PROPIEDADES FÍSICAS: Cuando los suelos se forman a partir de regolito, se
desarrolla típicamente una serie de capas u horizontes (Figura 9-31), que son el resultado de diversos procesos de meteorización (Brady 1984). Los grupos O, u horizontes orgánicos, se desarrollan sobre el suelo mineral y contienen la materia orgánica conocida como humus; estos horizontes se forman a partir de los residuos animales y vegetales depositados en la superficie.
El horizonte O se divide en un horizonte O,, donde las formas animales y
vegetales originales todavía son reconocibles, y un horizonte 0 2, donde la degradación de los restos impide ya su identificación. El horizonte A, o eluvial es la capa mineral que se extiende cerca de la superficie del suelo. Se caracteriza por ser la zona de lixiviación máxima; se divide en una capa A,, donde el suelo mineral se mezcla con el humus, una capa A2, con una lixiviación máxima de arcillas de silicato, óxidos de hierro y óxidos de aluminio, y una capa A3, que es una transición hacia el horizonte B, que se extiende por debajo. El horizonte B, o iluvial, es donde tiene lugar la deposición y la máxima acumulación de materiales, como óxidos de hierro, óxidos de aluminio y arcillas de silicato. La combinación de los horizontes A y B se conoce como solum. Independientemente de los horizontes, los suelos contienen proporciones variables de arcilla, aluviones y partículas de arena (Brady 1984). La proporción de estas partículas de diferente tamaño constituye la textura del suelo, la cual es una propiedad importante para la ecología de los microorganismos, ya que determina el área de la superficie disponible como hábitat para el crecimiento de los microorganismos. Los suelos con mayor composición en arcilla tienen una mayor área de superficie disponible que aquellos en los que predomina la concentración de granos de arena, cuyo tamaño es mucho mayor que el de las partículas de arcilla (Tabla 9-8). Cuando se consideran las partículas de suelo como un hábitat para los microorganismos, también hay que tener en cuenta la naturaleza de las partículas de arcilla (Marshall 1980). Los distintos coloides de arcilla difieren significativamente en sus propiedades físicas y químicas (Tabla 9-9). Estas diferencias determinan la cantidad y la variedad de los tipos de microorganismos que pueden ocupar un hábitat particular (Hattori y Hattori 1976). BIBLIOGRAFIA
BOOS, W., J.M. LUCHT. (1996): Periplasmic binding protein-dependent
ABC transporters. En: “Escherichia coli and Salmonella typhimurium. Cellular and molecular biology”, 2ª edición (F.C. Neidhart, ed.). American Society for Microbiology Press. Washington, D.C., págs. 1175-1223. ATLAS, R. M. Y BARTHA, R.