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LA REFLEXIÓN COMO CLAVE DE LA CREATIVIDAD

Paula Andrea Perdomo


Tatiana Karina Parra

RESUMEN
En esta ponencia se expone la práctica como un espacio que permite la construcción
de conocimientos a través de la teoría-acción-reflexión. Además, se considera que la
creatividad es la capacidad de pensar de forma divergente con el fin de mejorar y transformar
las prácticas educativas y pedagógicas.

Es por esto que se consideran que algunos de los factores que posibilitan los procesos
creativos en la práctica, son la praxis, la investigación, la experiencia, la pedagogía de la
pregunta y la documentación. Cada uno de estos elementos permiten que el maestro se forme
como un ser creativo y transformador, lo cual tiene como consecuencia que este sea consciente
de la implicación social que tiene el ser educador reflexivo y creativo.

INTRODUCCIÓN
La educación actualmente se está pensando como uno de los mejores caminos para la
transformación de la sociedad. Es por eso que la creatividad se vuelve un principio fundamental
dentro de las prácticas pedagógicas y educativas, ya que esta es la que exige al maestro una
actitud reflexiva, de indagación y transformación sobre los procesos de enseñanza y
aprendizaje de los estudiantes y de él mismo.

Citando a Paulo Freire (s.f.), el maestro a través de las preguntas de los estudiantes y
de sus intereses aprende a enseñar, es decir, a ver cuáles son las mejores estrategias para este
proceso. Es por esto que el maestro debe ser consciente de que su labor no está separada de las
personas con las que trabaja, y al querer transformar debe tener una actitud creativa.

Para comprender los procesos creativos en la práctica, se debe tener en cuenta primero
que se entiende por práctica, creatividad y procesos creativos.

La práctica “debe asumirse como un espacio de construcción de nuevos conocimientos


que posibilite al estudiante (maestro en formación) a cuestionar la teoría a la luz de los
contextos y formular modelos de intervención para abordar problemáticas sociales” (Méndez,
2003, pág. 59). Es por esto que la labor del maestro debe estar contextualizada y reflexiva, de
tal manera que los conocimientos y saberes, se construyan de una forma creativa y pertinente
a los intereses, habilidades y necesidades de la población.

Devalle (2010) asegura que la práctica que realizan los maestros en formación es la que
forma su pensamiento y sus actitudes frente a su quehacer y lo que ha aprendido en la teoría y
sobre todo en la experiencia, de tal manera que haya una mejora continua en el quehacer y
también que la reflexión de la relación de la teoría y la práctica (praxis), sea una actitud personal
y profesional del maestro.

A partir de las experiencias que las ponentes han tenido, se considera que la diversidad
de sitios de práctica hace que el maestro reconozca en qué espacios se desenvuelve mejor
profesionalmente. Además, que entienda que su acción debe ser acorde con el contexto, es
decir, lo que pueda que sea relevante en un espacio, en otro puede que no lo sea por las
diferencias en el contexto y en la población.

De igual manera, la práctica se hace necesaria e importante porque es en la realidad de


la experiencia donde se entiende el significado y la relevancia que tiene la educación para la
sociedad. Es decir, la educación sí puede transformar una comunidad o a un sujeto para bien o
para mal y esto no desde la teoría, sino desde la práctica.

Por otro lado, respecto a la creatividad según Paul Torrance ( …) psicólogo americano
define que: La creatividad es un proceso que vuelve a la persona sensible sobre la falta de
conocimiento y esto la lleva a identificar dificultades, buscar soluciones, formular hipótesis,
probarlas comprobarlas y comunicarlas. Es por esto que el educador debe formarse como un
sujeto creativo sin olvidar su huella cultural, hacia la resolución de problemas, obteniendo
cierto grado a su vez de originalidad en los procesos de pensamiento divergente (pensamiento
creador).

Por lo tanto, en las prácticas pedagógicas la persona debe exponer una variedad de ideas
y producirlas a través de transformaciones. Por esto, se debe aislar lo tradicional para identificar
con claridad los problemas del entorno dando una solución construida desde procesos
reflexivos e interrogativos.
Para entender la creatividad, hay que tener en cuenta que esta es interdisciplinar. Por
esto se realiza a siguiente comparación:
Creatividad desde la Creatividad desde la filosofía Creatividad desde la
psicología pedagogía

Guilford, J. en el año Etimológicamente creatividad María Montessori afirma que


1950 hace entender la significa crear de la nada. la creatividad debe ser uno de
creatividad como una los pilares principales de todo
forma de pensamiento Según la corriente filosófica proceso pedagógico y de los
divergente el cual se como “el existencialismo, la currículos de escolares
emplea para tratar creatividad sólo se dará cuando (Cerda, 2000, pág. 20).
problemas que tienen el individuo encuentre su propio El maestro se debe formar en
distintas soluciones. El mundo, el de su entorno y el de la creatividad como una
pensamiento divergente sus semejantes” (Cerda, 2000, facultad, una actitud y
se relaciona por primera pág. 18). aptitud, un proceso, que lleva
vez con los conceptos de en sí mismo para no repetir lo
fluidez, flexibilidad y Nietzche dice que para haber que ya se ha hecho, se debe
originalidad. creatividad el hombre debe tener ser consciente que esto invita
poder absoluto sobre sí mismo, a la renovación y el cambio.
“Para enfrentar el mundo ya que la capacidad de la
de hoy necesitamos más creatividad se refleja en la El objetivo principal de la
de un comportamiento autonomía que el hombre tiene creatividad en la educación
creativo que de un sobre su vida porque cada debe ser de innovar y
inteligente” (Cerda, 2000, situación vital requiere de transformar, de tal manera
pág. 22). creatividad, “se debe tener valor que se estimule la iniciativa
para adentrarse en lo nuevo, en personal y el progreso social.
Dentro de la creatividad lo ignorado y desconocido”
se deben involucrar 4 (cita).
factores fundamentales:
La persona que crea, el
proceso creador, el
producto creado y las
influencias ambientales
(condiciones educativas,
sociales y culturales)
(Cerda, 2000, pág. 23).

Al tenerse en cuenta las tres perspectivas disciplinarias, se puede decir que la


creatividad es aquel pensamiento divergente para la resolución de problemas donde se
involucra tanto a la persona, como el contexto y el producto creativo.

Un sujeto creativo es aquel que se apodera y reflexiona sobre sí mismo y su entorno,


con el fin de formarse como un ser autónomo y consciente de lo que pasa a su alrededor
posibilitando así acciones creativas contextualizadas. En el caso de los educadores, la
creatividad se vuelve fundamental en su labor ya que no se ve como algo alejado, sino como
una actitud y aptitud propia del maestro que busca transformar hacia un progreso personal y
social.

Al comprender que la práctica educativa o pedagógica no debe ser lineal, los procesos
creativos que se realicen en ella tampoco. El maestro debe ser divergente en su pensamiento, y
hablar de igual manera de procesos divergentes ya que no hay una única vía de enseñar ni de
aprender; el objetivo de la práctica no debe ser limitado a única solución, esto con el fin de
posibilitar el desarrollo del pensamiento divergente en los agentes educativos.

Como menciona Matussek referenciado por Fernández (2008), el proceso creativo se


va desarrollando individualmente, cada quien a su tiempo y dependiendo de sus capacidades,
disposiciones, experiencias y el entorno. Es por esto que no se deben hacer generalizaciones
en cuanto a cuán creativas pueden ser las personas, sino que dependerá y deberá ser reconocida
por cada una.

Las definiciones anteriores son necesarias de aclarar para entender de igual manera que
el perfil de formación que se tiene en la Escuela de Educación de la Unimonserrate, aporta para
que los maestros se formen como sujetos creativos, críticos y humanistas, al contemplar que el
maestro debe ser un sujeto que esté en constante búsqueda, ya que tiene diversas
responsabilidades frente a lo social, por lo que es necesario que sea transformador y tenga
autonomía de su labor y se esté preparando constantemente para ejercerla (PEF, 2011).
Además, este perfil integra a un ser comprometido con el progreso de sus estudiantes y
de la sociedad, siendo potencialmente pedagogo abierto y atento a los diversos cambios
científicos, laborales y personales que tenga durante el desempeño de su profesión (PEP, 2009).

Igualmente se debe considerar que para que el maestro sea un ser creativo, se debe
formar bajo principios de educabilidad, donde se cuestione a sí mismo sobre qué lo motiva a
transformar y transformarse.

Ahora bien, entrando en materia sobre los factores que posibilitan procesos creativos
en la práctica, se consideran que son varios sobre toda la praxis, la investigación, la experiencia,
la pedagogía de la pregunta propuesta por Paulo Freire, la documentación y la actitud
transformadora.

La praxis
Se entiende la praxis como la relación entre la teoría y la práctica que va necesariamente
acompañada por la reflexión. Tal como lo menciona Clemente, “la teoría constituye un
conjunto de leyes, enunciados e hipótesis que configuran un corpus de conocimiento científico,
sistematizado y organizado, que permite derivar a partir de estos fundamentos reglas de
actuación (…) En educación podemos entender la práctica como una praxis que implica
conocimiento para conseguir determinados fines” (2007, pág. 28).

Dentro del Proyecto Pedagógico de la Facultad de Educación de la UNIMINUTO


(2012), se “exige la unidad dialéctica de la teoría educativa como práctica y la práctica
educativa como generadora de teoría. La praxis es así entendida como una práctica que a cada
momento interroga sus fundamentos” (Juliao, 2013, pág. 13).

Por lo anterior, se entiende que gracias a la praxis y a esas interrogaciones que se


generan, el maestro necesita de creatividad para comprender y dar soluciones a las preguntas
que se ha formulado desde su práctica y que más adelante sustentará con teorías propias o de
otros. Para que el maestro genere verdaderas preguntas, es necesario que exista un interés por
parte de él en una problemática, esto con el fin de que ver la educación como un ejercicio no
lineal que se puede transformar.
La praxis es entonces ese elemento que hace que se pueda formar un pensamiento
divergente, ya que posibilita la relación continua entre la teoría, la práctica y la reflexión,
generando así nuevas formas de pensar a través de la teoría y la práctica y, además, forjando
nuevas formas de actuar a partir de la reflexión de la misma.

La investigación

El maestro para ser creativo en sus prácticas, debe apropiarse de la investigación como
una actitud en su vida profesional y personal ya que esta solo se puede dar a través del interés
que tenga el maestro por conocer, comprender y transformar algún elemento de la práctica que
necesite ser cuestionado.

Esta actitud investigativa es contextualizada y apoyada por elementos de observación


y reflexión los cuales permiten que el maestro a través de lo que ha recogido de su práctica,
vea qué puede cambiar y cómo lo puede hacer (Pastrana, L. 2014); esto gracias a la creatividad
que va desarrollando a la par con la investigación.

El cambio educativo es posible cuando el profesor cuestiona de manera propositiva su


práctica pedagógica a través de la investigación. Entendiendo la investigación no como algo
lejano sino como ese elemento que es innato a la docencia, el cual permite que este se construya
como sujeto reflexivo a través de su práctica.

Por lo anterior, la investigación en educación es necesariamente un ejercicio colectivo


que requiere de otras personas para su elaboración. Sin embargo, la actitud investigativa se
forma o no en cada persona, así hayan hecho los mismos ejercicios investigativos; lo mismo
ocurre con el conocimiento que se va construyendo de forma individual, debido a que la
investigación es un proceso subjetivo en su interpretación.

La experiencia

Para que haya creatividad en la práctica, es indispensable que las vivencias que tenga
el sujeto no se queden en eso, sino que se vuelvan experiencias de las cuales pueda construir
saberes y significados de su quehacer. Si no hay una experiencia, no es posible que se dé la
reflexión y la praxis ya que no ha sido un suceso cercano a la persona por lo que no genera
interés ni motivación para interrogarse.

Por otro lado, Tardif (2004) “plantea que el saber experiencial hace parte de la
estructura mental del profesor y que procede de la cotidianidad en el trabajo” (…) de este modo,
el conocimiento práctico de la educadora infantil ha de reconocerse desde la experiencia, la
cual es el resultado de la reacción entre la formación teórica y la interacción con la vida tanto
laboral como de experiencia construida” (Arboleda M., y Gutiérrez, A., 2013, pág. 32).

Por tanto, se cree que la experiencia de práctica en el proceso de formación es


indispensable para que los maestros se formen como verdaderos educadores y como seres
creativos, no solo en su pensamiento sino también en su actuar en contexto.

La pedagogía de la Pregunta

La pedagogía de la pregunta según Paulo Freire parte del mismo proceso creativo; al
limitar la curiosidad y la creatividad del estudiante, el profesor también está limitando la suya
y el saber que pueden construir los dos actores educativos, porque el educador aprende con
aquel a quien enseña.

Al comprender que la pregunta es generadora de conocimiento, la misma obliga a es


estar revisando los propios conocimientos todo el tiempo, permitiendo de esta manera que el
educador se abra a ángulos distintos sobre los saberes y los conocimientos de los estudiantes,
que puede reconocer a partir de las preguntas que ellos generan, provocando así una educación
en la reflexión, donde el pensamiento y el ser sean libres para preguntar abiertamente
fomentando procesos creativos, de aventura y de riesgo.

Ahora bien, el anticipar la respuesta es no dejar lugar para la creatividad. Si un educador


no permite la creatividad ni la pregunta por parte de sus estudiantes, es porque tiene miedo a la
respuesta que debe dar, ya sea porque no la sabe o por miedo a generar más discusión.

Se debe dejar de ver la pregunta como algo desafiante y más bien verla como
posibilidad para que tanto el maestro como el estudiante, indaguen e investiguen sobre la
inquietud posibilitando procesos de aprendizaje colectivo.
Es por lo anterior que la educación debe ser en política, donde todos y todas participen
activamente permitiendo el desarrollo integral de la persona y de la comunidad.

La documentación
La documentación como herramienta de reflexión, ayuda a que el pedagogo haga uso
de su creatividad e imaginación para profundizar en los procesos de aprendizaje, en pro de la
construcción de una práctica crítica y reflexiva y a ser conscientes de lo que se hace. Es por
ello que la documentación, al igual que la investigación debe ser una actitud del profesional de
la pedagogía.

En cuanto a lo que posibilita la documentación, esta ayuda a afianzar y estudiar de cierta


manera la relación con nosotros mismos, con el otro y con el mundo, además esta está
estrechamente relacionada con la pedagogía de la actividad, donde todos los agentes educativos
son participativos en su labor, de igual manera permite que se dé un diálogo y negociación
acerca del trabajo pedagógico en donde se puedan tomar las propias decisiones sobre lo que se
hace (Dahlberg, Moss & Pence, 2005).

Todos los factores que se han mencionado anteriormente, permiten que como maestros
seamos conscientes de que a través de las prácticas podemos cambiar poco a poco la sociedad.
Esto hace que se piense en clave creativa para que de una u otra manera transformemos nuestro
pensar, nuestro actuar, las prácticas mismas y en un sentido más amplio, la comunidad con la
que se trabaja.

En contraste con los factores que posibilitan procesos creativos, en algunas


instituciones educativas se establecen ciertos modelos pedagógicos bastante limitados, los
cuales hacen que los maestros con tal de cumplir a la institución, se olviden de la creatividad
dentro de su labor y también de los intereses de los niños.

Además, esto se puede dar no por la institución, sino porque el maestro considera que
un único modelo es el que tiene la mejor metodología o el mejor pensamiento, y se limita a
cumplir con este olvidando también sus propias capacidades y dejando de lado sus ideas y las
ideas que tiene la población con la que está trabajando.
Cabe aclarar que la falta de los factores que se mencionan como posibilitadores de
procesos creativos, hacen que se limiten los mismo, o ni siquiera se den en las prácticas.

CONCLUSIÓN
Para que haya creatividad en la práctica, es indispensable que las vivencias que tenga
el sujeto no se queden en eso, sino que se vuelvan experiencias de las cuales pueda construir
saberes y significados de su quehacer. Si no hay una experiencia, no es posible que se dé la
reflexión y la praxis, ya que no ha sido un suceso cercano a la persona por lo que no genera
interés ni motivación para interrogarse.
De lo anterior se puede afirmar que la creatividad deriva de la reflexión, es decir, es
necesario que haya una reflexión para que se den procesos de pensamiento divergente y se
quieran realizar prácticas que mejoren y transformen lo que se está haciendo.

BIBLIOGRAFÍA
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Cooperativa Editorial Magisterio

Clemente (2007). Relación teoría y práctica, pág. 28.

Dahlberg, G., Moss, P., & Pence, A. (2005) La documentación pedagógica: una práctica
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Fernández, J. (2008) Creatividad y pensamiento creador. Recuperado de:


http://es.slideshare.net/jcfdezmx/creatividad-y-pensamiento-creador

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Méndez, P. (2003). Currículo en la formación docente, una propuesta de lineamientos


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Pastrana, L. (2014) Estrategia didáctica para la formación investigativa de docentes.


En: Investigaciones y desafíos para la docencia del siglo XXI. Bogotá, Colombia.

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