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MICKY

Sólo quiero un estudiante: el corazón

Hubo una vez un Maestro espiritual que tenía cientos de seguidores y


discípulos. El Maestro daba a menudo conferencias en diferentes lugares –
iglesias, sinagogas, templos, escuela y universidades. En todo lugar donde
era invitado y en todo lugar donde sus discípulos hacían los preparativos, él
ofrecía charlas. Dio charlas para niños y para adultos. Dio charlas para
universitarios y para amas de casa. Algunas veces, dio charlas ante letrados
y buscadores avanzados.

Esto fue sucediendo aproximadamente durante veinte años. Finalmente llegó


el momento en que el Maestro decidió terminar con sus conferencias. Les
dijo a sus discípulos: “¡Ya es suficiente! He estado haciendo esto durante
muchos años. Ahora ya no daré más charlas. Únicamente silencio.
Mantendré silencio”.

Durante diez años aproximadamente, el Maestro no dio más charlas.


Mantuvo silencio en su ashram. Mantuvo silencio en todas partes. Había
respondido miles de preguntas, pero ahora ni siquiera meditaba para el
público. Después de diez años, sus discípulos le rogaron que reanudará su
práctica previa de ofrecer charlas, responder preguntas y hacer meditaciones
públicas. Todos intentaron convencerle y él finalmente consintió.
Inmediatamente los discípulos hicieron preparativos en muchos lugares.
Pusieron anuncios en los periódicos y colocaron carteles por todas partes
para anunciar que su Maestro una vez más iba a dar charlas y ofrecer
elevadas meditaciones públicas. El Maestro iba a esos lugares con algunos
de sus discípulos favoritos, quienes eran muy devotos y dedicados, y cientos
de personas se reunían para escuchar al Maestro y obtener respuestas a sus
preguntas. Pero, para gran sorpresa de todos, el Maestro no habló en
absoluto; desde el principio hasta el fin de la reunión, durante dos horas, se
mantuvo en silencio.

Algunos de los buscadores en la audiencia se sentían molestos y


abandonaban pronto el lugar; otros se quedaban durante las dos horas con la
esperanza de que quizá el Maestro hablaría al final, pero éste concluía las
meditaciones sin decir nada. Algunas personas en la audiencia sentían alegría
interna; otras se quedaban sólo por temor a que, si se iban temprano, los
demás pensarían que no eran espirituales y que no podían meditar bien. De
modo que algunos se marchaban, algunos se quedaban a regañadientes, otros
se quedaban a fin de probarse ante los demás y unos pocos se quedaban con
suma sinceridad, devoción y aspiración.

Así continuó sucediendo durante tres o cuatro años. Muchos criticaban al


Maestro sin piedad y hacían pasar vergüenza a sus discípulos diciendo: “Su
Maestro es un mentiroso. ¿Cómo justifican colocar un anuncio en el
periódico, diciendo que el Maestro va a ofrecer una charla, responder
preguntas y ofrecer meditaciones? Él simplemente ofrece meditación y no
aprendemos nada con eso. ¿Quién puede meditar durante dos o tres horas?

Él nos está engañando y se está engañando a sí mismo”.


Algunos de los discípulos cercanos estaban muy molestos. Se sentían
miserables porque su Maestro estaba siendo insultado y criticado; le
suplicaron una y otra vez que ofreciera tan sólo una breve charla y que
respondiera unas pocas preguntas al final de la meditación. El Maestro
accedió finalmente.

En la siguiente función pública, el Maestro no se olvidó realmente de su


promesa de hablar, pero cambió de idea. Continuó meditando, pero en vez
de dos horas, esta vez prosiguió durante cuatro horas. Hasta sus discípulos
cercanos estaban tristes. No podían enojarse con el Maestro, puesto que eso
es una seria falta kármica. Pero temían que alguien del público se levantara
realmente e insultase al Maestro. Se prepararon mentalmente para proteger
a su Maestro en el caso de que alguna calamidad aconteciera.

Cuando pasaron las cuatro horas y no había signo alguno de que el Maestro
fuera a hablar o a cerrar la reunión, uno de sus discípulos muy cercanos se
levantó y dijo: “Maestro, por favor, no olvides tu promesa”.

El Maestro dijo inmediatamente: “Mi promesa. Sí, os he hecho la promesa


de dar una charla, por lo tanto, es ahora mi deber ineludible. Hoy mi charla
será muy breve. Deseo decir que he dado cientos de charlas, miles de charlas,
pero ¿quién oyó mis charlas? Miles de oídos y miles de ojos. Los oídos y los
ojos del público fueron mis estudiantes –miles y miles de oídos y ojos. Pero
he fracasado en enseñarles alguna cosa. Ahora quiero tener un tipo diferente
de estudiante. Mis nuevos estudiantes serán los corazones.
“He ofrecido mensajes en miles de lugares. Estos mensajes entraron por una
oreja y salieron por la otra, todo ello con la mayor brevedad posible. La gente
me vio dando charlas y respondiendo a preguntas; tan sólo por un segundo
fugaz sus ojos vislumbraron algo en mí y luego eso se perdió totalmente.
Mientras yo estaba hablando acerca de la Verdad, la Paz, la Luz y la Dicha
sublimes, los oídos no podían recibirlo porque estaban ya repletos de
rumores, dudas, envidias, inseguridad e impureza que habían acumulado a
lo largo de muchos años. Los oídos estaban totalmente contaminados y no
recibieron mi mensaje. Y los ojos no recibieron mi Verdad, Paz, Luz y Dicha
porque los ojos veían todo a su propia manera. Cuando los ojos humanos ven
algo bello, en seguida comienzan a comparar. Dicen: ‘¿Cómo puede ser que
él es hermoso, su discurso es hermoso, sus preguntas y respuestas son
hermosas? ¿Cómo es que yo no puedo ser igual?’ E inmediatamente aparece
la envidia. El oído humano y el ojo humano responden ambos mediante la
envidia. Si el oído oye algo bueno acerca de otra persona, inmediatamente
aparece la envidia. Si el ojo ve a alguien que es bello, inmediatamente la
persona se vuelve envidiosa.

“Los oídos y los ojos han desempeñado su papel; han demostrado ser
estudiantes no divinos y yo no he podido enseñarles. Su progreso ha sido de
lo más insatisfactorio. Ahora quiero nuevos estudiantes, y tengo nuevos
estudiantes. Estos estudiantes son los corazones, en donde crecerá la
unicidad –la unicidad con la verdad, la unicidad con la luz, la unicidad con
la belleza interna, la unicidad con lo que Dios tiene y lo que Dios es. Es el
estudiante-corazón el que posee la capacidad de identificarse con la
sabiduría, la luz y la beatitud del Maestro. El corazón es el oyente verdadero;
el corazón es el observador verdadero; el corazón es el estudiante verdadero
que deviene uno con la luz, la visión y la realización del Maestro.

De ahora en adelante, el corazón será mi único estudiante”.


Es cierto que Dios nos habla de muchas maneras, en distintos
leguajes y en circunstancias diversas.

En el día de hoy mi hijo mediano tenía una cita con el doctor, y como de
costumbre acudimos a la cita con media hora de anticipación. En el trayecto
hacia el hospital, yo trataba de condicionarme, a la tediosa y larga espera que
representa una visita al médico. Pienso que para nadie es muy grato este tipo
de visita. Cuando entramos a la sala de espera, reinaba una especie de calma
poco peculiar, no era la tensa calma que por lo general caracteriza estos
lugares, pues todo el mundo siempre espera en calma, pero ansioso por ser
atendido para retirarse, con la preocupación del resultado de su visita.

Era un salón amplio y claro, decorado con los motivos y colores pertinentes
para un hospital pediátrico. Se podía observar el exterior a través de grandes
ventanas que cubrían todo un lateral del salón, integrando así los dos
ambientes, dotando al lugar de armonía y tranquilidad.
Atravesamos mi hijo y yo la sala, para dirigirnos a la ventana de atención al
paciente y hacer los papeles necesarios. Luego de terminar con los
formularios, nos dispusimos a tomar asiento. Una vez instalados, y pasados
de unos minutos, comencé a sentir el lugar.

No era la calma obligada de quien espera con paciencia, no era la


tranquilidad que requiere en un lugar como este, no era algo más, en el lugar
había paz, pero no la paz que se produce por la ausencia de movimientos
brusco ni ruidos estrepitantes, no, era realmente paz.
Me dispuse a observar a las personas que estaban allí y realmente, todos
estaban como envueltos en ese ambiente casi de un templo.
En la medida que observaba y sentía esa paz, pero con más fuerza, ocupaba
toda mi mente y comencé a experimentar una especie de claridad mental, que
podía sentir los sentimientos de mis acompañantes en aquel lugar y casi
podía identificar sus miedos, frustraciones y alegrías.

Me sentía algo extraño, pero al mismo tiempo, una seguridad y claridad me


cubrían, casi como si estuviera en presencia de alguien o algo que me
estuviera mostrando algo, creo que estaba presenciando al ser humano en
casi su totalidad, no solo el físico, si no que podía sentir y comprender a cada
una de aquellas personas, que hasta ese momento eran extrañas, y sin haber
intercambiado una solo palabra con ninguna de ellas.

Me deje llevar, sin cuestionar nada, ni siquiera a mí mismo.

La puerta se abre y entra una señora de unos cuarenta y tantos años con su
hijo casi parapléjico, con sus dos manos enyesadas. Algo hacia que me fijara
en los dos nuevos integrantes que se nos unían en la espera. La mujer, de
cabellos claros, delgada y con un rostro algo marcado por el tiempo. No
podía desligar mi atención de ellos. Cada vez más me conectaba con la
realidad que me estaban mostrando. ¿Qué hay aquí? Me preguntaba. ¡Y
como en soplo surge en mi mente! ¡Aceptación!

Poco a poco fui comprendiendo, una mujer que sufrió mucho en los primeros
tiempos por la realidad de su hijo, una mujer que vio frustrados sus sueños
de madre y abuela, Aquella mujer sobre su dolor construyo su nueva
realidad, de la persona alegre, amistosa, simpática, comunicativa, dio paso a
un nuevo ser. Las huellas de su rostro dejan ver claramente esa metamorfosis
que dio lugar a alguien que acepto, sin dejar de ser, la realidad de madre
amorosa y dedicada a su hijo. No la dedicación porque no hay otra
alternativa, sino la dedicación que surge como fruto del amor, fruto de la
aceptación de que su experiencia está dada precisamente en la dedicación,
quizás ella misma no sabe, o no comprende que, en esa entrega, esta su
conquista más grande.

Envuelto en mis pensamientos, como ráfaga vienen las ideas. Esas criaturas,
que muchas veces yo había pensado que sufrían también sin tener culpa, son
el puente, el camino, la graduación para los padres que aprenden aceptar la
presencia de ángeles entre ellos para su propio crecimiento espiritual y de
vida. Esos niños, que nos parecen que no están aquí, son la línea que divide
lo humano y lo divino. Ellos vienen para que seamos nosotros los que
vivamos la experiencia que nos toca y para ser presencia tangible de Dios.

Esta señora acepto el reto de crecer, y comprendió que su vida no cambio,


solo la manera de vivirla. Las huellas en su rostro, su mirar sereno, y por,
sobre todo, su dedicación y el amor a su hijo así lo demuestran

Entre tanto todo esto pasaba por mi mente, otros tres nuevos integrantes se
sumaban a la sala. Era una niña de unos catorce o quince años, acompañada
de su madre y su abuela.

La niña tenía un pequeño defecto en las piernas que se hacía notorio en su


caminar. Ojos vivaces propios de su edad, pero un tanto tristes, Sentía un
poco de complejo, pero a pesar de eso, sentía que tenía mucho por hacer y
dar. Una niña bonita, cabello negro y vestida a la moda como cualquier
jovencita. Se escuchaba algo de la conversación que sostenían entre la
madre, la abuela y ella. Madre y abuela trataban de aconsejar a la niña. La
madre le decía que los complejos están en la mente, que las personas pueden
ser todo lo que quieran ser, siempre que se lo proponga, que ella no tenía que
someterse al tratamiento, pues resultaría doloroso y molesto. Pero, si cierto
era el consejo de la madre, aun mas cierto y contundente para mí fue la
respuesta de la niña, ”Mis piernas no están en mi mente, las tengo aquí y las
acepto, pero si tengo la oportunidad de arreglarlas, vale la pena tratar aunque
duela un poco”

Para mí, el razonamiento de la niña tiene toda la dimensión de la fortaleza


de espíritu. Ella acepta, pero si puede cambiar, quiere intentarlo.

Llaman a mi hijo. Caminamos hacia la asistente que nos guía por un pasillo,
ella se detiene y nos hace sentar por unos instantes porque hay que esperar
algo. Tomamos asiento. Unos instantes después, (no sé cuándo ocurrió) me
percato que nos encontramos sentados en el centro de una hilera de sillas en
cuyos extremos están la madre con su hijo, y en el otro la niña con sus
acompañantes. ¿Casualidad? No, es casi el resultado de todo aquello que me
ha estado ocurriendo, estoy en el centro de lo que se debe aceptar por que no
se puede cambiar, y lo que se debe tratar de cambiar si se puede, aunque sea
cuesta arriba.

Cuando me percato de forma consciente de la enseñanza y el mensaje que


encierran estas dos realidades, siento una brisa que me acaricia la cara e
inmediatamente aparece la asistente del doctor para conducirnos al cuarto de
reconocimiento.
Aceptación es el mensaje, aceptar aquello que no puedo cambiar y luchar por
cambiar lo que sí se puede.

Cuánto tiempo y energía gastamos enfocados en aquellas cosas que no


tenemos solución en nuestras manos, porque responden al plan divino, y
cuan poca a aquellas en las que si podemos.

Después de todo esto, surgió en mí la necesidad de decir: Gracias Señor.

Cuento esta experiencia para llamar la atención, a que estemos pendientes de


los detalles que día a día nos ocurren. Puede ser un ángel que nos hable, un
guía, o puede ser Jesús. Dios nos habla de muchas maneras, en distintos
leguajes y en circunstancias diversas, estemos pendientes.

Señor enséñame a aceptar la voluntad del Padre y ayúdame a cambiar lo que


puedo y debo cambiar y aceptar lo que no.
Hoy Seré Inmensamente Feliz

Lo primero que debes tener presente para conquistar la felicidad es que está en ti decidir
si quieres una vida de felicidad o de infelicidad. No depende de nadie más, sino que de ti.

La alegría se puede aprender y desarrollar. Como la felicidad es un estado emocional, éste


se puede provocar y mantener. Es un estado interior, no es una cosa ni un objeto. Por lo
tanto, teniendo las actitudes y comportamientos adecuados, sentirás felicidad en tu vida.

Para verificar que se trata de un estado puramente interior haz la siguiente práctica:
durante un par de días intenta recordar momentos felices que hayas tenido y anota
brevemente en una hoja unas palabras que te recuerden esa situación. Cuando tengas unos
diez eventos en los que hayas sido feliz, lee la lista, recuérdalos e imagínalos en tu mente,
uno por uno. A los pocos segundos te sentirás muy feliz.

No podrás tener felicidad en tu vida si la haces depender de factores externos. No depende


de si tienes más o menos objetos, más o menos dinero. Ni tampoco si te aman o no. Quién
busca la felicidad comprando cosas, no la obtendrá y siempre sentirá que no tiene lo
suficiente. ¿Por qué sucede esto? Porque, repito, la felicidad es un estado interior, es una
vivencia íntima.

Algunas pautas para tener un comportamiento que provoque felicidad:

Busca las virtudes. Con cada persona que te encuentres, busca lo positivo en ella. Todos
tienen cualidades y defectos, desde tu punto de vista. Elige concentrarte en sus cualidades
y virtudes. Comunícate con esa parte.

Agradece. Todas las personas te enseñan algo. Aun cuando tengas momentos
desagradables o situaciones problemáticas, reflexiona qué puedes aprender de ello y
agradece esa oportunidad. Si alguien te ha obsequiado con algo, unas sonrisas, una
palabra de estímulo, una experiencia, su tiempo..., manifiesta tu gratitud.

Cuenta tus bendiciones. A todos nos falta conseguir muchas cosas, pero ya tenemos
algunas. Quizás tengas una casa donde vivir, comida, familia. Quizás puedas ver u oír.
Tenemos un universo para contemplar y admirar, tenemos miles de personas a quienes
amar. Seguramente tienes algunos logros en tu vida. Ocupa más tu mente en esas
bendiciones que en lo que te pueda faltar. Cada día es una oportunidad para ir hacia tus
objetivos y tener más de lo que quieres. Si en tu presente cuentas tus bendiciones, serás
más feliz y tendrás un mejor futuro. Así tus metas se cumplirán más fácilmente.

Actúa como si fueras feliz. Hay una relación entre tu cuerpo, tus emociones y tu actitud
mental. Si te comportas como si fueras feliz, hablando como si lo fueras, sonriendo,
camina como una persona feliz, habla como sí, etc.. Conseguirás de este modo llegar a
sentirlo. Y al sentirlo, comenzarás a apreciar las cosas lindas de la vida. Se va
transformado en una nueva actitud.

Identifica los obstáculos. Piensa en las situaciones que te hacen infeliz. Descubre qué
actitud tuya debe cambiar para que no te afecte de esa manera. No pienses en eliminar o
cambiar algo externo para ser feliz. Recuerda que la felicidad es un estado interior. Revisa
tus comportamientos para cambiarlos de manera adecuada.
Entrevista a los felices. Si encuentras personas que te parecen muy felices, entrevístalas
para que te relaten cómo logran su felicidad y por qué se sienten así. Es muy probable
que obtengas más ideas para ser tú feliz también.

Toma el mando. Cada mañana decide que tú comandarás tu vida. Decide que serás feliz.
Mírate al espejo con tu mejor sonrisa y di:

"Hoy seré inmensamente feliz".


Vive La Vida, No Permitas Que Se Te Escape

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber
aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a


expresarte, que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que
las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en
protagonistas de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una
estrofa.

No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores: el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye.


"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.

Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de
nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida
por delante.

Vívela intensamente, sin mediocridad.

Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron de


nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida.

La sociedad de hoy somos nosotros. Los "poetas vivos".

No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...


Las Fachadas Hacen La Carga Más Pesada

Hoy recuerdo mi niñez, a mis amigos, mis maestros, no necesitaba de más libertad pues
la tenía, tampoco necesitaba mentir, mis padres eran excelentes amigos a los que les podía
confiar el más mínimo detalle, sin embargo, voy creciendo y veo a mucha gente con
tremendas fachadas en su personalidad que le impide tener una vida sencilla, plena de
alegría, de frescura, de amor, de entrega y de un deseo inmenso de servir a los demás para
vivir siempre.

Así, pasa en muchos matrimonios, adornan su "felicidad" con una tremenda fachada para
dar la impresión de que todo marcha muy bien, y uno se pregunta ¿a quién engañan?,
sencillamente a nadie, los engañados son los que se disfrazan por el día para ocultar lo
que sucede de noche.

He tratado de vivir sin mascaras ni fachadas y he logrado ser feliz, enfrento las peores
situaciones con una confianza plena en mi Padre, bueno, solicitándole que me haga
sencillo y honesto. Sencillo para compartir con los demás y honesto para sentirlos de igual
a igual.

Cuando se actúa así las fachadas sobran, y la gente no se fijará en nuestra belleza física,
sino en la dulzura de nuestro corazón.
Tus palabras tienen poder

Si dices te amo, estás haciendo feliz a otro. Y se te regresa a ti como bumerang.


Pero si le dices “no te quiero”, le lanzas dagas a su corazón. Y te tengo una buena
noticia…
Esas dagas se te regresan a ti también.
Por una extraña razón, el Ser Supremo nos ha diseñado para que, conforme a nuestras
palabras, sean nuestros sentimientos y nuestro destino.
Porque las palabras, no describen las cosas que vez…
Son el eco de tu interior.
Si me hablas mal todo el tiempo de tu hermano, sé que el que está mal no es tu hermano…
Sé que hay algo erróneo en ti.
Yo podría preguntarte ¿Qué opinas de la lluvia? Y si me contestas “Es triste” me estás
diciendo que tú eres triste. Es el eco de tu alma. Y si me respondieras “me da paz y me
relaja” me dices que hay paz en tu corazón.
“Nada hay que entre en el hombre de fuera de él que pueda contaminarlo; más las cosas
que proceden del hombre son las cosas que contaminan al hombre”
Jesucristo
Tus palabras y solo ellas, son la que forman tu ánimo interior. Por eso, el consejo de ama
a tus enemigos y sigue orando por los que te persiguen tiene tanto sentido.
No son las palabras que te dicen otros las que te lastiman. Son tus opiniones acerca de
ellas las que te hieren.
Solo lo que sale de tu interior tiene el poder de herirte o sanarte. Y si hasta a tus enemigos
bendices ¿Cómo puedes sentirte mal?
¿Quieres sentirte bien? Lanza hechizos de amor. Crea un conjuro de bendiciones sobre
los que te rodean. Y verás cómo te sientes.
No importa si el otro no se las merece. Hazlo porque sabes que es por tu propio bien.
Y tú, como decides usar la magia de tus palabras…
¿Cómo la bruja de Blanca Nieves, o como la hada madrina de los cuentos?
Volar Sobre el Pantano

Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había
acostumbrado a estar ahí. Comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el
pestilente lodo.
Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran
ventarrón destruyó su guarida.
El árbol podrido fue tragado por el cieno y el pájaro se dio cuenta de que iba a morir. En
un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo.
Le costó mucho trabajo, porque había olvidado como volar, pero se enfrentó al dolor del
entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a
un bosque fértil y hermoso.

El pájaro tuvo la oportunidad de sacudirse el cieno, para volar alto y lejos.


“Muchas veces el hombre nos ve las posibilidades que tiene, por no confiar y tener fe,
que hay más caminos con muchísimas oportunidades y se queda en el mismo lugar,
porque, aunque sea un pantano, ya lo conoce y se acostumbró a esas limitaciones. Por eso
muchas veces Dios es su infinita sabiduría nos envía vientos fuertes de cambios…"
El Silencio del Alma

Nuestro camino en este mundo, está lleno de silencios. Silencios que nos acobardan,
porque estamos acostumbrados a oír y no a sentir. Llegamos hasta el punto, que
preferimos que nos hablen del amor, en vez de sentir el amor.

Pero hay un silencio espiritual, que no es silencio de ausencia. Es la necesidad del alma
que busca callar, en medio de tanto caos que la rodea. Ella sale a buscar al Padre, porque
conoce el origen de su nostalgia. Nostalgia que no se cura hasta que se una con Él.

El primer silencio espiritual puede ser externo, lo usual es que nos falten palabras para
explicar lo que llevamos por dentro. Luego se le une un silencio interno. Un silencio en
amor, que es un diálogo íntimo, que necesita más de obras que de palabras. Primero callan
las palabras. Después el pensamiento y luego callarán los falsos amores. El alma se libera
y queda desnuda, entera, sola y pura.
Aquí en el silencio, el alma se cura. Nos llenamos de paz y libertad. Simplemente está
actuando el amor. Cuando el alma ha sido sanada, queda orientada hacia el Padre, pues
de Él le viene todo lo que es.

El siguiente silencio del camino, nos desconcierta al principio. Porque nuestro Padre, se
manifiesta de una manera distinta. Él habla y el alma calla. Él derriba nuestra mente. Él
es quien trabaja dentro de nuestra actitud pasiva.

Ya no se puede vivir sin su presencia, nada puede hacernos felices como Él . Su único
deseo es que nos guiemos por el amor y la intuición hasta que logremos nuestro destino.
Y nuestro destino es unirnos con Él. Esta unión la lograremos en un amor puro. Que va
más allá del entender, poseer e inclusive del sentir. Porque la fe reemplaza el entender, la
paciencia el poseer y el amor colmará y sobrepasará el sentir.
El silencio que continúa en el camino, es cuando queremos regresar a etapas anteriores.
Porque éste es un silencio, en el amor del Padre. Él quiere vaciar, lo poco que queda en
nosotros y que a Él no le pertenece. Es una etapa dura. Hay una sed en el alma. Pero
tenemos su presencia. Él vive en nosotros y nosotros vivimos en Él. Y en la plenitud de
este bellísimo silencio, el Padre sella nuestra unión con un beso. Un beso que nos
devuelve nuestra condición de niños. Fuera de este beso ya no deseamos nada.

¿Cómo seguirá el camino después de este beso?


¿Seguirán los silencios mientras caminamos?
¿Puede el alma errar de sólo desear vivir del silencio?
Si mi paz está cumplida y algo de soledad y silencio hay en ella ¿Es por egoísmo? ¿Es
comodidad?

Aquí aparece un nuevo silencio... Esperaré a que mi Padre responda. Lo hará con un
nuevo amor. Porque el amor siempre es nuevo.

Ahora, Padre mío, soy yo quien te quiere abrazar, quien te quiere besar. Porque tú eres
mi destino, tu amor es mi vida y tus caricias son mi paz.
Camina hacia el Sol

Aunque el camino sea largo y difícil, no te dejes vencer... si eres constante,


tus sueños pueden convertirse en realidad.
Una pequeña oruga caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se
encontraba un saltamontes.
*¿Hacia dónde te diriges? - le preguntó-
Sin dejar de caminar, la oruga le contestó:
*Tuve un sueño anoche: soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba
todo el valle. Me gustó lo que vi en mi sueño he decidido realizarlo.

Sorprendido, el saltamontes dijo mientras su amigo se alejaba:


*¡ Debes estar loco¡, ¿cómo podrás llegar hasta aquel lugar?, ¿Tú?, ¿una simple
oruga?... una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier
tronco una barrera infranqueable...

Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó, su diminuto cuerpo no dejó de


moverse.
*De pronto se oyó la voz de un escarabajo preguntando hacia dónde se dirigía con
tanto empeño. La oruga contó una vez más su sueño y el escarabajo no pudo
soportar la risa, soltó la carcajada y dijo:
*"Ni yo, con patas tan grandes, intentaría realizar algo tan ambicioso", y se
quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino,
habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.
Del mismo modo la araña, el topo y la rana le aconsejaron a nuestro amigo
desistir: "¡No lo lograrás jamás¡" le dijeron, pero en su interior había un
impulso que lo obligaba a seguir. Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir,
decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde
pernoctar. "Estaré mejor", fue lo último que dijo y murió.
Todos los animales del valle fueron a morar sus restos, ahí estaba el animal
más loco del campo, había construido como su tumba un monumento a la
insensatez, ahí estaba duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar
un sueño irrealizable.
Esa mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales
se congregaban en torno a aquello que se había convertido en una advertencia
para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos, aquella concha dura comenzó a
quebrarse y con asombro vieron unos ojos y unas antenas que no podían ser las
de la oruga que creían muerta, poco a poco, como para darles tiempo de
reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas de mariposa de aquel
impresionante ser que tenían enfrente, el que realizaría su sueño, el sueño por
el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir.
Todos se habían equivocado...
Dios ha creado para conseguir un ideal, vivamos por él, intentemos alcanzarlo,
pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás
necesitamos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en
nuestras vidas y entonces, con nuevos bríos y con la gracia de Dios, lo
lograremos.
*"El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos
que has tenido que enfrentar en el camino."
Las personas especiales

Las personas especiales son aquellas

Que tienen la capacidad de compartir Su vida con los demás.

Son honestas, de palabra y en los hechos,

Son sinceras, sensibles y siempre seguras de que el amor

forme parte de todo.

Las personas especiales son aquellas

Que tienen la capacidad de brindarse a los demás

Y ayudarlos con los cambios

Que tienen lugar en su vida.

No temen ser vulnerables; Creen en su singularidad

Y están orgullosos de ser quienes son.

Las personas especiales son aquellas

Que se permiten el placer de estar cerca de los otros


Y preocuparse por su felicidad.

Han llegado a comprender que es el amor lo que marca

La diferencia en la vida.

Las personas especiales son aquellas

Que hacen que la vida sea francamente bella.


El Amor No Espera

MICKY

Había una vez un viejecito que estaba enfermo y cansado. Tenía cuatro hijos, y de ninguno
de ellos recibía la mínima atención.

Vivía en una gran pobreza. A penas conseguía sobrevivir. En su pequeñísima granja


deambulaban unas cuántas gallinas flacas, que existían casi de milagro, y al menos, no
dejaban de poner un par de huevos diariamente. El resto de la dieta que el viejecito
consumía, eran unas cuantas frutas silvestres que cada día le costaba mucho esfuerzo
recoger.

Un día, buscando entre sus escasas pertenencias, encontró dos monedas de plata y se le
ocurrió una genial idea. En el pueblo las intercambió con un mercader de artículos
antiguos quien le dio un viejo baúl.

Como pudo, se las arregló y lo trasladó a su casa. Una vez en ella, lo dejó a la vista en el
centro de su humilde cabaña. Por casualidad uno de sus hijos lo visitó e intrigado le
preguntó: "¿Qué guardas aquí?" - "Un secreto" -, le contestó, "que sólo conocerás tú y los
tus hermanos el día en qué me muera, porque aquí está toda mi herencia". El día siguiente
lo enterró bajo de su cama.

Cuál fue su sorpresa que, a partir de entonces, un hijo por lo menos lo visitaba durante el
día. Le traían leche y miel, y entre los cuatro hijos le mantenían su cabaña lo suficiente
limpia.

Un día al viejo se le paró el tiempo muriendo en su granja. Inmediatamente los hijos se


dieron cita, no tanto para velarlo, desde luego, sino para ver a cuánto subía su herencia.
Y cuál fue su sorpresa que una vez desenterrado y abierto el cofre, lo único que
encontraron fue uno trozo de papel que decía de propia mano, un poco torcida y
temblorosa: "Hijos míos: el auténtico amor no espera, se entrega generosamente sin
esperar recompensa. Mi única herencia es que aprendáis a querer; hubiera deseado dejaros
más, pero mi único legado es daros las gracias por lo que me habéis dado en vida."

Los cuatro hermanos al fin comprendieron que un buen padre puede dar la vida por sus
hijos, pero algunos no entregan nada en vida a sus padres. En profunda reflexión y con
lágrimas a los ojos, le dieron finalmente una digna sepultura, y uno de ellos, cuando echó
el último puñado de tierra, lo despidió diciendo:

"TE PROMETO AMAR SIN ESPERAR, AMEN".


El Valor del Valor

Dos semillas están lado a lado en la fértil tierra de la primavera. La primera semilla dijo:
- ¡Quiero crecer!
Quiero impulsar a mis raíces fondo dentro de la tierra que está bajo de mí, y expulsar mis
brotes a través de la corteza de la tierra que esta sobre mí... quiero desplegar mis tiernos
brotes como banderas que anuncian la llegada de la primavera... quiero sentir el calor del
sol sobre mi rostro y la bendición del rocío matinal sobre mis pétalos!
Y creció.
La segunda semilla dijo:
- Tengo miedo. Sí impulso mis raíces dentro de la tierra que está debajo de mí, no sé lo
que encontrará en la oscuridad. Sí me abro paso por la corteza dura que esta sobre mío,
puedo hacer daño delicados rebrotes... y ¿si al dejar que mis brotes se abren, un caracol
intenta comérselos? Y si abro mis capullos, un niño pequeño podría arrancarme de la
tierra. No, será mejor que espere hasta que no haya peligro.
Y esperó.
Una gallina de corral que buscaba comer afanosamente entre la tierra de comienzos de
primavera encontró a la semilla en espera y rápidamente se la comió.
MORALIDAD de ESTE RELATO: Aquellos de nosotros que nos negamos a arriesgarnos
a crecer y no tenemos el VALOR para esto, pudríamos ser engullidos por la vida.
La Paciencia

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o

Paciencia es espera y sosiego en las cosas que se desean.

Paciencia es aprender a esperar cuando realmente no quieres.

Es descubrir algo que te gusta hacer mientras estás aguardando, y disfrutar tanto de lo que
estás haciendo que te olvidas que estás haciendo tiempo.

Paciencia es dedicar tiempo a diario a soñar tus propios sueños y desarrollar la confianza
en ti mismo para convertir tus deseos en realidad.

Paciencia es ser complaciente contigo mismo y tener la fe necesaria para aferrarte a tus
anhelos, aun cuando pasan los días sin poder ver de qué manera se harán realidad.

Paciencia es amar a los demás aun cuando te decepcionen y no los comprendas.

Es renunciar y aceptarlos tal y como son y perdonarlos por lo que hayan hecho.

Paciencia es amarte a ti mismo y darte tiempo para crecer; es hacer cosas que te
mantengan sano y feliz y es saber que mereces lo mejor de la vida y que estás dispuesto
a conseguirlo, sin importar cuánto tiempo sea necesario.

Paciencia es estar dispuesto a enfrentarte a los desafíos que te ofrezca la vida, sabiendo
que la vida también te ha dado la fuerza y el valor para resistir y encarar cada reto.

Paciencia es la capacidad de continuar amando y riendo sin importar las circunstancias,


porque reconoces que, con el tiempo, esas situaciones cambiarán y que el amor y la risa
dan un profundo significado a la vida y te brindan la determinación de continuar teniendo
paciencia.

Paciencia, tú la tienes, úsala.


Triunfo

Érase una vez un hombre que vivía muy cerca de un importante cruce de caminos.
Todos los días, a primera hora de la mañana, llegaba hasta allí e instalaba un puesto
ambulante en el que vendía bocadillos que él mismo hacía.
Era sordo, por lo tanto no escuchaba la radio. No veía bien, y por lo mismo ni un solo día
leía los diarios.

Meses después alquiló un terreno, puso un gran letrero de colores y personalmente


pregonaba su mercancía gritando a todo pulmón: "Compre deliciosos bocadillos
calientes", y la gente compraba cada día más.

Aumentó la venta, alquiló un terreno más grande y mejor ubicado y sus ventas se
incrementaron día a día.

Su fama aumentaba y su trabajo era tanto que decidió buscar a su hijo, un hombre de
negocios de una gran ciudad, para que lo ayudara.

A la carta del padre, su hijo respondió: ¡Pero papá! ¿No escuchas la radio, ni lees los
periódicos, ni ves televisión? ¡¡¡¡ Este país está atravesando una gran crisis, la situación
es muy mala... ¡No podría ser peor!
El padre pensó: "Mi hijo trabaja en una gran ciudad, lee los periódicos y escucha la radio,
tiene contactos importantes... Debe saber de qué habla...".

Así que revisó sus gastos, compró menos pan, disminuyó la compra de cada uno de los
ingredientes y dejó de promocionar su producto. Su fama y sus ventas disminuyeron día
a día.

Tiempo después desmontó el letrero y devolvió el terreno. Aquella mañana escribió a su


hijo y le dijo: "Tenías mucha razón: verdaderamente estamos atravesando una gran
crisis".

"Creer y Confiar en uno mismo es la clave del Triunfo"

¿Donde vas?
¿A dónde vas?

Un grupo de pájaros en forma de "V" cruzaba el cielo cuando a una nube le picó la
curiosidad y quiso saber dónde se dirigían y qué planes tenían. Esperó a cruzarse en su
camino y, con delicadeza, sin molestar ni entorpecer la marcha, que adivinaba que sería
importante, se acercó con cuidado al último pájaro de una de las ramas de la "V" y le
preguntó dulcemente:

- Dime, querido pájaro, si me lo puedes decir, ¿dónde os dirigís en un vuelo tan recto y
tanto largo, y qué vais a hacer allá?
El pájaro, sin dejar de volar al ritmo de sus compañeros, contestó:

-¡Ay, si yo lo supiera!. Pero no tengo ni idea. Yo no hago más que seguir a mi compañero
de delante. Voy donde va él, y vuelo hacia dónde él vuela. Pregúntale a él. Él lo sabrá.
La nube se adelantó un poco, hasta llegar al pájaro de delante, y recibió la misma
respuesta. Y así fue como pasando de un pájaro a otro y de una rama de la "V" a la otra,
sin conseguir saciar su curiosidad. Todos le decían que ellos no sabían nada y que
preguntara a los demás, que ellos lo sabrían. Pero nadie sabía nada.

Cada uno seguía al de delante, sin preguntarse nada, y no podían dar respuesta. La nube
tenía cada vez más curiosidad, hasta que no le quedó ningún otro remedio que dirigirse al
pájaro de la punta de la "V" corriendo el riesgo de molestarlo y distraerlo en su importante
tarea de guía del grupo. Se disculpó, y le preguntó dónde iba con todos aquellos
compañeros que lo seguían.

El pájaro que hacía de guía le contestó:


- ¡Qué más quisiera yo, que saberlo! No tengo ni idea de dónde vamos. Pero todos estos
me vienen empujando por detrás, y no tengo más remedio que seguir volando, aunque no
sepa donde me llevan. ¡Ellos lo sabrán! Pregúntales a ellos.

Nota; ¿A Quién o qué sigues?.... ¿Qué o quienes te empujan?... ¿Esa es verdaderamente


la guía que quieres? para meditarlo... y reflexionar…
No Esperes...

No esperes una sonrisa para ser gentil. . .


No esperes ser amado para amar. . .
No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo. . .
No esperes el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu
vida...

No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar...


No esperes la nostalgia del otoño para recordar un consejo. . .
No esperes la enfermedad para reconocer que tan frágil es la vida. . .
No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte. . .
No esperes el dolor para pedir perdón. . .
No esperes la separación para buscar la reconciliación. . .

No esperes elogios para creer en ti mismo...


No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que tu mueres
de ganas de un abrazo, una caricia, un beso. . .
No esperes el "te amo” para decir “yo también"
No esperes tener dinero por montones para entonces ayudar al pobre...
No esperes el día de tu muerte si aún no has amado la vida. . .

No podemos esperar, el momento es hoy y hoy significa ahora, este día.


No vivamos esperando de los demás, empecemos a ser protagonistas. Es
nuestra vida, es nuestro presente: Aquí y ahora. Debemos aprender a
amar, a dar desinteresadamente, a sentir, a perdonar, a darle valor a
nuestras pequeñas cosas, a nuestros amigos, a nuestro trabajo, a nuestra
vida de todos los días.

Si vivimos esperando... en esa espera se nos va la vida...


No esperemos de los demás... nunca sabremos que nos darán, que
recibiremos... muchas personas viven esperando y en esa espera se
olvidan que aquellos que dan sin esperar son los que reciben a manos
llenas...

Todo lo que damos regresa a nosotros... Si queremos recibir aprendamos


primero a dar... tal vez nos quedemos con las manos vacías pero nuestro
corazón estará lleno de amor... Y quienes aman la vida tienen el sello
de ese sentimiento en un lugar de su corazón...
¡Lo haré hoy!

Hoy eliminaré de mi agenda dos días: ayer y mañana. Ayer fue para aprender y mañana
será la consecuencia de lo que hoy pueda realizar.

Hoy me enfrentaré a la vida con la convicción de que este día jamás volverá.

Hoy es la última oportunidad que tengo de vivir intensamente, pues nadie me asegura que
mañana volveré a amanecer.

Hoy tendré la audacia de no dejar pasar ninguna oportunidad, mi única alternativa es la


de triunfar.

Hoy invertiré mi recurso más importante: mi tiempo, en la obra más trascendental: mi


vida; cada minuto lo realizaré apasionadamente para hacer de hoy un día diferente y único
en mi vida.

Hoy desafiaré cada obstáculo que se me presenta con la fe de que venceré.

Hoy seré la resistencia al pesimismo y conquistaré al mundo con una sonrisa, con la
actitud positiva de esperar siempre lo mejor.

Hoy haré de cada tarea ordinaria una expresión sublime.


Hoy tendré los pies en la tierra comprendiendo la realidad y tendré la mirada en las
estrellas para inventar mi porvenir.

Hoy tendré tiempo de ser feliz y dejaré mi huella y mi presencia en el corazón de los
demás.

Hoy, te invito a empezar un tiempo nuevo donde soñemos que es posible cuanto nos
proponemos y lo realicemos con alegría y dignidad.
He Aprendido

Que la mejor aula de aprendizaje está a los pies de una persona mayor.
Que cuando estás enamorado, se nota.
Que cuando una persona me dice, "Tú me alegraste el día", me alegra el día a mí.
Que un bebé que se duerme en tus brazos, genera el más profundo sentimiento de paz.
Que ser bondadoso es más importante que tener la razón.
Que nunca debemos rechazar el regalo de un niño.
Que yo siempre puedo orar por otra persona, aun cuando no tengo las fuerzas o los
medios para ayudarlo de alguna otra manera.
Que no importa cuán serios nos obliga a ser la vida, siempre necesitamos un amigo para
actuar estúpidamente.
Que algunas veces todo lo que una persona necesita es una mano para tomar, y un
corazón para entender.
Que simples caminatas con mi padre alrededor de la manzana en noches de verano,
cuando yo era niño, hicieron milagros para mí como adulto.
Que la vida es como un rollo de papel; mientras más se acerca a su fin, más rápido se
acaba.
Que deberíamos estar contentos que Dios no nos da todo lo que pedimos.
Que el dinero no compra la clase.
Que las pequeñas cosas de todos los días hacen la vida tan espectacular.
Que bajo la coraza más dura hay alguien que quiere ser apreciado y amado.
Que el Señor no lo hizo todo en un día. ¿Qué me hace pensar que yo puedo?.
Que ignorar la realidad no cambia la realidad.
Que cuando planeas vengarte de alguien, sólo estás dejando que esa persona te continúe
hiriendo.
Que el amor y no el tiempo cierran todas las heridas.
Que la forma más fácil de crecer como persona, es rodearme de gente más capaz que yo.
Que todos con los que te encuentras se merecen que los recibas con una sonrisa.
Que no hay nada más dulce que dormir con un bebé y sentir su aliento en tus mejillas.
Que nadie es perfecto hasta que te enamoras de esa persona.
Que la vida es dura pero yo soy más duro.
Que las oportunidades nunca se pierden; alguien tomará la que dejaste pasar.
Que cuando te amarras a tu amargura, la felicidad amarrará en otro muelle.
Que desearía haberle dicho a mi padre que lo quiero, una vez más, antes de que
falleciera.
Que debemos mantener nuestras palabras tiernas, porque mañana tal vez debamos
masticarlas.
Que una sonrisa es una forma muy barata de mejorar la presencia.
Que no puedo decidir cómo me siento, pero sí puedo decidir qué voy a hacer al
respecto.
Que cuando un recién nacido toma tu dedo meñique en su pequeño puño, estás
enganchado de por vida.
Que todos queremos vivir en la cima de la montaña, pero la felicidad y el desarrollo
ocurren mientras las escalas.
Que es mejor dar consejos en dos ocasiones: cuando te lo piden y cuando es una
situación en que peligra la vida.
Que mientras menos tiempo tengo disponible, más cosas termino.
Hoy es Tu Presente

Nada en la vida ocurre por casualidad...


Si un día al despertar, tu encontraras al lado de la cama, un lindo paquete envuelto con
cintas coloridas, tú lo abrirías, antes de lavarte el rostro, rasgando el papel curioso para
ver lo que hay adentro...
Tal vez hubiese allí algo que a ti no te gustase mucho...entonces tu guardarías la caja,
pensando que hacer con aquél regalo aparentemente “inútil” ...
Pero, si al día siguiente hay otra caja, una vez más la abrirías corriendo y si esta vez
encontraras algo que a ti te guste mucho...
Un recuerdo de alguien distante... una linda ropa que viste en una vidriera... la llave de
un nuevo coche...un abrigo maravilloso para los días de frío...o simplemente un ramo de
flores de alguien que se acordó de ti...
Y eso ocurre todos los días, pero nosotros no lo percibimos...
Todos los días cuando despertamos ahí está, en nuestra frente, una caja de regalo enviada
por DIOS para nosotros: ¡un día enterito para usarlo de la mejor forma posible!
A veces, viene lleno de problemas, cosas que no conseguimos resolver: tristeza,
decepciones, lágrimas...
Pero otras veces, viene lleno de sorpresas, alegrías, victorias y conquistas...
Lo más importante es que, todos los días, DIOS envuelve para nosotros, mientras
dormimos, con todo cariño, nuestro regalo: ¡EL DÍA SIGUIENTE!
ÉL acerca nuestros días con cintas coloridas, no importa lo que esté por venir....
Cada día cuando despertamos es un REGALO...
El regalo de DIOS para nosotros.
No siempre ÉL nos manda lo que esperamos o queremos...
Pero ÉL siempre, siempre y siempre nos manda lo mejor, lo que precisamos que es más
de lo que merecemos...
Abre tu REGALO todos los días, agradeciendo primero a quién te lo envió, sin importarle
lo que viene adentro del “paquete”
Sin duda, Él no se equivoca en el envío de los paquetes.
Si no vino hoy el paquete que tu esperabas... espera...
Ábrelo mañana con más cariño, pues en cualquier momento, los sueños y planes de DIOS
llegarán para ti envueltos en el regalo...
DIOS no atiende nuestras voluntades... y si nuestras necesidades...
Que tengas un día con bendiciones, y sientas la “PRESENCIA DE DIOS “, y que su
regalo traiga mucha paz, experiencia con DIOS y esclarecimiento sobre lo mucho que
todavía tenemos que aprender con ÉL y por ÉL...
El ayer ya pasó, nada podemos hacer por él;
El futuro no nos pertenece, está en las manos de Dios;
¡El día de hoy es un regalo de Dios para nuestra vida, por eso lo llamamos presente!!
Problemas

•Un problema a los 5 años puede ser que mamá no te compre un juguete.

•Un problema a los 9 años puede ser que se te desinfle la pelota.

•Un problema a los 15 años puede ser reprobar un examen.

•Un problema a los 20 años puede ser que el muchacho que te guste, no guste de ti.

•Un problema a los 30 años puede ser la gripe de tu bebé.

•Un problema a los 40 años puede ser quedarte sin trabajo.

•Un problema a los 60 años puede ser tener a los hijos lejos.

•Un problema a los 80 años puede ser una enfermedad.

En cada etapa de nuestra vida podemos vivir los problemas dramáticamente.


Sin embargo... ¿Qué tamaño tienen esos problemas, si los miras a la distancia.

Algunos casi desaparecen


¿Hacía falta preocuparse tanto?
¿Hacía falta quedarse sin dormir?
¿Hacía falta hacerlos tan importante?
¿Cómo hubiera sido un comportamiento más efectivo?

La preocupación no vacía el mañana de problemas; vacía el hoy de su fuerza.


Observa con cuidado los grandes problemas, pues disfrazan las grandes oportunidades.

La palabra problema no solo tiene una connotación negativa, sino que hace referencia a
algo que ocurre y está afuera de nosotros. Pareciera que no tenemos nada que ver con
ellos. Simplemente suceden...

Sin embargo, otra mirada podría ser verlos desde nuestra posición de responsabilidad.
¿Qué hice yo para que se desinfle la pelota?
¿Qué hice yo para reprobar el examen?
¿Qué puedo hacer yo para atraer al muchacho?, o
¿Para qué interpreto que eso es malo?

Cuando volvemos la mirada hacia el observador que somos, podemos ver que el
"problema" deja de vivir afuera para pasar a existir en nuestra interpretación.

Ver lo que te sucede como un problema es sólo ver una parte de lo que te pasa.
La otra parte sería poder ver la posibilidad que se te revela, y el desafío de encontrar el
aprendizaje en esta oportunidad.

Cambiando nuestra mirada se abren para nosotros posibilidades que antes no existían:

• Cambiar la interpretación por otra que nos sirva.


• Observar de qué manera podemos hacernos cargo de lo que ocurrió.
• Considerar qué vamos a hacer en el futuro con eso.

Algunas veces ocurren hechos que no pueden ser reinterpretados, los observamos como
negativos... ¿Pero cuánto tiempo nos vamos a quedar en esa emocionalidad?, o
¿Qué vamos a hacer a partir de eso?
Es una elección que nos pertenece y nos da poder.
La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la habilidad de salir adelante con ellos.

Podemos ver alguna relación entre la forma de interpretar los problemas y la manera de
lograr objetivos:

•El perdedor se siente parte del problema, el ganador siente que es parte de la solución.
•El perdedor ve un problema en cada solución, el ganador ve una solución en cada
problema.

La vieja formulación de los problemas suele dejar un solo curso de acción, que es el de
resolverlo, mientras que la nueva postura se inclina más por reformularlos que por
resolverlos. Si cambiamos la interpretación que lo constituye podemos estar frente a una
oportunidad.

Sostenemos que muchos de los "problemas" que vivimos a diario se disuelven como tales
o se convierten en oportunidad de aprendizaje si variamos el juicio y la interpretación que
los sostiene.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Cierto día, en un Castillo de Guerreros Chinos se encontraron con la muerte de uno de


sus guardianes y fue preciso encontrar un substituto. El Gran Maestro convocó a todos
los discípulos para determinar quién sería el nuevo centinela.

El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, dijo: "Asumirá el puesto el primer


guerrero que resuelva el problema que voy a presentar". Entonces colocó una magnifica
mesita en el centro de la enorme sala en que estaban reunidos y encima de ésta, colocó
un jarrón de porcelana muy raro, con una rosa amarilla de extraordinaria belleza en él y
dijo así: "¡Aquí está el problema!"

Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: Un jarro de extremo valor y


belleza, con una maravillosa flor en el centro. ¿Qué representaría?, ¿Qué hacer?, ¿Cuál
es el enigma? En ese instante, uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran
Maestro y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y... ¡ZAZ! ... Destruyó
todo de un solo golpe.
Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo: "Usted será el nuevo
Guardián del Castillo".
- Yo fui bien claro: dije que ustedes estaban delante de un "problema".
No importa cuán bello y fascinante sea un problema, tiene que ser enfrentado.
No huyas de él... ¡Cambia la interpretación que lo convierte en un problema!

¿Cuántos de tus problemas pasan a tener menos importancia con esta postura?
¿Cuántos de tus problemas podrían desaparecer?
¿A cuántos les puedes cambiar la interpretación, para ser más feliz?

El MIEDO siempre es el problema, el AMOR es siempre la solución.


No Preguntes

Al triste, no le preguntes la historia de su desgracia...


Sino dile que en ti, tiene un amigo.

Al que llora, no le escudriñes el origen de su llanto...Sino dile que tú tienes un hombro,


un pañuelo, una sonrisa.

Al que anda tambaleante por la vida no le analices por qué no ha llegado nunca a
ninguna parte...
Mejor dile que tú tienes una luz, un consejo, y un bastón por si llegara a necesitarlos.

Al que anda sin templo y sin oración no le preguntes por qué es un descreído...
Mejor enséñale a Dios, y mételo en el secreto de tu plegaria.

A esos que hacen un caos de su vida no les preguntes que causa su confusión...
Mejor enséñales el rastro sosegado de la fe, y el fluir constante de tu serenidad.

Al que anda dolido y agotado con su cruz, no le preguntes por qué le pesa tanto...
Mejor ponlo en posición de que Dios se irradie sobre él... Y ya poco a poco irá llegando
la luz.

Al que se resiste a seguir, y se siente vencido, no le andes por las normas, las
deducciones y los raciocinios...Mejor dale la mano, y dile:"¡Voy contigo!"

No le preguntes a cada uno su necesidad...


Mejor demuéstrales que siempre hay un sueño más asombroso que su mala suerte.
Tú Mismo

Busca la perfección sabiendo que la no hallarás en una sola vida. Ello, te proporcionará
más esperanzas que desesperanzas y te mantendrá listo cada vez que el camino de la
vuelta.

Encuentra el rumbo enalteciendo la belleza de todo cuanto te rodea, cada cosa que te
envuelve es un sendero a recorrer.

Procura ser sincero contigo mismo y juzga con justeza tus actitudes, sin renunciamientos,
hasta saber el origen de cada una de ellas, eso, te abrirá el corazón de tus semejantes.

Disfruta con alegría de todo lo que hoy tienes transitoriamente, ya que nada posees en
este mundo más que la esencia de tu vida.

Se prudente en tus expresiones, tus palabras pueden confundir y desolar a quienes tengan
una visión distinta y no tan fortalecida de las cosas.

Educa tu sexto sentido ejercitando la mente.

Sumérgete en la meditación, aprenderás a conocer la paz y cada rincón de tu espíritu.

No olvides que el mañana se levanta por sobre el hoy y que no existen más límites a tus
sueños que los que tu cristalices frente a tus ojos.
Domina tu ego, en todo momento ten presente tu pequeñez respecto del universo al que
perteneces.

Fortalece tu espíritu tratando de no quebrar la unión mística que hay entre el leal saber y
el obrar.

Enaltece tus dones y habilidades, deposita amor en su ejercicio, tus obras hablarán por ti.

Busca, encuentra, procura, disfruta, se prudente, educa, no olvides, domina, fortalece,


enaltece...

Tú mismo eres la llave.


Aprender

Después de un tiempo aprenderás la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar
el alma.

Y aprenderás que amor no significa dependencia, ni compañía significa seguridad.

Y empezarás a aprender que los besos no son contratos, ni los regalos son promesas.

Y aprenderás a trazar todas tus rutas en el presente, pues los terrenos del ayer son inciertos
para tus planes, y los de futuro tienen una manera de fallar a medio camino.

Y después de un tiempo aprenderás que hasta los rayos del sol pueden quemarte sí te
expones demasiado.

Así que planta tu propio jardín y decora tu propia alma, en lugar de esperar que alguien
te traiga flores.

Y aprenderás que en realidad puedes ser fértil, que eres realmente fuerte, y que de veras
eres un ser valioso.

Y aprenderás a aprender que con cada adiós ¡aprenderás!


El Arte de la Felicidad

La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor... sino de lo que pasa dentro
de nosotros.
La felicidad se mide por el espíritu, con el que nos enfrentamos a los problemas de la
vida.
La felicidad... ¡es un asunto de valentía!; es tan fácil sentirse deprimido y desesperado...
La felicidad... ¡es un estado de ánimo! no somos felices en tanto no decidamos serlo.
La felicidad... ¡no consiste en hacer siempre lo que queramos!; pero sí en querer todo lo
que hagamos.
La felicidad nace de poner nuestro corazón en el trabajo... y de hacerlo con alegría y
entusiasmo.
La felicidad, no tiene recetas... cada quien la cocina con la sazón de su propia meditación.
La felicidad no es una posada en el camino, ¡es la forma de caminar por la vida!
La Verdad y La Belleza

Cuando Dios creó a la mujer creó también LA FANTASÍA. Cierto día LA VERDAD
quería conocer un gran palacio y tenía que ser el palacio del Gran Sultán Harun Ar-
Rachid, el Emir de todos los creyentes. La verdad se cubrió con un velo muy transparente
y cuando despuntaba en el cielo las primeras luces del alba fue a llamar a la puerta del
palacio del Gran Sultán.

Cuando el jefe de la guardia abrió la puerta y vio aquella mujer tan bella pero
prácticamente desnuda, asombrado le pregunto:

- "¿Quién eres?"

- "Soy la Verdad y deseo hablar con el Sultán". - El jefe del guardia celoso de la seguridad
de palacio, fue corriendo a hablar con el Gran Visir e inclinándose humildemente ante él
le dijo:

- "Señor, ahí fuera hay una mujer muy hermosa, casi sin ropa que quiere hablar con el
Sultán".
- ¿"Y cómo se llama?
- "Dice llamarse Verdad, señor".
- ¿Qué dices? ¿Qué la Verdad quiere entrar en palacio? ¡De ningún modo! ¿Qué sería de
nosotros, si La Verdad entrase en palacio? Sería nuestra desgracia, nuestra ruina. Diga a
esa mujer que se marche inmediatamente. El Visir se sintió temeroso y amenazado ante
aquella inesperada visita. El jefe de la guardia volvió a la entrada del palacio y le dijo a
la verdad:

- "Lo siento mucho hija mía, pero tu desnudez podría escandalizar a nuestro Califa. "Sigue
tu camino y que Dios te acompañe". La Verdad se fue muy triste, pues ella quería conocer
un gran palacio,

Pero... Cuando Dios creó a la mujer también creó la OBSTINACIÓN. Esta vez la Verdad
se cubrió con pieles mal olientes, de las que usan los pastores del desierto y con paso
firme, con el sol quemante en su espalda, se dirigió al palacio del Gran Sultán. Cuando
llegó a la puerta, tomó la aldaba entre sus manos y golpeo con severidad. El jefe de la
guardia abrió y le preguntó:

-"¿Quién eres?"
- "Soy la acusación, y exijo una audiencia con vuestro Sultán" - (voz severa y firme).
Aquella espantosa mujer inspiró cierta desconfianza al jefe de la guardia, que, cerrando
la puerta con escrúpulo, le dijo:

-"Aguarde ahí, iré a anunciar su visita"- Cuando estuvo ante el Visir le dijo:
-"Afuera hay una horrible mujer, que quiere hablar con nuestro Sultán".
-"¿Y Cuál es su nombre?"
- "Afirma llamarse Acusación, mi señor".
- ¿Qué la acusación quiere entrar en palacio? ¡De ningún modo! Ordena a esa mujer que
se marche de inmediato. "Pronto echadla de mis dominios".

El jefe de la guardia volvió y sin darle explicación alguna echó a La Verdad a empujones
de palacio.

-"Fuera, fuera de aquí, en palacio no queremos a gente como tú". La Verdad se fue muy
enojada, pues ella quería entrar en palacio.

Cuando Dios crea a la mujer creo también EL CAPRICHO. En esta ocasión La Verdad
fue a buscar las ropas más bellas que pudo encontrar, delicadas sedas, brocados y tejidos
bordados con los colores del arco iris. Adorno sus manos con anillos de piedras preciosas
y su pecho con collares de zafiros, brillantes y rubíes. Perfumó su cuerpo con esencia de
jazmín. No podía estar más bella. Cubriendo su rostro con un velo bordado en oro y plata,
cuando se vislumbraban las últimas luces del día, fue a llamar a las puertas de palacio. El
jefe de la guardia al ver aquella mujer tan bella quedo boquiabierto y pregunto con
delicadeza:

-"¿Quién eres?"
-"Soy la fábula y me gustaría tener audiencia con vuestro Sultán”. (Dice con voz
melodiosa y dulce). El jefe de la guardia se apresuró en ir en busca del Gran Visir, dando
tropezones sin fijarse por donde iba, pues no podía apartar sus ojos de aquella bellísima
mujer. Cuando estuvo ante el Visir, le dijo:

-"Ahí fuera hay una mujer tan hermosa que más parece una princesa en la decimocuarta
noche de luna".
-"¿Y Cómo se llama?"
- "Fábula, mi señor"
-"¿Cómo? ¿Qué la Fábula quiere entrar en palacio? ¡Bendita sea La Fábula! ¡Alabado sea
Dios! Que sea recibida por cien esclavas que vayan a su encuentro. Agasajarla con flores
y que suenen las trompetas. Y así fue como las puertas del gran palacio de Bagdad se
abrieron finalmente de par en par a nuestra peregrina.

Fue así como La Verdad vestida de Fábula, al fin pudo pasar y conocer el gran Palacio
para encontrarse con el Sultán Harun Ar-Rachid, el Emir de todos los creyentes.
Para Vivir en Paz

Para vivir en paz habría que dejarse llevar de los silencios...


Y desviarse desde ahora de los caminos del rencor...
Y rodearse de lo simple...
Y darse cuenta que los problemas tienen el sublime y digno papel de hacernos densos y
fuertes ante las dificultades y acrecentar los pasos fértiles del alma....

Para vivir en paz hay que comenzar por entender que en el juego que jugamos, las
caídas y las derrotas no cuentan...

Para vivir en paz hay que empezar por disfrutar del silencio...
Y entender como un deber, el olvidar las recetas dadas, el mapa trazado y las vías de
seguridad...

Para ser feliz, entonces, bastará con tener paz, con desear la vida, con apreciar el regalo
de sus esencias, entender que el mundo no es sólo ancho, sino diverso y que no todo está
dispuesto matemáticamente para complacernos...

Y así, al final, aceptaremos que para vivir en paz tenemos que entender, solamente, que
como prisioneros de la vida misma, estamos irremediablemente condenados A VIVIR EN
PAZ.
EN TU CORAZÓN ESTÁ LA VERDAD

No creas en nada simplemente porque has oído hablar de ello.

No creas en las tradiciones porque han sido manejadas por muchas generaciones.

No creas en nada simplemente porque muchos hayan hablado de ello.

No creas en nada simplemente porque se encuentre escrito en los textos religiosos.

No creas en nada solamente porque lo hayan dicho tus maestros y mayores.

Pero tras haberlo observado y analizado, cuando halles que algo concuerda con tu
corazón y conduce al bien y al beneficio de todos, entonces acéptalo y vive para ello.
EL Elefante Del Circo

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran
los animales.

También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.


Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza
descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario,
el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a
una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos
centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que
ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad,
arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía
cinco o seis años, pregunté a algún maestro, a mi padre o a algún tío por el misterio del
elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba
amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo
haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando
me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos
años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para
encontrar la respuesta:

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que
era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de
que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de
todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se
durmió agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro y al que seguía...
hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se
resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO
PUEDE.

Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco


después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a
cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no
podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en
nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores
bendiciones con que puede contar un ser humano: la fe.

La única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento TODO NUESTRO


CORAZÓN y todo nuestro esfuerzo como si todo dependiera de nosotros, pero al mismo
tiempo, confiando totalmente en Dios como si todo dependiera de él.
El Misterio Del Arco Iris

La unión de colores en el cielo, la unión de inquietudes y situaciones en nuestra vida ¿es


un misterio?

Cuando el rojo pasión se une con el verde esperanza resurge el color tierra haciéndonos
recordar que somos barro modelado por las manos de Dios. La esperanza de nuestro
corazón y el fuego de nuestra alma nos indican que estamos vivos, que luchamos por algo
importante y que en la vida hay más belleza en dar que en recibir porque la tierra, el barro,
es un don gratuito de Dios que nos ofrece a diario para que construyamos formas distintas
en las que podamos ser nosotros mismos.

Cuando el azul tranquilo, signo de estabilidad y profundidad se une con el amarillo sabio,
inteligente y enérgico nace en nuestra alma la serenidad y sosiego basado en los fuertes
pilares del Amor verdadero, de aquel amor que a veces nuestros ojos se cierran a ver y
sin embargo permanece brillando en nuestra alma.

Cuando el negro del poder, la elegancia, la formalidad, la muerte y el misterio se une con
el blanco cargado de luz, bondad e inocencia aparece un gris que nos recuerda la
perfección de la vida en los vaivenes de situaciones y acontecimientos. En ese gris hay
tonos más fuertes y más suaves que nos invitan a ver con mayor claridad quienes somos
y hacia dónde vamos.

El naranja combina la energía del rojo con la felicidad del amarillo. Se le asocia a la
alegría, el sol brillante. El naranja nos recuerda que estamos vivos, que aceptamos nuestro
ser con nuestras limitaciones y grandezas. Que nunca es tarde para empezar de nuevo a
vivir y a ser aquello que queremos ser y que somos.

El púrpura aporta la estabilidad del azul y la energía del rojo. Nos viene a recordar con
sus destellos que Dios es el centro de nuestro ser y hacer y que nuestro corazón siente,
vive, sufre, llorar, ríe... en función de lo que vivimos, en función de lo que somos.

El color café, que surge del marrón amarillento representa la capacidad de entregar todo
el esfuerzo y el trabajo a nuestros amigos con el único fin de hacerles felices. Anuncia
una vida espiritual sedienta de verdad y de sencillez.

El rosa que surge del rojo aclarado anuncia la capacidad maravillosa que tenemos de amar
aprendiendo día a día a vivir mejor y ser felices.

Nos recuerda una vida emocional basada en el amor que es capaz de vencer todos los
obstáculos y ganar todas las luchas. Ayuda a un desarrollo espiritual que está basado en
el amor a Dios por sobre todas las cosas del mundo.

La ausencia de color representa la incapacidad de crecer porque nuestro ser interno está
limitado y atrapado por el dolor y las dudas.

Anuncia una vida emocional nula. Ayuda a un desarrollo espiritual en el cual en el camino
de la vida se encuentra siempre una ayuda para cambiar y crecer.

Amigo mío, dame tu mano caminemos por ese arco iris en el que Dios mezcla la creación
con los sentimientos y situaciones de nuestra vida. Miremos al frente, pongamos lo que
somos en sus manos, lo que vivimos en su santuario, dando gracias por lo bueno y por
aquello que nos ayuda a crecer, aunque a veces sea a base de sufrimiento.

Pintemos a nuestro paso bellos trazos de colores en los que recordemos al mundo que no
existe un color único, que nada es perfecto ni imperfecto en su pura esencia. Que la vida
está hecha de mezclas pero que nosotros somos los protagonistas de nuestro cuadro y que
convertiremos un blanco lienzo en una bella obra de arte basada en el amor, el perdón y
la amistad.

La vida es misterio, el ser humano es misterio, el arco iris es misterio, pero... ¡qué suerte
tenemos de poder ir descifrando con el paso de la vida cada uno de esos colores que
forman nuestro ser!
La Sinceridad

La sinceridad no es algo que debemos esperar de los demás, es un valor que debemos
vivir para tener amigos, para ser dignos de confianza…
Para ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad, esto parece muy sencillo,
pero muchas veces cuesta más de lo que se cree. Se utilizan las ‘’mentiras piadosas’’ para
ocultar cualquier cosa que para nosotros es una tontería, pero que en realidad a la persona
que mientes haces daño, y esta pequeña mentira que en un principio nos es nada se va
haciendo más y más grande hasta que la verdad se acaba sabiendo y sorprendiendo a quien
mientes.
La sinceridad no sólo se ve en las palabras, sino que también se demuestra por medio de
nuestras actitudes.
Cuando se aparenta lo que no somos (en la edad, trabajo, amistad…) se tiende a aparentar
lo que no se es (más joven, inteligente, educados…) Si se descubre la gran mentira que
nos han hecho creer se nos viene a la memoria el refrán: ‘’Dime que presumes… y te diré
que careces’’ y entonces se produce una gran desilusión ya que se pierden las esperanzas
de lo que la persona no es en realidad.
También indicar que ‘’decir’’ siempre la verdad con palabras es una parte de la sinceridad,
pero también hay que ‘’actuar’’ acorde con la verdad.
Para ser sincero se necesita tener mucho ‘’tacto’’ y esto significa que cuando debemos
decirle a una persona la verdad de lo que pensamos y esta verdad la pone incómoda
debemos utilizar las palabras, las expresiones correctas ya que el primer propósito es
‘’ayudar’’ a esa persona, y esto es necesario para que la persona escuché y vea que lo que
se la dice va con buenas intenciones y sin ánimo de ofenderla.
La sinceridad también requiere valor ya que a la hora de decir la verdad a un amigo o a
una amiga, por ejemplo, el no decir la verdad no se puede justificar con no decirlo con el
perder una buena amistad o por el concepto que se tiene de la persona.
La persona sincera siempre dice la verdad, en todo momento, aunque le cueste, sin temor
al qué dirán. Ya que vernos sorprendidos mientras mentimos es más vergonzoso aún.
Al ser sinceros aseguramos nuestras amistades, somos más honestos con los demás y a la
vez con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza por la
autenticidad que hay en nuestra forma de comportarnos y nuestras palabras.
A medida que nos vamos haciendo más mayores, la sinceridad debe ir en aumento y debe
convertirse en un elemento básico para vivir nuestra vida con auténtica plenitud y
sinceridad.
Se sincer@ nada cuesta ser real, las personas que mienten, viven de mentiras porque son
una triste mentira. Ocultando sus bajas pasiones.
Se verdadero, aunque te cueste y las personas confiaran totalmente...la verdad es
aceptable, la mentira no, en ninguno de los casos.

Recuerda..."La verdad os hará libres."


Siempre habrá

Siempre habrá momentos difíciles y días complicados en nuestra vida.

Nos da la impresión de que ciertas cosas simplemente no estaban destinadas a pasar y que
algunos proyectos simplemente no estaban destinados a funcionar.

Siempre enfrentaremos decepciones, pero también recibiremos muchas bendiciones


especiales.

Todo lo que se nos pide es que nos elevemos por encima de nuestros infortunios.

Deja que la vida te muestre nuevas maneras de encarar viejos problemas.

Deja que te ofrezca nuevos descubrimientos. Deja que los días desplieguen ante ti nuevas
posibilidades que hasta entonces desconocías, nuevos sueños que nunca soñaste, y que te
regale las semillas de nuevas ideas que nunca antes sembraste.

Deja que la vida modere tus convicciones y te muestre todo lo que está oculto detrás de
cada escena: la profunda paz del cambio de estaciones, la majestad de lo que significa
tener y ser un amigo, la alegría que se descubre al comprender que nunca es tarde para
volver a empezar.
Deja que la vida brinde abundancia a tu alma y a tu corazón.

Déjala cantar en ti y mostrarte cómo apuntar a las estrellas.

Deja que te ayude a alcanzar todo lo que deseas para ser todo lo que eres.

Se trata de una regla muy sencilla: Cuanto más das, más recibes. Y cuanto más lo hagas,
más te gustará hacerlo.

Eres una persona maravillosa que merece tener una bella vida.

Y si alguna vez sobreviene la dificultad, sé que puedes elevarte por encima de ella.

¿Qué es necesario para el éxito total?

Pasos cortos y Positivos.


Todo importa

Si cuidas una abeja, habrá más miel en el panal.


Si evitas una injusticia, habrá más justicia en el mundo.
Si cultivas un rosal, habrá más rosas en el jardín.
Si amas, Dios estará más presente en el mundo.
Si siembras un grano de trigo, habrá más pan sobre la tierra.
Si creces tú como persona, habrá más humanidad en el mundo.
Si enciendes una vela, habrá más luz en la noche.
Si vives en la verdad, habrá menos mentira en el mundo.
Si cuidas un nido de golondrinas, habrá más golondrinas en primavera.
Si vives en libertad, habrá más libertad en el mundo.
Si enciendes un fuego, habrá menos frío en el invierno.
Si irradias tu alegría, habrá menos tristezas en el mundo.
Si esperas cambiar tú cuando haya cambiado el mundo, morirás sin haber vivido.
Si comienzas cambiando tú, ya estás cambiando el mundo...
Cree en Tus Ideales

Sube los escalones de tu existencia despacio, cauteloso, con mucha calma, inteligencia y
buena voluntad. Pensando siempre en la gloria que se encuentra en lo más alto de la
escalera que estás subiendo.
No cedas ni un segundo al desánimo; no permitas que la indecisión te domine, aprende a
superarlos.
El mundo pertenece a los seres optimistas, positivos y sinceros; nunca será de los
cobardes, quejosos, indecisos, mentirosos y deshonestos, estos últimos se quedan en los
primeros escalones de la gran escalera.
Sube, sube siempre con coraje, con firmeza con sabiduría y un fuerte deseo de vencer,
imponiéndote el más alto concepto de una vida digna, honrada y bien vivida.
Acuérdate, la victoria es de los que luchan contra las situaciones desfavorables, sin perder
el vigor, la fe, y el ideal de la vida.
Si no vences es porque te dejaste contaminar por la ola negra del mal y perdiste el deseo
de luchar hasta el final porque, quien lucha, dando el verdadero esplendor a la vida, al
bien y persiste sin retroceder... ¡Vencerá!

TODOS LOS QUE CREEN EN SUS IDEALES Y SE ESFUERZAN POR


ALCANZARLOS... VENCEN
La Naturaleza

Recuerdo una mañana en que descubrí un capullo en la corteza de un árbol en el preciso


momento que la mariposa lo rompía y se disponía a salir. Esperé un largo rato, pero
tardaba demasiado, y yo tenía prisa. Nervioso, me incliné y me puse a darle calor con mi
aliento.

Le di calor, impaciente, y el milagro empezó a operarse ante mí a un ritmo más rápido


del requerido por la naturaleza.

El capullo se abrió, la mariposa salió arrastrándose, y nunca olvidaré el horror que


experimenté: sus alas todavía no estaban abiertas, y todo su cuerpecito temblaba mientras
se esforzaba por desplegarlas.

Inclinado, yo la ayudaba con mi aliento.


En vano. Era necesaria una paciente maduración, y el despliegue de las alas había de
haberse hecho lentamente al sol, pero ya era demasiado tarde.
Mi aliento había obligado a la mariposa a mostrarse, deforme, antes de tiempo. Se agitó
desesperadamente y, unos segundos después murió en la palma de mi mano.

Creo que aquel pequeño cadáver es el mayor peso sobre mi conciencia. Porque, hoy lo
comprendo perfectamente, es un pecado mortal forzar las grandes leyes de la naturaleza.
Camina

Camina por donde nunca nadie antes haya caminado.

Haz lo que nunca nadie antes haya hecho. Deja tus propias huellas... y no pises sobre las
huellas de los demás porque no dejarás marca.

Si caminas por donde ya hayas caminado, encontrarás lo que ya has encontrado.

Si te atrae una luz, síguela. Si te conduce a un pantano, ya saldrás de él... Pero si no la


sigues, te preguntarás toda la vida si acaso era una estrella.

Cada día que vives es una ocasión especial.

La vida, por muy dura que se ponga a veces, se ve mejor desde detrás de una pequeña
sonrisa. A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino sólo entre las
lágrimas; entonces hay que saberse decidir por las más hermosas.

Sueña lo que te atrevas a soñar. Ve donde quieras ir. ¡Sé lo que quieras ser...! ¡Vive!
El que quiere hacer algo, encuentra el camino. El que no quiere hacer nada, encuentra una
excusa. !Nunca se te da un sueño sin que se te den también los medios para que lo realices!

!La felicidad es como la mariposa... cuanto más la persigues más te eludirá, pero si
vuelves tu atención a otras cosas vendrá y suavemente se posará en tu hombro!

No son muertos los que descansan en una tumba fría, son muertos los que teniendo el
alma muerta… ¡viven todavía!

! ¡Aunque no sepas la explicación, nada ocurre sin razón!


Aférrate

Aférrate a la fe porque es la fuente de la creencia de que todo es posible. Es la fibra y es


la fortaleza de un alma confiada.

Aférrate a la esperanza porque destierra la duda y da lugar a actitudes positivas y alegres.

Aférrate a la confianza porque se encuentra en el corazón de las relaciones fructíferas que


son seguras y satisfechas.
Aférrate al amor porque es el don más preciado de la vida, porque es generoso, se
preocupa y a da significado a la vida.
Aférrate a la familia y a los amigos porque son las personas más importantes en tu vida y
porque hacen del mundo un lugar mejor. Ellos son la vida que ha crecido con el tiempo
para ayudarte a seguir tu camino y permanecer siempre cerca de ti.

Aférrate a todo lo que eres y a todo lo que has aprendido, porque esto es lo que te convierte
en un ser singular. No menosprecies lo que sientes y lo que crees que es bueno e
importante, tu corazón te habla con más fuerza que tu mente.

Aférrate a tus sueños, alcánzalos de manera diligente y honrada. No tomes nunca el


camino fácil ni te rindas ante el engaño.

Recuerda a otros en tu camino y dedica tiempo para atender sus necesidades. Disfruta de
la belleza que te rodea. Ten valor para ver las cosas de manera diferente y más clara.
Haz del mundo un lugar mejor día a día y no te olvides de las cosas importantes que dan
significado a tu vida.
Lo que Depende de Nosotros

Siempre hay en la vida cosas que escapan de nuestras manos. Una pierna que se rompe la
víspera de las vacaciones, un despertador que se olvida de sonar el día de un examen, o
el encuentro imprevisto con una persona que cambiará el curso de nuestra vida. El
misterioso poder de Dios que vela sobre nosotros, es inútil tratar de combatirlo.

Lo esencial consiste en encontrar el lado bueno de cada acontecimiento inesperado e


imprevisible que viene. El resto se hará naturalmente. Lo cual no significa en absoluto
que tengamos que convertirnos en espectadores de nuestra propia vida sino aprender a
modular nuestras acciones y nuestros deseos, conservando en la memoria lo siguiente:
podemos ejercer nuestra voluntad y nuestra acción sobre ciertas cosas, pero es inútil
desolarse por las que no podemos hacer nada.

Una vez convencidos de esto, la vida se vuelve de pronto mucho más satisfactoria.

Llamamos imprevisto a aquello que no pudimos prever, a aquello que sucede y que no
imaginamos que puede ocurrir y que por lo tanto es inesperado... ¡pero sucede!, y no hay
explicación ni planteamiento que puedan detener su aparición.

Es común que, muchas veces, detrás de su aparición nos sintamos mal si lo sucedido es
negativo. Nos culpamos o nos sentimos inútiles ya que nada pudimos hacer. Pero no
debemos optar por sentir esto, al contrario, tenemos que comprender que hay cosas que
se nos escapan, que no podemos hacer "magia" y que no podemos adivinar lo que viene,
ni la razón por la que viene.

Hablamos del destino y la suerte, decimos "estaba en el destino que tenía que pasar por
esto...", o "el destino quiso que fuera así", o " es obra del destino", o "que mala suerte que
tengo", y así miles de frases tratan de aliviarnos, de hacer más fácil su comprensión.

Pero está en nosotros saber que la vida no es de un solo color, que por más que nos guste
el azul muchas veces aparecen grises, rosas o plateados que no dependen de nosotros,
pero aparecen y sólo podemos aprender a contemplar esos matices y ver si podemos
rescatar algo bueno en sus trazos.

¡Es más hermoso ver la vida "en colores" que solamente "en blanco y
negro"!
La Historia Sin Fin

Tendemos a no valorar las pequeñas cosas cotidianas que se nos presentan y sólo les
damos importancia cuando sentimos su ausencia. Quizás por cotidiano, quizás por
"ciegos"... jamás celebramos la salida del sol, sólo lo añoramos cuando, en nuestras
vacaciones en la playa, no se hace presente por varios días. Maldecimos la lluvia porque
nos obliga al tedioso trabajo de cargar con el paraguas y desluce nuestros zapatos, sólo le
damos importancia cuando la sequía nos consume o cuando, por unas pocas horas, falta
el agua en nuestras casas.

Esperando quizás el "gran espectáculo" nos perdemos de vivir los pequeños espectáculos
que la naturaleza nos presenta día a día. Hay quienes piensan que cuanto más se sabe de
fenómenos que ocurren a diario, menos se disfruta de ellos. Que el sabio disfruta menos
que el neófito de los sucesos naturales. Pero no todo es así, todo lo contrario... cuanto más
se sabe, más sorprendente parece. Cuanto más se sabe, más milagroso parece.

Si no aprendemos a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas de la vida, que es lo que


conocemos... ¿Podremos ser capaces de disfrutar plenamente cuando se nos presente algo
diferente?. Dejemos de esperar el "gran milagro". Gocemos a diario de los "pequeños
milagros" que, día a día, se abren a nuestro paso, después de todo... ¿No será que el gran
milagro es la conjunción de todos esos más pequeños? A lo mejor "el gran milagro"
consiste en encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de todos los días de nuestra vida.

Y así en la búsqueda de nuevas oportunidades, llenos de insatisfacción, muchas veces no


nos damos cuenta del verdadero valor de las personas y de las cosas que pasan por nuestro
camino. Lo lamentable es que por no darnos cuenta a tiempo luego, cuando las perdemos,
queremos volver atrás y ya es tarde, ¡muy tarde!...

Dios nos da TODO lo necesario para que seamos felices, sólo que nos damos cuenta
cuando ya no lo somos.

Es hora de darnos cuenta y de aprender a valorar, en el presente, todo lo que tenemos. De


nada sirve llorar por lo que dejamos ir, por lo que no hicimos, por lo que no le dimos
importancia... ¡eso ya no está! La vida no puede rebobinarse, ni modificarse. Las escenas
quedan grabadas y no hay forma de eliminar los trozos de la cinta que no nos gustan, ni
podemos regrabarla, ni siquiera podemos detenerla en los buenos momentos, sólo está en
nosotros la posibilidad de continuar filmando y que a partir de hoy cada escena sea única
e irrepetible y, por encima de todo, que sea tan valiosa que no nos haga arrepentirnos
nunca y ni siquiera sentir culpa por alguna escena del filme.

Recuerda que es la película de tu vida, es tu historia y tú eres el (la) protagonista. No la


titules "Lo que el viento se llevó", ni "Pide al tiempo que vuelva"; sería lindo que tu
película se llame "LA HISTORIA SIN FIN".
Plan de Vida

Camina alegre entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el
silencio.

En cuanto sea posible, y sin renunciar a tus convicciones, mantén buenas relaciones con
todos.

Escucha con atención a los demás, aún al torpe e ignorante, que también ellos valen
mucho.

Aléjate de las personas negativas, ruidosas y agresivas, porque te pueden contagiar su mal
espíritu.
Si te comparas con los demás, adquieres orgullo y desánimo, porque siempre habrá quien
te supere y quien tenga menos cualidades.

Disfruta de tus éxitos y agrádeselos a Dios.

Mantén el interés por tu profesión, porque ella es un verdadero tesoro. Allí están tus
futuros triunfos.

Sé prudente en tus negocios. El mundo está lleno de engaños y peligros, pero tampoco
andes dudando de todo y de todos. Hay más gente buena de la que tú crees.

Acepta con respeto el parecer de quienes tienen muchos años, consulta con interés
también el parecer de la juventud. Lo viejo y lo nuevo dan sabiduría.
Cuidado con demasiada soledad, demasiada fatiga o demasiado afán.
Muchas angustias y enfermedades nacen de estos tres excesos.

Procura estar en paz con Dios, vivir en paz con tu prójimo y conservar la paz de tu alma.
Esto ayudará a ser plenamente feliz.

Que el Plan de vida que Dios ha diseñado para cada uno de nosotros lo sepamos descubrir
y aplicar en cada uno de nuestros actos.
Siempre Ten Presente

La piel se arruga.
El pelo se vuelve blanco.
Los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia;
Tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero......, ¡nunca te detengas!.

Teresa de Calcuta
A Veces...

A veces, queremos decir tantas cosas pero no las decimos...


A veces, se nos va el tiempo, en discusiones sin sentido...
A veces, en vez de decir cuánto amas, te la pasas diciendo tonterías...
A veces, pierdes a la persona que más amas, por no tratar de entenderla...
A veces, es bueno decir te amo, en vez de decir otras cosas...
A veces, es bueno pedir a Dios amar más y entender a la gente mejor...
A veces, los días no son, como quisieras que fueran... el sol no brilla como quisieras y
tus días son grises... la luna no la ves y tus noches son oscuras...
A veces, hay que tener paciencia, con la persona que dices que amas...
A veces, nos ciega la ira y ofendemos sin querer, a quien más amamos...
A veces, es bueno pedir perdón, si sabes que has ofendido...
A veces, es bueno dar gracias a la vida por tenerte...
A veces, es bueno decir una plegaria a Dios, dando gracias...
A veces, es bueno decirle a un amigo cuánto lo extrañas...
A veces, es bueno ver los defectos tuyos antes que los ajenos.

Por eso yo hoy digo... Que perdones, por todos esos momentos que no disfrutamos, por
andar en discusiones tontas.

Quizás olvidaremos, pues hay que olvidar y perdonar.


Que el sol hoy, está alumbrando este día más que nunca.
Que mi noche es clara, porque la luna está dándome su luz.
Que mi Dios escucha mis oraciones y está conmigo...

¿Por qué si la vida es tan corta, me la tengo que pasar peleándome con todos los que me
rodean?
¿Por qué no disfrutar de estos momentos, que son tan pocos, que viven en ti y te dan esa
energía que necesitas, para luchar en la vida por lo que quieres? ¿Por qué no sonreírle a
la vida?
¿Por qué no rodearme de amor, así la vida la veo de otro color, y las penas son menos y
los dolores se curan más rápido?.

A veces, lo más bueno de la vida, no es lo más bello: es lo que se ama.


A veces, es bueno decir estas palabras. Hoy es un día que quiero decirlas.
¿Cómo Se Mide la Vida?

La vida no se mide anotando puntos.

La vida no se mide por el número de amigos que tienes, ni por cómo te aceptan los otros.

No se mide según los planes que tienes para el fin de semana o por si te quedas en casa
sólo.

No se mide según con quién sales, con quién solías salir, ni por el número de personas
con quienes has salido, ni por si no has salido nunca con nadie.

No se mide por las personas que has besado.

No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que
manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.

No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por
los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.

La vida simplemente no es nada de eso.

La vida se mide según a quién amas y según a quién dañas.

Se mide según la felicidad o la tristeza que propicias y proporcionas a otros.


Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.

Se trata de la amistad, que puede usarse como algo sagrado o como un arma.

Se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer, sea dañino o
benéfico.

Se trata de los juicios que formulas, por qué los formulas y a quién o contra quién los
comentas.

Se trata de a quién no le haces caso o ignoras adrede.

Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.

Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y de
cómo lo riegas.

Pero por la mayor parte, se trata de si usas la vida para alimentar el corazón de otros.

Tú y solo tú escoges la manera en que vas a vivir o afectar a otros y esas decisiones son
de lo que se trata la vida.

Hacer un amigo es una Gracia. Tener un amigo es un Don.


Conservar un amigo es una Virtud. Ser un amigo es un Honor.
La vida es como...

"La vida es como jugar con una pelota en la pared,


Si fuera jugada una pelota azul, ella volverá azul,
Si fuera jugada una pelota verde, ella volverá verde,
Si la pelota fuera jugada franca, ella volverá franca,
Si la pelota fuera jugada con fuerza, ella volverá con fuerza,
Por eso nunca juegue una pelota de la vida, de manera que
Usted no esté preparado para recibirla.
La vida no da, ni presta, No se conmueve ni se apiada.

Todo lo que ella hace es retribuir y transferir, aquello que nosotros le


ofrecemos.”
Aprendí y decidí

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar... decidí no
esperar a las oportunidades sino yo mismo salir a buscarlas, decidí ver cada problema
como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la
oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que, en
éstas, está la única y mejor forma de superarnos, aquel día dejé de tener miedo a perder y
empecé a tener miedo a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo
fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa simplemente saberme
mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino no dejar de subir jamás. Aprendí que el
mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una
filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y
empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no
vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas... aquel día aprendí que los sueños son solamente
para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente
duermo para soñar.
El Amor y El Tiempo

Hubo un tiempo en el que, en una isla muy pequeña, confundida con el paraíso, habitaban
los sentimientos como habitamos hoy en la tierra. En esta isla vivían en armonía el Amor,
la tristeza, y todos los otros sentimientos. Un día en uno de esos que la naturaleza parece
estar de malas, el amor se despertó aterrorizado sintiendo que su isla estaba siendo
inundada.

Pero se olvidó rápido del miedo y cuidó de que todos los sentimientos se salvaran. Todos
corrieron y tomaron sus barcos y corrieron, y subieron a una montaña bien alta, donde
podrían ver la isla siendo inundada, pero sin que corriesen peligro.

Sólo el amor no se apresuró, el amor nunca se apresura. Él quería quedarse un poquito


más en su isla, pero cuando se estaba casi ahogando el amor se acordó de que no debía
morir. Entonces corrió en dirección a los barcos que partieron y gritó en busca de auxilio.

La Riqueza, oyendo su grito, trató luego de responder que no podría llevarlo ya que con
el oro y con la plata que cargaba temía que su barco se hundiera.

Pasó entonces la Vanidad que también dijo que no podría ayudarlo, una vez que el amor
se hubiese ensuciado ayudando a los otros, ella, la Vanidad, no soportaba la suciedad.

Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía tan profunda que no quería estar
acompañada por nadie.
Paso también la Alegría, pero esta tan alegre estaba que no oyó la súplica del amor.

Sin esperanza el Amor se sentó sobre la última piedra que todavía se veía sobre la
superficie del agua y comenzó a menguar.

Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un anciano que pasaba con su barco. El
viejito tomó al Amor en sus brazos y lo llevó hacia la montaña más alta, junto con los
otros sentimientos.

Recuperándose, el amor le preguntó a la Sabiduría quién era el viejito que lo ayudo... a lo


que ésta respondió…. "El Tiempo"..... el Amor cuestionó: ..."¿Por qué solo el Tiempo
pudo traerme aquí?".... La Sabiduría entonces respondió:

"Por qué sólo el Tiempo tiene la capacidad de ayudar al Amor a llegar a los lugares
más difíciles"...
Seguiré Adelante

Voy a seguir creyendo, aun cuando la gente lamentablemente pierda la esperanza.

Voy a seguir dando mucho amor, aunque otras personas siembren odio.

Voy a seguir construyendo alrededor mío, aun cuando otros destruyan.

Voy a seguir hablando de paz, aún en medio de una terrible guerra.

Voy a seguir iluminando el camino, aún en medio de la oscuridad total.

Y, seguiré sembrando, aunque otras personas pisen la cosecha.

Y, seguiré gritando al viento y al mundo, aun cuando otros callen.

Y, dibujaré muchas sonrisas, en algunos rostros con lágrimas.

Y, transmitiré alivio, cuando vea que las personas tienen dolor.

Y, regalaré motivos de alegría, donde vea y haya tristezas.

Invitaré a caminar a cualquiera que decidió por su cuenta quedarse en un sitio.

Y levantaré los brazos a los que se han rendido, y no tienen ninguna esperanza.
Porque en medio de la desolación y la amargura, siempre habrá un niño vigilante... que
nos mirará esperanzado, tratando de esperar algo de nosotros.

Y aún en medio de una gran tormenta, por algún lado saldrá brillante el sol matutino.

Y en medio del desierto árido crecerá una planta, llena de flores y de frutos.

Siempre habrá un pájaro cantando alegremente alrededor nuestro, habrá también un


niño que nos sonreirá alegremente y una mariposa que nos brinda su belleza silvestre.

Pero...

Si algún día ves que no sigo al lado tuyo, ya no sonrío o callo, sólo acércate, abrázame y
dame un beso, o simplemente regálame una sonrisa.

Son esas cosas simples las que nunca se olvidan.

Con eso será suficiente por ahora, seguramente ya habrá pasado la tormenta que la vida
me abofeteó horriblemente, y me sorprendió in fraganti por un segundo.
Termómetro para la Paz

Si te desentiendes de los conflictos de tu pueblo, no contribuyes a la paz.


Si giras la espalda al hermano, la giras a la paz, todavía no construyes la paz.
Si criticas la acción de los otros, todavía no te implicas por la paz.
Si respondes con violencia, bofeteas la paz.
Si reculas antes las dificultades, retrasas la paz.
Si opinas sin fundamentos, contaminas la paz.
Si sólo tu opinión es válida, contamines la paz.
Si pones etiquetas a los otros, despides la paz.
Si eres egoísta, perviertes la paz.
Si coges solo tu imagen externa, enredas la paz.
Si quieres tener más del que necesitas, vendes la paz.
Si nunca eres voluntario para nada, no hables de paz.
Si hace tiempo que no has hecho silencio, no esperes la paz.
Si no amas, no pidas la paz.
Si piensas que te la traerán ya hecha, desengáñate de la paz.
Cuando coges responsabilidades que nadie quiere, descubres la paz.
Cuando luchas por la justicia, facilitas la paz.
Cuando no críticas por detrás, construyes la paz.
Cuando sabes abrirte a los demás, haces crecer la paz.
Cuando te interesas por los problemas del mundo, haces subir el valor de la paz.
Cuando dedicas tiempo a servir, elevas la paz.
Cuando devuelves bien por mal, eres apóstol de la paz.
Cuando no tienes miedo de la verdad, eres profeta de la paz.
Cuando te pones al lado de los marginados, pones al margen la violencia.
Cuando, por encima de todo, el otro es persona; dignificas la paz.
Cuando compartes tus bienes, haces creíble la paz.
Cuando encuentras la vida compartida, pones fundamentos a la paz.
Cuando implicas al otro a vivir, siembras la paz por el mundo.
Cuando amas como Cristo ama, en ti florece la paz.
Sólo cuando estés cansado/a de buscarla, la Paz te vendrá a buscar.
Aunque no seas artista

Aunque no escribas libros, eres el escritor de tu vida.


Aunque no seas Miguel Ángel, puedes hacer de tu vida una obra maestra.
Aunque no entiendas de cine, ni de cámaras, tu existencia puede transformarse en un
film primoroso con Dios de productor.
Aunque cantes desafinado, tu existencia puede ser una bonita canción, que cualquier
afamado compositor envidiaría.
Aunque no entiendas de música, tu vida puede ser una magnífica sinfonía que los
clásicos respetarían.
Aunque no hayas estudiado en una escuela de comunicaciones tu vida puede
transformarse en un reportaje modelo.
Aunque no tengas gran cultura puedes cultivar la sabiduría de la caridad.
Aunque tu trabajo sea humilde, puedes convertir tu día en oración.
Aunque tengas cuarenta, cincuenta, sesenta o setenta años, puedes ser joven de espíritu.
Aunque las arrugas ya marquen tu rostro, vale más tu belleza interior.
Aunque tus pies sangren en los tropiezos y piedras del camino, tu rostro puede sonreír.
Aunque tus manos conserven las cicatrices de los problemas y de las incomprensiones,
tus labios pueden agradecer.
Aunque las lágrimas amargas recorran tu rostro, tienes un corazón para amar.
Aunque no lo comprendas, en el cielo tienes reservado un lugar...

Todo, Todo... depende de tu confianza en Dios y de tu empeño en SER


digno hijo suyo.
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