Autores: Eduer Bernilla Rodriguez y Pablo Peña Martínez
En esta época llena de cambios dinámicos y acelerados, constantemente la
sociedad vive influida por la tecnología, el internet, las redes sociales, etc. Hablar de tecnosocialización es referirse a construir socialmente nuevos escenarios de interacción, dar paso a nuevas formas de establecer contactos y a trasformaciones de las relaciones cara a cara, como mencionan los autores; en definitiva estoy de acuerdo con ello pues el acelerado desarrollo de la ciencia y la tecnología ha irrumpido en todos los ámbitos y niveles sociales, de modo que en los tiempos actuales la nueva tecnología se ha convertido en uno de los productos fundamentales del consumo de la sociedad. Todo esto trae consigo cambios que repercuten en los procesos y fenómenos sociales, y más específicamente en la mente del ser humano, en su forma de vivir, pensar y relacionarse. Considero que la información es un concepto fundamental si hablamos de tecnosocialización, pues es el eje generador de los cambios sociales, económicos, culturales y profesionales. La información ha hecho que por ejemplo los acontecimientos a nivel mundial, o nacional nos resulten más cercanos, y podamos hablar de globalidad. Los avances tecnológicos son también fundamentales, en algunos casos, para mejorar condiciones de vida, para recopilar y procesar información, para buscar nuevas formas de desarrollo empresarial y entender mejor el entorno en el que vivimos. Otro aspecto importante es el desarrollo del Internet que como se señala en la obra nos ayuda a equilibrar la accesibilidad a un nuevo mundo de socialización, interacción y comunicación, el crecimiento del internet es una herramienta de inclusión y conexión social altamente poderosa que inevitablemente también afecta a las comunicaciones y las formas de comunicarnos, y gran parte de ello es gracias al chat, como se lee en este libro. El chat forma parte de las tecnologías de información y comunicación, de las que se habla mucho últimamente, y ha permitido una variedad de formas de comunicarnos mediante computadoras y aparatos electrónicos, cuyo componente principal es precisamente el internet. Pero creo que todos estos cambios y nuevas tecnologías, no están siendo del todo bien utilizadas, los jóvenes sobre todo son los que han incorporado a sus vidas la tecnología, ya sea con el uso de celulares, tablets, laptops con internet o nuevas aplicaciones que hacen “más prácticas” sus vidas, y todo ello genera una nueva identidad cultural, sin embargo existen muchas opiniones y debates sobre este tema, algunos consideran que no es favorable pues los aleja de las relaciones interpersonales y los absorbe en un ciber-mundo, mientras que otros piensan que estas nuevas formas de tecnología son un conjunto de oportunidades que se deben aprovechar. En mi opinión personal, pienso que el uso de estas tecnologías es bueno mientras no se haga un mal uso de ellas, son buenas en la medida que se sepan aprovechar para utilizarlas por ejemplo como fuentes de información, para comunicarnos y disminuir distancias, para buscar nuevas oportunidades profesionales y laborales, para hacer nuevos contactos con responsabilidad y para un sinnúmero de utilidades más para las que nos sean útiles, pero no para que nos alejen de nuestra realidad, familia e incluso de nosotros mismos, o para cometer delitos como hackear información, estafar o violar intimidades, que lo apreciamos con frecuencia últimamente. En la llamada Sociedad de la Información, todos los protagonistas que integran la misma, nos vemos inmersos en un mundo tecnológico e interconectado antes jamás imaginado o planeado, es importante la manera en que los seres humanos pueden utilizar estos medios de comunicación, de forma equilibrada, razonable y con total libertad y resguardo de sus derechos. La vida cotidiana pasa a ser parte del Facebook, del Twitter, del Skype, entre otros: los logros, los fracasos, las alegrías, las tristezas, las expectativas, los miedos, todo. O sea, sin redes sociales hay carencia de protagonismo en la sociedad, pareciera. La libertad de expresión en Internet, es otro punto controvertido, que engloba a la sociedad en general: se contrapone a los derechos de intimidad, protección de datos personales, y propiedad intelectual. Creo que la solución es recurrir a normas jurídicas equilibradas y sociales, fundamentalmente: un derecho finaliza donde comienza el del prójimo. Se deben respetar los derechos de todos. Las redes sociales tienen grandísimos beneficios: comunicarse con gente lejana, trabajar online, reencontrarse con seres queridos, buscar, pedir, brindar o compartir información de manera antes impensada, pero estas acciones deben realizarse en forma gradual, equilibrada y razonable, sin permitir que la red o el flujo de información invadan nuestra mente y nuestro accionar. El hombre es un ser libre, goza de su libre albedrio en la sociedad democrática. Debe procurar que la tecnología contribuya a su desarrollo, evolución y correcta socialización, y le permita gozar más de su tiempo libre, para expresarse, crear y disfrutar del ocio, en la medida justa, y no volverse un verdadero esclavo de ella. Debe utilizar la tecnología para mejorar las relaciones y la forma de vida; no para ser dominado por las mismas.