Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
1
Columnista en Diarios de Bolivia.
rápidamente porque es horrible pero parece que estamos de acuerdo” “sinceramente
admiro a la persona que está sentada a mi derecha…”.
Retomando el debate, y parafraseando a Pavón. Marx y Lacan son demasiado como para
poder ocupar un mismo espacio. No pueden coexistir sin excluirse mutuamente. No pueden
cohabitar sin desalojarse. Tampoco pueden encontrarse el uno con el otro sin desgastarse y
desafilarse. Es lo que, les ocurre en la obra de Slavoj Žižek. Es por eso, que hablar de la
existencia de un marxismo lacaniano es una broma de mal gusto. Desde un punto de vista
psicoanalítico, es un lapsus. Desde un punto de vista marxista, es infantil e irracional,
prematuro e inmaduro, muy simplista y simplificador, irrisorio, demasiado fácil para ser
verdad, cuestionable desde todos los puntos de vista. Tan descarado como aparentemente
desatinado.
Esta izquierda lacaniana no es lacaniana, porque toma a Lacan como una opción política,
cuando el marxismo debe ser la opción política, y no así el psicoanálisis, porque este no es
una visión del mundo, este no exige un posicionamiento del sujeto, cuando buscan en
Lacan una opción política, dejan de ser lacanianos y es a eso que le temía tanto Lacan
convertirse en algo que no es. Esta izquierda lacaniana está traicionando a lacan, porque el
inconsciente es la política el psicoanalista no debe hacer política con el inconsciente. Lo
que pasa con Slavojk zizek es que hace una mala lectura de Pascal este hablaba de
aceptación y de la voluntad del sujeto, en el que el significante determinaría al sujeto y ese
identificarse ya no podría desidentificarse, pero no toma en cuenta que el sujeto conserva
un reducto de libertad, es decir, una parte no determinada, en la que el sujeto podrá
desindentificarse.