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EXPERIMENTACIÓN EN EL HOMBRE:

UNA LEY SACRIFICIAL.


POR BERNARD ELEDMAN

MUNDO CIENTÍFICIO NO 130 VOL 2 PÁG 1042.

Desde enero de 1991, francia dispone de una nueva ley: la Ley Huriet sobre «la
protección de las personas que se prestan a investigaciones biomédicas». Inicialmente,
esta ley se pensó para poner fin a una contradicción del derecho francés. En efecto,
antes de que un nuevo medicamento fuera comercializado, se exigia que se hicieran
ensayos en el hombre sano, lo cual chocaba con la prohibición del código civil sobre
cualquier atentado a la integridad de la persona. Este marco jurídico era, en opinión
de laboratorios farmacéuticos y médicos, un obstáculo al progreso de la medicina.
Ahora, la experime;tación en el hombre sano y en los enfermos, obtengan o no de
ella un beneficio directo, está legalizada. Pero ¿contempla realmente la Ley «la
protección de las personas»? Segun Bernard Edelman, abogado, no es así: con la Ley,
el cuerpo humano tiende a convertirse en una materia prima puesta a disposición de
la investigación médica. En definitiva, ahora, es la condición misma del hombre la
que se ve profundamente modificada.

E n un reciente dossier de Mundo Científico ,


intenté demostrar en qué aspectos nos esta-
ciones puras. Los intereses que intervienen en él o
bien serían académicos, o bien se orientarían ex-
clusivamente hacia el bien de la humanidad. El
mos encaminando hacia un modelo industrial de
la Naturaleza, considerada ahora como una espe- material biológico ya no circula libremente entre
cie de fondo de comercio, y cómo el derecho, sor- los sabios. Como en otros intereses, (a prisa por la
prendido en la placidez de sus categorías, se había patente va en aumento. Los vínculos que se esta-
dejado embaucar (véase «El derecho y el ser vivo», blecen entre las autoridades académicas y los in-
Mundo Científico, octubre, 1989). A falta de mayor dustriales empiezan a ser preocupantes. Si la
espacio, me detuve en el hombre e hice observar ciencia se ha convertido en la ciencia del prove-
que su explotación biológica pasaba por otras cho, no hay razón alguna para excluir a los pa-
vías. cientes de una participación en los beneficios»)
La ley de 20 de diciembre de 1988, llamada Ley Pero en Francia, «Patria de los Derechos del Hom-
Huriet, relativa ala «Protección de las personas bre», este lenguaje prosaico nos repugna y nos en-
que se prestan a investigaciones biomédicas», y el volvernos de elocuencia ciceroniana. Y, sin embar-
importante decreto de aplicación, de fecha 23 de go, vista desde cerca, la ley Huriet nada tiene que
setiembre de 1990, es la ocasión soñada para ex- envidiar al pragmatismo cínico de íos anglosajo-
plorar una de estas vías. Fundamentalmente, nes. Desde el Título preliminar, nos enteramos de
aunque bajo precauciones oratorias y disposicio- que los ensayos o experimentos en el ser humano
nes complejas y delicadas, esta ley pone a disposi- están organizados y son practicados «con vista al
ción de la investigación biomédica y de la indus- desarrollo de los conocimientos biológicos o médi-
tria farmacéutica —en una amalgama de inter- cos»; se nos hace saber que están previstos dos
eses— el cuerpo de los ciudadanos con su «con- tipos de investigaciones: aquéllas de las que el
sentimiento». Se trata, ni más ni menos, mediante enfermo espera un «beneficio individual directo» —
la legalización de los ensayos terapéuticos y cog- es decir, una ventaja terapéútica— y aquellas
nitivos, de experimentar en sujetos, convenciéndo- otras de las que no espera beneficio alguno (lo
les de que, aunque ellos no obtengan un beneficio que, evidentemente, es también válido para el
directo, las generaciones-futuras les estarán agra- hombre sano) y que, por tanto, lo transforman en
decidas (fig. I). «cobaya». Finalmente, se nos dice que, desde aho-
ra, para llevar a cabo estas investigaciones, habrá
Esta retórica solidarista corre el riesgo de una división del trabajo: por una parte, un
transformarse un día u otro en una retórica de «promotor» que las financiará y, por otra, uno o va
mercado y de aproximarnos a la constatación te- -rios «investigadores» que las dirigirán y contro-
rrible que hizo el Tribunal de California:'al estatuir larán (art. L.209.1). Tal es, de entrada, el disposi-
sobre la cuestión insólita de saber si una persona tivo fundamental de esta ley, en la que se constata
tenía o no un derecho de propiedad sobre sus una extraordinaria imbricación de intereses fi-
células; lo que se juzgaba era lo siguiente: nancieros, científicos y clínicos; una ley para la
«Algunos autores han dado a entender que la bio- cual el individuo es, alternativamente y según ca-
tecnología ya no es ahora un campo de investiga-
da caso, cuidado, experimentado y recompensado Export und Import— servía de intermediaria entre
por haber «prestado» su cuerpo —o su enferme- laboratorios farmacéuticos occidentales (el ja-
dad— a la investigación. Sin lugar a dudas, esta ponés Asalta Chemical Industry y el alemán Ba-
ley nos introduce en la economía de mercado (fig. yer) y hospitales de Alemania del Este para la ex-
2). perimentación en el hombre de nuevos medica-
Dicho esto, si queremos comprender la filosofía mentos. En esta ocasión se habló de «dumping» de
que anima el texto, es decir, sus causas profun- cobayas,humanos .(proposición de un 30 % más
das, es necesario dar un rodeo. En realidad, se barato), de «prostitución farmacéutida»... Los en-
trata de una ley que registra un doble proceso — sayos de los dos medicamentos esenciales (el Tu-
científico y económico— cuya génesis conviene mor Necrosis Factor, considerado bloqueador de la
recordar rápidamente. proliferación de células cancerosas, y la Nemopidi-
na, supuestamente capaz dé hacer tolerable el
El proceso científico es bien conocido: el abandono del alcohol) demostraron ser ineficaces
«reconocimiento clínico» —las observaciones y peligrosos.
hechas «en el lecho del enfermo»— que, lógicamen-
te, nace en el Siglo de las Luces, se convierte en En cuanto a la previsible explosión de las tera-
experimental con Claude Bernard. Para conocer pias génicas -un primer experimentose intentó en
las leyes y las propiedades de la «materia viva», Estados Unidos el 14 dé: setiembre de 1990— no
decía, «es necesario dislocar los organismos vivos cambia en nada el dogma de la medicina experi-
e introducirse en su medio interior. Por tanto, es mental: se trata en todos los casos de «disecar
absolutamente necesario, después de la disección sobre lo viviente» y de penetrar en el «medio inter-
sobre lo muerto, la disección sobre lo viviente para ior» para hacer visible lo que estaba oculto.
poner al descubierto y ver funcionar las partes Ia presión cientifica ejercida sobre el legislador
interiores u ocultas del organismo; ... sin este mo- era, pues, considerable, tanto más cuanto que se
do de investigación, no hay fisiología ni medicina conjugaba con la presión ejercida por la industria
científica posibles...». En cuanto a la experimenta- farmaceutica. Con el manejo de unos capita: les
ción en el hombre, Claude Bernard salía por la considerables —en 1977, la cifra de negocios en
tangente con una fórmula brillante pero vacía: Francia sobrepasó los -19 000 millones de fran-
«Entre los experimentos que pueden intentarse en cos—, la gestión de efectivos muy importantes —
el hombre, aquéllos que sólo pueden perjudicarle 73 430 personas en 1988— y la necesidad de dar
están prohibidos; los -inocentes, -permitidos; y los respuesta a una demanda exponencial de salud —
que pueden hacerle bien, obligados». Evidente- 10 730 millones de francos de la época en 1970 y
mente, la cuestión era saber qué había que enten- 89 760 millones en 1989, es decir, 211_-
der por investigación inocente, es decir, no culpa- francos .por: persona en 1970 y 1598 francos -en
ble, incluso si, por otra parte, entre los ex- 1989, esta industria presenta-una estructura muy
perimentos que «pueden hacerle bien» los hay que específica que la obliga a una política y a unas
previamente pueden hacerle mal. estrategias [ame bien específicas. Atrapada entre
De cualquier modo, el deseo de experi-mentar la necesidad de innovar para responder a tal com-
en el hombre con la voluntad de saber era recu- petencia internacional (11 7017 medicamentos
rrente. Así lo atestigua la famosa carta de Pasteur nuevos en el mercado mundial entre .1961.y
al emperador de Brasil.Lo afirma también de mo- 1973, y 784 productos entre-1975 y 1989) y la
do trágico los siniestros experimentos nazis (véase obsolescencia cada vez más rápida de los pro-
“El nazismo y la ciencia”, Mundo Científico, n°. ductós.-hasta tal punto, que dedica a la investiga-
110, febrero; 1991) y los no menos siniestros lle- ción el 13 % de su cifra de negocios y el 15,6 %o
vados a cabo en Estados Unidos: entre 1930 y de sus electivos, según cifras de 1987—,mantiene
1970, consistentes, por ejemplo, en inyectar célu- una racionalización de sus costes temporales y de
las cancerosas a pacientes sin la enfermedad, o a sus costes tie desarrollo. «Por una parte, hay que
inocular a niños, la mayoría de ellos con alguna proceder aun arbitraje en la elección de las inver-
deficiencia, el virus de la hepatitis virica para es- siones en materia biomédica: no invertir durante
tudiar su propagación. Y esto sólo es la punta visi- un tiempo demasiado largo en una molécula de-
ble del iceberg. Podrían citarse otros casos: al filo cepcionante o acelerar el desarrollo de una molé-
de ciertas confidencias, se sabe de la vergüenza cula esperanzadora. Por otra parte, la duración de
retrospectiva de algún médico que, atrapado por la patente de invención es de veinte años. Como
la locura experimental, se apoderé con otros cole- generalmente se necesita un tiempo casi equiva-
gas de un pobre polaco recientemente llegado a lente a la mitad de la duración de la patente para
Francia que, milagrosamente afectado de tifus desarrollar la molécula, apenas quedan diez anos
exantemático recurrente, no epidémico, fue some- para explotarla manteniendo la propiedad indus-
tido salvajemente a un experimento. Reciente- trial». De ahí la necesidad de ganar tiempo no so-
mente, la prensa se ha hecho eco de un escándalo lamente con una frecuencia cada vez mayor de
mes: desde 1983, una empresa alemana —Berliner experimentaciones en el hombre, sino también, y
sobre todo, mediante una disminución de la dura-
científicos. El prescriptor se siente confuso y su ca
pacidad de evaluación es inversamente proporcio-
nal a los progresos del conocimiento.04) -
De cualquier modo, la industria farmacéutica
es, probablemente, el único ejemplo actual en el
que es requerido el cuerpo del hombre en tanto
que materia prima y en tanto que usuario: en él se
experimentan productos que, a fin de cuentas,
deberían resultarle, benéficos. De ahí esta confu-
sión extrema y esta ideología tan sui generis de
una industria que trabaja para la “felicidad” de la
humanidad explotándola. De ahi, también, esta
necesidad asintomática de material humano, exal-
tada por la necesidad de respetar los prerrequisi-
tos científicos.
Así pues, no es sorprendente que la demanda
de los industriales haya coincidido con la de los
investigadores en un afán común de legalizar la
experimentación en el hombre sano y en el enfer-
mo, tanto si se obtiene como si no se. obtiene un
beneficio terapéutico directo; y tampoco es sor-
prendente que hayan basado principalmente su
demanda en una directiva comunitaria (20 mayo
Hipócrales, médico griego (aprox. 460-370 o.C.), ejerció sobre el
pensamiento médico una influencio análoga a lo de Aristóteles sobre
1975) que exigía que, entre los ensayos que deb-
el pensamiento filosófico. Al definir el doble papel del médico (curar y ían preceder a la autorización comercialización
enseñar), Hipócrates fijó las modalidades -prácticas y deontológicas (APM), figuraran imperativamente los de carácter
de lo medicina occidental desde le Antigüedad. La terapéutica no terapéutico (disposiciones recogidas en un de-
hipocrático se basó en dos principios generales; prohibir todo cuanto creto de 16 de diciembre de 1975). A los que se
puede ser nocivo para el paciente y ayudar en cualquier circunstancia extrañen de que la realización del mercado común
lo acción espontáneamente favorable de la naturaleza. Todavía hoy, exija interesarse por los experimentos en el hom-
los médicos prestan el.juramento hipocrático antes de poder ejercer Y,
sin embargo, la práctico médica actual tiende a dar por obsoleto el
bre, habrá que recordarles que un medicamento
modelo hipocrático, insensiblemente 'sustituido por un .modelo hospi- es una mercancía, que las mercancías han de cir-
talario», puede que, bajo lo presión de lo ley Huriet, el hospital se va . cular libremente y que una competencia bien en-
convirtiendo progresivamente en un espacio económico productivo, y tendida significa una igualdad de cargas entre las
el enfermo en un consentidor de! nuevo .producto,. Entre el establo. y empresas: si un laboratorio británico puede expe-
el objeto científico. (la: enfermedad) se establece uno relación fría y rimentar en un hombre sano, está en una mejor
objetiva, donde lo voluntad de sober y de obtener pra.echo cohabitan posición que un laboratorio francés que no pudie-
armoniosamente. (Fato Doali Odi.)
ra hacerlo, Por este motivo, durante la discusión
parlamentaria, un senador pudo recordar que, a
ción de los experimentos, que puede redundar en comienzos de 1992, deberíamos poder «batirnos
perjuicio de su calidad. con armas iguales con las industrias británicas y-
alemanas». Declaración, por otra parte, perfecta-
«INDUSTRIALES E INVESTIGADORES SE mente demagógica, ya que, de 1970 a 1989, el
HAN UNIDO PARA LEGALIZAR LA EXPERIMEN- saldo francés entre exportaciones e importaciones
TACIÓN HUMANA» de medicamentos, sueros y vacunas pasó de 911 a
En cuanto a los costes de desarrollo, se ven 8 389 millones de francos, y Francia fue el cuarto
aumentados por los múltiples frenos administrati- exportador mundial, detrás de Alemania, Suiza y
vos, técnicos, financieros y éticos, lo que, 'además, Reino Unido y por delante; de Estados Unidos. Por
ha provocado una concentración de las empresas consiguiente, el mercado común era sólo una lla-
(por ejemplo, los cinco primeros grupos franceses, mada de auxilio y, con ella, se establecía una ade-
con 32 empresas, cubrían en 1989 el 31 % del cuación entre la libre circulación de mercancías
mercado). Por consiguiente, cualquier eliminación (los medicamentos) y la necesidadde experimentar
de estos «frenos» será objetivamente benéfica a la en el hombre! Una Revolución «invisible», se ha
industria. Conviene subrayar que la política de dicho, que nos obliga a tomar consciencia de los
marketing de dicha industria produce, al menos, «lazos que unen las mercancías con los hombres» .
dos efectos nefastos. Por una parte, puede provo- Pero los obstáculos jurídicos y éticos que se
car el abandono de medicamentos útiles pero poco oponían al libre despliegue de la investigación y de
rentables (medicamentos «huérfanos»); por otra, los laboratorios farmacéuticos debían, un día u
incita a los laboratorios a una publicidad que en otro, eliminarse (véase «La experimentación en. el
modo alguno se corresponde con los resultados
hombre», Mundo Científico, n° 62 octubre, 1986). escenario, ya que el proyecto de experimentación
Con la ley Huriet, es cosa hecha, y. podrá compro- debía definirse claramente en un protocolo some-
barse que, so pretexto de una protección a la per-. tido a un comité independiente y tenia que conte-
sona, lo que ha logrado es ratificar una visión libe- ner «una declaración sobre las consideraciones
ral del cuerpo humano y de la. investigación. éticas» que implicara la investigación, mientras
Concretamente, el legislador francés en- que, por otra parte, los informes no conformes con
contraba en su singladura dos clases de escollos los principios del documento no podían ser publi-
de importancia y de valor desiguales: un corpus cados.
de textos y de recomendaciones internacionales y La Declaración de Manila (1981), elaborada por
una jurisprudencia' de derecho interno. la OMS y el Consejo de Organizaciones Internacio-
Evidentemente,: la comunidad internacional se nales de Ciencias Médicas, todavía acentuaba más
había conmovido después de lasrevelaciones -de la ruptura en tres puntos. Respecto al consen-
los horrores nazis, y el «Código. 'de Nurem- timiento de los sujetos, se indicaba que «en si mis-
berg» (1947) colocó la primera piedra de una ética mo, el consentimiento claro constituye una salva-
médica: no solamente se exigía «el consentimiento guarda imperfecta para el sujeto, y en todos los
voluntario del sujeto humano», sino también la casos deberá completarse con un examen ético
obligatoriedad de unos prerrequisitos científicos. independiente de los proyectos de inves-
En cuanto ala responsabilidad ética del médico (la tigación» (art. 6). Precisión capital y tanto más
palabra «ética» no se mencionaba en ninguna pa- importante chanto que ciertos individuos (niños,
rre), se limitaba a su conciencia profesional. La disminuidos mentales, «personas totalmente igno-
moral espontánea de los sabios era, pues, el único rantes de los conceptos médicos modernos...»)
y verdadero cortafuegos. Los dos grandes instru- eran declarados incapacitados para dar su con-
mentos internacionales que debían seguir al códi- sentimiento. De ahí, en estas hipótesis, la exigen-
go de Nuremberg —el Pacto Internacional relativo cia «imperativa» de un examen ético independien-
a los derechos civiles y politicos y el Pacto Interna- te. En cuanto a los países en vías de desarrollo,
cional sobre los derechos económicos, sociales y para obtener la adhesión de las personas, se reco-
culturales, de 16 de diciembre de 1966— no reba- mendaba dirigirse a «un jefe respetado de la co-
saban este estado de conciencia, ya que preveían, munidad» (art. 14). Finalmente se daban indica-
sucesivamente, que «está prohibido someter a una ciones interesantes sobre los comités de aprecia-
persona sin su libre consentimiento a un experi- ción ética. Acerca de la relación ciencia ética se
mento médico o científico» (art. 7) y que toda per- decía que «no es posible establecer tina linea de
sona tiene el derecho de «disfrutar del mejar esta- demarcación data entre apreciación científica y
do de salud física y mental que sea capaz de al- ética, ya que una experimentación en el hombre,
canzar» (art. 12). Más interesante ha sido la evolu- si carece de valor científico, es ipso facto con-
ción de los textos ideados por los propios mé- trario a la ética en la medida en que, sin razón
dicos. Si la primera Declaración de Helsinki alguna, puede exponer a los sujetos a un riesgo y
(Helsinki I --junio 1964), elaborada por la Asocia- a unos inconvenientes...» (art. 20). En lo referente
ción Médica Mundial (AMM) recogía las recomen- a su composición y funcionamiento, se preveía
daciones del Código de Nuremberg, la segunda que estos comités debían contar con «no especia-
declaración (Helsinki II - octubre 1975) anunciaba listas cualificados para representar los valores
una ruptura. Científicamente se levantaba acta de culturales y morales de la comunidad...» (art. 23).
la «investigación biomédica» y se establecía una Por tanto, era evidente que los textos po-dían
distinción clara entre «una investigación con fines generar inquietud: se desconfiaba de la influencia
esencialmente de diagnóstico o terapéutica res- de la ciencia sobre los cuerpos, se desconfiaba de
pecto al paciente» y «una investigación cuyo objeto un «consentimiento libre y claro» exigido in abs-
esenciales puramente científico y sin finalidad tracto, se desconfiaba todavía más de la «reserva»
diagnóstica o terapéutica respecto al pacien- humana que constituía el Tercer Mundo (con
te» (Preámbulo). En cuanto a la protección de las; razón); así, F. Cabello condenaba las diversas es-
personas, podían constatarse tres avances signifi- trategias de los investigadores para hallar, en los
cativos. En primer lugar, eh el cálculo de los ries- paises subdesarrollados,' niños que les Asir vieran
gos inherentes a: toda experimentación, se indi- de campo de experimentación.
caba que «dos intereses del sujeto deben siempre A este respecto, habla de “competition for. chil-
pasar delante de los de la ciencia o de la socie- dren subjects” y se fomentaba tranquilidad con la
dad»; en segundo lugar, el consentimiento «libre y instauración de comités' de 'ética ..encargados -
claro» del sujeto debía apreciarse de modo distinto de regular deontológicamente los problemas. In-
según que la persona se hallara o no ante el médi- sensiblemente, se pasaba de la deontología ala
co «en una situación de dependencia»" (1-10); la ética antes de inventar la «bioética». Pero —ausen-
incapacidad legal (menor) o física (enfermos men- cia remarcable—, en las retos económi-cos se
tales) era objeto de precauciones especiales en creaba un impasse... -
tercer lugar, la ética pasaba al primer plano del
«SE DESCONFIABA DE LA INFLUEN-
CIA DE LA CIENCIA SOBRE EL
CUERPO»
Por otra parte, una tradición jurídica
muy fuerte —tanto penal como civil—
año Total de millosne por per- por person se oponía a que se experimentara en
de francos co- sona (en y por día
el sujeto sano o en el enfermo sin un
rrientes francos) (en fran-
cos) objetivo terapéutico directo. En lo pe-
nal, según una jurisprudencia más
1970 10730 211 0.58 que centenaria,(19) los promotores y
experimentadores podían, en caso de
1975 20256 384 1.05 accidente, ser condenados por golpes,
1980 33687 625 1.71 heridas o administración de sustan-
cias nocivas para la salud, lo cual no
1985 64200 1164 3.19 impedía a los laboratorios hacer sus
pruebas, ya que las pólizas preveían,
1990 89760 1598 4.38
en última instancia, el reembolso al
asegurado de la cuantía civil de la
Hasta lo aprobación de la ley Huriet,, la experimentación en sujetos sanos, o en enfermos condena. El Tribunal de Lyon, por
que no obtuvieron de ello ningún beneficio directo, ere ilícito. Sin embargo, este tipo de ejemplo, estimaba que era nulo «un
experimentación estaba muy extendida e incluso era exigida indirectatiente por la
legislación sobre medicamentos. A partir de una ordenanza del 23 de setiembre de 1967, se
convenio que tenia por único objeto
había instituido un procedimiento de autorización con el cual “el fabricante justifica que ha prácticas de vivisección», el cual «no
procedido o la verificación de lo inocuidad de los productos en condiciones normales de seria compatible con la dignidad
empleo y de interés terapéutico.. Este procedimiento comportó cuatro fases: fase humana, ya que, con el señuelo de
de evaluación I, en la que empiezan normalmente los primeros ensayos en el hombre, y una remuneración mínima, el recu-
que consiste en explorar los reacciones del organismo-humano; ensayo de fase II, que es rrente accedía a traficar con su cuer-
une investigación progresiva, en el paciente, de lo dosis útil por obtener lo eficacia máxi- po y a ponerlo al servicio de experi-
ma, con la recogida de las pruebas de esta eficacia y evaluación de lo tolerancia; ensayo
de fase III, llamada terapéutico, en lo que se controlo el medicamento en una población
mentos inútiles para é1, cuando no
ampliado y diversificado y se lo compara con un tratamiento de referencia o una ausencia peligrosos, que solamente se efectua-
de tratamiento; ensayos de fase IV, consistentes en lo puesta del medicamento en el mer- ban con vista a los beneficios que su
cado, con estudios de fármaco-vigilancia. Para responder o la actual demando ex- autor preveía».leo
ponencial de salud (véase recuadro) y o las exigencias del mercado y de le competencia
internacional, los industriales farmacéuticos deseaban uno nueva ley que eliminare los
La jurisprudencia civil era todavía
obsteculos juridicos que limitan la experimentación humana. Esto se ha conseguido con lo más explicita. En el derecho francés,
el cuerpo es el modo de existencia de
ley Huriet. (El recuadro presenta Ics cifras de los gastos farmacéuticas, con exclusión del
consumo hospitalario Fuente: Compte de lo sonlé, 1989. Foto RP./Jerricon.) la persona humana; de manera, que
no puede-venderse, ni alquilarse, - ni
El último texto, de influencia ignorada, invertía tan sólo darse —recuérdese, que, en el caso de
totalmente la perspectiva. En efecto, «Médicos del matrimonio, cl Tribunal Supremo acaba de reco-
Mundo» elaboro la Carta Europea de la Acción nocer, por ejemplo, la violación entre esposos- sin
Humanitaria (Cracovia, 31 de marzo de 1990),. que resucite inmediatamente el concepto de escla-
que. consiste en un juramento del que aquí sola- vitud. En otras palabras, no es jurídicamente: pe-
mente doy dos. resúmenes: «...Rechazo que la nable ningún. convenio sobre el cuerpo humano,
ciencia cubra la opresión o la tortura física o- ya que la dignidad de la. persona humana se opo-
psíquica- que signifique una vulneración de la ne a ello. A este respecto, la indisponibilidad del
dignidad humana; rechazo toda forma de manipu- cuerpo ostenta la misma categoría que la indispo-
lación genética que llevare a la vulneración de la nibilidad de la libertad, de la ciudadanía o, en otro
dignidad de la persona humana...». registro, del derecho moral del autor. Resumiendo:
podemos gozar de nuestra libertad, pero no podé-
Me falta tiempo para demostrarlo, pero, como mos disponer de ella. .A su modo, el derecho nos
puede constatarse, esta Carta no considera al enseña que el Ser del hombre escapa a su propia
hombre desde el punto de vista de la ciencia; sino voluntad, y que estamos obligados, en defensa de
la ciencia desde el punto de vista del hombre. Lo nuestro cuerpo, a respetarnos como hombres.
que importa es que, en primer lugar, se respete la Este principio queda recogido en el articulo 1128
dignidad humana, aunque esto' vaya contra la del Código Civi pone que: «Solamente las cosas
ciencia. No hay que decir: «Lo que no es científico que hay en el comercio pueden ser objeto de con-
no es ético», sino «lo que es ético se somete ar. lo venio,,. Ahora bien, corno el cuerpo humano no es
que es científico» (véase «El nazismo y la ciencia», una «cosa» no puede formar parte del «comercio
Mundo Científico, n'110, febrero, 1991). En una jurídico», es decir, no puede circular en el orden
palabra, había un acercamiento a los derechos •, del derecho. Por este motivo, los convenios sobre
del hombre. cuidados sólo eran lícitos . en la medida en que se
prestaran en bien del enfermo.
Los que se refirieran al. cuerpo
considerado como «objeto» deb-
ían ser anulados. Esta doctrina,
sancionada por los tribunales,
(29 fue perfectamente expuesta
por un gran jurista: «El médico
debe guiarse siempre por el
pensamiento de aliviar o salvar
a su enfermo. Pero emprender
sin él un experimento nuevo y
peligroso por simple amor al
arte o por pura curiosidad
científica, a fin de conocer el
efecto para su instrucción per-
sonal, ¡no!, rotudamente ino!».
Basándose en los mismos
principios, el Tribunal Supremo
declaraba ilícita una asociación «Un niño no puede ser objeto de compra. Desde la abolición de la esclavitud, ningún ser
cuyo objeto era favorecer el es- humano puede serlo”,. esta es uno de las conclusiones del reciente informe Lenoir sobre
tablecimiento y .a ejecución de con- la bioética, a propósito de la maternidad de sustitución. Si bien la práctica de las madres
venios de «madres portadoras», ya podadores es ancestral, con el desarrollo de las técnicas de procreación asistidas médica-
que tales convenios constituían «a la mente se ha hecho más frecuente. En estas casos, la mujer es una simple portadora de
vez, una puesta a disposición de los útero y, eventualmente, puede no tener ningún lazo genético con el feto que llevo. Cuando,
solicitantes de las funciones repro- en 1988, el Consejo de Estado se opuso a los madres portadoras, el Tribunal de Apelación
de Paris juzgó en das sentencias de junio de 1990, la maternidad sustituída no contavenía
ductores de la madre y del niño que el ordemn público francés. Ahora, los jueces deberán referirse o la sentencia de lo Asam-
nacería». Ni un alquiler del útero, ni blea de 1991,. que prohibe claramente la práctica de los madres portadores. En efecto, este
un alquiler de las funciones repro- Tribunal reafirmó el doble pirncipio de la “indisponiblidad del estado de los personas», de
ductoras, ni un acuerdo sobre el ni- manera que la maternidad de sustitución constituye una desviación de lo figura de lo
ño que debería nacer son lícitos: en adopción. Estos dos principies, Comparables o la indisponibilidad de la libertad o de
nuestro Ser no somos contratualiza- lo ciudadanía, y que son la base de nuestro individualidadl jurídica quedan, sin embarga
transgredidos con lo ley Huriet, la cual permite reducir e cuerpo humano o una «cosa, o
bles (fig. 5). Dentro del mismo espíri-
un .bien susceptible de:ser puesto al servicio de lo investigagción y de la industria farmac-
tu, el mismo Tribunal Supremo deci- éutico, sin que el enfermo obtengo un beneficio individual directo (fotoJL Chamel Bibl. del
dió que tampoco somos dueños de Arsenal de Paris.)
nuestra identidad sexual: el orden
público se opone a que dispongamos
de nosotros mismos hasta en el cambio de sexo, HELSINKI Y DE MANILA SOBRE LA ÉTICA
aunque seamos transexuales médicamente reco- MÉDICA»
nocidos.(c) Para dar la medida de esta revolución que nos
Estos principios, que son base y sostén de introduce en el espacio del liberalismo económico,
nuestro individualismo jurídico, habían sido reco- puede citarse el informe del senador Huriet
nocidos parcialmente en el articulo 19 del Código (informe del Senado núm. 19, 1988-1989). En él,
de Deontología Médica en su artículo 19 (decreto y para coronar la ley, se proponía inscribir en el
de 28 de junio de 1979), que los transcribía en su Código Civil una nueva disposición para autenti-
propio terreno: «El empleo en un enfermo de una ficar, en cierto modo, estos nuevos principios, a
terapéutica nueva no puede contemplarse más saber: «Nadie puede atentar contra la integridad
que después de estudios biológicos adecuados, corporal de otra persona sin su consentimiento y
bajo una vigilancia estricta y solamente si esta te- sin contar con la autorización de la ley» (art. 3 de
rapéutica puede representar un interés directo la proposición de ley). Los motivos aducidos para
para la persona». justificar esta disposición fueron los siguientes:
«Ciertamente, el artículo 1128 del Código Civil
De cualquier modo, la ley Huriet ha invertido prohibe considerar el cuerpo humano corno un
estos dogmas ahora hay una brecha abierta y el bien o como una cosa. Pero la revolución científica
cuerpo humano ya no es indisponible. Y aún más: y técnica de la investigación cuestiona estos prin-
si no en su letra, al menos en su espíritu y pro- cipios tradicionales. En medicina, el cuerpo
bablemente en las prácticas que va a inducir, esta humano se contempla, además, como un objeto
ley no está al nivel de las Declaraciones de Helsin- patcelizado en el que se integran diversas especia-
ki y de Manila. lidades. Además, los estrechos vínculos existentes
LA LEY HURIET aNO ESTÁ AL NIVEL DE en-tre investigación e industria introducen unas
LAS DECLARACIONES INTERNACIONALES DE técnicas comerciales y jurídicas dimanantes de las
leyes del mercado. Finalmente, la reivindicación a la investigación y a la industria, incluidos los
de cada sujeto a la libertad individual absoluta se niños y los disminuidos mentales, a pesar, una
traduce, para algunos, en el derecho de todo ser vez más, del consejo en contra del comité Nacional
humano a disponer de su cuerpo. Nuestro dere- de Etica.
cho positivo, que se basa en principios tradiciona- Se trata, pues, de una verdadera revolución
les, se encuentra a veces —y corre el riesgo de jurídica y mental que establece entre los franceses
que así sea en el futuro— en una posición falsa un nuevo vinculo social. Ahora, los hombres se
frente ala evolución de nuestra sociedad. Por tan- reconocen solidarios al participar, al precio de su
to, es importante que el legislador tome en cuenta cuerpo, en la adquisición de nuevos co-
estos nuevos elementos...» (P. 54). nocimientos. La ciencia se convierte en el lugar
Hasta aquí, hemos expuesto en algunas líneas simbólico donde tiene lugar esta economía sacrifi-
toda la filosofía neoliberal que ha inspirado la ley, cial, hasta el punto de que un renombrado epis-
a pesar de que esta disposición específica no fue, temólogo podía escribir, para justificar la dona-
at fin, aceptada. Todo parece apuntar a que la par ción de órganos: «En nombre de la solidaridad, el
celización del cuerpo humano —que, en el futuro, poder deberia'expresarse en forma de prosopope-
sería indispensable para negociar (venta de san- ya: He permitido que nacieras, te he protegido,
gre, de células, de órganos, de «funciones»)—, in- atendido, educado, vigilado. A partir del momento-
ducida por la medicina experimental, estuvie-ra en que dejarás de vivir ¡dame tu cadáver! y facili-
regida por otra forma de libertad: la disposición de tarás, a través de mi, la salud de tus descendien-
uno mismo. De este modo, entre el sujeto y su tes. Aún más: los organismos pertenecen a los
cuerpo se establece una relación de provecho, lo poderes públicos (se nacionaliza el cuerpo), pero
que nos alinea con el modelo anglosajón. Esto no con fines posesivos o dominadores, sino en
permite comprender mejor que, por una parte, el razón de los lazos entre generaciones que pueden,
cuerpo humano puede ser dedicado a la investiga- e indudablemente deben, socorrerse mutuamen-
ción y a la industria farmacéutica sin que el en- te».09) Versión moderna y profana de a caritas.
fermo obtenga con ello un beneficio individual cristiana, la solidaridad biológica, se efectúa en el
directo; y, por otra, que se pueda experimentar en seno del cuerpo místico-liberal de la 'ciencia. La
mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, lectura de la ley y de los decretos subsiguientes
siempre que las investigaciones scan «útiles al nos muestra cómo el liberalismo, después de
conocimiento de los fenómenos relacionados con haber conquistado los cuerpos, gobierna sobre
la gestación o la lactancia» (art. L. 209-4); en me- todos los dispositivos considerados como «protecto
nores, en mayores bajo tutela, en personas re- res» de las personas. Esto se constata á' nivel de
sidentes en una institución sanitaria o social, y en la apreciación del valor de la información (teoría
enfermos en situación de urgencia, siempre que del equilibrio), del consentimiento y de los comités
las investigaciones no presenten «ningún riesgo de protección.
serio para su salud», que «sean útiles a personas El artículo L.209-2 plantea las tres con-
con las mismas caradterísticas de edad, de enfer- diciones a las que ha de responder una investiga-
medad o de deficiencia: y que no puedan ción biomédica efectuada sobre el ser humano:
“efectuarse de otro modo” (art. L.209-6); y, final- tomar como base el último estado de los conoci-
mente, en personas en estado vegetativo crónico, mientos; evaluar «si el riesgo previsible..: es des-
incluso contra el consejo del comité nacional de proporcionado al beneficio que se espera obtener
ética ya que se trata también de «personas»' vivas, en estas personas (que se han prestado a la inves-
y la ley se refiere «ser .humano»-(art.-,L.209-i). tigación) o al interés de estas mismas investigacio-
Sólo quedan excluidas-¡oh, Pasteur!-«las personas nes»; prever «la ampliación del conocimiento
privadas de libertad por una' decisión judicial o científico del er. humano y los medios de mejorar
administrativa» (art: L.209-15) y las que se hallen su condición»: La primera-condición es tradicio-
en estado' de muerte cerebral, ya que; -evidente- nal; la tercera revela una ideología cientista -¿qué
mente no pueden «prestarse» a investigaciones (he. significa el conocimiento científico no ya del cuer-
I). po humano, sino del ser humano, y qué se entien-
Todavía mas: desde ahora, los sujetos sanos de por posibilidad de' mejorar la condición huma-
son «indemnizados: (art. L.209-I5), aunque modes- na por medio de la ciencia? La ciencia tendría a
tamente (20 000 francos al año como máximo, su cargo la «condición humana», lo que seria' tan-
según decreto del 28 de diciembre de 1990), lo to como decir que esta «condición» es ¡científica!
que no excluye un reembolso de los gastos. Y co- En cuanto a la segunda, merece un examen más
mo complemento, la ley ha previsto también la detallado. Si se toma al pie de la letra la (teoría del
creación de un fichero nacional para evitar los equilibrio», importada del derecho económico, se
fraudes (art. L.209-17). va de sorpresa en sorpresa. De una manera gene-
En definitiva, es toda una población la que, ral, tenemos, en uno de los platillos de la balanza,
con su «consentimiento libre y claro» es «prestada» el «riesgo previsible» y, en el otro, el «beneficio que
se espera obtener» para las personas o para la
investigación. Por consiguiente, cabe pensar que Cuando es el enfermo cl que espera de la expe-
el equilibrio está asegurado: al azar del riesgo co- rimentación un beneficio individual directo, el
rrespondería el azar del beneficio. Y, sin embargo, equilibrio sigue conservándose. Teóricamente, el
estos azares no son de la misma naturaleza. enfermo tiene una oportunidad que equilibra el
LA LEY LEGALIZA LA EXPERIMENTACIÓN azar de la investigación. En cambio, cuando el
EN EL HOMBRE SANO Y EN EL ENFERMO, CON ensayo se practica en un enfermo sin beneficio
O SIN BENEFICIO INDIVIDUAL DIRECTOS individual directo, el desequilibrio es total: por
una parte, los beneficios revierten indiscutible-
Ocupémonos, en primer lugar, del «promotor» y mente al promotor y al investigador; por otra, to-
del «investigador». Su interés, en todos los casos dos los «riesgos» son para el enfermo. Su único
de esta figura jurica, es real. Tanto si el ensayo «beneficio» absolutamente simbólico, reside en su
tiene éxito como si fracasa, e; pmotor habrá ad- «sacrificio» con sentido en provecho de la investi-
quirido una certeza: su medicamento es o no es gación, de la industria y de la felicidad futura de
eficaz. En cuanto al investigador, le representará, las próximas generaciones.
ea cualquier caso, un conocimiento. Por tanto,
para ambos, la teoría del equilibrio les es, por Una vez más, se ve que el concepto de sacrifi-
hipótesis, favorable. cio se desliza subrepticiamente hacia una visión
liberal de la investigación. Esto hace que no nos
Pasemos ahora al hombre sano. En una lógica hallemos en modo alguno tan alejados de la es-
económica estricta, de este equilibrio obtiene un tructura hospitalaria implantada a finales del si-
beneficio y se encuentra en buena posición como glo XVIII. Si un enfermo, decían los autores reco-
negociador. Puede hacerse remunerar sus gastos, nocidos, rehusare ofrecerse como objeto de ins-
es decir, su coste psicológico, su coste energético trucción, se «convertiría en un ingrato, ya que
(desplazamientos), su coste de riesgo (cubierto por habría disfrutado de unas ventajas resultantes de
el seguro, art. L.209-7) y su coste de las virtuali- la sociabili-dad sin paga: el tributo del reconocí-
dades sacrificadas (tiempo que habría podido de- miento» 2) «Si, dichos bienhechores, hombres ge-
dicar a otras actividades).ax) nerosos, este enfermo que está en la cama que

En 1932, el norteamericano Tod Browning fue el


primero que osó poner delante de una cámara algu-
nos monstruos, humanos. Condenado casi unánime-
mente por lo critico, su película Freaks, un monstruo-
so desfile, fue un fracaso. Olvidada durante treinta
años —en Gron Boston incluso fue prohibida—, esta
obra maestra fue reeditado en 1960. Con premoni-
ción, el realizador en la intrpducción de su película,
explicaba en esencia, “muy pronto, gracias o los
progresos de lo cencia, estas .errores de la naturale-
za” no existirán.
Hoy, en Francia, la Ley Huriet autoriza la experimen-
tación en disminuidos.
El Comité Nacional de Ética, sin embargo, el lo de
marzo de 1986 habla emitido su opinión en el sentido
de excluir a las enfermos mentales, los incapacitados,
los menores y los detenidos, de los ensayos sin finali-
dad terapéutica,. El 15 de mayo de 1990, uno enmien-
da para que la ley Huriet estuviera de conformidad
con esta opinión fue rechazado por la Asamblea
Nacional por 277 votos contra 65 (D.O. de 19 junio
1990). Toda pues, quedaba de acuerdo con los deseos
del gobierno (Foto Production 0E)
vosotros habéis pagado tiene actualmente la en- manipulando al margen del paciente o bien se
fermedad que, a no tardar, os atacará a vosotros obtiene (su acuerdo), aunque sea mas arrebatán-
mismos. Él morirá o se curará pero, ocurra lo que dolo que mereciéndolo. No se puede informar
ocurra, su suerte puede instruir a vuestro médico exactamente al paciente cuyo consentimiento se
y salvaros la vida. Foucault comenta: «He aquí, pide, tanto menos cuanto que el no puede saber lo
pues, los términos del contrato que remiten rique- que realmente va ocurrir". Por otra parte esta in-
za y pobreza a la organización de la experiencia quietud es compartida por algunos clínicos. "¿Qué
clínica. En un régimen de libertad económica, el significa realmente "claro'?, ¿Cómo explicar al pa-
hospital encuentra la posibilidad de interesar al ciente su diagnóstico cuando se está en la incerti-
rico; ta clínica constituye la transferencia progre- dumbre? Una incertidumbre que tiene su originen
siva de la otra parte contratante. En la parte con- las oportunidades de remisión, en la dirección
tratante pobre, es el interés pagado por la capitali- esencial de esta remisión, en su transformación o
zación hospitalaria consentida por el rico..., com- no en curación”
pensación que es del orden del interés objetivo Mientras que, tradicionalmente, el consenti-
para la ciencia y del interés vital para el rico». miento se ha considerado como un acto fuera de
Sustitúyase el «rica» por el«promotor», y el in- toda presión exterior, error o dolo, ya que de lo
terés objetivo para la ciencia por el investigador y contrario está viciado, aquí se presume que es
se tendrá la misma estructura: «la mirada del libre y claro", aunque la mayoría de las veces el
médico es un ahorro seguro en los intercambios sujeto se halla en una situación objetiva de de-
contables de un mundo liberal..» pendencia. Con ello la Ley francesa no solamente
Como se ha visto, la exigencia del con- ha descartado cualquier apreciación en concreto
sentimiento es la piedra angular de todo el siste- del consentimiento a pesar de las recomenda-
ma legal; es lo que permitiría distinguir una expe- ciones internacionales- sino que también ha
rimentación practicada en un régimen democráti- hecho caso omiso de toda nuestra tradición jurídi-
co de la practicada en un sistema totalitario. Se ca que tiene muy en cuenta la situadán bajo la
ha visto también que las recomendaciones de la cual se otorga el consentimiento. Un solo ejemplo:
AMM y de la OMS se orientan hacia una evalua- el artículo 909 del Código Civil prohibe a cualquier
ción in concreto de tal consentimiento. Pero ¿qué persona hacer donaciones u otorgar testamento
ha hecho al respecto la ley Huriet? "durante la enfermedad de la que muera", a favor
del médico que la haya tratado.
Por una parte, ha recopilado lo que ya estaba
escrito en los diferentes textos (art. L.209-9) — El último cortafuego es, como se sabe, la sumi-
tanto en la redacción deL protocolo como de las sión del protocolo z comités consultivos de protec-
modalidades de consentimiento, etc.; pero, por ción de las personas bajo investigación bio-
otra parte, ha previsto excepciones en el caso de médica, que han sido ratificados por un decreto
situaciones de urgencia (accidentes de automóvil, del 27 de septiembre de 1990. Ahora bien, tam-
enfermedades fulgurantes...) y, para los menores y bién sabemos que el valor de un comité se basa
mayores bajo tutela, se ha remitido a la autoriza- tanto en su composición y funcionamiento como
ción del consejo de familia o del juez tutelar en las en su existencia misma. La desgraciada experien-
investigaciones sin beneficio individual directo cia de los comités de ética médica británicos está
(art. L209-10). Y todavía más: ha previsto que, en ahí para recordárnoslo: la composición de los
ciertos casos —cuando el enfermo no tiene interés subcomités locales constituidas en Escocia varía
alguno por conocer el diagnóstico— algunas infor- de 1 a... 73 miembros, y el número de sus reunio-
maciones pueden ser reservadas (art. L.2C9-9, nes es muy aleatorio que oscila entre O a 10 en
apartado 3). Por todo ello, no ha llegado al nivel de un año, y varios de ellos resuelven sus asuntos
las exigencias internacionales, sin contar, por otra por correo o por teléfono! En los 22 comités cons-
parte, con el hecho de que los disminuidos menta- tituidos en Inglaterra –y cuya composición oscila
les también pueden ser sometidos a experimenta- entre 4 a 22 miembros- se ha constatado que el
ción. índice de aceptación de los protocolos varía entre
90% y 61% según la profesión de sus miembros.
¿EL CONSENTIMIENTO CLARO? ¿CÓMO Por ejemplo, cuando los comités no incluyen nin-
EXPLICAR A UN PACIENTE SU DIAGNÓSTCO guna enfermera –como ocurre en el 65% de ellos-
CUANDO SE ESTÁ EN LA INCERTIDUMBRE? los protocolos se aceptan en un 100%, un índice
Pero fundamentalmente, cabe preguntarse so- que cae hasta el 30% cuando interviene alguna
bre la pertinencia misma del consentimiento, so- enfermera.
bre todo cuando se pide a enfermos que no pue- Si bien en Francia el decreto del 27 de septiem-
den esperar del ensayo ningún beneficio per- bre de 1990 evita estas incoherencias, los comités,
sonal. Un autor como F Dagognet, también médi- sin embargo, presentan unas características de-
co y poco sospechoso de desconfianza hacia la plorables. En lo que respecta a su composición,
experimentación ha manifestado su inquietud: "O cuentan con 12 miembros titulares, entre ellos 8
bien no se informa sobre qué se está actuando y
miembros de una profesión médica o paramédica 21 de diciembre de 1990,una sentencia funda-
(4 personas especializadas en materia de investi- mental. Al pronunciarse sobre la demanda de los
gación biomédica, un médico generalists, dos far- padres de un muchacho que afectado de cifosis,
macéuticos, una enfermera. En canto a su funcio- fue operado en 1983, según una técnica entonces
namiento hay que hacer mención de dos disposi- nueva, llamada "luqué" y cuya consecuencia fue
ciones. En primer lugar, el artículo P2015 dispone un apoplejía de la parte inferior del cuerpo, el Tri-
que: "Las deliberaciones del comité sólo son váli- bunal considero que la "utilización de una terap-
das si están presentes lo menos seis miembros, de éutica nueva crea, cando sus consecuencias no
los que al menos cuatro habrán de pertenecer a son todavía conocidas, un riesgo especial para los
las categorías 1 al 4 mencionadas en el artículo enfermos que son objeto de ella" y que "cuando
R2001 (es decir las profesiones médicas y paramé- recurso a tal terapéutica no se impone por moti-
dicas) y al menos uno corresponder a las otras vos vitales, las complicaciones excepcionales y
categorías". Además se indica que "las sesiones anormalmente graves que son su consecuencia
del comité no serán públicas". A la luz de la expe- directa implican incluso en ausencia de falta la
riencia inglesa ,parece deplorable que en ningún responsabilidad del servicio público hospitalario".
caso –salvo en la hipótesis de que ocho miembros Una manera de recordar que los cuerpos no están
estén presentes, siendo el propio presidente un al servicio de la investigación. Contra la filosofia
científico- los no científicos puedan constituir una de las luces Rosseau erigía la muralla de las liber-
mayoría. En efecto, en el resto de los casos, los tades. Un siglo más tarde, más feroz Nietzche co-
científicos ganan: si hay mas de 8 miembros pre- locaba al sacrificio dentro de la razón occidental.
sentes , tienen automáticamente mayoría, y si hay "Entre nosotros, el conocimiento se ha trans-
siete o seis miembros cuatro de ellos deben ser formado en una pasión que no se asusta ante
científicos. La ética biomédica "pertenece" los ningún sacrificio y que en el fondo no tiene más
científicos y el principio fundamental de una de- que un temor: el de apagarse... La pasión del co-
mocracia –no se puede ser juez y parte- no se res- nocimiento quizás hará perecer la humanidad" Y
peta mas que la publicidad de los debates ¿de qué añadía que quizá hemos llegado "a la idea de la
se tiene miedo? humanidad que se sacrifica" no en el altar de la
LA LEY HURIET PREVÉ NUEVOS COMITES. verdad sino en el altar del saber.
PERO UNA VEZ MÁS, LOS PRINCIPIOS DEMO-
CRÁTICOS NO SE RESPETAN.
Comparativamente, la composición del Comité
Nacional de Ética es más democrática: 21 miem-
bros entre 36 (excluido el presidente) son teórica-
mente no científicos (aunque en la práctica esto es
dudoso), aunque la sección técnica que instruye
los dossiers comprende 8 científicos entre sus
doce miembros. En definitiva los 3 contrafuegos
instituidos en la Ley Huriet –teoría del equilibrio,
consentimiento y comités de protección son, en
cierto modo, señuelos: investigación e industria
transforman , poco a poco, el hospital en espacio
económico científico, un asunto que se ha hecho
más preocupante con la transformación de la
Asistencia Pública en promotor (circular
DPHN/01/08 titulo V: Posibilidades de que un
establecimiento de cuida-dos sea promotor de una
investigación). Y s acaso alguien tuviera la tenta-
ción de creer que las disposiciones penales conte-
nidas en el texto (Título V) pudieran cambiar 1
natura-leza de la cuestión, quedaría muy pronto
decepcionado: se limitan a sancionar cualquier
infracción de los principios establecidos por la ley
(consentimiento, condiciones de experimentación,
seguros de los promotores, sumisión de los proto-
co-los a los comités) sin cuestionar estos mismos
principios: qué es consentimiento "libre y claro",
qué valen los protocolos, etc. Sin embargo, parece
que los tribunales no se han decidido a dejarse
arrastrar por esta pendiente. Por ejemplo el Tribu-
nal Administrativo de apelaciones de Lyon dictó, el

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