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SEMINARIO DE FILOSOFIA EN MEXICO

ESTUDIOS DE HISTORIA
COLEGIO DE FILOSOFiA

DE LA
FILOSOFÍA EN MÉXICO

UNIVERSlI AD NACIONAL AU'IÓNOMA DE MtXICO


FACULTAr::> DE FlLOSOFlA y LETRAS
1971
SEMINARIOS
LA FlLOSOFIA EN MtXICO
EN LOS SIGLOS XVI Y XVII

por José Al . Gallegos Roca/ull

Sumario: lutroduccitln. l . Los problemas de la coloniuociÓn. J.


Und nucvtl ¡del! del l!Ombr~. 2. lA tuimilocidn de /11 nueva cu/-
lurd. J. Prob/~lIIas jurldiCO$. lLBitimidlld de. /11 sobcr"nl" n/M'
.10111. 4. R c¡:imen jwto " qtu hllblllll de lomc/ene loo ¡ndi"J.
11. Filosofla y filÓS(1fos en Mbico. , . lA in/'uendd del nena,;·
mieuto. 1. lntroduccidn de la. lilooo/;a. ~Jcol.ulicn . J. &cri/orcJ y
"l/UJ/rOJ d~ li/oJlJfin del siBlo lit\"!. /. lAs ~JludioJ IUoJd/koJ erl
el liB'o XVII.

INTRODUCCIÓN

LA .·ILOSOFfA occidental llegó a México, la Nueva Espaiía,


como entonces se empieza a llamarlo, con los conquistadores
espalioles que a fines de febrero de 1517 arribaron a Yu·
catán y poco después se apoderaron de todo el pals. Con su
venida empieza el contacto entre dos mundos cuyo destino
histórico era el de influine mutuamente para crear, en
cuanto {uera posible, otro nuevo, En un principio no fue·
ton ni muy conocidos ni bien valorados los esfuerzos que
las culturas indígenas habían hecho para descifrar los gun-
des enigmas. que siempre se habla acotado como su campo
propio la rdlexión filosófica europea. Pero si a los recién
llegados no les interesan -hay. claro está, excepciones y al·
sunas extremadamente valiosas- las ideas de los naturales.
les preocupa grandemente desenvolverse holgadamente en
estas tierras. cu ra fuerte originalidad les crea grandes e
(ntrincados problemas, Para ellos es vital conocer a
londo al país y a sus habitantes, Se dan cuenta de que
no siempre se les ajustan los tradicionales conceptos euro-
peos y tienen '-jue crear otros en los que holgadamente
quepa la sorprendente novedad de este mundo nuevo.
110

Es un cshu'rzll quc sirn ult:i m':u


llcn tc lride roll \111m y
ulrOs. indlgclI :u y culonizadore
s, a lo largn de ulla accidell '
l:u la guerra ideológiOl, mnf lal en
ddi niti ,'a par a las cul,
turas autóctonas, :llll1 qU: tam poc
o deja inde mne a la inva -
)(It;t , Por< lue 6 ta
110 solo tien e que amp
liar su lem:i.lic.a.
abri~ndol:t a cuestiones desc
onocida s en el Viejo Mumlu.
~inCl que toda ella. si n deja
r de ser rum lam enta lme llle la
misma. adq uier e nuevos mat ices
:11 ser intr odu cida e1l un
IIl1e,'o medio que la asim il3 y vh'e
a su man era, Recoger de
man era sum aria los prin cipa les tem
a .... que en estos prin ci-
pios se suscitaron y los resultados
a que se llegó. es indis,
pens able par a bos que jar el pan ora
ma filosófico de aqu ella
época. puesto que mos oBa es -en
la m:ls plen a acepción
ele la pala ur:I - este esfuerzo por
desci rrar la real idad '1 en·
con trar sus logos o razón pro run
da, A ella se consagra la
prim era part e de este elotudio.
La segunda. Inti mam ente liga
da con, la ante rior . es una
resclia de ht obr a espc dfic.. mem e
[ilosófic.'1 que realizaron.
prim ero 105 venidos de ultr ama
r )'. después, los nacidos
aqu l, criollos en su ma'l0rJa, <l.u
nque tam bién inte rvin o
"Igu no que otro indJgena . Su cau
ce prin cipa l Cueron 1tl5
com·enlos. pró diga men te fun dad
os por los misioneros, '1 la
Real y Pon tiricia Uni vers idad . cuy
os tltu los revelan clara-
men te la orie ntac ión gen eral de
la colonización. En ella
la facultad prin cipa l Cue la de
Teo logl a. cuya enselianza
habla de ser pre par ada '1 servida
en la Fac ulta d de Art es
por una (ilosoBa fiel men te som
etid a al dog ma cris tian o,
<.'S decir. la mos ona
'!scolástica en 5\15 diversas escu
eipccial men le la tom ista y, m:h tard elas,
e. la escotista y la lua n:-
ciana. Llegó tam bién la infl uen cia
del Ren acim ient o, de 1:1
CJue hay eximios test igos, y tam poc
o falt aron ilustres inge·
nios dados al estu dio emp lric o de
la natu rale za, al levan-
tam ient o de cart as y mapas. a
las ob~rvaciones astronó-
mi0l5, geológiOls, hid rognific.l$ ...
, aunqu~ Cueron indi o
"idu os aislados, uno s simples afic
iona dos y otro s técnicos
especialmen te comisionados par a
esta misión. que no hacen "
escuelas ni tien en con tinu ado res. ',- "
.-"" -1, ;..,
Om ito en aron de la brev eda d las " .-.'t J .~
refe rencias bibl iográ.
Fray ,\lon5O de la VeracruL 1501 -1580
1.
LA " Il.0s0FÍ A r.N M ÉXI CO EN I..oS SICLOS X\"I y X'"II
1: 1

licas. Quienes las deseen. pueden encontrarlas en mi libro


El pensamiento mexicano en los siglus XVI ,. X\' U, publi-
cado por la Unive« idad Nacion al Autónoma de M6:ico en
1951.

LOS PRonLE MA$ DE LA (".()LON IZAC IÓN

Dejó d icho Santo Tomás de Aquino, respald ándose con


la autoridad de Aristóteh.'"S. en el mismo umbral d e su
Summa CO lltra gen t'-s que "el uso de la mayoría ha eSlable·
cido común mente q ue se llaman sabios (filósofos) aquellos
que ordena n las cosas reCiamente y las gobiernan bien".
Si se da crédito a estas palabras, habrá que reconocer la
gran talla fil osófica de aquellos colonizadores, que echan
sobre SlIS hombros la abrum adora tarea de crear orden )'
gobiern o en el \'aslO, comple jo y origina l contine nte a que
llegan. No estab;tn prepara dos especia lmente para esta ex.
cepcion al tarea. L.1. dura necesidad. qu e carece de ley. los
o~li ga a consagrarse ardoro sament e a ella. sin sosped
lar '1i
remotamente las grandes )' benericiosas repercusiones que
habrla de tener en sus propias personas. Porque tan prontO
c(.mo ponen manos a la obra. se dan cuenta de que, para
realizarla, tienen que t:tecer ellos mismos hasta quedar a la
altura del trabajo que se les "ielle encima. )' es obligado
rL'Conocer que efectivamente crecen ), llegan a rebasar los
limites del tiempo. como antes había n rebasad o los del
espacio. Hombr et que en su patria no hubieran destaca do.
se agigantan en esta.'\ tierras y tratan de ordenarlas por las
buenas o por las maJas con un frenesJ vital en el que por
fu erza había de haber. al lado de geniales aciertos. crasos
CITOtes .
Se hacen los unos m:l.s cel"1ero s )' los otros tn;is fun estos
cuaneJo Jos conoce n, analizan y valoran los gra ndes letrados
del tiempo. a los que los colonizadores. principalment e
magistr ados, misioneros y encomenderos. recurre n en busca
112 JosÉ M. CALLEC OS ROc..UU LI.
I.A ~· I w.sod'\ EN Mi:JOCO .:N LOS SICI.OS XV I y XVII 11 3
de orientación y de apoyo. Antes que el nuevo México
piense por si mismo, ya es un pr?blem a al otro lado del \' tallto se propagó que el obispo eleI Daricn , fray Juan
mar. El m:\s famoso de los consultados, fray Francisco de tic Quevedo, atestiguó ante Carlos Ven Barcelona que "se·
Vitoria, dejó dicho que se le abrla n las carnes cuando le gt"tn 1:1 nOlicia que dc 105 de la tierr .. donde he estado ten~o
pedían su dictam en sobre las cosas que estaban sucedie ndo y de 105 de las otras tierras que "iniem ln camino vi, aquellas
en el extraño y lejano Nuevo ?\.'( undo. Y es que siempre gentes. eran fiera s a t¡atura" . Más extremoso, si cabe. es
tcnlan un londo human o, que los sacaba de la esfera pura· fray Tom:is de Ortil quien present ó al t:onsej o de Indias
mente intelec tual, saturán dolos de sangre, dolor y fango. un largo inform e en el que afirma que "los hombres de
Esquemáticamente puetlcn reducirse a tres, estos grandes tierra firme de las Indias hasta diez o doce ailos parece que
problemas. El primer o, el de determ inar la naturaleza de han de salir con alguna crianza y virtud; de alll en adelant e
se tornan como brutos animales, .En fin. digo que nunca
los indios. que lógica mente desemboca en una nueva idea
del hombre. Después, el de la incorporación de los ¡ndlgenas crió Dios tan crecida gente en vicios y bestialidad sin mezcb
a la nueva cultura . cuyo clemento fundam ental. tanto para de bondad y polida ". Aproxi madam ente la misma opini6n
los colonizadores como para los colonizados. era el religioso. manirestaron fray Servan do de Mesa. Fernán dez de Oviedo.
y el tercero y último, el complejo de problem as jurJdic os • una .de las fu eRles de Ginés de Sepúlveda. y en México fray
Domingo de Betamo s, aunque a la hora. de su muerte se
que suscitó la conqui sta y la colonización, empeza ndo por
retractó de haber dicho que "los indios eran bestias".
el de la legitim iuad de la soberan la esp;,uiola. De los tres
habrá que hacer una concisa slntesis. El bando opuesto tuvo, sin embargo. grandes y autori·
lados patrone s. Los primeros, Crist6bal Colón y los Reyes
Católicos. quienes nunca dudaro n de la natural eza raciona l
l . Una nueva idea del hombre de los indios, a los que conside raron como vasallos suyos,
libres e iguales a los de Espalia, aunque de momen to no
Desde un princip io desconcertó a los recién llegados el
estuvie ran prepara 'Jos para ejercer todos sus derechos, A su
modo de vivir de los indígen as. tan distinto del que ellos
vez Alejan dro VI en su bula ¡nter Cae/era los declaró
siempre hablan visto, y cuando en su fon;aua convivencia
aptos para ingresar en la cristian dad en paridad de condi·
con ellos surgier on choque s y conflictos, algunos llegaron
ciones que los demás hombre s. En la. Isla Espalio la {m)"
a juzgarlos lan despectivamen te que sus expresiones indu-
Antoni o ue Montesinos defend ió ardoros amente en J511
cirlan a creer que hablan negoldo la natural eza r.tcional de
que los indios eran hombre s con ánimas racionales. Sus aro
105 indios. Asl el grave Dávila p .. dilla escribla en 15%
gumentos llevados a Espaíia por su herman o fray Regina ldo.
que "hubo gente. y 110 sin letras, que puso en duda si los
convencieron plen:\m entc a los dominicos de San Esteban
indios eran verdad eramen te hombres de la misma natu·
de Salamanca, donde se reunier on trece maestros de Teolo·
raleza que nosotros". Rduerz a este testimo nio el de Re-
gía y acordar on "contra los que aquel error (el de que los
mesal. quien veinte alios después, recogie ndo como de
indios no eran capaces de recibir la fe cristiana) tm'iera n
costum bre las inform aciones de fray Bartolo mé de las Casas,
y con pertine ncia lo dcfemliescn, se debla proceder COI1
aelar.¡ que "esta opinió n diabólica lU\'O princip io en la Isla
muerte de {uego ClImo contra los herejes". '
EspalÍola ... L1e"aro nla muchos a México y sembrá ronla
En México. Hcrnán Cortés en su Segunda carta de u·/u·
por la comarCa; princip alment e los soldados que enlraba n
ción escribió "que conside rando esta gente ser bárbara )"
a descub rimient os y conqui stas y nuestra provinc ia de Gua-
lan' apartad a del conocim iento de Dios y de la comuni ca.
temala quedó bien ioficion ada de ella".
ción de otras nacion es de ralón, es C05:l allmira ble \'cr la
114 JOS.: ~ I. C ,\I .U :C(IS RnC.-\fl:U. L.\ 1: ILOM)F i" l ::'\: ;\lt: Xl{'.o t;~ t.os SICLOS ="\' 1 \" X\' U 11 5
'Iue ti enell en tcK1as sus COS:IJ; '. Es la misma tesis que prn. Dcmoc m l cs (¡lIer, al que fra y Bartolo mc de 13s Casas,
p
p:t~(i ((lll copia de ugullIc nlOS toda su "ida, el ;elites de que se publica ra, hizo una tenad~itlla
brioso fray o·posidtin .
ll;lrtolomé de bs C:lsas, Sin su desmesura In mismo sost ic-
nen 1m {r:mcisC<l1\os. Ya en 1531 abogan por los indios en Tanto lne: el re'·uclo 'lile: le: parc:c:ió ne:ce:~,1fio ~t I""¡"cipc: FclilJoC t¡nc
n :ntilJTall Sll~ tli(cre:nda$ ante: 011:1 junla ime¡:¡ratla por kuadús
(": lrt;1 ("I)Jeclh'a al empera dor Carlos V.
que suscriben fra)" IJIt
lllliliaul "s (omo !ofe:lc hor Dno, Doming o SolO, Gn:gorio l.ópc:z,
.Juan de Zum:írrag3. fray Marl!n de Valencia, fra y Luis llano .
... tll e de ~liranda ... Se cde:lJró en Valladolid en ¡Jos $t:rk'!> ,le: .c:!'i<'tll'.<
.
de Fuells;dida y otros. Motoli nia a su \"ez afirma: 'Ine: lIu·icwII lugar e:n los alíos 15:>0 l" 15r. 1.

1::1 que: e:n.sei,Ó a los homl.m.'!> I;¡ cie:nci:l. ~ ll11smn pm\l:yó J .Hu La contro\ 'crsia se mantuv o en el marco de las ideas :m-
:1 CItos indios l1 ... lUr;¡l~ gf;¡tulc ingenio l h31.oili<l;¡11 I'Jr3 :ll'tl'",lc
r trnpolúgicas y polflicas de Ari s tótele~. Las conoda a fondo
lU.la~ I;¡~ de:ncias. ~I"I\'!> )" "ricil>.~ <lile: I{'JO 1':111 e: n.'
leti¡nl",
y directa mente Sepúl\"ctla y a base tic ellas construyó SIl
'1l"gmn entació n. Parte uel princip i o aristotélico, aducid o
Fray Dernar dino de Sahagl'1Il con looa su aUlOrillad ele-
indefectibleme nte por todos los colon i7.adores, de que lo
daró que "hay entre ellos sujetos muy <.-:lp3CeS para las , imperCccto dcbe someterse a lo perfecto, y, consecuente-
lelras y la teologla". No es lIlellOS elogioso el testimo nio
Il\{'nte "quien puede \"el" con I:c. mente, por natural eza manda
'lile en 1533 dieron en pro de los indios fr:cy J ar.obo de
)" domina y quien pucde ejecuta r con el cuerpo , por nalU-
Este\':!., fr:l)' Cristób al de Zamora y otros seis de Ins dun:
ncleza obedece y sin 'e" esto es, que los menos intelige ntes
primero s misioneros Cr311cisCólnos (lile \'iniero n a j\·réxico.
deben someterse a los más intelige ntes. l'era ni Aristót eles
No fueron franci scanos, sino domini cos, los que l1ev;lron
ni despué s Sepúlvecla se limitan a postula r que mande n
la contien da al Santo Padre, que entonce s lo enl Paulo lit
Ins que m;ís valgan, sino que COIl eviden te exageración
Ame él se hi cieron abogad os de los indios fray llernólnlinu
justific an la esclavitud de los menos dotado s como un ~!
de Minaya y el primer obispo de la NUe\'3 Esp:uia, el in-
imposi ción de la Ilólturaleza. Y como éstc era el caso tic los
~ ib'1le fray Julián C3rcés . Le envió éste una extensa
t:art:I, il1dios, Sepúlv eda concluyó que por derech o natural , identi.
que es por su Condo y por su Conn3. el m:is hermos o aleg,etu
ficado por él con el pensam iellto de Aristóteles, Jos indios
de la causa india. Result ado de estas gestiones fue la bula
han de estar sometidos a los espalioles y si no lo h3Cen de
Vnigcn itlls DClIs dada por Paulo] l1 en 1557. En ella se lec:
gr:cdo. habrá que ohligarlos por la Cuerza tic las arm3S,
Teniend o en cuenla que aquellos indios romo ' ·erdade:rns hombr~ Frente 3 esta scnidu mbre natura l $05tU\'O brios.1men te
que 5Or1, no so!ame:nle: son a.pa~ de: J¡ fe: cristianJ , ~ino que: fray Bartolo mé de las Casas que todo hombr e, sea cua l
fe
acetaron a dla con muchbim o deseo, y querie:ndo pro\'C<'r los com'e:, Cuere su cultura , .iene ·en princip io todos los derechos
nientes remedios ;¡ CSIU cos.as, con aUlorid;¡tl apostóli a por las inheren tes a la person a human a, Y lo es, habla dicho Santo
pre·
.senles Ie:lras dete:rminamos y dec lara mos que. _, Jos indios."
Jun Tomás de Aquino , en cu3nto que posee una raz6n p:11":1
cuando est~n fue:r;¡ de: b . fe, no esdn, sin e:mbargo, prindos , ni h'bil~
plra ser privados de: $U libertad , ni de: l dominio de: sus cosas; (Iue se prepare las cosas que necesit a COII ayuda de sus
m:b
a(,n, pueden libre y lícitame:nte: estar en posesión y ¡;our de: manos. Razón y manos es el indiscu tible lote de todo hom-
tal
<lominio y li be rtad y no se les de:be: reducir a C$Clavilutl. bre,.Lo poseen. los indios, pues "todos, dice fl"ay Bartolo mé,
tienen entend imient o y volunta d, todos cinco sentidos eXle-
De momen to quedó acabad a la controversia, pero retoñó riore1 y sus cuatro interiores y se mueve n por los objelos
trece años después, cuando el famoso human ista cordob és dellos. Todos se hu ~ lgan con el bien y. sienten placer con
Juan Ginés de Sepúl\"cda, cronist a rea l, escribió su famoso lo sabroso y alegre, y todos desech an y aborrec en el mal"
116 J()S ~: ~L (;.\I.I.l:COS ROt:,u' UU .. I.A FILOSOFíA EN ""~:XICO l'.N 1.0 5 ,~I(;¡.oS )(\' 1 ":<\' 11 117

(Historia dt la s ¡"dius, 1. ti, p. 33'1). Reconoce que no manera eficiente y adecuada de implantar la cu ltura im·
Ic.dos los pueblos tienen el mismo grado de desarrollo. pero portada. Daban por descontado que,irremisiblemente habrla
niega que haya uno solo (lile no esté capacitado para recibir de reemplazar a las aIHl>ctonas, pero no velan ya tan claro
la CU!lUrol. Por olra parte, los que hoy están l1I:i5 atrasados cuál habla de ser el cam ino por donde mejor y más pronto
pueden ser maii:ana los m;¡s cultos. No niega abicrt<lmcnlc se llegara a esta sustitución. Agravaba aún más la dificul·
la tesis de Aristóteles. pero reduce su vigencia a los caS05 tad, la convicción de los colonizadores de q ue el elemento
m:lnifiCSlos de incapacidad mental, que son forLOsamcnlc más importante de su cultura y el que ante lodo habla
escasos. Ya no es lan feliz cuando bosqueja 105 distintos de ser asimilado por los indios era el religioso. Imponer
grados de barb:lTie de los pueblos. la nueva cultura a los indlgenas, era evangelizarlos. Pero la
No llegaron a ningún acuerdo los contendientes. Pero la evangelización implicaba, tic una parte, que los indígenas
controversia puso bien en claro las enormes consecuencias renunciasen a su religión ancestral y. de otra, que acepo
pollticas y socia les de la cuest ión tan agriamente discutida. taran el cristianismo voluntaria y libremente. Una doble
y sirvió p:tra desterrar toda duda 'sobre la condición hu- dificultad que dio mucho que pensar a los misioneros,
mana de los indios. El mismo SeplHveda reconoce {Iue encargados de cristianizarlos.
la diferencia que hay entre ellos y los espaiioles es tan La primera cuestión, que tuvieron que resolver, fue la de
sólo la que hay ent re "los niños y los adultos, y las mujeres detenninar cómo, respecto de la ~ religiones antiguas, hablan
y los varones". En México, como en toda la América hispa. de presentar la cristiana. La disyuntiva, a nte la que se
na, la manera más honda de reconocer esa igualdad fu e no encontraban era ('Sta: ¿Dirlan que el cristianismo era como
imponer una tajante separación entre indígenas y peninsu- el perfeccionamiento, la plenitud de las religiones indlge.
lares, sin pcnnitir que se mezclan ni su sangre, ni su cul- nas, o la presentarlan como algo totalmente nuevo e incom-
tura, ¡¡no Comentar, por el contrario, el mestizaje, dejando patible con ellas? En el primer caso, podrfan utilizar, para
que lo indígena reaccionara libremente sobre lo e~pañol y hacer la nueva rdigión más asequible a los naturales, al·
lo fecundara con su novedad. . gunos elementos de sus religiones, purificándolos y adap-
tándolos a las ideas cristianas, En el segundo, tenfan que
abogar por una ruptura total y absoluta con lo de a ntes.
2. La asimilación de la nueva cultura extirpando as! d<. nlz el riesgo de que amalgamaran con
la nueva religión los errores y pdcticas perniciosas en que
L'1 vida espiritual de la Nueva España en los primeros hablan sido ~ucados.
tiempos de la colonización fu e un perpetuo esfuerzo por Fue esta segunda opinión la que se impuso, Sobre los
conciliar dos propósitos, los dos esenciales y 10$ dos punto misioneros pesó el horror español a la heterodoxia, avivado
menos que contradictorios. De una parte, espafiolizarla, y sostenido por la condenación de la herejla luterana, dos
haciéndole asimilar la cultura y la manera de vi"ir de los afias después de que ellos llegara n a México. Fueron im.
conquistadores y, de otra, dejar que el pensamiento autóc· placables con los templos, los ídolos y todo lo que oliera
tono se desenvolviera con libertad. :tunque siempre dentro a paganismo. Den parecieron monumentos, esculturas y ce>.
de las nuevas ideas. Aun con estas restricciones, en esa pugna d!ces. destruidos con un furor sistemático que alimentaba
se fue fraguando el espíritu nacional y si sus forjad ores y hasta exacerbaba la mentalidad de la época. Pero es de
tuvieron dificultades, también los colonizadores tropezaron jU,sticia reconocer que en lo que no se rozaba con lo reli.
con graves problemas. El primero y. más importante. la gioso. extremaron su consideración por las culturas autóc-
118 JVS':: :,1. G.\U.I::COS RO;:;..u'U I.1.

tollas. Cuidar on COI! amor sus lenguas, conserv aron los mos
crist ianismo COII UIl fl'n ·o!', tIllC hil.O (onf'(:bir a sus (-ah':-
y costumbres co tidian a~, adopta ron su ensclia nza al tem-
quistas desmes utatlas esper;lIl:lOIS. ,\ndan do d ticmpeI, huhie-
perame nto r capacid :Ltl de los indigen¡¡s '1 recogieron CieJ-
ron tle compro bar que si eran nume1'<lSfls I(),~ q ue ~t.:
mente sus ideas '1 tradicio nes.
converllan sincer.1I1lentc, tampoc o b ltaban los (Iue ..cgubn
Ero este esfllerlO ningun o superó a fray llel'n:lr dino de
practic ando clande stinam elllC su anligua rel ig:ióll )' comer-
Sahagún_ C:lsi sc.~enta aiios vivió en la Nueva Espalia COl15a-
,'aban sus Idolos e~conditlos en sus C;; S:lS, en lo,~ hosques )'
grado :11 est ud io de la historia, usos y COSlllm brcS )' lengu;1
hasta detras de las cruces )' debajo de los :lItares,
tic los indígenas. En la H;stol';fI gt'I¡cml de las cosns de
Pero la cvange liuciól I tenía otra vertien te, la tic su rc-
NtlcVfl EJpM1f1 recogió lo m:;s grOln;ldo de su estudio y de su
percusi im en los que la hadan o patroci naban, tille con-
experie ncia. De ella dice Roben Ricanl 'llle es "el esfllen u
tribuyó grande mente a darles una má~ clara conciencia
m;is ¡¡justado a melado y mejor logrado para d;lr al Illi ~¡n­
tanto del cristian ,smo como de la libertad Inllu;IIl :1. La Itu
llera en México una formac ión etnográ fica".
brotó de una larga. y :\spcra cont rov~rsia e1l la (lile se tlis-
Por lo mellaS en el estw.1io de !:ls lenguas indígen;¡ ~, le
cutiero n puntos de tanta trascen dencia como esto~ : ¿Ha y
hiciero n coro un nutrido grupo lie misionel'05, Ni por un
<Iue somete r a los indios primer o y com·cn idos t1espu é~, n
momen to pensaro n en obligar a los i ndios :\ <¡ue apre n-
al contrar io? ¿Puede consen ti rse la idolatr ía ? ¿H a n lIe im-
diera.n la Icngu:l cspaiiol:!: :11 contrOlrio, [ueron clloli Ins
pedirse hasta poi la violenc ia los pecados contra n atll l~l '
C']ue se sillliero n obligad os a estudia r las lleJ país, sin re·
ICl.'I? Las respues tas que se les dieron, implica ba n tmil sulu-
pamr en esfu erws. De sobra se compre nde C']ue h¡¡hian de scr
ción al problem a human o, quc en el Concia se conll'Ovcrtía.;¡
grande s y pesado s, pues Sll contex tura y fonét ica en nada se'
saber, si los conqui stadore s recono cfan o no a los indlgen as
parece dan a i:Js dc las eur:>pc:as y. :adcm;is. cstaban di,-i-
tndos los derecho s inheren tes a la person alidad human a.
"idas )' subdiv ididas en mullitu d de dialect os y h abla5
Ya en 1523 Carlos V, confirm :mdo las normas estable-
rcgidna les. De su tesón dan fe los vocabu l:lrios, gramá-
cidas en 149!, dio a Cortés la orden de que se abstU\'iese
licas y our;lS escritas por ellos en varias deccn;l$ de lenguas
'de intimid ar a 10:; ind ios para impuharlos a recibir el cris-
d istint as_ De Jos 1188 titulas reseñad os por el mude dc
tianism o, Pero los que ' -¡vEan en el pa!s '1 tocaban de cerca
la Viilaza en su lJibliog rafin espal101a de lellguas ;lIdlgellfls
la realida d, tenfan fu ertes dudas sobre los resulta dos del
de' Am¿ric a, 141 corresp onden al siglo XVI y 298 al XVII.
"trato amoros o" a los ind fgenas y, m:is de una vez, des-
COlltribuyeroll :151 a la superviyencia de las antigu:ls
obedec ieron las órdene s del empen dor. En México, tooos
cultura s, dándol es con su presenc ia la oportu nidad de in-
recono cían u n:\nim emente que la aceptac ión de la fe tenía
fluir en la import ada. De momen to fue casi nula su in-
que ser yolunta ria, pero mientr as que unos, tachado s de
fluenci a, como fueron muy contado s los casos en que los
idealist as '1 exces:v amenle puros, no aceptab an ni la más
indlgen as opusie ron resistencia r,uon:t da )' conscie nte a
leve aparien cia de coacció n, otros que se tenfan por más
la nue\'a religión que se les enseii:aba. El mismo lHoctez uma
equilib rados y pruden tes, sosten lan que para predica r con
con gra n tacto declinó cntrar en tliscusic'm con Cortés
eficacia el cristian ismo entre los indios era preciso crear un
sobre el valor de sus ídolos y se limitó a rogarle "que no
ambien te d e su misió n y segurid ad que sólo po(Ua exist ir
se digan palabra s en su desholl or"; mas tarde, alguno s caci-
con la presenc ia de las fuerzas armada s.
ques y sace r~otes indlgen as polemi zaron, sobre todo en el
Estas dos tendenci as fu nd:amentales !;lS encarn aron dos
norte, con los misioneros. E n genera l, el ambien te fue tic
hombre s de mérito extraor dinario , pero de mental idad y
abicrta y franca cooper ación. Los indlgen as se abrlan ;1 1
\ carácte r diverge ntes: fray Toribi o de Bena\'c nte o Motoli -
120 J asE M. CAl.U:COS RQC."-FULI . LA I'ILOSOFiA EN MÉXICO EN LOS SICLOS X\' I y XV II 12 1

nia y (ray Bartolomé de las Casas. En su ramoso tratado nalUral q ue ·105 padres tienen sobre sus hijos, prevalece o
Dd Ii,¡;co modo de atraer a todos los pueblos a la vcrdndera no sobre el mandato divino de bautizar a todas las gentes.
religión sostuvo este último, ' con toda la tradición cris· Se impuso enl onces la opinión de Santo T omás, que dio
liana, que no está en la. potestad de los hombres. si no en la supremacla al derecho natural. Fue también esta senten-
las manos de Dios. discernir a los que de hecho han de cia la que sa lió victoriosa del enconado debate que se des·
formar parte de la cristiandad. De este favor " ni nguna encadenó en toda la Europa culta al llegar allá las pri_
nación en el uni~erso mundo ha sido del todo excluida". metas noticias de lo que en las Indias estaba pasando. Fue
Es la Iglesia la encargada de llamar en el tiempo a los uno de los muchos casos en que la áspera realidad del Nue-
elegidos por Dios. Para cumplir ata misión ha de llamar vo Mundo estimuló al pensamiento europeo. obligándolo
a todos los que han pedido ser predestinados, es decir, a a revisa r, rectiricar o prorun d i za ~ SU5 ideas, las cuales a su
todos los hombres, y ha de llamarlos del único modo esta· vez tuvieron amplias resonancias en estas tierras.
blecido por la Providencia divina para todos los pueblos y
para todos los tiem pos. a saber: " la persuasión del enlen·
dimiento por medio de razoncs y la invitación y suave .5. Problemas jurídicos
moción de la voluntad". Hay que darles tiempo para que
se convieTlan y abstenerse por completo de loda violencia. Muchos y muy graves Cueron los que suscitaron la con-
Someter a los indios primero y predicarles después, es des· quista y colonización del Nuevo Mundo. Aguijoneados
encadenar sobre cllos todos los males de la guerra, renegar por las ex igcnci:ls de su misma situación, trataron de re_
de Cristo para seguir a Mahoma y amontonar absurdos y solverlOJ sin un ::rilerio preciso y de manera harto provi-
disparates. l' ues decir que no se Cuena a los indios a aceptar sional los que aq uí ten!an la misión de dar nuevas estruc-
la fe, si no que las armas se limitan a quitar los obstáculos turas políticas, sociales y económicas a estos pabes. Pero
parn predicarla, es fom entar un equívoco, cuyo ú nico re- las trasponen a la esfera intelectual hombres de letras, teó-
sultado es crear un resentimiento perdurable y simular logos y juristas principalmente, quienes, estudiándolos. ad-
conversiones. . quieren concienca de la inquietante y enigmática realidad
No impugna Motolini a estas razones. Su Cuerte no er.m de estos lejanos pueblos. No todos aciertan a recoger su
las ideas. sino a los hechos, Y a su fuerza acutle para refu- profundo mensaje, que en resumen se cara en la necesidad
tar a fray BaTlolomé. Fue su método el que se siguió en de anteponer el (:sp!ritu a la letra y que, en vez de aplicar
Cunamá, en la Vera Paz y en la Florida y los resultados ésta , sea o no 1:t :ulecuada, se creen ideas, instituciones y
no pudieron ser más desalentadores, porque Cuer€?n allá normas nue\'as para los hechos nuevos. La controversia se
unos misioneros dominicos y "en saltando en tierra. sin desarrolla en un antbiente de ampllsima libertad y de ella
llegar al pueblo. en el puerto mataron la mitad dellos y surgen una legislación generosa y humana. no superada
los otros volvieron huyendo a semeter en el navío y acá por ningún otro IJafs colonizador, y una serie de teorlas
tenían que contar de cómo se avían escapado", que marcan un gran progreso jurídico e incorporan a la
Volvió, pues, a susci tarse en México la misma peliaguda realidad imperiosas exigencias del derecho de gentes y del
cuestión, que tanto se controvertió en la Edad Media a luero de la persona humana. No es posible recoger todos
propósito de! bau tismo de los niños, hijos de inrieles, antes sus múltiples aspectos, pero los problemas fundamentales
de llegar al uso de la raron sin el consentimiento de sus Cueron los referentes a la legitimidad de la soberan!a espa.
padres, En realidad, lo que se discutía era si el dominio iToJa. con el que está ligado el de la licitud de la guerra
1"'1
1..\ 11I ...... lli.·. 1·.:-' \1~:." It:< II:-'1.0'\ S lta.O:; X \ 1 ,. X\'II 1 ~3
' !tlC ~c 1:: ' 0 ;1 1(>5 ind(r;CII:IS, r al régimen tlu ;: h nbia de im.
pc-!lenc ;1 Jos nalurales. . V \'O~ cb l ;i Ilt l l( ' !" J~ I1I i\'i k~¡lJs y cx<.c/I{ inlle5 y liS 11:lr:1 muo
Legitimidarl d~' 11I sflúr.r(ll/'a c5Pllliola. En u n principio ~has IlIcr¡·t',k,·· . En raso (1III trario/ Ic.-s har:i la guerra y
p:treció quc qu eda ba ampliamen'.c jU51ificada por las fa.. "cu ll m .Ie ti los sel ;\ 11 1:ls 1l1 11\'lleS y IbiiO.> ,¡ue 511lr:ln ell
mO$as bul:ls de Alejand ro V I , cspecialmelllc la frl t er sus pCnlll1:Is ~. ell <¡\:s b¡~lIes". . .
Coetcl"(/. Pero bien pronto se albcrolaron las concicl!cias Fuc iT1cril~z c.-l 1"('1// ': l"/lIIi(,I/ / 0 y CQll tnH16. nolcllta y pro-
y el I"o;'y pidi6 a !lU Ictrados que üiera n por escrilO un tHc. rumb, la d i.\CLlsi<in sobrc la ,·:t lide1. tle la concesion Imnti.
lamen sobre su '·:llitlcl. Sc conscrvan los dcl tinelar "alacios licia (m'o rnco, COl1l0 e ra n:ltnral, fueron !:ts Ulli\'crsidatk s
Rubio y del p:Jdrc ,\-I;¡cias de la Paz y $e han pcrdiüo 105 )' 10: CO;l\·elllll~. La cunU'O"crsia sirvió para s~ll)Cr:tr dc~ini.
re~ t a nt c!, al' nque sc <.onoo" buc na p..1rte del colltenhlo del ,i\':UlIClltC I:,s CQníll$;IS idcas polilkas dc 1" Edad i\ rcd la )
de Martín j iménez de Enciso. En principio dan por buena ere.. r el tkrccho polítko moderno. A l proyccta r las Indias
la donaciún pontificia, pero no la interprctaron lodos del 111 illfJuiela nte sombra sobre la penlnsula hispa na, se dan
mismo modo, pllCS nücntra~ Pal;,cios Rubio y Matlas tic b cuenta los I>c n s.ldorc~ espaiioles 'lile hablan pasado de 1 1I~
bz rcconocen quc entre.los ind ios hay un "erdaden> y legl. 01 ;11'\05 políticos del medie\'o a la org:m.izOIc!on cst:lIa l dt·

ti mo seiiorío basado en el dc recho na tural, q ue no es anu- 1m ticmpos modcrnos sin teller clara con~le n c l a t1 ~ est.:! .Ira~ .
lado por su infidelidall y menos aú n por su conl"ersión, ,cntlenta l transfonnacit'l1l. La rcalidad "lrgCIl, elllgmallca y
jiménez dc Enciso sostiene qu e lo han perdido por su ido.. l>I"igin:disill1;1 tlcll'\uc\'o Mulltlo les obliga a I"e\' i ~ar sus i th!~ s
latría y "sc la pod ía n toma r por fu trza y a Jos que se defen- \' a rc:di l.ar ulla 1,IbOl" Cl"ltic,1 y, a b " Cl , creador;" cuyo 1Il : 1 ~
dieren matarlos o prenderlos e a 105 presos darlos por es- insignc representante fue fray Francisco de VilOria. .
clavos". En su relección De los indios recielltt:m cllt c dCSCllblcrtos
De estas d iscusiones sa lió el (amoso 1"l: qlurimiento del sostiene que han de ser tcnidos como legitimas duciios lie
doctor Palacios Rubio, que es un intento bien intencio- sus propiedades y que sus reyes y prlncipc:s han de se,'
nado, pero nada práctico de conciliar la validel de la considcrados C0l110 los sobcrano$ auténticos de aqucllos pal'
donación del Papa con los derechos naturales de los indios. "5CS a men03 de h'lber perdido su dominio por alguna razón
No era Hcito, ni legal, se deda en él, declararles la guerra <¡ue an ule su tlercdlO, No la anu la cicnamente la supuesta
sin previamente explicarles que el Dios único y eterno, donación pontirici¡I, porque el Papa. como .s uprem~ :HIlO'
creador del cielo y de la ti ~, dio a San Pedro "tooo el . ridatl de la Iglesia que es una sociedad religiosa, espiritual ,
mundo por su señorío y jurisdicción" y que uno de sus tienc u n poder espiri tual y no temporal. Ni el Papa "es
sucesores "hizo donación de estas islas y tierra firme del señor ci"i l o temporal dc lodo el orbe", ni "t ienc ningun:1
mar océano a los católicos Reyes de España". ~s tos les han potestad sobrc aClllc llos ind ios", ni sobre los dem;ís in fi el e~.
enviado ,'a rones religiosos que "les predicasen y enseliasen únÍf:nnenle le co.npe:e resJleclo tic ellos disponer "1.., que
nueslra fe", y a los qu~ "de su libre y agradable voluntad, sca necesario para admin istrar las cosas espirituales" como.
si n premio ni condición algu na se tornaron cristia nos y por ejem plo, cm'iarles misioneros. Tampoco picnsa Vitorb
lo son", los reyes de .Espaiia los mandaron " tra tar como que sean título legitimo par,¡ dcspoj:n a los nalUr.ales tic
a los olros sübditos y vasallos"_ A todos se les ruega y re- su sobera nia las cólOl'midadcs mor;tles que se les a mbu )"cn.
quiere que h¡tgan lo mismo, tomándose para deliberar "el ,aJcs C0ll10 "cl comer ca rne huma n:t, indi ferenle concubi ·
tiempo que fuese justo", Si reconocen como señor al rey na 10 con la llIadr ~, las hermanas o los varOlles, la tira nía.
de Esp:uia éSle "vos recibir.\. con todo amor y caridad ... los sacrilicio5 hUllIanos ... , pues no tienen les cXlranjcl"Os
.a tllOrid ¡l(l ~Hbrc edos pa r:. c:lstig¡¡r!os".
12-1 LA FlLOSO¡" i,,, EN MÚ ICQ EN LOS SIGLOS XVt y XVII 125

En c:mloio, sI tienen tlctcmlinados derechos' en cuanto nomla que tenian en la penlnsu!a Aragón y Cataluiia. In
hombres o en cuanto cristia nos, en virtud de los cuales lo que si está muy claro es en que '''no se puede gravar a
pueden recorrer las I ndias. habita rlas. comercia r con los in- ellos más que a h .s otras súbditos cristianos, ya sea impo-
dlgcllas. hacer con ellos pactos y aliamas, predicarles su Ce niéndoles mayores tributos, ya sea privándoles de libenad,
)' exigir el libre ejercicio de la religión cristiana. Si los ya con otras cosas opresoras". Los reyes de Espal!a "est;i n
natura les respetan esos derechos, no hay motivo alguno ol>ligados a dar leyes convenientes a su república (la de
para despojarlos de sus s(fi orIos y propiedades; pe ro si se los indios) de tal modo que se conserven y aumenten y
niega n a reconocerlos, los cspa liolcs pueden recurrir a la no se les despoje de su dinero y de su oro". Pero "no I>asla
fu erza pon;1 ejercerlos y llegar incluso a erigirse en sobe- (lue el prlncipe dé buenas leyes a los pueblos bárbaros,
ranos de aquellos paises. Definir con exactitud estos den:- sino que está obligado a poner ministros que velen por su
ehos y mu y especialmente el dc la apelación a la guerra, observancia , y ha ~ ta que esto no se logre. el rey no ~t ;i
fue el genia l acieno de Viloria y la aportación más valiosa exento de culpa".
que en el orden juríuico hicieron las Indias al pcnS3- En esto ultimo le sobraba la razón porque. a pesar dc
miento europeo. tantas leyes humanitarias y justicieras, hubo en las Iotlias
grandes abusos. El mayor de todos, los intentos de imponer
4. R égimen jlUlo a que habüm de someterse" los indios la esclavitud. En realidad fue una cuestión de hecho y no
ideológica. No es del todo cierto que defendiera su. licitud
La cuestión la plantea, la divulga y la impone fray Bar- Juan Ginés de Sepú lv~ a, aunque su retorll.o al An st~telcs
tolomé de las Casas, que es quien en el orden político puro. es decir, no suaVIZado por el pensamiento medieval.
tiene una visión más humana y generosa. Lástima que sus y su consecuente juslifi cación de la servidumbre natur.al,
dotes intelectuales no estén a la altura de sus sentimientos. son en el fond o el único argumento con que hasta nue~ ·
Sus ideas pollticas son las aceptad ~s por la tradición esco· tras dras se trata de justificar la explotación del hombre
Ustica, que él diluye en una exposición farragosa y las por el hombre, con o si n el nombre de esclavitud. Par;1
deja en el estado embrionario en que las encuentra sin Sepúlvwa tiene fu erza de ley e.,ta norma , que él presenta
desarrollarlas :t la luz de la experiencia del Nuevo Mundo. como de derecho natural y de gentes: "Las personas y los
Pero acierta en cuanto exige como un imperativo .de. la bienes de los que h:m sido vencidos en justa guerra pasan
justicia, que se deje a cada pueblo con las leyes y con los a poder de los vencedores". pues aunque por natur~lel;l.
prfncipes, que tenían antes de la conquista. Con todos ellos todos los hombres sean libres, "es más humano redUCirlos
habrla que formar como una confederación o imperio, n esclavitud que matarlos". Por otra parte, es natural, CORlO
sobre el que Jos reyes de Espaiia, como los emperadores enseñó Aristóteles. que los menos dotados o imperftttos
medie\'ales, ejerciera n una suprcmacla meumentc honorl· "ivan sometidos a los perrCi:los. De donde deduce que no
rica y p rotectora. Desde luego, para ejercerla, no podrlan es licito reducir a esclavitud a los indios. que se sometieron
implantar aIras medios que la persu asión, la ensel!anu y :1 los conquistadores, pero sr a los que les opusieron resiso
el buen ejemplo. tencia.
No expuso Vitoria de manera explicita el régimen polí- No fu e, sin embargo, la esclavitud el tema m.is lIiscu·
tico que, a Su juicio, hablan de tener las Indias. Parece tido. sino la encomienda. Segú n la ley, Jos intlios encomen·
que se inclina a hacer de ellas UIIO o varios reinos some- dados no ernlt sk:n ·os. ni vasallos de los el1comcnderm.
tidos a la sohera nla espaliola, pero con los derechos y auto- sino libres)' pueslos bajo la protección de la cnron:1. I'" r
U:I p :IC:O
Jtl~l . :'1. (; .\I. LI .';oS 111)(;.

tic ,"~ I a ("(JI! Ifls encome nd eros, !,ml


\ ""1.1 .
RECOGNITIQ,SVM
Irilmtos o exig irles ~er\"icios pcn
('jll'omclltbdoli, <)u!il!:índo~c clI')5.
t:1 I':¡is bajv la s!lu eran b tic los reye
i;.Il\ ¡ l1li"0 n c l"l e~
ona les qui el1es los ter. bn
en camuio. a conservar
mularumReuerendi
PA TI US I LL DE PH ON S I A
s y ;¡ prull'l{er y at!(ll"
u·in :¡r :1 lus ind im (lile ~e les cou e 1'- ve B Av aV ST INI A NI A V E RA
fi"u:m . Fu e el r<:gimcn ,1( l'aalr lht olog1 z Ooc
JI. T I. V M
{clld:.1 cllle e~ l ;¡blcci(í (;o!.ín en la tom 3pud Uldorum IR-
!::spa liola, y en un priu. dyt¡ mM (XlCU rnprimn ~ mA(~ a(m
cipio parcc·j,', (jIlC se {"oil con lab: ¡.1
m en (':\ lan armoni os:.- ThcoIogut: modcrarom.
lIIe.H e el pro vcd lo de los ("<)Iu nil,. • II!
ldores con la et!uClc ión y n

~
E .i
bue ll gohicrn q de Jos imlios,
que Cor tés lo im pu~o en la
Nu('xa Esp;nia, No agra dó a la cort
e esta Jnellid .. "po rqu c
Dios crío a 1<)$ ind ios lib res y no ~
suje to.... y I;¡ pro hib ió. Se ~ 4, ' E!.
tlde mli erm l los cncolllem lem s y. '5, . ¡
dcspués de muc has 3\ter·
l1ali\"lIS; consiW 1icI"01I que ~c: con
de dos ,·illas.
servaran por la dur ació n k- i,. ") ~ :tC
1'\0 t!ej:u'/IIl tl e tene r las encomi end
a s ucfellsor~., de ,'a li:l ,
como fr3}' Alonso de Castro, )" el
pad ee J osé de Acosta, e
impugn ado res de tant o ¡X'w com
o i\(o tn\íni.1, fray Miguel
de $:t!amallca )" el bcncllIcrito fra)'
Ba rtol omé de las Casas.
No pod ían ente nderse porque
los uno s mir.lba n a lo que
deb ian ser b s encomi end as y los
otro s a lo qu e ue hcc hu
eran, A la insi stenci3 con que ('Sto
s defe ndía n la libe rtad
ele Jos ind ios, opo nían aqu éllos 1:1
necesid;¡d de ir con tielltll
l'n 1111 pun to I:l n delicado, en el
que estaba basa do el régi·
men económi co) ' social de las I
ndias. Al cabo, se imp uso
la opin ión de fray Domingo de
Bel amos, qui en akg aba ,
de una parte, que estos países no
esta ban segl ' ros y si no se
lom aba n preca uciones, pocl l"n perd
erse y, dc otra, que era
muy peligroso cam biar repe ntin
ame nte );¡ s cost umbres }'
leres establecidas. Vencieron, pue
s, los hom bre! prác tico s
y su triu nfo detu vo por un t iem
po la "ict orio sa mar cha de
la ju sticia por estas tierras.
Excudrbar loan"" Paulus Blitrrnfh.
I , , 4.
" ME lllC I
FILOSOFÍA , . Flt.Ó son) $ l:N
:."b : I(:o
En 105 siglos ~\"I }' XVII
no hub o en la Nue \'a Espaiia, ni
\
pod ía haberla, a ira filosofla pro
piam ente mex icana qu e
Porlada de la Uecngrrilio
J
Su mm!llarllm ~de Fray t\~om:J (~ c: la
Vera crul , prim er libro de masona
escn to en Amf n ca, e<h uclo
en México l)Or J uan r ;t hl~. el año
de 1554.
L.\ 1'1I .0~(lJ· i.\ t:N :'I11:::',I(:U EN I.OS slea .os XI'! "XVII 127

ese enjambre dc pro('¡lcma~ que de c~la tierra volaron al


nt!'o lado del mar, incüalldo el pClIs:llniclllo tic la metró-
poli y obl ig;indolc a hacer un intcrlso y fecundo esfuerzo,
cuyos resultados hemos resellado. En C:lmbio, tic alla. vino
una pléyade tic pensadores, escritores y organizadores. que
traspl:l.Iltarol1 al Nuevo Mundo las idca~ y corrientes filo-
sóficas, que en la I'cnlnslIla hispana tenían m:¡s crédito. En
un principio, ni la selección es muy riguroSo1. ni tampoco
muy claro su proptisito de forjar una nueva cu ltura enrai·
zada en la antigua, pero abierta de par en par a 1:15 apre-
miantes necesidadc; dc e.stas tierras y estos pueblos nucvm.
Su originalidad empero es tan fuerte que, ;¡ sabiendas o in-
c:onscientemente, recogen su mensaje y su inrluencia se !l¡¡ce
patente en el sesgo y en los m¡¡tices que ¡¡dquieren las doc·
trinas importadas. Fue la siembra inicial de la que, ;1l1dan·
do el tiempo. habia de salir. granado ya y con sus carae·
terísticas especificas. un pensamiento mexicano.

J. La influcl/cia del Rcnrtcimic"lo

El Renacimiento llega a las Indias de refilón. importado


I>or letrados y religiosos, fJuien es entre las ideas del Viejo
Mundo de que , . ienen imbuidos, traen también las rena·
cemistas. Pero ni los más profundamente influidós por
ellas como un Cervantes Salazar o un Vasco de Quiroga.
viven a fondo la gran peripecia renacentista. Su renaci·
miento es la misma tarea gigantesca, en que están metidos,
de incorporar todo un mundo nuevo a la cultura occiden·
tal. La acometen con un espIritu avemurero y heroico,
típicamente renacentista, que les hace sentirse otros hom·
bres. Se emancipan de muchos prejuicios tradicionales. se
abren a las sugestivas inotaciones de un porvenir lleno de
promesas, agrandan sus ideas hasta proporcionarlas con las
enormes dimell5iones de estas tierras )' dejan que su fan·
tasia se lance a crear nuevos modos y formas de conviven-
ria~ limpias de las manchas que tenI¡¡n en el Viejo Mundo.
Los españoles. q'Je vienen a );¡s Indias. comprenden en
seguida <Iue aquí no pueden reproducir servilmente las
128 Josi: M . CALLEGOS ROCAFULL LA nu )<.tl"iA Di ... [t:X U;o u·: 1.05 SIGLOS xn y XV tl 129
estructuras de la península. Pero no ven c1ara,mente cómo meros maeslros de la Rea l )' Pontificia U niversidad de
han de sustituirlas y se lanum a una serie de experimentos. México)' de los q ue desempcllar~n funciones de gobiefll o
como los famosos de eray Banolomé ele las Casas en Tierra en los pl'imeros t iempos de la coloni a. Con ellos vino la
Firme y en la Vera Paz, que convierten a las Indias en un rif:a herencia ~ re(orromana, que llegó a ser una "de las mils
giga ntesco laboratorio. La idea que los guía es és ta, de cuiio ricas y fectl ndas ralees del pensamiento mexicano". Cons-
claramente renacentista, que exponla fray Domingo de Bc- latllem ente recurrcn a aulores y texlos griegos y latinos no
tanzos al Consejo de Indias: I:m sólo los que. tle Espalia trajeron una sól ida prepara-
!:::sta, tic venlad. el m:ucri;¡ eo la ( ual un abiSI1IO llama a 011'0 ción como el primer obispo de Tlaxcala, fray Juli án Gar-
abismo ... tod;u las cosas Ut ('StOS ind ios .ron un abismo dc con . cés, el doctor Bartolomé Frfas de Albornós y el doctur
huión, lleno de mil cal:&ra:as. de l cual salen mil confusiones e Bartolomé de Melgarejo. sino hombres de escasas letras,
Incon\·cnicntcs ... y no hay con que pna ellos le ordene que no pero abiertos a la mental idad impera nte como H ernán
,",Ipn tlclla mil inconveni entes, De GIl nlancr.l (I\le aunque lo que Cortés y n emal Dlaz del Casl illo. Unos y Ol ros cuidaron
6C o rdena sea en 51 bueno y (0:1 sa nl a intención f'lrO\'cido, CUiln dn se
de que florecieran aqul los estlldios humanlsticos con tan
vienc a aplicar a la suje ta materia ule tl a,'ow y dC$Onlcnaúo y
reúunda el1 (1;1110 y úisminución de aq uellos, a quie n bien quc rcmo,
hacer,
II • buenos resultados que "México empezó a cobrar el nombre
de Atenas del Nuevo Mundo", Contribuyó a ello en gran
manera el vuelo que le dieron los jesuitas desde que lle-
En. di stinguir abiertamente, como postulaban los pro- ga ron a México. En esta labor descollaron los padres Ber-
motores de la n!lova scicllza, un saber a priori y un sabc!' nardino de Llanos, Baltasar López, Francisco R amlre7.,
a pos/criori, que conCirme y respa lde al primero. Pedro Salas y on'os mudlos.
T;¡mpoco !ah;¡n quicnes sicm;¡n aquella velleración como El primer C:l.t<drático de retórica ,d e su universidad fu e
mhtio. por la naturaleu. que el Renacimiento prohijaba, don Francisco Cervantes de Salazar, secretario latino del
La exuberancia y majestad con que aquf se les apareció, cardenal Loaysa, presidente del Consejo de Indias y amigo
sedujo a muchos y. aunque con frecuencia se quejaron de de Vives, Aquí llegó a ser rector de la Universidad. cro-
sus rigores. sintieron vivlsimo interés por cstudiarla e in- nista de la ciudad y "padre de una generación dilatada
ventariar sus riquezas, Ninguno superó en el aCán de cono- de oradores y profesores de bellas letras". De las varias
cerla al doctor Francisco Hern~nde1.. protomédico de I:c- obras que escribió. las más valiosas son los Diálogos. satu_
lipc 11. que vi no a México en 1570 y duralHe los siete rados de un humanismo tranquilo, ortodoxo, bien avenido
años que aquí pasó, sin más auxiliar que su hijo. describió con las instituciones. Divaga en ellos crudilamentc sobre
y sacó dibujos de las plantas y animales de la Nueva Es- la condición del hombre en un tono moralizador para con-
palia, haciendo en los hospitales pruebas de la eficacia vencerle que ha de confom13r5C con su propia suerle.
de las medicinas que empleaban los indlgenas. Fue ami- Continuó el Didhgo de la digtlidad dd hombrt: de Femán
go de Arias Montaño, al que dedicó un carmen. en el Pérez de Oliva, tradujo el Apólogo dc la ociosidad 'j dd
que le cuenta sus penalidades. También escribió sobre las trabajo de Luis Meda y la Introdu ccidll 'j camino dt: la
antigüedades de Nueva Esp:uia y una serie de opúsculos sabidu1'I'a de Juan Luis Vives, a la que "aiiadl muchas adi-
filosófi cos sobre problemas de los estoicos y de Aristóleles, ciones y declaré mucho de lo que el autor en pocas pala-
que en Nueva España no se conocieron. I)ras quiso decir", También colaboró con Vh'cs en sus
Discípulos,' compañeros o lectores de los grandes huma- Comm rnta ria in Ludovici Vivt:s Exct:rcitationt:S Linguat:
nistas esp .u10les de esle tiempo fueron muchos de los pri. I.:o.tinat:, de los que se sirvió en su enseiianza del latín.
130 JOS.: :.l . CAlU:COS ROCAFL'f.L
1.,\ I'Il.os(JI:iA J-::-': ~ I ¡::xu.:n .::-0 1.0;; SIGLOS xn ");\'11 II I
A lus diálogos de Vi ,'es aliadió otros siete• .co mpu~tos
por él. Los tres últimos, escritos en México. se titulan (·tI )'u s habitantes son ··cuasi de la misma mancr.l que he
Academia Mexicana, Civjl(lJ MexiCtls interior 'Y /lfcxicllJ h.lIl;ldo que d ice Luciano en sus $nlllmalc$ que eran lo~
c."(/cr;or, en los que describe en cuadros llenos de anima_ siefms ent re :lt¡uellos (Iue lI;unan dc oro y edad dorada
ción y de vida el mnbiente y las costumbres del México de los tiempos de IlIs reinos de Saturno". Su c(un iccif;n
de su tiempo. .:s lan fi rme 'lil e dfra su misi" n tic obispo y (le m:. gi~ tr"d fl
Si el humanismo de Cen'¡UHeS de Salazar es sobre todo en real i7,a r en la Nueva Espalia el sueiio tic Tonl;Ís Moro.
lII ora li~dor y elásico. el del insigne don Vasco de Quiroga Nada tic trasplantar a este pais nuc\'o las instituciones,
LOS espeCIalmente benéfico y utópico. Fue don Vasco oidor wstumbn:s y 1I0l1naS de la "ieja Europa. Aqu! hay que
de la segunda audiencia y m.ís tarde obispo de Michoac.tn ~ upe rarl:ls 'Ibierta mente ele,·ando a los indios de su' sim·
y cs. sin duda alguna, una de las figuras de mayor relieve plicidad ":ttmal a 1:15 cumbres tic una convivencia paradi-
entre los creadores de b. Nueva España. En 1535 presentó slacl.
:11 Consejo de Indias una l nfurmación en derecho, en la t S:1 es b riualitlatl de los hmpit;dl's·pueblos. cuy:¡ cre'll:iilll
que sostiene que 10$ indios tienen un alma natura/ilu propuso e n su des¡I!);.trccidll parecer y fundó más tarde
('¡'rútinna y que en bondad no ya igualaban, sino que supe- por S il cucn ta y r iesgo. Su organizacion fu e comunal: 11l_'
raban a los españoles. Los indios descalzos. con 105 cabellos bienes (lile :tdqui: iera n, habl.m de ser comunes e inalicna-
largos. desnudas las cabezas. le parece que van "a la ma- bies: tudos habían tle aprender dos oficios para que 1m-
nera que andaban los apóstoles" y se propone hacer de di era n altern¡lr el trabajo del campo con el tlel pucblo:
ellos un género "de cristianos a derechas. como primitiva 1m rrutos se habl.1Il tic rcp:u'tir entre todos según lo que
Iglesia". En su infantll/cidn arremete briosamente contra Gtda uno net:csi(:lra y el I'e~ to se habIa de dar a los tu-
la escl....itud. denuncia el bárllaru pruceder de los escla- llidos y enrenuO'" "tic m anera 'lile ninguno p:u le/.ca e n
vistas espalioles y refuta hls ralones con que tratan de el hospital necesidad" Así v¡,'irían, pronostica, "fuera
cohonestulo. En este escrito aflora n de vez en cuando itleas tleI pel igro de las tres fie r:lS que lf.x lo en este mundo lo dC5-
)' sentimientos, que son como un cco apagado de la in- . truren y corromp,:n, que son soberbia. codicia y ambición".
fluencia renacentista. Nunc t el espiritu renacentista rue tan generosamente hu-
En cambio, es avasalladora en su parecer sobre la forma ma no m lllu en las ideas)' e n las obras ele don Vasco ue
de realizar la colonización. del que él mismo se reconoce Quiroga.
deudor al ilustre humanista Tom!!s Moro por su libro T'II11biéu hay dejos renacelli.~t:ts en b rCt:ia persollaliu:ul
De ~plima reipublicac slalu deque 'Iova insula U/opia. tic fl':t }' Juan de ZumMraga, quien "por crUl y manido"
Inspirándose en él. aunque con otro espíritu, don Vasco 'ICCJllO ser el primer obispo y arlObispo ue IHéxico. A ~ u
da al Nuevo Mundo un "alar cualitativo: I;Ibor l'Speclficamente religi0S3 tll\·O que aliadir una cons-
tante inten'enciór: cu los múltiples)' complicauos problemas
Porque no en vano, ocribc. lino con mucha CilIUa y ratón b le lJue susci lab.. la crcou:i6n de una sociedad nacida )' desarrO-
,le Id .K' llama Nuevo 1I(undo, no porque le halló de nuevo tino
Il :ttla :1 la sombr;¡ de la Iglesb. Fnllos de ('Sta labor fu eron
porque es en ¡;eme y cuasi en lodo como rue aquét de la edad de Oro. , 1" intnxlucciún de la imprellta en México y la fundación
El fuerte realismo de Quiroga dio a la quimera rena- i II~ su Uni,·ersid¡¡.1. También fu e CI ,!uien encaro" el cr.'s.
centista, utopica )' anacrónica, un lugar y un tiempo. mismu en ;\Iéxic.l.
La edad de oro se va a realizar aflora y aquí, en las Indias, .El Eraslllo que le scdujo no fue "el humanista en el sen.
ti(Ju (IUC hoy tlamos a la palabr:I, sino al inrérprete de
1 :1~ Josf: ;\1. CALU:COS lI.OC.\Ft:LL

aquel cristianismo más esencial e interior, que' se apode· Soto, Domingo B;uiez, Luis tle Malina, Francisco de To-
rJ.ba de las conciencias a manera de iluminación interior, ledo, Gabriel Vá zquez y Francisco Suárez, todos ellos tamo
;11 comentarista del mens3je divino. De ahí la imponancia bién teólogos de primera linea. Fueron ellos los que revi·
quc daban, atestigua Marcel Bataillon, a sus Paráfrasis uron sus principios, hicieron más firme y coherente su
del Nuevo Testamento y de los Salmos y también, sin duda sistem3tización, ampliaron su problemática y si, de una
alguna, al EIIChiridioll, exposición íntima y (am iliar de parte, prescindieron tic las nue,';)S ciencias, de Olra, hicieron
la philosophia C}¡r;sli". Su fondo cristiano y las circuns· más aguda)' absorbente su preocupación por la metaUsica,
tancias de la época explican sobradamente que un libro en la que obtuvie:-on sus mayores triunfos. De sus muchas
como este "que llevaba en germen la Refonna y la Con· obras las que principa lmente se introducen y arraigan en
trarreforma, como a hermanas mellizas y enemigas" siguiera México, son las que pueden servir p3ra la enseñanza, que
influyendo, aun después de ser reiteradamente condenado, es el fin inmediato q ue se asigna ... la filosoBa. Esta vincu·
no sólo en católicos fronterizos de ortodoxia vacilante. sino lación tletermina su temática y le da un matiz como utili·
en cristianos y religiosos que siempre fu eron fieles a la tario desde el principio. Es casi exclusivamente un medio
tradición y a la autoridad de la Iglesia. de (armar las mentes, disciplinándolas lógicamente, y de
Entre éstos hay que contar a fray Juan de Zum:irraga, prepararlas para c tros estudios, como 105 teológicos y jurl·
cuya Doctrilla brnJe, impresa en México en 1543, repro- dicos, que se consideran superiores.
duce muchas p;íginas segu idas del E,lchiridioll y de la Para· El filósofo preferido, en realidad el único que se estudia,
desü de Erasmo sin decir de dónde las loma. De esta última es Aristóteles, del que se cursan todo el Orgnnon , los Fincos
recoge el párnfo en que reclama se tradujeran las Sao y Metcorológicos y los Dc generatione el corruptione. A los
gradas Escrituras a la leogu;) que el plucblo usa, que fue enudiantc, de artt·s se les pertrecha sobre todo. como en la
el más duramente censurado en Europa. También Zu· Edad Media, de una a(ibda preparación dialéctica, que a
márraga refundió en la Doctrina cristiana, publicada por muchos les pared;!. desmesurada, aun estando ya muy po-
mandato suyo en 1546, la Suma del doctor Constantino dada. Entre ellos a Veracruz )' a Mercado, que hablan
Ponce, "el mejor escrito de los catecismos espalioles, a leido las duras di.atribas del ponderado Luis Vives en su
juicio de Mc:néndez y Pelayo. aunque por desgracia no opúsculo In pscudodiaUcticos. Fray Alonso de Veracruz
el mlÍ3 puro". No es que la doctrina del libro [uera franca- no quiere que sus alumnos malgasten su tiempo y su
mente herética, sino que lo fue su autor y como tal lo ingenio en adieslrarse en solistiquerlas pueriles. Piensa
condenó, después de su muerte, la inquisición. Por obra él, y asl lo afirma en el prólogo de su DiaUctica, que habla
de Zumárraga. un ~itor hereje segufa adoctrinando en que acabar con las disputas ociosas, refrenar la hinchada
compañia del proscrito Erasmo a los lieles de la Nueva soberbia cientJ{jca, llegar a una inteligencia más exacta
Espaiía, sin que en esta "tierra libre y bienaventurada" se de Jos textos aristotélicos, no prestar tan incondicional
creyera la inquisición obligada a prohibir su lectura. ..dhesión a la autoridad de los maestros y renovar tod;¡ I;¡
doctrina por el estudio directo de las fuentes.
En I;¡ Universidad los primeros libros de texto son los
2. Int roducción de la lilosofla escoMstica
m,i.smO$ de la Universid;¡d de Salamanca, esto es, In Dia-
La filosolla escolástica llegó a México cuando en España lt!cticam An"stotdu y Summll.la slI.mmulaTum de Domingo
noreda por obra y gracia de pensadores tan destacados de ,Soto, que "no carecen de mérito, pero se resir.nten de
como Francisco de Vitoria, Melchor Cano, Domingo de la influencia decadente de la filosofla escolást ica en tiem.
134

pos inmediatamente anteriores", aunque declare e"n el pró. ciún. aconsejó (Ol! gran discreción a los yirrcp:s, tli" .. ltIo·
lago que su pmpósito es devolverles su propia dignidad. ridad y prestigie¡:t la recién fundatla Uni,'crsidad, fu e ami~o
Comcnuí Soto en las Summulat! el famoso texto de Pedro de Vasco de Quinlta, de fray Bartolomé de I:t s Casas, de
Hisp:lI1o y en la Dialéctica los Predicables tle Porfirio, los fray Luis tle Lcón. cuya causa defcndió "alientcmente, y
Predicamentos y los Analíticos poslcriores lit! Aristóteles, de Ovando, presidente del Consejo de Indias. al que ase~on'l
a los que añade, sin comentarlos, el Pcri/lcnnellias, los l1l;ís dc una ' ·Cl, J\<lurió querido )' fespet;ttlo por todos el!
AI/a{{ticos primeros, los Topicus y los Elem'os. La doctrina México en 15tH,
que expone es la tradicional con algunas aportaciones ori· Aparte de SL copiosa obra teológica, perdida en gran
ginales. parte, fray Alonso tic la Veracrul escribió tres libros filn·
También fue estudiada la lnlrodu.ctio in Dia{cclicalll sóricos, titulados Rccogllitio Summularum, Via{ccliCfl rcs¡¡·
Arista/dis del maestro Francisco de Toledo, quien desco· (litio y Ph)'sica spt!cufatio, que íonnan un curso completo
lió por su acertada imerpretación de Aristóteles, por la de artes, tal como entonces se enseriaba, Por su intención
originalidad de algunas de sus doctrinas y por su excelente pedagógica, a la originalidad y prorundidad anteponc la
método doceme. La obra cumplc fielmente su misión in· , sencillez y la claridad, La Rccognitio SumI/Jllfarum fu e
troductoria. Sin meterse en honduras, inicia a los novatos publicada en México en 1554 y reeditada vati:lS veces cn
en el tecnicismo aristotélico y t1cCine dara y scncillamente Esl'aiia, donde sirvió de libro de texto en vario$ estudius.
las "oces que mas se usan, manteniéndose en un equilibrado Hizo en ella tilla rigurosa poda de cuestiones superUuas ~'
término medio a igual distancia de los tradicionalistas }' divag-dciolles inútiles hasta dejar la exposición "casta )'
de los innovadures, :Fue impresa en México en 1578 por Jos pura", aunque quizá no lo haya conscguido del todo.
jesuitas del Colegio de San Pedro y San Pablo, seguramente Se inspira. como era de dgor todavla en esta época, en ! ;l
para que sirviera de texto a los que en él estudiaban artes. Summfoe Logicales de Pedro Hispano y, por vla de apén·
lIice, aliade un corto comentario de 105 Tópicos y un como
3, Escrill)re.f y I/Ulcstru,f ,le fi{osofif¡ dd siglu .'\.1'1 I>cnllio de la R efutación de fas sofistas.
Del mismo alio 1554 es la Diafectica Resolrflio, que dediClí
El más insigne tic ellos fue el benemérito fray Alonsu :t "la Indita Universidad Mexicana que florece en la nucva
dc la Veracrul, alumno de las universidades de AIClla y Espaiia". En 1:\ misma dedicatoria diee que la compuso
Salamanca, doctor por esta última, en la que leyó un curso cuando enseliaba estas materias. suprimiemlo todo lo su·
de artes. Vino" México en 1535 con poco m,ís de treima perfluo y recogiendo 105 granos de' entre las espinas para
afios, y en el mismo pueno de Ver:lcruz ingresó en la hacer el camino completamente accesible)' abierto. El lihro
ordcn de San Agustín, tllll}¡tI1do entollces el nombre con consta de tres u·atados, en el primero de los cuales comenta
'IuC ~e hil.O [allloso como r.atedrático, misionero, escriwl' los predicables ¡iguiendo el texto de la Isagoge de Porririo;
y hombre de consejo, Ejerció b enseii:tn1a en los cstudios en el segundo examina las categorlas tIc Aristóteles, cuyo
de Tiripitlo, Tac:ímbaro y Atotonilco, donde ley'" :trtcs, y texlo reproduce y comenta; y en el tercero glosa el texlt)
cn la Universidad de México, donde tuvo una cátedra de de los Postericres ollllfiticos de Aristóteles, capitulo por
Sagrada Escritura y una "Cátedra de Santo Tomás de pro- .capítulo hasta ..!I octavo del primer libro. De los resta ntcs
piedad, que sca con las mismas cualidades y precminencias )' de todo el libro segundo ha ce un brel'e resllmen pues
que l:t tic prima". lnten'ino eficaz y, a veces, decisivamente ,"basta, escribe, saber estas cosas ,le la Dialéctica para (lile
en lfls m;ís graves problemas suscitados por 1:1 e\"angeli1.a· se pase ;¡ otr;tS ciencias superiores'·.
I ::ti Jost: M. CALU:(:OS ROCAF L' LL L\ F ILOSO.· í" EN ~ lIb"co EN LOS SIGLOS XVI Y XVII 137

También en México se publicó en 155i la PII)'sicn s/Jecu- problemas, los expone como si fueran cuestiones definiti-
IlIlia, que contiene la doctrina corriente en su tiempo sobre vamente resueltas. cuando ya Suárez estaba mostrando por
física. astronomía, biología, meteorología. botánica '1 psi- este tiempo en sus Disputa/iones Metaphysicae las enonncs
cologla. Quiere segu ir el ejemplo de Titelm:m y de acuerdo posibilidades de '.Iesarrollo de que era susceptible la doc·
ron su interpretación expone los Físicos, (Iel cido y (Iel trina tf3dicional.
/lnfllda, De la geflerncidn y de fa cornlpción, De los meteo_ Tomás de Mercado, natura l de Sevilla, vino a México
ros y los Ve Anima de Aristóte les. Una obra de contenido muy joven y aquí tomó el hábito de Santo Domingo en
tan diverso ha de tener por fuerza un valor muy desigual. 1553. A propósito de un tratado 5UyO, titulado Suma de
Los tratados más "a liosos son los Fúicas y los de Ánima . Ira tos y contratos dijo de é l fray Luis de León: "parésceme
I Los puntos principales del panorama filosórico de fray que el autor dél es hombre de mucho ingenio y doctrina".
Alonso de Veracruz son, pues, estos cuatro: ¿Cómo se piensa Sus obras fil osóficas fueron dos de ¡as cuales la primera
bién? ¿Que relación hay entre el pensar y e l ser? ¿Que es la lleva por tItulo Commtn tarii lllcidissimi in ttxlum Petri
naturaleza? ¿Qué e5 e l alma? Una temática C\'identemente Hispani Rtverendi Pntris Tllomae de Me'J"cado. ordinis
incomple ta, pero lo bastante ampli:l para plantear impor- Praedicatorum Artil/m de Saorae theological professoris.
tantes problemas filosóficos e inicia r a la juventud estu- En el prólogo de fuerte sabor renacentista, dice que su
diosa de México en las cuestiones y me LOdos de la filosofía. propósito es "exponer esta disciplina de modo que sea útil
No tan famoso como Veracruz. aunque en diversos as· y provechosa a todos y expurgarla de todo el falso oropel
peelOS lo supere, fue el padre Antonio Rubio, quien vino de sus defectos. volviéndola a su nativa luz y esplendor".
a Me.xico en 1576 '1, después de pasar aquí unos 20 alios, Es un libro fundamentalmente didáctico, en el que recoge
regresó a España. Autor de renombre, de sus varias obras su experiencia de proresor y quiere acomodarse a la capa·
la que lo vinculó a México fue la titulada Lógica mexicana, cidad de los alumnos sin decir nada falso. pero omitiendo
porque aquí la escribió y la enseñó. Su título exacto es: mucho verdadero. La otra se titula Rtvt:Ttndi Patris Tho-.
Lógica Mexicana R. P. Anlonio Rubio. Rodtmsis, Docloris . mae de Afercado, ordinis Praediealoris, A.rtium el Sacrae
Theologici Socittatis fesus. Hoe esl Commentarii brroiort:S T/¡eologiae professoris, in Logicam magnam Aristotdis
el maximt perspicui in Universam Arislotdis Diolecticam commentarii cum notN! translatione textus ab eodcm aulore
lino cum Dubiis et Questionibus flae tempestote agit.ari edita. Fue editada. como la anterior. en Sevilla, en 1571,
solitis. En este libro prescinde el padre Rubio de toda· la y su mayor mérito es la fidelidad de su venión, de la que
materia tratada por los sumulistas '1 comenta con profun. el mismo Mercado aliona que expresa el genuino sentido
didad la lógica. de Aristótelel. La doctrina es, pUel, la de Aristóteles; en ella da Ja propia interpretación de sus
tradicional, que el autor expone siguiendo las opiniones sentencias en estilo timado y suave. por lo que este texto
más autorizadas de la escuela, si n aliadir de ordi nario nada resulta tan claro como los otros son intrincados y oscuros.
nuevo. Pero en la manera de tratarla se comprueba hasta El padre Antonio Arias. "uno de los primeros '1 más
qué punto fue fecunda la critica renacentista al escolasti- doctos jesuitas que pasaron a la Nueva España", alternó
cismo decadente, del que no queda la menor huella en elta los estudios (iJosó(icos con los teológicos '1 bíblicos. Su temo
obra, fruto sazonado de la misma tendencia que e n agraz prana muerte en 1603 no le impidió dejar varios escritos
ya se encontraba en los libros de fray Alonso de la Ver.!.' filosóficos. que se conservan en la Biblioteca Nlcional de
cruz. Tal vez la objeción más seria que se le pueda hacer M,éxico. Llevan por titulo Iluslris explanalio commenla·
es la de que, en vez de presentar vivos y punzantes los riorum P. D. Fra 1cisci ToleH in oclo libros Aristoteles de
I.A IIUI5(II'i,\ t:S ,\I~. xu :n I·.S I.IIS SI(; I.o.~ X\' I "X" II 139

I'ltysicn 1lIISn¡/¡lIfimll: IJI:,. tul //IIJ'/lum Anlu·


UelllTnllll/l1l !'lo dcjitron obra :dgu n:t Jos dem.ís profesores que ell
"i//ln Arios, I'jllsdem sflcielfllis el Pllilosophin e ill ee/eú"i el siglo X\' I lu\'icron ,1 su cargo l., cnscii:'lOla de b {il(l·
,IICX;CtlII/II'/III/ AOlllc m;" IJrolcsJlII'j'm, No sigue capitulo sofia CIl 1:1 Uni\'ersidad , Eran nombrados mediante oposi.
por capítulo el texto de Toledo, sino (IUC da un compendio ciones que solían ser rCliidlsimas. Los candidatos eran nI!'
de su doctrina y"" entresacando de ella las cuestiones nds meroso~, nada escaso su inge'nio y mayor a¡'1O su agilida¡!
importantc~, mental , COlindan a fotldll la doctrina aristotélica y cuau,UI
:\ cOlllinu;Kiún ,'knc otro escrito tiwJ:Hln Alir¡lIn IIuM/ u al tanto de cua nto se puhlicaba en Espalla. Pero como 1,I s
p, n, Toldi ill liúros AriSloldi,1
tligl/f1 sll/J c r n m"l/cl1[uri(/ dledras de artes no gOliluan de mucha estimación, todo
de ge ll cl'IIl;mu: el corrllp¡irmc, cn el (lue sigue el mismo ~u :l1":\n er:1 a~l'enuer a otras m:\s impon:lI1tes y rara \ 'Cl se
método q ue ell el anterior. A este tr:lt:lllo sigue en el nI;¡ · entreg:tban por completo a los estudios filosóficos. Aun
nu scrito otro (llIe se tilu la Tm clfl/lu dr splu: ra 1I/111/(li pm· asl, ¡mUo mae511Uj tOln competentes como el doctor Juan
lim ex vetel'um nslrmWlllorlllll '}(Irli", (:,'C !'cl'cIIliorlllll d ol'o Garda, frAy Pedro de Pravia, los doctores Juan de la Fuente
Irill/l el 011S1:11/(/liollc fIJIII'f'llI ,\' /11'f ¡/lIl'/ isJ;,II/tIl/ p, Al/tolli/I/I! y Hetn;mc!o Orti7. de Hinojosa, fray Jua n de San Seuas·
Al'ins, s/leida/is Jesl/, en el (ltlC I'l'c\'alcce. sin elllual'~(I. t¡;in y el uachiUer Alonso Mllliol. autor de una obra ma·
la doctrina dc :\ristótde, y Etldidl.~. Tcrmin;1 el llI:mus· nuscrita titulada Exposilio librol'llm PllyJiconlm Ari.doldis.
crito con airo tral:ldo titulado 111 liúms Arislolr:lis de Codo Eficaces :wxiliares de la Uni\'ersidad en la enscll:mla
scolin ,/1If1Ct{IIIII, Como IlIs antcriores. p:lrecell apuntes de tic la filosofl:t fu eron la ~ órdcnes religiosas, qUe desde 105
cl¡¡sc y prueb;m que Arias fue un conciem.mlo proCesor, primcros tiempos fundaron centros de estudios superiores.
muy al corriente de las novroadcs cientHicls, en los que se cultivó con a hinco la filosoffa. A los de 105
;¡gUSti1l05 let dio gran prestigio fray Alonso de Veracru1.,
A c., b;d ln sobre los ~igl os XVI y ""'11 el padre Alfomu
Guerrero, también jesuita, se hiw famosu por el reliro y de quien Se cuenta que aprovechaba su convivencia con
la abstracción en (Iue siempre vi viii. Su obra manuscrita los alumnos para plantearles los problemas "ivos que sus·
se conser\'a, (:01110 la de Arias, en la Biblioteca Nacional de .citaba la colonización del pals o los que se debatlan en la
México, $011 comentarios al;. doctrino' de Aristóteles so- metrtlpoli, Entre los dominicos fue gran promotor de los
bre el :dma, el ciclo y el mundo y los mcteoros. Caledrá· eSludios filosóficos uno de sus primeros provinciales, fra y
dco de artes de la Uni"ersitl:ld de México fu e el agustino Domingo de la Cruz. Los franciscanos, agobiados por sus
fra y J osé .Ie Herrera, ",'a rl'ln de muchas lctras )' crudi· trabajos apostólicos tuvieron tiempo para rendir en sus estu-
cilIO , elocuente ell la J:llin id;lIl, le nguas I(Ticg;. y hebrel, dios fervormo culto a la doctrina de Duns Scoto. Los je.
gr:lllde escriturista". (lile esuihiú p CI'O no lIeg¡', :1 publicar. suitas, Jlcg:ldos m,ís tarde, destacaron bien pronto con
un,. SlIl/llml 1'/¡;losflP"ifl" St'lI'J!lIslicn c Pnlris J)omillid de maestro! como los paures Pedro Sánchez. Lópe~ de la
Solo, ordillis Pl'tlcd;l'f1turnm,;1I IIS/{III Arndcm;nc: ¡\lc:xicollnc 1·'UTA, Ortigosa. el ya citado Antonio Rubio y otros muchos
nCCllllllllOdlllll , cuyo p;lr:l1lcrn se ignora. Agustino fue (.;lIn· que hicieron uel Colegio ue San Pedro y San Pablo una
bi én fray Ju,!1l Zap:lIa ,-\lan.:ón, :wtor de un curso ;le filo- ue b s mejores instituciones cultur:t1es de la Nueva Espaiia,
,mUa, leido a los l'.~tlHliallle.\ del CIIIl\'ento de San Agustln ,
Cat<:dr:itictl de arlt's desde 157R fue el también :Igust ino 1. Los estudios /ilolólicos en el siglo XVIl
fr.l)' .Iuall CHntrer:ls, Il:u'idu ya en México, <¡u ien dejó un
manuscrito titulado l .r ctimlr:S l'hil,)wphinl: stlldcnt;lIIn En filosofla, como en todas las esreras de la vida, la
cllplu ; naolllmo(/fllnc:. tó~ica general del siglo
XVII es de tradición '/ de reposo,
HO JOS;: ;\1. GAl.U:COS ItOC,\FULL LA FILO SOFíA EN Mi:x lCO EN LOS SIC l .os X\'I , . XVII 1·11

como 'juien despucs tle un pesado camino hace un :lhu término f'ledio U Il OS cincuenta por 3lio. H 3bían de tener
y recoge sus fuerzas antes de reemprend er la peregrinación. aprobados por lo menos dos cursos en SI/mmulac, L ógica
La filosofía un:inimelllente aumitida sigue siendo la e~o­ y Filosofía. También se concedió 'que pudieran obtener
l;istica y es la que se enselia en la Universidad y en los el grado de bachiller en la Universidad los alumnos de los
com'entos y colegios de religiosos. Pero se a(h'iertcll cambios colegios, autorizados por ella, que en 1660 eran según
notables. La cultura import3da ha arraigado dcfinitiv:.. el crOllist3 l'la za y J acn, "el insigne y viejo de nuestro.
mente en el p;.ts y es ya como la expresión connatural de Seiiora de Todos Sa ntos. muy cerca de la vivienda tic ella;
la nueva sociedad, e n (¡L que tienen cada dla más influencia el colegio Real de San I1dcfonso de esta Ciudad; el Semi-
105 criollos y no 105 espalioles peninsulares. No hay el nario de los colegios que no son de beca real y de estud ios
esfuerzo creador del siglo anterior, pero sí un continuo mayores; el colegio Real de Cristo; el de Sa n Ramón
crecimiento y una firmc consolidaciÓn. Aumenta el número Nonnato, que fundó el Ilmo. don fray Alonso Enrlquel.
de alumnos de artes y la s instituciones docentes se extien- de Toledo, que está a cargo de Nuestra Señora de la Mer·
den por lodo el pab. El nivel medio cultural e5 más ele· ced y se fundó el año de mil seiscientos cincuenta y ruatro;
vado; en cambio, e n todo el siglo no se publica ni un:. los colegios de San IIdefonso y San Pedro y S3n Jm," de la
sola obra fi losófica, aunque sigue habiendo excelenles ciudad de los Angeles".
maestros. El gigantesco esfuerzo, que hicieron sus ante- Muestra esta relación el auge de los estudios filosóficos
cesores, les permite a ellos marchar a un ritmo menos en los colegios de religiosos. Entre sus muchos lectores de
acelerado. Por otra parte, el pensamiento de Europ:. se artes, hay que tlarle el primer lugar al insigne fray Diego
ap:.rta. decididamente de la escolástica y corre por otros de Basalenque, "poeta, orador excelente, músico diestri-
cauces, que no son del gusto que sigue prc\'aleciendo en sima, filósofo profundo, teólogo eminente. historiador
E.spalía y en la Nucvil E.spaila. ¡)lIiGlIllClltC a Cina del exacto y astrónomo y arquitttto muy regular". Dejó varios
siglo. concrel3mente con Sigüen13. y GÓngora, . cmpiez.an a manuscritos teológicos y escriturarios, unas Summulae y
manifestarse los primeros signos de gran viraje que habla comentarios a la filosofJa natural de Aristóteles. Agustino
tle traer el siglo XVJll. fu e también fray Diego de Villarrubia, autor de los tres
En la Universidad el maestro más destacado fue si n duda volúmenes titulados Pluwsopllia ScflolasticocflristiaFla, que
el doctor Juan Dial- de Arce, de quien hace grandes elogios se encuentran manuScritos en el convento de Charo. Uno de
Plaza y Ja~n, contemporáneo suyo, en su Crónica de la los profesores franciscanos de mayor vaHa de este tiempo
Rtal y Pon tificin Uniuersidad dt Mbcico. Escribió varias rue el Jimelio fray Buenaventur3 Salinas, tesonero abogado
obras sobre temas blblicos, en los que lOuestra informa· de los derechos de los criollos, que dejó un CurSI/S p/liloso-
ción $Ólida, criterio seguro, aUn de claridad y excelentes pMcus, preparado para su impresión, aunque no llegó a
cualidada pedagógicas. Por este tiempo se fundó, como publicarse. Otro fr-anciscano ilustre fue fray José de Ga-
se habla hecho "en las famosas y grandes univenidades balda, autor de un Curso de filosofía, cuyo paradero se
del mundo, Salamanca , Alcalá de H enares y en otras de los ignora. Tampoco se conservan las obras filosóficas de fray
Reynos de Casti lla" la cátedra "del sutil doctor Escoto", Juan de Almanza, fray Manln de Aguirre y el famoso
que, aun siendo de la Facultad de Teología, influyó en fray Andrés Borda, que fue durante veinte años "catcdd·
los estudios 1iI0sóCicos. T;lInbién por esta época se deter· tico de Scoto" en h Universidad de México. De los domi-
minaron los requisitos a que habían de someterse los C3n· nicos descollaron fray Antonio de Hinojosa, autor de un
didatos a bachiller en la Facultad de Artes, que eran por ClyfJeus thomistaT"lm ex quaestionibus metaphysicis el
JOS~: ;\1. 1 ;. \ I.U:r.f)~ ItOC.\II"I .J. I.A ''" ILoso t'L\ t.:N Mt:xtCO EN LOS SICLOS XV I v XVII 113

tlll:olu1!.ici.r "I1"/,,'c com pllc/us y fr;IY Ju~c .C:l lder'~11 ~ I lte dejú cional y llevan (;5tos tflulos: Curso trienal de lilosolla,
m:lIluscriw Ull (;uml)(:lIdium ¡'lú/uslJp/u'lf: 1I/II1r.f llc/If: , que Comen lm'jos a los lísicos de Arisló,leles y una M etalísica ,
dccti\'amente lo era de IOdo el CU r!;n de :Irtes tlel m:l l 'Strn fechadas respectivamente en 1667, 1668 Y 1669. De la pri·
Soto, . mera hay dos' ejemplares, los dos incompletos y de disti nto
l'ero su peraron toda est:t produccibn (i~osúrica los J e~ contenido, Uno de ellos contiene un Liber tmicus summu·
su itas, de 105 que m:is dcstacados en este sl~lo fU,~ron los lamm. que está sin acabar y u na Lógica o Dialéctica, mucho
padres Andrés de Valencia, Diego C:rll:.Uel"O, Sc~:rsu:1I\ Con- más extensa; el otro tiene incompletos las Summulas y
l..Hef., ,\ guslln Sierra )' ]) ie~o l\hl"Íll tic Alc;¡7.:1I", ,\ndrés la DiaUctica y aci.emás Disputa/iones in libros Arislo/dis
de Valencia fue el sucesor del f:unoso patlre J ua n de Le- de Ortu t:t interit" y Disputationes in libros Adstotelis de
uesma en su c:Íledra de leologla del Colegio dc Sa n Pedro Anima, las dos con lagunas. En cambio, la segunda obra
y San Pablo, pero antes enselió rilosofia y dejó sendos tra· está completa. Su portada dice: Düpulaliones in acto Phy-
tados de L ógica, Dialéctica y Filosofl'a nall/ral, que no ha sicarum libros Ariltotdü stagyntae sub faustillimis aU.Jpiciü
sido posible localizar, Del padre Diego Caballero se conser- tutelaris nostri AI.geli Custodis, quam interum atque ile·
"lban en el Colegio Mayor de Santa Maria d~ todos lo~ n/m ;'l Patrollt~m nostrum vocamw, Anno Domini 1688,
Santos unas Controversiac Sc/¡olaslicac in ocio fibras PJ¡~SI­ scribebat p , Didacus Marin. Comparando estos comentarios
corum Ansloldü. En la Biblioteca Naci~nal de. Méx.lco con otros anteriOles, se observan cambios muy significa.
se custodia el manuscrito titulado Imlit u/lorum dlalec/I~o­ tivos. El más notable, la supresión casi total de las cues·
nun libri tres, que es un vademecllm, en el. ~u e conCisa liones propiamente fbicas. como si los nuevos derroteros
y claramente se expone la d octrina lógica. tradiCional, redu· de las ciencias experimentales le obligaran a limitarse a
cida a los puntos indispensables para pasar el examen. una explicación e'ltrictamente rnetemplrica de la natura·
Tambit n en la Biblioteca Nacional se conscn 'a un lila· leza. Por último, el tercer manuKTito, la Metafisica, lleva
nuscrito, fech ado en 1688, del padre Agllstln Sierra que no este largo título: Disputationes in Universam P/¡ilosoplliam
fu e profesor en México, sino en Puel.}la de I ()~ Ángcl ~s. $clrolaslicam quam Me/apilysicam scien/iam utliversaUlli·
Comprende estas materias: Tractallls In. ~I~OS libros Arr.s- mam vocan l. No concuerda del todo con el contenido de la
lo/dis de corpure generabili el corrllptlblll, Trac!at~1l I.n obra, pues en ella se incluyen cuestiones tomadas de Jos
tres Aris/otclis libros de torpore (lIIimato, Appendu: In Fúicos y del Tercer libro De Ánima,
Aristolclis libros de Metaplrysica. C()c/u, Me/lreons el. Parvis No hay en el siglo XVII una obra fil osófica tan destacada
Natumlibus. No parecen notas lomadas. en clase, sm? r~· como ésta de Mar~ n de Alcáur. Tiene una amplia temá-
dacción directa de Sierra, que tuvO el aCierto de presclllthr tica, una información sólida y una argumentación ingeniosa
de todas las cuestiones estériles y delinear con claridad y profunda. En toda ella domina el tono polémico, como
los rasgos funt! :unentales de la visión esco\;ístic3 de )¡l natu· si el autor contara de antemano Lvn que su doctrina no
raleza. El fervor con que sigue a Suárcz y subraya t<><!os ha de agradar ni a tomistas ni a escotistas. Está plena-
los pun tos en que discrepa de los t ~mistas, le hace te~tl,go mente convencido de que las nuevas teorlas de Vázquez
fehaciente de la incipiente innuenCla del gran metahSlcO y Suárez han de ser enseñadas y difundidas, en igualdad
granadino en la Nueva Espa iia. , ' . de derechos con las tradicionales, en la escuela, que con
Además de su copioslsima obra tcologlca , el padre Diego está aportación se ha de hacer más amplia. 1013na y fe-
l\hrln de Álcáz:u dejtJ tres obras filos(¡{ icas y la s tres fun- cunda. Cierto que su pensamiento no está. aún del todo
damentalcs. Se conservan manuscritas en la Biblioteca Na· fonÍJ.ado y dista mucho de poseer la profundidad y el vigor,
144 JOSÉ M . CAL LECOS ROCAFUU.

que tiene el de sus maestros, pero ese mismo estado como


de fennentación en que presenta sus ideas, las hace más
vivas y sugerentes. Lástima grande que todavía no se haya
publicado ninguna de las obras de este ferundo escritor.

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