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Escuela de Agronomía
Año 2013
Salta
INTRODUCCIÓN
Generalmente, los rendimientos comerciales de semilla varían entre los 500 y 600
kg/ha, aunque algunos productores de Salta (Argentina) y Acatic (Méjico) han obtenido 1260
y 1000 kg/ha respectivamente (J. de Rosas, Acatic, Jalisco, Méjico, 1993) (citado por Ayerza
y Coates, 2006). En Salta, lotes experimentales produjeron 2500 kg/ha al aplicárseles riego
y fertilizantes nitrogenados. Además, las observaciones de campo indican que la chía crece
bien en suelos con una amplia variedad de niveles de nutrientes. Sin embargo, parecería que
el contenido bajo de nitrógeno constituye una barrera significativa para obtener buenos rindes
de semilla. En general, los productores del Valle de Lerma, Salta, Argentina, fertilizan con
un rango de 15-45 kg de nitrógeno y 37 kg de fósforo por hectárea, y los de Acatic, Jalisco,
Méjico, con 68 kg de nitrógeno por hectárea. En Nicaragua, para obtener un rendimiento
promedio de 1000 kg/ha, 30 días después de siembra se recomienda realizar una aplicación
de urea en una dosis de 2 quintales/ manzana (7026 m2) al voleo; posteriormente, y con una
frecuencia mensual, se realizan dos aplicaciones de 1 quintal de urea/manzana, empleando
en total 4 quintales de urea. En otros casos se aconseja el uso de fertilizantes balanceados
como triple quince (15 N -15 K-15 P) en dosis de 4 quintales/manzana. A partir de los 50
días después de siembra se efectúa la aplicación de fertilizantes foliares a razón de 1
l/manzana (NPK,) con una frecuencia quincenal hasta el último mes de desarrollo vegetativo.
A partir de entonces, se indica la conveniencia de utilizar un fertilizante foliar enriquecido
con 1 l de Boro más un 1 l de fertilizante foliar multimineral, para fortalecer la planta durante
el desarrollo de la inflorescencia (Miranda, 2012). Se necesita más investigación para
establecer con precisión los requerimientos de fertilizantes (Ayerza y Coates, 2006).
Por otro lado, se ha demostrado la capacidad que poseen algunos reguladores de
crecimiento (hormonas naturales o sustancias sintéticas) para modificar el desarrollo de las
plantas, mejorando variables relacionadas a la producción en diversos cultivos (Lluna Duval,
2006). En cultivos extensivos como la soja, aplicaciones de giberelinas en inicio de floración
se recomiendan para aumentar el cuaje de los granos, mientras que en inicio de formación de
vainas puede mejorar el tamaño de granos; en poroto alubia, aplicaciones de giberelinas 35
a 45 días después de emergencia, permite obtener mayor producción, mayor tamaño de grano,
acorta el ciclo del cultivo y favorece el cuaje. También se resalta el uso combinado de
hormonas del grupo de las citoquininas, auxinas y giberelinas, que promueven el crecimiento
y desarrollo de raíces, brotes y frutos en hortalizas, permiten aumentar los rendimientos,
otorgan a la planta mayor resistencia a condiciones de estrés, contrarrestando los efectos
negativos y estimulando el equilibrio hormonal; además incrementan la inducción de yemas
y el calibre de frutos, mejoran la absorción y el uso de los demás nutrientes (Azcón-Bieto y
Talón, 2000). En base a lo anteriormente expuesto, se estima que la aplicación en el cultivo
de chía de sustancias promotoras del crecimiento y del desarrollo de los vegetales, podría
generar variaciones significativas en el rendimiento en semilla, por lo que es necesaria la
investigación en este campo.
OBJETIVOS
Objetivo general:
Objetivos específicos:
1- Altura de planta
2- Numero de ramificaciones
Por ello, se considera de interés cuantificar y analizar la respuesta del cultivo de chía
frente a la aplicación de biofertilizantes líquidos y productos hormonales en etapas de
prefloración, determinando y valorando su efecto sobre el desarrollo vegetativo y
reproductivo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se trabajó con un diseño experimental completo al azar (DCA) con los siguientes
tratamientos:
Nº TRATAMIENTOS DOSIS
1 Testigo Sin tratar
2 Giberelina 2 g/100 l Agua
3 Giberelina 4 g/100 l Agua
4 Giberelina 6 g/100 l Agua
5 Giberelina 8 g/100 l Agua
6 Giberelina 10 g/100 l Agua
7 Citocinina+ Giberelina + Auxina 50 ml/ 200 l Agua
8 Biofertilizante 500 ml/100 l Agua
4. Rendimiento (kg/ha).
120.0
100.0
80.0
60.0
Altura Planta (cm)
40.0
20.0
0.0
G2 G4 G6 G8 G10 S FF T
100.0
80.0
60.0
Altura planta (cm)
40.0
20.0
0.0
G2 G4 G6 G8 G10 S FF T
18.0
16.0
14.0
12.0
10.0
6.0
4.0
2.0
0.0
G2 G4 G6 G8 G10 S FF T
Se observa que el tratamiento con mayor número de ramificaciones fue G6, mientras que G8
y S presentaron los valores menores.
Grafico n°4: Efecto de los distintos tratamientos, sobre la variable numero de
ramificaciones en la segunda medición.
14.0
12.0
10.0
8.0
Número ramificaciones
6.0
4.0
2.0
0.0
G2 G4 G6 G8 G10 S FF T
En este grafico, se destaca el mayor numero de ramificaciones que registraron todos los
tratamientos por sobre el testigo.
Grafico n°5: Efecto de los distintos tratamientos, sobre la variable numero de espigas
en la primera medición.
35.0
30.0
25.0
20.0
Número Espigas
15.0
10.0
5.0
0.0
G2 G4 G6 G8 G10 S FF T
25.0
20.0
15.0
Número Espigas
10.0
5.0
0.0
G2 G4 G6 G8 G10 S FF T
El tratamiento S fue el que registro el máximo número de espigas, siendo los demás
tratamientos similares al testigo
Análisis de la varianza
Variable N R² R² Aj CV
Kg/Ha 32 0,21 0,00 35,78
450
373
Kg/Ha
295
218
140
G2 S T G6 FF G8 G4 G10
Tratam
En resumen:
c-Tratamiento G6: mostró un 18% menos de rendimiento que el testigo, con una elevadas
variabilidad estadística.
e- Tratamiento G10: presentó una baja variabilidad, con un rendimiento 13% menor al
testigo.
f- Tratamiento FF: los datos indican una baja variabilidad estadística dentro del tratamiento,
y un rendimiento que supera en un 10% al testigo.
Conclusiones
Al analizar los resultados obtenidos y reflexionando sobre los objetivos planteados, se podría
suponer que el ensayo realizado no cumplió con los mismos. Sin embargo, considerando que
las investigaciones vinculadas con este cultivo son muy escasas, resulta muy positiva la
prueba realizada y los resultados obtenidos para ser tomados en consideración en futuros
trabajos experimentales.