Sei sulla pagina 1di 144

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI

FACULTAD DEL HÁBITAT


DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA


DESDE LA ONTOLOGÍA Y SU IMPORTANCIA
PARA EL DISEÑO URBANO

Tesis que se presenta para obtener el título de


Licenciatura en Diseño Urbano y del Paisaje

Jonathan Abraham Quintero García

Directora de Tesis:
Dra. Leticia Arista Castillo

Sinodal por Dirección:


M. Urb. Benjamín Alva Fuentes

Sinodal por Coordinación:


M. A. Manuel Vildósola Dávila

Julio de 2014
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

DEDICATORIA

A la vida, a la existencia, a los seres, al mundo, al misterio, al presente, a la


paz, al amor, a la alegría, a la belleza, al todo…

Dedicado en especial para un querido guía, maestro, profesor y amigo:

Arq. Agustín Rodríguez Reyes (†)

¡GRACIAS!

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 1
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

AGRADECMIENTOS

A mi familia: Siempre mi apoyo incondicional, siempre mi inspiración y amor


total, por permitirme desarrollar lo mejor de mí para el mundo, por guiarme de la
manera más libre y bella. A Yolanda, mi madre, con amor infinito; a mis
hermanos Luis y Gaby, mi inspiración total; a mis abuelitos, Luis y María, por su
apoyo en todo momento; a Sharon, por su amor, comprensión y su paciencia.

A mis profesores por compartirme su conocimiento, su tiempo y dedicación. Por


enseñarme más allá del aprendizaje académico, a forjar de mis estudios una
herramienta útil y humana para los demás seres.

A mi asesora, por guiarme, corregirme, enseñarme, ayudarme y aconsejarme


de la mejor manera, por dedicar parte de su persona, comprensión y su
conocimiento hacia mí.

A mis compañeros y amigos por ser parte de esta formación universitaria día a
día en mi vida, de un gran y magnífico apoyo, por ser los acompañantes y
consejeros perfectos en este camino de desarrollo humano e ir de la mano con
mí persona.

A cada ser que contribuyó y compartió conmigo durante este camino


emociones, experiencias, aprendizajes y vivencias para mi desarrollo personal y
académico, a cada persona, a cada momento y a cada bendición que sea
presenta hoy y siempre.

¡GRACIAS!

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 2
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

RESUMEN
La investigación aborda el tema de Identidad Social Urbana desde la
perspectiva de la sociología urbana con ayuda de la psicología social con la
intención de dar un nuevo aporte para Diseño Urbano. Se analizan como
factores clave lo social y el de los entornos urbanos, así como sus dervaciones.
El documento se divide en varios apartados: En el primero se plantean la
introducción, los antecedentes, los objetivos, la justificación, la hipótesis y
metodología como parte del protocolo de la investigación. En el segundo
apartado, se elabora con base en literatura especializada el marco teórico-
conceptual sobre la identidad social y sociedad; la identidad urbana y de
entorno urbano. Se exploran diversas definiciones y enfoques de la ontología,
desde el antiguo pensamiento clásico hasta el contemporáneo, como
herramienta para explicar cómo es que acontece la construcción de la identidad
social urbana. Posteriormente, se expone como último capítulo, la reflexión en
relación de la construcción de la identidad social urbana auxiliada con
esquemas y gráficos. Finalmente se exponen las conclusiones del trabajo de
investigación.

Palabras clave: Identidad Social Urbana, Sociedad, Entorno Urbano, Esencia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 3
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

ABSTRACT
The research addresses the issue of Social Identity Urbana, from the
perspective of urban sociology aided by social psychology. Topics are discussed
as key factors into the social and urban environments and their conformations.
The document is divided into several sections: In the first are proposed the
introduction, background, objectives, rationale, assumptions and methodology,
as part of the research protocol. In the second section, is made based on
specialized literature, the theoretical and conceptual framework on the subject of
study and its process from the urban sociology. The issue of the urban
environment is seen and various definitions and approaches to ontology are
explored, from ancient to contemporary classical thought, as a tool to explain the
construction of urban social identity ontologically. Subsequently, as discussed
last chapter, the ontological reflection about the social construction of urban
identity, assisted with charts and graphs. Finally, the conclusions of the research
are discussed.

Keywords: Urban Social Identity, Society, Urban Environment, Essence.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 4
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

INDICE

PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN .................................................................. 7


I. Introducción ............................................................................................... 7
II. Antecedentes ............................................................................................. 11
III. Objetivos ................................................................................................... 13
IV. Justificación .............................................................................................. 14
V. Preguntas de Investigación ....................................................................... 20
VI. Hipótesis ................................................................................................... 20
VII. Metodología ............................................................................................. 21
1 CAPÍTULO LA PERSPECTIVA TEÓRICA DE LA IDENTIDAD SOCIAL
URBANA COMO APOYO HACIA EL DISEÑO URBANO ................................. 22
1.1 El Diseño Urbano como medio creativo de la simbolización espacial .. 23
1.1.1 La Sociología Urbana como apoyo del Diseño Urbano ................. 26
1.1.2 La importancia de la Sociedad en el Diseño Urbano ..................... 29
1.2 El concepto de Identidad para el estudio del Diseño Urbano ............... 32
1.2.1 La Identidad Social: Factor en el Diseño Urbano .......................... 36
1.2.2 Identidad Urbana: Del lugar (Place or Urban Identity) ................... 39
1.3 La Identidad Social Urbana y el entorno construido ............................. 44
1.4 Comentarios al capítulo ....................................................................... 51
2 CAPÍTULO LA CONSTRUCCIÓN DEL ENTORNO URBANO .................. 52
2.1 El comienzo de la construcción: La apropiación del espacio ............... 53
2.1.1 La Territorialidad............................................................................ 56
2.1.2 Del sentido de pertenencia ............................................................ 59
2.2 El Entorno Urbano ............................................................................... 61
2.2.1 La Ciudad: Espacio de todos ......................................................... 63
2.2.2 El Barrio: Nuestro espacio ............................................................. 72
2.2.3 Espacio Público ............................................................................. 74

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 5
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.3 Comentarios al capítulo ....................................................................... 80


3 CAPÍTULO LA ONTOLOGÍA COMO HERRAMIENTA PARA EL
ENTENDIMIENTO DEL TEMA DE INVESTIGACIÓN ....................................... 81
3.1 Sobre la Ontología ............................................................................... 82
3.2 La esencia como punto de partida ontológico ...................................... 84
3.2.1 Del Ser: Parménides (permanencia) y Heráclito (devenir) ............ 86
3.2.2 La visión compleja del ser en Sartre: Ser en sí y ser para sí ......... 89
3.3 El Ente: La manifestación del ser ......................................................... 93
3.4 Comentarios al capítulo ....................................................................... 95
4 CAPÍTULO CATEGORÍAS APLICADAS A LA IDENTIDAD SOCIAL
URBANA: REFLEXIÓN SOBRE SU CONSTRUCCIÓN ONTOLÓGICA PARA
EL DISEÑO URBANO ....................................................................................... 96
4.1 La visión del Individuo desde la Ontología ........................................... 99
4.2 La estructura ontológica de Sociedad ................................................ 101
4.3 La construcción de la Identidad Social Urbana .................................. 104
4.4 Análisis reflexivo sobre el Entorno Urbano y su construcción esencial
110
4.5 Entornos Urbanos: Entes físicos / abstractos .................................... 115
DISCUSIÓN DE RESULTADOS ..................................................................... 120
CONCLUSIÓN ................................................................................................ 128
GLOSARIO ..................................................................................................... 131
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................... 132
APÉNDICE GRÁFICO .................................................................................... 140

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 6
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

PROTOCOLO DE INVESTIGACIÓN

I. Introducción

A toda ciencia corresponde un dominio de objetos como campo de sus


investigaciones. Y a todos sus conocimientos corresponden los objetos de
dominio en las que se dan en sí mismos, al menos parcialmente en forma
originaria como primeras fuentes de fundamentación justificativa (Hursserl,
1949).

Uno de los temas de estudio más relevantes en cuanto a la disciplina del


Diseño Urbano y la arquitectura se refiere, es el de las identidades que se
establecen a partir de las relaciones sociales en su hábitat.

En esta investigación se genera una reflexión teórica sobre la construcción de la


Identidad Social Urbana de los individuos en las ciudades. A partir de los
conceptos que conciben la sociología urbana y la psicología social para
establecer los cruces con la Ontología y generar una perspectiva que apoye la
comprensión de los conceptos que integran la construcción de la Identidad
Social Urbana dentro de estas disciplinas.

Con la intención de deliberar desde otra perspectiva de la identidad y la esencia


de los entornos urbanos para el desarrollo fundamental y creativo en el Diseño
Urbano. Concretamente en su relación con lo social reflejado en la forma física

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 7
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

mediante la proyección que concibe el Diseño Urbano. Para el fin del aportar
nuevos conocimientos sobre el concepto de identidad, complementando y/o
ampliando las visiones sobre las formas de estudio en cuanto a la identidad
social urbana para esta disciplina.

El tema de estudio sobre la Identidad no es novedad dentro del mundo de la


investigación, pues existe un vasto y amplio estudio de conocimiento sobre la
identidad y su naturaleza. Sin embargo muchos de estos estudios están
basados en fines ya sean específicos o generales de la identidad y sus
conceptos en sí. Tratados desde un aspecto intelectual adentrado en corrientes
de pensamiento rígido y limitado dentro de sus propias posturas, sin una
percepción humana más allá de lo que su mismo campo de estudio intelectual
les confiere. Por ello se abordará a partir de la construcción del Identidad Social
Urbana de rasgos ontológicos. Donde se concibe a la Identidad Social Urbana
dentro de la corriente de pensamiento de la Sociología Urbana y con aportes de
la Psicología Social para uso en el campo del Diseño Urbano a partir de lo
esencial como herramienta en su accionar.

Como punto de partida se extenderá y explicará para fines de interés de esta


investigación sobre la Identidad Social Urbana todo concepto que este
desarrollo implica en la disciplina del Diseño Urbano Ligándose mediante
conceptos como lo es la identidad social explicada por diferentes disciplinas
como la propia sociología urbana y la psicología social. La apropiación del
espacio, la territorialidad y el sentido de pertenencia que originan las bases
teóricas del entorno urbano y que a su vez, éste da como resultado de la
interacción con la sociedad una identidad urbana. Originando cambios sociales
y un espacio simbólico social del cual el Diseño Urbano es participe en su
proyección.

De forma subsiguiente se aúna en los aspectos del Diseño Urbano para explicar
las formas representativas sociales en los entornos. Particularmente en los

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 8
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

espacios públicos, en su concepción y la conexión con los temas sociológicos y


urbanos. De esta manera se puede comprender más ampliamente la totalidad
de la Identidad Social Urbana como cohesionador de la sociedad con sus
entornos desde las causas y efectos, hasta sus bondades y defectos, entre
otros aspectos de forma deductiva.

Posteriormente se aúna de forma exploratoria sobre la Ontología y los términos


de ésta disciplina para explicar esta la percepción sobre la identidad social
urbana mediante el “cómo” acontece, su concepción y la conexión con los
temas sociológicos-urbanos. De esta manera, al explicarse ontológicamente; se
puede comprender más ampliamente la totalidad de la misma, desde las causas
hasta sus defectos, entre otros aspectos. A modo de reflexión para un
pensamiento transdisciplinario aplicado en el Diseño Urbano.

Así pues, se recopilaron y analizaron teorías, conceptos e investigaciones sobre


el tema dentro de la Sociología Urbana y la Psicología Social/Ambiental.
Deduciendo a partir de comparaciones, análisis y resultados de los conceptos
teóricos para una posterior construcción reflexiva para el Diseño Urbano que
ayuda a entender la Identidad Social Urbana y su proceso constructivo.

La frase encontrada en el Antiguo Templo de Delfos en Grecia y tomada por el


sabio pensador y filósofo Sócrates como pilar de su conocimiento “Conócete a ti
mismo y conocerás el universo y a los dioses”. Es el claro ejemplo de que
comprender a fondo, en este caso la identidad “en y del” hábitat social, es
conocer la fuente de toda virtud y potencialidad de desarrollo en todos los
sentidos que a éste refiere. La conciencia sobre el “cómo” acontece lo que se
conoce para aplicación en el Diseño Urbano.

Este conocimiento es necesario identificarlo y analizarlo para poder dar futuras


aportaciones y soluciones en esa comprensión de la Identidad Social Urbana de
forma física mediante el diseño aplicado. Debido a que es quizá el lazo más

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 9
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

directo de la Identidad entre el lugar y su sociedad en cuestiones de desarrollo y


participación social. Para que hábitat y sociedad puedan desarrollar
potencialidades y virtudes respectivas y en conjunto durante su existencia. Pues
la cuestión del diseño y la estética no son lo realmente esencial de todo ello,
sino la manifestación física de lo que siempre “va siendo” (Franco & Torres,
2003, pág. 209; Boix, J., 1970, pág. 49). Por ello muchas veces sin importar lo
que se conoce, no es realmente la forma en que está aconteciendo. Pues más
allá del diseño, el análisis e incluso de la sociedad, existen realidades ajenas
para el pensamiento técnico, sobre todo en el ámbito de la construcción y
diseño del hábitat humano (Munizaga, 2000).

Por ello, como una solución se propone la reflexión de la importancia de la ésta


identidad para el Diseño Urbano en cada proyecto y que tome en cuenta
sustancialmente la construcción de la Identidad Social Urbana. Pues ésta
identidad es unificadora de sociedad con su entorno según Valera (1994) y este
es el fin principal del Diseño Urbano hacia el hábitat y sus individuos (Méndez,
2000).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 10
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

II. Antecedentes
Dentro del tema de identidad en cuanto a lo social y urbano se refiere, fue
dentro del campo de la psicología que se comenzó a tratar este tema como tal,
Nació con Proshansky a finales de la séptima década del siglo XX, cuando se
introdujeron los primeros estudios de la identidad relacionados a los escenarios
físicos en que el ser humano se desempeñaba, pues para Proshansky (1978),
estos escenarios tenían un rol importante en la formación personal de cada
individuo o “self”, es decir en su “yo”. A esta identidad formada a partir de esa
relación del habitante con su entorno fe nombrada “Place Identity”, o bien en
español, la identidad del lugar o identidad urbana (Proshansky H. , 1978).

A partir de aquí, fue en incremento el interés por el estudio del comportamiento


del individuo tanto en sociedad como dentro de sus entornos individualmente.
En 1988, Lalli expuso que ciertas áreas geográficas determinaban esta
identidad en sus habitantes e influían en el comportamiento de éstos sobre el
mismo (Lalli, Urban Identity, 1988) y otros teóricos dentro de la psicología social
como Stokols (1981) aportarían sobre los significados del espacio en los
procesos de la identificación social.

En cuanto a los procesos de la identificación social, un tema dentro de la


identidad y más antiguo al de la identidad urbana, ya se hablaba de la identidad
social a mediados del siglo XX, desde Mead hasta los planteamientos de Tajfel
y Turner (Valera S., 1994, págs. 3-4), donde esta se podía también derivar del
sentimiento de pertenencia hacia algún lugar de significado para el individuo
dentro de la psicología social, aunque claramente es que desde entonces, no
era de relevancia ni evidente la inclusión de los entornos dentro de estos
estudios sociales (Valera S., 1994). Pues según Valera (1994), se tiende a
adoptar una visión que reduce al entorno en exceso en cuanto a lo simbólico,
pues sol se ve de una forma física, siendo ésta de hecho la última forma que
adopta a través de un proceso significativo en relación a su sociedad.

Es así como este autor expone que el entorno debería ser entendido primero
como un resultado social, antes que como una realidad física (Valera S., 1994)

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 11
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

otra razón es que cuando se analizan tradicionalmente el tema de identidad


social, siendo esta resultado de la interacción entre individuos, grupos sociales
y sociedades, el espacio físico queda relegado a un segundo término así como
la diferenciación entre el medio físico y el medio social ha contribuido a esto
(Valera S., 1994), así Valera desde la psicología social aborda el tema de los
entornos urbanos como un producto social, pero ya no solo individual sino
colectivamente, desde una sociedad, la cual, al igual que de manera individual,
adquiere un carácter particular a partir de lo que él denomina la identidad social
urbana (Valera S., 1994).

A partir de aquí, toda teoría en cuanto al entorno social podemos visionarla


ampliamente bajo la perspectiva de la sociología urbana, pues este es el campo
de estudio que nos permite explicar de mejor forma debido a que es su
especialidad, la interacción social y de los fenómenos en cuanto a lo urbano
(Lamy B., 2006) bajo diversas posturas desde la escuela clásica francesa, la
escuela ecologista de chicago hasta la escuela culturalista (Lezama, 2002),
entre muchas otras, solo por mencionar algunas que son explicadas más
adelante.

Sin embargo, a pesar de la diversidad de estudios en cuando a la identidad, a lo


social y en cuanto a lo urbano, ningún estudio de este tipo ha sido estudiado
bajo la perspectiva ontológica de lo que hay, de lo que es en su construcción
esencial a partir de cada elemento hasta su estructura general. Por ello, se
expondrá en este trabajo, para aportación de otra visión con el fin de la
ampliación del panorama conceptual referente de lo que “es” de la identidad
social urbana bajo la mirada ontológica y con ayuda de los aportes teóricos de
lo social y lo urbano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 12
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

III. Objetivos

Objetivo General:
 Establecer un proceso de análisis de la Identidad desde la Sociología
Urbana y la Psicología Social, para instituir son los conceptos que
construyen la Identidad Social Urbana, ponerlos en relación con la
Ontología y establecer los cruces teóricos que apoyen el estudio del
Diseño Urbano.

Objetivos Particulares:
 Identificar los conceptos teóricos que apoyen la construcción teórica de
la Identidad Social Urbana para el Diseño Urbano.
 Analizar y reflexionar sobre los conceptos de las disciplinas de la
Sociología Urbana y la Psicología Social.
 Sintetizar y generar tablas de las principales referencias conceptuales de
ambas disciplinas.
 Identificar las principales categorías conceptuales ontológicos expuestos
por Sartre.
 Analizar y seleccionar conceptos ontológicos de acuerdo a su relación
con ambas disciplinas que apoyan al Diseño Urbano.
 Generar tablas conceptuales como herramientas para la construcción
teórica de la Identidad Social Urbana.
 Generar esquemas que muestren la relación teórica conceptual de las
disciplinas de la Sociología Urbana, la Psicología Social y la Ontología,
que por ende apoyen la construcción teórica de la Identidad Social
Urbana desde una perspectiva ontológica que asista en proyectos del
Diseño Urbano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 13
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

IV. Justificación
Esta investigación se realiza sobre uno de los temas de relevancia al paso del
tiempo en cuanto al hábitat y sociedad para el Diseño Urbano se refiere como el
de la Identidad. Ha sido cuestión de discusión en diversos análisis e
investigaciones desde diferentes enfoques tratando de entender esta cuestión.
Desde la Sociología, la Antropología, Urbanismo, Arquitectura, entre muchas
otras disciplinas y/o campos de estudio.

Es clara la importancia en cuanto a la necesidad que se tiene por atender esta


materia ya que es evidente el hecho de que para muchos teóricos como Franco
& Torres (2003), es visto como un problema la pérdida de identidad tanto en el
hábitat humano, como en las sociedades y culturas del mundo. Lo que ocasiona
caos y males crónicos en múltiples aspectos arraigados de esta relación
sociedad-ciudad. En los cuales están implicados diversos factores tratados
desde diferentes perspectivas y que están plasmadas finalmente en la forma de
vida de las sociedades en su hábitat.

Lerner (2003) dice que “La ciudad ha terminado por ser entendida como un
templo para el consumismo”.La conveniencia política y comercial ha provocado
en el desarrollo urbano que en lugar de encauzarlo hacia las necesidades
sociales, es dirigido solo a determinadas necesidades de individuos o grupos
concretos preferenciales (Lerner, 2003).

Esto como consecuencia ha diseccionado la sociedad, los espacios públicos se


han individualizado y las ciudades están tendiendo a sociedades formadas por
grupos segregados. Según Lerner (2003), el resultado de esta corriente es el
declive en la vitalidad de los espacios urbanos (Lerner, 2003). Por lo cual, es
factible el hecho de que, si la Identidad Social Urbana cohesiona las sociedades
y a éstas con sus entornos, según Valera (1994), es entonces posible pensar
una solución a estas separaciones por medio del tema de esta identidad.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 14
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

La sociedad contemporánea pasa por una crisis urbana y moral debido a los
efectos antropológicos, económicos, sociales y políticos de un mundo
globalizado que dirige a la multinacionalidad, la multiracionalidad, la
multiculturalidad y la multisubjetividad sin que dentro de los sistemas urbanos
se hayan alcanzado procesos de acercamiento intercultural, interracial,
internacional o de intersubjetividad. Es decir, que la cuestión no es tanto el
hecho de que se haya introducido lo “externo”, sino que se haya introducido sin
aún antes haber conocido lo “interno“, producto de la pérdida de identificación
(Franco & Torres, 2003, pág. 209).

Esto genera entornos llenos de “no-lugares”, siendo aquellos sitios en los


cuales el usuario no encuentra relación alguna de historia, de pertenencia o
afectiva sin implicar necesariamente un juicio negativo, pues es razonable que
una ciudad contenga lugares y no-lugares, pero hay que dirigirlo al espacio
social (esa pieza básica del diseño urbano), la categoría de auténtico lugar
(Lerner, 2003), el espacio público de las relaciones sociales y de unión social
(Borja, 2000). Porque contiene los ingredientes aludidos más arriba en
diferentes niveles (historia, pertenencia y, en muchos casos, afecto), es decir,
elementos que finalmente cohesionan la identidad (Lerner, 2003).

Augé sintetiza en una sola frase en cuanto al “no-lugar”: “Si un lugar puede
definirse como lugar de identidad, relacional e histórico; un espacio que no
puede definirse ni como espacio de identidad no como relacional ni como
histórico, definirá un no-lugar” (en Lerner, 2003). En tal sentido, los no-lugares
son un producto de la homogenización de las necesidades y los
comportamientos de consumo del mundo contemporáneo de la indiferencia
humana hacia sí mismos como a sus espacios existentes.

Concretamente, los no-lugares no pueden ser repudiados pero cabe prevenir su


avance indiscriminado en comparación de los lugares creados para el bien de
los seres humanos. (Lerner, 2003). El espacio al perder significación, pierde el

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 15
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

sentido de pertenencia y con ello surge el desarraigo que el estadío del “no-
lugar” (Fernández, 1996).

Si bien al seguir existente un avance en común de esta pérdida de identidad, ya


sea social o en cuanto al entorno, el abordaje de dichas investigaciones y
teorías no han tomado en cuenta lo que hay más allá del conocimiento
intelectual mismo sobre lo que es identidad en el “cómo” es que va siendo.
Sobre lo que está más allá del objeto de estudio en sí para poder entenderlo de
una manera completa y total. Boix (1970) expone que pareciese ser en el
aspecto urbanístico y arquitectónico que en la mayoría de casos preocupa más
la estética, de esos lugares, para lucimiento de constructores y arquitectos con
diseños renovadores, que el contenido ecológico, social, urbanístico, humano,
etc (Boix, J., 1970, pág. 49).

Es precisamente la Identidad Social Urbana, como se expone más adelante, un


enlace clave en la relación hábitat-sociedad. Por ello es de gran interés
abordarlo y aplicarlo bajo su construcción teórica para fines del Diseño Urbano
como herramienta para la solución de dicho problema.

Este trabajo está elaborado bajo teorías de las cuestiones latentes del tiempo
presente a nuestra época, pues los entornos urbanos contemporáneos y sus
sociedades son el más claro ejemplo de la homogenización cultural y su
fragmentación (Lerner, 2003) que ha venido en creciente de tiempo atrás
debido a su constante mutación. Lo cual nos es de saber que ahora más que
nunca es significativo poder llegar a entender este asunto de constante cambio
como lo es la Identidad y sus características esenciales. Pues si no es hoy
¿Cuándo será?

De igual forma, se habrá de recordar que aunque en teoría es tomada en


cuenta la época contemporánea, no se trata de encasillar este término como
algo dado o estático. Pues más adelante en esta investigación se exhibirá como
es que todo está en proceso de constante cambio del cual sería imposible

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 16
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

definir algo como tal en su totalidad. Así, solo es posible dar un cercamiento de
lo que “es” desde el “cómo acontece” con ayuda de la Ontología.

Esta investigación se realiza para entender y conocer la construcción de la


Identidad Social Urbana desde lo más esencial. Pues conociendo y
comprendiendo la construcción desde la fuente del objeto de estudio, es más
fácil comprender cada factor de lo que se “cree conocer”. Es decir, las
características fundamentales de “lo que es”.

De esta forma, es posible abrir una perspectiva más cercana a los conceptos y
funciones en el estudio de las identidades en cuanto a lo urbano, ya sea de
manera teórica o de campo. Desde una reflexión de lo que hay detrás de lo que
se cree que “es” dentro del ámbito intelectual para un accionar sustancial en el
Diseño Urbano. Dice el pensador Alejandro Jodorowsky: “La palabra que
describe al mundo, no es el mundo”.

En este sentido y debido a que el yugo de muchos de los conflictos socio-


urbanos, están relacionados directa o indirectamente a la identidad, se ha
seleccionado la construcción de Identidad Social Urbana. Ya que esta
contempla y cohesiona directamente los aspectos sociales y de los entornos
urbanos, siendo ambos precisamente los objetos de estudio principales del
Diseño Urbano. Identificando y analizando las bases de ésta identidad principal
como lo son la identidad social y de la identidad urbana como su propio nombre
lo indica y percibida bajo la visión ontológica como nuevo aporte
complementario al raciocinio de la visión existente actual. Pues más allá del
intento intelectual y el tratar de entender éstos temas traducidos en
“conocimientos”, se encuentra lo sustancial que adquiere vida y realidad acerca
de “lo que es” y en “cómo acontece”, lo que el enfoque de la Ontología puede
acercarnos a la explicación desde ese punto de vista.

Debido a la razón física y sensitiva existente de esta interacción entre las


sociedades con sus hábitats, de que el Diseño Urbano es quizá lo más palpable

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 17
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

y directo en cuanto al tema de la identidad. Pues es de cierto modo, el


encargado de representar y plasmar esa correlación que debería estar en
constante cambio y desarrollo armonioso de la expresión del sentido de ser
entre ambos al intervenir en el espacio urbano donde se llevan a cabo estas
formas de relaciones humanas y que es donde se da la construcción de ésta
identidad. Para que así ambos puedan desarrollar sus respectivos potenciales
de forma conjunta e individual.

A partir de ésta percepción, podemos pensar que se requiere una integración


de lo social con lo urbano. Y para ello es justamente el apoyo de la reflexión
constructiva que se busca de la Identidad Social Urbana que apoye el campo
del Diseño Urbano, lo que desarrolla e integra estos dos aspectos principales
de forma directa, según estudios y aportes de especialistas de lo social, lo
psicológico y lo urbano como Proshansky (1978), Tajfel (1984), Turner (1990),
Stokols (1981), Lalli (1998), Valera (1994), Habermas (1993), Lezama (2002),
Lynch (2013), Lerner (2003), Forero & Florez (2008), Borja (2000), Bedoya
(2007), Hernández & Calatrava (2007), solo por nombrar algunos.

Forero y Florez (2008) en su obra titulada Diseño Urbano, definen a este campo
del diseño como el encargado de que las correlaciones sean armoniosas y
particulares de la cultura y del lugar en que se asientan y probablemente “el
nexo más visible entre la ciudad y sus ciudadanos”. Según Lynch (2013), el
Diseño Urbano es un arte temporal, del momento y que sólo rara vez puede
usar las secuencias controladas y limitadas de otras artes temporales y Landa
(1976) anteriormente lo definió como el proceso programado de adecuación y
ordenamiento del medio urbano en sus aspectos físicos, económicos y sociales,
en función de factores dinámicos como el crecimiento y el cambio implicando un
proceso integral de equilibrio a veces interpretado como desarrollo regional y
territorialmente (Landa, 1976, pág. 22).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 18
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Podemos entonces decir que, como el diseñador urbano es el encargado de


plasmar la existencia del instante de una sociedad por medio de su entorno y de
armonizar físicamente a este respecto a su forma de vida social, es de gran
importancia que se entienda en el ámbito del Diseño Urbano lo que hay
realmente más allá de la teoría, de la habilidad técnica y del capricho estético
sobre el “cómo” va siendo su objeto de estudio desde su trasfondo esencial.
Pues, como expone Reissman (en Munizaga, 2000) el diseñador visionario
rompe paradigmas trascendiendo la teoría, las técnicas y las cuadraturas de
pensamiento y acción en su desarrollo profesional y humano.

Para entender lo urbano hay que conocer lo social (en reflexión total, más allá
del intelecto, de lo estático y lo contable). Si se conoce este aspecto, se
obtendrá la acción correcta para el diseño. Así, habrá soluciones sociales desde
los entornos y éste sería pues, el aporte humano para los humanos del Diseño
Urbano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 19
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

V. Preguntas de Investigación

 ¿Existen realmente problemas en el tema conocido de las identidades, como


por ejemplo el de su pérdida y qué relación tiene con el Diseño Urbano?

 ¿Existe un entendimiento real en cuanto al “cómo” es la identidad y de lo que


“hay” más allá del concepto en el conocimiento de los campos de estudio?

 ¿Por qué aún persiste en el tiempo presente esta cuestión respecto al tema de
la identidad en las sociedades y sus entornos?

 ¿Qué aportes se pueden dar en el tema de la Identidad Social Urbana con una
construcción mediante la percepción ontológica para el Diseño Urbano?

VI. Hipótesis
La lectura de la Identidad Social Urbana desde la Ontología permite abrir otros
campos de estudio que apoyan las investigaciones sobre esta identidad para
proyectos de Diseño Urbano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 20
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

VII. Metodología
 Recolección de datos y lecturas especializadas sobre los temas.
 Inducción de las teorías, observación y análisis de datos.
 Construcción teórica conceptual (Ilustraciones 1 y 2).
 Relación de los análisis de investigación (Ilustración 1).
 Descripción de resultados.

Ilustración 1. Mapa conceptual sobre el trabajo de Investigación y la relación entre los conceptos de la Sociología
Urbana y la Ontología por medio de los colores en la construcción de la Identidad Social Urbana.
Elaboración propia.

Diseño
Urbano

Ilustración 2. Mapa sinóptico de la Sociología Urbana como campo de estudio para la construcción de la Identidad
Social Urbana en este trabajo de investigación. Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 21
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1 CAPÍTULO
LA PERSPECTIVA TEÓRICA DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA
COMO APOYO HACIA EL DISEÑO URBANO

“No sé bien lo que construyo,


pero sé que lo que construyo me construye”

Alejandro Jodorowsky

Introducción

El siguiente apartado teórico esclarece los conceptos sobre los cuales el

trabajo de investigación se lleva a cabo. Partiendo del Diseño Urbano como


disciplina para la cual se destina la función de esta investigación. Después, se
exponen los temas de la identidad desde los ámbitos sociológicos y urbanos,
siendo partes fundamentales y complementarias del estudio para la
comprensión y apoyo en la acción del Diseño Urbano. Posteriormente se
explican los conceptos de la identidad social y la identidad urbana explicadas
desde las principales corrientes de estudio en estos temas: La Sociología
Urbana y la Psicología Social como disciplinas de apoyo para el Diseño Urbano,
así como los diferentes conceptos derivados de dichos temas, en los cuales se
desarrollan formando relaciones para la construcción de forma teórica dentro de
la visión social-urbana.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 22
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1.1 El Diseño Urbano como medio creativo de la simbolización


espacial

Hablar de Diseño Urbano implica hablar de sociedad y sus entornos, pero más
fundamental aún de la relación existente entre ambos (Bentley, Alcock, Murrain,
McGlynn, & Smith, 1999). Forero & Florez (2008) afirman que el encargado de
que las correlaciones sean armoniosas y particulares de la cultura y del lugar en
que se asientan y probablemente “el nexo más visible entre la ciudad y sus
ciudadanos” es el Diseño Urbano.

Por su parte, Lynch (2013) define al diseño urbano como un arte temporal. Un
arte del momento y que sólo rara vez puede usar las secuencias controladas y
limitadas de otras artes temporales (Lynch, 2013). Aymonimo (en Forero y
Florez, 2008) coincide que este campo de estudio es la expresión de un
dominio que encuentra las razones y los medios de su existencia en la ciudad,
además de ser una forma de representación simbólica o expresión del momento
histórico dentro de unas coordenadas de espacio y tiempo establecidas (Forero
& Florez, 2008).

Esta disciplina se encarga de concebir y organizar todas las actividades que el


hombre realiza dentro de un espacio determinado (Forero & Florez, 2008).
También se define como el proceso programado de adecuación y ordenamiento
del medio urbano en sus aspectos físicos, económicos y sociales, en función de
factores dinámicos como el crecimiento y el cambio implicando un proceso
integral de equilibrio a veces interpretado como desarrollo regional y
territorialmente (Landa, 1976, pág. 22).

Mendez afirma que tambien puede ser vista como una actividad subyugante
que implica tener sensibildad artística, conciencia social y capacidad técnica.
Para este autor, generalmente el diseñador se desarrolla bajo visiones técnicas
y estéticas como soluciones estáticas. Pero a medida que se adquiere mayor

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 23
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

conciencia, se percata de un contexto social y humano (con todo lo que éstos


convergen e implican) (Mendez, 2002), donde se encuentra frente a un sistema
cambiante y evolutivo en el que cualquier respuesa o tratamiento como solución
a un problema en una de sus partes, afectará al resto (Méndez, 2002).

En el Diseño Urbano, el producto y el contexto se relacionan por los objetivos


analíticos y operacionales. Es decir, en qué categoría de conocimiento básico o
hacia qué objetivos operacionales se orienta. De qué manera uno u otro
proceso incorpora efectivamente los antecedentes del problema (contexto) y a
su vez condiciona los resultados como modelo, plan o construcción (producto)
(Munizaga, 2000).

Reissman distingue cuatro tipos de especialistas urbanos:

1) El profesional práctico: Inmerso en problemas de corto alcance,


concretos, aplicados o prácticos, usando información cuantitativa.
Mayormente confrontado con consecuencias de situaciones no
planificadas previamente. De acción limitada y sistemática y de método
empírico. Aparecen generalmente como ingenieros, constructores,
arquitectos, etc.

2) El empírico: También utiliza información cuantitativa y método empírico,


pero el tipo de problemas que aborda son teóricos, utiliza datos como
índices de ocupación, estructura económica, etc. y generalmente con un
contexto más amplio. Aparecen como sociólogos, economistas y
geógrafos urbanos, etc.

3) El teorizador: Utiliza información cualitativa y aborda problemas teóricos.


Trabaja con sistemas de categorías abstractas, los problemas tienden a
ser definidos a detalle. Es corriente de en ecología urbana (Ebenezer
Webber, Geddes, Howard, Fourier, Cabet, etc.)

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 24
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

4) El visionario: Trabaja con información cualitativa y con problemas


aplicados o prácticos. Aborda similares problemas al profesional pero
con mayor visión, contemplando lo cualitativo desde otras percepciones
complementarias a su propio campo de estudio y llevándolo a la
aplicación conjunta. Trata la función como solo una de las derivaciones
de lo verdaderamente sustancial, pues éste conlleva una visión y
percepción totalitaria. Generalmente es de orden multi y trans
disciplinario (Munizaga, 2000).

Los autores Bentley, Alcock, Murrain, McGlynn, & Smith (1999) exponen que el
Diseño Urbano influye y afecta diversas maneras expuestas en los siguientes
puntos:
a) Sobre los lugares o entonos a donde su sociedad pueden permanecer o
no (permeabilidad).
b) En la gama de actividades disponibles (variedad).
c) Sobre las circunstancias para la sociedad en el entorno (legibilidad).
d) En la utilización del espacio (versatilidad).
e) En la imagen urbana o del lugar (imaginabilidad).
f) En el criterio de las personas para la elección de experiencias
sensoriales (riqueza).
g) Sobre la capacidad del lugar para que las personas puedan imprimir su
sello propio (personalización).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 25
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1.1.1 La Sociología Urbana como apoyo del Diseño Urbano


La sociología, en la medida que explica los fenómenos sociales que subyacen a
los urbanos, es la única que puede dar cuenta de las verdades, necesidades y
fuerzas que se expresan en la ciudad y que afecta a sus habitantes (Lezama,
2002, pág. 241). Esta surgió poseída de una preocupación esencial: entender y
explicar la civilización (Giner, 1983, pág. 214).

Como opina Clavel (2002), esta ciencia social experimenta continuamente


interrogantes que son significativas para la sociedad (Lamy B. , 2006). Y es la
sociología lo que conforma la conciencia social de la sociedad moderna, y en
ese sentido surge como razonamiento del curso de un mundo liberado
mayormente de sus dependencias del pasado hacia uno más dispuesto de ser
producto de la elección y de las propias acciones humanas (Lezama, 2002).

Saunders (2008) define a la Sociología Urbana como una disciplina que enfoca
su principal interés en la organización social y sus procesos inscritos en un
espacio determinado, no el espacio en sí (Lamy B., 2006, pág. 211). Por su
parte, Lamy (2006) entiende que la Sociología Urbana se centra sobre lo
propiamente urbano de los diversos aspectos de la vida social; interroga sobre
la manera en que los elementos que estructuran de manera específica las
relaciones entre actores, instituciones y grupos sociales constituyen a la ciudad
como entorno. (Lamy B., 2006, pág. 214). Las relaciones humanas se dan
dentro del espacio por lo tanto será este el soporte de análisis del sociólogo, el
cual aporta en su estudio sobre el espacio y el desarrollo de las sociedades en
él, pero también y sobre todo como una agrupación de poblaciones y
significados; la Sociología Urbana, es el estudio de un conjunto donde viven
ciudadanos (Lamy B. , 2006, pág. 216).

Según George Gurvitch (en Lamy, 2006), la realidad urbana puede subdividirse
en tres campos, que presentamos en orden decreciente según su materialidad:
1) Morfología: entorno construido y natural, población, técnicas.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 26
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2) Prácticas sociales: organizaciones, roles, normas, etcétera.


3) Representaciones colectivas: imaginario, ideas, símbolos, ficciones,
aspiraciones, identidades, etcétera
(Lamy B. , 2006, pág. 223).

Los historiadores actuales de la sociología urbana reconocen como iniciador de


esta especialidad a Georg Simmel (1858-1918), quien se dedicó principalmente
al estudio de las consecuencias sociales de la urbanización. Según él, la ciudad
tiende a sustituir las formas tradicionales y cohesivas de la sociedad por un
mundo anónimo, complejo y de distancia entre individuos (Montigny, 1992: 183
en Lamy, 2006). (Lamy B. , 2006, pág. 215).

Para otros autores, el iniciador verdadero es el sociólogo Maurice Halbwachs


(1877-1945), quien introduce el estudio de las ciudades en este campo. Su
tema es sobre los cambios de forma de una gran ciudad. Según él, las
expropiaciones dan el verdadero sentido del movimiento social que expresan,
por que enseñan la adaptación a la presión que ejercen las necesidades de la
población sobre los propietarios. Su opinión es que las transformaciones de la
ciudad no resultan sólo de los componentes económicos, ni de las decisiones
individuales, ni tampoco de razones políticas, sino de las tendencias sociales y
de las necesidades colectivas, consecuencias de los cambios demográficos
(Lamy B. , 2006, pág. 215).

Esto coincide en gran parte con Henri Lefebvre (Lamy, 2006, p.p. 217), donde
de manera más completa, expone que la noción de producción no se puede li-
mitar a la producción económica como lo es en el enfoque marxista clásico, sino
que conlleva varios procesos: prácticas sociales, relaciones a veces conflictivas
entre grupos, representaciones en la organización social y espacial. “El espacio
(social) es un producto (social)”, es resultado de una reflexión sobre el espacio
que ha sido habitado a lo largo de la historia; ve así que una multitud de
espacios diferentes se superponen y participan en la diversidad social y
espacial de las ciudades, desarrollándose al transcurso de la historia, la ciudad

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 27
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

se ha manifestado como un producto de los hombres en sociedad, como una


obra colectiva (Lamy B. , 2006, págs. 217-218).

Los conceptos de espacio, cultura e identidad –desde la perspectiva


sociológica- son representaciones socialmente construidas, producto de un
proceso. La identidad da muestra de pertenencia, pero a la vez, de diferencias
con otros grupos, lo cual sustenta la cultura; que ha permitido a una sociedad
llegar a “ser” (Arias, 2002, pág. 103). El espacio, la cultura y la identidad se
materializan en la ciudad a través de símbolos, formas de convivencia,
equipamiento, espacios públicos, entre otros y determinan la construcción de la
ciudad y es el diseño urbano encargado de ello (Forero y Florez, 2008). Pero
ésta también influye en la cultura y la identidad, estableciendo con ello una
relación auto construcción. Mientas las ciudades crecen, los modos de vida y
las representaciones socioculturales que sus habitantes erigen, van
transformando la ciudad. La identidad urbana como concepto implica un
ejercicio de reconocimiento que se realizan en la investigación empírica (Flores,
2011, pág. 16).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 28
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1.1.2 La importancia de la Sociedad en el Diseño Urbano


La sociedad es el principal objeto de estudio de la Sociología, es precisamente
la sociedad humana y en concreto, las diversas colectividades, asociaciones,
grupos e instituciones sociales que forman los humanos el estudio de esta área
(Giner, 1983). Dubet (1989) la concibe como un sistema de integración, una
organización de estatus y de roles enfocados hacia valores colectivos; donde la
acción social es la realización adecuada de ésta integración (Dubet, 1989)

Para Lezama (2002) la sociedad


es aquello que se manifiesta en
la obediencia, no siempre
pacífica ni espontánea de los
individuos a los fines sociales y
que busca el principio de
estabilidad en contra de las
fuerzas centrífugas que lo
empujan hacia la desintegración
(Lezama, 2002, pág. 206). Este Imagen 1. Sociedad representada por el conjunto de individuos
en interacción con su entorno (Calle Hidalgo, Centro Histórico.
autor expone a la individualidad San Luis Potosí, S.L.P.). Foto: Propia.

que la metrópoli construye como una expresión que es de una razón urbana
calculista, se construye por medio de la intolerancia y ello fragmenta la esencia
humana, traduciéndose esto en una atrofia de la personalidad, y una
mentalidad mediocre de la sociedad moderna (Lezama, 2002, pág. 147).

Por una parte la sociedad adquiere cada vez más poder sobre sus
componentes individuales; por otra parte, el desarrollo del hombre resulta
ambivalente, pues a pesar de que ha logrado un mayor desarrollo de su
individualidad, ha perdido su capacidad de controlar técnica y socialmente los
productos de su trabajo, que es absorbido, acumulado y capitalizado por la
sociedad, de tal forma que los elementos más íntimamente vinculados con su
subjetividad pasan a convertirse en atributos de la objetividad.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 29
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Los progresos de la sociedad no parecen propios del hombre, puesto que no se


traducen en su liberación plena (Lezama, 2002, pág. 147). Según Simmel, es
necesario salvar al hombre de esa forma de la opresión intelectual, de la muerte
del espíritu propiciada por el avance de la racionalización del mundo capitalista,
llegar a la raíz del hombre, a su esencia individual atrofiada y liberarla de todas
las maneras de opresión puesto que “el vehículo de los valores del hombre ya
no es el ser humano de cada individuo, sino la singularidad cualitativa e
irremplazable del hombre” (Lezama, 2002, pág. 148).

El carácter de sociedad en el esquema ecológico es cuando la competencia y la


cooperación, que son dos fuerzas opuestas que constituyen a la acción
humana, se estabilizan entre grupos sociales y han recuperado su equilibrio
(Lezama, 2002, pág. 209).

Una sociedad es una colectividad organizada de personas que viven juntas en


un territorio común, cooperan en grupos para satisfacer sus necesidades
sociales básicas, adoptan una cultura común y funcionan como una unidad
social distinta (Bordón, 2007, pág. 44). Así, Bordón (2007) exhibe que la
sociedad es un sistema social empírico organizado territorialmente, cuyos
miembros se reclutan mediante la reproducción sexual en el mismo sistema, el
cual sobrevive a la desaparición individual de sus miembros gracias a la
socialización de nuevos miembros en sus instituciones (Bordón, 2007, pág. 43).

Esta sociedad, desde la perspectiva funcionalista es ante todo la acción social


de una pluralidad de actores, es el fruto de esa acción social similar con el
concepto de sociedad expuesto por Dubet (1989). Y la acción resulta orientada
y motivada por objetivos, conocimientos, intenciones, y proyectos que los
actores y los grupos de actores impulsan o inducen a éstos a obrar en un
sentido determinado, a descartar otras direcciones o elecciones posibles, es
decir se forma un fin organizado en común (Bordón, 2007, págs. 43-44).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 30
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Para Piaget la sociedad es “un sistema de interacciones”, es “la multiplicidad de


las interacciones de sujetos que compone la trama fundamental y elemental de
la sociedad, confiriéndole a la vez existencia y vida (Bordón, 2007, pág. 44). Por
su parte, Horton concibe la Sociedad como un grupo humano autoperpetuado y
relativamente independiente, que ocupa un territorio, comparte una cultura, y
tiene dentro de este grupo a la mayoría de sus asociaciones (Bordón Ovelar,
2007, pág. 44).

La sociedad según Lucas Marín es “un sistema de interacción de individuos


humanos concretos, que es portador de una cultura institucionalizada y que no
puede decirse que sea un subsistema diferenciado de una colectividad de orden
superior, orientado a la mayoría de las exigencias funcionales de un sistema
social” (Bordón, 2007, págs. 44-45).

En general, Bordón (2007) concluye que Sociedad es el grupo más grande al


que una persona pertenece. Este grupo se denomina sociedad en la medida en
que se lo entiende como un sistema social que se reproduce a sí mismo, con
unos límites territoriales y culturales en el que viven la mayoría de los
miembros (Bordón, 2007, pág. 44).

En todo caso, la sociedad es productora y generadora de ciudad, de su propio


entorno urbano. El cual, según Landa (1978), Forero & Florez (2008) y Lynch
(2013), el diseño urbano se encargará de encausar técnicamente el erguimiento
de dicho producto por lo que su principal estudio está en la misma sociedad
(Landa 1978; Forero y Florez, 2008; Lynch, 2013).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 31
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1.2 El concepto de Identidad para el estudio del Diseño Urbano


En cuanto a la identidad, ésta se relaciona con la
cultura, sin embargo, no significa que sean lo mismo.
Mientras la cultura es una estructura de significados
incorporados en formas simbólicas mediante los
cuales los individuos se comunican, la identidad es un
discurso o narrativa sobre el individuo construido en la
interacción con otros mediante un patrón de
significados culturales (Larrain, 2003, págs. 30-42) Imagen 2. La identidad creada
por diversos factores externos al
(Imagen 2). individuo mismo, haciendo
sobre éste una construcción
social.
Fuente: http://gabrielaw.mx
Para la sociología, la identidad social, se concibe como
la vertiente subjetiva de la integración (Dubet, 1989).

La psicología también relaciona la identidad con la personalidad y el


comportamiento del individuo. El psicólogo tiene la tarea de descubrir como las
imágenes resultado de procesos, son transmitidas a personas dentro de una
sociedad. La psicología social es la rama que se encarga del estudio de la
identidad basada en el “yo” de cada ciudadano y abarca conceptos como
identidad de género, identidad social, autoconciencia colectiva, identidad
comparativa, entre otros. (Taifel, 1981, en Flores, 2011, pag. 14)

Por su parte, la antropología relaciona la identidad con conceptos como


tradición, racismo, etnografía y segregación social. La identidad se basa en la
pertenencia a un grupo mayor, en donde los espacios urbanos pueden ser
factor de identidad o parte de un proceso identitario (Agier, 2000). Este proceso
es definido por Hall (2005) como un “proceso de convertiste, más que de ser”
(Hall, 2005). También señala que “la memoria” permite responder a la pregunta
¿Quiénes somos? Hyden (2004) plantea que el espacio puede proporcionar una
sobrecarga de diferentes significados. El espacio es una manifestación de todas

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 32
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

las formas que se conocen (en los sentidos humanos) y esto lo convierte en una
poderosa fuente de memorias (Hyden, 2004).

García (2006), en el sentido pedagógico, entiende la Identidad procedente del


latín ídem (‘el mismo’), al menos en dos sentidos:
a) Un sentido lógico: un objeto A se considerará idéntico a un objeto B cuando
A y B tengan las mismas características. Aquí la identidad es ante todo el hecho
de que dos o más cosas tengan rasgos comunes, de modo que una cosa es la
misma que otra y que dos a más cosas conforman una sola (García, 2006, pág.
208).
b) Como rasgo de distinción ontológica: se habla de la ‘identidad’ de una cosa o
de una persona para definirla en su singularidad, lo que la distingue de otra e
impide que pueda confundirse con otras (García, 2006, pág. 208).

Si tomamos el término en el primer sentido, no existe unicidad, y sobre lo que


se pone el acento es en la profunda semejanza de varias cosas, y si éstas
forman ‘una sola’, se habla de identidad en tanto que varias forman una sola
cosa. Si lo tomamos en el segundo sentido, aparentemente existe unicidad,
pero se produce un desdoblamiento implícito para asegurar esta identidad
puesto que designa la cualidad de una cosa idéntica a sí misma. De este modo,
identificar un cuerpo, significa verificar la adecuación de un nombre y de ese
cuerpo.

Verificar la identidad de alguien es ver si existe coincidencia entre lo que


declara ser una persona y lo que socialmente se reconoce que es. Ambos
sentidos están muy relacionados, puesto que en los dos casos se trata de
establecer una adecuación bien de una cosa con otras cosas, bien de una cosa
consigo misma (García, 2006, págs. 208-209).
Mientras que las definiciones proporcionadas por los diccionarios suelen asociar
el término ‘identidad’ con lo que es parecido a algo, con la unidad y la
permanencia de un objeto o un ser, y lo contrapone al contraste, a la alteridad,

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 33
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

a lo que es diferente o distinto, haciendo de la identidad la esencia distintiva de


lo que es idéntico, en los terrenos psicosociales sucede lo contrario (García,
2006, pág. 209).

En la identificación, pues, sólo se retiene una parte de las supuestas


características esenciales, y de éstas las que marcan la diferencia (identidad
material, propia, social o religiosa). Las categorías clasificatorias a su vez no
son independientes, sino que se relacionan y se remiten unas a otras. De ahí
resultan las definiciones de las diversas identidades posibles (individuales,
grupales y sociales o culturales) (García, 2006, pág. 209).

a) La identidad individual sería el fruto de las interacciones cotidianas con las


que se encuentra un sujeto y que producen la internalización de los sistemas de
actitudes y comportamientos adecuados a ese contexto social. Esta experiencia
personal junto con los valores y representaciones inculcados en la socialización
primaria del sujeto “generan un proceso constante de elaboración
categorizadora práctica que, en definitiva, definen tanto la posición del individuo
en/frente a la sociedad como contribuyen a la configuración de la propia
identidad” (Pujadas, 1993: 55, en García, 2006). Aquí la identidad tiene una
significación de orden psicológico, refiriéndose a la percepción que cada
individuo tiene de sí mismo, es decir, la percepción de su propia conciencia de
existir en tanto que persona en relación con otros individuos con los que se
agrupa (familia, asociación, nación, etc.) (García, 2006, pág. 209). Siendo
individuo, el sujeto en posición que define la posibilidad y la fuente de
experiencia y por ende, de conocimiento, el agente en posición de actividad y el
yo como indicador de una identidad social. (García, 2006, pág. 219)

b) La identidad grupal se define como la organización coherente, la síntesis de


una totalidad comprensiva de los elementos integrados a partir de ciertas
categorías (medio vital, historia, demografía, actividad, organización social,
mentalidad, etc.) que son parte de los elementos del análisis del diseñador

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 34
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

urbano (Forero & Florez, 2008). Pero esta apreciación de la identidad no es


individual. Es el resultado lógico del reconocimiento recíproco entre el individuo
y los grupos sociales a los que puede pertenecer, comportando por tanto un
elemento subjetivo (la percepción de la auto identificación y de la continuidad de
su propia existencia en el tiempo y en el espacio) (García, 2006, pág. 210).

c) La identidad social o cultural respondería al conjunto de criterios que


permiten una definición del individuo o del grupo que hacen posible situarlo en
su sociedad. Se trata de una identidad atribuida, esto es, dada por una gran
parte de los otros individuos y de la sociedad, representando la suma de todas
las opciones de inclusión y de exclusión en relación con esta la sociedad. Esta
identidad recogería la propiedad global del individuo y de los grupos sociales a
los que pertenece, un patrimonio cultural que integraría las normas de
conducta, los valores, las costumbres y la lengua que unen o diversifican a los
grupos humanos. Representa, pues, una constelación de identificaciones
diversas, correspondientes a otras tantas pertenencias sociales distintas, y
entra en crisis – provocando auténticos problemas de identidad- justamente
cuando se impide que la gente mantenga su referencia a identidades múltiples y
combinadas, que proporcionan a hombres y mujeres un sentimiento de
pertenencia y de seguridad tanto más deseado cuanto mayor es el cambio y la
movilidad en el entorno en el que desarrollan sus experiencias vitales (García,
2006, pág. 210).

En todo caso, la identidad no llega a consolidarse de forma definitiva, si no que


se va definiendo progresivamente, mediante un proceso paralelo la
construcción de la propia personalidad (Franco & Torres, 2003, pág. 205). A
pesar de las diferentes posturas, las disciplinas mencionadas coinciden en
afirmar que la identidad se estudia como un proceso de construcción, que los
individuos van definiendo para sí mismos, en estrecha interacción simbólica con
otras personas, “la identidad marca las diferencias” (Woodward, 1997).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 35
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1.2.1 La Identidad Social: Factor en el Diseño Urbano


Tajfel ya planteaba el hecho de que la identidad social fundamentada en la
pertenencia de un individuo a determinados grupos o categorías implica la
acentuación perceptiva de las semejanzas con el propio grupo y las diferencias
de éste respecto a los otros grupos, siendo esta perspectiva comparativa la que
une la categorización social con la identidad social (Tajfel, en Valera, 1994,
pag.6) (Imagen 2).

La definición de identidad social que propone Tajfel: "(es) aquella parte del auto
concepto de un individuo que se deriva del conocimiento de su pertenencia a un
grupo o grupos sociales juntamente con el significado valorativo y emocional
asociado a esta pertenencia." (Tajfel en Valera, 1994; pag.5). Dentro de esta
definición, y en función de lo dicho hasta el momento, puede quedar incluido
perfectamente el concepto de "entorno", de manera que la identidad social de
un individuo también puede derivarse del conocimiento de su pertenencia a un
entorno o entornos concretos, juntamente con el significado valorativo y
emocional asociado a estas pertenencias (Valera S. , 1994, pág. 5).

Por otro lado, si


consideramos que una de
las categorizaciones que
configura la identidad social
de un individuo o de un
grupo es la que se deriva
del sentido de pertenencia a
un entorno, parece correcto
pensar que los mecanismos
de apropiación del espacio
(Korosec en Valera, 1994; Imagen 3. La pertenencia o conexión del individuo a ciertos grupos
sociales conformados de acuerdo a la afinidad de diversos factores,
pag. 12) aparecen como originando la diferenciación respecto a otros grupos.
Elaboración propia.
fundamentales para este

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 36
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

proceso de identificación. Sea a través de la acción-transformación o bien de la


identificación simbólica (Pol, en Valera, 1994; pag. 12) el espacio se convierte
en lugar, es decir, se vuelve significativo (Jørgensen en Valera, 1994; pag. 12).

La identidad social también puede derivarse del sentimiento de pertenencia o


afiliación a un entorno concreto significativo, resultando entonces una categoría
social más, pues son espacios comunes correlaciónales que se deben de
considerar cuando se diseñan (Aragonés, Corraliza, Cortés y Amérigo en
Valera, 1994; pag. 3).

La relación entre identidad social y pertenencia a determinadas categorías o


grupos sociales tiene una larga tradición en Psicología Social (Valera S. , 1994,
pág. 3).

1.2.1.1 Categorías a considerar en el diseño urbano


Según Hidalgo (1998), es la estructura de la identidad social que deriva de la
pertenencia de un individuo a un determinado entorno urbano. Entre las
principales características que la definen podemos destacar:
a) Las categorías urbanas son uno de los diversos tipos de categorías
sociales que los individuos y grupos utilizan para definir su identidad
social.
b) El hecho de sentirse vinculado a un entorno urbano concreto conlleva
asumir una serie de atribuciones socialmente elaboradas y compartidas a
través de las cuales los sujetos se perciben como iguales entre ellos y
diferentes del resto de grupos o comunidades que viven en otros
entornos.
c) Las categorías sociales urbanas susceptibles de generar identidad
social urbana son, según su nivel de abstracción, barrio, zona y ciudad.
d) Las dimensiones categoriales que pueden ser consideradas
relevantes para la configuración de la identidad social urbana son: la

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 37
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

dimensión territorial, conductual, social, ideológica, psicosocial y


temporal.
e) Los individuos o grupos utilizan un nivel u otro de abstracción
categorial para formar su identidad según sus necesidades, en función
de la categoría con la cual les interesa identificarse delante de los otros
individuos o grupos.
f) Dos elementos pueden convertirse en símbolos representativos de la
identidad social urbana de un grupo o comunidad: el nombre de la
categoría social urbana y determinados elementos del espacio urbano
que son reconocidos como representativos de éste, que pueden ser
elementos geográficos (ríos, montañas, etc.) o arquitectónicos
(monumentos, plazas, etc.).

Estos últimos se denominan espacios simbólicos urbanos, y su función principal


es facilitar la génesis, consolidación y mantenimiento de la identidad social
urbana. "La existencia de espacios simbólicos urbanos contribuye a hacer más
saliente una determinada categoría social urbana, es decir, incrementar el
sentimiento de pertenencia categorial de los individuos asociados a ella",
apoyando la lectura del paisaje para el Diseño Urbano (Hidalgo, 1998, pág. 35).

Simon Pratt Adams, Meg Maguire y Elizabeth Burn, analizaron la identidad en la


ciudad como un concepto dinámico y flexible, partían del hecho de que las
identidades pueden estar enfatizadas en diferentes contextos urbanos y que la
reconstrucción de la identidad, es donde los individuos puedan remarcar
quiénes son y quiénes quieren ser (Pratt, 2010) y del cual, el Diseño Urbano se
encargará de concluir dicha realización desde la acción sobre los entornos
(Landa, 1978).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 38
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1.2.2 Identidad Urbana: Del lugar (Place or Urban Identity)


Enric Pol (en Valera, 1994) explica que los escenarios físicos en los cuales se
desarrolla el individuo poseen un rol principal en la identidad del self, esto es en
la definición del yo de la persona a través de lo que Proshansky denomina place
identity (Valera S. , 1994).

El concepto de identidad de lugar (place identity) fue desarrollado por Harold


Proshansky y sus colaboradores (Proshansky, 1978; Proshansky, Fabian y
Kaminoff, 1983 en Hidalgo, 1998; pag. 25), para describir el papel que tienen
las propiedades físicas del entorno residencial sobre la estructura de la
personalidad, en concreto sobre la identidad personal (Hidalgo Villodres, 1998,
pág. 25). Para estos autores, los escenarios físicos en que el hombre se
desarrolla contribuyen a establecer su identidad, de igual forma que el sexo, la
raza, la clase social, la ocupación, etc. Sin embargo, tradicionalmente, en el
estudio de la identidad personal y el desarrollo del auto concepto se ha
ignorado el papel de los lugares y espacios físicos en que el hombre se
desarrolla (Hidalgo, 1998).

En esta línea se encuentra el desarrollo del concepto de place-identity


(Proshansky, 1976, 1978; Proshansky, Fabian y Kaminoff, 1983, en Valera
1994). La identidad de lugar es considerada como una subestructura de la
identidad de self y consiste en un conjunto de cogniciones referentes a lugares
o espacios donde la persona desarrolla su vida cotidiana y en función de los
cuales el individuo puede establecer vínculos emocionales y de pertenencia a
determinados entornos (Valera S. , 1994, pág. 5).

Este concepto de Identidad del lugar o Identidad Urbana es definido como "una
sub-estructura de la identidad personal que, en términos generales, consiste en
las cogniciones sobre el mundo físico en el cual vive el individuo. Estas
cogniciones representan recuerdos, ideas, sentimientos, actitudes, valores,
preferencias, significados y concepciones de conducta y experiencias
relacionados con la variedad y complejidad de los entornos físicos en los cuales

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 39
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

uno se desenvuelve" (Proshansky y cols., 1983, pag. 59 en Hidalgo, 1998;


pag.26).

La identidad de lugar es pues una dimensión del “self” que define la identidad
personal en relación con el entorno físico (Hidalg, 1998, pág. 26). Es una
construcción personal, resultado de la experiencia directa con escenarios físicos
concretos, admiten que en esta construcción influirá lo que otras personas
hagan, digan o piensen acerca de los escenarios físicos en que se desenvuelve
la persona, es decir, los significados y creencias sociales (Hidalgo, 1998, págs.
26-27).

El mecanismo de
apropiación facilita el
diálogo entre los
individuos y su entorno
en una relación dinámica
de interacción, ya que se
fundamenta en un doble
proceso: el individuo se
apropia del espacio
transformándolo física o

Imagen 4. La identidad urbana como parte importante de la conformación simbólicamente y, al


de la personalidad de los individuos de acuerdo a su entorno.
Elaboración propia. mismo tiempo, incorpora
a su self determinadas
cogniciones, afectos, sentimientos o actitudes relacionadas con el espacio que
resultan parte fundamental de su propia definición como individuo, de su
identidad del self (Proshansky, 1976 en Valera, 1994; pags. 12-13). (Valera S. ,
1994, págs. 12, 13) (Imagen 4).

Para Moles (1977 en Valera, 1994; 12), la relación entre la persona y el espacio
pasa por la consideración de una serie de capas concéntricas que representan

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 40
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

los diferentes niveles de apropiación espacial. De esta manera, Moles,


partiendo de la indumentaria como capa más cercana al individuo, relaciona
sucesivamente el gesto inmediato, la vivienda, el barrio, la ciudad, la región, la
nación y el mundo en el sentido más amplio (Fischer, 1990 en Valera, 1994;
pag. 12) (Valera S. , 1994, pág. 12).

Lalli (en Valera, 1994) concibe también la identidad urbana bajo una percepción
donde cumple también con otra función fundamental: permite internalizar las
características especiales del pueblo basadas en un conjunto de atribuciones
que configuran una determinada imagen de éste -en un sentido muy similar al
de "imaginabilidad social" de Stokols (1981 en Valera, 1994; pag. 9-10). Esta
imagen determina, según Lalli, la atribución de un conjunto de características a
los individuos, los dota de un cierto tipo de personalidad: "sentirse residente de
un pueblo confiere un número de cualidades casi-psicológicas a las personas
asociadas a él" (1988, p. 305).

A su vez, la identidad urbana provee a la persona de evaluaciones positivas del


self (aspecto ya destacado por Tajfel y por Turner en sus investigaciones sobre
categorización e identidad social) y de un sentimiento subjetivo de continuidad
temporal que permite la conexión identidad-generación en relación al entorno
urbano (Valera S. , 1994, págs. 9, 10).

Lalli (1992) pues, propone en total cinco dimensiones que integran la identidad
urbana:
a) Evaluación externa: Se refiere a la característica ya comentada. Se evalúa la
percepción de un carácter especial de los habitantes de la ciudad frente a los
demás.
b) Continuidad con el pasado personal: Recoge la significación del ambiente
urbano para desarrollar un sentido subjetivo de continuidad temporal.
c) Apego general: Supone un sentimiento general de sentirse "en casa" en la
propia ciudad, e identificarse con ella.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 41
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

d) Percepción de familiaridad: Abarca los efectos de las experiencias diarias en


la ciudad.
e) Compromiso: Cubre las intenciones y deseos de permanecer en la ciudad en
el futuro (Hidalgo, 1998, pág. 32).

Así pues, el espacio urbano representa a nivel simbólico un conjunto de


características que definen a sus habitantes como pertenecientes a una
determinada categoría urbana en un determinado nivel de abstracción, y los
diferencian del resto de personas en base a los contenidos o dimensiones
relevantes de esta categoría en el mismo nivel de abstracción. Desde este
punto de vista, los entornos urbanos pueden también ser analizados como
categorías sociales (Valera S. , 1994, pág. 9).

Esta es la premisa fundamental que se halla implícita en el concepto de


identidad urbana (urban identity) desarrollado por Lalli (1988; en prensa). Para
este autor, sentirse y definirse como residente de un determinado entorno, ya
sea barrio o ciudad, implica también diferenciarse en contraste con el resto de
la gente que no vive allí (1988, en Valera, 1994).

Parece correcto, pues, pensar que los mecanismos que se encuentran en la


base de la identidad urbana son los de categorización y comparación sociales
propios de la identidad social (Valera S. , 1994, pág. 9).

Si la identidad de self en relación al lugar (Proshansky, 1976; 1978; 1983)


remite a un nivel de apropiación individual, la identidad social urbana se
relaciona con procesos de apropiación espacial a nivel de sociedad (Valera S. ,
1994, pág. 13).

“El lugar es centro de significados, condición de su propia existencia foco de


vinculación emocional para los seres humanos, contexto para nuestras
acciones y fuente de nuestra identidad” (Yi-Fu Tuang en Franco & Torres,
2003) (Franco & Torres, 2003, pág. 207).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 42
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Amerilink y Bontempo reconocen que los seres humanos se cargan de


significación del entorno en el que vivan, trabajen y se relacionen, este contorno
influye en la construcción de la identidad al dar un sentido de pertenencia, no
solo por las transformaciones, sino también por la serie de referentes naturales
a partir de los cuales se reconoce “nuestro” lugar (Bontempo, 2006; en Flores,
2011, pág. 15).

Por otro lado, Joel Bonnemaison (en Flores, 2011, pág. 13) refiere el concepto
de “buenos espacios” para identificar aquellos lugares que se relacionan con, lo
cual permite entender “la identidad de los espacios” considerado que la
identidad está estrechamente relacionada con un suceso personal o colectivo,
transmitido de generación en generación, conformando procesos.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 43
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1.3 La Identidad Social Urbana y el entorno construido


Mediante el concepto de identidad social urbana, se contempla el entorno como
una categoría social, con un significado socialmente elaborado y compartido
que sirve de base para la definición de sociedad (Valera S., 1994, pág. 1).

Si se revisa la literatura sobre el tema, Proshansky (1976; 1978) observó que


los escenarios físicos en los que el individuo desarrolla su vida cotidiana, juegan
un importante papel en la configuración de su identidad del self a través de la
estructura de place-identity (lugar-identidad), como ciertas áreas geográficas
determinan la identidad urbana (urban identity) de sus habitantes (Lalli, 1988),
cual es el papel que juegan los significados espaciales en los procesos de
identificación social (Stokols, 1981; 1990; Stokols y Shumaker, 1981), la
orientación temporal de los grupos y la relación simbólica con el espacio
(Stokols & Jacobi, 1984) o la importancia de los aspectos espaciales en la
relación ecológica entre comunidades simbólicas mencionada por Hunter (1987)
(Valera S. , 1994, págs. 2, 3).

Por otro lado, desde la perspectiva del interaccionismo simbólico, todos los
objetos -según el término de “objeto” para Blumer (1969) en que pueden
incluirse tanto los espacios como también las categorías sociales- adquieren su
naturaleza ontológica a partir de los significados conferidos por individuos y
sociedades o en terminología de Berger y Luckman (1966), pueden ser
considerados construcciones sociales (Valera, 1994), mismas que influirán
directamente en las decisiones tomadas por el Diseño Urbano al momento de
su análisis (Munizaga, 2000).

La diferenciación entre un medio físico y un medio social relativamente


independientes ha contribuido también a fomentar esta consideración -por
ejemplo, Goffman (1967) considera al entorno como el escenario físico donde
se desarrolla la interacción social. Pero, si como hemos apuntado
anteriormente, el entorno ha de ser considerado como un producto social, la
distinción entre medio físico y medio social tiende a desaparecer y el entorno

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 44
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

pasa a ser no sólo el escenario de la interacción sino un elemento más de la


interacción, como propone Stokols (1990). La relación entre individuos y grupos
con el entorno no se reduce sólo a considerar este último como el marco físico
donde se desarrolla la conducta sino que se traduce también en un verdadero
"diálogo" simbólico en el cual el espacio transmite a los individuos unos
determinados significados socialmente elaborados y éstos interpretan y
reelaboran estos significados en un proceso de reconstrucción que enriquece
ambas partes. Esta relación dialogante constituye la base de la identidad social
asociada al entorno (Valera S. , 1994, pág. 4).

Este planteamiento
implica la consideración
de que los entornos
urbanos pueden ser
entendidos también como
categorizaciones del self
en un determinado nivel

Imagen 5. El entorno físico de un espacio público permite la interacción de abstracción grupal. El


de los individuos. Fuente: Arista Castillo, Leticia.
sentido de pertenencia a
determinadas categorías sociales incluye también el sentido de pertenencia a
determinados entornos urbanos significativos para el grupo (Valera S. , 1994,
págs. 8, 9).

Detrás de esta idea se encuentra la consideración del entorno urbano como


algo más que el escenario físico donde se desarrolla la vida de los individuos,
siendo un producto social fruto de la interacción simbólica que se da entre las
personas que comparten un determinado entorno urbano (Valera, 1994), por lo
tanto, según Lerner (2003), este tipo de identidad debe ser considerada para el
entorno, pues es importante al momento de plasmarlo para su sociedad desde
el Diseño Urbano (Forero & Florez, 2008).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 45
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Los contenidos de estas categorizaciones vienen determinados por la


interacción simbólica que se da entre las personas que comparten un
determinado espacio y que se identifican con él a través de un conjunto de
significados socialmente elaborados y compartidos. Es de esta manera como el
entorno urbano supera la dimensión física para adoptar también una dimensión
simbólica y social. (Valera S. , 1994, pág. 9).

Después, el concepto realmente sería comprender la existencia de un


verdadero “diálogo” como expone Enric Pol, entre el individuo y el entorno,
enriqueciéndose ambas partes mostrando el concepto base de la “identidad
social urbana“ (Valera S. , 1994).

Así Valera (1994, págs. 16-23) expone como características de la identidad


social urbana:

1.- El sentido de pertenencia como categorización social: Aquella que hemos


definido como identidad social urbana.

2.- Niveles de abstracción categorial: Aquella en la que un conjunto de


individuos se definen, en base a unas determinadas dimensiones, como
pertenecientes a una determinada categoría urbana.

3.- Categorías Sociales urbanas y su proceso de construcción: Aquellas que


son susceptibles de generar identidad social urbana y se definen por su nivel de
abstracción: barrio, zona y ciudad.

4.- Dimensiones categoriales y su interrelación: Aquellas que pueden ser


consideradas relevantes para la ordenación de la identidad social urbana y que
se proyectan en el entorno. Se definen en relación con los siguientes criterios:

a) Dimensión territorial: En la medida en que estamos hablando de


entornos urbanos, los límites geográficos definidos por las personas que

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 46
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

se identifican en base a una determinada categoría urbana son un


elemento importante en el momento de diferenciarse de otros grupos que
ocupan entornos diferentes mientras que, a nivel simbólico, pueden jugar
un importante papel en las relaciones que se dan entre los grupos y
comunidades (Hunter, 1987; en Valera, 1994).
En el caso de la categoría “barrio”, los grupos tienden a definir sus
propios límites que, en muchos casos, no coinciden totalmente con los
límites administrativos (Wirth, 1945; Marans y Rodgers, 1975; en Valera,
1994). En este sentido, la delimitación territorial resulta una construcción
social común mente elaborada y compartida, fruto en buena parte del
sentido de pertenencia de individuos y grupos a lo que consideran "su"
barrio (Amérigo, 1990).

b) Dimensión psicosocial: Si consideramos junto a Lalli (1988) y Lerner


(2003) que cada pueblo tiene su propia imagen, la afiliación a una
determinada categoría urbana puede también derivar en un conjunto de
atribuciones (tanto internas como externas) que proporcionen un carácter
especial o distintivo a los miembros asociados a esta categoría, es decir,
que doten de un cierto tipo de "personalidad" a las personas como
característica diferencial respecto a los otros grupos (Lalli, 1988; en
prensa). Paralelamente, un determinado barrio puede diferenciarse de
los otros en función de la calidad de las relaciones sociales percibidas
por sus habitantes (Amérigo, 1990).

Por otra parte, Francis (1983; en Valera, 1994) señala que la


identificación y caracterización de una ciudad o de una parte de ella está
en función de la calidad de vida que representa, mientras que Firey
(1945; en Valera, 1994), observó cómo el hecho de sentirse
perteneciente a un determinado barrio, da a los individuos un
determinado estatus o prestigio social, generando así apreciaciones

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 47
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

positivas del self. Finalmente, la identidad social urbana, en base a estas


ideas, se basa también en una dimensión psicosocial (Valera S. , 1994).

c) Dimensión temporal: Los procesos por los cuales un determinado


grupo llega a identificarse con su entorno dependen en gran parte de la
evolución histórica del grupo y del propio entorno, generándose así un
sentimiento de continuidad temporal básico para la definición de la
identidad social urbana (Stokols y Jacobi, 1984; Lalli, 1988).
En la medida en que un grupo se sienta históricamente ligado a un
determinado entorno será capaz de definirse en base a esta historia
común y diferenciarse de otros grupos que no comparten el mismo
"pasado ambiental" o "memoria colectiva" (Stoetzel, 1970; en Castells,
1979).
La dimensión temporal es pues un elemento de gran importancia para la
identidad social urbana de los grupos y comunidades, especialmente de
aquellos con una orientación temporal "tradicional" o "coordinada"
(Stokols y Jacobi, 1984). Si una orientación temporal "tradicional" es
suficiente para consolidar la identidad social urbana de un grupo, una
orientación "coordinada" asegura la prevalencia y la transmisión de esta
identidad a generaciones futuras, dinamizando su proceso evolutivo
(Valera S. , 1994).

d) Dimensión conductual: La identidad social urbana, en tanto que fruto


de un sentido grupal de pertenencia a una determinada categoría o
entorno urbano, genera también determinadas manifestaciones
conductuales, según Pol (en Valera, 1994, pág. 94). Bien sea a través de
los usos definidos en el espacio o bien a través de la acción-
transformación de éste como modo de apropiación, los individuos y
grupos se relacionan de manera activa con el entorno (Valera 1994, pág.
20).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 48
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

En este sentido se perfila una cuarta dimensión importante: la dimensión


conductual, estrechamente ligada al conjunto de prácticas sociales
propias de una determinada categoría social urbana (Francis, 1983).

e) Dimensión social: Las características sociales de un grupo asociado a


un determinado entorno o categoría social urbana pueden resultar un
importante elemento para la definición de la identidad social urbana.
Así pues, hay que contemplar también una dimensión social ya que,
como señala Hunter (1987), el contenido de una identificación
comunitaria dependerá, hasta cierto punto, de la composición social de la
comunidad en la cual se da la realidad desde la que construiremos esta
identidad. Paralelamente, algunos autores han establecido una relación
entre estructura social y jerarquía simbólica del espacio (Castells, 1979;
Firey, 1945).

f) Dimensión ideológica: Finalmente, la identidad social urbana puede


remitir a los valores ideológicos implícitos compartidos por un
determinado grupo o comunidad, es decir, a una dimensión ideológica.
Autores como Castells (1988) consideran que los entornos urbanos
(especialmente la ciudad) son plasmaciones de las instancias ideológicas
que rigen y determinan una sociedad. Las formas espaciales pueden ser
consideradas formas culturales en tanto en cuanto son la expresión de
las ideologías sociales (Valera, S., 1994).

5.- Concepción dinámica de los proceso de categorización: El énfasis puesto en


la construcción social de los significados relevantes para las categorizaciones a
través de la interacción simbólica hace que, constantemente, se estén
reconstruyendo estos significados y, por lo tanto la identidad social urbana sea
no tan solo un proceso en constante evolución (Valera, S., 1994).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 49
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

6.- Jerarquización categorial: Contempla la existencia de sistemas de


categorización urbana paralelos (barrio donde se vive/barrio donde se trabaja,
ciudad de origen/ciudad donde se vive actualmente, los cuales, en un sentido
similar al planteamiento de Proshansky y otros (1983) contribuyen a definir
conjuntamente la identidad social urbana (Valera S. , 1994).

7.- Elementos simbólicos: Según Hunter (1987) Asociados a determinados


elementos del entorno urbano (Bonnes y Secchiaroli en Valera 1994, p.p 22-
23), y los espacios simbólicos urbanos, capaces de simbolizar las dimensiones
más relevantes de la identidad social de grupo. En general constituido por
determinados elementos arquitectónicos o urbanísticos propios y caracterizados
de este entorno (Valera S. , 1993).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 50
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

1.4 Comentarios al capítulo


Ultimando este primer apartado, se puede decir que la Sociología Urbana como
campo de estudio de la Identidad, se acerca más que cualquier otra disciplina a
la observación directa de la sociedad con su entorno en cuanto a la
construcción del tema de las identidades con ayuda de la Psicología Social. Lo
que permite aclarar el proceso desde su inicio y las definiciones de los
elementos que integran ésta sub estructura así como su conformación
independientemente de las posturas. Haciendo comparaciones de conceptos de
gran similitud y mostrando las diferencias entre las identidades que se tratan en
el tema. Entonces, tanto la Sociología Urbana como La Psicología Social,
ayudan a explicar la sociedad en su entorno, la cual desarrolla y crea una
identidad social a través de cada componente humano que la conforma, que a
su vez e individualmente, sus unidades, es decir, el individuo mismo, también
desarrolla una identidad urbana, es decir una identidad bajo la influencia de su
entorno, lo que genera fenómenos de transformación social y urbana. Esto
mismo pero a nivel sociedad o de conjunto colectivo, es lo que construye la
llamada Identidad Social Urbana (Valera S., 1994), donde la sociedad construye
una identidad bajo una categoría social más como lo sería pues el entorno
urbano de esa misma sociedad, a través de un proceso complejo de
organización y territorio. Aportando al Diseño Urbano significados más amplios
y profundos de sus mismos objetos de estudio, mismos que se deben de
analizar, procesar y aplicar en proyectos de dicha disciplina en lo urbano y de
ordenación territorial, debido a sus ventajas de enlaces directos entre la
sociedad y los entornos.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 51
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2 CAPÍTULO
LA CONSTRUCCIÓN DEL ENTORNO URBANO

“Dentro de un mismo terreno,


cada uno de nosotros vive en un mapa distinto”

Alejandro Jodorowsky

Introducción
Este capítulo trata y expone la construcción del entorno en base a los

conceptos y teorías de orden social y urbano. Partiendo sutilmente de los


conceptos originadores como la apropiación espacial, la territorialidad y la
pertenencia del individuo colectivamente. Que según los teóricos expuestos,
son formadores esenciales de este entorno urbano y que, como se expuso
anteriormente, éste es uno de los elementos primarios e importantes dentro del
tema de la Identidad Social Urbana y objetos de estudio del Diseño Urbano. Y
que a partir de éste entorno se da el proceso de la formación de dicha identidad
en las sociedades. Posteriormente, se exponen de manera teórica, las
categorizaciones del entorno urbano expuestos por los teóricos y especialistas
en el ámbito social, psicológico y urbano como Turner (1984), Moles (1977, en
Valera, 1994) y Valera (1994) identifican: Ciudad, barrio y espacio urbano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 52
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.1 El comienzo de la construcción: La apropiación del espacio


Apropiarse de un lugar, según Villela Petit (1976, en Hidalgo, 1998) implica
actuar sobre él para adueñarlo y transformarlo, es el proceso por el cual
hacemos "nuestro" un lugar. Este proceso integra además, según diferentes
autores, los aspectos de acción, imagen, identificación, interacción, proyección,
personalización, territorialidad y privacidad (Hidalgo, 1998). Más claramente,
cuando nos apropiamos de un lugar, actuamos sobre él y lo modificamos a
nuestra imagen, nos identificamos con ese espacio (Sansot, 1976, en Hidalgo,
1998) y proyectamos sobre él nuestra personalidad (Villela Petit, 1976, en
Hidalgo, 1998), interactuamos con otros (Canter, 1977, en Hidalgo, 1998), lo
defendemos de posibles agresores y controlamos el acceso a él (Brower, 1980,
en Hidalgo, 1998) (Hidalgo Villodres, 1998, pág. 39).

Una definición que recoge todos estos


aspectos es la de Chombart de Lauwe (1976),
según la cual "apropiarse de un lugar no es
sólo hacer de él una utilización reconocida sino
establecer una relación con él, integrarlo en las
propias vivencias, enraizarse y dejar la propia
impronta, organizarlo y devenir actor de su
transformación. Puede ser también acotarlo
para limitar el acceso sólo a los elegidos,
aceptados, y con ello diferenciarse de los
demás, situar su lugar en la sociedad,
especificándose y oponiéndose" (Hidalgo,
1998, pág. 39). Imagen 6. Una apropiación, aunque de
manera efímera, es el ejemplo de los
mercados sobre ruedas, donde el espacio se
transforma en función del comercio para
Fischer (1990) distingue tres niveles de determinados grupos sociales en entornos
urbanos específicos. Así, la calle (el espacio)
apropiación: colectiva, de grupos reducidos se convierte en lugar (mercado).
Fuente:http://www.mexicomissionaries.com
(vecindario, barrio) o individual (en el caso del
espacio personal). Si la identidad de self en

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 53
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

relación al lugar (Proshansky, 1976; 1978; 1983) remite a un nivel de


apropiación individual, la identidad social urbana se relaciona con procesos de
apropiación espacial a nivel grupal o comunitario (Valera S. , 1994, pág. 13).

Los espacios forman parte de un proceso de organización con la sociedad en el


cual son distinguidos por características y significados; es tal la asociación entre
espacio-territorio-sociedad en la construcción de significados que el concepto
de “no-espacio” refiere los nuevos espacios carentes de significado e historia,
son aquellos que no provocan recuerdos porque no poseen una identidad
propia creada por la representación del individuo y generan contradicción en
actos, pensamientos y emociones. Para Marc Augé (2006; en Flores, 2011) los
no-espacios son, por ejemplo, los centros comerciales, los aeropuertos y las
zonas de tránsito, los cuales son parte de una vida moderna en donde el
énfasis individual, no colectivo, la abundancia, la diversidad y con ello la falta de
relaciones e interacciones, los convierte en lugares de transición (Flores, 2011,
pág. 13).

Para Brower (1980; en Hidalgo, 1998), tanto la apropiación como el apego al


lugar son conceptos subsidiarios de la conducta territorial. Define apropiación
como el control sobre un entorno concreto en relación con la ocupación, la
defensa y el sentimiento de pertenencia (apego) a un espacio (Hidalgo, 1998,
pág. 39).

En cuanto al apego al lugar, se refiere a él como el sentimiento de posesividad


hacia un territorio particular. Según Hidalgo (1998), la relación entre apropiación
y apego al lugar considera que se produce en dos sentidos: en el sentido de
protección y en el sentido de identificación. La identificación con un lugar lleva
de algún modo a personalizarlo, utilizando para ello objetos o símbolos que
funcionan como indicadores de la personalidad. Estos símbolos al mismo
tiempo sirven como señales de apropiación, ya que de esta forma se acota o
delimita un espacio personal que se usa como protección para controlar las

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 54
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

interacciones no deseadas (Hidalgo, 1998, pág. 39). En una segunda fase el


individuo se identifica con esa significación que ha creado y tiende a
preservarla, a resistirse a su transformación. Para Pol, este proceso es
fácilmente reconocible en los espacios autogestionados (habitación, casa,
oficina) y puede explicar el apego al lugar de origen (Hidalgo, 1998, pág. 40).

Por otra parte, Pol (1996; en Hidalgo, 1998) propone un modelo explicativo que
trata de integrar las diferentes perspectivas sobre apropiación. Según este
modelo, la apropiación consta de dos componentes principales: acción-
transformación (componente comportamental) e identificación (componente
simbólico). Consiste en una primera fase en actuar sobre un lugar y modificarlo
y adaptarlo para dotarlo de significación (Hidalgo, 1998, pág. 40).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 55
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.1.1 La Territorialidad
Básicamente podemos encontrar dos orientaciones en cuanto a la
territorialidad: la perspectiva biologicista, que enfatiza los aspectos de
demarcación, control y defensa del espacio, aspectos comunes a la conducta
territorial animal, y la perspectiva sociocultural, para la cual el análisis que hace
la perspectiva anterior es excesivamente simplista. Para esta segunda
aproximación, la territorialidad presenta en los humanos rasgos únicos
derivados de la compleja organización social y cultural que hacen que se
diferencie cualitativamente de la propia de los animales.

Así por ejemplo, en la conducta territorial humana la defensa no siempre está


presente (Holahan, 1987), los humanos muestran más conductas territoriales
hacia objetos significativos (Brown, 1987), o cumplen diferentes funciones
(Brown, 1987) (Hidalgo, 1998, pág. 42). Como indica Taylor (1988; en Hidalgo,
1998), aunque existen similitudes entre apego al lugar y territorialidad, se
encuentran suficientes diferencias entre ambos conceptos como para que uno
de ellos sea redundante. Entre otras diferencias Taylor (1988; en Hidalgo, 1998)
destaca que el apego se puede dirigir a lugares de mayor amplitud que la
territorialidad, tales como barrios, ciudades e incluso países.

Hidalgo (1988) establece que diferencia es debida a que ambos conceptos


tienen diferentes orígenes evolutivos: mientras la territorialidad está basada en
procesos de grupo, el apego al lugar se desarrolla a través de procesos
psicológicos: una persona acude a un lugar repetidamente, se familiariza con él
y se desarrolla el apego. Una segunda diferencia que señala este autor, y que
en nuestra opinión resulta crucial es que el apego al lugar no implica deseos de
exclusión. Tampoco de apropiación y demarcación, podríamos añadir (Hidalgo,
1998, pág. 42).

La territorialidad supone apropiación, demarcación y defensa en mayor o menor


grado. El apego al lugar refleja un deseo de permanecer próximo a un lugar,

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 56
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

pero habitualmente no va acompañado de ningún tipo de demarcación o


control. Por ejemplo, podemos tener apego a la ciudad donde nacimos, y
desear vivir cerca de ella, pero no por ello tratamos de adueñarnos de sus
calles y excluir a los demás, es posible que en lugares de menor escala como la
casa, apego y territorialidad se superpongan, pero las diferencias emergen
cuando se comparan en lugares de mayor dimensión (Hidalgo, 1998, págs. 42-
43).

El reconocimiento de un territorio se da cuando cuyas características imponen


un sello de pertenencia y dan identidad, puesto que las personas lo transforman
de acuerdo con sus necesidades e intereses. El territorio se muestra o
materializa en una imagen, en un juego de operaciones simbólicas, en el que
las personas marcan sus límites” (Franco & Torres, 2003, pág. 205).

Todos los grupos humanos poseen una referencia territorial, aun los más
dispersos. El sentimiento de territorialidad es universal y parece desvanecerse o
debilitarse solamente entre ciertos grupos intelectuales y movimientos sociales
minoritarios de indudables cosmopolitismo, y aun entre ellos el fenómeno es
ambiguo o efímero, bien que puedan darse ejemplo de individuos carentes de
tales lazos. Como todo animal, el hombre es un ser territorial; lo que importa
son las formas de su territorialidad y sus concepciones de ella (Giner, 1983,
pág. 16).

En América Latina, se podrían contar variadas experiencias de ocupaciones de


tierra, de asentamiento ilegales o legales, formales o informales, de “conquista”
de espacios públicos, en los cuales el territorio se percibe en alguna medida
como fruto de una historia tanto personal y familiar, como colectiva. Son
historias de apropiación y de arraigo, en las cuales la población se descubre y
representa a sí misma como actor con iniciativa y capacidad propia para llevar a
cabo lo que se propone. En este sentido, se puede señalar que los proyectos
compartidos que posibilitan la cooperación son piezas claves en la construcción

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 57
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

de un sentido de pertenencia territorial, espacial (Segovia & Jordán, 2005, pág.


20). A la inversa, por ejemplo, a escala de la ciudad, la condición de gueto de
muchos territorios de pobreza o riqueza, en donde las relaciones en y con los
espacios públicos de la ciudad están cortadas, sólo hace posible interacciones
neutras o basadas en el conflicto, en la inseguridad. El paradigma de esta
desconexión es la fragmentación de la vida urbana, provocada en muchos
casos por la apropiación del espacio por finalidades o grupos sociales
excluyentes.

Según Salcedo (2002; en Segovia & Jordán, 2005), esta situación se expresa
claramente en dos casos: el mall, lugar exclusivamente dedicado al consumo; y
los barrios enrejados, ambos destinados a la habitación de un grupo social
homogéneo, situación que aumenta la percepción de inseguridad al nivel del
conjunto de la ciudad (Segovia & Jordán, 2005, pág. 20).

El territorio donde a menudo se manifiesta con más fuerza la crisis de la vida


social urbana, es el espacio público. En la actualidad, la preocupación por la
seguridad del transitar y el estar en la calle, por la calidad del intercambio en
paseos y parques, por la sociabilidad en barrios y plazas –en definitiva, el
espacio público de la ciudad–, está vigente en muchas de las ciudades de la
región (Segovia & Jordán, 2005, pág. 21).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 58
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.1.2 Del sentido de pertenencia


Actualmente se teoriza en función de los términos de espacio y lugar. Si bien
los términos varían según el autor se puede decir, basándonos en opinión de
Maurice Merleau-Ponty, que el espacio, es de carácter geométrico y el lugar, de
carácter antropológico o existencial (Acuña, 2005).

Para que el espacio tenga una identidad es necesario que exista pertenencia.
Este término representa el derecho que tiene “un sujeto” sobre un objeto, en
una relación durable entre ambos o permanente en el tiempo (Bedoya, 2007).
Los individuos tenderán a definirse como pertenecientes a categorizaciones
urbanas más inclusivas o de nivel de abstracción más elevado cuando las
afiliaciones a categorías de niveles inferiores no permitan percibir diferencias
suficientemente significativas respecto de otras categorías de este mismo nivel:
un grupo se identificará con una zona si no es capaz de diferenciarse como
barrio de los otros barrios, y se identificará con la ciudad si no es capaz de
diferenciarse como zona de las otras zonas. A nivel endogrupal, sin embargo, la
tendencia es la de buscar identificaciones de grupo en base a categorías poco
inclusivas, posiblemente porque los individuos procuran definirse en relación a
dimensiones categoriales que no comporten un alto grado de
despersonalización. Así, aunque una persona pueda identificarse en base a su
ciudad o su zona, preferirá identificarse en primer lugar con su barrio (Valera S.,
1994, pág. 15).

Este conocimiento de las dimensiones relevantes para las categorías sociales


urbanas no ha de basarse necesariamente en un conocimiento "in situ" de un
determinado barrio, zona o ciudad. Entre otros, existen dos elementos
importantes que actúan a nivel simbólico y que permiten representar las
dimensiones categoriales en tanto en cuanto son consideradas, tanto a nivel
endogrupal como exogrupal, representativos o característicos de la categoría en
conjunto (Valera, 1994).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 59
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Es decir, en palabras de Turner (1990), son prototípicos de una determinada


categoría social: a) el nombre por el que se conoce al barrio, la zona o la
ciudad, y b) determinados elementos del espacio urbano percibidos como
prototípicos -que nosotros llamaremos espacios simbólicos urbanos (Valera,
1993)- facilitan una interacción social a nivel simbólico y permiten establecer los
mecanismos de categorización y comparación que determinan la identidad
social asociada a un entorno urbano. Para Lalli (1988), además de estos
elementos, también pueden considerarse otros como determinados
acontecimientos culturales característicos (ferias, fiestas, exhibiciones, etc.),
elementos geográficos (ríos, lagos, etc) y, en general, cualquier particularidad
distintiva asociada a este entorno (Valera S. , 1994, pág. 16).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 60
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.2 El Entorno Urbano


El espacio como entorno es un producto material en relación con otros
elementos materiales, entre ellos los hombres, los cuales contraen
determinadas relaciones sociales que le dan al espacio una forma, una función
y una significación social. El entorno urbano, es por lo tanto una expresión
concreta de cada conjunto histórico en el cual la sociedad se especifica, por lo
tanto no hay teoría del espacio al margen de una teoría social general, sea esta
explícita o implícita (Acuña, 2005).

Concretamente al tema de los entornos urbanos considerados como productos


sociales, podemos decir que las categorizaciones que una persona puede hacer
en relación a su pertenencia al espacio comprenderían básicamente tres niveles
de consideración: "el espacio mío", "el espacio nuestro" y "el espacio de todos",
de manera análoga a los niveles de abstracción categorial propuestos por
Turner (1990), un nivel supra ordenado, referenciado a la identificación con la
categoría "humano" en relación a otras formas de vida, un nivel intermedio de
categorizaciones endogrupo - exogrupo basado en la percepción de
semejanzas y diferencias que haría referencia a la identificación "social", y un
tercer nivel subordinado de categorizaciones personales que se refiere a la
identificación de cada individuo como ser específico y diferenciado del resto de
individuos (Valera S. , 1994, págs. 7-12).

De esta manera, la categorización social basada en el sentido de pertenencia a


determinados entornos urbanos se situaría, recogiendo las ideas de Turner
(1990), en el nivel de abstracción intermedio de categorizaciones endogrupo-
exogrupo, aunque dentro de éste podemos distinguir otros subniveles
organizados jerárquicamente a través de relaciones de inclusión. En nuestro
caso, pueden ser considerados dos niveles formales: aquel que corresponde a
la categoría «barrio» y el que corresponde a la categoría «ciudad», pasando
progresivamente hacia niveles de inclusión de clase más elevados. Por debajo
de la categoría “barrio” nos situaríamos en un nivel de identificación espacial
más "personal" (en el sentido de Turner) representado por la categoría “casa”,

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 61
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

mientras que por encima de la categoría “ciudad” encontraríamos sólo la de


“área metropolitana” (en un sentido más administrativo que social) ya que a
partir de ahí las categorías más inclusivas pierden la dimensión urbana
(comarca, región, país, etc.) y, aunque igualmente importantes, quedan fuera de
nuestro ámbito de análisis (Valera S., 1994, pág. 13).

La relación de los actores con el espacio y el tiempo revela en forma predilecta


la dinámica urbana. Las temporalidades no son enmarcadas por un territorio,
pero se llevan a cabo en lugares diferentes según sus temporalidades en
recomposición (Lamy B. , 2006, pág. 222).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 62
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.2.1 La Ciudad: Espacio de todos


Hablar sobre la ciudad es encontrar infinidad de opiniones, conceptos y
definiciones en un solo campo de estudio. La dinámica urbana es reveladora de
fenómenos globales; la ciudad es la inscripción de la sociedad en el suelo
(Lefebvre, La revolución urbana, 1972). Si bien la ciudad no está determinada
solamente por la sociedad, ésta sí contribuye a determinarla. En otras palabras,
el fenómeno urbano es incomprensible e inexplicable sin referirlo a la sociedad
que lo engloba, ya que constituye un punto clave para entenderlo (Lamy B. ,
2006, pág. 221).

Si la ciudad puede ser descrita como un sistema de flujos de personas,


mercancías e información, deben considerarse también los lugares, pues la
movilidad sólo es posible con referencia a unos puntos fijos. Lo urbano es por lo
tanto un sistema de flujos y lugares cuyo equilibrio se recompone. (Lamy B. ,
2006, pág. 222)

Potencialmente, la ciudad es en sí misma, el símbolo poderoso de una sociedad


compleja (Lynch, 2013, pág. 14).

Desde la perspectiva de Lezama (2002), la ciudad es el lugar en el que se lleva


cabo, el trabajo intelectual que requiere la administración y también es el
territorio en el que, en distintos periodos del desarrollo de la humanidad, se
asienta una forma de dominación mediante la cual se reproduce el orden social
en conjunto (Lezama, 2002, pág. 120).

En la ideología alemana, la ciudad (en su sentido capitalista), naturaleza


concentradora por excelencia, concentra además, las necesidades; basta con
satisfacer una de ellas, para que con este hecho se generen otras. Este
establecimiento de nuevas necesidades se debe al abastecimiento de nuevas
relaciones sociales que envuelven a los hombres en un mundo de múltiples
interdependencias materiales (Lezama, 2002, pág. 121).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 63
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Marx en su discurso, dice que la ciudad representa una forma de propiedad


sustentada en el trabajo y, por otra, del hecho de que siendo el trabajo la
esencia humana, es decir, lo que distingue al hombre de los demás seres vivos,
al expropiarle al obrero los productos de su trabajo, se le enajena al mismo
tiempo de su esencia humana (Lezama, 2002, pág. 121).

Para Weber la ciudad es el punto de encuentro de una gran diversidad de


grupos sociales, la mayor parte de los cuales no son originarios de la propia
ciudad, sino que provienen del exterior (Lezama, 2002, pág. 121). Esta gran
diversidad social estaría en la base misma del gran dinamismo de la vida social
de la ciudad y explicaría la pluralidad ideológica (Lezama, 2002, pág. 121).

La ciudad en la obra de Weber, también se puede entender como un mercado


en la cual rige tanto la libertad de desplazamiento en el territorio, como la de
comercio. Esta es pues una libertad condicionada y no se puede ser de otra
manera cuando lo fundamental, en toda sociedad son los mecanismos de
regulación que garantizan la reproducción social. Esta autor afirma que la
esfera de lo público tiene su origen más remoto en el mercado y es éste
también, un elemento fundamental en la constitución de la ciudad (Lezama,
2002, pág. 126). Esto conduce a una tipología de ciudades en términos de
función económica: La ciudad de consumidores que elude a aquella en la cual
la dinámica de la ciudad depende de la presencia habitual de grandes
consumidores que gastan en el interior de ésta sus ingresos provenientes del
exterior. La ciudad de productores, la cual se produce por los ingresos
obtenidos de las actividades industriales cuyos productos se venden al exterior.
La ciudad de comerciantes, en la cual la ciudad asume la forma de un centro
distributivo de bienes y productos industriales, no necesariamente elaborados
en el interior de la ciudad. Por último las ciudades metropolitanas, que se
distribuyen en centros financieros y en sedes de las grandes firmas
empresariales (Lezama, 2002, pág. 127).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 64
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

La ciudad según Weber, constituye un fenómeno único occidental. En su


génesis y evolución coinciden tanto factores económicos como políticos y
religiosos que, combinados de una manera específica, generan una línea de
desarrollo económico, científico, tecnológico, filosófico y estético que define y
distingue a occidente de oriente (Lezama, 2002, pág. 127).

Weber ve la ciudad como el punto de encuentro de las diversas fuerzas que


conducen a la aparición de este proceso de racionalización (Lezama, 2002,
pág. 127). Pero esta racionalización, es resultado de esa otra característica que
le asigna a la ciudad, ésta es la de considerarla ámbito de poder. Primero en las
ciudades de la antigüedad, el poder era de carácter militar, a partir de la Edad
Media, el poder es económico. La idea de lo racional, se expresa, en el ámbito
del poder y se encuentra vinculado con las formas de autoridad. Es en ella
donde convergen los distintos aspectos de la vida social de donde nace y se
desarrolla la racionalización. El estado burocrático moderno, como forma de
poder, actuó como medio para la modernización capitalista y para impulsar la
racionalización (Lezama, 2002, págs. 127-128).

Finalmente Durkheim se interesa en la ciudad, no como factor explicativo, sino


como expresión de ciertos fenómenos sociales, es decir, como morfología
social. En la ciudad, más que generarse, se presentan problemas sociales que
se hacen evidentes en la concentración, la dispersión y el volumen de la
población, así como le conjunto de las actividades sociales (Lezama, 2002, pág.
129). La concentración espacial se traduce en una exaltación de los
sentimientos colectivos, en la medida que los hombres tienen la posibilidad de
una mayor proximidad y de una intensificación del contacto social. La ciudad, en
este contexto, es por definición, el lugar propio de la división del trabajo y esto
es así porque ahí se presentan los procesos más importantes de la vida
moderna. Es el escenario en el que opera la verdadera fuerza que rige la vida
moderna, está en la división social del trabajo y aparece como contraparte y
determinante del individuo (Lezama, 2002, págs. 129-132).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 65
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

La ciudad por los culturalistas puede identificarse como un ámbito territorial


definible por un conjunto de valores que hacen emerger una conducta social
específica y una mentalidad diferenciable del orden social precedente, es decir,
del de la sociedad feudal, en los que la sociedad se caracteriza por relaciones
funcionales de las que participan los individuos, la pérdida del sentido de
pertenencia y de compromiso por el grupo, así como del surgimiento de
actitudes de indiferencia, superficialidad y de una mentalidad calculista
(Lezama, 2002, pág. 137).

Para Ferdinand Tonnies, la ciudad es el territorio en el cuál se ha consumado la


más grande enajenación de la esencia humana, aquella que proviene no solo
de la pérdida del control sobre los productos materiales del trabajo humano,
sino también de los provenientes del esfuerzo espiritual del hombre. La parte
mas esencial de la actividad humana se ve reducida a un valor monetario y en
este valor, se homogenizan todos los productos del trabajo humano y
simbólicamente al humano mismo (Lezama, 2002, pág. 142).

Para Simmel, la ciudad aparece como el sitio en el cual productores y


consumidores se reúnen para hacer explicitas sus mutuas relaciones de
interdependencia, para hacer efectivo el lado utilitario de la interacción social,
esto es, cubrir con las mejores ventajas sus carencias y obtener los máximos
beneficios de sus excedentes. Es un escenario distorsionador de la naturaleza
humana y también como el lugar apropiado para la redención del género
humano, concebida también como el espacio posible de la libertad, que es lo
que al final de cuentas constituye la verdadera esencia humana (Lezama, 2002,
págs. 144-146).

La ciudad es el ámbito en el cual tienen lugar, en un grado extremo, estos


procesos de despersonalización de los vínculos sociales y de creación de un
tipo específico de individualidad estrechamente vinculado con la lógica del
dinero y de la sociedad mercantil, pero no es, de ninguna manera, su razón de

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 66
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

ser. La cultura urbana, como forma de vida que invade al mundo moderno, no
es tan urbana como parece, es mas bien la cultura del dinero y de la
racionalidad capitalista (Lezama, 2002, págs. 152-153).

Para la escuela ecologista de Chicago, bajo la opinión de Robert E. Park, la


ciudad era el escenario dentro del cual podían observarse todos los
comportamientos posibles del género humano, como un punto de encuentro de
fuerzas di simbólicas que no solo amenazaban la estabilidad psíquica de los
individuos, como planteaba Simmel, sino que atentaba contra el mismo orden
social.

La ciudad, para Lefevbre aparece como el territorio en el que se desarrolla la


vida cotidiana; es el espacio-tiempo en el cual se contiene esto que es lo
esencial del hombre, por tanto, constituye el gran escenario en el cual deberá
producirse su liberación, la ciudad no crea nada, solo centraliza las creaciones,
esto fortalece los esfuerzos humanos. Por el contrario, la distancia deteriora la
relación social, en la ciudad se expresa la sociedad en conjunto, proyecta sobre
el terreno, a la totalidad social; es económica, pero también es cultura,
instituciones, ética, valores, etc (Lezama, 2002, pág. 253).

Castells dice que la ciudad es un producto social resultante de los intereses y


valores sociales en pugna. Así, en la medida en que los intereses sociales
dominantes se encuentran institucionalizados, las transformaciones en el papel,
significado y estructura de la ciudad, deben ser el resultado de la movilización y
las reivindicaciones de los mapas populares; de aquí nace su nueva definición
de los movimientos sociales urbanos como los que encabezan movilizaciones
que provocan la transformación de la estructura urbana (Lezama, 2002, pág.
277), aparece pues, como un resultado histórico, no solo en su materialidad
física, sino también en un significado cultural. Lo urbano aparece pues, como el
significado social históricamente definida, estructurado a por los actores
históricos, de acuerdo con sus intereses y valores. Como proceso social en un

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 67
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

sentido material (en lo económico, político, religioso, tecnológico, etc.) (Lezama,


2002, pág. 278).

Para Habermas (1993), la ciudad es sobre todo el espacio público donde el


poder se hace visible, donde la sociedad se fotografía, donde el simbolismo
colectivo se materializa. La ciudad es un escenario, un espacio público que
cuanto más abierto esté a todos, más expresará la democratización política y
social. En consecuencia Habermas llama la atención sobre las dinámicas
privatizadoras del espacio urbano como una negación de la ciudad como ámbito
de la ciudadanía que supone el reconocimiento de los ciudadanos como sujetos
activos e iguales de la comunidad política, a los que se reconoce el derecho y la
posibilidad real de acceder a la diversidad de ofertas urbanas (Habermas, The
Structural Transformation of the Public Sphere. An Inquiry into., 1993).

La ciudad es entonces urbs, concentración de población y civitas, cultura,


comunidad, cohesión. Pero es también polis, lugar de poder, de la política como
organización y representación de la sociedad, donde se expresan los grupos de
poder, los dominados, los marginados y los conflictos (Borja, 2000, pág. 20).
Entendemos por ciudad el producto físico, político y cultural complejo, europeo
y mediterráneo y también americano y asiático, que hemos caracterizado en
nuestra cultura, en nuestro imaginario y en nuestros valores como
concentración de población y de actividades, mezcla social y funcional,
capacidad de autogobierno y ámbito de identificación simbólica y de
participación cívica. Ciudad como lugar de encuentro, de intercambio, ciudad
como cultura y comercio. Ciudad de lugares y no únicamente un espacio de
flujos. Pero podemos hacer lugares de centralidad por medio de los flujos y
puntos nodales (Borja, 2000, pág. 24).

Entonces, si en los inicios de dichas ciudades estaba el éxito como la desdicha


del humano, en las ciudades del presente, al recopilar y reflexionar esos
hechos, nos damos cuenta de lo acertada de esta afirmación. Lamy define que,

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 68
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

por lo tanto, “si estudiar la ciudad es estudiar la sociedad, entender la ciudad


sería crucial para entender la sociedad” (Lamy B. , 2006). La lectura de esta
ciudad va asociada al pensamiento de un determinado modo de interpretación
de ella. Ser de un modo determinado exige un correspondiente modo de
interpretación que debe ser encontrado entre una multitud de formas de
descodificación posibles. Leer a la ciudad es interpretarla en un número abierto
de formas de comportamiento codificado: cosa-objeto-producto-obra, más aún
cuando como obra abierta por excelencia, erige un conjunto de características
únicas (Gasca, 2007).

La ciudad interpretada como “conjunto”, significa que la ciudad es una totalidad


de objetos que los conforma o por lo menos los reúne en forma abstractamente
homogénea, creando de su estado general abstracto, un ente de estructura des
integrable y cuya materia es el espacio-tiempo social en proceso de su forma
material, constituye en cada estrato histórico una determinada sustancia
significativa (como modelo edificatorio), la cual su forma permite su auto
distinción en el tiempo respecto con las demás formas en el espacio. Salas
concluye que la ciudad es el lugar por excelencia en el que se expresa la
“ideología” en el transcurso de la historia (la inmediatez del tiempo o tiempo
ininterrumpido: la cotidianidad), el lugar en el que la vida cotidiana se
ideologiza, de mistificación (Gasca, 2007).

Por lo tanto, las ciudades, al igual que los hombres, son resultado del paso del
tiempo y acciones e intentos de un presente para un futuro aún no realizado,
“las ciudades, lo mismo que la humanidad, se van renovando, unidad por
unidad en un lento y diuturno proceso metabólico”. La personalidad de una
ciudad no depende del progreso material, sino de las alternativas históricas que
solo una determinada ciudad ha afrontado (Moholy – Nagy, 1970). Ahora bien,
Lerner (2009) habla de la ciudad como un ente fuera del control del ser
humano, ocasionada por su dinámica y vida social misma, en un camino que se
dirige progresivamente a un caos total de su propia existencia (Lerner, 2009).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 69
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Mumford señala que la ciudad no solo es una serie de materializaciones de la


expansión del espíritu humano que se manifiestan en los edificios, en las calles
y avenidas, en las instituciones para la organización de la vida social, en las
estructuras para almacenar alimento y en aquellas que sirven para concentrar y
transmitir el conocimiento, sino también representa un sitio en el cual se
propicia el desarrollo del espíritu humano. En ella este creció expandiendo y
liberando toda su creatividad y sentimientos y dando lugar asi a una serie de
manifestaciones artísticas que enriquecieron la vida en las ciudades (Lezama,
2002, pág. 51).

Desde el lado de la arquitectura y el urbanismo también puede ser interpretada


como un espacio geográfico transformado por el hombre mediante la realización
de construcciones con carácter de continuidad y contigüidad, donde se
manifiestan en formas concentrada las realidades sociales, económicas,
políticas, demográficas, etc. de un territorio (Hernández & Calatrava, 2007). La
ciudad, es seleccionadora de las casualidades de información y de
accesibilidad, y ello resulta posible porque se trata de una acumulación
productiva, de una confluencia incluso conflictiva; si se quiere, de un auténtico
sistema ecológico el cual se incluye la artificialidad de la cultura y la civilización.
Quizá más que la nación, es la culminación de unas nuevas identidades de
grupo indispensables para pasar de la vida “bárbara” a la vida “civilizada”. Ser
ciudad implica unas condiciones que permanecen y permanecerán a través de
la historia (Lerner, 2003).

La ciudad se fragmenta urbanística y socialmente. Hay zonas de la ciudad en


las que ni la policía se atreve a entrar, en las que la civilización no está presente
(Lerner, 2003). También las zonas más favorecidas se aíslan. Agentes privados
garantizan la seguridad privada. Incluso el viario deja de ser accesible para
todos. Aparecen calles privadas. Hasta el sistema productivo se agrupa
especialmente. Vuelven los gremios. La ciudad financiera, la ciudad de la
imagen, la ciudad de las telecomunicaciones, la ciudad de las artes, la ciudad
de la moda, la ciudad de la ciencia (Lerner, 2003). La ciudad originaria queda

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 70
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

rodeada, abrumada, sitiada por la nueva ciudad postmoderna y agoniza de dos


maneras. Unas veces, degenera, se degrada. Es el centro urbano
norteamericano asociada a la pobreza y decadencia, de gran inseguridad y
fracasos productivos. Otras veces, gracias normalmente a la inversión pública,
su bello cadáver es embalsamado con técnicas de conservación del patrimonio
histórico, ese es el modelo europeo. Su belleza atrae al turismo y en
consecuencia, al comercio al sector turismo. No hay servicios urbanos de
calidad ni espacios públicos amplios y nunca los habrá: no hay sitio. Vivir en el
centro es casi imposible: el suelo se encarece por la competencia por el uso del
espacio de negocios y comercio. Sólo los más ricos viven allí, la ciudad por
tanto, se entorpece. Vuelven las murallas a la ciudad aunque, esta vez, las
murallas están dentro de la propia ciudad (Lerner, 2003).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 71
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.2.2 El Barrio: Nuestro espacio


El barrio es donde el citadino se comunica con sus vecinos y colabora en la
construcción del espacio, con el que cada uno se identifica. Es la unidad
territorial de la ciudad, ocupada y transformada por la sociedad que la habita, la
cual le da unas características propias según sus costumbres y necesidades
(Franco & Torres, 2003, pág. 205).

Los habitantes de cada barrio desarrollan sentido de territorialidad y a través de


éste, identifican lugares comunes, escenarios de encuentro, lugares de
esparcimiento y áreas especializadas, donde satisfacen sus necesidades, tanto
económicas, como de salud, recreación y de otro tipo (Franco & Torres, 2003,
pág. 205).

Cada barrio lleva indisolublemente tatuados en su ADN una serie de


indicadores (étnicos, de nivel de renta, de fracaso escolar, de criminalidad) que
influyen de una manera angustiosamente determinista en el futuro de sus
habitantes. Sólo cruzar una avenida y la realidad social no tiene nada que ver
(Lerner, 2003).

Buroglia (1994; en Franco & Torres, 2003) expone que el espacio del barrio se
plantea como un lugar en donde se depositan sentimientos, que se fortalecen
con la construcción de lazos de necesidad, de solidaridad y mediante el
desarrollo de procesos vitales que en el mismo se producen, lo cual permite que
los habitantes se apropien de ese espacio al interiorizarlo, dando origen a la
identidad, que define a la conformación de un arraigo individual y colectivo
(Franco & Torres, 2003, pág. 208).

Diversos aprendizajes muestran que el grado o nivel de sociabilidad e


integración en los espacios públicos de un barrio sería reflejo de la instalación
de una confianza común, lo que contribuiría a una mayor percepción de
seguridad; la autovaloración de la vida personal y social en un hábitat específico

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 72
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

estaría vinculada al grado de identificación espacial que se tenga con el espacio


público de éste (Segovia & Jordán, 2005, pág. 20).

El barrio permite la vivencia de experiencias entre el hombre y el medio,


propicia la interacción social por medio de asociaciones, que son posibles
debido a la utilización de un mismo lenguaje y de unos mismos símbolos, que
todos comprenden y que son propios de esa dinámica espacial particular
(Franco & Torres, 2003, pág. 208).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 73
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.2.3 Espacio Público


Hablar de espacio público y espacio privado implica hablar de espacios
dinámicos, correspondiendo al espacio de carácter antropológico o existencial:
el público es el de la praxis social, el privado es el de la intimidad. El primero de
mayor interés para el urbanismo, el segundo para la arquitectura. Si bien hay
casos intermedios que enriquecen el tema del espacio (Acuña, 2005).

En el espacio, como ámbito de reproducción de la vida cotidiana, se expresan


para Lefebvre las formas extremas de la alineación de la sociedad moderna,
porque éste es el medio a través del cual el habitante de la ciudad se ve
obligado a satisfacer sus necesidades (Lezama, 2002, pág. 251).

El concepto del espacio con relación al urbanismo tiene que ver con la manera
de ver o apreciar el mundo, implica una percepción individual del espacio
colectivo, lo que determina que esta percepción varíe según la cultura del
individuo. El espacio puede ser público o privado; tiene formas clásicas: la plaza
y la calle; y tiene escala. Los elementos básicos del espacio urbano son tres,
los edificios, el medio físico y el hombre. 1. Los edificios, se consideran
individualmente o como conjunto conformantes de la trama urbana. 2. El medio
físico, como el ente contenedor, tanto la morfología del terreno (lo ondulado o
llano, los fondos escénicos como árboles y cerros), las características climáticas
y los medios de integración artificial, como canales de comunicación
(autopistas, puentes aéreos, líneas telefónicas) 3. El hombre, tanto como
individuo como en sociedad (Acuña, 2005).

El espacio donde se desarrollan identidades colectivas, se vuelve un espacio


familiar; muchas veces el significado y sentido de hogar se busca y se halla en
los espacios donde interactúan grupos que logran fortalecer sus identidades
colectivas (Franco & Torres, 2003, pág. 205).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 74
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

En los espacios públicos, tanto en su dimensión temporal como en la espacial,


en muchos casos se cultivan vivencias, eventos y tradiciones. Experiencias que
ocurren cotidianamente construyen un sentido simbólico y/o ciudadano. En el
terreno de las definiciones, podemos decir que el espacio público moderno
proviene de la separación formal (legal) entre la propiedad privada urbana y la
propiedad pública. Tal separación normalmente implica reservar suelo libre de
construcciones (excepto equipamientos colectivos y servicios públicos) para
usos sociales característicos de la vida urbana (esparcimiento, actos colectivos,
transporte, actividades culturales y a veces comerciales, etc. Desde una
aproximación jurídica, podemos definirlo como un espacio sometido a una
regulación específica por parte de la administración pública, propietaria o que
posee la facultad de dominio del suelo, que garantiza su accesibilidad a todos y
fija las condiciones de su utilización y de instalación de actividades. (Segovia &
Jordán, 2005, pág. 16).
El espacio público tiene dimensiones físicas, sociales, culturales y políticas. Es
un lugar de relación y de identificación, de manifestaciones políticas, de
contacto entre las gentes, de animación urbana, a veces de expresión
comunitaria. Además de funciones físicas, el espacio público configura el
ámbito para el despliegue de la imaginación y la creatividad, el lugar de la fiesta
(donde se recupera la comunicación de todos con todos), del símbolo (de la
posibilidad de reconocernos a nosotros mismos), del juego, del monumento, de
la religión. (Viviescas, 1997). En este sentido, la calidad del espacio público se
podrá evaluar sobre todo por la intensidad y la calidad de las relaciones
sociales que facilita, por su capacidad de acoger y mezclar distintos grupos y
comportamientos, y por su capacidad de estimular la identificación simbólica, la
expresión y la integración cultural (Segovia y Dascal, 2000, en Segovia &
Jordán, 2005, pág. 18).

El espacio público es el de la representación, en el que la sociedad se hace


visible en del entorno urbano. Del ágora a la plaza de las manifestaciones
políticas multitudinarias del siglo XX, es a partir de estos espacios que se puede

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 75
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

relatar, comprender la historia de una ciudad. Es el elemento determinante de la


forma de la ciudad y por tanto, es razón suficiente para atribuirle el rol
ordenador del urbanismo y en primer lugar de la trama urbana. Esta y el
espacio público se condicionan mutuamente, y tienen que responder por tanto a
concepciones compatibles (Borja, 2000). Otro elemento de la forma urbana que
condiciona los espacios públicos son los grandes ejes, las grandes plazas y los
parques urbanos, a menudo son productos de la historia urbana pero también
de decisiones urbanísticas que no siempre tienen en cuenta los impactos sobre
la trama y los espacios públicos del entorno; es decir que pueden tanto unir
como separar, ser un importante elemento de animación urbana como crear
desierto a su alrededor o ser ellos mismos un desierto. Los monumentos que a
menudo se hallan situados en estos espacios son elementos de referencia, que
marcan diferencias o atribuyen identidad, es decir significantes, pero su exceso
lleva también a banalizar su significado (Borja, 2000).

En los espacios públicos, tanto en su dimensión temporal como en la espacial,


en muchos casos se cultivan vivencias, eventos y tradiciones. Experiencias que
ocurren cotidianamente construyen un sentido simbólico y/o ciudadano
(Segovia & Jordán, 2005). El nuevo espacio público es un punto de encuentro y
una ventana al mundo (Lerner, 2003).

Los usos y las costumbres que acontecen en los espacios públicos, sea que
tengan el carácter de tradiciones, tendencias generales o eventos esporádicos,
son un excelente termómetro para determinar los grados de integración social,
los alcances de los sentidos de pertenencia, las capacidades de apropiación de
lo público y los niveles de democracia obtenidos en un barrio, una zona o una
ciudad (Segovia & Jordán, 2005, pág. 19).

El espacio, además de influir en las conductas y prácticas sociales, es resultado


de la acción de habitar, de la vida cotidiana; son los hombres con sus ideas, sus
proyectos de vida y sus propias iniciativas los que dan lugar al espacio y al

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 76
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

orden urbano; por ello, la practica urbana es la verdadera creadora, tanto de las
instituciones sociales, como de la estructura urbana (Lezama, 2002, pág. 253).

Los espacios públicos, son zonas del entorno humano en las que el encuentro
entre los miembros de una comunidad, se da en forma indiscriminada pero bajo
controles de orden general, como es el caso de las plazas públicas, los
mercados, los centros de servicio, etc (Schjetnan, Calvillo, & Peniche, 1997).

El espacio público ciudadano no es un espacio residual entre calles y edificios.


Tampoco es un espacio vacío considerado público simplemente por razones
jurídicas. Ni un espacio “especializado”, al que se ha de ir, como quien va a un
museo o a un espectáculo. Mejor dicho estos espacios citados son espacios
públicos potenciales, pero hace falta algo más para que sean espacios públicos
ciudadanos, este espacio también define la calidad de la ciudad, porque indica
la calidad de vida de la gente y la calidad de la ciudadanía de sus habitantes.
(Borja, 2000). Reflexionar sobre el espacio público supone considerarlo en su
multiplicidad de dimensiones y significados: materiales, funcionales y
simbólicos. Supone pues, dominio público, uso social colectivo y diversidad de
actividades (Segovia & Jordán, 2005).

Los espacios públicos benefician la vida pública tanto como la doméstica o


privada. El espacio público facilita el desarrollo de cualidades que por un lado
vinculan la vida privada con el mundo público y, por otro, desarrollan
habilidades que pueden ser usadas tanto en un plano como en otro (Segovia &
Jordán, 2005, pág. 24).

Para Lefevbre social es además de relaciones de producción, las de


reproducción. No es por tanto, un producto del encadenamiento de hechos
históricos, ni de alguna manifestación ideológica o de cualquier otra
manifestación alegórica, sino un resultado de las fuerzas de desarrollo
productivas y de las relaciones de producción dentro de las que se presentan

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 77
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

aquellas, es el lugar en el cual se reproduce la sociedad en su conjunto


(Lezama, 2002, págs. 254-258).

El espacio público nos interesa principalmente por dos razones. En primer lugar
porque es donde se manifiesta, con mayor fuerza y mayor frecuencia la crisis
de “ciudad” y de “urbanidad”. Por lo tanto parece que sea el punto sensible para
actuar si se pretende impulsar políticas de “hacer ciudad en la ciudad”. Y en
segundo lugar porque las nuevas realidades urbanas, especialmente las que se
dan en los márgenes de la ciudad existente plantean unos retos novedosos al
espacio público: la movilidad individual generalizada, la multiplicación y la
especialización de las “nuevas centralidades” y la fuerza de las distancias que
parecen imponerse a los intentos de dar continuidad formal y simbólica a los
espacios públicos (Borja, 2000, pág. 26).

El espacio público también tiene una dimensión sociocultural. Es un lugar de


relación y de identificación, de contacto entre las personas, de animación
urbana, y a veces de expresión comunitaria. El espacio público supone pues
dominio público, uso social colectivo y multifuncionalidad. Se caracteriza
físicamente por su accesibilidad, lo que le hace un factor de centralidad. La
calidad del espacio público se podrá evaluar sobre todo por la intensidad y la
calidad de las relaciones sociales que facilita, por su fuerza mezcladora de
grupos y comportamientos; por su capacidad de estimular la identificación
simbólica, la expresión y la integración culturales. Por ello es conveniente que el
espacio público tenga algunas calidades formales como la continuidad en el
espacio urbano y la facultad ordenadora del mismo, la generosidad de sus
formas, de su diseño y de sus materiales y la adaptabilidad a usos diversos a
través del tiempo. (Borja, 2000, págs. 27-28).

La dimensión cultural del espacio público no se limita a la monumentalidad y a


los espacios no construidos, sino al conjunto de los edificios, equipamientos y
infraestructuras de la ciudad. Las formas siempre transmiten valores, la estética
es también una ética. Menospreciar el espacio público, su calidad, su belleza,

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 78
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

su adecuación a los gustos y las aspiraciones de los diferentes sectores de


población más allá de su función específica, es simplemente dejar de lado la
gente y contribuir a los procesos de exclusión. Nada justifica que no se tenga
una preocupación y un debate públicos sobre el diseño, el color, los materiales,
etc., de grandes edificios públicos, de estaciones o autovías urbanas, de
hospitales, etc (Borja, 2000, pág. 42).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 79
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

2.3 Comentarios al capítulo


La construcción del entorno urbano, se deduce en un proceso social
materializado ya sea como un espacio hecho lugar o como el conjunto de
situaciones o existencias del o en el lugar en sí. Esta construcción tiene como
origen al individuo mismo, partiendo de que éste es el que origina de forma
individual el aspecto psicológico, emotivo y de sensación, posteriormente
llevándolo en conjunto a un nivel social o colectivo. Tanto al nivel individual
como social, existe un espacio donde se llevan a cabo estos órdenes e
interacciones, el cual comienza a ser apropiado por los seres mismos,
reconociéndolo, empanizando con él y en él, convirtiéndolo y pasando así a ser
un lugar, del cual se origina posteriormente la identidad a ese espacio
determinado, así existe una delimitación territorial, de distinción entre el espacio
de confort, el empático y el ajeno, ya no solo al individuo sino a un grupo o a
una sociedad, al cual esta puede comenzar a sentirse perteneciente a diversas
escalas, donde la mínima en la escala es la de mayor fuerza en cuanto a ésta
sensación. Así, podemos decir que el entorno urbano, es un espacio hecho
lugar a través de este proceso que pasa desde lo individual hasta lo social, el
cual contiene múltiples aspectos particulares que los distinguen o asemejan
unos de otros, (ya sean sociales, históricos, geográficos, culturales, etc.) y el
Diseño Urbano entra solo en la armonización materializada de éstos hechos.
Los entornos urbanos son de gran relevancia en el estudio de las identidades,
ya que es en éstos que se desarrolla la creación misma de la identidad social o
es por medio de éste incluso, que se desarrolla la identidad urbana, ambas
implícitas en el estudio y la construcción de la identidad social urbana en esta
investigación. Es aquí donde el Diseño Urbano necesita comprender el “cómo”
se da ésta identidad (como efecto), creada a causa de éste proceso
constructivo social respeto al mismo entorno y no como un técnico estético
cuantitativo solamente.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 80
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

3 CAPÍTULO
LA ONTOLOGÍA COMO HERRAMIENTA PARA EL
ENTENDIMIENTO DEL TEMA DE INVESTIGACIÓN

“La palabra que describe al mundo, no es el mundo”

Alejandro Jodorowsky

Introducción
Dentro de este capítulo, se explica lo que es la Ontología como corriente de
pensamiento y que en el caso de este trabajo de investigación, se utiliza como
herramienta para explicar la identidad social urbana desde esta visión filosófica
con el fin de esclarecer su construcción a partir de lo que es, de lo que hay, de
los roles y elementos que la forman. Para ello se comenzarán explicando
algunos de los conceptos principales que son parte del estudio de esta
disciplina, como lo son la esencia, el ser y el ente. A partir de los principales
expositores de dichos términos, desde el pensamiento clásico antiguo como
Heráclito y Parménides, hasta la era contemporánea con Heidegger y Sartre,
entre otros pensadores importantes dentro de este campo de “lo que hay”…

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 81
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

3.1 Sobre la Ontología


La ontología se remonta a las causas y principios, surge de la necesidad de
explicarse de forma racional los fenómenos del mundo material, tuvo su origen
en la necesidad de un conocimiento valido a todo fenómeno físico y social,
estudia el ser al mismo nivel de su existencia misma, es decir el ser de lo que
“es”, de aquí podemos pasar a otra idea ontológica que nos lleva a la
hermenéutica, de la capacidad de la interpretación de los entes que constituyen
lo real, donde se da sentido a lo objetivo. Es decir, para poder acercarnos a la
verdad del objeto en todos sus niveles, debemos ocuparnos de conocer el “ser”
tanto de los objetos, como de las aproximaciones que hagamos a ellos o lo que
sea significativo del juicio con la realidad que se pretenda describir (Primero,
2007). Entonces se constituye a la Ontología como Ontos = Ser y logos =
estudio, en este caso lo real es igual al ser y el ser es igual al fundamento de
toda realidad, el estudio del “ser”, además, aborda la manera en que se
relacionan las entidades que existen (Hofweber, 2009).

Se interroga sobre lo que hay, su cuestión por excelencia: sustancias, esencias,


eventos, relaciones, percepciones, estados de ánimo, materia en movimiento,
campos de fuerza, etc. Explicación no falta, si preguntamos ¿Cómo acontece?
Las cosas adquieres su identidad para nosotros de modo diferente a cómo lo
harían si nosotros preguntamos ¿Qué es? (Serna, 2007, pág. 7).

Según esto, las ciencias de esta índole, son en conjunto, ciencias del mundo, y
mientras son las exclusivamente dominantes, coinciden los conceptos "ser
verdadero", "ser real" y como todo lo real se funde en la unidad del mundo: "ser
en el mundo" (Hursserl, 1949).

Heidegger (1970), intenta acercarse al ser por medio del ente que existe, el Ser-
ahí, el cual puede entenderse como el ser humano. Así, se da una ontología
encargada de descubrir las condiciones del ser mismo en su principio de origen

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 82
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

(Heidegger M. , 1970). Además, de partir del hecho de que el ser y el ente son
diferentes, no lo mismo (Heidegger M. , 1970).

Según Husserl (1949), la ontología es una ciencia de las esencias que puede
ser formal o material. La primera se dedica a las esencias formales, es decir, a
las propiedades de todas las esencias. Las ontologías materiales tratan de
esencias materiales y se restringen según los modos de sus objetos. Por tanto,
son llamadas también “ontologías regionales” (Hursserl, 1949).

A través de la ontología es posible moverse a través de un acontecer diverso y


disperso, entender la profundidad en las paradojas de lo que pasa, que nuestro
acontecer no es el único y que hay otros en los que apenas somos extras que el
mundo está por comprender, sacando provecho de la diversidad ontológica de
la existencia, lo que nos puede aportar una visión complementaria para las
disciplinas tanto sociales como exactas (Serna, 2007, pág. 116) en este caso
referido al Diseño Urbano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 83
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

3.2 La esencia como punto de partida ontológico


Según Aristóteles, la esencia es, siempre y solo, esencia de la sustancia,
entendiendo sustancia como el sujeto o sub estante, toda la realidad. La
esencia es un momento de esta sustancia (Zubiri, 2008). “La esencia es, pues,
una unidad primaria que exige”, principio de algunas necesidades de la cosa.
Es además la unidad primaria, unidad principal (por lo menos exigente) de lo in
esencial (Zubiri, 2008).

El “ser” individual de toda índole es "circunstancial", pero pudiera por esencia


ser de otra manera. El paso a la esencia pura da un conocimiento esencial de
algo real (Hursserl, 1949).

Hursserl designa "esencia" todo lo que se está en el ser libre de un individuo


constituyendo lo que él es. Una intuición empírica o individual puede convertirse
en intuición esencial, posibilidad que por su parte no debe considerarse como
empírica, sino como esencial. Lo intuido en este caso es la correspondiente
esencial pura, sea la suma categórica, sea una división de la misma, hasta
descender a la plena determinación (Hursserl, 1949).

Esencia es, en su extenso sentido, el “qué” transportado en “algo”. Y esta


esencia es tan distinta de “cosa o sustancia”, pero se encuentra realizada en
esas “cosas o sustancias” (Zubiri, 2008). La esencia podrá pertenecer a un ente
real, como un hombre, o a un ente ideal, como un triángulo, y la definición
asumirá, como resultado, el carácter de lo definitivo (Echauri, 2007).

En tal sentido, la definición sólo hace saber lo que el ente es, pero no puede
probar simultáneamente que el ente definido exista. Más claramente sería que,
mientras la "esencia" resulta objeto de definición, la "existencia" es objeto de
demostración (por medio del ente) o cómo definiría Aristóteles "lo que es el
hombre, es una cosa, y ser del hombre, otra" (Echauri, 2007).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 84
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Echauri nos dice que Santo Tomás de Aquino en su obra de Hebdomadibus,


realiza la distinción entre lo que una cosa es (essentia) y aquello que la
actualiza (ser), haciendo de ella un ente real, a saber, el acto de ser (actus
essendi). Es decir, este autor (2007) exhibe al del ser como acción de la
esencia y el ente como el modo en que el mismo ser se presenta.

La existencia del ente o ser es, para Aristóteles, el ente existente mismo,
mientras que el ser, para Tomás de Aquino, no es el ente mismo, sino aquello
por lo cual el ente existe (Echauri, 2007).

Santo Tomás expone que la esencia de una cosa real determinada, es siempre
individual, como la cosa misma, pero con unidad meramente numeral. Para
obtener la esencia en cuanto tal, me basta con abstraer de esto por lo que es
numeralmente individual. Entonces tengo la esencia “según su razón propia,
esto es, considerándola en absoluto” (Zubiri, 2008, pág. 58). Si se preguntara
entonces cual es la función de la esencia, la respuesta que se nos diera seria
clara. Si se toma en sí misma como distinta del individuo, es un ente de razón
(Zubiri, 2008, pág. 59).

La filosofía tradicional ha concebido la unidad del ente también desde otro


punto de vista: el ente es ”uno” cuando tiene una sola esencia y todo cuanto ella
comporta; donde hay varias esencias hay varios entes (Zubiri, 2008, pág. 92).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 85
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

3.2.1 Del Ser: Parménides (permanencia) y Heráclito (devenir)


Parménides en su poema ontológico “Del Ser” nos muestra sus ideas sobre la
afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio. El ser es uno, y la
afirmación de la composición que implica el devenir (acontecer), y el acontecer
mismo, son solo ilusiones. Esto a partir del reconocimiento de dos caminos para
acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el
primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de
continuas contradicciones y apariencia de conocimiento. La vía de la opinión
parte de la aceptación del no ser, lo cual resulta inaceptable, pues el no ser no
es. Y no se puede concebir cómo la nada podría ser el punto de partida de
ningún conocimiento. Es necesario que “sea” lo que se conciba, pues al no ser
(la nada), no puede ser posible pensado ni nombrado. El ser, pues, “es”
(Parménides, 480 - 475 a.C.).

De forma similar Hegel concibe que “ser” es tan sólo ser, igualando todas las
cosas: todas “son” y son “igualmente”; abarcando tan sólo al hecho de ser,
todas poseen la misma condición (Zubiri, 2008).

Heráclíto por el contario, en su obra “Sobre la Naturaleza”, expone que todo


fluye y nada permanece, y comparando los entes con el fluir de un río: “Nadie
entra dos veces en el mismo río”, todas las cosas están en movimiento y nada
es estable. Por tanto, la causa y principio es el choque. ¿Cómo puede ser
(tener-ser) aquello que nunca está del mismo modo? No podrá ser conocido por
nadie, porque al tiempo que se le quiere conocer, ello se hará otro y diverso, de
modo que no podrá ser conocido cual y como realmente es. Y si todas las
cosas están cambiando y nada permanece, no puede ser objeto de
conocimiento. Entonces jamás nada existe, todo deviene, por tanto, ser y no ser
es lo mismo (Heraclito, 570-475 a.C.).

Werden expone de forma similar que el Ser en su virtud se ve obligado a salir


de sí mismo, no es reposo sino proceso, devenir (suceso). La razón se obliga a
continuar la concepción, tiene que concebir el ser como “algo”; es decir que en

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 86
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

su devenir, el ser obtiene sus precisas características o determinaciones


cuantitativas y cualitativas (Zubiri, 2008).

Para Nietzsche el ser no es más que un término introducido y creado solo por
utilidad práctica de más de dos milenios, sirviendo para proyectar en un
inexistente "más allá", esencias e ideas inmutables y universales, que no son
más que “pretendidas pseudo realidades” opuestas a las casusas cambiantes
de los acontecimientos vitales. Es por esa razón que Nietzsche concluye que “la
creencia en el ser ha surgido por la falta de fe y desconfianza en el devenir", por
el duda y la sospecha respecto a la marcha evolutiva de lo real fenoménico
(Nietzsche, 1986).

Regresando a los clásicos, el ser es entendido de muchas maneras, pero todas


ellas se refieren a una sola cosa, a una misma naturaleza, se refieren a un
principio único. Tal cosa se llama ser, porque es una esencia. En este sentido
decimos que el no-ser es, que él es el no-ser (Aristoteles, 384-322 a. C.).

Para Aristóteles, el ser y la unidad son una misma cosa formando una sola
naturaleza, acompañándose siempre mutuamente como principio y como
causa, sin entenderlos bajo una misma noción, importará poco que nosotros
tratemos simultáneamente del ser y de la esencia. “En efecto, un hombre, ser
hombre y hombre, significan la misma cosa; nada se altera la expresión: el
hombre es, por esta duplicación: el hombre es hombre o el hombre es un
hombre”. Es claro que el ser no se separa de la unidad, ni en la creación ni en
la destrucción, lo que Heiddeger (1970) llama Metafísica aristotélica, pues aquí
el ser y el ente es uno mismo, mientras que en la ontología de la existencia,
estos son dos asuntos diferentes. Para Aristóteles, la unidad nace y perece con
el ser. Entonces la unidad no añade nada al ser por su complemento, y por
último, que la unidad no es cosa alguna fuera del ser (Aristoteles, 384-322 a.
C.).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 87
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

La concepción de la esencia comprende el carácter de unidad primaria y de


principio exigente de la cosa real, “Ser es sólo la puesta en marcha de la
concepción”. Pero la razón no concibe el ser puro nada más, porque “ser nada
más” es “no ser” en concreto nada. Hegel diría que “El ser puro es lo mismo
que la pura nada” (Zubiri, 2008).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 88
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

3.2.2 La visión compleja del ser en Sartre: Ser en sí y ser para sí


El primer ser que Sartre (2004) encontró en sus investigaciones ontológicas, es
el ser de la aparición, ésta no está sostenida por ningún existente diferente de
ella: tiene su ser propio, es decir, el ser es una misma aparición (Sartre, 2004,
pág. 7). El fenómeno es lo que se manifiesta y el ser se manifiesta (aparece) a
todos de alguna manera, puesto que podemos hablar de “él” y de “él” tenemos
cierta comprensión. Así, debe haber un fenómeno de ser, una aparición de ser,
descriptible como tal. Según este pensador, el ser se devela por algunos
medios de acceso inmediato (sensaciones, emociones, percepciones, etc.) y la
ontología es la descripción del fenómeno de ser tal como se manifiesta, es
decir, sin intermediario (Sartre, 2004, pág. 7).

Husserl demostró como siempre es posible ir más allá del fenómeno concreto
hacia su esencia; y para Heidegger la “realidad humana” es ontico-ontologica,
es decir, puede siempre trascender el fenómeno hacia su ser (Sartre, 2004,
pág. 7).

En un objeto singular pueden siempre distinguirse cualidades (color, el olor,


etc.). A partir de ellas, siempre puede identificarse una esencia implicada por
ellas, como el signo implica la significación. Sartre (2004) expone que el
conjunto “objeto-esencia” forma un todo organizado, donde la esencia no está
en el objeto, sino que es el sentido del objeto, la razón de la serie de
apariciones que lo develan (Sartre, 2004, pág. 7). Pero el ser no es ni una
cualidad del objeto captable (ente) entre otras, ni un sentido del objeto. El objeto
(ente) no envía al ser como a una significación: sería imposible, por ejemplo,
definir el ser como una presencia, puesto que la ausencia devela también al ser,
ya que no estar ahí es también ser (Sartre, 2004).

Decir “es”, es la única manera de definir su manera de ser; pues el objeto no


enmascara al ser, pero tampoco lo devela (Sartre, 2004, pág. 7). No lo
enmascara, pues sería vano tratar de apartar ciertas cualidades de lo existente

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 89
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

para encontrar al ser detrás de ellas: el ser es el ser de todas por igual. No lo
devela, pues sería vano dirigirse al objeto para obtener su ser. Lo existente es
fenómeno, es decir que se designa a sí mismo como conjunto organizado de
cualidades. Designa a sí mismo, y no a su ser. El ser es simplemente la
condición de todo develamiento: es ser-para-develar y no ser develado (Sartre,
2004, pág. 7).

Para Sartre (2004), el ser se divide en dos regiones de la realidad: el Ser en sí


(lo en sí) y el Ser para sí (lo para sí). El ser-en-sí es el ser de las cosas, de los
objetos, de las realidades no humanas (la realidad no humana). El ser-para-sí
es el ser de las personas, la subjetividad dotada de conciencia y libertad.
(Sartre, 2004).

3.2.2.1 El ser-en-sí.
Se representa de manera abstracta, de modo que coincide con el ser de
Parménides: “El ser es. El ser es en-sí. El ser es lo que es” (Sartre, 2004, pág.
15). En el ser no está presente la nada, ni la diferenciación, ni el movimiento, no
es causa de sí, simplemente es. Al ser de esta manera, sin justificación ni
sentido alguno, sin poder explicarse o deducirse, está demás y solo es un
hecho sin causa ni razón, su existencia es absurda (Sartre, 2004, págs. 15-16).

3.2.2.2 El ser para sí


En el ser para sí, se pueden distinguir dos niveles de “ser” distintos en el
humano, el propio humano y libre; y la parte común con los seres “no
humanos”, el horizonte de la cosa u objeto, la existencia ya hecha; llamando a
esta última “la facticidad del para-sí” y tiene cuatro aspectos principales (Sartre,
2004, págs. 58-75):

1. El hombre es cosa, comenzando por su cuerpo; es un cuerpo entre los


demás cuerpos; 2. El hombre está formado por su pasado: es la parte de
nosotros que ya está hecha y terminada, y que no podemos cambiar; mientras
se busca realizar una meta se forma el propio ser, pero en la medida en que

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 90
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

tengo una historia, una biografía, ya se “es”, se adquieren características que le


definen, es un objeto; 3. El humano es cosa también por su situación
y circunstancia concreta que le toca vivir, puede ser limitado en posibilidades de
escoger, la libertad aparece como una lucha contra la situación, como el afán
de superarla; 4. Finalmente la muerte nos convierte en definitivo en una cosa,
en algo determinado, algo inevitable y fuera de sus posibilidades, está más allá
de la subjetividad. Con ella destaca el absurdo de la existencia: “Es absurdo
haber nacido, es absurdo que morir” (Sartre, 2004, págs. 58-75).

Es la subjetividad, la consciencia, la parte del humano que va más allá de las


cosas. Esto es, que el ser humano se relaciona de forma intencional con las
cosas (las quiere, desea, conoce, recuerda, desea, imagina); que se es
consciente de sí mismo, en forma de captarse a sí mismo como objeto, no
como sujeto: “El modo de existencia de la conciencia, es ser consciente de sí
misma” (Sartre, 2004, págs. 58-75).
Mientras que el ser-en-sí es lo lleno, lo sólido, el ser pleno, el ser-para-sí, la
conciencia, está vacía, una división, una cierta nada. Así, el humano se
transforma en el ente por el que la nada acontece al mundo. Esa nada presente
en el interior del individuo es lo que le hace ser libre, permitiéndole siempre
estar dispuesto al futuro y nunca identificarse por completo con su ser actual:
“El para sí, no es lo que es, pero si es lo que no es” (Sartre, 2004, págs. 58-75).
Por último, algo fundamental del para sí es la libertad: dado que “no es” tiene
que hacerse, por ello el hombre es su propio fundamento. La existencia precede
a la esencia, no hay una naturaleza humana: el humano mismo no tiene ser, por
lo que sólo le cabe hacerse y ser aquello que ha querido ser.

3.2.2.3 El ser para otro


En el interior del para-sí se encuentra la tensión o disposición hacia el otro, se
encuentra el para-otro. Lo que es la sociabilidad humana, la necesidad del
prójimo, también uno de los rasgos fundamentales del para-sí (Sartre, 2004,
págs. 143-162).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 91
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Sartre (2004) escribe que por la aparición misma de un prójimo, se está en


condiciones de formular un juicio sobre sí mismo como lo haría sobre un objeto,
pues uno mismo aparece como objeto para el prójimo. Sin embargo, este objeto
aparecido al prójimo no es una vana imagen de la mente de otro. Esta imagen,
en efecto, sería totalmente atribuible a ese prójimo y no podría “afectar” el Para-
sí (Sartre, 2004, págs. 143-144).

Reconozco que soy como el prójimo me ve. Pero no se trata de la comparación


entre lo que soy para mí y lo que soy para los demás, como si encontrara en mí,
en el modo de ser del Para-sí, un equivalente de lo que soy para el prójimo
(Sartre, 2004, págs. 143-144). Primero, esta comparación no se encuentra en
nosotros como una acción psíquica específica, tal comparación es imposible: no
puedo poner en relación lo que soy en la intimidad sin distancia, sin retroceso,
sin perspectiva, del Para-sí, con ese ser injustificable y en-sí que soy para otro.
No hay aquí ni tabla de correspondencias ni patrón, se comparte lo que se es.
Así, el prójimo no solamente me ha revelado lo que soy, sino que me ha
constituido como un tipo de ser nuevo que debe soportar cualificaciones nuevas
(Sartre, 2004, págs. 143-144).

Ese ser no estaba en potencia en mi antes de la aparición del prójimo, pues no


habría podido hallar lugar en el Para-sí; y, aun si nos complace dotarnos de un
cuerpo enteramente constituido antes de que este cuerpo sea para los otros, no
podría alojarse en el en potencia nuestra cualidad, Pues estas son
significaciones y, como tales, trascienden el cuerpo y te omiten a la vez a un
testigo capaz de comprenderlas y a la totalidad de mi realidad humana. Pero
este nuevo ser que aparece para otro no reside en el otro. Finalmente Sartre
explica que se necesita del prójimo para captar por completo todas las
estructuras de mi ser: el Para-si remite al Para-otro. Así, pues, si queremos
captar en su totalidad la relación de ser entre el hombre y el ser-en-sí, podemos
contentarnos con las descripciones esbozadas en los capítulos precedentes de
esta obra; debemos responder a dos preguntas mucho más temibles: en primer

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 92
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

lugar, la de la existencia del Prójimo; después, la de mi relación de ser con el


ser del prójimo (Sartre, 2004, pág. 144).

3.3 El Ente: La manifestación del ser


La esencia no es ente, sino solo momento del ente único que es la cosa real
(Zubiri, 2008, pág. 9). Porque ente puede ser por un lado aquello a que el logos
se refiere formal e intencionalmente, lo significado por los vocablos (ονόματα),
esto es, el ente en cuanto declarado (qua λεγόμενον), pero puede ser por otro
lado la cosa misma acerca de la cual pienso y hablo con mi logos (Zubiri, 2008,
pág. 21).

El punto de vista aristotélico nos dice que todo ente, en efecto, emerge de un
principio y realiza, por así decirlo, el designio (sit venia verbo) de ese principio
(Zubiri, 2008, pág. 26).

Para la Escolástica, aquello que primariamente concibe la inteligencia y a lo que


se reducen en última instancia todos sus conceptos es el “ente”: toda cosa, se
nos dice, en efecto, es inteligencia en la medida que entiendo que “es” esto o lo
otro; y la cosa considerada así, la cosa en cuanto que “es”, es justo lo que se
llama “ente”. Es lo ya real en cuanto “es” (Zubiri, 2008, págs. 125-135).

Para Heidegger, el hombre es el ente a cuyo ser pertenece la “comprensión del


ser” de sí mismo y de lo que no es el. Pero, tanto tratándose de si mismo como
de cualquier otra cosa, no puede confundirse el ser con el ente (Zubiri, 2008,
pág. 144).

La comprensión del ser ya está siempre dentro de todo aquello que se percibe
como ente. El “Ser” es un concepto evidente por sí mismo, todo lo que existe, lo
que es, pero no es el ente en sí. El ente es el medio por el que el ser exige
darse a mostrar de un modo particular, es decir, el ente es lo que el ser hace
que sea. Por lo tanto, el sentido del ser tiene conceptos propios, que se
distinguen de los conceptos que le dan su determinado significado al ente. A

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 93
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

esto Heidegger le definió como Dasein. “Si ‘ser’ quiere decir ‘ser’ y si ‘ser’ quiere
decir ‘ser del ente’, tendremos que el objeto en cuestión, preguntado por el ser
es el ente mismo”, donde la esencia es el contenido fundamental del ente y la
existencia es el mero factum o simple resultado de la realidad del ente. En estas
condiciones, el ente se interpreta como la esencia realizada, o como la cosa
cosificada (Heidegger M. , 2000).

“Ser en el mundo (In-der-Welt-sein) es ser-en-la-ciudad (In-der-Stadt-sein) y


“ser en la ciudad” no sólo es estar en ella sino moverse en ella habitándola; por
lo que ‘habitar’ la ciudad es ser en el mundo y co-habitar es, compartir ‘mundo’
con los otros (como sociedad) o como dijera Heidegger “entes intramundanos”
(innerweltlichen Seienden) (Gasca, 2007). Es ampliamente aceptado que todas
las entidades caen en una de dos categorías: o son abstractas, o son concretas
(Rosen, 2009). Los números, los símbolos, los conjuntos y los conceptos son
algunos ejemplos de entidades que son intuitivamente clasificamos como
abstractas, mientras que todo lo que podamos percibir físicamente mediante
nuestros sentidos son ejemplos intuitivos de entidades concretas (Oliver, 2009).

No es que los sentidos sientan solo cosas, y que la inteligencia conciba


después que son reales, sino que en el sentir intelectivo se siente ya la cosa
como real, y la inteligencia concipiente concibe como real aquello que la
inteligencia sentiente ha sentido ya formalmente como real. Lo transcendental
esta ya dado en la impresión de realidad. Aquello que primera y formalmente es
inteligido sentientemente, y aquello en que se resuelven todos los conceptos de
la inteligencia, no es ente sino realidad (Zubiri, 2008, pág. 137).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 94
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

3.4 Comentarios al capítulo


Si bien no hay un acuerdo total, ni una verdad absoluta en cuanto a lo que “hay”
y lo que “es”, si podemos aceptar la idea de un acercamiento de esto dentro del
límite de la razón humana. Bajo este análisis y de acuerdo al marco teórico
ontológico, se puede concluir dentro del conjunto de éstas ideas que todo
aquello que la mente humana pueda concebir tiene una esencia, del cual parte
el ser mismo de eso de lo que se habla. La esencia no se representa como tal,
sino como aquello intangible al plano físico en la mente racional. De ahí parte
su ser, que sería la acción de la esencia misma, la cosa de la que se habla en
sí, cualquier cosa que “sea o haya”, este se concibe en dos formas, estático (lo
que es, es) y cambiante (en el devenir, de acuerdo a las circunstancias externas
al mismo), esta cosa de la que se habla se muestra naturalmente de alguna u
otra manera, es así como vemos su manifestación por medio de lo que algunos
de éstos filósofos denominan bajo el concepto de ente (si el “ser” cambia; el
ente, es decir, su manifiesto, también cambia). Es este ente entonces, el ser
manifestado, el cual a su vez, tiene su esencia como aquello del cual parte todo
hasta llegar a ser ente, lo que existe en la racionalidad humana finalmente.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 95
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

4 CAPÍTULO
CATEGORÍAS APLICADAS A LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA:
REFLEXIÓN SOBRE SU CONSTRUCCIÓN
ONTOLÓGICA PARA EL DISEÑO URBANO

“La existencia humana consiste en un


reagrupamiento continuo de materia e ideas”

Moholy - Nagy

Introducción

En este apartado, se expone la relación propia a partir de los términos y

conceptos antes expuestos de acuerdo a la teoría especializada de los campos


de estudio mencionados y que dan construcción al tema de investigación como
lo es la Identidad Social Urbana a partir de la relación de los dos principales
objetos de estudio del Diseño Urbano como lo son la sociedad y su entorno
urbano bajo la perspectiva ontológica. Para ello fue necesario construir la
estructura de dicha relación bajo los argumentos de teóricos de los campos de
estudio en esta investigación, para dar una visión más amplia del panorama
social y urbano dentro de la construcción de dichos entornos y aportar una
reflexión que apoye al Diseño Urbano como disciplina que tiene obligadamente
como objetos de estudio los conceptos de sociedad y entorno (Ilustración 3).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 96
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Ilustración 3. Constructo conceptual del Diseño Urbano como disciplina que estudia
el entorno y su sociedad, unidas por la Identidad Social Urbana.
Elaboración propia.

El Diseño Urbano a través de la Sociología Urbana, puede entender de mejor


manera a la sociedad, siendo ésta su objeto causante para el entorno y éste a
la vez, su objeto resultante. La sociología según Lamy (2006) estudia lo
propiamente urbano de varios aspectos de la vida social. Trata cuestiones
sobre las formas en que los elementos que estructuran específicamente las
relaciones entre individuos, instituciones y sociedad constituyen a la ciudad
como entorno (Cuadro 1).

Diseño
Urbano

Cuadro 1. Cuadro sinóptico de la Sociología Urbana para el fin de la investigación


en el estudio de la Identidad Social Urbana.
Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 97
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Es aquí donde se aplica el enfoque ontológico siempre de acuerdo al margen


de estudio de la Sociología Urbana y Psicología Social/Ambiental donde
podemos reflexionar sobre las causas y principios de los términos meramente
sociológicos del tema de la Identidad Social Urbana expuesta por Valera (1994).
Explicando de forma racional los fenómenos del mundo material dentro de lo
social y urbano en cuanto a lo que “es” y su capacidad de interpretación de los
entes que constituyen lo real. Dando sentido a lo objetivo sobre lo
sociológicamente urbano al explicar el “cómo” es que acontecen dichos
estudios realizados por estas disciplinas que asumen lo que “es” de cada
concepto de acuerdo a su postura y visión. Se podrá observar que el enfoque
desde la Ontología (Cuadro 2) no pretende de ninguna manera la creación
teórica ni metodológica de algo, sino que aporta dentro de la reflexividad otra
visión más amplia de la concepción de lo que se estudia o de lo que se percibe.
En este caso de la Identidad Social Urbana desde su construcción. Concepto de
estudio formado a partir de estudios pertenecientes a los campos sociológicos,
psicológicos y urbanos, pero que conforman enlaces fundamentales entre los
objetos de estudio bases del Diseño Urbano: La sociedad y entorno.

Cuadro 2. Sinopsis de la Ontología y sus objetos de estudio necesarios, como herramientas


auxiliares en el entendimiento de la construcción de la Identidad Social Urbana.
Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 98
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

4.1 La visión del Individuo desde la Ontología


Dentro de los campos de estudios sociales, podemos ver al sujeto, siendo el
“yo” como fuente de la experiencia, conocimiento y acción de crear o hacer
(Tajfel, 1981; García, 2006). Es decir, está definido de una manera más
abstracta e impalpable, en cierto sentido imaginario. Separándolo de su realidad
física aun siendo éste tomado irónicamente como la “unidad central”
(físicamente) en un espacio físico determinado (Cuadro 3). En otras palabras,
se le estudia como individuo social en definiciones técnicas sin saber que en
realidad se está concibiendo su ser y no al sujeto en sí dentro del mundo físico
social ni mucho menos visto como humano. Es el punto central a tomar en
cuenta para el Diseño Urbano, pues es éste el benefactor de sus objetivos.

Cuadro 3. Mapa de reflexión sobre la concepción del individuo desde la Ontología.


Elaboración propia.

Ontológicamente podemos decir que ese “yo” al que se refiere en este caso la
Psicología Social, es el “ser humano”. El “ser para sí” expuesto por Sartre
(2004) que a su vez nace de una esencia (Echauri, 2007; Zubiri, 2008) (Cuadro
4). Así, el sujeto o individuo es entonces una “cosa” (ser para sí) partiendo de
su mismo cuerpo físico existente. Una cosa entre más cosas, ya sean objetos o
humanos. Por medio de este cuerpo físico perceptible ante los sentidos
humanos se muestra su “ser para sí”, que es el “ser humano” y en términos de
las ciencias sociales: Individuo, ciudadano, sujeto, etc. Prácticamente es el
cuerpo (humano) lo que es posible concebir como un ente físico, el medio por el
cual ese “yo” se presenta ante el mundo. Es decir, el cuerpo humano (lo que se
percibe como real) es del ser humano. Pero el ser humano no es el cuerpo en

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 99
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

sí, sino solo el ser de lo que este cuerpo representa. Este cuerpo sería
entonces el ser humano cosificado o representado, en términos de ente según
Heidegger (2000). El cuerpo se convierte así entonces en la unidad de la
sociedad. Es decir, el individuo. Y estos en conjunto formarían grupos sociales
o más allá aún, una sociedad en términos de Giner (1983) (Figura 1).

Cuadro 4. Categorización del "Ser" según Sartre (2004) y la similitud


con el antiguo pensamiento clásico de Parménides y Heráclito.
Elaboración propia.

Figura 1. Esquema del Individuo desde su esencia. Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 100
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

4.2 La estructura ontológica de Sociedad


Reflexivamente podemos observar a la sociedad según Giner (1983), como la
representación en conjunto de los individuos. Que a su vez dentro de lo
ontológico se representan como cuerpos u objetos en un denominado entorno
urbano. Esta denominada sociedad es el principal objeto de estudio de la
Sociología de acuerdo a éste autor y uno de los dos fundamentales para el
Diseño Urbano (Munizaga, 2000).

En este nivel podemos encontrar la relación de lo que Sartre (2004) llama “ser
para otro” (Cuadro 4) o en otras palabras, lo que es la sociabilidad humana, la
necesidad del prójimo, el reconocimiento propio externo desde un testigo,
también uno de los rasgos fundamentales del para sí, la tensión o disposición
hacia el otro, la identidad social. Este filósofo señala que por la aparición misma
de un prójimo se está en condiciones de formular un juicio sobre sí mismo como
lo haría sobre un objeto. Pues uno mismo aparece como objeto para el prójimo.
Sin embargo, este objeto (cuerpo humano) presentado al prójimo no es una
vana imagen de la mente de otro. Esta imagen en efecto, sería totalmente
atribuible a ese prójimo y no podría “afectar” el “para sí”. Es decir que según el
concepto de “ser para otro” de Sartre (2004) (lo que se “es” para otro) forma
parte de ese otro, pues solo nos revela la subjetividad propia proyectada en ese
otro. Agregando cualidades nuevas a lo que se “es” para el prójimo, siendo éste
una especie de testigo. Completando así una totalidad de nuestro ser y
formando a su vez cierta identificación de nuestra persona entorno a otra.

Es aquí donde se van formando los enlaces sociales entre individuos en los que
la formación de estas relaciones va dependiendo de acuerdo a juicios que se
van adquiriendo en criterios de identificación y que al igual que de forma
individual, adquieren una manifestación. Pero en éste caso, ya no de forma
clara físicamente hablando, sino en una manera abstracta. Pues existe gran
diversidad de definiciones de sociedad en los cuales se intenta describir un
acercamiento a la aparición de esta, ya sea como la representación de un
conjunto de diversos componentes o como una totalidad generalizada, entre

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 101
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

muchas otras. Para efectos de éste estudio, tomaremos el primer caso, según
la definición sobre sociedad de Giner (1983) dentro de la Sociología (Cuadro 5).

Cuadro 5. Conceptos sobre Sociología Urbana; Sociedad, Individuo Social


y Entorno Urbano como objetos de estudio de esta disciplina.
Elaboración propia.

Como vimos en la ocasión anterior, esa manifestación de sociedad bajo el


concepto de Heidegger (2000) denominada ente, es el medio por el que el “ser”
de la sociedad misma (ser para otro) exige darse a mostrar de un modo
particular. Es decir, la aparición de la sociedad física (conjunto de materia).

Según la estructura del concepto Heideggeriano, el objeto en cuestión


(sociedad) discutido por la relación social es la manifestación misma de la
sociedad. Donde la esencia (el individuo) es el contenido fundamental de la
sociedad manifestada y su existencia es el simple resultado de la realidad del
esa sociedad cosificada. En estas condiciones, el ente se interpreta como
la esencia realizada (individuo socializado) o como la cosa cosificada (sociedad
materializada) (Cuadro 2).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 102
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

En resumen, el individuo en esta estructura o esquema, es la esencia de la


sociedad, la materia prima de ésta. El ser (llamada aquí “ser para otro” según
Sartre) es la relación entre individuos y pasa a manifestarse de forma abstracta
y física a la vez. Ya sea en organizaciones, instituciones u otros componentes
cualesquiera que se definan. Esenciales para la formación material de los
entorno urbanos. Pues finalmente es en éstos donde se dan las relaciones
sociales entre individuos, siendo éstas relaciones el “ser” de la sociedad ya
manifestada, según este análisis ontológico (Figura 2).

Figura 2. Esquema de la sociedad desde su esencia.


Elaboración propia.

Finalmente, se puede decir entonces de forma obvia que el individuo es el


contenido fundamental de la sociedad ya en su manifestación. Así, la sociedad
en su totalidad se interpretaría como la realización del individuo. Curiosamente
y como observación, esto es muy similar a la definición de Dubet (1989) donde
concibe la sociedad como un sistema de integración, una organización de
estatus y de roles enfocados hacia valores colectivos; donde la acción social es
la realización adecuada de ésta integración. Es decir, un conjunto de individuos
organizados y empatizados, para alcanzar la realización idónea de ese conjunto
mismo (la sociedad manifestada) por medio de las relaciones sociales entre sí
(su ser). Esta es la síntesis del fin esencial de la disciplina del Diseño Urbano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 103
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

4.3 La construcción de la Identidad Social Urbana


Una vez analizado esto, podemos abordar el tema de la identidad social
definida por Tajfel (1984) como aquella parte del auto concepto de un individuo
que se deriva del conocimiento de pertenencia valorativa y emotiva a un grupo
de individuos (Cuadro 6) y que según Enric Pol (en Valera, 1994), a partir de
aquí ya podría incluirse perfectamente el concepto del entorno urbano como
una categoría en la que el hombre iría formando su auto concepción de
identificación en relación a los entornos. A esta nueva identidad se le
denominaría como “la identidad del lugar”, acuñada y comenzando a ser
estudiada por Proshansky (1978), misma que Hidalgo (1998) concibe como una
dimensión de la persona que define la identidad personal en relación con el
entorno físico. Es la construcción personal, resultado de la experiencia directa
con escenarios físicos concretos, donde influirá lo que otras personas hagan,
digan o piensen acerca de los escenarios físicos en que se desenvuelve la
persona. Es decir, los significados, costumbres y creencias sociales (Cuadro 7).

Cuadro 6. Definición de Identidad Social, desde la Psicología Social, según Tajfel (1984).
Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 104
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Cuadro 7. Definición de Identidad Urbana acuñada por Proshansky en 1978


y conceptualizada por Hidalgo en su trabajo de investigación (1998).
Elaboración propia.

Es importante aclarar que no se abundará demasiado en estos dos conceptos


de identidades, sin embargo son necesarias explicarlas y aclararlas para más
adelante poder concebir claramente nuestro concepto principal que es la
Identidad Social Urbana.

De manera ontológica, podríamos decir que estos dos tipos de identidades


quedarían en una especie de sub estructura en relación a los conceptos
principales de esta investigación. Donde cada identidad estaría relacionada
claramente una con otra. Sin embargo bajo esta visión, cada una de ellas tiene
su propia estructura.

La identidad social llevaría en esencia el sentido de pertenencia según Tajfel


(1984), siendo éste su fuente de existencia, donde su ser es la propia identidad
social misma. Es decir, la identidad sería una forma de ser y su manifestación
se daría por medio de la autoformación en el individuo mismo. Que como se
observó es a su vez, la unidad y fuente en la estructura social. Expuesto en el
tema de sociedad (Figura 3).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 105
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Figura 3. Esquema ontológico realizado en base al planteamiento de Tajfel (1984) sobre la Identidad Social.
Elaboración propia.

Por su parte la identidad urbana siendo también una forma de ser, lleva como
esencia el entorno urbano físico ya que surge a partir de éste sobre el individuo.
Manifestándose en lo que Pol (en Valera, 1994) nombra auto concepción y
Sartre (2004) el “ser para sí” del individuo mismo. Que a su vez y finalmente se
representa por medio de su cuerpo humano físico en relación al entorno,
originando pertenencia y apropiación del individuo sobre el espacio (Figura 4).
Es aquí donde ambas identidades están relacionadas por el mismo individuo,
ambas comprendiéndolo en su manifestación física (cuerpo) y abstracta (ser
para sí y para otro), como fuente y esencia de la sociedad.

Figura 4. Esquema ontológico sobre la Identidad Urbana. Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 106
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Habiéndose aclarado, explicado y argumentado la reflexión de éstas dos


identidades como bases para de la Identidad Social Urbana, definida por Valera
(1994) como la identidad que contempla al entorno como una categoría social,
con un significado socialmente elaborado y compartido que sirve de base para
la definición de sociedad (Cuadro 8).

Cuadro 8. Concepto de la Identidad Social Urbana, tema primario del trabajo de investigación (Valera, 1994).
Elaboración propia.

Podemos asimilar la construcción de ésta Identidad Social Urbana comenzando


en los elementos primarios como son la sociedad, el entorno urbano y
obviamente la Identidad Social Urbana misma. Donde a diferencia de las
primeras dos identidades, el individuo pasa a ser sustituido por su realización
que es la sociedad. Primero en su ser y posteriormente en su cosificación (física
y/o abstracta). Donde el entorno urbano es la esencia, pero al mismo tiempo la
construcción de la misma sociedad como parte de esa misma cosificación
(Figura 5).

Por ese motivo es que existen diversas teorías con el tema de los entornos
urbanos considerados como productos sociales, entre ellas la de Turner (en
Valera, 1994) y Valera (1994), donde incluso se llegan a clasificar y distinguir

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 107
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

los tipos de entornos urbanos en diversas escalas tanto en lo físico como en lo


intangible, como lo son la ciudad y el barrio.

También el mismo Lefebvre (en Lamy, 2006) expresó que “la ciudad es la
inscripción de la sociedad en el suelo“. Donde la sociedad colabora a
determinar la ciudad; el pensador Habermas (1993) de manera similar describe
a la ciudad como el espacio público mayormente, donde el poder y la sociedad
se hacen visibles y se proyectan, donde el simbolismo colectivo se materializa,
solo por nombrar o citar algunas similitudes.

Figura 5. Esquema ontológico de la Identidad Social Urbana, generada en el proceso donde el entorno urbano
como esencia, influye sobre la sociedad creadora de éste mismo entorno y que a su vez esta sociedad ya
transformada, modificará el entorno antes creado, repitiéndose el ciclo sucesivamente.
Elaboración propia.

La sociedad y el entorno como elementos físicos son la base y los dos objetos
de existencia del Diseño Urbano. De ahí la importancia de la relación de éstos
entre sí.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 108
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Por ello es necesario el estudio profundo por separado pero relacionados desde
su conformación esencial en la Identidad Social Urbana, punto relacional entre
ambos conceptos fundamentales para el Diseño Urbano (Figura 6).

Figura 6. Esquema del estudio del Diseño Urbano con sus objetos de estudio complementado con el factor de la
identidad social urbana que relaciona y une dichos objetos.
Elaboración propia.

Es decir, el entorno urbano y la sociedad mantienen una constante relación que


da existencia a la Identidad Social Urbana necesaria en los conocimientos del
Diseño Urbano, la Sociología Urbana y otras disciplinas sociales, urbanas y
humanas. Pues a partir de ésta identidad, se dan las formas transformantes de
existencia en los procesos y construcciones tanto sociales como urbanas.
Mismas que el Diseño Urbano necesita obligatoriamente comprender, siendo
encargado de plasmar la correlación de ambos elementos en determinado
instante unificados por dicha identidad.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 109
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

4.4 Análisis reflexivo sobre el Entorno Urbano y su construcción


esencial
De acuerdo con Fisher (1990), el génesis de esta relación entorno-sociedad
implica necesariamente la apropiación del espacio por parte de la sociedad que
dará origen al lugar como entorno. Ésta es la implicación de actuar sobre el
espacio para adueñarlo y transformarlo, el convertirlo en lugar. Es el proceso
por el cual hacemos "nuestro" un lugar en tres niveles: colectivo (zona o
ciudad), de grupos reducidos (barrio o vecindario) e individual (espacio
personal) (Fisher, 1990) (Cuadro 9). Es el comienzo de la formación de la
identidad urbana ya antes vista, debido a la concepción del entorno como tal y
que da base y estructura a nuestro estudio. Debajo en la subestructura de la
apropiación del espacio, se encuentran dos conceptos relacionados
directamente con el entorno urbano, originadas posteriormente a la apropiación
misma: La territorialidad y el sentido de pertenencia (Figura 7).

Figura 7. Esquema de la subestructura que forma el ser del entorno urbano.


Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 110
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Si bien en muchas ocasiones logra confundirse la territorialidad con el sentido


de pertenencia, ambas van conjuntas cuando de entornos urbanos se trata.
Pues por un lado, de acuerdo con Hidalgo (1998), la territorialidad juega el
papel de delimitación ya sea física, organizacional o de comportamiento por
parte del individuo o la sociedad. Pero por el otro, dentro de la emotividad o en
lo psicológico, tanto individual como colectivamente se encuentra ese sentido
de pertenencia al que Valera (1994) define como el sentir emotivo de los
individuos o grupos sociales al definirse como pertenecientes a ciertas
categorizaciones urbanas como la ciudad, el barrio y la zona (Cuadro 9).

Al haber apropiación de un espacio y un sentido de pertenencia a ese lugar, se


crean y forjan vínculos sociales dentro del mismo y más aún se solidifican.
Habiendo una delimitación del lugar, misma que Hidalgo (1998) en sus
estudios denomina territorialidad y que define como la exclusión, apropiación,
control, demarcación y defensa en contextos urbanos específicos mediante un
proceso organizacional y cultural de determinado grupo social. Aquí es donde
por medio de la territorialidad se fortalece tanto la identidad social como la
urbana. Creando vínculos más sólidos entre los individuos y el entorno y siendo
ésta última la de mayor influencia sobre los entornos urbanos de manera directa
en su formación.

Es de importancia para la investigación tomar en cuenta el entorno más a


fondo. Pues es un aspecto clave en el estudio de la Identidad Social Urbana y
es de ellos que está identidad se forja en la sociedad, misma que interactúa y
se desarrolla constantemente.

Acuña (2005) define al entorno urbano como un producto material en relación


con otros elementos materiales, entre ellos los individuos. Los cuales mantienen
determinadas relaciones sociales que le dan al espacio una forma, una función
y una significación social (Cuadro 9). Entorno percibido como producto que
desarrolla metódica, práctica y técnicamente la disciplina del Diseño Urbano
según Landa (1978).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 111
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Cuadro 9. Conceptualización del Entorno Urbano y los componentes esenciales en su construcción


como la apropiación del espacio (Fisher, 1990), la territorialidad (Hidalgo, 1998) y el sentido de
pertenencia (1994); así como las categorizaciones del entorno urbano: Ciudad (Lezama, 2000),
barrio (Franco & Torres, 2003) y espacio público (Borja, 2000).
Elaboración propia.

Cabe retomar dos aspectos importantes expuestos anteriormente. Primero, es


interesante notar en esta definición que se toma al entorno como un producto
material. Es decir, solo se ve el aspecto físico del resultado de una interacción y
un proceso social en el cual una diversidad de individuos está inmersa y van
construyendo este espacio en un lugar. O sea toma forma y función y aún más
allá, toma un significado simbólico, siendo resultado de las mismas
eventualidades sociales. Pudiendo citar a Lefebvre (en Lamy, 2006) “El espacio
social, es un producto social”, podemos decir que es una obra física, colectiva y
simbólica. Como segundo aspecto tenemos como reflexión del tipo ontológica
que se puede señalar en la definición de Acuña (2005) con la relación directa de
lo que nos expone Sartre (2004) en su obra sobre el “Ser y la Nada”. Pues
como ya vimos, dentro del “ser para sí” (Cuadro 4) el individuo es un objeto
comenzando por su cuerpo físico. Un objeto entre más objetos o cosas. Y una
de esas cosas es en efecto el entorno urbano según la definición de Acuña
(2005).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 112
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Este entorno siendo un objeto o una cosa como tal, se encuentra dentro del “ser
para sí” (Sartre, 2004) y tomando en análisis de ello al entorno urbano, dentro
de la visión del “ser no humano”, aquello que existe y ya está hecho, a lo que
también le llamó “facticidad del para sí”.

Este ha de fluir constantemente, de ser cambiante y de un constante


movimiento en desarrollo, jamás estable. Si no, éste dejaría de “ser entorno o
lugar “. De la misma forma que el antiguo sabio Heráclito nos asegura en el
devenir de las cosas “Nadie entra dos veces en el mismo río”, pues todo está en
constante movimiento y por ello no puede ser objeto de conocimiento.

De esta manera el entorno se convierte en un objeto cambiante desde la misma


naturaleza de su ser, donde su esencia está contenida en la sociedad en
manifiesto, ya que de ella fluye y que más tarde se materializará plasmada en el
entorno físico, su ser es el entorno mismo y su manifestación cosificada tanto
físicamente como intangiblemente pero ambas muy perceptibles: En lo urbano,
en los elementos físicos, adquiriendo mayor interés a tener elementos físicos
incluso en constante movimiento, que son los individuos; las relaciones e
interacciones sociales y simbólicas, etc (Figura 8).

Figura 8. Esquema ontológico en el que se observa la subestructura del entorno que está en el ser y su relación
estructural con la sociedad como esencia del entorno urbano físico. Elaboración Jonathan Quintero.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 113
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Por tanto se entiende que el comportamiento en todas sus características del


entorno (forma, función, significado, etc.) depende del comportamiento de la
sociedad por diversas causas. Pero el comportamiento derivado de la Identidad
Social Urbana de la sociedad a su vez y según Valera (1994), estará
influenciado directamente por el entorno sobre la sociedad que en él se
desarrolle.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 114
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

4.5 Entornos Urbanos: Entes físicos / abstractos


De acuerdo a las similitudes y comparaciones en la apropiación de Fisher
(1990), en el sentido de pertenencia de Turner (1987, en Valera, 1994) y de las
categorías de los entornos de Valera (1994) y Moles (1977 en Valera, 1994),
podemos clasificar a los entornos urbanos en ciudad, barrio y en los espacios
sociales urbanos Llamados espacios públicos por Borja (2000) para fines de
ésta investigación (Cuadro 9).

Hablar de la ciudad es un tema complejo y de gran extensión. Sin embargo, de


acuerdo al análisis que se ha ido desarrollando bajo la visión ontológica,
sabemos que independientemente de cualquier afirmación o definición de algún
autor determinado, la ciudad lleva como esencia un ser y su manifiesto. Lo ya
expuesto en los entornos urbanos más allá de las visiones intelectuales de
cualquier teórico o investigador. Así pues hablaremos de la ciudad desde dos
enfoques diferentes y veremos cómo éstos se reducen ontológicamente a lo
antes expuesto (Figura 8).

Para Lezama (2002), la ciudad es el lugar en el que se lleva a cabo el trabajo


intelectual que requiere la administración y también es el territorio en el que, en
distintos periodos del desarrollo de la humanidad, se asienta una forma de
dominación mediante la cual se reproduce el orden social en conjunto (Lezama,
2002). Sobre esta definición en particular, partiendo desde su esencia,
podemos deducir que todo trabajo, administración y acción, surge del individuo,
pero a nivel ciudad este es sustituido por la sociedad (manifestada) según las
teorías urbanas anteriores. Es esta quien se desarrolla y está en cambio
constante, por lo tanto, todo aquello que ésta emana y crea también cambia,
incluso su entorno y territorio, del que por cierto, también nombra un aspecto
principal de la ciudad, como el medio en el que se llevan a cabo estos
constantes cambios como ya vimos anteriormente este proceso bajo la visión
ontológica (Cuadro 10).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 115
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Cuadro 10. Proceso de transformación constante de la sociedad (esencia), modificando su ser (sub estructura del
entorno [Figura 6]), que finalmente se proyecta en la ciudad (ente). Misma que influirá sobre el individuo (esencia
de la sociedad). Por lo tanto, cambiará la sociedad y volverá a transformarse la ciudad en un ciclo constante.
Elaboración propia.

Otro ejemplo es la definición de Durkheim (en Lezama, 2002), quien ve con


interés la ciudad, no como factor explicativo, sino como expresión de ciertos
fenómenos sociales, es decir, como morfología social. Según el, en la ciudad,
más que generarse, se presentan problemas sociales que se hacen evidentes
en la concentración, la dispersión y el volumen de la población, así como le
conjunto de las actividades sociales. Es en esta definición que encontramos de
forma más directa lo expuesto anteriormente cuando hablamos de entornos
urbanos con más explicaciones sobre la ciudad de hecho, pues aquí como ya
se mencionaba, la ciudad toma la forma de lo que su sociedad “va siendo”, es
decir, la ciudad se va haciendo conforme se “va siendo”, pero con un enfoque
más social, puesto que aquí la ciudad es lugar donde se dan los fenómenos de
vida de esa sociedad y éste entorno va tomando la forma física de lo que “va
siendo” su sociedad (Cuadro 10).

Es decir que la ciudad se manifiesta en su forma tanto física (ente físico) como
de manera abstracta (en la organizaciones, administración, instituciones, etc.)
desde su esencia que su cambiante sociedad manifestada cada instante por
diversas razones y su ser (ciudad o entorno), que como hemos observado tiene

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 116
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

la necesidad -según el postulado de Heidegger (2000) sobre los entes- de


manifestarse o presentarse siempre en constante cambio ocasionado en su
esencia (Figura 11).

Aquí es importante recalcar que lo que “va siendo”, dista por mucho, del “es”,
puesto que el “ser” como ya recalcaba Sartre, es estático (ser en sí), mientras
que el “ir siendo” (ser para sí), es progresivo, cambiante, en constante
transformación, lo que también Heráclito llamó el Devenir. Así tal como es un
individuo (Hall, 2005; Tajfel, 1981; García, 2006) hasta una sociedad y su
entorno (Bordón, 2007; Stokols & Jacobi, 1984; Berger y Luckman, 1966 en
Valera, 1994; Pol en Valera ,1994; Valera, 1994). Es cuando el diseño urbano
debe tomar en cuenta este aspecto, pues finalmente, ésta disciplina se
encargará de engendrar esa creación del entorno en el caso de partir de nada o
de las modificaciones y transformaciones de un entorno ya dado bajo ciertas
condiciones y/o características.

Como segunda categorización, según Turner (1987, en Valera, 1994) y Moles


(1977, en Valera, 1994) tenemos el barrio que Franco & Torres (2003)
conceptualizan como la unidad territorial de la ciudad, ocupada y transformada
por la sociedad que la habita, la cual le da unas características propias según
sus costumbres y necesidades. Bajo esta definición podemos hacer la reflexión
sobre los conceptos de apropiación, territorialidad y pertenencia, ya que implica
todo de la misma forma como lo veremos. Según Fisher (1990) y como ya
vimos, la apropiación es la acción de la sociedad sobre un entorno para
adueñarlo y transformarlo (igual que el barrio en definición), después dentro de
la territorialidad, según Hidalgo (1998), se da una delimitación dando origen a
una organización y un comportamiento a sus habitantes (según sus costumbres
y necesidades), y donde se genera el sentido de pertenencia emotivo hacia el
mismo entorno (Valera, 1994). Es por ello que Franco & Torres (2003), en su
trabajo, exponen que es aquí donde posiblemente se plasma más fuerte y
claramente la identidad del lugar sobre los individuo, ya que como observamos

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 117
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

esta subestructura del entorno está directamente expuesta a esta categoría


urbana (Cuadro 9).

Reflexionando sobre el barrio, al igual que en la ciudad, la esencia del barrio


son sus habitantes, pero en un grupo social reducido a comparación de la
sociedad que está en la escala ciudad. El ser del barrio es similar al de la
ciudad, cambiante, de transformación constante aunque en menor medida,
puesto que al reducirse la cantidad de individuos, se reducen las interacciones y
los cambios de su grupo social, por tanto del entorno; y por el contrario se
fortalecen y solidifican recíprocamente y en mayor medida las identidades de
ambas, pero solo lo suficiente como para poder seguir “siendo”, para seguir
desarrollándose y existiendo.

Por último hablaremos del espacio público, quizá el entorno más importante
cuando de identidad social y urbana se trata, muchos autores al igual que en la
ciudad han estudiado y analizado este tema, sin embargo, nosotros
abordaremos este tema desde la perspectiva de uno de los más importantes
investigadores del estudio de los espacios públicos, así pues Borja (2000) nos
dice que este espacio es el de la representación, en el que la sociedad se hace
visible en del entorno urbano, el elemento que determina la forma de la ciudad y
por tanto, es el ordenador del urbanismo y de la trama urbana y sobre el cual es
mayormente que el diseño urbano ejerce su labor. Cabe señalar que este autor
toma en cuenta en esta definición los dos aspectos básicos del entorno en esta
investigación, lo social y lo urbano, donde lo social vuelve a coincidir con los
autores anteriores, la sociedad se hace presente tangible e intangiblemente en
el entorno y este además da pauta a la estructura de la ciudad en el aspecto
morfológico (Cuadro 9).

Incluso Franco & Torres (2003) coinciden en el aspecto social, al definirlo como
el espacio donde se desarrollan identidades colectivas, donde interactúan
grupos que logran fortalecer estas identidades. Segovia & Jordán (2005) dicen
que en estos espacios, tanto en su dimensión temporal como en la espacial, se
cultivan vivencias, eventos y tradiciones. Experiencias que ocurren

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 118
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

cotidianamente construyen un sentido simbólico y/o ciudadano, lo que nos lleva


a la identidad misma explicada por García (2006), donde ésta se va dando en
un proceso de formación de acuerdo a cotidianidades, vivencias, sucesos, etc.
Dentro de un contexto espacial y temporal. Podemos decir que el espacio
público es el entorno clave para una sociedad y por lo tanto para la ciudad
misma más allá de la propia definición de Borja, ya que es en él donde la
sociedad existe, acciona y da origen a todo lo que su propia naturaleza le
confiere. Para que exista la ciudad es necesario que exista el espacio público, y
para que este se dé, es necesaria la fuente de su existencia, la sociedad
materializada.

Si bien este análisis no da una explicación ontológica, puesto que el esquema


ontológico como se vio, está explicado desde el entorno urbano, si da una
reflexión sobre la relación entre estos entornos urbanos, donde la ciudad
depende de la subsistencia tanto de los barrios como de los espacios públicos,
pues éstos son la base de la estructura de la ciudad, tanto en su morfología
como en su composición social, urbana, identitaria y de muchas otras índoles. Y
éstos son creados, transformados y/o modificados mediante intervenciones
puntuales o generales bajo las técnicas y los análisis del diseño urbano como
disciplina generadora de materialización en los espacios exteriores y sociales.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 119
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

DISCUSIÓN DE RESULTADOS

Bajo la perspectiva de las ciencias sociales, podemos concluir y observar que


las referencias en cuanto a los objetos de estudio y sus conceptos son
meramente subjetivos, incluso siendo varios de ellos parte de determinadas
posturas empáticas, las cuales se resumen en teorías que pretenden acercarse
a lo cierto de lo incierto (pues todo estando bajo un constante cambio, es
imposible definirlo en algo, pues nada es, ni a ha sido; sino que ha ido siendo y
va siendo), tratando de explicar de acuerdo a su postura lógica el objeto de
estudio que trata, es precisamente aquí donde se puede observar que
independientemente de la teoría del autor, la escuela de pensamiento, la
disciplina o campo de estudio, etc. no hay una conclusión específica absoluta
sobre dichos conceptos de estudio, sino solo un acercamiento a lo que se trata
dándose por hecho que así es, pues bien, así todos pueden o no tener una
posible razón de acuerdo a su perspectiva intelectual. Por ello, cada teoría
siempre va a tener una contraposición, una crítica o un complemento, todo esto
en cuestión con otra, pues no es más que otra visión dentro del mismo campo
de estudio.

Para afectos del objetivo de esta investigación, se seleccionó como referencia a


los autores expuestos en el cuadro conceptual de la parte metodológica (Véase
en el apartado de Protocolo, VI. Metodología, Ilustración 1).

En cualquier caso, se puede afirmar que el “yo”, siendo el ser esencial de todo
(bajo la perspectiva humana), es donde surge todo como principio racional (ya
sea teoría, acción, creación, ideas, etc.), en este caso, en el comienzo del
proceso de la construcción de la Identidad Social Urbana, cohesionador de los
objetos de estudio del Diseño Urbano (Ilustración 3, pág. 97). Pues parte de lo
que la Sociología Urbana nombra técnicamente “individuo”, el cual como se vio,
no es sino lo que se conoce como “ser” humano y que lleva en esencia ese “yo”

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 120
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

del cual parte realmente como principio. Este ser cambiante y en movimiento, al
que Sartre (2004) nombra ser para sí, de obvia razón y más allá del simple
término como se trata generalmente de forma teórica, se materializa y
manifiesta en forma física por medio de su cuerpo para poder así accionar y
crear en su medio. Desde este punto se comienza el desarrollo de la parte
subjetiva, de la cual el individuo siendo fuente de su propia percepción (García
Martinez, 2006), desarrolla (como vimos desde la psicología social) emociones,
actitudes, sentimientos, etc. desde sí mismo hacia su entorno. De ahí las
múltiples ideas, pensamientos, acciones y por tanto resultados diversos, de los
cuales el propio individuo se encarga de darles juicio en base a su propia razón
y solo a su razón y que en muchas veces se fortalecen con la empatía o
simpatía de otros individuos ya en conjunto (Figura 9).

Figura 9. Esquema de la afinidad del individo hacia determinado grupo social,


en el que ambos se ven afectados como resultado de su interación.
Elaboración propia.

Es aquí donde comienza a formarse lo que se conoce como identidad social


bajo la definición de Tajfel (1984), en el mismo individuo de acuerdo a un grupo
o sociedad, desarrollando y fortaleciendo esa cohesión de unión debido a ese

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 121
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

sentido de pertenecer por motivos diversos al conjunto en sí y que a su vez


modifica parte del individuo por influencias externas pertenecientes a la
sociedad de la que éste ser siente pertenecer, hasta formar sólidamente lo que
en este caso conocemos como sociedad y que se manifiesta según gran parte
de los autores en diversos aspectos como organizaciones, instituciones,
entornos urbanos, entre otros, pero que de igual manera como ya se entendió,
surgen como acciones materializadas y racionalizadas del conjunto de
individuos físicos. De ahí que el individuo (desde su cuerpo) sea la esencia de
la sociedad, ya que es la sustancia o unidad de la que se parte para que la
sociedad pueda “ser sociedad”. Y que además, está sometida a un perpetuo
cambio y movimiento, pues su esencia (el individuo) es inestable, así es de
saberse que su ser también lo será y que a su vez, esta constante
transformación de igual forma, se verá reflejada en la materialización. Es decir,
la sociedad manifestada, al igual que el individuo en su propia categoría, son
cambiantes y del cambio de uno depende el del otro, debido a la identidad
social que conlleva el acercamiento individual hacia un conjunto de seres de la
misma índole (Figura 10).

Genera y crea

Que transforma e
influye sobre
De la cual
surge

INICIO

Figura 10. Esquema del proceso de la identidad social mediante el individuo, sociedad y el entorno urbano.
Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 122
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Como ya se expuso, una de las principales categorías sociales dentro de la


identidad social urbana es la del entorno urbano. Este es resultado material y la
manifestación de una parte de las relaciones e interacciones del conjunto de
seres llamado sociedad, en un proceso que genera situaciones y acciones
como la apropiación sobre un espacio determinado, la delimitación territorial del
mismo y un sentimiento de pertenencia hacia este espacio, convirtiéndole así
en un lugar de significado para el grupo que en el existe y que de manera se le
denomina entorno urbano y es parte de la de la misma sociedad para muchos
teóricos.

De esta forma, analógicamente y de acuerdo al esquema ontológico del


individuo y la sociedad, la esencia del entorno urbano es entonces la sociedad
física (lo manifestado), en su conjunto de personas, siendo esta la fuente de
existencia del entorno, posteriormente se expone su “ser” en un proceso de
construcción intangible, como especie de subestructura que contiene a la
apropiación, la territorialidad y la pertenencia que forman al entorno como “ser”,
pero que se materializan físicamente en lo que podemos percibir tangiblemente
por medio de nuestros sentidos (Figura 11).

Genera y crea

Del cual Que transforma


surge e influye sobre INICIO

Figura 11. Esquema del proceso o ciclo de afectación del entorno urbano y de la sociedad
que se transforman mutuamente en una afectación constante.
Elaboración propia.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 123
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Cabe mencionar que esta es una parte importante en la construcción de la


identidad social urbana. Pues es el entorno en su manifestación física, lo que
está directamente relacionada con el individuo físico y es aquí donde según la
definición de Proshansky, el individuo desarrollará una identidad personal
influenciada por el entorno en que este ser humano se desarrolla, la llamada
identidad urbana. Aquí el “ser” del individuo cambia, se modifica y se vendrá a
manifestar como ya vimos en la sociedad y que si esta cambia, cambiarán
también sus manifestaciones, incluyendo el entorno físico, siendo modificado de
acuerdo al “ser” de la sociedad, mismo que influirá en el individuo, lo que nos
lleva a pensar en una maquinaria con perfecto engranaje que se transforma
cada instante a manera de un ciclo perpetuo pero transformante (Figura 12).

Ya influenciado, Ya modificado vuelve


Vuelve a modificar a influir sobre

Ya construido, Etc…
transforma e
influye sobre

Figura 12. Esquema de la función de la identidad urbana


(afectación del individuo por el entorno urbano y viceversa).
Elaboración propia.

Esta identidad social urbana es entonces aquella que se desarrolla en la


sociedad influenciada de acuerdo a sus entornos urbanos creados por ella
misma, pero que de igual manera van modificándose. Esta identidad, al igual
que todas las demás identidades, es un proceso en constante cambio y que
como hemos reflexionado ontológicamente, en sus principales conceptos,
forman una especia de sistemas en estructuras y subestructuras, que van
siendo y que por esto mismo, permiten ir siendo a cada una de sus partes
dentro de un sistema social urbano (Figura 13).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 124
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Genera y crea

De la cual
surge

Que transforma e
influye sobre

INICIO

Figura 13. Esquema del ciclo de afectación en la Identidad Urbana del invididuo, sociedad y entorno.
Elaboración propia.

Todo absolutamente es ciclo y proceso que se transforma constantemente,


estructuras y sub estructuras. Nada es absoluto, por tanto, toda postura,
pensamiento o comprobación teórica no es sino un acercamiento o explicación
a lo posible, esto aun siendo visto bajo la mirada racional humana. Por ello, es
que este trabajo no trata de crear otra teoría o postura, sino que se enfoca en
guiar hacia saber bajo otra percepción, bajo una reflexión crítica sobre la
identidad social urbana en cuanto a lo ontológico.

Bajo toda esta reflexión, se concluye que todo está conectado y supone
analógicamente una especie de sistema auto referenciado y auto organizado en
cuanto a su funcionamiento, sus causas y sus efectos en cada una de sus
partes de lo que delimitamos para nuestro estudio en la construcción de la
Identidad Social Urbana (Figura 14), si una de sus partes se afecta por mínimo
que sea, el efecto en la totalidad del sistema se afectará de igual forma, ya sea
de forma natural o bajo la intención o planeación de alguna acción, resultado
del pensamiento humano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 125
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Genera y crea

Del cual Que transforman


se genera influye sobre

De los cuales
surgen

Que transforman
e influyen sobre

INICIO

Figura 14. Esquema de la construcción de la Identidad Social Urbana, bajo la perspectiva ontológica.
Elaboración propia.

La conexión del Diseño Urbano la construcción de la Identidad Social Urbana


está totalmente implícita en todo momento aunque no de manera consciente.
Pues ejerce de manera técnica y metódica las teorías estéticas y funcionales,
tratando superfluamente lo que se ha dado por hecho socialmente, sin entrar a
un plano mayor de saber dentro del conocimiento intelectual.

Los roles de la sociedad y su entorno son indispensables partiendo desde su


individualidad en el sujeto, por ello es ineludible la explicación bajo el
argumento ontológico para la ampliación de su entendimiento, pues es una
forma clara de exponer sus partes como un conjunto total. Al hablar de entorno,
es lógico y entendible estar exponiendo el objeto de estudio del diseño urbano,
el cual involucra necesariamente estudiar a su sociedad y más aún a las
relaciones e interacciones que éstos conllevan y sus resultantes. Así se puede

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 126
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

entender que el diseño urbano bajo esta reflexión, cambia las formas de ejercer,
pues se complementa su percepción de ser solo una disciplina de pensamiento
uniforme.

Es decir, si el Diseño Urbano es la disciplina que estudia el entorno urbano


(sobre lo que trabaja) y su sociedad (para quien trabaja), estos dos elementos
son su razón de existir. Por lo tanto, la unión y armonía entre ambas es lo que
más conviene a este campo de estudio y lo que trata de mantener en sus
labores. Y la Identidad Social Urbana como vimos a lo largo de la investigación
es justamente el punto de afinidad entre ambos conceptos, por lo tanto, esta
identidad es indispensable en el campo del diseño urbano, el factor benéfico
que pretende y busca en su operación (Figura 15).

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 127
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

CONCLUSIÓN

En conclusión sobre este estudio en cuanto a la identidad, podemos responder


a las preguntas de investigación que se plantearon en un inicio, para este caso,
sobre la Identidad Social Urbana de acuerdo con las fuentes expuestas:

 ¿Existen realmente problemas en el tema conocido de las identidades


como por ejemplo el de su pérdida y qué relación tiene con el Diseño
Urbano?

 Realmente no hay problema alguno en cuanto a la pérdida de la


identidad. Pues jamás se pierde la identidad como se identificó en
la construcción y su proceso de ciclo constante, sino que se va
transformando constantemente. En todo caso, el conflicto es la
falta de entendimiento y reconocimiento de esta evolución que
recae en un desapego hacia la misma por parte de su sociedad,
ya sea que no percibe o no acepta su identidad existente y
cambiante. El Diseño Urbano está relacionado completamente o
por lo menos debería de estarlo en el conocimiento de los factores
de ésta identidad. Ya que por medio de éste campo de estudio, se
crea y se plasma esencialmente esa identidad que concibe de
manera funcional, simbólico y estético el entorno urbano en
manifiesto para su sociedad. Ambos (sociedad-entorno) objetos
de estudio principales de esta disciplina del diseño.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 128
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

 ¿Existe un entendimiento real en cuanto al “cómo” es la identidad y de lo


que “hay” más allá del concepto mismo en el conocimiento de los
campos de estudio?

 Bajo este argumento, el conflicto estaría en todo caso, en el poco


o nulo entendimiento de la realidad que se vive en ese instante en
cuanto a la comprensión de la Identidad propia, ya sea a nivel
individual o social, pues solo se trata a nivel intelectual (sin
importar el campo de estudio). Es decir, bajo teorías estáticas en
percepción de un solo individuo “especialista” o de un grupo con
ideas similares bajo la forma de una corriente de pensamiento. Al
igual que socialmente solo bajo circunstancias ideales para una
posible determinada forma de identidad, lo que resulta en la no
aceptación de lo que “es” en cada presente a nivel social e
individual y el desconocer “cómo” es que se va siendo.

 ¿Por qué aún persiste en el tiempo presente esta cuestión respecto al


tema de la identidad en las sociedades y sus entornos?

 La persistencia de esta cuestión hasta nuestra época presente, se


da por el mismo motivo expuesto anteriormente. La falta de
percepción de lo que siempre ha “sido” y de lo que “va siendo”
cada presente tanto en la sociedad como sus entornos.
Enfocándose solo en el “que” (los conceptos) y no en el “cómo”
(su existencia). Por lo que se buscan y rebuscan
metodológicamente soluciones a lo que no tiene solución en sí. No
por ser de índole compleja, sino simplemente porque no se logra
comprender “cómo” van aconteciendo de forma natural los
fenómenos sociales y urbanos en los planos de los campos de
estudio comunes.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 129
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

 ¿Qué aportes se pueden dar en el tema de la Identidad Social Urbana


con una construcción mediante la percepción ontológica para el Diseño
Urbano?

 Una de las aportaciones mediante la reflexión de cómo “es” todo


en la identidad social urbana para el diseño urbano es el saber de
qué lo que se “es“, no es lo que se cree conocer o sobre lo que se
actúa. Sino lo que está más allá de eso en la existencia del objeto
central. Es decir, actuar sobre el entorno ya sea como usuario o
como diseñador, es actuar sobre cada individuo que
colectivamente, forma una sociedad influida por el mismo entorno.
Mismo que será modificado de acuerdo a la forma de vida de esa
sociedad. A diferencia de como se ha mostrado, al ir dando
soluciones funcionales y hasta estéticas bajo perspectivas
sociales cuantitativas, donde se afecta sin intención de manera
desfavorable para la identidad social urbana, ocasionando
conflictos con reacción en cadena, partiendo de lo social hasta lo
urbano. De los cuales posteriormente se tratarán de dar solución
bajo la misma forma de pensamiento metodológico, etc. Otra
aportación es el reconocimiento del elemento clave para los
proyectos de Diseño Urbano en la unificación de sociedad y
entorno, la Identidad Social Urbana.

Las sociedades son finalmente entes vivientes que responden a circunstancias


existentes de acuerdo a su contexto y en las cuales, cada ser humano se
pregunta sobre las cosas, en cada tiempo a cada instante, lo que se traduce
más allá del conocimiento, en los saberes. Nada es por siempre y sin embargo
todo es eterno. La causa en desconocer o no aceptar lo que “es” y lo que “hay”
cada instante, trae como efecto, diversos conflictos en encontrar el potencial en
desarrollo, no hacia un futuro incierto o probable, sino cada presente real, en
constante cambio. Pues ontológicamente no se descubre de donde se viene
para saber a dónde se va, sino para saber dónde se está.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 130
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

GLOSARIO
Alteridad.- Es la condición de ser otro. El vocablo alter refiere al “otro” desde
la perspectiva del “yo”.

Escolástica.- Doctrina rígida teoría que no tiene crítica interna y es muy


conservadora.

Facticidad.- Es todo aquello que juzgamos que no puede ser cambiado. Los
así llamados “hechos de la vida”.

Heidegger.- Fue uno de los más importantes filósofos alemanes del siglo XX,
generalmente considerado pensador seminal en la tradición
continental.

Heráclito.- Conocido también como “El Oscuro de Éfeso”, fue un filósofo griego.
Nació hacia el año 535 a. C. y falleció hacia el 484 a. C..

Identitario.- Se dice de lo que se define a sí mismo, fija y expresa de una


manera clara y precisa su naturaleza.

Parménides.- Filósofo griego. Nació entre el 530 a. C. y el 515 a. C. en la


ciudad de Elea, colonia griega del sur de Magna Grecia (Italia).

Sartre.- Conocido comúnmente como Jean-Paul Sartre, fue un filósofo, escritor,


novelista, dramaturgo, activista político, biógrafo y crítico literario
francés, exponente del existencialismo y del marxismo humanista. Fue
el décimo escritor francés seleccionado como Premio Nobel de
Literatura que rechazó en 1964,

Self.- personalidad, individualidad, sí mismo.

Urbs.- Plural de urb, referente a lo urbano.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 131
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

BIBLIOGRAFÍA

Acuña Vigil, P. (2005). Análisis formal del Espacio Urbano. Aspectos Teóricos.
Lima, Perú: Instituto de Investigación de la Facultad de Arquitectura
Urbanismo y Artes.

Agier, M. (2000). La antropología de las identidades en las tensiones


contemporáneas. Revista Colombiana de Antropología, No. 8.

Amérigo, M. (1990). Satisfacción residencial. Una aproximación psicosocial a


los estudios de calidad de vida. Madrid: Universidad Complutense.

Aragonés, J. C. (1992). Perception of territory and social identity. . En Socio-


Environmental Metamorphoses: Builtscape, Landscape, Ethnoscape,
Euroscape. (págs. (pp. 252-259)). Marmaras, Greece: Proceedings IAPS
12 Internacional Conference, Vol. II.

Arias, P. G. (2002). La Cultura. Quito: Abya - Yala.

Aristoteles. (384-322 a. C.). Metafísica. Chile: Universidad ARCIS.

Augé, M. (2006). Mallrats and car boots: the spaces of consumption. En M.


Paterson, Consumption and every day life (págs. 169-197). Oxon: The
new sociology.

Bedoya, P. P. (2007). La especialidad del espacio público. En P. P. Bedoya, La


calidad físico espacial del sistema de espacios públicos y su incidencia
en el hábitat (pág. 36). Medellín: Universidad Nacional de Colombia.

Berger, P., & Luckmann, T. (1988). La construcción social de la realidad.


Barcelona: Herder (Edición original en inglés 1966).

Blumer, H. (Edición original en inglés 1969). El Interaccionismo Simbólico.


Perspectiva y método. Barcelona: Hora.

Boix Gené, J. (1970). Urbanismo. Barcelona, España: Ediciones CEAC.

Bonnes, M., & Secchiaroli, G. (1992). Psicologia Ambientale. Introduzione alla


psicologia sociale dell'ambiente. Roma: La Nuova Italia Scientifica.

Bontempo, A. (2006). Construccion y uso de espacios públicos. En R. Almada,


Juntos pero no revueltos: Multiculturalidad e identidad en todos los

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 132
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Santos BCS (pág. 183). Baja California Sur: Universidad Autónoma de


Baja California Sur.

Bordón Ovelar, E. I. (2007). Ficha de trabajo resumen de introduccion a la


sociología. De exclusivo uso docente, 43-46.

Borja, J. (2000). El espacio publico, ciudad y ciudadanía. Barceona.

Brower, S. (1980). Territory in urban settings. En A. R. I. Altman, Human


behavior and environment. Nueva York: Plenum.

Brown, B. B. (1987). Territoriality. En y. I. D. Stokols, Handbook of


Environmental Psychology. Nueva York: John Wiley & Sons.

Castells, M. ( 1979). La intervención administrativa en los centros urbanos de


las grandes ciudades. Papers: Revista de Sociologia, Vol. 11, 227-250.

Castells, M. (1988). La cuestión urbana (Edición original en francés 1972).


México: Siglo XXI.

Chombart de Lauwe, M. J. (1976). Appropiation de l'espace et changement


social. En P. Korosec-Serfaty, Appropriation of space, : Proceedings of
the Third International Architectural Psychology Conference at Louis
Pasteur University. Strasbourg, France.

Clavel, M. (2002). Sociologie de l’urbain. París: Anthropos.

Dubet, F. (1989). De la sociología de la identidad a la sociología del sujeto. En


F. Dubet, Estudios Sociológicos VII: 21 (págs. 519-545). México: El
colegio de México.

Durkheim, É. (1974). El suicidio. Mexico: UNAM.

Durkheim, É. (1986). Las reglas delmétodo sociológico. Mexico: FCE.

Durkheim, É. (1990). Las formas elementales de la vida religiosa. Mexico:


Colofón.

Echauri, R. (2007). Esencia y Existencia en Aristóteles. Rosario: Servicio de


Publicaciones de la Universidad de Navarra, Rosario, Arg.

Fernández, E. (1996). La dimensión espacio-tiempo en la ciudad del fin del


mundo. Córdoba, Argentina: EUDECOR SRL.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 133
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Firey, W. (1974). Sentimiento y simbolismo como variables ecológicas. En G.


Theodorson, Estudios de Ecología Humana, Vol. 1 (págs. 419-432).
Barcelona: Labor.

Fischer, G. (1990). Psicología social. Conceptos fundamentales. Madrid: Narcea


(Edición original en francés 1987).

Flores Darán, L. A. (2011). Identidad urbana en la ciudad de San Luis Potosí a


través de la percepción social en. Diversidad Cultural, identidades y
territorio: adscripción, apropiación.

Forero La Rotta, A., & Florez Millán, L. Á. (2008). Diseño Urbano. Bogotá:
Editorial Kimpres Ltda.

Francis, R. (1983). Symbols, images and social organization in urban sociology.


En &. R. V. Pons, Urban Social Research: Problems and Prospects
(págs. 115-145). Londres: Routledge & Kegan Paul.

Franco Arbeláez, M. C., & Torres de Cárdenas, R. C. (2003). Identidad y


ciudadanía: Nuevos territorios para la didactica de la geografía.
Educación y Educadores, vol. 6. Universidad de La Sabana, Facultad de
Educación., 201-211.

García Bravo, H. (1997). Comunicación, vida cotidiana e identidades urbanas


en S.L.P., en tiempos de globalización. San Luis Potosí, S.L.P.:
Generación McLuhan.

García Martinez, A. (2006). La construcción de las Identidades. En U. Sevilla,


Cuestiones Pedagógicas (págs. 207-228). Murcia: Secretariado de
Publicaciones Universidad de Sevilla.

Gasca Salas, J. (2007). Pensar la Ciudad. Entre ontología y hombre: Pautas


desde los hitos de Marx y Heidegger. Mexico, D.F.: Instituto Politécnico
Nacional. Dirección de Publicaciones.

Giner, S. (1983). Sociología. Barcelona: Península.

Goofman, E. (1971). Ritual de la interacción. Buenos Aires:. Buenos Aires:


Tiempo Contemporáneo (Edición original en inglés 1967).

Habermas, J. (1985). La modernidad, un proyecto incompleto. En H. F. al., La


posmodernidad. Barcelona: Kairós.

Habermas, J. (1993). The Structural Transformation of the Public Sphere. An


Inquiry into. Cambridge, Massachusetts.: MIT Press.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 134
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Hall, S. (2005). Problemas, conceptos y contextos. En S. Caggiano, Lo que no


entra en el crisol (pág. 37). Buenos Aires: Prometeo.

Heidegger, M. (1970). ¿Qué es la metafísica? (Traducido por Xavier Zubiri).


Buenos Aires: Editorial Búho.

Heidegger, M. (2000). Ser y Tiempo. Madrid: Tecnos.

Heraclito. (570-475 a.C.). Sobre la Naturaleza. Efeso.

Hernández León, J. M., & Calatrava, J. (2007). Historia del arte de la


arquitectura. Madrid: ABADA EDITORES, S.L.

Hidalgo Villodres, M. C. (1998). Tesis Doctoral: Apego al Lugar: Ámbitos,


dimensiones y estilos. Tenerife: Departamento de Psicología cognitiva,
social y organizacional. Universidad de la Laguna. Facultad de
Psicología.

Hofweber, T. (2009). Logic & Ontology. En E. N. Zalta, Stanford Encyclopedia of


Philosophy. Spring 2009 Edition.

Holahan, C. J. (1982). Environmental Psychology. Nueva York: Random House


(Trad. en Mexico 1991). México: Limusa.

Hunter, A. (1987). The symbolic ecology of suburbia. En A. &. Wandersman,


Human Behavior and Environment: Vol. 9. Neighborhood and comunity
environments (págs. 191-219). New York: Plenum Press.

Hursserl, E. (1949). Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía


fenomenológica. Mexico: Fondo de Cultura Económica.

Hyden, D. (2004). Place and Identity. En W. J. Neil, Urban planning and cultural
identity (pág. 10). Londres: Routledge.

Korosec, P. (1976). Appropriation of space: Proceedings of the Strasbourg


Conference. Louvain-la-Neuve: CIACO.

Lalli, M. (1988). En prensa Urban-related identity: Theory, measurement, and


empirical findings. Journal of Environmental Psychology.

Lalli, M. (1988). Urban Identity. En D.Canter, Environmental Social Psychology,


NATO ASI Series, Behavioural and Social Sciences, Vol. 45 (págs. 303-
311). Dordrech, The Netherlands: Kluwer Academic Publishers.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 135
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Lamy, B. (2006). Sociología urbana o sociología de lo urbano. En C. d. México,


Estudios Demográficos y Urbanos, Vol.1 (págs. 211-215). México: Red
de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal.

Landa, H. (1976). Terminología de Urbanísmo. México: INDECO.

Larrain, J. (2003). El concepto de identidad. FAMECOS.

Lefebvre, H. (1972). La revolución urbana. Madrid: Alianza.

Lefebvre, H. (1973a). De lo rural a lo urbano. Barcelona: Península.

Lerner, J. (2003). Acupuntura Urbana. Río de Janeiro: Record.

Lerner, J. (28 de Enero de 2009). La Ciudad Viva. Recuperado el 01 de


Noviembre de 2013, de La Ciudad Viva:
http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=454

Lezama, J. L. (2002). Teoría social, espacio y ciudad. Seg. Edición. México:


Encuadernación Técnica Editorial, S.A.

Lucas Marín, A. (2004). Sociología: una invitación al estudio de la realidad


social. Pamplona: EUNSA.

Lynch, K. (2013). La Imagen de la Ciudad. Mexico: Gustavo Gii.

Mallqui Shicshe, A. A. (1997). LA DIMENSIÓN IDENTITARIA EN LAS


CATEGORIAS DE IDENTIDAD SOCIAL URBANA. Perú: Universidad
Peruana Los Andes.

Marans, R., & Rodgers, W. (1975). Toward an understanding of community


satisfaction. En &. V. A. Hawley, Metropolitan America in contemporany
perspective. New York: Halstead Press.

Méndez Acosta, M. E. (2002). Método para el Diseño Urbano: Un enfoque


integral (Segunda edición). México: Trillas S.A. de C.V.

Moholy – Nagy, S. (1970). Urbanismo y Sociedad. Historia Ilustrada de la


evolución. España: BLUME.

Moles, A. (1972). Psicología del espacio. Madrid: Aguilera.

Montigny, G. (1992). De la ville à l’urbanisation. París: L’Harmattan.

Mumford, L. (1966). La ciudad en la historia. Buanos Aires: Ediciones Infinito.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 136
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Munizaga Vigil, G. (2000). Diseño Urbano: Teoría y Método. México:


Alfaomega.

Nietzsche, F. (1986). Humano, Demasiado Humano. Mexico, D.F.: Editores


Mexicanos Unidos. Recuperado el 03 de Noviembre de 2013, de
Catholic.net:
http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=414&capitulo=47
51

Oliver, A. D. (2009). Abstract Entities. The Oxford Companion to Philosophy.

Parménides. ( 480 - 475 a.C.). "Poema del Ser". En Peri pýseos.

Pol, E. (1994). Seis reflexiones sobre los procesos psicológicos en el uso,


organización y evaluación del espacio. En J. A. M. Amérigo, El
comportamiento en el medio natural y construido (págs. 121-133).
Badajoz: : Junta de Extremadura.

Pol, E. (1996). La apropiación del espacio. En y. E. L.Iñiguez, Cognición,


representación y apropiacón del espacio. Barcelona: Publicacions de la
Universitat de Barcelona.

Portal, M. A. (1997). Ciudadanos desde el pueblo. Identidad urbana y


religiosidad popular en San Andrés Totoltepec, Tlalpan, Mexico, D.F.
Mexico: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Pratt Adams, M. M. (2010). Peopling the city. En M. M. Pratt Adams, Changing


Urban Education (pág. 31). New York: Continuum.

Primero Rivas, L. E. (2007). La ontologia y la verdad en la importancia de la


hermenéutica analógica. En G. H. García, La Hermenéutica, Analogía y
Filosofía Actual (págs. 71-140). Mexico, D.F.: JORNADAS.

Proshansky, Fabian, & Kaminoff. (1983). Place-identity: physical world


socialization of the self. Journal of Environmental Psychology, 3, 57-83.

Proshansky, H. (1976). The Appropriation and Misappropriation of Space. En P.


Korosec, Appropriation of Space. Proceedings of the Strasbourg
Conference (págs. 31-45). Louvain la Neuve: CIACO.

Proshansky, H. (1978). The city and self-identity. Environment and Behavior.


147-169.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 137
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Pujadas, J. (1993). Etnicidad: Identidad Cultural De Los Pueblos. Madrid:


Eudema.

Reid, A., & Aguilar, M. (1991). Barrio y vida cotidiana: una experiencia de
trabajo en la reconstrucción de la vivienda. En A. M. otros, Procesos
rurales y urbanos en el México actual. (pág. 197). México: Universidad
Autónoma Metropolitana.

Rosen, G. (2009). Abstract Objects. En T. S. Philosophy, Edward N. Zalta.


Summer 2009 Edition.

Rozas, G., Moncada Merino, M. d., & Ahumada Calderón, M. J. (2005). La


identidad social urbana en dos territorios de Quinta Normal: población
Simón Bolivar y Franja Yungay. Santiago: Universidad de Chile.

Salcedo, R. (2002). El espacio público en el debate actual: Una reflexión crítica


sobre el urbanísmo post-moderno. 28, 84. (5-20). EURE.

Sartre, J. P. (2004). El Ser y la Nada. Buenos Aires: Losada.

Schjetnan, M., Calvillo, J., & Peniche, M. (1997). Principios de Diseño Urbano /
Ambiental. Mexico, D.F.: Árbol Editorial.

Segovia, O., & Jordán, R. (2005). Espacios públicos urbanos, pobreza y


construcción social. Santiago de Chile: CEPAL.

Serna Arango, J. (2007). Ontologías alternativas. Barcelona, España: Anthropos


Editorial.

Simmel, G. (1988). Metrópolis y vida mental. En M. Bassols, Antología de


Sociología Urbana. México: UNAM.

Stoetzel, J. (1970). Psicología Social. Alcoy: Marfil.

Stokols, D. (1990). Instrumental and Spiritual Views of People-Environment


Relations. American Psychologist, 45, 641-646.

Stokols, D., & Jacobi, M. (1984). Traditional, Present Oriented, and Futuristic
Modes of Group-Environment Relationspp. En &. M. K.J. Gergen,
Historical Social Psychology (págs. 303-324). Hillsdale: Lawrence
Erlbaum Associates.

Stokols, D., & Shumaker, S. (1981). People in Places: A Transactional View of


Settings. . En J. Harvey, Cognition, Social Behavior, and the Environment
(págs. 441-488). Hillsdale, New Jersey: Lawrence Erlbaum Associates.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 138
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

Tajfel, H. (1984). Grupos humanos y categorías sociales. Barcelona: Herder.

Taylor, R. B. (1988). Human territorial functioning. Cambridge: Cambridge


University Press.

Tonnies, F. (1947). Comunidad y Sociedad. Buenos Aires: Losada.

Tuang, Y.-F. (1997). Space and Place: Humanistic Perspective. Human


Geographyc. An essential antologhy. Oxford: Blackwell.

Turner, J. C. (1990). Redescubrir el grupo social. Madrid: Morata.

Valera, S. (1993). El simbolisme en la ciutat. Funcions de l'espai simbòlic urbà.


Tesis doctoral no publicada. Barcelona: Universidad de Barcelona.

Valera, S. (1994). El concepto de Identidad Social Urbana Una aproximación


entre la Psicología social y la Psicología ambiental. Barcelona:
Universidad de Barcelona.

Viviescas, F. (1997). “Espacio Público: Imaginación y planeación urbana” En: La


calle, lo ajeno, lo público y lo imaginario. Bogotá: Documentos Barrio
Taller.

Weber, M. (1958). The city. Londres: Heinemann.

Weber, M. (1984). Economía y Sociedad. Mexico: FCE.

Wirth, L. (1974). Ecología Humana. En G. Theodorson, Estudios de Ecología


Humana, Vol.1 (págs. 129-137). Barelona: Labor (Trabajo original en
inglés 1945).

Woodward, K. (1997). Concepts of identity and difference. En K. Woodward,


Identity and difference (págs. 1-67). Londres: The open University.

Zubiri, X. (2008). Sobre la Esencia. Madrid: ALIANZA EDITORIAL.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 139
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

APÉNDICE GRÁFICO

 IMAGEN 1. SOCIEDAD REPRESENTADA POR EL CONJUNTO DE INDIVIDUOS EN


INTERACCIÓN CON SU ENTORNO (CALLE HIDALGO, CENTRO HISTÓRICO. SAN LUIS

POTOSÍ, S.L.P.). FOTO: JONATHAN QUINTERO ...................................................... 29


 IMAGEN 2. LA IDENTIDAD CREADA POR DIVERSOS FACTORES EXTERNOS AL INDIVIDUO
MISMO, HACIENDO SOBRE ÉSTE UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL. FUENTE:

HTTP://GABRIELAW .MX/2013/03/DEBATES-Y-REFLEXIONES-SOBRE-LA-IDENTIDAD-EN-

LAS-REDES-SOCIALES/ ......................................................................................... 32
 IMAGEN 3. LA PERTENENCIA O CONEXIÓN DEL INDIVIDUO A CIERTOS GRUPOS SOCIALES
CONFORMADOS DE ACUERDO A LA AFINIDAD DE DIVERSOS FACTORES, ORIGINANDO LA

DIFERENCIACIÓN RESPECTO A OTROS GRUPOS. ELABORACIÓN: JONATHAN QUINTERO


.......................................................................................................................... 36
 IMAGEN 4. LA IDENTIDAD URBANA COMO PARTE IMPORTANTE DE LA CONFORMACIÓN DE
LA PERSONALIDAD DE LOS INDIVIDUOS DE ACUERDO A SU ENTORNO. ELABORACIÓN:

JONATHAN QUINTERO .......................................................................................... 40


 IMAGEN 5. EL ENTORNO FÍSICO DE UN ESPACIO PÚBLICO PERMITE LA INTERACCIÓN DE
LOS INDIVIDUOS. FUENTE: ARISTA CASTILLO LETICIA .............................................. 45

 IMAGEN 6. UNA APROPIACIÓN, AUNQUE DE MANERA TEMPORAL, ES EL EJEMPLO DE LOS


LLAMADOS MERCADOS SOBRE RUEDAS, DONDE EL ESPACIO SE TRANSFORMA EN

FUNCIÓN DEL COMERCIO PARA DETERMINADOS GRUPOS SOCIALES Y ENTORNOS

URBANOS ESPECÍFICOS. ASÍ, LA CALLE (EL ESPACIO) SE CONVIERTE EN LUGAR

(MERCADO). FUENTE: HTTP://WWW.MEXICO-


MISSIONARIES.COM/MEXICO_CITY_PHOTO_GALLERY.HTML ...................................... 53

 CUADRO 1. CUADRO SINÓPTICO DE LA SOCIOLOGÍA URBANA PARA EL FIN DE LA


INVESTIGACIÓN EN EL ESTUDIO DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA. .......................... 97

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 140
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

 CUADRO 2. SINOPSIS DE LA ONTOLOGÍA Y SUS OBJETOS DE ESTUDIO NECESARIOS,


COMO HERRAMIENTAS AUXILIARES EN EL ENTENDIMIENTO DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA

IDENTIDAD SOCIAL URBANA. ELABORACIÓN: JONATHAN QUINTERO ......................... 98


 CUADRO 3. MAPA DE REFLEXIÓN SOBRE LA CONCEPCIÓN DEL INDIVIDUO DESDE LA
ONTOLOGÍA. ELABORACIÓN: JONATHAN QUINTERO ................................................ 99
 CUADRO 4. CATEGORIZACIÓN DEL "SER" SEGÚN SARTRE (2004) Y LA SIMILITUD CON

EL ANTIGUO PENSAMIENTO CLÁSICO DE PARMÉNIDES Y HERÁCLITO. ELABORACIÓN:

JONATHAN QUINTERO ........................................................................................ 100


 CUADRO 5. CONCEPTOS SOBRE SOCIOLOGÍA URBANA; SOCIEDAD, INDIVIDUO SOCIAL
Y ENTORNO URBANO COMO OBJETOS DE ESTUDIO DE ESTA DISCIPLINA. ELABORACIÓN:

JONATHAN QUINTERO ........................................................................................ 102


 CUADRO 6. DEFINICIÓN DE IDENTIDAD SOCIAL, DESDE LA PSICOLOGÍA SOCIAL, SEGÚN
TAJFEL (1984). ELABORACIÓN: JONATHAN QUINTERO ......................................... 104
 CUADRO 7. DEFINICIÓN DE IDENTIDAD URBANA ACUÑADA POR PROSHANSKY EN 1978 Y
CONCEPTUALIZADA POR HIDALGO EN SU TRABAJO DE INVESTIGACIÓN (1998).

ELABORACIÓN: JONATHAN QUINTERO ................................................................. 105


 CUADRO 8. CONCEPTO DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA, TEMA PRIMARIO DEL
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN (VALERA, 1994). ELABORACIÓN: JONATHAN QUINTERO

........................................................................................................................ 107
 CUADRO 9. CONCEPTUALIZACIÓN DEL ENTORNO URBANO Y LOS COMPONENTES
ESENCIALES EN SU CONSTRUCCIÓN COMO LA APROPIACIÓN DEL ESPACIO (FISHER,

1990), LA TERRITORIALIDAD (HIDALGO, 1998) Y EL SENTIDO DE PERTENENCIA (1994);

ASÍ COMO LAS CATEGORIZACIONES DEL ENTORNO URBANO: CIUDAD (LEZAMA, 2000),

BARRIO (FRANCO & TORRES, 2003) Y ESPACIO PÚBLICO (BORJA, 2000).

ELABORACIÓN: JONATHAN QUINTERO ................................................................. 112


 CUADRO 10. PROCESO DE TRANSFORMACIÓN CONSTANTE DE LA SOCIEDAD (ESENCIA),
MODIFICANDO SU SER (SUB ESTRUCTURA DEL ENTORNO [FIGURA 6]), QUE FINALMENTE

SE PROYECTA EN LA CIUDAD (ENTE). MISMA QUE INFLUIRÁ SOBRE EL INDIVIDUO

(ESENCIA DE LA SOCIEDAD). POR LO TANTO, CAMBIARÁ LA SOCIEDAD Y VOLVERÁ A


TRANSFORMARSE LA CIUDAD EN UN CICLO CONSTANTE. ELABORACIÓN: JONATHAN

QUINTERO ........................................................................................................ 116

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 141
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

 FIGURA 1. ESQUEMA DEL INDIVIDUO DESDE SU ESENCIA. ELABORACIÓN PROPIA. .... 100
 FIGURA 2. ESQUEMA DE LA SOCIEDAD DESDE SU ESENCIA. ELABORACIÓN PROPIA. . 103
 FIGURA 3. ESQUEMA ONTOLÓGICO REALIZADO EN BASE AL PLANTEAMIENTO DE TAJFEL
(1984) SOBRE LA IDENTIDAD SOCIAL. ELABORACIÓN PROPIA. ................................ 106
 FIGURA 4. ESQUEMA ONTOLÓGICO SOBRE LA IDENTIDAD URBANA. ELABORACIÓN
PROPIA. ............................................................................................................ 106

 FIGURA 5. ESQUEMA ONTOLÓGICO DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA, GENERADA EN EL


PROCESO DONDE EL ENTORNO URBANO COMO ESENCIA, INFLUYE SOBRE LA SOCIEDAD

CREADORA DE ÉSTE MISMO ENTORNO Y QUE A SU VEZ ESTA SOCIEDAD YA

TRANSFORMADA, MODIFICARÁ EL ENTORNO ANTES CREADO, REPITIÉNDOSE EL CICLO

SUCESIVAMENTE. ELABORACIÓN PROPIA. ............................................................ 108


 FIGURA 6. ESQUEMA DEL ESTUDIO DEL DISEÑO URBANO CON SUS OBJETOS DE
ESTUDIO COMPLEMENTADO CON EL FACTOR DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA QUE

RELACIONA Y UNE DICHOS OBJETOS. ELABORACIÓN PROPIA. ................................. 109

 FIGURA 7. ESQUEMA DE LA SUBESTRUCTURA QUE FORMA EL SER DEL ENTORNO


URBANO. ELABORACIÓN PROPIA. ........................................................................ 110
 FIGURA 8. ESQUEMA ONTOLÓGICO EN EL QUE SE OBSERVA LA SUBESTRUCTURA DEL
ENTORNO QUE ESTÁ EN EL SER Y SU RELACIÓN ESTRUCTURAL CON LA SOCIEDAD COMO

ESENCIA DEL ENTORNO URBANO FÍSICO. ELABORACIÓN JONATHAN QUINTERO. ....... 113

 FIGURA 9. ESQUEMA DE LA AFINIDAD DEL INDIVIDO HACIA DETERMINADO GRUPO


SOCIAL, EN EL QUE AMBOS SE VEN AFECTADOS COMO RESULTADO DE SU INTERACIÓN.

ELABORACIÓN PROPIA. ....................................................................................... 121


 FIGURA 10. ESQUEMA DEL PROCESO DE LA IDENTIDAD SOCIAL MEDIANTE EL INDIVIDUO,
SOCIEDAD Y EL ENTORNO URBANO. ELABORACIÓN PROPIA.................................... 122
 FIGURA 11. ESQUEMA DEL PROCESO O CICLO DE AFECTACIÓN DEL ENTORNO URBANO Y
DE LA SOCIEDAD QUE SE TRANSFORMAN MUTUAMENTE EN UNA AFECTACIÓN

CONSTANTE. ELABORACIÓN PROPIA. ................................................................... 123


 FIGURA 12. ESQUEMA DE LA FUNCIÓN DE LA IDENTIDAD URBANA (AFECTACIÓN DEL
INDIVIDUO POR EL ENTORNO URBANO Y VICEVERSA). ELABORACIÓN PROPIA........... 124

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 142
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSI FACULTAD DEL HÁBITAT
DISEÑO URBANO Y DEL PAISAJE

 FIGURA 13. ESQUEMA DEL CICLO DE AFECTACIÓN EN LA IDENTIDAD URBANA DEL


INVIDIDUO, SOCIEDAD Y ENTORNO. ELABORACIÓN PROPIA. ................................... 125
 FIGURA 14. ESQUEMA DE LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA, BAJO
LA PERSPECTIVA ONTOLÓGICA. ELABORACIÓN PROPIA. ........................................ 126

 ILUSTRACIÓN 1. MAPA CONCEPTUAL SOBRE EL TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Y LA


RELACIÓN ENTRE LOS CONCEPTOS DE LA SOCIOLOGÍA URBANA Y LA ONTOLOGÍA POR

MEDIO DE LOS COLORES EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA.

ELABORACIÓN PROPIA. ......................................................................................... 21


 ILUSTRACIÓN 2. MAPA SINÓPTICO DE LA SOCIOLOGÍA URBANA COMO CAMPO DE
ESTUDIO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD SOCIAL URBANA EN ESTE TRABAJO

DE INVESTIGACIÓN. ELABORACIÓN PROPIA. ............................................................ 21

 ILUSTRACIÓN 3. CONSTRUCTO CONCEPTUAL DEL DISEÑO URBANO COMO DISCIPLINA


QUE ESTUDIA EL ENTORNO Y SU SOCIEDAD, UNIDAS POR LA IDENTIDAD SOCIAL

URBANA. ELABORACIÓN PROPIA. .......................................................................... 97

Universidad Autónoma de San Luis Potosí / Facultad del Hábitat Julio de 2014 143

Potrebbero piacerti anche