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Hans Seyle, considerado como el "padre" del estrés, ya introdujo éste término en la década de los
sesenta. Sin embargo, ha sido en los últimos años cuando la sociedad ha comenzado a prestar
atención a la importante influencia que tiene el estrés en la salud pública.
¿Qué es el estrés? Estrés significa esfuerzo de adaptación.
El estrés es un hecho habitual en nuestras vidas, no puede evitarse, ya que cualquier adaptación al
cambio representa estrés.
Los sucesos negativos, como la enfermedad o muerte de un ser querido, son hechos estresantes
pero, por ejemplo, un suceso positivo como ascender en el trabajo trae consigo el estrés de un
nuevo estatus, de nuevas responsabilidades.
1. Definición de estrés
1.1. Introducción
Estrés es un término que viene de stress (en inglés), que en una de sus múltiples acepciones
significa "una influencia mental y emocionalmente disruptora e inquietante; distress".
En general, se asocia el estrés a un estado negativo o una experiencia perjudicial que es necesario
eliminar a toda costa. Sin embargo, esto no es siempre así, ni tiene por qué serlo. Lo que resulta
negativo y llega a ser nocivo es que esa experiencia sea excesiva, incontrolada o incontrolable.
Para constatar esa doble valoración del estrés algunos autores utilizan dos términos diferentes:
eustrés o estrés sano y distrés o estrés perjudicial (Selye, 1976; Edwards y Cooper, 1988).
Eustrés: Se entiende por eustrés toda activación del organismo orientada a adaptarse a una
situación interpretada como desafío o reto positivo que va seguida de una percepción de logro y
desactivación.
• Muy centradas
• Llenas de energía
• Motivadas
• Conscientes de todas las opciones
• Desafiantes
Distrés: El estrés perjudicial o distrés es toda activación crónica orientada a tratar de adaptarse a
una situación interpretada como amenaza y que no va seguida de desactivación y percepción de
logro.
La falta de desactivación propia de los estados de estrés perjudicial se asocia a un desgaste orgánico
por hiperfunción y a una experiencia emocional de irritabilidad y fracaso.
Cuando se experimenta distrés las personas se sienten
• Tensas / Ansiosas
• Enfadadas, rabiosas o deprimidas
• Con ganas de pegar golpes
• Frustrados
• Baja autoestima
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Reacción del organismo ante el eustrés Reacción del organismo antes el distrés
1.2. Origen
El estrés que experimentamos hoy, es más intenso e implacable que aquel que sufrieron nuestros
antepasados.
• Cuando un tigre atacaba a un hombre primitivo, el cuerpo de éste respondía con la
clásica reacción de “lucha o huye”. Con independencia del resultado, la respuesta
de su cuerpo ante el estrés estaba destinada a su supervivencia. Se puede decir
que su estrés era su aliado.
Lucha o huye: Con los dramáticos cambios que experimentaba su cuerpo, se preparaba para
adoptar cualquiera de las dos opciones: huir o atacar. Su elección era bien clara: o se dejaba comer,
en cuyo caso el estrés no contaba, o sobrevivía y su cuerpo de forma automática volvía a su estado
normal.
• El estrés que experimentamos hoy, no es tan tangible como el de nuestros
antepasados, es menos obvio y está más generalizado. Para muchas personas, el
estrés no es ni mucho menos un aliado, sino la causa del deterioro de su salud, de su
falta de productividad, o de simple depresión
Una experiencia es de por sí neutral. Pero nosotros le damos una interpretación positiva o negativa
según cuales sean nuestras actitudes, creencias y valores.
Lo que nos genera eustrés o distrés es nuestra manera de encajar -o de no encajar- los
acontecimientos, o de reaccionar frente a ellos. Es un proceso en el que uno entra sin darse cuenta,
y que cuando está de lleno sumido en él, muchas veces no es capaz de reconocerlo.
1.3. Tipos
El estrés es nuestra respuesta ante los sucesos producidos por la ansiedad. Es una reacción ante el
cambio. Es un síndrome que incluye tres respuestas principales.
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1.4. Síntomas
La liberación de adrenalina en respuesta al eustrés en un periodo de estrés corto (esquivar el coche
que casi le atropella), no suele dañar el sistema inmunológico. Pero cuando se sufre estrés de
forma continua, nuestro organismo libera cortisol.
Cortisol: El cortisol es una hormona que reduce la capacidad de nuestro sistema inmunológico para
luchar contra las enfermedades. El exceso de trabajo y la ansiedad, suelen tener como consecuencia
un desequilibrio hormonal, que a su vez originará cansancio. En esta situación, nuestro cuerpo está a
merced de cualquier virus, o de cualquier célula descontrolada.
Con el distrés no hay una auténtica relajación ante una crisis y la siguiente. Algunos efectos del
estrés prolongado o distrés hacen que se acelere el corazón o se tensen los músculos. Cuando
nuestro cuerpo permanece tenso, ello también puede causar tensión emocional y padecer el
síndrome de Burnout.
Burnout: El término Burnout, acuñado en 1974 por el psicoanalista Freudenberger, se utiliza para
describir una situación de fuerte cansancio mental e intelectual causado por niveles elevados de
estrés profesional. Puede ser considerado un proceso con una fase inicial en la cual se presenta los
siguientes comportamientos y sensaciones:
• Evaluación negativa de uno mismo
• Actitud negativa hacia la propia profesión
• Sensación de impotencia
• Excesivos conflictos en relación con el entorno
• Dificultad para escuchar a los demás y ausencia de empatía
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Recuerde:
• El estrés es la forma en que reaccionamos, física y emocionalmente ante los cambios que nos
suceden y las exigencias que debemos cumplir.
• La diferencia en cómo reaccionamos ante el estrés, depende en gran medida, de cómo nos
percibimos a nosotros mismos y cómo vemos nuestra situación.
• El distrés es una enfermedad progresiva, causada por las presiones y exigencias de la vida
moderna, de la sociedad y de uno mismo.
• Cuando el distrés se hace crónico, la salud física y emocional sufre.
2. Factores desencadenantes
2.1. Introducción
En el curso de la vida afrontamos con frecuencia situaciones que necesitan un esfuerzo continuado
de adaptación, algunas más comunes, otras menos frecuentes.
Numerosos estudios han intentado determinar el valor estresante de ciertos acontecimientos. Entre
ellos, la contribución más notable se debe a Rahe y Holmes, quienes elaboran un test que permite
medir el número e intensidad de los eventos estresantes.
Los estudios realizados demuestran que la muerte de la pareja encabeza la lista de los
acontecimientos más estresantes. Incluso los acontecimientos positivos, como el matrimonio, pueden
generar mucho estrés. Vivir una serie de acontecimientos trascendentales en un periodo breve
aumenta el riesgo de padecer estrés.
Además de la muerte de la pareja y el divorcio, hay otras experiencias que pueden generar un gran
estrés. Suelen ser: mudarse, tener un hijo, aceptar un empleo en el extranjero y jubilarse, ya que
suponen un cambio importante, una interrupción de la rutina cotidiana y, a menudo, decir adiós a
muchas cosas y personas.
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También las incidencias y problemas cotidianos pueden provocar estrés. Se trata de pequeños
inconvenientes que cada uno de nosotros se ha acostumbrado a soportar, aunque tienen el poder de
debilitar nuestra capacidad de resistencia, sobre todo si se repiten con regularidad y de forma
continua.
Problemas cotidianos: Cada uno de nosotros se enfrenta con múltiples situaciones desagradables:
viajar durante las horas punta, recibir una noticia que deshace nuestros planes, compartir un espacio
con un fumador maleducado, hacer una larga cola en el supermercado, tener un problema con un
vecino de la vivienda, mantener la rutina cotidiana, etc.
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• No mantienen una lucha permanente contra el tiempo: La persona de este tipo se hace
a veces organizada en exceso, buscando una calidad muchas veces desmesurada por ir
acompañada de un bajo rendimiento.
Relaciones deterioradas.
La falta de confianza y apoyo.
Relaciones poco cooperativas.
La existencia de disputas.
Conflictos personales.
Tensiones entre los ocupantes de
grupo de trabajo
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Usted como individuo... ¿cómo se siente en relación a su estado físico, su ser espiritual y su
intelecto? ¿cuánto tiempo le dedica a cada uno a la semana por término medio?
En sus relaciones... ¿cómo divide su tiempo? ¿cuánto dedica a su cónyuge, a su familia, a sus
parientes lejanos y amigos, colegas, compañeros de trabajo y a la gente o grupos con los que cuenta
en caso de necesidad?
En su vida laboral... ¿cómo divide su tiempo entre los distintos elementos que constituyen su
trabajo, sus actividades con la comunidad, el mantenimiento personal y de la casa, el ocio?
¿Consiguen encajar los diferentes aspectos de su vida y sus relaciones en sus valores?
Valores: Los valores son los principios organizativos que determinan la importancia relativa de sus
actividades y guían sus elecciones sobre cuál es la mejor manera de gastar su tiempo y energía.
Las tres divisiones (individuo, relaciones y trabajo) interaccionan unas con otras. La energía positiva
que se genera en una alimenta a las otras; una crisis de pérdida de energía en uno puede tener un
impacto negativo en los otros.
¿Desea valorar su propia mezcla de presiones y recompensas?
Le recomendamos que, para valorar su propia mezcla de presiones y recompensas, realice los
siguientes pasos:
• Pregúntese a sí mismo cómo lleva esta mezcla de presiones y recompensas.
• Dibuje un diagrama en forma de pastel y divídalo en porciones, de manera que muestre
cómo acostumbra a gastar su tiempo y energía. ¿Qué encuentra equilibrado? ¿Qué parece
desequilibrado? ¿Podría cambiar alguna cosa para lograr una mayor armonía con sus valores?
• A continuación haga otro pastel con la vida "ideal" para poder comparar ambos.
• Aunque no siempre va tener la opción de escoger, trate de mantener las piezas del puzzle de
su vida equilibradas para prevenir el estrés y la ansiedad, para evitar desaprovechar su
tiempo y lograr el mayor grado de seguridad.
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Recuerde:
En la actualidad el estrés se entiende como un proceso complejo, dinámico e interactivo donde los
elementos implicados son:
• Los sucesos estresantes o estresores (condiciones ambientales, sucesos reales o imaginados), • la
percepción y valoración cognitiva del sujeto,
• la respuesta de estrés y
• las consecuencias de tal actuación.
3. Factores Amortiguadores
3.1. Introducción
El conocimiento y la comprensión de qué es lo que provoca estrés facilita el reconocimiento de las
actitudes, enfoques y pautas que se deberían adoptar para moderar al máximo la influencia del
distrés sobre nuestra vida.
Las personas que conocen el origen de su estrés, enfocan su vida cotidiana con actitudes saludables:
respecto a ellas mismas, a sus tareas habituales y a las situaciones.
En ambos casos, el estrés no tiene su origen tanto en las cosas que nos ocurren, como
en nuestra manera de afrontarlas.
Sin embargo, hay personas que a las situaciones que producen estrés las consideran como desafíos
que les exigen estar alerta y ponerse en acción.
Desafíos: Las personas que consideran las situaciones que producen estrés como desafíos:
• Trabajan con el fin de resolver sus problemas y dificultades, en lugar de reaccionar
automáticamente contra ellos.
• Se ven a sí mismos como personas que avanzan, se perfeccionan y son capaces de sacar
el mayor provecho posible de cualquier situación.
• Tratan los desacuerdos de forma constructiva y consiguen que la tensión que provoca
el desacuerdo sea fuente de creatividad e innovación.
Actitudes para controlar el distrés y adoptar un nuevo estilo de vida:
• Desaceleración: Procure realizar las actividades habituales (comer, conducir, caminar,
hablar, etc.) sin sensación de apremio o urgencia.
• Pensamiento positivo: Las personas con estilo de pensamiento positivo son más capaces
de superar las contrariedades cotidianas, disfrutando así de una mayor calidad de vida.
Estimúlese pensando que "de otras peores me he salido" o que "querer es poder".
• Aprenda a decir "no": Sea asertivo, liberarse de anteriores dependencias y saboree
experiencias decididas por uno mismo.
• Aprenda a relajarse: Aprender a desconectar es básico para disminuir emociones
negativas y mejorar la calidad de vida. ¡Saberse relajar es fundamental para la acción!
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Reconozca actitudes:
Examinar estos tres aspectos proporciona una visión que nos ayuda a diagnosticar las pautas de
trabajo y los problemas de tiempo. Esta visión facilita la decisión de qué cambios realizar en la
distribución del tiempo para disminuir el estrés y obtener mejores resultados.
Después de determinar exactamente dónde y cómo está desperdiciando su tiempo, puede
empezar a pensar en realizar cambios apropiados. Esto requiere tomar medidas, establecer
estrategias y adoptar pautas.
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Recuerde:
• El estrés no tiene su origen tanto en las cosas que nos ocurren, como en nuestra manera de
afrontarlas.
• Si tomamos conciencia del estrés, podremos adoptar las medidas más efectivas para remediarlo.
• Un cierto nivel de tensión en nuestras diarias ocupaciones es bueno y estimulante, nos ayuda a
pensar, actuar y vivir nuestro trabajo con satisfacción y eficacia.
• Haga del tiempo un aliado, no un enemigo, y trátelo como tal: ofreciéndole tiempo.
• Tener control sobre el propio tiempo equivale a tener control sobre la propia vida.
• Piense que "esto es lo mejor que puedo estar haciendo en este momento", es un importantísimo
antídoto de neurosis de ansiedad.
Los recursos personales son los Rasgos de la personalidad tales como formación, inteligencia,
pugnacidad, persistencia, audacia, etc. Las Estrategias son aquellas diseñadas por la propia
persona para superar el acontecimiento negativo que le provoca la tensión. Todo ello apoyado de
recursos externos
De éstos, el único recurso que realmente repercute en el nivel de estrés son las estrategias, y nos
permite responder al estrés de manera positiva o negativa; los demás son más o menos inamovibles
en el momento en que se sufre un determinado suceso. Por ejemplo, nuestra situación económica o
nuestra personalidad no cambiarán de la noche a la mañana, pero podemos adoptar rápidamente
una estrategia para hacer frente a un nuevo acontecimiento.
"De todas las virtudes que podemos aprender no hay otra más útil, más necesaria para la
supervivencia, y con más probabilidades de mejorar la calidad de vida que la capacidad de
transformar la adversidad en un desafío que pueda proporcionarnos disfrute”. Mihalyi
Csikszentmihalyi
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3.5.1. Detectar:
Hay que dedicar un cierto tiempo a reflexionar acerca de las cuestiones que producen estrés y
hacerse preguntas: ¿Por qué me trastorna esta situación?" "¿Qué circunstancias me ponen inquieto,
me irritan o despiertan en mí sentimientos de culpabilidad?". Descubrir las razones que se
ocultan detrás del estrés es esencial, si no es así, difícilmente podremos aplicar un tratamiento
eficaz para su erradicación.
El "informe histórico" del estrés, debe ser un proceso continuo, se debe organizar en torno a las
fuentes donde proviene y a las ocasiones en que se origina.
3.5.2. Aceptar:
El estrés es una parte inseparable de la vida humana, es natural e inevitable, y cada persona debe
esperar que le suceda.
Si reconocemos que la vida nos trae exigencias que debemos cumplir y presiones que debemos
soportar (componente externo), podremos entonces relativizar y atemperar mejor nuestras
reacciones (componente interno).
Podemos reducir el estrés si cultivamos la actitud de aceptar las realidades de la vida. Si
aprendemos a aceptarnos como seres humanos con defectos y limitaciones, podremos eliminar un
gran porcentaje de estrés en nuestra vida.
3.5.3. Actuar:
Cuando aplicamos un enfoque positivo las situaciones conflictivas que nos producen estrés, pasamos
de sólo pensar en los problemas a hacer lo posible para solucionarlos.
Adoptar un enfoque de resolución de problema, nos permite adquirir nuevos
conocimientos y alcanzar una nueva visión de nosotros mismos.
Por lo tanto, debemos aprender a considerar las situaciones que producen estrés como
oportunidades para perfeccionarnos.
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Si practica el hábito de contar con que van a ocurrir cambios, y de no basar su sensación de
seguridad en la suposición de que todo se mantendrá inalterable, se anticipará a ellos y
reducirá, por lo tanto, los riesgos inherentes a su aparición inesperada y repentina.Recuerde:
• No podemos establecer estrategias eficaces para tratar el estrés, mientras no sepamos qué forma
de estrés estamos experimentando.
• Una reacción de frustración y enojo ante las situaciones que nos producen estrés no sólo nos hace
sentirnos disgustados, sino que nos impide analizar el hecho que el estrés puede ayudarnos a
mejorar.
• Una buena medida para quitarnos la sensación de descontrol que pueda invadir nuestra vida
profesional, es ponerse objetivos específicos.
• La incertidumbre es el precio de la libertad.
• Aprender a anticiparse a los cambios, reduce las posibilidades de pillarnos por sorpresa.
• Cuando más nos apresuremos, menos durmamos, más inadecuadamente comamos y menos
ejercicio hagamos, mayor será nuestra ansiedad, irritación e irracionalidad, y más expuestos
estaremos a reaccionar de forma desproporcionada ante situaciones que producen estrés.
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