Sei sulla pagina 1di 2

El marxismo lacaniano de Slavoj Žižek

“Una degradación de Marx y Lacan”

Por: Milton Machuca Cortez1

En palabras de nuestro Vicepresidente Álvaro García, Žižek es una de las personalidades y


filósofos más importantes hoy del mundo. En realidad es un filósofo controvertido y
polémico, un agitador de conciencias, con una capacidad de comunicación (apabullante),
que gracias a su desprejuiciado uso del lenguaje, pudo llevar su mensaje a jóvenes
veinteañeros descontentos con el estado actual de las cosas. Por otro lado, “Zizek escribe
muy bien”, sostiene el filósofo César Rendueles. “Tiene gran capacidad argumentativa y
habilidad para llevarte a lugares reflexivos que no te esperabas y en los que, en realidad,
preferirías no entrar. En eso es insuperable: sabe cómo plantear debates incómodos”. Tan
incómodos que han hecho posible estas líneas.

Es decepcionante lo que Marx y Lacan terminan siendo en la obra de Žižek. Me gustaría


atreverme a decir simplificados, pero prefiero decir debilitados, refrenados y domados dirá
David Pavón, disminuidos e incluso degradados. Quizá es la única forma en que Marx y
Lacan, así como también Freud y otros grandes autores, podrían dejarse explotar, quizá no
como simples materias primas, pero sí como una especie de medios productivos de aquella
nueva gran obra que afortunadamente no es ni marxista ni lacaniana, sino sólo žižekiana.
Para servirle al proyecto filosófico y político de Žižek, y nuestro caso al proyecto político
del MAS, deben ustedes acordarse de aquella serie de seminarios promovidos por la
Vicepresidencia allá por el 2009 y 2011, Es en el II seminario de marzo de 2011, en el que
Žižek fue el principal invitado, por eso figura en primera línea de la Memoria de aquel ,
recuerdo aquel dialogo entre Žižek y Álvaro tan similar al de “los chiflados”: Lucas:
Dígame, licenciado Chaparrón: ¡Licenciado! Lucas: ¡Gracias, muchas gracias!
Chaparrón: No hay de queso … el filósofo decía: Vice “Voy a tratar de ser breve y
responder con este tipo de respuestas de una sola frase. Deberíamos tratar de terminar

1
Columnista en Diarios de Bolivia.
rápidamente porque es horrible pero parece que estamos de acuerdo” “sinceramente
admiro a la persona que está sentada a mi derecha…”.

Retomando el debate, y parafraseando a Pavón. Marx y Lacan son demasiado como para
poder ocupar un mismo espacio. No pueden coexistir sin excluirse mutuamente. No pueden
cohabitar sin desalojarse. Tampoco pueden encontrarse el uno con el otro sin desgastarse y
desafilarse. Es lo que, les ocurre en la obra de Slavoj Žižek. Es por eso, que hablar de la
existencia de un marxismo lacaniano es una broma de mal gusto. Desde un punto de vista
psicoanalítico, es un lapsus. Desde un punto de vista marxista, es infantil e irracional,
prematuro e inmaduro, muy simplista y simplificador, irrisorio, demasiado fácil para ser
verdad, cuestionable desde todos los puntos de vista. Tan descarado como aparentemente
desatinado.

Esta izquierda lacaniana no es lacaniana, porque toma a Lacan como una opción política,
cuando el marxismo debe ser la opción política, y no así el psicoanálisis, porque este no es
una visión del mundo, este no exige un posicionamiento del sujeto, cuando buscan en
Lacan una opción política, dejan de ser lacanianos y es a eso que le temía tanto Lacan
convertirse en algo que no es. Esta izquierda lacaniana está traicionando a lacan, porque el
inconsciente es la política el psicoanalista no debe hacer política con el inconsciente. Lo
que pasa con Slavojk zizek es que hace una mala lectura de Pascal este hablaba de
aceptación y de la voluntad del sujeto, en el que el significante determinaría al sujeto y ese
identificarse ya no podría desidentificarse, pero no toma en cuenta que el sujeto conserva
un reducto de libertad, es decir, una parte no determinada, en la que el sujeto podrá
desindentificarse.

Potrebbero piacerti anche