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TRONADURAS AMORTIGUADAS
DE CONTORNO ( T. A. )
Asesor Técnico Ing. Hernán Muñoz Astete Asistencia Técnica y Capacitación Diciembre 2005
E-mail: homunoza@vtr.net DIEXA S.A.
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BIBLIOGRAFÍA
2. Manual de Explosivos.
a. (IRECO CHILE Ltda.. - Santiago 1988)
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Un extremo de esta técnica que nos puede servir como ejemplo más característico es el
empleo de la misma en arranque de bloques de rocas ornamentales.
Muchas veces hemos visto bloques de este tipo y hemos observado en ellos medias cañas
de barrenos, perfectamente marcadas en su superficie, que han producido el corte limpio
de la roca, según el plano formado por los barrenos.
Estas cuatro apreciaciones, y repetimos que estamos frente a un ejemplo extremo, son la
representación de las consideraciones básicas que hemos de hacer cuando nos
encontramos frente a una tronadura de corte o precorte convencional y que revisaremos a
continuación.
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2. Barrenos.
Mencionamos más arriba que los barrenos de nuestro bloque usado como ejemplo, no
presentaban fisuras. Esto es indicativo de que la carga usada ha sido muy pequeña y bien
repartida en el barreno. Este es pues otro condicionante del corte y precorte.
En efecto. Cuando la carga ha sido ajustada adecuadamente, las medias cañas de los
barrenos se presentarán nítidas.
Cuando la carga de explosivo ha sido excesiva estas medias cañas presentan claras
fisuras. En la jerga minera se define esto como medias cañas <<arrebatadas>> que
indican claramente en exceso de carga explosiva.
3. Tipo de roca.
El corte o precorte puede ser de tanta mejor calidad, cuando mejor es la calidad de roca
que vamos a precortar o cortar.
Una roca sana, masiva y homogénea permite que esta labor pueda ser ejecutada con una
mayor calidad. Esta calidad se va reduciendo a medida que la roca va siendo menos
homogénea.
En rocas estratificadas puede alcanzarse una buena calidad en esta labor, cuando el plano
de corte pretendido es perpendicular a la estratificación (figuras 1 y 2), aunque cada
estrato presente una calidad de roca diferente.
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En caso de cortes y precortes en minería y obras públicas, tan sólo se pretende no dañar
a la roca residual, y al contrario que en el caso del bloque ornamental la roca arrancada
debe quedar fracturada para poder ser extraída con medios de carga convencionales.
Ello hace por lo tanto que no sean precisas entre barrenos separaciones tan pequeñas, que
serían prohibitivas, sino que las perforaciones habrán de hacerse más próximas de lo
normal pero hasta ese extremo.
El corte en banco, para dar un talud inclinado, precisa del marcaje de los puntos de
emboquille topográficamente, si el piso del banco a perforar es irregular, para la
obtención de un plano de corte liso. Ello significa líneas de emboquille curvas.
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La figura 7 muestra el mismo esquema anterior con una pequeña pero sustancial
diferencia. A los tiros de contorno les hemos dado el número de retardo 0, esto es, serán
los primeros en detonar y el macizo afectado por ellos no tiene ninguna “libertad de
movimiento”. Las cargas para crear el plano de rotura entre barrenos serán ahora mayores
y habremos de reducir el espaciamiento entre los barrenos para crear esta fisura.
Es algo que es intuitivo, aunque también puede demostrarse matemáticamente, pero esto
no es objeto de este trabajo que desea ser eminentemente práctico.
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Es decir, el grado de libertad de la roca hace ahora que el “arranque” por desplazamiento
sea factible. Podemos pues hablar de precisar menores cargas de explosivos. Basta
recordar de alguna manera el arranque de bloques ornamentales con cuñas.
En el futuro, cuando nos refiramos a una tronadura que indistintamente pueda ser de corte
o precorte, lo haremos bajo el nombre genérico de tronadura de contorno o tronadura
amortiguada de contorno (T.A.).
Esta onda de detonación viaja por la roca, en el entorno del barreno, en forma de onda de
compresión. Si la misma alcanza una cara libre, se producirá en la misma una reflexión,
transformándose entonces en una onda de tracción, que actuará sobre esa superficie libre,
generando fisuras en la misma, si el valor del efecto traccional generado, supera la
resistencia a tracción de la roca.
Es decir, mientras las fisuras en el entorno del barreno las producimos mediante un efecto
de compresión, las generadas en la cara libre lo serán por un efecto de tracción.
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Si consideramos los cuatro casos típicos que pueden ocurrir de no simultaneidad entre la
iniciación de dos barrenos adyacentes (ver figura 11): (I) retardo tan grande que la
presión del primer barreno ha decrecido a un valor despreciable antes de que se inicie el
segundo, (II) la onda de esfuerzo del primer barreno ha pasado ya el segundo barreno (B)
antes de que éste se inicie, pero la presión cuasi-estática del primero (A) es todavía activa,
(III) el segundo barreno (B) se inicia cuando la onda de esfuerzo del primero (A) pasa por
el (B), (IV) iniciación simultánea.
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III
A I B II
IV
CASO 1
r
QUASI-ESTATICA CASO 2
δ
DINAMICA
QUASI-ESTATICA CASO 3
δ
DINAMICA
r
DINAMICA
δ
CASO 4
QUASI-ESTATICA
FIG. 11
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Pero dada la relativamente elevada absorción de energía por parte de las rocas, y
espaciamientos empleados “in situ”, la onda se habrá atenuado en tal grado que no se
excederá la resistencia a la tracción en el contorno del barreno adyacente.
De esta forma el barreno A actúa como un barreno único y no se podrá obtener una
dirección preferente de fractura.
III) En el caso (III) la superposición de los dos campos estáticos de lugar a un estado
tensional favorable que junto con la acción de la onda de esfuerzo incrementan
considerablemente los factores que favorecen la formación del plano de fractura.
De todas formas, aún sin existir esta simultaneidad la presencia de un barreno próximo a
otro que detona, provoca en su entorno una concentración de esfuerzos. Representa
además una “cara libre” donde se producirá una reflexión de la onda de choque y en
consecuencia, un origen de fisuras por efecto traccional.
8. Cálculos teóricos.
A continuación, se indicaran algunas fórmulas prácticas para la determinación de
parámetros geométricos y cargas de tronaduras de contorno.
No obstante se considerará en este punto un cálculo teórico sobre las condiciones que
deberán cumplirse, como aproximación al problema real.
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En este sentido, Paines, Holmes y Clark, aportan la siguiente expresión para determinar el
volumen a emplear de explosivo.
Pb = Ve · Pd / 2 Vc
En donde:
Pb = Presión generada en el barreno.
Pd = Presión de detonación.
Vc = Volumen de un cilindro de altura el espaciamiento entre centros de cartuchos
sucesivos de un mismo barreno y radio del barreno.
Ve = Volumen de explosivo.
Por otra parte, como es natural a la primera condición a cumplir (P b < ς e ) resultaría
insuficiente para definir la carga a emplear, por ello, debe también verificarse que el
esfuerzo de tracción generado sea mayor que la resistencia a la tracción del material para
que sea posible la formación de la fractura.
T = γ P b (2re – KD 2V / D) 0,5
En donde:
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– KD 2V
Dubai sugiere para coeficiente de amortiguación e la siguiente expresión:
e – α RC
En donde:
D
R = = Distancia radial
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C = Radio de la carga.
α = Constante de absorción del material. Aceptable el valor de 0,03 para rocas del tipo
medio.
T > ςt
T > ςt
Estos cálculos nos pueden dar una pequeña aproximación con vistas al diseño del
diámetro de explosivo a emplear y el espaciamiento de las cargas.
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Vamos a partir de los defectos básicos que una tronadura convencional presenta con
respecto a su acción sobre la roca residual y que pueden evitarse con una tronadura de
contorno, tanto en minería subterránea como en exterior.
Por un lado, la terminación de taludes con precorte o corte significa no dañar esa roca
residual, y en consecuencia considerar no disminuidas sus características resistivas. Por
tal motivo ello intervendrá decisivamente en el diseño del ángulo de estos taludes.
Igualmente incidirá este estado de cosas, en la definición de la magnitud y frecuencia de
bermas en los taludes definitivos.
Ambos factores, inclinación de taludes y bermas, tienen una total incidencia, no ya sobre
la seguridad de la explotación, sino sobre la razón de la misma, y en consecuencia sobre
la economía de la explotación a cielo abierto por banqueo, al disminuir el estéril a extraer,
para el alcance de un mismo volumen de mineral.
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Así para precorte, pueden admitirse unos espaciamientos entre barrenos de 8 a 11 veces el
diámetro de perforación “E = (8 a 11) · Ø “ y una concentración de explosivo
“ Q = k · 10 – 5 · Ø 2 “ en kg / m.l. de barreno, siendo k un coeficiente comprendido
entre 6 y 9 , expresando Ø en mm.
En caso de corte, una sencilla fórmula matemática difícilmente puede englobar factores
tales como dureza, resistencia a la tracción, resistencia a la compresión, estratificación,
tamaño del estrato, dirección, interacciones, etc. La fórmula nos sirve únicamente para ver
el orden de magnitud en que nos movemos.
Así por ejemplo, en una tronadura de contorno normal en galería, con un equipo con boca
de 40 mm., las concentraciones de carga se encontrarían entre 90 y 150 gr / m.l. para
precorte y 60 y 110 para corte con espaciamientos entre 30 y 45 cm entre barrenos.
Estas son unas condiciones normales para galería.
En cielo abierto, con perforación para corte a cargo de una perforadora ligera, con 2½”
de diámetro estaremos con concentraciones entre 240 y 360 gr / m.l. para un precorte
con espaciamiento de unos 60 – 65 cm. Y para corte nos situaríamos entre 160 y 180
gr / m.l. de carga.
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diferentes concentraciones de carga, salvo que se pudiera disponer de una gran gama de
encartuchados de diferentes dimensiones.
Por ello la realidad final fue la de emplear para cargas de corte y precorte , cartuchos de
explosivos convencionales, adosados a cordón detonante mediante cinta adhesiva con un
espaciamiento prefijado que se coloca dentro de una caña abierta de plástico (tubo omega)
para introducir la carga en el barreno. La carga queda distribuida como se indica en la
figura 13.
FIG. 13
Esta forma de empleo obliga a un gasto suplementario en materiales (cinta adhesiva y
caña de plástico) y mano de obra en preparación de los tubos omega. Además hoy día las
normas sobre el empleo y manipulación de explosivos hace prácticamente inviable la
preparación de las cargas en las frentes. Algo similar se obtiene separando las cargas con
trozos de coligues o cañas de plumavit.
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Por otro lado, esta distribución sitúa cargas concentradas en distintos puntos del barreno.
No es una carga uniformemente repartida la que se detonará. Ello va por lo tanto en
notable detrimento de la calidad del perfil definido a obtener.
Si bien es cierto que la conclusión general ha venido siendo que los explosivos de baja
velocidad son más adecuados para su empleo en rocas blandas, mientras que los de alta, lo
son mejor para rocas duras, también lo es que desde el punto de vista práctico, esa
matización no tiene ninguna importancia, por lo que salvo para casos muy especiales, un
explosivo de alta velocidad de detonación puede ser empleado con perfectos resultados en
ambos casos.
Bajo este principio, considerando que la pentrita tiene un diámetro crítico, que llega hasta
ínfimas dimensiones que suponen concentraciones lineales bajas, y que el cordón
detonante es un elemento de fabricación mecanizada, surge la idea inmediata de su
aplicación práctica en tronaduras amortiguada de contorno. Fabricado en diferentes
gramajes, caben todo tipo de combinaciones .
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FIG. 15
También puede existir, como equipos de apoyo a los principales de gran diámetro para
ejecución de zapateras, para eliminación de algún repié, taqueo, ejecución de labores de
acceso previas, etc.
Serán por tanto, caso de realización de tronaduras de contorno, los que usaremos para la
ejecución de la perforación de las mismas.
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El formato des este explosivo tiene dos cualidades básicas para su empleo en tronaduras
de contorno amortiguadas ya comentadas, ser encartuchado a máquina y ser de fácil
manipulación. El formato de encartuchado es en vaina de plástico flexible, engrampada
cada 16 ” de longitud, suministrada en diámetros de 1 ”, 1.⅛ ” , 1.¼ ” y 2 ” , y en largos
Estos explosivos pueden ser iniciados con un doble lazo de cordón detonante de 5 gr/m, o
por un detonador de Potencia Nº 8.
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Son ambos explosivos de gran velocidad de detonación siendo las características técnicas
de estos explosivos las siguientes:
1 3.500
1.¼ 3.800
P – Split 1.½ 4.000
2 4.500
2.½ 4.900
1 3.800
1.¼ 3.800
P – Split Extra 1.½ 4.000
2 4.100
2.½ 5.000
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