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Caracas se activa todos los días a las 5 am mientras el primer rayo de sol asombra
sobre el espesor verde del cerro Avila. Los apurados caraqueños se suben a las
“camioneticas”, un minibus que al verlo lo detienen extendiendo el brazo. Otros toman
el metro, el medio más práctico para cualquier viajero que desee conocer a fondo la
ciudad. En los bulliciosos barrios y avenidas principales los mototaxistas ofrecen su
servicio a cualquier destino.
Fue fundada hace 449 años y debe su nombre a la tribu indígena precolombina que lo
habitaba y a su vez su denominación proviene de una planta que consumían. Pasado
el tiempo y con el paso de la modernidad llegó a tener el título de la “Sucursal del
Cielo”.
Una buena manera de conocer Caracas es a través del Metro, que recorre toda la
ciudad desde las zonas populares en el Oeste y Suroeste hasta las más acomodadas
al Este. El metro es rápido, seguro y muy barato: 4 bolívares el viaje (0,01 dólar). Por
ser un transporte masivo se recomienda evitar trasladarse al medio día y en las tarde
después de las 4 de la tarde.
Hay 240 líneas de camioneticas para trasladarse por la ciudad. Por viaje cobran 70
bolívares (0,10 dólares). A pesar de que existen paradas establecidas, en estas rutas
reina la informalidad: para abordar la unidad de transporte el caraqueño extiende el
brazo o hace una seña al chofer. Para bajar,basta con gritar “Parada” y el conductor
se detiene. Las camionetas pueden resultar algo inseguras pues han ocurrido allí
robos y asaltos.
Punta a punta
Los principales puntos de interés para el viajero son el Casco Colonial con su plaza
Bolívar, la casa natal del Libertador, La plaza Caracas, La urbanización El Silencio
con sus torres gemelas, los teatros Municipal, Principal, Bolívar, Nacional, Teresa
Carreño; el Panteón Nacional -donde descansan los restos de Simón Bolívar-, el
Cuartel de la Montaña – donde está la tumba de Hugo Chávez, El parque Ezequiel
Zamora; Los edificios de Parque Central, LA avenida Bolívar, Y el teleférico -que sube
a la cima de la montaña Waraira Repano-. Así como centros culturales como la
Galería de Arte Nacional y los Museos de Bellas Artes Y de Ciencias; y otros
rescatados por la Revolución.
Para llegar al casco histórico hay que bajarse en la estación del metro Capitolio. Aquí
se saborean los mejores cafés y chocolates de la capital, en las mesas del Café y
Cacao Venezuela en las esquinas Gradillas y Sociedad. Mientras que entre las
esquinas Gradillas y San Jacinto está la heladería Coppelia, empresa creada en 2012
por un convenio entre Venezuela y Cuba, una sucursal de la que hay en Cuba.
Desde la estación del metro El Silencio hay un bus gratuito cada media hora, que va
al Cuartel de la Montaña en el barrio popular 23 de Enero, donde están los restos del
presidente fallecido Hugo Chávez. Allí se entra en grupo mientras el guía hace una
breve reseña histórica del lugar. A las 4:25 de la tarde se dispara el cañón de salva
recordando al fallecido Chávez. En el 23 de Enero se exhiben afiches y murales que
evocan al Comandante Chávez.
En el Suroeste de Caracas está Los Próceres, un área militar destinada para los
desfiles patrios y también al deporte y la recreación. Para llegar allí se puede tomar el
Buscaracas, extensión del Metro desde la estación La Hoyada. Un poco más al Este –
cerca de la estación de Bellas Artes- están los museos de Ciencias Y, Bellas Artes, la
Galería de Arte Nacional y el parque Los Caobos donde hay exposiciones culturales.
Con sus contradicciones y a pesar del ataque de constante desprestigio por parte de
los emporios mediáticos, Caracas tiene por su puesto su lado muy humano donde
reina la tolerancia racial entre blancos, negros y aborígenes. Es una ciudad que se
acuesta temprano y mantiene su calor caribeño acogedor y solidario como cualidad
inherente de esta población.