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Un control eficaz del aula maximiza las oportunidades de aprendizaje de los niños.
La tendencia actual del control del aula destaca un énfasis mayor en guiar a los alumnos
hacia la autodisciplina y menor hacia el control externo del alumno.
3. Los sucesos ocurren rápidamente: por lo que se requiere con frecuencia una respuesta
inmediata.
5. Hay poca intimidad: Las aulas son lugares públicos donde los alumnos observan cómo
controla el profesor los problemas de disciplina, los sucesos imprevisibles y las
circunstancias frustrantes.
6. Las aulas tienen memoria: Los alumnos recuerdan cómo el profesor abordó un
problema de disciplina a principio del curso, los estudiantes que han logrado más
privilegios que otros y si el profesor cumple sus promesas. Esto significa que las
primeras semanas del curso escolar son fundamentales para establecer principios de
control eficaces.
Un aspecto clave para controlar el aula es aprovechar los primeros días y semana del curso
para lograr:
2. Lograr que los alumnos participen activamente en todas las actividades de aprendizaje.
En un estudio ya clásico de Kounin se encontró que los profesores, tanto si eran eficaces
como si no, respondían de la misma manera ante el mal comportamiento de los alumnos.
Mientras que los profesores eficaces controlaba las actividades de grupo mucho mejor
que los profesores ineficaces.
Los alumnos deben aprender activamente y participar en tareas en las que estén
motivados en lugar de permanecer callados y limitarse a escuchar pasivamente al
profesor.
Ayudar a los estudiantes a dedicar más tiempo a aprender y menos a actividades sin
objetivos:
Weinstein encontró que en realidad solo se aprovechaba la mitad del tiempo dedicado a
una clase a lo largo del año.
El control del aula sirve también para evitar que los alumnos desarrollen problemas
académicos y emocionales.
2. Asegurarse de que se puede ver a todos los alumnos: Para supervisar el aula tiene que
poder ver a todos los alumnos. Hay que situarse en diferentes zonas de la clase para
ver si hay ángulos ciegos.
3. Facilitar el acceso a los materiales de enseñanza y del alumnado de uso habitual: esto
minimiza el tiempo de preparación y para ordenar la clase, así como los retrasos y las
interrupciones en el ritmo de la actividad.
4. Asegurarse de que los alumnos pueden observar con facilidad las presentaciones para
toda la clase: Definir dónde estarán situados el profesor y los alumnos en las
presentaciones.
Estilo auditorio: Estilo de disposición de aula en el que todos los alumnos se sientan frente
al profesor. Se reduce la interacción social dirigiendo la atención hacia el profesor. Esta
disposición puede beneficiar a los alumnos cuando trabajan en tareas individuales. En este
estilo de aula es más probable que el profesor interactúe con los alumnos sentados
enfrente y el centro del aula (“zona de acción”)
Estilo cara a cara: Estilo de disposición de aula en el que los alumnos se sientan frente a
frente.
Estilo seminario: un número grande de alumnos (10 o más) s sienta en disposición circular,
cuadrada o en forma de U.
Estilo agrupado: los alumnos trabajan en grupos pequeños (de 4ª 8) muy juntos. Este estilo
estimula la interacción social de los alumnos y el aprendizaje colaborativo.
2.2.2.PERSONALIZAR EL AULA
Las aulas se parecen con demasiada frecuencia como las habitaciones de un motel. Para
personalizar las aulas y así colaborar a crear un ambiente positivo, se puede:
Colgar fotografías.
Estilo de autoridad tolerante de control del aula. Este estilo fomenta que los alumnos sean
pensadores independientes y creadores, pero aún proporciona un control eficaz. Los
profesores que adoptan este estilo logran muchos compromisos verbales de los alumnos y
muestran atención hacia ellos. Sin embargo, no se debe dejar de definir los límites cuando
es necesario.
Estilo autoritario de control del aula: Este estilo es restrictivo y punitivo, y se centra
principalmente en mantener el orden en el aula, en lugar de en la instrucción y el
aprendizaje.
Estilo permisivo de control del aula: Estilo de control que permite a los alumnos una
autonomía considerable, pero les proporciona poco apoyo para adquirir habilidades de
aprendizaje o de control de su conducta.
Estilo de alerta: Estilo de control descrito por Kounin en e que los profesores muestran a los
alumnos que son conscientes de lo que está ocurriendo en la clase. Estos profesores
supervisan estrechamente a los alumnos de manera regular y detectan precozmente las
conductas inadecuadas, antes de que queden fuera de control.
Los niños afroamericanos y latinos, así como los procedentes de familias con ingresos
bajos, constituyen un porcentaje desproporcionado de las intervenciones por problemas de
disciplina en la escuela,
Una enseñanza que responda a la diversidad cultural y demuestre sensibilidad hacia las
variaciones culturales y socieconómicas puede ayudad a los profesores a reducir los
problemas de disciplina en el aula.
Para que un aula funcione necesita de reglas y procedimientos definidos con claridad, de lo
contrario, los malentendidos llevarán al caos. Tanto las reglas como los procedimientos son
expectativas enunciadas sobre el comportamiento.
Las reglas no suelen modificarse porque abordan modos fundamentales de tratar a los
demás, pero los procedimientos se modifican según la situación.
3. Las reglas y procedimientos deben ser coherentes con los objetivos del aprendizaje:
Garantizar que las reglas y procedimientos no interfieren en el aprendizaje. Algunos
profesores están tan preocupados por mantener un aula silenciosa que se olvidan de
fomentar un aprendizaje cooperativo.
4. Las reglas del aula deben ser coherentes con las reglas de la escuela: Algunos
profesores revisar conjuntamente con los alumnos el manual de la escuela.
Cuando un profesor muestra un sincero interés por los alumnos como personas y no solo
por su trabajo académico, se facilita su colaboración.
Las investigaciones han encontrado que los profesores que tenían éxito en el control del
aula mostraban sensibilidad hacia los alumnos y se interesaban por sus necesidades y
ansiedades.
el ambiente de la clase era relajante y agradable, donde los profesores les permitían a la
hora del descanso leer, dibujar o utilizar el ordenador.
Elegir refuerzos eficaces: pensar en el refuerzo que mejor le va a cada alumno. Para uno
puede ser un elogio, para otro realizar su actividad favorita.
Insultar y etiquetar: son métodos denigrantes.De esta forma los alumnos aprenden a
insultar y denigrar a otros alumnos.
Aconsejar: hablar a otros con aires de superioridad. “Con lo fácil que es, no sé como no lo
sabes resolver”.
Mandar: Ordenar a otra persona a hacer lo que uno quiere no es a menudo eficaz porque
crea resistencia.
Amenazar: las amenazan pretenden controlar a la otra persona mediante la fuerza verbal.
“Si no haces esto bien, ya vas a ver”.
Moralizar: Esto significa sermonear a otra persona sobre lo que debería hacer.
Ofrecer oportunidades a los alumnos para dar charlas o participar en debates fomenta su
capacidad de oratoria, organizativas y de pensamiento. Las pautas para un discurso eficaz:
1. Conectar con la audiencia: hablar directamente hacia la audiencia, no leer las notas
simplemente ni recitar un guión preparado.
3. Ofrecer la charla de forma eficaz: utilizar el contacto visual, gestos de apoyo y controlar
la voz.
Saber escuchar mejora las relaciones, la comunicación y hace que las personas se sientan
cómodas.
La escucha activa significa poner toda nuestra atención en quien habla, centrándonos tanto
en el contenido intelectual como en el emocional.
2. Parafrasear.
La comunicación no verbal no es fácil de ocultar, y nos dice mucho sobre cómo nos
sentimos en realidad.
Cada uno de nosotros tiene su espacio personal que no queremos que nos lo invadan, por
lo que hay que garantizar que todos los alumnos tengan su propio espacio.
Muchos profesores, después de plantear una pregunta, raras veces permanecen en silencio
el tiempo suficiente para que piensen reflexivamente. No obstante, demasiado silencio pude
no ser adecuado. En general no suele ser prudente escuchar durante un tiempo largo sin
emitir ningún tipo de respuesta verbal.
Intervenciones menores
Algunos problemas solo requieren una intervención menor: son conductas que no suelen
perturbar las clases o el aprendizaje. (Levantarse sin premiso, llamar al profe fuera de turno
etc).
1. Empleo de señales no verbales: Negar con la cabeza, llevarse los dedos a los labios
etc.
2. Continuar con la actividad: A menudo las transiciones entre las actividades son
demasiado largas y los chicos pueden comenzar a aburrirse. Una buena manera es no
corregir estas conductas, sino comenzar con la actividad siguiente de forma más
oportuna.
4. Redirigir la conducta: recordarles lo que tienen que hacer (“Os recuerdo que estamos
haciendo problemas de mates”).
Intervenciones moderadas
3. Imponer un castigo:
Mediación de iguales: Se puede entrenar a los iguales como mediadores para que ayuden
a otros compañeros a solucionar disputas y cambiar conductas indeseables.
Reunión entre los padres y el profesor: A veces el hecho de hablar con los padres mejora la
conducta del niño, lo que se ha de evitar es poner a los padres a la defensiva ni
responsabilizarlos.
Localizar a un orientador externo: a menudo los alumnos de familias con ingresos bajos
carecen de una figura que muestre interés y les apoye durante su desarrollo. Un orientador
puede proporcionar a los alumnos el apoyo necesario.
Peleas
Dejar pasar tiempo a los alumnos para que se calmen y después hablar con ellos.
Acoso
Los alumnos de primer curso de Secundaria son más propensos a ser acosados.
El Los niños acosados solían ser solitarios y tenían dificultades para hacer amigos,
mientras que los niños acosadores solían tener malas notas, beber y fumar..
Los niños que muestran ansiedad y son socialmente retraídos suele ser víctimas de
acoso porque no son amenazantes y no suelen responder ante el acoso.
Tanto los acosadores como sus víctimas suelen tener predisposición a la depresión,
ideación suicida e intentos de suicidio, así como mayores problemas de salud (cefalea,
mareos, insomnio, ansiedad). El ambiente escolar donde tanto los adultos como los iguales
aceptan el acoso lo están fomentando.
Dejar que iguales de más edad actúen de ,pmotpres contra el acoso escolar y que
intervengan cuando se produzcan estas situaciones.
Ser consciente de que el acoso escolar se produce a menudo fuera del aula, de
modo que quizás no sea testigo de estas situaciones. Además, muchas víctimas de
acoso escolar no informan de ello a los adultos.
Si se observa unasituación de acoso en el aula u otro lugar, se tendrá que tomar la
decisión de si es lo suficientemente grave oara informar a la dirección escolar o a los
padres del alumno.
Reunirse con otros porfesores y personal administrativo del centro para elaborar
reglas y sanciones paratoda la escuela contra el acoso escolar y anunciarlas en todo
el centro.
3. Si no hay cooperación por parte del alumno en absoluto, enviarlo al director. Pero en la
mayoría de las ocasiones, si se calma y no entra en una lucha de poder, el alumno se
tranquilizará y podrá hablar con él.