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INTRODUCCIÓN

CAPITULO I MARCO CONCEPTUAL DE LA ADOLESCENCIA

1.1 CONCEPTO DE ADOLESCENCIA

1.2 DEMARCACIÓN ETARIA DE LA ETAPA DE LA ADOLESCENCIA Y SU


EVOLUCIÓN

1.3 LA PUBERTAD: CAMBIOS FÍSICOS


1.3.1 Los cambios físicos
1.3.2 El desarrollo en las chicas
1.3.3 El desarrollo en los chicos

1.4 EL CEREBRO ADOELSCENTE


1.5 SALUD FISICA Y MNETAL

CAPITULO II DESARROLLO PSICOLÓGICO DEL ADOLESCENTE

2.1 DESARROLLO COGNITIVO EN LA ADOLESCENCIA


2.2 DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DEL ADOLESCENTE
2.3 SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA

CAPITULO III DESARROLLO PERSONAL SOCIAL EN LA


ADOLESCENCIA

3.1 DESARROLLO DE LA IDENTIDAD DEL ADOLESCENTE


3.2 DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA
3.3 DESARROLLO DE LA CONCIENCIAS MORAL EN LA ADOLESCENCIA

CAPITULO IV PROBLEMAS PSICOSOCIALES DEL ADOLESCENTE

4.1 LOS TEMORES Y PREOCUPACIONES DEL ADOLESCENTE


4.2 TRASTORNOS MÁS COMUNES EN LA ADOLESCENCIA

CONCLUSIO
NES
BIBLIOGRA
FÍA
INTRODUCCIÓN

CAPITULO I MARCO TEORICO DE LA ADOLESCENCIA

1.1 CONCEPTO DE ADOLESCENCIA


La noción adolescencia proviene del verbo latino "adolescere", que significa crecer y
Desarrollarse hacia la madurez (Kaplan, 2004), siendo concebida esta etapa, como un período
Vital crítico en que el joven explora y examina las características psicológicas del yo, con el
Objeto de descubrir lo que realmente es y cómo encaja en el mundo social en el que se
Desenvuelve (Steinberg & Sheffield, 2001).

En primer lugar, debido a la naturaleza compleja del fenómeno, resulta clave relevar y
Problematizar, dos conceptos que permiten comprender la naturaleza y alcances de los procesos
que se desencadenan en esta etapa del ciclo de vida. El primero refiere al término pubertad, el cual
es concebido como “La condición biológica de haber adquirido la madurez genital y la capacidad
funcional de reproducirse” (Kaplan, 2004, p.23), designando al conjunto de transformaciones
morfológicas y fisiológicas de la maduración sexual que culminan en un cuerpo adulto, capaz de
procrear (Parera et al., 2001). El segundo corresponde a la noción de adolescencia, la cual alude al
conjunto de cambios cualitativos que se producen en la vida psicológica y social del joven y que
“engloba todas las incertidumbres connotativas del crecimiento emocional y social” (Kaplan,
2004, p.23), ubicando a este proceso como un epifenómeno que se deriva del proceso de
acomodación al estado Púber (Blos, 1996).
Por ello, mientras la pubertad es un fenómeno similar en todas las culturas, la adolescencia presenta
variaciones de acuerdo a los contextos sociales y culturales en los que se desenvuelva el joven,
estableciendo entonces que ésta se constituye en “un fenómeno psicológico que se ve determinado
por la pubertad pero no se reduce a ella” (Delval, 2002, p.544).

1.2 Demarcación etaria de la etapa de la adolescencia y su evolución


En lo que respecta a la delimitación al tramo etario de este estadio evolutivo, existiría un
Consenso respecto de que éste se circunscribiría a la segunda década de la vida (Molina, Molina y
González, 2007; Short & Rosenthal, 2008). Comenzaría con los procesos de crecimiento y
diferenciación de la estructura y funcionamiento del organismo (pubertad) y culminaría con los
procesos de restructuración psíquica y del rol social (Blos, 1996; Garaigordobil, 2000; Kaplan,
2004).
Se han propuesto subdivisiones en etapas de acuerdo a rangos de edad, con el objeto de
Caracterizar los aspectos específicos que se producen a lo largo de este período vital,
Puntualizándose que son demarcaciones, pero útiles para precisar didácticamente los diferentes
cambios y tareas que afronta el adolescente en su desarrollo, conforme también a los procesos de
maduración que atraviesa (Short & Rosenthal, 2008).
La primera sub etapa es la adolescencia temprana y se caracteriza por la transición de la infancia
a la adolescencia (Short & Rosenthal, 2008). En este período, se produce una aceleración del
crecimiento del cuerpo (estirón), un cambio en las proporciones corporales y se manifiestan los
primeros signos físicos de adultez corporal (aparición caracteres sexuales secundarios). Todo esto
en un escenario de cambios hormonales que ponen en marcha las transformaciones encaminadas
a la maduración sexual (Irribarne, 2003). Este período, se extendería aproximadamente desde los
10 a los 13 años (Irribarne, 2003; Molina et al., 2007), aunque la delimitación expuesta en la
literatura es variada, extendiéndose inclusive para algunos autores hasta los 14 años (Short &
Rosenthal, 2008). En esta etapa, existe en los jóvenes, gran interés por el cuerpo y la imagen física,
se tornan sensibles a las críticas y el trato de otros, apareciendo inseguridades importantes en torno
a su apariencia (Irribarne, 2003). Se ha indicado que desde el punto de vista biológico, el logro del
potencial reproductivo, en el caso de las mujeres alcanzado con la menarquia, marcaría el término
de esta fase e inicio de una nueva sub etapa denominada adolescencia media (Irribarne, 2003).
La adolescencia media, se extendería desde los 14 y 16 años aproximadamente, aunque tal como
se indicó, su entrada estaría más bien marcada por el logro del potencial reproductivo (Irribarne,
2003; Molina et al., 2007). De tal manera, este período se caracteriza por la consecución de la
madurez sexual, adoptando el cuerpo del joven, formas físicas ya con rasgos adultos (Irribarne,
2003; Molina et al., 2007). Se ha señalado que uno de los desafíos psicosociales centrales de esta
etapa, es la autoexploración y configuración gradual de su identidad, siendo fundamental para los
jóvenes la identificación con su grupo de pares, la búsqueda de independencia y privacidad
(Irribarne, 2003; Short & Rosenthal, 2008).
Finalmente, la última etapa denominada como adolescencia tardía, comenzaría entre los 17 o 18
años, constituyéndose en una fase terminal, cuya principal característica es la integración de la
personalidad y roles sociales adultos (Irribarne, 2003; extendiéndose por un período indefinido de
tiempo, ya que, su desenlace, depende de factores psicosociales (Kaplan, 2004), mostrando
variabilidad dependiendo de factores culturales y sociales (Short & Rosenthal, 2008).
1.3 PUBERTAD
La pubertad se comprende como un fenómeno madurativo que sigue una sucesión y ritmo
Pautado por determinantes biológicas (Blos, 2003), que es detonado y sostenido por una serie de
cambios o ajustes endocrinos que implican transformaciones morfológicas de envergadura para el
niño y niña.
Dicho proceso sería una reacción en cadena, que seguiría una secuencia cronológica, iniciándose
con la secreción hipotalámica del factor liberador de la hormona luteinizante, la cual “instruye” a
la glándula pituitaria o hipófisis para que permita el tránsito hacia la maduración sexual. Tales
procesos se separan en graduales modificaciones tanto al interior del cuerpo del niño o niña, como
también en su exterioridad, presentándose las primeras manifestaciones visibles aproximadamente
entre los 10,6 o 11 años en la mujer y entre los 12,6 y 13 años en los varones (Marcelli y
Braconnier, 2005). Es importante señalar que, “Una vez puestos en movimiento, los procesos del
crecimiento físico que llevan al niño a la estatura adulta, la madurez genital y la diferenciación
sexual definitiva, son irreversibles” (Kaplan, 2004, p.93).
Todos estos procesos concomitantes en la secuencia madurativa, derivan a su vez en
Formulaciones y teorizaciones que el propio adolescente elabora para dar sentido a sus cambios.
Esta dimensión, comprendida por Deutsch (1973 en García, 1983) como pubertad psicológica,
denota los intentos de adolescente por buscar coordenadas orientadoras que permitan soportar y
renovar un compromiso con su cuerpo sexuado. Es aquí, donde se entra en el orden de los
complejos procesos asociados al desarrollo adolescente.
Finalmente, García (1983) destaca que, la pubertad, no está relegada al dominio exclusivo de las
determinantes biológicas conducentes a la maduración sexual, si no también, a los drásticos
cambios mentales y conductuales que se producen en el adolescente, por lo que este período debe
ser encarado y comprendido como una unidad psicofísica y no disociada radicalmente, entre lo
biológico y lo psicosocial.

1.3.1 Los cambios físicos


La pubertad se inicia por cambios hormonales; dura alrededor de cuatro años; por lo general,
empieza antes en las niñas que en los varones y termina cuando la persona puede reproducirse, sin
embargo, el tiempo en que se presentan esos eventos varían de manera considerable.

La pubertad está marcada por dos etapas: La activación de las glándulas suprarrenales y la
maduración de los órganos sexuales.

Durante la pubertad tanto, los niños como las niñas pasan por el estirón del crecimiento
adolescente. Los órganos reproductivos se agrandan y maduran y aparecen las características
sexuales secundarias.

El concepto de desarrollo adolescente, remite a los complejos procesos de adaptación y cambio


que el joven experimenta en su paso por la pubertad (Blos, 2003). Conforme a ello, resulta
necesario comprender los fenómenos de crecimiento emocional y social que surgen a la par de los
procesos de maduración sexual, constituyéndose en un tiempo en que se producen una de las más
profundas transformaciones psicológicas por la que atraviesa un ser humano (Mendle et al.,2011).

1.3.2 Cambio puberales en las niñas


Es un proceso biológico que conduce a la maduración del sistema reproductivo, Caracterizándose
por un crecimiento acelerado de cuerpo y la aparición de los caracteres sexuales secundarios (Gaete
& Codner, 2006; Temboury, 2009), siendo estos últimos definidos como aquellos atributos
corporales que contribuyen a la excitación del deseo genital y erótico, pero no están esencialmente
implicados en el funcionamiento sexual o reproductivo, a diferencia de la vagina y genitales
externos (Kaplan, 2004).

En la mujer, el inicio de la pubertad, está marcado por la aparición de tejido mamario, seguido por
la aparición de vello pubiano, vello axilar y finalmente, la menarquia (Gaete & Codner, 2006).

En relación a los signos físicos exteriores del cuerpo de la niña, el desarrollo mamario o
Telarquia, es el que se expresa primeramente. En un inicio, se produce una elevación de los
pechos, se amplía levemente el círculo areolar y se produce una pigmentación suave en éste,
apareciendo el botón mamario o botón glandular del desarrollo, debido a un aumento del tejido
celular subcutáneo. Luego de ello, se generar cambios más acentuados, en que el diámetro areolar
se incrementa y los pezones se desarrollan, tornándose los pechos más prominentes, ya que se
produce una acumulación de tejido adiposo (Parera et al., 2001; Temboury, 2009).
Asimismo, los pezones en la medida que se produce poco a poco una elevación mayor, alcanzando
un mayor desarrollo, presentan capacidad de erección, tornándose sensible al tacto y otros
estímulos sensoriales. Este proceso se inicia por lo general dos años antes de la primera
menstruación, estimándose el tiempo total de desarrollo mamario entre 5 y 9 años (Kaplan, 2004;
Parera et al., 2001; Temboury, 2009)
Por otra parte, en este proceso se irá produciendo un aumento del diámetro de la pelvis y se
generará tejido adiposo en las caderas y los muslos, adoptando formas cada vez más redondeadas
estas zonas del cuerpo (Parera et al., 2001). Asimismo, se irá desarrollando el vello axilar y púbico,
adquiriendo este último, al finalizar la pubertad, una distribución típicamente femenina en forma
de triángulo invertido y que se extiende hasta la cara interna de los muslos. Usualmente este
desarrollo es posterior al inicio del tejido mamario (Parera et al., 2001).

Por otra parte, en relación a ello a las gónadas femeninas comienzan a producir importantes
cantidades de estrógenos, tres o cuatro años antes que se estabilicen los ciclos ovulatorios, siendo
estas hormonas las que en acción conjunta con los estrógenos suprarrenales, estimulan el
crecimiento de la vagina, clítoris, la vulva y el útero, así como también a los rasgos ya descritos
que dan una forma femenina al cuerpo infantil de la niña. Junto a ello, la hormona luteinizante, en
interacción con los estrógenos ováricos y la progesterona, permiten la regularización de los ciclos
de ovulación y menstruación (Parera et al., 2001).

Cabe señalar, que el útero crece hasta triplicar su volumen infantil y el espesor del endometrio que
recubre a éste, aumenta a medida que transcurre la pubertad. El primer desprendimiento del
endometrio se denomina menarquia y transcurren aproximadamente 2 años entre el crecimiento
del busto y su presentación (García, 2004; Temboury, 2009). La menarquia marca el límite del
inicio de la fecundidad y su edad promedio en Chile se estima en 12,5 años (Gaete & Codner,
2006).

Al inicio, los ciclos menstruales son anovulatorio e irregulares y deben transcurrir


Aproximadamente cinco años desde las primeras manifestaciones asociadas a la pubertad, hasta la
adquisición de la capacidad de producir óvulos maduros y alcanzar la madurez sexual y
reproductiva (Kaplan, 2004). Por ello, “A pesar que la menarca marca un estado del desarrollo
uterino, no significa que exista madurez reproductiva, aunque cualquier ciclo es potencialmente
fértil. Los primeros ciclos menstruales son irregulares y en muchos casos no hay ovulación”
(García, 2004, p.12).

Las características sexuales primarias en las chicas, los cambios puberales duran alrededor de
3 a 4 años. El Crecimiento acelerado, en las chicas las primeras manifestaciones físicas son: Los
ovarios, las trompas de Falopio, el útero, el clítoris y la vagina.
Las características sexuales secundarias son signos fisiológicos de la maduración sexual que
no involucran de manera directa a los órganos sexuales, entro de ellos están:
Los senos.

Signos de la pubertad “Los primeros signos externos de la pubertad suelen ser los tejidos de los
senos y el vello púbico”. (Suman y Rogol, 2004)

Los pezones en las niñas crecen y sobresalen, las areolas (las zonas pigmentadas que rodean a los
pezones) se agrandan y los senos adoptan primero una forma cónica y luego redondeada.

El vello púbico, al principio lacio y sedoso, con el tiempo se vuelve grueso, oscuro y rizado.

El estirón del crecimiento adolescente implica un aumento rápido de estatura, peso y


crecimiento muscular y óseo. Por lo general empieza entre las edades 9 años y medio y 14 años
y medio (usualmente alrededor de los 10años) .Suele durar alrededor de 2años; poco después de
que termina, el joven alcanza la madurez sexual. Tanto la hormona del crecimiento como las
hormonas sexuales (andrógenos y progesterona) contribuyen a este patrón normal del
crecimiento. (Suman y Rogol, 2004)
(Gans, 1990) Las niñas por lo general alcanzan su estatura máxima hasta los 15 años. La tasa del
crecimiento muscular llega a su punto más alto a los 12 años y medio.

(Suman y Rogol, 2004) El crecimiento de los niñas no solo se manifiesta en la tasas, sino también
en la forma en que se produce. La pelvis de la niña se ensancha para facilitar la maternidad y bajo
su piel se acumulan capas de grasa, lo que le da una apariencia más redondeada .En ellas, la grasa
se acumula dos veces más rápidos que en los varones.

El principal signo de madurez sexual en las niñas es la menstruación, el desprendimiento


mensual del tejido del revestimiento del útero. La primera menstruación llamada menarquia; su
momento normal de aparición puede variar entre los 10 y16años y medio. (S.E. Anderson, Dallal
y Must, 2003)

1.3.3 Cambios puberales en los niños

Las características sexuales primarias en los chicos, los cambios puberales duran de 3 a 4 años.
Los primeros signos de la pubertad en los chicos son: Los testículos, el pene, el escroto, las
vesículas seminales, y la próstata. Durante la pubertad estos órganos se agrandan y maduran.
Las características sexuales secundarias son signos fisiológicos de la maduración sexual que no
involucran de manera directa a los órganos sexuales, dentro de ellos están: Los hombros anchos,
los cambios de la voz y la textura de la piel, el desarrollo muscular y el crecimiento del vello:
púbico, facial.

Signos de la pubertad “Los primeros signos externos de la pubertad en el niño es el aumento


del tamaño de los testículos”. (Suman y Rogol, 2004)
Se observa con preocupación un crecimiento temporal del tejido mamario, que puede durar hasta
18 meses. El vello púbico, al principio lacio y sedoso, con el tiempo se vuelve grueso, oscuro y
rizado. La voz se hace más profunda, se base en el crecimiento de la laringe y en parte a la
producción de las hormas masculinas. La piel se vuelve más gruesa y grasosa, producción de
espinillas y puntos negros debido a la mayor actividad de glándulas sebáceas. El acné producto de
la mayor cantidad de testosterona.

El estirón del crecimiento adolescente implica un aumento rápido de estatura, peso y


crecimiento muscular y óseo. Por lo general empieza entre las edades 10 años y medio y los 16
años (por lo general de 12 a 13 años) implica un aumento rápido de estatura, peso y crecimiento
muscular y óseo. Tanto la hormona del crecimiento como las hormonas sexuales (andrógenos y
progesterona) contribuyen a este patrón normal del crecimiento. (Suman y Rogol, 2004)
(Gans, 1990) Los niños por lo general alcanzan su estatura máxima hasta los 17 años. La tasa del
crecimiento muscular llega a su punto más alto a los 14 años y medio.

(Suman y Rogol, 2004) El crecimiento de los niños no solo se manifiesta en la tasas, sino también
en la forma en que se produce .Un niño se hace más grande en general: sus hombros son más
anchos, sus pierna son más largas en relación al tronco y sus antebrazos son más largas en relación
a la parte superior del brazo y de su estatura.
Signos de la madurez sexual: producción de esperma el principal signo de madurez sexual en
los niños es la producción del esperma (la maduración de los órganos productivos).La primera
eyaculación o espermarquia, ocurre en promedio de los 13 años. UN niño puede despertar y
encontrar una mancha húmeda o seca y endurecida en las sabanas; el resultado de una emisión
nocturna, es decir, una eyaculación involuntaria del semen (conocido como sueño heroico) (S.E.
Anderson, Dallal y Must, 2003)
1.4 El cerebro adolescente
El cerebro adolescente todavía no ha terminado de madurar .Pasa por una segunda oleada se
sobreproducción de materia gris, en especial en los lóbulos frontales, seguida de la poda del exceso
de células nervios .La continuación de la mielinazacion de los lóbulos frontales facilita la
maduración del procesamiento cognoscitivo.

La adolescencia procesa la información sobre las emociones con la amígdala, mientras que los
adultos usan el lóbulo frontal .Por consiguiente, los adolescentes suelen hacer juicios menos
exactos y menos razonados.

El subdesasarrollo del sistema cortical frontal relacionado con la motivación, la impulsividad y la


adicción puede explicar la tendencia de los adolescentes a tomar riesgo.

1.5 SALUD FISICA Y MNETAL

En su mayor parte, los años de la adolescencia son relativamente sanos. Los problemas de salud a
menudo se asocian con la pobreza o el estilo de vida.
Muchos a adolescentes no realizan actividad física vigorosa de manera regular.

Muchos adolescentes no duermen lo suficiente porque el horario de la preoperatoria no está


sincronizado con sus ritmos corporales.

La preocupación por la imagen corporal, puede dar a lugar a trastornos alimentarios.

Tres trastornos alimentarios comunes en la adolescencia son la obesidad, la anorexia nerviosa, y


la bulimia nerviosa. Todos ellos pueden generar graves efectos a largo plazo. La anorexia y
bulimia afecta sobre todo las chicas y mujeres jóvenes.

El consumo de sustancias por parte de la adolescencia ha disminuido en años recientes, aun así,
el consumo de drogas suele iniciar cuando los niños pasan a la escuela secundaria.

La marihuana, el alcohol y el tabaco son las drogas más populares entre los adolescentes. Todos
implican riesgos graves.

La prevalencia de la depresión aumenta en la adolescencia en especial entre las mujeres.

Las causas principales de muerte entre los adolescentes incluyen los accidentes automovilísticos,
el uso de armas de juego y el suicidio.

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