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El consumo habitual de ajo puede ayudarnos a hacer mejor la digestión y a absorber mejor
los nutrientes de los alimentos. También optimiza las funciones del páncreas y el hígado
Podríamos decir casi sin equivocarnos que el ajo es uno de los remedios medicinales más
utilizados. Conocido desde la antigüedad y presente en casi todas las culturas, se alza como
algo más que un condimento en la cocina de todo el mundo.
Los compuestos sulfúricos y sus múltiples fitonutrientes le dieron fama desde épocas muy
remotas como “tratamiento espantaenfermedades”. De ahí, por ejemplo, la creencia de que
ahuyentaba no solo a vampiros, sino también cualquier epidemia o dolencia.
Ahora bien, ¿qué tipo de beneficios puede aportarnos el consumir un ajo diario en el día a día?
Muchísimos. Te invitamos a descubrir las bondades de esta medicina natural a nuestro
alcance.
1. El ajo mejora la circulación de la sangre
El ajo es rico en vitamina B, un compuesto esencial que reduce los niveles de homocisteína.
Esta sustancia es la responsable de endurecer los vasos sanguíneos y de traernos múltiples
problemas:
Los niveles altos de homocisteína provocan que la sangre esté “más espesa” y que se
produzcan coágulos.
Hay mayor riesgo de sufrir un trombo.
Cuanto mayor es el nivel de homocisteína, más probabilidades existen de sufrir
enfermedades de las arterias coronarias.
Así es. Su poder antibiótico resultaba muy útil en estos casos y, a día de hoy, tomar de forma
regular un diente de ajo nos ayudará en muchos aspectos:
El ajo es, ante todo, un buen desintoxicante del organismo. Nos ayuda a depurar toxinas, a
eliminar parásitos y a liberar del cuerpo esos metales pesados como el mercurio o restos de
medicamentos que el hígado no puede procesar.
4. Es un buen descongestionante
¿Tienes problemas pulmonares? Si eres de esas personas que cada vez que coge un resfriado
acabas con los bronquios llenos de flema y mucosidad, este remedio te será muy saludable.
El ajo es descongestionante y un buen antibiótico natural para tratar problemas
pulmonares.
Si sufres de sinusitis o estás pasando una época con mucha tos, puedes hacer vahos o
prepararte algún jarabe a base de ajo.
Este dato seguro que te interesa: comer cada día en ayunas un diente de ajo nos permite
tener una piel bella, tersa y más joven.
El ajo contiene alicina, una sustancia muy terapéutica para cuidar de nuestro sistema
cardiovascular. Tanto es así que consumir cada día un diente ajo natural puede reducir el
colesterol malo en un 9%.
Para llegar a esta conclusión se realizaron diversos estudios. Uno de ellos en el Instituto de
Toxicología de la Universidad de Shandong (China), donde se concluyó que los beneficios
cardiovasculares eran evidentes.
De hecho, desde la Fundación Española del Corazón (FEC) se recomienda incluir ajo en la
dieta no solo para reducir el colesterol malo, sino como remedio depurativo, antiséptico y
antibacteriano.
Somos muchas las mujeres que a lo largo de nuestra vida padecemos en alguna ocasión déficit
de hierro. ¿Por qué sería adecuado entonces introducir el ajo en nuestra dieta?
Eleva las defensas y nos protege de muchas enfermedades.
El ajo cuida de la salud de nuestra sangre y le aporta múltiples vitaminas y minerales.
El ajo estimula los jugos gástricos y hace que podamos digerir mejor el hierro.
No se trata en absoluto de comernos un cabeza entera de ajos cada día. La clave está en el
equilibrio y en conocer nuestro cuerpo.
Hay quien solo con comer un par de ellos se siente mal pero, en realidad, si nos acostumbramos
a tomar el ajo como un medicamento cada mañana, en pocos días notaremos sus beneficios.
El ajo es un anticoagulante natural. Así pues, si tomas ya algún medicamento con este
fin o tienes problemas de sangrados es mejor evitar su consumo diario.
Si padeces hipertiroidismo evita consumir ajo cada día debido a su alto contenido en
yodo.
Si tomas algún tipo de medicación para el corazón y, además, tomas las cápsulas de ajo
que venden en las farmacias, evita tomar ajo cada mañana.