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TEMA 29

LA VISIBILIDAD
29.1 INTRODUCCION
La visión de objetos alejados o de luces durante la noche es perturbada frecuentemente por la
presencia en el aire de partículas sólidas o líquidas que pueden ser hidrometeoros (niebla, neblina,
lluvia, nieve) o litometeoros (polvo, humos)
La luz emitida por los objetos lejanos es absorbida en parte por estas partículas, pero la principal
causa de que se reduzca la visibilidad es la difusión de esta luz y, por ello, solamente una pequeña
fracción de la misma llega al ojo del observador
En Meteorología estas variaciones del alcance visual reciben el nombre de visibilidad horizontal,
que la podemos definir como la distancia máxima a la que un observador puede distinguir
claramente algunos jalones de referencia en el horizonte; estos objetos son puntos conocidos que
nos indican diferentes distancias desde el punto de observación.

DISTANCIA TAMAÑO DEL OBJETO EJEMPLO


50 m 5 cm Flor
200 m 20 cm Ladrillo
500 m 50 cm Cordero
1.000 m 1m Mata
2.000 m 2m Puerta
4.000 m 4m Casita
10.000 m 10 m Casa
20.000 m 20 m Iglesia
50.000 m 50 m Colina

La visibilidad es distinta según se mire en horizontal o en vertical. La visibilidad horizontal puede


variar de la vertical, máxima distancia que vería el observador sobre su cabeza, la cual es, casi
siempre, mucho mejor. La explicación a este fenómeno es debida a que el motivo principal del
enturbiamiento del aire es la presencia de polvo en su seno, el cual tiende a juntarse por su propio
peso en las capas inferiores de la atmósfera, por tanto la visibilidad dirigida en sentido horizontal
tiene que atravesar estos estratos más turbios en todo su grosor, mientras que la visibilidad vertical
los atraviesa en el sentido de menor espesor.

Visibilidad vertical: Esta información es útil cuando el cielo está oculto por niebla, humo, povo, etc.

La visibilidad vertical es la distancia máxima a la que un observador puede ver e identificar de día
un objeto, cuando mira verticalmente hacia arriba. En general, el objeto debe ser de color oscuro y
de dimensión angular moderada (un globo piloto)

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Visibilidad oblicua: Para los mensajes sinópticos se emplea la visibilidad horizontal en el suelo. Sin
embargo, por necesidad particulares, es preciso disponer de otras informaciones sobre la visibilidad.

La visibilidad oblicua es la distancia máxima a la cual un observador puede ver e identificar un


objeto situado a diferente altitud y sobre otra vertical a él

Es un elemento importante en las operaciones de las aeronaves, difiere de la visibilidad horizontal


debido a que la transparencia de la atmósfera varía con la altura y los objetos son vistos sobre la
tierra como fondo

Ejemplo: El piloto del avión puede ver los árboles debajo de él -visibilidad vertical- a través de la
bruma que cubre el suelo; en cambio verá con dificultad la casa -visibilidad oblicua- porque los
rayos tienen que atravesar una mayor extensión de aire turbio; a su vez, por el mismo motivo, la
persona situada en el suelo tendrá mucha mayor dificultad para ver el bosque -visibilidad
horizontal-.

29.2 VISIBILIDAD METEROLÓGICA


El concepto de visibilidad utilizado en metereología se refiere a la visión humana y se expresa en
distancia.
La visibilidad meterológica (diurna) es la mayor distancia a la que un objeto negro de dimensiones
apropiadas puede verse e identificarse sobre el cielo en el horizonte. En el caso de observaciones
nocturnas, es la mayor distancia a que este objeto podría ser visto e identificado si la iluminación si
la iluminación general aumentara hasta igualar la luz normal del día. Es indispensable reconocer el
objeto, no es suficiente verlo sin poder identificarlo. La visibilidad debe ser observada a simple
vista

El concepto de visibilidad se utiliza de dos modos diferentes. En primer lugar, es uno de los
parámetros que sirven para identificar las características de una masa de aire, se mira el estado
óptico de la atmófera. En segundo lugar, constituye un parámetro operacional, en este caso se usa en
términos de distancia de visibilidad

Las observaciones de visibilidad no deben efectuarse a través de una ventana, el ojo del observador
debe encontrarse a una altura normal sobre el suelo (alrededor de 1.5 m). La visibilidad
metereológica se mide en kilómetros (visibilidad alta) o en metros (visibilidad baja)

El ojo humano normal distingue bien los objetos cuyo tamaño aparente es de uno a dos minutos de
arco que se corresponde con un disco de 1 metro de diámetro colocado a la distancia de un
kilómetro y medio
A la distancia de lectura normal (25-30 cm), 1 minuto de arco se corresponde a 0.09 mm

1 d
θ=2 · arctan( · ) Para objetos planos
2 D
1 d
θ=2· arcsen( · ) Para objetos esféricos
2 D
d =2 D · tan( θ )
2
d =Diámetro objeto
D=Distancia

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29.3 VISIBILIDAD DIURNA
El objeto debe tener dimensiones angulares de 0,5 grados por lo menos, horizontal y verticalmente,
sin sobrepasar en ningún caso 5 grados en sentido horizontal.
Se puede medir una dimensión angular de 0,5 grados con ayuda de una tarjeta perforada con un
agujero de 7.5 mm sostenida en el extremo del brazo. El objeto usado para determinar la visibilidad
debe llenar el orificio
Deben elegirse únicamente objetos negros o casi negros, que resalten contra el cielo en el horizonte,
deben evitarse los objetos de color claro (por el albedo) o situados cerca de un fondo terrestre (un
árbol situado en el borde de un bosque no es una buena referencia)

La visibilidad diurna se ve afectada por los siguientes factores

a) Presencia de hidrometeoros o litometeores en la atmósfera


b) Dirección de la luz (posición de la luz con respecto al observador)
c) Contraste entre el objeto y el fondo sobre el cual se ve

Durante las observaciones regulares es necesario intentar eliminar los factores b y c. Por eso, los
objetos utilizados como puntos de referencia deben escogerse de forma que puedan verse sobre un
fondo de cielo.

Cuando luce el sol, su desplazamiento modifica la dirección de la luz. La situación más


desfavorable es cuando el sol deslumbra al observador; es aconsejable que éste puede observar los
objetos que se encuentran a 90º o más de la dirección del sol. Es necesario que se evite observar los
puntos de referencia contra el sol cuando sale o cuando se pone. El observador debe colocarse en
una posición que le permita ver todo el horizonte

Factores implicados para determinar una distancia en la visibilidad:

A) Las características fotométricas y dimensionales del objeto


B) Las condiciones de percepción visual, incluyendo los efectos de una iluminación deficiente
y de localización del observador
C) El alcance óptico metereológico entre el objeto y el observador (AOM), en condiciones
óptimas es 0,05 luminancias, es el único que depende de las condiciones metereológicas

Plano de los puntos de referencia de la visibilidad: Cada estación debe preparar un plano de puntos
de referencia o luces que muestren su distancia y orientación del punto de observación. El plano
incluye objetos adecuados para las observaciones diurnas y otros para las nocturnas. Se deben elegir
puntos a diferentes distancias, se puede medir directamente o por plano

RVR (Runway Visual Range) o alcance visual en la pista: Se mide con señales de referencia durante
el día y luces de pista durante la noche. Es el parámetro que interesa al piloto durante el despegue y
el aterrizaje de las aeronaves. Generalmente se mide sólo cuando la visibilidad meteorológica es
inferior a 1 km.

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29.4 VISIBILIDAD NOCTURNA
Se define como la mayor distancia a que el objeto negro de dimensiones apropiadas antes citadas
podría ser visto e identificado si la iluminación general se aumentase hasta alcanzar la intensidad
normal de luz diurna
Elección de puntos de referencia de la visibilidad para las observaciones nocturnas: Los objetos más
adecuados para determinar la visibilidad nocturna son:

1. Luces no concentradas de intensidad moderada situadas a distancias conocidas


2. Silueta de las colinas o de las montañas destacadas contra el sol
3. Brillo de las estrellas cercanas al horizonte

Para determinar la distancia con la cual es posible ver una luz en la noche hay que tener en cuenta
los siguientes factores:

1. Brillo de la luz
2. Agudeza visual del observador
3. Presencia o ausencia de otras luces en la dirección observada
4. Transparencia de la atmósfera

Cualquier fuente de luz puede emplearse como objeto de visibilidad, siempre que la intensidad en la
dirección de observación esté bien definida y sea conocida
Hay que dejar que los ojos se acostumbre a la oscuridad (5-15 minutos)

En aeródromos las luces de pista son puntos de referencia satisfactorios, no así la balizas de
aterrizaje que tienen una fuerte intensidad

Relación entre la visibilidad diurna y la nocturna: El paso de la luz del día a la oscuridad, o
viceversa, no afecta por sí mismo la visibilidad. Si ésta varía significa que las condiciones
atmosféricas no son las mismas (aumentos de turbulencia, variaciones de la temperatura, etc...)

Para las necesidades prácticas, la relación entre el brillo de una luz distante vista por la noche y la
visibilidad con luz del día puede expresarse como:

• Intensidad de una luz visible a una distancia determinada


• Máxima distancia a que es visible una luz de intensidad igual a 1000 candelas en un fondo
no iluminado

Estimación de la visibilidad: En algunos lugares y debido a un horizonte muy limitado, o a la falta


de objetos de referencia adecuados, no es posible realizar observaciones más que sobre distancias
relativamente cortas

Cuando la visibilidad es mayor que la distancia para la que se dispone de puntos de referencia, se
deben hacer medidas con la ayuda de instrumentos o estimadas por medio de la apreciación de la
transparencia de la atmósfera (nitidez con que se destacan los objetos de referencia más alejados)

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29.5 Instrumentos para medir la visibilidad
Son especialmente útiles en las observaciones nocturnas o cuando no se dispone de puntos de
referencia, por ejemplo, a bordo de barcos

Los instrumentos para la medición del MOR (Metereological Optical Range) o AOM (Alcance
Optico Metereológico) pueden clasificarse en una de las dos categorías siguientes:

a) los que miden el coeficiente de extinción o el factor de transmisión de un cilindro horizontal


de aire, donde la atenuación de la luz se debe tanto a la dispersión como a la absorción por
partículas en el aire a lo largo del trayecto del haz luminoso;

• Instrumentos telefotométricos

• Medidor de extinción visual

• Transmisómetro

• Medición de la visibilidad con tecnología lidar: La técnica lidar (LIght Detection And
Ranging, es decir, detección y localización por ondas luminosas): Son nefobasímetros láser,
puede emplearse para medir la visibilidad cuando el haz se dirige horizontalmente.

b) los que miden el coeficiente de dispersión (dispersómetro) de la luz de un pequeño volumen de


aire; en la niebla natural, la absorción es con frecuencia insignificante y puede considerarse que el
coeficiente de dispersión es el mismo que el coeficiente de extinción.

La medición se realiza mejor concentrando un haz de luz en un pequeño volumen de aire, y


determinando, por medios fotométricos, la proporción de luz dispersada en un ángulo sólido
suficientemente grande y en direcciones que no sean críticas

29.6 NIEBLA, BRUMA Y CALIMA


Como acabamos de ver, la visibilidad se ve reducida por la suspensión de partículas de polvo en el
aire; si además estas partículas capturan con facilidad moléculas de vapor de agua, son
higroscópicas, y forman pequeñísimas gotitas, la visibilidad disminuirá notablemente. Si llega a ser
inferior a un kilómetro es lo que en Meteorología llamamos niebla. Este meteoro provoca
sensación de frío, es pegajosa y húmeda, y a veces “moja” de verdad; tiene un color blanquecino o
gris y cuando tiene poco espesor vertical, será más o menos visible el cielo sobre el observador.

La niebla tiene una constitución idéntica a las nubes acuosas, de las cuales se diferencia en su
formación, mientras estas últimas lo hacen por elevación y enfriamiento del aire hasta alcanzar el
nivel de condensación, la niebla se forma por aumento del vapor de agua o por su enfriamiento
hasta llegar a la saturación; y en el lugar de su creación, están, más o menos, en contacto con el
suelo. Por ejemplo, un observador situado en el llano puede indicar la presencia de nubes bajas en
las cercanías de una montaña, mientras que otro situado en ella puede estar inmerso en una niebla

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más o menos densa.

Para que se produzca este meteoro, es imprescindible la existencia de tres factores:

• Una inversión de temperatura -aumento del valor térmico con la altura- que dificulte los
movimientos verticales del aire
• Poco viento
• Una humedad relativa próxima al 100%.

Las épocas mas propicias para su formación son durante el final del otoño, casi todo el invierno y
comienzo de la primavera; aunque no son descartables en otros momentos del año.

Existen diversos tipos de niebla según sea su origen:

– Niebla de radiación: Se produce en las masas de aire que permanecen mucho tiempo sobre un
mismo lugar y que pierden calor por irradiación nocturna. Gracias a la formación de una inversión
térmica junto al suelo, los núcleos de condensación y el vapor de agua quedan en la zona de rápido
enfriamiento cerca de la superficie terrestre, produciendo la niebla.

Es típica de anticiclones continentales fríos de invierno y se da durante las noches despejadas y con
alta humedad relativa. Es de pequeño espesor, aunque si existe un poco de viento para formar algo
de turbulencia, la capa de niebla puede alcanzar incluso los 200 metros de altura y dificulta mucho
la visibilidad horizontal, pero no tanto la vertical. Se forma de abajo hacia arriba y nunca se da
sobre superficies líquidas porque pierden mucho menos calor que la tierra. No es muy persistente,
dura entre 1 y 3 horas después de la salida del sol, el cuál provoca su evaporación y por tanto su
disipación.

Condiciones necesarias: punto de rocío bastante elevado, enfriamiento suficiente durante la noche y
ligera turbulencia

– Niebla de advección: Se produce por enfriamiento de una masa de aire caliente y húmeda al
pasar por una superficie muy fría, por lo que es necesario la existencia de un ligero viento. Se puede
formar tanto de día como de noche, suele ser muy persistente, manteniéndose mientras persista la
penetración del aire cálido y húmedo, y tiene gran espesor, que puede llegar hasta los 500 metros de
altura.

Se produce sobre los mares, relativamente cerca de la orilla y en verano, cuando el aire cálido de los
continentes sopla sobre las aguas que tienen menor temperatura o en alta mar, en cualquier época
del año, cuando una masa de aire caliente y húmeda se encuentra o cruza una corriente de agua fría,
son las llamadas nieblas marinas. También se forman sobre los continentes en el invierno, cuando
éstos están más fríos que el aire que sopla procedente del mar.

– Niebla de ríos y lagos: Se forma cuando una masa fría de aire se mueve sobre agua que está más
caliente que ella, produciéndose la evaporación desde la superficie del líquido, el vapor se eleva y al
encontrarse con el aire frío de arriba se satura, formándose la condensación con la apariencia de
“humo” saliendo de la superficie del agua. Se suelen producir en otoño y comienzos del invierno,
cuando las superficies de los ríos y lagos están aún mas calientes que el aire sobre ellos; no se
producen en verano por la pequeña diferencia de temperaturas. Son muy superficiales, su espesor
apenas llega a los 200 metros, aunque son muy espesas y dificultan mucho la visión.

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Los tipos de nieblas estudiados anteriormente podrían ser considerados como nieblas de masas de
aire, ya que resultan del enfriamiento en el interior de una extensa masa de aire más o menos
uniforme. Por el contrario, una niebla frontal resulta de la interacción de dos masas de aire

La mayor parte de las nieblas se disipan por turbulencia o por calentamiento. Aunque la turbulencia
es necesaria para su formación, un aumento de la misma puede disiparlas: el aire más cálido y seco
se mezcla con la niebla y las partículas que la forman se evaporan. En el otro caso (calentamiento),
la radiación solar es absorbida por el suelo (y ligeramente por la niebla). El suelo a su vez calienta
el aire con el que está en contacto y las partículas que forman la niebla se evaporan. Sin embargo, es
preciso recordar que la superficie superior de la niebla es superior a las de las nubles, por lo que
refleja una parte de la radiación solar incidente, el calentamiento del suelo es entonces inferior a lo
que sería con cielo despejado y sin niebla.

La bruma o neblina se diferencia de la niebla solamente en el menor tamaño y menor cantidad de


las gotitas microscópicas que la forman y que por tanto implica un menor grado de reducción de la
visibilidad. Así que hablaremos de neblina cuando esta disminución este comprendida entre 1 y 10
kilómetros y siempre que la humedad relativa sea superior al 70%. En la neblina no se siente la
impresión de humedad y de frío que hay en la niebla. Tiene un color más o menos grisáceo.

La calima se diferencia de la neblina, simplemente, en que la humedad relativa debe ser inferior al
70%, siendo el grado de visibilidad el mismo, por lo que podría llamarse “neblina seca“. El aire
aparece turbio, formando un velo continuo sobre el paisaje, cuyos colores aparecen sin brillo y el
horizonte borroso. La calima alcanza su mayor intensidad los días calurosos y secos, ya que el sol la
refuerza, al contrario que con la niebla o la neblina, que suele eliminarlas.

29.7 Factores que influyen en la visibilidad


Son principales factores son los siguientes:
1. Precipitaciones
2. Niebla y neblina
3. Rociones arrastrados por el viento
4. Partículas oleaginosas
5. Polvo y la arena
6. Humo
7. Partículas salinas

– Precipitación: Cuando esto sucede, la reducción es a causa de la presencia de las gotas de lluvia o
partículas de hielo en el aire.

En el primer caso dependerá de las dimensiones de las gotitas y su número en un volumen de aire
dado. De este modo:

• Lluvia moderada: Visibilidad entre 3 – 10 km


• Entre los 50 a 200 m con una fuerte precipitación en forma de llovizna o incluso por debajo
de los 50 m en caso de lluvia.

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Cuando son partículas de hielo las que se encuentran en el aire, la visibilidad será más reducida
todavía, reduciéndose la visibilidad en caso de nieve moderada a menos de 1 km y en caso de fuerte
nevada puede variar desde 200 m a ser inferior a 50 metros.

Ventisca: Se produce cuando lo que se levanta del suelo por la acción del viento es la nieve. Es un
fenómeno meteorológico característico de las zonas montañosas o de los países muy fríos.

– Niebla, neblina y calima: Probablemente estos meteoros sean los que producen habitualmente las
reducciones de visibilidad mas acusadas, sobre todo en el caso de la niebla. Según el grado de ésta,
la visibilidad pueda estar comprendida entre 500 y 1.000 metros si es niebla débil, entre 50 y 500
metros si es moderada y menos de 50 metros si es densa.

Niebla espesa: visibilidad menor a 200 m según el IMM.

Para los casos de bruma o neblina y calima, como hemos visto anteriormente, la visibilidad se
encuentra comprendida entre 1 y 10 kilómetros. Sólo se mencionarán cuando la visibilidad sea
menor a 5 km.

– Rociones: Se conoce con este nombre al conjunto de gotitas de agua arrancadas por el viento de
la superficie de grandes extensiones de agua, generalmente de las crestas de las olas. Como en el
caso anterior la reducción de la visibilidad dependerá de la fuerza del viento, a partir del viento muy
duro (41 - 47 nudos) los rociones comienzan a reducir la visibilidad. Con vientos en forma de
huracán (más de 63 nudos) la visibilidad puede estar fuertemente reducida

-- Partículas de aceite: En algunas ciudades, la visibilidad puede reducirse sensiblemente a causa


de la presencia de partículas de aceite en el aire. El origen principal es el tubo de escapa de los
vehículos de motor o los focos industriales

– Polvo y arena: Según aumenta la intensidad del viento y cuando llega a los niveles de alrededor
de 30 km/h, comienza a levantarse de las superficies muy secas el polvo y la arena.

Si la fuerza del viento continua aumentando cada vez es mayor la cantidad levantada y mayor la
distancia recorrida por las partículas; si las condiciones atmosféricas son inestables nos
encontramos ante una tempestad de polvo o arena, según sean los materiales levantados del suelo
por el viento. La visibilidad se reduce a menos de un kilómetro

En una tempestad de arena los granos de arena se elevan raramente por encima de 20 o 30 m y no
son arrastrados muy lejos de lugar de origen. En una tempestad de polvo, las minúsculas partículas
de polvo fino pueden ser transportadas muchos kilómetros

Este fenómeno es muy típico de las zonas desérticas y puede reducir la visibilidad por debajo de los
200 metros, siendo muy temido por los habitantes de estas tierras, porque cuando se produce una
fuerte tempestad causa grandes destrozos, debido a que es un viento muy seco y provoca una fuerte
evaporación, secando y marchitando los cultivos e incluso, en los casos más extremos, provocando
la muerte del ganado o de los seres humanos por deshidratación.

En determinadas situaciones, el polvo es elevado en presencia de Cumulus muy desarrollados o de


cumulonimbus. El gradiente vertical de temperatura es muy elevado y el polvo puede llegar hasta el
nivel de las nubes. Más tarde la lluvia puede precipitar el polvo contenido en el aire

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– Humo: En las grandes ciudades o zonas con considerables centros industriales, la combustión de
materiales fósiles da lugar a la formación de hollines que se mantienen en suspensión en las capas
bajas de la atmósfera; y si coinciden con una inversión de temperatura que frene los normales
movimientos verticales del aire, se puede producir niebla o neblina; a este fenómeno se le conoce
con el término inglés de smog o “niebla contaminante”, que en ciertas zonas muy industrializadas
crean graves problemas para la salud de las personas.

Las partículas mayores de estos humos tienen a depositarse pero una importante parte de la
partículas menores permanecen en suspensión en el aire. Sus dimensiones son comparables a las
gotitas de agua de las neblinas o nieblas

- Partículas salinas: Los rociones se evaporan frecuentemente cuando han sido arrastrados a la
atmósfera y cada una de las gotitas que se evapora deja como residuo una partícula de sal que
puede, más tarde, servir de núcleo de condensación. Las partículas salinas son higroscópicas y el
agua se condensa sobre elllas cuando la humedad relativa es del orden del 70%. Para una misma
concentración de partículas, la sal marina es mucho más activa que el humo para provocar la
formación de nieblas. La neblina resultante de la acción de la sal marina tiene un aspecto
blanquecino

Escala Internacional de Visibilidad del Aire.

00 De 0 a 25 m. Niebla densísima, sin visibilidad.


0 De 25 a 50 m. Niebla muy densa, sin visibilidad.
1 De 50 a 100 m. Niebla espesa, muy poca visibilidad.
2 De 100 a 500 m. Niebla, muy poca visibilidad.
3 De 500 a 1.000 m. Niebla, poca visibilidad.
4 De 1.000 a 2.000 m. Neblina o calima, escasa visibilidad.
5 De 2.000 a 4.000 m. Neblina o calima, poca visibilidad.
6 De 4.000 a 10.000 m. Neblina o calima, visibilidad moderada.
7 De 10.000 a 20.000 m. Atmósfera diáfana, buena visibilidad.
8 De 20.000 a 50.000 m. Atmósfera diáfana, muy buena visibilidad.
9 Más de 50.000 m. Atmósfera diáfana, excelente visibilidad.

GRAMOS DE SAL EN UN LITRO DE AGUA DE MAR

36g (33 – 39), ARTICO 10g

Unidades de fotometría del Sistema Internacional


Candela (cd): Unidad básica del SI que mide la Intensidad Luminosa, 1 cd es igual a una vela aprox.
Estereorradían (sr): Es el equivalente tridimensional del radián
Lumen (lm = cd · sr): Mide el flujo luminoso (potencia luminosa percibida)
Lux (lx = lm/m2): Se usa para medir la incidencia de la luz sobre una superficie (iluminancia) o la
luz emitida por una superficie (emitancia luminosa)

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