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1/24/2018 Fiebre

Fiebre
JOSEFINA R. ALDECOA
Anagrama. Barcelona, 2000. 216 páginas, 2.200 pesetas

ÁNGEL BASANTA | Publicado el 18/04/2001

Josefina R. Aldecoa (1926) ha completado en los últimos años una trilogía, iniciada con La fuerza del
destino (1997), que es un valioso testimonio artístico, ideológico y moral de la memoria de una familia
española en una época ensangrentada por la Guerra Civil. En Fiebre ha reunido catorce narraciones que
pueden agruparse en dos partes. La primera, de doce relatos cortos escritos en los últimos años. La segunda,
de dos narraciones más extensas que ya se habían publicado en A ninguna parte (1961).

Esos dos cuentos largos constituyen sendas muestras de la narrativa realista de la Generación del Medio
Siglo. Abordan experiencias en la vida cotidiana de niños y adolescentes en tiempos difíciles de nuestra
historia: en El puente roto germina el mundo que se desarrollará en la trilogía encabezada por Historia de una
maestra; se presenta el puente destruido durante la huelga de 1934 en un pueblo minero leonés como una
metáfora de la confrontación de las dos Españas, todo ello considerado desde la perspectiva inocente de la
infancia. Ya en la posguerra, Los viejos domingos descubre el despertar de la adolescencia al amor entre
convencionalismos de época y tenues vislumbres de sana libertad.

Todos los cuentos de la primera parte tratan temas comunes centrados en la vida de la mujer en la sociedad
de nuestro tiempo. Los ocho primeros son independientes, mientras que en los cuatro siguientes la autora
recupera el personaje de Julia, procedente de su novela La enredadera (1984), quien, pasados algunos años,
se reencuentra con su amiga Cecilia y entre ambas confrontan sus destinos. Los doce cuentos abordan
situaciones y problemas de la mujer en diaria lucha por la vida. Exponen fragmentos de vidas en una
encrucijada existencial, sin más sorpresas ni revelaciones que las derivadas de la común sensación de fracaso
por soledad, incomprensión e incomunicación. Las protagonistas suelen ser mujeres ya cerca de los
cincuenta que, separadas o entregadas a su familia, comprenden y aceptan, con escepticismo e ironía, que su
vida se ha ido consumiendo “siempre anclada en una adolescencia sin resolver, en una independencia
imposible”. Por todo ello Fiebre nos ofrece una buena muestra de temas y formas en la narrativa corta
española de diferentes épocas.

http://www.elcultural.com/articulo_imp.aspx?id=333 1/1

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