Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Peruana
Índice
1. Introducción: .................................................................................................................... 2
6. ¿Cómo se calcula el interés presunto para efectos del Impuesto a la Renta? ................ 10
1. Introducción:
2. Clases de Intereses:
La primera parte del artículo 1242° del Código Civil, señala que: "El interés es
compensatorio cuando constituye la contraprestación por el uso del dinero o de cualquier
otro bien", concepto que es recogido en la Ley del I.G.V. En el supuesto en que el deudor
incumpla el compromiso que asumió y simplemente dilata de manera arbitraria el pago de
su deuda, el segundo párrafo del mismo artículo 1242 señala que el interés "es moratorio
cuando tiene por finalidad indemnizar la mora., en el pago". Adviértase que en este caso
no estamos frente a una contraprestación por el uso del dinero; no se trata de pagar por el
servicio que supone el otorgamiento de un cierto plazo para la cancelación de la obligación
pactada. Por el contrario, el incumplimiento del deudor genera una sanción que se le aplica
por no satisfacer su obligación y por el consiguiente daño causado al acreedor. Se trata de
un pago con carácter indemnizatorio, como penalidad por una conducta antijurídica. La
suma se recibe para compensar un perjuicio cuyo resarcimiento puede ser exigido,
inclusive, en sede judicial, de manera que no existe correspondencia entre este ingreso y
el definido por la Ley, razón por la cual los intereses moratorios no forman parte de la
materia imponible del IGV.
Las diferencias entre una y otra clase de intereses son explicadas por Felipe Osterling de
la siguiente forma: "El interés compensatorio tiene como único propósito restablecer el
equilibrio patrimonial, impidiendo que se produzca un enriquecimiento indebido en favor de
una parte e imponiendo a quien aprovecha del dinero o de cualquier otro bien una
retribución adecuada por su uso"1.
1
OSTERLING, Felipe. “Las obligaciones”. Pontificia Universidad Católica del Perú. Pág. 140
servicio financiero que presta el acreedor. Esta específica clase de interés sí forma parte
de la suma gravada con el tributo.
Recordemos que la obligación del deudor de pagar intereses moratorios constituye una
consecuencia anormal de la ejecución de obligaciones, pues éstas son producto de un
incumplimiento contractual que, en principio, no puede ser querido por las partes habida
cuenta de que las obligaciones contraídas deben cumplirse según las reglas de la buena fe
y común intención de los celebrantes. El I.G. V. no afecta todos los ingresos de las
empresas sino aquéllos derivados de las operaciones específicamente gravados, los
cuales se encuentran en el artículo 1° de la Ley del IGV, teniendo como materia imponible
el monto de la contraprestación a que dan lugar tales operaciones. El pago que el deudor
debe efectuar por su incumplimiento no se origina en ninguna prestación del acreedor y,
por tanto, no se produce el supuesto contemplado en la Ley del IGV para dar nacimiento a
la obligación de tributar.
Ahora, en rigor, los intereses sujetos al Impuesto a la Renta son los compensatorios; ellos
son generados por la operación de crédito propiamente dicha y, por lo tanto, salvo que
medie exoneración, el perceptor está obligado a pagar el tributo. Son estos intereses los
que pueden calificarse como rentas por provenir "de una fuente durable y susceptible de
generar ingresos periódicos", como quiere el artículo 1° de la Ley del Impuesto a la Renta.
Sin embargo, los intereses moratorios ¿también deben considerarse como parte de la
renta gravable? ¿Están ellos, acaso, comprendidos en la definición de renta a que
hemos aludido? Lo primero que podemos afirmar es que los intereses moratorios no se
derivan del capital, en el sentido que le otorga la norma citada, ya que el ingreso que ellos
representan no constituye un fruto, no proviene de manera directa del capital colocado,
sino del incumplimiento del deudor. La violación contractual en que incurre el obligado no
es un "producto" derivado de una fuente sino una sanción, una penalidad por el
incumplimiento, lo que motiva que se trate de ingresos esporádicos o simplemente -sería lo
normal- que jamás hubiera lugar a dicho ingreso porque el deudor no deja de cumplir con
sus obligaciones oportunamente. Por lo tanto, el interés moratorio no tiene, per se, el
carácter de renta.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que según nuestra LIR la calidad de renta no sólo
comprende las ganancias periódicas generadas por una fuente durable, sino también otros
beneficios considerados en la Ley expresamente corno gravables. Para analizar este
extremo recordemos que, según el artículo 24° de la LIR, se consideran corno rentas de
segunda categoría: "a) Los intereses originados en la colocación de capitales, cualquiera
sea su denominación o forma de pago, tales corno los producidos por títulos, cédulas,
debentures, bonos, garantías y créditos privilegiados o quirografarios en dinero o valores".
Los intereses a que se refiere la norma transcrita sólo pueden ser los" compensatorios", el
capital se coloca para percibir esa específica clase de ganancia. No se realiza una
operación de crédito esperando lucrar con la demora del deudor; por el contrario, el
acreedor parte de la premisa de que el obligado a cumplir efectuará el pago en tiempo
oportuno. No se "coloca el capital" para percibir intereses mora torios; es más, para el
acreedor lo deseable sería que no se viera en la necesidad de exigirlos, porque ello
supondría que el deudor habría honrado su compromiso en el plazo pactado. Por lo tanto,
si los intereses mora torios no tienen la naturaleza jurídica de renta, respecto de ellos no
debería generarse el impuesto.
Sin embargo, es necesario destacar que por mandato de la LIR hay ciertos casos en que el
impuesto debe aplicarse también respecto de los intereses moratorios. En efecto, conforme
al artículo 2° de la LIR se consideran gravables no sólo las ganancias que se derivan de
una fuente durable (en este caso el capital), sino que nuestra legislación positiva también
recoge, aunque de manera parcial, la teoría del incremento patrimonial, en cuya virtud no
interesa si el beneficio es periódico o no y si se deriva de una fuente permanente o no.
Según dicha norma el tributo grava igualmente determinadas ganancias y beneficios,
puntualizando que se encuentran entre ellos: "b) Las indemnizaciones en favor de
empresas por seguros de su personal y aquéllas que no impliquen la reparación de un
daño....".
En ese sentido, para el caso del sujeto que percibe ingreso por penalidades, tiene que
considerarlo como una operación gravada con el impuesto a la renta. Para el sujeto que
reconoce dicho pago como gasto, no califica como gasto deducible, precisamente porque
no cumple con el Principio de Causalidad.
El artículo 37° de la LIR establece de manera general para la deducción de gastos que
estos deben ser necesarios para producir la renta bruta, mantener su fuente y para la
generación de ganancias de capital; asimismo, su deducción no debe encontrarse
expresamente prohibida por la LIR y establece una lista no taxativa de supuestos gastos
deducibles.
Con respecto a lo indicado en el inciso a) del artículo 37° de la LIR, el cual señala que
califica como gasto deducible: “Los intereses de deudas y los gastos originados por la
constitución, renovación o cancelación de las mismas siempre que hayan sido contraídas
para adquirir bienes o servicios vinculados con la obtención o producción de rentas
gravadas en el país o mantener su fuente productora, con las limitaciones previstas en los
párrafos siguientes.” En ese sentido, en el caso de los gastos por intereses se exige que se
cumpla con el principio de causalidad.
Asimismo, se exige la fehaciencia como otro requisito importante para la deducción del
gasto; se tiene que acreditar la existencia de la vinculación del gasto con la renta y la
existencia de la operación. Uno de los principios de todo proceso y procedimiento es que
quien afirma un hecho, debe probarlo.
En ese sentido, si una empresa A solicita una línea de crédito comprometida a una
empresa financiera del exterior, por la cual pagó una comisión y no hizo uso de la línea de
crédito, la empresa debe demostrar que necesitaba dicho servicio para afrontar las
necesidades propias de sus operaciones.
Otro aspecto importante en este caso es la oportunidad del reconocimiento de gasto por
intereses. Al respecto, de acuerdo al artículo 57° de la LIR, los gastos deben reconocerse
conforme al principio del devengado. Asimismo, el inciso v) del artículo 37° de la LIR,
establece que los gastos o costos que constituyan para su perceptor rentas de segunda,
cuarta y quinta categoría podrá deducirse en el ejercicio gravable a que correspondan
cuando hayan sido pagados dentro del plazo establecido para la presentación de la
declaración jurada anual del impuesto a la renta. Es en base a esta última norma que hasta
hace poco, muchos interpretaron que los gastos por intereses a favor de personas
naturales (rentas de segunda categoría) eran deducibles en la medida que sean pagados.
Esta interpretación se ha dejado de lado, ya que mediante la RTF N° 12444-4-2009, el
Tribunal Fiscal ha señalado que los supuestos de gastos establecidos en el artículo 37° de
la LIR son sistemáticamente excluyentes entre ellos, y que de una interpretación
sistemática de la norma debe entenderse que lo establecido en el inciso v) se refiere a
gastos o costos distintos a los previstos en los otros incisos, por lo que si el legislador
hubiera pretendido condicionar la deducibilidad de los intereses al pago de los mismos, ello
se encontraría establecido en el inciso a).
Hasta el 31.12.2009, para la deducción de los gastos por intereses, debía tomarse en
cuenta que sólo eran deducibles aquellos en la parte que excedían el monto de los
ingresos por intereses exonerados. El siguiente gráfico a modo de ejemplo podría ayudar a
entender este límite:
Sin embargo, con la entrada en vigencia del Decreto Legislativo Nº 972, en la parte que
modificó el inciso i) del artículo 19º de la Ley del Impuesto a la Renta, esta situación ha
cambiado sustancialmente. En efecto, según la norma vigente a partir de la citada fecha,
están exonerados con el Impuesto a la Renta cualquier tipo de interés de tasa fija o
variable, en moneda nacional o extranjera, que se pague con ocasión de un depósito o
imposición conforme con la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros
y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, Ley Nº 26702, así como los
incrementos de capital de dichos depósitos e imposiciones en moneda nacional o
extranjera, excepto cuando dichos ingresos constituyan rentas de tercera categoría.
5. Casos particulares:
Tratándose de préstamos entre partes vinculadas, los gastos por intereses que genere
dicho financiamiento, también serán deducibles. Ello en la medida que se acredite
fehacientemente la necesidad del financiamiento.
Otro de los gastos por intereses que también podrían ser deducibles, son aquellos
provenientes de fraccionamientos otorgados conforme al Código Tributario. Sobre el
particular debe indicarse que actualmente los fraccionamientos que se otorgan al amparo
de esta norma son:
El refinanciamiento de la deuda.
Antes de proceder al análisis del régimen tributario aplicable a los intereses provenientes
de créditos externos, es preciso hacer una breve referencia al tratamiento tributario de los
no domiciliados, las exigencias que éste régimen implica, los deberes de colaboración de
parte de los agentes retenedores, entre otros supuestos.
Del mismo modo, el artículo 9º establece que en general y cualquiera sea la nacionalidad o
domicilio de las partes que intervengan en las operaciones y el lugar de celebración o
cumplimiento de los contratos, se considerará rentas de fuente peruana a cada uno de los
supuestos contemplados en él. Previo a ello, el citado ingreso deberá encontrarse dentro
del ámbito de aplicación del impuesto, es decir, tratarse de un ingreso gravado con la LIR.
Así, el nuevo inciso b) del citado artículo –referente a los intereses que abonen las
empresas de operaciones múltiples a que se refiere el literal A del artículo 16° de la Ley Nº
26702, Ley del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros– establece que la nueva tasa aplicable es del
4.99% como resultado de la utilización en el país de sus líneas de crédito en el exterior.
De otro lado, se sustituyó el inciso i) del artículo 56º de la Ley del Impuesto a la Renta a fin
de incorporar un nuevo supuesto específico y diferenciado respecto a la aplicación de la
tasa del Impuesto a la Renta.
Así, se dispone que para los intereses provenientes de bonos y otros instrumentos de
deuda, depósitos o imposiciones efectuados de conformidad con la Ley Nº 26702, Ley
General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de la Banca y Seguros, así como los incrementos de capital de dichos
depósitos e imposiciones en moneda nacional o extranjera, operaciones de reporte, pactos
de recompra y préstamos bursátiles y otros intereses provenientes de operaciones de
crédito de las empresas, la tasa aplicable es del 4.99%.
Con esta nueva regulación, se busca incorporar de manera expresa a aquellos otros
supuestos que generan intereses, como es el caso de bonos, instrumentos de deuda,
depósitos, o imposiciones efectuados conforme a la Ley del Sistema Financiero Nacional y
de la Superintendencia de Banca y Seguros, operaciones de reporte y otros intereses
provenientes de operaciones de crédito.
Cabe referir que hasta el ejercicio 2010 este concepto se encontraba comprendido dentro
del rubro "Otras rentas" y por ende le resultaba aplicable la tasa del 30%.
c. Otras rentas:
De acuerdo con la exposición de motivos, esta eliminación obedece al hecho que dicha
Declaración Jurada no constituye un elemento eficaz que evite la elusión fiscal y
más bien genera una mayor carga administrativa para el contribuyente.
El inciso m) del artículo 44º de la Ley del Impuesto a la Renta prohíbe la deducción de los
gastos, incluyendo la pérdida de capital, provenientes de operaciones efectuadas con
sujetos que entre otros supuestos, sean residentes de países o territorios de baja o nula
imposición.
No obstante esta prohibición, debe considerarse que el mismo inciso exceptúa de tal
prohibición, a los gastos derivados de operaciones de crédito, en tanto el monto de la
contraprestación sea igual al que hubieran pactado partes independientes en
transacciones comparables.
En ese sentido, podemos concluir que los gastos por intereses provenientes de sujetos
residentes en territorios de baja o nula imposición, podrían ser deducibles en la medida
que se cumpla con el principio de causalidad y en tanto el valor de los mismos sea el de
mercado.
Para efectos del Impuesto a la Renta, este ingreso (el interés obtenido por el uso del dinero
otorgado en mutuo) se encuentra afecto al citado impuesto pudiendo calificar como rentas
de tercera categoría o rentas de segunda categoría dependiendo de la calidad del sujeto
(prestamista); no obstante ello en el supuesto en que no se hubiese pactado tal interés,
para efectos del citado impuesto, el artículo 26º de la LIR ha establecido la aplicación de
un interés presunto para estos casos en particular. La presunción admite prueba en
contrario, en la medida que el contrato de mutuo haya sido celebrado entre partes no
vinculadas (1) y el deudor la desvirtúe en virtud de sus libros contables.
1. MATERIA:
2. OBJETIVO:
3. BASE LEGAL:
- Artículo 26° del Texto Único Ordenado (TUO) de la Ley del Impuesto a la Renta, aprobado
por Decreto Supremo N° 054-99-EF.
- Circular N° 041-94-EF/90.
- Circular N° 009-2000-EF/90.
4. ANÁLISIS:
4.1. El primer párrafo del artículo 26° del TUO de la Ley del Impuesto a la Renta establece
que para los efectos del impuesto se presume, salvo prueba en contrario constituida por los
libros de contabilidad del deudor, que todo préstamo en dinero, cualquiera que sea su
denominación, naturaleza o forma o razón, devenga un interés no inferior a la tasa activa de
mercado promedio mensual en moneda nacional (TAMN) que publique la Superintendencia
de Banca y Seguros. Regirá dicha presunción aun cuando no se hubiera fijado el tipo de
interés, se hubiera estipulado que el préstamo no devengará intereses, o se hubiera
convenido en el pago de un interés menor.
4.2. Sin embargo, mediante la Circular N° 041-94-EF/90 publicada en el diario oficial "El
Peruano" el día 21.12.94, el Banco Central de Reserva dispuso que las tasas de interés de
las operaciones activas y pasivas de las empresas y entidades del sistema financiero se
expresarían en términos efectivos anuales a partir del 1 de enero de 1995.
4.4. Por su parte la SBS, mediante el Oficio N° 4610-2000, ha detallado las fórmulas
utilizadas para determinar el factor diario y el factor acumulado de la TAMN, así como la
tasa de interés promedio, de la siguiente manera:
FAt - 1
FAt-n
Asimismo señala que, la tasa de interés promedio de un mes se puede calcular dividiendo el
factor acumulado correspondiente al último día del mes, entre el factor acumulado del último
día del mes anterior y restarle uno.
4.5. Así por ejemplo, si se desea determinar la TAMN del mes de julio de 2000:
135,89452 (1)
132,81423 (2)
5. INSTRUCCIÓN:
A fin de calcular la tasa activa de mercado promedio mensual en moneda nacional (TAMN)
a que se refiere el artículo 26° del Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto a la Renta,
deberá tenerse en cuenta la fórmula señalada por la Superintendencia de Banca y Seguros
en el numeral 4.4 de la presente Directiva.
El artículo 26º de la Ley del Impuesto a la Renta (LIR) regula el tema de la presunción de
intereses. Sin embargo, en lo referente al personal, prescribe que las referidas
presunciones no operarán en el caso de los préstamos al personal de la empresa por
concepto de adelanto de sueldo que no exceda de 1 UIT o de 30 UIT en el caso que se
trate de préstamos destinados a la adquisición o construcción de viviendas de tipo
económico.
Sería posible que por la redacción de la norma, cuando ésta alude al término "personal" lo
hace en el entendido que se trata de aquello sujetos con los que guarde vinculación
laboral.
Por otro lado, en lo referente al “adelanto de sueldo” (tratado por la normativa fiscal como
“préstamo”), en primer término éste cuenta con un límite (1UIT), mas no se precisa cuál
podría ser el destino de dicho préstamo, por lo que ante dicha omisión cabe señalar que
ello quedará a criterio del trabajador. Sin perjuicio de lo anterior, de tratarse de un adelanto
de sueldo (préstamo) por un importe de hasta 30 UIT éste debe entenderse destinado a
una vivienda catalogable como de tipo económico2.
No operará la presunción de
intereses cuando se trate de:
Si bien es cierto, conforme a lo prescrito por el artículo 26º de la LIR los libros de
contabilidad del deudor desvirtúan la presunción de intereses es dable preguntarse si bajo
la redacción del referido artículo la presunción de intereses sólo operaría en el caso de que
el prestatario (sujeto que recibe el dinero otorgado en calidad de préstamo) califique como
persona natural. A nuestro juicio, cuando el artículo en cuestión alude a que todo préstamo
en dinero, cualquiera sea su denominación, naturaleza o forma o razón, devenga un
interés no inferior a la tasa activa de mercado promedio mensual en moneda nacional no
hace distinción respecto de la calidad del prestatario, es decir, ello es independiente (el
devengamiento de intereses) de si nos encontramos frente a una persona natural o no. En
consecuencia cabe el devengamiento de intereses presuntos a favor del prestamista en
tanto y en cuanto el prestatario, aún cuando llevase contabilidad completa, no pueda
desvirtuar la referida presunción (como es el caso que no cumpla este último con la
exhibición de sus libros contables ante el requerimiento de SUNAT). La situación descrita
fue materia controvertida resuelta por el Tribunal Fiscal según RTF Nº 791-4-2006. Con lo
anterior, cabe concluir que la falta de presentación de los libros de contabilidad acreditaría
la generación de intereses presuntos.
Teniendo en cuenta que los intereses presuntos sólo pueden desencadenarse en virtud a
contratos de préstamos, resta preguntarse si la imputación de los mismos se precipita en
forma mensual. Al respecto, somos de la opinión que dicho devengamiento se genera por
períodos anuales, vale decir que no se reputará determinado mes a mes para efectos de
gravarlos, toda vez que los intereses presuntos se constituyen como renta neta imponible
no susceptible de formar parte de la base de cálculo de los pagos a cuenta del IR. Lo
esbozado resulta de importancia, toda vez que si la SUNAT pretendiese considerar que los
intereses presuntos se devengan mensualmente y que como consecuencia de ello están
sujetos a pagos a cuenta del IR, consideramos que le asiste al contribuyente el derecho a
cuestionar dicha determinación. Lo anterior es criterio compartido por el Tribunal Fiscal
según RTF Nº 7724-2-2005.
El artículo 26° de la LIR, establece que se presume, salvo prueba en contrario constituida por
los libros de contabilidad del deudor, que todo préstamo de dinero, cualquiera que sea su
denominación, naturaleza o forma o razón, devenga el siguiente interés:
Dicha presunción se aplica aun cuando no se hubiera fijado el tipo de interés, se hubiera
estipulado que el préstamo no devengará intereses, o se hubiera convenido en el pago de un
interés menor.
Asimismo, en el último párrafo del artículo en mención se establece que las disposiciones
señaladas en sus párrafos precedentes no serán de aplicación cuando se trate de
transacciones entre partes vinculadas o que se realicen desde, hacia o a través de países o
territorios de baja o nula imposición, los cuales se sujetarán a las normas de Precios de
Transferencia a que se refiere el artículo 32°-A de la Ley del Impuesto a la Renta.
Criterio del Interés Presunto:
Por su parte, tanto en el artículo antes señalado y en el artículo 15° del Reglamento de la LIR,
se establece que la presunción de Intereses no se aplicará en los siguientes supuestos:
9. Casos Prácticos:
CASO 1:
La empresa de embutidos y productos lácteos “EL CERDITO SAC” nos indica que sus
clientes le pagan dentro de los 30 días siguientes a la emisión de la factura. Sin embargo,
según cláusula expresa en el contrato suscrito entre las partes, se establece que de
incumplirse con dicho pago, éste devengará un interés moratorio. Se nos consulta si estos
intereses moratorios se encuentran gravados con el IGV, y si deberá emitirse algún
documento.
Solución:
1. Perspectiva Legal:
De acuerdo con el artículo 1242º del Código Civil el interés moratorio es aquel que tiene la
finalidad de indemnizar la mora en el pago mientras que el interés compensatorio es aquel
que constituye la contraprestación por el uso del dinero o de cualquier otro bien.
El caso del interés compensatorio, involucra una relación causal entre la entrega del bien o
la prestación de un servicio y su contraprestación económica en el pago del precio y/o de
los intereses o gastos de financiación correspondientes a la operación, lo que según dicha
relación causal, conforme a su naturaleza jurídica de contraprestación, no es pasible de
alcanzar a los intereses moratorios, ya que su naturaleza jurídica es indemnizatoria.
Ahora bien, de acuerdo a la Norma IX del Título Preliminar del Código Tributario, en lo no
previsto en el citado cuerpo legal o en otras normas tributarias, cabe recurrir a normas
distintas a las tributarias, siempre que no se les opongan ni las desnaturalicen.
Supletoriamente se aplicarán los Principios del Derecho Tributario, o en su defecto, los
Principios del Derecho Administrativo y los Principios Generales del Derecho.
En ese sentido, las normas del Código Civil respecto a los intereses moratorios serán
aplicadas de manera supletoria en materia tributaria.
3. Emisión de documento:
CASO 2:
Una persona natural sin negocio, ha hecho un préstamo a una empresa con régimen e
general, y él es un socio de esa empresa. El préstamo se ha hecho en marzo 2015, pero
en el contrato mutuo se hará con una año como período de gracia.
La tasa de interés cuál es? y estaría afecto a pagar impuesto como persona natural sin
negocio y con qué formulario? empezaran a pagarme en marzo, cuando pago el impuesto
a la renta de 2da y cuánto es?
Respuesta:
Ante la infructífera comunicación vía telefónica con Usted, partimos de la premisa que la
empresa ha requerido un préstamo por parte de su socio minorista (persona natural sin
negocio), préstamo que cuenta con un período de gracia de un año, y entendemos que la
consulta se encuentra enfocada a determinar cuál es el tratamiento tributario de los
intereses generados por el préstamo.
Sobre el particular, se advierte que un socio efectúa un préstamo de dinero hacia una
sociedad, la cual se obliga a pagar el mismo con los intereses correspondientes,
representando los intereses percibidos por el prestamista una ganancia calificada como
renta de segunda categoría de conformidad con el artículo 24º de la Ley del Impuesto a la
Renta.
Conforme lo determina el artículo 72º del Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto a
la Renta, aprobado mediante D.S. Nº 054-99- EF, en el caso de las personas que abonen
rentas de segunda categoría deberán retener el impuesto correspondiente con carácter
definitivo aplicando una tasa de 6,25% (tasa efectiva 5%) sobre la renta neta que abone,
monto que se deberá declarar y pagar a través del PDT Nº 617–OTRAS RETENCIONES,
consignando en el mismo el período correspondiente al devengo de dicha renta, de
acuerdo al principio del devengado, en virtud al artículo 71º del TUO de la Ley del
Impuesto a la Renta.