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Los pulmones están formados por bronquios a través de los cuales se transporta
el oxígeno del aire a las venas y a las arterias. Cuando la sangre sale de los
pulmones a través de las arterias tiene un color rojo brillante debido a su alto
contenido de oxígeno. Esta sangre es bombeada por el corazón a través de las
arterias y de los capilares, llegando de este modo a todos los órganos y tejidos. A
medida que la sangre va aportando el oxígeno y captando los productos de
desecho de las células, va cambiando de color y adquiriendo el color azulado
típico de las venas. De esta forma llega al lado derecho del corazón desde donde
sale de nuevo hacia los pulmones, distribuyéndose por los millones de capilares.
Cuando el oxígeno inspirado se pone en contacto con esta sangre venosa que
contiene los productos de degradación de las células se produce una reacción por
la cual las células toman el oxígeno y liberan dióxido de carbono. Una vez que la
sangre se ha purificado, vuelve al lado izquierdo del corazón desde donde se
distribuirá de nuevo por todo el organismo.
Observación de la respiración
Coloquemos una mano en el lugar del cuerpo que vea que sube y baja cada vez
que espiramos. Si este lugar se encuentra situado en el tórax, si es así significa
que no está ventilando totalmente los pulmones. Las personas nerviosas tienden a
hacer respiraciones cortas y superficiales que sólo alcanzan la parte más alta del
tórax. Hay que colocar las manos en el abdomen y notar como se eleva y
desciende en cada espiración. Es preferible respirar por la nariz más que por la
boca. El tórax debe moverse al mismo tiempo que el abdomen.
1. En posición acostado boca arriba, ponga una mano relajada debajo de sus
costillas y la otra a la altura del pecho.
2. Cierre los ojos e imagine un lugar tranquilo para usted.
3. Iniciará su respiración, despacio, aumentando el volumen de su abdomen
en 6 segundos
4. Después manteniendo el abdomen inflado, lleve un poco más de aire al
área del pecho, poco a poco en 6 segundos más
5. Mantenga la respiración y llene un poco más en 3 segundos hasta que su
clavícula se sostenga hacia arriba y sus hombros suban también.
6. Despacio empiece a vaciar poco a poco el aire por la nariz, empezando por
el abdomen hasta vaciarlo y después bajando el área del pecho, clavícula y
hombros.
7. Relaje sus brazos y llévelos a los costados con las palmas hacia arriba
8. Repita esto de 5 a 10 veces más hasta que se sienta completamente
relajado, realícelo por lo menos 4 veces por semana.