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Adultez temprana.

En la historia nunca había existido tanto interés por el estudio del comportamiento de los
humanos adultos jóvenes. Fue hasta los años de 1970 cunado diversos psicólogos e
investigadores sociales comienzan a darse cuenta que es durante esta edad cuando el sujeto
demuestra y cosecha todo lo que será en su vida, en pocas palabras, durante la edad adulta la
persona hace su futuro.

Durante este periodo se alcanza plenamente el desarrollo físico, psicológico y social. Es


durante esta etapa en donde se toman grandes decisiones, las más importantes de la vida de
la persona. Se inician o se concluyen los estudios, se opta por un trabajo, se decide por la
vida matrimonial, etc.

Algunas características de esta etapa son:

Condición física. Esta llega a su sima.

Desarrollo cognoscitivo. El juicio moral adquiere mayor complejidad, se toman decisiones


educativas y profesionales, ya no tanto a la ligera.

Desarrollo psicológico. Los rasgos de personalidad y estilo se hacen relativamente estables.


La madurez psicológica puede depender de logros como el descubrimiento de la propia
identidad.

Aun no se establece una edad de inicio a la etapa adulta temprana, pero se estima entre los
18 y los 20 a los 30 años. Sin embrago no solo es necesario cumplir con ese promedio de
edad. Para que una persona pueda ser considerada adulta, debe cumplir con tres
características esenciales:

1. Aceptar las responsabilidades propias.


2. Tomar decisiones independientes.
3. Obtener la independencia financiera.

Desarrollo Físico En La Adultez Temprana


La adultez temprana, como ya definimos, por lo general abarca el lapso entre los 20 y los 40
años, suele ser un período de posibilidades: muchas personas de esta edad por primera vez
son autosuficientes, se hacen cargo de la casa que habitan y se ponen a prueba en las
actividades que eligieron. Cada día toman decisiones que ayudan a determinar su salud, su
profesión y su estilo de vida.

Desarrollo Físico:

Salud y Condición Física

Casi toda la gente entre 20 y 40 años se encuentra en el pináculo de la salud, la fuerza, la


energía, la resistencia y el funcionamiento sensorial y motor. La edad adulta temprana se
caracteriza físicamente por:

Su cuerpo está plenamente vigoroso.

Gran resistencia y energía.

La estatura se estabiliza alrededor de los 30 años.

La fuerza muscular está en su apogeo sobre los 25.

El sujeto tiene una gran agilidad en los dedos y movimientos de sus manos.

Durante este período, se establece el cimiento del funcionamiento físico de por vida.

La salud puede ser influenciada por los genes.

Los factores conductuales (la alimentación de los adultos jóvenes, si duermen lo suficiente,
cuanta actividad física realizan, y si fuman o consumen alcohol o drogas) contribuyen de
manera importante a alcanzar un estado de salud y de bienestar.

Los problemas de salud en esos años son similares a los de la adolescencia; sin embargo, en
esta época alcanzan su punto más alto las tasas de lesiones, homicidios y consumo de drogas.
Además, muchos adultos tempranos tienen sobrepeso y hacen muy poco ejercicio.

Desarrollo Psicosocial En La Adultez Temprana


En esta área del desarrollo la característica distintiva es la diversidad, la amplia gama de
posibilidades que el adulto temprano tiene a su alcance en ámbitos como el matrimonio, la
libertad de escoger carrera y la independencia.

La edad adulta temprana es una época de cambios drásticos en las relaciones personales. Los
adultos jóvenes buscan la intimidad emocional y física en sus relaciones con los pares y los
compañeros románticos.

El desarrollo del adulto está impulsado por dos necesidades psicosociales, ejemplificadas por
diversos teóricos. Entre ellos Abraham Maslow, que en su teoría plantea la necesidad de amor
y pertenencia, la que al momento de ser satisfecha se accede a la etapa siguiente que es la de
éxito y estima.

En esta etapa las personas buscan la autorrealización, tanto en el campo profesional como en
el sentimental, ya sea solos o formando una familia.

Desarrollo Social:

Es una etapa de la vida en la que la socialización es básica, ya que el sujeto pasa de una
existencia sin responsabilidades a formar una familia, con todo lo que ello supone, además
de unas exigencias de horario de trabajo debidas a su nueva actividad laboral.
Este es un cambio espectacular de obligaciones y deberes, tanto en la planificación de su
futuro, como en la estructura de una nueva vida.

Todo esto implica un giro en su estatus social y, por supuesto, en sus relaciones sociales y
comportamientos. Todos los cambios que se producen en la edad adulta indican que los
aspectos sociales son la clave de la madurez.

Lo que especialmente marca el cambio de vida del sujeto, no es tanto la edad, sino la época
y la sociedad en la que le ha tocado vivir. El sujeto irá actuando en cada momento según las
exigencias que determinan los roles y estatus sobre los que va pasando. Además, cada
momento socio-histórico tiene sus normas y tareas.

Durante la edad adulta temprana, se van a producir en el sujeto cambios transcendentales:

Va a elegir un compañero con el que compartir su vida, lo que supone un aprendizaje en la


convivencia y un cambio en su estado social.
Suele ser el momento de su primer trabajo, con sus incertidumbres y su integración en un
grupo social determinado; con amistades nuevas.

Ahora bien, todo gira en torno a dos pilares fundamentales: la familia y el trabajo.Adquirir
los roles familiares puede venir determinado por búsqueda de intimidad y el miedo al
aislamiento.

Algunos autores consideran que, entre la edad adulta temprana y la media, se da un período
de transición o crisis, en el cual el sujeto se replantea su vida.
Esto coincide con un pequeño declive físico, con la pérdida de los padres, la adolescencia de
los hijos, la crisis matrimonial e, incluso, posibles cambios de trabajo.
Otros autores consideran que estas crisis se producen sólo en aquellos sujetos con
inestabilidad psicológica y con determinadas tendencias neuroticistas desde la adolescencia.

El Matrimonio e Hijos:

El matrimonio representa un hito en el ciclo vital. La relación de pareja abarca toda la edad
adulta, es un proceso a su vez con etapas en que se superpone la evolución personal, de la
pareja y del ciclo vital familiar.

Es durante la edad temprana, cuando los sujetos toman la decisión de casarse, quedarse
solteros, dedicarse a su vocación, o bien, vivir formando pareja con otra persona. Esto
implica una gran determinación, ya que una relación íntima supone un compromiso que está
siempre fundamentado en el amor.

Hay un momento en que el joven adulto no puede permanecer en el hogar paterno: no


requieren cuidados parentales, no desean vivir como niños, pero todavía son miembros de la
generación filial.

Tampoco aceptan la autoridad del padre como jefe de la familia, porque sus objetivos de vida
y sus necesidades son diferentes (incluso divergentes) a las del padre. El joven se transforma
en un miembro adulto del hogar, pero con escasas prerrogativas.

Sus afectos y motivaciones ya están fuera del hogar, su grupo de amigos es ahora una
importante fuente de gratificaciones. Se concibe el período de soltería como un momento de
libertad y de búsqueda antes de asumir responsabilidades y restricciones de la vida de pareja,
que comienza a acelerarse por la presión que experimenta ante el hecho de que su grupo de
pares se casa y comienza a sentirse desplazado.

El matrimonio existe y existirá, y la mayoría de los adultos se casan en la edad temprana.

Desarrollo Cognoscitivo En La Adultez Temprana

Los teóricos e investigadores del desarrollo han estudiado la cognición adulta desde varias
perspectivas:

>>Algunos tratan de identificar capacidades cognoscitivas distintivas que aparecen en la


adultez o formas características en que los adultos usan dichas capacidades en las etapas
sucesivas de la vida, que van más allá de las operaciones formales.
>>Otros investigadores se concentran en los aspectos de la inteligencia que están presentes
toda la vida pero que se destacan en la adultez. Una teoría actual, que puede aplicarse tanto
a los niños como a los adultos, hace hincapié en el papel de la emoción en la conducta
inteligente.

Postulado de Piaget:

El describió la etapa de las operaciones formales como el pináculo del logro cognoscitivo,
algunos científicos del desarrollo sostienen que los cambios en la cognición se extienden más
allá de ella.

Una línea de teoría e investigación neopiagetana se concentra en los niveles superiores de


pensamiento reflexivo o razonamiento abstracto, otra se relaciona con el pensamiento
posformal.

Al describir el desarrollo intelectual desde la infancia a través de la adolescencia, se presentó


la preocupación con la manera como las habilidades cognoscitivas se desarrollan y progresan
a través de los diferentes niveles cualitativos. Piaget atribuyó esos cambios a la combinación
de la maduración y la experiencia.
¿Qué sucede entonces en un adulto?

Como es de esperar, la experiencia juega un papel especialmente importante en el


funcionamiento intelectual. Pero las experiencias de un adulto son diferentes y,
generalmente, mucho más amplias que las de un niño, cuyo mundo está definido grandemente
por el hogar y la escuela.

Por la diversidad de las experiencias del adulto, hacer generalizaciones acerca del
conocimiento de los adultos es extremadamente difícil.

El pensamiento reflexivo es una forma compleja de cognición, definida por el filósofo y


educador estadounidense John Dewey (1910/1991), como el tipo de pensamiento lógico que
puede aparecer en la adultez e involucra una evaluación activa continua de la información y
las creencias a la luz de la evidencia y las consecuencias.

La capacidad para practicar este tipo de pensamiento parece surgir entre las edades de 20 y
25 años. Si bien casi todos los adultos desarrollan la capacidad para convertirse en pensadores
reflexivos, pocos alcanzan la capacidad óptima en esta habilidad, menos aún pueden aplicarla
de manera sistemática a diversos tipos de problemas.

El pensamiento posformal es el tipo de pensamiento maduro que se basa en la experiencia


subjetiva, la intuición y la lógica; es útil para lidiar con la ambigüedad, la incertidumbre, la
inconsistencia, la contradicción, la imperfección y el compromiso. Este tipo de pensamiento
es relativista e, igual que el pensamiento reflexivo, permite a los adultos trascender un solo
sistema lógico.

Schaie: Un modelo del Ciclo de Vida del Desarrollo Cognoscitivo:

El modelo del ciclo de vida del desarrollo cognoscitivo propuesto por K. Warner Schaie
(1977-1978; Schaie y Willis, 2000), uno de los modelos para el estudio de los estadios
cognitivos de la edad adulta, examina el desarrollo de los usos del intelecto dentro de un
contexto social.

Sus siete etapas giran en torno a metas motivacionales que aparecen en varias fases de la
vida. No todos pasan por esas etapas dentro de los marcos temporales sugeridos. En realidad,
las etapas de la adultez de Schaie pueden tener una aplicación menos general en una era de
elecciones y trayectorias que varían y cambian con rapidez.

Sternberg: Insight y Conocimientos Prácticos:

De acuerdo con la teoría triárquica de la inteligencia de Sternberg (1985, 1987), los elementos
experiencial y contextual adquieren particular importancia durante la adultez.

Esta es otra manera de mirar lo que distingue el funcionamiento intelectual de los adultos y
los niños, en términos de ciertas clases de pensamiento, que llegan a ser más importantes y
más completas en la vida adulta.

Baltes:

Con su teoría del ciclo vital, considera que la práctica y familiaridad con las tareas son la
base del desarrollo y del funcionamiento cognitivo adulto.

El Papel de la Experiencia en los Juicios Morales:

El adagio “vive y aprende” resume el desarrollo moral del adulto. La experiencia, a menudo,
lleva a la gente a revaluar su criterio sobre lo que es correcto y justo.
Desarrollo Intelectual en el Adulto Joven:

Una forma de pensamiento adulto es el que algunos teóricos han denominadopensamiento


dialéctico, que consiste en la capacidad de considerar puntos de vista opuestos en forma
simultánea, aceptando la existencia de contradicciones.

Los adultos que alcanzan el pensamiento dialéctico se caracterizan porque son más sensibles
a las contradicciones, aprecian más las opiniones contrarias y que han aprendido a vivir con
ellas. (F. Phillips Rice, 1997, págs.533-534).

Otros teóricos se han referido a este mismo período, como el del pensamiento posformal, una
etapa que va más allá de las operaciones formales planteadas por Piaget.
El adulto que alcanza el pensamiento posformal es capaz de:
>>Sintetizar pensamientos contradictorios, emociones y experiencias dentro de un contexto
más amplio. No necesita elegir entre alternativas porque es capaz de integrarlas. (Hoffman,
1996. Pág. 123).
En la etapa de la vida adulta, a los sujetos les interesa el conocimiento como forma de resolver
los problemas de la responsabilidad que ha adquirido, así el trabajo y la familia.

Se puede decir, que es el momento de mayor auge de la inteligencia práctica, y de cómo


resuelva y logre sus objetivos pasará a la edad adulta intermedia con la posibilidad de adquirir
nuevas responsabilidades sociales y laborales, así como saber asumir situaciones complejas
basándose en estrategias adecuadas.

En el funcionamiento cognitivo del adulto no se producen siempre procesos cognitivos que


se ajusten al pensamiento hipotético deductivo. Esto es debido a que no siempre el sujeto
adulto es capaz de alcanzar el desarrollo de las operaciones formales.

Es cierto que, según la teoría de Piaget, sería así, pero la experiencia ha demostrado que
debido a las características individuales de los propios sujetos que inciden en la tarea, no son
capaces de resolver determinados problemas a alto nivel cognitivo. (Recopilación tomada de
María del Pilar González Román. Facultad de Educación: Centro de Formación del
Profesorado. Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Universidad
Complutense de Madrid). (Arbeláez, J., octubre, 2009. Psicólogo docente de cátedra.
Universidad Católica de Oriente).

Personalidad:

Hay muchas diferencias en la forma en que el adulto joven logra integrar los diferentes
aspectos de su personalidad y hay grados en la forma en que cada uno lo logra. Básicamente
se trata alcanzar la identidad del yo y la capacidad de alcanzar una intimidad verdadera.

Para ello, debe haber logrado independencia y límites con sus padres y reconocer que sus
caminos y los de sus padres son divergentes porque sus metas lo son. Puede verlos en forma
más realista sin la rebeldía que le ayudó antes a constituir su identidad. Los internaliza como
padres y como progenitores.
(Tomado de: Apunte Docente. Autora: Anneliese Dörr A. Universidad de Chile. Facultad de
Medicina. Campus Oriente. Departamento de Psiquiatría y Salud Mental). (Arbeláez, J.,
octubre, 2009. Psicólogo docente de cátedra. Universidad Católica de Oriente).

Aunque existen diferentes teorías que consideran la personalidad de una forma estática, se
debe entender que el sujeto adulto es el producto de las experiencias vividas a lo largo de su
ciclo vital.

En este sentido, existen dos posturas fundamentales: las representadas por Erikson y
Levinson, teniendo en cuenta las dos etapas de la vida adulta.

Para Erikson, el problema de la edad adulta temprana es intimidad versus aislamiento. Los
sujetos adultos buscan la intimidad y el compromiso con otras personas, y si no lo consiguen
o temen hacerlo, se aíslan. Para conseguir una relación íntima es necesario compromiso y
sacrificio. Pero en primer lugar, un sentido de la identidad que se debe de haber fraguado a
lo largo de la adolescencia.

Por su parte, Levinson considera que todo adulto tiene una estructura de la vida, en la que
incluye aspectos internos y externos: lugares, gentes, instituciones, casos, valores, causas,
sueños, emociones, y todo esto unido en torno al trabajo y la familia.

Pero además pueden existir acontecimientos que hagan cambiar sus estructuras de vida, como
son libros interesantes que lea, situaciones sociales, o cualquier acontecimiento de la vida
que pueda influir en su desarrollo personal.

En la edad adulta temprana, el sujeto entra en el mundo adulto:

Se establecen compromisos de matrimonio y de trabajo.

Se plantean metas y expectativas profesionales.

Cuando no se cumplen o el sujeto tiene una pérdida de afirmación, aparece una crisis
emocional.

Para este autor, el paso de la edad temprana a la intermedia supone un aprendizaje de


reglas. Asimismo, en este paso el individuo se plantea la dura realidad de lamortalidad.
Este tema le puede provocar una crisis; se siente perturbado e, incluso, llega a actuar de forma
irracional; sin embargo, esta reflexión puede ser saludable dado que puede plantearse la vida
de una forma más realista y adecuada a sus circunstancias.

Educación y Trabajo:

La incorporación a la vida adulta incluye también la incorporación a la vida laboral.

La importancia de la competencia en la infancia y de la preparación del adolescente en la


búsqueda de la identidad, se reemplaza en la adultez joven, por la actividad laboral (o de la
preparación profesional para iniciarse en el trabajo).

En la adultez es la actividad que aporta el sustento económico e influye decisivamente en la


autoestima, constituyéndose en una fuente de valoración individual. Corresponde a un
momento crucial, muy determinado por desarrollos, oportunidades y experiencias anteriores.

El tener trabajo y ser exitoso en lo laboral y asegurar un nivel de ingresos que permita proveer
a las necesidades de la familia se constituye en un eje central de las preocupaciones del adulto
joven.

El tema de la actividad laboral cruza todas las etapas de la adultez, constituyéndose en un


tema crítico en los inicios y en los finales de la etapa de la adultez, ya sea por dificultades
para encontrar trabajo, o por acercarse la etapa de la jubilación.

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