Sei sulla pagina 1di 26

Sesión 1 / Tema 1.

Cultura de la autoprotección

¿Qué es cultura?

Para entender el concepto de cultura de autoprotección, se explicará primero la idea de cultura, la cual, según Eagleton (2001) es “el conjunto de
valores, costumbres, creencias y prácticas que constituyen la forma de vida de un grupo específico” (p. 58). Estas características brindan identidad a
los miembros de la sociedad que la integran en un determinado tiempo, y permiten llevar una vida cotidiana con elementos muy particulares, que se
distinguen de otros grupos y sociedades.

La cultura la construimos y reafirmamos todos los días, es inherente al ser humano y no puede darse solamente de forma individual. A lo largo de los
años, las culturas se han convertido en civilizaciones debido a que sus integrantes muestran los mismos intereses, creencias e idioma. Es así como, a
través del cultivo de las tierras, cultivo social y del culto a lo que representa algo sagrado para el grupo se crea la sociabilidad y la civilización.

De acuerdo con Roche (citado por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado, 2014):

Derivado de lo expuesto anteriormente, se considera que la cultura tiene al menos dos funciones principales:

Es importante destacar que dentro de una misma cultura se pueden desarrollar subculturas y éstas presentan características específicas que las distinguen
de las demás, pero continúan compartiendo la identidad general de la cultura a la que pertenecen.

En el caso de nuestro país, todos somos mexicanos, pero a la vez estamos subdivididos por regiones o por el estado de la república en que vivamos. En
la siguiente imagen se ejemplifica esa subdivisión que se puede generar en una cultura: todos los personajes de la siguiente ilustración pueden pertenecer
a un mismo país, sin embargo, cada región que lo conforma presenta características propias y aspectos sociales que los distinguen de los demás, por
ejemplo: vestimenta, creencias, actividades productivas, entre otras.

Características de las culturas

De acuerdo con Marín (1994), las culturas poseen las siguientes características:
Instrucción: Haz clic en cada número o en las flechas para desplegar el contenido.

1- Tienen historia. Ésta, en un tiempo determinado, sufre modificaciones e influencias.


2- Son complejas. No es un esquema sencillo y lógico, es un sistema en el que los elementos (conocimientos, normas, costumbres, creencias
y símbolos) interactúan y se modifican constantemente
3- Son dinámicas. Se encuentran en un devenir histórico y geográfico determinado que puede ser modificado por la propia sociedad o por
algún factor externo.
4- No son completamente heterogéneas. Siempre existirán la diversidad, intereses, concepciones, escala de valores, etcétera.
5- Reciben influencias internas y externas. Reciben efectos positivos y negativos del contexto en el que se encuentran.
6- Se influyen entre ellas mismas. Ya sea por relaciones positivas o negativas, las culturas comparten ciertos elementos que se manifiestan
con mayor o menor medida a partir de la relación que exista entre ellas.

Para explicar más fácilmente las características de las culturas, basta con pensar en nuestra historia como país y cómo ésta se ha modificado a lo
largo de los años, dando pie a diversas épocas y culturas que interactuaban entre sí y que, a pesar de que cada una presentó características,
organización y creencias propias, lograron influirse entre ellas.

¿Qué es autoprotección?

Ya hemos definido qué es la cultura y cuáles son sus características básicas, ahora vamos a describirte qué es la autoprotección para construir más
adelante el concepto de cultura de autoprotección y logres entenderlo y adoptarlo más fácilmente.

Todas las especies, incluyendo al hombre, practican la autoprotección de forma natural, nace dentro de cada ser vivo debido a que es un recurso
individual utilizado para preservar la especie, su integridad y su ambiente.

Según la Dirección General de Protección Civil y Emergencias (2013), considerando la etimología de la palabra, se entenderá como autoprotección al:

Por lo anterior, es importante que tengas en mente que la autoprotección la podemos ejercer en el entorno o entornos donde nos desenvolvamos
cotidianamente, con la finalidad de reducir los riesgos a los que estamos expuestos y saber qué hacer en caso de que una emergencia o desastre ocurra.

Por lo tanto, a continuación se señala el objetivo de la autoprotección que consiste en que:

Recuerda: los riesgos provocados por fenómenos naturales o por el hombre se pueden evitar si cada uno de nosotros adoptamos medidas y actitudes
preventivas (CENAPRED, 2012).

Si logramos adquirir estos conocimientos, actitudes y destrezas, debemos llevarlo al siguiente nivel: la familia. Ésta es el núcleo más pequeño que
forma una sociedad, es aquí donde se prepara a los más jóvenes para la vida adulta, a conocer sus derechos y obligaciones como personas que se
incorporan a la sociedad.

Ahora vamos a unir estos dos conceptos, autoprotección y familia, para continuar avanzando en la comprensión de qué es la cultura de autoprotección.
Dentro del núcleo familiar es posible desarrollar una serie de actividades que permitan autoprotegerse dentro y fuera del hogar, éstas pueden adaptarse
a cualquier tipo de fenómeno o amenaza, por lo que se integran en un Plan Familiar de Protección Civil y, como su nombre lo indica, requiere de la
participación de cada uno de los individuos que integran la familia con el firme propósito de llegar a la meta: autoprotegerse.
Como puedes observar en la siguiente imagen, el Plan Familiar se elabora a partir de cuatro pasos básicos, mismos que puedes repetir en otros entornos
como el trabajo, la escuela, el deportivo, etcétera.

CENAPRED. (2012). Cuatro pasos [ilustración]. Tomada de CENAPRED. (2014).Elabora tu plan familiar de protección civil, pp. 3-4.

A lo largo de este material habrás notado que la mejor medida de autoprotección es la prevención, sobre todo si la entiendes como la identificación de
riesgos, la preparación y coordinación de medidas anticipadas para reducir el impacto de éstos o evitar los daños.

Por ejemplo, cuando vas al cine, ¿te detienes un minuto a observar las salidas de emergencia, ubicación de extintores o a detectar los posibles riesgos?
Ésta es una medida muy sencilla que podrá ser de mucha ayuda en caso de una emergencia.

¿Qué es la cultura de la autoprotección?

Ahora que ya conoces los conceptos de cultura y la autoprotección es posible construir la definición de cultura de autoprotección a partir de lo que
hemos revisado.

Para los fines de esta asignatura se entenderá la cultura de la autoprotección como la:
Estas acciones se realizarán a través de conocer y reconocer las prácticas, códigos gráficos y cromáticos establecidos a partir de las características
propias de la sociedad en la que se implementará, e involucrará un compromiso de cooperación por parte de todos bajo un mismo fin: proteger a la
población.

Es por esto que la protección civil es considerada una actividad social en la que la participación de promotores culturales dentro de los planes que la
impulsan resulta muy favorable, ya que permiten introducir este tema dentro de la sociedad de una forma activa y participativa.

Un promotor de la cultura de protección civil requiere de programas y estrategias encaminadas a satisfacer una necesidad específica a partir de un
diagnóstico previo, y que se apoye en las características y potenciales del público objetivo en el que se intente incidir con la finalidad de establecer
cuáles serán las mejores herramientas y productos que ayudarán a desarrollar esta cultura. Por ejemplo, dentro de las acciones de promoción de la
cultura de protección civil está difundir materiales comunicativos impresos o multimedia que emitan mensajes concretos y específicos para que la
población los reinterprete y adopte acciones en beneficio de su seguridad y bienestar. Más adelante conocerás algunas herramientas y estrategias para
promover la cultura de autoprotección.

¿Sabias que?

La palabra promotor viene del verbo promover, que quiere decir adelantar, hacer avanzar algo hacia un fin o en una dirección determinada (Colombres,
1992, p. 7).

Entre otras acciones de promoción de la cultura de protección civil está el desarrollo de actos académicos y exposiciones (como pueden ser ferias o
jornadas de protección civil) y campañas de comunicación social en diversos medios de comunicación con la finalidad de generar cambios en la
sociedad en beneficio de su autoprotección.

Es importante que sepas que el artículo 6° de nuestra Constitución Política menciona el acceso libre a la información como un derecho de los ciudadanos,
y se plasma dentro de los planes nacionales y estatales de desarrollo, mientras que el artículo 41, en el capítulo VII de la Ley General de Protección
Civil (2012) menciona que “las autoridades federales de las entidades federativas, del Distrito Federal, municipales y delegaciones, fomentarán la
cultura en materia de protección civil entre la población, mediante su participación individual y colectiva” (p. 51).

Derivado de lo anterior se puede concluir que el objetivo de la autoprotección es:

¿Por qué la gente no previene los desastres?

Siguiendo por la línea de cultura de la autoprotección, en este apartado conocerás algunos puntos de vista de diferentes autores sobre por qué, aunque
la gente conozca los riesgos y los peligros de donde habita, no se previenen los desastres.

Debes saber que un desastre se produce cuando se dan principalmente cuatro condiciones al mismo tiempo, como se muestra a continuación:

Instrucción: Haz clic en las flechas para navegar por los contenidos.

1- Que las personas vivan en lugares peligrosos, por ejemplo, vivir cerca de un volcán activo, de laderas con peligro de deslizamiento o próximo
a ríos que se puedan desbordar.
2- La ocurrencia de un fenómeno extremo (natural o causado por actividades humanas).
3- Que el fenómeno provoque muchos daños en zonas vulnerables, es decir, donde no se consideraba ninguna medida de prevención.
4- Cuando el medio ambiente se ha alterado como producto de la actividad del ser humano.
Los desastres causados por fenómenos naturales o antrópicos impactan negativamente en la calidad de vida tanto en la urbe como en el campo, reducen
el capital social y productivo de un país, y afectan en mayor medida a los segmentos más pobres de la población. Seguramente has escuchado en la
televisión o en la radio sobre el impacto de fenómenos naturales en diversos países y en el nuestro: erupciones volcánicas, sismos, huracanes, sequías
o tormentas eléctricas. Es así que, para este tipo de eventos, es necesario crear una cultura de la prevención con el propósito de reducir las pérdidas
económicas y sociales, principalmente de seres vivos, adoptando un enfoque proactivo de reducción del riesgo.

Un elemento importante para la autoprotección es la prevención, entendida como todo lo que se realiza para asegurar que no suceda un desastre o, si
sucede, evitar que te perjudique tanto a ti como a tu familia. La mayoría de los fenómenos naturales no pueden impedirse, pero sí es posible reducir los
daños que causan.

La discusión acerca de los desastres y sus impactos en la sociedad es un tema que se aborda desde dos perspectivas: una es desde las ciencias exactas,
que se preocupan por entender la forma en la que se manifiestan los fenómenos naturales y sus impactos físicos en la sociedad, y que se conforman de
áreas del conocimiento que se enfocan en el desarrollo de tecnologías para enfrentar dichos fenómenos perturbadores; y la otra a partir de las ciencias
sociales, que se interesan en estudiar cómo los fenómenos extremos impactan a la sociedad y cómo ésta responde y se adapta a las nuevas condiciones
que generan los desastres.

¿Sabias que?

Nuestro país, por su ubicación geográfica, presenta frecuentemente fenómenos naturales como huracanes, inundaciones, sequías, actividad volcánica,
terremotos, granizadas e incendios forestales, entre otros fenómenos perturbadores, así como actividades humanas que perjudican a su entorno. Por
ello, la sociedad mexicana debe estar preparada para reaccionar en caso de emergencia y contar con una cultura de autoprotección.

Científicos sociales, como sociólogos, antropólogos y geógrafos, entre otros, han propuesto enfoques y diseñado metodologías que han sugerido el uso
de herramientas para acercarse al tema de prevención de desastres y a las problemáticas derivadas de ello. Una de sus inquietudes ha girado en torno a
utilizar y aplicar teorías para el estudio de la realidad contemporánea de los desastres. Una de ellas radica en el hecho de que la gente no quiere
prevenirse. El por qué es complicado de conocer puesto que, según Rodríguez (2007) se involucran factores psicológicos, culturales y, sobre todo, los
relacionados con la comunicación.

En una explicación, Guerrero (1995) comenta que la población no previene debido a que consideran que los desastres y los accidentes están alejados
de su realidad. Es por eso que podemos comentar que los mensajes de las autoridades hacia la población deben ser directos para conseguir su
participación. Para una campaña de comunicación del riesgo es indispensable que se muestre al receptor que los efectos de un desastre o un accidente
se pueden disminuir en la medida que la gente conozca sobre los fenómenos perturbadores que se encuentran a su alrededor, sus riesgos y cómo
disminuir el peligro; esto con el fin de que el receptor tenga mayor interés y un sentido de responsabilidad.

García, Gil y Valero (2007) señalan que investigaciones en el área de las ciencias sociales centradas en el estudio de la conducta humana en situaciones
de emergencia sugieren que la respuesta común de la población ante los avisos de desastres es de incredulidad, desmitificando la creencia de que en
tales situaciones se genera una conducta de pánico. Esta conducta se encuentra asociada con un rechazo, por ello, es frecuente que en situaciones en
las que se da la advertencia de peligro inminente, algunas personas hagan caso omiso de ella. Dicho problema de interpretación de mensajes también
se intensifica cuando una persona no ha tenido otras experiencias previas relacionadas a desastres o cuando han ocurrido falsas alarmas anteriores.

Como existen distintos puntos de vista por parte de investigadores que estudian los desastres en el ámbito social, al retomar la pregunta inicial sobre
por qué la gente no previene, la respuesta depende de factores como la experiencia previa de la persona; en qué lugar del país habita; las características
del ambiente que la rodea; la situación en la que se encuentra respecto a sus círculos sociales; sus características sociodemográficas, como el género,
estatus social y económico; y sus características psicológicas, como habilidades, personalidad o actitudes.

Dado lo anterior, podemos decir que en el país existe la necesidad de una mayor difusión y educación sobre lo que debe hacerse para protegerse en
caso de tragedias de origen natural, por lo que es necesaria una población mejor informada y preparada ante cualquier eventualidad.

¿Sabias que?
Respecto a la capacidad y preparación para afrontar un desastre natural, se realizó en el año 2010 una encuesta a 1,000 mexicanos mayores de 18 años
denominada Protección Civil: La población no sabe qué hacer en caso de tragedias. Los datos mostraron que sólo uno de cada siete mexicanos
considera que la población está preparada para afrontar una tragedia natural.

¿Quieres saber más?

Revisa el siguiente video.

El mito de la Caverna

Este mito fue desarrollado por Platón en una de sus obras más conocidas, La República. Aunque en él aborda tres dimensiones (antropológica,
filosófica del conocimiento y moral), para los fines de esta asignatura únicamente abordaremos la primera de ellas. Se trata de una representación
simbólica o metafórica (también conocida como alegoría), que se utiliza para explicar el proceso por medio del cual el ser humano se apropia del
conocimiento utilizando la información que recibe (percibe), a través de sus sentidos y construyendo con ello su realidad y sistema de creencias.
Posteriormente, contrasta este proceso con los nuevos aprendizajes que se pueden lograr a través del mundo de las ideas, lo que le permite modificar
y ampliar sus percepciones del mundo y, por tanto, cambiar su realidad.

https://www.youtube.com/watch?v=ffNbC0O5XCg

Sesión 2 / Tema 2. Percepción del riesgo

Imagina un escenario donde está a punto de ocurrir un desastre. Las personas generalmente tienen la sensación de que algo está fuera de lo normal, y
en su entorno suelen existir señales de alerta de lo que puede suceder, éstas van desde sonidos de sirenas hasta mensajes en los medios de
comunicación.

Ahora imagina que las personas reciben el aviso de un peligro inminente. La primera reacción que tienen es intentar verificar lo que están oyendo a
través de otras fuentes de información inmediatas, como el radio, la televisión o Internet, que confirmen o nieguen la amenaza y, en función de toda la
información, tomar o no medidas de protección.

Lo que hace la gente en esas circunstancias es determinar si existe o no un riesgo y actuar al respecto. Si lo expresamos de manera formal; la percepción
de una persona ante un riesgo determina si ésta decide aceptarlo o rechazarlo.

Elementos que determinan la percepción del riesgo

Slovic et ál (1981) y Lindell (1994) (citados en Mendoza, 2005), clasifican las variables que determinan si una persona percibe mayor o menor riesgo.
La lista se muestra a continuación.

Instrucción: Haz clic en cada concepto, tema o subtema para desplegar el contenido. Para que el contenido desplegado vuelva a su posición inicial,
haz clic en otro concepto.

Relación costo-beneficio

Cuando un riesgo es el costo que hay que pagar por un beneficio derivado de correrlo, la magnitud de este último determina la tolerancia al primero.

Control

Los eventos sobre los cuales consideramos que tenemos mayor control se perciben como de menor riesgo.

Origen del peligro

Los eventos naturales suelen conllevar menor percepción de riesgo que los eventos generados por el hombre.

Confianza

Cuando se confía en las personas o instituciones encargadas del auxilio, hay una menor preocupación por los riesgos.

Temor
Los eventos que suscitan mayor temor se perciben como de mayor riesgo

Capacidad de elección

Los eventos que nos imponen suelen ser percibidos como de mayor riesgo que aquellos que elegimos, nuestras decisiones se autojustifican como
seguras.

Efectos en los niños

Aquellos fenómenos que afectan al grupo infantil suelen generar mayor conciencia de riesgo en la población que aquellos que afectan a los adultos,
posiblemente por su relación con la reproducción del grupo.

Riesgos nuevos

Los eventos nuevos generan mayor percepción de riesgo que otros que nuestra experiencia colectiva o individual han ayudado a poner en perspectiva.

Posibilidad de impacto personal

Aquellos eventos que nos afectan de manera directa son percibidos como de mayor riesgo.

Los puntos anteriores te brindan un panorama de la multitud de variables que intervienen en la percepción de un riesgo, sin embargo, continuaremos
revisando autores para que tengas más elementos y puedas comprender mejor los factores que intervienen en ese proceso.

Para Vallejo y Vélez (1997), la percepción del riesgo difiere de un individuo a otro y está condicionada por los siguientes factores:

Instrucción: Haz clic en cada concepto, tema o subtema para desplegar el contenido. Para que el contenido desplegado vuelva a su posición inicial,
haz clic en otro concepto.

Sociales

Al depender de cómo la persona asocia y estructura su función dentro de una comunidad.

Culturales

Donde se evidencia toda una carga ideológica, religiosa y tradicional

Económicos

Donde el nivel de representación del riesgo varía conforme a la calidad de vida de las personas, ya que existe una alta probabilidad de que la comunidad
preste mayor atención a los riesgos diarios que enfrentan. Por ejemplo: el desempleo, la falta de alimento, el déficit en educación y vivienda, etcétera,
que a los posibles riesgos ambientales o naturales que le circundan.

Políticos y de familiaridad con la amenaza que se presenta

La gente que habita en un lugar determinado ubica los riesgos y las amenazas a los que están más expuestos, por ejemplo vivir cerca de una planta
nuclear, cerca de un volcán activo, cerca de una presa, en una ladera, etcétera.

Ahora, al hacer la revisión de los elementos anteriores, puedes entender que la percepción del riesgo es un producto socio-cultural complejo que impacta
en la participación de la población en cuanto a la prevención, la preparación, la respuesta y la recuperación de una situación de emergencia. También
es un proceso cognitivo y emocional que depende de la disposición mental para que una persona reciba y decodifique que el mensaje que está recibiendo
es de alerta. Y que también debe ser muy importante la credibilidad de las fuentes y del foco emisor. La información de alerta y su importancia para
prevenir desastres es de una gran relevancia debido a que involucra a la comunidad científica, a los medios de comunicación, a los tomadores de
decisiones y a la presencia de la población a la que eventualmente se le destina la información de alerta (Macías, 1999).
La información adecuada ante la percepción del riesgo

Ahora, es importante que comprendas la importancia de entender que, si bien existen muchos factores que influyen en la percepción del riesgo, uno
muy importante en el ámbito de la protección civil es la información adecuada.

La disponibilidad de la información es un elemento importante para percibir un riesgo; la estrategia para la toma de decisiones es comparar una situación
con la información más rápidamente disponible y fácil de recordar. Cuanto más se tenga información disponible sobre un evento es más probable que
se formule el juicio adecuado de que éste ha de ocurrir. También lo que sucede con frecuencia es más fácil de recordar (Macías, 1999).

Pero en ocasiones el mensaje sobre el riesgo se inhibe: algunos individuos no están acostumbrados a ver la televisión, tienen una fuerte resistencia a lo
que acontece, o tienen una percepción selectiva al oír solamente lo que se quiere oír por la predisposición humana a mantener la rutina en la vida o
minimizar el peligro de la amenaza ante un fenómeno perturbador. Pero cualquier razón en los fallos del mensaje que se quiera transmitir puede llevar
a no poner en práctica planes de autoprotección (García, Gil y Valero, 2007).

De acuerdo con Wilches (1996), en ciertos desastres poco familiares para la población, por ejemplo, cuando en un lugar cada año se dan lluvias severas
solamente y de pronto surge un terremoto, la información puede causar incertidumbre creando la necesidad de una demanda de información; es por
ello que la confirmación del aviso juega un papel importante para facilitar la comprensión, creencia y toma de decisiones frente a este tipo de eventos.
Otro hecho apoyado por numerosos autores del área de las ciencias sociales es que la familia intenta estar unida ante el aviso de un desastre inminente,
incluso puede ser más prioritario que la confirmación de éste o tomar una acción de protección.

Fitzpatrick y Mileti (1994) (citado en García, Gil y Valero, 2007) hablan de dos tipos de factores que muestran una relación entre sí e influyen en la
percepción de riesgo y la respuesta al mismo. El primero es la fuente de información y el segundo es la persona que recibe el mensaje de aviso y el
contexto en el que se desenvuelve. La siguiente imagen te muestra los factores que influyen en la respuesta de aviso ante un desastre.
Si analizamos la sección correspondiente a la percepción individual, podemos apreciar que los individuos, de acuerdo con diversas variables confirman
un aviso, formulan una idea respecto a éste y toman una decisión.

También podemos sugerir que lo importante es que, ante el aviso de un riesgo, se tome la respuesta adecuada; lo que implicará que la percepción ante
un riesgo fue la pertinente.

Finalmente, diremos que la percepción del riesgo implica que diferentes grupos, en función de sus características socio culturales, tendrán diferentes
interpretaciones de un mismo hecho y diferentes necesidades de información, por lo tanto, responderán de manera distinta a los estímulos que genera
su exposición a un riesgo determinado y a los mensajes que reciban. Por ello, la comunicación del riesgo y los procesos de culturización en protección
civil para sectores tan distintos de la población deben considerar sus creencias, diversidad de realidades y preocupaciones. Recuerda que para
modificarlas positivamente se requiere que estos grupos se apropien del conocimiento e información sobre los riesgos a los que están expuestos y con
ello se detonen acciones concretas para reducirlos y enfrentarlos responsablemente.

Sesión 3 / Tema 2. Percepción del riesgo

La resiliencia como recurso para la prevención

En el tema anterior se explicó la percepción del riesgo, así como su construcción individual y social; ahora se te explicará qué es la resiliencia y cuáles
son las características que hacen a un individuo y a una comunidad resilientes.
La palabra resiliencia proviene del latín resilio, que significa “volver hacia atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar”. En la década de 1980 el adjetivo
resiliente, del inglés resilient, hace referencia a las personas que desarrollan competencias a pesar de haber sido criadas en condiciones adversas o en
circunstancias que incrementan las posibilidades de padecer patologías mentales o sociales; en cambio, en francés, résilience, al igual que en el español,
se utiliza en áreas como la metalurgia y la ingeniería civil para describir la capacidad de algunos materiales de recobrar su forma original después de
ser sometidos a una presión deformadora.

En la década de 1970, el concepto, que se tomó de la física, fue introducido en la psicología por el psiquiatra Rutter (1993), quien refería la idea de
“flexibilidad social adaptativa”. En este sentido, el concepto de resiliencia fue adaptado a las ciencias sociales para describir a las personas que, a pesar
de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, logran desarrollarse psicológicamente sanos y exitosos.

Según Vanistendael (1994), la resiliencia distingue dos componentes: la resistencia a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia
integridad bajo presión; por otra parte, más allá de la resistencia, es la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo pese a circunstancias
difíciles.

Dada la facilidad del concepto de adecuarse a diversas áreas, la resiliencia es también un proceso dinámico entre el sujeto y el ambiente, donde se
origina una relación recíproca que permite a las personas actuar y adaptarse de forma asertiva en la adversidad; entonces, se plantea que la resiliencia
es una capacidad que cualquier grupo o ser humano puede desarrollar como parte de sus cualidades o factores a favor para resolver situaciones de
riesgo.

Es precisamente esta propiedad la que se espera que las comunidades desarrollen para ser resilientes y se recuperen de cualquier desastre (Enciclopedia
de la ciencia y de la tecnología, 1964), no obstante, esta condición sólo la alcanzan las comunidades que están mejor preparadas, cuando en ellas se ha
desarrollado la cultura de la autoprotección a través de acciones de prevención, mitigación y recuperación, elaboradas en cada sitio con los habitantes
de dicha comunidad.

Dado que la resiliencia es una capacidad intrínseca al ser humano y, por ende, adaptable a las comunidades, tiene la virtud de permitir construir bases
para prevenir situaciones de riesgo. En este sentido, el desarrollo humano está vinculado en un contexto específico que comprende el entorno físico y
social en el que se desenvuelve el individuo, por ello, la resiliencia, como un recurso para la prevención, se adecúa a aspectos de protección y de riesgo,
además de la personalidad del ser humano.

Como recurso preventivo, la resiliencia se convierte en un proceso ligado estrechamente al riesgo, donde el individuo basa su fortaleza en el respeto y
aceptación por los demás integrantes de la sociedad; valores que le permitan resistir la adversidad y fortalecerse, son aspectos esenciales cuya primacía
radica en las oportunidades de considerarlos como parte vital de la prevención. Los seres humanos, primero, deben ser conscientes de su propia
vulnerabilidad ante una situación o desastre que por su fuerza o violencia generen algún daño (Manciaux, 2003, citado en Becoña, 2006), sin embargo,
la capacidad resiliente ayuda a que tales eventos no tengan efectos más lamentables que en realidad pueden evitarse y, por el contrario, esos efectos
sean en sí mismos elementos preventivos, sean la motivación o punto de partida que las personas necesitan para superar la desgracia, donde los riesgos
se convierten en una oportunidad de crecimiento personal y social. A continuación te mostramos los beneficios de ser resiliente.

Características de un individuo resiliente

Se dijo líneas atrás que la idea de resiliencia surgió en la década de 1970 en la psicología, donde se consideraba la capacidad del ser humano para
superar los infortunios a los que se enfrenta a lo largo de su vida; de modo que, según Zuckerland (2005), un hombre puede:
Instrucción: Haz clic en las flechas para navegar por los contenidos.

1- Tener afectaciones posteriores que le inhiban de regresar a su estado previo de funcionamiento normal.
2- Reaccionar regresando a su estado previo.
3- Utilizar la experiencia de exposición a la adversidad para reducir un efecto fortalecedor y funcionar en una mejor forma que en su estado
previo.

Un individuo resiliente tiene control de sus emociones, de sus impulsos, posee alta capacidad de comunicarse y de percibir la situación que está
atravesando y la de los demás integrantes de su comunidad. Al centrarse en las cualidades personales, los aspectos que distinguen al individuo son la
capacidad de autonomía y alta autoestima, lo que condujo a establecer factores en el desarrollo de la resiliencia, sobre todo, en los niños: (1) atributos,
(2) aspectos de su familia y, (3) características de su ambiente social (Masten y Garmezy, 1985).

Como se ha mencionado, la resiliencia es una cualidad que puede desarrollar cualquier persona o grupo. Podrá encontrar y utilizar adecuadamente
dentro de sí mismo y en el ambiente en el que se desenvuelve herramientas para protegerse, tomar la situación de riesgo como una oportunidad de
crecer y fortalecerse.

Características de una comunidad resiliente

Hablamos de una ciudad, idealmente, resiliente (ONU, 2010) cuando en ésta los desastres son minimizados porque la población ha tomado conciencia
de habitar viviendas que cuenten con servicios e infraestructura adecuados, lugares que cumplen con códigos de construcción razonables y en los que
no existen asentamientos informales ubicados en llanuras aluviales o pendientes debido a la falta de otro terreno disponible en el cual puedan construir
sus casas.

Una ciudad resiliente es donde las autoridades y la población comprenden los riesgos a los que están expuestos y crean una base de información
compartida sobre las pérdidas generadas por la presencia de desastres, las amenazas y los riesgos, y sobre quién está expuesto y quién es vulnerable.
Ha tomado medidas para anticiparse a los desastres y mitigar su impacto, mediante el uso de tecnologías de monitoreo y alerta temprana para proteger
la infraestructura y los integrantes de la comunidad, incluyendo sus casas y bienes, el patrimonio cultural, la riqueza medioambiental y económica.
Además, una ciudad es resiliente cuando es capaz de minimizar las pérdidas físicas y sociales derivadas de fenómenos meteorológicos extremos,
terremotos u otras amenazas naturales o inducidas por el hombre; también cuando es capaz de implementar estrategias inmediatas de recuperación y
restaurar rápidamente los servicios básicos necesarios para reanudar la actividad social, institucional y económica después de un desastre.

La resiliencia, aplicada a los organismos estatales y a las comunidades, hace países y ciudades que soportan los diversos desastres y pueden recuperarse
sin tener fuertes consecuencias económicas, sociales, psicológicas y culturales; por tanto, una comunidad resiliente se caracteriza cuando tiene:

Instrucción: Haz clic en cada número para ver la información correspondiente.

Prevención

La prevención es parte del plan de gobierno y, posteriormente, se convierte en política de estado y no es alterada con los cambios en el gobierno.

Autonomía

Existe autonomía en los procesos de acción después del desastre en cada institución.

Control

Se controla el crecimiento de las comunidades en zonas de riesgo y se generan opciones de vivienda, empleos, salud y educación para la población más
vulnerable.

Dentro de los beneficios sociales que trae consigo una ciudad resiliente, se puede mencionar la protección de vidas y bienes materiales en caso de
desastre, con una reducción considerable de víctimas; la participación ciudadana y una plataforma para el desarrollo local; finalmente, protección de
logros alcanzados en la comunidad y del patrimonio cultural utilizando menos recursos urbanos para la recuperación y respuesta ante el desastre.
En el rubro económico, la confianza de los inversionistas, previendo menos pérdidas en caso de desastre, incentiva la inversión privada en casas,
edificios y otras propiedades que respeten los estándares de seguridad; el crecimiento y desarrollo económicos, además de mayores fuentes de empleo.
En suma, se logran comunidades equilibradas que fomentan servicios básicos, disminuyen la contaminación, mejoran la educación y niveles de salud
y bienestar.

En el siguiente cuadro se muestra que la reducción del riesgo de desastre y la resiliencia forman parte de la dimensión ambiental, social y política del
desarrollo sostenible.

Instrucción: Posiciona el cursor en donde desees ampliar la imagen y observar a detalle.

En este sentido, se plantean diez aspectos para lograr ciudades resilientes (ONU, 2010) que se muestran a continuación:

Instrucción: Haz clic en el botón Siguiente para ver la información correspondiente.

1- Establecer la organización y la coordinación necesarias para comprender y reducir el riesgo de desastre con base en la participación de todos
los sectores de la sociedad. Vigilar que todos niveles de gobierno (municipal, estatal y federal) comprendan su papel y la contribución que
pueden hacer en la reducción del riesgo de desastres y en la preparación en caso de que sucedan.
2- Asignar un presupuesto para la reducción del riesgo de desastres y ofrecer incentivos a los propietarios de viviendas, las familias de bajos
ingresos, las comunidades, los negocios y el sector público para que inviertan en la reducción de los riesgos que enfrentan.
3- Mantener información actualizada sobre las amenazas y las vulnerabilidades, conducir evaluaciones del riesgo y utilizarlas como base para
los planes y las decisiones relativas al desarrollo urbano. Procurar que esta información y los planes para la resiliencia de la ciudad estén
disponibles para todo el público y que se converse acerca de estos propósitos en su totalidad.
4- Invertir y mantener una infraestructura que reduzca el riesgo, como desagües para evitar inundaciones y, según sea necesario, ajustarla de
manera que pueda hacer frente al cambio climático.
5- Evaluar la seguridad de todas las instalaciones estratégicas, como escuelas, servicios de salud, drenaje y alcantarillado, luz, abastecimiento
de agua potable, alimentación, caminos, puentes y ferrocarriles, industria, etcétera.
6- Aplicar y hacer cumplir reglamentos de construcción y principios para la planificación del uso del suelo que sean realistas y que cumplan
con los aspectos relativos al riesgo. Identificar terrenos seguros para los ciudadanos de bajos ingresos y, cuando sea factible, modernizar los
asentamientos informales.
7- Diseñar e implementar programas educativos y de capacitación sobre la reducción del riesgo de desastres en las comunidades; así como
campañas permanentes de difusión que propicien la cultura de prevención y autoprotección en la población.
8- Proteger los ecosistemas y las zonas naturales para mitigar las inundaciones, las marejadas ciclónicas y otras amenazas a las que las
comunidades podrían ser vulnerables.
9- Instalar sistemas de alerta temprana y desarrollar las capacidades para la gestión de emergencias en las ciudades, y llevar a cabo con
regularidad simulacros como preparación del público en general, en los cuales participen todos los habitantes.
10- Después de un desastre, velar porque las necesidades de los sobrevivientes se sitúen en los esfuerzos de reconstrucción, que se les apoye a
ellos y a las organizaciones comunitarias para el diseño y la aplicación de soluciones, lo que incluye la reconstrucción de sus hogares y sus
medios de sustento.

Aun cuando las comunidades y las poblaciones sufren grandes daños físicos, sociales y psicológicos a causa de los desastres, son la base para constituir
ciudades resilientes, para desarrollar sociedades más fuertes, aprender de las experiencias y evitar cometer los mismos errores. La recuperación se logra
no sólo con este tipo de ciudades, sino cuando se entiende lo que es un desastre, por qué ocurre y se buscan soluciones individuales y colectivas a los
riesgos, amenazas y vulnerabilidades de la sociedad.

A pesar del trabajo científico y todas las medidas que se tomen para aumentar la resiliencia en las ciudades, los desastres pueden, las más de las veces,
exceder la capacidad de un país, por ello es importante contar con un sistema coordinado de protección civil que permita prever ese tipo de situaciones.
Por ejemplo, establecer planes y protocolos para activar en caso de emergencia; evaluar y monitorear de manera sistemática los riesgos de desastres;
incentivar la investigación para comprender las causas y plantear soluciones a escenarios probables; mejorar sistemas de alerta y crear formas de
concientización de los riesgos a los que está expuesta la sociedad; construir una cultura que fomente responsabilidad en la sociedad civil, incluyendo
el sector privado y organizaciones civiles para la planeación y cooperación en la prevención, respuesta y recuperación; finalmente, cooperación
internacional relativa a la planeación y respuesta rápida, además de investigación y evaluación de los factores de riesgo.

Sesión 4 / Tema 3. Los medios y la cultura de la autoprotección

Ahora que conoces algunos aspectos de la percepción del riesgo, en el siguiente tema hablaremos de la importancia de los medios informativos en la
cultura de la protección civil.

Durante los últimos años huracanes, ciclones y sequías han afectado en mayor medida a las comunidades vulnerables del planeta y han detenido su
desarrollo, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 2014.

(s. a.). (s. f.). Ejemplo de sequía [imagen].


Tomada de http://www.expoknews.com/agencia-de-onu-insta-paises-que-sufren-sequias-a-adoptar/

Por ello, en la actualidad son un reto para los gobiernos de distintos países del mundo que han tenido que enfrentar algún tipo de desastre con resultados
devastadores para sus comunidades, pero que además mantienen una amenaza constante al bienestar de cientos de millones de personas.

Los desastres y los medios informativos

Ante la problemática anterior, los medios informativos


mantienen una comunicación constante con la audiencia que
los sigue sobre los últimos acontecimientos y estragos del
desastre cuando éste se presenta. Esto es importante debido
a que se estima, según cifras de la ONU en 2014, que un
episodio extremo de cualquier fenómeno perturbador pueda
causar pérdidas de hasta 12% del Producto Interno Bruto
(PIB) y retrasar los avances del combate a la pobreza hasta
por 2 años.
Cabe destacar que los medios informativos desde sus orígenes han colaborado como agentes educativos y difusores de la cultura de manera informal,
ya que, con frecuencia, de acuerdo con Castillo (2006), llegan a sustituir el papel de la familia o escuela por la influencia que tienen en la construcción
del pensamiento social de los consumidores, debido a los contenidos llamativos e interesantes que ofrecen.

De esta forma, los mensajes que transmiten los medios informativos, a través de sus contenidos, llegan a provocar impactos en la forma y estilo de
vida de sus seguidores porque suelen transportar la realidad a sus espectadores de una forma tan eficaz que influyen en sus acciones y tomas de
decisiones.

Castillo (2006) explica que los medios informativos inciden más que nunca en la educación de las nuevas generaciones, moldean gustos y tendencias
en públicos de todas las edades, e incluso influyen en la manera de cómo el individuo se relaciona consigo mismo, con sus semejantes y con el mundo.
Agrega también que los valores tradicionales que ha defendido la escuela han sido reemplazados por el mundo creado desde el mensaje que han
construido los medios audiovisuales de comunicación, principalmente por la televisión, ante cuya pantalla los niños pasan más tiempo que en la escuela.

El argumento anterior ha sido explotado por medios y organizaciones que han aprendido que comunicar es compartir problemas, propiciar la
participación y compartir la acción. Retomando lo anterior, la educación sería en el contexto de los medios de información, la conversación entre la
sociedad civil, gobierno y organizaciones en torno a una problemática general, es por esto que en el mundo actual los medios informativos tienen una
enorme importancia en la vida social de todas las personas, a tal punto que en nuestros días pocas son las personas que puede vivir sin estar informadas,
ya sea por la televisión, la radio, el periódico o Internet a través de las redes sociales.

La sociedad actual depende de una continua comunicación que posibilita la interacción entre las personas, aun cuando éstas se hallen muy separadas
entre sí y en lugares distintos. Es por esto que:

Por ejemplo, México es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo, cada año perecen alrededor de 300,000 hectáreas de bosques y selvas.
Ante dicha problemática, en el año 2002 surgió Reforestamos México, campaña que busca promover la cultura forestal en todos los sectores de la
sociedad por medio de la creación de distintos proyectos culturales en el Distrito Federal en conjunto con medios informativos, instituciones privadas
y públicas, además de la coordinación cultural.

Entre estos esfuerzos se encuentran las campañas “Adopta un árbol”, y “Por los bosques y selvas de México”.

Este proyecto busca acercar el entretenimiento, la educación y la cultura a familias de escasos recursos. En este mismo foro, Reforestamos México
coloca una carpa en donde, con la ayuda de distintas actividades y juegos, se imparten talleres de sensibilización ambiental a niños que asisten a
CineBimbo. De esta forma las campañas anteriores ejemplifican que una información y comunicación oportuna, logran prevenir pérdidas en el medio
ambiente si se hace conciencia sobre la reforestación y sus beneficios, por lo tanto:

Las unidades de comunicación gubernamentales y la prevención


Para Sánchez (1997), la comunicación social es una actividad de servicio público, cuyo objetivo es la emisión de información de carácter público de
manera sistematizada, oportuna, ágil y veraz, con el objetivo de informar, persuadir, convencer y crear consensos respecto al ejercicio de una actividad
pública.

El ejercicio de la comunicación social se relaciona con el quehacer gubernamental porque es ahí donde se originó, donde se impulsa y donde se ejerce
con mayor claridad esta actividad. Las unidades de comunicación social como las conocemos hoy en día tienen sus antecedentes más próximos en las
oficinas de prensa, de cuya aparición no se tiene fecha exacta, sin embargo, a continuación se te presentan algunas fechas importantes:

Instrucción: Haz clic en las flechas para navegar por los contenidos.

1885
Desde la época de Maximiliano, su cortesano Olliver Resseguier, por instrucciones de Stefan Herzfeld, planeaba la creación de un Gabinete Mexicano
de Prensa.
1872
En esta época surgieron portavoces de la opinión pública que bien pudieron ser los primeros comunicadores sociales, como Francisco Zarco, Ignacio
Manuel Altamirano y Guillermo Prieto
1900
Rafael Reyes Espíndola, desde las columnas del Imparcial, del que era director, transmitía el pensamiento y la tesis del gobierno.
1928
Durante la presidencia de Plutarco Elías Calles se creó la Secretaría de Propaganda y Publicidad, encargada de difundir y propagar la convocatoria para
la Convención Nacional. Esa secretaria es posiblemente la primera oficina de carácter institucional en las relaciones con la prensa.
1940
hasta la fecha
Las funciones de comunicación pública quedaron bajo la supervisión de oficinas especializadas ubicadas en cada una de las dependencias
gubernamentales.
1946
Se creó oficialmente la primera oficina de Prensa y Relaciones Públicas de la Presidencia de la República. Con el establecimiento de esta oficina se
amplió la elaboración de boletines destinados a los periódicos y, de esa manera, se logran los objetivos del Estado de difundir la versión oficial de los
hechos nacionales. Es la época de una nueva relación del gobierno con los medios de comunicación. Fue un gobierno decisivo para el crecimiento y
consolidación de la industria de la radio y la televisión.
1977
El concepto de comunicación social llega a la administración pública federal en la época de José López Portillo, quien impulsa una reforma
constitucional para consagrar, en el artículo sexto, la obligación del estado de garantizar el derecho a la información.
1980
A partir de esa época, los vínculos del gobierno y los medios de comunicación dan lugar e incrementan prácticas que tienden a reforzar la estructura
formal y las actitudes. Desde entonces, la relación del Estado con la prensa, la política de comunicación gubernamental, las oficinas de comunicación
social y sus titulares como forjadores de imagen han jugado un papel importante en los propios medios de comunicación.

Por ello, en materia de prevención, gobiernos de distintos países de América Latina como del resto de mundo, en conjunto con organismos
internacionales, como la ONU, han hecho un llamado a la sociedad civil a través de medios informativos para fomentar una cultura de la prevención
capaz de enfrentar un desastre.

Por ejemplo, la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres (EIRD), a través de la resolución aprobada por la Asamblea General el 21
de diciembre de 2009 expresa las preocupaciones y los retos de la organización por la problemática de las naciones y las comunidades ante los desastres.

A través de campañas locales, municipales o mundiales, los gobiernos difunden mensajes de prevención para fomentar en la sociedad una cultura de la
prevención capaz de mitigar el riesgo ante cualquier fenómeno perturbador, cuyo propósito radica en comunicar a tiempo y de forma clara mensajes
para prevenir los estragos de un desastre.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), como órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación (Segob) y el Sistema
Nacional de Protección Civil (SINAPROC), por medio de distintas plataformas digitales y medios impresos (redes sociales, páginas web, infografías,
publicaciones, etcétera) difunden alertamientos de prevención para la población, por ejemplo:
Así, la comunicación que se establece entre los órganos de gobierno y los seguidores de redes sociales y la población en general consiste en un
intercambio y transmisión del mensaje, en este caso de los alertamientos y recomendaciones, ya que desde el punto de vista de Fonseca (2000)
comunicar es intercambiar ideas o sentimientos a través de una transmisión verbal o no verbal.

En cuanto a la comunicación de riesgos, han surgido diversas definiciones, entre las más difundidas y completas se encuentra la de National Research
Council de los Estados Unidos (1989), que la define como “un proceso interactivo de intercambio de información y de opiniones entre individuos,
grupos e instituciones. Es un diálogo en el cual se discuten múltiples mensajes que expresan preocupaciones, opiniones o reacciones a los propios
mensajes o arreglos legales e institucionales del manejo de riesgos” (p. 14).

Bajo esta lógica, la comunicación de riesgos promueve el diálogo multidireccional entre el gobierno, los medios informativos y la sociedad civil con
la finalidad de apoyar la respuesta de ayuda de todos los afectados durante un desastre. También se preocupa de dar respuesta durante el desastre y
toma en cuenta la percepción del riesgo para el trabajo de gestión de la crisis.

En este marco de acción de la comunicación de riesgos es importante identificar y establecer las alianzas con expertos e instituciones especializadas en
diversos temas relacionados con la gestión de riesgo de desastre y con otras instancias con las que se puedan desarrollar redes de información y
comunicación social. Recuerda:

Sesión 5 / Tema 4. Estrategias generales y recomendaciones para el desarrollo de una cultura preventiva y de autoprotección

Por una cultura preventiva: consideraciones para su construcción

Como has visto en temas anteriores, estamos transitando, a través de la participación activa de la sociedad, gobierno y los propios medios de
comunicación, de una protección civil reactiva a una de carácter preventiva, es decir, estamos cambiando la estrategia general para consolidar una
cultura más amplia de autoprotección mediante la concientización y educación de la población y el de cada uno de los integrantes del Sistema Nacional
de Protección Civil (SINAPROC).

Si revisas la historia de los desastres en México, te podrás dar cuenta que la atención de las emergencias ocasionadas por la presencia de un fenómeno
de carácter natural o antropogénico ha generado costos muy altos, y ha propiciado que las instituciones públicas y privadas actúen desorganizadamente
por la premura de los acontecimientos. Por ejemplo, el estado de Tabasco, en el periodo 2007-2011, acumuló daños y pérdidas por más de 57 mil
millones de pesos, es decir, unos 4,738 millones de dólares a un tipo de cambio promedio en el periodo referido (CENAPRED, 2013).

En este sentido, en 1999, el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, señaló lo siguiente:

Derivado de lo anterior, el SINAPROC se ha trazado la meta de transformar la forma de actuar en materia de protección civil y prevención de desastres,
dando un mayor peso a la etapa preventiva sobre la reactiva. Este viraje implica una intervención directa en la forma de ser y hacer de la sociedad para
la detección y reducción de riesgos de manera individual para posteriormente formar una colectividad informada y preparada ante situaciones de
emergencia.
La Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, EIRD (2001), plantea la misión de “habilitar a las sociedades para resistir ante los peligros
naturales y desastres tecnológicos y ambientales relacionados con los mismos, con el propósito de reducir las pérdidas ambientales, humanas,
económicas y sociales” (p. 7). Esta postura puede considerarse el punto de partida para la generación de esta nueva meta denominadacultura
preventiva en la que se debe tener una participación activa, consciente y decidida ante la reducción de riesgos.

Sin embargo, es importante aclarar que:

Estas acciones deben entenderse como la suma de las medidas diseñadas para evitar o eliminar el impacto de los peligros de origen natural,
ambientales o tecnológicos que pueden relacionarse entre sí.

Considerando lo anterior y retomando las palabras de Carmelo Angulo (1999), quien fue coordinador del Sistema de Naciones Unidas en Nicaragua
durante el huracán Mitch, señala lo siguiente:

En resumen, es
posible concluir que la clave principal para la reducción de desastres es la prevención y que la cultura preventiva es el medio idóneo para lograr la
sensibilización sobre su importancia, asimismo, se deben incorporar las acciones preventivas a la propia cultura ciudadana como parte de las actividades
diarias y cotidianas, es decir, como una forma de ser y actuar.

En la siguiente imagen se puede apreciar que los fenómenos de origen natural son inevitables, se han presentado y seguirán presentándose porque,
justamente como su nombre lo indica, son naturales. Asimismo, se ilustra que la preparación anticipada brindará tranquilidad a la familia, la población
y la comunidad, permitirá proteger sus bienes y entorno para reducir los daños y afectaciones que la presencia de estos fenómenos pudiera ocasionar.

(s. a.). (s. f.). Día internacional para la reducción de los desastres naturales[ilustración]. Tomada de http://www.encuentos.com/efemerides/dia-
internacional-para-la-reduccion-de-los-desastres-naturales-2do-miercoles-de-octubre/

Probablemente ahora te estés preguntando: ¿cómo se construye la cultura de protección civil? A continuación se describirán los aspectos básicos a
considerar para fomentar la cultura de prevención y autoprotección.

La construcción de una cultura preventiva

Es importante mencionar que para impulsar una cultura preventiva dentro de la sociedad es necesario recordar que las estrategias y herramientas que
se lleven a cabo incidirán en el comportamiento humano, por lo que debemos tomar en cuenta lo siguiente:

Instrucción: Haz clic en el botón Siguiente para ver la información correspondiente.

1- Las acciones de prevención no se pueden considerar como ocasionales ni parciales, deben ser permanentes e integrales.
2- Para su construcción se deben considerar aspectos físicos, sociales, económicos, jurídicos, entre otros, del público objetivo al que estará
dirigido.
3- La cultura preventiva debe verse como esa acción colectiva, anticipada y sistemática que trata de evitar o reducir los desastres y la
vulnerabilidad de la población.
4- Su principal herramienta es la conducta preventiva enfocada en atender las causas de los desastres antes de que ocurran, éstas se
encuentran en el comportamiento del ser humano y no de la naturaleza
5- La cultura preventiva no se construye fácilmente y a corto plazo, implica el compromiso del conjunto de autoridades, responsables de
protección civil y de la sociedad.
6- La cultura preventiva implica el cambio del comportamiento colectivo desde el nivel individual, familiar, comunal y nacional.
7- Requiere de la intervención en los conocimientos previamente adquiridos, de carácter formal o informal, actitudes, prácticas, creencias,
hábitos y valores.
Cabe señalar que muchos de los aspectos mencionados requieren de un rompimiento de paradigmas muy arraigados que deben ser tratados con
tacto, asistencia y colaboración de líderes comunales que faciliten la familiarización de los temas.

Considerando la información anterior y de acuerdo con expertos y especialistas de la Oficina de las Naciones Unidas para el Socorro de Desastres
(UNDRO por sus siglas en inglés) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) (citado en Beltrán, 2004), para lograr la reducción
de desastres o reducir el impacto de los fenómenos sobre la vida, bienes y entorno es necesario considerar las siguientes acciones:

• Mitigación. Se refiere a las acciones preventivas antes del desastre, por ejemplo, la detección oportuna de riesgos dentro y fuera del hogar: un librero
no fijo a la pared, falta de mantenimiento a las instalaciones de electricidad, postes de luz fuera de casa, etcétera.

• Preparación. Se entenderá como el conjunto de acciones precautorias que permitirán reducir el impacto, anticipar el traslado de las comunidades y
el resguardo de pertenencias a lugares donde no se presente el peligro, por ejemplo, la práctica constante de simulacros, donde es posible determinar
tiempos y verificar la participación de cada integrante de la familia o comunidad.

CENAPRED. (2012). Diseña rutas de evacuación [ilustración].


Tomada de CENAPRED. Elabora tu plan familiar de protección civil, p. 14.

• Alertamiento temprano y oportuno. Se refiere a la provisión oportuna de información que indique a las autoridades federales, estales y municipales,
así como a la población expuesta en general, sobre la presencia de un peligro. Un buen ejemplo de este aspecto es el Sistema de Alerta Temprana para
Ciclones Tropicales (SAT-CT) que, a través de códigos de colores, difunde medidas específicas de actuación antes, durante y después de un ciclón.
La comunicación y el desarrollo de una cultura preventiva

Retomemos lo último que has visto: para fomentar la cultura de autoprotección es necesario incidir en las formas de ser y hacer en materia de protección
civil a través de un cambio de dirección de acciones reactivas a acciones preventivas. Para lograr este cambio en necesario contar con estrategias que
nos permitan intervenir adecuadamente en esta transformación y que la comunicación sea uno de los elementos principales para que éstas funcionen
como se desea.

Por ello es importante entender que el proceso comunicativo es inherente a la existencia humana en grupo (sociedad) y a la propia configuración de la
cultura, por lo que debe ser considerada la amalgama de la interacción humana. En el siguiente diagrama se ilustra el proceso de la comunicación
humana y los elementos más significativos que lo rodean y que sin duda influyen en la manera que se emite, se recibe y se comprende el mensaje.
De acuerdo con Beltrán (2004), la comunicación, en conjunto con la coerción y la persuasión, permiten tocar las fibras sensibles de los miembros de
una comunidad debido a que a través de la coerción es posible establecer conductas y orientar el pensamiento con el fin de actuar de formas
determinadas. Por otra parte, la persuasión genera conductas a través de la inspiración, motivación y la seducción para provocar acciones sin el uso de
la manipulación.

La coerción es fácil de implementar y útil a corto plazo, ya que la imposición implica vigor, provocando que las personas desistan del comportamiento
inducido que se generó involuntariamente, por ejemplo, cuando estabas pequeño seguramente te obligaban a comer ciertos alimentos que no eran de tu
agrado, pero que eran impuestos por alguien con cierta autoridad y no podías negarte. Estos comportamientos obligados duran poco porque son
impuestos y no implementados a través de la educación, seguramente en este momento difícilmente te obliguen a comer algo que no es de tu agrado.

La persuasión resulta más difícil y lenta al momento de la implementación, ya que la gente debe adoptarla libremente y para ello es necesario romper
diversas barreras. El comportamiento logrado que resulta es duradero debido a que la gente se convence de ello y lo acepta con voluntad.
La comunicación tendrá entonces dos vertientes: informar y formar. La comunicación informativa se enfoca principalmente a la provisión de datos,
mientras que la comunicación formativa consiste precisamente en la persuasión. De la comunicación formativa se desprende la comunicación
educativa, misma que se puede dar a través de medios formales y no formales, y es considerada por Beltrán (2004) como “el instrumento primordial
para poder fomentar en muchas personas las actitudes y prácticas más funcionales para la reducción del riesgo” (p. 22).

Este tipo de comunicación permite un acercamiento a la gente en su propio entorno, se apoya en el contacto humano, reiterativo y paciente que permite
que la población objetivo se sienta cómoda y genere cambios en su comportamiento.

En conclusión, la comunicación es una herramienta muy útil para sensibilizar y hacer consciente a la población del mundo, y así percibir el cambio que
requiere la propia sociedad.

Sesión 6 / Tema 4. Estrategias generales y recomendaciones para el desarrollo de una cultura preventiva y de autoprotección

Cultura preventiva y de autoprotección: estrategias generales

Es importarte aclarar que la comunicación no se limita simplemente a la trasmisión de mensajes, se requiere de un contexto y de una planeación precisa,
en términos generales, de una visión integral con un objetivo a futuro bien definido. Para ello, la comunicación debe apoyarse en diversas herramientas
de planificación estratégica y técnicas de comunicación social que permitan identificar las necesidades comunicativas y cuál es la mejor forma para
resolverlas a través del establecimiento de objetivos específicos y concretos.

Para planificar una estrategia de comunicación se deben considerar los siguientes aspectos:

Debes considerar que estos tres aspectos son considerados como momentos que se desarrollarán en cadena:

Instrucciones: Haz clic en cada número para que se despliegue la información correspondiente.

Aspectos básicos
El primer momento representa la base cultural sobre la que vamos a intervenir mediante una estrategia de comunicación. Lo primero que tenemos que
hacer para realizar el planteamiento de la estrategia es saber en dónde se implementará y cuáles son las características de esa sociedad, es decir, tenemos
que hacer un diagnóstico general sobre nuestro público objetivo para definir posteriormente cuáles son los elementos y medios (gráficos, cromáticos,
contenidos, etcétera) más adecuados a utilizar.

El segundo elemento se refiere a que, a partir del diagnóstico general, se determinará cuál es la verdadera necesidad comunicativa que esa sociedad en
particular y cuáles son los medios (impresos, electrónicos, multimedia, etcétera) más idóneos para comunicar lo que ellos requieren.

Finalmente, cuando ya conoces al público objetivo, conoces su contexto y sabes su necesidad y la manera más eficaz para emitir el mensaje, ahora ya
puedes iniciar el proceso de planeación de tu estrategia de comunicación.

Un ejemplo de planeación estratégica de comunicación es el establecido por el modelo del proceso P, que desarrolló el Centro para Programas de
Comunicación de la Universidad Johns Hopkins (Piotrow, 1997, citado en Beltrán, 2004).

El siguiente esquema presenta el modelo que consiste en una forma en espiral de seis pasos, es decir, al finalizar la planeación es necesario volver al
primer punto e iniciar nuevamente. Esto te será de utilidad para desarrollar otros programas de comunicación. A continuación se muestran los pasos.

Como has visto, la planeación de la estrategia de comunicación reduce los errores e impulsa la eficacia y eficiencia de los mensajes que quieras emitir,
pero recuerda, todos los mensajes deben construirse a partir del público objetivo y su necesidad comunicativa (qué necesitan saber y en qué momento
lo requieren).

Un modelo sencillo de comunicación preventiva que incida en las tres etapas de un desastre (antes, durante y después) y que señale cuáles son los temas
o puntos más importantes que deben comunicar para cada etapa, es el que presentó la Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres,
(EIRD) y la Organización Panamericana de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) (2002). A continuación se muestran los
puntos que deben tratarse para llevar a cabo dicha comunicación:

Instrucción: Haz clic en cada concepto, tema o subtema para desplegar el contenido. Para que el contenido desplegado vuelva a su posición inicial,
haz clic en otro concepto.

Antes de un desastre

• Informar sobre cómo se origina y manifiesta el fenómeno perturbador


• Qué hacer y dónde acudir
• Medir los niveles de coordinación que hemos logrado en la comunidad
educativa
• Incentivar la creación de planes de emergencia

Durante un desastre
• Evaluación del impacto
• Información objetiva sobre los efectos del impacto
• Apoyo psicosocial del impacto
• Apoyo psicosocial a través de los medios de comunicación
• Potenciar las redes de comunicación inter e intrainstitucional

Posterior al desastre

• Hacer énfasis en la reconstrucción


• Iniciar el ciclo de comunicación “antes de un desastre”

EIRD y OPS/OMS. (2002). Modelo de comunicación preventiva. Tomado de Beltrán, L. (2004).

Como te darás cuenta, lo anterior es la esencia de los mensajes a comunicar, antes de un desastre se deben emitir mensajes orientados a informar a la
población sobre las características de los fenómenos, y medidas de preparación y prevención con la intención de que conozca los peligros a los que está
expuesta y se prepare ante la presencia de un fenómeno. Éste es el momento más importante y el que se tiene que reforzar, aquí es donde le vas a decir
a la gente cómo puede reducir los riesgos mediante el fomento de la cultura de autoprotección.

El segundo momento, durante un desastre, hace referencia a la reacción de las autoridades, población y medios de comunicación; la información debe
estar basada en cifras oficiales y evitar propagar rumores que únicamente afectarán la reacción de la gente e incidirán en la credibilidad.

Es importante señalarte que la comunicación es un proceso cíclico, es decir, termina en el mismo lugar donde inicia; es por eso que, una vez que ha
pasado el fenómeno, es necesario continuar difundiendo información que favorezca el regreso de la sociedad a la normalidad (como estaba antes del
desastre) y, posteriormente, iniciar el ciclo comunicativo a través de lo que se debe hacer antes de un desastre para evitar nuevas afectaciones y, mejor
aún, reducir o mitigar los efectos.

Sesión 7 / Tema 4. Estrategias generales y recomendaciones para el desarrollo de una cultura preventiva y de autoprotección

Inventario de medios de comunicación o productos comunicativos para el fomento de una cultura de protección civil

En este momento ya tienes las bases generales para comprender cómo llevar a cabo una estrategia de comunicación preventiva pero, para complementar
esta información, ponemos a tu disposición un inventario de medios de comunicación (también conocidos como productos comunicativos) para que
conozcas las características de cada uno y puedas elegir adecuadamente en el momento que lleves a cabo tu práctica.

Seguramente a ti te han llegado diversos materiales (folletos, videos, audios, etcétera) con fines educativos, informativos y de promoción cultural, los
cuales son elaborados por instituciones públicas, privadas o universidades, entre otros. Estos materiales fueron diseñados especialmente para un
propósito (objetivo) y el medio, o soporte, fue elegido porque sus características son las más adecuadas para el envío de un mensaje en particular, tal
como lo vimos anteriormente.

Para saber que estás eligiendo el medio de comunicación adecuado es necesario conocer un poco más de ellos, es por ello que a continuación se
explicarán las características generales de los medios de comunicación, así como su clasificación; asimismo, se han colocado ejemplos gráficos que te
ayudarán a reconocerlos a simple vista en tu vida diaria.

Clasificación de medios de comunicación

De acuerdo con lo señalado en el manual del difusor del proyecto TAISHIN, vivienda sismo resistente (2012), los medios de comunicación se dividen,
por su presentación, en impresos y electrónicos. Los medios impresos son considerados también medios masivos porque estamos en contacto con dicho
material a diario y tienen uno de los mayores alcances geográficos.

Medios impresos Medios electrónicos

• Revistas • Sitio web


• Folletos • Boletín electrónico
• Volantes • Televisión
• Dípticos • Radio
• Trípticos
• Periódicos
• Carteles
• Catálogos

Los medios impresos, a su vez, se dividen por su estructura física, su periodicidad y su carácter.

• Estructura física

Por su estructura física se clasifican en revistas, periódicos, folletos y, en general, todas las publicaciones en papel que tengan como objetivo informar.

• Estructura de carácter

Por su carácter, los medios de comunicación impresos se dividen en:

Instrucción: Haz clic en cada número para ver la información correspondiente.

Informativos, su objetivo es anunciar sobre cualquier acontecimiento que sea de interés general, los más sobresalientes son revistas, periódicos o
informes anuales.

De entretenimiento, son los medios que buscan recrear a las personas valiéndose de recursos como juegos, concursos, dibujos, trivias, etcétera.

De análisis, son los medios que fundamentan su acción en los acontecimientos y las noticias del momento; su finalidad es examinar, investigar,
explicar y entender lo que está pasando para que el público entienda las causas y consecuencias de dicha noticia. El medio impreso es el que más
utiliza el análisis.

Especializados, su objetivo es investigar temas no comunes ni muy conocidos. Dentro de este tipo de medios entra lo cultural, lo científico y, en
general, todos los medios que interesen a un sector determinado.

Para resumir la información te dejamos el siguiente esquema:

Características principales

Cada recurso cuenta con características específicas que lo hacen ideal para llenar ciertos tipos de necesidades de difusión bien definidas. Entre ellos
tenemos:

Instrucción: Haz clic en cada concepto para que se despliegue la información correspondiente.

Revistas Publicaciones periódicas en forma de cuaderno con artículos de información general o especializada con una cubierta flexible y ligera y a
menudo ilustrada. Existen revistas sobre todo y para todos. Este material es más accesible y crea un vínculo con el lector, quien se identifica con el
contenido y se apropia de él. Por lo regular éstos se acompañan de diversas actividades como crucigramas, lecturas, historietas, etcétera, y pueden
estar dirigidas a diversos públicos.

Folletos Son publicaciones que tienen como finalidad informar a personas que tienen interés sobre el tema. Suele ser de dimensiones pequeñas y
limitado en sus páginas. De acuerdo a la experiencia del CENAPRED, estos materiales son de gran utilidad para repartir masivamente durante ferias
de protección civil, ya que cuentan con un lenguaje sencillo y de fácil entendimiento.

Volantes Es un material impreso que se utiliza para trasmitir información publicitaria sobre productos y servicios o información puntual. Consta de
una sola hoja y dos caras impresas.
Este material es muy útil para identificar o dar a conocer a una institución, servicio o empresa, de tal manera que únicamente se colocará información
contundente y de gran impacto para atrapar al público objetivo. Los volantes, también conocidos como flyers, tienen un carácter de vistosidad.

Dípticos Muy similar al flyer, pero compuesto por una hoja plegada que genera 4 caras. Como se te ha comentado, el díptico es similar al flyer, de
hecho es una variante del mismo.

Trípticos Son folletos que se destacan por contener información más específica de una institución o algún producto. Compuesto por una hoja con
dos plecas que genera seis caras. Este material presenta una mayor cantidad de información que se presenta a detalle, comúnmente se utiliza para
ventas y promoción de productos o servicios.

Periódico Un periódico publica diferentes tipos de artículos, presentando eventos actuales y varios temas de interés. Son publicaciones que llegan
prácticamente a todos.
Tú puedes emplear este medio de comunicación si la información que vas a difundir es basta y de diversa índole (cultural, eventos, reportajes,
entrevistas, etcétera). Es importante que consideres que este medio se publica cada determinado tiempo (diario, semana, mes, etcétera) por lo que
debes considerar la periodicidad.

Carteles Es una lámina de papel, cartón u otro material, normalmente de gran tamaño, que sirve para anunciar o dar información sobre algún tema.
Los carteles suelen exponerse en lugares por donde pasan muchas personas para que el impacto sea masivo a menor costo.

Infografías Las infografías son aquellas representaciones visuales que surgen a partir de los textos, estás pueden dar una idea gráfica general sobre
un tema o situación que se presente.
Tú puedes utilizar la infografía cuando quieres explicar las características más concretas de un tema, dando mayor peso al tratamiento gráfico.

El catálogo es una publicación institucional cuyo fin es la promoción de productos o servicios que se ofrecen. Un catálogo es la manera más ordenada
de exponer diversos productos o servicios al público consumidor y generalmente está compuesto por varias imágenes que presentan visualmente
los productos o los servicios. El catálogo es principalmente visual.
Este medio tiene un fin comercial o de promoción, por lo que es recomendable si quieres mostrar libros, juegos, postales, etcétera

Fascículos Son los cuadernillos o partes de un libro que se van publicando y entregando a los lectores de forma periódica.
Estos documentos muestran aspectos técnicos de un tema y antecedentes, asimismo, difunden recomendaciones útiles para los lectores. El
CENAPRED utiliza éstos para informar a la población aspectos relacionadas con cada fenómeno perturbador.

Cartillas Es el cuadernillo o tratado básico y breve de un arte u oficio donde se ofrecen opciones para la ejecución de algún proceso.
El CENAPRED utiliza estos medios para ofrecer soluciones sencillas y prácticas a sus lectores sobre un tema en particular, por ejemplo, cómo se puede
reforzar una vivienda de forma económica y sencilla.

Las tarjetas son un elemento de difusión que informa brevemente. Sus dimensiones son pequeñas y su distribución es masiva.
A través de este medio de comunicación, tú puedes difundir breves textos de utilidad para la población, pero es importante que consideres que las
tarjetas deben ser visualmente atractivas para que el usuario las conserve.

Separadores Es un recurso para la difusión masiva, el cual tiene como finalidad difundir una idea general.
Su función es muy similar a la de las tarjetas, sin embargo, los separadores tienen dos finalidades: difundir información y que el propio medio, el
separador, es de utilidad para el público en general.

Un cuaderno tiene como objetivo recaudar información técnica o proveniente de alguna investigación para difundirla.
Este tipo de cuadernos van dirigidos a un público en particular, ya que, por su carácter técnico, no es comprensible para todos.
Los informes tienen como objetivo dar a conocer los proyectos y actividades realizadas por alguna institución.
Este tipo de medio es de carácter institucional, el CENAPRED elabora un informe de sus actividades de forma anual.

Comics Es un libro que contiene una narración breve de hechos imaginarios, diseñado para informar a la infancia acerca temas en específico.
Los cuentos y cómics son de gran utilidad para explicar e involucrar al lector dentro del contenido y lograr así el entendimiento y comprensión de los
mensajes. Funcionan para todo tipo de público, pero principalmente para niños y adolescentes.

Postales Es un elemento para la difusión, la cual por un lado contiene una imagen y, en su reverso, información breve de algún tema o campaña en
específico. Es una pieza rectangular de cartón o papel grueso.
Este medio debe ser muy vistoso para que el lector pueda conservarlo, y permite posicionar y promocionar a una institución, actividad, etcétera.

Juegos de mesa Los juegos tienen como finalidad difundir información de una manera didáctica y divertida.
Es una manera muy divertida de enviar mensajes que permitan un cambio de actitud, ya que el usuario (sobre todo niños y adolescentes) se involucran
en una dinámica y adoptan el mensaje emitido.

Instrucción: Haz clic en cada concepto para que se despliegue la información correspondiente.

Medios electrónicos.

Boletín electrónico

Un boletín electrónico es una publicación distribuida de forma regular, generalmente centrada en un tema principal que es del interés de sus suscriptores.

Es como una revista electrónica que se enfoca en un tema principal, la diferencia es que en la versión electrónica tienes muchos recursos multimedia,
como animaciones, sonidos, videos, etcétera.

Sitio web

Es un documento que contiene texto y gráficos que aparecen como información digital en la pantalla de una computadora. Un sitio puede contener una
combinación de gráficos, texto, audio, video y otros materiales dinámicos o estáticos.

Las páginas de Internet se han convertido en una ventana que muestra todos los servicios que puede ofrecer una persona, institución u empresa, debe
ser muy visual y contener textos breves y precisos que muestran, a grandes rasgos, qué se hace y de qué manera.

Televisión

La televisión es un medio de comunicación que ha alcanzado una difusión sin precedentes, es usado por una cantidad muy significativa de personas
para satisfacer necesidades de información y entretenimiento.

Es necesario que consideres que para llevar a cabo un programa de TV se requiere de un presupuesto y una planeación muy particular, así como la
gestión de tiempos al aire.

Radio
Es un medio de comunicación que se basa en el envío de señales de audio a través de ondas de radio; si bien el término se usa también para otras formas
de envío de audio a distancia como la radio por Internet.

Este medio también requiere de cierta gestión de espacios al aire, así como una estructura distinta a la televisiva. Dentro de sus ventajas está que tiene
una amplia cobertura y menor costo de transmisión en comparación con la televisión.

Ahora que has completado esta asignatura, puedes comprender de mejor manera la importancia de adoptar actitudes y medidas de autoprotección en tu
vida diaria.
Del mismo modo, todo lo aprendido sirvió para reflexionar y tomar conciencia acerca de la trascendencia y efectos positivos en la sociedad de la
prevención y la autoprotección.

No olvidemos que la cultura de protección civil es un proceso permanente, que se construye día a día con acciones que comienzan desde el hogar.

También has conocido la importante función que tienen los medios informativos en la opinión de las personas. Contar con un periodismo preventivo
contribuye a tener una sociedad preparada para enfrentar y mitigar desastres, reduciendo considerablemente las pérdidas económicas y humanas.

Como puedes observar, se trata de una participación activa y corresponsable de la sociedad, gobierno y medios de comunicación por concientizar y
fomentar la cultura de la autoprotección.

Ante emergencias, tu preparación hace la diferencia. Recuerda que la Protección Civil es tarea de todos.

A continuación se muestra un mapa conceptual, el cual te permitirá identificar cuáles fueron los temas principales que revisaste en la asignatura
Cultura de la Autoprotección.

Potrebbero piacerti anche