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Practica 5

DISTRIBUCIÓN DE LA FLUORESCEÍNA SÓDICA EN LA RATA

Objetivo.
Observar en que órganos se distribuye la fluoresceína sódica en mayor proporción de
acuerdo a la vía de administración usada.

Hipótesis:

Si según la vía de administración la concentración de fluoresceína sódica se distribuirá de


proporciones diferentes en la rata, entonces por la vía IP se distribuirá en una mejor
proporción hacia todos los órganos por su gran superficie de contacto y la gran irrigación
sanguínea en esa zona.

Resultados:

Podemos observar que en la vía oral 1 hubo abundante concentración de fluoresceína


sódica en el estómago e intestinos. Fue ligera en corazón, hígado, vejiga y zona de
aplicación. Y trazas en el bazo, riñones y orina.
En la administración oral 2 los riñones y la zona de aplicación concentración muy
abundante. En estómago e hígado fue abundante. Hubo ligera concentración en bazo e
intestinos. Mientras que corazón, orina y vejiga tuvieron trazas.
Por administración IP 1 hubo concentración muy abundante de la fluoresceína sódica en
riñones y zona de aplicación. Abundante en estómago e hígado. Ligera en bazo e intestinos.
Mientras que hubo trazas en corazón, orina y vejiga.
En la IP 2 la zona de aplicación, bazo, estomago, hígado e intestinos tuvieron concentración
abundante. Fue ligera en corazón, heces, y riñones. Y hubo trazas en la vejiga.
En la administración de fluoresceína por vía IM hubo concentración muy abundante en la
zona de aplicación. En bazo, corazón e hígado fue abundante. En estómago e intestinos fue
ligera. Mientras que hubo trazas en vejiga y riñones.
En la administración por vía SC hubo concentración muy abundante en la zona de
aplicación y orina. En corazón, estómago, intestinos y vejiga fue abundante. En bazo,
hígado y riñones fue ligera.

Discusión:
El fármaco disuelto en la sangre pasa de los capilares a los tejidos a favor del gradiente de
concentración. Este paso depende de las características del fármaco (tamaño de la molécula,
liposolubilidad y grado de ionización), de su unión a las proteínas plasmáticas, del flujo
sanguíneo del órgano, de la luz capilar, del grado de urgencia y de las características del
endotelio capilar. Un fármaco muy liposoluble accederá más fácilmente a los órganos muy
irrigados, como el cerebro, el corazón, el hígado o los riñones, más despacio al músculo y
con mayor lentitud a la grasa y otros tejidos poco irrigados. (Pratt, 1990)

La fluoresceína es una sustancia pulverulenta, de color amarillo rojizo. Es un colorante


orgánico insoluble en agua, soluble en alcohol (etanoico) y aguas alcalinizadas. Su sal sódica
es soluble en agua. Produce una luz fluorescente cuando es irradiada con luz ultravioleta, a
un pH de 8 (mayor alcalinidad), la fluoresceína alcanza su máxima intensidad.
El fenómeno de la fluorescencia depende de los siguientes factores:
– pH del medio en el cual se encuentra la sustancia. Cuanto más alcalino es el pH, mayor es
la fluorescencia.
– Concentración de dicha sustancia
– Longitud de onda de luz que actúa como excitante. (Vitoria 1940)

El flujo sanguíneo se distribuye por los diversos territorios del organismo mediante las
diversas ramificaciones del sistema arterial. En algunos territorios el flujo es relativamente
constante como en el territorio cerebral (13% del flujo total) y el renal (22%), en otros es
dependiente de la actividad funcional como en el territorio coronario (4%, que aumenta
con la frecuencia cardíaca), Intestinos 24% (en los periodos interdigestivos, aumentando en
los periodos digestivos), el territorio muscular (15% en reposo y mucho mayor durante el
ejercicio) y el territorio cutáneo (9% normalmente, aumentando con el calor disminuyendo
con el frío) el bazo recibe más de 5% del flujo sanguíneo, el hígado el 27 %. (Best y col.,
1982)

Tomando en cuenta la irrigación que tienen los distintos órganos del sujeto de
experimentación y la vía por la cual se le administro la fluoresceína sódica, los órganos en
los que hubo mayor concentración de la sustancia fue distinto para cada rata.

En la administración por vía oral 1 hubo más concentración en estómago e intestino debido
a las características de la vía, ya que debe pasar primero por estos órganos, y el tiempo que
se dejó actuar la sustancia. Al igual que si había alimento en el estómago puede retardar la
absorción y distribución de la sustancia. Sin embargo, se observaron trazas en riñones y
orina lo cual indica que la sustancia sufrió el efecto de eliminación.
Por la vía oral 2 se vio mayor concentración en la zona de aplicación, pudiera ser que no se
logró que el sujeto ingiriera bien la sustancia, pero también se apreció una concentración
abundante en estomago e intestinos, coincidiendo con la Oral 1. Al igual que hubo
eliminación de la sustancia por la orina.
Por la vía IP 1 se observó gran concentración en el peritoneo, aunque la mayoría era en la
superficie de ellos y poco se había absorbido en el estómago, intestinos. En los riñones
mostraron una cantidad abundante de la sustancia, ya que una vez absorbidos empezó a
eliminarse por ellos y al final por medio de la orina.
La IP tuvo abundante concentración en más órganos, podría suponerse por una buena
administración y que estuvo el tiempo suficiente para poder distribuirse en esos órganos, a
diferencia de la otra vía IP esta rata no orino, pero se apreció fluoresceína en sus heces, por
lo que la sustancia también sufrió proceso de eliminación.
Por la vía IM la mayor concentración fue en la zona de aplicación, debido a que la
irrigación sanguínea no es tanta en el musculo como en otros órganos, y tomando en
cuenta las propiedades fisicoquímicas en que se encontraba la sustancia, al ser hidrosoluble
en su forma de sal en agua, es más difícil que atraviese las membranas celulares. Sin
embargo, se apreció una abundante concentración en órganos como el corazón, bazo, e
hígado.
Por la vía subcutánea hubo una concentración muy abundante en la zona de aplicación y en
la orina, por lo cual se diría que la sustancia pudo absorberse en la sangre y distribuirse e
incluso sufrir eliminación por parte del organismo de la rata. En los demás órganos se
apreció abundante concentración, lo cual es signo de que hubo buena distribución en la
mayoría de los órganos observados, el bazo y los riñones tuvieron una ligera concentración,
comparando con las demás vías fue la única en no tener trazas de la sustancia en alguno de
los órganos observados, tuvo de ligera a muy abundante concentración.
A pesar de que las zonas de administración tienen diferentes pH, la distribución fue bastante
homogénea en todas las vías, sin embargo, se pudo observar que dependiendo de la vía
unos órganos tendrán más concentración absorbida de la sustancia, o debido a que deben
pasar por órganos como el estómago e intestino para su posterior distribución como en la
administración oral. Así mismo el flujo sanguíneo que pasa por cada órgano también influye
debido a que habrá más cantidad del fármaco pasando de la sangre hacia un órgano en
específico, y también la sustancia administrada sufre procesos de eliminación, por eso se
observó fluorescencia en heces y orina. El tiempo también fue un factor importante ya que
mediante más se dejará, quizá más cantidad de sustancia iba a distribuirse o eliminarse según
fuera el caso.
Al comparar todas las vías, se observa que dependiendo por cual se administre, el o los
órganos con mayor concentración de fluoresceína sódica va a variar.
La vía IP tuvo una buena distribución pero comparando con la SC, está ultima no presento
trazas en los órganos, lo cual podría ser indicio de que por SC la sustancia permanece un
mayor tiempo en el organismo con una concentración más alta que la IP, ya que es más
lenta su absorción.

Conclusiones:
Dependiendo de la vía usada para administrar fluoresceína sódica se va a distribuir en
diferentes proporciones en los órganos de la rata, en la mayoría de las vías hubo
distribución en 9/10 órganos observados, pero la vía SC fue donde la concentración fue más
mejor, de ligera a muy abundante, sin presentar trazas en algún órgano.
Vitoria P. E.(1940). La Química del Carbono, 2da Edición, Barcelona, España. Capítulo III,
"Fluoresceína, ftaleína de la resorcina", p. 684.

• Velasco M., Fernández L., Molina J. Farmacología. 16ª edición. Madrid:


Interamericana Mac Graw- Hill, 1993: 38 – 52.

• Levine R. Farmacología. Acciones y reacciones medicamentosas. Barcelona: Salvat


editores, 1982:90 – 95

• Bevan J. Fundamentos de Farmacología. Introducción a los principios de acción de


los fármacos. México: Ed. Harla, 1982: 69 – 77.

3 V.B. Mountcastle. Medical Physiology. 13ª edición. 1974. Mosby Co. Saint Louis. Best y Taylor.
Bases fisiológicas de la práctica médica. 10ª ED. 1982. Editorial Médica Panamericana.
Buenos Aires.

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