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Resumen realizado por: Ricardo Alonzo Fernández Salguero

El oficio de sociólogo de Pierre Bourdieu

Bourdieu se cuestiona sobre las preguntas que se ha hecho a la sociología, como institución
científica o sobre su validez, además nos habla sobre el ethos científico, es decir que hará
una sociología del conocimiento de la sociología.

Bourdieu lo que hará es diferenciar la sociología espontánea de la científica, dado que la


opinión puede ser mal considerada como sociología. Como también nos recuerda la ilusión
de la transparencia y la no-consciencia. Nos recuerda el juicio de los no iniciados, de los
profanos que quiere ser del mismo estatus que el sociológico

Ahora bien Bourdieu nos advierte sobre la naturalización de lo social, afirmando que
usualmente tendemos a generar analogías insensatas con lo natural, y con posturas
transhistóricas y transculturales. El autor nos habla de los profetas en sociología. Además
nos recuerda los intentos de crear Teorías Generales en detrimento de las parciales.

Dice que el muestreo al azar guarda intrínsecamente una teoría ciega a las diferencias
sociales. Nos habla sobre el relativismo del sujeto a quienes hacemos encuestas. Critica el
cuestionario a favor de herramientas etnográficas. El autor hace referencia de que los
límites deben ser esclarecidos de todas las técnicas.

Bourdieu hace referencia a la utilidad científica de las analogías. Es de vital importancia una
teoría con su hipótesis para posterior falsación, con lo que podemos decir que puede ser un
paso inicial. Nos habla de la necesidad de formular modelos, a pesar de que pueden ser tan
sólo pedagógicos para comprender la sociedad.

Se critica al positivismo por no poder ver más allá de las apariencias. Nos habla de la escala
filosófica que se observa al hacer ciencia. Nos habla de la igualdad entre dos corrientes
supuestas como antagónicas que sin embargo no lo son (positivismo e intuicionismo).

Hace una crítica a los intentos de ver a la sociología como ciencia exacta. Una vez pasado
por esto es más importante por regir la sociología actual bajo normas que aumenten su
cientificidad.
Principales aportes conceptuales

Ruptura.- Es la separación de la sociología espontánea con la sociología científica, donde se


genera un objeto de estudio, se separa de las prenociones, se desnaturaliza aquellos
elementos que son vistos como transculturales y transhistóricos, que en realidad no lo son.

Ilusión de la transparencia y la no-consciencia.- Aunque no es propio de Bourdieu es una


afirmación que consiste en que las personas no pueden definir las estructuras en las que
están sumergidas, pueden ver las cosas a su alrededor y considerarlas en su forma más
inmediata pero no logran entender las redes sistémicas de las que forman parte.

Naturaleza humana.- Noción criticada por Bourdieu que puede expresarse en otros
conceptos de forma silenciosa como “motivaciones”, “propensiones”, “pre-requisitos”,
“necesidades”, y “tendencias”; que lo que buscan es definir formas transhistóricas y
transculturales es decir: que no cambian y que son iguales en todas las culturas.

Profetismo.- Actitud de muchos sociólogos al que se les pide o no observar acontecimientos


importantes futuros con gran exactitud, y lo hacen, al que el sociólogo debe escapar y evitar,
debido a que la sociología no tiene el estatus de ciencia de videntes.

Sociología espontánea.- Creencias no corroboradas científicamente que la opinión común


puede articular, se convierte en sociología científica a través de la ruptura (conquista), la
construcción del objeto y de la comprobación.

La teoría del conocimiento sociológico.- Sistema de normas que regulan la producción de


todos los actos y de todos los discursos sociológicos posibles, y sólo de éstos, es el principio
generador de las diferentes teorías parciales de lo social (Bourdieu, 2002, pág. 50)

Modelo.- Aunque es una simplificación pedagógica de la realidad, y que por tener supuestos
no puede llegar a ser falso, es una buena aproximación que puede poseer analogías que
favorezcan su consistencia, así pues será constantemente ruptura y construcción.

Vigilancia epistemológica.- Conducta crítica de la comunidad científica, en donde se


pretende llegar a formas más elevadas de cientificidad tras la constante crítica de los
estudios sociológicos.
La sociología: Sus amigos y sus enemigos

Por: Ricardo Alonzo Fernández Salguero

Parece que hoy en día existe una gran cantidad de sociología estéril, lo apreciamos cuando
vemos que muchos trabajos realizados por “sociólogos” no son más que obras literarias,
que interpretan de forma oscura “la consciencia de una biografía” o “el sentido íntimo de
una acción”, muchos en vez de convertir ese material en un comienzo para una
investigación seria, se dedican a fabular sobre ella, de la cual intentan describir “el ego
trascendental”.

La filosofía y la sociología deben ir de la mano, y como lo dice Mario Bunge, si le es útil y si


genera frutos (Bunge, Evaluando filosofías, 2015), debido a que una visión del mundo errada
provocará una ciencia también errada; hoy en día con tantas filosofías (en su mayoría
irracionalistas, idealistas y por ende subjetivistas) es que la sociología ha sido corrompida.

Mencionemos tan sólo algunas de ellas, el kantismo fenomenista idealista y apriorístico, ha


regado hijos por todos lados, como la fenomenología, el existencialismo, el constructivismo
ontológico y social, que terminan siendo relativistas, subjetivistas, y por ende estériles.
Basta preguntarse si con tan sólo describir, y buscar “el sentido íntimo de una acción” se
puede hacer políticas sociales eficientes, pues estas corrientes caen en la ilusión de la
transparencia y en la no-consciencia que niega ver el contexto externo a la acción, y por la
cual se explica.

Pero, ¿No es acaso que muchas de estas “corrientes filosóficas y sociológicas” son útiles
para dejar de pensar la realidad, y ver tan sólo sentidos superficiales? ¿Será que en sí
pueden generar propuestas del cambio social, le dicen a la población cómo mejorar sus
vidas? ¿Explican algo con el fin de atacar las causas cuyos efectos son negativos?, pues debe
ser contestada con un rotundo, no, no logran pensar la realidad porque no son realistas,
son dualistas, e idealistas, no pueden pensar el cambio social porque en su mayoría están
destinadas al individualismo metodológico y, no ven problemas sistémicos; son descriptivas
y no pueden explicar nada, debido a que “el espíritu es libre” y al ser libre no le “gobierna
una relación causal”.
Se debe hacer una limpieza en la ciencia, tal y como lo hizo Marx en su época con libros tan
notables como La ideología alemana, Crítica de la filosofía del Estado de Hegel, Miseria de
la filosofía, etc. asestando duros golpes contra los idealistas y los acientíficos, o como Lenin
en Materialismo y Empirocriticismo, o como hoy en día Bunge con Evaluando filosofías, Las
ciencias sociales en discusión, Buscar la filosofía en las ciencias sociales, La relación entre la
sociología y la filosofía.

Parece que cada día se necesita más de estudios escépticos sobre la epistemología, sobre
una visión de ver nuestra ciencia, si es que queremos progresar en ella necesitaremos tener
un piso sólido, que tan sólo lo puede brindar la filosofía, el estudio del conocimiento, y no
las barbaridades que sólo retardan a la ciencia.

¿Qué contribuciones habríamos logrado de escuchar a la filosofía subjetivista, idealista que


nos llega de Alemania y tomamos como si fuera una gran joya de gran calidad, o lo que llega
de Francia y está en formas ininteligibles? ¿Se hubiera llegado a pensar la neurociencia o
los nexos actuales que tiene con la sociología (Véase por ejemplo (Franks, 2010)) si tan sólo
nos dedicaríamos a buscar “el sentido que se le dan a las acciones” o “la división entre
cuerpo y espíritu” que profesan? ¿Se hubieran buscado estratificaciones sociales siquiera?
¿Se encontrarían las estructuras objetivas? Todo parece que las respuestas a estas
preguntas son negativas, negativas para la ciencia.

Ahora bien en cuanto el estudio de nuestra propia ciencia ¿Han ayudado a definirla
correctamente?, se escucha a menudo está definición: “la ciencia que estudia el sentido
que los actores de forma libre, consciente y voluntaria le dan a su acción” sin embargo ¿No
es que esta definición está llena de presupuestos filosóficos? y ¿No aparece obvio que más
de una definición sociológica más parece una definición de una instancia individual? ¿Por
qué considerar que todo esto se sostiene sobre supuestos realistas? Si analizamos con
detenimiento nos daremos cuenta que tan sólo muestra el egoísmo de aquellos que la
acuñaron, debido a que una acción que nace de la consciencia tan sólo puede estar guiada
por los intereses de los actores, posiblemente los formuladores de esta definición estaban
más preocupados por mantener por ciertos los supuestos del liberalismo que el de hacer
ciencia correctamente, no hace falta recordar que Max Weber estuvo muy próximo a la
escuela marginalista, que sentó las bases de la microeconomía neoclásica, una seudociencia
muy estudiada por liberales para implantar sus políticas que tan sólo benefician a unos
cuantos. Pretendo ahora definir su relación con los supuestos del homo œconomicus:

-Objetivo, porque define sus metas respecto a sus intereses

-Racional porque usa las mejores medios para lograr sus fines

-Eficiente porque pretende maximizar utilidades reduciendo costos y aumentando


ingresos.

Para que se cumplan los modelos neoclásicos es necesario que estos supuestos sean
correctos, y se ha dedicado a través de Max Weber el de corroborarlos, y no lo intenta hacer
generando una teoría en su La ética protestante y el espíritu del capitalismo que niega o
más bien no tiene estudios sobre la acumulación originaria, la dependencia, la explotación
como pilares esenciales de la economía que se estaba formando, y más bien señala de la
moralidad burguesa, del imperativo de estudiar, trabajar y ahorrar que tenían, ocultando el
trasfondo objetivo.

Ahora bien todos los supuestos de lo que el homo œconomicus está compuesto son falsos
(véase por ejemplo (Bunge, Economía y Filosofía, 1985) (Bunge, Las ciencias sociales en
discusión: una perspectiva filosófica, 1999) (Kahneman, 1982)), que mostrará no sólo que
las actitudes de las personas pueden ser altruistas en vez de egoístas, pueden ser
emocionales en vez de racionales, y pueden ser muy poco eficientes porque realizan saltos
heurísticos, que por ejemplo tienen mayor aversión a las pérdidas, tanto que es irracional.

Las teorías de la elección racional han fracasado, entonces estudiar desde el comienzo “el
sentido de la acción” es errado debido a que no encontraremos casi nada ahí, y si es que no
lo hacemos desde la explicación, para estudiar la acción y sus motivaciones (no sólo
conscientes sino también inconscientes) se necesita de la neurociencia y del monismo
materialista que solicita.
Entonces aquellas nociones son falsas, tal y como han elaborado otros sociólogos como la
vida pragmática y cotidiana que plantean por ejemplo (Berger & Luckmann, 1968) también
será falsa. Debido a que no conocen lo que hacen y piensan las personas, posiblemente a
que sus investigaciones no son científicas.

También considérese a los holistas radicales como enemigos de la sociología, debido a que
niegan la libertad de los individuos, y al generar determinismos inexistentes que, como
hemos visto, fracasan a la luz de los hechos.

Ahora bien, es hora de empezar a hablar de los amigos de la sociología después de haber
reconocido a los enemigos de la sociología. Concuerdo con Bunge en que tan sólo una
filosofía materialista y sistémica puede ayudar a entender la sociología y su objeto de
estudio. Así pues la siguiente definición puede ser de gran ayuda. La sociología como:

…el estudio científico y sincrónico de sistemas sociales de todas clases y tamaños y, en


particular, de su estructura y sus cambios. “Estructura” se interpreta aquí como un conjunto
de relaciones, en especial vínculos o fuerzas, entre los componentes del sistema y entre
ellos y elementos del medio ambiente del sistema. (De tal modo, “estructura” es sinónimo
de “organización” y “arquitectura”.) Lo que sostengo es que, como cualquier otro sistema,
un sistema social es analizable en su composición o pertenencia, medio ambiente o
contexto, estructura o relaciones y mecanismo o procesos que lo hacen funcionar.
Llamemos a ésta la concepción CAEM de un sistema. (Bunge, Las ciencias sociales en
discusión: una perspectiva filosófica, 1999, pág. 78)

Sin duda hay que considerar que primero, los individuos son materiales, no sólo físicos, pero
sí materiales, que conforman relaciones (que escapan, en su mayoría, de su espontaneidad
y control); que podemos explicar las relaciones por su sincronismo, que esta estructura
genera desarrollos sinérgicos, además que el sistema social se compone de varios
subsistemas que podemos definir como: cultural, político, económico, biológico (inclúyase
el ecológico), psicológico.

Así que de esta manera todos los problemas podrán ser vistos no como manifestaciones
inconexas, sino como causadas por las relaciones sistémicas, donde hay clases y estratos,
como relaciones de subordinación, etc. Un problema social puede ser visto como un
problema sistémico y sus soluciones tan sólo podrán ser sistémicos.

Ahora bien, para todo esto es necesario una epistemología que niegue el idealismo, que
sostenga que no sólo hay que evitar nociones de la naturaleza humana, que la mayoría
opina que son errados, como opina (Bourdieu, 2002, pág. 35), que evite el profetismo que
podría causar decisiones políticas terribles como lo muestra el siglo XX y del cual (Bourdieu,
2002, pág. 42) también critica.

Además de la necesidad de generar una comunidad crítica (Bourdieu, 2002, pág. 107) que
se autorregule, y aumente su nivel de cientificidad, que mantenga un nivel de escepticismo
práctico y epistemológico que pueda evitar desfachateces que la sociología ha generado.

Es cuanto Bourdieu puede aportar, considerando que está muy poco bien definido si acepta
la construcción epistemológica o si acepta el constructivismo ontológico o incluso se
aproxima al social, lo cual no aclara con toda seguridad. Parece generar ambos, lo cual sería
peligroso para ver la forma más objetiva del objeto. Así podemos decir que una buena
filosofía de la ciencia ayuda y una mala filosofía desacredita, daña y retarda el desarrollo

Bibliografía
Berger, P., & Luckmann, T. (1968). La construcción social de la realidad. Buenos Aires:
Amorrurto.
Bourdieu, P. (2002). El Oficio del Sociólogo. Buenos Aires: Siglo XXI.
Bunge, M. (1985). Economía y Filosofía. Madrid: Tecnos S.A.
Bunge, M. (1999). Las ciencias sociales en discusión: una perspectiva filosófica. Buenos
Aires: Sudamerica S.A.
Bunge, M. (2015). Evaluando filosofías. Barcelona: Gedisa.
Franks, D. (2010). Neurosociology: The Nexus Between Neuroscience and Social
Psychology. Nueva York: Springer.
Kahneman, D. (1982). Judgment under Uncertainty: Heuristics and Biases. Cambridge:
Cambridge University.

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