TEMA Nº 02

Ing. Pedro Aquije Gómez

4.- LABRANZAS SEGÚN SU DIRECCIÓN:

La dirección de la labranza se ejecuta en el sentido de la mayor dimensión del terreno,

economizando tiempo, pues así se dará menos número de vueltas.

Cuando el terreno tiene gradiente pronunciada, se procura seguir una dirección oblicua;
intermedia entre la horizontal y la máxima gradiente.

Si se sigue la dirección de la pendiente mayor, la labranza será muy difícil a la subida del
tractor.

5.- LABRANZA SEGÚN LA HÚMEDAD DEL TERRENO:

Las labranzas pueden realizarse en terreno seco o en capacidad de campo o “a punto”.

a) Labranza en seco.- son factibles en terrenos sueltos arenosos o francos, tienen como
inconveniente, el mayor desgaste de implementos, mayor esfuerzo de tracción del
tractor y un menor mullimiento del terreno.
b) Labranza en húmedo.- La humedad es proporcionada por un riego previo que recibe
l a denominación de machaco o remojo

Esta operación previa se realiza para disminuir la tenacidad del terreno, pues la
cohesión de las partículas del suelo, oponen una gran resistencia a la penetración de
los implementos de labranza.

Ventajas:

. Una mayor y mejor penetración de los implementos.

. Menor esfuerzo de tracción.

. Mejor mullimiento y facilita las labores posteriores

. Mejor conservación de los implementos.

. Economía de agua.

. Posibilidad de destruir malas hierbas que germinan y crecen con la humedad del
suelo dada por el remojo de machaco.
 EPOCA Y NÚMERO DE LABRANZAS.

La época depende en gran parte de los factores `propios de cada fundo y del criterio del
agricultor o del técnico asesor. Al fijarlas se deben considerar en primer lugar, la época de
siembra de modo que las labranzas se ejecuten con la debida anticipación, para que cuando
llegue la época de siembra el terreno se encuentre ya preparado.

Otro factor importante es la disponibilidad de implementos de trabajo. Cuando la labranza se

ejecuta en húmedo el agua es otro factor que condiciona la época.

En cuanto el número de labranza a ejecutar depende de la textura de los suelos X ej. Los
arcillosos requieren ser labrados varias veces para quedar en condiciones de ser sembrados.

También se debe tener en cuenta que el número excesivo de labranzas tienden a pulverizar el
suelo.

En caso de varias labranzas se debe procurar que ellas no coincidan en dirección, es decir que
cada labranza sea perpendicular a la precedente o por lo menos oblicua.

TRANSFORMACIONES QUE SE PROMUEVEN EN EL SUELO CON LA LABRANZA.

Estas están regidas por fenómenos físicos, químicos y biológicos.

Fenómenos físicos:

1.- Dar al suelo la capacidad para el contenido de aire (espacio poroso)

2.- Aumentar la capacidad para almacenar la mayor cantidad de agua (espacio
poroso)
3.- Prevenir el lavado de suelo.
4.- Tratar que el exceso de agua pueda penetrar al subsuelo evitando la
escorrentía superficial
5.- Consolidar el suelo mezclándolo con los restos vegetales y disminuir así, los
efectos de la erosión.

Fenómenos químicos:

1.- Oxidación necesaria para la nitrificación.

2.- Humificación de la materia orgánica resultante de la destrucción de la flora y
del micro flora.
3.- Modificación del pH del suelo.

Fenómenos biológicos:

1.- Fomentar el desarrollo de los microorganismos que transforman la M.O de los

distintos animales y vegetales en humus.
2.- Destrucción de las malezas.
3.- Destrucción de insectos.
LABORES COMPLEMENTARIAS.
Conocidas también como labranzas secundarias, se ejecuta por que después del
laboreo de aradura, el terreno presenta una superficie no del todo mullida y no
apropiada para la siembra. Se puede observar una cantidad de terreno aun
compactado en forma de bloques, terrones, además presentan raíces y malezas.
Las labores complementarias comprenden a dos alternativas:
Primero cuando se quiere sembrar en seco; es decir con aradura también en seco,
entonces es indispensable desmenuzar los terrones para tener una buena cama
para la semilla, para ello se hace el pasaje de grada de discos, luego el pasaje de
una rastra de puntas o rastrillo de brazos flexibles o rígidos con la finalidad de
recoger los restos de malezas como también desenterrar raíces y otros fragmentos
vegetales. Posteriormente los rastrojos que han sido amontonados, son
recolectados a mano para ser quemados a un lado del campo (despajado).

La segunda alternativa implica la siembra en húmedo; y presenta dos casos con el

mismo principio.
El primer caso, es cuando la aradura se ha efectuado en seco, y se desea sembrar
en húmedo, no es necesario pulverizar ni limpiar en forma minuciosa la superficie
del terreno después de la aradura. Por ello es más económico remojar el terreno
después de la aradura tal como queda, confiando que el agua cumplirá la función
de desmenuzar los terrones y descomposición de malezas y rastrojos que aun
quedan.
Después del remojo cuando el terreno esta a punto, se procede a ejecutar una
nueva labranza que puede ser un nuevo pasaje de arado o simplemente un
gradeo. La elección del implemento a usar depende en gran parte de la naturaleza
del terreno.
El segundo caso de la siembra en húmedo se presenta cuando la aradura se
ejecuta también en húmedo, luego se procederá a gradear, rastrillar el terreno
para terminar con el despaje y quema de los rastrojos
Una labor final a la preparación del terreno y complementaria a todas las
labranzas es el nivelado, planchado o “tabloneo”

DESVENTAJAS DE LA LABRANZA (Convencional)

1.- El subsuelo puede eventualmente llegar a la superficie y si las características
físicas y químicas del subsuelo no fueran favorables, podrían provocar problemas
de germinación y del crecimiento inicial del cultivo.
2.- La inversión y las muchas labranzas del suelo resultan en un suelo blando y
susceptible a la compactación.
3.- La base de la vertedera alisa el suelo resultando en el tapado de los poros lo
que perjudica la permeabilidad de la capa superficial.
4.- Al arar cada año a la misma profundidad se forma una zona compactada, el piso
de arado. Esto es común cuando la superficie del suelo está seca pero el contenido
de humedad a 20 cm de profundidad es aún alto.
5.- El alto número de labranzas para preparar la cama de siembra resulta en la
pérdida de humedad, aunque al comienzo de las labranzas el suelo tuviera un
contenido de humedad apropiado para la germinación, al terminar la preparación
de la cama de siembra podría estar demasiado seco para poder sembrar, entonces
hay que esperar otra lluvia o regar antes de poder sembrar.

BARBECHO.
Es un conjunto de labores culturales, aplicados a un suelo agrícola para
mantenerlo removido y sin vegetación por mucho tiempo 5 a 7 meses, un año o
una campaña agrícola.
En el tiempo de descanso el suelo agrícola recupera o aumenta su fertilidad
natural, si hubiera aumento de la humedad aumentará la actividad microbiana.
Las características del barbecho son:
Generalmente se practica en regiones áridas, permitiendo al suelo entrar en una
etapa de reposo labrado, por la mejor actividad microbiana, aumentan el
nitrógeno y fósforo disponibles y se mejora la estructura del suelo (Disposición de
las partículas con diferente grado de porosidad).

LABRANZA CONSERVACINISTA.

Labranza mínima.- Técnica que requiere del menor número posible de

manipulaciones del terreno de tal manera que el lecho de siembra la germinación
y la producción sean satisfactorias. En este caso se eliminan las labores
consideradas menos necesarias. Este tipo de labranza se recomienda en suelos
limpios, sueltos y siembra superficial.
Labranza nula.- Se refiere a la siembra directa dentro de los rastrojos del cultivo
anterior sin ninguna labranza o disturbio del suelo, salvo lo necesario para colocar
la semilla a la profundidad deseada. El control de las malezas depende
mayormente del uso de herbicidas.