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ESTUDIOS DE HISTORIA
COLEGIO DE FILOSOFiA
DE LA
FILOSOFÍA EN MÉXICO
INTRODUCCIÓN
1::1 que: e:n.sei,Ó a los homl.m.'!> I;¡ cie:nci:l. ~ ll11smn pm\l:yó J .Hu La contro\ 'crsia se mantuv o en el marco de las ideas :m-
:1 CItos indios l1 ... lUr;¡l~ gf;¡tulc ingenio l h31.oili<l;¡11 I'Jr3 :ll'tl'",lc
r trnpolúgicas y polflicas de Ari s tótele~. Las conoda a fondo
lU.la~ I;¡~ de:ncias. ~I"I\'!> )" "ricil>.~ <lile: I{'JO 1':111 e: n.'
leti¡nl",
y directa mente Sepúl\"ctla y a base tic ellas construyó SIl
'1l"gmn entació n. Parte uel princip i o aristotélico, aducid o
Fray Dernar dino de Sahagl'1Il con looa su aUlOrillad ele-
indefectibleme nte por todos los colon i7.adores, de que lo
daró que "hay entre ellos sujetos muy <.-:lp3CeS para las , imperCccto dcbe someterse a lo perfecto, y, consecuente-
lelras y la teologla". No es lIlellOS elogioso el testimo nio
Il\{'nte "quien puede \"el" con I:c. mente, por natural eza manda
'lile en 1533 dieron en pro de los indios fr:cy J ar.obo de
)" domina y quien pucde ejecuta r con el cuerpo , por nalU-
Este\':!., fr:l)' Cristób al de Zamora y otros seis de Ins dun:
ncleza obedece y sin 'e" esto es, que los menos intelige ntes
primero s misioneros Cr311cisCólnos (lile \'iniero n a j\·réxico.
deben someterse a los más intelige ntes. l'era ni Aristót eles
No fueron franci scanos, sino domini cos, los que l1ev;lron
ni despué s Sepúlvecla se limitan a postula r que mande n
la contien da al Santo Padre, que entonce s lo enl Paulo lit
Ins que m;ís valgan, sino que COIl eviden te exageración
Ame él se hi cieron abogad os de los indios fray llernólnlinu
justific an la esclavitud de los menos dotado s como un ~!
de Minaya y el primer obispo de la NUe\'3 Esp:uia, el in-
imposi ción de la Ilólturaleza. Y como éstc era el caso tic los
~ ib'1le fray Julián C3rcés . Le envió éste una extensa
t:art:I, il1dios, Sepúlv eda concluyó que por derech o natural , identi.
que es por su Condo y por su Conn3. el m:is hermos o aleg,etu
ficado por él con el pensam iellto de Aristóteles, Jos indios
de la causa india. Result ado de estas gestiones fue la bula
han de estar sometidos a los espalioles y si no lo h3Cen de
Vnigcn itlls DClIs dada por Paulo] l1 en 1557. En ella se lec:
gr:cdo. habrá que ohligarlos por la Cuerza tic las arm3S,
Teniend o en cuenla que aquellos indios romo ' ·erdade:rns hombr~ Frente 3 esta scnidu mbre natura l $05tU\'O brios.1men te
que 5Or1, no so!ame:nle: son a.pa~ de: J¡ fe: cristianJ , ~ino que: fray Bartolo mé de las Casas que todo hombr e, sea cua l
fe
acetaron a dla con muchbim o deseo, y querie:ndo pro\'C<'r los com'e:, Cuere su cultura , .iene ·en princip io todos los derechos
nientes remedios ;¡ CSIU cos.as, con aUlorid;¡tl apostóli a por las inheren tes a la person a human a, Y lo es, habla dicho Santo
pre·
.senles Ie:lras dete:rminamos y dec lara mos que. _, Jos indios."
Jun Tomás de Aquino , en cu3nto que posee una raz6n p:11":1
cuando est~n fue:r;¡ de: b . fe, no esdn, sin e:mbargo, prindos , ni h'bil~
plra ser privados de: $U libertad , ni de: l dominio de: sus cosas; (Iue se prepare las cosas que necesit a COII ayuda de sus
m:b
a(,n, pueden libre y lícitame:nte: estar en posesión y ¡;our de: manos. Razón y manos es el indiscu tible lote de todo hom-
tal
<lominio y li be rtad y no se les de:be: reducir a C$Clavilutl. bre,.Lo poseen. los indios, pues "todos, dice fl"ay Bartolo mé,
tienen entend imient o y volunta d, todos cinco sentidos eXle-
De momen to quedó acabad a la controversia, pero retoñó riore1 y sus cuatro interiores y se mueve n por los objelos
trece años después, cuando el famoso human ista cordob és dellos. Todos se hu ~ lgan con el bien y. sienten placer con
Juan Ginés de Sepúl\"cda, cronist a rea l, escribió su famoso lo sabroso y alegre, y todos desech an y aborrec en el mal"
116 J()S ~: ~L (;.\I.I.l:COS ROt:,u' UU .. I.A FILOSOFíA EN ""~:XICO l'.N 1.0 5 ,~I(;¡.oS )(\' 1 ":<\' 11 117
(Historia dt la s ¡"dius, 1. ti, p. 33'1). Reconoce que no manera eficiente y adecuada de implantar la cu ltura im·
Ic.dos los pueblos tienen el mismo grado de desarrollo. pero portada. Daban por descontado que,irremisiblemente habrla
niega que haya uno solo (lile no esté capacitado para recibir de reemplazar a las aIHl>ctonas, pero no velan ya tan claro
la CU!lUrol. Por olra parte, los que hoy están l1I:i5 atrasados cuál habla de ser el cam ino por donde mejor y más pronto
pueden ser maii:ana los m;¡s cultos. No niega abicrt<lmcnlc se llegara a esta sustitución. Agravaba aún más la dificul·
la tesis de Aristóteles. pero reduce su vigencia a los caS05 tad, la convicción de los colonizadores de q ue el elemento
m:lnifiCSlos de incapacidad mental, que son forLOsamcnlc más importante de su cultura y el que ante lodo habla
escasos. Ya no es lan feliz cuando bosqueja 105 distintos de ser asimilado por los indios era el religioso. Imponer
grados de barb:lTie de los pueblos. la nueva cultura a los indlgenas, era evangelizarlos. Pero la
No llegaron a ningún acuerdo los contendientes. Pero la evangelización implicaba, tic una parte, que los indígenas
controversia puso bien en claro las enormes consecuencias renunciasen a su religión ancestral y. de otra, que acepo
pollticas y socia les de la cuest ión tan agriamente discutida. taran el cristianismo voluntaria y libremente. Una doble
y sirvió p:tra desterrar toda duda 'sobre la condición hu- dificultad que dio mucho que pensar a los misioneros,
mana de los indios. El mismo SeplHveda reconoce {Iue encargados de cristianizarlos.
la diferencia que hay entre ellos y los espaiioles es tan La primera cuestión, que tuvieron que resolver, fue la de
sólo la que hay ent re "los niños y los adultos, y las mujeres detenninar cómo, respecto de la ~ religiones antiguas, hablan
y los varones". En México, como en toda la América hispa. de presentar la cristiana. La disyuntiva, a nte la que se
na, la manera más honda de reconocer esa igualdad fu e no encontraban era ('Sta: ¿Dirlan que el cristianismo era como
imponer una tajante separación entre indígenas y peninsu- el perfeccionamiento, la plenitud de las religiones indlge.
lares, sin pcnnitir que se mezclan ni su sangre, ni su cul- nas, o la presentarlan como algo totalmente nuevo e incom-
tura, ¡¡no Comentar, por el contrario, el mestizaje, dejando patible con ellas? En el primer caso, podrfan utilizar, para
que lo indígena reaccionara libremente sobre lo e~pañol y hacer la nueva rdigión más asequible a los naturales, al·
lo fecundara con su novedad. . gunos elementos de sus religiones, purificándolos y adap-
tándolos a las ideas cristianas, En el segundo, tenfan que
abogar por una ruptura total y absoluta con lo de a ntes.
2. La asimilación de la nueva cultura extirpando as! d<. nlz el riesgo de que amalgamaran con
la nueva religión los errores y pdcticas perniciosas en que
L'1 vida espiritual de la Nueva España en los primeros hablan sido ~ucados.
tiempos de la colonización fu e un perpetuo esfuerzo por Fue esta segunda opinión la que se impuso, Sobre los
conciliar dos propósitos, los dos esenciales y 10$ dos punto misioneros pesó el horror español a la heterodoxia, avivado
menos que contradictorios. De una parte, espafiolizarla, y sostenido por la condenación de la herejla luterana, dos
haciéndole asimilar la cultura y la manera de vi"ir de los afias después de que ellos llegara n a México. Fueron im.
conquistadores y, de otra, dejar que el pensamiento autóc· placables con los templos, los ídolos y todo lo que oliera
tono se desenvolviera con libertad. :tunque siempre dentro a paganismo. Den parecieron monumentos, esculturas y ce>.
de las nuevas ideas. Aun con estas restricciones, en esa pugna d!ces. destruidos con un furor sistemático que alimentaba
se fue fraguando el espíritu nacional y si sus forjad ores y hasta exacerbaba la mentalidad de la época. Pero es de
tuvieron dificultades, también los colonizadores tropezaron jU,sticia reconocer que en lo que no se rozaba con lo reli.
con graves problemas. El primero y. más importante. la gioso. extremaron su consideración por las culturas autóc-
118 JVS':: :,1. G.\U.I::COS RO;:;..u'U I.1.
tollas. Cuidar on COI! amor sus lenguas, conserv aron los mos
crist ianismo COII UIl fl'n ·o!', tIllC hil.O (onf'(:bir a sus (-ah':-
y costumbres co tidian a~, adopta ron su ensclia nza al tem-
quistas desmes utatlas esper;lIl:lOIS. ,\ndan do d ticmpeI, huhie-
perame nto r capacid :Ltl de los indigen¡¡s '1 recogieron CieJ-
ron tle compro bar que si eran nume1'<lSfls I(),~ q ue ~t.:
mente sus ideas '1 tradicio nes.
converllan sincer.1I1lentc, tampoc o b ltaban los (Iue ..cgubn
Ero este esfllerlO ningun o superó a fray llel'n:lr dino de
practic ando clande stinam elllC su anligua rel ig:ióll )' comer-
Sahagún_ C:lsi sc.~enta aiios vivió en la Nueva Espalia COl15a-
,'aban sus Idolos e~conditlos en sus C;; S:lS, en lo,~ hosques )'
grado :11 est ud io de la historia, usos y COSlllm brcS )' lengu;1
hasta detras de las cruces )' debajo de los :lItares,
tic los indígenas. En la H;stol';fI gt'I¡cml de las cosns de
Pero la cvange liuciól I tenía otra vertien te, la tic su rc-
NtlcVfl EJpM1f1 recogió lo m:;s grOln;ldo de su estudio y de su
percusi im en los que la hadan o patroci naban, tille con-
experie ncia. De ella dice Roben Ricanl 'llle es "el esfllen u
tribuyó grande mente a darles una má~ clara conciencia
m;is ¡¡justado a melado y mejor logrado para d;lr al Illi ~¡n
tanto del cristian ,smo como de la libertad Inllu;IIl :1. La Itu
llera en México una formac ión etnográ fica".
brotó de una larga. y :\spcra cont rov~rsia e1l la (lile se tlis-
Por lo mellaS en el estw.1io de !:ls lenguas indígen;¡ ~, le
cutiero n puntos de tanta trascen dencia como esto~ : ¿Ha y
hiciero n coro un nutrido grupo lie misionel'05, Ni por un
<Iue somete r a los indios primer o y com·cn idos t1espu é~, n
momen to pensaro n en obligar a los i ndios :\ <¡ue apre n-
al contrar io? ¿Puede consen ti rse la idolatr ía ? ¿H a n lIe im-
diera.n la Icngu:l cspaiiol:!: :11 contrOlrio, [ueron clloli Ins
pedirse hasta poi la violenc ia los pecados contra n atll l~l '
C']ue se sillliero n obligad os a estudia r las lleJ país, sin re·
ICl.'I? Las respues tas que se les dieron, implica ba n tmil sulu-
pamr en esfu erws. De sobra se compre nde C']ue h¡¡hian de scr
ción al problem a human o, quc en el Concia se conll'Ovcrtía.;¡
grande s y pesado s, pues Sll contex tura y fonét ica en nada se'
saber, si los conqui stadore s recono cfan o no a los indlgen as
parece dan a i:Js dc las eur:>pc:as y. :adcm;is. cstaban di,-i-
tndos los derecho s inheren tes a la person alidad human a.
"idas )' subdiv ididas en mullitu d de dialect os y h abla5
Ya en 1523 Carlos V, confirm :mdo las normas estable-
rcgidna les. De su tesón dan fe los vocabu l:lrios, gramá-
cidas en 149!, dio a Cortés la orden de que se abstU\'iese
licas y our;lS escritas por ellos en varias deccn;l$ de lenguas
'de intimid ar a 10:; ind ios para impuharlos a recibir el cris-
d istint as_ De Jos 1188 titulas reseñad os por el mude dc
tianism o, Pero los que ' -¡vEan en el pa!s '1 tocaban de cerca
la Viilaza en su lJibliog rafin espal101a de lellguas ;lIdlgellfls
la realida d, tenfan fu ertes dudas sobre los resulta dos del
de' Am¿ric a, 141 corresp onden al siglo XVI y 298 al XVII.
"trato amoros o" a los ind fgenas y, m:is de una vez, des-
COlltribuyeroll :151 a la superviyencia de las antigu:ls
obedec ieron las órdene s del empen dor. En México, tooos
cultura s, dándol es con su presenc ia la oportu nidad de in-
recono cían u n:\nim emente que la aceptac ión de la fe tenía
fluir en la import ada. De momen to fue casi nula su in-
que ser yolunta ria, pero mientr as que unos, tachado s de
fluenci a, como fueron muy contado s los casos en que los
idealist as '1 exces:v amenle puros, no aceptab an ni la más
indlgen as opusie ron resistencia r,uon:t da )' conscie nte a
leve aparien cia de coacció n, otros que se tenfan por más
la nue\'a religión que se les enseii:aba. El mismo lHoctez uma
equilib rados y pruden tes, sosten lan que para predica r con
con gra n tacto declinó cntrar en tliscusic'm con Cortés
eficacia el cristian ismo entre los indios era preciso crear un
sobre el valor de sus ídolos y se limitó a rogarle "que no
ambien te d e su misió n y segurid ad que sólo po(Ua exist ir
se digan palabra s en su desholl or"; mas tarde, alguno s caci-
con la presenc ia de las fuerzas armada s.
ques y sace r~otes indlgen as polemi zaron, sobre todo en el
Estas dos tendenci as fu nd:amentales !;lS encarn aron dos
norte, con los misioneros. E n genera l, el ambien te fue tic
hombre s de mérito extraor dinario , pero de mental idad y
abicrta y franca cooper ación. Los indlgen as se abrlan ;1 1
\ carácte r diverge ntes: fray Toribi o de Bena\'c nte o Motoli -
120 J asE M. CAl.U:COS RQC."-FULI . LA I'ILOSOFiA EN MÉXICO EN LOS SICLOS X\' I y XV II 12 1
nia y (ray Bartolomé de las Casas. En su ramoso tratado nalUral q ue ·105 padres tienen sobre sus hijos, prevalece o
Dd Ii,¡;co modo de atraer a todos los pueblos a la vcrdndera no sobre el mandato divino de bautizar a todas las gentes.
religión sostuvo este último, ' con toda la tradición cris· Se impuso enl onces la opinión de Santo T omás, que dio
liana, que no está en la. potestad de los hombres. si no en la supremacla al derecho natural. Fue también esta senten-
las manos de Dios. discernir a los que de hecho han de cia la que sa lió victoriosa del enconado debate que se des·
formar parte de la cristiandad. De este favor " ni nguna encadenó en toda la Europa culta al llegar allá las pri_
nación en el uni~erso mundo ha sido del todo excluida". metas noticias de lo que en las Indias estaba pasando. Fue
Es la Iglesia la encargada de llamar en el tiempo a los uno de los muchos casos en que la áspera realidad del Nue-
elegidos por Dios. Para cumplir ata misión ha de llamar vo Mundo estimuló al pensamiento europeo. obligándolo
a todos los que han pedido ser predestinados, es decir, a a revisa r, rectiricar o prorun d i za ~ SU5 ideas, las cuales a su
todos los hombres, y ha de llamarlos del único modo esta· vez tuvieron amplias resonancias en estas tierras.
blecido por la Providencia divina para todos los pueblos y
para todos los tiem pos. a saber: " la persuasión del enlen·
dimiento por medio de razoncs y la invitación y suave .5. Problemas jurídicos
moción de la voluntad". Hay que darles tiempo para que
se convieTlan y abstenerse por completo de loda violencia. Muchos y muy graves Cueron los que suscitaron la con-
Someter a los indios primero y predicarles después, es des· quista y colonización del Nuevo Mundo. Aguijoneados
encadenar sobre cllos todos los males de la guerra, renegar por las ex igcnci:ls de su misma situación, trataron de re_
de Cristo para seguir a Mahoma y amontonar absurdos y solverlOJ sin un ::rilerio preciso y de manera harto provi-
disparates. l' ues decir que no se Cuena a los indios a aceptar sional los que aq uí ten!an la misión de dar nuevas estruc-
la fe, si no que las armas se limitan a quitar los obstáculos turas políticas, sociales y económicas a estos pabes. Pero
parn predicarla, es fom entar un equívoco, cuyo ú nico re- las trasponen a la esfera intelectual hombres de letras, teó-
sultado es crear un resentimiento perdurable y simular logos y juristas principalmente, quienes, estudiándolos. ad-
conversiones. . quieren concienca de la inquietante y enigmática realidad
No impugna Motolini a estas razones. Su Cuerte no er.m de estos lejanos pueblos. No todos aciertan a recoger su
las ideas. sino a los hechos, Y a su fuerza acutle para refu- profundo mensaje, que en resumen se cara en la necesidad
tar a fray BaTlolomé. Fue su método el que se siguió en de anteponer el (:sp!ritu a la letra y que, en vez de aplicar
Cunamá, en la Vera Paz y en la Florida y los resultados ésta , sea o no 1:t :ulecuada, se creen ideas, instituciones y
no pudieron ser más desalentadores, porque Cuer€?n allá normas nue\'as para los hechos nuevos. La controversia se
unos misioneros dominicos y "en saltando en tierra. sin desarrolla en un antbiente de ampllsima libertad y de ella
llegar al pueblo. en el puerto mataron la mitad dellos y surgen una legislación generosa y humana. no superada
los otros volvieron huyendo a semeter en el navío y acá por ningún otro IJafs colonizador, y una serie de teorlas
tenían que contar de cómo se avían escapado", que marcan un gran progreso jurídico e incorporan a la
Volvió, pues, a susci tarse en México la misma peliaguda realidad imperiosas exigencias del derecho de gentes y del
cuestión, que tanto se controvertió en la Edad Media a luero de la persona humana. No es posible recoger todos
propósito de! bau tismo de los niños, hijos de inrieles, antes sus múltiples aspectos, pero los problemas fundamentales
de llegar al uso de la raron sin el consentimiento de sus Cueron los referentes a la legitimidad de la soberan!a espa.
padres, En realidad, lo que se discutía era si el dominio iToJa. con el que está ligado el de la licitud de la guerra
1"'1
1..\ 11I ...... lli.·. 1·.:-' \1~:." It:< II:-'1.0'\ S lta.O:; X \ 1 ,. X\'II 1 ~3
' !tlC ~c 1:: ' 0 ;1 1(>5 ind(r;CII:IS, r al régimen tlu ;: h nbia de im.
pc-!lenc ;1 Jos nalurales. . V \'O~ cb l ;i Ilt l l( ' !" J~ I1I i\'i k~¡lJs y cx<.c/I{ inlle5 y liS 11:lr:1 muo
Legitimidarl d~' 11I sflúr.r(ll/'a c5Pllliola. En u n principio ~has IlIcr¡·t',k,·· . En raso (1III trario/ Ic.-s har:i la guerra y
p:treció quc qu eda ba ampliamen'.c jU51ificada por las fa.. "cu ll m .Ie ti los sel ;\ 11 1:ls 1l1 11\'lleS y IbiiO.> ,¡ue 511lr:ln ell
mO$as bul:ls de Alejand ro V I , cspecialmelllc la frl t er sus pCnlll1:Is ~. ell <¡\:s b¡~lIes". . .
Coetcl"(/. Pero bien pronto se albcrolaron las concicl!cias Fuc iT1cril~z c.-l 1"('1// ': l"/lIIi(,I/ / 0 y CQll tnH16. nolcllta y pro-
y el I"o;'y pidi6 a !lU Ictrados que üiera n por escrilO un tHc. rumb, la d i.\CLlsi<in sobrc la ,·:t lide1. tle la concesion Imnti.
lamen sobre su '·:llitlcl. Sc conscrvan los dcl tinelar "alacios licia (m'o rnco, COl1l0 e ra n:ltnral, fueron !:ts Ulli\'crsidatk s
Rubio y del p:Jdrc ,\-I;¡cias de la Paz y $e han pcrdiüo 105 )' 10: CO;l\·elllll~. La cunU'O"crsia sirvió para s~ll)Cr:tr dc~ini.
re~ t a nt c!, al' nque sc <.onoo" buc na p..1rte del colltenhlo del ,i\':UlIClltC I:,s CQníll$;IS idcas polilkas dc 1" Edad i\ rcd la )
de Martín j iménez de Enciso. En principio dan por buena ere.. r el tkrccho polítko moderno. A l proyccta r las Indias
la donaciún pontificia, pero no la interprctaron lodos del 111 illfJuiela nte sombra sobre la penlnsula hispa na, se dan
mismo modo, pllCS nücntra~ Pal;,cios Rubio y Matlas tic b cuenta los I>c n s.ldorc~ espaiioles 'lile hablan pasado de 1 1I~
bz rcconocen quc entre.los ind ios hay un "erdaden> y legl. 01 ;11'\05 políticos del medie\'o a la org:m.izOIc!on cst:lIa l dt·
ti mo seiiorío basado en el dc recho na tural, q ue no es anu- 1m ticmpos modcrnos sin teller clara con~le n c l a t1 ~ est.:! .Ira~ .
lado por su infidelidall y menos aú n por su conl"ersión, ,cntlenta l transfonnacit'l1l. La rcalidad "lrgCIl, elllgmallca y
jiménez dc Enciso sostiene qu e lo han perdido por su ido.. l>I"igin:disill1;1 tlcll'\uc\'o Mulltlo les obliga a I"e\' i ~ar sus i th!~ s
latría y "sc la pod ía n toma r por fu trza y a Jos que se defen- \' a rc:di l.ar ulla 1,IbOl" Cl"ltic,1 y, a b " Cl , creador;" cuyo 1Il : 1 ~
dieren matarlos o prenderlos e a 105 presos darlos por es- insignc representante fue fray Francisco de VilOria. .
clavos". En su relección De los indios recielltt:m cllt c dCSCllblcrtos
De estas d iscusiones sa lió el (amoso 1"l: qlurimiento del sostiene que han de ser tcnidos como legitimas duciios lie
doctor Palacios Rubio, que es un intento bien intencio- sus propiedades y que sus reyes y prlncipc:s han de se,'
nado, pero nada práctico de conciliar la validel de la considcrados C0l110 los sobcrano$ auténticos de aqucllos pal'
donación del Papa con los derechos naturales de los indios. "5CS a men03 de h'lber perdido su dominio por alguna razón
No era Hcito, ni legal, se deda en él, declararles la guerra <¡ue an ule su tlercdlO, No la anu la cicnamente la supuesta
sin previamente explicarles que el Dios único y eterno, donación pontirici¡I, porque el Papa. como .s uprem~ :HIlO'
creador del cielo y de la ti ~, dio a San Pedro "tooo el . ridatl de la Iglesia que es una sociedad religiosa, espiritual ,
mundo por su señorío y jurisdicción" y que uno de sus tienc u n poder espiri tual y no temporal. Ni el Papa "es
sucesores "hizo donación de estas islas y tierra firme del señor ci"i l o temporal dc lodo el orbe", ni "t ienc ningun:1
mar océano a los católicos Reyes de España". ~s tos les han potestad sobrc aClllc llos ind ios", ni sobre los dem;ís in fi el e~.
enviado ,'a rones religiosos que "les predicasen y enseliasen únÍf:nnenle le co.npe:e resJleclo tic ellos disponer "1.., que
nueslra fe", y a los qu~ "de su libre y agradable voluntad, sca necesario para admin istrar las cosas espirituales" como.
si n premio ni condición algu na se tornaron cristia nos y por ejem plo, cm'iarles misioneros. Tampoco picnsa Vitorb
lo son", los reyes de .Espaiia los mandaron " tra tar como que sean título legitimo par,¡ dcspoj:n a los nalUr.ales tic
a los olros sübditos y vasallos"_ A todos se les ruega y re- su sobera nia las cólOl'midadcs mor;tles que se les a mbu )"cn.
quiere que h¡tgan lo mismo, tomándose para deliberar "el ,aJcs C0ll10 "cl comer ca rne huma n:t, indi ferenle concubi ·
tiempo que fuese justo", Si reconocen como señor al rey na 10 con la llIadr ~, las hermanas o los varOlles, la tira nía.
de Esp:uia éSle "vos recibir.\. con todo amor y caridad ... los sacrilicio5 hUllIanos ... , pues no tienen les cXlranjcl"Os
.a tllOrid ¡l(l ~Hbrc edos pa r:. c:lstig¡¡r!os".
12-1 LA FlLOSO¡" i,,, EN MÚ ICQ EN LOS SIGLOS XVt y XVII 125
En c:mloio, sI tienen tlctcmlinados derechos' en cuanto nomla que tenian en la penlnsu!a Aragón y Cataluiia. In
hombres o en cuanto cristia nos, en virtud de los cuales lo que si está muy claro es en que '''no se puede gravar a
pueden recorrer las I ndias. habita rlas. comercia r con los in- ellos más que a h .s otras súbditos cristianos, ya sea impo-
dlgcllas. hacer con ellos pactos y aliamas, predicarles su Ce niéndoles mayores tributos, ya sea privándoles de libenad,
)' exigir el libre ejercicio de la religión cristiana. Si los ya con otras cosas opresoras". Los reyes de Espal!a "est;i n
natura les respetan esos derechos, no hay motivo alguno ol>ligados a dar leyes convenientes a su república (la de
para despojarlos de sus s(fi orIos y propiedades; pe ro si se los indios) de tal modo que se conserven y aumenten y
niega n a reconocerlos, los cspa liolcs pueden recurrir a la no se les despoje de su dinero y de su oro". Pero "no I>asla
fu erza pon;1 ejercerlos y llegar incluso a erigirse en sobe- (lue el prlncipe dé buenas leyes a los pueblos bárbaros,
ranos de aquellos paises. Definir con exactitud estos den:- sino que está obligado a poner ministros que velen por su
ehos y mu y especialmente el dc la apelación a la guerra, observancia , y ha ~ ta que esto no se logre. el rey no ~t ;i
fue el genia l acieno de Viloria y la aportación más valiosa exento de culpa".
que en el orden juríuico hicieron las Indias al pcnS3- En esto ultimo le sobraba la razón porque. a pesar dc
miento europeo. tantas leyes humanitarias y justicieras, hubo en las Iotlias
grandes abusos. El mayor de todos, los intentos de imponer
4. R égimen jlUlo a que habüm de someterse" los indios la esclavitud. En realidad fue una cuestión de hecho y no
ideológica. No es del todo cierto que defendiera su. licitud
La cuestión la plantea, la divulga y la impone fray Bar- Juan Ginés de Sepú lv~ a, aunque su retorll.o al An st~telcs
tolomé de las Casas, que es quien en el orden político puro. es decir, no suaVIZado por el pensamiento medieval.
tiene una visión más humana y generosa. Lástima que sus y su consecuente juslifi cación de la servidumbre natur.al,
dotes intelectuales no estén a la altura de sus sentimientos. son en el fond o el único argumento con que hasta nue~ ·
Sus ideas pollticas son las aceptad ~s por la tradición esco· tras dras se trata de justificar la explotación del hombre
Ustica, que él diluye en una exposición farragosa y las por el hombre, con o si n el nombre de esclavitud. Par;1
deja en el estado embrionario en que las encuentra sin Sepúlvwa tiene fu erza de ley e.,ta norma , que él presenta
desarrollarlas :t la luz de la experiencia del Nuevo Mundo. como de derecho natural y de gentes: "Las personas y los
Pero acierta en cuanto exige como un imperativo .de. la bienes de los que h:m sido vencidos en justa guerra pasan
justicia, que se deje a cada pueblo con las leyes y con los a poder de los vencedores". pues aunque por natur~lel;l.
prfncipes, que tenían antes de la conquista. Con todos ellos todos los hombres sean libres, "es más humano redUCirlos
habrla que formar como una confederación o imperio, n esclavitud que matarlos". Por otra parte, es natural, CORlO
sobre el que Jos reyes de Espaiia, como los emperadores enseñó Aristóteles. que los menos dotados o imperftttos
medie\'ales, ejerciera n una suprcmacla meumentc honorl· "ivan sometidos a los perrCi:los. De donde deduce que no
rica y p rotectora. Desde luego, para ejercerla, no podrlan es licito reducir a esclavitud a los indios. que se sometieron
implantar aIras medios que la persu asión, la ensel!anu y :1 los conquistadores, pero sr a los que les opusieron resiso
el buen ejemplo. tencia.
No expuso Vitoria de manera explicita el régimen polí- No fu e, sin embargo, la esclavitud el tema m.is lIiscu·
tico que, a Su juicio, hablan de tener las Indias. Parece tido. sino la encomienda. Segú n la ley, Jos intlios encomen·
que se inclina a hacer de ellas UIIO o varios reinos some- dados no ernlt sk:n ·os. ni vasallos de los el1comcnderm.
tidos a la sohera nla espaliola, pero con los derechos y auto- sino libres)' pueslos bajo la protección de la cnron:1. I'" r
U:I p :IC:O
Jtl~l . :'1. (; .\I. LI .';oS 111)(;.
~
E .i
bue ll gohicrn q de Jos imlios,
que Cor tés lo im pu~o en la
Nu('xa Esp;nia, No agra dó a la cort
e esta Jnellid .. "po rqu c
Dios crío a 1<)$ ind ios lib res y no ~
suje to.... y I;¡ pro hib ió. Se ~ 4, ' E!.
tlde mli erm l los cncolllem lem s y. '5, . ¡
dcspués de muc has 3\ter·
l1ali\"lIS; consiW 1icI"01I que ~c: con
de dos ,·illas.
servaran por la dur ació n k- i,. ") ~ :tC
1'\0 t!ej:u'/IIl tl e tene r las encomi end
a s ucfellsor~., de ,'a li:l ,
como fr3}' Alonso de Castro, )" el
pad ee J osé de Acosta, e
impugn ado res de tant o ¡X'w com
o i\(o tn\íni.1, fray Miguel
de $:t!amallca )" el bcncllIcrito fra)'
Ba rtol omé de las Casas.
No pod ían ente nderse porque
los uno s mir.lba n a lo que
deb ian ser b s encomi end as y los
otro s a lo qu e ue hcc hu
eran, A la insi stenci3 con que ('Sto
s defe ndía n la libe rtad
ele Jos ind ios, opo nían aqu éllos 1:1
necesid;¡d de ir con tielltll
l'n 1111 pun to I:l n delicado, en el
que estaba basa do el régi·
men económi co) ' social de las I
ndias. Al cabo, se imp uso
la opin ión de fray Domingo de
Bel amos, qui en akg aba ,
de una parte, que estos países no
esta ban segl ' ros y si no se
lom aba n preca uciones, pocl l"n perd
erse y, dc otra, que era
muy peligroso cam biar repe ntin
ame nte );¡ s cost umbres }'
leres establecidas. Vencieron, pue
s, los hom bre! prác tico s
y su triu nfo detu vo por un t iem
po la "ict orio sa mar cha de
la ju sticia por estas tierras.
Excudrbar loan"" Paulus Blitrrnfh.
I , , 4.
" ME lllC I
FILOSOFÍA , . Flt.Ó son) $ l:N
:."b : I(:o
En 105 siglos ~\"I }' XVII
no hub o en la Nue \'a Espaiia, ni
\
pod ía haberla, a ira filosofla pro
piam ente mex icana qu e
Porlada de la Uecngrrilio
J
Su mm!llarllm ~de Fray t\~om:J (~ c: la
Vera crul , prim er libro de masona
escn to en Amf n ca, e<h uclo
en México l)Or J uan r ;t hl~. el año
de 1554.
L.\ 1'1I .0~(lJ· i.\ t:N :'I11:::',I(:U EN I.OS slea .os XI'! "XVII 127
aquel cristianismo más esencial e interior, que' se apode· Soto, Domingo B;uiez, Luis tle Malina, Francisco de To-
rJ.ba de las conciencias a manera de iluminación interior, ledo, Gabriel Vá zquez y Francisco Suárez, todos ellos tamo
;11 comentarista del mens3je divino. De ahí la imponancia bién teólogos de primera linea. Fueron ellos los que revi·
quc daban, atestigua Marcel Bataillon, a sus Paráfrasis uron sus principios, hicieron más firme y coherente su
del Nuevo Testamento y de los Salmos y también, sin duda sistem3tización, ampliaron su problemática y si, de una
alguna, al EIIChiridioll, exposición íntima y (am iliar de parte, prescindieron tic las nue,';)S ciencias, de Olra, hicieron
la philosophia C}¡r;sli". Su fondo cristiano y las circuns· más aguda)' absorbente su preocupación por la metaUsica,
tancias de la época explican sobradamente que un libro en la que obtuvie:-on sus mayores triunfos. De sus muchas
como este "que llevaba en germen la Refonna y la Con· obras las que principa lmente se introducen y arraigan en
trarreforma, como a hermanas mellizas y enemigas" siguiera México, son las que pueden servir p3ra la enseñanza, que
influyendo, aun después de ser reiteradamente condenado, es el fin inmediato q ue se asigna ... la filosoBa. Esta vincu·
no sólo en católicos fronterizos de ortodoxia vacilante. sino lación tletermina su temática y le da un matiz como utili·
en cristianos y religiosos que siempre fu eron fieles a la tario desde el principio. Es casi exclusivamente un medio
tradición y a la autoridad de la Iglesia. de (armar las mentes, disciplinándolas lógicamente, y de
Entre éstos hay que contar a fray Juan de Zum:irraga, prepararlas para c tros estudios, como 105 teológicos y jurl·
cuya Doctrilla brnJe, impresa en México en 1543, repro- dicos, que se consideran superiores.
duce muchas p;íginas segu idas del E,lchiridioll y de la Para· El filósofo preferido, en realidad el único que se estudia,
desü de Erasmo sin decir de dónde las loma. De esta última es Aristóteles, del que se cursan todo el Orgnnon , los Fincos
recoge el párnfo en que reclama se tradujeran las Sao y Metcorológicos y los Dc generatione el corruptione. A los
gradas Escrituras a la leogu;) que el plucblo usa, que fue enudiantc, de artt·s se les pertrecha sobre todo. como en la
el más duramente censurado en Europa. También Zu· Edad Media, de una a(ibda preparación dialéctica, que a
márraga refundió en la Doctrina cristiana, publicada por muchos les pared;!. desmesurada, aun estando ya muy po-
mandato suyo en 1546, la Suma del doctor Constantino dada. Entre ellos a Veracruz )' a Mercado, que hablan
Ponce, "el mejor escrito de los catecismos espalioles, a leido las duras di.atribas del ponderado Luis Vives en su
juicio de Mc:néndez y Pelayo. aunque por desgracia no opúsculo In pscudodiaUcticos. Fray Alonso de Veracruz
el mlÍ3 puro". No es que la doctrina del libro [uera franca- no quiere que sus alumnos malgasten su tiempo y su
mente herética, sino que lo fue su autor y como tal lo ingenio en adieslrarse en solistiquerlas pueriles. Piensa
condenó, después de su muerte, la inquisición. Por obra él, y asl lo afirma en el prólogo de su DiaUctica, que habla
de Zumárraga. un ~itor hereje segufa adoctrinando en que acabar con las disputas ociosas, refrenar la hinchada
compañia del proscrito Erasmo a los lieles de la Nueva soberbia cientJ{jca, llegar a una inteligencia más exacta
Espaiía, sin que en esta "tierra libre y bienaventurada" se de Jos textos aristotélicos, no prestar tan incondicional
creyera la inquisición obligada a prohibir su lectura. ..dhesión a la autoridad de los maestros y renovar tod;¡ I;¡
doctrina por el estudio directo de las fuentes.
En I;¡ Universidad los primeros libros de texto son los
2. Int roducción de la lilosofla escoMstica
m,i.smO$ de la Universid;¡d de Salamanca, esto es, In Dia-
La filosolla escolástica llegó a México cuando en España lt!cticam An"stotdu y Summll.la slI.mmulaTum de Domingo
noreda por obra y gracia de pensadores tan destacados de ,Soto, que "no carecen de mérito, pero se resir.nten de
como Francisco de Vitoria, Melchor Cano, Domingo de la influencia decadente de la filosofla escolást ica en tiem.
134
pos inmediatamente anteriores", aunque declare e"n el pró. ciún. aconsejó (Ol! gran discreción a los yirrcp:s, tli" .. ltIo·
lago que su pmpósito es devolverles su propia dignidad. ridad y prestigie¡:t la recién fundatla Uni,'crsidad, fu e ami~o
Comcnuí Soto en las Summulat! el famoso texto de Pedro de Vasco de Quinlta, de fray Bartolomé de I:t s Casas, de
Hisp:lI1o y en la Dialéctica los Predicables tle Porfirio, los fray Luis tle Lcón. cuya causa defcndió "alientcmente, y
Predicamentos y los Analíticos poslcriores lit! Aristóteles, de Ovando, presidente del Consejo de Indias. al que ase~on'l
a los que añade, sin comentarlos, el Pcri/lcnnellias, los l1l;ís dc una ' ·Cl, J\<lurió querido )' fespet;ttlo por todos el!
AI/a{{ticos primeros, los Topicus y los Elem'os. La doctrina México en 15tH,
que expone es la tradicional con algunas aportaciones ori· Aparte de SL copiosa obra teológica, perdida en gran
ginales. parte, fray Alonso tic la Veracrul escribió tres libros filn·
También fue estudiada la lnlrodu.ctio in Dia{cclicalll sóricos, titulados Rccogllitio Summularum, Via{ccliCfl rcs¡¡·
Arista/dis del maestro Francisco de Toledo, quien desco· (litio y Ph)'sica spt!cufatio, que íonnan un curso completo
lió por su acertada imerpretación de Aristóteles, por la de artes, tal como entonces se enseriaba, Por su intención
originalidad de algunas de sus doctrinas y por su excelente pedagógica, a la originalidad y prorundidad anteponc la
método doceme. La obra cumplc fielmente su misión in· , sencillez y la claridad, La Rccognitio SumI/Jllfarum fu e
troductoria. Sin meterse en honduras, inicia a los novatos publicada en México en 1554 y reeditada vati:lS veces cn
en el tecnicismo aristotélico y t1cCine dara y scncillamente Esl'aiia, donde sirvió de libro de texto en vario$ estudius.
las "oces que mas se usan, manteniéndose en un equilibrado Hizo en ella tilla rigurosa poda de cuestiones superUuas ~'
término medio a igual distancia de los tradicionalistas }' divag-dciolles inútiles hasta dejar la exposición "casta )'
de los innovadures, :Fue impresa en México en 1578 por Jos pura", aunque quizá no lo haya conscguido del todo.
jesuitas del Colegio de San Pedro y San Pablo, seguramente Se inspira. como era de dgor todavla en esta época, en ! ;l
para que sirviera de texto a los que en él estudiaban artes. Summfoe Logicales de Pedro Hispano y, por vla de apén·
lIice, aliade un corto comentario de 105 Tópicos y un como
3, Escrill)re.f y I/Ulcstru,f ,le fi{osofif¡ dd siglu .'\.1'1 I>cnllio de la R efutación de fas sofistas.
Del mismo alio 1554 es la Diafectica Resolrflio, que dediClí
El más insigne tic ellos fue el benemérito fray Alonsu :t "la Indita Universidad Mexicana que florece en la nucva
dc la Veracrul, alumno de las universidades de AIClla y Espaiia". En 1:\ misma dedicatoria diee que la compuso
Salamanca, doctor por esta última, en la que leyó un curso cuando enseliaba estas materias. suprimiemlo todo lo su·
de artes. Vino" México en 1535 con poco m,ís de treima perfluo y recogiendo 105 granos de' entre las espinas para
afios, y en el mismo pueno de Ver:lcruz ingresó en la hacer el camino completamente accesible)' abierto. El lihro
ordcn de San Agustín, tllll}¡tI1do entollces el nombre con consta de tres u·atados, en el primero de los cuales comenta
'IuC ~e hil.O [allloso como r.atedrático, misionero, escriwl' los predicables ¡iguiendo el texto de la Isagoge de Porririo;
y hombre de consejo, Ejerció b enseii:tn1a en los cstudios en el segundo examina las categorlas tIc Aristóteles, cuyo
de Tiripitlo, Tac:ímbaro y Atotonilco, donde ley'" :trtcs, y texlo reproduce y comenta; y en el tercero glosa el texlt)
cn la Universidad de México, donde tuvo una cátedra de de los Postericres ollllfiticos de Aristóteles, capitulo por
Sagrada Escritura y una "Cátedra de Santo Tomás de pro- .capítulo hasta ..!I octavo del primer libro. De los resta ntcs
piedad, que sca con las mismas cualidades y precminencias )' de todo el libro segundo ha ce un brel'e resllmen pues
que l:t tic prima". lnten'ino eficaz y, a veces, decisivamente ,"basta, escribe, saber estas cosas ,le la Dialéctica para (lile
en lfls m;ís graves problemas suscitados por 1:1 e\"angeli1.a· se pase ;¡ otr;tS ciencias superiores'·.
I ::ti Jost: M. CALU:(:OS ROCAF L' LL L\ F ILOSO.· í" EN ~ lIb"co EN LOS SIGLOS XVI Y XVII 137
También en México se publicó en 155i la PII)'sicn s/Jecu- problemas, los expone como si fueran cuestiones definiti-
IlIlia, que contiene la doctrina corriente en su tiempo sobre vamente resueltas. cuando ya Suárez estaba mostrando por
física. astronomía, biología, meteorología. botánica '1 psi- este tiempo en sus Disputa/iones Metaphysicae las enonncs
cologla. Quiere segu ir el ejemplo de Titelm:m y de acuerdo posibilidades de '.Iesarrollo de que era susceptible la doc·
ron su interpretación expone los Físicos, (Iel cido y (Iel trina tf3dicional.
/lnfllda, De la geflerncidn y de fa cornlpción, De los meteo_ Tomás de Mercado, natura l de Sevilla, vino a México
ros y los Ve Anima de Aristóte les. Una obra de contenido muy joven y aquí tomó el hábito de Santo Domingo en
tan diverso ha de tener por fuerza un valor muy desigual. 1553. A propósito de un tratado 5UyO, titulado Suma de
Los tratados más "a liosos son los Fúicas y los de Ánima . Ira tos y contratos dijo de é l fray Luis de León: "parésceme
I Los puntos principales del panorama filosórico de fray que el autor dél es hombre de mucho ingenio y doctrina".
Alonso de Veracruz son, pues, estos cuatro: ¿Cómo se piensa Sus obras fil osóficas fueron dos de ¡as cuales la primera
bién? ¿Que relación hay entre el pensar y e l ser? ¿Que es la lleva por tItulo Commtn tarii lllcidissimi in ttxlum Petri
naturaleza? ¿Qué e5 e l alma? Una temática C\'identemente Hispani Rtverendi Pntris Tllomae de Me'J"cado. ordinis
incomple ta, pero lo bastante ampli:l para plantear impor- Praedicatorum Artil/m de Saorae theological professoris.
tantes problemas filosóficos e inicia r a la juventud estu- En el prólogo de fuerte sabor renacentista, dice que su
diosa de México en las cuestiones y me LOdos de la filosofía. propósito es "exponer esta disciplina de modo que sea útil
No tan famoso como Veracruz. aunque en diversos as· y provechosa a todos y expurgarla de todo el falso oropel
peelOS lo supere, fue el padre Antonio Rubio, quien vino de sus defectos. volviéndola a su nativa luz y esplendor".
a Me.xico en 1576 '1, después de pasar aquí unos 20 alios, Es un libro fundamentalmente didáctico, en el que recoge
regresó a España. Autor de renombre, de sus varias obras su experiencia de proresor y quiere acomodarse a la capa·
la que lo vinculó a México fue la titulada Lógica mexicana, cidad de los alumnos sin decir nada falso. pero omitiendo
porque aquí la escribió y la enseñó. Su título exacto es: mucho verdadero. La otra se titula Rtvt:Ttndi Patris Tho-.
Lógica Mexicana R. P. Anlonio Rubio. Rodtmsis, Docloris . mae de Afercado, ordinis Praediealoris, A.rtium el Sacrae
Theologici Socittatis fesus. Hoe esl Commentarii brroiort:S T/¡eologiae professoris, in Logicam magnam Aristotdis
el maximt perspicui in Universam Arislotdis Diolecticam commentarii cum notN! translatione textus ab eodcm aulore
lino cum Dubiis et Questionibus flae tempestote agit.ari edita. Fue editada. como la anterior. en Sevilla, en 1571,
solitis. En este libro prescinde el padre Rubio de toda· la y su mayor mérito es la fidelidad de su venión, de la que
materia tratada por los sumulistas '1 comenta con profun. el mismo Mercado aliona que expresa el genuino sentido
didad la lógica. de Aristótelel. La doctrina es, pUel, la de Aristóteles; en ella da Ja propia interpretación de sus
tradicional, que el autor expone siguiendo las opiniones sentencias en estilo timado y suave. por lo que este texto
más autorizadas de la escuela, si n aliadir de ordi nario nada resulta tan claro como los otros son intrincados y oscuros.
nuevo. Pero en la manera de tratarla se comprueba hasta El padre Antonio Arias. "uno de los primeros '1 más
qué punto fue fecunda la critica renacentista al escolasti- doctos jesuitas que pasaron a la Nueva España", alternó
cismo decadente, del que no queda la menor huella en elta los estudios (iJosó(icos con los teológicos '1 bíblicos. Su temo
obra, fruto sazonado de la misma tendencia que e n agraz prana muerte en 1603 no le impidió dejar varios escritos
ya se encontraba en los libros de fray Alonso de la Ver.!.' filosóficos. que se conservan en la Biblioteca Nlcional de
cruz. Tal vez la objeción más seria que se le pueda hacer M,éxico. Llevan por titulo Iluslris explanalio commenla·
es la de que, en vez de presentar vivos y punzantes los riorum P. D. Fra 1cisci ToleH in oclo libros Aristoteles de
I.A IIUI5(II'i,\ t:S ,\I~. xu :n I·.S I.IIS SI(; I.o.~ X\' I "X" II 139
como 'juien despucs tle un pesado camino hace un :lhu término f'ledio U Il OS cincuenta por 3lio. H 3bían de tener
y recoge sus fuerzas antes de reemprend er la peregrinación. aprobados por lo menos dos cursos en SI/mmulac, L ógica
La filosofía un:inimelllente aumitida sigue siendo la e~o y Filosofía. También se concedió 'que pudieran obtener
l;istica y es la que se enselia en la Universidad y en los el grado de bachiller en la Universidad los alumnos de los
com'entos y colegios de religiosos. Pero se a(h'iertcll cambios colegios, autorizados por ella, que en 1660 eran según
notables. La cultura import3da ha arraigado dcfinitiv:.. el crOllist3 l'la za y J acn, "el insigne y viejo de nuestro.
mente en el p;.ts y es ya como la expresión connatural de Seiiora de Todos Sa ntos. muy cerca de la vivienda tic ella;
la nueva sociedad, e n (¡L que tienen cada dla más influencia el colegio Real de San I1dcfonso de esta Ciudad; el Semi-
105 criollos y no 105 espalioles peninsulares. No hay el nario de los colegios que no son de beca real y de estud ios
esfuerzo creador del siglo anterior, pero sí un continuo mayores; el colegio Real de Cristo; el de Sa n Ramón
crecimiento y una firmc consolidaciÓn. Aumenta el número Nonnato, que fundó el Ilmo. don fray Alonso Enrlquel.
de alumnos de artes y la s instituciones docentes se extien- de Toledo, que está a cargo de Nuestra Señora de la Mer·
den por lodo el pab. El nivel medio cultural e5 más ele· ced y se fundó el año de mil seiscientos cincuenta y ruatro;
vado; en cambio, e n todo el siglo no se publica ni un:. los colegios de San IIdefonso y San Pedro y S3n Jm," de la
sola obra fi losófica, aunque sigue habiendo excelenles ciudad de los Angeles".
maestros. El gigantesco esfuerzo, que hicieron sus ante- Muestra esta relación el auge de los estudios filosóficos
cesores, les permite a ellos marchar a un ritmo menos en los colegios de religiosos. Entre sus muchos lectores de
acelerado. Por otra parte, el pensamiento de Europ:. se artes, hay que tlarle el primer lugar al insigne fray Diego
ap:.rta. decididamente de la escolástica y corre por otros de Basalenque, "poeta, orador excelente, músico diestri-
cauces, que no son del gusto que sigue prc\'aleciendo en sima, filósofo profundo, teólogo eminente. historiador
E.spalía y en la Nucvil E.spaila. ¡)lIiGlIllClltC a Cina del exacto y astrónomo y arquitttto muy regular". Dejó varios
siglo. concrel3mente con Sigüen13. y GÓngora, . cmpiez.an a manuscritos teológicos y escriturarios, unas Summulae y
manifestarse los primeros signos de gran viraje que habla comentarios a la filosofJa natural de Aristóteles. Agustino
tle traer el siglo XVJll. fu e también fray Diego de Villarrubia, autor de los tres
En la Universidad el maestro más destacado fue si n duda volúmenes titulados Pluwsopllia ScflolasticocflristiaFla, que
el doctor Juan Dial- de Arce, de quien hace grandes elogios se encuentran manuScritos en el convento de Charo. Uno de
Plaza y Ja~n, contemporáneo suyo, en su Crónica de la los profesores franciscanos de mayor vaHa de este tiempo
Rtal y Pon tificin Uniuersidad dt Mbcico. Escribió varias rue el Jimelio fray Buenaventur3 Salinas, tesonero abogado
obras sobre temas blblicos, en los que lOuestra informa· de los derechos de los criollos, que dejó un CurSI/S p/liloso-
ción $Ólida, criterio seguro, aUn de claridad y excelentes pMcus, preparado para su impresión, aunque no llegó a
cualidada pedagógicas. Por este tiempo se fundó, como publicarse. Otro fr-anciscano ilustre fue fray José de Ga-
se habla hecho "en las famosas y grandes univenidades balda, autor de un Curso de filosofía, cuyo paradero se
del mundo, Salamanca , Alcalá de H enares y en otras de los ignora. Tampoco se conservan las obras filosóficas de fray
Reynos de Casti lla" la cátedra "del sutil doctor Escoto", Juan de Almanza, fray Manln de Aguirre y el famoso
que, aun siendo de la Facultad de Teología, influyó en fray Andrés Borda, que fue durante veinte años "catcdd·
los estudios 1iI0sóCicos. T;lInbién por esta época se deter· tico de Scoto" en h Universidad de México. De los domi-
minaron los requisitos a que habían de someterse los C3n· nicos descollaron fray Antonio de Hinojosa, autor de un
didatos a bachiller en la Facultad de Artes, que eran por ClyfJeus thomistaT"lm ex quaestionibus metaphysicis el
JOS~: ;\1. 1 ;. \ I.U:r.f)~ ItOC.\II"I .J. I.A ''" ILoso t'L\ t.:N Mt:xtCO EN LOS SICLOS XV I v XVII 113
tlll:olu1!.ici.r "I1"/,,'c com pllc/us y fr;IY Ju~c .C:l lder'~11 ~ I lte dejú cional y llevan (;5tos tflulos: Curso trienal de lilosolla,
m:lIluscriw Ull (;uml)(:lIdium ¡'lú/uslJp/u'lf: 1I/II1r.f llc/If: , que Comen lm'jos a los lísicos de Arisló,leles y una M etalísica ,
dccti\'amente lo era de IOdo el CU r!;n de :Irtes tlel m:l l 'Strn fechadas respectivamente en 1667, 1668 Y 1669. De la pri·
Soto, . mera hay dos' ejemplares, los dos incompletos y de disti nto
l'ero su peraron toda est:t produccibn (i~osúrica los J e~ contenido, Uno de ellos contiene un Liber tmicus summu·
su itas, de 105 que m:is dcstacados en este sl~lo fU,~ron los lamm. que está sin acabar y u na Lógica o Dialéctica, mucho
padres Andrés de Valencia, Diego C:rll:.Uel"O, Sc~:rsu:1I\ Con- más extensa; el otro tiene incompletos las Summulas y
l..Hef., ,\ guslln Sierra )' ]) ie~o l\hl"Íll tic Alc;¡7.:1I", ,\ndrés la DiaUctica y aci.emás Disputa/iones in libros Arislo/dis
de Valencia fue el sucesor del f:unoso patlre J ua n de Le- de Ortu t:t interit" y Disputationes in libros Adstotelis de
uesma en su c:Íledra de leologla del Colegio dc Sa n Pedro Anima, las dos con lagunas. En cambio, la segunda obra
y San Pablo, pero antes enselió rilosofia y dejó sendos tra· está completa. Su portada dice: Düpulaliones in acto Phy-
tados de L ógica, Dialéctica y Filosofl'a nall/ral, que no ha sicarum libros Ariltotdü stagyntae sub faustillimis aU.Jpiciü
sido posible localizar, Del padre Diego Caballero se conser- tutelaris nostri AI.geli Custodis, quam interum atque ile·
"lban en el Colegio Mayor de Santa Maria d~ todos lo~ n/m ;'l Patrollt~m nostrum vocamw, Anno Domini 1688,
Santos unas Controversiac Sc/¡olaslicac in ocio fibras PJ¡~SI scribebat p , Didacus Marin. Comparando estos comentarios
corum Ansloldü. En la Biblioteca Naci~nal de. Méx.lco con otros anteriOles, se observan cambios muy significa.
se custodia el manuscrito titulado Imlit u/lorum dlalec/I~o tivos. El más notable, la supresión casi total de las cues·
nun libri tres, que es un vademecllm, en el. ~u e conCisa liones propiamente fbicas. como si los nuevos derroteros
y claramente se expone la d octrina lógica. tradiCional, redu· de las ciencias experimentales le obligaran a limitarse a
cida a los puntos indispensables para pasar el examen. una explicación e'ltrictamente rnetemplrica de la natura·
Tambit n en la Biblioteca Nacional se conscn 'a un lila· leza. Por último, el tercer manuKTito, la Metafisica, lleva
nuscrito, fech ado en 1688, del padre Agllstln Sierra que no este largo título: Disputationes in Universam P/¡ilosoplliam
fu e profesor en México, sino en Puel.}la de I ()~ Ángcl ~s. $clrolaslicam quam Me/apilysicam scien/iam utliversaUlli·
Comprende estas materias: Tractallls In. ~I~OS libros Arr.s- mam vocan l. No concuerda del todo con el contenido de la
lo/dis de corpure generabili el corrllptlblll, Trac!at~1l I.n obra, pues en ella se incluyen cuestiones tomadas de Jos
tres Aris/otclis libros de torpore (lIIimato, Appendu: In Fúicos y del Tercer libro De Ánima,
Aristolclis libros de Metaplrysica. C()c/u, Me/lreons el. Parvis No hay en el siglo XVII una obra fil osófica tan destacada
Natumlibus. No parecen notas lomadas. en clase, sm? r~· como ésta de Mar~ n de Alcáur. Tiene una amplia temá-
dacción directa de Sierra, que tuvO el aCierto de presclllthr tica, una información sólida y una argumentación ingeniosa
de todas las cuestiones estériles y delinear con claridad y profunda. En toda ella domina el tono polémico, como
los rasgos funt! :unentales de la visión esco\;ístic3 de )¡l natu· si el autor contara de antemano Lvn que su doctrina no
raleza. El fervor con que sigue a Suárcz y subraya t<><!os ha de agradar ni a tomistas ni a escotistas. Está plena-
los pun tos en que discrepa de los t ~mistas, le hace te~tl,go mente convencido de que las nuevas teorlas de Vázquez
fehaciente de la incipiente innuenCla del gran metahSlcO y Suárez han de ser enseñadas y difundidas, en igualdad
granadino en la Nueva Espa iia. , ' . de derechos con las tradicionales, en la escuela, que con
Además de su copioslsima obra tcologlca , el padre Diego está aportación se ha de hacer más amplia. 1013na y fe-
l\hrln de Álcáz:u dejtJ tres obras filos(¡{ icas y la s tres fun- cunda. Cierto que su pensamiento no está. aún del todo
damentalcs. Se conservan manuscritas en la Biblioteca Na· fonÍJ.ado y dista mucho de poseer la profundidad y el vigor,
144 JOSÉ M . CAL LECOS ROCAFUU.