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A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados
Año 5 - N° 50
Febrero 2018
Herbert Oré Belsuzarri
Esta es la primera
La revista agradecepublicación de nuestra
la difusión de los edad de
artículos
compañero
publicados, mencionando la fuente y la autoría. la
(cinco años), noble labor de difundir
luz y la libre especulación. Hay mucho por aprender
y otro tantoValle de Lima pero
por difundir, Febrero
ello 2018
no sería posible
sin vuestra inestimable preferencia.
3
Tal vez, lo primero que habría que hacer es definir qué es la
Teosofía, a la cual el inefable René Guenón, le dedicó un den-
so libro titulado Teosofía. Historia de una seudo religión, en el
cual rebatía a la alter ego teosófica Blavatsky, y hay un apartado
específico titulado Teosofismo y la Francmasonería, muy intere-
sante por lo cual después de ese monumental trabajo, y Genón
no es santo de mi devoción, sería complejo y complicado resu-
mir para esta reseña la crítica guenoniana bastante bien estruc-
turada, por tanto, me referiré en lo que concierne a la Teosofía,
a lo que indican algunos diccionarios al uso, o lo que indica la
Wikipedia.
Por otra parte todo este maremágnum del pensamiento, por otro
lado no dejan de ser escuelas transversales a la propia masone-
ría, como el hermetismo, la cábala o el rosacrucismo, o la propia
condensación a modo de metáfora como es la teosofía, materias
por otro lado, que estamos estudiando en blogs como Masone-
ría del Siglo XXI, o en el de Rito Francés, y cuyas aportaciones
hay un cierto que consenso en no reconocerlas como cuestio-
nes propias del quehacer masónico primigenio, más allá de que
fueran importantes masones los que incorporaron a la masone-
ría, sus inquietudes y corrientes de pensamiento, como buen
vehículo para llegar mejor, y más lejos… En este sentido, en
varios de los trabajos que insertan en este número de La Divina
7
Sabiduría, en el que participan autores masones como la pro-
pia Ana Orihuela, Adolfo Limón, Alfonso del Rosario, el amigo y
Hermano Esteban Cortijo, Juan Almirall, Xavi Madrid, pues uno
encuentra que se habla de una masonería mitificada, y no real,
pues cuando se habla de historia y de rituales, se toman por el
todo una serie de mitificaciones, que poco o nada tienen que
ver con la masonería, por ejemplo con los Antiguos Deberes, e
incluso se llega a subir estos al altar de los mistéricas teúrgias
de los canteros, padres y guardianes de milenarios conocimien-
tos, cuando no dejan de ser códigos de regulación profesional.
Por otro lado, en este cíclico retorno del tesofismo bajo nuevos
paraguas y propuestas metodológicas, he observado un salto
cualitativo, y no menor, si bien el enraizamiento del teosofismo
en masonería tradicionalmente ha sido con localizaciones muy
concretas, por ejemplo en lo referido al Continente Europeo:
Inglaterra, puesto que el continente americano es un mundo in-
abarcable; en general decir en lo referido al rito que lo general
siempre, esa proyección se ha hecho en base al Rito Escocés
Antiguo y Aceptado (REAA) y no deja de ser curioso que prego-
nando la búsqueda de los misterios y la sabiduría antigua como
se pretende su plasmación se proyectase sobre la base de un
ritual nacido en 1804 como es el caso del REAA.
Tanto es así que los Pases de Grado, en los Altos del REAA, en el
DH, en los cuales participé, escuchando los trabajos de grado,
había y hay un alto porcentaje de contenidos teosóficos, y seu-
do místicos…
Tal vez por eso nunca el Rito Moderno ha sido campo de atrac-
ción como rito primigenio, para las distintas escuelas de pensa-
miento, ya que aleja de su quehacer lo religioso y lo esotérico,
tal vez los Hermanos ingleses de la Royal Society, fueron precla-
ros visionarios en sus planteamientos acerca de lo que les podía
venir encima, viendo como veían el pelaje de cada uno.
Por otro lado, a Esteban Cortijo, decirle que cuando María José
Lacalzada abordó su interesante y difícil libro, el Cimiento Mix-
to de la Masonería, eludió en parte el tema teosófico de su libro,
tal y como el apunta, y eso fue debido a que de abordarlo esto
12
nos llevaría a otros puertos, y a engrosar un tema y un libro ya
de por sí difícil, y hacerlo más complicado y complejo como lo
estaba siendo, no era una opción. Como colaborador suyo que
fui en esos tiempos, puedo decir que tuvimos profundos deba-
tes sobre los temas teosóficos, y su incardinación en la masone-
ría, durante la recogida documental, y la dificultad de meternos
en algo de ese calado no tenía tanto peso, aunque en el libro se
reveló las ramas y pesos del teosofismo más allá de incardinar
cargos y grados.
A todas gracias por sus aportaciones que han supuesto una gran
ayuda para entender este trasunto de lo teosófico, y sigo sin en-
tender por qué en estas entregas no hay posiciones neutras e
incluso críticas, que hagan que la revista deje de ser un panegí-
rico publicitario.
Tomado de:
http://www.victorguerra.net/2018/01/masoneria-y-teoso-
fia-moda-o-necesidad.html?spref=fb
14
LA TEOSOFIA
Carlos Gómez
Etimológicamente, teosofía significa el conocimiento profundo
(sophia) de la divinidad (theos) [2], y no se la debe confundir ni
con la Teodicea –el conocimiento que la razón puede obtener
de la existencia y naturaleza de Dios– ni con la Teología, que
funda este conocimiento en la Revelación, aunque en numero-
sas ocasiones se sustente en ellas. Es un término medio entre la
Teología y la Filosofía, entre la razón y la revelación, pues añade
a la naturaleza, objeto de la Filosofía, lo sobrenatural, propio de
la Teología, rechazando, sin embargo, la revelación en que ésta
se apoya.
Cornelio Agripa
17
De la lectura de esta inmensa y erudita obra, se obtiene real-
mente una visión sintética, a través del sincretismo de miles de
mitos, teorías y creencias religiosas, realidades científicas, ma-
gia, ocultismo, etc. Y de la propia teosofía anterior, de la que se
sienten sucesores. La doctrina secreta, su obra más emblemá-
tica, alcanzó un gran éxito de lectores entre las capas cultas y
artísticas de su época desde el momento mismo de la publica-
ción de las obras citadas, con una segunda edición ya en el mis-
mo 1888 y una tercera en 1893, fue reimpresa en los años 1902,
1905, 1908, 1911, 1913, 1918, 1921 y 1928. Y fue traducida a casi
todos los idiomas occidentales [6]. Sincretismo que la propia
Blavatsky tenía como meta en sus obras, como he dicho ya. Ella
misma se encarga de contestar al (…) muy erróneo concepto
que consiste en creer que en la obra que he titulado La doctrina
secreta me haya propuesto coincidir con la ciencia moderna o
explicar puntos ocultos. Me ocupaba –y aún sigo ocupándome-
en los hechos más que en las hipótesis científicas. Mi princi-
pal y único objeto fue el de hacer resaltar el hecho de que los
principios básicos y fundamentales de toda religión o filosofía
exotérica, antigua o moderna, no eran, desde el primero hasta
el último, sino ecos de la Religión de la Sabiduría primitiva [7].
Cristo es pues una fuerza unificadora que hace que «las vidas
separadas gradualmente sean conscientes de su unidad», y tra-
baja «para desarrollar en cada cual la conciencia de si misma
que finalmente le hará reconocerse una con todas las demás y
descubrir su raíz Una y divina» (Annie Besant, op. cit., p. 97). Este
es el originario y no interrumpido sacrificio, fluido de Vida que
el Amor origina, voluntario y gozoso, vertiendo del Yo para que
se formen otros yo. Y como tal, se plasma también en las biogra-
25
fías de los diversos Maestros, cerrando el círculo interpretativo
que une vida, mito y concepto metafísico en una misma y rica
analogía. Pero esta visión de Cristo se prolonga y se aquilata
con el concepto de que Cristo está en todos los humanos, que
nace, vive, es crucificado, resucita y sube a los cielos en cada
hombre «sufrido y triunfante» (Annie Besant, op. cit., p. 95). «La
biografía contenida en los Evangelios es la relación de la vida
de todos los iniciados en los verdaderos misterios» (Annie Be-
sant, op. cit., p. 95). Por eso habla San Pablo [23] del nacimiento
del Cristo en el discípulo y de su evolución y completo creci-
miento en él. «Cada hombre es un Cristo en potencia, y el de-
sarrollo de la vida de Cristo en un hombre sigue los rasgos de
la historia evangélica en sus más notables incidentes» (Annie
Besant, op. cit., p. 95), a través de un camino de sacrificio y amor.
Ama todas las cosas en la luz del día y convertirás la negra car-
ne del mundo en el áureo símbolo de la piedra del sabio
27
NOTAS
1. Ricardo Gullón, «Ideologías del Modernismo», Ínsula, 291(1971)
pp. 1 y 11.
- Direcciones del Modernismo, ed. Gredos, Madrid, 1971
Giovanni Allegra, «Ermete modernista. Occultisti e teosofisti in Spag-
na, tra fine Ottocento e primo
Novecento», AIUO, Sez. Romanza, XXI, 2 (1979), pp. 357-415.
- «Sull’infusso dell’ocultismo in Spagna (1893-1912), gli isiti neospiri-
tualisti», suplemento a Vie della Tradizione, 39, X, (1981), pp. 3-45.
- Il regno interiore, Ed. Jaca Book, Milano, 1982.
- «La lámpara maravillosa. Lumbres y vislumbres de la estética de Va-
lle-Inclán», Ínsula, 517 (1990), pp. 1-2
- Prólogo y notas a su edición y traducción de La lámpara maravillosa.
Virginia M. Garlitz, «El concepto de karma en dos magos españoles:
Don Ramón del Valle-Inclán y Don Mario Roso de Luna», en Angel G.
Loureiro (ed), Estelas, laberintos, nuevas sendas (Unamuno, Valle-In-
clán, García Lorca ,La Guerra Civil), Ed. Anthropos, Barcelona, 1988,
pp. 137-149.
- «La lámpara maravillosa: humo y luz», Ínsula, 531 (1991), pp. 11-12.
Carol S. Maier, Valle-Inclán y La Lámpara maravillosa: una poética ilu-
minada. (tesis doctoral), Rutgers University, New Jersey, Ph. D., 1975.
- «La lámpara maravillosa de Valle-Inclán y la invención continua
como una constante estética», en A. David Kossof et al. (eds.), Actas
del Octavo Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas,
Vol. II, Ed. Istmo, Madrid, 1986, pp. 237-245.
- «Literary Re-Creation, the Creation of Readership, and Valle-Inclán’s
La lámpara maravillosa», Hispania, 71 (1988), pp. 217-227.
- «¿Palabras de armonía?: reflexiones sobre la lectura, los límites y la
estética de Valle-Inclán», en Angel G. Loureiro (ed.), Estelas, laberin-
tos, nuevas sendas. (Unamuno, Valle-Inclán, García Lorca, La Guerra
Civil), Ed. Anthropos, Barcelona, 1988, pp. 151-170.
Octavio Paz, Los hijos del limo, Ed. Seix-Barral,Barcelona, 1974
- El arco y la lira, Ed. F.C.E., México, 1956.
2. Sabiduría parecida a la de Dios. Vid., H.P.Blavatsky, Glosario Teosó-
fico, Barcelona, 1920, p. 387.
3. Muchos incluyen en esta línea a los cátaros, los templarios y los ro-
sacruces, y a filósofos como Eckard
4. Helena Petrovna Blavatsky, «What are the theosophista», The Theo-
28
sophist, octubre de 1879, p. 5.
5. H.P.Blavastky, The key to theosophy, Los Ángeles, 1930, pp. 3-5.
6. En España aparece la primera traducción, realizada por Francisco
Montoliu y de Togores, primer presidente de la Rama de la Sociedad
Teosófica en Madrid, a partir de la segunda edición inglesa, en 1895
(I v.) y 1898 (2 v.), en Establecimiento Tipográfico de Julián Palacios,
Madrid. Mientras en Madrid se realizaba una nueva traducción de la
obra completa sobre la tercera edición inglesa, realizada por miem-
bros de la Sociedad, muerto Montoliu en 1892, los señores Melián,
Dorestes, Díaz Pérez, Xifré, Treviño, hermanos Molano y González
Blanco, que se publicará en dos volúmenes en 1895 y 1898. En 1911
aparecerá un tercer volumen en Biblioteca Orientalista, ed. Teosófica,
R. Maynadé, Barcelona, traducido por Federico Climent Terrer, Para
una información más exacta, ver Mario Roso de Luna, Simbología ar-
caica, ed. Pueyo, Madrid, 1921.
7. H.P.Blavatsky, «Nociones erróneas acerca de La doctrina secreta ,
Sophia», octubre de 1908
8. H.P.Blavatsky, «Ocultismo o magia», El Loto Blanco, mayo de 1924
9. Juan Valera, Diccionario enciclopédico hispanoamericano, en Cyrus
C.Decoster, Obras desconocidas de Valera, ed. Castalia, Madrid,1965,
pp. 548-558. Ideas semejantes aparecen en «La metafísica y la poe-
sía», Obras completas, v. II, Ed. Aguilar, Madrid, pp. 1676-1677.
10. «Doctrina de varias sectas que, despreciando la razón y la fe, pre-
sumían estar iluminadas por la divinidad e íntimamente unidas a ella.»
11. Para una biografía de Blavatsky, aunque un tanto hagiográfica, ver
Mario Roso de Luna, H.P.B, una mártir del s.XIX., Ed. Pueyo, Madrid,
1924.
12. René Guénon, El Teosofismo, historia de una pseudoreligión, Ed.
Huemul, Buenos Aires, 1954.
13. René Guénon, op. cit., pg. 7.
14. H.P.Blavatsky, El ocultismo en oposición a las artes ocultas, Ed. Hu-
manitas, 1992, pg. 31
15. Concepto que Juan Valera completa así :«El que llega a la altura de
ese conocimiento propio vence y domina su yo ilusorio y caduco y se
eleva hasta su verdadero yo; logra la unión con el ser divino, y, con-
templando a Dios en sí propio, lo comprende todo y nada queda ocul-
to para él, porque todo lo permanente, substancial y verdaderamente
real, está encerrado en el pensamiento divino. El hombre entonces es
una misma cosa con Dios, en quien residen el eterno reposo, la eterna
bienaventuranza, y la esencia eterna. (…) Y esta propia contempla-
29
ción y este propio conocimiento de Dios, que solo alcanzan los hom-
bres que con Dios se unen, es la sabiduría de Dios o Teosofía.», op. cit.
16. Valle-Inclán, La lámpara maravillosa, «Exégesis trina», V, Opera
Omnia I, p. 122, Madrid, 1922
17.«Máscara y rostro de Valle-Inclán», Por esos mundos (Madrid, 1-1-
1915), en Dougherty, Un Valle-Inclán olvidado: entrevistas y conferen-
cias, ed. Fundamentos (Espiral), Madrid, 1982.
18. Valle-Inclán, La lámpara maravillosa, «La piedra del sabio», VII, p.
216.
19. Annie Besant, El cristianismo esotérico, ed. Kier, Buenos Aires,
1959, p. 80.
20. El héroe de todas las creencias basadas en este mito presenta
siempre, entre otros muchos rasgos, el ser un dios o semidiós, y su
vida se traza conforme al citado recorrido anual del sol. Nace en el
solsticio de invierno, cuando el signo astrológico de Virgo se eleva
sobre el horizonte (nace de una Virgen) . Se encuentra rodeado de
peligros en su infancia –cuando los días son más cortos y la oscuridad
nocturna -las tinieblas- más larga -, envuelto en horrores. Sobrevive a
esos peligros –los días van alargándose- , y llega el momento de su
paso de un extremo a otro, de las tinieblas iniciales a la luz : el momen-
to de cruzar –la crucifixión-, la muerte material, en el equinoccio de
primavera. Por fin, tras un descenso al mundo inferior para rescatar
otras almas, venciendo la muerte, resucita y asciende en medio del
cielo, madurando el grano y el racimo para dotarlos de su sustancia
esencial, para dar alimento a sus adoradores. (Ver A. Besant, op. cit.
«El Cristo mítico», pp. 76-87).
21. Annie Besant, op. cit., p. 92.
22. Leemos al respecto en Blavatsky : «Saliendo de las profundidades
de la Existencia Una, del inconcebible e inefable Uno, un Logos im-
poniéndose a si mismo una límite, circunscribiendo voluntariamente
la extensión de su propio Ser, se hace el Dios manifestado, y al trazar
los límites de su esfera de actividad, determina también el área de
su Universo. Dentro de dicha esfera, nace, evoluciona y muere este
universo, que en el Logos vive, se mueve y tiene su ser. La materia del
universo es la emanación del Logos, y sus fuerzas y energías son las
corrientes de su vida. El Logos es inmanente en cada átomo, es omni-
penetrante; todo lo sostiene, todo lo desarrolla. Es el principio u ori-
gen y el fin del universo, su causa y objeto, su centro y circunferencia
… está en todas las cosas, y todas están en él. El Logos se despliega
de sí mismo manifestándose en una triple forma: el Primer Logos, raíz
30
u origen del Ser; de él procede el Segundo Logos, manifestando los
dos aspectos de vida y forma, la primitiva dualidad, que constituye los
dos polos de la Naturaleza entre los cuales se ha de tejer la trama del
Universo: Vida-forma, Espíritu-materia, positivo-negativo, activo-re-
ceptivo, padre-madre de los mundos, y por último el Tercer Logos,
la Mente Universal en la que existe el arquetipo de todas las cosas,
fuente de los seres, manantial de las energías formadoras, arca en
donde se hallan almacenadas todas las formas originales que se han
de manifestar» (Glosario Teosófico, I, p. 427)
23. Efesos, III, 16, 17
24. Comenta al respecto Blavatsky: «Los términos Cristo y cristianos
fueron copiados del vocabulario del Templo de los paganos. Cristo
significaba en dicho vocabulario un discípulo puesto a prueba, un
candidato para la dignidad de hierofante. Cuando el aspirante la ha-
bía alcanzado por medio de la iniciación, largas pruebas y sufrimien-
tos, y había sido ungido, se cambiaba su nombre en Cristo, el puri-
ficado en el lenguaje del misterio esotérico. En simbología mística,
realmente Cristo significaba que se había recorrido ya “elcamino”,
el Sendero, y alcanzado la meta; cuando los frutos de un arduo traba-
jo para unir la efímera personalidad de barro con la Individualidad
indestructible la transformaban de ese modo en el Ego inmortal.»,
Glosario Teosófico, I, p. 165.
25. Corintios, X 16.
26. Al respecto, indica Blavatsky: «El misterio de la Eucaristía no per-
tenece exclusivamente al cristianismo, Godfrey Higgins prueba que
fue instituido muchos centenares de años antes de la “Cena Pascual”,
y dice que, “el sacrificio del pan y del vino era común a varias nacio-
nes antiguas”. Cicerón lo menciona en sus obras y se admira de la
extrañeza del rito. Desde la primera fundación de los Misterios es uno
de los más viejos ritos de la antigüedad. Entre los hierofantes tenía
casi el mismo significado que entre los cristianos. Ceres era el pan, y
Baco era el vino; significando el primero la regeneración de la vida
que brota de la simiente, y el último (la uva) siendo emblema de la
sabiduría y el conocimiento. Con mucha propiedad estaban simbo-
lizados por el vino la acumulación del espíritu de las cosas y la fer-
mentación y subsiguiente fuerza de tal conocimiento esotérico (…)
El Soma, bebida sagrada de los brahmanes iniciados, corresponde
al néctar de los griegos y a la Eucaristía de los cristianos.» Glosario
teosófico,I, pp. 239-240.
Y completa A. Besant: «Los persas ofrecían a Mitra pan y vino, y en
31
el Tíbet y Tartaria se hacían ofrendas semejantes. Jeremías (Jeremías,
XLIV) habla de las tortas y libaciones que en Egipto ofrecían a la Rei-
na del Cielo los judíos que profesaron el culto de aquella nación. En el
Génesis se lee que Melchisedech presentó pan y vino para bendecir
a Abraham (Génesis, XIV, 18, 19). En los diversos Misterios de Grecia
se empleaba el pan y el vino, y Williamson (The Great Law, pp. 177-
181, 185) habla de su uso entre mejicanos, peruanos y druidas”, op.
cit., p. 177
27. Recordemos lo que ya había dicho Ricardo Gullón en 1971: «que
las doctrinas esotéricas atrajeran a los modernistas por cuanto tienen
de aproximación al misterio es cosa que me parece segura; las enten-
dieron como impulsos órficos de penetración en la sombra y, des-
entendiéndose de otras particularidades, buscaron en ellas la clave
perdida de los enigmas radicales de la existencia: de la vida y de la
muerte y del más allá. En la aceptación de lo esotérico se configura la
protesta contra el positivismo, que al amputar las creencias tradicio-
nales les había dejado en seco. Los poetas, nostálgicos del bien per-
dido, se sintieron forzados a substituir por otras divinidades el Dios
cuya muerte había proclamado Nietzsche con tan enfática energía.»,
«Ideologías del Modernismo», Ínsula, 291 (1971), p.1
28. Blavatsky, «Ocultismo práctico», Lucifer, mayo de 1888.
Tomado de:
http://www.elpasajero.com/TEOSOFIA.htm
32
EL MONTE MORIAH O GOLGOTA
José María Villa
34
¿En qué pensaba Abraham, hace 4,000 años, cuando luego de
partir la leña, encendió el fuego, ató a su hijo Isaac y levantó la
mano con el cuchillo para matarlo?
Esta fue la tierra de Abraham que supo ser fiel a su Dios, espe-
rando contra toda esperanza en sus promesas, al que hoy vene-
ramos como padre de los creyentes y modelo de la esperanza
en Dios. Con él se inicia el régimen de la Promesa Divina que
habrá de alentar a su pueblo en su larga historia de esperas y
esperanzas.
Fue también el lugar que eligió Adán para hacer un altar con 12
piedras y el lugar que eligieron Abel y Noé para hacer sacri-
ficios. Según algunos esas mismas 12 piedras del primer altar
35
realizado por Adán le sirvieron a Jacob para hacer la almohada
desde donde soñó la escalera que llevaba al cielo.
37
Necesitaban retener a un Dios que, en ese lugar y mil años an-
tes, les había prometido esa tierra para toda su descendencia
quedando la circuncisión como señal del pacto. Para ello debían
hacer un templo donde ese Dios pudiera vivir y estar cómodo
y se había creado una casta sacerdotal, especialmente instruida
para atenderlo (Levitas).
Ese primer templo duro solo 30 años y fue destruido por el fa-
raón de Egipto Sesac (I Reyes 16,25 y II Crónicas 12,2). Se volvió
a construir y fue destruido por el ejército de Nabucodonosor
38
en el 586 a. C. no quedando en pie ni una sola piedra. Los 50
metros del Muro de los lamentos pertenecieron originalmente
a los muros de contención exteriores del Templo de Herodes,
construido en el siglo I AC y destruido en el año 70 D.C. por los
romanos, luego de una batalla que duró 139 días. Según Flavio
Josefo en esos años fueron asesinados 1.350.000 hombres, mu-
jeres y niños.
39
Actualmente la Mezquita de Omar, cubre este lugar, construida
en el año 691 dC. La presencia de esta mezquita hace imposi-
ble toda investigación arqueológica de los restos del Templo de
Salomón
http://josemariavilla.blogspot.pe/2007/02/el-monte-moira.
html
40
41
LA TRADICION
MASONICA Y
LOS MISTERIOS
Orlando Galindo
Más tarde, Adán no sentirá más que desprecio y odio por Caín,
que no es su verdadero hijo. Caín dedica su inteligencia inventi-
va que le viene de los Elohim, a mejorar las condiciones de vida
de su familia, expulsada del Edén y errante por la tierra.
-La leyenda de Hiram nos cuenta que éste fue instruido, durante
un descenso al centro de la Tierra, por Tubalcaín, su antepa-
sado fundidor. Y Tubalcaín, por cierto la palabra de paso en la
Maestría Masónica, es citado en el Génesis 4-22 de la siguiente
forma: “Sela parió a Tubalcaín, forjador de instrumentos cortan-
tes de bronce y de hierro. La hermana de Tubalcaín era Nae-
ma”. El rabí Simeón (a quien se atribuye el Zohar, el principal
libro de la Cábala) nos aclara: “Naema era la madre de todos los
demonios (sic), porque procedía del lado de Caín”. Naema es
hermana y esposa de Tubalcaín, lo mismo que Isis es hermana
y esposa de Osiris.
49
Los Misterios relatados pertenecen a la Iniciación Primordial
que fue a parar a las masonerías operativas de Egipto, de Is-
rael… Recogidos por el escocismo y memphis-misraïm, por los
Ritos de la Orden Illuminati y la Societas OTO, por el Sistema
denominado Rojismo, esos Misterios son fundamentales en la
iniciación.
JURISPRUDENCIA MASONICA
51
Generalmente se acepta y acuerda que la fuente de la Jurispru-
dencia Masónica yace en los “Antiguos Landmarks”. Mucho ya
se ha dicho acerca de ello en nuestros escritos, pero ello per-
mite que se les deba prestar atención adicional para obtener
una clarificación y comprensión contextual de la Jurisprudencia
Masónica.
Jurisprudencia
1. LANDMARKS
2. REGLAMENTACIONES GENERALES
3. REGLAMENTACIONES LOCALES
También vale la pena notar que los Landmarks reales son rela-
tivamente pocos en número, pero tanto las Reglamentaciones
como los Trabajos (los principios de los ritos de iniciación)
derivan de ellos. Este es un punto a menudo pasado por alto.
Nuestra Constitución de AUM, por ejemplo, ofrece una tabla de
solo catorce landmarks principales. Pero este número tiene una
importancia esotérica.
Progreso y Cambio
60
necesariamente, concebir al taller de construcción metafórica-
mente. Este último punto de vista, i.e., ver al taller de construc-
ción a través del símbolo y la alegoría, necesariamente dirige la
conciencia hacia un proceso de construcción de tipo metafórico
y lleva el proceso hacia adentro, hacia uno que es más subjeti-
vo que objetivo. Así, replegando el proceso constructor hacia
adentro, nos enfrentamos con un tipo de “constructor” diferente
al físico: el factor mente subjetiva, el principio mental que es
capaz de concebir el patrón del diseño (el anteproyecto arque-
típico) y consecuentemente organizar la sustancia de la mente
(el “material” simbólico), el chitta, vía la construcción-pensante.
Por lo tanto, en lugar de construir un templo externo, es hacia el
Templo interno del Alma (el Templo de Luz) que la Masonería
especulativa dirige nuestra atención, ilustrando el proceso, los
objetivos y las metas espirituales del alma por medio del sim-
bolismo del arte de la construcción. Así, la Masonería especula-
tiva dirige nuestra atención a un proceso evolutivo de la mente o
principio mental –el alma en el plano de la mente como el cons-
tructor del hombre interior– i.e. y así presenta a la mente misma
como la herramienta de trabajo principal. Este principio men-
tal, este elemento racional en nosotros que se nos es heredado
desde el alma misma y nos separa de los reinos sub-humanos
en la naturaleza, es común tanto al hombre como a la mujer.
Resumen y Conclusiones
http://www.grandlodgeaum.org/es/jurisprudencia-masonica/
71
LANDMARKS Y OTROS ANTIGUOS
DOCUMENTOS DE LA MASONERÍA:
VIGENCIA Y ADECUACIÓN A NUESTROS
TIEMPOS
Antonio Maceo.
1.- INTRODUCCIÓN
84
Pensar en nuestro tiempo en la “inmortalidad del alma” es inad-
misible para quienes no comparten ideas religiosas que auspi-
cian este supuesto. Esta idea para ellos se resume en la inmorta-
lidad del pensamiento y de las obras. Afortunadamente, la Gran
Logia Unida de Inglaterra ha dejado de lado la obligación de la
creencia en una vida futura.
91
Las Constituciones de Anderson señalan el inicio de la moder-
na francmasonería especulativa. Fueron redactadas por el pas-
tor James Anderson y Jean Théophile Désaguliers, aprobadas y
publicadas en 1723.
2.2.1.- Evolución
93
El contexto histórico
1723:
1738:
1813:
Tal vez lo más sensato es buscar en la lejanía del tiempo, las vie-
jas costumbres y obligaciones que se daban para sí los viejos
masones de otrora.
103
i.- Principio de libertad
ii.- Principio de igualdad
iii.- Principio de fraternidad
iv.- Principio de tolerancia
Cuando Mackey sentencia que “las mujeres, los cojos, los lisia-
dos, los esclavos, los mutilados, los menores de edad y los an-
cianos, no pueden ser iniciados”, o cuando Anderson relata a
bien que “los reyes y los príncipes se mostraron muy bien dis-
puestos para con la sociedad, por la sumisión y la fidelidad de
que los masones dieron constantemente pruebas en el cumpli-
miento de sus deberes de ciudadano”, o los propios principios
básicos de 1523 fijaban que “no se admiten como francmasones
los esclavos, los menores de edad y los incapacitados física y
mentalmente” se debe considerar el determinismo y la moral
imperante en la época.
3.- CONCLUSIONES
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REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA
Gracias a la amabilidad de HH.•. de otras Obediencias ha sido posible
acceder a libros agotados o de difícil adquisición, de los cuales han
ofrecido copias de las secciones de interés para el presente estudio.
Tomado de:
http://canarianfreemasonry.org/inicio/archivos/438
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HERBERT ORE
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