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Amelia, la protagonista, es una chica de 27 años que desde los nueve (y no desde los 15 como

mal informan muchas sinopsis que he visto) puede ver fantasmas al igual que su padre. Y es por
esto que su padre le ha mencionado unas reglas que debe seguir si no quiere correr riesgos o
pasarse de la raya con este tema. Amelia tiene un trabajo muy peculiar e interesante: se dedica a
restaurar viejos cementerios. No solo los limpia sino que hace un trabajo profundo investigando
cada uno, organizando y reubicando lápidas desconocidas, informándose sobre el pasado de cada
lugar en el que trabaja. etc. Se toma muy en serio su trabajo y realmente le apasiona y lo disfruta.
Además tiene un blog en donde cuenta un poco de esto y donde todos la apodan La reina del
cementerio.
Vive sola en una casa que al parecer se encuentra en terreno santificado por lo que no corre
riesgos de toparse con presencias indeseadas, está protegida y segura. Pero esa relativa
tranquilidad que tiene considerando su don y su trabajo, se quiebra cuando se topa con el
detective Devlin, un hombre demasiado misterioso y cerrado que le pide ayuda en un caso cuando
encuentran un cuerpo en el cementerio en el cual Amelia trabaja en ese momento. Y allí empiezan
a sucederse una serie de acontecimientos, raros, misteriosos, oscuros e inexplicables que
involucran a muchas personas y arrastran a Amelia hacia un camino bastante peligroso.
Empecé este libro con muchas ganas pero sin crearme expectativas, simplemente pensando en
disfrutarlo y nada más; y la verdad es que me encantó. Dejando de lado algunas cosas que
mencionaré más adelante y que no lo hacen perfecto, fue una lectura muy satisfactoria y
entretenida. Me inspiró a crear Fanarts, lo cual dice mucho ya que esto me sucede cuando un libro
me gusta.
Empezaré hablando de la protagonista, lo cual fue un punto a favor del libro y de que lo

disfrutara. Me gustó mucho Amelia , la verdad es que hasta me sorprendió. Por un lado
porque siendo que el libro trata un poco lo paranormal y que ella tiene el don de ver fantasmas
desde niña, imaginé que quizá iba a ser una mujer demasiado atrevida o valiente, hasta algo
prepotente quizá; pero no, para nada. Esto se puede ver como algo flojo en el personaje de Amelia
o no. Porque ella tiene las mismas incertidumbres y temores antes lo paranormal como podría
tenerlo cualquier otra persona, no se desmaya ni sale corriendo pero tampoco le da lo mismo todo
o pasa un fantasma y lo saluda. Quizá puede que su personalidad parezca un poquito floja en este
punto pero a mi no me molesto tanto eso, porque me permitió conectar más con ella y
simpatizar mucho con su forma de ser. Me encantó que fuera tan independiente, solitaria y a
su vez sintiera las mismas cosas que puede sentir cualquier otra chica de su edad (incluso las que
no ven fantasmas).

El libro está narrado en primera persona por Amelia, y eso me gusto mucho. Al leer podemos
entenderla, conocer lo que siente y todo lo que pasa por su mente, además de que vamos
descubriendo las cosas al mismo tiempo que ella y por ende sorprendiéndonos con cada avance.
Respecto a la pluma de Amanda Stevens, es la primera vez que leo de algo de ella y me
encantó. Es de ese tipo de narraciones que sin llegar a ser sublime te mantiene enganchada
en todo momento, entretiene mucho, no decae, no aburre y sobre todo sabe atraparte. La
lectura se me hizo muy ligera y rápida. El único fallo que noté en este punto es que sentí que al
libro le faltó un poco más de descripciones de los lugares, más elementos en la narración o en la
historia en sí que terminaran de crear un buen ambiente oscuro o paranormal en ocasiones. Me
faltó un poco más de esa cosa tétrica o bien creepy referida a los fantasmas y los cementerios.
Digamos que unas descripciones un poco más extensas que permitieran sentir ese ambiente
oscuro o tenebroso no hubieran estado para nada mal.
Esto me lleva a mencionar otro punto importante del libro y es que no se trata de una novela que
de miedo. El libro no me dio miedo ni temor o cosa rara, en casi ningún momento. No es que
esperara asustarme a cada página pero lo menciono por si alguien se lanza a leerlo esperando
eso. Al tratar temas como los fantasmas, lo paranormal, los cementerios, etc. uno puede imaginar
que habrá un poco de eso, y lo hay pero no hasta el punto de llegar a atemorizar mientras lees, al
menos no en mi caso. Solo en una ocasión sentí un especie de escalofrío o "cuiqui" y fue
fascinante (cripta ejem). Pero fue solo una vez.
Esto está aparejado con otro aspecto que es el tema de el don de Amelia y su capacidad para
ver/percibir fantasmas o presencias extrañas, así como su modo de relacionarse con ellos o de
actuar. Esto me encantó, pero nuevamente sentí que al menos en este inicio de saga es un tema
que no se desarrolla totalmente, no se profundiza mucho en ello. Simplemente se confirma que
es así y listo. Es algo que me interesa mucho y espero que se siga profundizando en los siguientes
libros.
Esos fueron más que nada los pequeños fallos que encontré en el libro pero que no me parecen
tremendos como para decir que no merece la pena.

Como dije antes, a lo largo del libro se mantiene constantemente la intriga y el misterio. Es una
novela que mezcla muy bien lo paranormal, con el suspenso y con una trama de
investigación policial. Son muchos los personajes secundarios que aparecen a lo largo de
este primer libro y todos y cada uno tiene cierto peso en la historia. Si son como yo, de marearse u
olvidarse fácilmente de los nombres de los personajes secundarios en tramas algo enredadas, les
aconsejo que cuando empiecen a leer el libro tomen nota de quien es cada personaje y cual es su
rol en la historia ya que les será de mucha ayuda hacia el final. Dentro de los secundarios, el más
importante es el detective Devlin, con quien Amelia deberá trabajar en equipo para resolver el caso
del cementerio en que trabaja. Devlin es un hombre que... digamos que nunca lo terminamos
de conocer en este libro. Llegamos a saber muy poco de él, pero tiene a su vez un "algo", un
misterio a su alrededor y ciertas cosas muy peculiares que logran atraparte y sentir
curiosidad por su persona. Me gusto mucho y aunque seguro en los siguientes libros se
profundiza más en su personaje, lo que supe de él en este primer libro me encantó. La autora logró
que sintiera esa misma atracción que siente Amelia, casi inexplicable y extraña, pero de cierto
modo inevitable.

Respecto al romance, no diría que es una novela romántica ni usaría la palabra amor. Más bien lo
que vemos en este primer libro es una tensión sexual, una electricidad, deseo o atracción extraña
entre Amelia y el detective que sin llegar a desarrollarse por completo y sin ser, para nada, lo
primordial en el libro, tampoco resulta forzada ni de más. Lo que hay me gusto y promete mucho
para el siguiente libro.
Lo que me encantó de este libro e hizo que lo disfrutara y me inspirara creando algunos fan arts,
es el tema de los cementerios y el misterio. Los cementerios, a pesar de esa falta que mencioné
arriba, me encantaron: ese aire a abandono, secretos del pasado, lápidas extrañas y frases o
mensajes que Amelia va descubriendo son espectaculares. Por otro lado me encantó
la investigación que se va desarrollando a lo largo del libro, las incógnitas, los misterios sin
resolver, las dudas, los secretos, las pequeñas trampas que hay. La autora plantea muy bien la
trama policial y el tema de los asesinatos, y nos lleva junto con Amelia a ir sacando
conclusiones y a tratar de adivinar que es lo que sucede. Los personajes secundarios esconden
muchos secretos y no se sabe en cual confiar.
El final, se siente como esas películas que a último momento te revelan muchas cosas juntas y si
no estuviste atenta desde el principio te dejan totalmente desubicada y sin entender nada. Me
encantó, me sorprendió y me hizo preguntarme muchas cosas a la vez que me dieron ganas de
volver a leerlo para tomar nota de todo. Te deja con preguntas, deja varios cabos sueltos y sobre
todo te deja queriendo leer la segunda parte.

La restauradora es un libro que realmente disfruté. Es un inicio de saga que promete,


y que a pesar de pequeños detalles que no lo hacen perfecto, tiene una combinación de elementos
muy interesante y jugosa: misterio, asesinatos, fenómenos paranormales, tensión sexual, un poco
de drama y unos cuantos secretos y personajes interesantes que te mantienen atrapado al leer y te
dejan con curiosidad por lo que pueda pasar en la siguiente página.

Amelia Gray tiene veintisiete años y desde los nueve puede ver fantasmas. Heredó el don (o
maldición) de su padre, y también a través de él supo las reglas que todo médium debe respetar
para poder serlo y llevar una vida tranquila: no alejarse de los campos santos; ignorar la presencia
de fantasmas a su alrededor, aunque quieran hacerse presentes; no relacionarse con personas a
las que los espíritus acechan.
Amelia se dedica a restaurar cementerios de valor histórico artístico y con ello cumple con una de
las reglas que su padre le impuso en su momento también consigue llevarlas a rajatabla. Esto es,
hasta que todo cambia.
Un asesinato en uno de los cementerios en los que está trabajando la pone en contacto con un
detective acechado. Y hay algo que la empuja a estar cerca de él, a pesar del peligro al que casi de
inmediato se ve sometida. Los fantasmas del detective empezarán a amenazarla y ella deberá elegir
entre sus sentimientos y su propia seguridad

La restauradora es una genial historia acerca de una mujer llamada Amelia, la cual puede
ver fantasmas. Ella empieza a trabajar como restauradora en un cementerio. Los problemas
de Amelia no comienzan y terminan con ver fantasmas. El último trabajo que llevó, ha
puesto al descubierto un misterioso asesinato en el que sin comerlo, ni beberlo, se ha visto
involucrada con la detención llevada a cabo por el grandilocuente detective Devlin.
Amelia Gray, con el fin de protegerse de la naturaleza parasitaria de los muertos, siempre
ha mantenido firmes las reglas heredadas de su padre. Pero ahora, ese detective
obsesionado ha entrado en su mundo y todo está cambiando, incluyendo las reglas que
siempre le han mantenido a salvo. Todo comienza con el descubrimiento de un cuerpo
brutalmente asesinado de una joven. Las pistas sobre el asesino se encuentran en el
simbolismo de una lápida que sólo ella puede interpretar. Devlin necesita su ayuda pero los
fantasmas siguen todos sus movimientos, alimentándose de su calor, manteniendo su
presencia y restándole energía…
Existe cierto magnetismo que la acerca al asesino, y sobre todo, al tenue velo que separa
ambos mundos.
Me gustó mucho la historia. El misterio. No saber en ningún momento quién era el asesino.
Tienes tus sospechas, algunas conjeturas, pero a pesar de que te acercas, los personajes
te confunden. Dicho esto, la historia es realmente atractiva y te compensa al final.
Admito que a pesar de que La restauradora tiene un comienzo algo lento, después te
engancha de forma brutal y merece mucho la pena. Me encantó la atención de Amelia al
detalle y su curiosidad sobre todas las cosas, las tangibles y las intangibles.
Por otra parte, después de la imaginería espeluznante al final del libro, quizás a la a mayoría
de los lectores no les importe, pero yo estuve durante un buen rato en la noche, temblando.

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