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ELECTROMAGNETISMO.

El electromagnetismo es una rama de la física que estudia y unifica los


fenómenos eléctricos y magnéticos en una sola teoría, cuyos fundamentos fueron
presentados por Michael Faraday y formulados por primera vez de modo completo
por James Clerk Maxwell.

La formulación consiste en cuatro ecuaciones diferenciales vectoriales que


relacionan el campo eléctrico, el campo magnético y sus respectivas fuentes
materiales (corriente eléctrica, polarización eléctrica y polarización magnética),
conocidas como ecuaciones de Maxwell.

Existe una línea de desarrollo directa desde esta antigua observación hasta
la era electrónica en que vivimos. La fuerza de esta relación se expresa con el
término “electrón” que nosotros usamos y que se deriva de la palabra con que los
griegos denominaban al ámbar. Los griegos sabían también que ciertas “piedras”
que se encuentran en la naturaleza, y que conocemos hoy día como mineral de
magnetita, atraían al hierro.

A partir de estos modestos orígenes medraron las ciencias de la electricidad


y el magnetismo, las cuales se desarrollaron en forma separada durante siglos, de
hecho hasta 1820, cuando Hans Christian Oersted halló una relación entre ellas:
una corriente eléctrica que pasara por un alambre desviaba la aguja magnética de
una brújula. James Clerk Maxwellt (1831-1879) puso las ideas de Faraday en
forma matemática e introdujo muchas ideas nuevas propias, dotando al
electromagnetismo con una base teórica sólida.

Las cuatro ecuaciones de Maxwell (véase la Tabla 2 del capítulo 40)


desempeñan el mismo papel en el electromagnetismo que las leyes de Newton en
la mecánica clásica o las leyes de la termodinámica en el estudio del calor.
Maxwell llegó a la conclusión de que la luz es de naturaleza electromagnética y
que su velocidad podía deducirse a partir de mediciones puramente eléctricas y
magnéticas. Así pues, la óptica estaba íntimamente relacionada con la electricidad
y el magnetismo.

El alcance de las ecuaciones de Maxwell es notable, pues abarcan los


principios fundamentales de todos los aparatos electromagnéticos y ópticos en
gran escala, como los motores, la radio, la televisión, el radar de microondas, el
microscopio y el telescopio.

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El desarrollo del electromagnetismo clásico no concluyó con Maxwell. El
físico inglés Oliver Heaviside (1850-1925) y en especial el físico danés H. A.
Lorentz (1853-1928) contribuyeron sustancialmente al esclarecimiento de la teoría
de Maxwell. Heinrich Hertz* (1857- 1894) dio un gran paso hacia adelante cuando,
más de 20 años después de que Maxwell expusiera su teoría, produjo en el
laboratorio ondas electromagnéticas “maxwelianas” de una clase que podríamos
llamar ahora radioondas.

Albert Einstein basó su teoría de la relatividad en las ecuaciones de


Maxwell; el trabajo de Einstein en 1905 en que presentaba la relatividad especial
se tituló “Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento. Las ecuaciones
de Maxwell se emplean en el estudio de las propiedades eléctricas y magnéticas
de nuevos materiales y en el diseño de aparatos electrónicos de una complejidad
y perfección cada vez mayores.

En el nivel más fundamental, se han realizado esfuerzos para combinar o


unificar el electromagnetismo con las demás fuerzas básicas de la naturaleza, tal y
como Oersted, Faraday y Maxwell demostraron que las distintas fuerzas de la
electricidad y el magnetismo son parte de la fuerza unificada del
electromagnetismo.

Del mismo modo que la unificación del electromagnetismo de Maxwell


podía predecir fenómenos que podían probarse directamente para corroborar la
teoría, la teoría de la interacción electro débil de Glashow- Weinberg- Salam
implicaba predicciones únicas que podían comprobarse experimentalmente.

Estos ensayos se realizaron en aceleradores de partículas de alta energía,


comprobando las están en camino esfuerzos teóricos persistentes por extender
esta unificación e incluir la interacción fuerte, que enlaza a los núcleos entre sí, y
existen esperanzas de que al final se incluya también en esta unificación a la
fuerza gravitatoria, reducciones de la teoría electro débil.

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CARGA ELECTRICA
La neutralidad eléctrica de la mayoría de los objetos en nuestro mundo
visible y tangible oculta el contenido de cantidades enormes de carga eléctrica
positiva y negativa que, en su mayor parte, se cancelan entre sí en sus efectos
externos. Sólo cuando este equilibrio eléctrico se perturba, la naturaleza nos
revela los efectos de una carga positiva o negativa no compensada.

Los cuerpos cargados ejercen fuerzas entre sí. Para demostrarlo,


carguemos una varilla de vidrio frotándola con seda. En el proceso de frotamiento
se transfiere una pequeñísima cantidad de carga de un cuerpo a otro, alterando
así ligeramente la neutralidad eléctrica de cada uno. Si suspendemos esta varilla
cargada de un cordón, como se muestra en la figura la, y si colocamos cerca una
segunda varilla de vidrio cargada, las dos varillas se repelen entre sí. Sin
embargo, si frotamos un trozo de piel contra una varilla de plástico, ésta atrae al
extremo de la varilla de vidrio suspendida.

Los nombres de positivo y negativo referidos a la carga eléctrica se deben a


Benjamin Franklin (1706-1790) quien, además de descollar en muchas y
diferentes actividades, fue un científico de renombre internacional. Incluso se llegó
a decir que los triunfos diplomáticos de Franklin en Francia durante la Guerra de la
Independencia estadounidense pudieron haberse atribuido al hecho de que se le
consideraba un hombre de ciencia de prestigio extraordinario.

Las fuerzas eléctricas entre cuerpos cargados tienen muchas aplicaciones


industriales, estando entre ellas el rociado electrostático de pintura y el
recubrimiento con polvos, la precipitación de cenizas volantes, la impresión sin
impacto por chorro de tinta, y el fotocopiado. Estas partículas de tóner con carga
negativa son atraídas de sus esferas portadoras a una imagen latente con carga
positiva del documento que desea copiarse, la cual se forma sobre un tambor
giratorio. Una hoja de papel cargada atrae entonces hacia sí las partículas de
tóner del tambor, después de lo cual se funden mediante calor para obtener la
copia final.

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CONDUCTORES Y AISLANTES
Si sujetamos una varilla de cobre, no podemos hacer que quede cargada,
por mucho que la frotemos con material alguno. Sin embargo, si equipamos la
varilla con un mango de plástico, seremos capaces de crear una carga.

La explicación es que la carga puede fluir fácilmente por ciertos materiales,


llamados conductores, de los cuales el cobre es un ejemplo. En otros materiales –
llamados aislantes-, las cargas no fluyen en la mayoría de los casos; si colocamos
cargas en un aislante, como la mayor parte de los plásticos, las cargas
permanecen donde las pusimos. La varilla de cobre no puede ser cargada porque
toda carga que coloquemos en ella fluirá fácilmente a lo largo de la varilla, a través
de nuestro cuerpo (que es también un conductor), y a tierra. Sin embargo, el
mango aislante bloquea el paso, permitiendo que se cree la carga en el cobre.

El vidrio, el agua químicamente pura y los plásticos son ejemplos comunes


de aislantes. Si bien no existen aislantes perfectos, el cuarzo fundido es bastante
bueno -su capacidad aislante es de alrededor de 1025 veces la del cobre.

El cobre, los metales en general, el agua de la llave, y el cuerpo humano


son ejemplos comunes de conductores. En los metales, un experimento llamado
efecto Hall demuestra que las cargas negativas (electrones) son las que pueden
moverse libremente. Cuando los átomos de cobre se unen para formar el cobre
sólido, sus electrones exteriores no permanecen unidos a cada átomo, sino que
quedan en libertad de moverse dentro de la estructura reticular rígida formada por
los centros de los iones cargados positivamente. A estos electrones móviles se les
llama electrones de conducción. Las cargas positivas en una varilla de cobre
permanecen tan inmóviles como lo están en una varilla de vidrio.

Figura 3 El extremo de una


varilla de cobre no cargada y aislada
es atraído por una varilla cargada de
cualquier signo. En este caso, los
electrones de conducción en la
varilla de cobre son repelidos hacia
el extremo más alejado de ésta,
dejando al extremo cercano con una
carga neta positiva.

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El experimento de la figura 3 demuestra la movilidad de la carga en un
conductor. Una varilla de plástico cargada negativamente atrae cualquier extremo
de una varilla de cobre suspendida y no cargada. Los electrones (móviles) de
conducción en la varilla de cobre son repelidos por la carga negativa en la varilla
de plástico y se mueven hacia el extremo más alejado de la varilla de cobre,
dejando al extremo cercano de ésta con una carga positiva neta. Una varilla de
vidrio cargada positivamente atrae también a una varilla de cobre no cargada. En
este caso, los electrones de conducción en el cobre son atraídos por la varilla de
vidrio cargada positivamente hacia el extremo cercano de la varilla de cobre; el
extremo más alejado de ésta queda entonces con una carga positiva neta. Esta
distinción entre conductores y aislantes resulta más cuantitativa cuando
consideramos el número de electrones de conducción disponibles en una cantidad
de material dada. En un conductor típico, cada átomo puede contribuir con un
electrón de conducción y, por tanto, debería haber unos 1023 electrones de
conducción por cm3 en promedio.

En cambio, en un aislante a la temperatura ambiente es en general poco


probable encontrar siquiera 1 electrón de conducción por cm3.

En un punto intermedio entre los conductores y los aislantes están los


semiconductores como el silicio o el germanio; un semiconductor típico puede
contener entre 1010 y 1012 electrones de conducción por cm3. Una de las
propiedades de los semiconductores que los hace tan útiles es que la densidad de
los electrones de conducción puede cambiarse pronunciadamente mediante
cambios.

LA LEY DE COULOMB
Charles Agustín Coulomb (1736-1806) midió cuantitativamente la atracción
y repulsión eléctricas y dedujo la ley que las gobierna. Su aparato, mostrado en la
figura 4, se asemeja a la varilla colgante de la figura 1, excepto que las cargas en
la figura 4 están confinadas a las pequeñas esferas a y b. Si a y b se cargan, la
fuerza eléctrica sobre a tiende a retorcer la fibra de suspensión. Coulomb canceló
este efecto de torsión al girar la cabeza de la suspensión en un ángulo Ө
necesario para mantener a las dos cargas con determinada separación.

El ángulo Ө es entonces una medida relativa de la fuerza eléctrica que


actúa sobre la carga a. El aparato de la figura 4 es una balanza de torsión;
Cavendish empleó posteriormente un arreglo similar para medir las atracciones
gravitatorias.

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Los experimentos realizados por Coulomb y sus contemporáneos
demostraron que la fuerza eléctrica que un cuerpo cargado ejerce sobre otro
depende directamente del producto de las magnitudes de las dos cargas e
inversamente del cuadrado de su separación.

𝑞1 𝑞2
𝐹=
𝑟2
Aquí F es la magnitud de la fuerza mutua que actúa sobre cada una de las dos
cargas a y b; q1 y q2 son las medidas relativas de las cargas en las esferas a y b, y
r es la distancia entre sus centros. La fuerza en cada carga debida a la otra actúa
a lo largo de la línea que une a las cargas. Las dos fuerzas apuntan en sentidos
opuestos pero tienen magnitudes iguales, aun cuando las cargas sean diferentes.

Figura 4 La balanza de torsión de Coulomb,


tomada de su informe de 1785 a la Academia
de Ciencias de París.

Para convertir la proporcionalidad anterior en una ecuación, introduzcamos


una constante de proporciona1idad, la cual representaremos por ahora como k.
Así, obtenemos, para la fuerza entre las cargas
𝑞1 𝑞2
𝐹=𝑘 (1)
𝑟2

La ecuación, que se llama ley de Coulomb, generalmente se cumple sólo


para objetos cargados cuyas dimensiones sean mucho menores que la distancia
entre ellos. A menudo decimos que se cumple sólo para cargas puntuales.
Nuestra creencia en la ley de Coulomb no se base cuantitativamente en los
experimentos de Coulomb. Las mediciones de la balanza de torsión son difíciles
de llevar a cabo, de manera que la exactitud que se obtiene es aproximada.
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La ley de Coulomb se asemeja a la ley de la variación inversa del cuadrado
de la distancia enunciada por Newton para la gravitación, F = Gm1m2 /r2, la cual
tenía ya más de 100 años al momento en que se realizaron los experimentos de
Coulomb. Ambas son leyes del inverso de los cuadrados; la carga q desempeña el
mismo papel en la ley de Coulomb que el que desempeña la masa m en la ley de
la gravitación de Newton. Una diferencia entre las dos leyes es que las fuerzas
gravitatorias, hasta donde sabemos, son siempre de atracción, mientras que las
fuerzas electrostáticas pueden ser de repulsión o de atracción, dependiendo de si
las dos cargas tienen el mismo signo o signos opuestos.

Existe otra diferencia importante entre las dos leyes. Al usar la ley de la
gravitación, pudimos definir la masa a partir de la segunda ley de Newton, F = ma,
y al aplicar luego la ley de la gravitación para masas conocidas pudimos
determinar la constante G. Al usar la ley de Coulomb, adoptamos un enfoque
distinto: definimos para la constante k un valor particular, y luego empleamos la ley
de Coulomb para determinar la unidad básica de carga eléctrica como la cantidad
de carga que produce una unidad de fuerza estándar.

La unidad de carga en el SI es el coulomb (abreviatura C), el cual se define


como la cantidad de carga que fluye en 1 segundo cuando existe una corriente
constante de 1 ampere.

𝑑𝑞 = 𝑖 𝑑𝑡 (2)
En donde dq (en coulombs) es la carga transferida por una corriente i (en
amperes) durante el intervalo dt (en segundos). Por ejemplo, un alambre por el
cual fluye una corriente constante de 2 A entrega una carga de 2 x 10-6 C en un
tiempo de 10-6 s. En el sistema SI, la constante k se expresa en la forma siguiente:

1
𝑘 = 4𝜋𝜀 (3)
0

Si bien la elección de esta forma para la constante k parece hacer


innecesariamente compleja a la ley de Coulomb, termina por ser una simplificación
de las fórmulas del electromagnetismo, las cuales se usan más a menudo que la
ley de Coulomb. La constante 𝜀0 , llamada constante de permitividad, tiene un
valor que queda determinado por el valor adoptado de la velocidad de la luz. Su
valor es

-12 𝑐2
𝜀0 = 8.85418781762 X 10
𝑁𝑚2

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La constante k tiene el valor correspondiente (con tres cifras significativas).

2
1 𝑁𝑚
𝑘= = 8.99𝑥109 2
4𝜋𝜀0 𝑐
Con esta elección de la constante k, la ley de Coulomb puede escribirse como

1 𝑞1 𝑞2
𝐹 = 4𝜋𝜀 2
(4)
0 𝑟

Cuando k tiene el valor de arriba, el expresar a q en coulombs y a r en metros la


fuerza estará en newtons.

La ley de Coulomb: forma vectorial


Hasta ahora sólo hemos considerado la magnitud de la fuerza entre dos
cargas obtenida conforme a la ley de Coulomb. La fuerza, por ser un vector, tiene
también propiedades direccionales. En el caso de la ley de Coulomb, la dirección
de la fuerza queda determinada dependiendo del signo relativo de las dos cargas
eléctricas.

Como se ilustra en la figura 5, supongamos que tenemos dos cargas


puntuales q1 y q2 separadas por una distancia r12. Por el momento, supongamos
que las dos cargas tienen el mismo signo, de modo que se repelen entre sí.
Consideremos la fuerza sobre la partícula 1 ejercida por la partícula 2, lo que
escribimos en nuestra forma usual como F12. El vector de posición que ubica a la
partícula 1 en relación con la partícula 2 es r12; esto es, si definiéramos el origen
de nuestro sistema de coordenadas en la ubicación de la partícula 2, entonces r12
sería el vector de posición de la partícula 1. Si las dos cargas tienen el mismo
signo, entonces la fuerza es de repulsión y, como se muestra en la figura 5a, F12
debe ser paralelo a r12. Si las cargas tienen signos opuestos, como en la figura 5b,
entonces la fuerza F12 es de atracción y antiparalela a r12. En cualquier caso,
podemos representar a la fuerza como

1 𝑞1 𝑞2
𝐹12 = 4𝜋𝜀 2
𝑟̂12 (5)
0 𝑟12

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Figura 5 (a) Dos cargas puntuales q1 y q2
de) mismo signo ejercen fuerzas de
repulsión iguales y opuestas entre sí. El
vector r12 ubica a q1 en relación con q2, y
el vector unitario r12 apunta en la dirección
de r12. Nótese que F12 es paralelo a r12.

(b) Las dos cargas tienen ahora signos


opuestos, y la fuerza es de atracción.
Obsérvese que F12 es antiparalelo a r12.

Aquí r12 representa la magnitud del vector r12, y 𝑟̂12 indica al vector unitario
en la dirección de r12.
𝑟12
̂
𝑟12 = (6)
𝑟12

Hemos empleado una forma semejante a la ecuación 6 para expresar la


fuerza. De la figura 5 se desprende otra característica. De acuerdo con la tercera
ley de Newton, la fuerza ejercida sobre la partícula 2 por la partícula 1, F21, es
opuesta a F12. Esta fuerza puede entonces expresarse de la misma forma
exactamente:

1 𝑞1 𝑞2
𝐹21 = 4𝜋𝜀 2
𝑟̂21 (7)
0 𝑟21

Aquí 𝑟̂21 es un vector unitario que apunta de la partícula 1 a la partícula 2;


es decir, sería el vector unitario en la dirección de la partícula 2 si el origen de las
coordenadas estuviese en la ubicación de la .partícula 1. La forma vectorial de la
ley de Coulomb es útil porque conlleva la información direccional acerca de F y de
si la fuerza es de atracción o de repulsión. El uso de la forma vectorial es de
importancia crítica cuando consideramos que las fuerzas actúan sobre un conjunto
de más de dos cargas. En este caso, la ecuación 5 se cumpliría para cada par de
cargas, y la fuerza total de cada carga se determinaría al sumar vectorialmente las
fuerzas debidas a cada una de las otras cargas.
Por ejemplo, la fuerza sobre la partícula 1 en un conjunto sería

𝐹1 = 𝐹12 +𝐹13 +𝐹14 +∙ ∙ ∙ (8)


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En donde F12 es la fuerza sobre la partícula 1 provocada por la partícula 2,
F13 es la fuerza que ejerce sobre la partícula 1, la partícula 3, y así sucesivamente.
La ecuación 8 es la representación matemática del principio de superposición
aplicado a fuerzas eléctricas. Este principio nos permite calcular la fuerza debida a
cualquier par de cargas como si las otras cargas no estuvieran presentes.
Por ejemplo, la fuerza F13 que la partícula 3 ejerce sobre la partícula 1 no se
ve afectada en absoluto por la presencia de la partícula 2. El principio de
superposición no es de ninguna manera obvio y en muchas situaciones no se
cumple, en particular en el caso de fuerzas eléctricas muy intensas. Su
aplicabilidad sólo es posible verificarla por medio de la experimentación. Sin
embargo, el principio de superposición es válido para todas las situaciones que
consideraremos en este texto.
La trascendencia de la ley de Coulomb va mucho más allá de la descripción
de las fuerzas que actúan entre esferas cargadas. Esta ley, cuando está
incorporada dentro de la estructura de la física cuántica, describe correctamente
(1) las fuerzas eléctricas de enlace de los electrones de un átomo con su núcleo,
(2) las fuerzas que enlazan a los átomos entre sí para formar las moléculas, y (3)
las fuerzas que ligan a los átomos y a las moléculas entre sí para formar a los
sólidos y los líquidos. Así, la mayoría de las fuerzas de nuestra experiencia diaria
que no son de naturaleza gravitatoria son eléctricas. Además, a diferencia de la
ley de la gravitación de Newton, que puede considerarse como una aproximación
cotidiana útil de la teoría general de la relatividad, más básica, la ley de Coulomb
es un resultado exacto para cargas estacionarias y no una aproximación que parte
de una ley superior.
Ésta se cumple no sólo para objetos ordinarios, sino también para la
mayoría de las partículas "puntuales" fundamentales como los electrones y los
quarks. La ley de Coulomb permanece válida en el límite del cuanto (por ejemplo,
al calcular la fuerza electrostática entre el protón y el electrón en un átomo de
hidrógeno). Cuando las partículas cargadas se mueven con velocidades cercanas
a la de la luz, como en un acelerador de alta energía, la ley de Coulomb no da una
descripción completa de sus interacciones electromagnéticas, sino que debe
realizarse un análisis más completo basado en las ecuaciones de Maxwell.

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LA CARGA ESTA CUANTIZADA
EN LA EPOCA DE Franklin se pensaba que la carga eléctrica era fluido
continuo idea que fue útil para muchos propósitos sin embargo los fluidos no son
continuos si no que están formados de átomos y moléculas la materia es directa.
La experimentación demuestra que el fluido eléctrico no es tampoco continuo sino
que está formado de múltiplos de una cierta carga elemental es decir cualquier
carga q que pueda directamente observarse y medirse puede escribirse como

Donde e, la unidad de carga elemental, tiene el valor determinado


experimental mente

Con una incertidumbre experimental de alrededor de 3 partes de 10. La


carga elemental es una de las constantes fundamentales de la naturaleza desde
1964 los físicos han empleado una teoría de las partículas elementales según la
cual partículas tales como el protón y neutrón se consideran partículas
compuestas formadas de partículas más fundamentales llamadas quarks una
característica de esta teoría es que los quarks se atribuyen cargas eléctricas
fraccionarias

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Cada protón y cada neutrón está formado por tres quarks el protón con su
carga de

y un quark con una carga de

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Quizá los quarks están tan fuertemente en los protones y en los neutrones
que la energía disponible es incapaz de liberar a uno. Por otra parte se ha
sugerido que los quarks se hallan fuertemente sujetos a leyes que gobiernan su
comportamiento para existir únicamente en combinaciones que den cargas
eléctricas de e. la explicación de la imposibilidad de observar quarks libres no está
todavía clara

Hasta ahora no se ha desarrollado que nos permita calcular la carga del


electrón tampoco existe una teoría definitiva que explique porque la carga negativa
fundamental (el electrón) es exactamente igual en magnitud a la carga positiva
fundamental (el protón)

LA CARGA SE CONSERVA
Un ejemplo de la conservación de carga surge cuando un electrón (carga=-
e) y un positrón (carga=+e) se acercan entre sí. Las dos partículas pueden
simplemente desaparecer, convirtiendo toda su energía de reposo en energía
radiante. La energía radiante puede aparecer en la forma de rayos gamma
directamente opuestos con una energía total de 2m c2; entonces

La carga neta es cero antes y después del acontecimiento y la carga se


conserva ciertas partículas no cargadas como el mesón neutrón tiene la
capacidad de desintegrarse electrónicamente en dos rayos gamma

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Esta designación conserva la carga siendo nuevamente de 0 la carga total
antes y después de la designación

Un neutrón (q=0) se desintegra en un protón (q=+e) y un electrón (q=-e)


más otra partícula neutra, el neutrino (q=0). La carga total, es de cero tanto antes
como después de la designación, y la carga se conserva

La designación de un electrón (q=-e) en particular neutras, como los rayos


gamma (y) o los neutrinos (v) no es posible

A causa de que dicha designación violara el principio de la conservación de


carga. Los intentos por recordar esa desintegración no han tenido éxito indicando
que i la desintegración ocurre el electrón debe tener un tiempo de vida cuando
menos 10 años

Otro ejemplo de conservación de carga se encuentra en la fusión de 2


núcleos de deuterio H (llamado hidrogeno) para formar hielo entre las relaciones
posibles están

El núcleo de deuterio contiene un protón y un neutrón por lo tanto tiene una


carga de +e. el núcleo del isotopo de hidrogeno con masa 3 cuyo símbolo es H y
al que se le conoce como tritio contiene un protón y dos neutrones por lo que tiene
también una carga de +e

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