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Oespufs dtl u de u ptlembre,los utidounldenHS vi•l•ban mt nos. Pff'O compt¡ban mH cosas q~ podi.an dfs·
frutar en us.a. tomo pJHrlllas ~,. birbacoas y pJsclnu.
que es el proceso a través del cual la contrac- varias etapas conducirá finalmente a un
ción o la expansión del consumo y de la inver- nuevo equ!Ubrto macroeconómico. Gracias a
sión se transmiten por la economía durante este análisis, llegaremos a comprender por qué
un periodo de tiempo. Veremos la importan- se considera que la inversión y los niveles de
cia que tienen las variaciones de la inversión existencias son indicadores clave del estado
para el proceso multiplicador, que a través de futuro de la economía.
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Consumo
lDebería usted derrochar en una comida en un restaurante o ahorrar comiendo en casa?
lDebería comprar un automóvil nuevo? Y en tal caso, lcuánto debería gastarse en él? lOe-
hería reformar el aseo o dejarlo así un año más? En la vida diaria las personas se enfren-
tan a este tipo de decisiones constantemente. No sólo estructuran la composición de su
consumo, sino que también calculan cuál debe ser el gasto total. Estas decisiones tienen
un gran efecto en la economía: el consumo supone generalmente dos tercios del gasto
total en bienes y servicios finales. De modo que las variaciones en el consumo pueden pro-
vocar desplazamientos significativos de la curva de demanda agregada y, como ya vimos
en el capítulo 10, la posición de la curva de demanda agregada, junto con la posición de
la curva de oferta agregada a corto plazo, determinan a corto plazo la producción agrega-
da y el nivel de precios de la economía.
Sin embargo, lqué influye en el consumo? Nos centraremos en tres factores: la renta
disponible, la renta esperada y la riqueza.
Resulta muy útil utilizar una ecuación para representar la relación entre la renta dis-
ponible y el consumo de un hogar. La función de consumo es una ecuación que mues-
tra la variación del consumo de una familia en relación con la variación de su renta
disponible. La versión más sencilla de esta función es una ecuación lineal:
(11-1) c~a+PMCxyd
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Si multiplicamos los dos términos de la ecuación 11-2 por áyd:
La ecuación 11-3 nos muestra que cuando yd aumenta en una unidad monetaria e aumen-
ta en PMC x 1. Fíjese en que el símbolo de la renta es y. Es una práctica habitual en macro-
economía, a pesar de que income, en inglés, no se escriba yneome. La razón reside en que I
se reserva para designar la inversión.
La ilustración 11-2 muestra la ecuación 11-1, con yd en el eje de abscisas y e en el de
ordenadas. El gasto autónomo individual, a, es el valor de e cuando yd es O (la intersec-
ción de la función de consumo, fe, con el eje de abscisas). PMC es la pendiente de la
recta, que es su grado de inclinación. Si la renta disponible aumenta en áyd, el consu-
mo de los hogares, e, aumenta en PMC x áyd, de modo que la pendiente de la función
de consumo es:
Los datos empíricos nunca encajan de manera exacta en la ecuación 11-1. Sin embar-
go, se les puede ajustar una recta. En la ilustración 11-3 se vuelven a mostrar los datos de
la ilustración 11-1, pero esta vez aparece una línea que une los puntos de la manera más
fiel posible. Según los datos sobre el gasto y la renta de los hogares, la estimación más ade-
cuada para a es 14 184 $y para PMC es 0,597. De modo que si introducimos estos datos
en la función de consumo obtenemos:
la fund6n de consumo
.......
C4tu,..
-~ ...............,.
De los datos se desprende que PMC es aproximadamente 0,6. Por lo tanto, la propen-
sión marginal al ahorro (PMA) (la fracción de la unidad adicional de renta disponible des-
tinada al ahorro) es, más o menos, 0,4.
Es importante percatarse de que la ilustración 11-3 muestra una relación microeeonó-
mica: la relación entre la renta disponible y el gasto en bienes y servicios finales de una
única familia. Sin embargo, se asume que existe una relación macroeconómica similar, es
decir, que existe la misma relación entre la renta disponible agregada y el consumo agre-
gado. Esta relación recibe el nombre de función de consumo agregado. Supondremos
entonces que tiene la misma forma que la función de consumo, C =A + PMC x YD, en la
que Ces el consumo agregado (para lo que antes habíamos denominado "consumo"), YD
es la renta disponible agregada (antes denominada "renta disponible") y A es el consumo
autónomo, es decir, el consumo cuando YD es O. Ésta es la relación que representa FC en
la ilustración 11-4, análoga a fe de la ilustración 11-3.
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llustradón 11-3
Cambios en la renta esperada Suponga que consigue un trabajo muy bueno ybien
pagado justo al acabar la universidad. Aunque no empieza a trabajar hasta septiembre, con
lo que su renta disponible no ha aumentado todavía, sin embargo, es posible que a partir
de ahora empiece a gastar más en bienes y servicios finales (quizás se gaste más en ropa
de lo que tenía pensado) , puesto que sabe que pronto tendrá ingresos.
Supongamos al contrario que tiene un buen traoajo, pero sabe que la empresa planea
reducir la plantilla de su departamento y existe la posibilidad de que pierda su empleo y
tenga que aceptar un sueldo inferior en otra empresa. Aunque su renta disponible no haya
disminuido todavía, es probable que reduzca el gasto a partir de ese momento y empiece a
ahorrar para cuando lleguen las vacas flacas.
Ambos ejemplos son una muestra de cómo pueden influir las expectativas sobre la
renta disponible en el consumo. En las dos gráficas de la ilustración 11-4 aparece la renta
disponible y el consumo, y se muestra de qué manera influyen los cambios de la renta
esperada en la función de con sumo. En ambas gráficas, FC1 es la función de consumo
inicial. En la gráfica (a) se muestra el efecto de buenas noticias: esta información incita
a los consumidores a gastar una proporción de su renta disponible más elevada que la
actual. Los con sumidores gastarán más a cualquier nivel de renta disponible, YD, lo que
llustradón 11-4 Desplazamientos de la función de consumo agregado
(a) DH¡IIua,.lento hoda ambo (b) Onplauwritnto ~ocio obojo
de la fund6n de COMOl.,o ogrogadoo do la fund6n do consumo ogrogldo
Consumo. C Consumo. C
función función
de consumo dt consumo
agreg.ado, fC, agregado, fC,
funci6n función
de consumo de consumo
agregado, FC, •gregodo. FC,
A¡
l
Az
82
producirá un incremento de A, el consumo autónomo, de A1 a A2 . En consecuencia, la
función de consumo agregado se desplaza hacia arriba, de FC 1 a FC2 . En la gráfica (b)
se puede observar los efectos que provocan las malas noticias, es decir, las expectativas
de reducción de la renta disponible. Los consumidores gastarán menos a cualquier nivel
de renta disponible, YD, provocando una reducción en A, que se desplazará de A1 a A2 .
Como consecuencia, la función de consumo agregado se desplaza hacia abajo, de FC1
afC2 •
La inversión
Una de las principales razones por la que los economistas estaban preocupados por una
posible calda del consumo tras el 11 de septiembre era que no existía una fuente alterna-
tiva de demanda agregada que pudiera contrarrestar la caída y evitar el hundimiento de la
economía. En aquellas fechas, la inversión se encontraba en medio de una caída que dura-
ría 18 meses y mostraba pocos signos de recuperación. Un aumento del gasto público
hubiera requerido mucho tiempo para su aprobación y puesta en marcha. Y no existía nin-
gún modo de estimular la demanda exterior de bienes y servicios estadounidenses.
83
Jlustrad6n 11-6
84
Tal vez piense que la decisión a la que se enfrenta una empresa que puede financiar su
inversión gracias a sus beneficios de años anteriores es diferente. Los beneficios acumula-
dos que se invierten en la financiación de un proyecto se denominan reservas. Pero aun-
que una empresa financie así su inversión, el elemento clave de viabilidad del proyecto
sigue siendo el tipo de interés, ya que la empresa tiene que tener en cuenta el coste de
oportunidad de sus propias reservas. Si en vez de invertir en equipamiento, prestara sus
fondos obtendría intereses. De modo que el coste de oportunidad de invertir las reservas
en un proyecto es la renuncia a dichos intereses, por lo que la necesidad de que la tasa de
rendimiento del proyecto sea igual o superior al tipo de interés del mercado existe siem-
pre, se financie con reservas o con un préstamo.
El resultado es que, independientemente del tipo de financiación (reservas o présta-
mo), una subida de los tipos de interés de mercado hace que cualquier proyecto resulte
menos rentable. (Y si el proyecto no era rentable, una subida de los tipos lo convierte en
aún menos rentable.) Por ejemplo, imagine que se da una subida de los tipos de interés
provocada por un desplazamiento hacia la izquierda de la curva de oferta de préstamos,
por ejemplo porque el miedo a una crisis bancaria lleva a los hogares a no depositar sus
ahorros en bancos que conceden préstamos a empresas. Algunos de los proyectos que
habrían obtenido financiación con un tipo de interés inferior, no la obtendrán tras la subi-
da de los tipos de interés, ya que ahora su tasa de rendimiento está por debajo del nuevo
tipo. Por el contrario, un descenso de los tipos de interés hace que cualquier proyecto sea
más rentable. Algunos proyectos de inversión que no obtenían financiación con los tipos
de interés anteriores la conseguirán ahora.
Así pues, la relación existente entre tipos de interés e inversión planeada, es decir, los
proyectos de inversión cuya realización se decide libremente, es inversa. Si el resto de
variables permanece constante, un tipo de interés alto conduce a un nivel inferior de
inversión planeada.
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cimiento de las ventas? La tasa de crecimiento del PIB real. Una mayor tasa de crecimien-
to del PIB real implica una mayor inversión. Esta relación se resume en el denominado
acelerador. Como se explica en la próxima sección de "La economía en acción", éste
desempeña un importante papel en las caídas de la inversión, periodos en los que el gasto
de inversión es bajo.
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>>COMPRUEBE SI LO HA ENTENDIDO 11-2
1. Explique si la inversión planeada y la no planeada cambiarán en las siguientes situaciones. En el
caso afirmativo, ¿la variación será positiva o negativa?
a. Un aumento imprevisto del consumo.
b. Una brusca subida del coste de los préstamos a las empresas.
c. Un marcado aumento de la tasa de crecimiento del PIB reaL
d. Una caída imprevista de las ventas.
2. Históricamente, la inversión ha registrado variaciones mlís intensas que el consumo, tanto positiva.s
como negativas. ¿Por qué cree que ha sido asi? (Pista: tenga en cuenta la PMC y el acelerador.)
3. Durante el año 2002, la demanda de consumo fue muy floja y los economistas temían que un exce-
so de existencias, es decir, un alto nivel de inversión no planeada en existencias, dificultara la
pronta recuperación de la economía. Explique por qué un excedente de existencias o el exceso de
capacidad productiva podrían deprimir la economía.
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Gasto agregado planeado y PIB real
En una economía en la que no hay ni comercio exterior, existen tan sólo dos fuentes de
demanda agregada: el consumo, C, y la inversión, I. Al no haber impuestos ni transfe-
rencias, la renta disponible agregada es igual al PIB (y como el nivel de precios agregado
tampoco varia, dicho PIB es el PIB real): el valor total de las ventas finales de bienes y ser-
vicios en última instancia se transforma en renta de los hogares. De modo que en esta
economía, sumamente simplificada, existen dos ecuaciones básicas para calcular la renta
nacional:
(11-6) PIB = e+ 1
(11-7) YD = PIB
(11-8) e = A + PMe x YD
El nivel de gasto agregado planeado de un año dado depende del nivel del PIB en dicho
año. Para ver el porqué, analicemos el ejemplo concreto de la tabla 11-1 de la página 282.
Supongamos que la función de consumo es:
88
En la tabla, tanto el PIB real, YD, C, lpJaneada y GAP!aneado están medidos en
miles de millones de dólares, y suponemos que el nivel de inversión planeada,
IPlamada• es 500. La primera columna muestra los posibles niveles de PIB real;
la segunda, la renta disponible, YD, que en nuestra economía simplificada
coincide con el PIB real. La tercera muestra el consumo, e, que es igual una
constante (por valor de 300) más 0,6 veces la renta disponible, YD. La cuarta
columna muestra la inversión planeada, lprcmeada que asciende 500, indepen-
dientemente del nivel del PIB. Por último, la quinta columna refleja el gasto
agregado planeado, GApraneado• que es la suma del consumo agregado, C, y la
inversión planeada, !Planeada· (Para facilitar la notación, daremos por sentado
que todas las variables del la tabla 11-1 están medidas en miles de millones de
dólares.) Como puede ver, cuanto mayor es el PIB real mayor es la renta dis-
ponible: cada incremento de 500 del PIB real aumenta YD en 500, lo que a su
vez provoca un aumento de e en 500 x 0,6 = 300 y de GAPrantado en 300.
llustrad6n 11-8
4000
Ll funct6n u consumo
agrepdo y el gasto plantado 3500
agregado
GAPloneodo
Lo recta situada on una pos1cí6n infe-
rior, FC. es la funci6n do consumo ag .... FC
gado trmda con los datos do la tabla
11·1. Lo recta superior, ~- os
la recta dolgasto planeado agregado
corrospond;onte • los clitos dt la misma
tabla. Coincide con IJ recta de IJ fun.
ci6n de consumo ag'"ljado, pero elmocli
• • 500 miles de miiiDne< do d61aros,
...,.
El gastD
piiiMOdo
la magnitud clo la invonl6n planeada.
""'-·-
u igual«
1- 11...
1-.
'~"'" 500 mlle$
do millones o 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000
Pllrul
(mUes de millones dt d611m)(S)
89
Equilibrio renta-gasto
En todos los valores de la tabla 11-1 excepto en uno el PIB real es distinto al GAPianeado (la
suma del consumo y la inversión planeada). Por ejemplo, cuando el PIB real es 1000, el
consumo es 900 y la inversión planeada 500, de modo que el gasto agregado planeado es
1400. Esto supone que es superior en 400 al correspondiente nivel de PIB real. Ahora con-
sidere qué ocurre cuando el PIB real es 2500; el consumo es 1800 y la inversión planeada,
500. De manera que el gasto agregado planeado es 2300, 200 menos que el PIB real.
Como acabamos de explicar, el gasto planeado agregado puede ser diferente del PIB real
sólo en el caso de que en la economía se produzca inversión no planeada en existencias,
INo planMda· Analicemos la tabla 11-2, que recoge las cantidades de PIB real y de gasto agre-
gado planeado de la tabla 11-1 y además el nivel de inversión no planeada en existencias,
INo planeada• que surge de cada combinación de PIB real y gasto agregado planeado. Por
ejemplo, si el PIB real es 2500, el gasto agregado glaneado es tan sólo de 2300. Esta dife-
rencia en 200 tiene que ser una inversión no planeada en existencias positiva, que se pro-
duce únicamente si las empresas han sobrestimado las ventas y han producido en exceso,
provocando incrementos no planeados de las existencias. Generalizando, cualquier nivel
de PIB que exceda de 2000 refleja una situación en la que las empresas producen más de
lo que los consumidores y las otras empresas quieren comprar, provocando un aumento
no intencionado de existencias.
A la inversa, un nivel de PIB real inferior a 2000 implica que el gasto agregado pla-
neado es mayor que el PIB real. Por ejemplo, cuando el PIB real es 1000, el gasto agre-
gado planeado es mucho mayor y alcanza los 1400. Que el gasto planeado agregado
sobrepase el nivel de PIB en 400 corresponde a una inversión no planeada en existen-
cias negativa de -400. Generalizando, un nivel de PIB por debajo de 2000 implica que
las empresas han subestimado las ventas y se ha producido una inversión no planeada
en existencias negativa.
Si analizamos conjuntamente las ecuaciones 11-5, 11-6 y 11-9, podemos plantear la
relación que existe entre PIB real, gasto agregado planeado e inversión no planeada en
existencias:
(11-11) PIB • e+ I
- e + IPianMda + INo planeada
= GAPianeado + INo planeado
De modo que cuando el PIB real excede el GAPianMdo• la INo planeada es positiva, mientras
que si el PIB real es inferior al GAPianeado• la INo planeada es negativa.
Sin embargo, las empresas actuarán para corregir sus errores: reducirán la producción
si han registrado un incremento no planeado en sus existencias y la aumentarán si han
disminuido de forma imprevista. En última instancia estas respuestas neutralizarán los
cambios imprevistos en las existencias y harán que la economía vuelva a 4!1a situación en
la que el PIB real coincida con el gasto agregado planeado. Siguiendo con el mismo ejem-
plo, si el PIB real es 1000, la inversión no planeada negativa hará que las empresas aumen-
ten la producción, provocando un incremento del PIB real. De hecho, esto ocurrirá
siempre que el PIB sea inferior a 2000, es decir, mientras que el PIB real sea inferior al
gasto agregado planeado. Por el contrario, si el PIB es 2500, la inversión no planeada posi-
tiva llevará a las empresas a reducir la producción, provocando una caída del PIB real. Esto
ocurrirá siempre que el PIB real sea mayor al gasto agregado planeado.
90
La única situación en la que las empresas no tienen motivo para variar la producción
es cuando el PIB real coincide con el gasto agregado planeado, lo que se conoce como
equilibrio renta-gasto. En la tabla 11-2, tal equilibrio se alcanza cuando el PIB real es
2000, el único nivel de PIB en el que la inversión no planeada es cero. A partir de ahora,
denotaremos el nivel de PIB real en el que se produce el equilibrio renta-gasto como Y* y
le llamaremos PIB del equilibrio renta-gasto.
En la ilustración 11-9 de la página 284 se ilustra de forma gráfica el concepto de equi-
librio renta-gasto. En el eje de abscisas aparece el PIB real y en el eje de ordenadas el gasto
agregado planeado, GAPian~ado· Hay dos rectas en el gráfico. La recta continua es el gasto
agregado planeado y muestra de qué manera dicho gasto planeado, es decir, C + IPian~ada•
depende del PIB real. Tiene una pendiente de 0,6, igual a ·PMC, y corta con el eje vertical
llurtrad6n 11-9
(qullfbrio renta-gasto
.."""'
'"9011. 40110
O~litlrio rti'W_.,sto M MC~J tri l. t( tnndo, )~
91
cruz keynesiana y fue desarrollada por !Paul Samuelson (uno de los mejores economis-
tas del siglo xx y galardonado con un premio Nobel) para explicar el pensamiento eco-
nómico de John Maynard Keynes, el fundador de la macroeconomía tal como la
entendemos hoy en día.
111AIM:IIII:Ia11111jJ;IIglllgl•lltllWIDI
1. A pesar de que los economistas creen que las recesiones se originan a partir de una caída de la
inversión, también afirman que el consumo acabará cayendo durante la recesión. Explique por qué.
2. a. Utilice un diagrama como el de la ilustración 11-10 para ilustrar lo que sucede cuando se produ-
ce un descenso autónomo del gasto agregado. Describa el proceso de regulación de la economía
para alcanzar un nuevo equilibrio renta-gasto.
b. Suponga que Y* inicial es 500 miles de millones de dólares, la disminución autónoma del gasto
agregado planeado es 300 millones y PMC = 0,5. Calcule Y* tras dicha disminución del gasto.
92
La política fiscal - -12
E N 1998 EL ESTADO JAPONÉS CONCLU-
yó la construcción del puente colgan-
te más largo del mundo, que une la
isla de Awaji con la ciudad de Kobe. Este puen-
te mide 3911 metros y costó 7300 millones de
países que tratan de gestionar la demanda agre-
gada utilizando políticas fiscales discrecionales
y también los que modifican los impuestos con
el mismo objetivo. En ocasiones reducen los
impuestos en un intento de estimular la eco-
dólares. Sin embargo, como los más escépticos nomía o los suben cuando consideran que la
predijeron, en general soporta muy poco tráfi- demanda agregada es demasiado fuerte.
co, unos 4000 vehículos diarios. En compara- En este capítulo veremos de qué manera
ción, 300 000 automóviles cruzan a diario el encaja la política fiscal discrecional en el
puente Verrazano, el puente colgante más largo modelo de las fluctuaciones a corto plazo que
de los Estados Unidos, que une Staten Island estudiamos en el capítulo 10. Veremos de qué
con Brooklyn, en la ciudad de Nueva York. forma los cambios deliberados del gasto públi-
En Japón, este tipo de gasto es habitual. co y de las políticas impositivas afectan al PIB
Durante los noventa, el Estado japonés gastó real. También veremos de qué manera pueden
unos 1,4 billones de dólares en infraestructuras ayudar a estabilizar la economía aquellas varia-
entre las que aparecían varios proyectos de ciones de la recaudación tributaria motivadas
dudosa utilidad. Sin embargo, el principal
propósito de este gasto en construcción no
era crear unas infraestructuras necesarias
sino tratar de sostener la demanda agregada.
Durante los noventa, el Estado japonés
construyó puentes, presas, carreteras, rom-
peolas e incluso estacionamientos como
forma de luchar contra las caídas de la
demanda agregada, que de manera persis-
tente se mantenía por debajo de lo espera-
do. El uso que el Estado japonés hizo del
gasto en Infraestructuras como forma de En los años noventa la construccíón del puente
estimular la economía es un ejemplo de Akashi Kaikyo formaba parte de los esfuerzos del Estado
japonés por sostener la demanda agregada.
política [!Sea! discrecional, es decir, aquella
que utiliza de forma deliberada el gasto público por las fluctuaciones a corto plazo del PIB, que
o el sistema impositivo como herramienta de son una respuesta automática que se produce
gestión de la demanda agregada. Aunque a sin que se hayan tomado decisiones deliberadas
menor escala, también en los Estados Unidos de polftica fiscal. Concluiremos el capítulo
se ha intentado esta técnica para salir de una estudiando Las consecuencias a largo plazo de la
recesión económica. De hecho, son muchos los deuda pública y del déficit presupuestario.
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Politica fiscal: nodones básicas
Empecemos por lo evidente: los Estados actuales recaudan y gastan cantidades muy impor-
tantes de dinero. En la ilustración 12-1 se muestra el gasto público y la recaudación tri-
butaria del año 2003 (expresados en porcentaje del PIB) de una serie de países
desarrollados. Como puede ver, el sector público sueco es relativamente grande y repre-
senta cerca del 60% de la economía sueca. El Estado americano, aunque de menor tamaño
que el canadiense o que la mayoría de los europeos, tiene sin embargo un papel conside-
rable v es uno de los principales actores de la economía estadounidense. Variaciones del
presupuesto federal (como pueden ser cambios del gasto público o del
sistema impositivo) pueden tener efectos significativos en la econo-
mía del país.
Para analizar dichos efectos, empezaremos por mostrar cómo los
impuestos y el gasto públíco afectan al flujo de ingresos de una eco-
nomía. Acto seguido, veremos cómo las variaciones del gasto y de los
impuestos afectan a la demanda agregada.
94
nivel local, la cosa se complica ya que a estos niveles el gasto público se
financia con una combinación de impuestos sobre ventas, impuestos
sobre la propiedad, impuestos sobre la renta y tasas de muy diversa índo-
le. De manera global, en el año 2004 los impuestos sobre la renta de las
personas físicas y los beneficios empresariales alcanzaron el 43% de la
recaudación tributaria total. Las cotizaciones a la Seguddad Social repre-
sentaron el28% y los otros impuestos (que se recaudan sobre todo a nivel
de los estados y a nivel local) el 29% restante.
En la ilustración 12-3 se muestra la composición del gasto púb lico
estadounidense para el año 2004. Este gasto es de dos tipos: uno es la
compra de bienes y servicios, que incluye cualquier adquisición, desde
las municiones del ejército hasta los salarios del profesorado de la
escuela pública (que en la contabilidad nacional son una partida de
proveedores del servicio "educación") . Las partidas más importantes
son defensa y educación. La categoría "Otros bienes y servicios" agru-
pa el gasto de los estados y gasto local en un amplio abanico de servi-
cios, como policía, bomberos, construcción y mantenimiento de vías
públicas, etc.
El segundo tipo de gasto público son las transferencias, que son los
subsidios que paga el Estado a los hogares sin que haya una contrapar-
tida de bienes y servicios de ningún tipo. En la economía actual de los
países occidentales, las transferencias representan una parte importan-
te del presupuesto. En los Estados Unidos, la mayor parte del gasto
público en trasferencias corresponde a tres programas.
• La Seguridad Social (sólo incluye el sistema de pensiones), que garanti-
za los ingresos de jubilados y discapacitados, y de sus cónyuges e hijos
dependientes en caso de fallecimiento del beneficiario.
• Medicare, que cubre buena parte del coste sanitario de las personas mayores de 65 años.
• Medicaid, que cubre buena parte del coste sanitario de las personas con dificultades
económicas.
El término Seguridad Social se usa para describir aquellos programas públicos cuya
misión es proteger a las familias de las dificultades económicas. Esto incluye pensiones de
jubilación y discapacidad y servicios sanitarios (Medicare y Medicaid). En los Estados
Unidos estos servicios se pagan a través de impuestos específicos sobre los salarios, que son
las cotizaciones a la Seguridad Social que mencionamos antes.
Sin embargo, ¿de qué manera afectan la política impositiva y el gasto público a la eco-
nomía? La respuesta es que ambos tienen una gran influencia sobre el gasto agregado total
de la economía.
95
El presupuesto público y el gasto total
Recordemos la ecuación básica de la cohtabilidad nacional:
(12-1) PIB = C + I + G +X - IM
A la izquierda del igual aparece el PIB, el valor de todos los bienes y servicios finales pro-
ducidos en la economía. A la derecha del igual aparece el gasto agregado, es decir, el gasto
total en bienes y servicios producidos en la economía. El gasto agregado es la suma del
consumo privado (C), la inversión (I), el gasto público en bienes y servicios (G) más la
diferencia entre el valor de las exportaciones (X) y el de las importaciones (IM). Incluye
pues todas las fuentes de demanda agregada.
En la ecuación 12-1, el Estado controla de forma directa una de las variables a la dere-
cha del igual: el gasto público en bienes y servicios (G). Sin embargo, éste no es el único
efecto que la política fi scal tiene sobre el gasto agregado del conjunto de la economía.
Mediante modificaciones en los impuestos y las transferencias, también influye sobre el
consumo (C) y, en ciertos casos, sobre la inversión (!).
Para entender por qué el presupuesto afecta al consumo privado, recordemos el con-
cepto de renta disponible, que es la renta total de la que disponen las familias para dedi-
carla al gasto y que es igual a los ingresos totales que reciben en forma de salarios,
dividendos, intereses y arrendamientos, más las transferencias meno.s los impuestos. Así
pues, tanto un incremento de los impuestos como una disminución de las transferencias
reducen la renta disponible. Y si las demás variables permanecen constantes, una dismi-
nución de la renta disponible provoca una disminución del consumo. A la inversa, tanto
una reducción de los impuestos como un aumento de las transferencias aumentan la renta
disponible. Y si las demás variables permanecen constantes, un aumento de la renta dis-
ponible provoca un incremento del consumo.
La capacidad del Estado para modificar la inversión es bastante más compleja y no
vamos a entrar en detalles ahora (puede leer la sección "Para mentes inquietas" más arri-
ba). La idea básica es que existen impuestos sobre el beneficio de las empresas y que cam-
bios en las normas que determinan la suma que debe pagar una empresa pueden modificar
los incentivos que tiene dicha empresa para realizar gastos de inversión.
Dado que el Estado es en sí mismo una fuente de demanda agregada y debido a que los
impuestos y las transferencias tienen la capacidad de afectar al gasto de empresas y con-
sumidores, el Estado puede utilizar las modificaciones en impuestos y trasferencias para
desplazar la curva de demanda agregada. Por ejemplo, el Estado japonés ha gastado billones
de dólares en su intento de aumentar la demanda agregada. El ingente gasto en infraes-
tructuras que desarrolló Japón en los noventa con el objeto de sostener la economía es un
ejemplo clásico de política jisall, que se define como la utilización de los impuestos, las
transferencias o el gasto público en bienes y servicios con objeto de estabilizar la econo-
mía mediante un desplazamiento de la curva de demanda agregada.
llustradón 12-4
Hlvel dt
La polftlca fiscal expansiva puede acabar con predos
una recesión ogregodo LRAS
OA 1
96
Polftica fiscal expansiva y contractiva
lPor qué razones querría un Estado desplazar la curva de demanda agregada? Porque desea
acabar con una recesión, que surge cuando la producción agregada cae por debajo de la
producción potencial, o para acabar con una brecha inflacionista, que aparece cuando la
producción agregada excede la producción potencial.
En la ilustración 12-4 se muestra el ejemplo de una economía durante un periodo de
recesión. SRAS es la curva de la oferta agregada a corto plazo, LRAS es la curva de la ofer-
ta agregada a largo plazo y DA1 es la curva de demanda agregada inicial. En el punto de
equilibrio macroeconómico inicial a corto plazo, E1 , la producción agregada es Y1 y está
por debajo de la producción potencial Yp. Lo que desearía el Estado es incrementar la
demanda agregada, desplazando la curva de demanda agregada hacia la derecha, de DA1 a
DA 2 , lo cual aumentaría la producción agregada, igualándola a la producción potencial.
Se denomina política fiscal expansiva a la política fiscal que aumenta la demanda agre-
gada y normalmente toma una de las tres formas siguientes:
• Un incremento del gasto público de bienes y servicios, como la decisión japonesa de
acometer un programa de construcción de infraestructuras de enormes proporciones.
• Una reducción de los impuestos, como la llevada a cabo en los Estados Unidos en 2001.
97
llustrad6n 12· 5
La política fiscal contractiva puede acabar con
una brecha inflacionista
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mía. Las empresas que producen los bienes y servicios que compra el Estado ingresarán flu-
jos monetarios que a su vez fluirán hacia los hogares en forma de salarios, dividendos, inte-
reses y arrendamientos. El incremento de la renta disponible de los hogares conllevará un
aumento del consumo. A su vez, el aumento del consumo será un incentivo para que las
empresas incrementen su producción, lo que a su vez provocará un nuevo aumento de la
renta disponible, que aumentará de n uevo el consumo, y así sucesivam ente.
En el capítulo 10 presentamos el concepto del multiplicador: el cociente entre la varia-
ción del PlB real provocada por un cambio autónomo del gasto agregado y dicho cambio
autónomo del gasto agregado . Vimos que en el caso más sencillo el multiplicador es
1/(1 - PMC) . (No hay impuestos ni comercio exterior, con lo que cualquier variación del
PIB real repercute en su totalidad sobre los hogares, y el nivel de precios y el tipo de inte-
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rés son fijos.) No olvide que PMC es la propensión marginal al consumo, es decir, la frac-
ción de una unidad monetaria de renta disponible adicional que se dedica al consumo. Por
ejemplo, si PMC es 0,6 el multiplicador es 1/(1 - 0,6) = 1/ 0,4 = 2,5.
Un incremento del gasto público en bienes y servicios es un ejemplo de aumento autó-
nomo del gasto agregado y su efecto se ilustra en la ilustración 12-6. Dado un multiplica-
dor de 2, 5, un incremento del gasto público en bienes y servicios (G) por valor de 50 000
millones de dólares desplazará la curva AD hacia la derecha, de DA1 a DA2 , y dicho des-
plazamiento equivaldrá a un incremento de 125 000 millones de dólares del PIB real, a un
nivel agregado de precios, P*. De los 125 000 míllones de dólares, 50 000 millones de
dólares son el efecto inicial del aumento de G y los 75 000 millones restantes son el efec-
to inducido provocado por un aumento del consumo.
¿Qué ocurriría si, por el contrario, disminuyera el gasto público en bienes y servidos? El
razonamiento matemático es el mismo, con la excepción del signo menos que hay que colo-
car delante: si el gasto público en bienes y servicios disminuye en 50 000 millones de dóla-
res y PMC es 0,6 la curva DA se desplazará hacia la izquierda por valor de 125 000 millones
de dólares.
al consumo parte de ese dinero. ¿cuánto gastarán? Puesto que la transferencia de 50 000
millones de dólares aumenta la renta disponible, los hogares aumentarán su consumo en
PMC x 50 000 millones. Si como en el caso anterior, PMC = 0,6 el incremento en el con-
sumo será de 30 000 millones de dólares (0,6 x 50 000 millones de dólares). Al igual que
un incremento del gasto público en bienes y servicios, este primer aumento del consumo
provocará una serie de secuencias posteriores en las que el PIB real, la renta disponible y
el consumo también aumentarán. En este ejemplo, aunque la transferencia le cuesta al
Estado la misma suma que el incremento del gasto público de bienes y servicios, el incre-
mento autónomo del gasto agregado producido por la transferencia, es decir, 30 000
millones de dólares, es inferior al incremento autónomo producido por el incremento del
gasto público en bienes y servicios (50 000 millones de dólares) y el efecto total sobre el
PIB real también será menor. En general, una unidad monetaria gastada en transferencias
incrementará el PIB en PMC/(1- PMC) unidades, una cantidad inferior al multiplicador
de los incrementos en gasto público de bienes y servicios, que es 1/(1 - PMC). Por ejem-
plo, si PMC es 0,6 una unidad monetaria gastada en transferencias de renta aumenta el
PIB en 0,6 /(1- 0,6) unidades, mientras que un incremento de una unidad monetaria en
gasto público de bienes y servicios aumenta el PIB real en 1/(1 - 0,6) unidades.
Una bajada de impuestos tiene un efecto semejante al de las transferencias ya que
aumenta la renta disponible, lo que conlleva una serie de aumentos sucesivos del consu-
mo. Sin embargo, el efecto total es menor que el provocado por un incremento de igual
volumen del gasto público en bienes y servicios: el incremento autónomo en el gasto agre-
gado es menor porque los hogares dedican al ahorro una parte del recorte de impuestos.
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Son numerosos los economistas que opinan que esta disminución del multiplicador que
provocan los impuestos es positiva. En el capítulo. lO, vimos que la mayoría de las recesiones
económicas, aunque no todas, es producto de una perturbaci6n de demanda negativa. El mismo
mecanismo que hace que la recaudación tributaria se incremente durante una expansión
también la hace disminuir cuando la economía se contrae. Puesto que los ingresos impositi-
vos disminuyen cuando el PIB real cae, los efectos de las perturbaciones de demanda negati-
vas son menores que si no existiera el efecto de los impuestos. La caída de la recaudación
tributaria reduce el efecto negativo de la caída inicial de la demanda agregada. Al disminuir la
suma que los hogares pagan en impuestos, el descenso automático de la recaudación provo-
cado por la disminución del PIB real actúa de la misma manera que si se pusiera en marcha
automáticamente una política fiscal expansiva para frenar la recesión. Tam~ién, cuando la
economía crece el Estado de forma automática aumenta la recaudación tributaria, es decir,
pone en marcha una política fiscal contractiva. Se denominan estabilizadores automáticos
al gasto público y a las normas impositivas que tienen un efecto de política fiscal expansiva
cuando la economía se contrae y restrictiva cuando la economía se expande, sin que sean
necesarías decisiones deliberadas por parte los responsables de la. política económica.
Las normas que rigen la recaudación tributaria no son los únicos estabilizadores auto-
máticos, si bien son los más importantes. Algunos tipos de transferencias también actúan
como estabilizadores. Por ejemplo, el número de personas que reciben subsidios de desem-
pleo es mayor cuando la economía está en recesión que cuando está en plena expansión.
Esto es igualmente válido en el caso de los programas de atención sanitaria para personas
con dificultades económicas y en el de los cupones de alimentos. Así pues, las transferencias
tienden a aumentar cuando la economía se contrae y a disminuir cuando la economía está
en expansión. Al igual que las variaciones de la recaudación, estas variaciones de las trans-
ferencias tienden a reducir el tamaño del multiplicador, porque la variación total de
la renta disponible que provoca una variación determinada del PIB real es menor.
Al igual que en el caso de la recaudación tributaria, son muchos los economistas
que opinan que la disminución causada por Las transferencias en el multiplicador es
positiva. De forma más general, las políticas fiscales expansivas y contractivas que
son consecuencia de los estabilizadores automáticos son consideradas como herra-
mientas eficaces en lo que respecta a la estabilización macroeconómica. ¿y qué ocu-
rre con las políticas fiscales que no son consecuencia de los estabilizadores? Las
políticas fiscales discrecionales son aquellas políticas fiscales que resultan de una
serie de medidas deliberadas acordadas por los responsables de política económica.
Por ejemplo, durante una recesión, el gobierno puede aprobar una serie de leyes por
las que se establezcan recortes de impuestos o incrementos del gasto público con
objeto de estimular la economía. El uso de políticas fiscales discrecionales para
luchar contra las recesiones y frenar las expansiones genera más controversia que el
papel de los estabilizadores automáticos.
1. Explique por qué un incremento de 500 000 millones de dólares de gasto público en bienes y servi-
cios producirá un desplazamiento mayor de la curva de demanda agregada que un incremento de
500 000 millones de dólares en transferencias.
2. Explique por qué un descenso de 500 000 miUones de dólares en el gasto público de bienes y servi-
cios producirá un desplazamiento mayor de la curva de demanda agregada que una reducción de
500 000 miUones de dólares en transferencias.
100
El saldo presupuestario
Los titulares a propósito de los presupuestos suelen centrarse en una sola cuestión: si hay
déficit o superávit y, en cada cas_o, su magnitud. En general se cree que los superávit son
buenos: cuando el gobierno federal cerró el año 2000 con un superávit nunca visto fue-
ron muchos los que vieron en este hecho un motivo de celebración. A la inversa, en gene-
ral se cree que los déficit son malos: cuando el gobierno federal cerró el año 2004 con un
déficit nunca visto fueron muchos los que vieron en este hecho un motivo de preocupa-
ción y la Casa Blanca prometió reducirlo a partir de entonces.
lCómo encajan el déficit y el superávit en el análisis de la política fiscal? lHay mon¡en-
tos en los que el déficit es algo positivo? ¿y el superávit, algo negativo? Veamos primero
las causas y las consecuencias de ambos.
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l. Cuando sus ingresos de estudiante que trabaja son bajos sus padres le ayudan con los gastos.
Cuando sus ingresos son altos sus padres esperan que contribuya a pagar la matricula y otros gas-
tos. Explique de qué manera este acuerdo tácito fu nciona como un estabilizador automático de su
actividad económica de estudiante.
2. Explique por qué los estados que establecen en sus constituciones que el presupuesto esté en equi-
librio todos los ejercicios tienen más posibilidades de sufrir fluctuaciones económicas más graves
que los estados que no imponen dicha norma. .. . .....
101
¿Tiene el presupuesto que estar en equilibrio?
Como veremos en la siguiente sección, los déficit presupuestarios crónicos pueden causar
problemas tanto al Estado como a la economía en general. Sin embargo, los políticos suelen
tener la tentación de generar déficit, ya que éste les permite satisfacer a los votantes redu-
ciendo los impuestos sin reducir a su vez el gasto público o incrementando el gasto sin tener
que subir los impuestos. En consecuencia, en ocasiones se producen intentos por parte de
los responsables políticos de imponer disciplína fiscal mediante medidas legislativas, e inclu-
so modificaciones constitucionales que prohíban al gobierno de turno acumular déficit. Este
tipo de esfuerzos suelen expresarse como el requerimiento de que el presupuesto esté en
equilibrio, es decir, que los ingresos sean iguales a los gastos en todos y cada uno de los años
fiscales. ¿Es una buena idea exigir que año a año el presupuesto esté en equilibrio?
La mayoría de los economistas no lo creen necesario. Opinan que el presupuesto ten-
dría que estar equilibrado de promedio, es decir, que tendría que permitírsele tener déficit
en los años malos y superávit en los buenos. No creen que se deba obligar al Estado a que
todos los años alcance el equilibrio, porque esto debilitaría la función como estabilizado-
res automáticos de los impuestos y de las transferencias. Como vimos en secciones ante-
riores de este capítulo, la tendencia de la recaudación tributaria a disminuir y de las
transferencias a aumentar cuando la economía se contrae ayuda a limitar la gravedad de
las recesiones. Sin embargo, la recaudación decreciente y los incrementos de las transfe-
rencias empujan el presupuesto hacia el déficit. Si el Estado se viera obligado a mantener
el equilibrio presupuestario, para hacer frente a este déficit debería establecer políticas fis-
cales contractivas que tenderían a agravar la recesión.
Aún así, los responsables de política fiscal , preocupados por los déficit excesivos, en
ocasiones opinan que son necesarias unas normas rígidas que lo prohíban o que al menos
establezcan un límite máximo. En la siguiente sección "La economía en acción" veremos
cómo la Unión Europea ha tenido grandes dificultades para reconciliar las normas sobre
responsabilidad fi scal con los problemas de la política fiscal a corto plazo.
102
lo que recibe a través de la recaudación tributaria, es decir, cuando tiene
déficit, casi siempre toma prestados los fondos extra. Y los Estados que
tienen déficit crónicos acaban acumulando una enorme deuda.
Para interpretar las cifras que exponemos a continuación, necesita
conocer un aspecto un tanto peculiar de la contabilidad del gobierno
federal estadounidense. Por motivos históricos, los ejercicios fiscales del
gobierno estadounidense no se ajustan al año natural. En su lugar, los
presupuestos se calculan para el año fiscal, que va del uno de octubre al
treinta de septiembre del año siguiente y que se denomina por el año
natural del año en el que acaba. Es decir, el año fiscal 2004 comenzó el
uno de octubre de 2003 y finalizó el treinta de septiembre de 2004.
Al final del año fiscal 2004 el gobierno federal estadounidense acu-
mulaba una deuda total de casi 7,4 billones de dólares. Sin embargo, parte
de esa deuda representaba partidas contables especiales que especifican
que el conjunto del gobierno federal debe fondos para ciertos programas
estatales, sobre todo a la Seguridad Social. Hablaremos de dichas partidas
más adelante. Sin embargo y de momento, centrémonos en la deuda
pública: aquella deuda estatal cuyos propietarios son particulares e insti-
tuciones privadas. A finales del año fiscal 2004 la deuda pública del
gobierno federal era de "sólo" 4,3 billones de dólares, o un 37% del PIB.
Si incluimos la deuda de los estados y las entidades locales, la deuda públi-
ca total ascendía al 44% del PIB. En la ilustración 12-10 se compara, para
el año 2003, el coeficiente de la deuda estadounidense con respecto al PIB
con los coeficientes de otros paises desarrollados. En dicho año el nivel de
deuda era más o menos el habitual.
103
Uustruión 12-11 El déficit y la deuda fedel'ill de los Estados Unidos
(a) El difldt ft<lttalutldounldtnw dt<clo 1939 (b) El coeficiente clo lo.....,. Htoclouoiclonw""'
10$p<d8 a l l ' l l - 1939
Défidt
Deudo público
presupuestario
(%d•l Pll)
(% dll Pll)
3~ 110
30 100
2S
20 80
1S 6(1
10 40
lO
S 1 1 1 1 1 1 1
to al PIB, en ambos casos a partir de 1991. Como ya hemos dicho, Japón comenzó a gene-
rar grandes déficit a principios de los noventa, consecuencia de sus esfuerzos por sostener la
demanda agregada a través del gasto público. Esto ha conducido a un rápido aumento del
coeficiente de la deuda con respecto al PIB. Por dicho motivo, algunos analistas han empe-
zado a expresar su inquietud con relación a la salud fiscal a largo plazo del estado japonés.
UN PAS1l ADEUtHE'
La política fiscal no es la única medida que los gobiernos pueden aplicar para estimular la
demanda agregada en los momentos en los que la economía se encuentra en recesión o
para frenarla cuando es demasiado fuerte. De hecho, muchos economistas opinan que,
aunque los estabilizadores automáticos resultan útiles, las políticas fiscales discrecionales
no lo son tanto, debido sobre todo a los retrasos que se acumulan entre la formulación de
las medidas y su aplicación real.
Sin embargo, existe una alternativa a considerar: la política monetaria. En los dos próxi-
mos capítulos estudiaremos las instituciones monetarias y veremos el funcionamiento de la
política monetaria.
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