Vivimos en un mundo en donde la jornada laboral, es larga lo que impide volver a
casa a almorzar comer o cenar. Es por esto que comer en la calle es una opción para la mayoría de las personas.
LOS PELIGROS DE LA COMIDA EN LA CALLE
Cuando se adquieren e ingieren alimentos en la vía pública, la salud de la población se pone en riesgo principalmente si el vendedor no cumple con las ordenanzas municipales, no tiene la autorización correspondiente o si el puesto o local presentan malas condiciones de higiene. En estos casos fácilmente podemos exponernos a grandes riesgos que hacen peligrar la salud por exponernos a determinados tipos de alimentos: – Alimento contaminado: Es aquel alimento que contiene agentes vivos (bacterias, virus, parásitos) o sustancias químicas (plaguicidas, hormonas, metales pesados) peligrosos para la salud de los consumidores.. – Alimento adulterado: Intencionalmente se le ha quitado o agregado componentes normales reemplazándolos por otros, con el fin de disminuir las deficiencias de fabricación o inclusive para realizar un fraude económico. – Alimento alterado: Es el tipo de alimento que por causas de índole física, química o biológica ha sufrido deterioro de sus características (olor, color, textura, sabor). Más riesgos a los que nos enfrentamos Lamentablemente, los peligros de la comida en la calle no terminan ahí. Continuamente podemos enfrentarnos a más problemas respecto a la comida sin tener conocimiento de ello: – Reutilización del aceite o grasa: exponer estas grasas favorece la liberación de agentes que son absorbidos por la comida, los cuales pueden generar problemas a la salud – Poca higiene: lo que puede causar parasitosis o infecciones gastrointestinales. El riesgo se incrementa cuando el vendedor prepara la comida al mismo tiempo que manipula el dinero, carga bolsones de otros alimentos o materia prima, sus uñas están sucias, fuman o se acumulan desechos cerca de los preparados. – Comida en mal estado: La mayoría de los puestos de comida en la vía pública no cuentan con las instalaciones necesarias para conservar en buen estado los alimentos. Es común que en época de calor los mariscos, la carne, frutas y verduras se descompongan, con lo cual aumenta el riesgo de sufrir intoxicaciones o diarrea al consumirlos. CONSECUENCIAS PARA LA SALUD Las personas que acostumbran comer en la calle, en puestos que no cumplen con las normas de hiegiene, tienen una alta posibilidad a padecer diarreas, que en el 50% de los casos son consecuencia de la deficiente higiene en la preparación de los alimentos o que éstos entren en descomposición rápidamente. 5 CONSEJOS PARA CUANDO COMEMOS EN LA CALLE
Si uno aprende a tomar ciertos recaudos, es posible conseguir comer de manera
saludable en la calle en aquellos momentos donde la elaboración en casa se ve complicada. 1. A la hora de elegir el lugar donde comprar nuestros alimentos es importante hacer una clase de “inspección”, y lo ideal es una vez que encontramos aquel donde respetan y cumplen con las normas y cuidados, sea nuestro único o principal proveedor de nuestra comida. 2. Identificar que usen ropa perfectamente limpia durante todo el proceso de manipulación de los alimentos (es común ver que usan un delantal de trabajo, pero el mismo no es higienizado periódicamente). 3. Elegir aquellos alimentos que se encuentren envasados, dentro de una heladera o una vidriera de exposición. Cuanto menos exposición con el exterior tenga, mejor. Nunca elegir aquellos que están arriba de un mostrador, expuesto al aire, viento, partículas, personas que circulan cerca e insectos (las moscas frecuentan mucho los lugares de comida que no cuentan con la higiene requerida). 4. Ver que los tachos de desecho no se encuentren cerca de la ubicación o elaboración de los platos. El estado de descomposición es muy rápido y eso dañará el alimento y posteriormente nuestra salud al ingerirlo. 5. Si son alimentos envasados ver que indiquen su fecha de elaboración para reconocer su frescura.