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La educación rural en el Perú

Publicado el noviembre 15, 2014 por ds15udep


El tema de la educación rural en el Perú es de suma importancia para todos los
peruanos. Como personas y sobre todo como peruanos, descuidamos al sector más
pobre, excluido y grande de nuestro país. Nos olvidamos que este sector es el más
necesitado porque no solo estudian en pésimas condiciones sino que además viven
en estas. Además no tenemos en cuenta las vidas echadas a perder por esta falta de
solidaridad con nuestros compatriotas.

El futuro de una persona depende en su mayoría de la educación que esta haya


recibido a lo largo de su vida. ¿Cómo podemos esperar que las personas que viven
en las zonas rurales y en lastimosas condiciones tomen las decisiones correctas no
solo para ellas mismas, sino para las personas que las rodean? O ¿cómo esperamos
que tengan cierto criterio al momento de votar y elegir a quienes serán
responsables de ellas?
El problema radica en que la gente que vive en la costa y por supuesto los que viven
en la capital del país no ven más allá de sus necesidades y de sus conveniencias,
dejando así a las personas que viven en las zonas rurales del Perú en total
abandono. Es lógico que digamos que quienes están a cargo del Estado sean los
responsables de esta situación, pero ante la indiferencia de ellos los demás
ciudadanos nos quedamos de brazos cruzados.

No es justo decir que todos los demás ciudadanos se hacen de la vista gorda pero
es que la mayoría no está ni enterada de lo que sucede en zonas como Andahuaylas
o pueblitos del Cuzco o de Puno en donde no solo se lucha porque haya educación
sino por las condiciones climáticas que azotan a estas zonas, las cuales hacen que
por más voluntad de fomentar la educación, ésta no sea posible.

Pero claro, una parte del problema no solo está en manos de las autoridades sino
que también en manos de las mismas personas que se encuentran en esta situación.
Ellas, por razones de creencias, de situación económica y de situación demográfica
tienden a rechazar las posibilidades de acceso a la educación. Las rechazan porque
muchas veces las familias no tienen una situación económica que les permita ni
alimentarse y tienen que mandar a sus hijos de temprana edad a trabajar,
privándolos de la educación que podrían recibir en una escuela.

Analizando la situación desde un punto de vista físico, podemos tener dos


problemáticas: la primera es que las condiciones en la que se supone que se da la
educación se encuentran en situaciones muy precarias, la otra es el lugar donde los
centro de estudio de sitúan. Las situaciones en las que se encuentran los centros de
estudio son muy lamentables pues los niños no tienen donde sentarse, no cuentan
con los útiles necesarios y lo único que se gana con esta cruda realidad es que los
niños sean incapaces de prestar la debida atención que aprender implica. Como
segundo punto, el lugar donde se ubican geográficamente los centro de estudio se
encuentran en pueblitos muy alejados en los que para llegar, los niños se tardan
horas en llegar y esto solo causa que lleguen cansados, desnutridos, desganados, y
corriendo miles de riesgos.

Lo peor de todo es que estas problemáticas no nos sorprenden y no son difíciles de


conocer. No podemos seguir en una burbuja en la que dejamos en un último plano
algo que es tan necesario para el futuro de nuestro país. No es posible que recién
cuando nos topamos con esta situación es cuando valoramos lo que tenemos y
decidamos recién brindar nuestra ayuda.

Es cierto que hay personas o grupos que no dejan pasar esto por alto pero no es
suficiente que solo sea un grupo, debemos ser todos quienes estemos dispuestos a
poner de nuestra parte para que sea posible una educación homogénea en el Perú.

Ana Paula Llajaruna Zuzunaga


ENORME BRECHA ENTRE LA EDUCACIÓN URBANA Y RURAL

El pasado día 9 el Ministerio de Educación publicó los resultados de la Evaluación Censal de


Estudiantes (ECE) 2016, estos, comparados a la ECE 2015 no son nada estimulantes, en 2° de
primaria, en lectura, el logro de aprendizaje satisfactorio se redujo en 3.4% (de 49.8% a 46.4%)
aumentando también en 3.5% el porcentaje de estudiantes con dificultades en el aprendizaje; en
matemáticas, aunque los resultados satisfactorios aumentaron en 7.5% (de 26.6% a 34.1%), no se
logró la meta de 35% proyectada para 2016. En 4° grado de primaria (prueba realizada primera
vez) en matemáticas y lectura solo 25.2% y 31.4% respectivamente salió satisfactorio. En 2° de
secundaria los resultados son deplorables, solo fueron satisfactorios en matemática 11.5%, en
lectura 14.3%, y en historia, geografía y economía 15%, resultados que no demuestran mejoras
como sostiene la ministra de Educación, Marilú Martens, por el contrario arrojan bajísimos
porcentajes de aprendizajes satisfactorios a fin del ciclo.

Pero lo más grave y preocupante es la enorme brecha entre la educación urbana y rural
principalmente en 2° de secundaria, en lectura 15.8% es satisfactorio en área urbana y solo 2% en
área rural (brecha 8 a 1), en matemáticas 12.7% a 2.5% y en historia, geografía y economía 16.4%
a 4.3%, además, en el área rural existe gran cantidad de alumnos que no lograron los aprendizajes
necesarios para estar en este grado, en matemáticas 61.8%, lectura 54.2% y en historia, geografía
y economía 46.3%. Igualmente en 2° de primaria se registran altas brechas en resultados
satisfactorios, en lectura 50,9% área urbana a 16.5% rural, y en matemáticas 27.1% a 12.1%, esto
demuestra una profunda inequidad educativa y elevados niveles de ineficiencia académica.

Bajo este panorama esta y otras evaluaciones evidencian serias deficiencias y desatención en el
sistema educativo rural: 1) Falta un plan integral con estrategias y criterios de organización,
funcionamiento y metodología en la enseñanza ajustadas a sus características específicas en
colegios unidocentes y multigrado; 2) Muy reducido e inequitativo el presupuesto para estudiantes
en situación de desventaja (exclusión, desigualdad y pobreza); 3) Graves carencias de
infraestructura, acceso a servicios básicos, equipamiento y materiales educativos; 4) Falta de
directores y docentes; 5) Falta de escuelas de nivel secundario; 6) Currículos, calendarios y
horarios incompatibles a requerimientos; 7) Débil monitoreo o supervisión de instituciones
educativas; 8) Mínimo uso de tecnologías de información y comunicación.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario EXPRESO, fecha 22 de abril de


2017

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