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Las Palabras de Dios: Alegría

Palabras que transforman vidas.


Escrito por Gary Fleetwood on 28/11/2017
Series: Devocional Semanal
Temas: Dios, Jesus, Biblia, Gozo, Felicidad

En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce


en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia,
gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio.
¡No existen leyes contra esas cosas!
Gálatas 5:22-23
Continuamos nuestra serie devocional estudiando las “Palabras claves
de Dios” que Pablo usó en Gálatas 5:22-23 donde dice: “En cambio, la
clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es:
amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad
y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!”

¿Son la alegría y la felicidad lo mismo?


No, hay una gran diferencia entre la alegría y la felicidad. La felicidad
está relacionada con lo que nos sucede, pero la alegría es algo que
podemos tener sin importar lo que nos pase. Nos sentimos felices
cuando todo nos va bien. Si alguien le diera una gran cantidad de dinero,
probablemente eso le haría feliz. Para otros, la ropa nueva les haría
especialmente felices. Cuando conseguimos las cosas que queremos,
esto nos hace muy felices. Sin embargo, cuando no obtenemos lo que
queremos, nos ponemos tristes, nos deprimimos e incluso nos enojamos.
¿Alguna vez ha visto a niños enojarse cuando no obtienen algo que
querían? Pueden crear un alboroto, llorar o incluso hacer una pataleta.
¿Podemos tener alegría cuando tenemos
dificultades en la vida?
La alegría es muy diferente a la felicidad porque es algo que podemos
tener cuando las cosas no van tan bien en la vida. La palabra "alegría"
simplemente significa estar contento. Demasiadas cosas en la vida nos
roban la actitud feliz. Podría ser alguien que le trate de una manera cruel
o cualquier tipo de sufrimiento en su vida. ¿Qué pasaría si usted pierde
su trabajo o se cayera y se lastimara? Hay muchas maneras de perder la
perspectiva de felicidad, ya que ésto, está relacionado directamente con
nuestras circunstancias. Si las circunstancias son buenas, entonces
probablemente usted estará feliz. Pero la alegría es algo que Dios nos da
incluso cuando las cosas no están yendo bien.

¿Cómo podía Jesús tener alegría cuando


sabía que tenía que ser crucificado?
La alegría está en saber que no importa lo que nos suceda, nuestro
Padre celestial está en control de nuestra vida y que tenemos vida
eterna. Hebreos 12:2 dice: “Debido al gozo que le esperaba, Jesús
soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta
representaba.” Jesús nunca perdió Su alegría porque Él sabía que Su
Padre controlaba todo lo que le estaba sucediendo, y que cuando Su
sufrimiento acabara, Su Padre sería honrado por lo que Él estaba
haciendo.

¿Por qué sentimos tan poca alegría en


nuestra vida?
A menudo, cuando alguien pierde la alegría en su vida, es porque su
atención está en cosas de la vida que no tienen ningún valor duradero.
Uno de los principales objetivos de la vida cristiana es vivir de tal manera
que Dios sea profundamente honrado por ella. Cuando vivimos de esa
manera, el Espíritu Santo produce alegría en nuestra vida. Usted puede
llegar a una etapa en su vida en la que se regocije cuando le sucedan
cosas difíciles.
Dios nos llama a apartar nuestros ojos de las cosas visibles y
temporales, y a enfocarnos en lo que es invisible y eterno: “no miramos
las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista
en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos
ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver
permanecerán para siempre.” (2 Corintios 4:18). El Espíritu Santo
infunde este tipo de vida con alegría, y es este tipo de vida el que trae
gloria y honor a Dios.
Yo puedo recordar muchas ocasiones en mi vida, cuando la gente me
trató vergonzosamente, pero tomé la decisión de no tratarles de la
misma. ¡El resultado fue que Dios me dio mucha alegría! Yo estaba
alegre porque sabía que mi respuesta a una dificultad era de agradado a
mi Padre celestial.

¿Puede darnos alegría el saber la verdad


acerca de Dios y la vida eterna?
El saber simplemente que usted es hijo de Dios, y que pasará la
eternidad en el Cielo con Él, debe traer mucha alegría a su vida. El saber
que nada de lo que pase en la vida podrá evitar que Dios cumpla Su
voluntad perfecta en su vida debería ser de gran alegría para usted. El
saber que su Padre celestial ha perdonado todos sus pecados debe ser
también motivo de mucha alegría.
Santiago 1:2 dice: “Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar
cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para
alegrarse mucho”. ¿Por qué Santiago puede decir eso? Porque él sabía
que Dios tenía el control total de todo lo que le sucedería. Él sabía que
nada podría separarle del amor de Dios que él tenía por tener a Cristo su
Salvador. Romanos 15:13 parece decirlo de la mejor manera: “Le pido
a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría
y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza
segura mediante el poder del Espíritu Santo.” Mientras más usted le
de a Cristo de su propia vida, mayor será su alegría. Incluso cuando
parezca que la vida no le trata justamente.

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