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UNIVERSIDAD PARTICULAR DE

CHICLAYO
OBJETIVOS:
1. Dar a conocer la historia de la medicina
peruana, como se realizó los tipos de
medicina en aquella época, donde se
caracterizó la magia y la mística.
2. Dar a conocer la variación de tipos de plantas
medicinales utilizado en el Perú antiguo.
3. Reconocer las diferentes técnicas medicinales
y los principales personajes que practicaban
este oficio en el imperio incaico, como
Hampicamayoc que es un personaje ligado al
cuidado de la salud y reconocido tanto por
los incas y españoles.
4. El objetivo de este informe es conocer los
sucesos que se dieron y la debida
interpretación, de la historia de la medicina en
el Perú y las diferentes técnicas empleadas en
el proceso.
5. Conocer cuáles fueron los primeros
protomédicos de nuestro país.
6. Describir los aportes que tuvo Carrión en la
medicina peruana a través de su investigación
Sobre el inicio de la enfermedad de la
verruga.
7. Conocer que hechos y acontecimientos se
dieron en la época de la medicina peruana de
la república e investigar sobre los
afrodescendientes peruanos.
INTRODUCCIÓN
La Historia de la Medicina Peruana se caracterizó por ser mágica y mística.
Además tiene una gran importancia a través del tiempo, como en cada época y
en cada siglo; desde nuestro pasado incaico imperial hasta hoy en día, ya que
ha ido evolucionando en todos sus aspectos y aportando información dentro y
fuera de nuestro país.

Hay muchos más temas que desarrollar cuando estudiamos el Antiguo Perú, se
ha descrito el nivel de desarrollo social y científico que existía a la llegada de
los conquistadores españoles. Este desarrollo se consigue gracias a la inventiva
de los antiguos peruanos para resolver los problemas diarios y el hecho de tener
un territorio desafiante con muchos cambios en su orografía. Socialmente
superiores a los invasores que no llegaron a entender lo que había porque su
visión era otra, buscaban una ruta para el comercio de las especias y
encontraron otro Continente. Los historiadores fueron los que captaron estos
avances que ahora estamos descifrando. Igual sucede con nuestros Arqueólogos
y Antropólogos que cada día nos asombran con sus hallazgos.

Las Matemáticas y la Hidráulica sólo son una parte de este desarrollo. Con ánimo
a tratar otros temas en otros tiempos, completaré esta sección con el desarrollo
de la Medicina en el Antiguo Perú.

Los primeros médicos o


curadores de la historia se
sitúan en: Caral , en la parte
norte de Italia, Bolzano,
donde se encontró a Otzi,
persona que muere por
ataque con flecha en los
Alpes cayendo a una grieta
helada desde donde
recuperarán su cuerpo miles
de años después y en el
Antiguo Egipto, con
Imhotep como
representante máximo ,con
el aprendizaje que generaba
las momificaciones con sus respectivas disecciones de cavidades y aplicación de
sustancias que impiden la putrefacción de las carnes, todas estos eventos
sucedieron hace más o menos 5,000 años.
La Medicina en el Antiguo Perú

Plantas medicinales y comestibles

En Caral se manejaban muchas plantas medicinales y estaba a cargo de un


chamán, en los estudios han encontrado que usaban el sauce, planta de la que
se extrae, ahora, la aspirina .Medicamento reconocido a nivel mundial y en
manos de la Bayer, pero existen otras:

Perú es país que tiene una diversidad de plantas para consumo humano y otras
de carácter medicinal. La papa es un ejemplo de contribución a nivel mundial,
capaz de alimentar a gran cantidad de personas y que fue de una gran ayuda
en la última guerra mundial, para algunos países.

En el Perú hay miles de variedades de papas nativas, siendo nuestra


responsabilidad la defender el acervo genético, alejando la mínima posibilidad
de modificaciones genética. De las muchas plantas sólo mencionaré:

La altamisa, la lecherita, hierba mora, ají, pilliyuyo, verbena, cola de caballo,


pichana, pega pega, guayaba, pacae, palta, muña, matico, sangre de grado,
uña de gato, maca, chancapiedra, llantén, hercampuri, tabaco etc. Estas
plantas fueron usadas para diferentes fines desde la Civilización Caral y se
ramificó a todo el territorio. Hay algunas plantas que no corresponde al entorno
de Caral, pero que fueron traídas como intercambio comercial.

La mayoría de plantas medicinales son usadas en zonas pobres y representan


una solución a sus problemas de salud .Todo este proceso ha durado miles de
años y comprobados por el uso diario. No olvidar que muchas medicinas
comerciales son producto de principios activos encontrados en vegetales o en
seres vivos, como algunas bacterias.
1.-Historia de la Medicina en el antiguo Perú
¿DONDE SE INICIÓ LA MEDICINA PERUANA?

Muchos debatirán y afirmarán que la historia de la medicina en el Perú se dio


lugar incluso antes de que estas tierras se llamasen PERÚ.

Las primeras civilizaciones y culturas humanas basaron su práctica médica a dos


pilares aparentemente opuestos:

-El empirismo primitivo.

- La medicina mágico-religiosa.

El primero aplica fundamentalmente el uso de hierbas o remedios obtenidos de


la naturaleza y el segundo recurre a los dioses para intentar comprender lo
inexplicable.

Una enfermedad para los incas era producto de alteraciones de fuerzas


sobrenaturales. El tratamiento de esta era de manera empirista, es decir una
combinación de magia, religión y experiencia práctica. Para los incas la
medicina se basaba en la magia.

La religión también influye mucho con la salud porque los incas pensaban que
las enfermedades eran consecuentes de sus propios pecados, para ello hacían
cultos religiosos como rituales y confesiones. Los dioses para los incas era una
especie de castigadores; una enfermedad era cusa de un castigo divino de estos,
es por eso que los incas trataban de encontrar una armonía con los dioses.
La magia tiene una gran importancia en la medicina de nuestro antiguo Perú,
se dice que cada acto médico era acompañado de rezos y conjuros mágicos.

Los incas tenían un amplio conocimiento sobre la medicina natural, quiere decir
que sabían los beneficios de cada producto mayormente de origen vegetal.
Algunos ejemplos de plantas medicinales son las semillas del huairuro, las
semillas de vilca, la resina del molle contra la depresión y la coca con sus
efectos anestésicos para aliviar el dolor.

Algunas enfermedades estuvieron envueltas por la ansiedad y temor, según los


cronistas era rara la forma en q se desarrollaban, ya que no se enteraron de
que estas eran físicas y no somáticas.

Por ejemplo, la TBC: el imperio incaico conocía los climas de altura como
saludables y los climas de la "yunga" o llanas como "pestilentes”, se dice que en
época de guerra en el incanato hubo agresiones climáticas.
Según el cronista Garcilaso de la Vega los posibles hospitales en esta época eran
los llamados los Corapahuasi que eran lugares en donde los caminantes que
enfermaban los cuidaban con grandísimos cuidados y regalos.

Fray Pedro de Aguado dice que cualquier hinchazón o dolor que ocurría. Lo
restregaban con la mano, luego soplaban al aire y tornaban a restregar con la
mano y a soplar o chupar por repetidas ocasiones; en el caso de las heridas eran
lavadas con agua tibia y las partes maceradas las quitaban con cuchillo de
pedernal acompañada de las plantas medicinales que se utilizaban de modo
oral.

La Trepanación era una especie de cirugía, esta se aplicaba luego de un


traumatismo que provocaba una presión sobre la masa encefálica. También
pudo haber sido utilizado como cura de males como los quistes, tumores y otros
no causados principalmente por traumatismos. Otro tema importante para los
incas era la vida y la muerte, ya que para ellos la vida se pegaba con la muerte
es por eso los frecuentes ritos de sacrificios humanos y animales como pago al
"apu", a la huaca y a la pacha mama o al dios del agua. Entre ellos están los
ritos funerarios, ritos profilácticos (sacrificios de animales), la Tinka que es la
toma de la chicha en señal de veneración que tenía como objetivo contentar a
la Pacha mama para para obtener gran cantidad de cosechas, buena salud,
bienestar en la población y buena producción de animales.
El uso de "plantas alucinógenas" tenía un rol importante, ya que los incas tenían
un apego fuerte a lo sobrenatural; entre estas plantas están: San Pedro,
Ayahuasca y Peyote.

La descripción de GARCILASO trata de los hechiceros-herbolarios y relata que


eran expertos en causar daño a otros mediante el uso de venenos.

"También hubo hombres y mujeres que daban ponzoña, así para matar con
ella presto o despacio como para sacar de juicio o atontar los que querían y
para afearlos en sus rostros y cuerpos, que los dejaban remendados de blanco
y negro y albarazados y tullidos de
sus miembros".
-Garcilaso de la Vega

Trepanaciones Craneanas
A lo largo de la Historia la medicina y el valor de las pócimas ha sido uno de los
conocimientos más importantes que han existido en todas las culturas. Médicos
famosos, como el incluso consagrado Dios Imhotep, dentro del viejo Egipto,
dejaron un legado que es muy posible que se perdiera en gran medida.

Pero sin duda uno de los mayores misterios que nos dejaron los antiguos
cirujanos, fue de que manera eran capaces de curar los cráneos de heridos en
la guerra: Las Trepanaciones Craneanas.

El autor resalta que “actualmente, la automedicación es la primera línea


terapéutica (de los enfermos), la consulta al boticario es la segunda y la
consulta médica es la tercera (línea terapéutica)... estamos igual que antes del
protomedicato, ya hace más de 400 años”, finalizó.
Trepanaciones Craneanas en el Perú

Según el Traumatólogo Vicente García, se han descrito por lo menos 10 mil


cráneos con trépanos en todo el mundo, siendo los más conocidos los de Perú,
aunque hayan también de otras culturas como en Inglaterra, en Alemania, en
España, en el Cáucaso (entre Europa del este y Asia Occidental), en Argelia,
incluso en Nueva Guinea, todos sitios muy distantes entre sí; sin embargo,
coincidían con técnicas (aún desconocidas) que generaban orificios en el cráneo
muy similares entre sí.

Los primitivos cirujanos de la costa del Perú (Cultura Paracas) practicaron hace
más de 1000 años (aprox. Siglo V d.C.) operaciones casi imposibles sobre las
cabezas de los mutilados en la batalla, heridas que hoy en día, en un alto
porcentaje, provocarían la muerte; y que en cambio, fueron sanadas con éxitos
hace más de 10 siglos. Aparentemente las técnicas exitosas que usaban incluían
orificios circulares obtenidos por fricción, ello debido a que los cráneos
encontrados evidenciaban crecimiento óseo alrededor de la zona de
craneotomía (trépano).

Las técnicas de estos cirujanos de conocimientos asombrosos se perdieron para


siempre; una medicina imposible para un tiempo en que la ciencia estaba
todavía en pañales. Todo un misterio que sobrecoge en pleno siglo XXI a los
profesionales de la salud.

Médicos Mochicas
La defensa y la prolongación de la vida ha sido la principal preocupación del
hombre de todos los tiempos, atrajo la atención y suscitó los esfuerzos de los
antiguos peruanos de la costa norte del Perú (Ancash, Lambayeque, La
Libertad), donde desarrollaron la Cultura Mochica (siglos I al VI d.C.), quienes,
con espíritu científico, descubrieran las propiedades curativas de los metales,
plantas y animales, hasta lograr establecer instituciones o profesionales
exclusivamente dedicados a la defensa de la salud. Los ceramios nos han
reservado noticias interesantes acerca de las enfermedades que los aquejaban
y los procedimientos de curación que empleaban, los mismos que por sí solos
revelan el alto nivel de su medicina.

A través de la cerámica mochica se ha logrado evidenciar que estos celebres


médicos mochicas eran de ambos sexos. Las “médicos” mujeres eran de edad
madura, normalmente sentadas en el suelo con las piernas cruzadas, de rostro
severo y de prendas de vestir que aunque eran cortas, manifestaban a través
de la manera en que estas eran llevadas, aires de superioridad y de elegancia,
a su lado se evidenciaban cajas de
medicamentos, amuletos y utensilios
de curación. Los “médicos” hombres
eran más bien de edad adulta, pero
igualmente que las mujeres en su
forma de sentarse y de vestir, incluso
más lujosas, variadas y vistosas, eran
sin duda de una jerarquía alta dentro
de la sociedad moche. Al lado de estos,
las famosas “chinganas” que son
usadas como sonajas por los
curanderos de hoy en día.
La manera como curaban a los enfermos está fielmente expresada en la
cerámica: el paciente, completamente desnudo, era colocado en posición
dorsal, y ocupaba el frente del curandero o curandera. Esta forma de
auscultación al desnudo constituía la mejor manera de diagnosticar el mal y
determinar su tratamiento. Entonces el curandero aplicaba las manos sobre el
cuerpo del enfermo en las regiones adoloridas o inflamadas; luego, cerraba los
ojos y con la cara hacia lo alto, en actitud de invocación, procedía a indagar la
causa de la enfermedad y a descubrir el camino más seguro para combatirla.
En la conciencia de estos antiguos
curanderos influía lo sobrenatural y lo
maravilloso. Sus invocaciones tendían,
por lo tanto, a excitar el ánimo del
enfermo y a lograr su confianza para
que éste se resignara después, lleno de
fe, a todo cuanto con él hiciera o le
administrase su presunto galeno. Por
consiguiente, en toda curación regía
una poderosa influencia sugestiva, a
más de las bebidas de propiedades
hemostáticas, analgésicas,
euforbiáceas, diaforéticas, entre otros,
que se obligaba a tomar al paciente en
procura de extirpar sus dolencias.

El pueblo consideraba a los curanderos como seres sobrenaturales. La


recuperación de la salud fue un fenómeno que debió influir mucho en sus
creencias y en su fe. Sus medicaciones están estrechamente unidas a los
poderes curativos de las plantas y a una serie de actos a los que se les daba
origen sobrenatural. Entre las principales enfermedades que fueron plasmadas
en la cerámica mochica destacan el bocio, el exoftalmos y el mixedema, que
evidencia una patología antigua en el Perú como es el cretinismo,
manifestaciones venéreas como el lúe (Sífilis), casos de ceguera producidos por
una conjuntivitis aguda, representaciones de onanistas semiesqueletizados,
deformaciones sicóticas y cloróticas de la columna vertebral, idiocia aguda,
casos de hermanos siameses, parálisis faciales, incluso cerámicos de labio
leporino.
Parto Vertical
Desde los inicios de la humanidad el
nacimiento de los seres humanos se ha
efectuado en posición vertical.
Durante el S. XVII, en muchos países de
Europa, se cambió la posición para el
parto, con la finalidad de resolver
algunos problemas durante el período
expulsivo y evitar así la demora en la
salida del feto; llegando incluso a
utilizar cierto instrumental como el
Fórceps para la asistencia externa del
parto vaginal, hoy esta práctica ha ido
en desuso.

En el Perú, tradicionalmente el parto se realizaba en forma vertical, conducido


únicamente por la mayoría de la fisiología. Esto se evidencia a través de las
cerámicas dejados por nuestros antepasados, donde se representaban a las
nativas momentos antes del parto; así como a las encargadas de los cuidados
maternales, antes y después del alumbramiento, quienes no eran las mismas
mujeres que ejercían las funciones curanderas.

El parto se efectuaba por gravedad, lo que acusa un perfecto conocimiento


clínico en su forma más fácil y normal. En la figura presentada vemos al marido
que sujeta a la esposa por los flancos del vientre, sin duda para hacerle masajes
y ayudarla para el alumbramiento, y a la partera dedicada con vigilante
atención a la evacuación del nuevo ser. Junto a la parturienta están los
utensilios y cajas que servían para estos casos. En cuanto a la expresión del
trance, el artista ha sabido interpretarla con gran realismo: la faz de la mujer
acusa con extraordinaria vivacidad los agudos dolores del alumbramiento;
asimismo, podemos observar el vientre abultado y los pechos endurecidos y
desproporcionados.

Con la llegada de la medicina occidental, se sustituye este proceso natural por


un conjunto de técnicas para hacerlo horizontal. Sin embargo, algunas regiones
han conservado su costumbre ancestral que hoy tal vez sea bueno estudiar y
difundir; tratando de que el Parto Vertical recupere la capacidad y la confianza
en la propia naturaleza, sin renunciar a la tecnología, sino reservándola para
las complicaciones y los casos de riesgo.

El Hampicamayoc
Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), ilustre
escritor e historiador peruano de la época de la
conquista, de antepasados incas y españoles,
describió a los llamados Hampicamayoc como
personajes ligados al cuidado de la salud de la
época más representativa del imperio incaico;
fueron tenidos por médicos, no para curar a todos,
sino sólo a los Reyes (Incas) y a los de su sangre y
a los curacas y a sus parientes (Comentarios Reales
de los Incas).

Entre los procedimientos más destacados


señalaremos que los Hampicamayoc aprendieron
que era una cosa provechosa, la evacuación por
sangría y purga, donde se sangraban los brazos y
las piernas. No era el procedimiento científico adecuado, debido al
desconocimiento de la aplicación de la sangría ni la disposición de las venas,
ellos procedían sobre las venas que estaban más próximas a la zona del dolor
padecido. Cuando padecían cefalea intensa, se hacía sangrar la zona de la
gabela (entrecejo), utilizando una lanceta basada en una punta de cristal de
roca (Pedernal) sobre un palillo hendido como mango, el cual se coloca sobre
la vena a sangrar y se golpea con un papirote; según relata Garcilaso, de esta
forma abrían la vena con menos dolor que con las lancetas comunes.

Para aplicar las purgas tampoco procedían siguiendo un conocimiento sobre los
humores, ni observando la orina, tampoco conocían la melancolía, la flema o la
cólera. La purga se realizaba más bien teniendo salud que estando enfermos, y
lo hacían ordinariamente cuando tenían síntomas de pesadez y sensación de
llenura (apesgados y cargados).

Para dicho procedimiento tomaban aproximadamente dos onzas del jugo de la


Maca (descritas como raíces blancas que asemejan nabos pequeños), el cual era
molido y dado a tomar en agua o en cualquier brebaje que ellos tomasen, siendo
luego colocados frente al sol durante aproximadamente una hora para que el
calor obrase en su acción.
El malestar es general en aquel paciente en purga, al inicio manifiesta síntomas
de náusea (sensación semejante a los que se marean cuando entran al mar),
vértigo (la cabeza siente váguidos y desvanecimientos) y parestesias (parece
que por las coyunturas del cuerpo, venas y nervios andan hormigas) en brazos
y piernas, a lo que prosiguen vómitos explosivos, así como cámaras diarreicas
intensas, mientras dura el purgado, el paciente permanece en malestar
general, mareado, pérdida del apetito y de la sed; incluso pareció ser útil como
antiparasitario (“a vueltas salen lombrices, gusanos y cuantas sabandijas allá
adentro se crían”). Terminada la purga, el paciente recupera su estado general,
incluso manifiesta polidipsia y polifagia.

Estos síntomas fueron descritos literalmente por el mismo Inca Garcilaso, quien
tuvo que purgarse dos veces por un dolor de estómago que padeció en
diferentes oportunidades.

La medicina de los incas tenía carácter primitivo y mágico. Creían que las
enfermedades eran debidas bien a un pecado cometido, bien a la pérdida del
alma como consecuencia de un susto o bien al ataque invisible de un hechicero.
Los médicos o Hampicamayoc debían ser adivinos para hallar la causa de la
enfermedad y adivinos para curarla. Las curas con hierbas eran lo más
frecuente, pero los Hampicamayoc también realizaban intervenciones
quirúrgicas como la trepanación.
Amauta: Era el sabio depositario oficial de la ciencia, conocía la medicina, pero
no la practicaba, salvo en raras ocasiones.

El Camasca o Soncoyoc: practicaba la medicina en el hombre del pueblo y


adquiría su oficio en sueños.

Hacaricuc o Cuyricuc: adivinaba observando las vísceras del cuy, hacía el


diagnóstico y pronóstico de la enfermedad, su terapéutica se conocía como
limpia del cuy.

Ripiac: hechicero que hacia el examen de los músculos para pronosticar las
enfermedades y adivinar.

Ichuri: ejercía la función de confesar a todo el Ayllu, se orientaba a producir el


drenaje espiritual del pecado-enfermedad.

Chuksi Hampi-camayoc o sirkak: trataba las fracturas, luxaciones, sangrías,


intervenciones quirúrgicas simples y superficiales.

2. Medicina Peruana en el Virreinato Peruano


PROTOMEDICATO EN EL PERÚ

Durante la época del virreinato, en donde la práctica de la medicina no estaba


ordenada ni reglamentada, habiendo por doquier sanadores, curanderos, y
donde cualquier aficionado, con cierta práctica, podía ejercer la medicina, fue
que se implantó, por mandato real de la corona española, una institución que
reguló en adelante la enseñanza y la práctica de la medicina en todos sus
dominios: El Real Tribunal del Protomedicato, instituido inicialmente en España
en 1442.
Esta institución, que duró 278 años en el Perú, creada en 1570 por el rey Felipe
II con el nombre de Protomedicato General de Lima, tenía la facultad de
calificar, otorgar grados y títulos académicos y reglamentar la práctica de la
medicina en el Perú, además de tener funciones de Ministerio de Salud. Los
primeros médicos peruanos se formaron sobre la base de una formación
académica, y convirtió el oficio de la sanación, en la práctica profesional
formal; en pocas palabras, una transición entre el curanderismo y la carrera de
medicina. Entre las prácticas médicas comunes de aquella época se describen
a la Sangría, practicada por el barbero o sangrador mediante lancetas o
bisturíes, el Clíster, que era el enema evacuante, y la Triaca, es cual era una
mezcla de cincuenta y siete sustancias usada para múltiples dolencias y traída
al nuevo mundo por los españoles.

Hubo en total 25 protomédicos en el Perú. El primer protomédico con


nombramiento oficial confirmado por España fue Antonio Sánchez de Renedo,
que ejerció como tal desde 1570 hasta 1578; y el primer protomédico peruano
fue el doctor Francisco Bermejo y Roldán, natural de Lima, en el año 1692. Sin
embargo el Perú ya tenía presencia de protomédicos desde 1536, Hernando
Sepúlveda. Entre los protomédicos más reconocidos podemos mencionar a
Hipólito Unanue (ocupó el cargo entre 1807 y 1825) y Cayetano Heredia (entre
1843 y 1848), quien a su vez fue el último protomédico del Perú, cuando fue
abolido un 30 de diciembre de 1848 y sustituido por la Junta Directiva de
Medicina.

El protomedicato se encargó no sólo de la formación de médicos, sino también


el de otorgamiento de grados académicos (licenciado y doctorado) y las
habilitaciones para ejercer la carrera a todo el que aspiraba a ser médico,
cirujano, huesero, boticario, comerciante de drogas aromáticas, hierberos y
todas las personas que de una u otra manera practicaban estas actividades.
Asimismo, se buscaba sancionar la práctica en cualquiera de estas modalidades
sin la autorización respectiva, eran severamente castigados; los graduados
debían presentar ante la magistratura y ante el ayuntamiento, sus títulos de
grado y un certificado de haber completado dos años de práctica. Si no se hacía
tal, la penalidad era de ocho años de suspensión.

Con la llegada de los españoles las epidemias y enfermedades endémicas


aumentaron. Alguna de estas enfermedades fueron la tuberculosis, enfermedad
de Chagas, bartenolosis, sífilis y varias parasitosis intestinales. Existían también
las diarreas comunes, las neumonías, infecciones a la piel, las infecciones
urinarias, etc.
Estas enfermedades eran producidas por gérmenes que habían acompañado a
los humanos durante su transcurso desde el Asia hasta nuestras tierras.
Es decir, los españoles aparte de traernos su cultura nos invadieron también
con sus gérmenes y esto afecto a la población indígena trayendo consigo
mortíferas epidemias y esto debilitaba la defensa de sus tierras. Un ejemplo de
esto es el hecho de Huayna Capac que falleció luego de "unas fiebres" cuando
los españoles se encontraban dentro de sus tierras.

Como estas enfermedades afectaban a indios y españoles se vio en la necesidad


de establecer centros de atención médica como los hospitales. Estos
establecimientos estuvieron divididos ya sea por género. Origen y el oficio.

Los hospitales en la colonia fundada en Lima en 1535 y establecido el sistema


de gobierno español, fueron principalmente para atender a la gente pobre.
Desamparada. En cambio, para los españoles la atención era domiciliaria.

APARECIERON LAS ESCUELAS MÉDICAS


UNA FECHA IMPORTANTE ES LA DEL AÑO DE 1551. YA QUE SE FUNDA LA
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN MARCOS Y EL 17 DE ABRIL DE 1633, TIENE LUGAR
LA PRIMERA LECCIÓN DE MEDICINA POR JUAN DE LA VEGA.
También en 1711 se funda la Cátedra de Anatomía en la que se recordara a
Andrés Tesalios y por la q pasarían grandes personajes de la medicina peruana.
Por ejemplo están Hipólito Unanue y Pavón, Cayetano Heredia y Daniel Alcides
Carrión.

Las practicas curandiles de los indígenas eran optimas en época de la colonia


ya que utilizaban las plantas medicinales lo cual los españoles no desdeñaron.

Además, las trepanaciones craneanas han sido las más destacadas en este
periodo, estas se practicaban en las lesiones producidas por las armas y
posiblemente también por motivos místicos y religiosos. El instrumento
quirúrgico en este entonces era el Tuma que es un objeto en forma de "T" cuyo
extremo afilado al imprimirle movimiento de rotación o vaivén cortaba las
partes blandas o en el hueso, especialmente s reutilizaban en las trepanaciones
craneanas.
Una muestra de eso fue encontrada por Tello en la necrópolis de Paracas,
además de hilas de algodón que es similar a la gasa actual.

3.-Medicina Peruana en la Época Republicana


La época del Perú republicano comienza con la independencia del Perú. Periodo
crítico para nuestro país, ya que se estaba reorganizando como un país libre al
dejar de ser colonia de España. Por ello, la docencia médica y el ejercicio de
la medicina decayeron notablemente durante los años siguientes a la
independencia del país. La causa de este problema se debía al caos que reinaba
en el gobierno peruano. Según Paño-Reyna, los sucesivos y efímeros gobiernos
militares que se diputaron el poder, además de las guerras externas, el país se
sumieron una inestabilidad política, social y económica con graves
consecuencias para la economía, lo cual afectó la inversión en la medicina
peruana. La poca preocupación del gobierno por este rubro tan importante en
un país su pudo apreciar con la cantidad de hospitales que disponía el Perú
alrededor de todo su territorio. Por ello, se puede apreciar que en 1821, se
disponía en el Perú de cincuenta hospitales, once de los cuales se ubicaban en
lima.

En 1821, el Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando pasa a ser el


Colegio de la Independencia, el cual estuvo muy desorganizado por la
inestabilidad que atravesaba el país. Es aquí donde se presenta la figura del Dr.
Cayetano Heredia quien en 1837 se convierte en director del Colegio. Luego,
en 1856 pasa a ser la Facultad de Medicina de Lima y se incorpora a la
Universidad de San Marcos. Cayetano Heredia es su primer decano. Este junto
a Miguel Evaristo de los Ríos fundan la Sociedad Médica de Lima; y fue quien le
siguió el decanato de San Fernando a Cayetano Heredia quien fallece en 1861.

En 1823, el 28 de noviembre Abel Victorino Brandan, médico francés, introduce


en terapéutica el uso de la quinina para el tratamiento de la malaria. Años
después publica la primera revista médica peruana: Anales Medicales.

En 1826, el 10 de octubre se crea la primera Casa de Maternidad (Escuela de


Obstétricas), bajo la dirección de Madame Paulina de Fisil.

En esta época, el hombre considerado el Padre de la Medicina Peruana, Hipólito


Unanue, fallece un 15 de julio de 1833.

El uso de la anestesia en las intervenciones quirúrgicas se comienza a dar en


este periodo en el año 1847. El Dr. Julián Sandoval, profesor de patología, fue
quien realizó este hecho en la medicina peruana.

En este periodo de la República, a mediados del siglo XIX, se inician las


epidemias de la fiebre amarilla, tema de gran importancia por la cantidad de
casos que se presentaban. El Dr. José Mariano Melgar se hace conocido por el
papel que cumple en la lucha de esta enfermedad que vuelve a brotar en el
1867. El Hospital Dos de Mayo se inaugura el 28 de febrero de 1875 y en sus
inicios es empleado principalmente para recibir a los enfermos de la epidemia
de la fiebre amarilla.

En 1857, el Dr. Casimiro Ulloa inicia la reforma del tratamiento psiquiátrico en


centro de San Andrés.

La Cruz Roja Peruana, entidad de auxilio médico, se crea el 27 de abril de 1876.


Esto convirtió al Perú en el primer país americano que contó con dicha sociedad
de ayuda humanitaria.

En 1887, el Dr. Constantino Carvallo trae al Perú el primer equipo de rayos X.

Uno de los sucesos más importantes en esta época fue la experiencia de Daniel
A. Carrión quien el 27 de agosto de 1885 hizo su inoculación con sangre
verrugosa. Por la cual falleció el 5 de octubre del mismo año.

Daniel Alcides Carrión, mártir de la medicina Peruana, estudio la ‘verruga


peruana’ y se inoculo a si mismo esta enfermedad para saber su reacción y
síntomas. Se demuestra en la siguiente cita:

"Comenzó a trabajar en el estudio que pensó que lo llevaría a la


palestra por encima de los que lo miraban con aprensión racista.
Tenia que demostrar que la enfermedad era causada por un
germen susceptible de ser transmitido de un ser vivo a otro. Ese
era el primer paso en una investigación de este tipo. Por lo demás
no se contaba con ninguna facilidad, no existía un laboratorio
con los indispensables implementos para conducir un trabajo
como los que leyó, con avidez, en las revistas que llegaron
de Europa. Tanto él como sus profesores no tenían experiencia
personal en el cultivo, aislamiento y reproducción experimental
de enfermedades. Sólo a un cholo que vivió en un
ambiente de aventura perpetua, en su nativa Cerro de Pasco
como era la búsqueda del tesoro escondido en las entrañas de
la tierra, se le pudo ocurrir que la inoculación de brazo a brazo
demostraría la ‘inoculabilidad’ de la enfermedad."
Afrodescendientes y
Medicina Peruana
Afroperuano/a es un término que designa a
la cultura de los descendientes de las
diversas etnias africanas que llegaron
al Perú durante la Colonia, logrando una
uniformidad cultural.

La población afroperuana se halla,


principalmente en la costa sur central,
especialmente en Lima, Callao, y en las
provincias de Cañete, Chincha, Ica,
y Nazca. El otro segmento importante de
población afroperuana se encuentra en
la costa norte ubicada mayoritariamente en
la zona septentrional, entre Lambayeque
(Zaña, Cayaltí), Piura y en menor
medida Tumbes.

En Piura se encuentra Yapatera, la ciudad


con el mayor porcentaje de población afroperuana del país.

Los términos afroperuano y afroperuana están más relacionados con la cultura


desarrollada por los actuales descendientes de los negros coloniales que con un
concepto puramente étnico, ya que las poblaciones africanas que arribaron al
Perú durante la Colonia experimentaron a través de los siglos un profundo
mestizaje con la población criolla y nativa.

Se estima que el total de la población de origen afroperuano oscila en 7% del


total nacional, la mayoría se encuentra amestizada, es
decir, zambos, mulatos y negros conforman un 7% del total nacional.

Ya en un artículo anterior, se relata la historia y vida de quizás, el primer


afroperuano que utilizó la medicina con destreza, aunque sin los estudios
científicos rigurosos, Fray Martín de Porres ("El Enfermero Martín").

El Dr. Uriel García Cáceres, médico, investigador científico, político e


historiador de la medicina peruana, hace una entrega publicada el día de ayer
en el Diario "El Comercio", sobre la historia de los Afrodescendientes en la
medicina peruana; que como sanadores, aunque poco se mencione, durante el
Virreinato y en la época republicana, hasta mediados del siglo XIX, jugaron un
papel importante como profesionales de la salud. Aquí colocamos el texto
completo de su artículo:

Desde la época de los reyes católicos se prohibió, en España, el ingreso a las


universidades a los no descendientes de españoles. Esto para imposibilitar que
judíos y árabes se titulasen como profesionales de cualquier clase. Resultaba,
sin embargo, que los mejores médicos, sobre todo los que atendían a la nobleza,
pertenecían a esas etnias.

La especialización
En España, y solo allí, las profesiones médicas se clasificaron como: doctores o
físicos –el grado máximo–, eran sometidos a examen después de estudiar en la
universidad; cirujanos latinos: obtenían grado de bachiller en una universidad
con dominio del latín –la lengua académica–, además, aprendían anatomía y la
supuesta curación de las enfermedades de la piel; cirujanos romancistas: una
suerte de enfermeros sin autorización para recetar ni manejar el latín;
finalmente los sangradores: que seguían un curso de reconocimiento de las
venas superficiales para extraer sangre del sitio escogido y en la cantidad
indicada por el médico tratante. Esto diferenció a los españoles del resto de
países en los que cirujanos podían ser barberos.

San Fernando: formador de


médicos en el Perú
Hijo de esclavizado
Pedro de Utrilla ‘El Joven’ fue un cirujano latino graduado en San Marcos, hijo
de un esclavo liberto de quien se dice que fue también cirujano (aunque no hay
pruebas como sí las hay de ‘El Joven’).

Ejerció su profesión brillantemente, con fama y prestancia. Sus sucesores


constituyeron una tradición de cirujanos de esa etnia hasta mediados del
siglo XIX. Existe prueba documental de las importantes operaciones y autopsias
que realizó DeUtrilla en Lima.

Fue el único que se salvó de la diatriba mordaz de Caviedes, quien le compuso


un vejamen –texto burlesco que se redactaba para un recién graduado– en el
que alabó sus virtudes sin dejar de zaherirlo con maestría:

A una mujer abrió en suma


Por la parte que no cierra
Y una piedra le sacó
Que pesaba libra y media
La mujer no murió, por
Estar de Dios que viviera […]

El ‘Cachorro’, como motejó De Utrilla al poeta, fue un notable cirujano con


bien ganado prestigio. Hay que destacar que esto mismo no ocurrió en otros
lares. En Norteamérica hubiese sido imposible que un africano ejerciera
legalmente la profesión médica.

El doctor Espejo
El doctor Eugenio Espejo, de nombre
“remodelado” para bautizarlo (en realidad
Eugenio Francisco Xavier de Santa Cruz y
Espejo), fue un sobresaliente hombre –
mitificado y desfigurado– que hasta en sus
retratos aparece cambiada su apariencia
facial.

Fue hijo de un indio quechua de Cajamarca –


Luis Chuzigin– y de una esclava liberta –
Catalina Aldás– de Quito.
Espejo fue prócer médico y de la libertad de la entonces Capitanía de Quito,
primero en el virreinato, del Perú y luego de Nueva Granada.

Vivió en los tiempos de Unanue y aunque no hay evidencia de que se conocieran,


ambos postularon los cambios climáticos como factores en la génesis de
enfermedades. Murió en prisión por ser un sincero anticolonialista.

Profundizar estudios
Hay pocos datos concretos sobre los médicos de ascendencia africana. El
primero que se encuentra –gracias al gran historiador Guillermo Lohmann
Villena– es el doctor Juan Llano Jaraba, quien en 1695 obtuvo la borla doctoral.
Era hijo ilegítimo de un noble español y de madre cuarterona (hija de español
con mestiza).

El virrey Conde de la Moncloa ordenó al protomedicato dispensarlo del


certificado de pureza de sangre por su sobresaliente rendimiento académico.
No hay bibliografía sobre él, pero sí evidencia documental de que durante varios
años fue protomédico y catedrático. Juan del Valle y Caviedes lo menciona
hasta tres veces y en su famosa obra manuscrita “Hazañas de la Ignorancia”, lo
atacó en una extenso Romance, diciendo que solicitó a Llano curarle una fiebre
terciana y criticó despiadadamente sus recetas.

El gran Dávalos
José Manuel Dávalos (1758-1821), hijo de un importante español con una
esclava liberta, fue –como Hipólito Unanue– seminarista y cursó latinidad,
filosofía y artes. Pasó a San Marcos para cursar la carrera de cirujano latino (la
única que podía seguir). Su padre pidió permiso para que viajase a Europa,
donde ingresó a la prestigiosa Universidad de Montpellier, Francia, y fue
discípulo de prominentes figuras científicas, como Lavoisier.

Se graduó con honores con una tesis sobre las


enfermedades vistas en Lima durante su ejercicio. Su
tesis, en correcto latín, fue publicada en francés por
varias revistas científicas. En Montpellier siguió cursos de
botánica médica. De vuelta a Lima fue maltratado por la
universidad y recurrió a la Corte Real para revalidar su
título francés de doctor.
Al crearse la cátedra de botánica médica se presentó al concurso, pero perdió
ante un dibujante (ex soldado raso de un regimiento español sin título
académico), protegido de Unanue. Aceptó enseñar gratis mientras durase la
ausencia del titular que trabajaba dibujando para una misión botánica.

Cuando Hipólito Unanue intentó ser protomédico, la universidad utilizó a


Dávalos para contrarrestarlo. El currículo del doctor era imbatible y la
universidad lo nombró provisoriamente. El virrey Abascal, entonces un virtual
rey de la América del Sur hispana, colaboró con Unanue para atropellar a la
universidad y al doctor Dávalos. Unanue fue nombrado protomédico por decreto
virreinal y sin concurso. El único médico peruano alabado por Alexander von
Humboldt fue este afroperuano.

Doscientos Años de Medicina Peruana Una sinopsis


Constituye este trabajo una recopilación sinóptica que a juicio del autor son
verdaderos hitos en la historia de la medicina peruana. No han podido
consignarse todos los hechos, y son numerosos los que conforman nuestro
acervo médico. En algunos casos se ha consignado simplemente la fecha y el
acontecimiento. Otros han sido objeto de una descripción algo detallada. El
autor se excusa ante los historiadores médicos si alguna omisión importante se
hubiera cometido por falta de información.

Iniciamos nuestra recopilación a partir de fines del siglo XVIII para completar
los doscientos años fijados.

Desarrollo Histórico y Cronología

1787 Aparece la figura de Hipólito Unanue al ganar la cátedra de Anatomía de


la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por oposición.

1792 El 29 de noviembre se inaugura el Anfiteatro Anatómico ubicado en el


hospital de San Andrés (Plaza Italia actual). Asistencia de personalidades de la
época incluyendo al Virrey don Gil de Taboada y Lemos.

1800 Se introduce la operación cesárea en el país. Es muy probable que la haya


practicado el Dr. Larrinaga que era difusor de la operación en aquellos tiempos.

1803 Llegada al Callao del fluido vacuno gracias a la inter-vención de los Drs.
Miguel Tafur, José Dávalos y Salvani.
En este mismo año aparece la Rabia. Por primera vez se ven perros atacados
por hidrofobia en la época del Virrey Avilés. Don Ricardo Palma señala la fecha
de 1800 en su tradición «El mejor amigo, un perro».

1804 El Médico Baltazar Villalobos anuncia poseer un método de curación de la


Lepra y trata a 12 enfermos con resultados variables.

1806 Por primera vez se inician los llamados ahora viajes de asesoría y
supervisión. El Dr. Salvani viaja a Maynas, Lambayeque y Huamanga llevando el
fluido vacuno y en campaña de vacunación antivariólica.

1808 El 1º de junio se colocó la primera piedra del Real Colegio de Medicina y


Cirugía de San Fernando gracias al impulso de Hipólito Unanue y la gran ayuda
del Virrey don Fernando de Abascal. Ese mismo año, se crea la cátedra de
Clínica Externa en el Hospital de San Andrés.

1810 Se toman los primeros exámenes en el colegio sobre Geología, Anatomía


y Fisiología.

1811 Se inaugura oficialmente el Real Colegio de Medicina y Cirugía de San


Fernando.

1821 El Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando pasa a ser el Colegio
de la Independencia.

1822 El 17 de enero la Universidad Nacional Mayor de San Marcos recibe al


Generalísimo Don José de San Martín.

1823 El 28 de noviembre el médico francés Abel Victorino Brandin introduce en


terapéutica el uso de la quinina para el tratamiento de la malaria entre
nosotros.

1826 El 10 de octubre se crea la primera Casa de Maternidad (Escuela de


Obstetrices), bajo la dirección de Madame Pauline de Fessel.

1833 El 15 de Julio, fallece Hipólito Unanue, Padre de la Medicina Peruana.

1837 El Dr. Cayetano Heredia es director del Colegio de la Independencia.

1843 Con la muerte de José Gregorio Paredes termina la gran labor clínica que
desempeñaron desde 1800 el mencionado y el Dr. José Manuel Valdés.

1847 El Dr. Julián Sandoval futuro profesor de Patología Externa y médico del
Mariscal Don Ramón Castilla introduce el uso de la anestesia en las
intervenciones quirúrgicas.
1851 Se inician epidemias de fiebre amarilla. Ésta había sido introducida al Perú
desde mediados –o antes– en el siglo XVIII (1736 más o menos). Don Ricardo
Palma la menciona en su tradición «Pepe Bandos».

1854 Fundación de la Sociedad Médica de Lima por los Drs. Cayetano Heredia y
Miguel Evaristo de los Ríos.

1856 El Colegio de la Independencia pasa a ser la Facultad de Medicina de Lima


y se incorpora a la Universidad de San Marcos. Su primer decano es el Dr.
Cayetano Heredia.

1857 El Dr. Casimiro Ulloa inicia la reforma del tratamiento psiquiátrico en la


loquería de San Andrés.

1859 Se inaugura el Hospicio de la Misericordia para alienados como


continuación de la reforma iniciada por Ulloa. Este hospital se encontraba en
la avenida Sebastián Lorente actual, antes avenida de los Incas, local que ocupó
la Escuela de Policía cuando el manicomio fue trasladado a La Magdalena. Se
encuentra en el barrio del Cercado.

1861 Fallece Cayetano Heredia. Le sucede en el Decanato de San Fernando el


Dr. Miguel Evaristo De los Ríos.

1867 Nuevo brote de fiebre amarilla donde se consagra la figura del Dr. José
Mariano Macedo en su lucha contra la enfermedad.

1872 Se inicia la construcción del ferrocarril a La Oroya. Apa-recen los primeros


casos de la fiebre anemizante llamada después Fiebre de La Oroya.

1875 El 28 de febrero se inaugura el Hospital Dos de Mayo, destinado


inicialmente a recibir los enfermos de la epi-demia de fiebre amarilla.

1876 El 27 de abril se crea la Cruz Roja Peruana.

1884 Fundación de la Academia Libre de Medicina de Lima

1885 Experiencia de Daniel A. Carrión desde el 27 de agosto, día de su


inoculación con sangre verrucosa, hasta el 5 de octubre día de su gloriosa
muerte.

1888 La Academia Libre de Medicina es la Academia Nacional de Medicina.

1887 Llegada del primer equipo de rayos X al Perú. Lo trae el Dr. Constantino
Carvallo.
1900 Se inicia la verdadera cirugía en el Perú, bajo el impulso del pionero el
Dr. Guillermo Gastañeta.

1903 Se crea la Dirección de Salubridad del Ministerio de Fomento, antecesor


del actual ministerio de Salud. Su primer director es el Prof. Julián Arce,
compañero de Carrión.

1903 Ese mismo año se introduce la peste en el Perú a partir del mes de abril
en casos de San Clemente en Pisco, descritos por el Dr. Enrique Mestanza,
compañero de Daniel A. Carrión.

1905 Descubrimiento del germen causante de la verruga, la Bartonella


bacilliformis, por el Dr. Alberto Barton

1908 Se inicia la lucha antituberculosa con la inauguración de la sala Santa Rosa


en el Hospital Dos de Mayo, destinada a la asistencia de los enfermos
tuberculosos y bajo la dirección del Dr. Aníbal Corvetto.

Creación de la Cátedra de Dermatología en San Fernando primer catedrático


Dr. Belisario Sosa Artola.

1913 Towsend encuentra que la Titira es la transmisora de la verruga.

1915 Primer dispensario antituberculoso «Juan N. Byron».

1916 Juan Voto Bernales describe el primer caso de lepra autóctono de Lima en
el Hospital Dos de Mayo.

Se crea la cátedra de Medicina Tropical en San Fernando, primer catedrático


Dr. Julián Arce.

1922 Se inaugura el primer sanatorio de tuberculosis en Jauja, el Sanatorio


Olavegoya.

1925 Oswaldo Hercelles y Telémaco Battistini cultivan la Bartonella.

1926 Se inaugura el Asilo Colonia de San Pablo en Loreto, para enfermos del Mal
de Hansen (lepra).

1930 Fundación de la Asociación Médica Peruana «Daniel A. Carrión».

1932 Epidemia mortífera de paludismo en los valles de la Convención y Lares.


Gran actuación de los malariólogos peruanos.

1944 Se comienza a usar la penicilina entre nosotros. En verruga la usan Luis


Aldana en el Dos de Mayo y César Merino en el Loayza.
Inauguración de la Campaña Nacional Antileprosa bajo la dirección del Dr. Hugo
Pesce.

1945 Esteban Rocca introduce la Neurocirugía, aunque desde 1940 Mauricio


Dávila hacía ya algunas intervenciones.

1947 Se funda la Federación Médica Peruana.

1950 Operación de Tacriacistorinostomía el 23 de Febrero de 1950 en la Clínica


Quezada.

1951 El 14 de febrero Roque Bellido Tagle ejecuta el primer transplante de


córnea usando el Trepano circular de 5.1 en la Clínica Lozada o Italiana.

1953 En enero, Marino Molina ejecuta la primera intervención de cirugía


cardíaca (válvula mitral).

1958 Cirugía de válvula aorta a cielo abierto con paro de circulación mediante
el frío a 28ºC, por Marino Molina.

Extracción de cataratas con el Crioextractor, usando por primera vez hielo, por
Roque Bellido Tagle.

1964 Roque Bellido Tagle trata las equímosis conjuntivales, con ligera
aplicación superficial del electrocauterio (fulguración), desapareciendo en 24
hrs. la equímosis.

1969 Raúl Romero Torres inicia los trasplantes renales aunque algunos años
antes los había hecho en pequeña escala el Dr. Augusto Hernández en Ica.

Se crea el Colegio Médico del Perú.

1972 Marino Molina hace el primer transplante cardíaco. Se inicia las


operaciones de bypass coronario.

1982 Servicio de Oftalmología del hospital Santo Toribio de Mogrovejo el Dr.


Francisco Contreras ejecuta la primera operación de aplicación de lentes
intraoculares.

1983 1985 Raúl Patrucco y Wenceslao Castillo describen los primeros casos de
SIDA en el Perú.
EL ENFERMERO MARTÍN

Martín fue hijo de un español, Don Juan de Porres y


de una negra liberta panameña, Ana Velázquez, que
residía en Lima. Nació el 9 de diciembre de 1579, en
Lima y murió el 3 de noviembre de 1639 a la edad de
59 años. Fue beatificado en el año 1837 por el papa
Gregorio XVI y canonizado el 6 de mayo de 1962 por
el papa Juan XXIII. Los motivos de convertir en santo
a este ilustre e inolvidable peruano de la época
colonial, fueron más allá de lo que comúnmente
conocemos. Fray Martín, además de su fiel devoción
a los hábitos dominicos, es destacado por sus amplios
conocimientos al servicio de la salud de cualquiera
que buscara su ayuda, era uno de los primeros
enfermeros que la historia del Perú pueda
identificar; además, se le identifica como Cirujano menor (Les llamaban
barberos en esa época), farmacólogo (herbolario), odontólogo (sacamuelas) y
médico veterinario. Fue el mismo Ricardo Palma, que en sus Tradiciones
Peruanas le endilgó el sustantivo de enfermero en muchos de sus pasajes
históricos.

Martín debió de empezar su labor como enfermero entre 1604 y 1610. Inició su
aprendizaje de boticario en la casa de Mateo Pastor, quien se casaría con la
hija de su tutora. Esta experiencia sería clave para Martín, conocido luego como
gran herbolario y curador de enfermos, puesto que los boticarios hacían
curaciones menores y administraban remedios para los casos comunes. También
fue aprendiz de barbero, oficio que conllevaba conocimientos de cirugía menor.

En el convento, Martín ejerció también como barbero, ropero, sangrador y


sacamuelas. Su celda quedaba en el claustro de la enfermería. Todo el
aprendizaje como herbolario en la botica y como barbero hizo de Martín un
curador de enfermos, sobre todo de los más pobres y necesitados, a quienes no
dudaba en regalar la ropa de los enfermos. Su fama se hizo muy notoria y acudía
gente muy necesitada en grandes cantidades.

Su labor era amplia: tomaba el pulso, palpaba, vendaba, entablillaba, sacaba


muelas, extirpaba lobanillos, suturaba, succionaba heridas sangrantes e
imponía las manos con destreza. En Martín confluyeron las tradiciones
medicinales española, andina y africana; solía sembrar en un huerto una
variedad de plantas que luego combinaba en remedios para los pobres y
enfermos.

Su preocupación por los pobres fue notable. Se sabe que los desvalidos lo
esperaban en la portería para que los curase de sus enfermedades y les diera
de comer. Martín trataba de no exhibirse y hacerlo en la mayor privacidad. La
caridad de Martín no se circunscribía a las personas, sino que también se
proyectaba a los animales, sobre todo cuando los veía heridos o faltos de
alimentos. Tenía separada en la casa de su hermana (que ya estaba casada y en
buena posición social) un lugar donde albergaba a gatos y perros sarnosos,
llagados y enfermos.

La personalidad carismática de Martín hizo que fuera buscado por personas de


todos los estratos sociales, altos dignatarios de la Iglesia y del Gobierno, gente
sencilla, ricos y pobres, todos tenían en Martín alivio a sus necesidades
espirituales, físicas ó materiales. Su entera disposición y su ayuda incondicional
al prójimo propiciaron que fuera visto como un hombre santo. En la actualidad,
todas estas son características de la medicina humanista, corriente cada vez
más difundida entre las nuevas facultades de medicina en el Perú. Muchos
enfermos lo primero que pedían cuando se sentían graves era: "Que venga el
santo hermano Martín". Y él nunca negaba un favor a quien podía hacerlo.

Se le atribuyó también el don de la sanación, de los cuales quedan muchos


testimonios, siendo las más sorprendentes la curación de enfermos
desahuciados. "Yo te curo, Dios te sana" era la frase que siempre solía decir
para evitar muestras de veneración a su persona. Según los testimonios de la
época, a veces se trataba de curaciones instantáneas, en otras bastaba tan sólo
su presencia para que el enfermo desahuciado iniciara un sorprendente y firme
proceso de recuperación. (Efecto placebo).

Debido a su vida al servicio de la salud y cuidado de los pacientes y enfermos,


es que a San Martín de Porres se le ha nombrado Patrón de los Enfermos, Patrón
de los Químicos Farmacéuticos del Perú, Patrón de la Sanidad de las fuerzas
policiales del Perú y Patrón de la Universidad de San Martín de Porres, en Lima
– Perú.
DANIEL CARRIÓN: MÁRTIR DE LA MEDICINA
NACIONAL
 Nació en cerro de Pasco el 15 de agosto de 1857.
 Ingreso a la facultad de medicina de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos en 1880.
 Empezó su internado en 1885, en el Hospital de San Bartolomé pero asistía
frecuentemente al Hospital Dos de Mayo porque era allí donde se veían más
casos de verrugas.
 Carrión estuvo interesado en el estudio de los pacientes con verruga.
 Su interés mayor estuvo en conocer el pródromo de la enfermedad de
verrugas para “diagnosticarlo temprano y administrar el tratamiento”.
 Se introdujo el fluido de una verruga rasgada con una lanceta el 27 de agosto
de 1885.
- Tres semanas más tarde empezaron sus molestias que fueron
destruyendo su organismo paulatinamente. Solo presento fiebre en los 5
primeros días, empalideció y se tornó levemente ictérico.
- Atendido por una junta médica le recetaron quinina por si se tratara de
malaria. Su estado general decayó y se tornó oligurico.
- La junta médica recomendó su traslado a un hospital para una
transfusión.
 Carrión falleció el 5 de octubre de 1885 en el Hospital Francés Maison de
Sante.

Al día siguiente, algunos profesores censuraron la conducta de Carrión y


acusaron a los profesores de la academia de haberlo permitido. Esto trajo
respuestas inmediatas .entre tanto se nombró una junta para que investigue si
hubo suicidio u homicidio. La autopsia no revelo cambios macroscópicos
importantes. Al doctor Evaristo Chávez, quien había inoculado a Carrión, se le
enjuicio siendo absuelto de toda culpa dos meses más tarde. Entre tanto, la
prensa local resalto la muerte de Carrión como un sacrificio por la ciencia,
reconociéndosele el haber demostrado la unidad etiológica entre la fase febril
y la verrucosa y la inoculabilidad de la enfermedad de verrugas.
La Tuberculosis en el Perú
La tuberculosis ha causado y sigue causando estragos en el género humano, de
preferencia en la población de escasos recursos, por lo que se le llama «la
enfermedad de los pobres».

Desde Hipócrates se conoce la tuberculosis, aunque al parecer, él no fue


tuberculoso, sin embargo contribuyó al conocimiento de la enfermedad; creó
la palabra «tisis» que quiere decir consunción (adelgazamiento extremo) y
describió tan bien la enfermedad que hasta nuestros días nos han llegado sus
alcances semiológicos al describir «la facies hipocrática», la fiebre vespertina
o «fiebre héctica».

En el Perú, la tuberculosis existe desde la época del Antiguo Perú y aumento


considerablemente durante la Colonia. La tradición popular narra que el Inca
Túpac Yupanqui, atacado por la enfermedad, eligió a Jauja para descansar y
reponerse, por ello la fama de esta ciudad para el tratamiento de la
tuberculosis.

Durante la Colonia citamos a Isabel Flores de Oliva (Santa Rosa de Lima), quien
padeció de la enfermedad. Por lo mismo fue designada patrona de los
tuberculosos y el Día del Tisiólogo se celebra el 30 de agosto, día de la santa.
El cuadro pintado por Medoro en 1617 en la Basílica de Santa Rosa, muestran a
Isabel Flores en ese estado de enfermedad.

En el siglo XIX, entre tantos enfermos famosos


en el Perú, citamos a don Manuel Pardo, futuro
Presidente de la República, quien recobró la
salud gracias a su permanencia en Jauja.
También citamos a Juan M. Byron, médico de
la Promoción 1885, que muere muy joven de
tuberculosis en Estados Unidos en el curso de
sus estudios en Bacteriología, víctima de una
inoculación accidental.

Luego, ya en este siglo, abundan los


personajes, pero solamente citamos a tres:
con toda verosimilitud, Felipe Pinglo, el gran
bardo criollo que falleciera un 15 de mayo de
1936 en la Sala de Santo Toribio del Hospital
Dos de Mayo. El popular Alejandro Villanueva,
baluarte del Alianza Lima, quien viviera sus últimos días en su lecho de
enfermo, en la sala Santa Rosa del Hospital Dos de Mayo, en 1944.

Mencionaremos algunos datos importantes en la lucha antituberculosa en el


Perú. El Dr. Aníbal Corvetto, Promoción 1902 de San Fernando, fue el primer
tisiólogo del Perú y el primer jefe de la sala de Santa Rosa del hospital Dos de
Mayo.

Mencionar asimismo al sanatorio


Olavegoya de Jauja, que alcanzó su
apogeo entre 1932 y 1950 bajo la
dirección de José Elías García Frías. Se
recuerda también la creación de la
cátedra de Tisiología de la Facultad de
Medicina de San Fernando con Ovidio
García Rosell en 1934, la Fundación de la
Sociedad Peruana de Tisiología en 1935
por hombres de la talla de O. García
Rosell, Juan Werner, Juan M. Escudero
Villar, Luis Cano Gironda, Max Espinoza
Galarza, Leonidas Klinge, entre otros.

Y luego el Hospital Sanatorio de Bravo Chico, ahora Hospital Hipólito Unanue,


donde ha continuado formándose la crema de la tisiología nacional, ahora
escuela neumológica.

La Peste en el Perú
Historia de la Peste en el
Mundo

La narración más antigua de la


peste la encontramos en la
Biblia, en el Primer Libro de
Samuel. Este libro relata que
aproximadamente 1.000 años
antes de Cristo, los filisteos,
quienes habían arrebatado el
Arca de la Alianza de los israelitas, fueron afectados por una enfermedad
terrible.

El primer relato indudable de la peste bubónica es la “Gran Peste de


Justiniano”. La Primera Pandemia de Peste Bubónica se originó probablemente
alrededor del año 532 DC en Egipto y se extendió por el Oriente Medio y el
Mediterráneo en los años siguientes, llegó a Turquía, Constantinopla y Grecia
en el año 541/542 DC, a Italia en el año 543 DC, y en los territorios de Francia
y Alemania 545/546 DC. Ocasionó la muerte del 50 % de la población de esa
época.

Es en el siglo XIV cuando la


peste bubónica cobró millones
de víctimas, dando inicio a los
primeros organismos de
salubridad. La Segunda
Pandemia, también conocida
como la “Muerte Negra o gran
pestilencia”. Esta apareció en
1334 en China y luego se
extendió hacia el oeste a lo
largo de las grandes rutas
comerciales en Tauride en el
Mar Negro y, finalmente, a
Constantinopla. Desde la India
llegó a través de la guerra de
Crimea en 1347 y fue importado
después a Venecia, Génova y Sicilia. La enfermedad se propagó poco a poco e
inevitablemente de pueblo en pueblo por las ratas y los seres humanos
infectados, o más rápidamente de un país a otro mediante buques, se calcula
mató de 20 a 30 millones de personas en Europa (más de un tercio de la
población europea), reduciendo la población mundial estimada desde 450
millones hasta 350 ó 375 millones en el año 1400.

En el siglo XIX, la peste permaneció en Oriente, su lugar de origen. Entonces,


la Tercera Pandemia probablemente se originó en la provincia china de Yunnan
hacia 1855 y se extendió a la costa sur de China, causó varios brotes más
pequeños. Pero en 1897 regresó afectando a casi toda Europa y luego hacia los
demás continentes; entre los años 1894 y 1903, la peste había entrado en 77
puertos en los 5 continentes. En los primeros años de esta tercera pandemia la
enfermedad ocasionó la muerte de 12 millones de personas en la India y China.

La Peste ingresa a América

El comercio posibilitó el ingreso de la peste bubónica a América a fines de 1899,


haciendo su aparición en este continente por primera vez en Paraguay,
convirtiéndose en el primer país afectado. La epidemia se inició en Asunción y
Santos, extendiéndose en forma brusca. La propagación de esta enfermedad
fue rápida, afectando en forma simultánea a Brasil y Argentina entre ese mismo
año y principios de 1900, afectando las ciudades de Rosario, Santa Fe, Buenos
Aires y Río de Janeiro. Chile y Venezuela fueron dos de los últimos países
afectados; en mayo de 1903, estalló en Iquique la Peste bubónica que afectaría
Chile, Se presume que las ratas portadoras del mal chileno subieron en el Callao
y desembarcaron en Iquique y Valparaíso. En Venezuela apareció por primera
vez en 1908, al parecer fue importada desde Trinidad.

Historia de la Peste Bubónica en el Perú


La peste bubónica se presentó por primera vez en el Perú en los últimos días de
abril de 1903, en el Callao y en Pisco, con una epizootia previa en las ratas
encontrándose muchas de ellas enfermas y muertas sobre todo en el Molino
Santa Rosa del Callao. Entre el 28 de abril y el 8 de mayo enfermaron diez
trabajadores de ese establecimiento, de los cuales fallecieron seis.
Lima y Callao, año 1903

Existe un relato realizado por Carlos Cueto, que relata una Historia en 1903 de
la señora Figueroa, que cuando vestía el cuerpo de su hijo Pedro para el
entierro, muerto por una enfermedad desconocida cuando trabajaba en el
Molino Milne de Lima, palpó una extraña hinchazón en el cuello del cadáver.
Nadie le dio importancia al descubrimiento hasta días después cuando 10 de los
60 trabajadores del Molino donde trabajaba Pedro Figueroa enfermaron
gravemente del mismo mal desconocido que le afectó a Pedro, lengua seca,
hinchazón de ojos, fiebre profusa y bubones del tamaño del huevo de una
paloma en el cuello, la ingle y las axilas. Algunos relacionaron esta enfermedad
de los trabajadores, la muerte de Pedro y el hedor de las decenas de ratas
muertas en el Molino.

El Comercio
Marítimo: Forma de ingreso de la Peste
Esa fue la primera noticia de la llegada de la terrible peste bubónica. Entre
1903 y 1905 la peste se extendió hasta Lima y los principales puertos del país. El
origen de esta peste fue atribuido a una embarcación proveniente del puerto
Tailandés de Bangkok, el foco de la pandemia de peste negra que se extendió
por el mundo desde 1894. La peste acodó en el Callao a fines de diciembre de
1902 con más de 10 mil sacos de arroz para el Molino Milne; entre esos sacos
también viajaban cientos de ratas infectadas. El crecimiento del número de
viajes, pasajeros, mercancías y de ratas entre los puertos peruanos, puso en
contacto a poblaciones sanas con enfermas.

A principios del siglo XX, Lima y otras ciudades de la costa estaban idealmente
ambientadas para cobijar ratas, pericotes y otros roedores. Estos podían
difundirse rápidamente por el hacinamiento de la población, la tugurizarían de
las viviendas, la precariedad de las construcciones, la acumulación de basuras
y la persistencia de conductas antihigiénicas.

Existía en ese entonces, una pésima condición de los sistemas de desagües. La


mayoría de las calles de Lima tenía acequias abiertas. Las viviendas tenían silos
poco profundos y eran magníficos criaderos de ratas. Ni siquiera las mejores
casas de Lima eran de concreto. La tugurizarían era alarmante, dando inicio a
otra forma de hacinamiento: los callejones. En ellos se aglomeraban las
familias, la suciedad y las ratas. Finalmente, a estas condiciones que facilitaban
la multiplicación de roedores, se sumó el crecimiento del comercio
internacional a comienzos del siglo XX que acentuó el contacto de los puertos
peruanos con embarcaciones que provenían de regiones donde la peste era
endémica. A fines de 1903, toda muerte súbita era atribuida a la peste;
relacionándolas con las conocidas historias apocalípticas de la peste en la
Europa medieval.

Se crearon el Lima 3 instituciones nuevas: el Instituto Municipal de Higiene, la


Dirección de Salubridad Pública y la Junta Directiva de la Campaña contra la
Peste Bubónica de la Provincia de Lima. De estas, fue la Junta la que alcanzó
mayor notoriedad durante la epidemia, teniendo como presidente al destacado
médico italiano Juan B. Agnoli, formado en la Facultad de Medicina de Bologna,
quien llegó a Lima en 1887 y se convirtió en uno de los médicos más importantes
del Hospital Italiano.

La peste llegó en una época cuando no era común que la medicina afectase la
vida cotidiana de las personas. Para ello y la conocida gala “criolla” del limeño
de siempre, se “crearon” insumos que eran vendidos como la salvación de la
peste: como el “Jabón Fénico”, el licor “Fernet Branca”, y la “Lejía Anti-
bubónica”. La
medicina doméstica y
tradicional tenía sus
propias
explicaciones.
Muchos consideraban
a la peste como un ser
maligno que no había
que ofender ni
obstaculizar.

Por su lado, los sueros El Lazareto de Guía - Lima, Perú


y las vacunas
promovidos por la Junta fueron objetos de polémicas; la rudeza con que se
trató a los enfermos fue objeto para la resistencia a ellos (se ocultaban a los
enfermos), los aislamientos forzosos (producían las huidas de Lima y fugas de
los centros de aislamiento) y la incineración.

El Lazareto era una instalación sema aislada, utilizado como centro para tratar
a los enfermos de la Peste. Una de estas, el Lazareto de Guía, se levantó en
una pampa árida que existía en la entrada norte de Lima (distrito actual de San
Martín de Porres). El Lazareto contaba con dos pabellones para varones y dos
para mujeres. Los enfermos debían tomar un purgante y mantener una rígida
dieta de leche y agua de grama (una planta medicinal) y llegaban a la
convalecencia muy débiles. Para muchos, recuperarse de la peste era una
antesala para caer víctima de otros males, como la tuberculosis, debido al
estado débil del paciente. El temor popular al lazareto se incrementó por la
mortandad entre sus “pacientes” que, entre 1903 y 1905, llegó al 52%.

La desratización fue una de las primeras medidas a tomar, la eliminación de


cuyes y conejos, la quema de harina proveniente del Callao, así como se cierran
escuelas, se pide suero anti bubónico de Lima y se publican instrucciones en los
periódicos, se evita que llegue correspondencia de puertos infestados se
prohíbe el entierro de los muertos en el cementerio y se habilita otro lugar.
CONCLUCIONES:
1. A realizar la investigación sobre la antigua
historia de la medicina peruana nos da
conocer como fue realizando la magia y la
mística.
2. Conocer un poco más sobre las variaciones
de las plantas medicinales que se utilizó en el
Perú antiguo
3. Se concluye que en el imperio incaico los
grandes logros en la medicina, estaban ligado
a sus técnicas, métodos y personajes ligados
a este oficio; como Hampicamayoc que es un
personaje ligado al cuidado de la salud.
4. Se logró reconocer los hechos que se dieron
en el proceso de la historia de la medicina en
el Perú, conocimos el proceso evolutivo de
aquella época.
5. Conocimos los hechos y acontecimientos que
ocurrieron en la época de la medicina
peruana de la república, a la vez investigamos
más sobre los afrodescendientes peruanos.
6. El aporte de Carrión es como un sacrificio por
la ciencia, por haber demostrado la unidad
etiológica entre la fase febril y la verrucosa y
la inoculabilidad de la enfermedad de
verrugas.
7. El primer protomédico autorizado para
ejercer Antonio Sánchez de Renedo y el
primer protomédico peruano fue el doctor
Francisco Bermejo y Roldán.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1. KAPSOLI, Wilfredo (2007) Mapa cultural y educación en el Perú Lima:

Asamblea Nacional de Rectores

2. PAMO-REYNA, Oscar (2007) Medicina y Reumatología Peruana. En:

Medicina en la época Colonial – UNMSM.

3. NEYRA, José (2002) Imágenes históricas de la medicina peruana

(http://sisbib.unmsm.edu.pe/BibVirtual/libros/Medicina/Ima_Histo_Med

_Per/cap_25.htm) Sitio web del Sistema de Biblioteca de la UNMSM,

contiene el libro digital de José Neyra. (Consulta: 14 de Octubre)

4. MENA, Nelson (2005) Próceres de la medicina peruana

(http://www.ops.org.bo/textocompleto/rnabhm20051114.pdf) Sitio web

Organización Panamericana de la salud, contiene artículo del Dr. Nelson

Mena acerca de los médicos sobresalientes de la medicina peruana en

el Virreinato (consulta: 14 de Octubre)

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