LA HISTORIA DE LOS NÚMEROS ROMANOS

Hoy tengo otra historia para ustedes, una historia relacionada con números y
letras, ¿recuerdan que hace un tiempo les conté “La historia de los números” y
vimos las diferentes maneras de contar de los malayas, de los babilónicos, de los
romanos, griegos y de los chinos?

Bueno hoy les contaré un poco más acerca de los números romanos, no se sabe
exactamente cómo fue que surgieron estos números, la mayoría coincide que de
los etruscos nació esta numeración, los etruscos venían de la Toscana que era un
pueblo al norte de Roma. Recordemos que a los romanos les gustaba copiar lo de
otros pueblos, así como lo hicieron con el alfabeto de los griegos.

Al no tener números y no saber como representarlos, utilizaron las letras, pues

es lo que conocían y utilizaban. Fue así como los números romanos se conformaron
de 7 letras en mayúsculas y cada una de ellas representaba un número.

Alzaban solo un dedo (ALZAR UN DEDO) y ponían un palito para el numero 1, la

letra que más se le parecía fue la letra I, si levantaban dos dedos (ALZAR 2
DEDOS), ponían 2 palitos, dos letras I, entonces si levantaban 3 dedos (ALZAR
3DEDOS), ponían 3 letras I, podríamos decir que el origen de los números
romanos fue al contar con las manos y los dedos. El número 4 no podía ser
representado con 4 letras I porque una de las reglas que establecieron los
romanos es que no podían poner más de 3 letras iguales juntas.

El numero 5 se representaba con la letra V pues alzaban el dedo índice y el

pulgar, (ALZAR ÍNDICE Y PULGAR), el numero 10, surgió de juntar los dos
pulgares que representaban al numero 5, se formaba una X y así fue como
escogieron a esa letra para que representara al número 10.

La C era la inicial de la palabra CENTUM en latín que significa cien. La letra M,

viene de la palabra MILLE en latín que significa mil. La letra D viene de la palabra
griega PHI Φ, que en el sistema griego valía 500.

El número 50 fue representado de diferentes maneras, al principio fue una V y

una I juntas, V, que con el paso del tiempo se convirtió en una T invertida, pero
después, como en los tiempos del emperador Augusto, se transformó en una L,
y así es como se le conoce hoy en día.
Las letras se acomodaban de mayor a menor, primero ponían la letra que
representaba a los millares, la M, después la de las centenas, la C, enseguida la
de las decenas, la X, y por último la de las unidades, la I. MCXI = 1111

Los romanos no tenía una letra que representara el numero 0, al parecer no lo

conocían pero tampoco lo necesitaban porque su manera de enumerar era
sumando, las letras siempre valían lo mismo.

No todas las letras se podían colocar 3 veces, las que si se podían repetir era la
I y la X, si había 3 X juntas, XXX = 30, las letras que no se podían repetir era la
D, la L y la V, ya que no tenía sentido repetirlas, porque había letras que
representaban el doble de su valor, por ejemplo en vez de poner 2 V, VV, la letra
X representaba ese valor = 10.

Cuando el valor de la letra de la izquierda era mayor al de la derecha, los valores

se sumaban por ejemplo: VI = 6.

Y cuando el valor de la letra de la izquierda era menor al de la derecha, se

restaba, por ejemplo: IV= 4.

Cuando entre 2 letras había una menor, esta letra restaba a la siguiente por
ejemplo: XIV= 10, 4 = 14.

Estos números se utilizaron durante el Imperio Romano y dejaron de usarse

alrededor del año 1200 D.C porque no era un sistema fácil para contar, se
revolvían con tanta letra pero en su momento fue mejor que nada. Sin embargo,
hoy los seguimos utilizando en relojes, al decir los siglos, los tomos de los libros
y el nombre de los papas y reyes.