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1 (17-09-03)
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8 Nota.- Esta versión es el “borrador final” del Grupo de Trabajo. El documento se ha difundido entre diferentes
9 personas, y como resultado de sus comentarios se introducirán modificaciones antes dela publicación definitiva.
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23 Foto de portada: Arco del Río (La Palma, Canarias, 1930 aprox.). Este puente forma parte de la
24 colección de Eugenio Ribera. Son arcos que fueron proyectados para construirse con autocimbra,
25 la cual quedaba en el interior como armadura. Es curioso que a pesar de ello se montase en ese
26 valle una cimbra con unos 90 m de altura.
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1 Introducción
3 El objeto de este documento es servir de introducción al mundo de las cimbras para todos aque-
4 llos ingenieros que trabajan en el ámbito de la ejecución de las obras. También puede resultar útil
5 a todos aquellos proyectistas de estructuras que quieran conocer este tipo de equipos. El objeto
6 es dotar a las cimbras del rigor que tienen en su concepción y ejecución el resto de estructuras
7 metálicas, con la finalidad de mejorar su seguridad y fiabilidad.
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1 Presentación
2 Durante siglos el problema estructural ha supuesto un riesgo asumido por la sociedad; sin em-
3 bargo en el siglo XXI esa sociedad considera que es un problema resuelto y no se admite la toma
4 de riesgos en las estructuras. Es cierto que el avance de los modelos, herramientas de cálculo y
5 fiabilidad de materiales, han aumentado la seguridad. Pero estos avances han hecho que queden
6 al descubierto otros aspectos convirtiéndose en los puntos débiles de las estructuras. Estos son
7 aquellos factores que generalmente no están contenidos en los modelos de cálculo. En particular
8 hay que destacar los detalles constructivos, y los procesos de ejecución. Dentro de estos últimos
9 es esencial la utilización de estructuras provisionales auxiliares. Es durante la construcción cuan-
10 do una estructura es más vulnerable, y cuando se producen los accidentes más frecuentes. La
11 sociedad está demandando también una disminución de los riesgos durante la construcción, por
12 lo que lo lógico es que se preste cada vez más atención a todo lo relacionado con el propio pro-
13 ceso de ejecución. Sin embargo, no hay que olvidar que el riesgo en mayor o menor medida
14 siempre existe ya que una estructura está permanentemente luchado contra la acción de la grave-
15 dad.
16 La mejora en la seguridad de las cimbras puede incrementar su coste, pero este es ridículo com-
17 parado con las consecuencias que tiene un accidente, y también comparado con la inversión total
18 en cada infraestructura.
19 Lo más importante es el cambio de mentalidad para considerar en estas estructuras criterios apli-
20 cados a las estructuras definitivas. El diseño y uso de las cimbras no tiene, en la mayor parte de
21 los casos, el rigor habitual de otras estructuras metálicas. Además el análisis de estos elementos
22 suele ser realmente complejo. El resultado de todo ello es que la patología y los accidentes debi-
23 dos a fallos de cimbras son muy superiores a los de estructuras definitivas.
24 Este documento intenta aumentar la seguridad en las cimbras mediante dos líneas de actuación:
25 • Aplicar a las cimbras los criterios de diseño y el rigor necesario, que se utiliza habitual-
26 mente para el diseño y construcción de estructuras definitivas.
27 • Detectar en cada tipología de cimbra cuales son los problemas habituales para recomen-
28 dar acciones que los eviten. Por tanto este documento se debería ir completando en el fu-
29 turo con recomendaciones que eviten nuevos riesgos detectados.
30 El carácter de las cimbras como estructura provisional, no debe ser un argumento para disminuir
31 los criterios de seguridad, en todo caso para simplificarlos utilizando material estándar del que
32 previamente se ha obtenido con rigor sus condiciones de uso.
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6 • La última parte aborda diversos elementos y materiales que se utilizan en las cimbras
7 (capítulo 8).
8 No hemos pretendido abordar todos los aspectos de todas las tipologías de cimbras, y aunque con
9 distintos alcances, se ha preferido tratar las más usuales. Tampoco se ha tratado de redactar una
10 norma que aborde todos los aspectos del diseño. El objetivo ha sido incidir sobre aquellas cues-
11 tiones que, según la experiencia de los miembros del Grupo de Trabajo, son el origen de gran
12 parte de la patología en cimbras.
13 La coordinación y redacción final de este documento han sido realizada por mí mismo, habiendo
14 contado con la ayuda de un gran número de profesionales que han dedicado su valioso tiempo a
15 redactar estas recomendaciones. Por mi parte, muchas de las ideas que he intentado transmitir,
16 las he recibido a través de muchos años de colaboración con Santiago Pérez-Fadón. El Grupo de
17 Trabajo que ha realizado la redacción de los primeros borradores, fue dirigido por Luis Villa-
18 monte y ha tenido una participación muy activa hasta el final. El Grupo está formado además
19 por: Ángel Escobedo, David González, Félix Lorenzo, Guillermo Candela, José Antonio del Ro-
20 sario, José Blanco Perrín, José Ignacio Largo, José María Pertejo, Juan Carlos Garrido, Manuel
21 Castrillo, Emilio García Catalina. También hay que destacar la labor de Eduardo Ceballos en la
22 fase de revisión del documento.
23 Todos los miembros del Grupo de Trabajo esperamos que este documento sirva para incrementar
24 la seguridad de las cimbras, y en la Comisión de Ejecución de ACHE siempre estaremos abiertos
25 a cualquier sugerencia en este sentido.
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1 INDICE
6 3. EL PROYECTO DE LA CIMBRA........................................................... 22
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14 4.8.1. Generalidades.................................................................................................. 48
19 5. PREVENCIÓN DE ACCIDENTES.......................................................... 52
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6 6. CONTROL. ................................................................................................. 59
9 6.3. CIMENTACIÓN.................................................................................... 60
10 6.4. MATERIALES....................................................................................... 61
12 6.6. DESMONTAJE...................................................................................... 61
16 7.1.1. Descripción.......................................................................................................63
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1 7.5.1. Descripción.....................................................................................................116
6 7.6.1. Descripción.....................................................................................................129
12 7.6.4. Descripción.....................................................................................................138
15 7.8.1. Definición........................................................................................................142
21 7.9.2. Descripción.....................................................................................................148
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3 8.2.8. Torres..............................................................................................................171
17 9. ANEJOS..................................................................................................... 181
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3 Se entiende como cimbra aquel elemento estructural destinado a soportar el hormigón mientras
4 adquiere características resistentes suficientes para soportar su peso. También para soportar car-
5 gas en situaciones provisionales.
20 • Analizar los detalles con el rigor de las cimbras es el objetivo del documento
25 Este documento aborda las cimbras entendidas como elementos estructurales destinados a sopor-
26 tar el peso y empuje del hormigón durante su vertido y fraguado (así como los apeos de estructu-
27 ras en situaciones transitorias). No se contempla aquí los elementos estructurales destinados al
28 acceso de personas como son andamios o pasarelas provisionales de obra. Tampoco se contem-
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1 plan los encofrados en tanto cumplen su misión de crear una superficie encofrante. Los apeos
2 para forjados de edificación son tratados muy someramente, ya que su estudio más pormenoriza-
3 do será objeto de una publicación monográfica acorde con su complejidad y diversidad, y que se
4 está elaborando en otro grupo de trabajo.
5 En el capítulo 7 se han reunido una serie de consejos para varios tipos de cimbra. Se pretende
6 (con diferentes alcances) dar una breve descripción y aportar recomendaciones a los usuarios de
7 estas cimbras sobre los asuntos que se han considerado más importantes. Sin embargo no se pre-
8 tende hacer un tratado sobre cada tipo de cimbra, ya que cada una de ellas implica un proceso
9 constructivo que requiere explicaciones que se salen del ámbito de este documento.
Ilustración 1.1-2 En este documento no se tratan los paneles como superficie encofrante
10 1.2. NORMATIVA
11 Este documento no pretende ser una norma, sino un compendio de recomendaciones basados en
12 la experiencia y con un carácter eminentemente divulgativo, intentando añadir rigor al diseño y
13 utilización de las cimbras. Para ello hay que tener en cuenta el estado en el que nos encontramos
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1 en este asunto en nuestro país, por lo que sería difícil trasladar criterios de control que aunque
2 muy rigurosos distan mucho de nuestra realidad. En cualquier caso las recomendaciones aquí
3 expuestas deben ser filtradas en cada caso por la experiencia y los conocimientos estructurales de
4 cada ingeniero responsable de la cimbra.
6 Respecto a otros países europeos hemos contado con las normas de Francia, Alemania, y Gran
7 Bretaña.
10 La norma alemana da criterios para el proyecto desde el punto de vista de las acciones e indica
11 las normas DIN que deben cumplir cada uno de los materiales utilizados.
12 Sin embargo la norma Británica BS-5975/1996 tiene un enfoque mucho más amplio ocupándose
13 del proyecto, el control, la cimentación y la ejecución. La atención que presta a cada tema es
14 proporcional a los problemas reales que ocasiona, y dando finalmente recomendaciones prácti-
15 cas. La razón es clara, en los años 60 y 70 se producen una serie de fallos de cimbras que lleva al
16 nombramiento de un comité dirigido por S L Bragg que investigó el uso de cimbras y que produ-
17 jo el llamado informe Bragg. Siguiendo sus recomendaciones se redactó la primera versión de la
18 BS 5975. En el comité redactor están representados sectores muy heterogéneos pero todos ellos
19 ligados al diseño y uso de cimbras, lo cual se refleja en el contenido de la norma.
20 También habría que nombrar la BS 5973 que aunque trata fundamentalmente de andamios sus
21 elementos son utilizados a veces para cimbras cuajadas.
22 En cualquier caso la mayor parte de las recomendaciones de estas normas abordan las cimbras
23 cuajadas y las torres, pero no entran en otro tipo de cimbras que se abordan en el capítulo 7 del
24 presente documento.
25 Respecto a las cimbras móviles (más adelante definidas como cimbras-máquina) existen una
26 serie de acciones y efectos dinámicos que son abordados en el eurocódigo PREN-1991-3.
28 • La prEN-12812 (versión Marzo 1997) trata las cimbras dando recomendaciones sobre ba-
29 ses de cálculo y también algunos detalles como excentricidades máximas disposiciones
30 de husillo y apoyos con madera. Una parte importante de estas recomendaciones son re-
31 cogidas en el presente documento.
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1 • La prEN-12813 (versión Febrero 2001) trata de los métodos de cálculo y ensayo de las
2 torres de carga, aunque sus recomendaciones son muy genéricas. En el anejo 4 del pre-
3 sente documento se dan unas recomendaciones para el desarrollo de este tipo de ensayos.
4 Existen otras normas europeas que en mayor o menor medida están relacionadas con el tema de
5 cimbras:
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2 Dentro del diseño y uso de cimbras se utilizan frecuentemente prácticas que no están de acuerdo
3 con lo generalmente aceptado para estructuras metálicas definitivas (detalles, diseño de nudos,
4 rigidizadores etc. ). En muchas ocasiones responden a esquemas estructurales extraordinariamen-
5 te complejos que son difíciles de modelizar.
6 En las patologías de cimbras existen una serie de factores que se repiten. Si analizamos cuales
7 son estos, y tomamos precauciones para evitarlos estaremos resolviendo la mayor parte de los
8 problemas:
9 • Las cimbras transmiten generalmente su carga al suelo o a otra estructura, por lo que la
10 cimentación es una parte esencial de la estructura. Son especialmente peligrosos los apo-
11 yos en pendiente o cerca de escalones del terreno. Es muy importante revisar las condi-
12 ciones de cimentación inmediatamente antes de realizar el hormigonado y garantizar que
13 no va a sufrir asientos
14 superiores a los permi-
15 tidos por la estructura.
27 diato de la cimbra. Estos elementos deben diseñarse con capacidad de redistribución para
28 que el fallo de un elemento pueda ser absorbido por el resto sin llegar al colapso. En ca-
29 sos muy especiales y de gran responsabilidad puede pensarse en la duplicación de meca-
30 nismos resistentes o en elementos de seguridad alternativos.
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4 • La provisionalidad de las cimbras no debe ser una excusa para la reducción de los coefi-
5 cientes de seguridad, más allá de lo que lo que marque la normativa para situaciones tran-
6 sitorias. Los detalles y normas así como la fidelidad de la estructura montada respecto la
7 proyectada debe obedecer al rigor utilizado para estructuras definitivas.
10 • La capacidad de reparto de una estructura es limitada. Es decir una gran carga no debe ser
11 soportada por muchos elementos de poca capacidad, ya que una pequeña modificación en
12 el reparto de
13 cargas puede
14 hacer que falle
15 uno de los
16 elementos y es-
17 to produzca el
18 fallo en cadena
19 del resto.
20 • Las chapas de
21 acero no resis-
22 ten apenas car-
23 gas perpendi-
24 culares a su
25 superficie. Por
Ilustración 1.2-2 Los rigidizadores deben estar presentes en las zonas de apli-
26 ello en estruc-
cación de cargas puntuales
27 turas metáli-
28 cas, en principio, siempre se deben disponer rigidizadores detrás de la introducción de
29 cualquier carga importante.
30 • Los ensayos para valorar la capacidad de carga de un elemento estándar deben tener en
31 cuenta las desviaciones de montaje dentro de la tolerancia especificada en las condiciones
32 de uso, tales como desplomes, componentes horizontales de las cargas o excentricidades.
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6 • En principio, el detalle correcto de una triangulación que arriostra una estructura metálica
7 es aquel en el que las diagonales y montantes se cortan en el nudo. En otros casos los
8 montantes deben tener rigidez suficiente para transmitir los cortantes de un nudo a otro.
9 En las normas DIN y prEN se dan las condiciones y distancias al nudo de los elementos
10 estabilizantes.
11 • Habitualmente se estudian los elementos tipo o los que tienen más carga, pero en ocasio-
12 nes otros elementos con menos carga pueden estar en peores condiciones de seguridad
13 por tener la carga descentrada. Por ejemplo, torres de cimbra cuajada situadas en los bor-
14 des de la estructura. Se deberá analizar en el proyecto cualquier zona de la cimbra que re-
15 ciba cargas descentradas.
16 • En el diseño de una cimbra no solo debe comprobarse que es segura a la rotura y estable,
17 sino que debe resistir las cargas con unas deformaciones limitadas. En caso contrario se
18 pueden producir patologías en el hormigón que soportan.
19 • El diseño debe permitir errores dentro de una tolerancia en el montaje. Estas tolerancias
20 deben ser especificadas en proyecto.
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1 3. EL PROYECTO DE LA CIMBRA
3 Antes de usar cualquier cimbra se deberá contar en la obra con su proyecto, el cual incluirá, al
4 menos:
20 • En los casos de cimbras autolanzables, lanzadores, etc. se puede realizar una prueba de
21 carga cuando se considere necesario, por ejemplo en el caso de necesitar conocer con
22 precisión las deformaciones . En el proyecto se indicarán las diferentes posiciones de la
23 prueba así como las flechas.
26 Este proyecto deberá estar firmado por un técnico especializado en estructuras, especificando
27 nombre apellidos, titulación.
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3 En cualquier caso los criterios de dimensionamiento y detalles así como las bases de cálculo em-
4 pleadas para el dimensionamiento de cualquier tipo de cimbra no deben ser diferentes de lo apli-
5 cado según la normativa vigente a cualquier otra estructura metálica.
7 3.2.1. Introducción
13 Se consideran tres clases de cimbras. La elección de la clase para cada elemento se deja a criterio
14 del autor del proyecto de la cimbra, el cual indicará en la memoria del proyecto la clase que ha
15 considerado, y realizará el anejo de cálculo con el alcance que aquí se indica.
1 • Que en esa aplicación se respetan las condiciones de uso del diseñador del material es-
2 tándar.
4 • Se prestará especial atención a los detalles que supongan acciones sobre el material con
5 componentes diferentes de las que fueron tenidas en cuenta en el diseño del elemento.
7 • Zonas en los que el arriostramiento pueda ser crítico. Por ejemplo, husillos sin arriostra-
8 miento con más longitud de la permitida.
9 • Utilización del elemento parcialmente montado que suponga una disminución de su segu-
10 ridad.
12 En cualquier caso no se incluirán en esta clase los elementos de cimbra que no cumplan una de
13 estas condiciones:
17 Dentro de esta clase también están los encofrados verticales de muros, de hasta 5 metros de altu-
18 ra y con distancias ortogonales entre anclajes de hasta 3 metros, así como encofrados para pilas y
19 pilares. Se consideran vertica-
20 les los encofrados que tengan
21 con la horizontal un ángulo de
22 90º ±10º.
23 3.2.3. Cimbras de
24 clase B.
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1 • o con material estándar pero con usos que se salen de sus condiciones de utilización
3 En cimbras de esta clase se comprobará los estados límites de servicio y estados limites últimos
4 tal y como se indica más adelante así como sus uniones detalles, etc..
5 Se incluirán planos que determinen claramente la cimbra en planta, alzado y secciones. También
6 se representarán los detalles más importantes.
9 estructuras. Entre otras caben citar las cimbras autolanzables, los lanzadores de vigas y dovelas,
10 los carros de voladizos sucesivos. En general se trata de cimbras-máquina es decir aquellas que
11 tienen movimiento propio o asistido. Esta clase de cimbras requiere un cálculo muy detallado en
12 el cual se contemplen todas las posiciones de trabajo con las flechas que suponen. En caso de ser
13 necesario se deben indicar en el proyecto cuales son las pruebas de validación de la cimbra
14 (pruebas de carga). Se calcularán también las acciones que trasmiten a la estructura principal en
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1 sus apoyos. Esto último deberá ser tenido en cuenta por el autor del proyecto de la estructura de
2 hormigón para su dimensionamiento. En este sentido es importante decir que en ocasiones existe
3 una interacción entre la cimbra y la estructura en la que los esfuerzos de una dependen de la rigi-
4 dez de la otra. Dentro del manual de operación se darán los parámetros bajo los que se puede
5 trabajar con la cimbra o con los que se puede mover, concretamente respecto a la velocidad de
6 viento.
7 Es necesario que haya planos que determinen claramente la planta, alzado y secciones de la cim-
8 bra, así como todos los detalles.
9 Las cimbras máquinas tienen equipos industriales que deben respetar las normas correspondien-
10 tes a instalaciones mecánicas, hidráulicas, eléctricas, etc.. .y todas las normas de prevención apli-
11 cables.
12 En general en este tipo de cimbras es necesario un nuevo estudio cada vez que ejecute una nueva
13 estructura ya que esta suelen aparecer diferencias en la cinemática o en las solicitaciones.
15 Una cimbra se puede dividir en varias partes, que correspondan a diferentes clases (dependiendo
16 si se utiliza material estándar o no). Esta es la situación más habitual, debiéndose aplicar a cada
17 elemento los criterios de comprobación indicados en el anterior apartado.
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1 4. CRITERIOS DE CÁLCULO
2 4.1. INTRODUCCIÓN
3 Los criterios de cálculo de una cimbra no deben ser diferentes a los de cualquier otra estructura
4 metálica. Ni siquiera su provisionalidad puede justificar una disminución de los criterios de se-
5 guridad, ya que su uso no se reduce a un corto periodo de tiempo pues son casi siempre reutiliza-
6 das. Sin embargo, hay aspectos específicos que es necesario resolver, si se quiere que los crite-
7 rios de diseño tengan el rigor que tienen el resto de estructuras metálicas.
8 En este capítulo se describen las acciones más comunes a tener en cuenta en cualquier tipo de
9 cimbra, las combinaciones a analizar en ELU y ELS, y las comprobaciones de dimensionamien-
10 to. Se dan también algunos criterios para la valoración de la capacidad de carga de elementos
11 mediante ensayos.
13 El nivel de los cálculos de una cimbra será el correspondiente a la clase a la que pertenezca se-
14 gún se define en el capítulo 3.
18 Habitualmente existe una estructura principal que debe ser modelizada mediante un cálculo ma-
19 tricial, obteniéndose las acciones sobre otros elementos que pueden ser perfiles o bien elementos
20 estándar . Es importante la comprobación de los esfuerzos en las uniones y otros tipos de detalles
21 como arriostramientos husillos etc.
22 La norma de referencia para el dimensionamiento de los elementos metálicos será la EA-95 “Es-
23 tructuras de acero en la edificación” para los elementos metálicos, o el Eurocódigo 3, o bien las
24 recomendaciones RPM o RPX, o las que las sustituyan.
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2 En muchas ocasiones las cimbras suponen esquemas estructurales complejos en los que es difícil
3 el seguimiento de las cargas. Esta complicación se incrementa en los elementos de reparto de
4 cargas más en contacto con el hormigón como son los propios encofrados.
5 En ocasiones se utilizan algunos tipos de uniones que permiten holguras y que hacen que el
6 comportamiento estructural sea complejo. Existen muchas de estas uniones que tienen un com-
7 portamiento poco claro que solo es posible analizar mediante ensayos.
8 Partiendo desde el hormigón hasta la cimentación, una cimbra está organizada en diferentes ni-
9 veles de estructuras superpuestas. En contacto con el hormigón se encuentran los encofrados y
10 junto a ellos las correas que en algunos casos pueden ser de madera (estructura primaria). Per-
11 pendicularmente a estas se encuentran unas vigas, habitualmente metálicas, que en ocasiones
12 reproducen ciertas formas de la sección de la pieza (estructura secundaria). Debajo de estas vigas
13 puede haber otros niveles de estructura hasta llegar a la estructura principal. La estructura princi-
14 pal suele ser metálica y debe responder a un esquema estructural claro. Habitualmente esta es-
15 tructura principal deberá ser modelizada mediante un programa de cálculo matricial con el que se
16 analizarán sus esfuerzos.
17 En el proyecto se indicará el esquema estructural con las cargas consideradas así como los cálcu-
18 los realizados para el reparto de cargas desde los niveles de estructuras anteriores.
19 El esquema ha de definir el tipo de vinculación (uniones) que se considera entre los distintos
20 elementos, ya sea empotramiento, articulación o coacción de algún desplazamiento, así como el
21 tipo de apoyo, lo cual será reflejado en los planos de detalle. Para los sistemas de unión especia-
22 les se aportaran copia de los ensayos y las conclusiones de su comportamiento estructural, y las
23 condiciones de uso y montaje.
25 La acción más importante es el peso del hormigón que se produce al menos con su valor nominal
26 (el valor real casi siempre es mayor) por lo que la probabilidad de presentación de la practica
27 totalidad de las acciones características es del 100%. Sin embargo en otro tipo de estructuras una
28 parte importante de las acciones son las sobrecargas, cuya probabilidad de presentación es mas
29 baja.
30 A partir del esquema estructural y las acciones obtenidas según los apartados siguientes, se ha de
31 proceder al reparto de estas últimas entre los distintos elementos. Desde las acciones directas del
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1 hormigón se irán bajando las cargas de forma isostática o hiperestática según la disposición de
2 las vigas de cada nivel. Se prestará especial interés a la aparición de componentes horizontales
3 debido a pendientes o peraltes, en función del tipo de apoyo.
25 En el diseño se puede supo- Ilustración 4.2-1 Ejemplo de todas las acciones posibles en una cim-
26 ner que ciertos elementos bra (BS 5975)
27 toman la totalidad de una
28 determinada componente(verticales, horizontales, etc.). Para ello es preciso que la rigidez del
29 elemento para esa carga sea mayor que la de otros, ya que de esa manera efectivamente resistirá
30 la mayor parte de esa acción. Así, a efectos de cálculo se puede considerar un esquema principal
31 para soportar las cargas gravitatorias, y otros dos secundarios, de rigidización, para las cargas
32 horizontales en direcciones ortogonales.
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1 La consideración en el cálculo de unión empotrada, articulada, etc. debe tener un claro reflejo en
2 los detalles de los planos.
3 En el cálculo del conjunto se ha de considerar hipótesis de toda la estructura cargada, o bien par-
4 cialmente cargada, así como la estabilidad sin carga y durante su movimiento:
5 • Hipótesis de Carga completa. Se refleja la situación con todo el hormigón colocado sobre
6 la cimbra y antes de su fraguado. Deben tenerse en cuenta además las acciones del apar-
7 tado 4.4.
16 • Estabilidad de cimbra sin carga. De igual forma, la situación de la cimbra sin más carga
17 que el peso propio muchas veces es la más desfavorable con relación a esfuerzos horizon-
18 tales, que pueden llegar a producir la inestabilidad de la misma (el peso estabiliza). Por
19 ello, siempre ha de considerarse la hipótesis de viento sin sobrecarga desde el punto de
20 vista de la estabilidad.
29 Del cálculo general se obtienen los esfuerzos que actúan sobre los distintos elementos. Si se trata
30 de elementos estandarizados, ya estudiados por el fabricante para las cargas aplicadas, basta
31 comprobar que se encuentran en los parámetros de diseño garantizados por este.
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1 Si no se trata de un elemento estandarizado o bien si las cargas aplicadas difieren de las conside-
2 radas por el fabricante, es preciso realizar la comprobación estructural que se indica en la norma-
3 tiva sobre el dimensionamiento de estructuras metálicas.
19 El proyectista podrá aumentar estos valores en el des accidentales no evita colocar los elementos
de centrado
20 caso de que los considere insuficientes. Hay que
21 tener en cuenta que en la construcción de cimbras puede haber imperfecciones mayores que en
22 las estructuras definitivas.
24 Los diferentes sistemas de unión introducen ángulos de desviación. Para el caso concreto de aco-
25 pladores entre tubos con pasador, la prEN 12812 establece en sus puntos 7.3 los ángulos a tener
26 en cuenta en cada unión, en función de la holgura entre el tubo interior y el exterior.
27 En los puntos 7.4 y 7.5 de la misma norma se establecen las desviaciones en el eje para distintos
28 casos (torres, vigas, celosías). En el caso particular de torres de menos de 10 m de altura, la tan-
29 gente del ángulo de desplome será 0.01.
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2 Los fallos en los elementos de unión y los de apoyo son una de las fuentes principales de acci-
3 dentes de las cimbras. El cálculo de la unión entre elementos ha de hacerse según las hipótesis de
4 geometría más desfavorables dentro de su margen de uso, especialmente desde el punto de vista
5 de excentricidades. Los detalles de apoyo de vigas y otros elementos deberán estar explicitados
6 en el proyecto, siendo coherentes con el esquema de modelización de la estructura.
7 Dentro de los detalles se incluyen todos aquellos elementos o partes de los mismos que, sin tener
8 responsabilidad en el esquema estructural, se pueden ver solicitados en algún momento durante
9 el uso de la cimbra; se incluyen por ello, amarres para cinturones de seguridad, barandillas, pasa-
10 relas, escaleras, rodores, frenos, etc. Cada uno de ellos se ha de diseñar para la máxima carga
11 posible, y se ha de prestar especial atención al elemento del esquema estructural al que se unen,
12 máxime cuando dicha unión suponga un debilitamiento del elemento (taladros, etc.).
13 En el punto 9.3 de la prEN 12812 se dan los valores característicos de la capacidad antes del des-
14 lizamiento de diferentes acopladores. A su vez se han tomado de la EN 74, por lo que para poder
15 aplicar estos valores se deben cumplir las especificaciones de esta norma.
17 En los casos donde los elementos estructurales repitan esquemas resistentes con similar función,
18 pudiéndose independizar completamente su trabajo (por ejemplo, cimbra al suelo a partir de to-
19 rres, pórticos sucesivos, etc.), se podrá establecer un procedimiento de cálculo simplificado en el
20 cual será suficiente con considerar únicamente aquellos conjuntos más desfavorables, así como
21 el arriostramiento conjunto, tras la correspondiente justificación. Hay que insistir que además de
22 los elementos más cargados se deben comprobar los elementos con cargas no simétricas, o con
23 componentes horizontales y mínima carga vertical.
24 Puede darse el caso de que todos los elementos que componen dicho esquema estructural sean
25 estandarizados, en cuyo caso el fabricante podrá disponer de tablas o programas específicos de
26 cálculo que incluyan la disposición del proyecto, en cuyo caso basta con presentar las tablas o los
27 resultados adaptados al caso.
29 En el apartado 4.6 se indican criterios para el diseño de ensayos destinados a estimar la capaci-
30 dad de carga y condiciones de uso de un elemento.
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2 Dado que la cimbra está en contacto, directo o indirecto, con la estructura a la que sirve, es preci-
3 so tener en cuenta una serie de consideraciones con relación al cálculo de ambas. Es particular-
4 mente importante tener en cuenta la deformabilidad de la cimbra, especialmente en el caso de
5 hormigonado por fases. En este caso, la primera fase de la sección recibe las cargas de la segun-
6 da, deformándose el conjunto cimbra hormigón y en muchos casos fisurando el primero. Esto se
7 puede resolver rigidizando la cimbra, haciendo juntas abiertas o teniéndolo en cuenta en el di-
8 mensionamiento del tablero
10 Se pueden distinguir:
27 La propia estructura a la que sirve la cimbra puede producir sobre ésta acciones adicionales a las
28 consideradas habitualmente, que en la medida de lo posible han de ser conocidas. Las acciones
29 pueden ser de variados orígenes, pero la mayor parte de ellas se deben a dos motivos:
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4 • Por otro lado, determinados trazados de pretensado pueden imponer movimientos para
5 los que la cimbra no esté preparada. Las operaciones de pretensado producen deforma-
6 ciones en la estructura que alteran la distribución de cargas en la cimbra.
7 Estas acciones, que deberán estar determinadas en el proyecto de la estructura, han de ser tenidas
8 en cuenta en el diseño de la cimbra, o bien con disposiciones que eviten estos efectos.
10 La práctica habitual es la reutilización de las cimbras en la misma obra o en otras. En estas cir-
11 cunstancias, y tras cierto número de usos sin problemas, se han dado casos de fallo de algún ele-
12 mento por agotamiento de su capacidad portante, llegando incluso a su rotura frágil y consi-
13 guiente ruina de la cimbra. Este no es un fenómeno ligado a la fatiga del material ya que el nú-
14 mero de ciclos de carga es muy bajo. Sin embargo una acumulación de golpes y maltratos produ-
15 cen deformaciones que pueden disminuir la capacidad del elemento.
16 Esto es particularmente importante en elementos de aceros de alta resistencias, como son los
17 TAR, las barras de pretensar, husillos, tuercas etc. Muchos de estos elementos son sensibles a los
18 efectos de entalla que pueden producir una picadura por chispas de soldadura o pequeños daños
19 por corrosión y por supuesto golpes.
20 En algunos casos es posible que se produzcan en determinados elementos (sobre todo en los pa-
21 neles encofrantes), desplazamientos o deformaciones permanentes que se van acumulando en los
22 usos sucesivos. Estos podrían influir en las condiciones resistentes originales de elementos adya-
23 centes (por ejemplo, introduciendo excentricidades no previstas), llevándoles a deformaciones
24 plásticas acumulables tras usos sucesivos.
25 En el cálculo se supone que el material se encuentra en buenas condiciones de uso, por lo que en
26 el proyecto se indicarán las tolerancias de deformación y los criterios de rechazo del material. El
27 suministrador ha de revisar el estado del material para evitar que se den estas situaciones, tenien-
28 do especial cuidado en todos los elementos de apoyo, unión y anclaje, y en general, con aquellos
29 elementos especialmente sensibles a deformaciones o excentricidades. Todo ello para garantizar
30 el funcionamiento de la cimbra de acuerdo al cálculo.
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1 4.3. ACCIONES.
2 Es este capítulo se enumeran las acciones más habituales a tener en cuenta en el cálculo, sin em-
3 bargo pueden existir además otras acciones fruto del proceso constructivo.
5 Se consideran entre las cargas permanentes el peso propio de la cimbra, de las estructuras auxi-
6 liares y del encofrado.
8 Cargas debidas al peso del hormigón de la estructura a soportar por la cimbra, se calcularán ate-
9 niéndose a su volumen y densidad, en el caso del hormigón se incluirá el acero de refuerzo. Para
10 hormigones armados normales se tomará como densidad del mismo 2,5 T/m3. En el caso de que
11 se sospeche que por movimiento de los encofrados se pueda dar lugar a sobre-espesores signifi-
12 cativos, se considerará un valor característico superior al nominal. Esto suele ocurrir en los casos
13 de pequeños espesores de hormigón, en los que un aumento de 1 cm en el espesor puede suponer
14 un porcentaje importante.
15 Entre estas acciones se pueden considerar las que de lugar el pretensado en la interacción entre la
16 cimbra y la estructura. Hay que tener en cuenta que para poder pretensar una estructura ésta debe
17 poderse deformar, se comprobará que la cimbra resiste y no impide esas deformaciones.
18 Respecto a
20 El peso del hormigón deberá suponerse en la peor posición posible para el elemento a calcular.
21 Se considerará en la colocación del hormigón una carga local adicional a la especificada en 4.3.2
22 equivalente al 10% del peso del hormigón aplicado a un área de 3 x 3 m, esta carga no será infe-
23 rior a 75 kg/m2 ni superior a 175 kg/m2. Esto tiene en cuenta el efecto del vertido del propio
24 hormigón.
25 Se considerará una carga de 75 kg/m2 en todos los accesos y áreas de trabajo soportadas por la
26 cimbra, salvo que sean zonas afectadas por las cargas indicadas en el párrafo siguiente.
27 Todo acopio de materiales o actividades de trabajo que produzcan cargas superiores a 150 kg/m2
28 se tendrán en cuenta en el diseño y cálculo de la cimbra, las áreas afectadas se especificarán ex-
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1 plícitamente en los planos. Además se tendrán en cuenta todas aquellas cargas puntuales que
2 afecten de forma local a algún elemento de la cimbra.
4 La carga de nieve se tendrá en cuenta cuando ésta puede superar los 75 kg/m2. Cuando las condi-
5 ciones de humedad o lluvia así como la temperatura de la estructura pueda generar la formación
6 de hielo se tendrá en cuenta su peso, considerando una densidad máxima para el mismo de 920
7 kg/m3.
9 • Viento. Se tomarán las presiones de viento de la Instrucción IAP afectadas por el coefi-
10 ciente de reducción para el caso de situaciones transitorias, en el que se tiene en cuenta
11 un menor periodo de retorno. Se considerará un viento mínimo de trabajo de 20 kg/m2.
12 • Sismo. No se considerará concomitante con el peso del hormigón fresco por la baja pro-
13 babilidad de existencia de un sismo mientras que el hormigón adquiere resistencia sufi-
14 ciente. Sin embargo se tendrá en cuenta en el caso de estructuras pretensadas en zonas de
15 alta sismicidad. En este caso se determinaran los coeficientes sísmicos teniendo en cuenta
16 el periodo de retorno de 4 veces el tiempo que permanecerá el hormigón antes de la in-
17 troducción del pretensado y por tanto necesitando la cimbra para soportar su peso.
18 • Carga horizontal mínima. Se considerará una carga horizontal mínima en los mismos
19 puntos de aplicación de las cargas verticales equivalente al 2% de las mismas y simulta-
20 neas con ellas. Esta proviene de pendientes no previstas o del rozamiento del hormigón
21 contra el encofrado durante su vertido.
22 • Pendientes. En el caso de que el sistema de apoyo no garantice que las cargas transmiti-
23 das son verticales deberán tenerse en cuenta componentes horizontales debidas a las pen-
24 dientes del elemento encofrado.
26 Según ACI 347/78. Se considera una ley de empujes hidrostáticos hasta un valor de presión
27 máximo “Pm”, en cuyo momento la ley es constante con dicha presión (Pm). El valor de Pm se
28 obtiene según la formulación del anexo 1. Hay que tener en cuenta que los valores máximos de
29 presiones dependen de la velocidad de hormigonado, de los aditivos, de la temperatura de hor-
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1 migonado, etc., valores que pueden no ser fáciles de controlar, por lo que se estimará Pm con
2 criterios suficientemente conservadores. Este valor suele estar comprendido entre 2 y 14 T/m2
3 En la norma ACI se considera un hormigón sin aditivos ni retardadores, en el mismo anejo puede
4 consultarse el tratamiento de este tema que hace la norma DIN 18218 y que tiene en cuenta estos
5 factores.
7 En general hay que huir de la presencia de torres o cimbras cuajadas en los cauces con riesgo de
8 avenidas, ya que las soluciones tradicionales no suelen soportar los esfuerzos a los que da lugar,
9 en el caso de que se quiera resistir el empuje del agua deberá tenerse en cuenta lo siguiente:
10 La presión dinámica del agua circulando qa en kg/m2 viene dada por la siguiente ecuación:
11 q a = 50 Va2
12 donde:
14 La carga que produce el agua circulando sobre los elementos de la cimbra en kg viene dado por
15 la ecuación: Fa = qa Ka Aa
19 Para la determinación del área efectiva se considerará el máximo nivel que puede alcanzar el
20 agua.
27 Otro efecto del agua puede ser la socavación de la cimentación, en ese caso deben preverse sis-
28 temas de protección para evitarlo.
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2 La acumulación de troncos y maleza sobre la corriente de agua produce una fuerza sobre la es-
3 tructura esta fuerza en Kg viene dada por la ecuación:
4 Fd = 66,6 Ad x Va2
5 donde:
8 En el caso de que troncos de volumen importante puedan impactar sobre la cimbra se de-
9 berán disponer elementos de protección aguas arriba.
10 4.3.9. OLEAJE
11 En caso de existir este tipo de acción deberá consultarse con las normas ROM.
13 • TEMPERATURA
14 Cuando la estructura soportada tenga una longitud mayor de 60 m, los movimientos inducidos a
15 la cimbra se han de tener en cuenta en los rangos de temperatura siguientes:
19 • ASIENTOS
20 Los asientos diferenciales considerados en el cálculo serán los determinados en el informe geo-
21 técnico. A falta de mejores datos se considerará como asiento diferencial la mitad del asiento
22 total considerado para esa carga, y al menos 10 mm.
24 Para el cálculo en ELU todas las acciones anteriormente descritas serán mayoradas por:
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1 Para el cálculo en ELU de la cimbra y sus elementos se tendrán, al menos, en cuenta las combi-
2 naciones de acciones siguientes:
3 CASO 1 cimbra en vacío. Cimbra (concargas) sin sobrecargas y máximo viento (y resto de ac-
4 ciones horizontales concomitantes).
7 CASO 2 después del hormigonado y antes de que el hormigón tenga resistencia Cimbra
8 (concargas) más sobrecargas, peso del hormigón y viento de máximo.
9 Se podrán tener otras situaciones como movimientos desmontajes etc. que requieran cálculos
10 específicos.
11 Adicionalmente a los coeficientes γ descritos anteriormente se deberán aplicar a cada una de las
12 sobrecargas un coeficiente de combinación según la situación a estudiar:
2 3
1 Concargas Concargas
Combinación Concargas + +
+ sobrecargas sobrecargas
viento máximo + +
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2 4.5. DIMENSIONAMIENTO
6 Entre otros aspectos contemplados en las normas hay que poner especial atención a las longitu-
7 des de pandeo y por tanto al arriostramiento. Si se considera que un punto está fijo para el cálcu-
8 lo de la longitud de pandeo, entonces, hay que llevar a ese punto un arriostramiento que garanti-
9 ce esa inmovilidad. Para el dimensionamiento de los arriostramientos se puede utilizar los crite-
10 rios de la BS 5975 que establece que estos deben tomar una fuerza horizontal de 1/40 la carga
11 vertical del pie derecho, también se dan criterios para tomar fuerzas horizontales con fricción.
12 Deberán examinarse con detalle los puntos de concentración de cargas. En este sentido es impor-
13 tante la disposición de rigidizadores en los puntos de aplicación de fuertes cargas o apoyos. En
14 otro caso se deben analizar los efectos de la cargas en un determinado ancho eficaz, en el anexo
15 K de la BS 5975 se dan criterios para este dimensionamiento.
16 El valor resistente del elemento debe minorarse por el coeficiente del material que estará especi-
17 ficado en la norma correspondiente (en el caso del acero 1.1) y además hay que añadir un coefi-
18 ciente de minoración que depende de la clase a la que pertenezca la cimbra. Este coeficiente es
19 de 1.15 para la clase A y de 1.0 para el resto.
21 En estados límites de equilibrio se aplicarán lo dispuesto en la IAP por la que se aplican coefi-
22 cientes diferentes a los pesos volcadores respecto a los estabilizadores.
24 Las cimbras no solo deben dimensionarse para que no se rompan, además en su trabajo no deben
25 producir patologías en el hormigón que soportan (fisuración). Para ello las deformaciones deben
26 estar dentro de unos límites. Estos límites están relacionados con el proceso constructivo y la
27 forma de hormigonar la sección.
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1 4.5.3.1.Asiento de bulones
2 En el cálculo de deformaciones las uniones que no sean realizadas con tornillos de alta resisten-
3 cia, se ven sometidas a asientos de bulones que producen deformaciones mucho mayores que las
4 estimadas en función de las características mecánicas de los elementos. Esto es posible preverlo
5 mediante un cálculo en el que se supone que todos los tornillos toman la holgura que tengan. De
6 forma aproximada puede tomarse que la deformación equivalente se estima con un módulo de
7 elasticidad mitad al teórico.
9 En el caso de hormigonar una sección en diferentes fases, la segunda fase de hormigón carga la
10 estructura compuesta por el hormigón de primera fase y la estructura metálica produciendo de-
11 formaciones en el primero que podría fisurarlo,.
12 4.5.3.3.Cimbras deformables
13 Es desaconsejable la utilización de cimbras con apreciable presencia de holguras entre sus ele-
14 mentos, para la ejecución de estructuras en la que las deformadas sean determinantes.
15 Existe la tendencia a que cada vez los elementos de las cimbras sean más ligeros para facilitar el
16 montaje a mano. Esto ha llevado incluso a la utilización de aceros de alto límite elástico, lo cual
17 produce estructuras muy deformables. Una cimbra cuajada muy deformable en tableros de puen-
18 tes pretensados, puede llegar a producir un efecto muelle que fisure la estructura por exceso de
19 pretensado. Cuando se hormigona el tablero la cimbra baja con la rigidez de esta y con gran de-
20 formación. Cuando se introduce el pretensado el tablero sube con la rigidez de este por lo que al
21 subir poco el peso del tablero sigue tomado en la cimbra mientras que el pretensado está total-
22 mente introducido en el tablero.
23 Todos los elementos metálicos sometidos a flexión deberán tener las contraflechas necesarias
24 para dejar la estructura de hormigón con la geometría adecuada. Sin embargo hay que advertir
25 que las contraflechas no evitan los problemas de fisuración que aparecen en un hormigonado por
26 fases con cimbras flexibles.
27 4.5.3.4.Otras soluciones
29 • División del proceso de hormigonado en sectores de forma tal que hayan terminado las
30 deformaciones de los sectores de la cimbra antes de que comience a fraguar el hormigón.
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1 • Puede ser recomendable el uso de aditivos retardadores del fraguado para diferir el co-
2 mienzo de la solidificación del hormigón en la medida necesaria, teniendo en considera-
3 ción la temperatura y humedad previsible del aire.
4 • Cierre de las juntas entre diferentes sectores de hormigonado o unión a tramos ya endure-
5 cidos, siempre únicamente después de la deformación del tramo de cimbra que soporta el
Ilustración 4.5-1 Existen diferentes sistemas para evitar los perjuicios de la deformación de la cimbra
6 nuevo sector.
7 Se debe estudiar la secuencia de hormigonado para evitar efectos perjudiciales debidos a flechas
8 y giros de apoyo de las vigas de acero, así como a los asentamientos de las cimentaciones de los
9 pies derechos de las cimbras.
11 En las cimbras se suelen utilizar elementos especiales, para los cueles existen normas tendentes a
12 garantizar que cumplen la misión para la que han sido diseñados. En elementos para los cuales
13 no haya una norma específica también se podrá determinar la carga que pueden soportar median-
14 te ensayos o pruebas de carga.
15 4.5.4.1.Uniones de acero
16 Para las uniones más convencionales mediante tornillos o soldadura, será de aplicación el EU-
17 ROCÓDIGO 3 y en concreto sus capítulos 3 “Materiales” y 6 “Uniones sometidas a carga estáti-
18 ca”, o bien la recomendación RPM o la EA95 o las normas que las sustituyan.
20 Las resistencias a deslizamiento de las abrazaderas cuando se usan para la unión de tubos cum-
21 plirán la norma EN 74.
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1 4.5.4.3.Puntales telescópicos
3 4.5.4.4.Husillos
4 La determinación de las cargas sobre los husillos se podrá realizar por medio de ensayos o bien
5 determinando la tensión sobre los husillos por medio del cálculo. Estos cálculos se realizarán
6 suponiendo la carga con un 2% de ángulo con el eje del husillo.
8 Los valores característicos deben de estar de acuerdo con el Anexo A de la norma EN 1065.
10 El valor característico último para barras de pretensado debe ser calculado a partir de la carga de
11 rotura minorada según la EHE y la sección del núcleo de la barra.
12 4.5.4.7.Rozamientos
14 4.5.4.8.Uniones especiales.
15 El cálculo de uniones se realizará en general mediante la instrucción RPM. Sin embargo existen
16 algunos tipos de uniones que presentan holguras y que no es posible abordar desde el punto de
17 vista teórico. En este caso el fabricante aportará su capacidad documentada mediante ensayos y
18 las curvas momento-giro para poder calcular la estructura teniendo en cuenta su comportamiento.
20 Las cuñas de descenso se basan en planos inclinados y están elaboradas con elementos metálicos.
26 La determinación de la carga última de una cimbra o parte de ella mediante ensayos estará basa-
27 da en los conceptos siguientes:
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5 • Los efectos de segundo orden hacen que pequeñas variaciones en el centrado de la carga
6 supongan una gran variación de los resultados. Se ensayará con la carga descentrada
7 (como valor orientativo puede tomarse un descentrado igual a 1/20 de cada una de las
8 dimensiones en planta).
16 Con todo ello se obtendrá un valor último de rotura al que habrá que aplicar un coeficiente de
17 minoración de material, que será:
18 • 1.15 si se trata de un elemento metálico con uniones soldadas o con tornillos de alta resis-
19 tencia
20 • 1.25 en el caso de elementos metálicos con uniones atornilladas (excepto con TAR) o si
21 contiene elementos susceptibles de tener holguras como husillos, cuñas de descenso, etc.
23 Las recomendaciones del presente apartado son genéricas para cada tipo de cimbra por lo que
24 deben ser adaptadas a cada caso. Se propone en el anexo 4 un protocolo de ensayo para el caso
25 particular de torres de cimbras al suelo. Además las normas francesas NF P93-322 y NF P93-550
26 dan recomendaciones para el ensayo de vigas y de torres de cimbras respectivamente.
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1 4.7. DESCIMBRADO
7 Los distintos elementos que forman la cimbra se mantendrán hasta que el hormigón posea la re-
8 sistencia suficiente para soportar, con un margen aceptable de seguridad, las tensiones y defor-
9 maciones a las que va a estar sometido durante y después de su retirada, sin producirse una fisu-
10 ración excesiva, por lo que es importante conocer la resistencia a tracción del hormigón en ese
11 momento.
12 En general para efectuar el descimbrado, se deberán tener en cuenta los siguientes puntos:
13 • El peso del hormigón, especialmente si representa la mayor parte de la carga total del proyec-
14 to.
16 • Las cargas impuestas, por ejemplo, el cimbrado de otros elementos superiores, las sobrecar-
17 gas de ejecución, etc.
24 • Operaciones particulares de descimbrado, por ejemplo, en las partes en ángulo entrante de los
25 encofrados.
26 • La cimbra, durante el proceso, debe ser capaz de absorber los esfuerzos generados durante el
27 descimbrado. Es posible que se sobrecarguen algunas zonas.
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4 En determinados casos podrán realizarse ensayos del hormigón para determinar su resistencia a
5 tracción, a diferentes edades.
6 Los ensayos de información más representativos para el descimbrado, son los de rotura de probe-
7 tas curadas en las mismas condiciones que el hormigón del elemento estructural. La resistencia a
8 tracción es difícil de determinar directamente. Un procedimiento para su valoración consiste en
9 la determinación de la resistencia a tracción indirecta fci (ensayo brasileño) sobre probeta cilín-
10 drica de hormigón, aplicando la relación
12 Este ensayo es de fácil ejecución en obra considerando que se utiliza el mismo tipo de probeta
13 que para la determinación de la resistencia a compresión.
25 De todo lo expuesto anteriormente, se concluye que son dos los condicionantes básicos para rea-
26 lizar adecuadamente el descimbrado, desencofrado o desmoldeo de una estructura:
27 • La correcta y planificada ejecución del proceso de modo que no se introduzcan estados que
28 introduzcan esfuerzos no contemplados en el cálculo de la estructura o de la cimbra.
30 En cada apartado del capítulo 7 se indican los procedimientos más comunes para conseguir un
31 correcto descimbrado en cada tipo de cimbra.
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2 La edad mínima para proceder al descimbrado depende de varios factores, tales como la evolu-
3 ción de resistencia y el módulo de deformación del hormigón, el curado, la deformabilidad o la
4 proporción de carga permanente actuando en el momento del descimbrado.
5 Una aproximación al valor de la resistencia mínima que debe haber alcanzado el hormigón en el
6 momento del descimbrado, puede obtenerse comprobando el cumplimiento de los Estados Lími-
7 tes bajo las condiciones de las cargas actuantes en ese momento.
8 A título orientativo, pueden indicarse los plazos de descimbrado o desencofrado dados por la
9 fórmula:
400
10 j=
Q
( + 0,5 ) ( T + 10)
G
11 donde:
12 j Número de días.
17 Esta fórmula sólo es aplicable a elementos de hormigón armado fabricados con cementos Por-
18 tland y en el supuesto de que su endurecimiento se haya llevado a cabo en condiciones ordina-
19 rias.
20 Existen otros procedimientos aproximados para determinar la edad mínima de descimbrado, co-
21 mo por ejemplo los que fija la ACI-347 para distintos elementos estructurales en función de sus
22 dimensiones y/o distancia entre apoyos, o las indicadas en la tabla 75 de la EHE para distintos
23 elementos de hormigón armado.
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1 igual que 0.50, o bien aquellos que utilicen acelerantes de fraguado. El resto de los casos se con-
2 sideran hormigones de endurecimiento normal.
3 4.8. CIMENTACIONES
4 4.8.1. Generalidades
5 La cimentación constituye una de las mayores causas de patología de las cimbras. La realidad es
6 que a la investigación geotécnica de la estructura se le dedica suficiente esfuerzo, y en la mayor
7 parte de los casos apenas se presta atención a la cimentación de la cimbra.
8 En un principio se tienen los datos del informe geotécnico que ya dan pistas sobre el terreno que
9 estamos pisando. La inspección del terreno donde se va a cimentar es fundamental en el control
10 de la cimbra. Este trabajo debe ser realizado por un técnico con conocimientos geotécnicos sufi-
11 cientes.
14 • Durmientes de madera
15 sobre el terreno
16 • Zapatas de hormigón
17 sobre el terreno
18 • Losas de hormigón
19 • Pilotes
20 • Una subestructura
21 auxiliar
Ilustración 4.8-1 Preparación de la cimentación de cimbra cuajada
22 • Una estructura perma-
23 nente existente
24 Si bien las cargas que transmiten las cimbras suelen tener una componente principalmente verti-
25 cal, también suelen existir componentes horizontales debidas a diversos factores, el viento entre
26 ellos. Por lo tanto en las cimentaciones es necesario calcular y comprobar también, el vuelco y el
27 deslizamiento.
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12 En algunos casos puede ser necesario la definición de cimentaciones especiales para la cimbra,
13 en cuyo caso se deberá hacer un proyecto de cimentación con sus planos y anejos de cálculo
14 (normalmente no está dentro del trabajo del instalador de la cimbra).
19 En caso de que las cimentaciones puedan estar afectadas por corrientes de agua hay que prever
20 las protecciones necesarias contra la socavación.
25 Cuando se realiza una cimentación sobre el terreno es necesario retirar la capa de tierra vege-
26 tal y realizar una cimentación superficial siempre que:
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1 • En terrenos no cohesivos el nivel freático permanezca por debajo de 1,00 m del fondo de
2 la cimentación.
11 Cuando hay cargas pequeñas, hasta unas 5 Tn., y no hay problemas de vuelco, se suelen emplear
12 durmientes de madera escuadrada para repartir la carga sobre el terreno. Los durmientes pueden
13 ser corridos o aislados. La transmisión de cargas de la cimbra a los durmientes se realiza nor-
14 malmente a través de una placa redonda o cuadrada.
15 En caso de presencia de suelos arcillosos, limosos blandos o de arenas lavadas muy sueltas, es
16 precisa la ejecución de un relleno seleccionado, con un grado de compactación mínimo del 95%
17 del Proctor Modificado. Los espesores mínimos de este relleno serán:
20 Cumplidas las condiciones anteriores, la presión admisible del terreno viene dada por la limita-
21 ción de asientos. Es preciso, por consiguiente, tener un orden de magnitud de la compresibilidad
22 del terreno, que puede evaluarse de dos formas: a partir de su módulo de elasticidad y su coefi-
23 ciente de Poisson sin drenaje, o a partir del módulo de balasto.
24 El cálculo de las tensiones transmitidas al terreno puede realizarse por el método de la zapata
25 rígida, si bien para los durmientes corridos este método es muy conservador, aconsejándose el
26 cálculo mediante el método de la viga flotante.
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2 Además, hay que destacar la importancia de evitar la aparición de asientos diferenciales entre los
3 montantes de una misma torre y/o entre torres. En general, todo asiento diferencial conlleva una
4 redistribución de cargas, aumentando proporcionalmente la carga de las que presentan menor
5 asiento. Para evitar lo anterior lo más adecuado es una compactación correcta y uniforme.
7 Cuando las cargas son mas elevadas o hay problemas de vuelco, se emplean zapatas de hormi-
8 gón, que suelen incorporar fijaciones para anclajes.
12
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1 5. PREVENCIÓN DE ACCIDENTES
2 5.1. INTRODUCCIÓN
3 Las operaciones que son precisas realizar en las cimbras para su montaje, utilización (ferrallado,
4 hormigonado...),
5 maniobras y des-
6 cimbrado, se
7 efectúan gene-
8 ralmente por ope-
9 rarios que han de
10 llegar a los ele-
11 mentos corres-
12 pondientes. Es
13 preciso propor-
14 cionarles un acce-
15 so y una superfi-
16 cie de trabajo
17 razonablemente
18 seguros para evi-
Ilustración 5.1-1 La seguridad estructural es el primer paso de la prevención de
19 tar golpes con la accidentes
20 propia cimbra o
21 caídas, la mayoría de las veces desde una altura que puede ser mortal.
22 Se intenta en este capítulo dar unas nociones sobre las medidas que se han de tomar para garanti-
23 zar la seguridad de los trabajadores que operen en la cimbra. En este capítulo, en primer lugar, se
24 verá el contenido que ha de tener el “Anejo de Operación”, seguido por un apartado donde se
25 disponen los parámetros de diseño que han de cumplir las zonas de circulación y trabajo, otro
26 relativo a protección individual y un último de seguridad colectiva.
28 • Poner los medios adecuados para poder hacer las operaciones necesarias en condiciones
29 razonables de seguridad.
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1 • Tener la actitud, en la realización de esas operaciones, de previsión de los riesgos que su-
2 pone cada actuación. Para ello es esencial por un lado la formación y por otro la vigilan-
3 cia la cual se debe realizar principalmente por los mandos intermedios (encargados y ca-
4 pataces) los cuales detectaran los riesgos y harán cumplir las normas.
5 • La seguridad estructural que garantiza que cada uno de los elementos de la estructura so-
6 porta las cargas con deformaciones adecuadas. Hay que destacar también las condiciones
7 de estabilidad y vuelco en condiciones de movimientos montajes desmontajes y traslados.
11 Todas las operaciones deberán ser supervisadas por el responsable de la empresa suministradora
12 de la cimbra y de la ejecutora de la estructura, independientemente de la necesaria presencia del
13 responsable de Seguridad y Salud de la obra.
15 Todo proyecto de cimbra ha de incluir un “Anejo de Operación”, redactado por el técnico autor
16 del proyecto y que ha de ser puesto en conocimiento del responsable de Seguridad y Salud de la
17 obra, donde se detallen las operaciones a realizar durante su uso, así como la forma de efectuar-
18 las. Este Anejo de Operación no puede contradecir lo dispuesto en el Estudio de Seguridad y
19 Salud y posterior Plan de Seguridad y Salud de la obra, sino que debe seguir lo allí dispuesto. En
20 concreto, se incluirán los siguientes apartados:
1 ción, los medios y herramientas que se han de utilizar, etc. Con relación al descimbrado,
2 además de lo anterior se detallarán las operaciones precisas para el despegue del encofra-
3 do, así como la ubicación del material que se vaya retirando.
4 • Operación. Con relación al trabajo sobre la cimbra, se ha indicar dónde se puede ubicar el
5 personal para la realización de las operaciones que sean precisas (ferrallado, hormigona-
6 do, pretensado, etc.), qué zonas de acopio se han previsto y su carga admisible, la distri-
7 bución de cargas precisa para evitar desequilibrios de la cimbra, la ubicación de los pasi-
8 llos de circulación, los puntos de enganche para cables de seguridad, las vías de paso en-
9 tre distintos niveles, etc. Sobre todo, se ha de incluir las precauciones que ha de tomar
10 dicho personal, generalmente ajeno al manejo de la cimbra, para poder trabajar con total
Ilustración 5.2-1 Durante el montaje hay que prever los sistemas de seguridad y acceso
11 seguridad.
12 Para cimbras estandarizadas, el fabricante elaborará una “Guía de Operación” que pueda servir
13 para todo el rango de usos que se le pueda dar, siendo en ese caso suficiente con presentar dicha
14 Guía con un breve informe de adaptación al caso concreto, en vez del Anejo.
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1 El uso de la parte de la cimbra (incluyendo pasillos, barreras, etc.) que de ser suministrada por la
2 Obra, ha de ser incluido en el Anejo juntamente con el suministrado por el fabricante, distin-
3 guiéndose claramente su distinta procedencia. Para todo este material, se ha de especificar las
4 características que ha de tener (resistencia, forma de amarre, geometría, etc.).
6 A la hora de proyectar las zonas de trabajo y circulación, se han de respetar los siguientes pará-
7 metros de diseño:
8 • Como regla general, tendrán un ancho mínimo de 60 cm en proyección horizontal, sin so-
9 lución de continuidad al mismo nivel, teniendo garantizada la resistencia y estabilidad
10 necesarias para poder llevar a cabo con seguridad los trabajos a realizar sobre ellos.
15 • En aquellos bordes donde la caída sea mayor de 2 m se dispondrá una barandilla metálica
16 de un mínimo de 90 cm de altura, barra intermedia y rodapié de una altura mínima de 15
17 cm, salvo justificación en contrario. No será necesaria la barandilla en el caso de los bor-
18 des que disten menos de 20 cm de algún paramento que pueda impedir la caída. El diseño
19 de la barandilla se atendrá a la normativa vigente en materia de Prevención.
20 • Las superficies de trabajo serán sensiblemente horizontales; sólo en caso de que la cimbra
21 o parte de ella tenga que trabajar con inclinaciones variables, se permite una inclinación
22 máxima de 15º, siempre y cuando la superficie sea suficientemente rugosa o cuente con
23 salientes para evitar deslizamientos no sólo de personas sino también de materiales.
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2 Como Equipos de Protección Individual deben utilizarse los reflejados en el Plan de Seguridad y
3 Salud de la obra. A título orientativo y sin carácter exhaustivo, conviene hacer las siguientes
4 consideraciones:
6 • Se llevará indumentaria adecuada: botas de seguridad con ataduras sin cordones sueltos y
7 con protección del tobillo, y ropa cómoda y poco holgada, resistente a rasgaduras, sin sa-
8 lientes o huecos que puedan producir enganches y con elásticos en los bordes de mangas
9 o perneras. A cada trabajador se le entregará ropa y calzado de agua para poderlos utilizar
10 en caso necesario.
11 • El casco y los guantes formarán parte del equipo de seguridad obligatorio; el casco más
12 adecuado es el de sin visera y barbuquejo y los guantes tendrán un acabado adecuado a la
13 tarea a realizar.
14 • El arnés de seguridad formado por un braguero con cabo de amarre y mosquetón será im-
15 prescindible para trabajos fuera de la zona encofrada, plataformas de trabajo, pasillos o
16 alguna otra zona protegida. A ser posible dicho arnés será de tipo paracaidista con absor-
17 bedor de energía en el cordón de amarre.
18 • Solo se portarán las herramientas necesarias para la operación que se vaya a efectuar. Es-
19 tas se llevarán - en la medida de lo posible - dejando las manos libres (en un cinturón por-
20 ta-herramientas, o similar), protegidas de manera que no se puedan clavar en el cuerpo en
21 el caso de una caída o tropiezo.
22 • Siempre que exista riesgo de proyección de partículas, polvo, etc. Se utilizarán gafas de
23 seguridad, pantallas de protección y mascarillas en su caso.
27 En la obra, una vez suministrada la cimbra se comprobarán los puntos citados a continuación,
28 tomándose en su caso las consiguientes medidas correctoras:
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1 El montaje de estas estructuras será encomendado a personal con suficiente experiencia o espe-
2 cialmente formado y adiestrado, que conocerá los riesgos inherentes a dichas actuaciones.
3 Se dispondrá, en las fases de montaje, uso y desmontaje, de elementos de protección para evitar
4 la caída de personas u objetos y/o se delimitara la zona para evitar la estancia y el paso de perso-
5 nas.
6 Todos los elementos de seguridad (suelos, barandillas, etc.) han de estar firmemente unidos a la
7 estructura de la cimbra, de forma que no puedan soltarse, deslizar, caerse o aflojarse de forma
8 accidental.
9 Todas las maniobras se llevarán a cabo en las posiciones marcadas por el Anejo de Operación,
10 con las herramientas adecuadas y con el personal ahí definido, salvo que en la obra se defina una
11 operativa alternativa sin menoscabo de la seguridad. Esta alternativa ha de ser aprobada por el
12 responsable de Seguridad y Salud y por los suministradores de la cimbra, incorporándose al ci-
13 tado Anejo.
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1 Aquellas superficies de apoyo para las manos (pasamanos, agarraderos, asas, cables, cuerdas,
2 cadenas, etc.) no han de presentar astillas ni bordes ni soldaduras que puedan resultar cortantes.
3 En la cimbra se dispondrá de un botiquín para proporcionar los primeros auxilios de heridas cor-
4 to-punzantes, traumatismos, torceduras o roturas, y habrá comunicación por radio o teléfono con
5 la enfermería u ofici-
6 nas para solicitar ayu-
7 da médica.
20
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1 6. CONTROL.
2 El control de las cimbras debe afectar a cada una de las fases que sufre, desde el proyecto a la
3 puesta en carga y descimbrado. La norma británica BS5975 en su apartado 7.4 da criterios de
4 control que nos dan una idea lo lejos que estamos en la práctica habitual respecto esas normas.
5 Cuenta además con la figura del coordinador de encofrados y cimbras. Este depende directamen-
6 te del jefe de obra y se ocupa de obtener el visto bueno para la cimbra de todos los que participan
7 en el proceso (proyectista de la cimbra, proyectista de la estructura, jefe de montadores, geotéc-
8 nico, jefe de producción de la estructura). Para que este sistema funcione deben establecerse pre-
9 viamente y de forma clara y precisa las responsabilidades personales de cada uno de los implica-
10 dos.
11 6.1. DISEÑO.
12 En el capítulo de cálculo se especifican las condiciones que debe cumplir el proyecto de una
13 cimbra. En cualquier caso este debe estar revisado y verificado.
22 • El reparto de cargas
23 • Estudios de estabilidad
24 • Arriostramientos
25 • Bases de cálculo
27 • Calculo de deformaciones
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2 • Idoneidad de la cimentación
3 6.2. MONTAJE.
4 Antes de la puesta en carga de la cimbra se procederá a la revisión de todas sus partes, incluido
5 el terreno, las cimentaciones y los encofrados, realizándose un informe escrito y suscrito por
6 todas las partes. El coordinador revisará el montaje con el instalador de la cimbra (o cualquier
7 otra persona competente designado por el contratista).
13 • Que la ejecución de todas las partes es conforme al proyecto. Las discrepancias se descri-
14 birán y en su caso se justificarán con el mismo rigor utilizado en el proyecto.
15 • Que en inspección visual no haya elementos con daños que afecten a la seguridad estruc-
16 tural.
17 • La identificación de todas las personas que intervienen en el informe y sus diversas res-
18 ponsabilidades.
21 • Que las formas y los materiales de apoyo interior y exterior son correctos.
22 • Que las condiciones del terreno y las cimentaciones son las previstas
23 A título de ejemplo en el anejo 5 se da una lista de cheque para el caso concreto de una cimbra
24 cuajada al suelo.
25 6.3. CIMENTACIÓN.
26 Se comprobará que las condiciones del terreno así como los elementos de cimentación son las
27 previstas en el proyecto. En este sentido hay que tener en cuenta que esta inspección se ha de
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3 6.4. MATERIALES.
6 • En el caso de elementos con aceros sensibles a los efectos de entalla como las barras de
7 pretensar o los tornillos de alta resistencia, se revisará que no tienen picaduras de ningún
8 tipo.
12 6.5. HORMIGONADO
13 Durante el hormigonado, se debe evitar la exposición de los montantes de acero altos a radiacio-
14 nes solares intensas, para evitar las posibles deformaciones térmicas. Además se realizará un
15 control permanente de la cimbra y de sus cimientos, en lo referente a asentamientos y otras de-
16 formaciones durante el hormigonado.
17 6.6. DESMONTAJE.
21 Se incluye en el anexo 5 un protocolo tipo para el chequeo de una cimbra al suelo, que puede
22 servir de guía para la elaboración de otras listas de chequeo para otro tipo de cimbras. Algunos
23 aspectos específicos de estas otras cimbras pueden verse en el capítulo 7.
24
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2 Existen procesos constructivos que requieren tipos de cimbras específicos. En general tienen
3 como misión última dar soporte provisional a la estructura definitiva antes de que sea autorresis-
4 tente Sin embargo, su funcionamiento tiene en cada caso una serie de particularidades que con-
5 viene conocer.
6 En los siguientes apartados se dan recomendaciones prácticas aplicables a los tipos de cimbras
7 mas utilizados, desde el punto de vista de su diseño y uso. Así mismo, se intenta recoger la ma-
8 yor parte de las causas de patología. Sin embargo no se pretenden abordar todas las cimbras de
9 forma exhaustiva, de hecho los alcances del tratamiento de cada una es diferente.
10 En los próximos apartados se describen y dan recomendaciones de cimbras que tienen muy di-
11 versos grados de complejidad. Muchas de ellas solo pueden ser proyectadas por ingenieros de
12 larga experiencia en esa especialidad. Sin embargo estas recomendaciones no van dirigidos a
13 ellos sino a los jefes de producción o asistencias técnicas que quieran tener un acercamiento a
14 estas estructuras.
20
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2 7.1.1. Descripción
3 Se trata de cimbras que transmiten al suelo las cargas lo más directamente posible. Suelen tener
4 alturas pequeñas, (hasta 15 metros), ya que para alturas superiores se suele utilizar torres más
5 potentes y vigas entre ellas. (ver cimbras porticadas en capítulo 7.4)
6 Pueden tener dos zonas claramente diferenciadas: unas zonas cuajadas (cimbra apoyada), con
7 torres dispuestas en toda la planta de la estructura y otras zonas de paso llamadas diáfanas (cim-
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1 bra porticada). La cimbra porticada puede disponerse también para salvar pendientes de desmon-
2 tes o terraplenes.
3 La necesidad de aligerar el
4 material para facilitar el mon-
5 taje ha impulsado la tendencia
6 a soportar las cargas verticales
7 con muchos elementos muy
8 ligeros en vez de concentrar-
9 las en pocos más potentes.
10 Esto supone una serie de pro-
11 blemas de inestabilidad
12 arriostramiento, y efecto mue-
13 lle que se detalla en el capítu-
14 lo 4.5.
Plataforma trabajo
Panel encofrado
Barandilla
Barcos
torres
Arriostramiento
horizontal
Ilustración 7.1-4 Esquema y nomenclatura de diferentes elementos
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1 Estructura encofrante. Se trata de los tableros de encofrado a los que se les da rigidez median-
2 te correas, que en ocasiones son de madera.
3 Barcos transversa-
4 les. Son estructuras
5 transversales que dan
6 forma a la sección del
7 tablero y que se apo-
8 yan en los cabeceros
9 de las torres.
Vigas de reparto
10 Vigas de reparto.
11 Debajo de los barcos
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1 el apoyo de las vigas de cabeza. En su pié llevan bases regulables formadas por husillos y placa
2 de base. Los husillos inferiores permiten la verticalidad de la torre y conjuntamente con los supe-
3 riores el ajuste en altura.
4 La tendencia a disminuir el peso de estos elementos ha llevado a que se usen como torres ele-
5 mentos y sistemas propios de los andamios, que en ocasiones no son adecuados para las cargas
6 que reciben.
9 • El de la propia torre.
12 En algunos casos los arriostramientos no coinciden con los nudos de la estructura, practica que
13 desde el punto de vista teórico no es recomendable ya que introduce flexiones no deseadas en los
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1 montantes. Para el caso particular de torres de tubos existen recomendaciones y reglas que limi-
2 tan estas excentricidades (ver capítulo 8.2.1)
28 En ocasiones se pueden ver en las cimbras esquemas estructurales complejos en los que no es
29 fácil conocer el reparto de las cargas. Esto ocurre especialmente cuando la geometría es compli-
30 cada con fuertes pendientes o esviajes. El mejor diseño será aquel que parta de un esquema claro
31 de funcionamiento de la estructura, lo cual disminuirá el riesgo de errores en proyecto y facilitará
32 la inspección en obra poniendo más atención a los elementos de mayor responsabilidad.
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1 Los problemas más habituales detectados en los proyectos de cimbras son los siguientes:
3 • Falta de definición.
5 • Falta de arriostramiento.
10 7.1.2.1.Proyecto de la cimbra
11 Según se especifica en el capítulo de diseño toda cimbra que vaya a ser usada deberá contar con
12 un proyecto específico para la estructura a construir, firmado por un técnico competente. El pro-
13 yecto constará de memoria descriptiva, definición de condiciones técnicas particulares de uso si
14 las hubiera, cálculos justificativos y planos.
19 Es muy habitual la determinación de la capacidad de las torres mediante ensayos. Estos deben
20 cumplir los requerimientos del capítulo de cálculo. En el anexo 4 se incluye una propuesta de
21 protocolo de ensayo para torres. Este tema es tratado ampliamente en la norma francesa NF P93-
22 550 mientras que la NF93-322 define los ensayos para vigas.
23 En el proyecto se debe comprobar que se respetan las condiciones de uso del diseñador del mate-
24 rial estándar. En los perfiles laminados utilizados en las distintas partes de la cimbra se determi-
25 narán sus tensiones de trabajo así como sus deformaciones máximas, comprobando que ambas
26 están dentro de los límites admisibles; en caso de necesidad, se indicará la contraflecha que haya
27 que dar para contrarrestar las deformaciones.
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1 Es muy importante la correcta determinación de las tensiones que trasmite cada apoyo de la cim-
2 bra al terreno, con el fin de que en la obra se compruebe que el terreno es capaz de soportar esas
3 tensiones.
7 • Alzado y sección de cada una de las distintas zonas del tablero donde tanto la cimbra co-
8 mo el encofrado
9 varíen en algún
10 aspecto. Estos al-
11 zados indicarán
12 los arriostramien-
13 tos longitudinales
14 y transversales,
15 así como las lon-
16 gitudes máximas
17 de trabajo de los
18 husillos.
19 • En caso de ser
20 necesarios, tam-
21 bién se definirán
22 los tirantes late-
23 rales de retenida
24 del conjunto an-
25 clados a macizos
26 enterrados.
27 • Detalles cons-
Ilustración 7.1-9 Cargas no centradas disposición incorrecta
28 tructivos singula-
29 res que se consi-
30 deren necesarios para un correcto montaje de la cimbra, y que respondan a los criterios
31 utilizados en el cálculo.
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1 • Plataformas de acceso y trabajo cuando sean necesarias, de acuerdo con la normativa vi-
2 gente de salud laboral.
4 Es condición fundamental para un buen funcionamiento de la cimbra, que tenga un diseño con
5 un esquema estructural claro, con un fácil seguimiento del descenso de cargas desde el tablero
6 hasta la cimentación. Además se buscará la disposición más adecuada, con la inclusión si fuera
7 necesario de elementos secundarios, para un reparto de cargas lo más equilibrado posible entre
8 los pies derechos. Esto último es fundamental en el apoyo de las vigas de las zonas diáfanas,
9 donde las cargas son mayores, en esos casos estas cimbras se parecen a las porticadas por lo que
10 puede consultarse el capítulo 7.4.
11 Estructura encofrante. Todos los encofrados verticales o inclinados están sometidos a fuertes
12 empujes horizontales como resultado de la presión del hormigón. La aparición en el mercado de
Ilustración 7.1-10 Panel de encofrado con correas sobre barcos de sección transversal
13 superfluidificantes cada vez más eficientes está aumentando las presiones del hormigón. Siste-
14 mas que hasta ahora no hayan dado problemas pudieran darlos con el uso de hormigones de con-
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1 sistencia líquida. Estos empujes deberán ser absorbidos por latiguillos de atado contra encofrados
2 opuestos, en cuyo caso la distancia entre paramentos debe ser suficientemente pequeña para ase-
3 gurar que ambos empujes del hormigón se producen al mismo tiempo. En otro caso se deben
4 disponer elementos estructurales de soporte del encofrado que resistan las componentes horizon-
5 tales.
9 Vigas de reparto. Las vigas de reparto se encuentran apoyadas en los pies derechos los cuales
10 suponen muelles que ceden bajo
11 la carga a la que se les somete.
12 En el caso de que los pies dere-
13 chos no se incluyan en el esque-
14 ma estructural, pueden materiali-
15 zarse como muelles. La constan-
16 te de estos tiene incertidumbres
17 debidas a las holguras. Cuando
18 los pies derechos formen torres
19 se deberá modelizar estas con sus
20 diagonales. Los apoyos de unos
Ilustración 7.1-11 Vigas de centrado de cargas en torres. La dis-
21 elementos sobre otros deben ma- posición de rigidizadores siempre es necesaria bajo cargas con-
22 terializarse con una disposición centradas.
23 adecuada para que no trasmitan
24 esfuerzos horizontales no deseados. Concretamente, los elementos inclinados apoyarán mediante
25 la interposición de una cuña fijada por la cara inclinada y con algún mecanismo de centrado de
26 cargas. Cuando las vigas de reparto transmitan las cargas a las torres descentradas se tendrá en
27 cuenta en el calculo de la torre.
28 Vigas de vano. Bajo acciones puntuales importantes, los perfiles llevarán los correspondientes
29 rigidizadores de alma, tal y como se realiza habitualmente en estructuras metálicas. Por otra par-
30 te y con el fin de evitar la rotura por flexión del alma, se dispondrán rigidizadores de alma en
31 aquellos elementos horizontales de recogida de cargas susceptibles de recibir esfuerzos horizon-
32 tales importantes, en cualquier caso se dispondrán rigidizadores en los extremos de los perfiles.
33 Tanto las vigas de reparto como las de vano se recomienda sean elegidas entre la serie H ya que
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1 son más estables al vuelco, aunque resulten menos eficaces frente a las flexiones. En cualquier
2 caso se diseñaran elementos que eviten el vuelco alrededor del eje longitudinal.
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Cabeza com-
primida
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1 Torres. En el caso de utilizar torres con perfiles laminados y uniones soldadas o con TAR las
2 deformaciones calculadas no suelen diferir de las reales. En el caso de usar material estándar la
3 validación se suele realizar mediante ensayos. Muchos de los sistemas tienen detalles de uniones
4 no habituales en otros tipos
5 de estructuras y cuya mo-
6 delización teórica plantea
7 muchas dudas respecto su
8 comportamiento. Una al-
9 ternativa al ensayo de la
10 torre completa es el ensayo
11 de los sistemas de unión
12 intentando fijar parámetros
13 mecánicos como holguras
14 curvas momento giro etc. y
15 todo ello reflejarlo en un
16 modelo matricial reflejan-
17 do las imperfecciones y
18 excentricidades. En el ca-
19 pitulo 8 se dan algunos
20 detalles de determinados
21 sistemas de unión. La do- Unión superior Unión inferior
22 cumentación resultante de
23 los ensayos debe incluir
Ilustración 7.1-14 Detalles de uniones superior e inferior de torres
24 condiciones de uso y tole-
25 rancias máximas permitidas. Para la ejecución del proyecto se debe contar con el manual del
26 fabricante, que especifique las cargas admisibles de cada elemento obtenidas por ensayos o cál-
27 culos, y las acciones horizontales concomitantes que admite el elemento, así como las condicio-
28 nes de necesidad de arriostramiento de las torres, husillos, etc.
29
30
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4 • El de la propia torre. Tiene por finalidad crear una estructura triangulada, con diagonales
5 saliendo de los nudos y uniones sin holguras. Algunos de los sistemas de unión de arrios-
6 tramientos presentan dudas sobre su
7 comportamiento estructural al tener
8 holguras que son difíciles de tener en
9 cuenta en el cálculo. Una de las con-
10 secuencias son las deformaciones que
11 pueden ser mucho mayores que las
12 calculadas, para tenerlo en cuenta en
13 el cálculo (sobre todo en los de se-
14 gundo orden) se pueden disminuir los
15 módulos de elasticidad de los mate-
16 riales. En el caso de uniones mediante
17 bridas el par de apriete dado a los tor-
18 nillos y el estado de las superficies
19 deben garantizar una capacidad sufi-
20 ciente para trasmitir las correspon-
21 dientes esfuerzos. Estos arriostra-
22 mientos normalmente no se diseñan
23 para trasmitir variaciones de axiles
24 entre diferentes pies derechos (ver Ilustración 7.1-16 Sistema de unión de tubo y brida
25 capítulo 7.2). para arriostramiento.
26 • El vertical entre torres. Tienen como misión la transferencia de cargas horizontales desde
27 la parte superior de la torre a la cimentación. Todo elemento vertical de la cimbra suscep-
28 tible de recibir esfuerzos horizontales debe contar con su correspondiente arriostramiento,
29 que trasmita dichas cargas horizontales a la cimentación o a un punto fijo, con el fin de
30 que su trabajo sea exclusivamente a compresión, además los arriostramientos fijan los
31 puntos que determinan la longitud de pandeo local de la pieza. Se fijarán a los arranques
32 de los pies derechos más cargados. La fijación de las diagonales de arriostramiento debe
33 hacerse lo más próximamente posible a los nudos de unión de elementos verticales y
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 horizontales de las torres. En el caso concreto de las diagonales que llegan a la corona-
2 ción o al apoyo inferior de la torre, se fijarán cerca de la coronación o arranque de los
3 husillos
4 superior e
5 inferior
6 respecti-
7 vamente.
8 • El horizon-
9 tal entre to-
10 rres. Dis-
11 minuyen el
12 pandeo ge-
13 neral de las
14 torres. Se
15 deben di-
16 mensionar
17 para tomar
18 una parte
19 de la carga
Planos horizonta-
20 vertical de
21 las torres,
22 debiéndose
23 trasladar a
24 un arrios-
25 tramiento
26 vertical o
27 al terreno.
28
29
30
31
Ilustración 7.1-17 Esquema para tomar las fuerzas horizontales
32
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5 En el cálculo de la tensión trasmitida por los tablones al terreno, se puede contar como valor
6 conservador con un reparto de cargas a 45 grados en el espesor de éstos. En caso de empleo de
7 durmientes corridos y en general cuando se quiera estimar con más precisión, puede utilizarse un
8 cálculo como viga flotante, siempre que se conozcan con precisión los coeficientes de balasto del
9 terreno así como los valores del módulo de elasticidad de la madera empleada. En todos los ca-
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1 sos debe asegurarse que la cimbra no producirá asientos apreciables por deformación de terreno.
7 Antes del comienzo del montaje de la cimbra el jefe de la obra debe contar con un proyecto defi-
8 nitivo que defina la cimbra que se tiene que montar, y es su responsabilidad garantizar que lo
9 montado responda a lo definido en el proyecto.
10 Asimismo se
11 debe contar
12 desde un prin-
13 cipio con el
14 asesoramiento
15 de un técnico
16 en geotecnia
17 que decida la
18 idoneidad del
19 terreno de
20 apoyo para
21 soportar las
22 cargas previs-
23 tas en el pro-
Ilustración 7.1-19 La inspección de la cimentación se debe realizar antes de montar la
24 yecto. Para cimbra y antes de hormigonar
25 tomar estas
26 decisiones contará si fuera necesario con los ensayos del terreno adecuados a cada caso. A título
27 meramente informativo, es habitual encontrarse en uno de los cuatro casos posibles:
28 • El terreno natural o preparado como plataforma de carretera tiene capacidad portante su-
29 ficiente, en cuyo caso solo es necesario desbrozar y nivelar.
30 • El terreno está compuesto por suelos blandos o de arenas sueltas, en cuyo caso es precisa
31 la sustitución superficial por un relleno seleccionado compactado adecuadamente. El ex-
32 perto en geotecnia indicará su espesor y grado de compactación.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
10 • En casos es-
11 peciales en
12 que las ante-
13 riores alterna- Ilustración 7.1-20 Los defectos no suelen venir solos
14 tivas no sean
15 viables, se
16 podría plan-
17 tear el pilotaje
18 pero su coste
19 decantaría la
20 solución hacia
21 otro tipo de
22 cimbra. En
23 ese caso se
24 tendría que
25 recurrir a un
26 tipo de cimbra
27 que apoye di-
28 rectamente
Ilustración 7.1-21 Zona porticada para salvar desnivel
29 sobre las za-
30 patas de las pilas o ménsulas ancladas a éstas.
31 Considerando que el terreno es definitivamente apto para soportar las cargas previstas, antes de
32 montar la cimbra es necesario realizar las siguientes actividades:
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
12 • Replanteo de la cim-
13 bra de acuerdo con los
14 planos del proyecto.
15 • Medición topográfica
16 de la cota de altura del
17 terreno respecto del
18 tablero del puente para
19 comprobar que coin-
20 ciden con las previstas
Ilustración 7.1-22 Principales causas de asientos diferenciales
21 en el proyecto. En ca-
22 so contrario se modificará dicha cota o se reajustarán las alturas en el proyecto.
25 Una vez recibida la cimbra se confirmará el buen estado de todos sus elementos constituyentes,
26 desechando aquellos que se encuentren en estado deficiente, bien sea por su grado de corrosión,
27 por las deformaciones causadas por utilizaciones anteriores o mala manipulación, o por cualquier
28 otro tipo de defecto que lleve a ofrecer dudas sobre el correcto comportamiento resistente de
29 algún elemento.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 • Todos los pies de una torre y a ser posible todas las torres, estarán apoyados sobre terre-
2 nos horizontales, de la misma naturaleza, grado de compactación y resistencia a la com-
3 presión, para evitar asientos diferenciales. Una zona a cuidar especialmente en este as-
Ilustración 7.1-23 Causas de mal apoyo de una cimentación. Las disposiciones con placa empotrada
requieren una precisa nivelación de los durmientes, salvo se dispongan placas articuladas.
4 pecto, se encuentra en los rellenos localizados sobre las excavaciones realizadas para eje-
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3 • Todos los pies de una torre estarán preferentemente apoyados en un mismo plano. Si
4 hubiera absoluta necesidad, podrían ponerse a dos niveles diferentes, teniendo en cuenta
5 los siguientes puntos: todos los apoyos serán sobre terreno horizontal, y en los pies que
6 resulten más altos los husillos no sobrepasarán la longitud libre recomendada por el fa-
7 bricante.
8 • Las torres pueden disponerse en niveles diferentes siempre que cada uno de ellos sea
9 horizontal, y que se cumpla la distancia del apoyo al borde de la plataforma (condición de
10 borde), indicada por el experto geotécnico, para evitar el deslizamiento del terreno bajo el
11 peso que trasmite la torre.
12
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1 Recomendaciones generales
2 Se incluye una relación de normas de buena ejecución que aún no siendo exhaustiva, su cumpli-
3 miento ayudará a evitar las causas principales de accidentes en este tipo de estructuras.
4 • Se tendrá un especial cuidado en disponer las cuñas necesarias para los apoyos de ele-
5 mentos inclinados sobre otros horizontales.
6 Estas cuñas deben de ir solidarias con el ele-
7 mento inclinado para no trasmitir empujes la-
8 terales.
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3 • En todos los
4 encofrados
5 verticales o
6 inclinados
7 que absorban
8 los empujes
9 horizontales
10 del hormigón
11 fresco, se
12 cuidará el
13 perfecto ajus-
14 te de los lati-
Ilustración 7.1-26 Las diagonales deben ir lo más próximas posibles al nudo
15 guillos de
16 atado de encofrados opuestos.
17 • Antes de dar por válida la cimbra para el hormigonado del tablero, se revisará para garan-
18 tizar la inmovilización de
19 todos los elementos y la
20 correcta materialización de
21 todas las uniones y apoyos.
28 • Durante el hormigonado
29 del tablero, se pondrá es-
30 pecial cuidado en no pro-
31 vocar acumulaciones pun- Ilustración 7.1-27 En caso de atirantar las torres se debe revisar
32 tuales de hormigón que la tensión.
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1 generen cargas superiores a las que en cada zona trasmite la sección de proyecto del ta-
2 blero. Asimismo debe minimizarse el impacto producido por el hormigón al ser vertido
3 por la manguera de bombeo. Son especialmente sensibles a estos fenómenos las zonas de
4 alas en los tableros con sección de viga gaviota.
6 Los distintos elementos que constituyen la cimbra se mantendrán hasta que el hormigón posea la
7 resistencia suficiente para soportar, con un margen aceptable de seguridad, las tensiones y de-
8 formaciones a las que va a estar sometido durante y después del desencofrado, desmoldeo o des-
9 cimbrado.
14 De todo lo expuesto anteriormente, se concluye que son dos los condicionantes básicos para rea-
15 lizar adecuadamente el descimbrado, desencofrado o desmoldeo de una estructura:
23 Las formas más comunes para conseguir un buen descimbrado se reducen a dos:
29 Descenso gradual y programado de los husillos en que se apoya la estructura en la cimbra. Estos
30 deben accionarse en una secuencia tal que se consiga que la estructura alcance, de forma progre-
31 siva, su deformada bajo peso propio. Esta operación debe ser llevada a cabo en tantos ciclos co-
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1 mo sea necesario, para conseguir que los esfuerzos inducidos en cada etapa no superen la capa-
2 cidad resistente de la estructura. En cada uno de estos ciclos la estructura debe descenderse un
3 valor proporcional a la flecha, debida al peso propio, en cada husillo de la misma.
4 El criterio general para el cálculo de la edad de descimbrado es que el hormigón resista sin gran-
5 des fisuras el peso propio y las acciones de desencofrado, en ese caso las tensiones de tracción
6 deben estar por debajo de la resistencia media del hormigón en ese momento a tracción. Todo
7 ello depende de varios factores, el curado, la deformabilidad o la proporción de carga permanen-
8 te actuando en el momento del descimbrado, respecto el total de carga de diseño. A título orien-
9 tativo, puede consultarse la EHE, donde se da una fórmula. Esta fórmula sólo es aplicable a ele-
10 mentos de hormigón armado fabricados con cementos Portland y en el supuesto de que su endu-
11 recimiento se haya llevado a cabo en condiciones normales.
12 En el caso de estructuras pretensadas se suele disponer en el proyecto una primera fase de tesado
13 en la que se introdu-
14 ce la mitad del pre-
15 tensado con el table-
16 ro soporta el peso
17 propio. Este mo-
18 mento viene limita-
19 do por la capacidad
20 del hormigón a so-
21 portar la presión tras
22 las placas de los
23 anclajes, para lo que
24 se pide una capaci-
25 dad a compresión,
26 especificada en el
27 proyecto del tablero.
28
29
30
Ilustración 7.1-28 Efectos posibles del descimbrado
31
32
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3 7.2.1. Descripción
Ilustración 7.2-1 Ejemplos de torres empleadas para sustitución de apoyos de un puente y apeo de ele-
mentos prefabricados de hormigón.
4 Este tipo de cimbras se utilizan para apeos provisionales de grandes cargas con alturas de hasta
5 20 metros e incluso
6 mayores. El montaje de
7 elementos prefabrica-
8 dos de hormigón o
9 acero puede necesitar
10 apeos para el apoyo
11 provisional de las pie-
12 zas, o para dar estabili-
13 dad al vuelco. Esto
14 también puede ocurrir
15 en reformas (cambios
16 de apoyos, modifica-
17 ciones de la estructu-
Ilustración 7.2-2 Elemento de centrado de carga en torre
18 ra...), sobrecargas
19 anormales provisionales (paso o estacionamiento de trabajo de una grúa...) y demoliciones.
20 También se pueden emplear para el apeo provisional de cimbras de avance en alguna de las fases
21 constructivas y de movimiento.
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1 Los elementos utilizados más frecuentemente en estas aplicaciones son los soportes y las torres,
2 tanto con piezas estándar como con especiales (uniones atornilladas o uniones soldadas). En la
3 mayor parte de los casos es necesario
4 disponer elementos de concentración o
5 de reparto de la carga desde el punto de
6 apoyo hasta los diferentes pies vertica-
7 les (generalmente perfiles estándar
8 reforzados). También se suelen dispo-
9 ner elementos de puesta en carga y
10 descimbrado tales como gatos husillos
11 , cuñas de descenso, unidades hidráuli-
12 cas, cajas de arena y otros dispositivos
13 para la puesta en carga o descarga. Ilustración 7.2-3 Ejemplos de soportes arriostrados a las pilas
de un puente.
14 En algunos casos estas torres o sopor-
15 tes pueden estar venteados o arriostrados a otras estructuras de hormigón como por ejemplo, las
Ilustración 7.2-4 Ejemplos de torres empleadas para apeo provisional en soluciones constructivas empleando
cimbras de avance.
16 pilas de un puente.
17 En general estas torres o soportes son estructuras de perfiles ejecutadas con material estándar con
18 uniones atornilladas o soldadas y de dimensiones mayores que las del capítulo anterior.
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2 El material utilizado en las cimbras cuajadas no suele tener la suficiente capacidad para estas
3 aplicaciones, ya que la carga que reciben las torres de apeo suele ser mucho mayor, ni siquiera
4 colocando mayor número de elementos. La razón es que el reparto de una gran carga en muchas
5 pequeñas cargas presenta el problema de la complejidad de la estructura que garantice el adecua-
Ilustración 7.2-5 Ejemplos de torres de gran altura para apeo de cubiertas en ejecución.
7
8 Ilustración 1.1-4. Ejemplos de torres de gran altura para apeo de cubiertas en ejecución.
9 El venteado mediante tirantes para recoger fuerzas horizontales, en ocasiones puede no ser muy
10 eficaz, debido a que los cables presentan una flexibilidad mayor que la propia torre, por lo que
11 pueden absorber poca componente horizontal. En cualquier caso deberá hacerse un cálculo del
12 reparto teniendo en cuenta la flexibilidad real de cada elemento. Otra posibilidad que se puede
13 plantear para recoger las fuerzas horizontales, es anclar la torre en su base a la cimentación de la
14 misma.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 En el caso de torres con uniones atornilladas, las deformaciones suelen ser mayores a las calcu-
2 ladas con las características mecánicas de los perfiles. Esto ocurre debido a que la estructura to-
3 ma las holguras de las uniones. Aunque este efecto se puede calcular, lo mejor es extrapolar da-
4 tos de casos semejantes.
5 En ocasiones la torre está formada por múltiples palizadas de pies verticales. Las holguras o la
6 falta de elementos eficaces de reparto puede hacer que los arriostramientos intenten hacer un
7 reparto para el que no están dimensionados. Además si la
8 carga está descentrada, a veces se calcula asignando la car-
9 ga a los pies verticales que se encuentran bajo la carga. Sin
10 embargo esto puede estar del lado de la inseguridad, si exis-
11 te arriostramiento de todos ellos. Este arriostramiento tras-
12 lada carga a los mas alejados trabajando la torre en su con-
13 junto con un axil y un momento. Los arriostramientos
14 transmiten en este caso también unas cargas para las que
15 puede que no se hayan dimensionado e igual puede ocurrir
16 en las uniones entre los arriostramientos y los pies vertica-
17 les de la torre.
21 Puntos a los que se debe prestar especial atención: Ilustración 7.2-6 Detalle de torre y
vista de elementos de reparto y
arriostramiento de la misma.
Ilustración 7.2-7 Torre de gran altura para puente mixto 31 formación de los apeos y
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 del terreno. En cualquier caso se contemplarán las fuerzas horizontales mínimas así como
2 las excentricidades indicadas en el capitulo de cálculo.
3 • En el caso de que un
4 elemento muy rígido se
5 apoye en 4 puntos y es-
6 tos sean también muy
7 rígidos, la holgura en
8 uno de ellos hará que la
9 carga se reparta en los
10 dos puntos diagonal-
11 mente opuestos. En
12 función de la elastici-
13 dad de los elementos
Ilustración 7.2-8 Las cargas hay que seguirlas hasta el terreno
14 soportado o del soporte
15 esa holgura se amortiguará mejorando el reparto. También es muy sensible al correcto
16 reparto la disposición de apoyos muy próximos. Para evitar dudas es conveniente siempre
Ilustración 7.2-9 Las deformaciones de estas torres son particularmente importantes cuando apean es-
tructuras hiperestáticas
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 que sea posible disponer de elementos de centrado. Para el reparto de cargas entre dife-
2 rentes apoyos hay que tener en cuenta las rigideces de los elementos de soporte y sus po-
3 sibles holguras.
12 • Regula-
13 ciones: En
14 general
15 será con-
16 veniente
17 disponer
18 elementos
Ilustración 7.2-10 le de uso de torres de apeo en combinación con otras cimbras.
19 de regula-
20 ción para
21 corregir un cierto grado de errores y facilitar el montaje. Puede ser necesario disponer ga-
22 tos para movimientos en carga, tanto de ascenso como de descenso.
30 • Al transmitir cargas más importantes y concentradas las cimentaciones también suelen ser
31 mayores que en el caso de cimbra cuajada. Dichas cimentaciones pueden configurarse de
32 muy distintas formas, zapatas de hormigón aisladas o corridas sobre el terreno, subestructu-
33 ras auxiliares, losas, estructuras permanentes existentes.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 Estas operaciones se llevarán a cabo de modo que la estructura apeada entre en carga de forma
2 gradual, descendiendo los cabezales de apoyo de la torre de forma escalonada y controlando la
3 evolución del proceso.
10
11
12
13
14
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
2 7.3.1. Descripción
6 7.3.1.1.Sistema de punta-
7 les
18 7.3.1.2.Sistema de me-
19 sas
Ilustración 7.3-2 Sistema de mesas 27 mentos verticales, sin por ello afec-
28 tar a la maniobrabilidad del con-
29 junto. Por ello, su altura puede llegar, con el debido arriostramiento, hasta 14 m de altura.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
2 En general se trata de material estándar, por lo que según lo indicado en el capítulo 4 se deberá
3 aportar como documentación su justificación estructural donde figure la capacidad portante de
4 los elementos y sus condiciones de uso y montaje, así como las tolerancias.
5 Se deberá especificar el
6 arriostramiento mínimo. La
7 Dirección de Obra estable-
8 cerá el procedimiento de
9 desapeo de plantas sucesi-
10 vas.
11 7.3.3. Recomenda-
12 ciones para la
13 Obra
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
2 La edad de descimbrado tiene una especial repercusión en procesos repetitivos. Los rendimientos
3 en la construcción de forjados de edificación están por tanto muy relacionados con un rápido
4 descimbrado. En el apartado 4.6 se indican los criterios generales que caracterizan las operacio-
5 nes de descimbrado, desencofrado y desmoldeo, por lo que este capítulo se refiere al cálculo de
6 la edad mínima de descimbrado que se trata en los apartados siguientes.
8 Los distintos elementos que constituyen los moldes, el encofrado, los apeos y cimbras se man-
9 tendrán hasta que el hormigón posea la resistencia suficiente para soportar, con un margen acep-
10 table de seguridad, las tensiones y deformaciones a las que va a estar sometido durante y después
11 del desencofrado, desmoldeo o descimbrado y no se produzcan fisuraciones excesivas u otro tipo
12 de daños en el hormigón.
13 Para efectuar el descimbrado, se deberán tener en cuenta las siguientes acciones y procesos:
14 • El peso del hormigón, que en general representa la mayor parte de la carga total del pro-
15 yecto.
16 • Las cargas impuestas, por ejemplo, el cimbrado de otros elementos superiores, las sobre-
17 cargas de ejecución,..
26 • El apeo, durante el proceso, debe ser capaz de absorber los esfuerzos generados durante
27 el descimbrado.
28 • Las condiciones ambientales a las que se va a ver sometido el hormigón una vez retirado
29 el encofrado, así como las posibles medidas para protegerlo, sobre todo si éste actuaba
30 como sistema de curado.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
2 • Retirada adecuada de todos aquellos elementos que puedan impedir el libre juego de las
3 juntas de retracción, asiento o dilatación, así como de las articulaciones, si las hay.
7 • En los casos de
8 obras de impor-
9 tancia u obras
10 donde el proceso
11 constructivo se
12 realice mediante
13 descimbrados a
14 edad temprana y
15 además no se po-
16 sea experiencia
17 de casos análo-
18 gos, si los perjui-
Ilustración 7.3-5 El reapuntalamiento optimiza la velocidad de construc-
19 cios que pudieran ción en varias plantas
20 derivarse de una
21 fisuración prematura fuesen grandes se realizarán ensayos de información para estimar la
22 resistencia y el módulo de deformación real del hormigón a diferentes edades.
30 Se exige realizar el descimbrado de acuerdo con un programa previo debidamente estudiado, con
31 el fin de evitar que la estructura quede sometida, aunque sólo sea temporalmente durante el pro-
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 ceso ejecución, a estados que no aseguren suficiente seguridad frente a estados límites últimos y
2 de servicio para soportar los esfuerzos que se producen.
3 De todo lo expuesto anteriormente, se concluye que son dos los condicionantes básicos para rea-
4 lizar adecuadamente el descimbrado, desencofrado o desmoldeo de una estructura:
1 Ambos casos, una vez que se han liberado de cargas los puntales y se han distribuido las cargas
2 en los forjados, permiten un correcto recimbrado posterior asegurando el contacto entre forjado y
3 puntales de tal forma que estos colaboren en los futuros incrementos de carga.
5 La edad mínima para proceder al descimbrado depende de varios factores, tales como la evolu-
6 ción de resistencia y el módulo de deformación del hormigón, el curado, la deformabilidad o la
7 proporción de carga permanente actuando en el momento del descimbrado.
8 Para el cálculo de la edad mínima, este documento propone dos tipos de métodos.
9 Por una parte, se examinan los métodos basados en la resistencia a tracción. Estos métodos son
10 compatibles para los descimbrados de cualquier tipo de forjado de hormigón in situ, sin embargo
11 su campo de aplicación más interesante es de las obras donde sean necesarios (por condicionan-
12 tes de tipo económico, temporal, logístico, limpieza, etc.) descimbrados a edad temprana.
13 Por otra parte, se recuerdan los métodos no exhaustivos propuestos por la EHE.
MÉTODOS APLICACIÓN
I) Métodos exhaustivos
1 Si tenemos una estructura con una acción característica de proyecto qk, y que en el momento del
2 descimbrado va a estar sometida a una fracción de esta acción άqk, podremos realizar el descim-
3 brado en el plazo en que se verifique:
γ' f
4 f 'ckt , 0 ≥ α f 'ckt , 28
γ f
5 siendo:
6 f ’ ckt,28 la resistencia a tracción directa del hormigón en curado estándar a los 28 días de
7 edad.
17 Esta es la definición exacta y completa para el cálculo del plazo de descimbrado. Para su aplica-
18 ción en la práctica pueden seguirse, con las limitaciones que expondremos, alguno de los méto-
19 dos que a continuación pasamos a describir.
20 Si adecuamos la fórmula anterior a la nueva EHE, en la que los coeficientes parciales de seguri-
21 dad para situaciones de proyecto persistente o transitoria son los mismos, nos queda (con ά como
22 cociente de acciones mayoradas) :
23 f 'ckt ,0 ≥ α f 'ckt , 28 [ 1]
24 Este es el método directo y experimental que se deriva de la definición del cálculo del plazo de
25 descimbrado. Dado que f ’ ckt,28 es conocida, podremos descimbrar nuestra estructura cuando f ’
26 ckt,0 (resistencia a tracción directa del hormigón en obra, curado en las condiciones de obra)
27 cumpla la relación de la formula [1].
1 Los ensayos de tracción directa del hormigón, normalmente relacionados con la mecánica de
2 fractura, son difíciles y delicados de realizar, no siendo posible su empleo para el control de
3 obras en general.
4 Para poder utilizar el método en la práctica podemos basarnos en que aproximadamente la resis-
5 tencia a tracción directa (f ’ckt ) es proporcional a la obtenida en los ensayos de tracción indirecta
6 (brasileño) fckt , pudiendo admitirse la expresión
f ' ckt , 28
9 f ckt , 0 ≥α [ 3]
0,85
12 Determinando la resistencia a tracción en ensayo brasileño del hormigón a utilizar, f ckt,28 , bien
13 con probetas adicionales en los ensayos característicos o en unas amasadas de prueba, podemos
14 averiguar la resistencia a tracción indirecta exigible al hormigón de obra f ckt,0. Según este crite-
15 rio, necesitamos controlar f ckt,0 mediante probetas adicionales en alguna de las amasadas mues-
16 treadas para realizar el control de calidad del hormigón de la obra o fabricar alguna serie adicio-
17 nal de probetas. Estas probetas deberán curarse en condiciones análogas a las de la estructura, y
18 mediante su ensayo a diferentes edades podemos determinar el momento en el que se alcanza el
19 valor mínimo para poder descimbrar.
21 De forma general para cualquier edad del hormigón se podrá utilizar el método de las curvas de
22 referencia o curvas de evolución de la resistencia a tracción. (CUADERNO INTEMAC Nº 3,
23 1991, INTEMAC). Para ello, se contará con la curva de evolución de la resistencia a tracción, o
24 en su caso, con la de la envolvente tracción-adherencia, de los cementos empleados en el proyec-
25 to. La una como la otra proporcionan valores relativos, por lo que su manejo es sencillo.
γ' f
26 En dichas tablas se entrará con el valor de α en ordenadas. Este valor, como ya se ha ex-
γ f
27 plicado representa la fracción entre las cargas mayoradas actuantes en el momento del descim-
28 brado y las cargas mayoradas de proyecto, por lo que entrando con él en dicha tabla tendremos el
29 valor de la edad de descimbrado a la que se puede someter la estructura.
5 Pudiendo establecerse:
0,21
6 f ckt ,0 ≥α 3
f 2 ck ,28 [ 5]
0,85
7 o bien:
8 f ckt ,0 ≥ 0,247 α 3
f 2 ck ,28 [ 6]
11 No es válido, como parecería a simple vista, utilizar la formula [ 5] para sustituir f ckt,0 por su
12 correspondiente expresión en función de la resistencia a compresión en obra, dado que para cor-
13 tas edades, tal y como se demuestra en los trabajos recogidos en la referencia, esta relación no es
14 válida.
15 Por cualquiera de los tres métodos indicados hay que señalar que el valor de f ckt,0 exigible al
16 hormigón de la estructura y estimado a partir de probetas adicionales, debe considerarse como
17 característico. Puede estimarse aplicando a los ensayos de información los mismos criterios que
18 la Instrucción EHE contempla para determinar la resistencia característica estimada a compre-
19 sión.
21 • La resistencia crítica para determinar los plazos de descimbrado no resulta ser siempre la
22 resistencia a tracción, siendo en algunos casos la adherencia. No obstante las diferencias
23 no son importantes, y a efectos prácticos puede utilizarse la resistencia a tracción como
24 crítica para el descimbrado.
9 II 1) Fórmula
400
11 j =
Q
( + 0,5 ) ( T + 10)
G
12 donde:
13 j Número de días.
18 Esta fórmula sólo es aplicable a elementos de hormigón armado fabricados con cemen-
19 tos Portland y en el supuesto de que su endurecimiento se haya llevado a cabo en condiciones
20 ordinarias.
21 II 2) Tabla
22 Por otra parte, cuando no se disponga de datos suficientes, y en el caso de haber utilizado cemen-
23 to de endurecimiento normal, pueden tomarse como referencia los períodos mínimos de desenco-
24 frado o descimbrado para elementos de hormigón armado que aparecen en la tabla siguiente
25
Losas
Vigas
8 Los valores de la tabla podrán reducirse si se utilizan métodos de curado acelerado o encofrados
9 especiales, por ejemplo si se utilizan encofrados deslizantes.
11 La construcción en altura con rapidez implica la transmisión de las cargas constructivas a forja-
12 dos que no tienen la capacidad resistente para aguantar por sí solos dichas cargas, por lo que es-
13 tas tienen que repartirse entre varios forjados ya endurecidos.
19
20 Las hipótesis para dichas técnicas así como la propuesta para los coeficientes de transmisión de
21 cargas en uno u otro caso (cimbrado o recimbrado) se detallan en el libro de D. José Calavera
22 “Cálculo, construcción y patología de forjados de edificación”, y se han convertido ya en una
23 obligada referencia para la mayoría de las obras de edificación.
24
2 7.4.1. Descripción
5 • Los casos en que no se pueda dar un apoyo continuo sobre el terreno, por tratarse de sue-
6 los blando y necesitar cimentaciones de cierta entidad o incluso pilotes.
7 • Tener que salvar pasos de diversos tipos (taludes, pasos de obra, viales...).
Ilustración 7.4-1 En estas cimbras se suele utilizar material más potente que en las cimbras cuajadas
2 Este tipo de cimbra se caracteriza por emplear apoyos muy separados que requieren cimentacio-
3 nes de cierta importancia. Las vigas que se emplean suelen ser de celosía con luces de vigas 12 a
4 36 m y de alma llena en luces inferiores. Los apoyos pueden ser con torres y/o soportes y tam-
5 bién en coronación de pilas, por medio de ménsulas o ventanas.
6 La característica fundamental de esta cimbra es la gran altura de las torres y la gran luz de las
7 vigas. Al utilizarse también torres y vigas, se pueden aplicar muchas de las recomendaciones de
8 cimbras cuajadas y el de torres de apeo (capítulos 7.1 y 7.2).
10 Al igual que las cimbras cuajadas, las porticadas utilizan torres y vigas. La diferencia fundamen-
11 tal es cuantitativa. Al ser más altas, de más luz y con más carga por elemento, es más importante
12 seguir las recomendaciones de buen diseño que se indican en el capítulo 7.1. En el presente capí-
13 tulo se incide más sobre aquellas recomendaciones que se han considerado de mayor interés.
2 En el diseño se deben estudiar los elementos de reparto de cargas de forma que lleguen a las to-
3 rres conforme han sido calculadas. Este estudio no solo incluye el puro calculo estructural, sino
4 que debe tener en cuenta que en ocasiones pequeñas holguras, dentro de la tolerancia admisible,
5 pueden producir comportamientos de la estructura muy diferentes al teórico. Se exponen aquí
6 tres casos de reparto de cargas en torres, que son extensibles a cualquiera de las cimbras que se
7 tratan en el resto de capítulos:
8 • Reparto en viga continua. En el caso de una viga continua repartiendo cargas entre cua-
9 tro soportes, es claro que un cálculo de viga continua nos dará el reparto en cada uno de
10 ellos. Sin embargo si el reparto se hace teniendo en cuenta que los soportes son en reali-
11 dad muelles, los resultados se verán muy alterados en función de la flexibilidad de esos
12 muelles. Pero además, si uno de los soportes tiene holguras en sus apoyos o bien la viga
4 • Reparto en cuatro puntos con carga centrada (la silla de la pata coja). En el caso de
5 una carga centrada en cuatro soportes formando un rectángulo en planta. El reparto de
Pata con
holgura
6 cargas es lógicamente por igual en los cuatro soportes, es decir cada uno recibe la cuarta
7 parte de la carga. Sin embargo, si la estructura de reparto es muy rígida y los soportes
8 también, una pequeña holgura en uno de los cuatro apoyos hará que ese y su diagonal-
9 mente opuesto se queden sin carga llegando a los otros dos el total de la carga y por tanto
10 la mitad para cada uno, duplicando el valor calculado. Según la estructura de reparto o los
11 soportes sean menos rígidos este efecto será menor. Es el mismo efecto de una silla de
12 cuatro patas con una algo más corta. La silla solo cojea cuando es muy rígida y la carga
13 se reparte entre dos patas, mientras que si es flexible la silla se deforma y reparte más.
1 En este tipo de cimbras debido a sus dimensiones puede ser importante el proceso de hormigo-
2 nado por los que es necesario analizar todo el proceso, por si en algún paso se producen sobre-
3 cargas que agoten la estructura o pongan en peligro la estabilidad al vuelco de algún elemento.
1 7.4.2.2.Pendientes y peraltes
2 La adaptación a las diversas inclinaciones (en ocasiones variables a lo largo o ancho de las vi-
3 gas), hace que surja la aparición de suplementos que pueden ser un origen de problemas. Además
4 pueden aparecer esfuerzos horizontales debido a las pendientes. Todo ello aumenta el riesgo de
5 inestabilidad de algunos elementos de la estructura. La resolución apresurada y sobre la marcha
6 de problemas de geometría relacionados con las pendientes y peraltes, es una de las causas de
7 accidentes de cimbras.
8 7.4.2.3.Protecciones
9 Puede ser necesario disponer señalizaciones y/o protecciones para el tráfico de vehículos, aveni-
10 das y otros, que eviten el impacto sobre torres o vigas. Cuando haya que dejar pasos públicos
11 conviene tener en cuenta que es más peligroso disminuir el gálibo libre en vertical que en hori-
12 zontal, ya que es muy frecuente el choque de camiones con exceso de gálibo.
Ilustración 7.4-6 Para grandes alturas el pandeo del conjunto de la torre y por tanto su arriostramiento
contra otra se hace fundamental
13 7.4.2.4.Deformaciones
8 También hay que tener en cuenta la deformación de las torres, especialmente si estas son muy
9 altas. La utilización de aceros de alto límite elástico supone una disminución de peso en el mate-
10 rial, pero tiene el in-
11 conveniente de que
12 aumenta las deforma-
13 ciones. Una gran elas-
14 ticidad en las torres o
15 en los dinteles puede
16 suponer en estructuras
17 pretensadas se pro-
18 duzcan fisuraciones
19 debidas al efecto mue-
20 lle:
21 • Cuando se
22 hormigona la
23 estructura la Ilustración 7.4-7 En torres muy altas su acortamiento elástico holguras puede
25 tomando todo
26 el peso del hormigón.
29 • La flecha negativa debida al pretensado suele ser muy pequeña y si la cimbra es muy
30 elástica puede no descargarla totalmente.
31 • En este caso una parte importante del peso puede quedar aun en la cimbra y fisurar el ta-
32 blero por exceso de pretensado.
1 En tableros rectos conviene contraflechar la estructura por razones ópticas. La EHE da unos va-
2 lores para estas contraflechas, sin embargo debe hacerse una excepción o limitarse en los casos
3 de viaductos de grandes luces ya la rasante finalmente se encaja con parámetros de trazado. En
4 cualquier caso, es conveniente tener en cuenta la contraflecha debida a la fluencia hasta tiempo
5 infinito.
6 7.4.2.5.Regulaciones
7 Normalmente será conveniente disponer elementos de regulación para corregir un cierto grado
8 de errores. Para el descimbrado puede tenerse que considerar la deformación que se producirá en
9 la estructura, que en ocasiones puede ser bastante importante. En los casos de cargas importantes
10 sobre los montantes de las torres o soportes puede ser necesario el empleo de gatos hidráulicos u
11 otros dispositivos para el inicio de descarga.
12 7.4.2.6.Tesado:
13 Puede ser necesario modificar el encofrado o la cimbra en las zonas donde se realizan las opera-
14 ciones de tesado para prever la disposición de los gatos, enfiladoras, otros medios auxiliares. Se
15 deberá tener previsto el acceso del personal.
16 7.4.2.7.Descimbrado:
17 Puede ser preciso estudiar y definir el proceso de descimbrado para evitar sobrecargas de cual-
18 quier tipo, tanto locales como generales, en ninguna de las partes (estructura, cimbra y terreno).
19 Puede ser adecuado establecer escalones de descimbrado y controles de deformaciones y esfuer-
20 zos.
22 Se debe comprobar que los datos teóricos aportados para la elaboración del proyecto de la cim-
23 bra y los reales son concordantes y que la geometría de la estructura está definida con sus pen-
24 dientes, peraltes, curvas, aligeramientos, etc., ya que estos factores pueden alterar de forma im-
25 portante el comportamiento de la cimbra.
26 Comprobar que la transmisión de cargas de la cimbra a las zapatas y de estas al terreno es correc-
27 ta. Al ser más importantes las cargas a transmitir al terreno es imprescindible que un geotécnico
28 avale que la cimentación tienen la capacidad suficiente. Se comprobará además que existe drena-
29 je que impida que se produzcan descalces por la acción del agua.
1 Comprobar los aspectos generales y los detalles de la cimbra. Se revisarán los centrados de car-
2 gas, las articulaciones, y las uniones que deban estar bloqueadas o facilitados los desplazamien-
3 tos y giros, según el proyecto.
4 Se comprobará que los desplomes y excentricidades están dentro de las tolerancias marcadas en
5 el proyecto.
7 Se deberán seguir las recomendaciones del proyecto. En el caso de que existan impedimentos
8 materiales para seguir ese
9 proceso de descimbrado se
10 consultará al autor del
11 proyecto de la estructura y
12 al de la cimbra la solución
13 alternativa. Si el descenso
14 de los gatos y otros dispo-
15 sitivos de descenso que se
16 hayan incorporado no tu-
17 vieran suficiente recorrido
18 se preverán operaciones
19 de recuperación de carre- Ilustración 7.4-8 El proceso de descimbrado debe estar previsto en el
20 ra. En general el descim- proyecto de la cimbra y comprobado en el proyecto de la estructura
21 brado debe ser realizado por medio de gatos mecánicos (husillos), hidráulicos, cuñas de descenso
22 o cualquier otro dispositivo que asegure un descenso suave y controlado. Será preciso considerar
23 posibles riesgos de inestabilidad al aflojar fijaciones y bloqueos.
24
2 7.5.1. Descripción
3 Se trata de cimbras utilizadas para el hormigonado de tableros vano a vano, habitualmente hiper-
4 estáticos. La estructura principal está formada por celosías (o en ocasiones de alma llena) metáli-
5 cas longitudinales que soportan el encofrado de un vano. Se apoyan en las pilas mediante mén-
6 sulas metálicas (ocasionalmente también en torres auxiliares) y en el extremo del puente ya cons-
7 truido. Sirven así mismo como plataforma de trabajo y protección durante la realización de los
8 trabajos de ferrallado pretensado etc. Debido a sus características se puede decir que se encuentra
9 dentro del grupo de cimbras-máquina por lo que participa de aspectos estructurales y mecánicos,
10 y debe cumplir la normativa de máquinas en particular en lo referente a inspecciones. Debido al
11 carácter de estructura con capacidad para moverse, es muy importante el estudio de su cinemáti-
12 ca examinando las posiciones más críticas.
1 • Cimbra por abajo. En este caso las vigas longitudinales principales se sitúan debajo del
2 tablero a construir, y el encofrado se apoya en las vigas longitudinales a través de ele-
3 mentos transversales que reproducen la sección transversal del tablero. Con este sistema
4 se debe resolver la interferencia con las pilas durante el avance de la cimbra. Para ello
5 existen varios sistemas como
6 el ripado transversal de las
7 vigas longitudinales, o el aba-
8 timiento del encofrado en su
9 parte inferior, o una combina-
10 ción de ambos. La disposi-
11 ción de cimbra por abajo tie-
12 ne la ventaja de dejar la parte
13 superior libre para la intro-
14 ducción de la ferralla prefa-
Ilustración 7.5-2 Cimbra por abajo con dovelas
15 bricada, lo cual es esencial
16 para conseguir un rendimiento óptimo.
17 • Cimbra por arriba. En este caso las vigas longitudinales se sitúan por encima del tablero
18 del que cuel-
19 gan barras que
20 soportan las
21 vigas donde
22 se apoya el
23 encofrado.
24 Los apoyos se
25 hacen en las
26 pilas dejando
27 ventanas en el
28 tablero. La
29 principal ven-
30 taja de este
31 sistema es que
32 permite traba-
Ilustración 7.5-3 Cimbra por arriba para dovelas prefabricadas vano a vano
33 jar en estruc-
34 turas con gálibo estricto. Además permite la ejecución de tablero con menores radios que
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
5 • Autocimbras para dovelas prefabricadas vano a vano. En este caso sobre las vigas prin-
6 cipales longitudinales se colocan carros sobre los que apoyan (o cuelgan) las dovelas.
12 • Sección cajón. Es la
13 que habitualmente se
14 dispone para las mayo-
15 res luces de esta tipolo-
16 gía (desde 40 a 60 m).
17 Tiene la dificultad de
18 que el avance del enco-
19 frado interior se ve in-
20 terrumpido por las rios-
21 tras de pilas y por los
22 nervios destinados al
23 anclaje del pretensado.
24 La riostra sobre pila
25 debe permitir el paso Ilustración 7.5-4 Tipos de sección
28 • Sección de losa aligerada. Usada habitualmente para luces entre 30 y 40 m. En este caso
29 los aligeramientos no son encofrados sino que en general se disponen de porespan, por lo
30 que no tiene el problema del caso anterior. La desventaja es que la estructura resulta po-
31 co aligerada por lo que solo se dispone en las luces menores de esta tipología.
1 • Sección en PI. En este caso no existe encofrado interior y la sección resulta muy ligera.
2 El problema de esta sección es su reducida cabeza de compresión en la zona de momen-
3 tos negativos, lo que puede resolverse: sobredimensionando el canto, aumentando la re-
4 sistencia característica del hormigón, o disponiendo nervios más anchos aligerados con
5 porespan. Otro problema surge en el caso de disponer riostras en las pilas o salientes pa-
6 ra el anclaje del pretensado, en este caso hay que diseñar un sistema para salvar estos
7 obstáculos.
8 • Sección binervada.
9 Es una variante de la
10 anterior en la que
11 cada uno de los ner-
12 vios es más grueso y
13 a su vez se aligera.
14 De esta manera se Ilustración 7.5-5 Diafragma para el paso de encofrados interiores
15 aumenta la cabeza
16 de compresión.
18 • Las vigas longitudinales habitualmente son celosías para disminuir su peso. En pocas
19 ocasiones se disponen estructuras metálicas con alma llena, para tomar fuertes cortantes.
20 • Vigas transversales y encofrado. Reproducen la forma transversal del tablero, y debe es-
21 tudiarse su paso a través de las pilas.
22 • Encofrado interior. En general es replegable y pasa a través del diafragma de pila des-
23 pués de haber colocado la ferralla del vano siguiente.
24 • Ménsulas de apoyo. Son estructuras metálicas que abrazan las pilas y dan apoyo a las vi-
25 gas longitudinales durante el avance mediante unos carretones y durante su posición de
26 hormigonado mediante unos gatos.
29 La cimbra se monta en una explanada preparada al efecto situada detrás de uno de los dos estri-
30 bos y se avanza a la posición de hormigonado de la primera puesta, donde queda hormigonado el
1 primer vano y la parte correspondiente del segundo. Esto puede interferir con la construcción del
2 estribo.
9 • Corrección de contraflechas.
6 • Avance de la cimbra por sus propios medios a la siguiente posición. Para realizar esta
7 maniobra sin apoyos intermedios es necesario contar con una longitud cimbra de al me-
8 nos el doble de la longitud del vano (salvo que se dispongan de apoyos intermedios). Para
9 salvar la pila se abren los cuchillos y se pueden abatir los fondos.
10 El proceso descrito es el correspondiente al de cimbra por abajo. En este caso, hay que tener en
11 cuenta que la cimbra suele ser recta y si el puente es curvo su radio debe ser suficientemente
Ilustración 7.5-7 Cimbra posicionada para el hormigonado. Las juntas entre fases a 1/5 de la luz
13 El montaje y las operaciones iniciales requiere varios meses por lo que este sistema es aplicable
14 a soluciones con un número suficiente de vanos. (En general se considera que se suele necesitar
15 un mínimo de 7 u 8 vanos).
1 Los aspectos de seguridad de los trabajadores se pueden cuidar más fácilmente al ser un proceso
2 industrializado donde cada uno debe tener claro cuales son sus funciones. En el manual de ope-
3 raciones debe figurar con suficiente claridad cuales son las operaciones permitidas y las prohibi-
4 das. Un buen sistema de seguridad implica enclavamientos que impidan las operaciones prohibi-
5 das, aun en el caso de error del operario.
7 En este tipo de puentes existe una fuerte relación entre el diseño del tablero y el de la cimbra. En
8 general estas cimbras se diseñan para un puente concreto, una vez cumplida su primera misión la
9 autocimbra se reutiliza en sucesivos puentes, que habitualmente no son idénticos al primero. En
10 cada uno de estos casos se debe realizar un proyecto de adaptación, realizando cálculos y estu-
11 dios con el mismo detalle y rigor que en la primera realización.
12 Esto influye en diferentes aspectos como por ejemplo el hormigonado del tablero. Para ello exis-
13 ten diferentes alternativas:
14 • Como se dice más arriba lo habitual es el hormigonado a sección completa y de una sola
15 vez. En este caso la losa inferior no suele tener contraencofrado, por lo que el proceso de
16 hormigonado comienza por el nudo entre alma y losa inferior. Posteriormente la propia
17 losa inferior, con un hormigón con consistencia suficiente para que la presión hidrostática
18 de las almas no lo muevan. Finalmente las almas y la losa superior.
6 • Por último existe la posibilidad de un hormigonado de la losa inferior las almas y parte de
7 la losa superior, intro-
8 ducción del pretensa-
9 do y avance de la cim-
10 bra, el resto de losa se
11 completa posterior-
12 mente. Este caso se ha
13 utilizado en los casos
14 de mayores luces para
15 limitar el peso que de-
16 be soportar la cimbra.
17 Este proceso tiene una
18 influencia determinan-
19 te en los esfuerzos en
20 la sección por lo que
21 debe tenerse en cuenta
22 en el proyecto del ta- Ilustración 7.5-10 Cimbra por arriba
23 blero siguiendo de
2 La acción principal sobre estas estructuras es la del peso del hormigón, sin embargo es necesario
3 estudiar muy detalladamente los movimientos en vacío de estas cimbras, ya que la solicitación
4 sobre alguna parte de la estructura o las condiciones de equilibrio pueden ser más precarias. Co-
5 mo ya se ha comentado deben estudiarse todas las posiciones durante un movimiento tanto desde
6 el punto de vista resistente como de estado límite de equilibrio.
7 La seguridad en estas cimbras se puede mejorar sensiblemente aplicando en el proyecto los dos
8 conceptos siguientes:
Ilustración 7.5-11 Cuelgue de dovelas sobre tráfico con duplicación de barras, por razones de seguridad.
1 tos enclavamientos serán mecánicos en vez de electrónicos. Por ejemplo topes en las ro-
2 daduras para evitar un movimiento mas allá de lo permitido. Pueden añadirse contactores
3 eléctricos de finales de carrera.
4 Los apoyos en las jácenas de las pilas deben contemplar además de las cargas verticales todas las
5 horizontales que se deducen del capítulo de cálculo y las excentricidades consideradas deberán
6 ser coherentes con las tolerancias permitidas.
8 • Esfuerzos: Los esfuerzos generales más importantes se acostumbran a producir en las po-
9 siciones de hormigonado y en el avance al llegar la nariz a la siguiente pila, y aun más si
10 las ménsulas de apoyo se desplazan por la misma cimbra. Los esfuerzos locales (flexio-
11 nes locales en los cordones superior e inferior de la celosía principal) pueden ser impor-
12 tantes, tanto en la posición de hormigonado como durante las maniobras. Para el avance
13 se suele limitar la velocidad del viento a 20 m/s. , en cualquier caso en el proyecto se cal-
14 cularán los esfuerzos a los que da lugar un viento máximo de maniobra que deberá espe-
15 cificarse.
19 • Curvas en planta: Las curvas se realizan por desplazamiento transversal de los encofra-
20 dos, realizando una poligonal inapreciable. Si el radio es constante la posición de los
21 encofrados es constante, en caso contrario se reposicionan cada vez que sea necesario. En
22 el avance de la cimbra puede ser necesario realizar ripados parciales para la adaptación.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 avance de la cimbra puede ser necesario realizar ripados parciales para la adaptación. To-
2 da esta cinemática deberá ser detallada en el proyecto de la cimbra.
8 • Las flechas de la autocimbra bajo el peso del hormigón. Para este cálculo deberá te-
9 nerse en cuenta que si las uniones tienen asiento de bulones en cuyo caso la flecha re-
10 al puede ser del doble de la teórica.
13 • Tesado: Puede ser necesario modificar el encofrado en las zonas donde se realizan las
14 operaciones de tesado por la disposición de los gatos, enfiladoras, otros medios auxiliares
15 y el personal.
23 En la obra deberá estar el manual de operación que será respetado por el contramaestre de la
24 cimbra, además el jefe de producción vigilará que todas las operaciones se realizan según este
25 manual. Este prestará especial atención a las operaciones de movimiento de la cimbra no reali-
26 zando operaciones no contempladas en el manual. En el caso de que se produzcan imprevistos no
27 contemplados en el manual de operación, el jefe de producción consultará al proyectista de la
28 cimbra antes de realizar cualquier modificación. En este sentido hay que decir que estas estructu-
29 ras tienen un funcionamiento muy complejo, y que pequeñas modificaciones en un movimiento
30 pueden suponer comportamientos de la máquina muy diferentes.
1 Comprobar que los datos teóricos y los reales son concordantes y que la geometría de la estructu-
2 ra está definida con sus pendientes, peraltes, curvas, aligeramientos, etc., ya que estos factores
3 pueden alterar de forma importante el funcionamiento de la cimbra.
4 Comprobar que los cajetines, ventanas o cualquier otro elemento de carga o bloque para la cim-
5 bra es correcta en dimensiones, posición y posibles refuerzos, ya que un error en estos paráme-
6 tros puede suponer una corrección costosa en tiempo y dinero.
Ilustración 7.5-13 Prefabricación de ferralla junto al tablero, es esencial para un buen rendimiento
7 En los casos de sección cajón el hormigonado se puede realizar en una o más fases. Realizar dos
8 o más fases puede ser para facilitar los movimientos de los encofrados interiores. Al definir las
9 fases es forzoso tener en cuenta las deformadas a efectos de evitar fisuraciones. Lo cual se puede
10 evitar introduciendo pretensados parciales.
12 Se trata de seguir las indicaciones del proyecto. Si el descenso de los gatos y otros dispositivos
13 de descenso que tenga incorporados la cimbra, no tuviera suficiente recorrido para despegar, se
14 consultará con el proyectista de la cimbra. En general el descimbrado debe ser realizado por me-
1 dio de gatos hidráulicos. Será preciso considerar posibles riesgos de inestabilidad al aflojar fija-
2 ciones y bloqueos.
2 7.6.1. Descripción
3 Son las cimbras empleadas en la construcción de tableros de puentes por avance en voladizo y
4 hormigonados in situ, tipología adecuada para luces mayores de 60 m.
5 La construcción se realiza a partir de la pila avanzando en voladizo hacia el lado frontal y dorsal
6 simultáneamente. En primer lugar se hormigona la dovela de pila, con la ayuda de una cimbra en
7 voladizo empotrada en la propia pila. Se montan entonces los carros de voladizos con los que se
8 van hormigonando dovelas frontales y dorsales de forma equilibrada. La longitud de una dovela
9 viene a estar entre 3 y 5 metros, y depende fundamentalmente de la capacidad del carro. Por este
10 motivo, el proyecto de un puente de este tipo esta muy relacionado con las características deta-
11 lladas del carro.
1 El carro se apoya en la parte ya ejecutada volando para hacer la siguiente dovela. Existen dos
2 tipos de carro para la ejecución de tableros de puentes, dependiendo de como consiga la estabili-
3 dad al vuelco durante el hormigonando:
7 • Estabilidad mediante anclaje con barras de pretensar. En este caso la estabilidad durante
8 el hormigonado se garantiza con un anclaje en la parte posterior que trasmite al tablero
9 las tracciones y un puntal en la parte frontal que trasmite las compresiones. Durante el
10 avance del carro evidentemente este sistema no puede funcionar por lo que se disponen
11 unas vigas ancladas al tablero con un contra-rodadura que evita el vuelco de este.
12 Una variante de este tipo de carros son los de inclinación variable destinados fundamentalmente
13 a la construcción de grandes arcos. Ejecutan tanto dovelas de canto variable, en altura y en an-
14 chura. La estructura soporte se va adaptando en las sucesivas puestas a la geometría del arco.
8 En este procedimiento existe otro elemento de cimbra que se utiliza para la ejecución de la pri-
9 mera dovela (dovela 0). Esta cimbra puede tener costes y plazos importantes y en muchos casos
10 se infravalora su complicación.
1 Aunque la acción principal sobre estas estructuras es la del peso del hormigón, ha de prestarse
2 especial atención a la fase de
3 avance.
17 Los elementos de anclaje fundamentales deben estar pensados de forma que en caso de fallo
18 puedan transmitir su carga a otros elementos y que aunque se produzca una avería esta no su-
19 ponga la caída. Por ejemplo, en el caso de carro anclado con barras de acero de alta resistencia,
20 la rotura de una barra no es improbable ya que cual-
21 quier incidente externo puede disminuir muy signi-
22 ficativamente su capacidad. El sistema de transmi-
23 sión de cargas debe ser de tal manera que la rotura
24 de una barra no convierta a la estructura en un me-
25 canismo.
1 En el proyecto del carro deben especificarse las flechas debidas a las cargas del hormigón. Si
2 todas las uniones son de alta resistencia la flecha obtenida del modelo estructural se aproximará a
3 la realidad más que si las uniones pueden sufrir asiento de bulones. Este efecto, aunque se puede
4 calcular, es mejor ir calibrando el modelo desde la primera dovela con los movimientos reales
5 calculando un coeficiente por el que multiplicar los valores teóricos. De hecho en las medidas
6 que se toman para el control geométrico de este tipo de puentes los movimientos del carro son
7 los que más desviación dan respecto los cálculos teóricos.
8 La unión entre dos voladizos se realiza mediante una dovela de cierre, ejecutada con un encofra-
9 do apoyado en los extremos de ambos voladizos. En la mayor parte de los casos los movimientos
10 de los extremos de los voladizos debidos a viento, gradiente, etc. son importantes. Por ello hay
11 que diseñar una estructura que una ambos extremos e impida los movimientos relativos, hasta el
12 momento de introducir el pretensado de continuidad.
13 En ocasiones un voladizo debe ser unido con una zona cimbrada. En ese caso los movimientos
14 del extremo del voladizo debidos a gradiente y viento pueden dañar la unión antes de introducir
15 el pretensado. Para evitarlo hay que disponer de elementos de unión que inmovilicen el extremo
16 del voladizo, con la cimbra. Otra posibilidad es hormigonar la zona cimbrada dejando una dovela
17 de cierre y procediendo como el caso indicado en el párrafo anterior.
18 Al diseñar los carros, el fabricante o suministrador deberá recabar de la obra los datos necesarios
19 que le puedan condicionar la realización del proyecto, como son:
22 • Capacidad de las grúas para prever adecuadamente las maniobras de montaje y desmon-
23 taje en altura.
2 en fase de hormigonado).
4 • En las barras de cuelgue se deben disponer siempre las placas de anclaje con el ángulo
5 que permita el sistema. Para ello se dispondrán de tacones o cajetines adecuados.
6 • En el diseño del trazado del pretensado del puente se tendrá en cuenta la interferencia con
7 las barras de cuelgue de los diferentes encofrados. En el diseño del carro se comprobará
8 que están resueltas esas interferencias.
9 • Prever las plataformas de trabajo necesarias para permitir un cómodo y fácil acceso a to-
10 dos los puntos de la estructura donde es necesario realizar operaciones.
11 • Al permanecer la mayor parte del encofrado colgado las almas suele establecerse con pa-
12 ramentos verticales.
1 • Instrucciones de
2 funcionamiento con
3 descripción de las
4 fases a realizar:
5 avance, hormigona-
6 do, desmoldeo. Se
7 definirá claramente
8 la secuencia de ma-
9 niobras obligadas a
10 realizar para un uso
11 seguro del equipo y
12 las contraindicacio-
13 nes de empleo, in- Ilustración 7.6-7 Avance del carro
14 dicando las manio-
15 bras, que según la experiencia, puedan surgir y entrañen riesgos. En el manual de operacio-
16 nes se indicará en que condiciones puede funcionar la cimbra, como el viento máximo duran-
17 te el hormigonado o durante el avance.
26 Con el esquema de cargas aportadas por el fabricante o suministrador, la obra validará las estruc-
27 turas existentes donde se apoya o se ancla el equipo.
28 Las deformaciones del carro dadas por el suministrador deben cotejarse con las mediciones reali-
29 zadas en obra.
1 Los datos de geometría deberán tomarse antes de las 8 de la mañana ya que las deformaciones
2 por gradiente son en muchos casos superiores a las deformaciones a medir. Esta recomendación
3 se podrá evitar con sistemas de control del gradiente basados en modelos contrastados con medi-
Ilustración 7.6-8 Por el hueco entre vanos debe salir el encofrado interior.
4 das reales.
5 Las reformas o ampliaciones del equipo en sucesivas reutilizaciones, serán comunicadas al fabri-
6 cante o serán objeto de un estudio, de forma que siendo aptos para su función no altere su segu-
7 ridad de uso. En cualquier caso cualquier reforma dará lugar a un proyecto realizado con el mis-
8 mo rigor que el proyecto original.
9 Las condiciones particulares de cada obra, obligará tras la implantación del equipo a adoptar las
10 medidas complementarias de seguridad que sean necesarias: señalización de advertencia, alum-
11 brado, redes,...
12 Se cuidará que las barras de cuelgue de aceros de alto límite elástico, están libres de picaduras
13 debidas a corrosión o puntos de soldadura. Se rechazarán además todas aquellas barras que se
14 encuentren dobladas.
2 Antes de hormigonar se revisará que el equipo está debidamente montado, apoyado correctamen-
3 te y que incorpora todos los elementos de anclaje, contraste y seguridad establecidos para el
4 hormigonado.
5 Siempre se hormigonará cada pareja de dovelas por el orden indicado en los planos. En muchos
6 casos estos puentes se diseñan con un desequilibrio de media dovela, por lo que la primera a
7 hormigonar será la del brazo de menor voladizo. Un error de orden de hormigonado puede pro-
8 vocar un vuelco del voladizo.
11 En las estructuras con una configuración geométrica especial, las fases y el orden del hormigo-
12 nado será objeto de estudio previo y será tenido en cuenta en el diseño.
13 El desmoldeo y avance se realizará siguiendo las fases establecidas en el diseño, evitándose ma-
14 niobras que provoquen riesgos innecesarios.
17
18
2 7.6.4. Descripción
1 Estas recomendaciones son aplicables para cada una de las sucesivas reutilizaciones del lanzador
2 en otros viaductos. En general no existen dos puentes idénticos por lo que para cada aplicación
3 se deberá hacer un proyecto con su cinemática completa.
4 No se dará por acabado el proyecto del puente hasta que no se hayan realizado las comprobacio-
5 nes de tensiones y estabilidad con la cinemática definitiva del lanzador.
9 • Comprobación que las fuerzas horizontales se encuentran ancladas en un apoyo con carga
10 vertical sufi-
11 ciente.
12 • Cálculo de de-
13 formaciones de
14 la estructura.
15 7.6.3. Reco-
16 mendaciones
17 para la Obra
18 En la obra se seguirá lo
19 indicado en la cinemá-
20 tica de lanzamiento. En
21 el caso de que surjan Ilustración 7.7-2 El lanzador se autolanza y comienza la colocación.
22 imprevistos cualquier
23 modificación se consultará con el proyectista del lanzador, en muchas ocasiones pequeñas modi-
24 ficaciones en el proceso pueden producir mermas de seguridad importantes.
25 Antes de utilizar el lanzador por primera vez se efectuará una prueba de carga, con las posiciones
26 que supongan una mayor solicitación para este, midiéndose flechas y reacciones en apoyos.
27 Se comprobará el puente, en las diferentes fases de construcción y para cada una de las hipótesis
28 de carga a las que se ve sometido en el avance del lanzador.
29 Se indicará en el proyecto cuales son las velocidades máximas de viento para operación.
30 En las situaciones hiperestáticas del lanzador, se deberá controlar con gatos u otros dispositivos,
31 la nivelación correcta de los apoyos. Para ello se asegurará que la reacción en un apoyo es la que
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 indica el proyecto de lanzamiento. El motivo es que en los cálculos se supone que la posición de
Ilustración 7.7-3 El proceso de cinemática debe estar detallado antes de dar por finalizado el proyecto
1 zaciones de la máquina en otros viaductos diferentes para los que ha sido diseñada, se pondrán
2 en conocimiento del fabricante o suministrador, y serán objeto de una particularización del pro-
3 yecto para el nuevo puente.
2 7.8.1. Definición
6 Ocasionalmente son los propios encofrados, dotados de elementos de avance (ruedas, rodillos,
7 patines,...), los que cumplen la doble misión como estructura portadora y de avance.
8 Debido al elevado número de puestas que realizan y su frecuente reutilización, estos encofrados
9 son fabricados con forro encofrante en chapa de acero.
11 Las acciones principales sobre estos carros encofrantes son las derivadas de la presión y el peso
12 del hormigón.
13 Una variante de este tipo de cimbras consiste en los carros para hormigonado de losas de puentes
14 mixtos o de vigas prefabricadas.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
8 • El manejo y manteni-
9 miento del equipo, do-
10 tándole de los elementos
11 necesarios que permitan
12 realizarlo con seguridad.
Ilustración 7.8-2 Esquema de carro de túnel
13 • El transporte y el monta-
14 je en obra.
15 • El fabricante o suministrador deberá recabar de la obra los datos necesarios que le puedan
16 condicionar la realización del diseño, como son:
17 • Estructuras previamente realizadas sobre las que apoyará o anclará el equipo, asegurando
18 los elementos de transmisión de esfuerzos.
20 • Equipo de hormigo-
21 nado y tipos de hor-
22 migones a utilizar.
23 • Exigencias de gálibos
24 (paso de vehículos).
29 El fabricante deberá
30 suministrar a obra: Ilustración 7.8-3 Carro para túnel artificial
5 • Se definirán claramente las maniobras obligadas a realizar para un uso correcto de la má-
6 quina y las contraindicaciones de empleo, indicando las maniobras, que según la experien-
7 cia, pueden surgir y entrañen riesgos.
8 • Esquema de cargas en apoyos y anclajes que actúan sobre las estructuras ya existentes en
9 obra o sobre el terreno.
13 El equipo de obra definirá al fabricante o suministrador los datos que le solicite para realizar el
1 diseño.
4 Con el esquema de cargas aportadas por el fabricante o suministrador, la obra validará las estruc-
5 turas existentes donde se apoya o se ancla el equipo.
6 Las reformas o ampliaciones del equipo en sucesivas reutilizaciones, serán objeto de un estudio,
7 de forma que siendo aptos para su función no altere su seguridad de uso.
8 Las condiciones particulares de cada obra, obligará tras la implantación del equipo a adoptar las
9 medidas complementarias de seguridad que sean necesarias: señalización de advertencia, alum-
10 brado, etc.
11 Antes de hormigonar se revisará que el equipo está debidamente montado, apoyado correctamen-
12 te y que incorpora todos los elementos de anclaje, contraste y seguridad establecidos para el
Ilustración 7.8-5 Se deben dejar previstas las zonas de paso según necesidades
3 En las estructuras con una configuración geométrica especial, el avance del hormigonado será
4 objeto de estudio previo y será tenido en cuenta en el diseño.
12
22 Según la forma de
Ilustración 7.9-1 Encofrados autotrepantes en Vto. de Millau
23 transmisión de las
24 presiones de hormigonado, los encofrados trepantes se pueden clasificar en:
25 Encofrados trepantes a dos caras: la presión de hormigonado es absorbida por anclajes pasan-
26 tes que atan los encofrados de las caras opuestas del elemento a hormigonar. En este caso el an-
27 damio, únicamente soporta el peso propio, las sobrecargas de uso y las sobrecargas de hormigo-
28 nado y principalmente el viento.
29 Encofrados trepantes a una cara: Cuando una de las caras no existe (p.e. hormigonado de un
30 pozo contra el terreno) o la distancia entre caras opuestas es tan grande que hace inviable la utili-
1 zación de anclajes pasantes (p.e. un bloque de presa), el andamio ha de soportar, además de las
2 cargas descritas en el caso anterior, el empuje del hormigón fresco.
4 Encofrados trepantes convencionales: son aquellos que precisan de una grúa o medio auxiliar
5 de elevación adecuado que permita la ascensión del encofrado trepante desde una tongada a la
6 siguiente.
7 Encofrados autotrepantes: en ellos los elementos de elevación están incorporados dentro del
8 propio sistema de encofrado. La ventaja es que al no necesitar grúas para su elevación se pueden
9 mover en presencia de viento.
10 7.9.2. Descripción
1 Unidad de trepa: En general esta formada por dos estructuras planas de forma triangular deno-
2 minadas consolas convenientemente arrios-
3 tradas, que permiten la formación, en el plano
4 horizontal, de una plataforma de trabajo. De-
5 ben estar preparadas para adaptarles en su
6 parte inferior unas prolongaciones que permi-
7 tan la creación de una plataforma colgante de
8 trabajo para la recuperación de anclajes y
9 operaciones de repaso y acabado.
29 Anclajes:
1 presencia de personas sobre el módulo de trepa durante la maniobra de izado y cuelgue del mis-
2 mo.
3 En cada posición de trepa se utilizan los anclajes de las dos tongadas precedentes: en el más alto
4 se realiza el cuelgue del módulo de trepa, efectuándose en el más bajo el anclaje contra viento.
6 Además de todas las recomendaciones habituales para cualquier tipo de encofrado, en encofrados
7 trepantes se prestará una especial atención a los medios auxiliares de obra, en particular a la ca-
8 pacidad de grúa, a fin de que esta pueda elevar holgadamente los módulos de trepa diseñados. A
9 estos efectos, si se diseñan plata-
10 formas de madera, se deberá
11 tener en cuenta en las estimacio-
12 nes realizadas el sobrepeso del
13 agua absorbida por la madera
14 con tiempo lluvioso.
15 En el proyecto se planificará la
16 secuencia de trepa y la ubicación
17 de las escaleras de acceso entre
18 los distintos niveles de platafor-
19 mas de modo que en cualquier
20 posición intermedia de trepa (y
21 ante una situación de emergen-
22 cia), existan siempre vías de
23 escape desde cualquiera de los
24 módulos existentes. Para asegu-
25 rar esto es imprescindible que
26 cuando se realiza el trepado de
27 un módulo su plataforma princi- Ilustración 7.9-6 Los sistemas de seguridad pueden ir incorpo-
28 pal de trabajo quede sensible- rados a la trepa
29 mente al mismo nivel que la plataforma superior del módulo adyacente que aún no ha sido trepa-
30 do, y de igual modo, la plataforma colgante del modulo recién trepado se nivele con la principal
31 del módulo sin trepar.
2 Según se especifica en el capítulo 3, todo encofrado trepante deberá contar con un proyecto es-
3 pecífico firmado por un técnico competente. El proyecto constará de memoria descriptiva, defi-
4 nición de condiciones técnicas particulares de uso si las hubiera, cálculos justificativos y planos.
8 En los cálculos se tendrá en cuenta si el encofrado es “a una o dos caras” ya que las estructuras a
9 calcular son diferentes en ambos casos,
10 así como las cargas que actúan. En
11 general se puede decir que en encofra-
12 dos trepantes “a una cara” el esfuerzo
13 pésimo es el empuje del hormigón
14 fresco, en tanto que “a dos caras” los
15 esfuerzos más desfavorables son los de
16 viento.
30 Será responsabilidad de la Jefatura de Obra comprobar si los hormigones de proyecto están di-
31 mensionados para soportar los esfuerzos puntuales a que serán sometidos por los anclajes de la
32 trepa, embebidos en dichos hormigones y a la edad en que se producirán dichos esfuerzos.
1 7.9.5. Recomendaciones
2 para la Obra
1 por lo tanto las resistencias necesarias para subir la trepa serían muy bajas. Sin embargo, es la
2 necesidad de anclar la consola la que limita la resistencia del hormigón. El proveedor del sistema
3 de anclaje definirá cual es ese límite para garantizar la capacidad del anclaje.
2 7.10.1. Descripción
3 Se trata de una técnica de construcción para elementos verticales de hormigón armado y preten-
4 sado sin juntas frías de hormigonado, donde los procesos de armado, encofrado, hormigonado y
5 desencofrado, son realizados de forma simultánea y continua. Puede considerarse por tanto como
6 la aplicación de un proceso industrial a una operación de hormigonado.
8 • Paneles de pequeña altura (entre 1,00 y 1,30 m) ajustados a la geometría del elemento a
9 deslizar.
1 • Sistema de gatos hidráulicos que, accionados mediante una bomba, dotan de movimiento
2 ascendente al conjunto (arrastrando consigo tanto los paneles como la plataforma).
3 El sistema de movimiento se basa en la acción continua de unos gatos huecos que se apoyan en
4 las barras que se encuentran introducidas en unos tubos dentro del hormigón. Sobre estos gatos
1 apoyan unas vigas transversales a la pared a hormigonar (llamados yugos) las cuales tiran de los
2 encofrados. Hay que hacer notar que las barras de apoyo trasmiten el peso de los encofrados más
3 la fuerza de rozamiento a la parte inferior de la pila, y se encuentran limitadas en su pandeo por
4 el tubo dentro del que se encuentran alojadas. De esta manera el hormigón recién endurecido
5 solo recibe el peso del hormigón inmediatamente por encima de él y el rozamiento de los enco-
6 frados sobre sus paredes.
12 Este sistema al estar muy industrializado es muy rápido pero tiene un coste de primera instala-
13 ción importante por lo que es adecuado bien cuando las alturas son importantes (en pilas se ma-
14 neja valores por encima de 70 m) o cuando con alturas menores el número de piezas a deslizar en
15 la misma zona es importante.
5 El molde exterior e interior, se solidarizan entre sí por medio de unos pórticos metálicos que
6 llamaremos YUGOS, colocados entre sí a una distancia predeterminada variable de unas a otras
7 estructuras entre 1,00 m y 2,50 m.
1 En los yugos se instalarán los gatos hidráulicos y, sobre cada uno de éstos, una fila de tubos de
2 trepa apoyada en la base de arranque.
3 Todos los gatos se conectan entre sí mediante tuberías de presión que forman un circuito hidráu-
4 lico, conectado a su vez a una central. Dicha central actúa conjuntamente sobre todos los puestos
5 de elevación logrando por tanto una elevación uniforme del sistema.
6 Sobre los yugos y encofrados se montan las tres plataformas auxiliares de trabajo:
4 Con este tipo de encofrado se pueden realizar cambios discontinuos de espesor mediante el em-
5 pleo de encofrado intermedio que reduce o aumenta el espesor del muro para adaptarlo al esta-
6 blecido en el diseño de la estructura.
24 La variación de espesor de muro se realiza mediante la adaptación sobre los yugos de un sistema
25 de tornillo sin fin.
27 En el caso de tratarse de geometría variable, se han de disponer diversos juegos de gatos (eleva-
28 ción, variación de geometría, reducción de espesor de muro).
29 Debe tenerse presente en todo momento que las cargas de trabajo sobre la plataforma no se
30 transmiten al hormigón sino a las barras de trepa, lo que permite acelerar el proceso de avance al
31 exigir únicamente al hormigón que tenga una resistencia suficiente como para soportar su propio
1 peso (pero no ninguna carga externa adicional). Existen con frecuencia cargas horizontales de
2 viento y desplazamiento de personas y materiales que en cada caso deberán ser cuantificadas.
3 Hay diferentes sistemas de elevación, pero básicamente están formados todos ellos por dos con-
4 juntos de mordazas que llamaremos CABEZAS SUPERIOR e INFERIOR, una de ellas conecta-
5 da al pistón y otra al cilindro. Mecánicamente están diseñadas en forma de cuña de manera que
6 impidan el descenso del gato. Los tubos o barras de trepa tienen en función del tipo de gatos y la
7 capacidad de carga de los mis-
8 mos, diferentes diámetros, espeso-
9 res y características mecánicas.
10 Como norma general deben estar
11 libres de cascarilla e incrustacio-
12 nes, permitir el amarre de las
13 mordazas y ser específicamente
14 resistentes al pandeo. Tienen una
15 longitud estándar de 3 metros,
16 acoplándose entre sí mediante
Ilustración 7.10-7 Deslizado en depósito 17 empalmes roscados interiores. Las
18 condiciones de conservación de
19 estas deben figurar en el proyecto. Las barras van alojadas en un tubo que hace de encofrado
20 perdido de forma que al final de la obra esta se recupera. Si el elemento tiene mucha altura se
21 realizan recuperaciones intermedias.
22 El molde de encofrado puede ser realizado con paneles totalmente metálicos, tableros contracha-
23 pados con su cara de contacto con el hormigón a base de resinas sintéticas plastificadas (fenóli-
24 cos) de superficie muy lisa y de gran resistencia a la presión, y paneles de madera forrados de
25 chapa en su cara de contacto con el hormigón. La altura del mismo suele oscilar entre 1,00 y 1,30
26 m. Con el fin de disminuir al máximo los esfuerzos debidos al rozamiento con el hormigón se
27 montan los paneles con una ligera inclinación (aproximadamente 4 mm) por metro de altura de
28 molde).
29 Se utiliza como medios de elevación del personal escaleras y/o ascensores que se van arriostran-
30 do a la estructura deslizada a medida que se aumenta la altura. Para obras de considerable altura
31 se puede emplear jaulas elevadas con cabrestantes con sus dispositivos de seguridad y paracaí-
32 das.
1 Para elevación de materiales se utilizan grúas torres, grúas móviles, bombas de hormigonado,
2 plataformas elevadoras, maquinillos, etc. Para obras de considerable altura se puede emplear el
3 mismo sistema de elevación que para el personal, sustituyendo la cesta por los cubos adecuados.
5 Con el fin de evitar posibles accidentes por caída de objetos, debe acotarse alrededor del elemen-
6 to a construir una zona a una distancia igual a la cuarta parte de la altura en que se esté realizan-
11 Las condiciones particulares de cada obra y el trabajar de forma continua durante 24 horas, obli-
12 gará tras la implantación del equipo a adoptar las medidas complementarias de seguridad que
13 sean necesarias: señalización de advertencia, alumbrado nocturno, redes,...
1 Para garantizar buenos rendimientos se debe contar con un equipo de gente con experiencia en el
2 sistema de modo que se minimicen los tiempos muertos entre las distintas actividades.
3 El deslizamiento se produce durante 24 horas al día con el fin de evitar juntas frías por lo que es
4 importante asegurar que no existan cortes en el suministro ya sea de materiales (hormigón, ace-
5 ro), electricidad o accesos a la obra. Es muy importante que el hormigón tenga unas caracte-
6 rísticas uniformes. Una variación en la dosificación del hormigón producirá arrastres en la su-
7 perficie y defectos que necesiten reparación. Estos problemas pueden darse también si varían las
8 condiciones climáticas, alterando el tiempo de fraguado. Por tanto, además del control de resis-
9 tencia del hormigón, independiente del sistema, es necesario un control de la consistencia y dosi-
10 ficación del hormigón con objeto de que el tiempo de fraguado de todo el hormigón puesto en
11 obra sea sensiblemente igual.
20 Un factor importante
21 para asegurar la cali-
22 dad de la obra es el
2 La aparición continua del hormigón por debajo del encofrado supone que dicho hormigón ha de
3 estar fraguado y endurecido para soportar el peso de las capas superiores de hormigón, esfuerzo
4 de viento y curado del mismo. La velocidad de ascenso depende fundamentalmente del fraguado
5 del hormigón. Dentro del encofrado, teóricamente el hormigón debe de mantener su forma defi-
6 nitiva aproximadamente a mitad de su altura. De ahí para arriba el hormigón debe adaptarse al
7 encofrado permitiendo sin deterioro el vibrado de las capas superiores.
8 La velocidad media de un deslizamiento debe estar entre 3-5 m por día dependiendo del tamaño
9 de la obra y de los medios empleados. El hormigón por tanto debe aparecer por debajo del enco-
10 frado entre 5-8 horas desde su colocación debiendo estar fraguado y endurecido para cumplir las
11 condiciones indicadas a las 3-6 horas indicadas.
12 Durante el deslizamiento debe inspeccionarse visualmente la aparición del hormigón por debajo
13 del encofrado. Así como controlar la altura dentro del encofrado dónde se produce el fraguado y
14 endurecimiento del hormigón, para determinar en función del mismo la velocidad de elevación y
15 por tanto el tiempo de aparición del hormigón fuera del encofrado.
16
17
2 Se tratan en este capítulo los diferentes elementos que pueden formar parte de cualquiera de las
3 cimbras descritas anteriormente. Muchos de estos elementos son materiales estándar que deberá
4 tener unas especificaciones con sus condiciones de uso, justificadas adecuadamente mediante
5 cálculos o ensayos.
7 Los materiales de uso más frecuente son el acero, aleaciones de aluminio y la madera. Todos los
8 materiales que se empleen en una cimbra han de tener documentadas sus propiedades mecánicas
9 según normativas europeas o nacionales, en caso de no contar con documentación que avale sus
10 características se determinará mediante ensayos.
11 Los aceros más habituales son los laminados en frío o caliente, extrusionados, forjados y de fun-
12 dición. Según la prEN 12812 no será admitida la desoxidación FU (acero efervescente)
17 Los materiales de los componentes serán claramente identificables, para lo que deberán estar
18 marcados.
20 En general el acero a emplear será soldable, en caso contrario deberá claramente especificado en
21 la documentación que acompañe el material. No deberán realizarse soldaduras en aceros no iden-
22 tificados. Los aceros no soldables se identificarán y se cuidará que no reciben accidentalmente
23 daños por soldaduras directa o indirectamente, en esos caso pueden producir entallas que dismi-
24 nuyan sensiblemente su capacidad a rotura. Esto se tendrá en cuenta en la inspección antes de la
25 puesta en carga de la cimbra. Las soldaduras realizadas en obra deberán ser ejecutadas por per-
26 sonal con la homologación necesaria. Además se realizará un control en el porcentaje fijado en el
27 pliego (que en cualquier caso será del 60 % en el caso de muchas soldaduras repetitivas y del
28 100 % en otros casos). Respecto al tipo de control hay que decir que:
3 • Las radiografías suponen el mejor control posible de una soldadura aunque tiene el in-
4 conveniente de o poder realizarse con presencia de otros trabajadores que no sea el pro-
5 pio radiólogo.
8 Los espesores nominales mínimos serán de 2 mm. Las barras en que se acoplen abrazaderas o
9 bridas tendrán un espesor nominal mínimo de 3.2 mm
10 Los elementos de acero deberán disponer de una protección contra la corrosión. En las inspec-
11 ciones se tendrá especialmente en cuenta el estado de corrosión (picaduras) de aquellos aceros
12 frágiles que pudieran sufrir de efecto entalla y bajar su capacidad mecánica.
13 Las aleaciones de aluminio no deben soldarse en la obra, ya que requiere unas condiciones muy
14 especiales.
16 Los elementos prefabricados de madera, por ejemplo vigas laminadas y de celosía, deben tener la
17 protección adecuada para su empleo a la intemperie y las colas serán resistentes al agua. En la
18 norma BS 5975 se pueden encontrar las características de diferentes maderas así como los coefi-
19 cientes de minoración en función de su uso.
22 • Permanentes de taller. Son las que unen dos o más elementos de forma permanente, para
23 formar un elemento compuesto, como un marco, un panel, etc. Lo habitual es recurrir a la
24 soldadura en piezas metálicas y al encolado en piezas de madera.
25 • Desechables. Son las uniones de piezas compuestas desechables una vez cumplida su
26 función. Según las circunstancias se emplean una gran variedad de uniones (soldadura,
27 adhesivos, tornillos, clavos, pernos, grapas, placas dentadas...)
28 • Reutilizables. Son las uniones que se utilizan en obra y que pueden ser deshechas cuando
29 ya no son necesarias. Permiten la reutilización de los elementos estándar. Las más fre-
30 cuentes son las de simple enchufe, las atornilladas y las de pernos o pasadores.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 Todas las uniones serán concebidas y realizadas de manera que no se puedan aflojar o soltar ac-
2 cidentalmente.
9 Los sistemas de unión a base de pasadores grapas etc. no son usuales en otros tipos de estructu-
10 ras, y su comportamiento en muchos casos solo puede ser obtenido mediante ensayos. El fabri-
11 cante dará cuales son sus condiciones de uso y mantenimiento, su capacidad resistente, holguras
12 y rigidez (momento – giro).
14 En las cimbras se utilizan determinados elementos especiales, además de los simples perfiles
15 metálicos. Algunos de ellos no son elementos exclusivos de las cimbras, y en muchas ocasiones
16 son productos estándar. Su misión puede ser soportar directamente las cargas a las que se ve so-
1 No se incluye como componente de la cimbra el encofrado, a no ser que este tenga otra función
2 añadida a la de servir de superficie encofrante, como la de elemento resistente, o como la de es-
3 tabilización o rigidización del conjunto de la estructura.
4 En muchos casos existen diferentes nomenclaturas para los mismos elementos dependiendo de
5 su uso. Esto ocurre con las abrazaderas bridas y grapas, que tienen en común su forma de fun-
6 cionamiento mediante presión y fricción.
8 8.2.1.1. Descripción
9 Los tubos y bridas (también llamadas abrazaderas y grapas) se ha utilizado hasta ahora como
10 sistema de cimbra. Sin embargo cada vez es mas común utilizarlo en elementos auxiliares, debi-
11 do a la incertidumbre en su comportamien-
12 to en condiciones reales. Las bridas traba-
13 jan por rozamiento con los tubos. Los tu-
14 bos más empleados son de ∅ 48 mm aun-
15 que también se usan ocasionalmente de
16 ∅60 y ∅76. En general son de acero St-37
17 y con espesores de unos 3.2 a 4 mm. Las
18 bridas fijan dos tubos entre sí o un tubo a
19 otro tipo de perfil. Los tipos más frecuen-
20 tes de bridas son las ortogonales –fijan dos
21 tubos que se cruzan a 90º en el espacio-,
22 las giratorias –fijan dos tubos que se cru-
23 zan en el espacio con cualquier ángulo- y
24 las de empalme. Para aplicaciones especi-
25 ficas hay bridas que se conectan en aguje-
26 ros de chapas y también de algunos perfi-
27 les laminados. Las bridas suelen ser forja- Ilustración 8.2-1a Las condiciones de oxidación y lim-
28 das o de chapas conformadas y el apriete pieza son importantes para garantizar la capacidad de
29 se realiza con tornillos o con cuñas. la unión
1 8.2.1.2. Recomendaciones
5 El estado de conservación de las bridas y de los tubos a unir así como su limpieza es fundamen-
6 tal en la capacidad de la unión. Al trabajar por rozamiento es también esencial el par de apriete
7 con el que se tesa la unión. Estos dos aspectos deben ser especificados en las condiciones de uso
8 de la unión y revisados en la inspección antes de su puesta en carga mediante una llave dinamo-
9 métrica.
10 Los tubos de arriostrado situados en el mismo nudo, desplazados una anchura de acople para
11 cada uno de ellos, se pueden colocar en ambos laterales del elemento de la cimbra sin cálculos
12 justificativos del nudo cuando la medida entre eje de conexión del tubo horizontal y la unión
13 exterior, sea como máximo de 16 cm (ver ilustración, solo para diámetro 48.3 y 4.05 mm de es-
14 pesor). Es de destacar las recomendaciones de las citadas normas europeas prEN 12813 y prEN
15 12812 así como la BS5975 donde se dan recomendaciones para estos sistemas. Concretamente
16 en el apartado 4.5.1 de la prEn 12812 y en la figura 3 se dan las excentricidades máximas para
17 arriostramientos con este sistema.
20 8.2.2.1. Descrip-
21 ción
22 Habitualmente se emplean,
23 más como elemento auxiliar
24 de montaje y para posiciona-
25 dos que como elementos re-
26 sistentes debido a su pequeña
27 capacidad de carga, para unir
28 por rozamiento tanto perfiles
29 laminados o extrusionados,
30 como vigas de madera o vigas
Ilustración 8.2-3 Para ciertas alturas es imprescindible estudiar el
31 mixtas.
arriostramiento
1 8.2.2.2.Recomendaciones
2 Es preciso comprobar las formas de apriete sobre las chapas o perfiles para que cuando entre en
3 carga la estructura no se produzcan aflojamientos por desplazamientos o giros relativos.
5 8.2.3.1.Descripción
6 Son barras compuestas para trabajar a compresión (ocasionalmente y con algún complemento
7 también a tracción). Constan de dos tubos regulables telescópicamente en escalones por medio
8 de los agujeros dispuestos en el tubo interior y de unas zonas roscadas para el ajuste fino. Se em-
9 plean para soportar encofrados y otras piezas de obra.
10 8.2.3.2.Recomendaciones
11 Los puntales telescópicos de las cimbras se mantendrán fijos, tanto en cabeza como en la base,
12 evitando desplazamientos horizontales. Se puede prescindir de la fijación horizontal en cabeza
13 cuando la transmisión de cargas horizontales se efectúe a pilares o muros. Las barras de arrios-
14 trado se colocarán de tal forma que los puntales no tengan ningún movimiento y con una inclina-
15 ción aproximada a los 45º.
16 El arriostrado se realizará mediante bridas o con grapas para arriostrado de madera. No se permi-
17 ten arriostrados de madera con uniones de placas con clavos. En el caso de puntales que no estén
18 unidos a la cimbra (p. ej. encofrados de madera para techos), se deberán evitar excentricidades y
19 si procede, prever medidas constructivas para su estabilidad.
20 Se deberá huir, salvo si se comprueba, de montajes que originen sistemas hiperestáticos que pu-
21 dieran sobrecargar determinados puntales.
22 Es, al menos, conveniente que el tubo interior disponga de bloqueo para evitar su salida acciden-
23 tal y que sea algo más largo que el exterior para no lesionar la mano del operario.
25 8.2.4.1.Descripción
26 Son barras, de longitud variable por medio de roscas, sometidas a cargas de tracción o compre-
27 sión, usadas para asegurar y posicionar otros elementos de las cimbras. También se emplean para
28 estabilizar piezas prefabricadas u otros elementos durante el proceso de montaje.
1 8.2.4.2.Recomendaciones
2 Se debe comprobar que tienen referencias o dispositivos para asegurar la entrega mínima necesa-
3 ria de los pernos en las roscas de los manguitos.
4 8.2.5. Husillos
5 8.2.5.1.Descripción
6 Son elementos compuestos por una barra roscada y una tuerca cuyo fin es el de servir como re-
7 gulación de la cimbra y facilitar el descimbrado. Suelen ir asociados, a veces permanentemente,
8 a elementos de cabeza o de base, los cuales se encargan de transmitir las cargas del encofrado o
9 el entramado que lo soporta a la cimbra y de esta, a las cimentaciones o apoyo de la cimbra.
10 8.2.5.2.Recomendaciones
11 La entrega de los husillos en tubos, cuando la unión sea por simple enchufe, será como mínimo
12 150 mm o el 25 % de su longitud. Se limitará constructivamente la rosca de los husillos para
13 asegurar este solape tanto en cabeza como en base.
14 Además, se deberán respetar las longitudes máximas de trabajo de los husillos, recomendadas
15 por el fabricante, para cada caso de carga.
16 Cuando las fuerzas horizontales en la cabeza del husillo sean mayores que las permitidas por
17 este, se colocarán arriostramientos en su extremo para tomar esa acción.
19 8.2.6.1.Descripción
20 Son barras roscadas en aceros de alto limite elástico empleadas para atirantados, cuelgues, y
21 uniones pretensadas.
22 8.2.6.2.Recomendaciones
23 No son recomendables por su mayor fragilidad las barras de aceros para pretensado con un límite
24 elástico superior a 1100 N/mm2.
25 Este tipo de barras, no admite soldaduras, calor intenso ni doblados de poco radio. Son especial-
26 mente sensibles a la corrosión por lo que deben desecharse aquellas que tengan picaduras de sol-
27 dadura o corrosión, ya que puede disminuir drásticamente su capacidad.
5 8.2.7. Soportes.
6 8.2.7.1.Des-
7 cripción
19 8.2.7.2.Recomendaciones
25 8.2.8. Torres
26 8.2.8.1.Descripción
29 Debido a la frecuencia de su uso este tipo de torres se suele realizar con elementos prefabricados
30 que se van acoplando ente sí, dando lugar a torres de tres o más montantes.
1 Estos elementos prefabricados suelen tener husillos de base y cabeza, marcos (dos montantes
2 unidos permanentemente con barras) o postes (un único montante), diagonales en planos hori-
3 zontales y verticales y, ocasionalmente, vigas de base y cabeza.
4 Las torres pueden ser totalmente trianguladas o no trianguladas. En el primer caso todas las di-
5 agonales se cortaran con los elementos horizontales y verticales en el mismo nudo, o como
6 máximo con una excentricidad de 20 cm.
7 8.2.8.2.Recomendaciones
8 Se debe asegurar que las entradas y salidas de carga de las torres están bien centradas, sin excen-
9 tricidades en los husillos. En algunos tipos de torres es necesario completar el arriostramiento
10 con elementos adicionales.
11 Los husillos podrán estar apuntalados o no. En el caso en que las componentes perpendiculares
12 al husillo sean fuertes será obligatorio su apuntalamiento.
13 En las normas europeas citadas hay recomendaciones para el cálculo de estas torres en primer y
14 segundo orden, teniendo en cuenta las excentricidades accidentales de carga y las imperfecciones
15 geométricas oportunas, así como las holguras que suponen algunos sistemas de acople. Sin em-
16 bargo hay que destacar cualquier modelo que tenga en cuenta todas las holguras e imperfeccio-
17 nes que puede tener una torre de este tipo es necesariamente muy complejo. En cualquier caso el
18 criterio de rotura no debe pasar de la formación de la primera rótula plástica.
19 En muchas ocasiones se validan estas torres mediante ensayos. En un anejo del presente docu-
20 mento se dan recomendacio-
21 nes para la elaboración de
22 ensayos de torres de carga. Es
23 muy importante que en los
24 ensayos se reproduzcan las
25 imperfecciones y excentrici-
26 dades mínimas requeridas así
27 como las fuerzas horizontales
28 mínimas. Además los ensayos
29 se realizarán con los husillos
Ilustración 8.2-9 Los perfiles IPE son más inestables
30 abiertos al máximo permitido.
2 8.2.9.1.Descripción
3 Son vigas de acero de alma llena de laminados estándar, con algunas modificaciones para mejo-
4 rar su empleo en cimbras.
5 8.2.9.2.Recomendaciones
6 Como regla general el tipo más adecuado es el de las HEB por su estabilidad al vuelco respecto
7 su eje longitudinal. Hay que prever siempre rigidizadores en los puntos de aplicación de cargas y
8 especialmente en los apoyos. En general nunca se deben aplicar cargas en el ala. Aun en el caso
9 de aplicación de cargas sobre el alma cada pieza tendrá al menos dos rigidizadores en los extre-
10 mos.
11 En su aplicación en cimbras para puentes –considerando que suelen tener pendiente y peralte-
12 hay que comprobar los reviramientos, los esfuerzos tangenciales y los centrados de cargas.
14 8.2.10.1. Descripción
15 Están compuestas por tramos de distintas longitudes de forma que se pueda ajustar la longitud
16 total, al menos aproximadamente. Los tramos de viga pueden ser planos (un cordón superior,
17 otro inferior y diagonales entre ellos) y también espaciales (sección transversal triangular o rec-
18 tangular). La unión entre tramos suele realizarse con pasadores o tornillos y también tensores en
19 uno de los cordones. Las uniones pueden ser regulables para graduar la contraflecha. Sobre todo
20 en las de tramos planos es necesario arriostrar en los planos horizontales.
1 8.2.10.2. Recomendaciones
2 Es necesario comprobar el centrado de cargas sobre las vigas, los posibles esfuerzos horizontales
3 y la adecuada trasmisión de las cargas a los apoyos.
5 8.2.11.1. Descripción
6 Son elementos en voladizo anclados a una estructura principal y que suelen recibir cargas de otra
7 estructura.
8 8.2.11.2. Recomendacio-
9 nes
22 En función de la utilización, las ménsulas portantes deberán equiparse con sistemas que posibili-
23 ten una protección lateral.
26 8.2.12.1. Descripción
28 8.2.12.2. Recomendaciones
1 • Cada capa estará contrapeada respecto la anterior por acción de una componente
2 horizontal aún en el caso de que previsiblemente esta no se presente.
6 8.2.13.1. Descripción
7 Son cada vez más utilizados para el movimiento de diferentes elementos, y para el descimbrado.
8 8.2.13.2. Recomendaciones
9 Deben ser manejados por personal con formación suficiente. Hay que tener en cuenta que cada
10 vez se utilizan presiones de aceite mayores, lo cual puede producir accidentes si no se hace un
11 correcto mantenimiento de manguitos y uniones.
18 8.2.14.1. Descripción
20 8.2.14.2. Recomendaciones
21 Debe revisarse el estado de conservación (corrosión, engrase, etc.) antes de su montaje para ga-
22 rantizar su funcionamiento.
24 8.2.15.1. Descripción
25 También llamado rollers tienen un bajo coeficiente de rozamiento y se pueden adquirir con dife-
26 rentes complementos como gatos en cabeza guías laterales, etc.
1 8.2.15.2. Recomendaciones
2 Antes de su montaje deben revisarse que están suficientemente engrasados. Durante los movi-
3 mientos se controlará la fuerza de empuje para garantizar que los elementos donde apoyan no
4 reciben más carga horizontal que la prevista.
6 8.2.16.1. Descripción
8 8.2.16.2. Recomendaciones
9 La arena debe ser de origen natural, preferiblemente silícea y se deben disponer un agujero de
10 entrada y otro de salida. En caso de que en el descenso la arena no salga se introducirá agua a
11 presión por uno de los agujeros, para que salga por el otro.
13 8.2.17.1. Descripción
14 Consiste en elementos
15 que obligan al paso de
16 las cargas por el centro
17 de los husillos o vigas
18 8.2.17.2. R
19 eco-
20 mend
21 acio-
22 nes
1 Transversalmente se centrarán las cargas de forma que no se produzcan excentricidades que ori-
2 ginen esfuerzos de flexión en los husillos o gatos (caso I).
3 No será necesaria la comprobación por cargas excéntricas en la viga cuando e ≤ b/20 (e = excen-
4 tricidad, b = ancho
5 de ala) (caso II).
6 Sí será necesario en
7 todos los casos la
8 comprobación de
9 excentricidad sobre
10 los husillos (caso
11 III), no siendo re-
12 comendable la si-
13 tuación “c”, por la
14 posible dificultad
20 8.2.18.1. Descripción
1 tos comprimidos (en general entre 80 y 100 veces menos), los sistemas utilizados suelen ser de
2 brida y tubo.
3 8.2.18.2. Recomendaciones
4 La excentricidad (e), de este plano transversal del arriostramiento respecto al cordón comprimi-
5 do, no es necesario considerarla, si se cumplen las siguientes condiciones:
6 e ≤ 1,5 b e≤5d
7 e ≤ 1,5 a e ≤ 0,2 H
8 Donde:
14 Por razones de estabilidad se dispondrán arriostrados transversales entre las vigas de celosía o se
15 tomarán medidas constructivas sustitutivas en:
4 8.3. OPERACIONES
6 Las maniobras de posicionado son las que implican un cambio de posición del conjunto de la
7 cimbra o de un subconjunto de la misma. Este es un aspecto al que hay que prestar suficiente
8 atención en todo lo referente a
9 las medidas de seguridad, ya que
10 una parte significativa de acci-
11 dentes se producen durante estas
12 maniobras.
24 • Se comprobará que no haya exceso ni carencia de articulaciones que puedan ser necesa-
25 rias.
26 • Se considerará una presión dinámica de viento de 0.25 kN/m2, cuando la velocidad del
27 viento durante la maniobra no sea superior a 20 m/s.
2 La mayor parte de los componentes utilizados en el montaje de las cimbras son elementos están-
3 dar y que por ello mismo se reutilizan varias veces a lo largo de su vida útil. Son elementos tales
4 como abrazaderas, grapas, perfiles, marcos prefabricados, etc. Debido a ello antes de cada nuevo
5 montaje habrá que tener un especial cuidado con este material y deberá ser controlado.
6 Se establecen dos tipos de control, mediante ensayos o visual y geométrico pudiendo el suminis-
7 trador optar por uno u otro. En la documentación del elemento se especificará que condiciones
8 de conservación debe cumplir. El chequeo puede ser visual o mediante ensayos.
10 El suministrador deberá establecer un plan de ensayos para el tipo de elemento reutilizable, pu-
11 diendo ser estos destructivos o no destructivos. En este plan deberá indicar al menos los siguien-
12 tes datos: tipo de elemento a controlar, periodicidad de los ensayos, tamaño de cada lote, número
13 de piezas a ensayar por lote, carga a aplicar y forma de realizar los ensayos, medios para la reali-
14 zación de estos ensayos.
16 El suministrador deberá establecer un plan para el control visual y geométrico del tipo de ele-
17 mento reutilizable. Este control será unitario para cada elemento. Será especialmente exhaustivo
18 sobre todo en aquellos componentes o zonas que sean más susceptibles de deterioro como son
19 elementos pintados, mecanismos o soldaduras críticas. Deberá de indicar al menos los siguientes
20 datos: tipo de elemento a controlar, periodicidad de los controles, aspectos a controlar en cada
21 componente o zona del elemento, espesores, estado de las soldaduras, deformaciones dentro de
22 la tolerancia, desgastes, oxidación, funcionamiento de los mecanismos, medios para la realiza-
23 ción de estos controles. Las indicaciones de los aspectos a controlar serán objetivas y si es posi-
24 ble se adjuntarán fotos de ejemplo de elementos aceptables y rechazables.
25
1 9. ANEJOS
3 La presión del hormigón es una acción esencial en el dimensionamiento de los encofrados. Sin
4 embargo este documento aborda fundamentalmente las cimbras, y esta es la razón por la que este
5 tema se trata en un anejo.
6 Siempre que sea posible, se deben referir los empujes del hormigón de caras opuestas mediante
7 latiguillos, de esta manera la cimbra no recibirá estos empujes. Pero hay veces que esto no es
8 posible, bien porque las caras opuestas están muy distantes, o porque solo hay una cara encofra-
9 da.
10 Existen diferentes teorías para la modelización del empuje del hormigón, cada una de ellas tiene
11 en cuenta diferentes variables. El ingeniero deberá estimar cual es la más adecuada para el caso
12 en el que se encuentra.
13 En general, todos los métodos de cálculo establecen una presión hidrostática hasta un valor a
14 partir del cual la presión se mantiene constante. En algunas teorías se tiene en cuenta una zona en
15 la que se desarrollan presiones granulométricas semejantes a las de un terreno sobre un muro.
16 En el cálculo de la presión del hormigón sobre los paramentos, influyen diferentes factores co-
17 mo: el tipo de conglomerante, la velocidad de hormigonado, etc. Cada vez es más usual la utili-
18 zación de aditivos superfluidificantes que mejoran la puesta en obra del hormigón, pero que au-
19 mentan significativamente la presión sobre los paramentos.
22 Cuanto más rápido ascienda el hormigón mayor será el espesor de éste que aún sin fraguar. Esta
23 zona presenta un estado semilíquido con una ley creciente de presiones proporcionales al peso
24 específico y a la profundidad.
25 Por lo tanto a mayor velocidad ascendente del hormigón, mayor presión máxima, y viceversa.
26
1 9.1.1.2.Temperatura de Fraguado
17
1 + sen(a − b )
22 ka =
1 + sen(a + b)
23 donde:
5 Si tenemos una sección “S” a encofrar con un perímetro “P” que encierra a dicha sección, el
6 “efecto Silo” se basa en una reducción de presión como consecuencia del rozamiento contra las
7 paredes del encofrado.
8 Analizando un encofrado de un pilar con una cierta inclinación. Existen las siguientes fuerzas
9 verticales:
22 Es evidente que las fuerzas orientadas hacia arriba comienzan a ser de relativa importancia al
23 crecer la relación P/S. (ej. Pilares normales de edificación u otra obra civil).
24 Se deduce pues que a mayor relación P/S, la componente vertical total (que en nuestros casos
25 siempre es hacia abajo), se reduce. De modo que al aplicarle el coeficiente de empuje activo re-
26 sulta una presión horizontal inferior. (véase gráfico en fig 4)
27
2 9.1.1.6.Profundidad de Vibrado
3 En las zonas vibradas al carecer prácticamente de cohesión el hormigón, la ley de presiones exis-
4 tente en dicha zona es la hidrostática; por lo que se deduce que a mayor profundidad de vibrado,
5 mayor empuje y viceversa.
7 La estructura formada por el encofrado y el resto de vigas que lo soportan tiene un periodo pro-
8 pio de vibración, si la frecuencia de vibración se aproxima a esta los efectos se verán amplifica-
9 dos por la resonancia. Esto se puede considerar amplificando las presiones estáticas (F.A.D.:
10 factor de amplificación dinámico).
11 En la Monografía nº 347 publicada por el I.E.T.c.c. se puede encontrar una extensa información
12 al respecto.
14 En función de la energía que aporte el vibrador será mayor el volumen de hormigón con presio-
15 nes hidrostáticas.
16 9.1.1.9.Dosificación de Cemento
17 Según los estudios experimentales de Ritchie como muestran las siguientes figuras se deduce que
18 a mayor dosificación de cemento, mayor empuje horizontal del hormigón.
19
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1
2 (fig. 5.1 y 5.2)
4 Según los estudios del “Conseil Internacional du Bâtiment W 29”los efectos de los aireantes no
5 son significativos mientras que los plastificantes tienen un claro efecto en las presiones.
6 Este efecto está muy bien considerado cuantitativamente en la norma DIN según se expone más
7 adelante.
9 En los siguientes apartados se muestran algunas teorías sobre el empuje del hormigón, teniendo
10 en cuenta diferentes factores. El ingeniero deberá valorar en el caso en el que se encuentra cual
11 es la que mejor se ajusta a sus condicionantes. Ordenadas por orden cronológico, las teorías más
12 conocidas son las siguientes:
6 Se presentan a continuación, cinco formas de obtener la ley de presiones del hormigón sobre el
7 paramento encofrante:
9 Hipótesis
15 Modelo Matemático
16 Dicha normativa considera inicialmente una ley de empujes hidrostática hasta un valor de
17 presión máxima “Pm”, en cuyo momento la ley es constante con dicha presión (Pm). El valor
18 de Pm se obtiene según la formulación que se expone a continuación.
19 Parámetros de Entrada
23 Formulación
25 A) PILARES
80.V
26 Pm = 0.73 +
17.7 + T
2 2.4 . H (t/m2)
3 B) MUROS
4 V<2.1 m/h:
80.V
5 Pm = 0.73 +
17.7 + T
6 2.1<V<3m/h:
117 + 25.V
7 Pm = 0.73 +
17.7 + T
9 2.4 H (t/m2)
10 V>3 m/h
11 Pm = 2.37 H
12 sin limitación.
13 Siendo:
18 Resolución Gráfica
21 Se comprueba que Pm está dentro del límite, y si lo sobrepasa tomamos como presión máxi-
22 ma dicho límite.
23 Finalmente se entra con la presión límite final en el fig. 9, y trazando una vertical que cortará
24 a la ley hidrostática en un punto cuya profundidad será donde cambia de la ley hidrostática a
25 la ley constante de presiones quedando una polilínea que representa la ley de empujes a tener
26 en cuenta.
3 Vibración Interna
4 HIPÓTESIS
11 En función de:
12 - la variación de la temperatura,
15 La presión máxima se verá afectada por unos coeficientes que se estudiarán posteriormente.
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
1 Modelo Matemático
2 Dicha normativa considera inicialmente una ley de empujes hidrostática hasta un valor de pre-
3 sión máxima “Pm”, en cuyo momento la ley es constante con dicha presión (Pm). El valor de Pm
4 se obtiene según la formulación que se expone a continuación.
8 Parámetros de Entrada
11 Formulación
Cono de Abrams Pm
Consistencia
en cm t/m2
15 Siendo:
18 H: Profundidad en m
1 Se puede reducir la presión un 3% por cada ºC sin exceder un máximo de un 30% siempre y
2 cuando la temperatura del hormigón permanezca más o menos constante.
6 La influencia de una temperatura exterior de menos de 15ºC no se debe tener en cuenta cuando
7 se evita la disminución de la temperatura propia del hormigón por medidas de aislamiento térmi-
8 co.
9 Si no hay aislamiento térmico, esta influencia se debe tener en cuenta sólo cuando la temperatura
10 del hormigón fresco alcanza temperaturas por debajo de + 15ºC durante el tiempo de fraguado en
11 cuyo caso se actuará como indica el apartado anterior.
13 Al aplicar estos agentes, la presión del hormigón fresco debe multiplicarse por los factores indi-
14 cados en la tabla nº1.
15 Esta tabla sólo es válida para una altura de hormigonado de 10 metros. Se pueden interpolar li-
16 nealmente los valores que se necesiten:
17
18 Tabla 1: Coeficientes de aumento de la presión del hormigón fresco y de la altura hidrostática
19 por la adición de agentes que retardan el fraguado.
21 Si el peso específico del hormigón fresco difiere del valor de 2.5 t/m3, hay que corregir la presión
22 del hormigón fresco con el valor (∀) de la siguiente tabla:
2 Resolución Gráfica
5 Se comprueba que Pm está dentro del límite, y si lo sobrepasa tomamos como presión máxima
6 dicho límite.
7 Esta presión vendrá afectada por los respectivos coeficientes en función de la temperatura, peso
8 específico, y presencia de retardadores de fraguado. Finalmente se entra con la presión límite
9 final en la figura nº 11, y trazando una vertical que cortará a la ley hidrostática en un punto cuya
10 profundidad será donde cambia de la ley hidrostática a la ley constante de presiones quedando
11 una polilínea formada por parte de la ley hidrostática y la vertical trazada. Dicha polilínea repre-
12 senta la ley de empujes del hormigón según esta Normativa.
13
3 Vibración Externa
4 Se considerará la presión hidrostática en la zona del encofrado donde actúen los vibradores du-
5 rante la compactación.
2 Hipótesis
3 - Encofrados no vibrantes.
5 Modelo Matemático
6 Dicha formulación al igual que la normativa A.C.I. y la DIN considera inicialmente una ley de
7 empujes hidrostática hasta un valor de presión máxima “Pm”, en cuyo momento la ley es cons-
8 tante con dicha presión (Pm). El valor de Pm se obtiene según la formulación que se expone se-
9 guidamente.
10 Parámetros de Entrada
15 - Espesor a encofrar en m.
16 Formulación
19 - sin aditivo
22 Muros
23 p ≤ {2.4 · h
24 { a + bV
25 con a y b dados por la tabla:
1
2 Pilares
3 p ≤ {2.4 · h
4 {15
5 con h > Vx (tiempo de fin de fraguado del hormigón en horas)
6 Losas
7 P = 2.4 · h + sobrecarga de servicio
8 Unidades:
9 p = presión en t/m2
10 h = altura del hormigón fresco en m
11 T = temperatura en ºC
12 V = velocidad de hormigonado en m/h
13 Se tomará como tiempo de fin de fraguado el dado por la expresión:
70 + 0.3 ⋅ α − 2 ⋅ T
14 T . frag . =
25 + T
15 siendo:
16 ∀: asiento del cono de Abrams en mm.
17 T: temperatura de fraguado en ºC.
18 Obteniendo este valor de Pm, se le aplicarán unos factores correctores en función del tipo de
19 cemento (c1), dosificación de cemento (c2), docilidad del hormigón (c3), y espesor (c4):
21 Pm = P·c1·c2 · c3 · c4
22
1 Parámetros Correctores
3 Resolución Gráfica
4 A) Pilares
12 B) Muros:
14
15
16
2 Introducción
3 En este estudio se analizan detalladamente las diferentes zonas de presión del hormigón. Con el
4 “Presiones del Hormigón Fresco” publicada por el “Instituto Eduardo Torroja de la Construcción
5 y el Cemento”, a cuyo autor, el Dr. Ingeniero de Caminos J. Martín Palanca.
6 Parámetros de Entrada
12 Justificación Teórica
13 La mayoría de las teorías existentes hasta entonces expresaban, en una primera fase, la ley de
14 empujes del hormigón con una ley hidrostática de presiones, desde la superficie, lo cual nos pa-
15 rece lógico pues al ser una zona afectada por la vibración del hormigón trae consigo un aumento
16 considerable de la docilidad y en consecuencia puede asimilarse el comportamiento del hormi-
17 gón, sobre las paredes del encofrado, a un fluido.
18 La segunda fase de estas teorías se basaban en que la ley hidrostática crece hasta una determina-
19 da presión límite a partir de la cual permanece constante.
20 Parece evidente que existe un punto de discontinuidad importante en admitir al principio una ley
21 hidrostática para pasar de repente a una ley de presiones constante. El autor de esta teoría, J.
22 Martín Palanca, resuelve esta situación introduciendo una ley de presiones granulostática entre la
23 ley hidrostática y la ley de presión máxima constante, suavizando considerablemente esa discon-
24 tinuidad a la que aludíamos anteriormente.
25 La ley de presiones que propone J. Martín Palanca presenta cuatro zonas bien diferenciadas:
27 b) zona de transición
1
2 (fig. 15)
3 TI: Profundidad límite
4 Tv: Profundidad de vibrado
5 Ta: Profundidad límite por endurecimiento del hormigón
6 Te: Profundidad límite por efecto silo
7 P: Presión
8 E: ángulo del paramento
9 Para comprender la zona de transición será preciso analizar previamente las zonas de presiones
10 Hidrostáticas y Granulostáticas:
12 P = γ· H
13 Siendo:
7 El hormigón que no esta dentro de la zona afectada por la vibración del mismo recupera un talud
8 natural perdido momentáneamente durante la vibración, por lo que deja de comportarse como un
9 fluido y presenta un coeficiente de empuje activo inferior a la unidad (Ka =1 en ley hidrostática):
10 Consecuentemente la ley de presiones del hormigón se reduce. La formulación adoptada será:
11 P = Ka · γ· H
12 Siendo:
1 + sen(a − b )
15 Ka =
1 + sen(a + b )
16 donde:
19 a = 0: paramento vertical.
260 − α
24 tg (b) =
1400
25 Zona de Transición
1 La ley de presiones hidrostáticas y granulostáticas no se cortan en ningún punto (ver figura 15)
2 por lo que propone una zona de transición de presión constante y de valor, el adoptado por la ley
3 de presiones hidrostáticas a la profundidad de vibrado.
4 Esta zona de transición sí que cortará a la ley de presiones granulostáticas, a partir de la cual la
5 presión será la granulostática hasta alcanzar la zona de presión límite constante.
7 Siguiendo la ley de presiones granulostáticas existe una profundidad en que la presión se estabi-
8 liza en una presión límite constante (ver figura 15).
9 J. Martín Palanca propone como profundidad a la que se considera la presión límite constante
10 dos formulaciones en función de si esta “profundidad límite” viene determinada por “el efecto
11 Silo” (ver punto e del apartado 1.2 de éste capítulo) o por el endurecimiento propio del hormi-
12 gón.
13 Lo mejor desde nuestro punto de vista es adoptar las dos formulaciones para cada caso y escoger
14 como profundidad de cálculo la que dé menor profundidad límite.
43 − T S
16 He = 21 ·103 ⋅
(165 − α ) ⋅ (303 + α ) 1 + Γ
17 Siendo:
22 S: espesor en m.
23 Obtenida dicha profundidad la presión límite vendrá determinada por la formulación de presión
24 granulostática:
25 Pm = Ka · γ· He
28 Hen = Hv + V · ten
1 Siendo:
70 + 0.3 ⋅ α − 2 ⋅ T
6 ten =
25 + T
7 siendo:
10 Obtenida dicha profundidad, la presión límite vendrá determinada por la formulación de presión
11 granulostática.
12
13 Pm = Ka ⋅ Y ⋅ Hen
14 Resolución Gráfica
15 Se expones seguidamente una serie de gráficos y tablas que permiten resolver la formulación
16 analizada anteriormente.
17 Efecto Silo
18 Datos de entrada:
22 siendo:
23 L: longitud transversal en m.
s
25 espesor corregido:
s
1+
L
s L
1 con <1 ; de lo contrario sería:
L s
2 Parámetros de Entrada
7
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Diseño y utilización de cimbras versión 6.1 (17-09-03)
2 Establece una ley hidrostática de presiones hasta una presión límite de valor:
0.3 ⋅ N S 50 V α − 75
3 Pm = 2.4 ⋅ hi + + + +
S 0.4 18 + T 100
4 Siendo:
7 S: espesor en m.
11 Nos parece importante esta formulación por introducir una variable dinámica como es la poten-
12 cia del vibrador.
13
14
2 El cálculo de la edad mínima de descimbrado para estructuras sometidas a flexión simple y ar-
3 madas se aborda en el capítulo 7.3 ya que estos métodos son particularmente importantes en edi-
4 ficación, pero son extrapolables a estructuras que cumplan esas condiciones.
16
17
Coeficiente de ro-
Máximo Mínimo
Madera / madera
Fibras paralelas
1 1,0 0,4
Fibras perpendiculares
Madera / madera
2 1,0 0,6
3 9.4.1. Introducción
4 Según se explica en el apartado 4.6, una forma de calcular la capacidad de una torre de cimbra es
5 mediante ensayos. Con ellos se obtiene el valor característico de su capacidad de carga, el cual es
6 un concepto estadístico por el cual la probabilidad de superarse es del 95%. Además de las car-
7 gas verticales, deben establecerse unas mínimas cargas horizontales excentricidades y desplomes
8 que la torre debe resistir.
10 El proyecto de prueba comenzará con una descripción de la cimbra con las características geo-
11 métricas y mecánicas de los materiales, incluyendo planos acotados. En el caso de incluir husi-
12 llos, gatos, rótulas, etc se definirán sus características, limitaciones, y condiciones de uso.
17 La prueba se realizará y será válida para una altura determinada que se hará constar en la docu-
18 mentación del ensayo. Contará al menos de dos recuadros. Deberá tener montados los husillos y
19 horquillas de que conste con ellos abiertos hasta su máximo permitido. Se harán al menos 3 en-
20 sayos comprobándose que ninguno se desvíe mas del 15 % de la media en cuyo caso el mejor
21 valor se reducirá para cumplir esta condición.
22 Se realizarán previamente a los cálculos que estimen los valores de rotura de los elementos. Se
23 montará la torre con las siguientes condiciones:
24 • Se dará a las bridas y tornillos el par de apriete especificado en las condiciones de uso.
1 Respecto a las cargas la prueba puede ser de uno de estos tres tipos:
2 • Tipo A: Carga vertical con la excentricidad antes comentada y carga horizontal que al
3 menos será un 2% de la vertical. Indicándose en el resultado de la prueba cual es la carga
4 horizontal aplicada, y su punto de aplicación (final de la horquilla o en el nudo). Se po-
5 drán hacer diferentes ensayos para obtener una curva Fh/Fv, permitiéndose interpolar va-
6 lores no ensayados pero en ningún caso se extrapolarán.
7 • Tipo B: Carga vertical sin fuerza horizontal. Esto quedará muy claramente indicado en el
8 resultado de la prueba. Estas torres solo se podrán usar cuando las componentes horizon-
9 tales debidas a acciones exteriores o a imperfecciones geométricas estén tomadas por
10 elementos específicos.
11 • Tipo C: Carga vertical con un apoyo horizontal. Estas torres solo podrán usarse cuando
12 esté materializado el apoyo a elementos mucho más rígidos que la propia torre. De esta
13 manera las componentes horizontales serán tomadas por el otro elemento.
14 9.4.4. Resultados
15 Sobre los valores de rotura hay que aplicar un coeficiente que estime el valor característico en
16 función de la dispersión de resultados, el cual se minorará a su vez por el coeficiente del mate-
17 rial y el de clase de cimbra (ver capítulo de cálculo) para obtener el valor de diseño, que es el que
18 se compara con las acciones mayoradas.
19 Los resultados de la prueba deberán incluir todos los detalles geométricos excentricidades e im-
20 perfecciones representadas. También se medirán las deformaciones tanto verticales como hori-
21 zontales.
22
2 OBRA: _______________________________________________________________________
3 ESTRUCTURA: ______________________________________________________________
7 EMPRESAS
8 CONTRATISTA: _____________________________________________________________
11 ENCOFRADO: _______________________________________________________________
12
13 PERSONAS RESPONSABLES
18
20
21
NO PROCEDE
A CORREGIR
CORRECTO
1.1. CONTROL DE LA PROPIA CIMBRA
1.1.3.
1.2.2. Hay cuñas bajo toda la superficie de las bases en los sitios
necesarios
1.2.4. Las cuñas bajo soportes y torres pesadas son de acero u hor-
migón
1.2.8.
1.2.9.
1.3. ARRIOSTRAMIENTOS
1.3.8.
1.3.9.
1.4. ATIRANTADOS
1.4.7.
1.4.8.
1.5.1. Las vigas de reparto sobre soportes están centradas sobre los
ejes de los mismos
1.5.2. Las vigas de reparto sobre torres pesadas están dentro de los
desplazamientos admisibles
1.5.5. Los empalmes de las vigas de reparto tienen las uniones del
proyecto
1.5.11. Los apoyos de las vigas de vano están centrados sobre las
vigas de reparto, o existen los mecanismos necesarios para
que las cargas lleguen centradas a las torres.
pendientes y flexión
1.5.15.
1.5.16.
NO PROCEDE
A CORREGIR
CORRECTO
1.6. ALINEACIONES
1.6.3.
1.7.2. Los soportes y las torres tienen fijadas y cerradas las uniones y
en éstas no existen holguras no preconcebidas
1.7.5.
1.7.6.
1.7.7.
2.4. Los durmientes tienen apoyo total sobre el terreno y este apo-
yo es horizontal
2.11.
3.1. Hay cuñas para corregir pendientes y/o peraltes en todos los
puntos necesarios
3.8.
4. DETALLES DE ENCOFRADO
4.8.
5. OTROS
5.6.
5.7.
1 OBSERVACIONES
CONFORMIDADES
PERSONAS FIRMAS
POR EL CONTRATISTA:
POR EL ENCOFRADO:
1 11. BIBLIOGRAFÍA