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El empirismo de David Hume está influenciado por conocimientos científicos y se trata de

generar y probar conocimiento acerca del mundo sensible, de nuestra sociedad, a través de
la experiencia que es lo exterior a nosotros, los sentidos, y también la experiencia interna
que tiene que ver con la percepción de nuestra conciencia. La experiencia comienza a
través de la percepción. Hay dos tipos de percepciones:
● Simple: que son los sentidos, no se pueden separar y son la base de las
impresiones.
● Compleja: se pueden separar de las básicas, son las impresiones y las ideas.
Esta corriente habla de abandonar la fé en la razón como única fuente válida de
conocimiento y la creencia en Dios como fundamento de las verdades. Habla de rechazar
las ideas innatas y poner en primer plano los sentidos. Estos sentidos pueden ser captados
de manera directa o indirecta:
● Directa: sentidos.
● Indirecta: lo que queda en la cabeza, razonamiento.
También establece una relación con el saber científico que produce conocimiento a través
de la experiencia.
Como todos los filósofos de su época, si bien ponía en un plano muy alto el conocimiento
del mundo, se basaba en fundamentos matemáticos. Habla sobre los hechos y las
relaciones. Los hechos son las relaciones entre hechos y las relaciones son el razona y el
pensar, son causalidad y son sucesos que se generan con cierta frecuencia, se conectan en
mi cabeza. Un ejemplo de relaciones es decir, cada vez que tiro una pelota de basquet al
piso rebota, lo hago sucesivas veces y por lo tanto establezco una relación: cada vez que
tiro una pelota de basquet al piso rebota. En base a estos principios se generan enunciados.
Estos mismos pueden ser verdaderos o falsos, pero un enunciado sobre una relación entre
relaciones, siempre es verdadero, excepto que haya una contradicción, un ejemplo de esto
es que siempre dos más dos es cuatro.

El empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la


percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más extremo, la
experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su origen sino también en
cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para formar los conceptos y éstos
encuentran en lo sensible su justificación y su limitación.
En la Antigüedad clásica el conocimiento teórico y práctico, como saber universal y
necesario, ideal del «saber» es independiente de la experiencia,6 y constituye la Sabiduría.
La máxima expresión como conocimiento de la verdad, como ciencia, es la Metafísica y el
modelo ideal de vida el más cercano posible a la felicidad, como ética, constituyen el ideal
del sabio.
Tal vez sea Aristóteles quien mejor expresó el valor del conocimiento de la experiencia, por
más que lo considerara sometido al supremo valor de lo teórico. En su Metafísica (982b
11-32), Aristóteles concibe al conocimiento como un proceso:

Se parte de lo común con los animales dotados de sensación y memoria y, por tanto, con
experiencia; es la acumulación de experiencia lo que a los hombres hace «expertos».
Más perfecto es el conocimiento de dicha experiencia unida a la reflexión, lo que convierte a
los hombres en “artesanos”; lo que hoy denominaríamos técnicos (médicos, arquitectos,
estrategas, etc.)
La perfección de la función racional humana se manifiesta en la suprema facultad de
elevarse a los fundamentos de dichos conocimientos a través de las causas hasta los
primeros principios; es en esto en lo que el hombre se asemeja a los dioses, el saber de
una Ciencia primera, entendida hasta el siglo XVIII como Metafísica. Esto solo es posible en
la medida en que una sociedad tiene asegurados los bienes materiales, y por tanto puede
dedicar a los «hombres libres» a la «inutilidad» del pensamiento en búsqueda de la verdad
de la ciencia.
La influencia de los artesanos en la elaboración de teorías, o mejor dicho normas generales,
más o menos científicas para la práctica de la construcción, la agricultura, la navegación, la
medicina, etc., siempre estuvo presente, sobre todo en el helenismo, Alejandría y durante el
Imperio romano donde las «artes» tuvieron una importancia enorme en las construcciones
civiles, no solo en las ciudades, sino en la construcción de carreteras, puentes y obras
hidráulicas.
Los griegos separaron el conocimiento de la razón, que conoce por conceptos aplicables a
multitud de objetos como conocimiento universal, del mero conocimiento de la experiencia
que conoce por los sentidos únicamente lo individual y concreto.

Cómo se entienda qué son los conceptos y su relación con lo sensible y ambos en su
relación con la realidad es el fundamento de estas dos actitudes que consideramos los
antecedentes del racionalismo y el empirismo.

● En la medida en que tales conceptos representan la "esencia" inmutable de las


cosas, las formas de la sustancia, el conocimiento adquiere un sentido Universal y
necesario, y por ello es un conocimiento objetivo y hace posible el conocimiento
científico. Tal es el fundamento de la actitud racionalista. El lenguaje, entonces, en la
medida en que es capaz de representar los conceptos como verdaderos en un
lenguaje “apofántico”, como decía Aristóteles, manifiesta en su contenido fielmente
la realidad como verdad.
● En la medida en que el concepto esté más cercano y dependa más de la experiencia
sensible, el conocimiento ofrece únicamente un conocimiento cuya verdad descansa
en el caso individual y concreto y está sujeta a la subjetividad del individuo que tiene
la experiencia. Los conceptos y su referente en el lenguaje, las palabras, son algo
convencional, generalizaciones de la experiencia individual compartida con los
miembros de una sociedad cultural que hace posible la comunicación mediante el
lenguaje.
Edad Media
En Occidente la caída del Imperio romano deja todo el saber refugiado en los monasterios y
queda restringido prácticamente al control y poder de la Iglesia. El pensamiento cristiano
adoptó durante la antigüedad y toda la Alta Edad Media el platonismo y neoplatonismo por
ser el pensamiento que mejor se adaptaba a su creencia en un Dios único y creador del
mundo conforme a unas Ideas (Divina Providencia), y concedía un sentido trascendente a la
vida del ser humano, con otra vida que ha de ser juzgada por Dios.
Los grandes descubrimientos, (brújula, pólvora, imprenta, las Indias occidentales), han
ensanchado enormemente el mundo conocido hasta entonces y los modos de organización
social y la transmisión de la cultura a través de los libros.
Renacimiento
Este proceso renovador avanza de manera espectacular en el Renacimiento, siendo de
especial importancia la sustitución del ábaco por el algoritmo en las operaciones esenciales
para el cálculo. Esto se hace posible tras la aportación árabe del sistema de numeración
decimal, introduciendo el cero, ya conocido en la India y por los mayas, y los grafos
numéricos actuales, que hicieron posible confeccionar tablas de operaciones aritméticas y
sobre todo ampliar los campos del cálculo, esencial para el comercio que en esta época
cultiva la burguesía de las ciudades.

El saber se independiza en las ciudades del control de la Iglesia y a través de la influencia


de artistas y artesanos, sobre todo la arquitectura para las nuevas construcciones de las
ciudades y la metalurgia esencial para las nuevas «artes de la guerra» por la aplicación de
la pólvora. La experiencia como fuente de conocimiento adquiere un valor social que hasta
entonces no había tenido.

El hecho del descubrimiento de las «Indias Occidentales» plantea el tema de la redondez de


la tierra a la vez que el heliocentrismo toma cuerpo de hipótesis científica con el libro de
Copérnico. El heliocentrismo pone en cuestión y profundiza la crisis de la concepción
medieval del mundo y la física aristotélica.

Edad Moderna
La filosofía aristotélica tradicional entra profundamente en crisis a partir de la teoría
heliocéntrica del universo y de los progresos que la ciencia está obteniendo aplicando
métodos nuevos de investigación. De especial relevancia es el método
«resolutivo-compositivo» de Galileo.

La ciencia intenta «descubrir las leyes que rigen la naturaleza para dominarla». ¿Cómo es
posible llegar a conocer desde la experiencia las leyes generales del comportamiento de la
naturaleza?

Dos modelos de método de investigación: Francis Bacon y Descartes


Dos modelos de pensamiento filosófico y valoración del conocimiento: Racionalismo y
Empirismo propiamente dichos.
Es en este campo filosófico de oposición racionalismo-empirismo en el que frecuentemente
se sitúa el empirismo en cuanto tal. Se restringe incluso al titulado «empirismo in​glés»
(Francis Bacon, Hobbes, Locke, Berkeley, Hume), en oposición al «racionalismo
conti​nental» (Descartes, Malebranche, Spinoza, Leibniz, Christian Wolff).

En esta oposición el problema se viene a reducir a la admisión de la existencia o no


existencia de las ideas innatas.

Según Descartes el entendimiento se funda en intuiciones evidentes puestas por Dios en la


naturaleza humana, como ideas innatas o principios del pensar, a partir de las cuales es
posible establecer unas relaciones lógicas entre las ideas recibidas de la experiencia.
John Locke responde al racionalismo continental, defendido por René Descartes,
escribiendo a finales del siglo XVII Ensayo sobre el entendimiento humano (1689).
Empirismo Inglés
El único conocimiento que los humanos pueden poseer es el conocimiento a posteriori (el
conocimiento basado en la experiencia). Es famosa su proposición de que la mente humana
es una Tabula rasa u hoja en blanco, en la cual se escriben las experiencias derivadas de
impresiones sensoriales a medida que la vida de una persona prosigue.

Hay dos fuentes de nuestras ideas: sensación (provenientes de los sentidos) y reflexión
(provenientes de las operaciones mentales: pensamientos, memorias...), en ambas se hace
una distinción entre ideas simples y complejas. Las ideas simples son creadas de un modo
pasivo en la mente, luego de obtenerlas mediante la sensación. Por el contrario, las ideas
complejas se crean después de la combinación, comparación o abstracción de las ideas
simples. Por ejemplo la idea de un cuerno al igual que la de un caballo son ambas ideas
simples, pero al juntarse para representar a un unicornio se convierten en una idea
compleja. De acuerdo con Locke, nuestro conocimiento de las cosas es una percepción de
ideas, que están en acuerdo o desacuerdo unas con otras según unas leyes de asociación
de ideas.
Por otra parte, David Hume reduce todo conocimiento, en cuanto tal, a «impresiones» e
«ideas». Admite dos tipos de verdades: «verdades de hecho» y «relación de ideas» Toda
idea ha de poder ser reducida a una impresión correspondiente. Cuando una idea surge de
la relación entre ideas, su contenido de realidad ha de depender de las impresiones que la
motivan. Si no encontramos dichas impresiones se debe rechazar como producto de la
mera imaginación sin contenido de realidad alguno. Tal ocurre con la idea de sustancia y la
idea de causa.

Un conjunto de impresiones generan una asociación de ideas respecto a un hecho y un


juicio al respecto. Un asesinato, por ejemplo, no es ni puede ser reducido a una impresión
Es una relación de ideas: La idea del hecho de matar a un hombre (recuerdo de una
impresión) junto con la idea del "desagrado que produce" en la conciencia como impresión
interna queda asociada en una nueva idea: "asesinato" como idea que expresa un juicio
moral relativo al rechazo de la asociación de las dos impresiones: El asesinato es algo
"malo" como apreciación subjetiva moral pero no tiene contenido de conocimiento verdadero
o falso.

De igual manera la noción de causa no puede ser reducida a una impresión; surge de la
relación entre ideas. ¿Cuál es la relación que une a dos ideas como causa?. Para Hume es
evidente que la relación causal se establece bajo el punto de vista de "una sucesión
constante de impresiones" que generan en el hombre un «hábito» o «costumbre».

El empirismo es la otra gran corriente de la modernidad, fundamentalmente inglesa,


contemporánea del racionalismo y, como respuesta histórica, opuesta a él. El empirismo, como
corriente filosófica que mantiene la primacía del conocimiento sensible o de la experiencia sobre el
conocimiento racional, tiene una larga tradición en el pensamiento anglosajón, que se extiende en el
tiempo desde el s. XVI con Francis Bacon hasta el s. XVIII con David Hume, y que llega incluso a
nuestros días.

1.1. Características principales del empirismo

​1. Negación de cualquier tipo de ideas innatas, de conocimiento innato​. ​No hay
conocimientos independientes de la experiencia, del dato sensible. Cada una de las ideas que
tenemos, por abstracta que pudiera parecer, tiene que poseer y de hecho posee una base y un
fundamento en el conocimiento aportado por los sentidos. No hay por qué recurrir a la hipótesis de
las “ideas innatas”. Para los empiristas el entendimiento humano es como una “tabla rasa”, como un
papel en blanco, en el que nada hay escrito antes de que la experiencia empiece a escribir en él.
Como dice John Locke:
​“Supongamos que la mente es, como decimos, un papel en blanco, limpio de toda
escritura, sin ideas. ¿Cómo llega a adquirirlas? ¿De dónde extrae los materiales la razón y el
conocimiento? A esto respondo con una palabra: de la experiencia”​.
​2. La experiencia es la única fuente de conocimiento​. Hay que rechazar como ilegítimo
cualquier contenido que no tenga un correlato previo en la experiencia. Por ello habrá que rechazar la
validez y legitimidad de las ideas de sustancia o de alma, pues en ninguna percepción sensible se
captan tales ideas.
​3. La evidencia sensible como único criterio de verdad​. Frente a la idea clara y distinta del
racionalismo cartesiano, el empirismo mantendrá que el criterio que nos permite distinguir lo
verdadero de lo falso es la evidencia del dato sensible. Sólo el conocimiento sensible nos puede
poner en contacto con lo real y sólo la evidencia sensible nos permite distinguir entre lo real y lo no
real, entre lo verdadero y lo falso. ​Toda verdad debe ser puesta a prueba, y a partir de la

experiencia, puede eventualmente ser modificada, corregida o abandonada.  


​4. Negación de la posibilidad de un conocimiento de validez universal y necesaria​.
Puesto que mediante el conocimiento sensible sólo percibimos los seres concretos y singulares, que
son particulares –no universales- y mutables y cambiantes –no necesarios-, es lógico que el
empirismo mantenga que todo conocimiento es fluctuante y cambiante. El conocimiento, pues, no
trasciende de los límites de la experiencia sensible externa –sensaciones- e interna –reflexiones-,
más que su universalidad y necesidad interesa su valor práctico y útil. El conocimiento humano es
limitado: la experiencia es su límite.
​5. Las ciencias empíricas se convierten en el modelo del pensar filosófico​. La ciencia
moderna, con sus dos componentes –matemáticas y datos empíricos- podía ser interpretada dando
importancia al primero (racionalismo) o al segundo (empirismo). Los avances del método
experimental (Newton) vienen a confirmar la teoría de que todo nuestro conocimiento está basado en
la percepción y en la experiencia. Por ello, para el empirismo el ideal es el método inductivo
experimental de las ciencias empíricas.
Este principio de la inducción vendría a decir que: si en una amplia variedad de condiciones
se observa una gran cantidad de A y si todos los A observados poseen sin excepción la propiedad B,
entonces todos los A tienen la propiedad B.
​Parecido al anterior será el esquema que propone Hume: “ciertos acontecimientos siguen
normalmente a otros, de modo que puede predecirse que tal seguirá ocurriendo en el futuro”.

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