.

y asi iban bailando; llevaban todas guirnaldas en las cabezas.


hechas de aquella yerba que se llama tJ/OM~yo~, que es casi
como ajenjo de Castilla. Ht cantar que cantaban, decianlo en

tipte muy alto; iban algunos viejos delante de ellas, guiàndo!a<


rigiendo el cantar. La que iba compuesta con los at~vios de
la diosa y que habia de morir, iba en medio de todas ellas,
delante de ella iba un v!ejo que llevaba en tas manos un pluma-
je muy hermoso hecho a manera de manga de cruz; ttamàbase
este plumaje «t.v~o~f//<Mo~. Este cantar comenzaban de sobre
tarde y ttegaban hasta la média noche cantando. Todos estes
<ticx dias andaba en el baile y cantaba aquella que habia de m<

155
rir con las otras; pasados los dh'z dias toda una nochc entera hai-
!aba y cantaba aquella que habia de morir, sin dormir, ni repo-
sar, y traianla de los brazos wa viejas, y todas bailaban en es-
ta nochc También bailaban y velaban los esclavos que habian
de morir delante de ella, sobre los cuales habia de ir a la ma-
nana.
Cuando era la fiesta aderexàbanse los
sàtrapas, que habian
de matar a esta mujer, que ta llamaban como a la diosa Uir-
/o<t/«M~, y a los cautivos a los cuales ttantaban uixtotin. Tam-
bién iban compuestos con los omamentos conformes a la fies-
ta, con sus papeles al pescuezo, y en la cabeza Hevaban unos
plumajes a cuestas, hechos a manera de pie de àguita, con to-
da su pierna y plumas, hechô todo de pluma, puesto en un ca-
caxtli aj~ujereado en diversas partes, y en estos agujeros iban hin-
cados ptumajes: ttevàbante cenido con unas vendas de manta,
coloradas, de la anchura de dos manos. El pie de la âguila He-
vaba tas unas hacia arriba, el muslo hacia abajo entre tas unas.
En medio delpie estaba agujerado, y en aquel agujero iba me-
tido un muy hermoso plumaje.
Toda la gente que miraba el areito tenia en las manos flo-
res amarillas que llaman
cf~oo/cA! otros tenian la yerba
que Haman M~OMAy< en las manos; tue~o sub!an a la mujer que
)tab!an de matar, que decian ser imagen de la diosa Uir-
tncihuatl, a to alto del fK de 7~/d/~f, y ras cHa subian a los cau-
tivos que también habian de morir antes de ella. Estando todos
arriba comenzaban a matar a los cautivos, los cuales muertos, ma-
taban también a la mujer a la postre, a la cual echada de espal-
das sobre el tajôn, cinco mancebos la tomaban por los pies y
por las manos y por la cabeza, y tenianla muy tirada; ponianta
sobre la garganta un palo rollizo al cual tenian dos apretàndu-
le, para que no pudiese dar voces al tiempo que la abriesen los
pechos. Otros dicen que era un hocico de espadarte, que es un
pez marino que tiene una arma como espada en el hocico, que
tiene colmillos de ambas partes; con este la apretaban la gar-
ganta. Segùn otros el que la habia de matar estaba a punto;

156
en estando como habia de estar, luego con dos manos la daban
con el pedernal por los pechos, y en rompiendo el pecho, luego
la sangre salia con gran !mpetu, porque la ten!an muy extendida
y el pecho muy tieso; y tuego metia la mano el mismo que la
dcgotto y ~acaba el corazon, y luego le of recia al sol y le echa-
ban en una jicara, que cstaba para esto aparejada, que ttama-
han cAoMtM/t.ncoW. Cuando estas cosas se hacian de la mucr-
te de esta mujer, tocaban muchas cometas y caracoles. Lue-
go descend!an el cuerpo de aquella mujer, y el corazon cn-
biert!) con una manta. Acabado de hacer esto, que era de ma-
nana, toda la gente que estaba a ver este sacrificio se iban {~ara
sus casas, y todos comian y hot~aban, y convidaban los unos a
ios otros: esto es, toda la gente que trataba en sal bebian lar-
tpun'nte ~M/f~c, aunque no se emborrachaban; pasado este dia
y ver ida la noche, algunos que se emborrachaban renian los unos
con os otros, o apunàbanse o daban voces, baldonandose los
unos con los otros. Después de cansados echàbanse a dormir r
por ';sos suelos, a dondc se acertaban. Después otro dia he-
b!an <:t ~M/crc que tes habia sobrado; Itamabante foc/nof~t.
aquellos que estando borrachos la noche antes habian renidc.
o apunado a otros, de que !o decian estando va en buen sest. 1
y después de haber dormido, convidaban a beber a los que ha-
bian maltratado de obra o de palabra, porque los perdonasen
to que mat habian dicho o hecho, y los agraviados con !)et)pr

tue~o se tes quitaba et cnojo y perdonaban de buena ~ana su~


injurias. Aqu! se aca!ta ta rctacion de ta fiesta que se !tamah~
/<'CMt~/<Mt~M~<.

'57
CAPITULO XXVII.

DR LA HESTA Y SACRIFICIOS
QCE SE HAcfAX EN LAS CALENDAS
DEL OCTAVO MES, QUE SE UECfA UEY TECU!LHU!TL

AI octavo mes ttanmban


«<'y /<'cM<7/n<t/ Antes de tte~ar a
esta fiesta, cuatro o cinco dias, el senor y e! pueblo hacian con-
vite a todos los pobres, no solamente del pueblo, pero también
de la comarca, para darles de comer. Hacian una manera de
brevaje que ellos liaman <7t<o~uto~t; hacian ~ran cantidad de
este brevaje, mezclando a~ua y harina de chia en una canoa.
Todos tomaban de aquel brevaje con unas escudillas que Itama-
))an /o~aM~<«, cada uno de los que estaban présentes bebian
una o dos de
aquellas escudillas de aquel f/ttOM~tnoMt, ninos,
hombres y mujeres, sin quedar nadie; los que no podian acabar
)o que tomaban, guardaban su sobra; algunos Ilevaban otras va-
sijas para guardar las sobras, y el que no ttevaba nada en que
recibiese la sobra, echàhanseta en el re~azo; nadie iba a beber
dos veces. A cada uno daban una vez todo cuanto podfa beber,
y si alguno tomaba otra vez dàbante de verdascazos con una cana
verde. Después de haber todos bebido sentàbanse y reposaban,
ponianse en corrillos y comenzaban a parlar los unos a los otros
y tenian gran chacota; entonces behian las sot)ras, o to daban
a t)cbcr a sus hijuelos. A ia hora de corner, que cra ci mcd<od{a,
sentàbanse otra vez ordenadamentc, los ninos y ninas con sus
padrcs y madres se scntaban; sentada la K~nte, tos que hahian
<!e dar la comida ataban sus mantas a la cinta, sc~un !o deman-
daba la disposicion de aquel ciercicio; ata!)an los cat)cttos con una
cspadana a manera de ~uirnatda porque no se les pusicscn dc-
lante los ojos. Cuando servian tue~o tomaban tamales a ahnan-
tadas ( ), y comenzaban desde los principios de las renctcs a dar

(t).–P~rece que la distribucion se hacia por fi)as o hilcras, '!ef;un et


scntido de la patabra aimanta, y de la anticuada rencte, que usa frectiesi-
tcmcntc et autor. S!tt"if'ca también la palabra "a)macif{~ o sienibra en
atmacica <V. Die. Aut.)

'58
tamales, y daban a cada uno todos los tamales que podian tomar
con una mano; daban tamales de muchas maneras: unos Ilama-
han tenextamalli, otro .Toco<ow~<, otros miauatantaili, otros ya-
raco~oMM~t, otros M~ct~ottM~t, otros 3pacacollaoyo, otros exoco-
fo/of&Myo. Los que servian tenian cuidado de los ninos y ninas
en especial y algunos de los servidores a sus amigos y parientes
daban mas tamales; nadie tomaba dos veces, y si alguno se atre-
v)a a tomar dos veces, dâban!e de azotes con una espadana tor-
cida. y tomàbante !o que habia tomado y !o que !e hab!an dado.
A alguno de los que estaban a la postre no les alcanzaba nada,
por tanto porfiaban de ponerse en buen lugar para que luego
tes diesen; los que se quedaban sin nada Uoraban, y acuitabanse
por no haber podido tomar nada, diciendo "de balde !:<:mos ve-
nido acâ, que no nos han dado nada" ibanse hacia los corrillos
<!onde estaban comiendo, por ver si los darian algo y no se que-
rian apartar de alli, aunque los daban <!c vcrdascazos; entreme-
tianse entre los otros escolàndose ( i ).
Ocho dias duraba este convite que hacia el senor a los po-
bres, porque cada ano en este tiempo hay fa!ta de mantenimien-
tos y hay fatiga de hambre; en este tiempo solian morir muchos
de hambre. Acabando este convite, comenzaban luego la fiesta;
comenzaban luego a cantar y bailar, luego en poniéndose el so!,
en el patio de los CM< donde habia gran copia de braseros, altos
cerca de un estado y gruesos que apenas tos podian dos abrazar,
estaban en el renctc muchos de ellos, y en anocheciendo encen-
dian fuego sobre ellos y a la lumbre de aquel fucgo y ttama can-
tahan y bailaban. Para comenzar el areito salian los cantores de
las casas que cran sus saHan ordcnados
aposentos, y cantando y
baitando de dos en dos hombres, y en medio de cada dos hombres
una mujer. Estos que hacian este areito cra toda gente escogida,
capitanes y otrp! valientes hombres ejercitados en las cosas de
la guerra; éstos que IIevaban las mujeres entre st, (las) Ilevaban
asidas de las manos. La otra gente noble, que no eran ejerci-

(,) .-EI Die.


(t)–F) Die <tc
cie Aut
Allt. da
lia at vcr)'«
"l'rh. l'~l'olar!'e
f«'otarsc la '.iRnific~cicu
ta ~iRnifil'ad" de "c~ca-
"{"ca-
b))))irsc. Mtirsc xin sentir". \a )a catifica de vo.: .tnti)r"x.

i59
tados en la guerra, no ertraban en este areito. Iban las mujeres

muy ataviadas, con ricos /<M<~<7<f y naguas, y labradas de diver-


sas labores y muy costcsas; unas ilevaban naguas que ttaman
\'o/ otros que !!aman /o~o~/<~f//tf!o, otras que !!aman cacamu-
/<f</fÇtn. otras que Uaman <7<!ca~</«~<t o ~o/~ca~(~ otras que
ttaman ~f/c; todas con sus cortapisas muy tabradas; y los AM~-
piles unes Hevaban los que se !!anmn g!<a~a('/<<7r~c, otros que
iïaman /fM<~<7/<. otros que iïarnan ~'o~<<~<7foc. otros que lla-
man cacallo, otros que !taman wn~tcAf/to. otros blancos sin nin-
guna labor; las ~argantas de éstos /<M<~t/< Hevai)an unas labores
'nu\ anchas, que cubrian todo el pecho, y las flocaduras de tes
/n~~<7M eran muy anchas. Bailaban estas mujeres en cabello, los
n'wHos tendidos y las trenzas con que suelen atar los cat)c!tos
Ilei-àbanlas atadas desde la frente al cotodriUo; ninguna co'!a
))e\aban en la cara puesta, todas !!evaban las caras exentas y
limpias.
Los hornbres andaban también muy ataviados; traian una
manta de aigodon, rala como red; los que dp ellos eran senalados
por valientes, y que podian traer bezotes, traian estas mantas
t'ordadas de caracolitos blancos; estas mantas asi bordadas t)a-
maban MocA/'o~f«ffAtn//t; los demâs que no eran asi senatados
'ralan éstas negras con sus f locaduras. Todos Uevaban orejeras
hechas de una materia haja; pero los que iban delante, ttevaban
"rejeras de cobre con unes pinjantes y los bezotes llevahan con-
formes a tas oreieras. Unos tos llevahan hechos a mancra dp
tagartijas. otros a manera de perrillos, otros cuadrados o de
'natro esquinas: y los mancebos que hahian hecho atguna cosa
'-criatada en la guerra Hevaban unes tjexotcs redondos, como un
!rcu!o. con cuatro circu!H!os en crux, dentro en la circunferen-
'a, que era algo ancha; todos los otros mancebos llevaban unes
t'czotcs a manera de c!rcuto, sin otra labor. Todos estos hezotes
cran hechos de conchas de hostias (i) de la mar. Todos k~s
valientes Hevaban unes collares de cuero, y de ellos coigaban

(t).–Hsta onp)eada esta ))a).*bra varias veces con la 'n)p)if)caci6n ')<


ostra.

t6o
sobre los pechos unas bortas a manera de flores grandes, de las
cuales colgaban unos caracolillos blancos en cantidad otros lie
vaban unas conchas de mariscos colgadas del cuello, a éstos tta-
maban çtM~M<M'A<f<tM; y otros, o/onttn; éstos ttevaban tambiën
unes barbotes o bezotes hechos a manera de aguila, de la rnisma
concha y otros que se tenian por mas valientes compraban unas
cuentas blancas de unos mariscos que se ttaman teochipoli. La
otra gente baja se adornaba con unas cuentas amarillas, también
hechas de conchas de marisccs, que son baratas y de poco valor;
los de éstos, que habian tomado en la guerra cautivos, Ilevabail
sobre la cabeza un plumaje para ser conocidos que habian preso
en ta guerra atgùn cautivo. Los capitanes llevaban unos pluma-
jes atados en tas espaldas, en que se conocian ser valientes, los
ruâtes plumajes ttamaban gMOM~~oM~ porque eran como unos
ârbo!es de que salian unas ramas labradas de hilo y pluma, con
unas flores en los remates que salian de unos vasitos de cueru
de tigre. Otros ttevaban otros ptumajes de otras maneras, uno-
que ttamaban .n~o.ro~M<gK<o//t ( i ), otros que ttamaban a~o.rf-
Ili, otros que tteva!)an unos plumajes que ttamaban çM<!<<~o/
otros ttevaban unos plumajes hechos de su mano de diversos
colores. En los pies, algunos ttevaban atados al pie izquierdo
pesunos de ciervos, atados con unas correas de ciervo delgadas.
Iban todos embijadas las caras de diversas maneras: unos con
tinta ne~a hacian en los carrillos unas ruedas negras, y en la
frente una raya también de tinta negra que tomaba de sien a
sien (y) sobre la tinta cchattan màr~~ta: otros ponian una rava
de tinta nc~ra desde la una oreja hasta ta otra, por la frente (y
también echaban mar~a~ta; otros cchahan una raya de tinta
<tesde la punta de la oreja hasta la b<'ca. con sn mar~a~ita. T<"
dos ellos llevaban cortados los cabettos de un~ manera, hacia ta-·
sienes, rapados a navaja en la frente, un poco largos los cabettos
y todo to delantero de la cabeza escarapusados hacia arriba. Por
todo el cogote ttevaban colgados cabellos largos, que colgaban
hasta tas espaldas; en las sicnes ttcvahan pue~to cotor amarilln.

ft) R<!))i S)n)Fun (0)' cit.) cscnbi' ) )/('.<<<;«.u/


Sth*<dn 1. H1

!6t
Uevaban hachas de teas encendidas delante de si, cuando
iban danzando; Uevaban estas hachas unes soldados mancebob.
cjercitados en la guerra, que s<: Hamaban /t'ocAf~MttM~M< eran
pesados estos hachones, hacian doblegar a los que los Uevaban,
iba goteando la resina y cayendo brasas de los hachones, y al-
gunas veces algunas teas ardiendo se ca!an por los lados. De
una parte y de otra iban alumbrando con candeleros de teas que
ttaman <~MMi~. Estos llevaban unos mancebos que por su voto
hacian penitencia veinte dias en et cu; tos de ta una parte eran
~MO<-Ac<M, y de ta otra parte eran tlatelolcas; éstos no bailaban,
solamente iban alumbrando, y miraban con diligencia si alguno
hac!a deshonestidad, mirando o tocando a alguna mujer; y si
atguno era visto hacer atgo de esto, el dia siguiente o después
de dos dias le castigaban reciamente, atizonandote, dândote de

porrazos con tizones, tanto que le dejaban por muerto.


El senor atgunas veces salia a este areito, otras veces no,
como se le antojaba. Los que danzaban unos ihan asidos por tas
manos, otros echaban tos brazos a su companero, abrazàndote

por la cintura; todos Hevaban un compas en el alzar del pie y en


et echar del paso adelante, y en et votver atrâs y en et hacer de tas
vueltas; danzaban por entre tes candeteros o fogones, haciendo

contrapaso entre ellos, danzaban hasta bien noche (y) cesaban a


ta hora de las nueve de ta noche. En cesando et que tarua el atam-
bor, y ~OM<M~<, tuego todos se paraban y luego comenzaban <!e
ir & sus casas. A los muy principales iban alumbrando con sus
hachas de tea delante; y las mujcres que habian danzado junta-
banse todas en acabando et areito, y tos que tenian cargo de ellas
ttevàbantas a las casas donde solian juntarse. No consentfan que
se derramasen o que se fuesen con ningùn hombre, excepto con
tos principales si llamaban a atguna de ellas para darlas de co-
mer; también a las matronas que tas guardaban las daban comi-
da y mantas porque tas ttevaban a sus casas; lo que tes sobraba
<te la comida, siempre to Uevaban a su casa. Atgunos de (los)
principales soldados, si querian ttevar alguna de aquellas mozas,
decianlo secretamentc a la matrona que tas guardaba, para que

t62
la llevase, (pues) no osaban llamartas pùblicamente; la matrona la
ttevaba a casa de aqué! o a donde él rr'ndaba, de noche la Ilevaba
y de noche salia; si alguno de éstos hacia esto pùbticamente éra-
sete tenido a mal y castigabanle por ello pùbticamente, quitâban-
le los cabellos que traia por sénat de valiente, que ellos Ilamaban
~o~ocoMt, y tomabanle las armas y los atavios que usaba. El

castigo era que le apaleaban y le chamuscaban la cabeza; todo


el cuerpo se te arronchaba y hacia vejigas del fuego y de los
))atos (v) luego le arrojaban por alli adetante, y dec!an!e: Anda
vête, bellaco, aunque seas valiente y fuerte no te tenemos en
nada; aunque vengan nuestros enemigos a hacemos guerra no
haremos cuenta de ti éstas y otras palabras injuriosas le de-
cian, después que !e echaban por ahi a empellones; ibase azcadi-
lando y cayendo y quejàndose por el mal tratamiento que le ha-
bian hecho (y) nunca mas volvia a danxar ni a cantar; y la mujer
con quien éste se habfa amancebado también la despedian de la
compania de tas otras, nunca mas ..ab!a de danzar ni de cantar,
ni de estar con las otras, ni la que tenia cargo de ellas hacia mas
cuenta de ella; y el mancebo que fu" castigado tomaba por mu-
jer a ta que también fué castigada por su causa.
Andados diez dias de este mes, celebraban la fiesta que lla-
maban Mcv ~cM~~Mt~. en la cual a honra de la diosa que se
llamaba Xt7<!nctt mataban a una mujer, ta cual componian y
adornaban con los ornamentos de la diosa, y decian que era su
imagen, a la cual adornahan de esta manera Ponianla la cara
(le dos colores, desdc la nariz atMJo de amarillo y la frenfe de
coiorado; ponianla una corona de papet de cuatro esquinas, y
de! medio de la corona salian muchos plumajes como pcnachos:
cot~àbanta det cuello muchos sartales de piedras ricas. ancha:
tas cuales le adornaban los pechos; sobre tas piedras Hevaba una
medalla de oro redonda; vestianta de un lzuipil labrado de imà-
Kenes det demonio, y poniante unas na~as semejantes al /n«~<7.
todo era curioso y rico; pon!anta cotaras pintadas de unas listas
coloradas; ponianle en el brazo izquierdo una rodela, y en la
otra mano un bast6n tenido de color bermejo. Ataviada con es-
tos atavios cercàbanta muchas mujeres; ttevàbanta en medio a
ofrecer incienso a cuatro pattes; esta ofrenda hac!a a la tarde
antes que muriese. A esta ofrenda ttamaban .ro/oçt~o. porque el
dia si~ruiente habia de morir. El une de estos lugares se llamaba
7'<otM<M'o/co, el otro se ttama JVccocy.f~coM, el otro se llama
Atenchicalcau, el cuarto se Ilama X olloco estos cuatro lugares
donde ofrecian era en reverencia de los cuatro caracteres de la
cuenta de los anos: El primero se llama dco~, que quiere decir
caria; el segundo se ttama lécpatl, que quiere decir pedernal, co-
mo hierro de lanza; el tercero se llama calli, que quiere decir
casa; el cuarto se ttama tochtli, que quiere decir conejo. Con
estos cuatro caracteres, andando alrededor ttasta que cada uno
de ellos tuviese trece anos, contaban ta cuenta de los anos hasta
< incuenta y dos. Acabadas de andar estas estaciones, aque-toda
!!a noche antes que la matasen cantaban danxaban las mujeres,
y
c!ando toda ta noche delante del CM de ta diosa Xildnen, y ésta
que habia de morir traîan!a en el medio. 1-l cnntar que decian
era a honra de la dionsa <V<MMCM. Venida la mannna, comenxa-
han a bailar todos los
hombres de cuenta; ttevaban todos en t~s
manos unas canas de maiz, como arrimândosc a cHas: a estas ra-
fias de maiz ttamaban /o/o~<M. También baitahan las mujert s

juntamente con la que habia de morir, y traian emplumadas las


piernas y en tos brazos con pluma cotorada; la cara Hevaban
tenida con cotor amarillo desde la barba hasta la nariz, y todas
las quijadas y la trente con color colorado ttevahan todas t~ir-
naldas de flores amarillas, que se ttaman «'Mt~f!f/«' y sar-
tales de !o mismo las que iban delante ~uiando, tas cuales se tta-
maban c<AMC~aM!oc<M'~M<, que eran las que servian en tos cw~
f)ue también vivian en sus monasterios. Los hombres que ihan
'ianxando no iban entre las mujeres, porque las mujcrcs iban
todas juntas rodeadas de .Y!/JHCM, que era la <;uc habia de morir,
ihan cantando y baitando: a las mujeres ibantas tamndo con un
/t'~ono.?//< que no tenia mas que una ten~ua c:tcima y <'ua deba-
io. y en la de abajo llevaba cot~ada una jicara en que suctcn
bcber a~ua, y asi' suena mucho mas que los que tienen dos tcn-

j6~
guas en la parte de
arriba, y ninguna abajo. A este ~OHj~/t
llamaban /<'<'oMM~<?o; ttevàbate uno debajo del sobaco, tanén-
dole, por ser de esta manera hecho. Los gentiles hombres que
iban bailando iban dclante y no Ilevaban aquel compas de los
areitos, sino el compas de las danzas de Castilla la Vieja, que
van unos trabados
de otros y culebreando. También los minis-
tros de los idolos
iban bailando y danzando al son del mismo
~~OM<t~~<, iban tanendo sus cometas y sus caracotes; y cuando
los satrapas hacian vuelta delante de la diosa ~t~M~M, sembra-
ban incienso por donde iba a pasar, y el sâtrapa que habia de
matar (a) aquella mu jer iba con sus aparejos y a cuestas ttevaba
un ptumaje que salia de entre las unas de un âguita, el cual plu-
maje estaha ingerido en una pierna de aguila hechiza (simula-
da) y uno de los satrapas ttevaba delante la tabla de !as sona-

jas, <te que habemos hablado atràs. En Ilegando al cu del dics


que se llamaba Ctft/t'o~, (tonde habia de morir esta mujer, po-
niase datante de ella et sâtrapa que ttevaba la tabla de tas sona-
jas, que se llamaba c/nfOM.c~t, y ponianla enhiesta delante de
ella y comenxaba a hacer ruido con tas sonajas, meneandole a
una parte y a otra; sembraban delante de ella !ncienso, y ha-
ciendo esto, la subian hasta to alto del cu alli la tomaba luego
uno de los sàtrapas a cuestas, espaldas con espaldas, y luego Ile-
gaba otro y ta cortaba la cabeza; en acab&ndota de cortar la
cabeza la abrian los pechos y la sacaban et corazôn, y le echaban
en una jicara.
Hecho este sacrificio a honra de
la diosa .Y<7~!fM, tenian
todos ticenda de corner xilotes y pan hecho de ellos, y de comer
canas de maiz. Antes de este sacrificio nadie osaba corner estas
cosas; también de alli adclante comian bledos verdes cocidos, y
podian tamhién oter las flores que se ttaman <'CMt/'oa/.r(:<n/ y
las otras que se ttaman y'<<'(!<'At~. También en esta fiesta hacian
areito tas mujeres, mozas, viejas y muchachas; no bailaban con
ellas hombres ningunos; todas iban ataviadas de
fiesta. emplu-
madas las piernas y tos brazos con ptuma colorada de papaga-
yos, afeitadas las caras con color amarillo y con margagita. En

i6s
esta fiesta todos comian unos tamales, que ttaman .TOfO/dMM~t.
y hacian ofrendas a sus dioses en sus casas; y los viejos y viejas
bebian vino, pero los mozos y mozas no y si aigunos de los que no
tenian licencia !!o bebian echàbï~nles presos y castigàbantos. Los
de la audiencia, los sentenciaban, que llamaban pctlacako; algu-
nos sentenciaban con pena de muerte por beber el pulcre, y tos
asi sentenciados ningùn remedio tenian !natàbantos delante to-
do el pueblo, porque en ellos escarmentasen los otros; y para
poner espanto a todosttevàbantos los jueces tas manos atadas, al
/!dM~M~ y alli hablaban a todo el pueblo, que nadie bebiese el
pulcre sino los viejos y viejas. Después que se acababa la pli-
tica luego daban a los que habian de morir con un bastôn tra~
el cogote y te achocaban; los verdugos de este oficio se llamaban
~MMAMOC/t~t, exoaudcatl, ~t.MCOM<tca~, ~~COCOMdfa~, masatécatl,
o~~t~oM~co~. Estos no eran de los senadores, sino de la gentc
baja que llamaban achcacauhtin; no venian por etecciôn a aquel
oficio sino mandados, solamente pretendian para este oficio que
fuesen valientes, esforzados y de buena plàtica. Los que veLn
hacer esta justicia tomaban temor y escarmiento si eran avisa-
dos, pero los que eran tochos y son alocados reianse de éste ne-
~ocio y burlaban de to que se decia; no temian en nada el cas-
tigo, ni la ptàtica, todo !o echaban
por alto, no temian la muerte.
En acabando de hacer esta justicia
todos los que estaban juntos
mirandola comenzaban a derramarse, y irse a sus casas, levan-
tando mucho polvo con tos pies y sacudiendo sus mantas; no
quedaba nadie en aquel lugar. Aqui se acaba la retaci6n de la
fiesta t!amada «~' /<*<'Mt//tM<

t66
CAPITULO XXVIII.

DE LA FIESTA Y SACRIFICIOS QUE HAC~AK EN LAS CALENDAS


DEL NOVENO MES QUE SE LLAMABA TLAXOCHIMACO.

AI noveno mes llamaban /to<<tt~ac~. Dos dias antes que


llegase esta fiesta toda la gente se derramaha por !os campos y
maizales a buscar flores, de todas maneras de flores, asi sit-
vestres como campesinas, de las cuales unas se Ilamaban acoco-
.y<!cAt~, AM<ocoA'<!cA~t tcpccempoalx6chitl, H<r~oM«!~<!c/n~,
~occ~cAt~ otras se itaman o<o.<*<!fA! coca/o.r~cAt~, oco~'<
chitl, o ayacox6chitl, ÇM~M/t~.f~c/tt~, .n/o.rJc/tt~, </accocofo.r<
chitl, <'<'w~o<y<!cAt~, o~ocMfTdtMNt, otras se Haman /&o/o~~Mf-
~!OM, o<?o~ow<r<!c/M~; y teniendo juntas muchas de estas flo-
res, juntàbantas en la casa del ft< donde se hacia esta
fiesta,
alli se guardaban aquella noche, y tuc~o en amaneciendo tas cn-
sartaban en sus hilos o mecatejos; tcniéndotas ensartadas hacian
sogas gruesas de ellas, torcidas y largas, y las tendian en cl pa-
tio de aquel cu, presentandotas a aquel dios cuva fiesta hacian.
Aquella misma tarde, la vigilia de la fiesta, todos los populares
hacian tamales y mataban gallinas y perrillos, y pelaban !as ?a-
Ilinas y chamuscaban los perrillos, y todo !o demâs que era me-
nester para el dia siguiente; toda esta noche, sin dormir, se ocu-
paban en aparejar estas cosas. Otro dia muy de manana, que
era la fiesta de Huitzilopochtli, los
sâtrapas ofrecian a este mis-
mo tdoto f lores, incienso y comida y (to) adornaban con guirnal-
das y sartales de flores; habiendo compuesto esta estatua t!e
/fM<<~o/'oc/«M con flores y habiéndote presentado muchas f!«-
res, muy artificiosamente hechas y muy olorosis, hacian !o mis-
mo a todas tas estatuas de todos tes otros dioses, por todos tos
f< y tuego, en todas las casas de los senores y principales adc-
rezat)an con flores a los idolos que cada uno ténia, y to-< presen-
taban otras flores, poniéndosetas detante, y toda la otra gente
popular t<ac!a to mismo en sus casas.
Acabado de hacer to dicho tneRo comenxahan a comcr y heber

.67
en todas las casas de chicos, grandes y médianes; ttegando a la ho-
ra del medio dia, luego comenzaban un areito muy pomposo en
et patio del mismô~Mt~/o~oc~~t, en el cual los mâs valientes
hombres de la guerra, que se ttaman unos o~owut, otros ~MO~M<:
</<tc/n<, guiaban la danza, y tm'go tras ellos iban otros que se
ttaman /cçM!«c~M< y iras ellos otros que se ttaman
chiaquc, y tras ellos, otros que se !!aman ~MfAc<MMM, y
luego los mancebos que se llaman ~o~o<'A~«t. También
en esta danza entraban mujeres, mozas pùbHcas; e iban asidos
de las manos, una mujer entre dos hombres, y un hombre entre
dos mujeres, a manera de las danzas que hacen en Castilla la
Vieja la gente popular; y danzaban culebreando y cantando, y
los que hacian et son para la danza, y los que regian el canto
estaban juntos. arrimados a un altar redondo que llamaban wu-
~Mo~~t En esta danza no hacian ademanes ningunos con los
pies ni con las manos, ni con las cabezas, ni hacian vueltas nin-
gunas, m&s de ir con pasos llanos al compas det son y del can-
to, muy despacio; nadie osaba hacer ningùn bullicio, ni atra-
vesar por el espacio donde danzaban todos los danzantes iban
con gran tiento, que no hiciesen atguna disonancia. Los que
iban en la delantera, que cra la gentc mas ejercitada en la gue-
rra, ttevaban echado el brazo por la cintura de la mujer, como
abrazândota; los otros que no eran tales no tenian licencia de
hacer este. A la puesta del sol cesaba este areito y se iban to-
dos para sus casas, y !o mismo hacian en cada casa, cada une
delante de sus dioscs; habia gran ruido en todo el pueblo por
razôn de los cantares y del taner de cada casa. Los viejos y
viejas bebian vino y emborrachàbanse, y reman unos con otros
a voces y otros se jactahan de sus vatentias, que habian he<)o
cuando mozos. Aqu! se acaha la retaciun de la fiesta que se tta-
maha //a.rof/{<tMaco.

ï68
CAPITULO XXIX.

D~ LA FIESTA Y SACMHCMS QUE HACfAN EN LAS CALt-~DAS


DEL OÉCtMO MES, QUE SE LLAMABA X6COTL Ht ETZ!.

AI decimo mes llamaban .fJco~ AMc/~t. En pasando la fies-


ta de ~<M'ocA<MMfo cortaban un gran àrbot en el monte, de
veinte y cinco brazas de largo, y habiéndole cortado, quitàbante
todas las ramas y gajos del cuerpo del madero y dejaban el
renuevo de arriba del guion; y luego cortaban otros maderos,
y hacianlos c6ncavos, echaban aquel madero encinta de ellos y
atabante con maromas, y Ilevabanlo arrastrando y no Ilegaba
a! suelo porque iba sobre los otros maderos, porque no se roza-
se la corteza. Cuando ya ttegaban cerca del pueblo salian las
senoras y mujeres principales a recibirle; Ilevaban j!cara~ de
cacao para que bebiesen los que le traian, y flores con que en-
rosaban a los que le traian; desque le habian llegado al patio
dei cu, tuego comenzaban los ~oyocoM~MM, o cuadrilleros da-
ban voces muy fuertemente para que se juntase todo el pueblo,
para levantar aquét àrboi que Uamaban .fofo~; juntados tf~dos
atabanle con maromas, y hecho un hoyo donde habia de levan-
tarse, tiraban todos por las maromas y levantaban el àrbot. con
gran grita; cerraban el hoyo con piedras y tierra para que que
dase enhiesto, y asi se estaba veinte dias. La vigilia de la fics-
ta que se ttamaba .r<!co~ AM< tomabanto a echar en tierra
muy poco a poco porque no diese golpe, porque no se quebra
se o hcndiese, y asi le iban recihiendo con unos maderos atados
de dos en dos, que Haman ÇMOM/t/ow«!ro/ y ponianle en tierra
sin que recihic~c dano, y dejabanle asi' y ibanse; las maromas
dejabantas cogidas sobre el mismo madero. Estàhase a>t toda
aquella noche, y el dia de la misma fiesta, en amaneciendo. jun-
tâbanse todos los carpintcros con sus herramientas y tat~ràhan-
le muy derecho, quitàndote si alguna corva tenia. pnianle muy
liso; y tahraban otro madero (le cinco braxas. dptgadc. hacianle
c6nca\u poniante en la punta desde donde comenxaba el guion,

.6q
y recogian las ramas del guion dentro del concave del otro ma-
(tero y atabanle con una soga, cinéndote desde donde comen-
zaban las ramas hasta la punta del guion.
Acabado esto, los sàtrapas, aderezados con sus omamen-
tos, componian el àrbot con papeles; ayudàbantes los que lla-
man çMo~tMc~t~tM, y tos que llamaban ~~<OM<&t3'gM< que eran
tres muy altos de cuerpo; al uno de ellos llamaban coyo«o, y al
otro ~oconco~ ( ï ) y al tercero ~M~coMt~o~ ponian estos pape-
tes con gran solicitud y bullicio. También componian de pa-
peles a una estatua, como de hombre, hecha de masa de semi-
llas de bledos. Este papel con que le componian era todo btan-
co, sin
ninguna pintura ni tintura; ponianle en la cabeza unos
papeles cortados como cabellos, y unas estolas de papel de am-
bas partes, desde el hombro derecho al sobaco izquierdo y des-
de el hombro izquierdo al sobaco derecho, y en los brazos po-
nianlos papeles como alas donde estaban pintadas imagenes
de gavilanes, y también un ~MM'</<' de papel. Ponian arriba unos
papeles a manera de huipil, uno de la una parte y otro a la otra
a los lados de la imagen, y en el arbot, desde los pies de la
imagen, colgaban unos papeles largos, que Ilegaban hasta el
medio del ârbot, que andaban revolando; eran estos papeles an-
chos como media braza, y largos como diez brazas. Poman tam-
bién tres tamales grandes hechos de semilla de bledos sobre
la cabeza de la imagen, hincados en tres palos. Compuesto el
Arbot con todas estas cosas, atabanle diez maromas por la mi-
tad de él (y) atadas tas maromas tiraban de ellas con gran gri-
ta, exhortandose a tirar de tas maromas, y como le iban levan-
tando pontante unos maderos atados de dos en dos y unos pun-
tales sobre que descansase; cuando ya le enhiestaban daban gran
grita y hacian grande estruendo con los pies, iuego le echaban
al pie grandes piedras para que estuviese cnhiesto y no se acos-
tase, luego encima le echaban tierra; hecho esto ibanse todos a sus
casas, nadie quedaba alli. Luego venian aquellos que tenian cau-
tivos presos, que los habian de quemar vivos, y traianlos alli,

(t)–Z<!fOM~fo<<, corritf'" Rétni Sintcnn (Oh rit. p& ).~)).

ï7o
donde se habia de hacer este sacrificio; venian aderezados para
hacer areito. Tra!an todo el cuerpo tenido con color amari-
!!o y la cara con color bermejo; traian un plumaje, como ma-

riposa, hecho de plumas coloradas de papagayo; llevaban en la


mano izquierda una rodela, labrada de pluma blanca, con sus rapa-
cejos que colgaban a la parte de,abajo; en el campo de esta rode-
la iban piernas de tigre o de âguita, dibujados de pluma al pro-
pôsito; Hamaban a esta rodela c/n~M/OM~t. Cada uno de
los que iban en el areito, asi aderezados, iba pareado con su
cautivo; iban ambos danzando a la par. Los cautivos lleva-
ban el cuerpo tefiido de blanco, y el M!<M*<~ con que iban ceni-
dos era de papel; Uevaban también unas tiras de papel blanco
a manera de estolas, echados desde el hombro al sobaco; !!eva-
ban también unos cabellos de tiras de papel cortadas delgadas;
llevaban emplumada la cabeza con plumas blancas a manera de
bilma; Hevaban un bezote hecho de pluma; Hevaban los ros-
tros de color bermejo y tas mejillas tenidas de negro. En es-
te areito perseveraban hasta la noche.
Puesto el sol cesaban y ponian los cautivos en unas casas
que estaban en los barrios, que se Haman fa/~M/ Alli los es-
taban guardando los mismos duenos y ve!aban todos y hacian
velar a los cautivos, y ya cerca de la media noche ibanse todos
los viejos vecinos de aquel barrio a sus casas. Llegada la me-
dia noche !os senores de los esclavos, cada uno a! snyo, cortà
banlos los cabellos de la corona de la cabeza a raiz de! casco.
delante del fuego y a honra del fuego. Estos cabellos guarda-
han como por reliquias y en memoria de su va!ent!a, atàbanto~
con unos hilos colorados a unos penachos de garzotas, dos <*
très; a la navajuela con que cortaban los cabellos ttamàbanta
una del gavitan; estos cabellos los a~uardaban en unas petaqui-
ttas o cofres hechos de cana, que Ilamaban et cofre de los cabe-
llos, (y) este cofre o petaca pequenueta ttevàbata el senor del cau-
tivo a su casa y cotgâhata de las vigas de su casa, en lugar pù-
hlico porque fuese conocido que habia cautivado en la guerra
todo el tiempo de su vida le tenia colgado. Después de haber

!7t
cortado los cabellos de la cor~nitta a los cautivos, sus duenos
dormian un poco y los cautivos estaban a mucho recaudo por
que no huyesen. En amaneciendo ~ego ordenaban todos los
cautivos delante del lugar que se ttamaba ~oMt~on~<, que era
donde espetaban las cabezas de los que sacrificaban; estando asi
ordenados luego comenzaba uno de los satrapas a quitartos unas
banderillas de papel que llevaban
en las manos, las cuales eran
sénat de que iban sentenciados
a mucrte; quitàbanles también
los otros papeles con que iban aderezados y alguna manta, si
Ilevaban cubierta, y todo esto ponianlo en el fuego para que se
quemase, en un piton hecho de piedra que llamaban ~tMM/t.nfo-
?. Todos iban por esta orden desnudàndotes y echando en el
fuego sus atavios, porque no tenian mas necesidad de vestidu-
ras, ni otra cosa, como que luego habian de morir; estando asi
todos desnudos esperando la muerte, venia un sàtrapa adere-
zado con sus omamentos y traia en tos brazos la estatua del
dios que llamaban /~<M< también adornada con sus atavios;
Ilegado aquél sàtrapa con su estatua
que tenia en los brazos,
subia luego al cu donde habian de morir los cautivos y ttegaba
at lugar donde los habian de matar que se !!amaba 7'/oc<M?o«AcoM.
Llegado alli luego tomaba a descender y pasaba delante de to-
dos los cautivos, y tornaba otra vez a subir como primero; los
senores de los cautivos estaban también ordenados en rcncte,
cada uno cabe su cautivo, y cuando la segunda vez el /~d<M<t/ su-
bia al cu, cada uno de ellos tomaba por los cabellos a su cauti-
tivo y llevàbalo a un lugar que se llama Apellac, y alli los deja-
ban todos; luego descendian los que los habian de echar en el

fuego y empotvorizàbantos con incienso tas caras, arrojàndose-


to a punados, el cual traian molido en unas talegas; luego los
tomaban, y atabanlos tas manos atràs, y también los atabar.
los pies, luego los echaban sobre los hombros a cuestas y su-
bianlos arriba a to alto del cu, donde estaba un gran fuego y
gran mont6n de brasa, y llegados arriba tuego daban con ellos
en el fuego; al tiempo que los arrojaban alzabase un gran pol-
vo de ceniza, y cada uno a donde caia alli se hacia un grande

t7~
hoyo en el fuego, porque todo era brasa y rescoldo, y alli en
el fuego comenzaba a dar vuelcos y a hacer bascas el triste del
cautivo; comenzaba a rechinar el cuerpo como cuando asan at~ûn
animal, y tevantàbanse vejigas por todas partes del cuerpo; y
estando en esta agonia sacàban!e con unos ~arabatos, arrastran-
do, los sàtrapas que llamaban ~MO~KacMtY/tM, y ponianle enci-
ma del tajon que se llamaba ~f/tco~. y luego le abrian tos pe-
cttos de tetilla a tetilla, o un poco mas abajo, y luego le sacaban
c! corazôn y le arrojaban a los pies de la estatua de .Ytn~~f«//<,
dios del fuc~n.
De esta manera mataban todos los caut!os que tenian para
sacrificar en aquella fiesta, y acabàdotos de matar todos {base
toda la gente para su casa, y a la estatua del dios fffuto~ nevà-
bata el mismo satrapa que la hatxa tra!do, al lugar donde Mua
cstar: ibanle acompanando todos los viejos que estaban aplica-
clos al servido de aquel dios; en acabàndote de poner en su ht-
car. descendianse del CM e ibanse a sus casas a corner. En aca-
hando de corner juntabansc todos los mancebos y mozuelos y
tnuchachos; todos aqucHos que tenian vedijas de cabellos en
et coyote, que t'ama!)an r~<r/'o/f<yK< y toda ta otra ~ente se
iuntaban en el patio de .Yn(/<~ft<~t. a cuva honra se hacia es-
ta fiesta; tue~o al medio dia comenzaban a bailar y a cantar:
ittan mujeres ordenadas entre los hombres; hench!ase todo et pa-
tio de ~ente que no habia por donde satir, estando todos muy
npretados. En cansàndose de cantar y ()c hailar, tue~o dahan
«na gran grita y sat!anse dei patio c !banse donde estaba el àr-
bo! tevantado. iban cuajados los caminos y muy t!cnos de gente.
tanto que los unos se atropet!at)an con i's otros: v los capi-
tanes de los mancebos, estaban en derredor del arhol, para que
nadie suhiese hasta que fuese tiempo y defendfan la subida a ~a-
rrotaxos; y los mancebos que iban detcnmn. d'is para subir al
arho! apartaban a empettones a los que dc'?n<!Ln la subida. y
luego se asian de las maromas y comenzaban a subir por ellas
arriba por cada maroma subian muchos a p)rfn: cotgaba de
cada maroma un pina de mancebos, que todos su~ a porfia

'73
por ella, y aunque muchos ac ometîan a subir pocos ttegaban arri-
ha y el que primero Hegaba tomaba la estatua del idolo que es-
taba arriba, hecha de masa de bledos, tomabale la rodela y las sa-
cta$, y los dardos con que e~taba armado, y el instrumento con
que se arrojan los dardos que se llama dtlatl; tomaba también
los tamales que tenia a los lados, desmenuzabatos ) arrojàbatos
sobre la gente que estaba abajo. Toda !a gente estaba miran-
(!o arriba, y cuando caian los pcdazos de !os tamales todos ex-
tcndian los brazos para tomarlos, y algunos renian y se apuna-
ban por el tomar de los pedazos; habia gran voceria sobre c)
tomar los pedazos que caian de arriba; y otros tomaban los pe-
nachos que tenia sobre la cabeza la imagen o estatua, que echa-
ha de arriba el que habia subido. Hecho esto el que habia su-
bido descendiase con las armas que habia tomado de arriba; en
Hcgando abajo tomâbante con mucho aplauso, y llevabanle y
subiante a !o alto del cu que se lIama 7'/oc<MOM/«'aM; subtante a
aque! lugar muchos viejos. Alli le daban joyas o empresas por
la valentia que habia hecho, y luego todos tiraban de las ma-
romas con gran fuerza y echaban en ticrra el ârbot y daba
gran golpe en el sueto y haciase pedazos; hecho esto todos se
iban a sus casas, nadie quedaba alli, y luego llevaban a su casa
a aquél que habia ganado en subir primero al ârbo!; ponianlc
una manta leonada atada al 'hombro, y por debajo del brazo
contrario como se pone la estola al diàcono; Hevaba esta manta
una franja en la orilla de ~cA~M«// y pluma. Esta manera de
manta era licito traer a los que hacian esta vatentia, a !os otros
no les era Hcito traer esta manta. Pod)an!as traer en su ca-
sa y vender h~dos los que querian, pcro no traertas. Aque! que
hab!a llevado la victoria, Hevàban!e trahado por los brazos dos
satrapa~ viejos que Hamaban ~Ma~MOfMtV/ut, y muchos de los
ministros de los idolos iban tras ellos, tocando cornetas y cara-
coles !!evaba a cuestas la rodela que habia tomado en e! àr-
bot, (y) en dejândole en su casa volvianse al cu donde habian
salido. Esta es la relaciôn de la fiesta Hamada .y<!co~ /<Mc<~<.

'74
CAPITULO XXX.

DE LA FIESTA Y CEREMONÏAS QUE SE HACfAN EN LA<: CALEXDAS


DEL UKOÉCÏMO MES. QUE SE LLAMABA OCHPANÏX~L!.

AI undécimo mes ttamat~an oc/t~oM~~t. Los cinco dias pri-


meros de este mes no hacian nada tocante a la fiesta; acabados
los cinco
dias, quince dias antes de la fiesta comenz~ban a bai-
lar un baile que ellos llamaban M~MM~o.ro; este baile duraba
ocho d!as. Iban ordenados en cuatro rendes y bailaban, no can-
taban en este
baile; iban andando v callando, y llevaban en am-
bas manos unas flores que se ttaman ccw~oo/.r~cAt~, no com-
puestas sino cortadas con la misma rama. AIgunos mancebos
traviesos, aunque los otros iban en silencio, ellos hacian con la
!)oca el son que hacia et atabal, a cuyo son bailaban ninp<n
meneo hac!an con los pies ni con el cuerpo, sino solamente r<'n
las manos hajandolas y tevant&ndotas a compas del atabal, (\ )
guardaban la ordenanza con gran cuidado, de mènera que nadie
discrepase det otro: comenzaban este baile hacia la tarde, y aca-
)'àt)ase en poniéndose el sol; esto duraba por ocho dias, los cua-
les acabados comenzahan tue~o las mujeres médicas, viejas y
mozas, a hacer una escaramuza o petea, tantas a tantas, parti-
'tas en dos escuadrones. Esto hacian las mujeres delante <!c
aquetta mujer que hahia de morir en esta fiesta, por recocijar-
la, para que no estuviesc triste ni Ilorase, ttorquc tenian mat
aguero si esta mujcr que hah!a de morir estaha triste o Horaha.
)K)rque decian que esto si~nificaba que habian de morir muchos
sotdados en la ~crra. o que habian de morir muchas mujeres
'te parte. Cuando hacian esta escaramuza o petea aque!ta mujer
que estaba diputada para morir, a la cual llamaban la ima~en
de la madré de los dioses-a quien la fiesta se hacia-hacia el
primer acomct'micntu contra ci escuadron contrario; ihan acom-
panando a esta tres viejas que eran como sus madrés, que nunca
se Ic quitaban del lado; a la una llamaban .~Ma, a la otra 77<n-

~75
tecqui (i) a la otra .Yo~oM/t~t; la pelea era, que se apedreaban
con pellas hechas de aquellas hilachas que nacen en los àrbotes,
o con pellas hechas de hojas de espadanas y con hojas de tu-
nas, y con flores amarillas que llaman c<*Mt~o<<'<!cAt~. Todas
iban cenidas, y en la cintura Ilevaban unas calabazuelas colgadas
con potvos de aquella yerba que itaman iban apedreàndosc
el un escuadrôn tras el otro, et otro volvia tras ci
y después
otro; de esta manera escaramuzaban ciertas vueltas, con todas
las cuales acabadas cesaba la escaramuza y luego Ilevaban a la
mujer que habia de morir a la casa donde la guardahan. Esta mu-
jer llamaban roc<, que quiere decir nuestra abuela; ttamaban
asi a la madre de los dioses, a cuya honra ella habia de m ~rir.
Esta escaramuza hacian por espacio de cuatro dias conti-
nuos, los cuales pasados, sacaban aquella mujer a pasearse por el
/!<h!~M<'j; iban con c!!a todas las médicas acompanandota por
e! /!<fM~M<?; a este paso !!amaban acoceamiento del ~~«M,
;xjrque nunca mas habia de vohcr a é!; saliendo del ~M~MC~
recibianla lue~o los sàtrapa je la diosa llamada C7ttc<wt~'(!o/
y rodeàbanse de ella, y ella aembraba harina de maiz por dondc
iba, como despidténdose del ~<ÏM~M~r, y luego aquellos satrapas
)!evâban!a a la casa donde la ~uardaban, que era acerca del cri
donde la habian de matar. A!!t la consolaban las médicas y par-
teras, y la decian Hi ja no os entr!stexcâis, que esta noche ha de
dormir con vos e! rcy, alegraos. No la dahan a cntender que la
habian de matar porque su muertc hatxa de ser subi ta. sin <juc
ella )o supiese. Y tue~u la ata\ iabnn con los ornamentos de
aqucUa diosa que Ilaman Toci, y !!ej~ada la média noche ite\à-
han!a al cu dondc habia de morir, y nadie hablaba ni tosia cuan-
do la llevaban, todos iban en ~ran silencio aunquc iba con ella
)f)do et pueblo; y de que habfa tte~ado a! lugar donde la habian
(te matar, tomâbata uno sobre las espa!das y cortàban!e de
presto la cabeza, y luego catiente la desollaban y desollada uno
de )os satrapas se vest!a sn pellejo. a! cuat Ilamaban tecciaqua-

()).–Asi en ta copia hecha por Trnncf'so. R<)ni Simeon c'K:ribi"


sc~U)) la copia de Panes y la titilizada
7'/<tt/<<fC<yM(. por Kin~berouK)'
cMtKt; escogian para esto el de mayor cuerpo, y de mayorcs fucr-
zas. Lo primero, la desollaban el muslo, y et pellejo del muslo
lle'iabanle al cu de &u hijo que se ttamaba Cintéotl, que estaba
en otro cu, y vestiansele. Después que se vestia aquel sàtrapa
con el pellejo de aquella mujer, iba a tomar a su hijo ( !t!~o/
tuego se levantaba at canto del c« y luego bajaba abajo con pri-
sa acompanâbante cuatro personas que habian hecho veto de
hacerle aquel servicio; tomâbantc en medio, dos de la una parte
y dos de la otra, y algunos de los sàtrapas iban detràs de este
que llevaba el pellejo vestido, y otros principales y soldados que
le estaban esperando se ponian delante para que él fucse iras
cttos persiguiéndotos, y asi comenzaban a huir delante de cl re-
ciamente iban votviendo la cabeza y ~otpeando tas rodetas, como
provocàndote a pelear, y tornaban luego a correr con gran fu-
ria. Todos los que veïan esto temian y tembtaban de ver aquel
juego, y este juego se Ilamaba ~ococo~t, porque todos aquellos
que iban huyendo Ilevaban en las manos unas escobas de zacates
ensangrentadas; y el que Itevaba el pellejo vestido, con los que
iban acompanandote. perseguian a los que iban delante huyendo
y los que hu<an procurahan de escaparse de los que los perse-
Ru!an, porque los temian mucho, y tte~ando al pie del CM de('

~Mt~o~oc/t~t, aquel que llevaba el pellejo vestido alzaba los


brazos y poniase en cruz delante de la imagen de //Mt~t/o/'<?r/<
y esto hacia cuatro veces.
Hccho esto votviasc adondc cstaba la cstatua de C~/co/ h1-
ju de aquella diosa ttamada 7wt. <)uien éste reprcsentab;).
.t'ste Cut/~o/ cra tnancct)o et cuat t)c\at)a puesto por caratuta
et pettej't dct nutsto de la mnjer que habian muerto. y juntabasc
con su madrc; tos atavios (lue ttevaba cran la caratuta del pc!!cj<'
nictida por ta cattexa y tm capiHo de ptmna metido en la cabcza.
que cstaba pe~ado a un habite de pluma que tenia sus man~
y su cuerpo; la punta dct capillo, que era tarRa. estaba hecha una
rosca hacia atras; tenia un tomo como cresta de gallo en la ros-
ca, y Ilamaban a este tal capillo t~ofo~t</t~Mt, que quicrc decir
dios de la ttctada. 1ha jtmtn con su nmdrc. ambos a la p:)r 'n

~.h~I'al1 I.

'77
despacio; iban a! CM de la madré Toci, donde habia muerto aque-
tta mujer. Poniase
en e! 't< aquel (que) representaba a la diosa
Toci, el cuat Ilevaba el pt ttejo de la otra; todo to dicho pasaba
de noche, y en amaneciendo poniase aquel que representaba a la
diosa Toci en el canto del cu, en to alto, y todos los principales
que estaban abajo esperando aquella demostracion comenzaban
a subir con gran prisa por gradaslas del CM arriba, y Ilevaban
sus ofrendas y ofrecianset~s; unos de ellos emplumabanle con
pluma de aguita–aquettas blandas que estàn a raiz del cuerpo--
la cabeza y también !os pies; otros la afeitaban el rostro con co-
lor colorado; otros le vestian un huipil no muy largo, que tenia
delante de los pechos una aguila labrada, o tejida en el mismo
/tttt~ otros le ponian unas naguas pintadas; otros descabezaban
eodornices delante de ella; otros la ofrecian copal; esto se hacia

muy de presto y luego se iban todos, no quedaba nadie alli. Lue-


go la sacaban sus vestiduras ricas y una corona muy pomposa
que se llamaba owoco/M, que tenia cinco banderillas, y la de en
medio mas alta que las otras; era esta corona muy ancha en !o
alto y no redonda sino cuadrada, y del medio de ella salian ban-
derillas; tas cuatro banderillas iban en cuatro esquinas y ta ma-
yor iba en medio; llamaban esta corona meiotli. Luego ponian
en rende todos loscautivos que habian de morir, y ella tomaba
uno y echabale sobre el tajôn de piedra que llamaban ~c/tco~, y
abriale los pechos y sacâbate el corazôn, y tuego a otro y tuego
a otro, hasta cuatro; y acabando de matar estos cuatro tos de-
màs encomendaba a los sàtrapas, para que ellos los matasen, y
luego se iba con su hijo para el cu donde sot!a estar, el cuat
Hamaban Cintéotl o 7~<~ocoKMAg«t; iban delante de ellos aque-
llos sus devotos que se ttaman
<cM~<!oM, iban algo adelante adc-
rezados con sus papeles, cenido un maxtle de papel torcido y
sobre tas espaldas un papel fruncido y redondo como rodela
Uevaban a cuestas unos plumajes compucstos con atgodon: en
este plumaje ttevaban colgadas unas hilachas de atgodôn no tor-
cido, y las médicas y tas que venden cal en el tidnquez iban
acompanando de una parte y de otra a la diosa, y a su hijo;

ï78
iban cantando; los que se llamaban
satrapas quaquacuiltin iban
cantando y rigiendo el canto
de las mujeres, y tanendo ~OM<M-
de una lengua que tiene abajo un /cc<!wa~ llegando al lugar
donde espetaban tas cabezas en el cu de su hijo Cintéoil, estaba
alli un atabal, y aquel que Ilevaba el pellejo vestido y era imagen
de la diosa Toci ponia un pie sobre et atabal, como coceandote;
estaban alli esperando al hijo de esta diosa, CtM/~o~, que era un
mancebo recio y fuerte, muchos soldados viejos, y tomâbante
en medio y iban todos corriendo, porque habian de ttevar el pe-
llejo del muslo de la que muriô–et cual, aquel que llamaban
su hijo traia metido en la cabeza y sobre la cara como carâtuta–
a un cerro que se llamaba Popotltemi, que era la raya de sus
enemigos. Iban en companb de estos muchos soldados y hom-
t)res de guerra, con gran pri"" corriendo; ttegando al lugar don-
de habia de dejar el pellejo, que se ttamaba tM<rov<~o~, muchas
veces acontecia que salian sus enemigos contra ellos, y alli pe-
leaban los unos con los otros y se mataban el pellejo ponianlo
colgado en una garita, que estaba hecha en la misma raya de la
pelea, y de alli se volvian y los enemigos también se iban para
su tierra.
Acabados todos estos juegos y ceremonias a aquel que era
imagen de la diosa Toci ttev&bante a la casa que se llamaba
Atempan.
El senor poniase en su trono en las casas reales; tenia por
estrado un cuero de aguila con sus plumas, y por espaldar de la
sitta un cuero de tigre; estaba ordenada toda la gente de guerra,
detante los capitanes y valientes hombres, en medio los soldados
viejos y al cabo los bisonos; iban todos delante del senor asi
ordenados, y pasahan como hacicndo alarde por delante de él,
haciéndole gran revercncia o acatamiento, y él ténia cerca de si
muchas rodelas y espadas y plumajes, que son aderezos de ta
guerra, y mantas y tMO~M y como iban pasando a cada uno le
mandaba dar de
aquellas armas y plumajes. A los mas princi-
pales y 5*Ralados to mejor y mas rico, y asimismo de las mantas
y MM~~< T, y cada uno en tomando !o que te habian dado ibase

!79
aparté y aderezàbase con ello. A tos de en medio daban to
menos rico y a los detras daban to que quedaba, v rnmo todos
se bubiesen aderezado con tas armas (lue habian toh ordenâ-
t~anse otra vez y pasaban por dttante el senor armados y adere-
zados, y bac!ante gran acatamiento cada uno como iba pasando.
Acabado esto, ya estaban haciendo areito en el patio de la diosa
Toci, y tue~o t<xtos los que habian tomado las armas ibanse al
areito; estos a quien se daban estas armas tenian entendido
que ttat'!an de morir con ellas en la ~uerra. En este haile o
areito, no cantaban, ni hacian menées de batte, sino iban andando
y tevantando y !)ajando to~ brazos, al compas del atambor y lle-
vaban en cada mano flores. Todos los que baitaban parec!an
unas flores, y todos los que miraban se maravit!aban de sus ata-
v!os; andaban alrededor del c« de aquella diosa Toci. Las mu-
jeres que estaban a la mira de este areito, itoraban y decian Estos
nuestros hijos, que van ahora tan ataviados, si de aqui
a poco
pregonan ~uerra. ya quedan obt!gados a ir a etta; pensais que
votverân mas? {Quixa nunca mas los veremos! De esta manera
se acuitaban las unas y las otras, y se an~ustiahan por los hijos.
Aquel hombre que era imagen de la diosa Toct. y sus devotos
y las médicas, iban bailando aparte, detras de los que hacian
el areito, y cantaban en tiple muy alto en este areito, comenzando
al mediodia. Otro dia hacian el mismo areito, y satfan todos
a él, porque el dia antes muchos no tiat)!an satido. Por el alarde
que se hacia este dia, salian todos tos principales y los ~</< y
aderezàbansc muy ricamentc, y el senor iba delante con ricos
atavios ataviado; cra tanto cl oro que rcsptandeoa con el sol
en gran manera, en todo c! patio. Y a la tarde, acabando el
areito, salian tos sàtrapas de ta diosa C/n«~n'<'<!o/ vestidos con
los pellejos de los cautivos que habian mucrto el dia antcs; a
estes ttamahan /o~o~<'ttn. Estos se subian encima de un c« pc-
qucno que se llamaba la mcsa de /~M<Y?<7o/~f/ (y) desdc alli
arrojaban o sembraban maiz de todas mancras, hlanco y ama-
rillo, y colorado y prieto, sobre la gente que estaba abaio, y
también pepitas de calabaza, y todos co~fan aquel maiz y pepi-

180
tas, y sobre et!o se apunaban las doncellas que servian a la diosa
CA«'OMt<'c<!o~ a tas cuales Ilamaban ct/tMo~a~o~o~~Mf, todas tte-
vaban a cuestas cada (una) siete mazorcas de maiz, raya-
das con ulli derretido y envueltas con pape! blanco, en una
manta rica; iban aderezadas con sus plumas en las piernas y en
los brazos, pegadas a manera de bilma, y afeitadas con marga-

gita iban cantando juntamente con los satrapas de la diosa C/n-


coM<~c<!o~, los cuales regian el canto. Hecho esto, luego los sà-
trapas iban a recogerse a sus sacristias; luego descendia un

sàtrapa de to alto del cu de T~Mt~o~oc/t~t, y traia en las manos


un gran altabaque de madera ttcno de greda blanca y molida,
como harina, y de pluma blanca, como atgodon; ponialo abajo,
ett lugar que se ttama coo.ro~ott. que era un espacio que habia
entre las gradas del cu y el patio bajo, al cual espacio subian por
cuatro o cinco gradas, o seis. En poniendo su altabaque alli,
estaban muchos soldados (aparejados) esperando ( i ), y arran-
caba a huir, cuat por cual ttegatta primero a tomar to que venri
en el altabaque, y aqui parecian los que eran mejores corredores
y mas ligeros; arremetian con el altabaque y tomaban a punados
to que en él estaba, greda y pluma en tomando votvian corrien-
do hacia a donde habian partido, y aquel que tenia vcstido el
pellejo de la mujer muerta, que era imagen de la diosa T'oci,
estaba presente cuando tomaban aquella pluma y greda; en aca-
bando de tomar arrancaba a correr tras ellos, como persiguiën-
dolos, y todos dahan grita, y cuando hacia esta corrida el sobre-
dicho, como iba entre la gente huyendo todos le escupian y le
arrojaban to que tenian en las manos, y el senor tamhién daba
una arremetida corriendo poco trecho. As! se entraba en su casa
corriendo, y todos los demas hacian )o mismo. y asi dejaban
todos a aquel que era imagen de la diosa /<'«. excepto atgunos
que le seguian con atgunos satrapas hasta !!e\arte al tugar don-
de habia de desnudarsc el pellejo, el cuat tu~ar se ttamaha 7 ~ft-

(!).–Et término aparejados. que esta en la copi~ de Panes, no figura


en la heeha pn el scl\or Troiteoso. Parf'('e de mas ai~adir que la vo: al-
taba~Me esta empteada como e<)uiva)ente de cesto

t8t
Mon. Alli le colgaba en una g mta que alti estaba; tendiale muy
bien para que estuviesen tendicos los brazos y la cabeza hacia la
calle o camino. Hecho esto se acababa la fiesta y ceremonias de
oc/t~oMt~t. Este es el fin de la retaciôn de esta fiesta.

CAPITULO XXXI

DE LA FIESTA Y SACRIFICIOS QUE SE HACÏAN EN LAS CALENDAS


DEL DUODÉCIMO MES QUE SE LLAMABA TEOTLECO.

A! duodécimo mes llamaban teotleco, que quiere decir la lie-


gada o venida de !os dioses. A quince dias andados del este mes
enramaban unos altares que ellos llamaban tMomo-s~t, con canas
atadas de tres en tres; tenian cargo de hacer esto los mozos
y muchachos que se criaban en tas casas que llamaban telpoch-
calli. Estos altares (los) enramaban solamente en las casas de
las diosas; (sin embargo) también enramaban los altares donde
estaban las estatuas de los idolos particulares, en las casas del
pueblo, y dabantes por esto en cada casa un chiquihuill de maiz
o cuatro mazorcas y los mas pobres dàbantos dos o tres ma-
zorcas llamaban a esto coc<Mo~, como quien dice aguinaldo; (se
tes daba et maiz) para que comiesen tostado, y no !o comian to-
dos, sino aquellos que cran ya conocidos por diligentes y tra-
bajadores. A los tres dias que andaban enramando, llegaba el
dios que llamaban 7~<oc/t//t y T'/aM«t~?<nca~, este ttegaba pri-
mero porque como mancebo andaba mas y era muy recio y
ligero, y asi ofrecianle el tercero dia, y las ofrenclas que le da-
ban eran semillas de bledos tostadas y molidas, y las revoiviasi
con agua y otros las revolvian con miel y hacian cuatro pe-
Itas de esta masa y ponianlas en un plato; esta era la ofrenda
de cada uno de los que habian de ofrecer, y luego las ttega-
ban a ofrecer a aquel dios en su cu, y se las ponian detante.
A la noche, luego comenzaban a beber pulcre los viejos y
las viejas; (lecian que lavahan los pies al dios 7~of/t~t, que ha-

i8~
bia Ilegado de camino; en el cuarto d!a, quitaban los ramos que
habian puesto de los altares, al dia era la fiesta de
y quinto
teotleco, la ttegada de los dioses, que era el ûttimo de este mes.
A la média noche de este dia, molian un poco de harina de ma-
iz y hacian un montoncillo de ella, bien tupida; hacian este mon-
toncillo de harina redondo como un queso, sobre un petate. En
este montoncitto de harina veian cuando habian todos
llegado
los dioses, porque aparecia una de un pie pequeno so-
pisada
bre la harina (y) entonces entendian eran los dio-
que llegados
ses. Un sâtrapa llamado ~o/tMO estaba esperando toda la no-
che cuando parecia esta seiial de la llegada de los dioses; iba
y venia cada hora, muchas veces, a mirar el montoncillo de la
harina, y en viendo la pisada sobre la harina luego aquel sà-
trapa decia: Venido ha su majcstad. En oyendo los demàs

satrapas y ministros de los idolos esta voz, luego se levantaban


y tocaban sus caracoles y cornetas en todas los CMM, y en to-
clos los barrios y en todos los puebtos. En esto entendia toda la
gente que los dioses eran llegados; luego todos comenzaban a
ir a los f!«'.? con sus ofrendas, para ofrecer a los dioses recién
llegados, y to que ofrecian era aquellos tamales de semillas que
habian hecho el dia antes; en acabando de ofrecer luego se iban
a sus casas, no quedaba alli nadie; y a la noche bebian ~M/cr~
los viejos y viejas (que) dccian que lavaban los pies a los dioses.
El dia siguiente llegaba el dios de los mercaderes ttamado

Foco~t'~oMoc o Ftaco~fM~t, y otro dios llamado /.vco~OM/tÇMt o


~tM/t/ffM~~ que es et dios dei fuego, a quien los mercaderes
tienen devociôn. Estos dos llegaban a la postre, un
gran
dia dcspués de los otros ;x)rque decian que eran viejos y no an-
daban tanto como los otros. Acabado esto luego quemaban
vivus a muchos esclavos, echàbantos vivos en el fucgo en un
altar grande (jue se ttamaba /f<'<'<fo, que ténia gradas por cua-
tro partes; cncima del attar andaba tmitando un mancebo ade
tczado con una cahcllera de cabellos largos, con un plumaje de

ptumas ricas en la corona la cara tenia tenida de negro con unas


rayas de btanco, una <tue satia desde la punta de la ceja hacia

'83
to alto de la frente, y otra que descendia desde el lagrimal del
ojo hacia la mejilla, haciendo medio circulo. Traia a cuestas
un plumaje, que se llamaba huacalli; (y) un conejo seco en él;
cuando echaban un cautivo en el fuego, silbaba metiendo el
dedo en la boca, como to acostumbraban también otro mance-
bo se aderezaba como murciélago, con sus alas y con todo to
demàs para parecer murciétago: traia unas sonajas, en cada
mano la suya, que son hechas como cabezas de adormideras
grandes, con estas hacian el son; habiendo echado en el fuego a
los cautivos luego los sàtrapas se ponian en proces!6n, compues-
tos con unas estolas de papel desde el hombro izquierdo al so-
baco derecho, y desde el hombro derecho al sobaco izquierdo,
y subian trabados de las manos a la hoguera y daban una vuel-
ta alrededor de ella, muy despacio, y descendian corriendo aba-
jo desasianse de las manos los unos de los otros casi por fuer-
za; algunos de ellos caian, unos de bruces y otros de lado. Es-
te juego se llamaba Mtowa~oMt/coo. Otro dia juntàbanse por
los barrios y por las calles, y hacian danzas trabados de las ma-
nos pintabanse los brazos y el cuerpo con plumas de diversos
colores, pegàndola.- a b curnc con resina. Esto hacian chicos
y grandes, y aun a los que estaban en la cuna pintaban con es-
tas plumas, solamente a tos machos. Esta manera de danza
comenzaban desde et medio dia, y cantaban por attt algunos can-
tares como querian, y danzaban de esta manera hasta la noc))o
y los que querian tamtxen de noche. Estos dos dias postren's
cran de! mes que se signe. Esta es la retaciun de la fiesta tta-
mada /co.

184
CAPITULO XXXII.

DE LA FIESTA Y SACRIFICIOS QUE SE HACÎAN EN LAS CALENDAS


DEL DÉCÏMO TRRCKRO MES, QUE SE DECfA TEPRÏLHUITL.

AI décimo tercero mes Hamaban


/<<'<7/tMt' En la fiesta
que se hacia en este mes cubrian de masa de bledos unes palos, que
tenian hechos como culebras, y hacian unas imagenes de
montes fundadas sobre unos palos hechos a manera de ninos,
que ttamaban A~co~/oM/t, era de masa de bledos la imagen del
monte, pon!anîe delante junto unas masas rollizas y larguillas
de masa de bledcs a manera de bezos, y estos Hamaban yj~to.
Hacian estas imàgenes a honra de los montes altos donde se
juntan las nubes, y en memoria de los que habian muerto en
agua o heridos de rayo, y de los que no se quemaban sus cuer-
t)os sino que los enterraban. Estos montes hadantos sobre unos
rodeos o roscas hechos de heno, atados con sogas de zacate, y
guardàbantos de un ano para otro. La vigilia de esta fiesta ttc-
vaban a lavar estas roscas al rio o a la fuente, v cuando las
ttevaban tbantes tanendo con unos pitos hechos de harro coci-
do, o con unos caracoles mariscos; lavabanlas en sus casas u
oratorios que estaban hechos a la orilla del agua, que se lIa-
man ayoM/tfo/~t, tavâbantas con unas hojas de canas verdes. AI-
~unos en el a~ua que pasaba junto a su casa los tavaban. En
acabandolas de lavar volvianlas a su casa con la misma mùsi-
ca y luego hacian sobre ellas las imàgenes de los montes como esta
dicho. Atgunos hacian estas imàgenes de noche. antes de ama-
necer cerca del dia. La cabeza de cada un monte tenia dos ca-
ras, una de persona y otra de culebra, y untaban la cara de per-
sona. con «//< derrcttdo. y hac!an unas tortillas pequenuelas de
masa de btedos amarillos y ponianlas en las mejillas de la ca-
ra de persona, de una parte y de otra; cubnantas con unos pa-
peles que t)n)nat)an ~<<'t<t/ ponianlos unas corozas en las ca-
bexas. con sus penarhos. Tamtm'n a las imà~enes de los muer-
tos les ponian sot)re aqueHas roscas de xacate, y luego en ama-

'8s
neciendo ponian esta imàgenes oratorios, :n sus
sobre unos le-
chos de espadanas o de juncias
c juncos; habiéndolos alli
puesto
luego les ofrecian comida, tamales y mazamorra, o cazuela he-
cha de gallina o de carne de perro, y luego los incensaban echan-
do incienso en una mano de barro cocido, como cuchara gran-
de llena de brasas, y a esta ceremonia llamaban ca/OMooc.
Y los ricos cantaban y bebian pulcre a honra de estos dio-
ses y de sus difuntos: los pobres no hacian mas que ofrecer-
les comida, como se dijo. En esta fiesta mataban algunas mu-
jeres a honra de los montes o de los dioses de los montes. A
la de una de ellas llamaban Tepéxocla a la segunda J~of/o~fM~ y
a la tercera Xochitécatl, y a la cuarta Mo~M~ que era imagen
de los magueyes. El quinto era hombre, y ttamàbante Milnâ-
uatl; este hombre era imagen de las culebras. Iban aderezados
con coronas de papel, y todos los papeles con que iban adereza-
dos iban manchados con ulli derretido; el mismo atavio tteva-
ba el hombre que llamaban ~<7M<ÏMo~, que era imagen de las
cuiebras. A estas mujeres y a este hombre ttevàbanios en ii-
teras ttamabase paseo de literas. Tra!antos como en proces!6n
(y) l1evabanlos en los hombros; hombres y mujeres iban cantando
con ellos; los que Ilevaban las literas o andas iban muy bien
aderezados; las mujeres con sus naguas y huipiles labrados y
afeitadas tas caras. Venida la hora del sacrificio, ponian en
las literas a las mujeres y al hombre que habian de morir y su-
bianlos a !o alto del cu, y desque estaban arriba sacabanlos de
las literas y uno a uno echabanlos
sobre el tajôn de piedra;
abnantes los pechos con el pedernal, sacabanles el corazôn y
ofrecianlos al dios 77<Moc. Luego descendian los cuerpos, tra-
yéndolos rodando por las gradas abajo poco a poco, tenién-
dolos con las manos, y llegando abajo Hevàbantos al lugar
donde espetaban las
cabezas, alli les cortaban las cabezas y las
espetaban por las sienes en unos varales que estaban echados
como en lancera; los cuerpos Hevàbantos a los barrios de don-
de habian salido, y otro dia, que se llamaba /<tiMt7o, hacianlos

y comianlos también entonces despedazaban las imà-


pedazos

i86
genes de los montes en todas las casas en que los habian hecho
y los pedazos subianlos a los tlapancos para que se secasen al
sol y ibanlos comiendo cada dia, poco a poco. Y con los pa-
peles con que estaban aderezadas aquellas imâgenes de los mon-
tes cubrian aquellos rodeos de zacate, sobre que los habian pues-
to, y colgabanlos de las vigas, cada uno en su oratorio que tenia
en su casa; un ano entero estaba colgado alli hasta que llegase
otra vez la fiesta; entonces tomaban los pedazos juntamente con
el rodeo y ttevabantos a los oratorios que se llamaban oyo«Aco~t,
y e! pape! dej&banto alli y el rodelo votv!anto a su casa para
hacer ofrenda a las imâgenes. Aqui se acaba la retacion del
mes y fiesta que se llama tepeilhuitl.

CAPITULO XXXIII.

DE LA FIESTA Y SACRIFICIOS QUE SE HACÏAN EN LAS CALEXDAS


DEL DÉCIMO CUARTO MES, QUE SE LLAMABA QUECROLLI.

AI mesdécimo cuarto !!amaban ~M~/<o//<. Salido el mes


pasado, en
cinco dias no se hac!a ceremonia ninguna ni f iesta
en los ctic~, todo estaba en calma to que toca at servicio de los
dioses. AI sexto dia juntâbanse los que tenian cargo de los
barrios; mandaban que se buscasen canas para hacer saetas, y
cada uno de los soldados traia una carga de canas, y todos jun-
tes, del Tlatelolco y de México, ofrecian todas aquellas ca-
nas a Z/Mt~o~ocA~t; poniéndotas en el pàt!o, delante del cu de
este dios; tuego alli tas repartian a ta otra gente, y cada uno l1e-
vaba a su casa las que le cabian. Otro dia venian al patio de

~Mt~o~ocA~t todos los que habian Ilevado canas, para ende-


rezar tas canas a! fuego; este dia no se hacfa mas de enderezar
canas y volvianlas a sus casas. Otro dia siguiente volvian con
ellas at patio de //M~rt7o~oc/t venia toda la gente, chicos y
grandes, no qucdaba nadic, y a todos los muchachos subianlos

'87
al n< <!e //</<7û/'</<7<~t/ alli los hacian taner con los caracoles y
cornetas, y les hacian cortar las orejas y sa,:aban sangre y un-
tabanlos pur las sienes y po! los rostros. L!amâbase este sa-
crificio Mto~Ma~o~o, porque !o hacian en memoria de los ciervos
que habian de ir a cazar. D':sque se juntaban todos juntos en
el patio de /7t«/oc/t~<, los ~Moc/tcoj y los tlatilulcas; en una
parte se ponian !os lenochcas y en otra los ~o~/M~ay, y comen-
zaban a hacer saetas; a este dia llamaban tlacatli n< tlacochtli. ( t
En este dia todos hacian penitencia, todos sacaban sangre de las
orejas cortândose, y si atguno no se sangraba de las orejas, to-
màbanïe la manta los que tenian cuidado de recoger la gente,
que llamaban lepan mani; nunca mas se la daban. Y los dias
que entendian en hacer estas saetas nadie dormia con mujer y
nadie bebta pulcre. Todas las saetas eran hechas a una medida,
y los casquillos, que eran unas puntas tan largas como un geme,
hechas de roble, eran también todas iguales; todos cortaban las
canas a una medida, cortadas dâban!as a los que les ponian las
puntas y aquellos atâban!as muy bien con M'</t, con hilos de M~-
~Mfx muy bien torcidos, porquc no se hendiesen al meter de las

puntas; metian engrudo en el agujero de la cana y luego la pun-


ta sobre el engrudo en poniéndola la punta como habia de estar
untaban con resina la atadura de la cana y también al cabo don-
de habia de herir la cuerda del arco. En acabando de aparejar
las saetas haciantas tue~o hacecillos de veinte en veinte y lue-
~o se ordenaban como en procesi6n; Ilevaban liacecillos todos a
ponerlos y presentàbanlos delante de Huitzilopochtli. Alli las
ponian todas juntas, (y) en acabândotas de poner ibanse a sus
casas.
AI cuarto dia llamaban calpan ~!<tt<t7o, que quiere decir el
dia que se hacen saetas particulares para jugar con ellas, para
ejercitarse en el tirar, y ponian por blanco una !)oja de maguey
y t!raban!a; aqui parecian quienes eran los mas certeros en
tirar. AIquinto dia hacian unas saeticas pequenas, a honra
de los difuntos, eran largas como un geme o palmo y ponianlas

(t).Re<ni Simeun: "dia de tas f)ec))as". (Oh. cit. p~. !<t4).

ï88
resina en las puntas, y en el cabo el casquillo era de un palo; de
por aqui ataban cuatro saeticas cuatro teas con hilode at~odon
flojo, y ponianlas sobre las seputturas de los difuntos; también
pon!an juntamente un par de tamates dulces; todo el dia estaba
esto en las seputturas y a !a puesta del sol encendian las teas, y
alli se quemaban las teas y las saetas. El carbon y ceniza que
de ellas se hac!a enterrabanto sobre la sepultura del muerto. :t
honra de los que hattian muerto en la ~uerra. Tomaban una ca-
ria de maiz, que tenia nueve nudos, y ponian en la punta de ella
un papel como bandera, y otro largo que colgaba hasta abajo (y)
at pie de la cana ponian la rodela de aquel muerto. arrimada con
una saeta; también ataban a la cana la manta y el Mo~c, eu
la bandera senataban con hilo colorado un aspa de ambas par-
tes, y también labraban et papel largo con hilo colorado y btan-
co, torcido desde arriba hasta abaio, y del hilo blanco colgaban
et pajarito que se ttama /<Mt~~</ut. muerto. liacian también
unos manojitos de plumas btancas del ave que Uaman <M<o~,
atadas de dos en dos, y todos los hilos se juntahan y los ata-
han a la cana; estaban forrados tos hilos con pluma blanca de
gallina con resina; todo esto to Uevaban a quemar a
pegado
un pil6n de piedra que se Ilamaba çtMtM/t.nco/co. AI sexto dia
de esta manera en
llamaban ~ofa~on~Mt.too. y Itam&bante porque
el patio del ft< del dios que Itaman ~f<vf<!<ï~ tendian mucho he-
no, que le traian u~ las montaiias. y sobre el heno se sentaban
las mujeres ancianas que servian en el CM, que se llamaban ci-

/<Ko//oM<ofo~M< delante de ellas tendian un petate (y) luego ve-


nian t<xtas tas mujeres que tenian hijos o hijas y traiantos con-
si~o; estas traian cnda cinco tamales dulces, y cchàbantos sobre
r) petate clelante de tas viejas, y luego daba cada una su hijo,
a ntj~una de a<)uct!as viejas, y la vieja que le tomaba brincàt)ate
en los hrazos, y hecho esto dabanlos a sus madres e ibansc a
sus casas. Esto se comenzaba a la manana, y se acabaha a la
hora de corner los tamalf's (que) tomahan las viejas para su co-
mer.
At onceno dia de este mes iban a hacer una caxa a aqueMa

t89
sierra que estaba encima de ~o<'MtA<«tyoM, y esta era fiesta por
sf, de manera que en este me! habia dos fiestas, la que esta di-
cha y la que comienza. Esta montana o ladera donde iban a
cazar Ilamaban Zacatépec, y llamabanle también /~t~aM~<!MO<t.
Et dia que llegaban a esta ladera dcscansaban alli aquella noche
en sus cabanas de heno; hac!an hogueras para dormir aquella no-
che. A diez dias del mes arriba dicho hacian fiesta al dios de tos
otomies llamado ~t~'c<!o~, en el modo que se sigue. Otro dia
de manana ahnorzaban todos; habiendo atmorzado aderezàbanse
todos para la caza, cenian sus mantas a los lomos y ponianse
todos en ala. No solamente los mexicanos iban a esta caza, pero
también los de 0M<ïMA/t~oM, y de C«o«AM<t/<Mo< y Coyooco~
y otros pueblos comarcanos. Todos Ilevaban arcos y saetas, e
ibanse juntando poco a poco, acorralando la caza, que eran cier-
vos y conejos, y liebres, y coyotes; cuando ya estaba junta la
caza arremetian todos y tomaba cada uno !o que podia; pocos
animales de aquellos se escapaban, o casi ninguno. Habiendo
tomado los animales, ibase cada uno para su pueblo, y los que
tomaron alguna caza, matabanta, y !!evaban la cabeza consi~o: y
los que cazaban algunos animales d&banlos mantas por ligeros
y osados; también los daban comida. En acabando la caza lue-
~o se iban a sus casas. Todas las cabezas de los antmalcs que
habian tomado las cualesllevaban, coleabanlas en sus casas.
En el sexto dia, que se llamaba ~oco~oM quixoa, dabantes
aderezos de papel a los esclavos que habian de matar a honra
del dios T'/o~M~nco/ y a honra del otro dios que se Ilamaba
/~çMt~<'o~; estos esclavos (los) compraban los que hacen
cre, y los que hacian pulcrc para Mo/cccn~~tMO. Estos monan a
honra de aquellos dioses ya dichos. Otros dos esclavos que mata-
ban a honra del dios ~t~coo~ y de su mujer que se Hamaba Coa-
tlicuc, compraban tos los ca/MM. Allende de estos hombres
que matahan a honra de 7'/oMM~fH<'a< mataban muchas mujeres
a tas cuales Ilamaban Coo/~cMf, y eran sus mujeres de TïoMMf-
~Mco~, y de 7~çM<~co~/ también a estas mujeres tas componian
con sus papeles. Llegada la fiesta que era et itltimo dia de este

190
mes, daban una vue!ta a todos los que habian de morir, trayén-
dolos en proces!6n por alrededor del cu. Pasado el mediodia
ttevàbantos al cu donde los habian de matar, y traianlos en pro-
cesion alrededor del tajôn donde los habian de matar, y tontà-
bàntos a descender abajo y llevabanlos a la casa del capulco; alli
los hacian velar toda la noche. Y a la medianoche, delante del
fuego cortâbantes los cabellos de la coronilla; luego los esclavos
quemaban sus hatos, que eran una banderilla de papel y su man-
ta, y su tM<M* y algunos quemaban las sobras de las canas de
humo y sus vasos que tenian para beber; todo !o quemaban alli
en et calpulco; y las mujeres también quemaban todos sus hatos
y sus alhajas, su petaquilla y sus husos y la greda con que hila-
ban, y los vasitos sobre que corre el huso, y el ordidero y tas
canas. y el tupiderc con que tejian, y los lizos y el ataarre, y los
cordeles con que atan la tela para que esté alta, y la cana para
tupir y las espinas o puntas de maguey, y la medida para tejer,
con todas tas otras baratijas, todo to quemaban tas mismas cuyo
eran. Decian que todas estas alhajas que quemaban se las habian
de dar en el otro mundo donde iban después de la muerte. Esto
se Ttacîa la vigilia de la fiesta; et dia en amaneciendo, compo-
mantos luego con sus papeles con que habian de morir, y tuego
los llevaban al lugar de la muerte; subianlos por tas gradas del
cu a cada uno dos mancebos, uno de un brazo y otro de otro
porque no desmayasen ni cayesen, y otros dos los bajaban des-
pués de muertos por tas gradas abajo; a cada uno de ellos te
ttevaba uno, una bandera de papel delante, cada uno de estos es-
clavos iba con esta compama; cuando subian por tas gradas del
cu ttevaban delante de todos cuatro cautivos atados de pics y ma-
nos, los cuales habian atado en el recibimiento del CM, que se tta-
maba ~c~oc, que es donde comienzan tas gradas. A cada uno
llevaban cuatro, dos por los pies y dos por los brazos, ttevâbantos
boca arriba; llegados arriba echàbantos sobre el tajon y abrian-
tes los pechos, y sacabantes los corazones. Subianlos a éstos de
esta manera en significacion que eran como ciervos, que iban
atados a la muerte. Los demâs esclavos iban por su pie. Ha-

ï9ï
hiendo muerto a todos éstos a la postre mataban a la imagen
de! dios 3/<.fc<!o~ porque :odos los mataban en su c«; y a !os

que eran del dios F~two~'tco~ también los mataban en su CM;


subianse de su c« y iban al tajon donde los mataban en el c« de
f/otMo~Mco~. Las mujere~ matabanlas en otro CM que ttama-
ban Cod<~OM, antes que a los hombres, y las mujeres cuando su-
bian las gradas unas cantaban y otras gritaban, y otras lloraban
iban llevandolas hombres no des-
por los hrazos algunos porque
mayasen, y después que las habian muerto no las arrojaban p~r
las gradas abajo, sino descendianlas rodando poco a poco.
Estaban abajo, cerca del !ugar donde espetaban cabezas, dos
mujeres viejas qu< !!amaban <c<aM«g«< tenian cabe st unas ji-
caras con tamales y una salsa de woMt en una escudi!la, y en
descendiendo a los que habian muerto, !!evâban!os a donde es-
taban aquellas viejas, y ellas metian en la boca a cada uno de
los muertos cuatro bocadillos de pan, mojados en la salsa, y
roc!âban!os las caras con unas hojas de cana mojadas en agua
clara; y luego los cortaban las cabezas !os que tenian cargo de
esto y las espetaban en unos varales, que estaban pasados por
unos maderos como en lancera. Hecho todo esto se acababa la
fiesta y se iban todos a sus casas. Esta re!aci6n de !o que
pasaba en esta fiesta.

CAPITULO XXXIV

DF LA FIESTA Y SACRIFICIOS QUE SE HACtAN EN LAS CALENDAS


DEL DECIMOQUÏNTO MES QUE SE DECfA PANQUETZALIZTLI.

AI décimoquinto mes llamaban /'OM~M<ro~~<. Antes de !!c-


gar a este mes, por reverencia de la fiesta que en él se hacia, los
sâtrapas y ministros de los idolos hacian penitencia ochenta dias
Iban a poner ramas en todos los oratorios y humilladeros de los
montes; comenzaban esta penitencia un dia después del mes que
se llama ~f/t/'OMt~~t. A la medianoctic iban a enramar los alta-

!9~
res y oratorios, y humittadcros de los montes, aunque estuvicsen
lejos: iban a hacer esta devociôn de noche y desnudos, todos los
dias y todas las noches, hasta Ilegar a este mes de panquetsal-
<~K. Por ramos Ilevaban canas verdes y espinas de maguey;
iban tanendo con su caracol o corneta, y con su pito; un rato
tanian con la cometa y otro rato con el pito, y asi iban remu-
dando la musica.
Acabado el mes de quecholli, que es este pasado, luego co-
menzaban a bailar y a cantar, y cantaban un cantar que se llama
tlaxotecdyoti, que es cantar a loor de ~/Mt/~o~oc/t~t; comenza-
ban este cantar al principio de la noche, y acababan a la media-
noche, cuando tanian a maitines. En este cantar cantaban y
bailaban también las mujeres, mezcladas con los hombres. Nue-
ve dias antes que matasen los que hab!an de morir banaban los
que habian de morir con el agua de una fuente que llaman
//M~.s'Mo~, que esta cabe el pueblo de ~Mt~o~ocAco. Por esta
agua iban los viejos de
los barrios; traianla en cantaros nuevos
y tapados con hojas de cedro que ttaman o/tM~/tM~ en Ilegando
adonde estaban los esclavos, que estaban delante del cu de HtM~-
~tfo~ocA~t, a cada uno e~aban un cantaro de agua sobre la ca-
beza y sobre todos los vestidos que tenian, asi hombres como

mujeres. Hecho esto,


quitabantes las vestiduras mojadas y ade-
rezabantos con papeles con que habian de morir, y tenianlos todos
los brazos y todas las piernas con azul claro y después se las
rayaban con tejas, y pintabanles las caras con unas bandas de
amarillo y azul, atravesadas por toda la cara, una de amarillo y
tuego otra de azul, luego otra de amarillo y otra de azul, y po-
nianles en tas narices una saetilla atravesada y un medio cfrcu!o
que colgaba hasta abajo. Ponianles unas corozas o coronas he-
chas de canitas atadas, y de to alto salia un manojo de plumas
blancas; y a las mujeres ponianlas plumas amarittas sobre las
corozas. Aderezados de esta manera delante del cu de HM<o-
~oc/t~t (los) llevaban por delante de las casas
que Ilamaban
fo/~M~t, y cada uno le Ilevaba su dueno a su casa; en Ilegando
a casa, descomponianlos de los papeles con que estaban compues-
Stht«f'3
ÏM
tos, y posiianlos en las petacas. Desde alli comenzaban a bailar
y cantar, un hombre y una mujer pareados; Ilegaban al quinto
dia antes del dia que los matasen y comenzaban a ayunar los
duenos de los esclavos todos aquellos cinco dias, y también ayu-
naban los viejos de los barrios. Comian al mediodia por el
ayuno, y banàbanse a la media noche por la penitencia, en los
oratorios que se ttaman oyo«At0~o, to.; cuales estaban a la orilla
del rio: las mujeres senoras de aquellos esclavos, banàbanse en el
agua que pasaba cabe sus casas. Los que se banaban llevaban
cuatro puntas de maguey cada uno, y antes que se banasen cor-
tâbanse las orejas y con la sangre que salia ensangrentaban las

puntas de maguey, la una echaban en el agua, la otra hincaban


a la orilla del agua; otras dos ofrecian al idolo que estaba en
aquel oratorio de ayaulecalco. Las mujeres que se banaban cabe
sus casas ensangrentaban una punta de maguey e hincàbanta a
la orilla del agua.
Acabados los cuatro dias de la penitcncia juntâbanse con los
esclavos y esclavas los duenos de ellos, nombres y mujeres, y
también los que habian de subir al CM y los que habian (los) de
descender después de muertos, y tas que tos habian de lavar las
caras y también los que habian de Uevar las banderillas delante
de ellos; todos juntos se trababan por las manos, hombres y mu-
jeres, e iban danzando y cantando y cutebreando para asirse.
Hacian unas roscas como guirnaldas de cuerdas o de espadanas,
y no se asian de las manos sino de la:; guirnatdas o roscas, y los
esclavos que habian de morir it)an danxando mezciados entre los
otros que danzaban; iban con gran prisa saltando y corriendo, y
danzando, gatopando y acezando, y los viejos de los barrios
ihanles haciendo el son y cantando; iba mirando esta danza mu-
cha gente. Los que habian hecho ni habian dormido
penitcncia,
con susmujeres aquellos diasde la penitencia, ni recibido otros
regalos ningunos twr reverencia dei ayuno, ni las mujeres ha-
bian dormido con sus maridos; acabat~an éstas danzas a la me-
dia noche, entonces luego se iban todos a sus casas, en
y luego
amaneciendo comenzaban la fiesta, porque cra et postrero dia

ï94
del mes. Entonces iban los esclavos
que habian de morir a las
casas de sus amos a despedirse, y les llevaban delante una escu-
dilla de tinta, o de almagre, o de color azul; iban asi cantando
con muy alta voz el pecho;
que parecia que rompia y en tte~
gando a la casa de sus amos, metian las manos ambas en la
escuditta de color o de tinta, y ponianlas en los umbrales de las
puertas y en los postes de las casas de sus amos, y dejâbantas
alli impresas con los colores. Lo mismo hacian en casa de sus
parientes y poniantos comida en casa de sus amos y en casa de
sus parientes, y algunos que tenian buen corazon com!an y otros
no podian corner, con la memoria de la muerte que luego 1 ian
de padecer. Hecho esto tenian aparejados los duenos de los es-
clavos muchas mantas y muchos maxtles que habian de distri-
buir en la fiesta, cogidos con sus cargas, y cargàbansetas sobre
los hombros a los que las habian de llevar y los que habian de
morir componianse con sus papeles y tomaban a cuestas sus
banderillas, y las mujeres ttevaban a cuestas las petaquillas de
sus alhajuelas; luego se ponian todos en procesion delante de la
puerta, y los esclavos entraban en los silleros de la casa y cerca-
ban los hogares, andando alrededor de ellos algunas vuettas y
luego comenzaban a ir hacia la casa que se llamaba calpulco, y
los esclavos iban detràs de todos; y en ttegando al co~K~o los
esclavos danzaban por et patio, y los que ttevaban tas cargas
met!an!as en el calpulco, y luego ponian cada cosa por s!, las
mantas todas juntas y los MM.v~M todos juntos, y tos huipiles
todos juntos las naguas todas juntas. Luego entraban los
convidados, los que hacian la fiesta dàbantos ~Mo~M y
mantas o to que q~enan, y tas mujeres entraban ordenadas por
otra parte y dabantcs /<Mt~<t o naguas o to que querian.
Estas fiestas s6to tas hacian los mercaderes que compraban
los esctavos. Habiendo dado tas mantas y to demàs a los con-
vidados. tuego Ilevaban los esclavos at cu y después que ha-
bian dado vuelta al cu, en proccsiôn, luego los subian sobre et
cu; llegando arriba andaban en procesi6n alrededor del tajon,
y tomaban a descender abajo y desquc Hegaban abaio iban co-

~95
rriendo al co~t~co, otros ne corrian sino iban
despacio, y Uc-
gando al calpulco descomponhntos (de) los papeles y sentàbantos
sobre unes pétales; traiante:. alli de comer y también ~M~<rc,
porque comiesen y bebiesen los que quisiesen. Toda la noche
los hncian velar a! y !!e{:ad~ la média noche ponianlos en ren-
de delante del fuego y cortâbantes los cabellos de la coronilla,
y ~uardâbantos por reliquias, como esta dicho. Hecho esto co-
menzaban a corner masa de htedos que tenian aparejados; nin-
~uno dejaba de comerla, y estos tamales rollizos no los partian
con las manos, sino con un hilo de <v//<; en acahando de co-
rner estos tamales cog!an los petates y enro!!àt)an!os, y pon!an-
los todos juntos en un lugar. Esto se hacia en todas las casas
del pueblo. Echàbanse en el suelo, o sobre unas mantillas ro-
tas que tendian debajo, y en amaneciendo, antes que fuese bien
de dia descendian
al dios P<!<no~ de to alto del fn de T/Mt/~o-
pochtli, y luego iba derecho at juego de pelota que estaba en
medio del patio, que thmaban teotlachco; alli matab~ cuatro
caut~vos. dos a honra del dios ~t<f~<!M y otros dos a honra
del dios Oo~~oM, cuyas estatuas estaban junto al ~cAco; en
habiéndo!os muerto arrastràbantos por et <foc/<fo. –ensangren-
tàbase todo el suelo con la sandre, que de ellos salia yéndo!os
arrastrando–; hecho esto iba el dios ~n«~ luego corriendo
hacia etTlatelolco, e iban acompan&ndote cuatro ni~romanti-
cos y otra mucha gente, y desde alli iba por el camino que Ila-
man Nonoalco, donde ahora esta una iglesia de San Miguel.
Alli le satia a recibir el satrapa de aquel ru, con la imagen det
dios OMOMt/Hcac, que es su compaiiero del dios Pdittal; ambos
tenian unos ornamentos o
atavios; tue~o ~mbos juntos it~an
hacia T~ocM~o, at lugar que se ttama T~o.v<OM, de alli iban
hacia el barrio que se llama P~J//on, a donde esta la iglesia
de San Esteban, y delante de un f« que atti estat~a mataban otros
cauth'o- y tue~f' cr.rripndc' se part!an hacia Chopultepcc y pa-
saban por delante del ccrro de un rio
C/to~M/~cc. y pasa!)an que
corre por alti que ttaman 7r~MM<!t<, delante det fM, que alli
estaba, mataban otros cautivos a los cuatcs ttamaban ~Mt/~co.

~96
Desde alli iban derechos hacia Coyoacan y Ilegaban alli a un
lugar que se Ilama Tepet6can, junto a las casas de Coyoacan;
y desde alli iban derechos a Mo~~M, que es cerca de la igle-
sia de San Matias /~<<Mo/co, y de alli votvian a un lugar que
se llamaba ~cocAnM~co, que es cerca de las casas de Alvara-
do.
Entre tanto que se hacia esta procesion hacian una escaramu-
za los esclavos que habian de morir, un bando eran de ~Mt~-
nahua y de otro bando, otros esclavos, y de la parte de Huits-
nahua ayudaban los soldados de ~Mt~MoAMo. A éstos daba et
senor jubones amarillos y rodelas pintadas de unas esférulas
blancas y negras, entrepuestas tas unas a tas otras. Estos sot-
dados Ilevaban por espadas unos garrotes de pino y unos dardos
con que peteaban y tiraban, y los esclavos tirahan saetas de

casquillos de pedcmat; matàbanse unos a otros en esta escara-


nwza, y los que cautivahan los esclavos de los soldados también
los mataban; echaban a tos que cautivaban sobre un tepouas-
<? y alli les sacaban el corazôn, y desque tomaba el dios P<~M<
ya que llegaba al lugar del cu donde peleaban, y el que estaba
mirando desde encima del fM daba voces diciendo: {Ah Mexi-
canos, no peleis mas, cesad de pelear, que ya viene el senor
P<KtMt~ o!da esta voz (por) los que peleaban, los soldados echa-
ban a huir y los esclavos scrutantes, y asi se desbarataba la gue-
rra. Dclante del dios Pdt'to~ traian dos plumajes redondos co-
mo rodelas, y tenian el medio agujerado; eran aquellas como
mazas que Hevaban delante de aquel dios puestas en unas astas,
como astas (le lanzas; llcvàbanlos unos muchachos corriendo, y
en apareciendo aquellos de lejos et atataya daba voces que ce-
sase la guerra, y tteRando cerca del fK de MMt~t~ocMt dos
soldados de aquellos que acompanaban tomaban las mazas a los
muchachos y ttevabàntas corriendo hacia et cu, y salian otros
dos y tom&bantas a aquellos y las ttevaban otro trecho y asi
se remudat~n hasta tte~ar a la puerta del patio del CM de ~Mt<-
.et/o~ocA~t, que se llamaba Quauhquiauac. Llegando alli ningu-
no podta tomar las mazas a los que las ttevaban' ellos las su-

'97
bian al ct< de ~«t~o~oc/t~t y ttegando arriba ponian las ma-
xas sobre la estatua de
Huitzilopochtli, que era hecha
de masa
de bledos; alli ca!an cansados, alli estaban carleando de cansa-
dos; tuego iba un satrapa y cortaba tas orejas con un pedernal
a estos dos que habian Ilegado cansados y, toritando en s!, baja-
ban el cu trayendo consigo la estatua de HM!~o~ocA//t cautiva,
que era de masa, y Itevàbanta para sus casas y hacian convite
con ella a sus parientes y a todos los de su barrio. Hecho es-
to tomaban luego a los cautivos y a los otros esclavos que ha-
bian de morir y traianlos en procesi6n atrededor del cu, sola
una vcx; iban delante todos los cautivos y luego los ponian en
orden; luego descendia un satrapa de !o alto del fM y traia en
las manos un volumen grande de papeles blancos, que !!anMn
fc~~oc~M, o por otro nombre letéuitl; en llegando abajo alza-
ba los papeles, como ofreciéndolos hacia tas cuatro partes del
mundo, luego los ponia en un piton que se llama ~tM~/t.nfo/co.
Después descendia otro satrapa que tra!a un hach6n de teas
muy largo, que ttaman .<tMAc<!o~, tenia la cabeza y la cola co-
mo culebra, y (le) ponian en la boca unas plumas coloradas que
parecia que le salia fuego por la boca traia la cola hecha de pa-
pet, dos o tres brazas de largo; cuando descendia no parecia si-
t:o gran culebra, descendia culebreando y moviendo la lengua y
ttegando abajo ibase derecho al piton donde estaba el papel, y
ofrecialo hacia tas cuatro partes del mundo, y luego tornaba
a ponerto junto y arrojaha sobre ello la culebra
ardiendo; alli
se quemaba todo junto y el satrapa tornàbase a subir a! CM y
llegando arriba comenzaban luego a tocar las cometas y cara-
coles. Luego descendia un satrapa con gran prisa trayendo en
los brazos la estatua de /~<~<î/. vicano de ~fMt~.?<7o~oc/<<K; y
ttegando con ella abajo pasaba por delante del pi!6n, y por de-
tante <!e los cautivos y esclavos que habian de morir, como guian-
dotos luego tornaba a subir al c« (y) en Hegando arriba mata-
ban primero a los cautivos, para que fuescn delante de los es-
ctavos. y luego mataban a los esclavos; en matando a uno luego
tocaban las cornetas y caracoles, descendian el cuerpo por las

'98
gradas rodando, derramando por ellas la sangre; asi hacian a to-
dos los esclavos que mataban a honra de Huitzndhuatl; so-
los ellos morian, ningun cautivo moria con ellos, matàbantos en
su cu de J~Mt~M<MtM<t~.
Acabados de matar los esclavos v cautivos todos se iban
a sus casas, y el dia siguiente beb!an pulcre los viejos y viejas,
y !os casados y los principales; este ~M/rrc que aqui bebian se
tiamaba matlaloctli, que quiere decir pulcre azul, porque to te-
Man con color azul; los demas de estos que bebian el octli, be-
blanlo secretamente porque si se sab!a los castigaban, dàbanlos
de porrazos y trasquitàbantos, arrastraban y acocéaban!os y
arrojabantos por alli muy maltratados. En tas casas de los due-
nos de los esclavos cantaban y tanian y tocaban tas sonajas,
no bailaban sino estaban sentados; daban mantas a los servi-
dores de la fiesta,
que tenian cargo de dar la comida y bebida,
y canas de humo y flores, etc. y también daban naguas y hui-
piles a tas mujeres que tenian cargo de hacer pan y comida y
bebida, y también a todos los vecinos del barrio daban mantas.
Y al tercero dia, al cual ttaman <?cAoMcA<tyococ<~<Mo, que quie-
re decir escaramuza de zaharrones, componian uno de zaharr6n,
con unos bahndranes y caratutas espantables, y hacianse lue-
go dos bandos, de una parte se ponian los ministros de los ido-
los y con ellos el zaharrôn, y por otra parte se ponian los mo-
zos del ~~ocAcoMt, y al medio dia comenzaban a pelear los
unos con los otros. Peleaban con unos ramos de oyametl o

pino y con canas, y también con canas


macizas, atadas unas
con otras de tres en
tres o de cuatro en cuatro, y cuanJo se
aporreaban con ellas hacian grande ruido, tastimàbanse los unos
a los otros y a los que cautivaban fregabantes tas espaldas con
pencas de maguey molido, !o cual hace gran cscocimiento; y
los ministros del templo a los que cautivaban punzàbantos con
espinas de maguey tas orejas y los molledos de los brazos, y tes
pechos y los muslus; haciantos dar gritos, y si los mozos del
Calmecac vencian a los contrarios, enccrràbantos en la casa rea!
o palacio y los que iban tras ellos robaban cuanto habia, peta-

'99
tes, t~o~.t y /<oMO~/K, /<M<tt«/M, etc. Y si tos mozos dei

calpulco vencian a los del Co~Mfcac, encerrâbantos en Co/MM'-


cac y robaban cuanto hallaban, petates, icpales, cornetas, cara-
coles, etc. Y apartâbanse y cesaba la esc~ramuza a la puesta
del so!.
AI cuarto dia Hamaban Mc.v~tjt o~o. Decian los viejos que los
esc!avo:i que habian sido muertos, estaban atin todavia por alli
que no habian ido al
infierno; y el cuarto dia que se llamaba
n~jro/0, entonces entraban en et infierno, y aquel mismo dia
ponian en sus petates los papeles con que los esclavos y cauti-
vos habian muerto; y aquel mismo dia los duenos de los esclavos
cautivos y toda la otra gente se banaban y jabonaban, y lavaban
las cabezas, y luego se iban todos para sus casas porque ya era
acabada la fiesta.

CAPITULO XXXV.

DE LA FIESTA Y CEREMONIAS QUE SE HAcfAN EN LAS CALENDAS


DEL DÉCIMOSEXTO MES QUE SE LLAMABA ATEMOZTH.

Al mes décimo sexto llamaban j~~M//t, que quiere decir


descend! miento de agua, y !!amàban!e asi porque en este mes sue-
len comenzar los truenos, y tas primeras aguas allà en los mon-
tes y dec!~ la gente popular: ya vienen los dioses Tlatoque.
En este tiempo los de
no/oqMclos andaban de-
sàtrapas muy
~'otos y muy penitentes, romande a sus dioses por el agua y es-
perando la ttuvia comenzando a tronar y a hacer senaies de !!u-
via, luego estos satrapas tomaban sus incensarios, que eran co-
mo unas cucharas grandes agujeradas, l1enas de brasas, y los as-
tiles tangos det!;ados y rollizos
y huecos, y tenian unas sona-
jas dentro y el remate que era una cabeza de culebra, en estos
incensarios sobre las brasas echaban su incienso, que naman
;)'«HtA//t, y romenzaban luego a hacer ruido con las sonajas
estaban en el astil, moviéndo!e aca
que y alla, y comenzaban

<00
tuego a incensar todas las estatuas de los c< y de los ~<o.n-
/<M'<~M; con estos servicios demandaban y esperaban la ttuvia.
La otra gente, por amor del agua, hacian votos de hacer las
imagenes de los montes. Cinco dias antes de ttegar a esta
fiesta compraban papel y M~t, y nequen y navajas, y con mu-
cha de~ociôn aparej&banse con ~yunos y penitencia para hacer
tas imagenes de tns montes y para cubrirlas con papel En
estos tieinpos aunque se banaban, no (se) lavaban la cabeza si-
no s6!o el pescuezo; abstenianse los hombres de tas mujeres, y
tas mujeres de los hombres. La noche de la vigitia de la fiesta
para amanecer a la fiesta de atemoztli, que era a los veinte dias de
este mes, toda la noche gastaban en cortar papeles de diversas
maneras (y) a estos papeles asi cortados llamaban ~~«< corta-
dos estos papeles, pegabantos a unos varales grandes, desde abajo
hasta arriba a manera de bandera -todos estos papeles es-
taban manchados de t<~t–, y después hincaban este varal en
el patio de sn casa, cada uno, y alli estaba todo el dia de la fies-
ta y éstos que hacian el voto de hacer las im&genes convida-
ban a los ministros de los idolos, para que viniesen a sus casas
a hacer los papeles con que habian de componer a tas imàgenes
de los montes, y hacianlas en su monasterio que se llama Cal-
mecoc. Después de haberlas hecho ttevàbantos a las casas de
los que habian votado y Ilevaban también su ~~OM<M~t y sus
sonajas, y la concha de ta tortuga para faner en Ilegando; tuego
componian las nnâgenes que estaban hechas de masa de bledos,
algunos tenian hechas cinco, algunos diez y otros quince eran
las imagenes de los montes, sobre que las nubes se arman, co-
mo es el Volcan, la Sierra Nevada ( i ) y la Sierra de Tlaxca-
!a, etc. y otras de esta manera. Después de haber compuesto
estas imagenes ponianlas en orden en el oratorio de la casa, y
luego ponian comida a cada una por si, y delante de ellas sen-
tabanse, y los tamales que tas ponian eran muy chiquitos, con-
forme a tas imagene*; que eran muy pequefiitas, ponianlos en
unos platillos pequenuetos y unos cajetillos con un poquito de

(t).–V la nota de la p~K 73.

201
mazamorra, y también urôs tecom:.tes pequenttos (en) que ça
b!a (un) poquito de cacaoatl; en una noche les presentaban
comida de esta
manera, cuatro
vc''es; también les
ponian dos
tecomates de calabaza verde que se Hama /j't7a<'oyo~ henchian-
los de pulcre y toda la noche estabf n cantando delante de eues.
Tnnian sus flautas, y no tanian los fianteros sino unos mance-
billos que buscaban para esto, y dàbanios de'corner; hecho to-
do esto, en amaneciendo los ministros de los îdokf, demanda-
ban a los duenos de la casa aquel instrumento para tejef que
!taman /jo~o~o~t, y met!ansc!o por los pechos a las imagenes
de los montes, como matàndo!as, y cortaban!es el cuello y sa-
caban!es el corazôn, y luego !o daban a! dueno de la casa pues-
to en una jicara verde. Habiendo ya muerto como esta dicho
a. todas aquellas imagenes o estatuas, quitàbanles los papeles
con que estaban aderezadas. y todos juntos los quemaban en el
patio de !a casa, y con ellos quemaban también los caje~iUos de
la comida y todos los petates de juncias verdes con que estaban
adomadas aqueHas imagenes, y todas tas afhajas en que habian
puesto comida y bebida a las imâgenes o estatuas; todo !o Ile-
vaban a los oratorios que !!aman o)'oM/!f<t/co, que estaban cdi-
ficados a la orilla del a~ua.
Hecho csto luego se juntaban !os convidados y comian y be-
bian a honra de las estatuas
muertas, que se Ilamaban tepeme.
Lue~o pon!an delante comida a cada uno por si; habiendo co-
mido dâbantes a beber /~M/cr< Y las mujeres que entraban
en este convite todas llevaban maiz o mazorcas de maiz, en los
aimantes, (i) ninguna iba sin lIevar algo, o maxorc?:s de maiz
hastà quince o veinte; entrando estâbanse aparte, y dahantàs alli
comida a cada una por si, y tamhién a he!)er /'M/cr< tenian es-
te ~M/rrr en unos can~itones prietos (y) hebian tomando el ~M/cr<*
de los cangilones con unas tazas negras. Acabando el convi-

(t).–E) sentido de la palabra resulta ohscuro, pues podda ta) maiz


destinarse a sc'nitta. o ser Ilevado en alguna prcnda de vestir que quixo
particularizar el autor. Jourdanet la tomô por "almario", 10 cual complica
su cornprensi.5n. (Pag. 158 de la edici"JI1 francesa). V. la notade la pa/{. ¡58
de este tomo.

202
te cogtan los
papeles de los varates, que estaban puestos en
los patios, que Ilamaban tetéuitl, y !!evàban!os a ciertos luga-
res del agua que estaban sena!ados con unos maderos hinca-
dos, o a tas atturas de los montes. Este es et remate de esta
fiesta y la conclusion de la retaciôn de atemoztli.

CAPITULO XXXVI.

DE LA FIFSTA Y SACRIFICtOS QUE SE HACÎAN E~ LAS CALENDAS


DEL nMCÏMO SÉPTÏMO MES QUE SE LLAMABA T~TITL.

AI mes décimo séptimo llamaban /!<< En este mes mata-


han una mujer esclava, comprada por los calpixque; matàban-
la a honra de la diosa Illamateculli. Decian que era su imagen;
ataviabanla con unas naguas blancas y un /u<t~ blanco, y enci-
tna de tas naguas ponianla otras naguas de cuero, cortadas y
hechas correas por la parte de abajo, y de cada una de las
correas Ilevaba un
caracolito colgado; a estas naguas llama-
hantas citlallia icuc, y los caracolitos que Hevaba colgados tta-
ntàbantos CM<'<<<, y cuando iba andando esta mujer con estos
atavios los
caracolitos tocaban unos con otros y hacian gran
ruido, que se oia lejos, Las cotaras que llevaba eran blancas
y los calcaiios er~n tejidos de nt~odon: Hevaba también una ro-
deta blanca, cntbtanqueada con greda Hevaba en el medio de
la rode!a un corro hecho de plumas de aguila y cosido a la
misma rodeta; los rapaccjos de ahajo eran blancos, hechos de
plumas de garzotas, y en los remates de los rapacejosiban unab
plumas de aguila ingeridas; en la una mano llevaba la rodela, en
la otra el ~A?<~<M//t con que tejen, y tievaba la cara tenida de
dos colores, desde la nariz abajo de negro v desde la nariz
arriba de amarillo y ttevaba una cabellera que te colgaba,por las
espaldas. t.tevaba t)or corona unas ptumas de àguita, apega-
das a la cabcHcra (y) llamaban a esta cabellera ~ow~tMa//t. An-

203
tes que matasen a esta
mujer ha(ianla danzar y bailar, y ha-
cianle e! son los viejos y cantàbank los cantores; y andando bai-
lando Uoraba y suspiraba y an~usttàbase, viendo que tenia cer-
ca la muerte. Esto pasaba hasta cl medio dia o poco mas; ya
que et sol declinaba hacia la tarde. subianla at cu de Huitzilo-
~c/t~t e ibania siguiendo todos los sàtrapas, vestidos de los or-
namentos de todos los dioses y enmascarados, y también uno
de ellos Hevaba los ornamentos y mascara de la diosa /MatMO<<
fM/M. Habiéndola arriba matàbania
llegado !uego y sacàban-
le et corazôn tuego la cortaban la cabeza y dâbania al que !!e-
vaba los ornamentos de aquella diosa, con que ibft vestido, el
cua! iba delante de todos, y totnàba!a por tes cabellos con la
mano derecha y nev~ba<a colgando e iba bailando con los de-
mas, y levantaba )~ bajaba la cabeza de !a muerta a proposito
del baile,y guiaba a todos los demàs dioses o personajes de los
dioses. Asi bailando, andaban alrededor por !o alto del cu;
habiendo dado
algunas vueltas tornâbanse a descender, por su
orden, como en procesiôn y tie~ando abajo !uc~o todos se espar-
cian y se iban a sus casas, que eran los co~«fM donde se guar-
daban aqueUos ornamenios.
Cuando baitaba aquét que iba aderezado con los atavios de la
diosa /a<M<cM~t, hacia continencias volviendo hacia atràs, co-
mo haciendo represa, y a!zaba los pies hacia atràs; llevaba en la
mano por bordôn una cana maciza, sobre que estribaba; esta
cana tenia tres raices y su cepa, y aqueHo iba hacia arriba y la
punta hacia abajo: a esta manera de haile decian recula
(i).
La diosa 7/~<MMo/<'ftf//< ttevaba tamhién una mascara de dos caras,
una atràs y otra deiante, las bocas muy grandes y !os ojos sali-
dos llevaba una corona de papcl almenada. En yéndose los
dioses para los calpules, descendia luego un satrapa de !o alto

(t).–Hi:'o notar Jourdanet (p~f: !59). que Bustamante transchbio t'


cula, y Kingsborough, ff <«/< K) traductor francés escribio McM/o; et texto
correcto creemos es el adoptado en esta edicion. que es et que esta en las
copras de Panes y del setter Paso y Troncoso. Lo designa "baile de recu-
lada" el senor Troncoso, en su obra "DescripciÓn, historia y exposicüm del
CMice Pict'ri<-o". Florencia. tf!<)8. PaK. 2«6.

20~
del cu y venia ataviado como mancebo: traia una manta cubier-
ta como red, que ttamaban CMfcAut~). ï.tevaba en la cabeza unos
penachos btancos, atados a los pics como cascabeles, como pesu-
nos de ciervos; y llevaba una penca de ma~uey en !a mano, y en
!o alto de ella una banderilla de t~apct, y tte~ando abajo ibase
derecho el p!16n que ttaman
para ~M<n<ttfo/co. Alli estaba una
casitta, como jauta, hecha de teas, y !o alto tcn!a empapeiadf
como ~o~onco; a esto llamaban la troje de la diosa /<nn~ccM//<.

Aquel sàtrapa ponia ta penca de maRuey cabe la troje, y pe~aba


fuego a 4a troje, y otros sâtrapas que alli estaban luego arran-
caban a huir por el cu arriba, a porfia; a esta ceremonia llama-
ban .fOfAt~oyMo, y estaba arriba una flor que llamaban /<'o.r~-
<M~/ y el que primero Hegaba tomaba aquella flor, y los que
habian subido descendian trayendo la flor y arrojàbanta en el
~MOMAjnco/co, adonde estaba ardiendo la troje; hecho esto, tue~o
se iban todos.
El dia siguiente comenzaban el juego que llaman ttfc/n-
chiquauilo. Para este juc~o todos tos hombres y muchachos
que querian jugar hacian unas talegiritas. o redec'itas, Itenas de
la flor de tas espadanas o de algunos papeles rotos: ataban a
ésta un cordele jo o cinta de media braza en largo, de tal ma-
nera que pudiese hacer golpe; otros hadan a manera de guantes
las tategu!t!as, y henchianlas de to arriba dicho. o de hojas de
matx verde. Ponian pena a todos éstos, que nadie echase piedra
o cosa que pudiese lastimar, dentro de las tate~uittas. Comen-
zaban luego los muchachos a ~M~ar este juego a manera de
escaramuza, y dàbanse de tate~azos en las cabezas y por donde
acertaban, y de poco en poco se iban multiplicande tos mucha-
chos, y los mas traviesos daban de talegazos a las muchachas
que pasaban por la calle; a tas veces se juntaban tres o cuatro
para dar a una (y) de tal manera la fati~ahan que la hacian
ttorar. At~unas muchachas que eran mas discretas, si habian
de ir a alguna parte, entonces Ilevaban un palo u ntra cosa que
hiciese temer, para defenderse. At~tmos muchachos traviesos
escondian la talega que llamaban cAtf/n<~Mo//<. y cuando pasaba

205
alguna mujer, descuidad~.mentc d:ban!a detalegazos, y como
le daban un golpe decian: ~Atc/t~Mo~tM <ottOM< que quiere
decir: Madre nuestra, es la talega (!e este juego; y luego daban
a huir. To<!os estos dias que duraba este juego las mujeres
andaban muy rccahtdas cuando iban a a!j?una parte. Esta es la
c!aci')n de la fiesta de ~t~.

CAPITULO XXXVII.

DE LA FtHSTA Y CEREMO~IAS
QUE SE HAC~AX EN LAS CALENDAS
DEL DÉCIMO OCTAVO MES QUE SE LLAMABA ÏZCALH.

AI décimo octavo mes !!aman t~fa~t. A los diez dias de


este mes hacian tamales de hojas de bledos, muy molidas. De-
c{an a esta fiesta ~to~o~MMM Iota, que quiere decir nuestro
padre el fuego tuesta para corner. Hacian !a cstatua del dios
del fuego de arquitos y palos atados unos con otros, que ellos
lIaman colotli, que quiere decir cimbria o modelo. Ponianle
una caratu!a de obra de mosa!co; era toda labrada de turque-
Ms, con unas bandas de piedras que se !!aman fAo~cAtAM~~
atravesadas por la cara; era muy hermosa esta mascara, y res-
plandeciente ponianle una corona que la !!amaban <7M<a7<-c-
mitl, era hecha de plumas ricas, era an~osta, conforme al re-
dondo de la cabeza en !o de abajo, pero ibase ensanchando hacia
arriba; estaban Jas p!t!ma<. arriba muy paradas, bien asi como
clavel que esta enrcdado de canas y arriba estân paradas todas
las flores, por cncima de las canas; llevaba también esta corona
dos pïumajes, uno de la parte izquierda y otro a la parte dere-
cha, que salian de junto a tas sienes a manera de cuernos incli-
nados hacia adelante; en el remate de ellos iban muchas plumas
ricas que ttaman ~M~a/M, que salian de unos vasos heçhos a
manera de jicara chiquita; estos ptumajes o cuernos se Ilamaban
~MOM!M!Oft//t. t~cvaba esta comna cosida por la parte trasera

206
y baja una cabellera de cabellos rubios que colgaba sobre
las espaldas; eran estos cabellos cercenados por la parte de aba-
jo, muy.iguales, (y) parecia que estos cabellos salian de debajo
la corona y que eran naturales. Poman a esta estatua un orna-
mento de plumas ricas, plegado al cuet!o, tan ancho como
muy
todos lospechos, que descendia hasta los pies, del mismo an-
chor y aunque sobraba sobre los pies mas de dos palmos, que
se tendian delante los pies, era hecho de tat manera este oma-
mento que cualquiera aire que corriese por poco que fuese le
meneaba y levantaba, y todas las plumas resplandecian y pare-
cian de diversos cotores. Estaba sentada esta estatua en un
trono de un cuero de tigre que tenia pies y manos y cabeza na-
tural, estaba seco, (y) esta estatua asi adomada no
aunque
lejos de un hogar que estaba delante de ella; a la media noche
sacaban fuego nuevo, para que ardiese en aquel hogar, y sacâ-
banto con unes palos, uno puesto abajo y sobre él barrenahan
con otro palo como torciéndole entre las manos con gran prisa, y
con aquel movimiento y cator se encendia et fuego: y alli to
tomaban con yesca y encendianlo en el hogar.
A la manana, en amaneciendo, venian todos los muchachos
y mancebillos trayendo todos la caxa que habian tomado el dia
antes, y ordenàbanse todos en rende e iban detante los vie'os.
que estaban alli junto a la casa de calpulli, donde fstaba la
estatua, y ofrecian las aves que traian cazadas. de todc génpro.
y también peces y cutehras y otras sabandijas det agtta; y reci-
bicndo estas ofrcndas los vicjos, echàbanhs en el fuego. que era
grande y ard!a detante de la estatua. Las mujeres, toda la
gente se ocupaba en hacer unps tamales que llaman /n«iM/t</)«7-
lamalli, y también en amaneciendo los iban a ofrecer delantc la
estatua, y asi estaba gran cantidad de ellos delante
la estatua y
como los muchachos ofrecian la caxa que traian,
entraban asi
como iban ordenados y daban una vuelta en rededor
del fuego y
cuando pasaban cabe et fuego, estaban otros viejos que da!<m
a cada uno de los muchachos un tamal, y as! se tornaban a sa~tir
los muchachos por su ordcn. A estos tamales los lianiatali

aû7
también c/<a/c/t<M/</owo//<. Toda la
gente, y en todas bs cosas
~e hacian estos tamales, y convidâb~nse unos a otros con ellos; a

porfta trabaiaban cual por cua! har!a primero estes tamales; y


la que primero los hacia iba lue~c a convidar con ettos a sus
vecmos, para mostrar su mayor diligencia y su m.tyor urban!-
dad. La vianda que se comia con estos tamales eran unes ca-
marones que ellos Uaman oc<3Ct7<t«, hechos con nr* caldo que
c!!os !!aman fAa/M<«/tMM//t, y todos comian en sus casas esta co-
mida. muy caliente y tras el fuego; y las carnisi!!as de maiz con
que estahan envueltos los tamales, cuando se las quitaban para
comerlos no tas echaban en el fuego sino juntàbantas para
echartas en el agtta. En acabando de corner esta comida, luego
bebian ~M/crc los viejos del barrio, en !a casa del caipulco dondc
cstaba la estatua, y Uamaban esta bebida ~rco/c~too; bebian y
cantaban detante de ta imagen de Yn<<'cu~ hasta ta noche.
Esta es !a
relaciôn de la fiesta que Haînaban /tMO«/<~«t//o-
~ta~Mo~t. Lo que ~stà dicho arriba se hacia a tos diez dias
de este mes. y a los veinte dias del mismo mes hacian otra vez
la estatua del dios del fuego, de palillos y orcu!os ttados unos
con otros, como arriba se dijo; acahada de hacer la estatua
ponianla una caràtuta o mascara hecha de tnosaico, de pedaci-
tos de conchas que !!aman /o~af/<<, la barba hasta la boca
tenia esta mascara
de piedras negras, que Hamaban <?< tam-
bién tenia una banda de piedras negras que atravesa~a las nari-
ces y ambos los rostros (que) era hecha de unas piedras que !ta-
man <<co~oc<H, ponianle en la cabeza una (orona <ie plumajes
ricos, que estaban alrededor de la cabeza, y del medio Mttiati
muchos çMt'M~jr ricos y altos; colgaban de esta corona sobre
las espaldas unas plumas verdes muy preciosas; tenta aquella
corona adornado el chapitel de unas p!u)na* muy regras,, que
resptandeoan de negras,–que crian las gallinas y !o; gallos en
el pescuezo-y entrepuestas unas pestanas de ptum:.s peladas,
que parecian ccmo pestanas de tafctàn; poniante una pieza he-
cha de plumas de papagayos plegada al cuello, (que) era tan
ancha que tomaba de un hombro a otro y colgaba hasta los

298
p!es, aun arrastraba; era igualmente ancha desde arriba hasta
at~ajo. Estando adornada esta cstatua
que Hamaban ~ft~n~c, y
sentada en su trono, ofreciaale harina de maiz; esta harina re-
volvian con agua caliente (y) de esta masa hacian unos pane-
cittos pequcnos; echabanles en et medio frijoles como empana-
clos, no molidos, y luego iban a ofrecer delante la estatua; cada
uno ttevaba cinco de aquettos panecillos, que ponianlos a los pies
de !a. estatua. También los y mancebillos
muchachos puestos
por orden traian su caza, y dabanla a los vicjos, y los viejos
echâbanta en el fuego que ardia delante !a est ua esta caza era
de aves y culebras y otras sabandijas. y las p'-quenas culebras y
las pequenas aves quemàbansc del todo en el fuego, y las gran-
des cu!ebras y las grandes aves desque estahan asadas sacàban-
las y echâban!as alli a ta orilla del fuego; y después que se
temnhban comianlas los viejos que se Hamaban ca~M~~Mf. Y
los muchachos como iban ofreciendo daban vuetta alrededor del
fuego y a la pasada daban. cada uno, uno de los panecillos
que habian ofrecido to!! cu~!cs Hamaban wa<'<«'a~'fo~ Aca-
bando de corner estos panecillos, y la demâs comida, luego los
viejos behian ~«'ff< esta bebida Hamaban /<rfo/<'fM!/o (y !a)
bebian alli, en el mismo oratorio, donde estaba ta estatua de!
A/t/tM/oc, que llaman
co/~M~o, y los que hacian vino de maptey
~tUt llamaban ~ac/tt<y<f<' o ~cn/~c/n'çMf, tenian cargo de traer
el ~tt~rf para heher de su vohmtad iban, tra!an!o en sus jarrns o
jtcaras. y echâban!o en un lebrillo que estaba a!tt. de!ante la
estatua. Los que bebian este pulcrc no se emborrachaban. Es-
:tas dos ccremonias dichas no se hacian en todas partes sino por
aqu), por Tlatclolco.
Acabado este mes, los cinco dias que se si~uen son sobrados
de los trescientos y sesenta ya dichos, los cuales t&dos de veinte
en veinte est&n dedicados a atpun dios; estos cinco dias a nin-
~un dios cstan dedicados, y por eso los Haman H<*wnM~w<, que
quiere decir que estàn por d" mas y tenianlos por aciagos; nin-
guna cosa hac!an en ellos. Los que nac!an en estos dias tenian-
los por mal afortunadc~: ningùn signo lo, aplicaban.
~*ht«tB t. t4

20<)
Tres anos arreo !iac!an
!o que arriba esta dicho, en este mes

y en esta fiesta; pero al cuarto aiio hac!an otras muchas cosas,


segun que se sigue. Este cuarto no mataban muchos esclavas,
como ima~enes del dios del fuego que Uamaban /coMMA~M~, o
.Yt«/</<*cM~, y cada uno de e!!us iha con su mujet, que también
habia de morir. Este cuarto ano, el ùttimo dia de este mes, en
amaneciendo Hevaban a los que habian de morir al cu donde
los habian de matar; las mujeres que habian de morir Ilevaban
todas sus hatillos y todas sus alhajas a cuestas, y los hombres
!o mismo; los papeles con que habian de morir no los lIevaban
vestidos, mas !!evàbanse!os uno delante, puestos en una tripoda,

que era un ~tobo que tenia tres pies sobre que estaba (y) ser!a
medio estado de alto esta tr!poda; sobre el globo ihan com-
puestos estos papeles y cot~ado* y uno Hevaba esta tripoda de-
lante del mismo esclavo a quien se los habian de vestir y, lle-
Kando al cu donde habian de morir, compon!an!os con sus pape-
les. en !a forma del d!os /.tfo~oMA~Mt. asi a los hombres como a
tas mujeres, y por su orden subianlos al CM. Ue~ados arriba
daban vnelta por delante del tajôn donde los habian de matar, y
tomâhantos a descender por su orden y !!evaban!os al calpulco
y descomponianlos de los papeles y méfiantes en una casa; y
~uardâban!os con gran diligencia, y a los hombres ataban unas
sogas por medio del cuerpn, y cuando sa!fan a orinar, los que
los ~uar(!aban tenianlos por la soga porquc no se huyesen. Y !te-
~ada !a media noche cortahan!es los cabeHos de !a coronilla de
la cabeza, delantc dcl fue<?c. para .puardar por reliquias; ha-
biéndo!es cortado los cat)ellos echàbantes una b~tma en toda la
rabeza, con resina y plumas de gallina blanca, asi a los hombres
como a las muier~s. En aqueUa noche nadie dormia: luego que-
mahan sus hatillos y alhajas alli en el r~M/r~ y, habiéndolos
quemado, tornaban otra vez a encerrar(los). At~mos de et!os
no quemaban sus hatos sino los daban de gracia (a) sus pa-
r!entes. Y luego en amaneciendo componian a los que habian
de morir con sus papeles, los Ilevaban en procesion al
y lue~o
!u~ar donde habian de mor'r; iban bailando y cantando hasta

2!0
el cu y daban muy grandes voces; este canto
y este bai! duraba
hasta después de mcdiodia,
y pasando el mediodia luego bajaba
del cu un satrapa vcstido con tos ornamentos del dios Pdipial, y
pasaba por delante de los que hab!an de morir y !ueRO tornaha
a subir al c« y luego los cautivos iban tras él subiendo por el cu
arriba. porque ellos hab!nn de morir primcro. Habiendo muerto
a tos cautivos !uc~o mataban a los e'-ctavos que eran imâ~encs
dei dios/.rcoroM/tn, que era el dios de! fue~o, y despucs que
todos habian muerto estahan aparejados los setiores principales
para comenzar su areito, muy solcmne, y luego le comenzaban y
el que guiaha era el senor: Ilevaban todos en la cabeza unas
coronas de papel como medias mitras, solamente Ilevaban la
punta detante, sin !a de atrâs: Ilevaban en las narices un oma-
mento de papel azut. hecho como media mitra pequemta que
embestta la nariz y colgaba hasta la hoca, era como corona de la
hoca; l1evaban orejeras hechas de turquesas. de obra de mosai-
co otros que no alcanzaban estas oreieras nevàbantas de pato,
tabradas con ftores: Hevaban una jaqueta pintada de color azul,
de unas flores curiosas; Mevaban por jovel co!<~ado al cuello
una fi~u-a de perro, hecha de papel y pintada de flores, y !!e-
vahan unos ~o.v/~ con unas bandas negras en los cabos, que
cot~ahan; y Hevahan en las manos unos palos a manera de
machetes, la mitad de ellos tenido con colorado y !a mitad b!an-
co, desde el medio arriba de colorado v desde el medio abajo de
b!anco: de la mano izquierda Hevaban cotcada una taleguilla
de papel con copal. Et principio de este baile era en to alto del
cu, adonde cstaba el taion. y hahiendo baitado un poco descen-
fHan abajo. al patio del <«. y daban vuehas baitando a! patio,
las cuales acabadas tueRo se desbnc!a et areito v entràbansc en
c! patacio real acompanando a! scnor Este bailc se lIamaha
'!<~<'<'Mï'<~t7n porquc en et nadic bab!a de hailar sino et scnor v
tes principales haciase de cuatro en cuatro anos tan solamente.
En este
mismo dia ap~ujeraban tas orejas a iodes tes ninos y
ninas que habian nacido en los tres anos pasados: a~ujeraban-
se!as con un pun~on de hueso y despucs se tas cnsatmaban con

2tl
plumas de papagayo, con ta~ muy blandas que parecen algodôn,
que se Hama ~ocAcoto~, y con u poco de oc6tzotl, y cuando
esto se hac!a los padres y madré:, de los muchachos y mucha-
chas buscaban padrinos y madrinas, que ellos en su lengua !!a-
man tios y tias, tetla, teaui, para que los tuviesen cuando agu-
jeraban las orejas; y ofrecian entonces harina de una semilla
que lIaman chfan, y a los padrinos y madrinas dâbanles al hom-
bre una manta leonada o bermeja, y a la madrina daban su

/!M<~<7. Acabandolos de horadar las orejas, !!evàban!os los pa-


drinos y madrinas a rodearlos por las Hamas de un fuego que
tenian aparejado para esto, que en el latin se dice lustrare, que
es ceremonia que la Sagrada Escritura reprehende. Habia gran
vocer!a de los muchachos y muchachas por el agujeranuento
de las orejas. Hecho esto ibanse a sus casas y allà comian los
padrinos y madrinas, todos juntos, y cantaban v bailaban, y al
mediodia los padrinos y madrinas iban otra vez al cu y lleva-
han a sus ahijados y ahijadas, también !!evaban ~M/crf en sus
jarros. Luego comenzaban un areito, y bailando traian a cues-
tas sus ahijados y ahijadas, y dàbanios a beber del ~M/cf~ que
!!evaban con unas tacitas pequenitas, y por esto Hamaban a esta
fiesta la borrachera de los ninos y ninas; duraba este baile hasta
la tarde. Entonces se iban a sus casas y en el patio de sus
casas hacian el mismo areito, y todos los de casa y los vecinos
bebian ~M/cr~. También hacian otra ceremonia, que tomaban
con las manos a los ninos y ninas apretandoles por las sienes
(y) los levantabanen alto; decian que as! los hadan crecer, y
por esto Hamaban a esta fiesta tjco~t, que quiere decir creci-
miento. Esta es la relaci6n de esta fiesta, aunque hay otra mas
copiosa que se pondra adelante.

212
CAPITULO XXXVIII.

DE LA FIESTA LLAMADA HuAUHQU~LTAMALQUALIZTH, QUE


HACiAN A LOS DIEZ DfAS DEL MES ARMBA DICHO, QUE SE
HACfA A HONRA DEL DIOS LLAMADO IXCOZAUHQUÏ.

Siguese otra retaciôn mas copiosa de este mes, y es que


este mes comenzaba siempre a ocho de enero y en él se acababa
el ano. En este mes, como esta dicho arriba, comian tamales
por todos los pueblos y en todas tas casas, y toda !a gente, y
convidabanse los unos a los otros con ellos, como arriba se

dijo; y también ofrecian al fuego cada uno en su casa cinco


ÂMMA~Mt~oMMMt, puestos en un plato, y tambtén ofrecian sobr~
tas sepulturas de los muertos, adonde estaban enterrados, a cada
uno un tamal; esto hacian antes que ellos comiesen de los ta-
males. Después comian todos y no dejaban ninguno para otro
dia; esto por via de ceremonia. Cnando ya estaba cerca !a fies-
ta adonde habian de matar los esclavos a honra del dios de!

fuego Ilamado Ixcosauhqui, aquellos que por su devociôn te-


nian comprados esclavos para matar, y engordados como puer-
cos para corner, haciendo dcmostraciôn de ellos uno o dos dias
antes de la fiesta, aderezaban cada uno su esclavo, con los pape-
tes y omamentos del dios 7.r<'o~oMAçM<. Esta demostractôn ha-
cia (cada uno) con deseo de ser honrado y tenido de !os otros
por paderoso y dcvoto, y con deseo que se !e aumentasen las
riquexas con aquella devoc!6n. Estos duenos que mataban a es-
tos esclavos tiamàbanse .ftOttt. que quiere decir banadores, y
es porque cada dia banaban con agua caliente a estos esclavos
Este regalo, y otros muchos les hacian porque engordasen; has-
ta el dia que habian de morir dabantos de corner delicadamente
y regaladamente, y acompanaba cada dueno del esc!avo a una
rnoza pùbtica a su esclavo, para que le alegrase y retozase y le
regalase, y no le consintiese estar triste, porque asi engordase; y
cuando aquel esclavo iba a morir daba todus sus vestidos a
aquella moza que le habta acornpanado todos los dias antes.

213
Esta fiesta se dec!a t~f(!~<, porque en ella hacian aquella cerc-
monia a los ninos y ninas, para que creciesen, dicho; como esta
no solamente hacian esto, pero también.en esta fiesta o en los
términos de ella chapodaban los magueyes y los tunales para
que creciesen.
Lo demàs que en esta fiesta se hacia, que se contiene en
esta letra de la lengua mexicana, que es del agujerar de las
nrejas de los ninos y ninas. etc., ya queda dicho atràs. Llama-
ban a esta fiesta pillauano, que quiere decir borrachera de los
ni nos. En esta borrachera todos bebian ~M/cff, hombres y mu-
jeres, ninos y ninas, viejos y mozos todos se emborrachaban
pûbticamente y todos Ilevaban su ~M/cfc consigo, y !os unos
daban de beber a los otros, y los otros a los otros; andaba el
pulcre como agua en abundancia, y todos llevaban unos vasos
que tenian tres pies y cuatro esquinas, que los Ilamaban ~c«t/-
~c<!wo~, con éstos bebian y daban a beber; todos andaban muy
con los otros, y apunàbanse y caianse por ese suelo de borrachos
nnos sobre otros, y otros iban abrazados los unos con los otros ha-
cia sus casas; y <.sto tenianlo por bueno porque la fiesta !o deman-
daba asi. Después de esta fiesta, como esta dicho, seguianse
luego los cinco dias que Itamaban KfwoM/tt, a los cuales te-
nian por aciagos y ninguna cosa osaban hacer en ellos, ni aun
barrer la casa, ni habia actos judiciarios. A tos que en ellos
nacian, si era varôn poniante nombre M~w~M. o MCM/~ofa/ o
~CMÇMt~Mt, que quiere decir ni valc nada, ni sera para nada, ni
habrà provecho de él: y si era mujer Hamâbanta ~MCt~MO~, que
quiere decir mujer para nada. Guardâbanse en estos dias de
dormir entre dia, ni de nnir los unos con tos otros, ni de trope-
zar. ni caer, porque decian que si atguna cosa de éstas tes acon-
tecian estos diae, decian que siempre tes habia de acontecer ade-
lante. Y si atguno enfermaba en estos dias decian que no habia
de san&r; nadie tenia esperanza que habia de vivir o escapar, ni
hacian cuenta del tal, ni le aplicaban medicina; y si atguno
sanaba, decian que dios habia habido misericordia de él, y que
é! solo habia entendido en sanarle o curarte.

214
APENDICE DEL SEGUNDO LIBRO.

RELACI6N DE LOS MEXICANOS ACERCA DE LAS FIESTAS


DE HUITZILOPOCHTLI.

Tres fiestas se hacian cada ano a ~Mt~o~ocAfK entre los


mexicanos. La una de ellas se hacia en el mes que se llama ~on-
gM<a/tr<K. En esta ficsta a él y a otro que se Ilamaba Tla-
COM~OM CM<fc<tM, los sub!an a !o alto del cu, y que hacian
sus imagenes de ~oo~ft, grandes como una persona. Despues
de hechas sub!antas todos los mancebos del telpochcalli, en pal-
mas, a lo alto de sus c<ï~. Hacian la estatua de Huitailopochtli
en el barrio que se Hanta /<c~<'yoe/ la estatua de TYocoM~o!!
C'M~.rcd~M hacian en su barrio, que se itamaba jF7Mt~M<MtMoc;
cocian primero !a masa y después formaban de ella las estatuas,
en toda una noche. Habiendo hecho las imagenes de aquella
masa, luego en amaneciendo las adornaban y ofrecian delante de
ellas gran parte det dia, y hacia la tarde comenzaban a hacer
areitu y danzas con que las Ilevaban al cu, y a la puesta det sol
las subian a !o alto det CM. En poméndotas en sus lugares lue-
go se bajaban todos, salvo los guardas, que les habian de guar-
dar toda una noche; llamaban a estos guardas ~o~ofA, luego en
amaneciendo, el dios Hamado P<!n!0~ que era vicario de //«!
r<7o~ocA~t descend!a de lo alto det cu. Traia a este dios en las
manos, como en procesiôn, uno de los sacerdotes vestido de los
omamentos de ()M~o7c<!o~; eran estos ornamentos ricos, y
tambien la imagen de P<h'<ta~ la cual era labrada de madera. iba
ricamente adornada como ya se dijo, en esta misma fiesta. Iba
delante de este un macero que !!evaba en el hombro un cetro, hc-
cho como culebra, todo cubierto de turquesas de obra de mo-
saico y muy monstruosa; y cuando llegaba este sàtrapa con la
imagen a un lugar que se ttama /fo~<!fAfo. que es un juego de
pelota que estaba dentro det patio, alli delante de el mataban
dos esclavos que eran imagenes de dos dioses que ttamaban
~t~M~OM~~M, y muchos cautivos. De alli comenzaban la pro-

.'i5
cesion: iban derechos al T'/a/c~co (donde) sa!tan!e a recibir
mucha gente y satrapas, y incensàbanies, y descabezaban muchas
codornices delantc de é!; de alli ibai derechos a un lugar que
se Hama r~(!an. que esta cerca de la iglesia de Tlacuba, donde
:stà ahora la i~iesia de San Esteban, y hacianle otro recibimien-
to como el de arriba dicho. Hevaban todo este camino delan-
te de si en esta procesiôn una bandera hecha de papel, como
muscadero, y toda agujerada y en los agujeros unas pellas de

pluma, bien asi como cuando se hace la procesiôn, que va la


Cruz delante de alli ven!an derechos al cu de ~Mt/~o~oc/t//<,
y con et pendôn hac!an una ceremonia como esta arriba dicho
en esta fiesta. Lo demàs de esta fiesta esta escrito en el mes
de ~oM~Mf~a/t~~t.

Relaci6n de la fiesta que se hacfa


de ocho en ocho o~o~.

Hacian estos naturales una fiesta de ocho en ocho


anos, a
la cual Hamaban o/a~ta~KO/t' que quiere decir ayuno de pan
y agua, (pues) ninguna otra cosa comian en ocho dias sino unos
tamales hechos sin sal, ni bebian otra cosa sino agua clara.
Esta fiesta algunos anos caia en el mes que se Hama quecholli,
y otras veces en el mes que se Hama ~~<'<tMt' Antes de es-
ta fiesta ayunaban todos ocho dias a pan y agua, como esta
dicho a los tamales que comian estos dias lIamaban atamalli,
porque nin~una cosa mezclaban con ellos cuando los hacian ni
sal n. otra cosa, sino sola agua, ni cocian el maiz con cal, sino
con sola agua, y todos comian al medio dia; y si alguno no a~'u-
naba casti~àbanie por ello. Tenian en gran reverencia este ayu-
no, y en gran temor, porque decian que los que no le ayunaban,
aunque secretamente comiesen y no to supiese nadie, dios les
castigaba hiriéndolos con lepra. A esta fiesta Hamaban <.tt«'.r-
tiua, que quiere decir buscar ventura; en esta fiesta decian que
bailaban todos los dioses y as! todos los que bailaban se ata-
viaban con di versos personajes. unos tomaban personajes de

2t6
aves, otros de animales y asi unes se transfiguraban con'o <M-
~CMM, otros como mariposas, otros como abejones, otros co-
mo moscas, otros como escarabajos; otros traian a cuestas un
hombre durmiendo. que decian era el sueno; otros traian unos
sartales de tamales que Haman .roco<atMa~t; otros de otros ta-
males que itaman tMco~waKt. Otros tenian comida de tama-
les y otras cosas, y dâbanlas a los pobres, y también tomaban
personajes de pobres, como son los que traen a cuestas leiia
a vender, y otros que traen verdura a vender; y también toma-
ban personajes de enfermos, como son los leprosos y bubosos;
otros tomaban personajes de aves como de buhos, y de lechu-
zas y otras aves. Estaba la imagen de T'&Moc en medio del arei-
to, a cuya honra bailaban y delante de ella estaba una balsa
de agua donde habia culebras y ranas, y unos hombres que lla-
maban tM<Mo~co estaban a la orilla de la batsa y tragabanse las
culebras y las ranas \-ivas; tomâbantas con tas bocas, y no con
tas manos y cuando las habian tomado en !a boca ibanse a bai-
lar; ïbantas tragando y bailando, y e! que primero acababa de

tragar la culebra o rana, luego daba voces diciendo: papa,


papa Bailaban alrededor del cu de este dios, y cuando iban
bailando y pasaban por cerca de los cestos que Hamaban tona-
ca CM~c~~to~, dàban!es de los tamales que estaban en los ces-
tos. Y tas viejas que estaban mirando este areito ttoraban, acor-
dandose que antes que otra vez se hiciese aquella fiesta serian
muertas. Decian que este ayuno se hacia por dar descanso al
mantenimiento, porque ninguna cosa en aquel ayuno se comia
con el pan, y también decian que todo el otro tiempo fatigaban
al mantenimiento o pan, porque !o mezclaban con sal, cal y sa-
litre, y asi !o vestian y desnudaban de diversas libreas, de que
se afrentaba y se envejecia, y con este ayuno se remozaba; y
c! dia siguiente despnés del ayuno se Hamaba molpololo, que
quiere decir (que) comian otras cosas con el pan. porque ya se
hizo penitencia por e! mantenimiento.

2!7
/?~ac«!« de los edificios $fOM templo de /nfo

Era el patio de este templo muy grande: tendria hasta dos-


cientas brazas en cuadro. Era todo enlosado (y) tenia dentro
de s! muchos edificios y muchas torres; de esta~ torres unas
cran mas altas que otras, y cada una de ellas era dedicada a un
dios. I~a principa! torre de todas estaba en el medio y era mas
alta que todas, era dedicada al dios /~KtAct/o~ocM< o Tlacauépan
C'«~.t'<'o~M. Esta torre estaba dividida en !o alto, de manera
que parecia ser dos y asi tenia dos capillas o altares en !o alto,
cubierta cada una con un chapitel, y en la cumbre tenia cada
una de ellas sus insignias o divisas distintas. En la una de ellas
y mas principal estaba la estatua de ~Mt/.n~ocA~t, que también
la Hamaban 7/AMtco~ .ro.voKAgKt; en la otra estaba la imagen
del dios 7'/<f/o< Dclante de cada una de éstas estaba una pie-
dra redonda a manera de taj6n que Uamaban téchcatl, donde
mataban los que sacrificaban a honra de aquel dios; y desde la
piedra hasta abajo estaba un regajal de sangre de los que ma-
taban en él, y asi estaba en todas las otras torres. Estas torres
tenian la cara hacia el occidente, y subian por gradas bien es-
trechas y derechas, de abajo hasta arriba, a todas estas torres.
E! segundo cu principal era de los dioses del agua que se
ttamaban 7'/a/oç«c; !!amàbase
este cu Epc6atl. En este fM y a
honra de este dios, o de estos dioses, ayunaban y hacian peni-
tencia cuatro dias antes de su fiesta, y acabando el ayuno iban
a castigar a los ministros de estos idolos que habian hecho a!gûn
defecto en el servicio de ellos por todo e! ano cast!gàban!os en
unas ciénagas de todo y agua, zabuiïéndotos debajo de! lodo y
del agua; hecho este castigo, los castigados se lavaban, y luego
hatian areito y traian en la mano canas de maiz, como bordones.
También todos los populares bailaban por esas calles. L!amâ-
base esta fiesta, la fiesta de mazamorra que se !!h<na ctzalli, y
acabada esta fiesta de los Tlaloque, mataban cautivos a honra
de estos dioses.
El tercer cu se llamaba Macuilcalli o ~/afMt~«tOM< En

2t8
este fM mataban a tas espias de los contrarios que prendian,
cuando estaban en la guerra o contra los de Huexotzinco, o
contra los de
Tlaxcala, etc.
Y a los que venian a espiar la
ciudad de México, en conociéndolos luego tos prendian y los
Jlevaban a este CM y alli los desmembraban, cortandoles mi<;mhro
por miembro.
El cuarto edificio se llamaba T'<'<'ct~foMt. En esta casa es-
taban muchas estatuas de los dioses. En esta casa se recogia el
senor del pueblo o ciudad (en) las fiestas grandes, y alli ayuna-
ba y hacia penitencia cuatro dias, e incensaba a todas las esta-
tuas que alli estaban, y también alli mataban cautivos a honra
de aqueUas estatuas.
El quinto edificio se llamaba PoyoM/t~o. Att! ayunaban los
mayores sàtrapas. que eran dos: el uno se Ilamaban T6tec tla-
M<of<M~tM, el otro se llamaba T~oMcoM tlenam4dcac; ayunaban y
hacian penitencia cuatro dias e incensaban a tas estatuas que
ait! estaban. Esto hacian cada ano cuatro dias en la fiesta de
de aque-
etzalquali.rtli; y también alli mataban cautivos a~onra
llas estatuas.
El sexto edificio se llamaba A/t.vco<ot: /~oMt~oMM<. Este
era un edificio en que espetaban tas cabezas de los que mata-
ban a honra del dios A/<;rcJa~; eran unos maderos que estaban
hincados, de altura de dos estados, y estaban agujerados a tre-
chos y por aquellos agujeros estaban pasadas unas astas o va-
rates, det grosor de astas dé lanza o poco mas, y eran siete u
ocho. En estas espetaban las cabezas de los que mataban a hon-
ra de aquel dios, estaban las caras vueltas hacia el medio dia.
El séptimo edificio o cu se llamaba T'rtCfo. En este cu
mataban cada ano un cautivo a honra det dios det infiemo; ma-
tabante en el me<- que se llamaba ~<M. Después que le habia
muerto el sâtrapa que Ilamaban T'/Wa~t
ponia ~Mo~tJrof
fue~o
t: incensaba delante la estatua, y esto se hac!a de noche.
Et octavo edificio se llamaba CMaMA~tco~co. Era un oratorio
donde el senor se recogia a hacer penitencia y ayunar, cuando
se ttacia un ayuno que se llamaba M<~oMa~MA.c<!M<~o, ayunaban

2t~
cuatro dias por honra del sol, este ayuno se hacia de doscientos
en doscientos y tres dias; y aqui mat: ban cuatro cautivos que se
ttamaban cAoc/tOM~Mf, y otros dos cautivos que Uamaban la ima-
gen del Sol y de la Luna, con otros muchos cautivos a la postre
de todos.
Et noveno edificio
se ttamaha 7*~</««<'<?. Era un CM bajo, el
cual era cuadrado, que tenia gradas por todas cuatro partes. En
éste mataban cada ano la imagen de Onrrtochtli, cuando reina-
ba este signo, era esta imagen un cautivo compuesto con los
omamentos del dios del vino que se Hamaba Ometochtli.
E! décime edificio se Hamaha T'fM/M~oM, que quiere decir
tierra fragosa. Era un bosquedHo cercado de cuatro paredes,
como un corral, en el cual estaban riscos hechos a mano, y en
ellos plantados arbustos que se hacen en tierra fragosa, como
son magueyes pequenuetos y otros que se !!aman tzioactli,' en
este bosquecito hacian procesiôn cada ano en el mes !!amado
quecholli, y hecha la procesiôn luego se partian para la ladera
de la sierra que se !!ama Zacatepec, y alli cazaban y hacian tas
otras cosas como esta dicho en la historia de este mes.
El undécimo edificio se lIamaba 7'Wd~ott, que quiere decir
agua negra: era una fuente como alberca, y por estar el agua
profunda parecia negra. En esta fuente se banaban
los satrapas,
de noche, los dias que ayunaban en aparejo de las fiestas que
eran cuatro dias en cada mes: estos eran como vigilia de la
fiesta. En habiéndose banado incensaban en el f<t de ~ft.t'c<!o~,
y acabando de inccnsar alli iban a su monasterio.
E! duodécimo edificio se llamaba 7'~aMfo~n<<cof; era un
oratorio hecho a honra de la diosa CtAMOc~o~. En este edificio
habitaban tres que servian
satrapas a esta diosa, la cual visibte-
mentc les aparecia y residia en aquet lugar, y de alli visiblemente
':at{a para ir a donde quena. Cierto es que era el demonio en
forma de aquella mujer.
Et décimotercero edificio se ttamaba ~nco Co~M<'foc/ este
era monastetio donde moraban los satrapas y ministros que ser-
vian al f« de T/<Moc, cada dia.

220
El décimocuarto edificio se llamaba Coacalco. Era una sala

enrejada como carce! en ella tenian encerrados a todos los dio-


ses de los pueblos que habian tomado por guerra; tenianlos alli
como cautivos.
Et décimo quinto ttamaba Quauhxicako. Este edificio era
un cu pequeno, redondo, de anchura de tres brazas o cerca, de
altura de braza media;
y no tenia cot)ertura nin~una; en éste
incensaba el sàtrapa de 7~/ofaMOtt cada dia, incensaba hacia las
cuatro partes del mundo. También a este edificio sub!a aquel
mancebo que se criaba por espacio de un ano para matarle en la
fiesta del dios Titlacauan; alli tarna con su f!auta de noche o de
dia, cuando queria venir, y acabado de taner incensaba hacia !a<i
cuatro partes de! mundo y luego se iba para su aposento.
Et décimosexto edificio se t!amaba 0f<aM/Mtco~o segundo;
este edificio era como el ya dicho; delante de eï levantaban un
arbol que se Hamaba .r<!<'o~. compuesto con muchos papeles, Y
encima de este cu o momoztli bailaba ur chocarrero, vestido co-
mo el animatejo que se llama ~cA<ï/<?~. que es ardilla.
El décimoséptimo edificio se t!amaba Teccalco; éste era un
cu donde cada ano echaban vivos en
un gran mont6n de
fue~o
muchos cautivos, en ta fiesta que se llamaba ~o~~co; y hacian
los s&trapas aquella ceremonia que se !!amaba oMa~/oMt~oa, co-
mo se dijo en la misma fiesta de teotlcco.
El décimoctavo
edificio se ttamaba T'~oMt~OM~t. Eran unos
maderos hincados, tres o cuatro, por los cuales estaban pasadas
unas astas como de lanza, en las cuates estahan espetadas por tas
sienes las cabezas de los que mataban en el cu.
El décimonoveno edificio se ttatnaba ~Mt~MOKoc ~~caMt.
En este cu mataban
imàgenes las
de los dioses que ttamaban
CM~oMAMt~MOMO, a honra de Huitzilopochtli, y tambien ma-
taban muchos cautivos; esto se hacia cada ano en la fiesta de
~aM~M~M~ft.
Et vigésimo edificio se llamaba 7'~cofa~co; era un orato-
rio donde estaban las estatuas que se ttamaban o~MfOtMf. En
este lugar mataban algunos cautivos, aunque no cada ano

aai
El vigésimo primero edificio se !!amaba T'~oforAca~co acatl-

ytoco~ott. En esta casa guardaban gran cantidad de dardos

para la guerra; era como casa de armas; en este lugar mataban


algunos cautivos (y) matàbanlos de noche; no tenian tiempo
sena!ado para matarlos sino cuando ()uer!an.
Elv!gés!mo segundo edificio se ttamaba 7'~fft~c~co; era un
oratorio dond<: estaban unas estatuas de! dios namado Ow~fo~,
y de otros dioses, En este oratorio, por devocion. mataban algu-
nos cautivos. No ten!an d!as senalados.
E! vigésimo tercero edificio se ttamaba ~M~~M~o; era
un corral o cercado de cuatro paredes, donde tos ministros de los
idolos arrojaban tas puntas de maguey después que con ellas
se habian punzado, y tambtén a! arrojaban unas canas verdes
después que las haMan ensangrentado, y ofrecido a los dioses.
El vigésimo cuarto edificio se !!amaba ~M~~At«M' ~'<t/
cac; éste era un monasterio donde habitaban los ministros de
t~s idolos
que servian en el cu del dios ~M<~?t«{/<M<ic. incensan-
do y haciendo los otros servicios que acostumbraban cada dia.
El vigésimoquinto edificio se Hamaba otro QMOMA.nco~co.
Era de la manera del otro que queda dicho atràs; delante de
este cu estaba un ~o~on//t, que es donde espetaban las cabe-
zas de los y encima
muertos, del cu estaba una estatua del dios
que llamaban OM!<~a~, hecha de madera, y att! mataban algu-
nos esclavos, la sangre de les cuales daban a pustar a aqueHa
estatua untândote la boca con ella.
Et v!gés!mo sexto edi ficio se ttamaba .Wncntt'ct~ac~t t~c<
~at<. Este era un Kran c« hecho a honra de aquet ~/ocM~c<~oc-
~t; aqui mataban cautivos de noche, en su mismo signo cipartli.
El vigésinfo sept~mo edificx~ se Hamaba 7'<<<nK<aM Ca/M<
cac. Era un monasterio que se !!amaba M/aHMta, en et (cual)
moraban y ministros
sàtrapas det c« dedicadu a la diosa C/tOM-
ytco; alli servian
de nochc, y de dia.
Et vigés'mo octavo edificio se llamaba /acft'M~o~ <~<~oM.
Este era un cu dedicado a la diosa lIamada CtM~o~ en este CM

222
mataban a los leprosos cautivos, y no comian su came; matâ-
banlos en et ayuno del sol, que arriba se dijo.
Elvigésimo noveno se ttamaba 7'etldnman. Este era un cu
dedicado a una diosa que se ttamaba OM<t.f<o~ C/tan~cc aqui
mataban esclavos por devocion, reinante el signo que se ttamaba
ce x6chitl.
El trigésimo edificio se ttamaba Chicomécatl <~<~cM. Este
era un cu dedicado al dios Chicomécatl, en éste mataban algunos
cautivos, de noche, cuando comenzaba a reinar el signo ttamado
fc .r<!cAt~.
El tri~ésimo primero edificio se Uamaba r~MoJ~OM; era una
fuente como alberca en que se banaban los que hacian peniten-
cia por voto: acostumbraban muchos a hacer voto de hacer
penitencia ciertos meses, o un ano, sirviendo a los c< o dioses
a quien tenian devocton, éstos se lavaban de noche en esta
fuente~
El tngésimo segundo edificio se !!amaba 7~'co~ocA~o, éste
era un juego de pelota que estaba entre los CMM; en él mataban

por devocion algunos cautivos cuando reinaba el signo que Ila-


maban oMtdro~.
El trigésimo tercero edificio se iiamaba 7'rotM~OMf~ 'y)
era donde espetaban tas cabezas de los muertos que alli mataban,
cautivos, a honra de los dioses ttamados Omacame; este sacrifi-
cio se hacia cada doscientos y dos dias.
El
trigésimo cuarto edificio se ttamaba T~Mo~HCO; éste
era cu dedicado al dios T'~OMMt~tMca~, a ruya honra en et mata-
ban esclavos cada ano, al fin de la fies~ que se Hamaba que-
cholli.
El trigésimo quinto edificio se ttamaba T'~tMO~tMfo Ca/M~-
cac; éste era un monasterio donde moraban los sacerdotes u

sàtrapas que servian en el cu arriba dicho.


El trigésimosexto edificio se ttamaba ~MOM/~tca/co. Este
era un cu pequeno y ancho, y atgo concave y hondo, donde se

quemaban los papeles que ofrecian por atgun voto que habian

~3
hecho; y tambift alli se quemaba la culebra de que arriba se
<!i6 relaciôn en la fiesta de ~OM~M~M~K.
El trigésimo septimo edificio s< ttamaba Mt.vfoo~/MM; éste
cra un CM dedicado a Af~c<!a~, dcndc se hacian aquellas cere-
monias de que se d!ô retaciôn en la fiesta itamada quecholti
//OM<t.
E! tri~ésimo octavo edificio se Hamaba .V<a/<aM. Era
un cu al pie del cual estaba una cueva donde escondian los pe-
llejos de los desollados, como ésta en la re!ac!6n de ~aca.n'
AMaKs~t.
E! trigésimo noveno edificio se ttamaba 7'co~o('/tfo; este
era un juego de pelota que estaba en el mismo templo; aqui
mataban unos caut!vos que !tamaban owo~oxw~, en la fiesta
de ~aM<y!«'oH~~t, alli se diô relaciôn de estos owa~oMMtf.
El cuadragésimo edificio se llamaba /~<«co/f~<ïM. Este era
una co!umna gruesa y alta. donde estaba pintada la estrella o
lucero de la manana, y sobre el capitel de esta co!umna estaba
un chapitel hechc de paja: delante de esta co!umna y de esta
estrella, mataban cautivos cada ano, al tiempo que parecia nae~-
vamente esta estrella.
El cuadra~ésimo primero edificio se ttamaba /yM~.fotK~aH-
tli; era e! edificio que estaba delante del ftt de J~Mt~c~ofA~t,
donde espetaban las cabezas de los cautivos que a! mataban,
a reverencia de este edificio, cada ano en la fiesta de ~aM~Mf/-
~a/t'?//t.
E! cuadragésimo segundo (edific!o) se llamaha .~cc<f<~<!M;
esta era una casa en la cual se ensenaban a ~ancr las trompetas
los ministros de !os idolos
El cuadragcsimo tcrcero (edificio) se lIamaba CtH~o~OM;
éste era un ctt dedicado a la diosa C/t<c~M«'f<!a~; en éste mata-
ban una mujcr que decïan que era ima~en de esta dicha diosa, y
la desollaban, de esto se dio re!aci6n en la fiesta de Oc/t~OM~t,
E! cuadragésimo cuarto edificio se Uamaba Cc<oM~ot<!cA-
~M <M~<<M, éste era un cu dedicado a los dioses det vino;
aqui mataban tres cautivos a honra de estos dioses del vino.

2?4
A uno llamaban y a! otro Toltécatl
T~o~co~ y al otro Pa-
~<fj'foc. Los que aqui mataban, de dia morian, no de noche;
este hacian cada ano en la fiesta de tepeilhuitl.
El cuadragésimo quinto edificio se !)amaba Cinte6pan. Era
un cu donde estaba la estatua del dios de los mai7.ales, v alli
mataban cada ano a su imagen y con otros cautivos, como se
dijo en su fiesta.
E! cuadragésimo sexto edificio se !!amaba A~o/t/oyaM. Era
un lugar o parte del patio donde bailaban los cautivos y esclavos,
un poco antes que los matasen, y con ellos también bailaba la
imagen del signo cAtcoMoAMt ehécatl, y matàbanlos a la media
noche en !a fiesta de ~t/oM«!M!t, o en la fiesta de o~roAMa/o,
esto se hacia cada ano.
E! cuadragésimo séptimo edificio se ttamaba Chililico. Era
un cu donde mataban los esclavos en el signo de c/ncotM/tMt ehé-
catl; matàbanlos a !a media noche; s6!o los senores daban los
esclavos que aqui morian. Esto se hacia en la fiesta de atlca-
hual o.
El cuadragésimo octavo edificio se Uamaba Coo~~aM, esta
era una fuente donde se banaba e! sàtrapa que ministraba en el
c«, que Hamaban Cod//aM, y ningùn otro alli se banaba sino
s6!o é!.
EJ cuadragésimo nono edificio se Uamaba /<'A~'OM; era un
monasterio donde estaban los ministros y satrapas que minis-
traban en el CM donde estaba la estatua de r«ïfa~fM~t, et dio<:
de los mercaderes; ministraban alli de dia y de noche.
E! quincuagésimo edificio se ttamaba .OM/tfo; éste era un
monasterio donde moraban los satrapas y ministros que minis-
traban en el CM de //M!/?t7<M~M<f<una diosa-de dia y de
noche. (ï).
E! quincuagésimo primero edificio se Hamaha )'(~<-<\ éste

( t 1 -I:l orden Je cac y let igtiiesite l'di i icio. caâ cambiado en las
dos ediciones fas<ct):*n.s y en la francesa; sc~uimos et tcxto de la copia de)
sefior Troncoto.
8th*)t<* t. tes
~s
pra un <-f<donde cada ano mataban muchos esclavos y cautivos;
matàbanlos de dia, en la fiesta <te ~o<vt~<<t<o~~t.
Elquincuagésimo segundo edificio se ttamaba VtOca~'cM~t
!/<'<o~. Era el cu det dios de los mercaderes; alli mataban la

imagen de este dios cada ano, en la fiesta de ~<t~.


El quincuagésimo tercero edificio se t!amaba
Huitsilinqua-
/<'f t~o/'aM. Era un cu donde mataban
la imagen de esta diosa,
cada ano, en la fiesta de ~~< era mujer la que mataban.
E! quincuagésimo cuarto edificio se ttamaba Yopico Co~tM~-
cac. En este monasterio u oratorio mataban muchos cautivos
cada ano, en la fiesta
de ~oca.n~/mo~.s'~t.
Et quincuagésimo quinto edificio se Hamaba Yopico ~o~t-
~sM~t/ en este edi ficio espetaban las cabezas de los que mataban
en la fiesta de ~aco.n'~c/n<o~~<.
El quincuagésimo sexto edificio se ttamaba
Tsompantli.
Era donde espetaban tas cabezas de los que mataban en la
fiesta de Yiacatecutli, dios de !os mercaderes, en et primer dia
de la fiesta de .n!fo~ «c~rt.
El quincuagésimo séptimo edificio se ttamaba .~ocM<7tM<ïK-
~a~t t~J~oM. Era un c« donde estaban dos estatuas, una de
.~<!<'t«~t<~uto~t y otra de 7'o~aM//<!façMt, y en este sip~no hacian
fiesta en este cu cada doscientos y tres dias, y también hacian
fiesta a honra del signo que se ttam&ba .t'of/tt/</n<!<
El quincuagésimn octavo edificio se ttamaba Aticpac. Era
un oratorio donde hadan fiesta y ofrecian a las diosas que
se ttamaban C<7<Mo~<«, hacian fiesta en et signo que llama-
ban chicomc cco/OMO~t.
El quincuagésimo nono edificio ttamaban A~~o/<7oyaM, ésta
cra una cueva donde escondian los pellejos de !os muertos que
(tesottaban cada ano, en la fiesta de oc/t~om~/t.
AI sexagésimo edificio Itamaban
~OK/<co, éste era un ora-
torio donde honraban a la diosa que se ttamaba Ct/««!~o~, y
cada ano mataban a su honra una mujer que decian que era su
imagen; natâbanta en el cu que se ttamaba Cod~oM, que estaba

226
cerca de este oratorio; esto hacian cada ano, en la fiesta de
OCA~OMM~t.
El sexagésimo primero edificio se ttamaba Tzonmolco Co~-
;M~coc éste era un monasterio donde moraban sàtrapas del dios
Xiuhtecutli, y aqui sacaban fuego nuevo cada ano, en la fiesta
A«OMAçMt~otM<~çMO/tf~t, y de aqui sacaban el fuego nuevo cuan-
(!o quiera que el senor habia de incensar delante de los dioses.
El sexagésimo segundo edificio se !!amaba 7'<tcM<'o/
Era una piedra como muela de molino, grande, y estaba a~u-
jerada en el medio como muela de molino sobre esta piedra
ponian los esclavos, y acuchi!!âbanse con ellos; estaban atados
por el medio del cuerpo de tal manera que podrian !!e~ar hasta
la circunfcrencia de la piedra, y dâban!os armas con que pelea-
sen. Era éste un espectâcu!o muy frecuente y donde concurria
gente de todas las comarcas a verle. Un
sàtrapa vestido de un
ptltejo de oso, o cuetlachtli, era alli el padrino de los cautn'os
que an! mataban, que los Hevaba a la piedra y los ataba alli, y
los daba las armas y los !!oraba entretanto que peleaban y cuan-
do caia (el cautivo) !o entregaba al que le habia de sacar el
corazon, que era otro sàtrapa vestido con otro pellejo, que se
!t&maba iooallauan. Esta retac!6n queda escrita.a la larga en la
fiesta de <~oco.n~<'AMO~
AI sexagésimo terccro edificio ttamaban Ao~o~ft~/t !~o-
pan éste era un CM dedicado al dios A'o~~o~cM~t, en el cual
mataban la imagen de este dios, que era un cautivo vestido con
los ornamentos de este dirts: mataban!c a la media noche, cada
ano, en la fiesta
de ~<'<7/!MtW.
AI sexagésimo ruarto < dificio ttamaban 7'~OMWO/fc, éste era
nn CM dedicado a) dios de) 'ucgo Ilatilado .Vm/t/rcH~t. éste es un
tM en que mataban cuatro isctavos. como ima~enes de este dios,
~dornados con los ornan~ ttos det mismo, aunquc de diverses
colores. AI primero Ham~ban
.Vo.r~K/~M< .Vn</<~fM//</ al se-
Sundo llamaban Co~aM/~m. A'n</t~ft<~<; al tercero lIan1aban 7~-
tac .Yt'M/t/rcM~ al cuarto ttamaban 77a~/<ïMAçM< .YtM/t/<'<t<<
Tnmbién mataban otros muchos cautivos en este )u~r y en

227
este dia, a los cuales Hamaban t7tMt~<!M~co /c~<ttM~o~to. Abajo
de las gradas de este f« estaba una placeta a la cual subian tam-
bién pfr gradas; en esta placeta mata))an dos mujeres, y Ilama-
ban a la una ~VoMco~c<'<~</M<; de la otra no se pone nombre.
En acabando de matar los que habian de morir, hadan tuego
un areito muy so!emne, segûn se dijo a !r larga en la fiesta de
.Y<K/~<'C«~t.
Elsexagéshno quinto edificio se Hamaba Co~~M; éste era
un cu donde mataban cautivos a honra de aquettos dioscs que
llamaban C<'M/oM/tM<a/n<o, y también todas las veces que
sacaban fuego nue\o, y también coando la fiesta de <yM~cAo~<.
El sexagéstmo sexto se llamaba Xochicalco; éste era un cu
edificado a honra det
dios C<H~o</ y también a honra del dios
~o~a!<gt« C<M/<fo/ y tam')iën de !a diosa ~f~c~noM, y cuando
mataban una mujer que era imagen de esta diosa, desollâbanla y
uno de los sàtrapas vestia su cuero. Esto se hacia de noche. (y)
tncgo de manana andaba bailando con el cuero vestido, de aque-
lla que habia muerto esto se hacfa cada ano, en la fiesta de
OC/t~OMt~t.
E! sexagésinto séptimo edificio se Hamaba Topicalco, y tam-
bien J?oofa/ro; ésta era una casa donde se aposentaban los se-
nores y principales que venian de lejos a visitar este templo,
especialmente los de la provincia de ~M<t/t«oc.
El sexagésimo octavo edificio se itamaha 7~o/o~; esta
cra una fuente 'nuy preciada, que manaba en el mismo lu~ar;
de aqui tomaban agua los sàtrapas de tes idolos, y cuando se
hac!a la fiesta de /<t/~t7o/'oc/<< y otras fiestas, la ~ente popu-
lar bebia en esta fuente con gran devociôn
E! sexagésimo nono se llamaha ~ccof/«'<M <~<aM/t<yMt'y<M<<ïc;
ésta era una casa (y) en esta casa estaba una cstatua del dios
.~acMt'cf; aqu! a honra de este dios nmtahan cautivos en la
fiesta de ~aM~«c~o/f.?/
Et septuagésimo edificio se Hamaba 7o/Ud</nr. este era una
casa donde mataban cautivos cuando comenzaba a reinar el
signo que se lIamaba cc ;/«<yM<:s//<, a honra de 7 <?ta//<t0.

~8
El
septuagés!mo primero edificio era Xilocan. Era una casa
donde cocian la masa para hacer imagen a /7M<?</o~nc/<< cuan-
do se hacia la fiesta.
E! septuagésimo segundo edificio se ttamaba /yof, es-
ta era una casa donde hacian de masa la imagen de Huitzilo-
~ocAfK los sàtrapas.
El septuagesimo tercero edificio se !!amaba 7/Mt/~MoAMOf cal-
~MM/ era la casa donde hacian la imagen de otro dios companero
de Huitzilopochtli, que se ttamaba Tlacauepan Cuexr6tzin.
El septuagésimo cuarto edificio se !!amaba Atémpan; era
una casa donde juntaban los ninos que habian de matar, y tam-
bién los leprosos, que Ilamaban .rixioti, que también los mata-
ban después de haberlos juntado en este lugar los traian en
procesi6n en unas andas (y) hecho esto !!evàban!os a los !u-
gares donde los habian de matar.
E! septuagésinM) quinto edificio se Ilamaba r~cacoof f~oco-
chcako. Era una casa donde se estaban muchos dardos y mu-
chas saetas depositadas, para el tiempo de !a guerra; aqui ma-
taban esclavos por su devociôn algunos anos.
E! septuagésimo sexto se !!amaba Acatla yiacapan At«~co/-
~«~t, esta era una casa donde juntaban los esclavos que habtan
de matar a honra de los 77a/oç«< y después de muertos, lue-
go los hacian pedazos y los cocian en esta misma casa: echa-
ban en las ollas flores de calabaza; después de cocidos comian-
los !os senores y principales; la gente popular no comia de elios.
E! septuagésimo séptimo edificio se llamaba Techiclli; era
un f« pequeno, en este ofrecian canas que Hamaban <Tc~-oyo/
Elseptuagésimo octavo edificio se Hamaba Ca/~M~ estas
eran unas casas pequenas de que estaba cercado todo el patio
de la parte de adentro; a estas casillas Hamaban rd'~t/~r a es-
tas casas se rccogian a ayunar y hacer penitoncia cuatro dias
todos los principales y oficiales
de la reptiblica, las vigilias de
tas fiestas que caian de veinte en veinte dias, de mancra que ha-
cian de vigilia cuatro dias. En este ayuno unos comian a la me-
dia noche, y otros al mediodia.

22Ç
/~<<~M Je los xx'.rtcaMOj, de las cosas
que ~r o/rff<(tn ft< < ~CMt~/o.

Ofrecian muchas cosas en las casas que tkman calpulli; cran


como iglesias de los barrios, donde s'; juntaban todos los de

aquel barrio, asi a ofrecer como a otras ccremonias ~m<c!ias que


alli se hacian. Ofrecian comida
v mantas, y aves y mazorcas
de maix. y chian y frijoles y flores; esto ofrecian las muje-
res o doncettas por casar; pero en los oratorios de sus casas no
oirecian sino comida, delante de las imàgenes de los dioses que
alli tenian. Esto hacian cada dia, luego de mananita. y !a se-
nora de la casa tenia cuidado cada manana de despertar a to-
dos los de su casa, para que fuesen a ofrecer delante de los
dioses de su oratorio.
Ofrecian incienso en tos fK< tos sàtrapas, de noche y de
dia, a ciertas horas; incensaban con unos incensarios hechos de
barro cocido, que tenian, a manera de cazos, de un cazo media-
no con su astil de grosor de una vara de medir o poco me-
nos, tar~o como un codo o poco mas, hueco y de dentro tenia
unas pedrezuelas por sonajas. El vaso era labrado como in-
censario, con unas labores que a~ujeraban et mismo vaso des-
de el medio abajo; cogian con el brasas det fopon y tuego echa-
ban copal sobre las brasas, y luego iban delante de la estatua
det demonio y levantaban el incensario hacia tas cuatro partes del
mundo, como ofreciendo aquet incienso a las cuatro partes
det mundo, y también incensaban a la estatua. Hecho esto tor-
naban las brasas al fogon. Esto mismo hacian todos los del
pueblo en sus casas, una vez a la manana y otra a la noche, in-
censando a las estatuas que tenian en sus oratorios o en los
pa-
tios de suscasas; y los padres y las madres a sus
compeHan
hijos (a) que hiciesen to mismo cada manana y cada noche.
En la ofrenda det incienso o copal usaban estos mexicanos,
todos los de Nueva de una blanca
y Espana, goma que ttaman
copalli –que también ahora se usa mucho– para incensar a
sus dioses. No usaban det incienso. !o en esta
aunque hay

230
tierra. De este incienso o copal usaban los s&trapM en el tem
plo y toda la otra gente en sus casas, como se dijo arriba; y
también !o usaban los jueces cuando habian de ejercitar atgùn
acto de su oficio: antes que le comcnzasen echaban copal en
el fuego, en reverencia de sus dioses y demandândoles ayuda.
También hacian esto mismo los cantores de los areitos, que cuan-
do haMan de comenzar a cantar primero echaban copal en e!
fuego a honra de sus dioses, y demandàndotes ayuda Usaban
una ceremonia generatmente en toda esta tierra, hombres y
mujeres, ninos y ninas, que cuando entraban en a!gûn lugar
donde habia imagenes de los idolos, una o muchas, luego to-
caban en la tierra con el dedo y luego le Hegaban a la boca, o
a la tengua; a esto Ilamaban corner tierra, hacianlo en reve-
rencia de sus dioses; y todos los que salian de sus casas, aun-
que no saties&n det pueblo, volviendo a su casa hacian !o mis-
mo, y por los caminos, cuando pasaban delante atgùn cu u ora-
torio, hacian !o mismo; y en lugar de juramento usaban esto
mismo, que para afirmar que decian verdad hacian esta ce-
remonia, y los que se querian satisfacer del que habtaba si de-
c!a verdad, demand&bante que hiciese esta ceremonia y luego le
creian como juramento. Hacian otra ceremonia comunmente
que llamaban tlatlazalistli, que quiere decir arrojamiento, y era
que nadie comiese sin que primeramente arrojase al fuego un
bocadillo de to que habia de corner. Tenian otra ceremonia
también comûn, que nadie habia de beber pulcre sin que prime-
ro derramase un poco a la orilla det hogar; y cuando quiera
que encetaban alguna tinaja de puicre, prnncto
echaban c~ un

lebrillo cantidad de ello y ponian un lebrillo cerca det fuego, y


de alli tomaban con un vaso, y derramaban al canto det hogar
a cuatro partes un vaso de aquel pulcrc, y hecho esto bebian los
convidados, y antes de esto n:ntie osaba beber. Esto Ilamaban
<~o<oyo«a~~t, que quiere decir libatio o gustamiento.

a3r
~?~Of!<!M de la MM~ff ~Mf (~?n'OW< a honra
</< ~MtOMtO, f!t et <<'W~~O y /M<TO.

Derramaban sangre en los CMM d< dia y de noche, matan-


do hombres y mujeres en los CMM delante de las estatuas de los
demonios, como arriba queda dicho t*n muchos lugares. De-
rramaban también sangre delante de los demonios por su de-
vociôn, en dias
senalados, y hacian de esta manera: si querian
derramar sangre de la lengua, pasabanta con una punta de na-
~'aja, y por el agujero que hacian pasaban muchas pajas grue-
sas de heno, segun la devoc!ôn de cada uno; algunos ataban
las unas con tas otras y tirâbanlas, como quien tira un cordel,
pasàndoias por el agujero de la lengua; otros, cada uno por
si, sacaban cantidad de ellas y dejabantas alli, ensangrentadas,
delante del demonio o en los caminos o en los calpulcos. Lo
mismo hacian de los brazos y de tas piernas. Derramaban tam-
bién sangre los sàtrapas fuera de los c<ï~ poi esas montanas
o cuevas por su devociôn, de noche (y) hacianlo de esta mane-
ra, que tomaban canas verdes y puntas de maguey, y después
de haberlas ensangrentado con la sangre que sacaban de sus
piernas, de cabe las espinillas, iban de noche desnudos a los
montes, donde tenian devociôn, y asi ensangrentadas las deja-
ban alli sobre un lechnelo de hojas de canas que les hacian, y
esto hacian en cuatro o cinco
segùn la devoci6n
partes, de
cada uno. Derramaban también sangre los hombres cinco dias
antes que Ilegase !a fiesta principal, que se haci~ de veinte en
veinte dias, por su devoci6n hacian unas cortaduras en las ore-
jas. de donde sacaban sangre, y con aquella sangre untaban
]os rostros, haciendo unas rayas de sangre por ellos las mu-
jeres hacian como un corro, y los hombres hacian una raya de-
recha desde la ceja hasta la quijada. Las mujeres tenian de-
vociôn también de ofrecer esta sangre por espacio de ochenta
dias (y) cortâbanse de tres en tres dias o de cuatro en cuatro
dias, todo este tiempo. Ofrecian también sangre de aves de!ante
de los demonios por su devociôn, especialmente delante de H<

2~2
~o~ocMt, y en sus fiestas compraban "odomices vivas y (les)
arrancaban tas cabezas delante del diablo y la sangre derra-
mabase alli y el cuerpo arroj&banto en tierra, y alli andaba re-
volando hasta que se moria; unos descabezaban una, otros dos,
otros tres, segun su devoci6n. Cuando mataban atgun escla-
vo o cautivo el dueno de et cogia la sangre en una jfcara, y
echaba un papel blanco dcntro y después iba por todas tas es-
tatuas de los diablos y untâbanles (la) boca con el papel en-
sangrentado. Otros mojaban un palo en la sangre, y tocaban
la boca de la estatua con la misma sandre

~?<oct<!M de otros servicios que se hadan a los


demonios en el templo y /M<'ro.

Los que se escapaban de alguuna enfermedad, por consejo de


atgûn astrôto~o escogian atgûn dia bien afortunado y, en este
d!a, dentro de sus casas quemaban en el hogar de sus casas
muchos papeles en que el astrotogo habia pintado, con ulli, las
imâgenes de aquellos dioses que se conjeturaba que le habian
ayudado para salir de aquella enfermedad. El
astrôto~o los
daba al que ofrec!a, diciéndole el dios que alli iba pintado, y
el otro echaba el papel en et fue~o; y después de quemados
todos los papeles, tomaban la ceniza y enterrabanta en el pa-
tio de su casa; a esto Uamaban !!<o/t'o/t.
Algunos por su devociôn ofrecian sandre en los f<!f.f. en las
vigilias de las fiestas, y para que su ofrenda fuera mas acep-
ta !han a buscar laurel silvestre, llamaban
que ellos oc~uyo~,
que se cr!a mucho por esos montes, y Iraido ensangrentaban con
sangre de tas piemas dos puntas de maguey en el calpulco, y
de alli las ttevaban al
CM, y hacian un lechuelo de los ramillos
tiernos del laurel y ponian sobre él las puntas de maguey cn-
sangrentadas, ofreciéndolas a aquel dios a quien tenian devo-
ciôn, y a esto ttamaban ac.voyo~Mto/tr//t. Cuando habian de ir
a atguna guerra. primero todos los soldados iban por tena a
las montanas, la que se gastaba en los ft!< y hacian rimeros

~33
de ellas en los monasterios de los s&trapas y de att!
tomaban
para gastarla, que se quemaba mucha entre noche
y dia en los
patios ie los <'<ÏM, en unos fogones altos que para esto esta-
ban hechos en los mismos patios; y en los otros tiempos los
ministros de los ftÏM y los que moraban en el Co/w<'f<K' tenian
cargo de traer esta
lena; a esto Itamattan ~o~MOM/t~M<M//t.
También a honra de los dioses que tenian en sus casas, te-
nian gran cuidado de barrer la casa y el patio y la portada, ca-
da dia, luego de manana; y e! senor o la senora de la casa te-
nian cargo de compeler a todos los de su casa para que hicie-
sen esto cada dia, y después de hecho esto incensaban y ofre-
cian a las imâgenes que tenian en sus casas, y esto cada dia;
a esto Uamaban tlachpanaliztli.
Tenian gran vigilancia de noche los sâtrapas y ministros de
los ctï~.r de velar, para que no faltase de arder fuego en los
fogones del patio, y para despertar a los que habian de taner
a las horas que habian de incensar y ofrecer delante de los
idolos, y a esto Hamaban ~~oo~M.
Tenian los populares por costumbres de hacer penitencia mu-
chos dias entre ano, y esta penitencia era que se abstenian de

jabonarse la cabeza y de los banos, y de dormir con mujer y


la mujer con hcmbre, los dias que hacian esta penitencia, y
no se abstenfan de corner ni ayunaban; a esto liamaban M<'M-
ualistli.

Relaci6n de ciertas ceremonias que se hacian


a honra del demonio.

Cuando hacian una fiesta que !!amaban 0/aMta/~Ma~t~~t,


que era de ocho en ocho anos, unos indios que se Hamaban
mazateca tragaban unas culebras vivas, por valentia, y andaban
bailando y tragandolas poco a poco, y después que las habian
tragado dâban!es mantas por su valentia. También estos mis-
mos tragaban unas ranas vivas, en la misma fiesta. Otra cere-
monia hacian en la fiesta de ~~<~çMo/<r~t: los mancebos to-

~34
nmban avecillas y atabMttas en unos ramos con hilos, y anda-
ban con ellas en la procesi6n de esta fiesta y las aves andaban
revolando alrededor del ramo.
Usaban también hacer procesiôn en muchas de sus fies-
tas, y traian en andas tas imàgenes de los idolos, algunas ve-
ces alrededor de los f<ï~ y otras veces por lugares mas tejos,
y acudia todo el pueblo a estas procesiones. También u~ban
bailar tas mujeres juntamente con los nombres, en las grandes
fiestas.
Hacian un
juego tos mancebos a honra de la diosa ttama-
da Toci, cuando mataban su imagen; ponian un lebrillo con
pluma y con greda, y arremetian todos los mancebos y tomaban
cada uno un puiiado de ello, y echaban a huir unos tras otros;
y como habian tomado los mancebos la greda y pluma, aquel
mancebo que tra!a vestido el pellejo de la diosa Toci, con otros
mancebos que estaban con él, echaban a correr tras los que ha-
b!an tomado greda e ibanlos apedreando, y la gente que mira-
ba apedreaba a los unos o a los otros, y algunos de ellos ca-
ian apedreados. Hacian una ceremonia a los ninos y ninas,
tomandolos con las manos por cabe tas orejas y levantàndotes
en alto; esto hacian para que creciesen, en la fiesta que se Ua-
maba iscalli, que se hacia a honra de! fucgo.

/?<ac«!)! de las cf~MtOHto~ que /owM~M Aaffot!


a /tOMro del OCMtOMt'O.

Hacian una supersticiôn, para remediar los ninos enfermi-


zos, que tus atabsn s! cuc'to unas cuerdas de :<!god6" flojo.
y cotgàbante una pellita de copat en la cuerda que tenia al
cuello. También tes ponian unas cuerdas de to mismo atadas
a las munecas y otras a las gargantas de los pies; atâbasetas
atgùn astrôlogo, en signo particular, traialas el numéro de
y
tos dias que le mandaba el astrélogo, y después el mismo as-
trôtogo se las quitaha y las qnemaba en el calpulco. Fsto hacian
cuatro veces por la satud de los ninos.

235
Usaban otra supcrstic!6n, que se <mp!umaban el pecho y las
espatdas en la parte contraria de! p<cho, con pluma de diver-
ses colores, y en tas munecas ponia~ unas plumas como ajor-
cas, unablanca, otra amaritta y otra colorada, y en tas gar-
gantas de los pies hacian !o mismo. Esta pluma pegaban con
resina de pino que ttaman oc<s'o~ (y) esto hacian en la fiesta
de teoileco, porque no tes hiciese mal c! dios ~cofMtt~~t. Esta
ceremonia o supersticion que aqui se dice se hacia de cuatro en
cuatro anos, en la fiesta de t~co~t.
Esta ceremonia hacian a reverencia del sol y a reverencia
det fuego, cuando alguno acababa su casa nueva, o cuando rei-
naba el signo det sol que sacaban sangre de tas orejas, y la re-
cibian en ta una det dedo que esta cabe et pulgar, o en et de
enmedio, la arrojaban hacia et fuego como quien da papirote,
y también hacia et sol de la misma manera; esto llamaban tla:-
caltilistli. Esto va queda dicho atrâs que es to mismo de acxo-
ya~tM~t.
Esta ceremonia hacian cuando
pasaban delante de atgùn
idolo arrancaban una manada henode y esparcianla delante
de ta imagen det idolo, haciendo reverencia o acatamiento. Es-
ta misma ceremonia hac!an otras veces por via de voto o ce-
remonia.
Todas las noches, un poco antes de la média noche, tos mi-
nistros de los idolos que tenian cargo de esto, tocahan los ca-
racoles y cornetas y trompetas, y luego se levantaban todos a
ofrecer sangre e incienso a tos tdo!os, en los fMM y en todas
las casas partictilares.
En Ilegando a la media noche, los ministros Hamaban
que
ÇMC~MO~Mt~tH tanian con atahales para que despertasen, y los
que no despertahan a aquella hora ca<.tigàban!os echando so-
bre cttos agua, o rescoldo det
fuego. A~ujeràbanse las ore-
jas para poner orejeras, y tamhién los bczos para poner los
bezotes; esto hacian a honra det demonio y Hamabanto MCMO-
co.f.ro/'o~a~~t y M<'ff!)~'o~o~a/M<

2~6
A'<~oc«~n de las difereiicias de ~ttMt'o.t f/«c
.tcr~on a /<t.t </<~<t.

Habia un ministro
que se decia mexicatl ~<'u/N<a/r<« y este
era como patriarca etegido por tos dos sûmes pontifices, el cual
ten!a cargo de otros sacerdotcs menorcs que eran como obis-
pos, y tenia cargo de que todas las cosas concernientes al cul-
to divino en todos los pueblos y provincias se hiciesen con to-
da ditigencia y perfecc!6n, se~un las leycs y costumbres de los
anti)?uos pontifices y sacerdotes, mayormenle en la crianza de
los mancebos que se criaban en los monasterios que se Hama-
ban Calmicac. Este disposa de todas las cosas que hab!an
de hacer en todas
las provincias sujetas a Mexico, tocantes a
la cultura de los dioses. Ten!a también cargo de c&sH~ar a
todos los sacerdotes de quien tcnia carRn. si en a!~o pecaban.
Los ornamentos de este sàtrapa eran: Una ja<tueta de tela y
un incensario de los que ellos usaban, y una taler;a en f)ue t!c-
vaba copat para incensar. Habta otro roadjutor (le este, <juc
se llamaba /~t/~MCMOf /<'o/u/o~m, que entend<a en el n~smo

negodo.
Habia otro
coadjutor de los que se llamaba
arriba
dichos
7'c~oM ~o/tMO~MM, el cual en
particular tenia cargo de la bue-
na crianza y del buen re~miento de los que se criaban en los
monasterios, que se Hamaban f o~n~cot por todas ta~ prf'vin-
rias sujetas a Mexico.
Este O~tf t'oc/t~tM, era como maestro de todos los cantores

que tenian cargo de cantar en los fM~; tenia cucnta que tn-
dos viniesen a hacer sus oficios a los fMf~. Hacian cicrta
ceremonia con el vino
que uamaban ~ooc~, al tiempo que ha-
bian de hacer sus oficios; de esta ceremonia era el principal
~oc/t~co~: éste tcnia cuidado de los vasos en que bcbian tos
cantores, de traertos y darlos y recogerlos, y de henchirtos de

aquet vino que ttamaban tcooctli, o MtocM!7of/ y ponta dos-


cientas y tres caiias, de las cuales sola una agujerada, y cuando
las tomaban ci que acertaba con aquella bebia el solo. y nu

~7
màs esto se hacia después del oficio de haber c~ntado.
Este jE/'coo~M<K'M<7~M tenia cargj de las fiestas del calen-
dario y de todas las ceremonias que e habian de hacer en ellas,
pura que en nada hubiese falta. Era como maestro de cere-
monias.
Este ~/o~tco /<*o/tMo tenia cargo de aprestar todas las co-
sas necesarias, como son papel y copal, etc., para cuando ha-
hian de sacrificar u ofrecer delante de los dioses, en la fiesta
de Chicunauecatl.
Este CtM~o~nt, tenia el mismo cargo de aprestar todas las
cosas necesarias para cuando se hac!a la fiesta de ~t/oM~x.
Este /4~Mt~oft ffo/tMO~M tenia cargo de proveer de plumas
blandas como algodôn, que crian las aves junto a la came, y
otras cosas que cran necesarias, para cuando se hac!a la fiesta
(le la madre de los dioses; y tenia cargo de juntar los mance-
tx)s que se Ilamaban c<«'f«<v<<'<'o para que ayunasenaquel en
harrio de .~f~K~aM.
Este T'/a~t'o~tM, era como chantre, que tenia cuidado de
ensenar y regir enmendar et canto que se habia de cantar a
honra de sus dioses, en todas las fiestas.
Este T~o~o~a~o/tKa~stM ténia cargo de aprestar todas las
cosas necesarias para la fiesta de la diosa 7'?a~o//<ï/<'MO, co-
mo son papel, y copalli y t<Mt, y una ycrha otorosa con que inccn-
srtban a los !do!os.
Este 7<*coMtMta/<'o/t«o, ténia cargo de aprestar las teas para
hacer hachones, y también atmagre y tinta, y cotaras y unas
jaquetas y caracolitos mariscos, to cual todo era necesario para
osta fiesta de la tiosa det fuego.
Este 7'f~ca~o~fa~ tenia cargo de aprestar todo to de arriba
clicho, para cuando se hacia la fiesta det dios det vino, en et
mes que se Hama ~~<'<7/tMt~.
Este OMt<oc/t tenia cargo de aprestar todo to arriba dicho,
para cuando se hacia la fiesta det dios det vino que se ttamaba
OtM~uc/t~t, en el mes de ~<'<7/tK<
Este OMt<ocA~t <otMtyoM/t, tenia también cargo de aprestar

238
todo to arriba dicho para ruando se hacia la fiesta del dios del
vino, que se Hamaba Ow<ocA//< ~~nn'aMA, en el mes arriba
dicho.
Este .~co/oo ome tochtli tenia cargo de aprestar todo !o arri-
ba dicho, que era menester para la fiesta de! dios Acalhoa ome
tochtli.
Este OM<a~OM~Mt ome tochtli tenia car~o de aprestar todo
!o arriba dicho para la fiesta del dios de! vino ttamado Onn/~o-
~OM~Mt.
Este Tlilhoa ow~ torhili tenia car~o de aprestar t<x!'j to
arriba dicho para cuando se hacia la fiesta de! dios del \ino
que se !!amaba Tlilhoa omc tochtli, en el mes de ~fMM~.
Este OMt~~ocA~t ~OM~co~ tenia cargo de procurar el vino
que se Hamaba macuiloctli, o /foor//t. !o cual se j~astaba en la
fiesta de ~CH~M~o/t~t.
Este O~t~~ocA~t A~o~o~CM~t tenia car~o de aprestar to ne-
cesario para la fiesta de tepeilhuill.
Este Owc~ocA~t ~o~a~~ac tenia car~o de aprestar e! vino
que se Hamaba ~ooc~t, que se habia de ~astar en la casa del
senor, y en la fiesta de <<M'o~t, donde bebian vino hombres y
mujeres, ninos y ninas.
Este Omelochtli tenia cargo de hacer to mismo que arrit'a
se dijo, en la fiesta de a~coMa/<?.
Esta mujer que ~c ttamaba Ct7<MO~M<!ft<tW 'enta carp" de
prover de todo to que se habia de nfrccer en la fiesta <tc la
dir~a 7<'ct, como son flores y canas de humo. y )odo !o demàs
que ofrecian las mujeres en la fiesta de esta diosa 7~'ft.
Esta mujer ttamada C</tM<t<~MofM!W ~/a~rt/nfa~ tenia rarK"
en el ft< ttamadc .~fuf/n'ca/fOM de los que harrian y de tos clue
ponian fucKo: y también tns <tuc hacian
\uto de hacer atj~un
servicio en este (t< a ella acudian.
Este /.ffo~aM/~Kt t~Mt~~o ~f~/tMu tcnia cargo de hacer
traer la tena que se habia de gastar en ci monasicrio. que se
Ilamaba 7~0MMto/~ Co~M~fOf. traian esta tena los mancc'~os y
ponianla en el monasterio ya dicho.

239
Este 7~<M'o/qMOCMtMt guardaba el cu, que se ttamaba A~co-
tlan; andaba vestido con las vestidu as de los sacerdotes, como
arriba se dijo, que era un .vtcoKt o aqueta y un catabazo tteno
de ~<c<c~. Tenia gran cuidado en ~ue ninguno entrase, ni se
Itegase a este CM, sino con gran reverencia, y que en él no hubie-
se ninguna suciedad; y si atguno ccrca de este cu se orinaba,
luego le prendian y le castigaban.
Este T'cr~cM~tMfo ~o/ttMt tenia cargo de guardar en el cu,

que se llamaba T'ff~oM~tMco, para que ninguna irrevcrencia alli


se hiciese, y procuraba tas ofrendas que se habian de hacer en
este <'«.
Este E~coo~MocMtMt tecpictoton, tenia cargo de hacer y com-
poner los cantares que de nuevo eran menester, asi para los
CMM como para tas casas part!cu!ares.
Este 7;<'<Mco ~o/wo tenia cargo det cu de /.v<K~OM y de pro-
curar las ofrendas que ofrecian cuando los ninos o ninas co-
men7aban a hablar, que los
ttevaban a este cu, y hacian ciertas
ceremonias cuando los ninos
nuevamente comenzaban a hablar.
Este Actipac ~coAtM~MXochipilli tenia cargo det cu que
se Ilamaba ~4<tc~ac, y procuraba !o que era necesario para cuan-
do mataban alli una mujer y la desollaban, a honra de una diosa
que se ttamaba ~<c~occo~«< ft/tMa~, y también se vestia el pe-

Ilejo de aquella mujer, y cuando se iba por las calles con él


ilevaba una codorniz viva asida de los dientes.
Este ~~t~tt</<gt<t <co~«a Opochtli, tenia cargo de aprestar
todas las cosas necesarias para cuando sacrificaban matando la
imagen de Opochtli, en la fiesta de ~<'t7/!Mt~.
Este Xipec Fo~tco <ro/<t<o tenia cargo de aprestar las cosas
necesarias para cuando mataban la imagen de 7'f~Mt~tM, en este
f« Yopico.
Este Pof/t//OM /<*o/tMa Yiacatecutli tenia cargo de aprestar
todas las cosas necesarias para cuando sacrifi~-aban la imagen
de y<oco<<'CM~t, en el cu ttamado Poc/!f/ot<.
Este Chiconquiahuitl Poc/t~aM era coadjutor det arriba di-
cho, para el mismo efecto que arriba se dijo.

2~0
Este 7~M~OM ~o/«M/H tenia car~o de proveer de jaquetas
que ttamaban xicolli, que es un ornamento de los sâtrapas, y
caracolitos mariscos y cotaras, para ornamentos, y también re-
cogia la miel de los ma~ueycs, lue cra la primera que se co~ia
de! maguey para hacer vino p.! ~a los sàtrapas.
Este T'~o~oM /M/tMo~t'M <en!a cargo de proveer de pa;M:t
de e incensarios, y de odo !o dcmas
y copal que era menester
para los que morian o mataban .'n la fiesta de ~t«t~.
Este CAo/f/nM/t/~ct«' tenia de pro-
ofo/outï~MOCKt~ cargo
veer de las ohendas que cran necesarias los que mataban
para
en la fiesta de CAa/c/«K/t//t<-t«', como era copal, ulli, etc.
Este ~co~MOM<!fa~ oco/wt~~t tenia car~o de pro\'eer de todo
!o que era necesario para cuando el senor o rcy habia de ayunar
en la fiesta de 77<Moc, y en el ayuno det sol y en et ayuno de
quecholli, que son ayunos muy solemnes proveia de los ves-
tuanos y cotaras, etc., que el sencr habia de usar en estos
ayunos.
Este 7'«MoM /~o/;Mo tenia c~rKo de proveer de papel y copal
y «Mt, para cuando hahfan de matar a la imagen de 7'M/~fo~.
al cual mataban en el fin det mes que se Hamaba <~<cc/t~/<, o
en el principio det me" que se )!amaba /<f!7/!Kt~.

~P~Ort~M ~<'r y C«0)~<M !W~ ~OMtOt! M < /<'M<0 fM/rr


Moc/t<* y ~o. ~M<* cra .'nnto /o<I<'r a /<M horas.

Todos tos dtas de) mundo cfrcoan sandre e incienso al sol;


tuego en saliendo pcr la man~na ofrec!an!e sangre de las ore-
jas, y sandre de codormces a t:.s cuales, arrancàndotas la cabe-
za, corricndo sangre, las atxahau tiacia e! sol como ofreciéndole
aquella sandre, y haciendo esto tccian va ha satido el ~ot, que
se ttama 7\~o~tf// .m./<7<OM//< ~MOM/<t'~auH' no sabcmos co-
mo cumptirâ su camino este dia, ni sabemos si acontccerà atgùn
infortunio a la gente. Y tue~o enderezahan sus palabras al mis-
mo sol, dic!endo: Senor nuestro haced prosperamente vuestro
oficio! Esto se haoa cada d!a..t ta satida det sol; ofrectante
Sthtttn!. a

24Ï
incienso cuatro veces cada dia cinco veces de noche: una vez
a !a salida <td -<'). otra vez a la hota de tercia, otra vez a la
hora de mediodia
(y) la cuarta vez a la pucsta del sol. De
noche le ofrecian incienso la primera vez cuando ya era de noche;
la se~nnda. cuando ya todos se quer!an echar a dormir; la terce-
)'a, cuando comenzaban a taner para levantarse a maitines; la
cuarta, un poco despucs de média noche la quinta, un poco antes
que rompiese el a!ha: y cuando a la prima noctte ofrecian in-
cicn~u. s~tudaban a la noche diciendo: !et scnor de la noche ya
lia satido, <tue se ttama y<!<ï//ft«/~<; no sat)emos como ttarà su
oficio o su curso! La fiesta de este Foo/ycf'f~t caia y se cele-
hraba en
et signe que se ttamaba Mo/fMt oWM, a dos o tres dias
de la cucnta det ~Mo/OMM~. Cuatro dias ayunaban antes de esta
fiesta, y al mediodia de esta fiesta tocaban los caracnles y pitos
y trompetas, etc., y pasaban mimbres por las lenguas, ofrecién-
dote aquetta sangre; y hasta tos ninos que cst;'han en las cunas
les sacaban sangre de las orejas para ofrecer, y todos chicos y
grandes ofreoan sangre de las orejas (en) aquetta hora. Esto
hacian sin decir nada, y hacianlo delante la imagen det sol, que
estaba en un f!< que se ttamaba ~MOtf/t.vtco~co, pintada o escul-
pida como ahora se pinta el sol, como una cara humana y con
rayos que saten de ella, como una rueda; y en la fiesta det sol
sicmprc, cada ano, mataban nutchos esclavos y rautivos a su
honra en sus CMM, y decian, que todos los que monan en la
gucrra iban a la casa det sol a reposar.

A'Ot <~x de lus ~/cr<.tftM o trabajos quc /to~~ f~ t'/ /<'M~/o.

Un satrapa de los det templo ténia cuidado de doctrinar y


cnsenar a los que trabajaban y servian en et templo, los cuales
'toctrinados t~s entre~aba a los sacerdotes, para que hiciesen sus
oficx's, (juc habian aprendido; tambicn este !os discip'inaba para
que viviesen bien y no fuesen traviesos. Este mismo ténia cargo
de hacer barrer los lugares det templo a estos muchachos que
criaba; este mismo ten?~ cuidado de velar de que no faltase
fuego en los fogones det templo.

242
Ciertos mancebos que por su voto y devoci6n hacian peni-
'encia en el templo, tenian cargo de velar de noche para que
ninguna cosa mala se hiciese en el templo. Los muchachos me-
dianos que se criaban en el monasterio que se ttamaba Calmécac,
ténian cuidado de ir al monte por la tena
que se gastaba en el
templo. Los muchachos novicios, en et monasterio !cman cargo
de traer puntas de maguey, tas que eran ntenesttjf en templo;
tenian cargo de traer ramos de laurel, !u~ que eran .tecesarios
en el templo. Los mancebos que se ttamaban ~oMtorajçMf, que
vivian en el templo, tenian
cargo de taner los caracoles y pitos
y trompetas los muchachos y mancebos que se criaban en el Cal-
Mt~coc, que era monasterio, tenian cargo (de) los mozuelos pe-
quenos que se criaban en el Co~M~coc, que eran como sacrista-
nejos, de hacer la tinta con que se tenian los sacerdotes del tem-
plo cada dia, en amaneciendo, todo el c'terpo de negro; hacianla
en una canoa que para esto tenian, (y) hacian de noche esta
tinta y a la manana se tenian con ella todos los sacerdotes o
satrapas.

Rtlaci6n de fp.t ~o~ y ;Mr<tMt~M~o~.

Usaban hacer voto a los idolos de servi r!os con algunos sa-
crificios y ofrendas, cuando alguno de su< hijos casa o de su
caia en enfermedad. o caia de su estado y se lisiaba; esto ha-
cian no a uno solo, pero a dos o tres de sus idolos, para que
le ayudasen en aquella necesidad. Tenian también costumbre de
hacer juramento de cumplir atgttna cosa a que se obligaban, y
aque! a uicn sc obligaban les demandaba que hiciesen juramen-
to para estar seguro de su palabra, y el juramento que hacia
era en esta forma Por vida del sot, y de nuestra senora la
tierra, que no hare fatta en to que tengo dicho. y para mayor
seguridad cumo esta t terra!, y tuego tocaba con los dedos en la
tierra y ttegàbatos a la boca y tamiatos, y asi comia tierra ha-
ciendo juramento. Cuando por atguna necesidad algtmo deman-
daba a su dios ayuda. hacia voto y juramento de hacer tal cosa
por su servicio y cumplirlo.

~43
/?f/Ut .< </<' ~r cantares que se J~~n a honra de los dioses
<'n ~.t ~w~f< Y /Mf~ J~ ~/o.t

Costumbre muy anti~n es de mestro adversario el diabto


buscar escondrijos para hacer
négocies, sus conforme a to del
Santo Evangelio, que dice: Gn«'n hace mal aborrece la lus.
Conforme a esto. este nuestro cnetn!)?o en esta tierra p!antô
un bosque o arcabuco, Ileno de nu<y empesas brenas, para hacer
sus negocios desde él y para esconderse en él, para no ser ha-
Ilado, como hacen las t~esnas fieras y las muy ponzonosas ser-
pientes. Este bosque o arcabuco brenoso son los cantares que
en esta tierra él :trd)6 que se hiciesen y usasen en su servicio, y
como su culto divino y salmos de su loor, asi en los templos,
como fuera de eUos–tos cuales ttevan tanto artificio, que dicen
lo que quieren y pre~onan to que él manda, y entiendentos sola-
mente aquellos a t~tieti et los endcrezaba–. Es cosa muy ave-
riguada que la cueva. bosque y arcabuco donde el dia de hoy
este maldito adversario se esconde, son los cantares y salmos
que tiene compuestos y se le cantan, sin poderse entender !o que
en ellos se trata. mas de aquettos que son naturales y acostum-
hrados a est" ten~uaje, de manera que seguramcnte se canta
todo !o que él qu!erc, sea gtlerra o paz, loor suyo o contumelia
de Jesucristo, sin que de los demàs se pucda entender.

NICAN MITOA ININ CUICCATCA ÏNTI.ATI.ACUTEC~


!o inic quin mavixtiHaia ininteupa, yoan in zan quiiaoac. (J

VtTXtLOHUCHTLÏ ICUIC.

\~txitobucht iaquetlaia, yiaconai, inohuihuihuiia anenicuic to-


ciquc mit!a, yia, ayia, yia, yioviia, queianoca, oiatonaqui yiaia
yia yio.
TetzaviztU, iamixtecatl, ceimoc xipichaoaztecatla pomaia,
ova yieo, ayia yie.

(t)–L~ traducciun de estns cantares, hecha, comentada y anotada por


el sabio doctor Eduardo Scler, se puMic~ como apendice esta obra.

244
Aitlaxotla tenamitt ihuitli ma cocmo popoxotiuh, iautlatoa ia

ayia yio, noteuh aiatepan quizqui mi toaia.


Oiaieva velmamavia intlaxotecatl teuhtla tlamilaca tzoaia,
itlaxotecatl teuhtla milacatzoaia.
Amanteca toiaohoan xinechon centlali7quivia, icalipan iau-
tioa xenechon centlalizqui.

VtTZNAVAC ÏAUTL ICUIC.

Ahuia tlacuchcalco, notequioa aia ivinoc aquiatlacatl, ia-


nech iapinavia, aiacanonmati nite tzavitli, avia, aiaconomati n!ia,
iauhtla, aquitoloc tlacuchcalco, notequiva, iuescatiatoaia ay no
pilchan.
Ihiia quetl tecuitechcatt quavi quemitlne papanoc vitzetla.
Iluia oholapa telipuchtla, yviioc innomalli, ienimavia, icnimavia
iviioc in nomalli.
1 !a vitznavac tetipuchttayviioc in nomaHt, ie nimaMa
yviioc in nomalli.
Huia itzicotla te!ibncht!a, yviioc in nomalli, ienimavia, ieni-
mavia yviioc in no malli.
Vitznaoac teuhoaqui machiotla tetemoia, ahuia aiatonac ia
huia oiatonac ia machiotla tetemoia.
Tocuilitla teuhoaqui machiotla tetemoia, ahuia, oiatonac. ia
viia oiatonac via machiotla te temoia.

TLALLOC ÏCt'tC.

~huiia Mexico teutlaneviloc, amo panitla, annauhcampa


ie mo quetzquetl aoie quena ychocaia.
Ahuia annehoaia niiocoloc annotenhoa czttamiiavai, ailhui-
colla, niciavicaia, teutivatcoia.
Ahuia annotequioa navilpilli aquittancHa motonacaiouh tic
iachiuh quitla cattachto quctt zan mitziapinavia.
Ahuia cana catella, nechiapinaviia anechiayia velmatia ano-
tata ino quacuillo ocetoco atlaia.

245
Ahuia tlallocana xivacalco aiaqu zqui aqua motla, acatonalaia.
Ahuia tlallocana xivacatcoaiaqu zqui aqua motta, acatonalaia.
Ahuia xicanovia, nahuia xiia motecaia ay poiauthla, aiauh-
chicavaztica, aia vicalo, tlalloca naia.
Aoanacha tozcuecuexi niiaiaMzqni, aia ychocaia.
Ahuia queia mica xinechivaia te moquetl aitlatol aniquiia
ilhuiquetl, tetzauhpilla niiaializqui aia ychocaia.
Ahuia nauhxiuhticaia itopane caviloc aioc inomatia, ay mo-
tla poa!!i, aia ximovaia ie quetzatcatta nepan avia ai y ascana
teizcalli quetl.
Ahuia xiiano viia ahuiia xiiamo tecaia ai puohtla, aiauhchi-
cavaztica, aia vicallo tlalloca.

TETEU INNAN ICUIC.

Ahuia cozahuic xuchitla oiacueponca iehoatonana teumecha-


ue moquicican tamovanchan, avaiie, avaiia, yiao, yia, yieo, aie
aie, aii, aiiaa.
Cozauic suchitla, oia mosocha iehoatonana, teumechaue mo-
quicican tamovanchan, ohoayia, ahoayia, yiao, yia, yieo, aie,
aie, ayia, ayiaa.
Ahuia iztac suchitla, oia cueponca iehoa tonana teumecha-
ue moquicican tamoanchan, oho ayia, y iao, yia yieo, aie, aie,
ayia, ayiaa.
Ahuia iztac suchitla, oiamo sucha tehoa tonana, teumechaue
moquicican tamohoanchan, ohoayie, ahoa, yia, yiao, yia, yieo,
aie, aie ayia, ayia a.
Ahuiia ohia teutl cateucontli pacatona, aia itzpapalotli, ahca
yie, ahoauia, yiao, yia, yieo, ayia a.
Ao, avatic iaittaca chicunavistlayatla maxatt yiollo, icamoz-
caltizqui tonantlaltecutli, aiao, ayiao, ayaaa.
Ahoie iancuic tizatlan, ie iancuic yhuitta, oiapotoniloc ina-
vicacopa acatl xamantoca.
Aho, mazatl mochiuhca teutlalipan mitziiano ittaco ichoa xi-
uhneno iehoa mimicha.

246
CHÏMALPANECATL !CUtC YOAX TLALTECAOANAK01L

Ichimalipa chipuchica veia mixi huiloc iau tlatoaia ichima-


lipa chipuchica veia, mixihuiloc, iau tlatoaia.
Cohoatepec te quiva tepetitla, moxa iaval teueuel, aia qui-
nelli moquichtivivit!at!i cuecuechiviia aquimo xaiaval teueuclla.

ÏSCUZAUHQUÏ ICUÏC

Huiia, tzommolco nota vane iea namech maia pinauhtiz te-


temoca ienamech maiapinauhtiz.
Aoncan mecatlan notechoan iczotl mimitcatoc chicueiocar. na-
valcalli, navalli temoquetlaia.
Huiia tzonimolco cuicotipcuhque, aia tzomilco cuicatipeuh-
que, aia iztlei canaval, moquizcavia iz tleicanaval moquizca.
Huiia tzonimolco inacelioalli maia temacovia. oiatonaqu!.
oiatonaqui macevalli maiate mocoviia.
Huiia tzonimolco xoxotcuicatt cacavantocia aiaviia mocui![c
no aciton tecuitl moteicnelil maviztli.
Iluiia cihoatontia xatenonotzaia auiauhcalcatl quiia juta
tenonotza.

MtMISCOA tXCt'IC.

Chicomoztoc qui ne hoa qui cani aue poni, zani, xani. teiomi.
Tzivactitlan quinevaqui cania aueponi, zani, zani, teiomi.
Oianitemoc, oianitemoc, oiaicanitemoc notzivaquimiuh. ai-
aicanitemoc notzivaquimiuh.
Oianitemoc, oianitemoc, oia, ica. nitemoc, n<~matta\acat.

Niquimacui. niquimacui, yoaia niquimacui, ni()uimacui yu;i-


nia aio macui.
TtachtH icpac aia, vêt incuiacaia ()u<'txatc~xcnx:.ia, quinan-
qui lia cinteutla, oay.

247
SucHipïLU rcurc.

lecuicaia tocnivai:~ ohoata ico, !ecu!caia. iequetza! coxcoxa


ioatticat!aocinteuttaoay.
Zanquicaquiz n~uic ocoia!!eteumc chaue ~uicaqutz nocuica

incipac tonalla atilili ohoay'a.


Aiao. aiao. a)a(\ nittam'vatia! tlallocan ttamacaxqui. ay iau.
aiao.aiao.
Aiao. a!ao. aiao, tatlocan ttamacaxqui nittanavati ay. ayiao,
aiao.
An, zani, \at)ac!c. vttincpanivia. zani cinteutla campa. ie noi-
~'npa vt!i n!c ia tocaza oay.
'mo, aiao, aiao. t!a!!ocan t!amacazqu!. quiavi, teteu. ayiao,
aia.-hao

S''CH!QUETZAL ICUIC.

Att aiavica n!suchiquetxa!)i tlac iani vitx aiamo tencaiiva ta-


moanchan oay.
le quitichocaia tlamacaz ccatlapiltzin tecutlon qui iatemoaia
ieo tochi quetxa!!a xoiavHa aytopaniaz, oay.

AM!M!TL ICUIC.

Cotnana, cotn ana. cali totoch manca,


huia, yiattmanicn, oqui-
xani, manico, tlacochcalico, ohoayia. ayia, matinicaia, matonica-
lico, ohoayiaia, zana, zana, aioveca, nivia, zana, zanaio. ve ca-
niv!a, yia, yia, yiehoaia, zana, zana, invecamvia.
lenocuilivaia, nivaia, n!va!a, n!vaia, aica nauh, ni\'aho!a. ni
hoa!a, aica nauh.
T!a!etotoca, iecanauhtzini, ttaixtotoca. iccanauhtxini. aiu aia.
yvaian, iecanauhtxm).
Aueia itzipana nomahui!ia aveia itzipana nomavi!ia. aveia
itzipana nomav!!ta.

248
OTONTECUTLï ICUIC.

Onoalico, onoalico, pomaia, yiaia, ayio, ayio, aia, aia, aia, ay!o.
Chima!ocutittana motlaquevia avctzini, nonovalco, quanochi-
tla, cacavatta, motlaquevia, avetzini.
Nitepanecatl aiacuecuexi niquetzalco at!y. aia cuecuexi.
Cane, ca ia itziueponi, zane, caia itziveponi.
Otomico, noiofo, navaco, mexica meiaiavilili noioco navaco,
mexicameia.
Achimalicaia xo xavino quiia. vilili, noioco, navaco mexica-
meia.
AIOPECHTLI. ICUIC.

Cane cana ichan, aiopechcatl cozcapantica mixiuhtoc.


Cane canaichan aiopechcatl cozcapantica mixiuhtoc cane
ichan chacaio!ha!a.
Aivalmecaia \ta. xiva, xival, mevaia aviaia iancuipilla, xi-
valmevaia.
Ahuiia xivalmevaia, via, xiva, xihoalmeoaia cozcapilla xi-
t:a!meoaia.

CIHOACOATL ÎC!'ÏC.

Quavi quavi, quilaztla cohoacztica xaiaoaloc vivia quavivitl


vitzalochpan chalima, avevetl se colhoa.
Huia tonaca acxolma centlateumil cochicavaztica. motlaque-
chizca.
Vitztla, vitztta noniactemi vitztta, nomactemi, azan, teumilco
chicavazti motlaqucchizca.
Mallinalla, nomactemi, azan teumilco chicavaztica motlaque-
chizca.
Aumei quauhtli ie tonanaia chalmeca tecutli, aitzioac ima-
\'izt!a nechiatetemili, iehoa, nopiltzinaia miscoatlan.
latonani. iauchioatzin, aiatonan iauchihoatzin aia imaza co-
livaca ihuitla ipotocaia.

249
Ahuiia tctonaquet! iauttatocai~ ma ncvilano ttaca ccmpoa-
lihuiz aia in maca cotihoacan ihuit'a ipotocaia.
Ahuiia quavivitl amoxaia valli onaviia iecoiametl, amoxaia
iv alli.

ÏXCATQU!, IN CUtC\TL CHÏCUE XtUHTÏCA MEHOAtA. tNÏQUAC


ATAMALQt~ALOïA.

Suchitl noiollo cuepontiniama: iehoacoioalle, vaia, n o va


iaie.
lecoc ie tonan, iecoc !e teutl tlazulteutl oaia, o ovaia ie
Otlacatqui cententeutl tamiioanichan n!xochitti cacani, cei-
xuchitle iantala, iantata, ayiao, ayiave tililiiao ay iaue, vay!avc.
Otlacatqui centeutl, att, iaiavi canitlaca vn!ach)vato!a,ch:d-
chimichvacan, yiao. iantala, iantanta, ayiao aiave tilili iao, ai
yaue. oaiaue.
Oiaionazqui tavica!!evaia, matlachichinaia nepapan quecho!,
suchitlaca, yiantalan, yiantata, ayiao, ayiauetilili iao, ayiaue, o

ayiaue.
Tlalpan timoquet~ca tianquiz navaqui anitlacatla niquetzat
coatla aiantala, aiantanta, ay!ao, ayiave, tilili iao ayiaue, o ayiaue.
Maia aviialo suchinquavitt atlani ne papanquechotti maya in-

quechoUi xic caquiia tlatoaia intoteouh xiccaquiia, t!atoa!a iqtte-


chot amachieva tomicauh tlapitza amachiehoan t!aco!oaz ohoao.
Aicoho, yiayia zaniquiiecaviz ca nosucha tonacasuchitli ieiz
quisuchitla suchitlicaca, yiaa.
Ollama, ollama viuexolotl nava!tachco ollamaia xolutl chal-
chiuecatl xiquitta mach, oiamoteca piltzintecutli yoan chan, yoan-
chan.
Pjttzintte, piltzintle, tocivitica timopotonia ttachco timottatia,
yoanchan, yoanchan.
Oztemecatla, yiaue, oztomecatla, suchiquetzal quimanta, cn-
tla toacholollan, ayie, ayio, oie maninoiol, oie maninoiol, aoiaie-
coc centeutl mativiia obispo, oztomecati, chacalhoa xiuhnacoh-
tla, iteamtc ximaquiz tlaiteamico, ayie, ayio.

250
Cochina, cochina, cocochi, ienicma o!o!onicani, ie cihoat! ni-
cochina yieo, oaieo, yho, yia, yia.

XtPt'E ÏCt'tC, TOTEC KtVALLAVAXA.

ï<Mtttt flavana, iztleican,


timonenequia xiiaqui mitlatia tcu<'t!i-
tlaquemitl, xicmoquenti quettoviia.
Noteuhoa chalchimmama tlacoapana itemoia, o!quctza))a\c-
vetl, ay quetzalxiuicoatl nechiaiqui nocauhquet! ovita.
Maniaviia, niia, nua, poliviz niyoatzin, achalchiuhtla noio-
t!o ateucu)t!at! nocoiaittaz noio!cevizquit!acat! achto quetl tla-
quavaie otlacatqui iautlatoa quetl ov!ia.
Noteuhoa centlaco xaiailiviz zonoa yioatzin motepeiocpa,
mitzvalitta moteuhoa, vizquinttacatt achtoquetl tlaquavaia etla-

catqui iautlatoa quetl ovita.

CHÏCOMECttATL ICt'tC.

Chicomobtzin, xaia mehoa, ximicotia acatonan titechicnoca


naxqui ti iaviia muchi tlallocan moviia.
Xaiamehoa xhnixotia acatonan titechicnncavaxqui tnaynan
mochan tlallocan, nn\')ia.

TOTOCMTtX tXCUtC TEZCATZOXFATL.

lia, yia, via, yia, ayia, ayio; o\iia ayia, ayia, ayia, yia. yio
viia, ayia. yia, ayia, viia, yio viia.
Cotivacan, mavizpan atlacatli ehana, yio, ayio, yia, yio
Tezcatzoncal tepan teutl, macoc ie chocaia, aviia, macaivite-
titl, macoc yicchocaia.
Huia axa!acatccpanteutt. macoc yit'chocaia macaivi teut!. tna-
coc yiechocaia.
ÂTLAHOA ïCt'tC.

Huia nichatmccatt. nichahnecat! nexa\a!cact!a. <)!iia fjuatt'na-


lia, olia.

~5'
Veia, veia, tnacxoiauh quitaztcutt Htamant macxoiauh.
Nimitzacatecunotzaia chimatticp.LC ntonezoia nimitzacatecuno-
tzaia.
Aiac nomiuh timalli ai tollaca acatt nontiuh acaxcth) timalli.
Tctomac :unoio!cana tlamacazquin tctomet! azan axcan ie-
quetzattotot! niciaizcalti quett.
Iiobuchi noteouh, atlavaquetl nie iaizcalti quetla.

MACUÏLSUCHÏTL ICUIC,

Ayia, iao, suchitlicaca om})a nnitza tlamacacecatla tlamoco-


ioaleva, ayia, yiao, aivinti, noaicaia teume chave, oia, iao, tla-
vico, iacalle atlamacacecatlo tlamocoialea.
Tetzauh teutla notecuio tezcatlipuca quinanquHican cinteutla
oay.
Tezcatzonco moiotcan ayia quett via tochin quiiocus noteouh
niquiiatlacaz, niquiiamamaliz, miscoatepetl colhoacan.
Toxquivaia, nictzotzoniiao, intezcatzintli tezcatzintli tezcaxo-
coiehoa. tzoniztapalatiati, tlaocxoconoc tliaho, a.

lACATECt~LI ICUIC.

Anomatia aitoloc, anomatia, aitoloc, tzocotzontlan aitoloc


tzocotzontla anomatia aitoloc.
Pipitla aitoirM:, pipitla anomatia aitoloc cholotla, aitoloc pi-
pitla anomatia, aitoloc.
Tonacaiutl, nic maceuh azanaxcan noquacuillo atliiollo, nech-
va!ia vicatique xalli ytepeuhia.
Cha!chmlipet!acakn ninaxca azan axcan nt'quaquiHo, atHio-
))f. nec!u.t)i:L vicatiaque xalli itepeuhia.

T~C~Oft~ quc /<0&/a dc las !)tM/~r< <«' !frt/fon


<'« < lemplo.

Habia también en los templos mmeres que desdc pequenudas

252
se criaban alli, y era la causa porque por su devocion sus ma-
drea, siendo muy chiquillas, las promelian al servicio del tem-
plo y siendo de vcinte o cuarenta dias las prcscntaban al que
tenia cargo de esto, que !e ttamaban quacuilli, que era como
cura y Hevaban escobas para barrer y un incensano de barro,
e incienso que se ttama copalli blanco; todo este presentaban
al quacuilli o cura. Hecho esto el quacuilli encar~aba mucho
a la madre que tuviese mucho cuidado de criar a su hija. y
iambien de que en veinte en veinte dias tuviese cuidado de Ile-
var al c~co o parroquia de su barrio aqucUa misma ofren-
da de escobas y copal, y lena, para quemar en los fogones de
la iglesia. Aquella nina desque llegaba a edad de discreciôn,
inforntada de sn madré cerca del voto que habia hecho, ella
misma se iba al templo donde estaban las otras doncellas, y !!e-
vaba su ofrenda consigo, que era un incensario de barro y copa!
Desde este tiempo hasta que era casadera, siempre estaba en
el temp!~ debajo del regimiento de las matronas que criaban
a las doncellas; y cuando ya siendo de edad la demandaba al-
~uno para se casar con ella, en estando concertado:< !os parien-
tes y los principales del barrio para que se hiciese el casamien-
to, aprestaban !a ofrenda que habian de Hevar, que era codor-
nices c incienso y flores, y canas de humo, y un incen~ario de
barro, y también aparcjaban comida; luego tomaban a la mo-
za y la ttevaban delante de los sâtrapas. al mismo tcmpto. v
tendian una manta grande de atgodôn btanco y sobre c)!a se
pon!a toda la ofrenda que Itevaban, y también una manta que
se namaba </<ï<'o~«oc/<t, en la cual estaban tejidas muchas ca-
t)ezas de personas; y hechos sus razonamientos de la una parte
a la otra los padres de la moza ttevaban a su hija.

253
UBRO TERCERO

Del principio que tuvieron los Dioses


PROLOGO

No tuvo por cosa superflua, M< t'OMO el divino


/ÏMf/M~tMO
tratar de la T eologfa fabulosa de los ~CH~t/M, en el serto libro de
LA CIUDAD DE DIOS, porque, cowo dice, fCMoct~o~ las ~o-
bulas y ficcioncs ?'OM<M CMC los ~M/t7<'J /<*M«!n ac~rfo de YM~
dioses fingidos, ~MJtf~M /<<C~tM<'M/C darles a entender que ~!<C-
Mo~ MO cran dioses, ni ~od~OM dar cosa <!t!MMO que fuesc ~r/)-
accliosa
T'ccAo.ro ac ta
la cr<o<Mro
criatura racivnal.l
~oft~no/ cstc
c.c prop6sito
~~o~<t/o eu M~c
est estc tcr-
~<'r-
C~rO libro ~C ~OMCM las /<i~M~M /«'ftOM< CMC M/0~ nO~MM-
les ~M{aM CCfCO de sus dioses, CM~M~O~ las rOMt~C-
porque
des que ellos ~MtOM por te ferra de sus tn<'M/<ro~o~ </<o~< icM-
gan mas /<!ctftH~M/c ~or la doctrirra ~~OM~tfo a conocer al
verdadero dios; y que o~M~~o~ que ellos /<'M~n por dioscs, no
cran dinses, sino diablos tM<'n/<roM.t Y ctt~otïoJorM; y si o/OMM<!
/~<'M.rc que M~ot cosas r.T/<fM ~o~ (t/M</<i</o~ y perdidas, y la ~t'
de un dios tott
~OM~<!</o y arraigada entre <'j/'?~ MO~Mro~ <y:<
no habrd jiccesidad <'<t MUt~/Kt! /«'tn~o de hablar de f~/a~ f~-
.~<tf, al tal yo ~o crco /'<o</MOMt<'«/r. pero de ftfr/o que f~
diablo Mt <~M<'rMt<*ni f.t/<i 0~1~0(/0 de la /<f!r0 que le /<<!<'t<t!:
fj<o~ MO/Mrc~, y OM~ f.J <frat«/o r<n'«~/Mro /'<!ra si ~M</<
~c ~oh'<*r al ~<'<?orto que Ao fftt~o; y /<ift/ f~o ~frd /'crj
<*M<OMf~ </<<'r~or /o</<M las fOM.t gt«' f/tff ~/or o/T't</<ï</<7~
ecrea de la idolatria, y para c~oMf~ bien f.t que ~t!<yanto~ ar-
Mt<M guardadas para M~rff al fMCMf'tfro. 1' para M/o Pro so-
/OM«'M~ o~roïvc/tord que M/d escrito <'M estc tercero libro,
pero también ~o que estd escrito ft) <-f ~nMtrro. ~~t«:(/u y fMor-
SthtC~e t. tT

~57
)'(? y çMt'M~o.V< tampoco /ta&ra o~<'r/M<n~oJ para que sus saté-
~/< t*ffjr t'H~on~n a /<M /<f/< a los predicadores, fOM do-
rdr «U! ~f~<ro.t v (/t'Mn</<ïf«)«M ;OJ rOM<~<!</M y &o~o~ ~«f
~naM cerca de la /<' de sus dioses, y su cultura, porque pare-
<t'r< las i7'r</a</M ~Mro~ y limpias. que ~~oro~ ~Mt~M~ <'roM
sus <~n.t~ ~«~ ~rt'tCtO~ </<*W<ÏM~J&<tM, ~~MH contiene CM
/<t libros arriba dichos.
CAPITULO I.

DEL PMNCÏPÏO QUE TUVÏERON LOS DIOSES.

Del principio de los dioses no hay clara ni verdadera rtla-


ci6n, ni aûn se sabe nada; mas !o que dicen es que hay un lu-
)?ar que se dice Teotihuacan, y alli, de tiempo immemoriat, to-
dos los dioses se juntaron y se hablaron diciendo: <Quien ha
de gobemar y regir el mundo? ~Quién ha de ser sol –y
esto ya es platicado en otra parte-. Y at tiempo que nacio
y sali6 el sol, todos los dioses murieron y ningttno quedo de
ellos, como adelante se dira en el libro séptimo, en el capitu-
to Il.

I.–DEL NACIMIENTO DE Ht'IZILOPOCHTLI.

Segûn to que dijeron y supieron los naturales viejos, del


nacimiento y principio del diablo que se decia Huitrilopochtli.
a! cual daban mucha honra y acatamiento los mexicanos, es:
que hay una sierra que se Hama Coatepec junto al pueblo de
Tulla, y alli vivia una mujer que se llamaba Coatltcnc, que fue
madré de unos indios que se decian Cc~oMAMt~M/tMa, los cua-
les tcn!an una hermana que se llamaba Coy~-roM~Mt; y la di-
rha Coa/~CMc hacia nenitencia barriendo cada dia en la sierra
'te Coa~fc, y un dia aconteciote que andando barriendo des-
cendi6le una pelotilla de pluma, como oviHo de hilado, y tomoh
y pùsota en el seno junto a la barriga, debajo de las napuas y
después de haher barrido (la) quiso tomar y no la ha!!6 de
que dicen se emprcnô; y como vieron los dichos 'ndios C<*M~oM-
/tMt<.?MoAMa a la madre que ya era prenada se enojaron brava
mente diciendo ~Quién la empreno, què nos infamo y aver-
Ronz6? Y la hermana que se llamaba Coyo~aM/tgKt deciales:
hermanos, matemos a nuestra madré porque nos infamo, ha-
biendose a hurto emprenado

250
Y después de haber sabido la dicha Coatlicue (el negocio)
pesote nutcho y atemorizose. y st criatura habtàt)ata y consola-
hala, diciendo: no tengas miedo, porque yo se to que tengo de
hacer. Y después de haber oido estas palabras la dictta Coo-
~tCMf aquietôsete su coraxon y quitosete la pcsadumbre que te-
nia; y como los dichos indios Cot~OMAMtt.s'MO/tMtt habian hecho
y acabado el consejo de matar a la madré, por aquetta infa-
mia y deshonra que les habia hecho, estaban enojados mucho.
tuntamente con la hermana que se decia Coyo/.«!M/t~«t, la cuat
les importunaba que matasen a su madre Coallicue; y los di-
chos indios C<'M~oM/n«~Mo/!«o habian tomado las armas v se
armaban para pelear, torcicudo y atando sus cabellos asi cbmo
nombres valientes.
Y uno de ellos que se lIamaba ()Mot«~tfOf. el cna! cra co-
mo traidor, to que decian los indios C~~OM/tM~MO/tMO luego
se to iba a decir a ~M<~o/'of/f/~ que aun estaba en el vien-
tre de su madré, dandole noticia de ello; y le respondia dicien-
do el ~/Mt/~7o~f/<~<: t0h mi tio mira to que hacen y escu-
cha muy bien to que dicen, porque yo sé to que tengo de hacer.
Y después de haher acabado et consejo de matar a la dicha Coo-
/~fMf. los dichos indios C~t~n/tMt~MO/tMO fueron a donde es-
taba su madre Coo/~fMf, delante iba la hermana suya Co~-
-rott/t~Mt y ettos iban armados con todas armas y papcles y cas-
cabeles, y dardos en su orden; y el dicho (?MaMt~<f<ïf subi6 a
ta sierra a decir a ~M<A?</<~c/~t, como ya venian los dichos
indios C~oMAt<t~:MO/tMO contra et, a matarle; y dijote el Huit-
~t/o~oc/t~t respondiendotc mirad bien a donde Ilegan. Y dijo-
le el dicho OMOtn~tfoc que ya ttegaban a un lugar que se dicc
T'~oMt~M~t~oM, y mas preguntô el dicho ~Mt~t/o~of/~t al dicttc
QMa«</F<coc. diciendote: ~a donde ttegan los indios C<'M~o«<-
/<<to/n'o~ y le dijo el OMOMt/~oc que ya ttegaban a otro lu-
~ar que se dice Coo-ro/~o; y mas otra vez pregunto et dicho
/7t«~H~oc/!<K al dicho ~MOMt~tcac, diciéndole, donde ttegaban
y respondio diciéndole que ya ttegaban a otro lugar que se di-
cc Apctlac; y mas le pregunto el dicho /7<M/~o~oc/<~t at dicho

260
()<MtMt~tfOf diciéndole a donde llegaban, y le respondi6 dicién-
dole que ya Hegahan al medio de la sierra; y mas dijo el Huitzilo-
~ocA~t preguntando al dicho Quauitlicac ~a d6nde Ilegan y le
dijo que ya ttegaban y estaban ya muy cerca, y .c!ante de ellos
ven!a la dicha Coyolxauhqui. Y en Ilegando los dichos indios
CcM~<'M/tMt~MoAMo naciô luego el dicho /7tM<~o~ocMt, trayen-
do consigo una rodela que se dice /fMf«fMt, con un dardo y va-
ra de color azul, y su rostro como pintado y en la catjeza tra!a
un pelmazo de pluma pegado, y la piema siniestra delgada y
emplumada y los dos muslos pintados de color azul, y también
los brazos. Y el dicho ~«t~o~ocMt dijo a uno que se t!a-
llamaba T'oc~onco~Mt que encendiese una culebra hecha de teas

que se llamaba .vt«Ac<!o~, y asi la encendiô y con ella fue he-


rida la dicha Coyo/.voM~<~Mt, de que murio hecha pedazos, y la
cabeza quedo en aquella sierra que se dice Cootepec y el cuer-
po cayose abajo hecho pedazos; y el dicho 7/Mt/~o~oc/t/K le-
vantose y armose y sa!iô contra los dichos CcM/joH~Mt~MoAMa,
persiguiéndotes y echândoles fuera de aquella sierra que se di-
ce Coatepec, hasta abajo, peleando contra ellos y cercando cua-
tro veces la dicha sierra; y los dichos indios Ccntzonhuitznahua,
no se pudieron defender, ni vatcr contra el dicho Huitrilopoch-
~t, ni le hacer cosa
atguna, y asi fueron vencidos y muchos de
ellos murieron; y los dichos indios CrM~oM/tMt~MaAMa rogaban
y supticaban at dicho ~M<t7o~oc/t, diciéndole que no los per-
sigutesc y que se retrayese de la pelea, y el dicho ~«tr.7!/o~or/t-
no quiso ni tes consintiô, hasta que casi todos los mato. y
muy pocos escaparon y salieron huyendo de sus manos, y fue-
ron a un lugar que se dice ~Mt~atM~c, y les quito y tomo mu-
chos despojos y las armas que traian que se ttamaban oHfr:
/<t< Y et dicho ~«t~/o~oc/t~t también se ttamaba 7'<a:f<
por raxon que decian que la dicha Coatlicue se emprenc de
una pelotilla de pluma, y no se sabia quiei. fue su padre, y los
dicttos mexicanos to han tenido en mucho acatamiento y le han
scr\ ido en muchas cosas, y to han tenido por dios de la ~erra,
porque decian que el dicho ~M<Y?<7o~of/<t les daba gran favor

26t
en la pelea y et orden y costumbre que tenian los mexicanos
para servir y honrar at dicho ~Mt~o~ocA~t tomaron el que se
so!!a usar y hacer en aquella dicha :;ierra que se nombra Coo-
tepec.

§ 2.–DE CÔMO HONRADAN A HuïZtLOPOCHTU, COMO A DiOS.

Asimismo dicen
que el dia cuando amasaba y hacia el cuer-

po de ~Mt/~o~ocA~< para celebrar la fiesta que se llamaba


~OM~Mf~a~~t, tomaban semillas de bledos y las Hmpiaban muy
bien, quitando las pajas y apartando otras semillas que se l1a-
maban ~f~t'ro~ y /McaAMaMA/K, y las molian delicadamente, y
después de haberlas molido, estando la harina muy sutil, ama-
sàban!a de que se hac!a el cuerpo de T~Mt~/o~ocA~t; y otro
dia siguiente un hombre que se Hamaba CM~~a~coo~ tiraba el

cuerpo de dicho ~Mtf~o~ocMt con un dardo que tenia un cas-


quillo de piedra, y se le met!a por el corazon, estando presente
el rey o senor, y un privado del dicho Huitzilopochtli que se
Uamaba rcoAMO, y mas se hallaban presentes cuatro grandes sa-
cerdotes y mas otros cuatro principales de los mancebos, que
tenian cargo de criar los mancebos, los cuales se llamaban tel-

pochtlatoque; todos éstos se hallaban presentes cuando mataban


el cuerpo de H«t~o~oc/<< y después de haber muerto el dicho
//Mt~/o~ofA~t; luego deshacian y desbarataban el cuerpo
de ~Mt~t~oc/t~t, que era de una masa hecha de semilla de
bledos, y el corazôn de ~Mt~7o~oc/<, tomaban para el senor o
rey, y todo el cuerpo y pedazos que eran como huesos del dicho
~Mt<7o~oc/!<ft !o repartian en dos partes, entre los naturales
de Mexico y Tlatilulco. Los de México. que eran ministros
del dichoHuittilopochtli, que se llamaban co/~< tomahan
cuatro pedazos del cuerpo de dicho ~M~o~of/t~ y otro tanto
tomaban los de Tlatilulco, los cuales se Ilamaban calpules, y asi
de esta manera repartian entre eUos los cuatro pedazos de! cuer-
po de ~M<~<7o/'ofA~ a los indios de los barrios y a !os minis-

202
tros de los idolos que se ttamaban calpules, los cuales comian
el cuerpo de ~Mt~o~ocA~t cada ano, segùn su orden costum-
y
bre que ellos habian tenido. Cada uno comia un pedacito del
cuerpo de ~fw~o~ocMt, y los que comian eran mancebos, y
decian que era cuerpo de dios que se ttamaba V~o~M~o, y los
que recihian y comian el cuerpo de ~Mt~o~ofMt se Ilamaban
ministros de dios.

S 3.–DE LA PENÏTENCÏA A QUE SE OBUGABAN LOS QUE RECIBfAN


EL CUERPO DE HuïTZÏLOPOCHTU.

Los mancebos que recibian y comian el cuerpo del dicho


~Mt~ct/o~ofA/K obtigabanse a servir un ano, y cada noche en-
cendian y gastaban mucha cantidad de tena: que eran mas Je
dos mil palos y teas, tas cuales tes costaban diez mantas grandes
que se ttamaban quachlli, de que recibian gran agravio y moles-
tia. Cada uno era obligado a pagar una manta grande que se
tkma ~MOfA~t y cinco mantillas pequenas que se ttaman /<
gtMcA~t, y un cesto de ma!z cien mazorcas
y de maiz y los
que no podian pagar, que se sentian muy agraviados del dicho
tributo, se ausentaban y algunos determinàbanse a morir en la
guerra en poder de sus enemigos; y como los dichos mancebos
sabian que va acababan y cumplian el servicio y penitencia a
que estaban obligados entre ellos, otra vez recogian otro tri-
buto cada uno pagaba seis mantillas pequenas que se ttabaman
~Moc/t~t, con que compraban teas y leiia y todo to que era
necesario para lavar al dicho ~M~~o~orA~t, al fin del ano. Y
el dia cuando lavaban al dicho ~M<~<~oc/<~< era a media no-
che, y antes que le lavasen
primero hacian procesiôn que se
Ilamaba y uno
Mfco~o/o, se vest!a con el vestido del dicho
7YM~7t/o~oc/t~<, el cual se Ilamaba Fiopoch e iba bailando en
persona de ~Mt~o~fA~t; y delante de c! iba uno que se
ttamaba /~M<~o/tMac ftOf/tcaM/t y en pos de él iban todos los

263
principales de los mancebos, que se ttaman <t<!cAco«A<~o~oçM< y
hombres valientes y otra gente, todo:. juntos detras, con cande-
las de teas, hasta et tugar donde se lavaba el dicho //M<~o-
porhtli que se ttamaba~yoM/<f<o; y le tanian ftautas y luego
le asentaban al dicho ~Mt~c~ocA~t, y el privado det dicho
//Mt~o~oc/~Hque se llamaba TccAt~ tomaba el agua con una
j!cara de calabaza pintada de color azut. cuatro veces, y le
ponia delante con cuatro canas verdes y le lavaba la cara al
dicho J~M~o~cA~t y todo el cuerpo, y después de lavado
el que se vestia del vestido del dicho 7/MtYn/o~ofMt tomaba
otra vez la estatua del dicho ~f<M~o~ocA<~ tanendo tas flau-
tas, y la Hevaba hasta la poner y asentar en el cu y as!, después
de haber puesto la estatua del dicho Huitzilopochtli, luego se
salian todos y se iban a sus casas, y de esta manera se acababa
el servicio y penitencia de los que comian el cuerpo del dicho
T~Mt~o~ocMt, que se Ilaman tcoquaque de aquel ano.

§ 4.–DE OTRO TMBUTO ASAZ PESADO QUE PAGABAN LOS QUE


COMÏAN EL CUERPO DE HUITZILOPOCHTLI.

En acabando el dicho ano luego comenzaban otros mance-


hos a se obligar a servir y hacer penitencia, segùn la orden y
costumbre que tenian de corner recibir et det dicho
y cuerpo
~Mt~to~ocA~t; y juntamente los ministros de los idolos, que
se llamaban co~~«~, hacian gran servicio y penitencia de que
recibian grandisimo agravio y fatiga, que no se podia sufrir
porque cada noche de todo el ano gastaban y consumian mucha
y demasiada cantidad de tena y teas, muy estremadas, y aji y
tomates y sal, y pepitas y almendras de cacao, y comida; y cuan-
do les fattaha con que comprar las cosas necesarias, con sus
mantas que se vestian compraban, o pedian alguna cosa pres-

26~
tada o vendian las tierras de
regadio, o del monte que eran
adjudicadas a los idolosa quien servian; y quien no podia
pagar el tributo luego dejaba las tierras; y al tiempo que sabian,
que ya cumplian y acababan la penitencia y servicio a que esta-
ban obtigados, a servir al dicho ~Mt~o~ocA~, se lavaban y
limpiaban y hacian comida de fiesta, tamales y unas ollas bien
guisadas, o mataban un perrito que comian, y se emborrachaban
por raz6n que habian cumplido el servicio y penitencia a que
estaban obligados, porque tes parecia el tributo asaz muy pesa-
do, como una carga que apenas se podia !!evar, y asi después
se holgaban mucho porque ya estaban libres del gran trabajo y
agraviOf y dormian quieta y pacificamente, y libremente busca-
ban la vida; y trab~jaban de pescar o beneficiaban magueya-
les, o entendian en algunos trabajos de mercaderia.

CAPITULO II.

DE LA ESTÏMACÏÔX EN QUE ERA TENIDO EL MOS LLAMADO


TtTLACAUAN 0 TEZC.1,TLIPOCA.

E! dios
que se Hamaba 7'oc<ÏMOM decian que era criador
del cielo y de la tierra y era todo poderoso, el cual daba a los
vivos todo cuanto era menester de corner y beber y riqnexas, y
el dicho 7'<~oc<ÏMOt< era invisible y como obscuridad y aire, y
cuando aparecia y hablaba a a!gùn hombre, era como sombra
sabta los secretos de los hombres, que tenian en los coraxones,
y le aclamaban, y rogaban diciéndo!e i Oh dios todo poderoso,
que dais vida a los hombres, que os Harnais r<<!cjM< haccd
me merced de darme todo !o necesario para corner yy beber,
gozar de
vuestra suavidad y de!cctaci6n porque padezco gran
trabajo y necesidad en este mundo! habed misericordia de mi
porque estoy tan pobre y desnudo, y trabajo por os servir, y
por vuestro servicio barro y limpio, y pongo lumbre en esta

~5
pobre casa donde estoy aguardandc to que me quisiéredes man-
dar, o haced que luego me muera y acabe esta vida tan traba-
josa y miserable, para que descanse y huelgue mi cuerpo! 1 Y
mas decian, que el dicho dios que se !tamaba Titlacduan daba
a los vivos pobreza y miseria, y enfermedades incurables y con-
tagiosas de lepra y bubas, y gota y sarna e hidropesia, las cua-
les enfermedades daba cuando estaba enojado con los que no
cumplian y quebrantaban c! voto y penitencia a que se obli-
gaban de ayunar, o si dormian con sus mujeres, o las mujeres
con sus maridos o amigos en el tiempo del ayuno. Y los di-
chos enfermos estando muy penados y a~raviados. ctamaban
rogando y diciéndote: {Oh dios, que os Harnais Titlacduan ha-
cedme merced de me relevar y quitar esta enfermedad que me
mata, que yo no haré otra cosa sino enmendarme; si yo fuese
sano de esta enfermcdad, hagoos un voto de os servir y bus-
car la vida, y si yo ganarc algo por mi trabajo yo no !o come-
ré ni gastaré en otra cosa, sino que por os honrar haré una
f iesta y banqueté para bailar en esta pobre casa! Y el enfer-
mo desesperado que no podia sanar renia enojado y decia Oh

T't~ocdM)~ puto, hacéis burla de mi! ~por qué no me matàts?


Y algunos enfermos sanaban, y otros morian.
E! dicho 7't~of<fMOM también se Hamaba T'fsco~/t~oca Mo-

yocoyo~n~ yoo~'M, A'~tor F~o// )' A'~o~M<7/ llamàbanle

.~foyofoyo~M por razon que hacia todo cuanto queria y pen-


i-aba, y que ninguno le podia impedir y contradecir a !o que
hacia, ni en el cielo ni en este mundo, y enriquec!a a quien que-
ria y también daba pobreza y misera a quien queria; y mas
decian, que el dia que fuere servido destruir y derribar el cic-
le, que !o harîa, y los vivos se acabarian. Y al dicho Titlacd-
f<aM todos le adoraban y rogaban, y en todos los caminos y di-
visiones de cat!es le ponian un asiento hecho de piedra, para él,
que se llamaba tMOM!0~, y le ponian ciertos ramos en el dicho
asiento, por su honra y servicio, cada cinco dias, allende de
los veinte dias de fiesta que le hacian, y asi tenian la costum-
bre y orden de !o hacer siempre.

266
CAPITULO ÏIÏ.

DE LA RELACION DE QUÏEN ERA QUETZALCÔATL, OTRO HÉRCULES


GRAN NÏGROMANTÏCO, DONDE REÏNÔ Y DE LO QL'E HIZO
CUANDO SE FUE.

CM~~o/c<!a~ fue estimado y tenido por dios y !o adoraban


de tiempo antiguo en Tulla, y tenia un cu muy alto con muchas
gradas, y muy angostas que no cabia un pie; y estaba siem-
pre echada su estatua y cubierta de mantas, y la cara que tenia
era muy fea, la cabeza larga y barbudo; y los vasallos que tcn!a
eran todos oficiales de artes mecanicas y diestros para labrar
las piedras verdes, que se !!aman chalchihuites, y también para
fundir plata y hacer otras cosas, y estas artes todas hub!eron
origen del dicho Quctzalc6atl. Y tenia unas casas hechas de pie-
dras verdes preciosas, que se Maman chalchihuites, y otras casas
hechas de plata y mas otras casas hechas de concha colorada y
blanca, y mas otras casas hechas todas de tablas, y mas otras ca-
sas hechas de turquesas, y mas otras casas hechas de plumas ri-
cas y los vasallos que tenia eran muy Hgeros para andar y !!e<~r
a donde ellos querian ir, y se llamaban 7'/oM~M<!C~Mt'7/tMt~nt<
y hay una sierra que se ttama 7'~a~tt~hasta ahora asi se
nombra--en donde pregonaba un pregonero para Hamar a los
pueblos apartados, !o:: cuales distan mas de cicn leguas, que se
nombra .~M~/tMoc, y desde allà oianentendian
y *t pregon, y
lnego con brevedad venian a saber
y oir to que mandahn el
dicho C'c/c<!o/ Y mas dicen que era muy rico y que tenia
todo cuanto era menester y necesario de corner y beber, y que
el maiz (bajo su reinado) era abundantisimo, y las calabazas
muy gordas, de una braza en redondo, las mazorcas de m:ux
cran tan largas que se Ilevaban abrazadas y tas canas de btedo<<
cran muy largas y gordas y que subian por ellas como por àrl)o-
tes; y que sembraban y cog!an atgodon de todos colores, que
son colorado y encarnado y amanite, y morado, blanquecino,
verde y azul y prieto, y pardo y naranjado y leonado, y estos

267
colores de atgodôn eran naturales, que asi nacian y mas dicen
que en el dicho pueblo de 7'«//<t s~ criaban muchos y diversos
géneros de aves de pluma rica y cclores diversos, que se ttaman
.nM/)~o~ y ~Mf~o~~to~ y ~ocMOM y f~M/t~cAo~, y otras aves
que cantaban du!ce y suavemente. Y mas tenia ci dicho Quet-
~/fJ< todas las riquezas del mundo, de oro y plata y piedras
verdes, que se Itaman c/«tM<A«t/< y otras cosas preciosas, y
mucha abundancia de àrbotes de cacao de diversos colores, que
se !!atnan ;roc/«c<K'ooo~, y los dichos vasallos del dicho Quet-
~<'<!o~ estaban muy ricos y no les faltaba cosa ninguna, ni
habia hambre ni fatta de maiz, ni comian las mazorcas de maix
pequenas sino con ellas calentaban los banos, como con tena; y
también dicen que el dicho ~M~M~<!o~ hacta penitencia pun-
zando sus piernas y sacando la sangre con que manchaba y en-
sangrentaba tas puntas de maguey, y se lavaba a la media noche
en una fuente que se llama Xipacoya, y esta costumbre y orden
tomaron los sacerdotes y ministros de los idolos mexicanos, co-
mo dicho C«~M~<~ to usaba y hacia en el dicho pueblo
de /*M~a.

CAPITULO IV

DE COMO SE ACABO LA FORTUNA DE QUKTZALCÔATL, Y VINtEKOX


CONTRA EL OTROS TRES NÏGROMÂNTICOS, Y DE LAS
COSAS QUE HÏCÏERON.

Vino e! tiempo que ya acabase la fortuna de 0Mct.:ofc<!n~ y


de los toltecas. Vinieron contra ellos tres ni~romanticos, ttama-
dos Ht«~n~of/</M, 7'<oc<iMOM y V~ofaM~OM, los cuales htcie-
ron muchos embustes, en 7'«//o. Y el Titlacâuan comenzo pri-
mero a hacer un embuste, que se votviô como un viejo muy cano

y bajo, el cuat fué a casa del dicho ~MC~otf<!o~ diciendo a los pa-

jes de dicho ~«<ro/c<!c/ Quiero ver y hablar at rey (?«r~f<F/-

268
r.6atl. Y le dijeron: anda vete, viejo, que no puedes ver, porque
esta enfermo y le daras enojo y pesadumbre. Y entonces dijo
el viejo' Yo le tengo de ver. Y le dijeron sus pajes del dicho
(?M~;M/c<!o~: A~uardâos, decirselo hemos Y asi fueron a de-
c!r a dicho0<«'~so~'<!o~ de como venia un viejo a hablarle, di-
ciendo Scnor, un viejo ha venido aqu! y quiéreos hablar y
ver, y echàmoste fuera para que se fuese, y no quiere, diciendo
que os ha de ver por fuerza. Y dijo el dicho ()Mf~o/f~a/ en-
trese ara y venga, clue te estoy a~tardando muchos dias ha.
Y luego llamaron al viejo, y entre el dicho viejo adonde
estaba el dicho 0M<so/f<!o~ y cntrando el dicho vicio di)o
Senor hijo, como estais, aqni traigo una medicina para <)ue la
t)ebàis. Y dijo el dicho 0M<a/c<!o~, respondiendo at viejo en
hora buena vendais vos, viejo, que va ha muchos dias que os

estoy aguardando. Y dijo et vie)o al dicho OM<o~coo/ Se-


nor, ~como estais de vuestro cuerpo y satud? Y respondiu e!
dicho QMC/ra/cJo~ diciendo al viejo estoy mnv mal dispuestf), v
me duc!c todo el cuerpo, y las manos y los pies no los puedo me-
ncar y le dijo el viejo respondiendo at dicho ~Mc/~coo~: Se-
nor, véis aqui la medicina que os traigo; es muy buena y saluda-
ble, y se emborracha quien la bebe; si queréis beber, emborracha-
ros ha y sanaros ha, y abtandarseos ha el corazon, y acordàseos
ha de los trabajos y fatigas y de la muerte. o de vuestra ida. Y
respondiô et dicho Quetzatcoatt diciendo t Oh, viejo a <tf<ndc
me tengo de ir?; y le dijo el dicho viejo: Por fuerza hâtais de ir
a 7'«//<!n~o~ofo<t, en donde esta otro viejo aRuardàndoos, él v vs
habtarcis. entre vosotros, y desptK's de vucstra vuetta estaréis co-
'no manccbo, y aun os vot\ereis otra vex como muchachu. Y el
dicho Q<'<?<<!< oycndo estas palabras, moviosctc el curazon:
y tomo a decir el viejo al dicho 0Mf/.M~f<!o/ Senor. mande bcb<*r
csa medicina. Y le respondiô el dicho Ouf~'o~oa~. diciendo
jOh, viejo!, no quicro beber; y le respondiô et vicjc diciendo:
Senor, bebedla, porquc si no la t)etx*is después se os ha de an-
tojar a !o menés ponéosla en la frente. o bebed tantito. Y c!
dicho pM~~o~J< gustô y probôta, y después behiota diciendo:

269
jQué es esto? Perece ser cosa nuy buena y sabrosa; ya me
sanô y quitô la enfermcdad, ya estoy sano. Y mas otra vez le
dijo e! viejo: Senor, bebedla otra. vez porque es muy buena
la medicina y estaréis mas sano. Y el dicho ~<o~<~ be-
biô!a otra vez, de que se emborrachô y cumenzo a lIorar triste-
mente, y se te moviô y ab!and6 el corazôn para irse, y no se le
quito del pensamiento to que tenia por el engafio y burla, que
le hizo et dicho nigromàntico viejo; y la medicina que bcbio
el dicho CM~~aMo~ era vino blanco de !a tierra, hecho de
magueyes que se Uaman teometl.

CAPITULO V.

DE OTRO EMBUSTE QUE HIZO AQUEL NÏGROMANTÏCO LLAMADO


TITLACAUA?;.

Otroembuste hizo et dicho 7't~o<'<~«n<, el cual se votv!6 y


parecio como un indio forastero, que se llama tobeyo, desnudo
~odo el cuerpo como solian andar aquellos de su generaciôn: el
cun! andaba vendiendo aji verde, y se asento en el mercado
delante del palacio. Y el ~7«~Mt<!f que era senor de los tottecas
en !o temporal, porque el dicho Quetzatcoat! era conio sacer-
dotc y no tenia hijos, tenia una hija muy hermosa y por la her-
mosura codiciàbanta y deseabanla los dichos tottecas para ca-
sarse con ella; y el dicho ~«c~tof no se !a quiso dar a los dichos
tottecas. Y la dicha hija del senor ~«'Mtoc miro hacia el <<<ÏM-
ques y vio a! dicho ~&fyo desnudo. y el miembro genitat, y
después de !o haber visto ta dicha hija entrose en palacio y an-
toj6se!e el miembro de aquel tobeyo, de que luego comenzu a
estar muy mala
por el amor de aquello que vio; hinchôsete todo
el cuerpo, y e! dicho senor ~Mcwoc supo como estaba muy mala
la hija, y pre~unto a las mujeres que guardaban la hija: Qui
mal tiene mi hija? que enfermedad es ésta, que se le ha hin-

270
chado todo el cuerpo ? Y le respondieron las mujeres diciendo
Senor, de esta enfermedad fué la causa y ocasion el indio to-
&<*yo, que andaba desnudo y vuestra hija vi6 y miro el miembrf~
genital de aquel tobeyo, y esta mata de amores. Y el dicho té-
nor ~MCtMOt, oidas estas palabras, mande diciendo: Ah tol-
tecas buscadmc al tobeyo que anda por aqu! vendiendo aji
verde; por fuerza ha de parecer. Y asi to buscaron en tf~tas
partes, y no pareciendo, subi6 un pre~onero a la sierra que se
llama Tsattitépec, y pre~ono diciendo: Ah, tottecas! si ha-
Hâiêun tobeyo que por aqui andaba vendiendo aji verde. traed-
to ante el senor ~fM~~Mc; y as! buscaron en todas partes v no le
hallaron y vinieron a decir al seiior Huenrac, que no parec!a
el dicho ~o&cyo/ y después pareciô el dicho tobeyo asentado en
el ttdM~MM donde antes hab!a estado vendiendo el dicho aji
verde. Y como le hallaron luego fueron a decir al senor //MC-
mac c6mo haMa parecido cl dicho tobeyo; y di jo el senor:
Traédmeto ac& presto y los dichos tottecas fueron por é!, a
ttnmaric, y traer al dicho tobeyo, y traido ante el senor T/Mf-
Mtof. dijo el senor 7~M~<Ma< preguntando al dicho /~&<'yo ~de
donde sois? Y respondio el dicho tobeyo diciendo: Senor. yo
soy forastero, ven~o por aqui a vender aji verde. Y mas Je
d!)o e! senor al
tobeyo: donde os tardastes? ;por qué no os
ponéis el tMO~t y no os cubris con la manta? Y le respondio
el dicho /o&<'y</ diciendo Senor, tenemos tal costumbre en nu"s-
tra ticrra; y el senor le di jo al dicho ~&< vos antojastcs a
mi hija, vos la habcis de sanar; y respondio el dicho /<~fyo <li
ciendo Senor mto, en nin~una manera puede ser esto. mas
matadmc, yo (j'tiero morir porquc yo no soy di);no le oir es-
tas palabras, viniendo por aqui a buscar la vida vendiendo aji
verde. Dtjote el senor: por fuerza habéis de sanar a ni hija:
no tendais micdo. Y tueRO tomaronle para lavarle trasclui-
larle, y le tineron todo el cuerpo con tinta y le pu i<. i et
M«M'<. y le cubricron con una manta al dicho ~o~fvo. v dijtif
el senor ~/M<'wo< anda y entra a ver a mi hija. atià ~pntr'
donde la guardan; y el dicho tobeyo asi to hizo, y durmi') c n

271
ta dicha hija def senor //t<fwof, de que luego fué sana y buena; y
de esta nianera el dicho tobeyo fué ytmo del dicho senor ~fM~Moc.

CAPITULO VI

Î~K COMO LOS DE TULLA SE ENOJARON POR EL CASAMtENTO


Y DE OTRO EMBt'STE QUE HIZO TtTLACÂUAN.

Despues de cumplido y hecho el matrimonio del dicho tobe-


y~ con la hi ja del senor 7/Mrwoc, los dichos toltecas comen-
zaron a enojarse y decir palabras injuriosas y afrentosas con-
tra el senor /7!«*w<M, diciendo entre si: ~por qué el senor
/VM<'woc caso la hija con un /o~fY~? Y corno el dicho senor ~Mc-
ntoc entendio y oyo las palabras afrentosas que contra él decian
los dichos toltecas, !!amô!cs diciendo: Venid acà, yo he enten-
dido todas las palabras injuriosas que habéis dicho contra mi
por amor de mi yerno que es un ~o~cyo; yo os mando que le
)!e\'éis disimuladamente a pelear a la guerra de Zacatepec y
C oatepcc, para que le maten nuestros enemigos. Y asi oyendo
estas palabras del dicho senor //M<'woc, los toitecas armàronsc
y iuntàronse y fueron a la guerra con muchos peoncs, y con el
ycrno ~o~ryo del dicho senor ~MfMMc. y en Jlegando al lugar
(!e la pelea enterraronle al dicho ~o&ryo para aguardar a los
cnemt~os, con los pajes, enanos y cojos; después de haber en-
lerrado a todos aquellos enanos y cojos–que es ardid que ellos
so!ian tener y hacer en la )~uerra–tos dichos toltecas fueron a
pelear contra los enemigos de Coatepec; y c! dicho tobeyo decia
a los dichos pajes, enanos y cojos: No tengâis miedo, esfor-
xaos porque a todos nuestros enemigos hemos de matar. Y los
dichos enemigos de Coatepec prevalecian, persiguiendo y ven-
ctendo a los toltecas, los cuales huian delante de los enemigos y
escapàndose de las manos de los enemigos; y astuta y engano-

2~2
samente los dichos tuttccas dejaron al dirho tobeyo solo, ente-
rrado con los dichos pajes, huyendose de tos enemigos; y ha-
t)!an pensado que los dichos enemigos matarian al dicho tobeyo
'-on los pajes, porque estaba solo con los dichos pajes. Y se vinie-
ron a decir y dar noticia al senor ~/Mftac diciendo: Senor, ya
hemos dejado a vuestro yerno ~o&<*yo soto en la ~uerra, con !o~
pa)es, en poder de los enemi~s; y como el senor //M~~M!f habia
oido la traiciôn que habian hccho los dichos tottecas con el
(licho yemo /o&~o, hot~ôsc mucho, pensando que va era muer-
to el dicho yerno tobeyo, porque ten!a gran ver~ûenza de tener
tal yerno forastero, tobeyo.
Y el dicho tobeyo, estando enterrado, miraba a los enemigos
y dec{a a los dichos pajes: no tendais miedo; ya se !!e~an con-
tra nosotros los enemigos. yo sé que los tengo de matar a to-
dos y asi se levante y saHo contra los enemigos de Coo~~c y
Zttco~~c, pers!eru!éndotes y matândotes sin numéro Y como
esto vino a noticia det senor /VM~Mt<!f espantose y pes6!e mucho.
y ltam6 a los dichos toltecas diciéndotes: Vamos a recibir a
nnestro verno. Y asi fueron a recibirle con et senor Huemac.
ttevando consigo una? armas o divisas que :<e ttaman <~M<M~t-
~OMfcovo~. y rodelas que se ttaman xiuhchimali, y las dieron
al dicho tobevo, y asi !o recibieron bailando y cantando y ta-
nendote las flautas con los dichos pajes, con mucha victoria y
alegria, y todos los dichos toltecas, en tte~ando al patacio de
dicho senor 7V«<'MMf cmptumârontc la cabeza y tmérontc todf'
pt ctterpo con color amarillo, y la cara con color colorado, y a
los paies. Este es el regalo que solian hacer a los que ven!an
con victoria de la guerra. Y después le dijo et senor //«~<t~
a! dicho yerno ahora ya estoy contento de !o que !tabé!s hecho,
y los toltecas estan ya contentes: muy bien to habéis hecho con
los enemigos; de<can<!ad y reposad.

S~tt~tn t. )S

273
CAPITULO VII.

DE OTRO EM BUSTE DEL M!SMO NÏCROMÂNTÏCO. CON QUE


MATO MUCHOS DE LOS TLLLAXOS DANZANDO
Y BAILAN!)0.

Otro embuste hizo el dicho nigrr'mântico


que se ttamaba
7'o<'dMOM. Después de haber peleado y vencido a los dichos
enemigos. y asi estando emptumado todo el cuerpo, con la plu-
ma que se llama /oc<Mt/ mandé que danzasen y baitasen todos
los tottecas e hizo pregonar a un pregonero en la sierra de T~o-

~t~c, diciendo que todos los indios forasteros viniesen a una


fiesta a danzar y bailar, y luego vinieron muchos indios, sin
numéro, a 7'M~a, y en juntandose todos fué el dicho Titlacd-
uan a un lugar que se ttama 7*<f<'o~a~oM, con toda la gente, que
no se podia contar, asi mancebos como mozas, y comenz6 a hai-
lar y danzar y a cantar el dicho nigromantico 7'<</acdMon, ta-
nendo et atamt)or ) toda la gentc asimisn~ comenzaba a bailar
y holgarse mucho, cantando e! verso que cantaha el dicho nigro-
màntico. diciendo y cantando cada verso a los que danzaban;
tuego comenzaban todos a cantar el mismo verso aunque no
sabian de memoria el cantar, y comenzaban a cantar y bailar
a la puesta de sot, hasta cerca de la media noche, que se ttama-
ba ~a~a~t~o~r~o~, y })orque era muy mucha la j~ente la que
danzahan, empujandosc unos a otros y muy mucttos de ellos caian,
despenàndose en el harranco del rio que se Harna Texcal-
~OM/tfo, v se convertian en piedras; y en el dicho rio habia
una puente de piedra, y et dicho nigromàntico quebrota y to-
dos los que iban a pasar por la dicha puente caianse y despenà-
hanse en el dicho rio, y se volvian en piedras. Y todo esto que
hacia el dicho nigromantico no sentian ni miraban los dichos tot-
tecas, porque estahan como borrachos, sin seso; y todas las ve-
ces que bai laban y danzaban los dichos toltecas, como se empu-
jauan unos a otros, despenàbanse en el dicho rio.

~74
CAPITULO VIII.

Dt: OTRO EMBUSTE t)EL MtSMO MÏGROMÂXTICO, CON- QUE MAT6


OTROS MUCHOS DE LOS HK ÏULLA

Otro embustc hizo el dichonigromàntico, el cuat parecio


como un hombre valiente que se Uamaba /<<tt<o, y mando a
un pre~onero que pre~onase y lIamase a todos los comarcanos
de Tulla para que viniesen a hacer cierta obra en una huerta de
flores que se llama Xochitla, para beneficiar y cultivar la dicha
huerta, porque asi la Haman Xoc/n~/a. –Dizfjue era huerta del
dicho ~M~~a~Jo~ Y asi to hicieron todos, y vinieron a ha-
cer la dicha obra en la dicha huerta de ()M<?a/f<!o/ y en jun-
tandose todos los dichos toltecas, !ue~o comenzo el dicho ni-
Rromàntico a matar a los dictas toltecas, achocândotos con una
coa; y mato muy muchos de ellos, sin cuento; y otros ibanse
huyendo por escaparse de sus manos, y en tropezando y cayen-
do tue~o morian, otros empujaban unos a otros y todos as!
se mataban.

CAPITULO IX.

DE OTRO EMtU'STK nEL MtSMO XIGROMÂ~TtCO. CO~ QUE MATÔ


MtC!!OS MAS DE LOS TOLTECAS.

Otro cmbu~tc t~izo c! nipromàntico ya dichr*. Ascntose eti


medio del mercaclo del /<Jn<yM~ y dijo !!amarsc 7'/<ifOt«'~OM. y
otro nombre, Cttf.tcocA; y hacia bailar un muchachueto en !a
palma de sus ntanos –diccn que era /Y«t/7"(!<i–; y )e ;w-
n!a danzando ( t sus manos al dicho ntuchachueto y como !o
vicrun los dichos toltecas todos
se levantaron y fueron a mirar-
le, y empujâbanse unos a otros, v asi murieron muchos ahoa~a-
dos y acoceados, y este acaecio muy muchas vcces. que tns di-
chos to!tccas se mataban empujandosc unos a otros. Dijo el

275
dicho nigromàntico a los dichos toltecas Ah tottecas!
qué
es esto? ~que embuste es este cono no to sentis? Un
embuste
que hace danzar al muchachueto. {Matadtos y apedreadtos 1 Y
asi mataron a pedradas al dicho nigromàntico y at muchachue-
!o; y después de haberlo muerto comenzo a heder el cuerpo del
dicho nigromàntico. y el hedor corromp!a el aire, que de donde
venia el viento Ilevaba muy mal hedor a los dichos tottecas, de
que muy muchos se morian. Y el dicho nigromàntico dijo a los
dichos toltecas Echâdlo por alli a este muerto, porque ya se
mueren muy muchos de los toltecas del hedor del dicho ni-
gromàntico.
Y asi !o hicieron los dichos toltecas, y ataron al muerto con
unas sogas, para Ilevar y echar al muerto que hedia y pesaba
tanto que los dichos toltecas no podian llevarlo. De antes pen-
saban <que presto le echarian fuera de rM//o, y un pregonero prc-
gono diciendo: {Ah tottecas! ventes todos y traed vuestras so-
gas para atar al muerto y echarle fuera. Y en juntândose to-
dos los dichos toltecas tuego ataron al muerto con las sogas, y
comenzaron a llev arte arrastrando al dicho muerto diciendo en-
tre si Oh toltecas, ea pues arrastrad a este muerto con
vuestras sogas!. Y el dicho muerto tanto pesaba que no le po-
dian mover, y quebràbanse las cogas, y quebràndose una soga los

que estaban asidos a ella caian y morian sùbitamente, cayendo


unos sobre otros; y asi, no pudiendo arrastrar al dicho muer-
to, dijo el dicho nigromantico a los dichos toltecas ;Ah tol-
tecas, este muerto quiere un verso de ranto Y él mismo dijo
el canto diciéndotes: i Arrastradlo, al muerto, r/acoM~OM ni-
gromantico Y asi, en cantando este verso luego comenzaron
a Ilevar arrastrando al muerto, dando gritos y voces, y en que-
brando una soga todos los que estaban asidos a la soga mo-
rian y los que se empujaban unos a otros y los que caian unos
sobre otros, todos morian; y llevaron el muerto hasta et mon-
te, y los que volvieron no sentian aquetto que les hah!a acaeci-
do porque estaban como borrachos.

276
CAPITULO X.

DE OTROS EMBUSTES DEL MISMO NIGROMÀNTÏCO.

Otro embuste hizo el dicho nigromantico en el dicho Tulla.


Es que dicen, que andaba volando una ave blanca que se lla-
ma MtoccMt.)*~ pasada con una saeta, algo lejos de la tierra, y
ctaramente la veian los dichos toltecas mirando hacia arriba.
Otro embuste hizo el dicho nigromantico, que fue de los di-
chos toltecas, los cuales veian de noche una sierra que se llama
Zoco~~c ardiendose, y tas Ilamas parecian de lejos; y al tiempo
que la veian atborotabanse y daban gritos y voces, y estaban de-
sasosegados y decian unos a otros: ;0h toltecas, ya nos acaba
la fortuna, ya perecemos, ya se acaba 7'<' ffc~yo~, ya nos vino
la mala ventura! i guay de nosotros! ~a dônde nos iremos? ;oh
desventurados de nosotros, esforzaos! 1 También otro embuste
que fue de los dichos toltecas, !o cual hizo el dicho nigroman-
tico, que !!ovi6 sobre ellos piedras y después de pasado esto ca-
y6!ea dei cielo una piedra grande que se !!amaba techcatl, y
desde entonces andaba una vieja india en un lugar que se lla-
ma CAo~M~c~fc Cuitlapilco, o por otro nombre ~/M<MCO, ven-
diendo unas banderittas de papel diciendo: ;A las banderas!
Quien se determinaba a morir luego decia compradme una ban-
cierilla, y ".iëndote mercada la banderilla luego se iba a donde
estaba la dicha piedra ~c/tro~, y alli le mataban. Y no habia

quien dijese: ~qué es esto que nos acontece? y estaban como


locos.

277
CAPITUÏ.O XI.

DE OTRO EMBUSTE DEL MÏSMO N CROMÀNTÏCO, CON QUE 6


OTROS MFCHOS TULLANOS.

Item otro embuste hizo el dicho nigromântico contra los


dichos toltecas. Dicen
que todos los mantenimientos se volvie-
ron acedos y nadie los podia corner, y una india vieja parecio
--dicen que era el mismo nigromantico, el cual parecio como
una india vieja-; y asentose en un lugar que se Hama X<'cA<-
tla, y tostaba el maiz, y el olor del dicho ma!z tostado Ilegaba
a los pueblos de toda la comarca y cuando o!!an los dichos tol-
tecas el ma!z, luego venian corriendo y en un momento lIega-
ban al dicho lugar Xochitla, donde estaba la dicha vieja, por-
que dicen que los toltecas eran ligeros y aunque estaban muy
lejos venian presto y Ilegaban a donde querian; y todos cuan-
tos venian de los dichos toltecas y se juntaban los mataba la
dicha vieja, y ninguno de ellos se volvia. Gran engann y burla
les hacia, y mat6 muy muchos toltecas el dicho nigromantico,
por el dicho embuste que tes hizo.

CAPITULO XII.

DE LA HUfDA DE QuETXALCÔATL PARA TLAPALLAN Y DE LAS


COSAS QUE POR EL CAMIKO HtXO.

Otros embustes les acaecieron a los dichos toltecas, por ha


hérseles acabado la fortuna, y el dicho Q«<M/c<!a~, teniendo
pesadumbre de los dichos embustes y acordando de irse de 7~-
lla a Tlapallan, hizo quemar todas las casas que ten!a hechas, de
plata y de conchas, y enterrar otras cosas muy preciosas dentro
de las sierras o harrancos de los rios, y convirtio los arboles
de cacao en otros arboles que se llaman ~f/t/ y dem&s de

278
esto mand6 a todos los génères de aves de pluma rica, que se
Ilaman ~«c~o~o~, y xiuhtétotl y <~oK/tgM~cAo/, que se fuesen
delante, y fuéronse hasta ~H<iA«oc, que dista mas de cien le-
guas. Y el dicho OM~o~c<!o~ comenzô a tomar el camino y
partirse de 7*M~o; y asi se fue, y ttego a un lugar que se !!a-
ma Q<«M<~K~<Kt, donde estaha un àrb ol grande y grueso y lar-
go, y e! dicho Q«c/7C~c~~ arrimose a él, y pid!6 a los pajes un
espejo, y se !o dieron, y mirôse la cara en el dicho espejo y di-
jo: ya estoy viejo! 1 Y entonces nombre el dicho lugar Huehuc-
quauhtillait y luego tomo piedras con que apedreo al dicho âr-
bol, y todas tas piedras que tiraba el dicho QM<o/<'<!a~ tas me-
tia dentro del dicho àrbot, y por muchos tiempos asi estaban
y parecian y todos tas veian, desde el suelo hasta arriba. Asi
iba caminando el dicho 0M<o~c<!o~. c iban delante tanéndotc
flautas, y ttego a otro lugar en el camino donde descansô y se
asent6 en una piedra, y puso tas manos en la piedra y dejô las
seiiales de tas manos en la dicha piedra. Y estando mirando
hacia 7'MMo comenzô a Ilorar tristemente, y las tâgrimas que de-
rram6 cavaron y horadaron la dicha piedra donde estaba 110-
rando y descansando el dicho OM~~o/fJo~.

CAPITULO XIII.

DE LAS SEPALES QUE DEJÔ EN LAS PIEDRAS, HECHAS COX LAS


PALMAS Y CON LAS NALGAS DONDE SE ASENTABA.

El
dicho Quetsalcdatl puso las manos tocando a la piedra
grande donde se asent6, y dejô senates de las palmas de sus
manos en la dicha piedra. asi como si las dichas manos p'~ic-
ra en lodo, que ligeramente dejasc las palmas de las manos se-
natadas; y también dejô seiiales de las nalgas en la dicha pie-
dra donde se habia sentado, y las dichas senales parecen y se
ven claramente, y entonces nombrô el dicho lugar 7\'Mtaf/fo

279
Y se levante, yéndose de camino, y ttegô a otro tugar que se
Hama r~OMOoyaM, y alli' pasa un t io grande y ancho, y el di-
cho CM<M~o// mandô hacer y po~er una puente de piedra en
aquel dicho rio y asi por aquella dicha puente paso el dicho 0M~
~o~do/ y se Hamô el dicho lugar T'~OMooyoM. Yéndose de ca-
mino e! dicho C'o~<!a// !!eg6 a otro lugar que se Hama Coo/n<c-
pan, en donde los dichos nigromànticos vinieron a toparse con
él, por impedirle que no se fuese mas adelante, diciendo al di-
cho ()M~.M/f<!o~: ~A dônde os vais? Por que dejâsteis vues-
tro pueblo ? ~A quién to encomendasteis? ~Quién harâ peni-
tencia ? –Y dijo el dicho Quétsalc6atl, respondiendo a los di-
chos nigromànticos: En ninguna manera podéis impedir mi
ida; por fuerza tengo de irme-. Y los dichos nigromànticos
dijeron, preguntando al dicho 0M<o/f<!a~: ~A d6nde os vais?
--Y les re~pondiô diciendo. Yo me voy hasta Tlapallan-.
Y le preguntaron los nigromànticos: ~a qué os vais at!à? –Y
respondio Quetzalc6atl: Vinieron a llamarrne, y !!âmame el so!.
Y le dijeron los nigromànticos al dicho (~M~~o~Jo~: Idos
en hora buena, y dejad todas las artes mecânicas de fundir pla-
ta y labrar piedras, y madera, y pintar y hacer ptumajes y otros
oficios. –Todo se !o quitaron los dichos nigromànticos al di-
cho (~Mf~a/cdo~, y el dicho ()«fA7<f(!o// comenzô a echar en
una fuente todas las joyas ricas que Hevaba consigo, y asi fue
!!amada la dicha fuente Co~faa~aM, y ahora esta fuente se !)a-
ma C~o/<a~an. Y el dicho ~t«'~a/cda// yendo de camino Hego
a otro lugar que se llama Coc/~co~. y vino otro nigromantico y
topose con el diciendo: <:A dônde os vais?; y le dijo ~M~
fda~: yo me voy a 7'/o/'o//oM; y et dicho nigromantico dijo at
dicho CMf/~o/cdo~ En hora buena os vais; bebcd ese vino que
os traigo. –Y dijo el dicho ~Mf~a/cuo~: no !o puedo beher,
ni aun gustar un tantito. –Y le dijo el ni~romàntico: Por
fuerza !o habéis de beber, o gustar un
porque a ningttno
tantito,
de los vivos debo de dar y hacer
beber ese vino; a todos em-
borracho jea, pues bebedlo! –Y el dicho CM~a/cJo~ tomo e!
vino y !o bebiô con una cana, y en hebiéndolo se emborrach6 y

280
durmiose en el camino y comcnzô a roncar, y cuando desperto,
mirando a una parte y a otra, sacudia los cabellos con la ma-
no, y entonces fue ttamado el dicho lugar Coc/t/ocan.

CAPITULO XIV.

DE COMO DE Mfo SE LE MURIERON TODOS SUS PAJES A QUET-


ZALC6ATL EN LA PASADA DE ENTRE LAS DOS SIERRAS,
EL VOLCAN Y LA SIERRA NEVADA, Y DE OTRAS
HAZA~AS SUYAS.

El dicho Quetzalc6atl, yéndose de camino mas adelante, a la


pasada de entre las dos sierras, del Volcan y la Sierra Nevsda,
todos los
pajes de dicho 0M~~oJcJe~, que eran enanos y corco-
vados, que le iban acompanando, se le murieron de frio dentro
de la dicha pasada de tas dichas dos sierras; y el dicho Quet-
.M~off sintio mucho
to que le habia acaecido de la muerte de
los dichos pajes, y Ilorando muy tristemente y cantando con tto-
ro y suspirando, tnirô la otra sierra nevada que se nombra Po-
yauhtécatl, que esta cabe r<'fOMMïcAo/fo, y asi paso por todos los

lugares y pueblos y puso muy muchas seiiales en las tierras y ca-


minos segùn que dicen. Mas dicen, que el dicho CM~a/c<!a~
se andaba holgando y jugando en una sierra, y encima de la
sierra se asentô y veniase najando, asentado, hasta el suelo, y
bajo de la sierra y asi to hacia muchas veces; y en otro lugar
hizo poner un juego de pelota, hecho de piedras en cuadra,
donde solian la pelota
jugar que se ttama //af/<<, y en el me-
dio del juego puso una sénat o raya que dice tlécotl, y dcnde
hizo la raya esta abierta la tierra muy profundamente; y en otro
lugar tir6 con una saeta a un àrbot grande que se ttama ~(!<<o/
y la saeta era tamhién un arbo! que se llama ~<!cAo~ y
atravesole con la dicha saeta y asi esta hecha una cruz; y mas
dicen que el dicho C«'< hizo y édifice unas casas deba-

a8t
jo de la tierra, que se ttaman t/M~Mca~-o; y mas hizo poner
una piedra grande que se mueve con el dedo menor, y dicen que
cuando hay muchos hombres que quicren mover y menear la
piedra, que no se mueve aunque sean muy muchos. Y mas, hay
otras cosas notables que hizo et Quctsalc6atl en muchos pue-
blos, y dio todos los nombres a las sierras y montes y lugares,
y asi en Hegando a la ribera
de la mar, mandé hacer una balsa
hecha de culebras que se llama coatlapechtli, y en ella entre y
asentose como en una canoa, y asi se fue por la mar navegando,
y no se sabe cômo y de qué manera uego al dicho T/a~d~ott.

z8z
COMIENZA EL APENDICE DEL TERCERO LIBRO

CAPITULO I.

DK LOS QUE IBAN AL INFÎERNO Y M SUS OHSEQUtAS.

Lo que dijeron y supieron los naturales antiques y senores de


esta tierra, de los difuntos que se morian, es: que las animas
de los difuntos iban a una de tres partes: la una es el infierno,
donde estaba y vivia un diablo que se decia Mtc~M/ccM~t, y
por otro nombre T~on~Mtoc, y una diosa que se decia .~t'c~co-
c<A<M~ que era mujer de Mictlantecutli; y las animas de los di-
funtos que iban al infiemo, son los que morian de enfermedad,
ahora fuesen senores o principales, o gente baja, y el dia que al-

guno se moria, var6n o mujer o muchacho, decian al difunto


echado en la cama, antes que !o enterrasen: "i Oh hijo! ya ha-
béis pasado y padecido los trabajos de esta vida; ya ha sido
servido nuestro senor de os
porque no tenemos
ttevar, vida per-
manente en este mundo y brevemente, como quien se calienta al
sol, es nuestra vida; hizonos merced nuestro senor que nos co-
nociésemos y conversàsemos los unos a los otros en esta vida y
ahora, al presente ya os t!ev6 et dios que se Uama .Wc~oM<<'cM-
tli, y por otro nombre ~CM~MO~M~co~ o TroM~tMoc, y la diosa
que se dice Mictecacfhuatl, ya os puso por su asiento, porque
todos nosotros iremos alta, y aquel lugar es para todos y es
muy ancho, y no habrâ mas memoria de vos; y ya os fuisteis
at lugar obscurisimo que no tiene luz, ni ventanas, ni habéis mas
de votver ni salir de attt, ni tampoco mas habéis de tener cui-
dado y solicitud de vuestra vuelta. Después de os haber ausen-
tado para siempre jamàs. habéis ya dejado (a) vuestros hijos. po-
bres y hnérfanos y nietos, ni sabéis como han de acabar, ni jta-
sar los trahajos de esta vida presente: y nosotros attà iremos
a donde vos estuviéredes antes (de) mucho ticmpo".
Después de esto hablaban y decian al pariente del difunto
('iciéndutc: "j0h hi jo, csforzaos y tomad ànimo, y no dejeis

a83
de corner y beber, y (a)qu!etMe vuestro corazon. ~Qué pode-
mos decir nosotros a to que dios hace?
~Por ventura esta
muerte aconteci6 porque alguno ncs
quiere mal, o hace burla de
nosotros? Es por cierto porque asi !o quiso nuestro senor, que
este fuese su fin. Qu'en puede hacer que una hora o un dia
sea alargado a nuestra vida presente, en este mundo? Pues
que esto es asi, tened paciencia para sufrir los trabajos de esta
vida presente y (que) la casa donde este vivia esperando la
votuntad de dios, yerma y obscura deaqui adelante, y no ten-
gàis mas esperanza de ver a vuestro difunto. No conviene que os
fatiguéis mucho por la orfanidad y pobreza que os queda; es-
forzaos, hijo, no os mate la tristeza Nosotros hemos venido
aqu! a os visitar y a consolar con estas pocas palabras, como
nos conviene hacer a nosotros, que somos padres viejos, porque
ya nuestro senor !!ev6 a los otros, que eran mas viejos y an-
tiguos, los cuales sab!an mejor decir palabras consolatorias a
los tristes. Y con esto ponemos fin a nuestra p!àtica, los que
somos v uestros y madres
padres quedaos a dios".
Y luego los viejos ancianos y oficiales de tajar papeles cor-
taban y aderezaban y ataban los papeles de su oficio, para el
difunto y después de haber hecho y aparejado los papeles to-
maban al difunto y encogianle las piernas y vestiante con tos
papeles y !o ataban; y tomaban un poco de agua y derramàban-
la sobre su cabeza, diciendo al di funto Esta es la de que
gozasteis viviendo en el mundo; y tomaban un jarrillo lleno
de agua, y dànseto diciendo: Veis queaqui con de ca- habéis
minar y poniansele entre tas mortajas, y asi amortajaban el
difunto con sus mantas y papeles, y atâbante reciamente; y mas
daban al difunto todos tos papeles que estaban aparejados, po-
niéndolos ordenadamente ante él, diciendo: Veis aqui con que
habéis de pasar en medio de dos sierras que estàn encontrân-
dose una con otra; y mas le daban al difunto otros papeles, di-
ciéndole Veis aqui con que habéis de pasar el camino donde
esta una culebra guardando el camino. Y mas daban otros pa-
peles diciendo: Veis aqui con que habéis de pasar a donde

284
esta talagartija verde, que se dice .t~c/u~M~; y mas decian
al difunto: Veis aqui con que habéis de pasar ocho parâmes
y mas daban otros papeles diciendo Veis aqui con que habéis
de pasar ocho collados; y mas decian al di funto Veis aqui con
que habéis de pasar el viento de navajas, que se ttama t<;M~
royott, porque el viento era tan recio que ttevaba las piedras y
pedazos de navajas.
Por raz6n de estos y frialdad
vientos quemaban todas las
pctacas y armas y todos los despojos de los cautivos, que ha-
bfan tomado en la guerra, y todos sus vestidos que usaban; de-
c!an que estas cosas iban con aquel difunto y en aque! paso
le abriptban para que no recibiese ~ran pena. Lo mismo ha-
c!an con las muieres nue morfan. que quemaban todas tas alha-
jas con que te)!an e hilaban, y toda la ropa que usaban para
que en aquel paso las abrigasen de frio v viento grande que alli
1t:\hÍa,
hahta. ai
a! cual Uamahan
cua! ttamalMn itzehera*an.
el viento v este
et que nin(!t"tn hato ténia
que ninpnn tenia
al difunto trabajo cnn un perrito este paso. Y mas. hac!an
at difunto nevar consipo un perrito de peto bermeio. y at pes-
cuezo le ponian h!to ftoio de at~od6n; derfan que los difuntos
nadaban encima del nerrillo cnando pasahan un rio del {n fief-
no que se nombra CTtt'coMoAM~OM; y en Ilegando los difuntos
ante el diablo que se dice Mtf~M/frM~K ofrecianle y presenta-
banle los papeles flue llevaban,
manojos y de teas y canas de
perfumes, e hito
flojo de a!)~)d6n
y otro hito colcrado. y una
manta v un M<a.r/M v las napuas y camisas y todo hato de mu-
ier difunta que dejaba en el mundo todo !o tenian cnvuetto
desde que se moria. A tos ochenta dias to quemaban. y to mis-
mo hacian al cabo del ano, y a los dos anos. y a los trcs anos
y a lOf cuatro anos; entonces se acababan y cumpttan tas obe-
quias. seRun tenfan costumbre, porque decian que todas las
ofrendas que hacian por los difuntes en este mundo, iban de-
tante et diablo
qu se decia MtffïoM~CM~t, y después de pasa-
dos cuatro anos el difunto se sale y se va a los nueve infiemos.
donde esta y pasa un rio muy ancho y alli viven y andan pe-
rros en ta ribera del rio por donde pasan los difuntos nadan-

~s
do, encima de los perritos. Dic':n que el difunto que Ilega a
la ribera del rio arriba dicho, luego mira el perro (y) si co-
noce a su amo luego se echa nadmdo a! rio, hacia la otra par-
te donde esta su amo, y le pasa i cuestas. Por esta causa los
naturales solian tener y criar tos perritos, para este efecto; y
mas decian, que los perros de pelo blanco y negro no podian
nadar y pasar el rio, porque dizque decia el perro de pelo blan-
co yo me lavé y e! perro de pelo negro decia: yo me he man-
chado de color prieto, y por eso no puedo pasaros. Solamente
el perro de pelo bermejo, podia bien pasar a cuestas a los di-
funtos, y asi en este lugar del infieriio que se Ilama Chicona-
wtc~oM, se acababan y fenec!an los difutos Y mas dicen que
después de haber amortajado al difunto con los dichos anare-
jos de papeles y otras cosas, luego mataban al perro del difun-
to, v entrambos los ttevaban a un lugar donde habia de ser que-
mado con el perro juntamente.
Y dos de los viejos tenfan especial cuidado y carero de
quemar al difunto, y otros viejos cantahan; y estandose queman-
do et difunto los dichos dos viejos, con palos estaban alan-
ceando al difunto; y después de haber quemado al difunto co-
p!an la ceniza y carbon y huesos del difunto y tomaban a)?ua
diciendo: Lâvesc el difunto; v derramaban el a<r<a encima det
cart)6n y huesos det difunto. y hacian un hoyo redondo y to en-
terraban, y esto hacian asi en el enterramiento de los nobles
como de la gente baja; y ponian los huesos dentro de un ja-
rro u olla con una piedra verde que se ttama c/:oMt/tt(t~, y to
enterraban en una càmara de su casa, y cada dia daban y po-
nian ofrendas en el tugar donde estaban enterrados los hue-
sos del difunto. Y mas dicen
que al tiempo que se morian los
senores y nobles les mcHan en ta tx)ca una piedra verde que se
dice c/tc/f7!t/n«~, y en la !)oca de la gente baja, metian una
piedra que no era tan preciosa, y de poco valor, que se dice te-
.vo~oc/H o
piedra de navaja, porque dicen que la ponian por
corazon del difunto. Y para los senores que se morian ha-
c!an muchas y diversas cosas de aparejos de papeles, que era un

286
pend6n de cuatro brazas de largura, hecho de papeles y com-
puesto con diversos plumajes; y asi también mataban veinte
esclavos y otras veinte esclavas, porque decian que como en es-
te mundo habian servido a su amo, as! mismo han de servir
en et infiemo; y el dia que quemaban al senor luego mataban
a los esclavos y esclavas con saetas, metiéndosetas por !a olla
de la garganta, y no los quemaban juntamente con et senor s!no
en otra parte los enterraban.

CAPITULO II.

DE LOS QUE IBAN AL PARAISO TERRENAL.

La otra parte donde decian que se iban las animas de tus


difuntos es el paraiso terrenal, que se nombra TTo/JcoM, en el
cual hay muchos regocijos y refrigerios, sin pena ninguna; nun-
ca jamas faltan las mazorcas de maiz verdes, y calabazas y ra-
mitas de bledos, y aji verde y jitomates, y frijoles verdes en
vaina, y flores; y attt viven unos dioses que se ttaman Tlalo-
que, los cuales se parecen a tos ministros de los idolos que traen
cabellos largos. Y los que van attâ son los que matan los ra-
yos o se ahogan en el agua, y los leprosos, bubosos y sarnoens.
gotosos e hidropicos; y el dia ~ue se morian de las enfermcda-
des contagiosas e incurables, no los quemaban sino enterraban
los cuerpos de tos dichos enfermos, y tes ponian scmittas de
bledos en las quijadas, sobre et rostro; y mas, poniantes color
de azul en la f rente, con papeles cortados, y mas, en et cotu-
dritto ponfanlos otros papeles, y los vestian con papeles, y en
la mano una vara. Y asi' decian que en et paraiso terrenal que
se llamaha T/o~fon hahia siempre jamàs verdnra y verano

287
CAPITULO 111.

DE LOS QUE ÏBAN AL CÏELO.

La otra parte a donde se iban las animas de los difuntos


es el cielo, donde vive el sol. Los que se van al cielo son los
que mataban en tas guerras y los cautivos que habian muerto
en poder de sus enemigos unos morian acuhillados, otros que-
mados vivos, otros acanavereados, otros aporreados con palos
de pino, otros peleando con ellos, otros atâbantes teas por to-
do el cuerpo y ponianlos fuego, y asï se quemaban. Todos es-
tos dizque estan en un ttano y que a la hora que sale el sol,
alzaban voces y daban grito golpeando las rodelas, y el que tie-
ne rodela horadada de saetas por los agujeros de la rodela mi-
ra al sol, y el que no tiene rodela horadada de saetas no puc-
de mirar al sol. Y en el cielo hay arboleda y bosque de di-
versos arbotes; y tas ofrendas que tes daban en este mundo
los vivos, iban a su presencia y att! las recibfan; y después de
cuatro anos pasados las animas de estos difuntos, se tornaban
en diversos génèresde aves de pluma rica, y color, y andaban
chupando todas tas
flores asi en el cielo como en este mundo,
como los .MH~OMM to hacen.

CAPÏTULO IV.

DE COMO LA GENTE BAJA OFRECfA


SUS HtJOS A LA CASA QUE Sf:
LLAMA TELPOCHCALLI, Y DE LAS COSTUMBRES QUE ALL!
LES MOSTRABAN.

Kn naciendo una criatura


luego los padres y madres hacian
voto y ofrecian la criatura a la casa de los idolos, que se llama
Calmécac o 7'c~oc/tca~t. Era la intenciôn de los padres ofrecer
la criatura a la casa de los idolos que se ttama Co/~coc para

288
que fuese ministre de los idolos, viniendo a edad perfecta. Y
si ofrecian la criatura a la casa del
telpochcalli, era su inten-
ci6n que alli se criase
con los otros mancebos para servicio del
pueblo y para las cosas de la guerra. Y antes que le !!evasen a
h casa del ~~ocA~oM. !o< padres hacian muy buena
y guisaban
comida, y convidaban a los maestros de los mancebos que te-
ntan cargo de criartos 'y mostrarles tas costumhres que en aque-
Ua casa usaban. Y hecho e! convite en casa de los padres del
muchacho, hacian una ptàtica a los maestros que los criaban, y
decianles "Aquf os ha traido nuestro senor, creador del cielo y
de !a tierra; os hacemos saber que nuestro senor fué servido de
hacemos merced de damos una criatura, como una joya o
pluma rica, que nos fué nacida; por ventura se criarâ y vivirâ;
y es var6n, no conviene que le mostremos oficio de mujer, te-
niéndole en casa. Por tanto os le damos por vuestro hijo, y os
le encargamos porque tenéis cargo de criar a los muchachos y
mancebos, mostrandotes tas costumbres, para que sean hombres
valientes, y para que sirvan a los dioses ~o/~cM~ y 7'OMO~«A,
que son la tierra y el sot; (y para que sirva) en la pelea, y por
esto ofrecémosle al senor dios todo poderoso Ydotl o por otro
nombre T't~&M~MOM, o 7'fa'co~t~oco. Por ventura se criara y
\ivira, a dios, entrara a la casa de penitencia y del
placiendo
lloro que se ttama ~ocAca~t (y) desde ahora os le entrega-
mos para que more en aquella casa donde se crian y salen hom-
hres valientcs, en este se merecen los tesoros de
porque lugar
dios, orando y haciendo penitencia y pidiendo los tesoros de
misericordia y merced de darles victorias, para que sean prin-
cipales, teniendo habilidad para gobernar y regir la gente baja.
Y nosotros, padres indignes, por ventura merecerà nuestro tto-
ro y nuestra penitencia que este muchacho se cne y viva? No
por cierto, porque somos indignos viejos y viejas caducos! Por
tanto. humildemente os rogamos que le recibàis y toméis por
hijo, para entrar y vivir con los otros hijos de principales y
otra gente que se crian en casa de telpochcelli".
Y los maestros de los muchachos y mancebos respondian
Stth~tBt. tO

289
de esta manera diciendo a bs padres del muchacho: "Tenemos
en mucha merced haber oido vuestra ptàtica o razonamiento.
No somos nosotros a quien hacéisesta ptàtica o petici6n, mas
(la) hacéis a! senor dios F<ïo/~ en cuya persona la o!mo<; él es
a quien habtàis y a él dais y ofrecéis vuestro hijo, o vuestra
piedra preciosa y pluma rica, y nosotros en su nombre le recibi-
mos é! sabe !o que tiene por bien <!e hacer de él. Nosotros
indignos siervos caducos, con dudosa esperanza, esperamos to
que sera y to que tendra por bien hacer a vuestro hijo, segùn que
él tiene ya ordenado de hacerle mercedes, conforme a su dispo-
sici6n y determinaciôn, que antes del principio del mundo de-
termine de hacer. Cierto. ignorâmes los dones que le fueron
dados y la propiedad y condiciôn que entonces le fué dada:
ignoramos también qué fueron los dones que le fueron dados a
este nino cuando se bautiz6; también ignoramos el signo bueno
o malo en que naciô y se bautiz6; no podemos nosotros, siervos
bajos, adivinar estas cosas. Nadie de los que nacen recibe su
fortuna acâ en el mundo: cierta cosa es que nuestra fortuna
con nosotros la traemos cuando nacemos, y nos fué dada antes
del principio del mundo. En conc!usi6n, recibimos vuestro nino
para que sirvu en barrer y en los otros trabajos bajos, en la
casa de nuestro senor. Deseamos y rogamos que le sean dadas
las riquezas de nuestro senor dios; deseamos que en esta casa
se manifiesten y salgan a luz los dones y mercedes con que
nuestro senor le adorn6y hermoseô antes del principio del mun-
do; o. por ventura, nuestro senor le t!cvarà para s{ y le quitarà
la vida en su ninez; por ventura no mereceremos que viva largo
tiempo en este mundo; no sabemos cosa cierta que os decir,
para que os podamos consolar; no os podemos decir con certi-
dumbre esto sera, o esto hara, o esto acontecerâ, o sera estima-
do, sera ensalzado, vivira sobre la tierra. Por ventura por nues-
tros deméritos sera vi! y pobre, y despreciado sobre la tierra;
por ventura sera !adrôn o aduttero, o vivira vida trabajosa o
fatigosa. Nosotros haremos !o que es nuestro (deber) que es
criarle y doctrinarle como padres y madres; no podremos por

2~0
cierto entrar en é!, dentro de él,
y ponerte nuestro corazôn;
tampoco vosotros podréis hacer esto, aunque sois padres. Lo
que resta es, que no os descuidéis en encomendarle a dios con
oraciones y lagrimas, para que nos declare su voluntad".

CAPITULO V.

DE LA MANERA DE VIVÏR Y EJERCÏCMS QUE TENfAN LOS QUE


SE CRIABAN EN EL TELPOCHCALLI.

En entrando en la casa del


telpochcalli el muchacho, da-
banle cargo de barrer
y limpiar la casa y poncr lumbre, y hacer
!os servicios de penitencia a que se obligaba. Era la costumbre
que a la puesta del sol todos los mancebos iban a bailar y dan-
zar a la casa que se Ilamaba cMtcaro~fo, cada noche, y el mucha-
cho también bailaba con los otros mancebos; y Ilegando a los
quince afios y siendo va mancebillo, ttevàbante consigo los man-
cebos al monte, a traer la !ena, que era necesaria para la casa del
~~ofAcoKt y cuicacalco, y cargàbante al mancebo un !eno grue-
so o dos, para probar y ver si va tenia habilidad para !!evar!e a
ta pe!ea. Y siendo ya h&bit para la pelea. !!evaban!e y cargâ-
!)an!e las rodelas, para que tas Hevase a cuestas; y si estaba ya
bien criado. y sab!a las buenas costumbres y ejercicios a que
estaba obtigado, elegianle para maestro de los mancebos, que
se Ilarra ~of/tcoM~; y si era ya hombre valiente y diestro, ele-
!?!an!e para regir a todos los mancebos y para castigartos, y en-
tonces se Hamaba telp(7chilato; y si ya era hombre vatiente, y
si en la guerra habia cautivado cuatro enemigos, elegianle y
nombrabante tlacatécatl, o /&M'ocAc<ï/co~, o quauhtlato, los cua-
tes regian y gobemaban el pueblo. 0 etegiante por oc/tcoMA~t,
que era como ahora alguacil, y tenia vara gorda y prendia a
los delincuentes y los ponia en la càrcet. De esta manera iban
subiendo de grado en grado los mancebos que alli se criaban, y

29ï
eran muy muchos los que se cr!ab:m en las casas del <~wAfoW,
porque cada
parroquia tenia qui nce o diez casas de telpoch-
coMt. Y la vida que tenia no era muy aspera, y dormian todos
juntos cada uno apartado del otro, en cada casa de ~~orAco~

y castigaban al que no iba a dormir en estas casas, y com!an


en sus casas propias.
Iban todos a trabajar
juntos dondequiera que tenian obm, a
hacer harro, o paredes. o maizal, o zanja o acequia. Para hacer
estes trabajos iban todos juntos, no se repartian, o iban todos
juntos a tomar y traer lefta a cuestas de los montes, que era
necesaria para la casa de c<«caco~o y telpochcalli; y cuando
hacian alguna obra de trabajo, cesaban del trabajo un poco an-
tes de la puesta del sol. Entonces ibanse a sus casas y bana-
banse, y untâbanse con tinta todo el cuerpo, pero no la cara
luego ponianse sus mantas y sartales, y los hombres valientes
ponianse unos sartales de caracoles mariscos que se Haïnan chi-
polli, o sartales de oro, y en lugar de peinarse escarrapuxâ-
banse los cabellos hacia arriba por parecer espantables. y en la
cara ponian ciertas rayas con tinta y ntar~agita, y en los a~u-
{eros de las ore)a<: ponianse unas turquesas se Itaman
que .nf</t-
ft0foc/t//t, y en la cabeza pon!ansc unas plumas blancas como
penachos; y vest!anse con las mantas de ma~uey que se Hama
fAo~fod~'n~, las cuales eran tejidas de t~!o (le maguey torcido,
no eran tupidas sino flojas y ralas a manera de red
pon!an y
unos caracoles mariscos sembrados y atados por las mantas; y
los principales vestianse con las m!smas mantas, pero los cara-
coles eran de oro; y los hombres vaHentes que se Hamaban
gM~MOfA~/ut traian atados a las mantas unos o\'H!os grandes
de aï~odon; y tenian costumbre cada dia, a la puesta del sol,
(que) ponian lumbre en la casa de fMtfaca/co los mancebos, y
comenzaban a bailar y danzar todos, hasta pasada la media
nochc; y no tenian otras mantas sino aquellas mantas que se
!!aman cA<coJyo~ que andaban casi desnudos; y dcspués de
haber bailado todos iban a tas casas de telpochcalli a dormir,

2<)2
en cada barrio, y asi !o hacian cada noche; y los que eran
amancebadcs ibanse a dormir con sus arnicas.

CAPITULO VI.

DF LOS CASTIGOS QUE HAC~AN A LOS QUE SE EMBORRACHABAN.

I.os mancebos que se criaban en la casa del <~of/<fo/t te-


nian cargo de barrer y limpiar la casa; y nadie beb!a vino, mas
sotamente los que eran ya viejos bebian et vino muy secreta-
mente y bebfan poco, no se emborrachaban; y si parecia un
mancebo borracho pùMicamente o si te topaban con el vino, o
te ve!an ca!do en la catte o iba cantando, o estaba acompanado
con los otros borrachos, este tal, si cra fMo~c~M~ castigibante
dandote de palos hasta matarle, o le daban garrote delante de
todos los mancebos juntados, porque tomasen ejemplo y miedo
de no emborracharse; y si era noble el que se cmborrachaba
dabanïe garrote secretamente. Y estos mancebos tenfan sus
amigas, cada dos, o tres, la una tenian en su casa y las otras
estaban en sus casas; y quien queria salir de la casa de telpoch-
coMt, y dejar la conversaci6n de los mancebos, pagaba a los
maestros de los mancebos diez o veinte mantas grandes que
se ttaman quachtli, si tenta hacienda, y asi en consintiendo los
maestros de los mancebos, luego le dejaban salir de aquella casa

y casabase; y entonces le ttamaban tlapaliuhcati, que quiere de-


cir que no es mancebo sino que es casado. Y el que era bien
criado v aficionado a tas costumbres de los mancebos no sat!a
de alli de su voluntad, aunque fuese ya de edad perfecta. sino
que por mandato del rey o senor satta de aquella casa. Y de
cstos mancebos no se elegian tos senadores que regian los pue-
blos, sino otros oficiales mas bajos de la repùblica, que se lla-
maban tlatlacateca y f~ococAco~ca y ofAco~dM/t~M, porque no
tenian buena vida, por ser amancebados y osaban decir palabras
livianas y cosas de burla, y hablaban con soberbia y osadamente.

~93
CAPITULO VII.

DE COMO LOS
SENORES Y PRINCIPALES Y GENTE DE TOXO
OFREcfAN SUS HIJOS A LA CASA QUE SE LLAMABA
CALMECAC Y DE LAS COSTUMBRES QUE ALLf
LOS MOSTRABAN.

Los sonores o principales,


o viejos ancianos, ofrecian a sus
hijos a la casa que se Ilamaba
Co/tM~fOf. Era su intendôn que alli
se criasen para que fuesen ministros de los idolos, porque decian
que en la casa de Calmécac habia buenas costumbres, y doctri-
nas y ejercicios, y àspera y casta vida, y no haMa cosa de des-

vcrguenzas, ni reprehensiôn, ni afrenta ninguna de las costum-


bres que alli usaban los ministros de los idolos, que se criaban
en aquella casa. Senor o principal o rico, cualquier que ténia
hacienda, cuando ofrecia a su hijo hacia y guisaba muy buena
comida y convidaba a los sacerdotes y ministros de los Motos,
que se ttamaban //aMto<'<M'~M~ y çMogMafft~t'M, y a los viejos
p!àticos que tenian cargo del barrio; y hecho el convite en casa
del padre del muchacho, los viejos ancianos y p!àticos hacian
una p!atica a los sacerdotes y ministros de los idolos que cria-
ban los muchachos, de esta manera: "i Ah, seiiores sacerdotes y
ministros de nuestros dioses, habéis tomado trabajo de venir
aqui, a nuestra casa, y os trajo nuestro senor todo poderoso!
Os hacenios saber que nuestro senor fué servido de hacernos
merced de darnos una criatura, como una joya o pluma rica
que nos fué dada; si mereciéremos que este muchacho se cr!e y
viva, y (como) es var6n, no conviene que le mostremos oficio
'te mujer teniéndote en casa; por tanto, os le damos por vuestro
hijo y os leencargamos, y ahora al
presente ofrecémosie al
senor CMc~M~o~, o otro nombre
77t~o~oMÇM<, para entrar en
la casa de Calmécac, que es la casa de penitencia y !âgrimas
donde se crian los senores nobles, porque en este lugar se me-
recen !o< tesoros de dios, orando y haciendo penitencia con
îagrimas y gemidos, y pidiendo a dios que Jes haga misericor-

~94
dia y merced de darles sus riquezas. Dcsde ahora le ofrecemos,
para que en Ilegando a edad convenible entre y viva en casa
de nuestro senor, donde se crian y doctrinan los seiiores nobles,
y para que este nuestro muchacho tenga cargo de barrer y lim-
piar la casa de nuestro senor. Por tanto humildemente rogamos
que le recibàis y toméis por hijo, para entrar y vivir con los
otros ministros de nuestros dioses en aquella casa donde hacen
todos los ejercicios de penitencia, de dia y noche, andando de
rodillas y de codos, orando, rogando y Ilorando y suspirando
antc nuMtro sefior".
Y los sacerdotes y ministros de los idolos respond!an a los
padres del muchacho, de esta manera: "Aqui o!mos vuestra
p!atica, aunque somos indignos de o!r!a, sobre que deseiis que
vuestro amado hijo, y vuestra piedra preciosa o pluma rica,
entre y viva en la casa de Calmécac. No somos nosotros a quien
se hace esta platica, mas hacesc al senor Quet.-alc6atl, o otro
nombre T~t~o~oMÇMt, en cuya persona la oimos; et es a quien
habtais, et sabe !o que tiene por bien de hacer de vuestra piedra
preciosa y pluma rica, y de vosotros sus padres. Nosotros, in-
dignos siervos, con dudosa esperanxa cspefamos !o que sera; no
sabemos por cierto cosa cierta que os decir, esto sera o esto sera
de vuestro hijo; esperemos en nuestro senor todo poderoso !o
que tendra por bien de hacer a vuestro hijo".
Y luego tomaban al muchacho y Heyàbante a la casa de
Calmécac, y los padres del muchacho ttevaban consigo papeles
e incienso, y maxtles y mantas, y unos sartales de oro y pluma
rica, y piedra:~ preciosas ante la estatua de (?M<*f.M~'<!o~, en la
casa de Co~<~<'<tc, y en llegando luego todos tenian y untaban
al muchacho con tinta todo el cuerpo y la cara, y le ponian unas
cuentas de palo que se ttama ~eco~o~t; y si era hijo de pobres
le ponian hilo de atgodon flojo, y le cortaban tas orejas, y saca-
ban la sangre y la ofrecian ante la estatua de C'«'~<~<'< y
si aun era pequeno tomaban a ttevarte consigo los padres a su
casa. Y si el muchacho era hijo del senor o principal, luego
le quitaban tas cuentas hechas de /fo~o//< y tas dejaban en la

~95
casa de Co~~cof, porque decian que !o hacian as! por raz6n
que el espiritu del muchachuelo estaba asido a tas cuentas de

f~oco~o~ y el mismo espiritu hac!a los servicios bajos de peni-


tencia por el muchachuelo; y si era /a de edad convenible para
vivir y estar en la casa de Co~M~coc, luego le dejaban alli en
poder de los sacerdotes y ministros de los idolos, para criarle y
ensenarle todas tas costumbres que s<* usaban en la casa de. Cal.
mécac.

CAPITULO VIII.

DR LAS COSTUMBRES QUE SE GUARDABAN EN LA CASA QUE S&


LLAMARA CALMECAC. DONnE SE CRÏABAX LOS SACERDOTES
V MÏXÎSTROS HKL TEMPLO DESHK Nt~OS.

Era laprimera costumbre que todos los ministros de los


idolos que se Hamaban ~MMCMgM~ dormian en la casa de Co~-
tM<<cac. La segunda era que barrian y limpiaban la casa todos,
a las cuatro de la manana. La tercera era que los muchachos
ya grandecillos, iban a buscar y cortar puntas de maguey. la
cuarta era que los ya grandecillos iban a traer a cuestas la tena
del monte, que era necesaria para quemar en la casa de Calmé-
cac cada noche, y cuando hacian alguna obra df barro o pare-
des, o maizal, o zanjas o acequias, ibanse todos juntes a traba-
jar, en amaneciendo, solamente quedaban los que guardaban
la casa y los que les Ilevaban la comida, y ningttno de ellos fat-
taba, con mucho orden y concierto trabajaban. La quinta era
que cesaban del trabajo un poco tempranillo, y luego iban dere-
chos a su monasterio a entender en el servicio de los dioses y
ejercicios de penitencia, y banàbanse primero, y a la puesta del
sol comenzaban a aparejar las cosas necesarias, y a las once ho-
ras de la noche tomaban el camino llevando consigo las puntas
<te maguey; cada uno, a solas, iba ttevando un caracol para
taner en el camino y un incensario de barro, y un zurr6n o

296
latent en
que iba el incienso, y teas y puntas de maguey, y Mt
cada uno iba desnudo a poner al lugar de su devoci6n las pun-
tas de maguey, y los que querian hacer gran penitencia, !tega-
ban asi a los. montes y sierras y rios, y los grandecillos Ilegaban
hasta media legua y en Ilegando al lugar determinado, luego
ponian las puntas de maguey, metiéndo!as en una pelota hecha
de heno, y as! se v6!v!a cada uno, a solas, tanendo el caracol.
La sexta era, que los ministros de los idolos no dormian dos
juntos, cubiertos con una manta, sino dormian cada uno apar-
tado del otro. La séptima era que la comida que comian (la)
hacian y guisaban en la casa de Co~Mt~coc, porque tenian rfnta
de comunidad que gastaban para la comida, y si traian a a!ffu-
nos comida de sus casas, todos la comian. La octava era que
cada media noche todos se levantaban a hacer orac!6n, y quien
no se levantaba y despertaba, castigâbanle, pnnzàndote las ore-
jas y el pecho y muslos y piernas, metiéndole las puntas de

maguey por todo el cuerpo, en presencia de todos los ministros


de los idolos porque se escarmentasen La novena que nin~mo
era soberbio, ni hacia ofensa a otro, ni era inobediente a la
orden y costumbres que ellos usaban, y si algttna vez parecia
un borracho o amancebado, o hacia otro delito crimina!, luego
le mataban o le daban garrote. o le asaban vivo o le asaeteaban
y quien !~acîa culpa venial, tue~o le punzaban las orejas y lados
con puntas de maguey o punzôn. la décima era que a los
muchachos castigaban punzandoles las orejas, o los azotaban
con ortigas. La undécima era que a la media noche todos los
ministros de los idolos se banahan en una fuente. la duodécima
cra que cuando era d!a de ayuno todos ayunaban, chicos y
Rrandes, no comian hasta medio dia, y cuando Ilegaban a un
ayuno que se llamaba o/owo~MC/o, ayunaban a pan y agua. y
otros que ayunaban no cotman todo el dia sino a la media no-
che, y otro dia hasta la otra média noche;y otros no comian
hasta e! mediodfa, una vez no mas, y en la noche no gustaban
cosa alguna aunque fues<. agua. porque decian <}ue quebranta-
ban el ayunc si gustaban cosa a!guna o si ttebian agua la dé-

297
cimatcrcera era que tes ~nostraban a los muchachos (a) hablar
bien y saludar, y hacer révérend a, y el que no hablaba bien o
no saludaba a los que encontrab:t, o estaban ausentados, luego
le punzaban con las puntas de maguey. La décimacuarta era,
que les ensenaban todos los versos de canto, para cantar, que
se llamaban divinos cantos, los cuales versos estaban escritos en
sus libros por caractères; y mas les ensenaban la astrologia in-
diana, y tas interpretaciones de los suenos y la cuenta de los
anos. La dëcimaquinta era que los ministros de los idolos te-
nian voto de vivir castamente, sin conocer a mujer camatmente,
y corner templadamente ni decir mentiras y vivir devotamente y
temer a dios, y con esto acabamos de decir tas costumbres or-
y
den que usaban los ministros de los Motos, y dejamos otras
que en otra parte se diran.

CAPITULO IX.

DE LA ELECCÏÔN DE LOS SUMOS SACERDOTES QUE SIEMPRE ERAN


DOS, EL UNO SE LLAMABA T6TFC TLAMACAZQUI, EL OTRO
TLÂLOC TLAMACAZQUI; QUE SIEMPRE ELECiAN LOS MAS
PERFECTOS DE TODOS LOS QUE MORABAN EN EL
TEMPLO.

El que era perfecto en todas tas costumbres y ejercicios y


doctrinas que usaban los ministros de los idolos, elegianle por
sumo pontifice, at cual etegian el rey o senor y todos los prin-
cipales, y ttam&bante 0«~~<~c~o~/ y eran dos tos que eran sum-
mos sacerdotes, el uno se llamaba T6tec ~~M<r<MÇM y el otro
se llamaba 7'/<</o<' /~MM~<Mr~K<; y el que se llamaba C«<M/c<
T6tec f~otM~ocgMt, servia al dios Huitzilopochtli, y el otro que
se llamaba 7~<Moc ~MM~o~Mt servia al dios T~ocoM~fM~ que
era dios de tas ttuvias. Y estos dos sumos pontifices eran igua-
les en estado y honra, aunque fuesen de muy baja suerte y de
padres muy bajos y pobres; mas la raz6n por que etegian a es-

298
tos tales por sumos pontifices, era porque fielmente
cumptian
y hacian todas tas costumbres y ejercicios y doctrinas, que usa-
ban los ministros de !os idolos en el monasterio de Co/tMAoc.
Y por esta causa, por la e!ecci6n que hacian a uno se Ilamaba
Quetzalc6atl, o otro nombre 7<~<*f ~MMc<M'~Mt, y el otro se tta-
maba FM/oc. ~MMf<M'çMt; y en la e!ccci6n no se hac!a caso del
linaje sino de tas costumbres y ejercicios, y doctrinas y buena
vida, si las tenian los sumos saccfdotes, si vivian castamen-
te y si guardaban todas tas costumbres que usaban los minis-
tros de los Motos: (se elegia a) el que era virtuoso, humilde
y pacifico, y considerado y cuerdo, y no liviano, y grave, y ri-
guroso, y celoso en tas costumbres, y amoroso, y misericordioso,
y compasivo y amigo de todos y devoto, y temeroso de dios.
Los grados por donde §ub!a este tal son estos el primero, le
!!an!aban ~wo<'<M'<oit (que) es como acôtito; el segundo, le
Jlamaban ~Maco~~M~, que es como diâcono; el tercero, le lla-
maban ~MatMJc~, que es como sacerdote. De estos sacer-
dotes los mejores elegian por sumos pontifices, que se tta-
maban ~M~M~o/coo, que quiere decir sucesores de CM~~c~<
o~, y la vida que tenian y usaban los ministros de los idolos
era âspera, pero la crianza de los muchachos estaba partida y
distinta en dos partes, la una era en la casa de Calmécac y la
otra en la casa de telpochcaui.

299
LIBRO CUARTO

De la astrologia judiciaria o arte de adivinar


que estos mexicanos usaban para saber cua~
les dias eran bien afortunados y cuales
mal afortunados y que condiciones
tendrian los que nacian en los dias
atribuidos a los caracteres, o
signes que aqui se ponen,
y parece cosa de ni-
gromancia que no
de astrologia.
PROLOGO

Cosa muy sabida es que los <M~d~o~ llamados genethlia-


ci ~M~t solicitud ~M saber la hora y punto del nacimiento de
cada persona, /0 cual sabido adivinan y ~OMOJ~C<ÏM las incli-
~!OCtOMM naturales de los hombres, por la consideraci6n del ~<y-
MO ~M que nacen y del estado y aspecto que entonces tenfan los
planetas entre si, y en respecto del ~t<7Mo. Estos <M<rJf ~n.f o
O~tMMM /MMJOM su oJtMMOH~O en la influencia de las constela-
ciones y ~/OMC~<M, y por esta causa tolérase su O~K/MMfM'C, y
~CrMt~M~ en los reportorios que el' vulgo usa, con tal COM~tftdH
que nadie piense que la influencia de la COM~OCtO~ hace W<~
que inclinar a la sensualidad, y que HtM~tÏM ~oJ<?r tiene sobre el
libre albedrio. Estos naturales de toda (la) NK~'o Espana
tuvieron y tienen gran solicitud ~M saber el dia y /toro del n<r-
cimiento de cada ~f~o~M, para adivinar las coM~<f!<~f.?. vida y
muerte de los que )!0<'t<tM. Los que ~HtOM este oficio .t~ ~0?<ta-
&OM tonalpouhque, a los CMO~ acudian conso a profetas, cual-
quiera que le Macto hijo o hija, para informarse de .~tM c~M<7f-
ciones, vida y muertc. Estos Otftt'tMO~ MO r<'</f<Mt por los .n<y-
t:o~ ni ~~OH~~o~ dd ft~o, nno ~or «Mo ttt.t/fMft'Jt! ç~c .~M~
ellos eftcc~t .K* las ~/J Quetzatcoat! la cual fOM/t<'M<* x'ctM~c ca-
racteres WM~caJoy ~rc~ T'cc~ ~or Mto</(? <yM<' rM c/
sente libro confient. Esta ntanera de O~'tMO~O cri Mtn<7M~<T
manera puede ser ~Ct~O, /r~Mf Mt J<' /MMJa CM la /M//MfMfM de
las cstrellas, ni CM cosa MtM~MMO M0h<f0~ ni ~M cffCK~ es COM-
f orme al C~fCM~O del ano, porque rro COM~tCMf mas ~C ~O~rtfM-

303
tos ~M~!<o dtas, los cuales acobados ~o~~a~t
al principio. Este

<]T<t/tCtO de contar, 0 es arte de M~rOwdM~tCO 0 pacto y fdbri-


ra del demonio, lo cual con ~o</a diligencia debe desarraigar.

AL SINCERO LECTOR.

Tienes en el presente volumen, amigo lector, todas las fies-


tas movibles del ano, por su orden, y las ceremonias, sacrificios
y regocijos y supprsticiones que en ellas se hacian, donde se

podrâ tomar indicio y aviso para conocer si ahora se hacen del


todo o en parte aunque por no saber el tiempo en que se
hacen,, por ser mov!b!es, sera dificultoso de caer en eHàs. Tie-
ï!es también mucha copia de lengtiaje tocante a esta materia,
bien octtlta.
entre eUos bien tri!!ada y a nosotros Hay ocasi~n
en ésta thateria de conjeturar la habilidad de esta gente porque
se contiene en ella cosas bien delicadas, como en la tabla que
esta e! fin del libro se parece.

3°4
CAPITULO I.

DEL PRIMERO SIGNO LLAMADO CE CIPACTLI, Y DE LA BUENA FOR-


TUNA QUE TENfAN LOS QUE NACÎAN, ASI HOMBRES COMO
MUJERES, SINO LA PERDfAN POR SU NEGLIGENCIA,
0 FLOJURA.

Aqui comienzan los caracteres de cada


que contaban
dia,
por trecenas; eran trece dias en cada semana, y hacian un cir-
culo de doscientos sesenta dias y después tornaban al princi-
pio. El primer carâcter se Hama cipactli, que quiere decir un

espadarte, que es pez que vive en el mar; y es prindpio de todos


los caracteres, que hacen y cuentan cada dia hasta que hacen
un circule de doscientos sesenta dias, y comienza la cuenta de
los dias dando a cada carâcter de trece dfas, que se Hama ano
de los
caracteres. El primer dia de los trece es del primer
carâcter, que se Marna ct~oc~H; el segundo, de otro carâcter que
se llama oco~ que quiere decir cana ( i ) el tercer dia es de otro
carâcter que se Marna calli, que quiere decir casa; el cuarto dia
es de otro carâcter que se ttama cM~~tMHM, que quiere decir la-
gartija el quinto dia es de otro carâcter que se llama c<!<
que quiere decir culebra; el sexto dia es de otro carâcter que se
llama miquiztli, que quiere decir muerte; el séptimo dia es de
otro carâcter que se Hama w<is'o< que quiere decir ciervo; el
octavo dia es de otro carâcter que se Hama tochtli, que quie-
re decir conejo; el noveno dia es de otro carâcter que se :lama
atl, que quiere decir agua; el décimo dia es de otro carâcter,
que se Hama o~o~M~~t, que quiere decir mona; el undécimo dia
es de otro carâcter que se Hama t'~CMu<t, que quiere decir pe-
rro e! duodécimo dia es de otro carâcter que se Hama Mto/uta-
lli que quiere decir heno; el décimo tercero dia es de otro ca-
râcter que se Hama <{ca~, que quiere decir cana.

(t).–Eh la traduccion de Jourdanet se cambio el nombre de e~te se-


Rundo signo por ehécatt, viento. Seguimos en esta ediciÓn la copia del seiior
Troncoso que, como en las versiones de Panes y la sc~tida por Kings-
boroùgh, escribiu d<'<!<
8*h<«<M

305
Estos trece dias decian que eran bien afortunados,que cual-
quiera que nacia en cualquiera de los trece si era hijo
dias, que
de principal seria senor o senador, y rico; y si era hijo de ba-
ja suerte y de padres pobres, seria valiente y honrado y acata-
do de todos, y tendria que corner; y si era hija la que nacia
en cualquiera de los trece dias, seria rica y tendria todo cuanto
es menester para su casa, para gastar en comida y bebida, para
hacer convite, para bailar y danzar en su casa, y dar comida y
bebida a los
pobres viejos y huérfanos que no tienen que co-
rner y beber, y seria todo prospère !o que hiciere por su tra-
bajo para ganar la vida, y no se le perderia cosa ningunadel
trabajo, y seria hàbi! para vender todas las mercaderias y ga-
nar todo cuanto pudiere. Y mas, decian que aunque en na-
ciendo una criatura tuviese carâcter bien afortunado, si no hacia
penitencia, y si no se castigaba, y si no sufria los castigos que
se le hacian y las palabras celosas y àsperas que se le daban, y
si era de mala crianza, ni andaba en camino derecho, perdia
todo cuanto habia merecido por el buen signo en que nacio.
E! mismo se menospreciaba y se cegaba; aun si era amanceba-
do perderia la buena fortuna que tenia, y as! se empobreceria
y no tendria que corner, y beber, y tendria gran trabajo en
toda su vida, porque el mismo busco la mala ventura por su

bellaqueria, siendo desobediente y soberbio


y descuidado, y en
ninguna parte hallaria contento, y siempre tendria pobreza y
mala aventura y todos le menospreciarian y todos le tendrian en
nada, y nadie le tendria por amigo y andaria solo y nadie le
querria bien, y en todo lugar le querrian mal y todos le mal-
decirian y seria odioso a todos y le mirarian con malos ojos,
por ser pùb!ico pecador, y todos le maldecirian por ser sober-
bio y vagabundo, y por andar perdido y desobediente a !o que
se le mandaba y aconsejaba, y porque no curaba de la buena
crianza.
Y
(de) la criatura que nacia en buen decian los
signo pa-
dres y madres "nuestra criatura es bien afortunada y tiene buen
signo que se llama c~cf~t"; luego le bautizaban y le daban el

3o6
nombre del
signo ttamândote cipac, o le daban otro nombre de
toa abuctos, etc. y si les parecia pasaban el bautismo a otro dia
que fuese de mejor fortuna, dentro del mismo signo. Y si la
criatn' çue nacia era varôn, cuando le bautizahan hacianle una
rodela pequena con cuatro saetittas, y ataban a ellas el ombligo,
y dabanlo todo junto a los hombres soldados para que ïo l!e-
vasen al lugar de la pelea y alli !o enterraban: y si !a criatura
que nacia era mujer, cuando la bautizaban le ponian en el le-
brttto todas las alhajas de mujer, con que hilan y tejen. porque
la vida de la mujer es criarse en cas; y estar y vivir en et!a;
el ombligo enterrâbante junto al hogar. Y esta astrologia o ni-

gromancia fue tomada y hubo origen de una mujer que se !!a-


maba Oxomoco, y de un hombre que se Hamaba Ct~oc~M~/ y
los maestros de esta astrologia o nigromancia que contaban es-
tos signos, que se Ilamaban ~OMO~o~AgM~, pintaban a esta mu-
jer Oxomoco y a este hombre Cipact6nal, y los pon!an enme-
dio de los libros donue estaban escritos todos los caracteres de
cada dia,
porque decian que eran senores de esta astrologia o

nigromancia, como principales astrologos, porque la inventaron


e hicieron esta cuenta de todos los caracteres.

CAPITULO II.

DEL SIGNO LLAMADO CE OCÉLOTL


Y DE LA MALA FORTUNA QUE
TENfAN LOS QUE LN ÉL NACtAN, ASf HOMBRES COMO MU-
JERES, SI CON SU BUENA MLtGEXCIA NO aE REMEDIA-
BAN LOS QUE EN ESTE SIGNO NACfAN POR LA MA-
YOR PARTE ERAN ESCLAVOS.

El segundo caràcter, que se Marna océlotl, que quiere decir


tigre, el cual reinaba por otros trece dias, decian que era signo
mal afortunado en todos los trece dias que gobernaba. Este
océlotl tenia la primera casa, o dia; la segunda ténia çMaM/t~t,

307
que quiere decir àgui!a; la tercera tenia cozcaquautli que quiere
decir otro pajarote, que asi se !!ama: la cuarta tenia oM~t, que
decir novimiento; !a quinta tenia técpatl, que quiere decir
quiere
la sexta tenia quiauitl, que quiere decir Uuvia la sép-
pedemal;
tima tenia ~f/tt~, que quiere decir flor; la octava tenfa cipac-
tli, que quiere decir espadarte; la novena tenia chécatl, que
quiere decir viento; la décima tenia cc~t, que quiere decir casa;
la undécima ten!a cM~~Mttt, que quiere decir lagartija; la duo-
décima tenia cdo~, decir culebra; la décima tercera
que quiere
tenfa miquistli, que quiere decir muerte.
Cua!quiera que nacia, ora fuese noble, ora fuese plebeyo, en

alguna de las dichas casas, decian que habia de ser cautivo en


la guerra, y en todas sus cosas ttabia de ser desdichado y vi-
cioso y muy dado a las mujeres, y aunque fuese hombre valien-
te al fin vendiase el mismo por esclavo, y esto hacfa porque
era nacido en tal signo; mas dec!an, que aunque fuese nacido
en tal signo mal afortunado, remediàbase por la destreza y di-
ligencia que hacia por no dormir mucho, y hacer penitencia de
ayunar y punzarse, sacando la sangre de su cuerpo, y barrien-
do la casa donde se criaba y poniendo lumbre, y si en desper-
tando iba luego a buscar la vida, acordàndose de !o que adelan-
te habia de
gastar, si enfermase, o con que sustentase a sus hi-
jos, y si fuese cauto en las mercadurias que tratase: y también
remediàbase si era entendido y obediente, v si sufria los casti-
gos o injurias que le hacian sin tomar venganza de ellas. Lo
mismo decian de la mujer que nacia en este signo, que ser!a
mal afortunada; bi era hija de principal seria adùttera y moriria
estrujada la cabeza entre dos piedras, y viviria muy necesita-
da y trabajosa, en extremada pobreza; y no seria bien casada,
porque decian que naciô en signo mal afortunado que se !!a-
maba océlotl.
La cuarta
casa de este signo se Hama o//u!; decian que era
signo del sol y le tenian en mucho los senores, porque le tenian
por su signo, y le mataban codornices y ponianle lumbre e in-
cienso, delante de la estatua del sol; y le vestian un plumaje

308
que se llama CM~o~OHo~yo~, y al medio dia mataban cauti-
vos y el que nacia en este dia era indiferente su ventura, o bue-
na o mala; si era varon seria hombre valiente, y cautivaria los
enemigos o moriria en la guerra, porque decian que en tal sig-
no naci6. Y todos hacian penitencia, chicos, hombres y muje-
res, y cortaban las orejas y sacaban la sangre a honra del sol;
decian que con esto se recreaba el sol. La séptima casa de es-
te signo se !!amaba :f<!c/tt~; decian que era indiferente, bien
afortunado y mal afortunado, y especialmente los pintores hon-
raban este signo, que se ttama x6chitl y le hacian una esta-
tua labranderas hon-
y le daban ofrendas, y también las mujeres
raban este signo, y ayunaban ochenta o cuarenta o veinte dias
antes que ttegasen a la fiesta de este signo x6chitl, por razon
que le pedian que tes diese y favoreciese en sus labores de bien
pintar, y a las mujeres de bien labrar y bien tejer; y ponian lum-
bre e incienso, y mataban codornices delante de la estatua. Y
en pasando el ayuno todos se banaban para celebrar la fiesta
del dicho signo cAtcoMt~ .fJfAt~; y decian que este signo era
también mal
afortunado, que cualquiera mujer labrandera que
quebrantaba el ayuno le acaecia y merecia que fuese mata mu-

jer pùbtica; y mas decian, que las mujeres labranderas eran


casi todas malas de su cuerpo, por razôn que hubieron el origen
de labrar de la diosa XocAtgM~o~. la cual les enganaba, y esta dio-
sa también tes daba sarnas
y bubas incurables y otras enferme-
dades contagiosas; y la que hacia penitencia a que era obliga-
da, merecia ser mujer de buena fama y honra y seria bien ca-
&ada. Y mas decian. que cualquiera que nacia en el dicho
signo x6chitl, séria habit para todas las artes mecànicas, si
fuese diligente y bien criado; y si no fuese bien criado y en-
tendido, tampoco no merecia buena fortuna, sino malas ventu-
ras y deshonras. La novena casa de este signo ~ra~ es mal
afortunada, que cualquiera que nacia en aquel dia era mal aior-
tunado porque su vida seria como viento, que Ileva
consigo to-
do cuanto puede; quiere ser algo y siernpre es menos, y quie-
re medrar y siempre desmedra, y tienta de tomar oficio y nun-

309
ca sale con
nada, aunque sea hombre valiente o soldado no hay
quien se acuerde de él, todos le menosprecian, y ninguna cosa que
intenta tiene buen suceso, con ninguna cosa sale.

CAPITULO III.

DEL TERCERO SIGNO LLAMADO CE MAZATL, Y DE LA BUENA FOR-


TUNA QUE TENfAN LOS QUE EN EL NACfAN, ASI HOMBRES
COMO MUJERES, SI POR SU NEGLIGENCIA NO LA PERDfAN.

El tercer carâcter se Hama ce mdzatl, el cua! gobemaba por


otros trece dias. Este signo w~ar~ ten!a la primera casa o
dia; la segunda tenia tochtli; la tercera tenia atl; la cuarta te-
nia itzcuintli; la quinta ten!a o~oMto~t; la sexta ténia malinalli;
la séptima tenia <o~/ la octava tenia océlotl la novena tenia
quauhtli; la décima tenia co~coc«OMA~t/ la undécima tenia ollin;
la duodécima tenia
técpatl; la décima tercera tenia quiduitl. To-
dos los dichos trece dias decian que unos eran bien afortunados
y otros mal afortunados, como parecerâ por la dec!araci6n de
ellos. Decian que cualquiera que nacia, siendo hijo de princi-
pal, en el dicho signo, séria también noble y principal y ten-
drfa que corner y beber, y con que dar vestidos a otros, y otras
joyas y atavîos; y si nacia un hijo'de hombre de baja suerte en
aquel dia, decian que seria bien afortunado y que mereceria ser
hombre de guerra y sobrepujar~ a todos de su manera, y se-
ria hombre de mucha gravedad y no cobarde ni pusilanime y si
nacia hembra en aquel dia, siendo hija de noble, o de hombre
de baja suerte, !o mismo merecia ser bien afortunada, varonil
y animosa, y no darfa pesadumbre a sus padres; y mas decian,
que cualquiera que nacia en este signo ce ~t~o~ era temeroso
y de poco animo, y pusilanime; cuando oia tronidos, y retâm-
pagos o rayos no lospodia sufrir sin gran miedo y se espanta-
ba y alguna vez le acontecia que moria del rayo, aunque no

3io
Iloviese, ni fuesenublado, o cuando se banaba ahogàbase, y le
quitaban los ojos y unas algunos animales del agua, porque
decian que naci6 en tal signo c<? Mt<~o~, porque es su natural
del ciervo ser temeroso. Y el que nacia en este signo era te-
meroso demasiadamente, y los padres, como sabian el signo don-
de habia nacido, no tenian cuidado (de él) por tener por ave-
riguado que habia de parar en mal. Y en este dicho signo decian
que las diosas que se Ilamaban Ct/tMa/c~o descendian a la tie-
rra, y les hacian fiesta y las daban ofrendas, y vestian con pape-
tes a sus estatuas.

CAPITULO IV.

DE LA SEGUNDA CASA DE ESTE SIGNO QUE SE LLAMA OME TO-


CHTLI, EN LA CUAL NACiAN LOS BORRACHOS.

La segunda casa o dia de este signo llamaba ome tochtli.


Decian que cualquiera que nac!a en este
seria borracho,
signo
inclinado a beber vino y (que) no buscaba otra
cosa sino el vi-
no, y en despertando a la manana bebe el vino, no se acuerda
de otra cosa sino del vino y asi cada dia anda borracho, y aun
!o bebe en ayunas, y en amaneciendo luego se va a las casas
de los taberneros, pidiéndoles por gracia et vino; y no puede
sosegar sin beber vino, y no le hace mal ni le da asco, aunque
sean heces del vino, con moscas y pajas, as{ !o bebe; y si no
tiene con que comprar el vino, con la manta o el maxtle que
se viste merca el vino, y asi después viene a ser pobre; y no
puede dejar de beber vino, ni !o puede olvidar ni un solo dia
puede estar sin emborracharse, y anda cayéndose, lleno de pol-
vo y bermejo, y todo espeluzado y descabellado y muy sucio; y
no se lava la cara, aunque se caiga tastimandose e hiriéndose
en la cara, o en las narices, manos o los pies, etc. No to tie-
ne en nada aunque esté tteno de golpes y heridas de caerse por
'andarse borracho, no se le da nada, y tiémbtate las manos, y

3"
cuando habta no sabe !o que se dice habla como borracho, y
dice palabras afrentosas e injurtosas, reprehendiendo y disfa-
mando a otros y dando-aullidos y voces, y diciendo que es hom-
bre valiente; y anda bailando y cantando a voces y a todos me-
nosprecia y no teme cosa ninguna, y arroja piedras y palos y
todo lo que se le viene a las manos, y anda alborotando a to-
dos, y en las calles impide y estorba a los que pasan; y hace
ser pobres a sus hijos y los espanta y ahuyenta; y no se echa
a dormir quietamente, sino anda inquieto hasta que se ha can-
sado. Y no se acuerda de to que sera necesario en su casa, pa-
ra hacer lumbre y para las otras cosas que son menester, mas
solamente procura de emborracharse, y asi esta su casa muy
sucia, Hena de estiércol y polvo o salitre, y no hay quien la
barra y haga lumbre; su casa esta obscura, con pobreza, y no
duerme en su casa sino en casas agenas, y no se acuerda de otra
cosa sino de la taberna; y cuando no halla el vino y no lo be-
be, siente gran pesadumbre y tristeza y anda de acâ, y de alla,
buscando el vino; y si en algunas casas entrando, estân atgu-
nos borrachos bebiendo vino, huélgase mucho y reposa su co-
razon, y asiéntase reposando y holgàndose con los borrachos, y
no se acuerda de salir de aquella casa y si le convidan a
beber el vino en alguna casa, luego se levanta y de buena gana
va corriendo, porque ya ha perdido la vergüenza y es desver-
gonzado, no terne a nadie. Por esta causa todos le menospre-
cian, por ser hombre infamado pùblicamente, y todos le tie-
nen hastio y aborrecimiento; nadie quicre su conversaciôn por-
que confunde todos los
amigos y ahuyenta los que estaban jun-
tos, y déjanle solo porque es enemigo de los amigos. Y dectan
que nacio en tal signo, que no se podia remediar; y todos deses-
peraban de é!, diciendo que se habia de ahogar en algùn arro-
yo o laguna, o se habia de despenar en alguna barranca, o le
habian de robar algunos salteadores todo cuanto tenia, y esta-
ria desnudo; y demâs de esto hace el borracho muchas desver-
güenzas, de echarse con mujeres casadas, o hurtar cosas aje-
nas, o saltar por las paredes, o hacer fuerza a algunas mujc-

3Ï2
res, o retozar con ellas, y hace todo esto porque es borracho
y esta tuera de su juicio; y en amaneciendo cuando se levanta
el borracho, tiene la cara hinchada y disforme y no parece per-
sona, anda siempre voceando. Y el que no es muy dado al
vino hâcete mal cuando se emborracha, y hace!e mal a los ojos
y a la cabeza, y no se levanta, mas duerme todo el dia; y no
tiene gana de corner, mas tiene hastio de ver la comida, y con
dificultad vuelve en s!.

CAPITULO V.

DE LAS DI\~ERSAS MENERAS DE BORRACHOS.

Mas decian que e! vino se !!ama ffM~OM~o~ofA~M, que quie-


re decir "400 conejos", porque tiene muchas y diversas ma-
neras de borracheria. (A) algunos borrachos, por razôn del sig-
no en que nacieron, el vino no les es perjudicial o contrario; en
emborrachandose luego caense dormidos o ponense cabizbajos,
asentados y recogidos, ninguna travesura hacen ni dicen; y otros
borrachos comienzan a Uorar tristemente y a sollozar, y c6-
rrenles las làgrimas por los ojos, como arroyos de agua y otros
borrachos ïuego comienzan a cantar, y no quieren parlar ni oir
cosas de burlas, mas solamente reciben consolaciôn en cantar; y
otros borrachos no cantan, sino luego comienzan a parlar y a
hablar consigo mismos, o a infamar a otros y decir algimas des-
vergüenzas contra otros; y a entonarse, y decirse ser unos de
los principales, honrados, y menosprecian a otros y dicen afren-
tosas palabras, y alzanse, y mueven la cabeza diciendo ser ricos
y reprendiendo a otros de pobreza, y estimandose mucho, como
soberbios y rebeldes en sus palabras, y hablando recia y aspe-
ramente moviendo las piernas y dando coces; y cuando estan
en su juicio, son como mudos y temen a todos, y son temero-
&os, y excùsanse con decir, "estaba borracho", y no sé !o que
me dije, estaba tomado del vino". Y otros borrachos sospechan

3'3
mal, hàcense sospechosos y mal acondicionados y entienden las
cosas al revés y levantan falsos testimonios a sus mujeres, di-
ciendo que son malas mujeres, y luego comienzan a enojarse
con cualquiera que habla a su mujer, etc.; y si alguno habla,
piensa que murmura de él; y' si alguno r!e, piensa que se r!e de
él, y asi rine con todos sin razôn y sin porqué. Esto hacen
por estar trastornados del vino. Y si es mujer la que se em-
borracha, luego se cae asentada en el suelo, encogidas las pier-
nas, y algunas veces extiende las piernas en ese suelo; y si es-
ta muy borracha desgrénase los cabellos, y asi esta toda desca-
bellada y duérmesc, revueltos todos les cabellos, etc. Todas
estas maneras de borrachos ya dichas decian que aquel borra-
cho era su conejo, o la condicion de su borrachez, o el demonio
que en él entraba. Si algùn borracho se despeno, o se matô, de-
cian "aconejôse"; yporque el vino es de diversas maneras y
hace borrachos de diversas maneras le llaman <-<s'oM~oc/t/M!,
que son "oo conejos", como si dijesen que hacen infinitas ma-
neras de borrachos: y mas decian, que cuando entraba el sig-
no OMf ~oc/ti'~ hacian fiesta al dios principal de los dioses del
vino, que se Hamaba 7.?~Mt~ca~. También hacian fiesta a to-
dos los dioses del vino, y ponianles una estatua en e! cu y dâ-
banles ofrendas, y bailaban y tanianles flautas, y delante de
la estatua unatinaja hecha de piedra que se Ilamaba ometoch-
~c~Mta~, llena de vino, con unas cafias con que bebian el vino
los que venian a la fiesta, y aquellos eran viejos y viejas, y hom-
bres valientes y soldados y hombres de guerra, bebian vino de
aquella tinaja, por razon que algùn (lia serian cautivos de los
enemigos, o ellos, estando en lugar de la pelea, tomarian cau-
tivos de los enemigos: y asi andaban holgàndose, bebiendo vi-
no, y et vino que bebian nunca se acababa, porque los taber-
neros cada rato echaban vino en la tinaja. Los que Hegaban
al <<~MCM~ donde estaba la estatua del dios /~Mt/J<'a// y tam-
bién los que nuevamente horadaban los magueyes y hacian vi-
no nuevo, que se Ilamaba «t~<, traian vino con càntaros y
echàbanto en la tinaja de piedra, y no solamente hacian esto

3'4
los tabemetos en la fiesta sino cada dia !o hacian asi, porque
era tal costumbre de los tabemeros.

CAPITULO VI.

DE LAS DEMAS CASAS DE ESTE SIGNO, UNAS PROSPERAS, OTRAS


ADVERSAS Y OTRAS IKDIFERENTES.

La tercera casa de este signo se llama yei atl; decian que era
indiferente, o bien o mal afortunada, porque cualquiera que na-
cia en este dia, que seria rico y prospère y tendria mucha ha-
cienda, que ganana por su trabajo y que la perderia presto, y
se desharfa como agua o como cosas que Ileva el rio; y nun-
ca saldria con nada, ni tendria reposo, ni contento, todo se le
desharia entre las manos y todo su trabajo saldria en vano.
La cuarta casa de este signo se llama Mo/tMt itzcuintli; decian
que cualquiera que nacia en esta casa, seria rico y venturoso
y tendria que comer y beber, aunque no trabajase un solo dia,
no sabria (de) donde le venia !o que comia; en cualquiera ca-
sa se hallaria contento en todo el dia, y aùn ganaria algo pa-
ra sustentacion de sus hijos; y asi estando descuidado se le
vendria !o que habia de comer, y no sabria de donde y de que
manera se haria esto; aunque trabajase poco; ganaria algo pa-
ra sustentarse; y mas decian, que si el que nacia en este signo
se daba a criar perritos, todos cuantos qnisiese criar se le mul-
tiplicarian y los gozaria, y seria rico con ellos, porque era gran-
geria que se usaba, y decian que eran de un mismo signo él y
ellos, y unos vende y otros se le nacen, y con ellos ganaba ro-
pas, que se Harnan çMac/t~t, y se hacia rico del precio de los
perros, porque era costumbre antiguamente comer los perros
y venderlos en el mercado y los que los criaban traian al mer-
cado muchos perros, y los compradores a su placer y contento
buscaban el que era mejor, o de pelo chico, o de pelo largo.

315
Cuando vendian estos perros en el ~t?MM unos ladraban y
otros carteaban, y los ataban los hucicos porque no mordiesen; y
cuando los mataban hacian un hoyo en la tierra, y met!an en
él las cabezas de los perros y los ahogaban; y el dueno del pe-
rro, que le vendia, poniale un hilo de algodôn, flojo, en el pes-
cuezo, y halagabale trayéndole la mano por el cuerpo, diciéndo-
le aguàrdame alla porque me tias de pasar los nueve rios del
infierno. Y algunos ladrones mataban estos perros armàndolos
con lazos.
La quinta casa de este signo se ttama mactiilli o.?<w<o~/ de

que el que nacia en esta casa era inclinado a placeres y re-


gocijos y chocarrerias, y con sus dona!res y truhanerias dar!a
contento y ategna a los que le oyesen y diria donaires y gracias
sin pensarlos; y decian que esto ten!an por razôn del signo en

que habian nacido.


Lasexta casa de este signo se ttama chicuacen malinalli; de-
cian que era casa mal afortunada, porque los que en ella na-
cian, vivian siempre en pobreza y trabajos, y sus hijos todos
monan y ninguno se lograba, y venian a tanta bajeza éstos
que se vendian por esclavos. La séptima casa de este signo
se llama c~«'o~<' <ïr<7/ y decian que era bien afortunada;
los que en ella nacian serran ricos, y que cualquiera cosa que
emprendiesen tendria prospère suceso. La octava casa de este
signo se Ilama chicuci océlotl, y la novena chiconahui quiahuitl;
y la décima matlactli o~u<, y !a undécima matlactlionce co~co-
çtMMA~t y la duodécima MM~~c//to~Ko~t<' ~c/'oJ. Todas estas
casas decian que eran mal afortunadas, y los que en ellas na-
cian ninguna buena ventura tendrian. A la décimo tercera ca-
sa de este signo llamaban matlnctlinmei quiahuitl (y) dedan
que era casa venturosa por ser la casa postrera de todas las
de este signo; decian que todos los que en ella nacian, asi hom-
bres como mujeres, serian ricos y muy ahastados de las cosas
necesarias, y que tendrian larga vida y Heganan a !a vcjez,
por haber nacido en la casa postrera del signo.

3ï6
CAPITULO VII.

DEL CUARTO SIGNO LLAMADO CE X6CHITL. Los HOMBRES QUE


NACÏAN EN ÉL DECfAN QUE ERAN ALEGRES, INGENIOSOS Y
INCLÏNADtMf A LA MÛSÏCA Y A PLACERES, Y DECIDORES,
Y LAS MUJERES GRANDES LABRANDERAS Y LIBE-
PALES DE SU CUERPO.SI SE DESCUIDABAX,
DECÎAN, ESTE SIGNO SER INDIFERENTE
A BIEN Y A MAL.

E! cuarto si~no se Marna ce .t'(!fAt~, y tiene trece casas. I~s-


te ce x6chitl tenta la primera casa; la segunda de este signo te-
nia ome c~a<'<H; la tercera tenia chécatl; la cuarta nahui ca-
Ili; la quinta ntacuilli fM~~aMtM; la sexta chicuace cJa~; la sép-
tima chicome Wt~Mt~~t; la octava chicuei M«ï~a~; la novena chi-
c~toAMt tochtli; la décima MM~ac~t atl; la undécima Mta~ac~t-
OMC<*t~cMtM~t,' la duodécima MM~<K'~tOMtOMt<? ozomatli; la déci-
ma tercera wa~oc~tow<?t Hta~taKt; todas estas casas tenian por
mal afortunadas. También decian que eran indiferentes; de-
cian que cualquiera que nacia en alguna de estas casas ora fue-
se noble, ora fuese popular, seria truhàn y chocarrero, y deci-
dor su ventura seria su consotacion, y recibiria gran contento
en estas cosas si fuese devoto a su signo; y si no tenia en na-
da a su signo, aunque fuese cantor y oficial y tuviere de corner.
hariase soberbio y desdenoso y mal acondicionado, presuntuoso,
y no tendria en nada a los mayores, ni a los iguales, ni a tos
viejos ni a los mozos; con todos liablaria con soberbia y con
desdén. A este tal todos le tienen por desatinado, y dicen que
dios le ha der-amparado, y que por su culpa ha perdido su ven-
tura y asi todos le menosprecian; y él, viéndose menospreciado
de todos, de pena cae en enfermedad
y congoja alguna y con
ella se empobrece, y se hace solitario, olvidado de todos, y de-
sea su muerte y desea salir de esta vida porque nadie le ve,
ni visita, ni hace cuenta de él, y todo cuanto tiene se le deshace
como la sal en et agua, y muerc en pobreza, que apenas tiene

3'7
con que se amortajar, y esto le acontece por ser indevoto, y
mal agradecido a su signo, y por ir tras sus malas inct!naciones,
desgarrândose y despenândose por sus v icios. Y decian que es-
to le acontecia por haber perdido la ventura de su signo. Y
si alguna mujer nacia en este signo que se llama ce .for~t~,
decian que seria buena labrandera, pero era menester para go-
zar de esta habilidad que fuese muy devota a su signo e hicie-
se penitencia todos los dias que reinaba; y si esto no hacia,
su signo era contrario y v iviria en pobreza y en desecho de to-
dos, y también seria viciosa de su cuerpo y venderiase pûbti-
camente y decian que aquello haria por razôn del signo en
que habia nacido, porque era ocasionado a bien y a mal.
También decian que los senores bailaban en este signo por
su devociôn, los dias que les parecia; y cuando habian de co-
menxar esta solemnidad ponian dos varales con flores a la
puerta del palacio, y aquello era senal que habian de bailar a
honra de este signo, algunos dias, y el cantar que habian de de-
cir mandaba el senor que dijesen el que se Hama CMC.<c<fy<
o ~ot<aM<'o cK~.r~c~o~, o M~.vo~tMc<ïyo~, o el que se Ilama ana-
AMac~'o~, o alguno de los otros que estân aqui senatados. Y
también los que tenian cargo de guardar los plumajes con que
bailaban, sacaban todos los plumajes que tenian para que toma-
se cual quisiese el senor, y conforme a aquel daban sus divi-
sas o plumajes a los principales y hombres valientes y solda-
dos, y toda la otra gente de guerra, y también daban mantas y
wo~r~ a los cantores y a los que tanian /<?~OM<M'~< y atamhor,
y a los que silbaban, y a todos los otros bailadores y cantores; y
dâban!es de comer a todos estos diversas maneras de tamales
y diversas maneras de mo!cs, como aqui se declara; y cuando
ya estaban enfadados de estebaile, quitaban los varales que ha-
bian puesto, en sena! que el ha!!c ya se habia acabado. y quemâ-
banlos y luego todos cesaban de bailar en el patacio; pero los
principales en sus casas podian bailar.

3~8
CAPITULO VIII.

DEL QUINTO SIGNO LLAMADO CE ÂCATL, MAL AFORTUNADO, DE-


CfAN QUE LOS QUE NACfAN EN ÉL ESPECIALMEXTE SI NA-
ciAN EN LA NONA CASA QUE LLAMAN CHICONAHUI
CIPACTLI, ERAN GRANDES MURMURADORES. NOVELE-
ROS, MALSINES, TESTIMONEROS~ ETC. DECIAN
SER ESTE EL SIGNO DE QuETZALCOATL,
DONDE LA GENTE NOBLE HAcfA MU-
CHOS SACRIFICIOS Y OFRENDAS A
HONRA DE ESTE DIOS.

Et quinto signo se ttama ce <ïca~, de este sigtto se dice que


todo es mal afortunado. La segunda casa se Hama ont<' océlotl;
la tercera casa se ttama ci ~KOM/t~t; la cuarta casa nahui fo~ca-
<(OM/t~t; la quinta macuilli oKttt; la sexta chicuace ~c~a~. De
todas estas casas decian que eran mat afortunadas, porque cran
de Quetzalc6atl, el cual era dios de los vientos. Cuando co-
menzaba a reinar este signo los senores y principales hacian
ofrendas en la casa de Q«c/~o~oa~. que se Hamaba Ca~M:~foc,
donde estaba la estatua de Quetzalc6atl a la cual estos dias
compon{an con ricos ornamentos, y delante de ella ponian flo-
res y canas de humo e incienso, y comida y bebida; decian que
este era el signo de 0t«'~a~coo~, y decian que los que en e! na-
cian ora fuesen nobles, ora fuesen populares, siempre ~ivtan
desventurados y todas sus cosas les llevaba el aire; de esta misma
manera decian de las mujeres que nacian en este signe; y para
remediar el mal de los que nacian en estos dias, los adivinos, que
entendian en esta arte, mandaban que fuesen bautizados en la
séptima casa de este s!~no, que se ttama <'A«'OM<t' ~MtO/tMt~: bau-
tizândose en esta casa decian que se remediaban el mal del dia
en que habian nacido, y cobraban la buena fortuna, porque de-
cian que esta casa cAtcoMc quiahuitl era casa clemente, y los
que nacian en esta casa luego los bautizaban el mismo dia. De
la misma calidad decian ser la casa que se signe que es c/tt'cnrt
x6chitl.

3ï9
La octava casa de este signe se Hama chicuei x6chitl; declan
que era bien acondicionada, (y) los que nacian en ella luego
se bautizaban el mismo dia. La que era novena casa que se
Ilamaba chiconahui cipactli, la ten{an por mal afortunada: los
que en esta casa nacian decian que cran mal acondicionados y
revoltosos y amigos de rinas, y sembradores de discordias y men-
tirosos y que ningûn secreto guardaban, y eran pobres y mal
aventurados todos los dias de su vida, etc. La décima casa
de este signo se llama matlactli ehécatl; decian que era de bue-
na fortuna, con las otras tres que se siguen, que son matlactlion-
ce calli, matlactliomome cuetzpalin y neatlactliomei c<!o~ todas
estas eran de una misma condiciôn; decian que los que nacian
en estas casas serian honrados y ricos y reverenciados de todos,
ora fuesen mujeres, ora fuesen hombres.

CAPITULO IX.

DEL SEXTO SIGNO LLAMADO CE MIQUIZTLï, Y DE SU PROSPERA


FORTUNA. DECfAN QUE ESTE SIGNO ERA DE TEZCATLÏPOCA
POR CUYA REVERENCIA HACÏAN EN PARTICULAR MU-
CHAS OFRENDAS Y SACRIFICIOS, Y HAcfAN FIESTA Y
REGALOS A LOS ESCLAVOS, CADA UNO A LOS
SUYOS, EN SUS CASAS.

El sextosigno se Hama <-<*miquiztli decian que este era bue-


no y en parte ma!o, esto es, que algunas cosas tenia buenas y
otras malas, como parecerà abajo. Decian que este signo era
de Texcatlipoca. Los senores y principales eran muy devotes
de este signo; hacian ofrendas por su honra y derramaban san-
gre de codornices; y hacian otras ceremonias cada uno en el
oratorio de su casa, y en los oratorias de los calpules, esto ha-
cian por ser este signo de r~co~t/'oM, at cual tenian por cria.
dor universal; todos en este dia oraban con devociôn y pedian

320
series hecha alguna misericordia, no solamente los sonores, mas
los hombres de guerra y los mercaderes y hombres ricos, y to-
dos los que sabian que entonces reinaba el signo de 7'Mco~t~o-
ca. Y dec!àn que era malo, porque aquellos a quien Tezcatli-
poca habia dado riquezas, también entonces se las quitaba por
algùn desagradecimiento o soberbia que por ellas habian toma-
do, y dâbalas a los que le rogaban humildemente y suspiraban
y lloraban por ellas, y por eso en todo lugar le rogaban, porque
decian que sus dones no permanecian sino que los mudaba de
uno en otro; y decian que los que nacian en este signo era
bien afortunados, eran honrados si eran devotos a su signo y
si hacian penitencia por él, y si esto no hacian perdian su ven-
tura y por esto el mismo dia que nacian los bautizaban y les
ponian nombre y convidaban a los ninos, y les daban de comer

para que supiesen ci nombre del que habia nacido y le divul-


gasen a voces por las calles. Y s! era varôn el que nacia po-
nianle por nombre ~t~Mt~ o Yaotl, o C<'y<ïo~, o JV~coc Foo~,
o CAtCoy<!o~, o yo<?tMOMt< dâhanle uno de estos nombres ya di-
chos, que eran todos de Tezcatlipoca, y decian que al tal na-
die le podia aborrecer, nadie le podia desear la muerte; y si al-
guno le deseaba la muerte él mismo moria, reinante este sig-
no. Nadie osaba renir, ni maltratar a sus esclavos; todos los
que tenian esclavos un dia antes que comenzase a reinar este
signo les quitaban las prisiones o colleras con que estaban pre-
sos, y les jabonaban las cabezas, y los banaban y regalaban, co-
mo si fueran hijos muy amados de T't~cdMOM; y los duenos
de los esclavos mandaban con gran rigor a todos los de su ca-
sa, que no rinesen ni diesen pena a ningim esclavo, y decian que
si alguno ren!a a los esclavos en estos dias, que él mismo se
procuraba pobreza, enfermedad y desventura, y merecia ser es-
clave, pues que trataba mal al muy amado hijo de T'~co~t~o-
f<ï, porque decian que de nadie era amigo fiel 7'~ca~t~oco, sino
que buscaba ocasiones para quitarle !o que le habia dado; y
algunos, cuando perdian su hacienda, con desesperaciôn renian
a T'Mco~t/ca, y dec!ante: "Tu, 7'ccf'a~t~Ofo, eres un puto y
8th*<<tnï. 21

3ai
hasme burlado y enganado". Y de la misma manera hacian
cuando se les ausentaba un esclave, o cautivo; y si acontecia que
cl esclavo se libertaba y ven!a a prosperidad, y el que era senor
de esclavos venia a ser esclave, todo !o echaban a r~co~oco,
porque dec!an que el habia hecho misericordia al esclave, por-
que se !o hab{a rogado, y habia castigado al senor porque era
duro con sus esclavos; y el que de la servidumbre venia a pros-
peridad hac!a banquetes y daba mantas a sus convidados, y de-
c!an que esto le venia por haber nacido en este signo.

CAPITULO X.

DE LAS DEMÂS CASAS DE ESTE SIGNO, DE LAS CUALES ALGUNAS


SON LAS MAL AFORTUNADAS Y OTRAS BIEN.

La segunda casa de este signo se llamaba ome wds'o~. De-


cian que era mal afortunada y desventurada; el que en esta ca-
sa nacia ninguna buena fortuna tenia, era temeroso y cobarde
y espantadizo; de cualquiera cosa se espantaba y temblaba; la ter-
cera casa de este signo se Ilamaba ~t tochtli, decian que esta ca-
sa era bien afortunada y los que en ella nacian tenian de co-
mer, con muy poco trabajo; decian que como los conejos se
mantienen de cosas del
campo y no trabajan, por to que han de
comer ni beber, sino que en todo lugar !o hallan a la mano, asi
decian que los que nacian en este signo sin mucho trabajo son
ricos. La cuarta casa de este signo se Ilamaba nahui atl; de-
cian que era malafortunada, y los que en eUa nacian decian que
siempre vivian en pobreza y afticcion y tristeza, nunca tenïan
contento ni alegria y si alguna cosa ganaban todo se les iba
entre las manos. La quinta se llamaba macuilli t~fMtM~t; de-
cian que era mat afortunada, porque era casa del dios del in-
fierno, que le Hamaban A/<f/oH~cM~</ la sexta casa se !!ama-
ba chicuace ozomatli (y) decian que era mal afortunada; los

3M
que nadan en estas casas no los bautizaban
ellas, en
mas
diferfanlos para la séptima casa, que se llamaba chicome tM<~t-
nalli, (porque) decian que la séptima casa de todos los signos
era bien afortunada, por causa del numéro séptimo. En esta
casa los bautizaban, y les ponian los nombres. La octava ca-
sa se ttamaba chicuei dcatl, y la novena casa chiconahui océ-
lotl; decian que estas casas eran mal afortunadas, y los que en
ellas nacian eran desventurados, y no los bautizaban hasta la
otra casa siguiente que se llamaba matlactli quauhtli. Esta ca-
sa dizque remediaba la desventura de las pasadas, pero habian
de hacer mucha penitencia para remediarse. Decian que la
décima casa era bien afortunada y los que en ella nacian eran
venturosos en cosas de guerra y valentia, eran osados y ani-
mosos. La undécima casa se ttamaba matlactlionce cozcaquauh-
tli; decian que era bien afortunada y los que nacian en ella te-
nian larga vida y morian viejos; la duodécima casa se llamaba
matlactliomome ollin, y la décimotercera se ttamaba niatlactli-
omei ~c~o~. Todas estas decian que eran buena fortuna en
todos los signos, y los que en ellas nacian decian que eran tam-
bién afortunados. Desde la décima casa arriba decian que to-
das eran bien afortunadas, y los que en ellas nacian decian que
eran dichosos.

3~3
CAPITULO XI.
DEL SÉPTIMO SIGNO LLAMADO CE QUIAHUITL, Y DE SU DESAS-
TRADA FORTUNA; DECfAN QUE LOS QUE EN ESTE SIGNO NA-
cfAN ERAN
NIGROMÂNTICOS, BRUJOS, HECHICEROS, EM-
BAIDORES. Es DE NOTAR QUE ESTE VOCABLO TLACATE-
COLÔTL PROPIAMENTE QUIERE DECIR NIGROMANTI-
CO 0 BRUJO; IMPROPIAMENTE SE USA POR DIABLO.
CASI TODAS LAS CASAS DE ESTE SIGNO ERAN DE
MALA DIGESTION, PERO LA DÉCIMA Y LA DÉ-
CIMOTERCERA CASAS UNIVERSALMENTE EN
TODOS LOS SIGNOS ERAN FELICES.

El séptimo signo se Mamaba ce quiahuitl. Decian que era


de mala ventura, porque en esta casa decian que las diosas que
se llamaban Ct/tMO~~o descendian a la tierra y daban muchas
enfermedades a los muchachos y murhachas; y los padres, con
todo rigor mandaban a sus hijos que no saliesen fuera de sus
casas. Decianles: "no salgâis de casa porque si salis encontra-
ros eis con las diosas !!amadas Ct~Ma~ que descienden ahora
a la tierra". Tenian temor los padres y madres que no die-
se perlesia a sus hijos, si saliesen a alguna parte reinante es-
te signo; ofrecian en los oratorios de las diosas, porque hahfa
muchos en muchas partes, y cubrian con papeles las estatuas
de estas diosas. También reinante este signe mataban a los
que estaban encarcelados por a!gùn pecado criminal digno de
muerte: también mataban a los esclavos por la vida del senor
porque viviese muchos anos. Y a los que nadan en este sig-
no no los bautizaban sino diferianlos hasta la tercera que casa
se t!amaba, ei cipactli, (porque) decian que aquella casa mejo-
raba la ventura de aquél que se bautizaba; y dec!an que los que
nacian en este signo serian nigromânticos o emhaidores o hechi-
ccros, y se trasfiguraban en animales y sabian palabras para he-
chizar a tas mujeres y para inclinar los corazones a !o que qui-
siesen, y para otros maleficios, y para esto se alquilaban a los que

324
querian hacer mal a sus enemigos y les deseaban la muerte. Ha-
clan sus encantamientos de noche, cuatro noches; en
escog!an!as
signo mal afortunado, iban a las casas de aquellos a quien que-
rian empecer, de noche, y a las veces alla los prendïan, porque
aquellos a quien iban a maleficiar, si eran animosos, acechâban-
los y cogianlos y arrancabanles los cabellos de la coronilla de la
cabeza y con esto llegando a su casa morian. Y algunos decian
que se remediaban si tomasen prestado algo de aquella casa,
agua o fuego o atgûn vaso, y aquél que habia arrancado los
cabellos, si era avisado, velaba todo aquel dia para que nadie
sacase cosa ninguna de su casa, ni prestada ni de otra manera,
y asi moria aquel nigromantico. Estos tales nunca tenian pla-
cer ni contento, siempre andaban mal vestidos y de mal gesto,
ningûn amigo tenian, ni entraban en casa de nadie, ni nadie les
quena bien;y si era mujer la que nacia en este signo, aunque
fuese principal nunca se casaba, ni medraba, siempre andaba de
casa en casa y todos decian que el signo en que habia nacido
te haMa dado aquella condicion.

CAPITULO XII.

DE LAS DEMAS CASAS DE ESTE SIGNO, ALGUNAS DE LAS CUALES


ERAN INDIFt.REXTES, OTRAS DEL TODO MALAS.

La cuar a d'* este signo se llamaba Mo/t«t c/~ro~; de-


cian que eraindmeat) te, o a bien o a mal. Reinante este signo
mataban a tes
los acRntt
ai t teos,
os, de noche, y en amaneciendo echâban-
tos en el agua. Tai bién mataban a los cautivos por la vida
del senor, porque vi\ ese muchos anos como esta susodicho, en
otro signo ttamado te g<n'o~«! También reinante este sig-
no los
nigromânticos hacian sus maléficios y encantamientos, y
tenian gran temor dt este signo Ma/<M< c/t~co~. Por esto po-
nian y metian cardos en las ventanas, (pues) decian que con

3~5
aquello se huian los hechiceros; y los mercaderes ricos que se
Haman acxoteca, honraban este signo, y por su honra sacaban
todas las cosas preciosas que tenian en sus casas, piedras pre-
ciosas y joyas, y todos los plumajes ricos de todos colores y los
cueros de animales labrados, y mercaderias de cacao, y atapa-
dores de ga!âpago para tecomates, y todas las alhajas que te-
nian todo !o cual ponian ordenadamente en el patio de su igle-
sia, que se llama calpulco, sobre una manta rica, y quemaban
incienso y ofrecian sangre de codornices; decian que !o hacian
a honra de este signo, como si calentasen todo lo susodicho al
sol. Y después de haber hecho sus devociones, comenzaban a
comer y beber todos los mercaderes y convidados, y dabanles
a cada uno las canashumode y f lores, y parecia como nie-
bla el humo que habia. Y a la noche juntâbanse los mercade-
res, viejos y viejas, y emborrachâbanse; y alli cada uno se jac-
taba de to que habia ganado y de las tierras que habia andado,
y de las partes remotas a que habia lIegado y por donde habian
discurrido, y de los peligros en que se habian visto en las tie-
rras de !os enemigos. Con estos cuentos afrentahan a otros
que no habian ido a lejas tierras, y decianles que siempre ha-
bian estado tras el fuego y que no sabian otros mercados sino
el ~tOM~M~ que esta cabe su casa. En esto gastaban toda la
noche, parlando y voceando los unos con los otros, los unos des-
preciaban a los otros, y cada uno se loaba a sï mismo.

326
CAPITULO XIII.

DEL MAL AGUERO QUE TOMABAN SI ALGUNO EN ESTE DÎA TROPE-


ZABA 0 SE LASTIMABA EN LOS PIES, 0 CAÎA, Y DE LAS MALAS
CONDICIONES DE LOS QUE NAC~AN EN LA OCTAVA CASA
QUE SE LLAMA CHICUEI MIQUIZTLI, DONDE HAY
MUCHO LENGUAJE DE LOS MAL ACONDICIO-
NADOS HOMBRES 0 MUJERES.

Mas decian, que esta cuarta casa de este signo nahui f~~ca~,
era de mal agüero; todos se guardaban de renir y tropezar, te-
nian temor si atguno tropezaba o se lastimaba, o renia; decian
que siempre le habia de acontecer, porque aquel signo asi lo
demandaba. Mas decian, que los que nacian en este signo se-
rfan prospères y venturosos y animosos, y no se bautizaban lue-
go, mas diferianlos hasta la séptima casa de otro signo Ilamado
chicome c<!o~. Decian los maestros de esta arte que mejora-
ba la ventura del que hab!a nacido por ser mas prospéra, por-
que este chicome cdo~, era signo de todos los mantenimientos
y bien afortunado, y era séptimo, el cual numéro era bien afor-
tunado. La quinta casa
de este signo se Hama macuilli calli, y
la sexta chiqttace CM~a~tM, decian que eran mal afortunadas
porque estas dos eran casas del dios Macuilx6chitl, y (de) ~/tc-
~OM~CMfH, cualquiera que nacia en estas dos casas de estos sig-
nos, ora fuese varôn, ora hembra, era mal afortunado y mal
acondicionado, y desventurado y revoltoso, y pleitista, y alhoro-
tador, al cual cuando reprehendian decian de él: 'es bellaco y
de mala condicion porque naciô en tal signo". Y los maestros
de esta arte decian que se mejoraba la mala ventura del que ha-
l'!a nacido, si no se bautizaba luego en este signo en que nacio.
mas diferiaiilo hasta la séptima casa de este signo, que se Ha-
maba chicome cua~, porque se remédiant si hiciese penitencia,
pues decian que el séptimo numéro de todus los signos era bien
afortunado y prôspero, porque siempre lo atribuian a chicome
cJa~ la octava casa de este signe se llamaba chicuci M!!gM<

3~
decian que era de mala fortuna, y tambicn !a novena que era chi-
f<?M<Mt )M<!so~, porque decian que todas las nonas casas eran
mal afortunadas. Y los que nacian en atgunas de estas casas
eran malvistos y ma!afortunados, y aborrecidos de todos, y te-
nian todas las malas inclinaciones y vicios que hay. Y para re-
mediar esta su desventura decian los maestros de esta arte, que
se bautizase en la casa siguiente, que se ttama matlactli tochtli,
porque de alli se le pegase alguna buena ventura, porque todas las
décimas casas tienen algim bien.

CAPITULO XIV.

DE LAS PROSPERAS CUATRO CASAS DE ESTE


SIGNO, LAS CUALES
TENfAN POR DICHOSAS, Y DE LAS BUENAS CONDICIONES
DEL QUE EN ELLAS NACÏA.

La décima casa
de este signo se Hama niatlactli tochtli. De-
cian que era muy bien afortunada y dichosa; los que nacian
en este signo, ora fuesen varones, ora hembras, serian pros-
peros y ricos, porque decian que el numéro décimo de todos
los signos era bien afortunado, como ya esta dicho arriba, y no
se bautizaban tuego mas diferianlos hasta la postrera casa de es-
te signo que se Hama Mta~oc~towct o~owo~t, porque mejora-
ba la ventura del que habia nacido; decian que todas las pos-
treras casas de todos los signos eran bien afortunadas. La un-
décima casa de este signo se Hamaba matlactlionce atl, y la
duodécima matlactliomome <~c«tM~t, y !a décimo tercera, que
es postrera matlactliomei ozomatli. Todas estas cuatro casas
son bien afortunadas y dichosas; los que nacian en algunas de
estas casas serian muy prôsp' fos y honrados, y acatados de to-
dos, y ricos y liberales, y valientes y habiles y entendidos, y po-
derosos para persuadir y provocar a lâgrimas; y si era hem-
bra la que nacia en alguna de estas casas, también decian seria

328
prospéra y rica, etc. Y si alguno de los que nacian en este sig-
no era mal afortunado, decian que era por su culpa, porque no
tenia devociôn a su signo ni hacia penitencia a honra de él.
La razôn porque dedan que las cuatro casas postreras de cada
signo eran bien afortunadas, es porque decian que aquellas
cuatro casas postreras de todos los signes se atribuian a cuatro
dioses postreros, el primero de los cuales se ttamaba 7'~a/tMt~c<
~OM~CM~H, y el segundo Citlallicue, y el tercero T'OMO~M~, y el
cuarto 7'OMOca~cM~t. Por esto decian los astrotogos que los
que nacian en estas casas serian prospères y tendrian larga
vida si se bautizasen en la postrera.

CAPITULO XV.

DEL OCTAVO SIGNO LLAMADO CE MALINALLI Y DE SU ADVERSA


FORTUNA. LA SEGUNDA CASA DE ESTE SIGNO TENfANLA
POR BUENA, Y UNIVERSALMENTE TODAS LAS CASAS DE
NUEVE ARRIBA, CONVIENE A SABER DÉCIMA, UN-
DÉCIMA, DUODÉCIMA Y DÉCÏMO TERCERA,
LAS TENfAN POR BUENAS.

Et octavo signo se ttama ce Mto~MoMt; decian que este signo


era mal afortunado, y era temeroso como bestia fiera; los que
en él nacian tenian
mala ventura, eran prospères en atgùn tiem-
po y presto caian
de su prosperidad; nacianles muchos hijos
y presto se les morian todos, y en muriendo el primero luego
le seguian los otros; mayor era la angustia y pesar que reci-
bian de la muerte de sus hijos, que fue el placer de haberlos
tenido, y por esto se dec!a que era como bestia fiera este sig-
no. Los que nacian en esta primera casa no se bautizaban has-
ta la tercera, que se llamaba yft océlotl decian los astrôlogos
que las terceras casas de todos los signos, eran bien acondicio-
nadas. La segunda casa de este signo se ttamaba o~:<' (ï<ra/
decian que esta casa era bien afortunada porque decian que
era de 7\'jro//t~ofo. porque tenia la cara pintada como la ima-

329
gen de y~ca/~oco, y algut'os por su devociôn llevaban a sus
casas la imagen de O~tdco~ y tentanta attà doscientos dlas y !!e-
vabanla a su casa en la misma casa (signo) de ome <fro~. La
cuarta casa se llamaba nahui quauhtli, y la quinta macuilli co~-
caquauhtli, y la sexta cAtCMo«' ollin; decian que todas estas ca-
sas eran infelices, y que los que en ellas nacian ser!an desdi-
chados y mal acondicionados, y revoltosos. y ma!quistos; y
decian los astrôiogos que los que nacian en estas casas con-
venia que los bautizasen en la casa siguiente, que se Hamaba
chicome técpatl, para que alli tomasen alguna buenaventura, por-
que decian que todas las casas del séptimo numéro eran bue-
nas porque eran de la diosa C/Mfowc <'<!o~, que es diosa de
los mantenimientos. La octava casa de este signo se Hama
chicuei quiahuitl, y la novena que es chiconahui x6chitl, ya se
dijo arriba que estas casas octava v novena siempre son infe-
lices los que en ellas nacen son ladrones y salteadores, y adu!-
(eros, etc. la décima casa que es matlactli cipactli decian que
era bien afortunada, que tos que en ella nacian vivian prospères
y alegres en este mundo, ora fuesen hombres, ora fuesen muje-
res to mismo decian de las casas siguientes, que son matlactlion-
cc ehécatl, y wa//ac~tûtMO)M~ cc~t y ~to~oc/t'owct fM~oKtM; de-
cian que las llevaba tras sf en bondad la décima casa, porque
en todos los signos la décima casa nace buenas a las otras tres
que se siguen.

3.~
CAPITULO XVI.

DEL NOVENO SIGNO LLAMADO CE CÔATL Y DE SU BUENA FOR-


TUNA, SI LOS QUE NACÎAN EN ÉL NO LA PERDIESEN POR
SU FLOJEDAD. LOS MERCADERES TENfAN A ESTE
SIGNO POR MUY PROPICIO PARA SU OFICIO.

El noveno signo se !tama ce c6atl; decian que era bien afor-


tunado y prospère; los que nacian en esta primera casa eran
felices y prospères. Decian que seria die! oso (el que nacia en
ese dia) o venturoso en riquezas, y también en las cosas de gue-
rra séria senalado; y si fuese mujer, seria rica y honrada; pe-
ro si como ya esta dicho fuese negligente en hacer penitencia
y no tomase bien los consejos de sus mayores, perderia su ven-
tura y seria perezoso y dormilon, y desaprovechado, pobre y mal-
venturado. Este signo era muy favorable a los mercaderes y
tratantes, y ellos eran muy devotos de este signo cuando ha-
bian de partirse a provincias remotas para entender en sus tra-
tos y mercaderias, aguardaban a que reinase este signo y en-
tonces se partfan; y antes que se partiesen, ya que tenian a
punto sus cargas, hacian un convite a los mercaderes viejos y
a sus parientes, haciéndoles saber a las provincias a donde iban,
y a que iban, y esto hacian para cobrar fama entre los merca-
deres, porque supiesen que estando ausentes de ellos andaban
ganando de comer por diversas provincias.

33i
CAPITULO XVII.

DE LA PLÂTICA 0 RAZONAMIE\TO QUE UNO DE LOS MERCA!M!RES


VIEJOS HACf A AL QUE ESTA HA DE PARTIDA PARA IR A MER-
CADEAR A PROVINCIAS LONGÏNCUAS 0 EXTRANAS,
CUANDO ERA LA PRIMERA VEZ (QUE SALLA).

Acaba la comida o convite, va que estaba de partida el que


habia. convidado, si era mercader novel, que era la primera
vez que iba a mercadear, cada uno de los viejos le hacia un
razonamiento esforzandole para !os trabajos en que se habia
de ver. Et primero le dec!a de esta manera: "Hijo, aqu! nos
habéis juntado y allegado a todos los que aqui estamos, que
somos vuestros padres y mercaderes como vos: es bien que os
avisemos y hagamos et oficio de viejos para con vos consotân-
doos y esforzândoos; y yo el primero, como hijo, os quiero
decir mi parecer, pues que va estais de partida para lejas tie-
rras, y dejàis a vuestro puebio, y a vuestros parientes y amigos,
y vuestro descanso y reposo, y habéis de ir por largos caminos,
por cuestas y valles y despoblados esforzaos, hijo, no es ra-
zôn que acabéis vuestra vida aqui, ni que morëis aqui' sin que
hagâis alguna cosa loable para que ganéis honra, como nosotros
vuestros padres !o deseamos, y asi con ta~rimas pedimos que
sea as! y vuestras obras sean conformes a nuestros deseos.
Vuestros antepasados en estos trabajos se ejercitaron, en cami-
nos, y en esto ganaron la honra que tuvieron, como la ganan
los hombres valientes en la guerra; con estos
trabajos alcanza-
ron de nuestro senor la riquezas que dejaron. Es menester que
os esforcéis y tengàis ànimo para sufrir los trabajos que os
estàn aparejados, que son hambre y sed y cansancio, y falta de
mantenimientos; habéis de corner e! pan duro y los tamalcs mo-
!iosos. y habéis de beher agua turhia y de mat sabor; habcis
de !!egar a rios crecidos, que van impetuosos, con avenidas, y
que hacen espantable ruido y que no se pueden vadear; por
esta causa habréis de estar detenido algunos dias, habréis de pa-

332
decer hambre y sed. Miràd hijo, que no os desmayéis con es-
tas cosas, ni volvàis atrâs del trabajo comenzando, porque no
nos afrentéis a nosotros vuestros padres. Por este camino fue-
ron los viejos antepasados, y pusieron sus vidas muchas veces
a riesgo, y por ser animosos vinieron a ser valerosos, honra-
dos, y ricos. f inalmente, pobrecito mancebo, si alguna buena-
ventura os ha de dar nuestro senor, si nuestro senor os tiene
en algo, primero conviene que experimentéis trabajos y pobre-
zas, y sufrâis fatigas intolerables, como se ofrecen a los que
andan de pueblo en pueblo, que son grandes cansancios y gran-
des sudores, y grandes fnos y grandes calores; andaréis lIeno
de polvo, fatigaros ha el mecapal en la frente; iréis limpiando
el sudor de la cara con las manos; aumentarse ha vuestro tra-
bajo, en que serëis compelido a dormir al rincôn y detrâs de
la puerta de casas ajenas, y alli estaréis cabizbajo y avergonza-
do. v tendréis la barriga pegada a las costillas de hambre, y
andaréis de pueblo en pueblo discurriendo; y demis de esto,
os aftigirâ la duda de la venta de vuestras mercaderias, que
por ventura no
se venderàn, y de esto tendréis tristeza y t)o-
ro. An tes
que atcancéis atgùn caudal o bucnaventura, habéis de
ser afligido y trabajado hasta !o ûttimo de potencia; y aHende
de esto muchas veces os sera necesario dormir en alguna ba-
rranca, en alguna eue va, o debajo (de) alguna lapa, o cabe algu-
na piedra grande. Si por ventura nuestro senor os matare en
alguno de estos tu~arcs no sabemos, y quiza no votvercis mas
a vuestra tierra. ,;Y quién sabe e&nj? ror csos canines conv'e-
ne que devotamcnte \'ayais itamando a dios y hacicndo peni-
tencia, y sirviendo humildemente a los mayores en cosas humil-
des, como es dar agua a manos y barrer, etc. Mirad que nu
desmayéis, mirad que no votvais atràs de to comcnzado, y mirad
que no os acordéis de las cosas que acà dejàis; continuad y
perseverad en vuestro camino, en sufrir los trabajos. Por ven-
tura nuestro senor os hara merecedor que votvàis con prosperi
<!ad, que os vcamos vuestros padres y vuestros parientes; mirad
que tengàis en tugar de mantenimientos estos avisos, que aqui

333
os damos nosotros, que somos vuestros padres y vuestras ma-
dres, para que con ellos os esforcéis y animéis. Hijo muy
amado, esforzâos y andad con dios aqui os enviamos vuestros
padres para que hagâis vuestro negocio, apartandoos de vues-
tros parientes, etc." De esta manera los mercaderes viejos a los
mancebos que nuevamente iban con otros mercaderes a tierras
extranas, a mercadear, los hablaban y esforzaban, y ponian de-
lante los trabajos y dificultades en que se habian de ver, asi en
!os poblados como en los desiertos, en la prosecuci6n de su
oficio de mercadear.

CAPITULO XVIII.

DE OTRO RAZONAMIENTO Qt7E LOS MISMOS HACÏAN A LOS QUE VA


OTRAS VECES HABfAN IDO A MERCADEAR LEJOS.

También los mercaderes viejos hacian algunas exhortacio-


nes a los mancebos que iban a mercadear, que tenian ya expe-
riencia de los caminos y trabajos; con brevedad les hablaban
de Jas cosas que se siguen, d!cténdo!es "Mancebo que aqui es-
tais presente, no sois nino, ya tenéis experiencia de los caminos
y de los trabajos de caminar, y de los peligros que hay en este
oficio de andar de pueblo en pueblo mercadeando; ya habéis
andado los caminos y ya habéis andado por los pueblos donde
ahora queréis otra vez ir. No sabemos !o que sucedera. ni sa-
bemos si os veremos mas. Por ventura a!!& se os acabarà !a
vida en alguno de
esos pueblos y de esos caminos: acordaros
éis, en cualquiera que os acontezca, de los avisos y làgrimas de
nosotros vuestros padres, que os amamos como a hijo (y) de-
seamos merecer gozar de vuestra vuelta y de veros acà, con
satud y prosperidad. Ahora, hijo, esforzâos e id enhorabuena;
bien sabemos que en vuestro camino no os han de faltar traba-
jos, que el camino de suyo es trabajoso y fatigoso; tened cui-

334
dado de losque van con vos, no los dejéis ni desamparéis, ni
apartéis de su compama; tenedlos y tratadlos como a hermanos
menores, avisadlos en lo que han de hacer cuando ttegâredes a
los descansaderos para que cojan heno, y hagan asentaderos
para que se asienten los mas viejos. Ya hemos avisado a esos
vuestros companeros, que no han ido otra vez
a mercadear, y
andar esos caminos a que ahora vais, etc., y por eso no es me-
nester alargarnos en palabras. Esto, hijo m!o, os hemos dicho
con brevedad, idos en paz, haced vuestro oficio y esforzaos".
En habiendo acabado de hablar los viejos, el mancebo res-
pond!a brevemente diciendo: "En merced tengo, sonores, la con-
sotaciôn que se me ha dado sin ser yo digno de ella; habéis
hecho como padres y madres, como si fuera salido de vuestras
entranas; os habéis desentranado conmigo, habéisme dicho pa-
labras sacadas del tesoro que tenéis guardado en vuestro cora-
z6n, que son preciosas como oro y piedras preciosas y plumas
ricas, y por tales lasrecibo estimo;
y no me olvidaré de estas
palabras tan preciosas, en mi corazôn y en mis entranas yo las
ttevaré atesoradas. Lo que os ruego es que en mi ausencia no
haga falta en mi casa de quien barra y haga fuego, en ella que-
da mi nadre o madre, o mi hermana o mi tia; ruegocs
que tengâis cargo de favorecerlos para que nadie tes haga al-
gun agravio, y si nuestro seiior tuviese por bien de acabar mi
vida en este camino, to dicho, y con esto voy consolado, cual-
quiera cosa que acontezca".
Acabadas estas palabras todos los que estaban presentes co-
menzaban a ttorar asi hombres como mujeres, despidiéndose el
que partia, y después comian y bebian todos.

335
CAPITULO XIX.

DE LAS CEREMONIAS QUE HAC~AN LOS QUE QUEDABAN POR EL


QUE IBA, SI VIVÏA, Y OTRAS CUANDO oiAN
QUE YA ERA MUERTO.

Habiéndose partido el mercader que se habia despedido de


sus parientes y de su casa, el padre o madre o mujer, o los
hijos, todo aquel tiempo que estaba ausente no se lavaban la
cabeza, ni la cara, sino de ochenta a ochenta d!as: en esto da-
ban a'entender que hacian penitencia por su hijo, o por su ma-
rido, o por su padre que estaba ausente; bien se lavaban el
cusrpo en este tiempo, pero no la cabeza, hasta la venida de
aquél que esperaban. Y si por ventura moria attâ, primero lo
sabian los mercaderes viejos, y ellos !o iban a decir a la casa
del muerto, para que ttorasen y para que le hiciesen sus obse-
quias y honras, como ellos acostumbraban; y entonces iban to-
dos los parientes del muerto a visitar, y a consolar a la mujer, o
padre o madre del muerto; y después de cuatro dias, hechas las
obsequias lavaban la cara y jabonaban la cabeza, decian que
quitaban la tristeza.
Y si por ventura aquet mercader !e habian muerto sus ene-
migos, en sabiéndolo los de su casa hacian su estatua de teas
atadas unas con otras, y aderezabanla con los atavios del muer-
to, con que le habian de aderezar a él si muriera en su casa,
que eran diversa manera de papeles con que acostumbraban a
aderezar a los muertos, y ofrecianle delante otros papeles, y tte-
vaban la estatua asi compuesta al co~M/co, que era la iglesia
de aquet barrio, y alli estaba un dia. Delante de la estatua t!o-
raban al muerto, y a la media noche llevaban ta estatua al
patio del cu, y alli la quemaban en un lugar del patio que ttama-
ban Quauhxicalco, o 7'.coMt/wtff~att. Y si el tal mercader me-
ria de su cnfermedad, hacianle la estatua como ya esta dicho,
pero su estatua quemàbanta en el patio de su casa, a la puesta
del sol.

336
También decian que era este signo prospère para partirse
para la guerra los soldados. Decian que los que nacian en este
signo tendrian buena fortuna, y serian ricos si hiciesen peni-
tencia por reverencia de su signo; y si fuesen descuidados en
hacer penitencia perderian la ventura que habian de haber; y el
que nacia en este signo no le bautizaban
luego, sino al tercero
dia que era la casa de ei w<i?o~, y entonces le ponian el nom-
bre, porque como esta dicho (que) todas las terceras casas de los
signos son bien afortunadas. La segunda casa de este signo
se llama ome wt~MM~t; decian que era casa mal afortunada;
la tercera casase llama ei w~o~ (y) era casa bien afortunada,
por la causa arriba dicha; la cuarta casa de este signo se llamaba
nahui ~oc/t~t, era casa mal afortunada porque decian que todas
las cuartas casas de todos los signos eran mal afortunadas; la

quinta casa de este signo se llamaba macuilli atl, y era mal afor-
tunada porque decfan que todas las quintas casas de todos los
signos eran mal afortunadas, y asi que los que nacian en la
cuarta y en la quinta eran mal acondicionados; pero decian que
los que nadan en la quinta casa si tenian cuidado de criarlos
bien, venian a ser bien acondicionados y prospères; decian que
esto les venia por haberse llegado a los consejos de los viejos.

CAPITULO XX.

DE LAS DEMÂS CASAS DE ESTE SÏGKO.

La sexta casa de este signo se


Hamaba c/ttfMOfC t~CMtM~t;
dedan que es mal afortunada, porque todas las sextas casas de
todos los signos son mat acondicionadas; los que nadan en es-
tas casas son mal acondicionados. murmuradores y malsines, y
cautelosos, y doblados y testimoneros; decian los astrôlogos
que estos tales serian enfermizos y moririan presto, v si vivie-
sen vivirian con diversas enfermedades. Los que en este signo
S<th«tnï. :a

337
nacian bautizâbanlos el dia siguiente, que se llama chicome c~o-
)Mo//t; decian que por esto se enmendarfan
algo. De la mata
fortuna de su signo decian ([ue si hiciese penitencia por amor
de este signe chiconte ozomatli, que la mala ventura se le vot
veria en buena. A la séptima casa llamaban chicome osomatli,
decian que era de buena fortuna porque todas las séptimas ca-
sas de todos los signes son de buena condiciôn como esta di-
cho decian que los que
en esta casa nacian serian placenteros,
decidores, chocarreros, truhanes, amigos de todos y que con
todos caben; decian que si fuese mujer la que nacia en esta
casa seria rica, y vividora, y tratante, y nunca perderia su cau-
dal. A la octava casa llamaban chicuei malinalli (y) decian
que era de mala condiciôn, porque todas las octavas casas eran
mal afortunadas. La novena casa llamaban chiconahui dcatl;
esta casa decian que era mal afortunada porque en ella reinaba
la diosa Venus, que le llamaban Tlazoltéotl; los que nacian en
esta casa siempre eran desdichados, y de mala vida y todas las
casas novenas eran mal acondicionadas. A la décima casa lIa-
maban 7/M~ac</t océlotl, esta casa era bien afortunada, como to-
das las casas décimas de todos los signes son bien acondiciona-
das, porque en ellas dicen reinaba T'~co~oco, que es el mayor
dios; y los que en esta casa nacian decian, que si viviesen se-
rian prospères, y luego los bautizaban en este dia, algunos los
dejaban para bautizarlos en la décimatercera casa porque los
mejoraban la fortuna bautizàndolos en ella. A la undécima ca-
sa Hamaban M~o~oc~to~c~ çMaMA~t, y a la duodécima llamaban
)Ma//o<'<to~tO)M<? co~cagMa!<A~; estas dos casas decian que en
parte eran buenas y en parte cran malas; a los que en ellas
nacian bautizândolos en la décimo tercera casa que llamaban
~o~ac~owct ~t; decian que bautizandolos en esta casa se les
rcmediaba su mala fortuna, porque todas las casas postreras de
todos los signes son bien acondicionadas, como esta dicho arriba

338
CAPITULO XXI.

DEL DËCIMO SIGNO LLA <tADO CE TÉCPATL, Y DE SU FELICIDAD;


DECf AN QUE LOS HOMMES QUE NACÎAN EN ESTE SIGNO ERAN
VALÏENTES, ESFORZAt <S PARA LA GUERRA Y VENTUROSOS
Y LAS MUJERES QUE: ':N ÉL NACÏAN ERAN VARONILES, HÂ-
BILES PARA TODO Y )tUY DICHOSAS EN ADQUIRIR RIQUE-
ZAS DECÎAN QUE HSTE ERA EL SIGNO DE HUITZILO-
POCHTLI~ DIOS Dt. LA GUERRA, Y DE CAMAXTLI.
EN EL DfA QUE COMENZABA ESTE SIGNO HACfAN
GRAN FIESTA A HUITZILOPOCHTLI, Y POR TO-
DOS LOS TRECE DfAS, A LOS CUALES DECiAN
TOCOS SER PROSPEROS.

E! décimo signo se ttamaba ce ~c~a~. El primer dia de


este signo atribuian a 7y«t)f~o~ocA~t, dios de la Guerra, y a
En este dia ha-
Cawojf~ que era dios de los de jF/M~ro~tMco.
dan en su en, que se Hamaba r~oco~cco, gran solemnidad de-
lante de su estatuà; sacaban todos los ornamentos y tendianlos
delante de ella, e incensàbanta. Los ornamentos eran de plu-
mas ricas: uno se Ham.iba çMc~a~M~Mtt~, que quiere decir capa
de çMc~a~M verdes y resplandecientes; otro se ttamaba .<tMA<o-
<o~M~tKt~ que quiere decir capa de plumas azules y resplande-
cientes otro se ttamaba ~o~M~Mtt~, que quiere decir capa de
plumas amarillas y resptandecientes; otro se Ilamaba ~Mt~t~-
ÇM/wt~ que quiere decir capa hecha de plumas resplandecien-
tes de ctM~OM~ y otras muchas capas, no tan preciosas como
tas ya dichas. Todas estas capas tcnd!an sobre mantas ricas, al
sol, delante la imagen tc'do un dia, y a esto decian que calenta-
ban o asoleaban, y ofrecianle delante comidas preciosas de mu-
chas maneras, asi tos principales como la gente comun; y des-
pués de un poco las apartaban y los ministros de aquella iglesia
las dividian entre si, y las comian todas juntamente aquellos
que eran ministros de /~tA?<7û~oc/t~, y el rey o senor ofreria
muchas y diversas maneras de flores delante la imagen de //Mf7-

3~9
~o~ocA~t, flores que llaman yollox6chitl y otras que llaman
r~o.<'<~c/!t~ y otras cacaoax6chitl; finalmente ofrecianle f!or ss
de todo género, compuestas de diversas maneras, y con diversas
labores, unas llaman chimalx6chitl y otras o~o/tM/~Mt y otras
~MOMtoyao, todas flores de muy suave olor, y de los olores y
suavidades de flores estaba llena aquella iglesia. También ofre-
c!an canas de humo, en manojos de veinte en veinte (que) alli
se estaban humeando y quemando delante la estatua, y el humo
que salia estaba como niebla. Los sonores de losmagueyes, o
taberneros, que vendian el ~M~rc, cortaban y agujeraban los
magueyes, para que manasen miel en este signo; tenian que
por agujerarlos en este signo no manaria mucho, y ofrecian et
primer /'<Jer~ delante de Huitzilopochtli, como por primicias,
y a este primer pulcre llamaban Mt~t; echâbanto en unos yasos

que llamaban acatec6matl, sobre los cuales estaban unas canas


con que bebian los viejos que ya teman licencia para beber octli.
Y decian que los que nacian en este signo, si eran homhres, se-
rian valientes y honrados y ricos; y si fuese mujer, seria muy
hàbi! y mny para mucho, y seria abundosa de todas las cosas
de corner, y muy varonil, y seria bien hablada y discreta, etc.
La segunda casa de este signo se Hamaba uMt~ quiahuitl; la ter-
cera « .fJcAt~ la cuarta )to/!«t c~ac~t, la quinta ~<oct(t//t chécatl,
la sexta chiquace calli, la séptima chicome CM~~c~ut, la octava
chicuei c~o~ la novena chiconahui w~Kt.s~t, la décima MM~or-
tli tM<t3'o~, la undécima nsatlactlionce tochtli, la duodécima ma-
/<ac~tOMtow~ atl, la décimotercera matlactliomei t~cM<M~. To-
das estas casas son prospéras como ya esta dicho de la primera.

340
CAPITULO XXII.

DEL UNDÉCÏMO SIGNO LLAMADO CE OZOMATLI Y DE SU FORTUNA.


DECiAN QUE LOS QUE EN ÉL NACÎAN ERAN DE BUENA CONDI-
ClÔN, AMIGABLES, AMABLES, REGOCIJADOS, PLACENTEROS,
INCLINADOS A MÙSÏCA Y A OFICIOS MECÂNICOS. DECfAN
QUE CUANDO KRINAOA ESTE SIGNO DESCENDfAN UNAS
CIERTAS DIOSAS A LA TIERRA, Y A TODOS LOS QUE TO-
PABAN, POR CAMINOS 0 CALLES, LOS EMPECfAN EN
EL CUERPO, DÂNDOLOS ALGUN\ ENFERMEDAD.
Y POR ESTO REINANDO ESTE SIGNO, NO OSA-
BAN SALIR DE CASA; Y LOS QUE EN ESTE
SIGNO ENFERMABAN LUEGO ERAN DES-
AHUCIADOS DE LOS MÉDICOS.

Et onceno signo se Uamaba ce o.sw/ta//t, decian que este sig-


no era bien afortunado, y decian que en é! descendian las diosas

que se llamaban CtAMO~~o, que empecen a los ninos; y todos


los que tenian ninos o ninas, los encerraban en casa porque no se
encontrasen con estas diosas, porque no les hiriesen con perle-
s!a. Y si alguno ca!a en enfermedad en este signo, los médicos
y médicas luego le desahuciaban; decian que no escaparia por-
que las diosas le habian herido. Y si alguno que era bien dis-
puesto enfermaba en estos dias, decian que las diosas le habian
deseado la hermosura y se la habian quitado. A los que nacian
en este signo, varones, decian que serian bien acondicionados y
regocijados, y amigos de todos; y que serian cantores o baila-
dores, o pintores, o aprenderian algùn buen oficio por haber
nacido en tal signo. La segunda casa de este signo se llamaba
ome woftMoMt (y) era mal afortunada: los que nacian en este
signo engendraban muchos hijos y ninguno de ellos se !opraba.
todos se morian antes de tiempo. La tercera casa deste signo.
se llamaba ei dcatl; !a cuarta, t<o/<«t of~o~; la quinta, ~tafMt7/t
ÇMOMA~t/ la sexta, chicuace co~coçMaM/t~t; la séptima, c/nco~f
ollin; la octava. <<t<'M<t' ~r~o~ la nona, c/uco~o/tMt ~M«f/:M< la

34i
décima, matlactli .t'JcAt~; la undécima, tMo~ac~tOMCf cipactli; la
duodécima, Mta~cM'~tOMOMtp/~co~, la tercia décima, matlactli-
omei calli. Todas las otras casas de este signo tienen las condi-
ciones de los numéros en que caen, como ya esta dicho arriba:
Que las terceras casas son buenas; las cuartas y quintas y sex-
tas, malas; y las séptimas, buenas; y las octavas y nonas, malas;
y las décimas y undécimas y tercia décimas, buenas.

CAPITULO XXIII.

DEL DUODÉCIMO SIGNO LLAMADO CE CUETZPALLÏN Y DE SU VEN-


TURA DECÎAN LOS QUE NACÎAN
QUE EN ESTE SIGNO ERAN
NERVOSOS, ENJUTOS, SANOS DE BUENA CARNADURA, DILI-
GENTES, VIVIDORES. LAS CASAS SUJETAS: LA CUARTA, Y
QUINTA, Y SEXTA, Y NONA, UNIVERSALMENTE LAS TE-
NfAN, POR MAL AFORTUNADAS, EN TODOS LOS SIG-
NOS LA SEGUNDA Y OCTAVA, POR INDIFERENTES.

El duodécimo signo llamado ce cuetzpallin, que quiere decir


lagartija; decian que los que nacian en este signo senan muy
esforzados y nervosos, y sanos del cuerpo, y que las caidas no
les empecerian, como no empecen a la lagartija cuando cae de
alto a abajo, que ningûn dano siente, sino luego se va corrien-
do. Estos tales senan muy grandes trabajadores y con facilidad
allegarian riquezas. La calidad de todas las otras casas va esta
dicha arriba, en los signos pasados, que son buenas o matas
conforme al numéro en que caen. La segunda casa de este sig-
no es ome coa~ la tercera es ei miquiztli; la cuarta, nahui
wo~o~; la quinta, macuilli tochtli; la sexta, chicuacc atl; la
séptima, cAtcoM~ itzcuintli; la octava, cAtc«~t o~oMtof/t; la nona,
chiconahui wo/tMo~t; la décima, matlactli acatl; la undécima,
WO~aC~tO~C~ océlotl; la ~Mod~Ct'MtO, ~MO~ach'OWOW~ ~MOM/t~t;
la tercia décima, matlactlionaei cojca~Ma</A</t.

342
CAPITULO XXIV.

DEL TERCIO DÉCÏMO SIGNO LLAMADO CE OLLIN. DECfAN QUE


ESTE SIGNO ERA INDIFERENTE A BIEN Y A MAL Y QUE LOS
QUE EN EL NACfAN SI ERAN PENITENTES Y BIEN DOC-
TRINADOS LES ÏBA BIEN, Y A LOS OTROS MAL.

A! tercio décimo signo Maman ce ollin; decian (de) este signo


que era indiferente, en parte bueno y en parte malo; decian que
los que nacian en este signo, si eran diligentes en hacer peni-
tencia, y si sus padres eran diligentes en criarlos bien, en bue-
nas costumbres, serian bien afortunados; y si no fuesen bien
criados, serian desventurados y pobres y para poco. La segun-
da casa de este signo es ome ~c~o~; la tercera ci quidhuitl; la
cuarta nahui x6chitl; la quinta macuilli cipactli; la sexta chi-
cM~r~ ~~co~; la séptima chiconte calli; !a octava fAtCM~ cuetz-
~tM/ la novena chiconaui c<!a~; la décima MM~oc~t tMt'gMt~~t;
la undécima matlactlionce ~M<~o~ !a duodécima ~to~oc~HoMMHtf
toc/tfK; la décimotercera wa~oc~tOtMCt o~.

CAPITULO XXV.

DEL DÉCIMOCUARTO SIGNO LLAMADO CE ITZCUINTLI Y DE SU


PROSPERA VENTURA.' ESTE DECfAN SER EL SIGNO DEL DIOS
DEL FUEGO LLAMADO XIUIiTECUTLI 0 TLALXICTENTI-
CA. EN ESTE SIGNO LOS SE~ORES Y PRINCIPALES
HAciAN GRAN FIESTA A ESTE DIOS Y EN ESTE
SIGNO LOS SENORES Y PRINCIPALES QUE
ERAN ELEGIDOS PARA REGIR LA RE-
PÙDLICA HACiAN LA FIESTA
DE SU ELECCIÔK.

Al décimocuarto signo llamaban cc <A~M!t. Este signo


decian que cra bien afortunado; en este signo reinaba el dios
del fuego Hamado X!t~c«//t y por eso sacaban su imagen en

343
pùblico al CM, y delante de ella ofrecian codornices y otras co-
sas, y componianla con sus omMnentos de papeles, que le cor-
taban los maestros que eran oiiciales de cortar papeles para
este negocio y ponian plumas ricas en los papeles y también
c/«!j<t</<Mt~~ y le ofrecfan muchas maneras de comidas, y las
echaban en el fuego, y toda la gente rica y mercaderes en sus
casas hacian estas ofrendas al fuego y daban de comer y beber
a sus convidados y vecinos. Y cerca de la manana quemaban
las ofrendas de pape! y copal, (pues) decian que con estas co-
sas daban de comer a! fuego, y descabezaban codornices cabe
el fuego y derramaban la sangre, y las codornices andaban re-
volando cerca del hogar; y también derramaban el ~«~cf~ en
derredor del hogar y después a las cuatro esquinas del hogar
derramaban el pulcre. Los pobres ofrecian un incienso que
llaman copalxalli, en su mismo hogar, y los muy ofre-
pobres
cian una yerba molida que se Hama yatlhtli, en sus mismos ho-
gares. Decian también que los sonores que acontecia ser electos
en este signo, que serian felices en su oficio; y luego hacian
gran convite a los senores de la comarca, y el convite comenzaba
en la cuarta casa de este signo, nahui dcatl. Todos los convi-
dados venian este dia a dar la enhorabucna al senor, y !e tra!an
algùn presente, y le hacian un razonamiento muy elegante y
muy honroso; y él estaba sentado en su trono y todos sus prin-
cipales estaban sentados por su orden. Çn acabando la oraciôn
que le hacia el orador, luego se levantaba otro orador por parte
del mismo senor y hacia otra oraciôn responsiva, al propôsito
de !o que habia dicho aquel orador primero; y cuando hacia la
fiesta este senor electo daba muchas mantas y maxtles ricos a
los mismos sonores que habian venido, de manera que mas car-
gados iban de !o que recibian de et que no hab!an venido de !o
que !e habian traido. Las mantas que daba et senor eran todas
preciosas hechas en su casa, y tejidas o labradas de diversas
maneras conforme a tas personas a quien se habian de dar.
También les daba mucha abundancia de comidas, e iban carga-
dos de las sobras para sus casas.

344
CAPITULO XXVI.

DE CÔMO EN
ESTE SIGNO LOS SENORES SE APAREJABAN PARA
DAR GUERRA A SUS ENEMIGOS, Y EN EL MISMO SENTENCIA-
BAN A MUERTE A LOS QUE POR ALGUN GRAN CRIMEN
ESTABAN PRESOS.

En acabando de hacer la fiesta de la dedicaciôn de su seno-


rio, los sonores que se etegïan en este signo, luego mandaban
pregonar guerra contra sus enemigos y esto era to segundo en
que hab!an de mostrar la grandeza de su senorio, en la guerra, y
por esta causa luego escogian a los hombres valientes y soldados
fuertes; y todos los que eran tales ttegabanse al senor a porfta,
porque cada uno deseaba que le eligiesen para aquel negocio,
por tener ocasiôn de mostrarse y de ganar de corner, y honra,
y por mostrarse que deseaban de morir en la guerra.
También decian que en este signo sentenciaban a los que
estaban presos por algùn crimen de muerte, y sacaban a los que
no tenian culpa de la carcet; y también libraban a los esclavos
que injustamente eran tenidos por tales. Aquellos que libraban
de la injusta servidumbre, luego se iban a banar en la fuente de
C/to~M~~cc, en testimonio que eran va libres.
Y tos que nacian en este signo decian que serian bien afor-
tunados, serian ricos y tendrian muchos esclavos y harian ban-
quetes; y bautizàbantos y ponianlos nombres en la cuarta casa,
que se llamaba xa~Mt aco~; entonces convidaban a los mucha-
chos por et bautismo, y por el nombre del bautizado. También
tenian una ceremonia que, en este signo, los que criaban los
pertillos que vivian de esto, los almagraban las cabezas. La
segunda casa se llama ome osomatli; y la tercera ei tM<~tM<t~t;
!a cuarta nahui <tco~; ta quinta MMCMt'Kt oc~o~; la sexta cA<-
fM<~ cuauhtli; la séptima chicome co~cocMM/t~t; la octava chi-
cuti oMtM; la novena chiconahui ~c~o~; la décima matlactli
quidhuitl; la undécima ~«t~oc~t'oncc .r~c/tt~; la duodécima iMO-
~c~to~tUtMf cipactli; la décimotercera tno~oc~tOtMCt ~/<~c<

345
Estas casas todas siguen la bondad o ma!dad de sus numéros,
comoestâarnhadicho.

CAPITULO XXVII.

DEL DÉCÏMOQUIKTO SIGNO LLAMADO CE CALU, Y DE SU MUY


ADVERSA FORTUNA. DECfAN QUE LOS HOMBRES QUE EN HL
NACÎAN ERAN GRANDES LADRONES, LUJURIOSOS, TA-
HURES, DESPERDICIADORES Y QUE SIEMPRE PARA-
BAN EN
MAL; Y LAS MUJERES QUE EN EL
NAcfAN ERAN PEREZOSAS, DORMÏLONAS,
ÏNÙTILES PARA TODO BIEN.

E! décimoquinto signo se Ilama ce calli; decian que este


signo era mal afortunado y que engendraba suciedades y torpe-
dades. Cuando reinaba descendian las diosas que se ttaman
Cihuateteo y hacian los danos que arriba, en otras partes, se ha
dicho. Todos los médicos y las parteras eran muy devotos de
este signo, y en sus casas le hacian sacrificios y ofrendas. Los

que nacian en este signo decian que habian de morir mala muer-
te, y todos esperaban su mal fin; decian que o morian en la
guerra, o serian en ella cautivos o moririan acuchillados en la
piedra del desafio, o les quemarian vives, o les estrujarian con
la red, o les acliocarian, o les sacarian las tripas por el ombli-
go, o les matarian en el agua a lanzadas, o en el bano asados;
y si no morian alguna de estas muertes, caerian en algùn adul-
terio y asi les matarian juntamcnte conla adultéra, machucan-
doles las cabezas a ambos juntes; y si esto no, dec!an que se-
rian esclavos, que ellos mismos se vendenan y corrrerian y be-
berian su precio, y ya que nin~una de estas cosas les aconteciese
siempre vivirian triâtes y descontentos; y serian ladrones o sal-
teadores, o robadores, o arrebatadores, o grandes jugadores y
serian enganadores en el juego, o perderian todo cuanto tenian
en el juego, y aun hurtarian a su padre y madrc todo cuanto

34~
tenia para jugar; y no tendrian con que se cubrir, ni alhaja
ninguna en su casa, y aunque tomasen en la guerra algunos
cautivos, y por esto les hiciesen ~~Mtf<a, todo les saldria mal; y
por mucho que hagan penitencia desde pequenos, no se podrân
escapar de mala ventura.

CAPITULO XXVIII.

DE LAS MALAS CONDICIONES DE LAS MUJERES QUF NACfAN


EN ESTE SIGNO.

Y si era
mujer la que nacia en este signo, también era mal
afortunada, no era para nada, ni para hilar, ni para tejer. y
boba y tocha, risuena y soberbia, vocingtera; anda comiendo
<c<c~t y sera parlera, chismera, infamadora, salenle de la boca
las malas palabras como agua, y escarnecedora; es holgazana,
pcrezosa, dormilona y con estas obras viene siempre a acabar
mat y a venderse por esctava; como no sabe hacer nada, ni mo-
ler maiz, ni hacer pan. ni otra cosa ninguna, su amo la vende-
ria a los que trataban en esclavos para corner y asi vendria a
morir en el tajôn de los idolos. Remediaban la maldad de este
signo, en que !os que nacian en él los bautizaban en la tercera
casa que se Hamaba ci <'<!o/ o en la séptima casa, que llamaban
chicome atl. porque todas las terceras y séptimas casas eran
buenas; y por no repetir muchas veces una cosa brevemente de-
cimos que todas las casas que se siguen tienen la calidad de sus
numéros, como ya arriba esta dicho en muchos lugares. La se-
gunda casa de este signe, se Hama owc Ct«'o~M: la tercera <'t
c6atl; la cuarta Ma/<«t «tt~Mt~~t; la quinta macuilli tM<f~o~; la
sexta cAtCMOtf tochtli; la séptima c/n'fOM«' atl; la octava f/ncuct
t~CMUt~t, la novena c/n'co~to/tMt o~~Mto~t; la décima MM~oc~
Mo~'noMt; la undécima ««!</<!<«!««* <!fa/ la duodécima MtO~of-
//«?Mfont<' o< !a (tcctmntercera M«!~o<«<'t <'t<o«/<t.

347
CAPITULO XXtX

DEL SIGNO DÉCIMOSEXTO LLAMADO


CE COZCAQUAUHTLI, Y DE SU
BUENA FORTUNA. DECfAN QUE LOS QUE EN ESTE SIGNO
NACiAN VIVÎAN MUCHO, THNfAN LARGA VIDA Y ERAN
DICHOSOS, AUNQUE MUCHOS DE LOS Qt~E EN EL
NACfAN MORiAN LUEGO.

Al décimosexto signo ttamaban ce co~cogMOM/t~t, este signo


decian que era bien afortunado, y que era el signo de los viejos.
Decian que los que nacian en este signo vivian larga vida y
eran prospères, y vivian alegres en este mundo; no, empero,
todos los que nacian en él eran tales. Y los que nacian en este
los padres, si tenian que gastar con sus amigos tucgo los
signo,
bautizaban en este signo c~ cozcaquauhtli; y los que no tenian
que gastar, para buscàr !o que era menester diferian el bauti!
mo hasta la séptima casa que se Hama chicome ~A~co~ la se-
t ;unda casa de este signo se Hama ome calli; la tercera ri tér-

~<t~/ la cuarta nahui ~Mt~Mt~; la quinta macuilli .v<~cAt<f; la


sexta chicuace cipactli; la séptima cAtfOMtr <'A~fo~ la octava
chicuei calli; la novena chiconahui cuetzpallin; la décima matlac-
tli c~o~/ la undécima matlactlionce tMt~Mtj~t; la duodécima ma-
~c~tCtMO~t~ ftt<îja~/ la décirnotercera tMO~of~to~MM forA~t. Y
por excusar la cuperfluidad de las palabras no podemos mas
de la catidad del primer dia, porque los otros como esta dicho
tienen las catidades segùn sus numéros.

348
CAPITULO XXX.

DEL SIGNO DÉCIMOSÉPTIMO LLAMADO


CE ATL, Y DE SU DESAS-
TRADA FORTUNA. DECÏAN QUE LOS QUE NACÎAN EN EL SI EN
LA MEDIA VIDA TENfAN ALGUNA BUENA DICHA, EN LA OTRA
MEDIA HABfAN DE SER DESDICHADOS, Y QUE POR LA MA-
YOR PARTE MORfAN MUERTE DESASTRADA; DECfAM QUE
ESTE SIGNO ERA DE LA DIOSA DEL AGUA LLAMADA
CHALCHIUHTUCUE; HACÎANLE GRAN FIESTA LOS
QUE TRATABAN POR EL AGUA CON CANOAS.

El décimoseptimo signo se llama ce o~; decian que este


signo era indiferente. En este signo decian que reinaba la diosa
que se Hama CAo/cAtM/t~tCMc, y los que tenian tratos en el agua
hacian ofrendas y sacrificios a honra de esta diosa en el calpul-
co, delante de la imagen.
Y dedan por ser este signo indiferente que cual o cual de los
que nacfan en él tenia buena ventura, y todos los mas de los que
en él nacian eran mal afortunados y morian nula muerte; y si
algunos bienes de este mundo tenian, poco tiempo los gozaban,
a! mejor tiempo se les acababa la ventura. Y por esta causa se
levant6 el refran que dice: que en el mundo un dia bueno y otro
malo, que los que son prospères
y en un tiempo, acabaran en
pobreza; y los que tienen pobreza en la vida, antes de la muerte
tendrian a!gûn descanso. Y a los que nacian en este signo no
los bautizaban luego, diferianlos para el tercero, o para et sép-
timo dia, o para el décimo o para alguno de los que se siguen,
porque decian que todos estes hasta et treceno tenian alguna
hondad; la segunda casa de este signe se ttama otMf ttpcMtM<H;
la tercera ei oeoMto~t; ta cuarta nahui ttto/tMo~t; la quinta <Mo-
cuilli dce~ la sexta chicuace oc~/o~, 1a séptima chicome o«o<tA-
tli, la octava chicuei co-cca~MaMA~t; ta novena c/<tccMO/:M< o//<M.
la décima matlactli ~~o~, la undécima Mtc~of~toncc quidhuitl;
la duodécima matlactliomome .fJcAt~; la décimotercera tMo~ac-
tliomti ~Of~.

349
CAPITULO XXXI.

DEL SIGNO
DECIMOOCTAVO LLAMADO CE EHÉCATL Y DE SUS
DESGRACIAS Y MALA FORTUNA DE LOS QUE EN EL NACÏAN.

El décimooctavo signo se Hama c~ <t<<co/ decian que era


mal afortunado porque en el reinaba ()t«*~<J<ï~. que es dios
de los vientos y de los torbe!!inos; decian que el que nacia en
este signo, si era noble, sera embaiador y que se transfigurar!a
en muchas formas, y que seria nigromàntico y hechicero y malé-
fico, y que sabria todos los péneros de hechicerias y maleficios
y que se transfiguraria en diversos animales; y si fuese hom-
bre popular o iMac~MO~ seria también hechicero y encantador y
embaidor, de aquellos que se !!aman temacpalitotique; y si fue-
se mujer seria hechicera, de aquellas que se lIaman tMo~t~t-
~tM~f<c. Y estas hechicerias, esos hechiceros aguardaban algtin
signo favorable para hacerlas, uno de los cuales era chiconalrui
t~CMt'M~t v otro C/ttCOMoAMt W~Mt~~t, chiconahui malinalli; y t0'
das las casas novenas de todos los signes les eran favorables para
estas sus obras, tas cuales son contrarias a toda buena fortuna.
Los que eran de este oficio siempre andaban tristes y pobres, ni te-
nian que corner ni casa en que morar, sotamente se manten!an de
!o que les daban !os cuales (aquellos que) mandaban hacer a!gùn
)na!eficio y cuando ya habian acabado de hacer sus mateficios y
era tiempo que acabasen su mala vida, alguno los prendia y les
cnrtaba los cabellos de la corona de la cabeza, por donde perdia
el poder que tenia de hacer hechicerias y maleficios; con esto
acababa su mala vida muriendo. Aquellos hechiceros que se
Ilaman ~Mtoc~a~<oftç«c, o por otro nombre ~M~M.ro~MOMtgttc,
cuando querian robar alguna casa hacian la imagen de ce ché-
cof~ o de CM~o~a~ y ellos eran hasta quince o veinte los
que ertendian en esto e iban todos bailando a donde iban a ro-
bar, c ibalos guiando uno que llevaba la imagen de Quetzalc6atl,
y otro que Hevaba un brazo desde el codo hasta la mano de al-
guna mujer que hubiese muerto del primer parto; !as cortaban

350
a hurto el brazo izquierdo, y estos tadrones llevaban un brazo
de estos delante de si, para hacer su hecho uno de los que iban
guiando to !!evaba en el hombro. Y en Ilegando a la casa don-
de habian de robar, antes que entrasen dentro de ta casa, estan-
do en et patio de la misma casa daban dos golpes en el suelo
con el brazo de la muerta; y en ttegando a la puerta de ta casa
daban otros golpes en el umbral de ta misma casa, con el
mismo brazo, y hecho esto dicen que todos los de casa, se ador-
mectan o se amortecian, que nadie podia hablar, ni moverse;
estaban todos como muertos aunque entendian y ve!an to que
se hacia otros estaban dormidos roncando, y los ladrones en-
cendian candelas y buscaban por la casa to que habia que corner
y comian todos, muy de repose; nadie de los de casa los impe-
dia ni hal)laba, todos estaban atônitos y fuera de si. En ha-
biendo muy bien comido y consoladose, entraban en los sitte-
ros y bodegas y arrebanaban cuanto hallaban, mantas y otras
cosas, y to sacaban todo fuera, oro y plata, y piedras y plumas
ricas, y !ucgo hacian de todo cargas, y se las echaban a cuestas
y se iban con citas y antes de esto dicen que hacian muchas su-
ciedades y deshonestidades en tas mujeres de aquella casa; y
cuando va se iban, luego se iban corriendo para sus casas, con
to que ttevaban hurtado y dicen, que si atguno de ellos se asen-
taba en el camino para descansar, no se podia mas levantar y
quedàbase alli hasta la manana, y tomàbante con el hurto y el
descubria a los demâs.

CAPITULO XXXII.

DE LOS LLOROS Y LÂSTtMAS QUE HACiAX Y HEctAN AQL'ELT~S


A tJUIEN ROIIARON LOS NIGROMAKTÏCOS. Y DE LAS DE-
MAS CASAS DE ESTE SIGNO.

Idos los ladrones, los de la casa de los robados comienzan


a volv er en si y a levantarse de donde estaban echados, y co-
menzaban a mirar por casa, por los silleros y bodegas, y por

35'
las petacas y cajas y cofres, y no hallaban nada de cuanto te-
nian; y hallan robado todo cuanto tentan, oro y plata, y pie-
dras y plumas ricas, mantas y naguas y huipiles, y todo cuan-
to tenian, y comienzan luego todos a Horar, y a dar gritos y
a dar palmadas de angustia, y tas mujeres comienzan a decir
a voces: quecan H~ oc nen g!<~MM<~ oc rien, que quiere decir,
"oh desventuradas de nosotras", y daban consigo tendidas en et
puelo, y dabanse de punadas y bofetadas en la cara diciendo:
ca onitquioac, otlacemichic tfa, que quiere decir: "todo cuanto
teniamos nos han Uevado"; y dectan otras muchas lastimas, co-
mo esta en la letra de esta manera lloraban aquellos que estaban
robados.
A estos robadores también llamaban
~~o~oww~w</ por
que en tomàndotos luego los apedreaban y tes tomaban todo
cuanto tenian en sus casas. De tas demas casas de este signo
no hay que decir mas de !o que esta dicho atrâs: la segunda
casa de este signo se llama ome calli !a tercera ei c~~o~Mt;
la cuarta MO/tMt coa~; la quinta macuilli tMtOMM~t; !a sexta cAt-
cMoc<? ~«~o~/ la séptima chicome /oc/t~t/ la octava chicuei atl;
la novena cAtco~MAMt t~cM<M~t; la décima matlactli osomatli; la
undécima matlactlionce malinalli; la duodëcima wo/~oc~t~to~tf
d<-o~/ la décimo tercera matlactliomei océlotl

35~
CAPITULO XXXIII.

DEL SIGNO DÉCÏMONOVENO QUE SE LLAMA CE QUAUHTLI, Y DE


SU ADVERSA FORTUNA. DECÏAN QUE LOS HOMBRES QUE
NACfAN EN ESTE SIGNO ERAN VALIENTES 0 ESFORZA-
DOS, ATREVIDOS, DESVERGONZADOS, DESCOMEDÏDOS,
FANFARRONES, ETC.; Y LAS MUJERES ERAN
TAMBIÉN ATREVIDAS, DESVERGONZADAS,
DESLENGUADAS, DESHONESTAS, ETC. DECiAN
QUE EN ESTE SIGNO DESCEND~AN A LA TÏERRA LAS
DIOSAS MENORES Y EMPECÎAN A LOS NïNos Y NINAS, Y
POR ESTA CAUSA SUS MADRES Y PADRES NO LOS DEJABAK
SALIR DE CASA, NI BANARSE EL TÏEMPO QUE ESTE SIGNO REINABA.

El sig"<o déctmonoveno se Ilama ce g<«tMA<K; decian que es-


te signo nj era mat afortunado, y que en el descendian tas dio-
sas CtAtMK~~o a la tierra; decian que no descendian todas sino
tas mozas, y aquellas eran mas empecibles y mas temerosas, y
hacfan mayores danos a los muchachos y muchachas y se en-
vestian en ellos, y tes hacian hacer visajes, y por esto en este
signo adomaban los oratorios edificados a honra de estas dio-
sas por tas divisiones de tas calles y caminos, con espadanas y
flores; y los que habian hecho algfin voto o reverencia de ellas
cubrian tas tm&genes de ellas con papeles en este dia, y ofre-
cian los papeles manchados con ulli y otros que no cu-
brian sus imàgenes ofrecian comida y bebida y copat blanco
si los ministros de
y menudo. Estas comidas tomaban para
aquellos oratorios; después de haber comido cada uno bebia en
su casa el pulcre, a sus solas, daban el ~Jcr~ a los viejos
y
y a tas viejas, y visitaban unos a otros en sus casas.
Decian que los que nacian en este signo, si eran nombres,
serian valientes y osados y atrevidos, y desvergonzados, y pre-
suntuosos y soberbios, y decidores de palabras soberbias y afren-
tosas, y (que) presuminan de bien hablados y corteses y sc-
rian jactanciosos y lisonjeros; al cabo vendrian a morir en la

)MMX~nt.M

353
guerra. Y si era
mujer la que nacia en este signo, seria des-
lenguada y maldiciente; su pensamiento seria decir mal y aver-
gonzar a todos y también seria atrevida para apunear y aranar
las caras a otras mujeres, y para remesar a todos y para rasgar
los /!Mt~t~M de las otras mujeres.

CAPITULO XXXIV.

DE LA SUPERSTICION QUE USABAN LOS QUE IBAN A VISÏTAR (A)


LA RECIÉN PARIDA, Y DE OTROS RITOS QUE SE GUARDABAN
EN LA CASA DE LA RECIÉN PARIDA.

Aqui se pone la ceremonia que hacian las mujeres a las re-


cién paridas. En sabiendo que alguna parienta habia parido
luego todas las vecinas, y amigas y parientas, iban a visitarla
para ver la criatura que habia nacido; y antes que entrasen en

aquella casa, fregâbanse las rodillas con ceniza, y también fre-


gaban las rodillas a sus ninos, que llevaban consigo, no sola-
mente las rodillas, mas todas las
coyunturas del cuerpo; decian
que con esto remediaban las coyunturas que no se aflojasen.
Tambtén hacian otra superstic!ôn: que cuatro d!as arreo ardta
el fuego en casa de la recién parida, y guardaban estos cuatro
dias con mucha diligencia que nadie sacase fuera el fuego, por-
que dec!an que si sacaban fuego fuera quitaban la buena vcn-
tura a la criatura que habia nacido.

354
CAPITULO XXXV.

DE LAS CEREMONIAS QUE HAcfAN CUANDO BAUTIZABAN LA


CRIATURA, Y DEL CONVITE QUE HAcfAN A LOS NINOS CUANDO
LES PONfAN EL NOMBRE; Y DE LA PLÂTICA QUE LOS
VIEJOS HACfAN A LA CRIATURA Y A LA MADRE.

Sigttese la ceremonia que hacian cuando bautizaban a sus


hijos y hijas. Este bautismo se hacia cuando salia el sol, y con-
vidaban a todos los ninos para entonces y dâbanles de comer;
la criatura que nacia en buen signo luego la bautizaban, y si no
habla oportunidad de bautizarla luego diferianla para la terce-
ra o séptima o décima casa. y esto hacian para proveerse de las
cosas necesarias para el convite de los bateos. Llegado el d{a
de los bateos comian y bebian los viejos y viejas, v saludaban al
nino y a la madre. AI nino le decian "Nieto mio, has venido
al mundo donde has de padecer muchos trabajos y fatigas. por-
que estas cosas hay en el mundo. Por ventura viviràs mucho
tiempo, y te lograremos y te gozaremos, porque eres imagen
de tu padre y de tu madre, eres proben y broton (ï) de tus
abuelos y antepasados, los cuales conociamos, que vivieron en
este mundo". Dicho esto y otras cosas semejantes, halagaban a
la criatura, trayéndole la mano sobre la cabeza en senal de
amor: y luego comenzaban a saludar a la madre, diciendo de
esta manera: "Hija mia, o senora mia, habéis sufrido trabajo
en parir a vuestro hijo que es amab!e como una pluma rica o
piedra preciosa; hasta ahora érades uno, vos y vuestra criatura,
ahora ya sois dos distintos, cada uno ha de vivir por si, y cada
uno ha de morir por si, por ventura gozaremos y lograremos
algùn tiempo a vuestro hijo y !o tendremos como a sartal de
piedras preciosas. Esforzaos, hija, y tened cuidado de vuestra
salud; mirad, no caigàis en enfermedad por vuestra culpa y te-
ned cuidado de vuestro hijito, mirad que tas madres mat avi-

(t).–Arc. équivalente a rcnuevo (Dic. de Aut.) Proben, seguramente,


tiene un alcance scmejantc.

355
sadas matan a sus
hijos durmiendo, o cuando maman; si no les
qu!tan !a teta con tiento, suétense agujerar el patadar y mttercn
mirad que pues que nos le ha dado nuestro seiior no le perda-
mos por vuestra cutpa, y no es menester fatigaros con mas pa-
labras".

CAPITULO XXXVI.

DEL CONVITE QUE SE HAdA POR RAZÔN DE LOS BATEOS, Y DE LA


ORDEN DE SERVICIO Y DE LA BORRACHERA QUE ~LLf PASABA.

Siguese la manera del convite que se hacia en los bateos.

Llegado el dia de los


bateos, juntâbanse los convidados en la
casa det que hacia el bateo y luego se asentaban por su ordcn,
porque tenian sus asientos a cada uno segùn su manera. Luego
comenzaban tos que tenian el cargo de servir las cosas del con-
vite, los que habian elegido para esto ponian luego canas de
humo con sus ptatos delante de cada uno de los convidados;
luego dâbanles flores en las manos, v ponianles guirnatdas en
las cabezas y echàbantes sartales de flores al cuello; y ïuego
todos los convidados comenzaban a chupar el humo de las ca-
rias, y a oler las flores. Después de esto venian los servidores
de la comida, y traian comida a cada uno segùn su comida, y la
ponian delante del que estaba sentado. Una orden de chiqui-
huites con diversas maneras de pan, y pareados en los chiquihui-
tes otros tantos cajetes con diversas maneras de cazuela, con
carne o pescado; y antes que comenzasen a corner los convida-
dos la comida que tes habian puesto, tomaban un bocado de la
comida y arrojabanle al suelo a honra del dios Tlaltecutli, y
luego comenzaban a corner habiendo comido daban las sobras a
sus criados, y también los cajetes y chiquihuites. Luego venian
los que servian el cacao y ponian a cada uno una de
jicara
cacao, y a cada uno le ponian su palillo, que Itaman <~M<!M< y
las sobras del cacao daban a sus criados. Después de haber ettos

356
bien bebido y comido estâbanse en sus asientos un ratiUo, re-
posando y algunos a quien no les contentaba la comida y be-
bida, tevantàbanse luego enojados e ibanse murmurando del
convite y del que los convido, y entrâbanse en su casa enojados;
y si alguno de parte del que convid6 veia aquello, deeiato al
senor del convite, el cual los hacia Ilamar para el dia siguiente y
tes daba de comer y consolaba; a este dia llamaban o~MO~,
porque en éî se acababa todo el convite.
A tas mujeres, que comian en otra parte, no tas daban cacao
a beber sino ciertas maneras de mazamorra, sembrado con di-
versas maneras de chilmolli por encima; y a la noche los viejos
y viejas juntâbanse y bebian pulcre y emborrach&banse. Para
hacer esta borracheria ponian delante de ellos un cântaro de
pukre, y el que servia echaba en una jicara y daba a cada uno a
beber, por su orden, hasta el cabo. A las veces daban ~M~rc
que !taman iztac oclli, que quiere decir ~«fcf~ blanco, que es lo
que mana de los magueyes, y otras veces daban pulcre hechizo
de agua y miel, cocido con la raiz, al cual Haman ayoctli, que
quiere decir ~M~cr~ de agua, lo cual tenia guardado y aparejado
el senor del convite de algunos dias antes. Y el servidor, cuando
ve!a que no se emborrachaban, tomaba a dar a beber por la
parte contraria a la mano izquierda, comenzando de los de mas
abajo. En estando borrachos, comenzaban a cantar; unos can-
taban y lloraban, y otros cantaban y habian placer; cada uno
cantaba !o que queria, y por el tono que se le antojaba; ninguno
concertaba con otro. Unos de ellos cantaban a voces, y otros
cantaban bajito, como dentro de sf. Otros no cantaban, sino
parlaban y reian y decian gracias, y daban grandes risadas cuan-
do otan a los que decfan gracias. De esta manera se hacian los
convites, cuando alguno convidaba por alguna causa.
<

3S7
CAPITULO XXXVII.

DE LO QUE AHORA SE HACE EN


LOS BATEOS QUE ES CASI LO
MISMO QUE ANTIGUAMENTE HACÎAN Y DEL MODO DE LOS
BANQUETES QUE HACtAN LOS SENORES, PRINCIPALES
Y MERCADERES, Y AJIORA HACEN, Y DE LAS
DEMAS CASAS DE ESTE SIGNO.

Siguese la manera del convite que ahora después de ya cris-


tianos hacen en los bautismos de sus hijos. De la misma ma-
nera convidan ahora para sus bautismos que convidaban anti-
guamente, excepto que los senores y principales, y mercaderes
y hombres ricos, cada uno segùn su manera, hacfan convite y
convidaban mucha gente. y ponian oficiales y servidores para
que sirviesen a los que venian convidados, para que a todos se
les hiciese honra conforme a la calidad de sus personas, asi en
darles flores como en darles comida, como en darles mantas y
maxtlates. Para este propos! to juntaba mucha copia de comida,
y mantas y maxtlates, y flores y canas de humo, para que todos
sus convidados tuviesen copiosamente todo !o necesario, y no
recibiese afrenta ni vergüenza el senor del convite, sino que re-
cibiese gloria de la orden y de la abundancia de todas las cosas
que se habian de dar. Y sabiendo esto los convidados estaban
con esperanza que no les faltaria nada de las cosas del convite,
y también deseaban que no hubiese falta, porque el que convi-
daba no cayese en alguna afrenta, ni nadie con raz6n se pudiese
quejar de él, ni del convite, ni murmurar. LIegando el dia del
convite todos los servidores y oficiales del convite andaban con
gran solicitud, aparejando las cosas necesarias y poniendo es-
padanas y flores en los patios y caminos, y barriendo y allanan-
do los patios y taminos de la casa donde se hacia el convite.
Unos traian agua, otros barrian, otros regaban, otros echaban
arena, otros colgaban espadanas donde se habia de hacer e! arei-
to otros entendian en pelar gallinas, otros en matar perros y
cliamuscarlos, otros en asar gallinas, otros en cocerlas, otros

358
metian los pcrfumes en las canas. Las mujeres, viejas y mozas,
entendian en hacer tamales de diversas maneras; unos tamales
se hacian con harina de f ri joles, otros coi. came; unas de ellas
lavaban el maiz cocido, otras quitaban la coronilla del maiz, que
es aspera, porque el pan fuese mas delicado; otras traian agua,
otras quebrantaban cacao, otras le molian, otras mezclaban el
maiz cocido con el cacao, otras hacian potajes. Y en amane-
ciendo pon!an pétâtes por todas partes, y asentaderos, y echa-
ban heno entretejiendo la orilla, que parecian mantas de heno;
todas las cosas se pon!an en orden como era menester, sin que
et senor entendiese en nada. Todas estas cosas hacian los ser-
vidores y oficiales, aquellos que dan tas canas de humo y las
flores, y la comida; y aquéttos hacen et cacao y !o levantan al
aire, y dan a los que han de beber; y también hay personas
diputadas para el servicio particular de los convidados. Esto
acontece entre los senores y principales, y mercaderes, y hom-
bres ricos; pero la gente baja y pobre hace sus convites como

pobres y rùsticos, que tienen poco y saben poco, y dan flores


de poco valor y dan canas de humo que ya han servido otra vez.
Las demàs casas de este s!gno tienen la fortuna conforme
a los lugares de sus numéros. La segunda casa se ttama om,
co~o~MOM~t; la tercera ei ollin; la cuarta Ma/tMt ~r~o~; la quin-
ta macuilli ~MtJ/tMt~; la sexta chiquace .t'<!c/<M/ la séptima chi-
come ct~ocfK; la octava chicuei cA~co~/ la novena cAtrottoAMt
calli; la décima matlactli CMc~~tM; ta undécima matlactlionce
c<!o~; la duodécima matlactiontome tMt~Mt~~t; la décimo tercia
matlactiomei tM~O~.

359
CAPITULO XXXVIII.

DEL SIGNO VIGÉSIMO Y ~LTÏMO LLAMADO CE TOCIITLI. DEcfAN


QUE LOS QUE NAC~AN EN ESTE MONO ERAN GRANJEROS,
TRABAJADORES, VIVIDORES, RICOS Y GUARDOSOS.

E! signo vigésimo se llama <*<*<ocA~$ (y) es el ultime de


todos; decian que este signo era bien afortunado; los que en ë!
nacian eran prospères y ricos y abundantes de todos los mante-
nimientos, y esto por ser grandes trabajadores, y grandes gran-
jeros y grandes aprovechadores del tiempo, y que miran a las
cosas de adelante y son grandes atesoradores para sus hijos, y
son circunspectos en guardar su honra y hacienda; y si era la-
brador el que en este signo nacia era muy diligente en labrar
la tierra y en sembrar todas las maneras de semillas, y en la-
brarlas, y en regarlas, y asi abundantemente cogia de todas ma-
neras de legumbres y henchia su casa de todas mèneras de maiz,
y colgaba por todos los maderos de su casa sartales y manadas
de mazorcas de maiz; todas las cosas aprovechaba, las hojas de
mafz y las carias, y las camisas de tas mazorcas, y los redrojos
del mafz, y con estos trabajos y diligencias se enriquecia.

CAPITULO XXXIX.

QUE HABLA GENERALMENTE DE TODOS LOS SIGNOS. (l).

Aqui brevemente se dice de todo to susodicho, de las cali-


dades, y de condiciones de todos los signos de cada dia; cuites
son bien afortunados y cuàtes son infelices, va se ha dicho larga-
mente atras, y se ha replicado muchas veces que todos los sig-

(i).–Buatstmante suprimi6 este capitulo en su edici6n, por conslde-


rarlo inùti). Y et mismo criterio ~)gui6 Jourdanet en su trtducciôn fran-
CCM. <

360
nos hacen y cuentan cada dia, los cuales se andan mudando de
unos lugares a otros de sua numéros, y son todos los mismos;
que cada uno de aquéllos tiene principio cada vez, Ilevando Iras
si a los otros, alguna vez es bien afortunado, y alguna vez es
mal aventurado y alguna vez es indiferente, conforme a sus
numéros ya esto esta dicho. Que los que nacian en buenos
signos luego se bautizaban, y los que nacian en infelices signos,
no se bautizaban tuego mas diferianlos para mejorar y reme-
diar su fortuna. Por esto los viejos caducos y necios, que eran
practicos en esta arte, buscaban el signo que era mejor.
Por tanto, aqui decimos sumariamente !o que resta de decir
y hacer menciôn de todo lo susodicho, por no dar hastio a los
lectores con palabras demasiadas y superfluas, y mas, porque
en esto no estamos estimados por importunos, de tornar a decir
to que esta ya dicho, porque poniendo comparaciôn que asi co-
mo si fuese comida muy sabrosa, no mas ni menos la ptatica o
razonamiento pierde su sabor cuando se repite muchas veces
una cosa, y en esto ya se dijo todo, muy delicada y suavemente
asi !o que era blando y caliente, y sabroso, y suave, y gracioso,
y donoso. También esta ya dicho que asi como si fuese el pan
duro, y frio y àspero, o asi como el pan hecho de maiz cocido
no bien molido ni bien lavado que hiede a la cal, asi es la pli-
tica que es molesta a los oyentes; o as! como si fuese tamal
el cual cuando se come el paladar, y echa
muy caliente, quema
de si humo, porque es demasiado caliente. Otro si: esta ya
dicho que asi como si fuese el tamal frio y mohoso y podrido,
asi la ptatica desabrida ofende al otdo. Por to cual brevemente
concluimos con pocas palabras !o que se dijo ya arriba, porque
no es razôn tornar a decir y replicar to que esta ya platicado.
Es como una pared que se hace y edifica con los materiates muy
bastantes, poco a poco. As! la platica se hizo y a poco a poco.
Unas ptàticas estan muy bien cumplidas y juntadas y puestas
hasta el cabo, asi como si fuese la pared cuando se labra bien
dentro de la pared, y dentro de tas piedras grandes que se po-
nen afuera se le meten con mucha diligencia piedras chicas y

3~!
menudas, con piedras mâs pequ<*nas, y con barro bastante; asi
esta plâtica, y otras plàticas estàn abreviadas y tajadas o corta-
das, como parece en !o susodicho.

CAPITULO XL.

DE LAS RESTANTES CASAS DE ESTE SIGNO Y DE LA TABLA


Y NUMEROS DE TODOS LOS SIGNOS.

At presente con este signo Ilamado ce ~ocA~t, se acaba la


obra con las demas casas de este signo que se siguen, porque
ya no hay que decir mas de este signo postrero y ùttimo, para
conchtir esto, sino poca cosa que resta que decir; y si algo
después se ofreciere, y saliere a la luz que ahora se esconde y
se oculta, los lectores han de conieturarlo de !o que esta dicho.
Y las demâs casas de este signo aqui juntamente ponemos y or-
denamos como si fuese un sartal de piedras preciosas, y deja-
mos de decir mas de la catidad y condiciôn de ellas, porque ya
se dijo arriba largamente y con esto concluimoslo asi, como si
fuésemos corriendo, para acabar esta obra: La segunda casa
de este signo se Harna o~tc atl; la tercera <'t <~cMtM~<; la cuarta,
MoAMt o~o~to~t; la quinta, ~tocMtMt malinalli; !a sexta, c/tt'fMocc
dco~; la séptima, chicome oc~~o~; la octava, chicuei gMOM/t~t;
la novena, chiconahui corco~MOMA~K; la décima, nratlactli oMtM;
la undécima, wo~oc~tOMcc ~c~o~; la duodécima, wo~oc~tOMto-
me quidhuitl; !a décimo tercera, matlactionrei x6chitl.

36a
APENDICE DEL CUARTO LIBRO, EN ROMANCE, Y
ES UNA APOLOGIA EN DEFENSION DE LA VERDAD

QUE EN EL SE CONTIENE.

Porque algunos se han enganado, y aun todavfa dura el en-


gano cerca de ciertas cuentas que estos naturales usaban anti-
guamente, tengo por cosa provechosa poner aqu! la dectaracion
de tres maneras de cuentas que usaban, y aun en atgunas par-
tes !a usan.
Es la primera cuenta, la divis!6n del ano por sus meses: es
el caso que ellos repartian el ano en diez y ocho partes, y a
cada parte le daban veinte dias; estes se pueden ttamar meses,
de manera que su ano ten!a diez y ocho meses, los cuales con-
tienen trescientos y sesenta dias, y los cinco que sobran para
ser ano cumplido no entran en cuenta sino Hamabantos dia.s
batd!os y aciagos, porque a mngùn dios eran dedicados. El fin
a que enderezaban esta divisi6n es, que cada mes, o cada veinte
dias los ded!caban dios, y en ellos le hacian
a un fiesta y sacri-
ficios, excepto que en dos meses hacian fiesta a cuatro dioses,
dedicando diez dias al uno y otros diez al otro. y asi con ser
los meses diez y ocho, las fiestas que celebraban en ellos eran
veinte. Esta cuenta se Uama calendario, donde todos los dias
del ano se dedican a los dioses, excepto los cinco que como esta
dicho los tenian por baldios y aciagos. Esta cuenta, que es el
catendario que estos naturales tenian, de tiempo sin memoria,
no ticne que haccr con las otras dos cuentas que luego se dira
La scgunda cuenta que estos naturales usaban se llama eucn-
ta de los
anos, porque contaban cierto ntimero de anos por la
forma que se sigue. Tenian cuatro caracteres puestos en cuatro
partes en respecto de un circulo redondo, al une de estos carac-
teres ttamaban M dcatl, que quiere decir una cana. Este carac-
ter cra como una cana verde pintada, y en respecto del circulo
estaba hacia el oriente. At segundo caracter ttamaban c~ ~c~o~,
que quiere dedr un pedernal hecho a manera de hierro de lan-
za, tenido la mitad de é! con sangre. Pero estaba puesto hacia

363
la parte del septentrion, en respecto del circulo. El tercer ca-
ràcter era una casa pintada que ellos ttaman ce co~t; est& pues-
ta hacia la puerta del occidente en respecto del circulo. El cuar-
to carâcter es la semejanza de un conejo que ellos Haman ce
~ocA~t, esta puesto hacia
la parte del mediodia en respecto del
circulo. Contaban por estos caracteres cincuenta y dos anos,
<tando a cada uno de los caracteres trece anos, y contaban de
esta manera ce dratl, OMt~ técpati, M calli, «o/<M< ~ocA~ y asi
dando vuelta por estos caractères hasta que en cada uno se eum-
pliesen trece anos, los cuales todos juntos son cuatro veces tre-
ce, que hacen cincuenta y dos anos. E! fin o intencion de esta
cuenta es renovar cada cincuenta y dos anos el pacto o con-
cierto, o juramento de servir a los {do!os, porque <:n e! fin de
los cincuenta y dos anos hacian una muy solemne fiesta, y sa-
caban fuego nuevo, y apagaban todo to viejo, y tomaban todas
tas provincias de esta Nueva Espana fuego nuevo. Entonces
renovaban todas tas estatuas de los idolos y todas sus alhajas, y
p! proposito de servir los otros cincuenta y dos anos, y también
tenian profecia u oraculo del demonio que en uno de estos pe-
riodos se habia de acabar el mundo. i
La tercera cuenta que estos naturales usaban era el arie para
adivinar la fortuna o ventura que tendrian los que nacian, hom-
bres y mujeres; era de esta manera: que tenian veinte caracte-
res al primero Haman ct~oc~t/ el segundo, chécati; el tercero,
calli; el cuarto, cMC~tM; el quinto, c<}o~, etc., hasta veinte,
como esta pintado en la figura que esta al fin de este apéndice.
Decian que cada uno de estos caracteres reinaba
trece dias, que
todos juntos son doscientos sesenta dias algunos dicen que es-
tos trece dias, son semanas del mes, y no es asi sino numéro
de dias en que reina el signo o carâcter. Las semanas de los
meses son cinco dias, y asi hay en cada mes cuatro semanas; y
los ~~M~ o mercados, por este numéro se seiialaban, que de
cinco en cinco dias echaban las mercados o ferias, y asi no te-
nian semana sino quintana y ahora en muchas partes echan los
mercados y ferias por nuestra semana, de aiete en siete dias.

364
En esta
cuenta adivinatoria y no licita entreponenM los carac-
tères de h cuenta de los anos, conviene a saber, aquellos cuatro
caracteres de que arriba se hizo menci6n, que es cana, pedernal,
casa, conejo, por donde contaban la hebdômada de sus anos, que
son cincuenta y dos. Esta cuenta, muy perjudicial y muy su-
persticiosa y muy Hena de ido!atr!a, como parece en este libro
cuarto, algunos la alaban mucho diciendo, que era muy inge-
niosa y que ninguna macuta tenia esto dijeron por no entender
a que fin se endereza esta cuenta, el cual es muy malo. ido!a-
trico. De poco entendieron la muchedumbre de supersticiones y
fiestas, y sacrificios idotatricos que en et!a se contienen, y lia-
maron a esta cuenta el calendario de los indios, no entendiendo
que esta cuenta no alcanza a todo el ano porque no tiene mas
de doscientos sesenta dias de circulo, y luego toma a su prin-
cipio y asi no puede ser calendario y nunca !o fué, porqtte et
calendario, como esta dicho y esta pintado en el principe clel
segundo libro, contiene todos los dt~s del ano y las fiestas del
ano, y esto ignoraron los que dicen que esta arte adivinatoria es
calendario; y cierto fué grande inadvertencia y culpable igno-
rancia loar por palabra y por escrito una cosa tan mala y tan
lIena de idolatria. El celo de la verdad y de la fe cat6Uca me

compele a poner aqui las mismas palabras de un Tratado que


un religioso escribi6, en loor de esta arte adivinatoria, diciendo
le viere sepa
que es calendario, para que dondequiera que alguno
a nuestra santa fe cat6Jica, y sea
que es cosa muy perjudicial
destruido y quemado. Siguese la introducci6n del tratado sobre-
dicho.
"Introduccion y dectaracion ahora nuevamente sacada, que
es el Calendario de los Indios de Anahuac, esto es, de la Nueva

Espana.
Por sus ruedas aqui antepuestas, cuentan los indios sus
dias, semanas,meses, anos, olimpiadas, tustros, indicciones Y
hebdômadas, comenzando su ano con el nuestro desde el rrin-
cipio de enero, en la cual se hablan tas maneras de contar los
tiempos que tuvieron todas las nacione' y sepun parece tos in-

365
dips que la compusieron y sabfan bien ciertamente se mostraron
fil6sofos naturales. Solamente fa!taron en el bisiesto, pero tam-
bien pas6 al gran fil6sofo Aristotetes y (a) su maestro Plat6n,
y otros muchos sabios que no lo alcanzaron y es de saber que
en este calendario no hay cosa de idolatria, y esto se puede ala-
bar por muchas razones; pero bastarâ decir una, y es: Que en
esta tierra no ha muchos anos que comenzaron las idolatrias, y
este calendario es antiquisimo; y si los nombres de los dias, se-
manas y anos, y sus figuras son de animales y de bestias y de
otras criaturas, no se deben maravillar, pues si miramos los
nuestros también son de planetas y de dioses que los gentiles
tuvieron, y pues que aqui se escriben muchos ritos, ficciones y
antiguos sacrificios. Una cosa tan buena, y de tanto primor
y verdadera, que estos naturales tuvieron, no es raxon de re-
probarla, pues sabemos que todc bien y verdad, quienquiera que
to diga, es del Espiritu Santo".

Con futaci6n arriba <~tc/!0.

En !o primero que dice, que por esta cuenta los indios con-
taban sus semanas, meses y anos, es falsisimo, porque esta cuen-
ta no contiene mas de doscientos sesenta dias, v fa!tàban!e cien-
to cinco dtas para ser cuenta de un ano entero; ni tampoco
contaban sus meses por esta cuenta, porque sus meses son diez'y
ocho en un ano, y cada uno ticne veinte dias, que son tres-
cientos sesenta dias, al cual numéro no !!ega esta cuenta, ni
tampoco cuentan por esta cuenta sus semanas, porque aquello
que dicen que tenian trece dias por semana es fa!so, porque de
esta manera seria una semana de trece dias, v otra semana en-
traria con tres dias en el mes siguiente, y asi cada es no ten.
drfa dos semanas enteras, mayormentc que sus semanas cran de
cinco dias, las cuales mejor se Hamaran quintanas que no sema-
nas, y hay en cada mes cuatro de estas quintanas. Lo que dice
de olimpiadas y lustros y indiciones, por la misma raz6n es falso

y mera ficciôn !o que dice que el ano comenzaba en enero, co-

366
mo el nuestro es falsisimo
porque !o que llàman un ano po
esta cuenta no son mas que doscientos sesenta dias, y de nece
sidad se habia de acabar ciento cinco dias antes de nuestro àno,
y asi no podia comenzar con nuestro ano, sino alguna vez y muy
rara. En !o que dice que los indios (que) compusieron esta
cuenta se mostraron fil6sofos naturales es falsisimo, porque esta
cuenta no la ttevaban por ninguna orden natural porue fué
invenc!6n del demonio y arte de adivinacion. En lo que dice que
faltaron en el bisiesto es falso, porque en la cuenta que se Uama
calendario verdadero cuentan trescientos sesenta cinco dias,
y y
cada cuatro anos contaban trescientos sesenta seis dias,
y en
fiesta que para esto hacian de cuatro en cuatro anos. En !o que
dice que en este calendario no hay cosa de idolatria es falsisima
mentira, porque no es calendario sino arte adivinatoria, donde
se contienen muchas cosas de idolatria, y muchas supersticiones
y muchas invocaciones de los demonios, tacita y expresamentc,
como parece en todo este cuarto libro precedente, de manera
que ninguna verdad contiene aquel tratado arriba puesto, que
aquel religioso escribiô, mas antes contiene falsedad y mentira
muy pemiciosa.

5'~MM~ adclante en el tratado de ag~ r~K~tOM.

"I.os indios,que b!en entendian los secretos de estas rucdas


y catendario, nu
los ensenaban ni descubrian sino a muy pocos
porque por ello ganaban de corner, y cran estimados y tenidos
por hombres '-abios y cntcndidos, cmpero sab!an casi todos los
indios aduttos y tcn!an noticia de! ano, asi del numéro como de
la casa en que andaban mas (!(* los nombres de los dias y sema-
nas y otros muchos secretos, y cuentas que tenian. sôto aquettos
maestros compotistas !o a!canxaban a saber. Ahora para en-
tender la cuenta que estos naturates tenian, y para saber como
contaban los tiempos por tas ruedas y figuras aqui escritas, se
ponen rcglas, que son tas infrascriptas".

367
Confutaci6n de fû arriba dicho.

Ya esta dicho que el calendario es distinto de esta cuenta y


no tiene nada que ver con ella, y el calendario trata de los me-
ses de todo el ano
y de los dias de todo et ano, y de las semanas
de todo el ano y de tas fiestas fijas de todo el ano. Sabianlc
todos los sàtrapas y todos los ministros de los idolos, y mucha
de la otra gente popular, porque es cosa fâcit y toca a todos.
Empero ta cuenta de la arte adivinatoria, a ta cual falsamente
Ilama calendario, es cuenta por si, porque su fin se endereza a
adivinar tas
condiciones y sucesos de los que nacen en cada
signo, o caràcter; esta cuenta sabianla solamente los adivinos y
tos que tenian habilidad para aprenderla, porque contiene mu-
chas dificultades y obscuridades. Y a estes que sabian esta cuen-
ta llamâbanlos y tenianlos
~Mof~oMAgM~, en mucho y honrâ-
banlos mucho; teniantos como
profetas y sabidores de las cosas
futuras, y asi, acudian a ellos en muchas cosas, como antigua-
mente tos hijos de Israel acudian a los profetas. Dice éste (re-
ligioso) que los meses son veinte en un ano, y no es verdad
porque no son mas de diez y ocho; dice asimismo que tas sema-
nas son de trece dias y no es verdad, porque no son (de) înàs
de cinco dias, y as! son cuatro semanas, o por mejor decir quin-
tanas, en un mes. Los trece dias a que falsamente llama semana
no son sino et numéro de dias que reinaba cada uno de los vein-
te caracteres de esta arte adivinatoria, como esta claro en et
cuarto libro precedente, que trata de esta arte adivinatoria.

.S~M~M Tabla y manera de contar que /OM lo.f a</<MMO.t


CM esta arte.

AL LECTOR.

Esta tabla que esta frontera, amigo lector, es ta cuenta de


los caracteres o signos de que en este cuarto libro habemos
tratado, la cual procede por esta orden, que primeramente se

368
369 Stb.'intXt
ponen veinte caracteres, y junto a ellos, sus nombres, y después
de ellos se ponen los dias en que reman por ci fras del guarismo,
y comienza ï, 2, 3, etc. El caràcter que esta junto al uno, o
frontero de ë!, es el que reina aquellos trece dias, y comiénzase
a contar desde arriba hacia abajo. y llegando a trece luego vuel-
ve a uno, y el caràcter en irente de quien esta aquel uno, es e! que
reinaba trece dias que se siguen, y asi de todos los demas nu-
meros y caracteres. De manera que cada un caràcter viene a
reinar trece dias, y el numéro de todos estos dias son doscientos
sesenta, y de alli vuelve otra vez al principio. También en el
principio de esta cuenta se pone la manera de contar de los
anos, porque estas dos cuentas andan vinculadas o pareadas.

La CMCM/O de todos los ~t~t/ que tenian estos MOfMfO~ es la


~M~ sigue.

La mayor cuenta de tiempo que eontaban era hasta ciento


cuatro anos.. y a esta cuenta llamaban un siglo; a la mitad de
esta cuent~. que son cincuenta y dos anos, Hamahan una gavilla
de anos. Este tiempo de anos traianlo de antiguo contados; no
se sabe cuàndo comenzo, pero tenian por muy averiguado, y
como de fe. que el mundo se hab!a de acabar en el fin de una
de estas gavillas de anos y tenian pronostico u oràculo que
entonces habia de cesar el movimiento de los cielos, y tomaban
por sénat al movimiento de las Cabrillas la noche de esta fiesta,
que ellos ttamaban ~o.n«/tMto~t'o; de tal manera caia que las
cabrillas estaban en medio del cielo, a la media noche, en res-
pecto de este horizonte mexicano. En esta noche sacaban fuc-
go nuevo, y primero que ~o sacasen apagaban todo el fuego de
todas las provincias, pueblos y casas de toda esta Nueva Es-
pana, e iban con gran
procesiôn y solemnidad todos
los sàtrapas
y ministros del templo. Partian de aqu!, del templo de Méxi-
co, a prima noche, iban hasta la cumbre de aquel cerro que esta
cabe 7<.s~o~a~cM, y que ellos Haman t/t~ocA~co~ y llegaban
a la cumbre a la media noche o casi, donde estaba un solemne c<(

370
~difieado para aquella ceremonia; ttegados alli miraban a las
Cabrittas, si estaban en medid, y si no estaban esperaban hasta
que ttegasen; y cuando veian que ya pasaban del medio, enten-
dian que el movimiento del cielo no cesaba y que no era alli el
fin del mundo, sino que habian de tener otros cincuenta y dos
anos seguros que no se acabaria el mundo. En esta hora esta-
ban en los cerros circunstantes que cercaban a toda esta pro-
vincia de México, Tezcoco, Xochimilco y Quauhtitlan gran can-
tidad de gente esperando a ver et fuego nuevo, que era sénat
que el mundo iba adelante; y como sacaban el fuego los satra-
pas, con gran ceremonia, en el cu de aquel cerro, luego se pa-
recta en todo lo circunstante de los cerros, y los que estaban alli
a la mira levantaban luego un alarido que le ponian en el cielo.
de alegria, que et mundo no se acababa y que tenian otros cin-
cuenta y dos anos por ciertos.
La ûtt!ma solemnidad que hicieron de este fuego nuevo fué
el ano de 1507; hiciéronle con toda solemnidad porque no ha-
bian venido los espanoles a esta tierra; el ano de 1559 se acabo
la otra gavilla de anos, que ellos ttaman ~.rtMAMto~Ma. En esta
no hicieron solemnidad pùbtica porque ya los espanoles y reli-
giosos estaban en esta tierra, de manera que este ano de 1576
'anda en quince anos de la gavi lla de anos que corre.
Cuando sacaban fuego nuevo y hacian esta solemnidad re-
novaban el pacto que tenian con et demonio, de serv:r!e, y re-
novaban todas las estatuas del demonio que en su casa tenian,
y todas tas alhajas de su servicio y tas de suscasas, y hacian
grandes alegrias por saber que ya tenian el mundo seguro, que
no se acabaria por cincuenta y dos anos. Claramente consta que
este artificio de contar tué invenciôn del demonio, para hacer-
les renovar el pacto que con él tenian, de cincuenta y dos en cin-
cuenta y dos anos, amedrentandotos con el fin det mundo y
haciéndotos cntender que él atargaba el tiempo y les hacia mer-
céd de él, pasando et mundo adelante.
Dem&s de esta cuenta tenian que de ocho en ocho anos ha-
c!an un ayuno de pan y agua por espacio de ocho dias, y hacian

37'
al cabo una fiesta donde hacian ~otemne areito de diversos
per-
sonajes, donde decian
que descubrian
ventura, o que la mere-
cian, y ttamabanta o~tMO~ÇMO~~t. Otra fiesta hacian de cuatro
en cuatro anos a honra del fuego, donde agujeraban las orejas
a todos los ninos y ninas, y la Ilamaban ~/o«oHa~/t, y en esta
fiesta es verosimit y hay conjeturas que hacian su bisiesto, con-
tando seis de M~!MOtt~M«.
La otra cuenta del
tiempo es de un ano, el cual repartian en
diez y ocho meses, y cada mes le daban veinte dias, y cada uno
de estos meses era dedicado a uno o a dos dioses y hadan en él
sus fiestas; cada uno de estos meses !o repartian de cinco en
cinco dias, y hacian las ferias el iiltimo dia de estos cinco en un
pueblo, y de alli a cinco dias en otro, y de ai!! a otros cinco dias
en otro. De manera que el cuarto quintanario era la fiesta del
dios que se celebraba en el mes que se seguia. Los cinco dias
que son mas de los trescientos sesenta de todo el ano, tentantes

por baldios y aciagos, y asi no hacian cuenta de ellos para nin-


guna cosa; pero cuenta tenian con tr ~s los dias del ano, y con
todos los meses del ano y con todas las quintanas del ano, que
son cuatro en cada mes.
Otracuenta tenian estos naturales, que ni sigue la cuenta
del ano, ni de los meses, ni de las quintanas que impropiamente
se pueden decir semanas. Esta cuenta tiene veinte caracteres,
como esta pintado en la tabla que esta detrâs de esta hoja, a
cada uno de estos caracteres atribtiian trece dias, en los cuatcs
reinaba une de est caracteres, de manera que cada uno rei-
naba trece dias, y el circulo que estos caracteres con sus dias
hacia son doscientos sesenta dias; el cual circulo tiene ciento
cinco dias menos que un ano. Esta cuenta se usaba para adi-
vinar las condiciones y sucesos de la vida que tendrian los que
naciesen. Es cuenta delicada y muy mentirosa y sin ningùn fun-
damento de astrologia natural porque el arte de la astrologia
judidaria que entre nosotros se usa, tiene fundamento en la
astrologia natural que es en los signos y planetas del cielo, y
en los cursos y aspectos de ellos. Pero esta arte adivinatoria

37~
s!gueM o fûndase en unos caracteres
y numéros en que ningun
fundamento natural hay, sino solamente artificios fabricados
por el mismo diablo, ni es posible que ningun hombre fabricase,
ni inventase esta arte, no tiene fundamento en ninguna
porque
ciencia, ni en ninguna razon natural, mas parece cosa de embus-
te y embaimiento, que no cosa racional ni artificiosa. Digo que
tué embuste y embaimiento para encandilar y desatinar a gente
de poca capacidad y de poco entendimiento; no obstante esto,
era tenida en mucho esta arte adivinatoria, o mas propiamente
habtando embuste o embaimiento diab6lico. Y también los que
la sabian y usaban eran muy honrados y tenidos, porque decian
tas cosas por venir, y del vulgo eran tenidos por verdaderos aun-
que ninguna verdad decian, sino acaso y por yerro. Esta arte
ni sigue anos, ni meses, ni semanas, ni lustres, ni olimpiadas,
como algunos sonando dijeron y afirmaron falsamente.
Por (si) la tabla precedente de la arte adivinatoria esta
dificultosa de entender y de contar puse esta tabla que se sigue,
porque esta muy mas clara, y la cuenta mas fâcit y conforme a
como ellos contaban. Y no piense nadie que esta tabla es ca-
lendario, porque como es dicho no es sino arte adivinatoria. El
calendario de estos naturales se puso en el principio de! segundo
libro; esta muy claro de entender por las letras del a, b, c,
que tiene: de una
parte se cuentan los meses suyos, que son
de veinte en veinte
dias, y de la otra parte se cuentan nuestros
meses, que son de a treinta dias, uno mas o menos; y por estar
esta cuenta de esta manera, facil cosa es sahcr sus fiestas en
que mes de los nuestros caian, y a cuântos dias de cada mea.
La otra cuenta, que es de los anos, se pone en el séptimo libro
de esta historia, (y) alli se podrà ver si ptuguiere a nuestro
Senor que salga a luz.

373
LAMINA S
Lamina No. 1.

(IV. de los "Primeros Memoriales").

Los cuadretes de la izquierda representan las ceremonias con que se


celebraban las fiestas de ~<!M~«<'ro~b</< (arriba) y ~<~)tM<H (abtjo) los
de la dérocha, los ritos que tenian lugar en 7'(M (arriba) e /.tf<t (aba-
jo). De estas fiestas se habla en el Lib !I. Como seria impotibte dar

pormcnorizada cuenta de rada uno de tos dctattcs de estas pinturas. rt-mi-


timo! at lector a
la exptic:tci6n que de ellas da el Sr. W. Jimenet More-
no en su "Traducciun de los P~t~f~t ~f~tofto/M de Fr. Bernardino de

Sahagùn", que sera publicacla por el Museo Nadonal.

376
.~fyttett;~ .)~t'«'tMt(tM~m<M<tJ*pa<<t ~tttX t~f tt"Knf~ttt, <<«<
iN n.I~ yn "fA.iI4--III,
t*«M(ttt<MM)t~ <<Mt)t~<{~* bM< 1~xtn~fxMt*n«~~ "<t
~t* nu ,t<M
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M')t*~H4<M~t«ttt<<M tm< 'nt<~t~
*j~f M«mt«mM~. <~<fn:<t.m<)t~tv<r
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~r et.~*M* t~~thttyt~<<<~
~Mn*
"t~~t~~f~tt~MM
Lamina No. 2.

(Vtl. de los "Primeros Memonatet").

Représenta a los <hose~ con sus atavios caractertsttcos. E<t4 tom&da


de las pp. 23.~6 de los "PnMfroj AffMtOfM~t" (Ed. Ti-oncoso, T. VI.).
Seler –btn~ndoM en los mismos dttot de Stht({u" y en los que los mis-
mos c6d!ce* proporcionan- ha hecho un minucioM ettudio <te cada uno de
tôt Mv!o!<, y este trabajo cst& pubicatto en el T. IL de tus "GMMnmehe

Abhandlungen", de los (lue existe una <raducci6n etpanota en la Ribliotecu


detMuteoNMiontt

378
Lamina No. 3

(VII. del "Codice Florentine").

Nùm. 29:
Las diosas representadas ahi son -de izquierda a derecha- Ut.)*<of<-
Mo~ (de la sal), CAo/f~nM~/tfM~ (det agua) y CA<fotM~f<!a<< (del ma!z)
Esta ùttima tiene bajo sus pies siete serpientes, que son et simbolo de su
nombre.
Nùm. 30:
Representa la ccremonia de la confesion entre los mexicanos, como !a
refiere Sahagùn en et Lib. Cap. XII.
Nùm. 3<:
Esta representado ahi et esclavo que personificaba at dios ~o~<t<<
cuhili, el cual, el dia en que habia de ser sacrificado, rociaba a tas lentes
con una rama de sauce que introduda en una vasi)a de color verde, lie-
na de agua. Véase Lib. ï. Cap. XX.
Nùm. 32:
Representa la comida de tamatcs con que agasajaba el duefio de la ca-
sa a tes sacerdotes que le hxbtan hecho las imagenes de los dioses de tos
montes, formados de <~<'o//t, como se relata en e) Lib. I. Cap. XXI.
Nùm. 33:
Est& figurado ahi e) "sumidero" de /*<tM<<</<!M. en la laguna de Mexico,
a donde ttevaban )o< papeles y adere~os con que habian adornado tas tma-
genes de los dioses de los monte!' en la fiesta que se describe en el Lib.
J Cap. XXI
Nùm. 34:
Esta pintura ituxtra un parrafo de) Apéniliz (tatino-nahuatt) de) primer
lihro, en que se déclara el Cap. Xttt del Libre de la Sabidurta. Se tra-
ta alli de los id6latras que van al monte, eortan on arbot y tuego to la-
bran, formando una imaKcn antropomorfa. que dcspu~ adoran.
Nùm.s:
Formada ya la 'maften de que se habla en la cxpticacion anteriar, se le
rinde cutto y se le presentan ofrendas.

38o
Lamina No. 4.

(XXXIII del "Codtce Florentino").

Ilustra esta Mmint las faenas ~rico~s a que se dedicaban las per-
MnM MCtdM en el tt~no l X<!c<M«, tezûn se detallan en el Lib. IV. Cap.
XXXVIII.

38a
INDICE
INDICE DE MATERIAS DEL TOMO I.

Advertencia.VII
Fr. Bernardino de Sahagun v su obra.XIII
Introducci6n.XIV
1. Sucinto esbozo biogrifico de Sahagim.XVI
H.BiM:OtrafiaSahaKuntina.XIX
EKritOtconocidos.XX
Escritos desconocidos.XXXII
III. La "Hittoria General de las Cosas de Nueva Espana" XXXVI
NotM.LV
Apendice t las Nota!LXXXÏI

Carta dedicatoria del Mtor. 3


Pr6logo. s
At~ncerotector. ni

LIBRO PRIMERO. En que M trata de los dioses que adoraban to* na-
turales de esta tierra que es la Nueva EspaRa. 1.1
Cap!tn!o I. Que habla del principal dios que adoraban y a quitn sa-
crificaban los mexicanos Ham~do Huittttopochtti. 1~I
Capitulo II. Que trata del dios lIamado Piinal. el cual siendo hom-
breerttdoradopordio! 16
Capitulo III. Trata del dios tttmado Tetcattipoct. el cual generalmen-
te era tenido por dios entre C!to< naturales de esta Nncvt Eit-
pana; es otro Jupiter. )6
C~p!tut'j IV. Que trata det dios que te Ilamaba T)a)oc Tlamacarqui.. 17
C'apituln V. Trata dcl dio* que se Hama Quetxatc~at), dios de los
vientot. ty
Capitulo VI. Que trata de las diosas principales que se auoraban en
et!aNuevaE*pana. '8
Capitulo VII. Trata de la dtosa que sa Hamaba Chicomecôatt. Es

387
otftdiotaCere* Ig
Capitulo VIII. Trata de una diott que se ttamaba la Madre de !o<
Dioses, coraz6n de la tierra y nuestra abuela. 30
Capitulo IX. Trata de una diosa ttamada Tzapotlatena. at
Capitulo X. Trata de unas diosas que ttamaban Cihuapipiltin. M
Cap!tuto XI. Que trata de la diosa del agua, que la Hamaban Chal-
chiuhtt!cue; es otrajuno. 23
Cap!tuto XII. Que trata de la diosa de tas cosas carnales la cual
Hamaban TtaM!teott, otra Venus. 24
Capitulo XIII. Que trata de los diose' que son menores en dignidad
que los arriba dichos, y el primero de estos es (et) que Haman
Xiuhtecutli; es otro Vulcan. 29
Cap!tuto XIV. Que habla cerca de un dios
que se Xamaba Macuitxo-
chitl que quiere decir cinco flores, y también se ttamaba XochiptMi,
que quiere decir el principal que da flores o que tiene cargo
de dar flores 32
Capitule XV. Que habla del dios llamado Omacatt, que quiere de-
cir dos canas; es el dios de los convites. 35
0:pituto XVI. Que trata del dios ttamado Ixtlilton, que quiere decir
el negrilto, y también se HamaTtattetecuin. 37
Capituto XVII. Que habla del dios ttamado Opochtti, el cual era te-
nido y adorado en esta Nueva Espana. 39
Capitulo XVIII. Que habla del dios ttamado Xipe T6tec, que quiere
decirdesottado. 40
Capituto XIX. Que habla del dios que se ttama Yiacateeutti, dios
de los mercaderes 42
Capitulo XX. Que habla del dios ttamado Nappatecutli. 46
Capitulo XXI. Que habla de muchos dioses imaginarios a los cua-
les todos Ilamaban Tlaloques 48
Capttuto XXII. Que habla del dios ttamado Tezcatïôncatt, que es uno
de los dioses det vino.
A)ttndice det Primer Libro, en que se confuta la idolatria arriba
puesta pot et texto de la tacrada escritura, y (leclara et autor
suticientemente el dicho texto en tcngua vulgar. s.!
Confut~ciAn. 63
Allector. 74
E'xctamacione< det autor. 74

LIBRO SEGUNDO. Que trata det Catendario. fiextat v ceremonias.


sacrificios y <o)fmnidadc!t que cstos naturales de esta Nueva Es-
panat)ac!antthonrade sus difw< 77

388
Pr6!ogo. 79
Att!ncero!ector. 83
Capitulo I. Del Catendario de las fiestasfijas, la primera de las cua-
tetet~quetigue: AttcahuatooQuauideAa. 84
Capitulo II. thctxipehuaHttH. 85
Capttuto III. ToMztontti. 87
Capltulo IV. Uey tozostli. 89
CtpttutoV.T6xcatt. 90
Capitulo VI. EtMtqua!ittti. 92
Capltulo VII. Tecuithuitontti. 03
CapttuïoVIII. Uey tecuithuit). M
CapttutoIX.Ttaxochimaco.
Capitulo X. X6cotthuetx: 97
CtpttutoXI.OchpMMtti. 09
Capltulo XII. Teotteco. tôt
Ctpttulo XIII. Tepetthuit! ~t
CtpttutoXIV.Quechotti. !04
C)tp!tutoXV.PMquetMtitt)i. 105
Capttu!o XVI. Atemoztli. toy
Capitulo XVII. Tititl. to8
Capitulo XVIII. IicaHi. t09
Cap!tuto XIX. D!Mnemontemi. m
De tMfiettMmovibie! m
Capltulo XX. De la fiesta y sacrificios que hacian en tas calendas
del prhnero me'<, que M Ilamaba Attothuato. o Quauit)e6a. no
Exclamaci6n de! autor !M
Capitulo XXI. De las ceremonias y sacrificios que hacian en el M~tn-
do nus que se Uamaba T)acaxipehu)ttiit)i. 12J
Ctpttuto XXII. De las fiettax y sacrificios que hacian en el postrc-
ro dia de! K~undo mes, que xe dedt TtacaxipchuaUltti. t~Q
Capitulo XXIII. De la fiesta y ceremonias que hacian en las calen-
da. del cuarto mes que se ttamabt Uey toittxtti. t.;t i
Ctp!tuto XXIV. De la fittta que M hacfa en las c~)cnda!< df) quinto
mes que M Ua)n)tbaT<'t'<cMt). ).n
Cap!tu)o XXV. De la fiesta y sacri()cio!< que hacian en ):« catcndax
det MXtoniCt que'!eHa)nnbaEt)!a)quatittti. )~.<
Capttuio XXVI. De la fiesta y ceremonias que s<' hacian eu )a<
cateudf del ~pt'tuf mes, que se ttamaha Tt'cuithuitontti. t~
Capttuto XXVII. De)afic!«ayMcrificit)!'que!<.ehac!ancu)as
catenda* dct octavo me! que se deeta Uey teeui)hui<t. ts8
Capitulo XXVIII. De la firstn y sacrificios que ttacian en las
calendas del noveno 'nc< q~c '<e nan~aha Ttaxochimaco. t6y

389
Capitulo XXIX. De la fiesta y sacrificios que se hacian en tas calen-
das del décimo mes, que se llamaba Xocott huetzi. 169
Capitulo XXX. De la fiesta y ceremonias que se hacian en tas ca-
lendas del undécimo mes que se Ihmaba Ochpaniztli. 175
Capitulo XXXI. De la fiesta y ceremonias que se hacian en tas ca-
lendas de! duodccimo mes que se ttamaba Tcotleco. )?J
Capituto XXXII. De !a fiesta y sacrificios que se hac)an en tas ca-
tendas del decimotercero mes. que se decia Tepeilhuitl. t8s
Capitulo XXXIII. De la fiesta y sacrificios que se hacian en las
catendas de! deeimocuarto mes, que se ttamaba Quecholli. tSy
Capitulo XXXIV. De ta fiesta y sacrificios que se hacfan en tas ca-
lendas del décimoquinto mes, que se decia Panqwtïat!zt)i. 192
Capituto XXXV. De la fiesta y ceremonias que se hacian en las ca-
lendas del décimosexto mes que se ttamaba Atemoztti. 200
Capituto XXXVI. De ta fiesta y saerificiot que se hacian en tas ca-
lendas del décimoseptimo mes que se ttamaba Tititl. 203
Capituto XXXVII. De la fiesta y ceremonias que se haeian en las
calendas del décimoctavo mes que se ttamaba Izcalli. ao6
Capitulo XXXVIII. De la fiesta ttamada Huauhquiltamalquatiztti,
que hacian a los diez dias del mes arriba dicho, que se hacia
a honra del dios ttamado lxcozauhqui. at3
Apendice del Segundo Libro. Retaciôn de tos mexicanos acerca de
las fiestas de Huitzilopochtli. atg
Retaci&n de la fiesta que se hacia de ocho en ocho afios. 216
Relacidn de tos edificios del gran templo de Mexico. 2t8
Retaci6n de los mexicanos, de las cosas que se ofrecian en el templo.. 230
Relacibn de la tangre que se derramaba a honra det demonio, en el
templo y fuera. 232
Retaci6n de otros servicios que se hacfan a los demonios en et tem-
plo y fuera. <:33
Retaci6n de ciertas cérémonies que se hacian a honra dct demonio.. ~4
Retaci6n de las ceremonias que tamb'~n se hacian a honra det de-
monio. 935
Relaci6n de tas diferencias de ministros que scrvian a tos dioses.t37
Retaci6n d<'t taner y cuantas vecc!' tanian en el tempto entre noche
y dia, que era como tafier a tas ttoras. s~tr
Retaci6n de )o<t ejercicios o trahajos que habla en e) t~mpto. 249
Retaci6n d<- tos votes y juramentos. 243
Retaci6n d< tos cantares que se decian a honra de los dioses en tns
temptos y fuera de ettos. 244
Rttaci6n que habla de las mujeres que servian en el tempto. a<;2

39°
LIBRO TERCERO. Del principio que tuvieron los DioMs. 255
Prôtoto. 257
Capttuto I. Det principio que tuvieron los dioaes. 259
t.–Det nacimiento de Huitzitopochtti. 2.o
2.-De como honraban a Huitzilopochtli, como a Dio~ 262
3.–De la penitencia a que se obligan los que recibian el cuerpo
de Huitzilopochtli 263
4.–D& otro atributo a*at pewto que pagaban los que comian el
cuerpo de Huitïitopochtti. 264
Capltulo IL De la estimation en que era tenido el dios namado Ti-
tlaciuan o Tescatlipoca. 265
Capitulo III. Dé la retMi6n de quien era Quetïttc6&tt, otro Hercu-
les gran nigromintico, donde rein6 y de to que hizo cuando se
fue. 267
Ctpttuio IV. De como se ac&bô la fortune de Queti~coatt. y vinicron
CMttra <t otros tre: ni~romAntico*. y de las cotas que hicieron. 268
Câpttuto V. De otro embuste que hizo aquel nia;rom~ntico !t!umdo
Titttc&um. 270
Capitulo VI. De c6mo los de Tu!ta M enojaron por el casamiento
y de otro etnbutte que hixo Titttt'&uan. 272
Capitulo VII. De otro embuste del mismo nigromtntico, con que msno
muchos de tos tullanos danzando y bailando. ~t
Capitulo VIII. De otro cmbutte del mismo ni((romtntico. con que
m)tt6otro!'mu<:hot de to<< de Tulla. 275
Ctpttuto IX. De otro embuste del mismo ni~rom~ntico. con que mat6
muchos mas de tos tottecas. 275
Capltulo X. De otros etnbu<t< (tel mismo ni~ron~ntico. 277
Capitulo XI. De otro embuste del mismo niRromintico. con que mato
otrotmuchottuttMOt. 2~
Capituto XII. De la hu!da de Quct!!atc<'tatt para Tlapallan y de tas
cosas que por et CtminotxM. 278
Ctp!tuto X!II. De las Mfia)c< que dcjo en las picdra~. hecha<! con
las pattDM y con tas nattM!' donde "c aMntaba. ~70
Capitulo XIV. De como de frfo te le nitirieron todos suit pajc: a
Quet):atc6.ttt en la p~Mda de entre las <'ot tictras, et Volcan
y la Sierra Nc\a<)n. y <<<- otras haMna< "oyaa. 2X)
Ap~ndicc de) Terccrol.ihro. ~8.<
Capitula I. Deto)tquc)bana))nfiernoy()e<'u!'o)tw)uin<83
Capttuto H. ne los que ihan al paraixo tcrrenat. ~«7
Capttuto ttl. De los que ihan atcicto.?)?
Capitulo IV. !)c cAmo la Kcnte baja uf recta fu< tujos a la ca~a (juc
M ttama Tetpoct'catti. y <)t' ta'' coxtumhrfs que alli les mo!:traban.. jM

3~'
Capitulo V. De la manera de vivtr y ejercicios que tenian los que se
criaban en el Telpochcalli. 99!
Capitulo VI. D<i los castigos que hacian a los que se emborrachaban. 993
Capitulo VII. De como los sonores y prim.ipates y gente de tono ofre-
cian sus hijos a la casa que se ttanu ba Calmécac y de las cos-
tumbres que alli los mostraban. 294
Capitulo VIII. De tas costumbres que se guardaban en la casa que
se ttamaba Calmécac, donde se criaban los sacerdotes y ministros
de<deninos. 296
Capitulo IX. De la eteccion de los sumos sacerdotes que siempre eran
dos, el uno se ttamaba T6tec tlamacazqui, el otro Ttatoc tlama-
cazqui; que siempre detttan los mas perfectos de todos los que
moraban en e! templo 298

LIBRO CUARTO. De la astrologla judiciaria o arte de adivinar


que estos mexicanos usaban para saber cuales dias eran bien afor-
tunados y cuales mal afortunados y que condiciones tendrian los
que nac!an en los dias atribuldos a los caracteres, o signos que aqui
se ponen, y parece cosa de nigromancia que no de a~trotogta. 301
Pr6!ogo. 303
Al sincero lector 304
Cap!tu!o I. De! primero signo ttamado ce cipacth, y de la buena
fortuna que tenian los que nacian, asi hombres como mujeres, si no
!aperdianpor su negligencia, o flojttra. 305
Cap!tuto II. Del signo ttamado ce océlotl y de la mala fortuna que
tenian los que en el nacian, asi hombres como mujeres, si con
su buena diligencia no se remediaban; los que en eitte signo nactan
por ta mayor parte eran esctavos. 307
Capitulo III. Del tercero signo ttamado ce mazatl, y de la buena for-
tuna que tenian los que en et nacian, asi hombres como mujeres,
si por su negligencia no la perdfan. 310
Capitulo IV. De la segunda casa de este signo que !)c llama ome
tochtli, en la cual nactan los borrachos. ~n t
Capitulo V. De tas diversas maneras de borrachos. 3tj
Capttuto VI. De las demas casas de este signo, unas prospéras, otras
advfrsns y otrasindiferentes. 3t);
Capitulo VII. Det cuarto signo ttamado ce xochitt. Los hombrcs que
nacian en c) dectan que eran ategres, ingeniosos y inctinados a la
musica y a ptaceres, y decidorcs, y las mujeres grandes labrande-
ras y liberales de su cuerpo. Si se descuidaban, decian, este
signo ser indiferente a bien y a mat. 3~

3<~
Cap!tuto VI II. Det quinto signo Ham~do ce icat!, mal atertumtdo,
decian que los que naclan en et etpedttmente M naeton en la
noM casa que ttanum chiconahui cipactli, er<m grandes tnurmur*-
dores, noveterot, mttunet, tettunonero*. etc. Decian ser este ci
signo de QuetMtco~tt, donde la Sente noble hacia mucho* Mcri-
ftCXM y ofrendas a honra de este dios. 3)9
Ctpttuto IX. Del sexto signo thun~do ce mtquiztti. y de su pro~perz
fortuna. Decian que* este tigno era de Tescatlipoca por cuyt re-
verencia hacian en particular muchas o(rend<n y tMTtficiot, y
htchn fiesta y re~tot a los eKtavot, cada uno a los <uyo<. en
sus CtMt. 3~0
Ctpttuto X. De las demis c&MH de este ti~no, de las cuales ttgunas
non mal tfortunadM y otras bien. 3~
Ctpttuto XI. Del segundo signo Htnmdo ce quiahuitl, y de M deMt-
tr<K~t fortuna; decian que )ot que en este tigno nacian entn ni-
tromtnticot, brujot, htchicerot, en~btudorea. El de notar que este
vocablo tttcatecotott propiamente quiere decir n~romintico o bru-
jo impropiamente se usa por diablo. Casi todas !M casas de
este tigno eran de m&t& dite*ti6n. pero la decim* y la décimoter-
cera casas universalmente en todos los signos er<m felices. ~24
Capitulo XII. De las demis casas de este signo, ttgunt* de tM cua-
lei emn indiferentet, otras del todo tn~M. 3~5
Capttulo XIII. Del mal ztuero que tomaban Ii ttguno en este dia
tropuaba o <c !<ntimtb& en tôt pie<, o cala, y de las mttM con-
dictone* de to< que nacian en la octava casa que se Uama ducuei
miquistli, donde hay mucho )en<(uaje de los mal Mondic!on)Mio*
hombres y mujeret. 337
Capttuto XIV. De las pr&tpertt cuatro casas de este signo, !M cua-
les tenian por dichosat, y de la. buenas cond!cione* del que en
eUtt nacla 3.!)!
Capltulo XV. Del octavo ti~no Htmtdo ce malinalli y de su tdverM
fortuna. La tCttundt c~M de este signo tentante por buena, y
unilversalmente todas lai casas de nueve arriba, convienef Mber.
d'cima, undécima, ('uodécinm y decimotercera, las tenian por
buentt.o
Ctpttuto XVI. Det noveno signo nam~do ce cOttt y de su buena for
tuna, si to* que nactan en et no la perdieaen por tu f!ojedtd. Lot
mercaderes tenian a este siano por muy propicio para su oficio. 3Jt
Capttuto XVII. De la p)&tict o ruonamiento que uno de lot mer-
etdere!' vtfjOt hacta tt que e<t*bt de partida para ir a mercn-
dear a provincial tonK'ncuM o extrtuttt, cuando era la primera
vel (que salia). 33~

393
Capttuto XVHI. De otro razonamiento que los mismor hacian a los
que ya otras ve'~s hahian ido a mer-'adear tejos. 334
Capitulo XIX. De las ceremonias que haclan los que quedaban por el
que iba, si vivia y otras cuando oian que ya era muerto. 336
Capitulo XX. De tas demas casas de 'te signe. 337
Capitulo XXI. del décimo signo ttamadc ce técpatt, y de su feticidad;
decian que los timbres que nac!an en este signo eran valientes.
esforzados para la guerra y venturosos y las mujeres que en et
nacian eran varoniles, habiles para todo y muy dichosas en adqui-
rir riquetas; decian que este era el signo de Huitzilopochtli. dios
de la Guerra y Camaxtti. Fn el dia que comenzaba este signo
hacian gran fiesta a Huitxitopochtti, y por todos los trece dias,
a los cuales decian todos ser pr6speros 339
Capituto XXII. Det undecimo sigro ttamado ce ozomatli y de su for-
tuna. Declan que tôt que en et nacian eran de buena condici~n,
amigubles, amables, regocijadot, placenteros, inclinados a mùsica
y a oficios mecinicos. Decian que cuando reinaba este signo des-
ccndian unas ciertas diosas a la tierra, y a todos los que topaban,
pnr caminos o calles, los empecian en et cuerpo. dandotes alguna
enfermedad. Y por este reinando este signe no osaban salir de
casa; y los que en este signo enfermaban luego cran desahuciados
de tos médicos. 34!
Capituto XXIII. Del duodécimo sip[*to ttamado ce cuetzapattin y de
su ventura; decian que los que nacian en este x!)tno eran nervo-
itos, cnjutos, sanos de hnena camadura, diligentes, vividores. Las
casas sujetas: la cuarta, y quinta, y sexta, y nona, universalmen-
te las tentan. por mat afortunadas, en todos los signos; la se~un-
da y oetava, por indiferentes. 343
Capitulo XXIV. Det tercio decfmo sit:no ttamado ce oltin. Decian
que este signo era indiferente a bien y a mal y que los que eu
et nacian si eran pénitentes y bien doctrinados tfs iba bien. y a
a tos otros mat. 343
Capituto XXV. Del décimocuarto signe ttamado ce itzcuintli y de "o
prospéra ventura. E~te decian ser el si~n" del dios det fucgo ))a-
mado Xiuhtecutli a 1'laxictentica. En este s'j~no tn< sefiorcs v
principales hacian gran fiesta a este dios y en este signe los se-
fiores y principales que eran elegidos par regir la repubhra tia-
cian la fiesta de su etecciAn. 3.).!
Capituto XXVI. De como en este signo los sonores se aparcjaban pa-
ra dar guerra a sus y en et misme
enetnigos, sentenciaban a muer-
te a tos que por atgun gran crimen estaban presos. 345
Capitulo XXVII. Dcl decimoquinto si~mo ttamado ce eatti y de su

3<)4
muy adversa fortuna. Decian que los hombres que en et nacian
eran grande* ladrones, tujurioMt, tahures, desperdiciadores y que
siempre paraban en mal; y !a< mujeres que en el nactan eran
pereMMU, dormilonas, inùtUet para todo bien.
Capitulo XXVIII. De lai ma!a< condiciones de ht mujeres que na-
ctan en este signo. 347
Capituto XXIX. De! signo decimoMxto ttamado ce coxcaquauhtti, y
de su buena fortuna. Decian que to* que en este signo nacian
vivhm mucho, tenum !ttrza vida y eran dichosos, aunque muchos
de los que en et nacian morian tuego. 348
Capitulo XXX. Det signo décimoseptimo thmtdo ce atl, y de su
detMtrtdtt fortuna. Decian que los que nMian en et si en la
media vida tenian alguna buena dicha, en la otra media habian
de ser desdichados, y que por la mayor parte morhn muerte desas-
trtdt; decian que este signo era de la diosa del agua Htm~d~ Chat-
chiuhtHcue; hMftnte gran fiesta los que trataban por el agua en
CMOM. 349
C~phuto XXXI. Del signo deeimoet&vo thm~do ce ehécatl y de sus
desgracias y mala fortuna de los que tn el nMMm.TW
Capitulo XXXII. De los ttoro* y t&ttimM que hadan v decian ~quettos
a quien robaron los nigrom&ntico!, y de las dcm&t caM: de e't*
signo. js' 1
Capitulo XXXIII. Det signo decimo noveno que se llama ce quauh-
tli, y f!e su adversa fortuna. Decian que tes hombres que n*c!tn
en este signo ertn valientes o etforttdot, atrevidos, desvergonra-
dos, deKomcdidot. fanfarrones, etc.; y las mujeres eran t~mhten
atrevidas, dftver~onMdM. deslenguadas, deshonestas, etc. De-
cian que en esta signo descendian a la tierra las diosas menores
y empecian a los ninox y ntnM, y por esta causa sus madres y
padres no tes dejaban salir de MM. ni btnarte el ttonpo que este
tiMno reinabt. 3'
Cap!tu!o XXXIV. De la !tuper!.t)ciAn que usaban los que tbtn a visi-
tar (a) h ïeciën parida, y de otros ritos que se guardaban en la
casa de la rccien parida. 3<;4
Ctpttub XXXV. De las ceremonias que hMMm cuando btuttMbtx
la criatura, y del convite que hacian a los ninos cuando te< po-
nfan et nombre; y de la plitica que los viejoit hMttn a la cria-
tura y a la madre 3S5
Capituto XXXVI. Del convitc que <e hac!a por rat6n de tos bateoft.
y de )a orden <)c tervicio y de la borrachera que alli pa<aba.6
Capttuto XXXVM. De )o <)t)p ahora se hace en los bateot que es ca<i
)o mismo ()uc an<'n"atm'ntc hacian y del modo de los banquetes

395
que haclan los seftores, principales y mercaderes, y ahora hacen
y de las demis casas de este signe. 358
Capitulo XXXVIII. Del signo vigesimo y ùttimo ttamado ce toch-
tli. Dec!an que los que nac!an en este signo eran granjeros, tra-
bajadores, vividores, ricos y guardoso!360
Capituto XXXIX. Que habla generalmente de los signos. 360
Capitulo XL. De tas restantes casas de este signo y de ia tabla y
numéros de todos los signos. 36.!
Apéndice del Cuarto Libro, en romance, y es una apotogia en defen-
si6n de la verdad que en el se contiene. 363
"Introducci6n y declaraci6n ahora nuevamente sacada, que es el Calen-
dario de tos Indios de Anihuac, esto es, de la Nueva Espana. 365
Confutacion de to arriba dicho. 366
Siguese adelante en el tratado de aquel religioso. 367
Confutac!6n de !o arriba dicho 368
Siguese la Tabla y manera de contar que tenlan los adivinos en esta
arte. 368
AI lector 368
La cuenta de todos los tiempos que tenian estos naturales, es la que
se sigue. 370

LAMINAS

Retrato de Fray Bernardino de Sahagûn.IV

Tabla bibliogrifica sahaguntina. XX

Tabla de los sucesivos ordenamientos de la Historia.XL

Reproducci6n de una pagina de los Memoriales con cMo)ios.LXXVM

Lamina No. !-IV. de tôt Primeros Memoriates. 376

L&minaNo.a-VII. de tox Primeros Memoriates. 37~

Lamina No. 3-VII. del C6dice Ftorentino. 380

Lamina No. 4-XXXIM. del CMice Ftorentino. 38~

39<~
G)< <<c<~o de imprimir este

/'nM<r tomo de la "9~M~e-

ria 9cH<r«/ de <S«A«gMH~


<n ciudad de ~Cextco, <~

wigésimo dia Jc/ mes de enero


de mil no~<f«H<ot trtinta y
ocho, en los ~<r<t hpogr<~t-
cos Jf J?. Jel ~Bo~MC-MM-
presor.

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