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INTRO: Es difícil, o más bien, imposible definir o describir a Dios. Una de las maneras mejores de
entender como es Dios es estudiar sus cualidades o características. Son conocidos como atributos.
Los atributos de Dios son de dos clases, naturales y morales. Vamos a estudiar algunos de los
atributos naturales de Dios.
Los atributos naturales son los que le pertenecen en Su existencia como Espíritu racional e infinito.
(Infinito quiere decir que no tiene fin, ni límite.)
I. Dios es Eterno. No tuvo principio, ni tendrá fin. (Gen. 21:33; Deut. 33:27).
No fue creado, sino es el creador. Entonces es completamente independiente y aparte de Su
creación. Tiene vida y existencia en si mismo (Jn. 5:26). Es el “Yo Soy.” (Ex. 3:13-14) Los
hombres tienen un principio, pero pueden recibir vida eterna si acepten el plan de Dios para
salvarles. (Rom. 6:23).
(2) Esa inmutabilidad le da al creyente en Cristo seguridad. Sabe que Dios no va a cambiar de
pensamiento en cuanto a su salvación o en cuanto a las promesas de la Biblia.
(3) Basándose en pasajes como Gen. 6:6 y Jonás 3:10, donde dice que Dios se arrepintió, algunos
piensan que Dios, sí cambia. En estos casos Dios no cambió su naturaleza, su carácter, ni sus
propósitos. Solamente cambió su modo de tratarse con ciertos hombres porque ellos modificaron su
modo de creer y vivir. Siempre juzga a los incrédulos y siempre es misericordioso con los que se
arrepienten.
Dios es omnipresente
Significa que está presente en todas partes al mismo tiempo. (Sal. 139:7-10, Jer. 23:23-24)
(1) Algunos preguntan ¿Dónde está Dios? “El hecho que no se ve con los ojos no quiere decir que
no está.” Podemos contestar, “Muéstrame un lugar donde no está.”
(2) Para el creyente la omnipresencia de Dios es un consuelo porque sabe que Dios está con él,
donde quiera que ande.
(3) Para el incrédulo es una advertencia, porque no puede escapar ni huir de Dios.
Dios es omnisciente
Quiere decir que sabe todo. Él conoce todas las cosas, pasadas, presentes y futuras. Nada, ni el más
íntimo pensamiento del hombre, se esconde de Él (Sal. 147:5; Heb. 4:13; I Jn. 3:20). Ya que Él
conoce el futuro, los hombres pueden entregarse en sus manos, con toda confianza, sus almas, sus
vidas, sus... ¡pues todo! Él sabe lo que es mejor para cada uno.
Conclusión: Después de estudiar estas cualidades (atributos) de Dios, nos parece casi imposible el
hecho de que la mayoría de las personas en el mundo realmente no creen ni buscan al Dios
verdadero. Heb. 11:6.