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Hiperactividad

La hiperactividad significa tener mayor movimiento, acciones impulsivas, un período


de atención más corto y distraerse fácilmente.

El comportamiento hiperactivo usualmente se refiere a actividad constante,


tendencia a distraerse fácilmente, impulsividad, incapacidad para concentrarse,
agresividad, y comportamientos similares.

Los comportamientos característicos pueden incluir:

 Inquietud o movimiento constante


 Deambular
 Hablar en exceso
 Dificultad para participar en actividades silenciosas (como la lectura)

La hiperactividad no es fácil de definir. A menudo depende del observador. El


comportamiento que parece excesivo para una persona puede no parecer excesivo
para otra. Pero ciertos niños, cuando se les compara con otros, claramente son más
activos. Esto se puede convertir en un problema si interfiere con el desempeño
escolar o la capacidad para hacer amigos.

Frecuentemente la hiperactividad se considera más un problema para las escuelas


y los padres que para el niño. Pero muchos niños hiperactivos son infelices, e
incluso depresivos. El comportamiento hiperactivo puede llevar a que el niño sea
blanco de acoso escolar, o que se le dificulte conectarse con otros niños. El trabajo
escolar puede ser más difícil. Los niños que son hiperactivos frecuentemente
reciben castigos por su comportamiento.

Causas

 El TDAH es una causa frecuente de la hiperactividad en los niños, pero no


es la única causa posible. Otras condiciones pueden causar que los niños se
muevan y hablen mucho por diferentes razones. Aquí le presentamos
algunas de las dificultades sobre las que usted puede leer y hablar con el
doctor de su hijo.
 TDAH: Esta es una condición del cerebro que, por lo general causa que los
niños se muevan y hablen sin parar. Es en realidad el resultado de un
“cableado” del cerebro que trabaja de manera un poco más lenta de lo
normal. Piense en el juego Congelado, Descongelado. Con el TDAH el
cerebro se tarda más tiempo en comenzar y “avanzar”. Pero también tiene
problemas para pisar el freno y “parar”.
 Ser hiperactivo no es simplemente que el niño se mueva alrededor. Los niños
podrían tener movimientos adicionales, incluso cuando están haciendo
pequeñas cosas, como atándose los zapatos, escribiendo o tocando un
instrumento.
 “Ser hiperactivo no es simplemente que el niño se mueva alrededor. Los
niños podrían tener movimientos adicionales, incluso cuando están haciendo
pequeñas cosas, como atándose los zapatos, escribiendo o tocando un
instrumento”.

Características

 Están en movimiento constante. Se levantan. Merodean sin sentido. No son


capaces de aguantar una clase entera sentados.
 En clase suelen molestar a los compañeros, porque cuando están sentados
se mueven mucho en la silla, enredan con las manos y los pies, cambian
mucho de postura, lo tocan todo y a menudo pierden o se le caen cosas al
suelo.
 Suelen hablar sin parar, son ruidosos y cuando están sentados dan
golpecitos o canturrean.
 Los padres suelen referirse a que los niños muerden o rompen los lápices y
bolígrafos, desarman las cosas que tienen piezas y pierden o estropean
algunas y luego ya no pueden volver a armarlas. A veces también muerden
la ropa o tiran de `hilos` que tienen por lo que terminan destrozando muchas
prendas.
 Conforme los niños van creciendo la hiperactividad tiende a disminuir, pero
aunque el movimiento desaparezca, a menudo verbalizan que se sienten
inquietos o nerviosos por dentro.
 Debemos señalar que este nivel de actividad es excesivo es inapropiada en
relación tanto con la edad como con la situación determinada en que se
encuentre el afectado. Esta actividad excesiva dificulta el trabajo del niño y
de los compañeros en el colegio, provocando interrupciones al profesor,
produciendo evidentemente consecuencias negativas a nivel social, escolar
y por extensión, familiar. Estos síntomas suelen responder bien a la
medicación estimulante.
 Por otro lado, encontramos la impulsividad como rasgo diferenciador de los
niños con TDAH. Veamos algunos ejemplos de situaciones que pueden
darse debido a ella.

Prevención

se trata de una disfunción cerebral que no se puede prevenir. No obstante, indica


que los cuidados generales de salud a lo largo del embarazo y las campañas de
prevención de consumo de alcohol y tabaco en la gestación, así como un parto bien
asistido podrían ser una fuente de prevención, casi la única.

“De hecho, esto lo vemos con los niños adoptados, quienes tienen diez veces más
posibilidades de desarrollar este trastorno que los niños que han nacido en nuestro
país”, dice Díez. “Esto se puede deber a un mayor consumo de tóxicos o también a
embarazos y partos no atendidos”.

Por otro lado, la especialista indica que existe otro tipo de prevención que se podría
denominar secundaria: empezar el tratamiento lo antes posible una vez que la
patología está diagnosticada. De esta forma podrían prevenirse otras
complicaciones asociadas al TDAH.
Tratamientos

El tratamiento principal, y que ha mostrado desde hace décadas su efectividad, es


la terapia farmacológica ya que permite corregir la disfunción cerebral durante las
horas que hace efecto.

Según la presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Infantil, hay varios


fármacos que han demostrado su eficacia y seguridad. Algunos son del grupo de
los estimulantes, como por ejemplo, metilfenidato, y otros se llaman fármacos no
estimulantes, como la atomoxetina.

Además del tratamiento farmacológico, Díez insiste en que es muy importante que
los padres y los profesores sepan en qué consiste el trastorno y actúen en
consecuencia. “Cuanto más conozcan sobre el TDAH, más podrán ayudar a los
niños. Por ejemplo, no es lo mismo dar una orden a cualquier niño que a uno que
tenga la patología. A ellos hay que darles las órdenes por partes, mirándoles
directamente a los ojos, asegurándose de que le han comprendido. Estas pautas
mejoran muchísimo el pronóstico”, recalca.

A continuación hay que explicarle al niño qué tiene y, sobre todo, si es mayor hay
que darles estrategias para mejorar la inatención. “Muchas veces llegan a la
adolescencia con una baja autoestima, con la sensación de que no son
autosuficientes porque no hacen las cosas bien. Son niños que reciben muchas
críticas a su alrededor”.

En algunos casos el TDAH se complica con otros problemas: ansiedad, depresión,


o trastornos de conducta y trastornos negativos desafiantes. En estas situaciones
es muy importante que el niño reciba psicoterapia. “Cuando los padres sientan que
no pueden con el niño, también es recomendable que reciban un tratamiento
psicoterapéutico aplicado”.

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