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Historia del Arte (BCS2)

El arte egipcio

El arte egipcio que ha llegado hasta la actualidad procede fundamentalmente de los


monumentos funerarios y está absolutamente condicionado por la creencia de que la vida
continúa después de la muerte. La arquitectura configuraba la morada eterna del difunto, y
la escultura y la pintura cumplían las funciones de asegurar su continuidad física y rodearlo
de todos los placeres de la vida terrenal.

Las pirámides de Gizeh.


CRONOLOGÍA. Imperio Antiguo. Dinastía IV, hacia 2500 a.C.

La necrópolis de Gizeh es un
gigantesco cementerio presidido
por las tumbas de los grandes
faraones de la Dinastía IV, las
celebérrimas pirámides de Keops,
Kefrén y Micerinos. En torno a
ellas se sitúan las pirámides
menores de la familia real y las
mastabas de los notables. Se
evidencia, pues, de forma
magistral la diferencia entre el
faraón-dios y sus súbditos
humanos. En la actualidad, el
conjunto está considerado una de
las siete maravillas del mundo.

ANÁLISIS FORMAL.
El conjunto está constituido por una
serie de tumbas funerarias
construidas con la finalidad de servir
de enterramiento al faraón. De
forma piramidal, estas tres
pirámides pertenecen a la última
etapa en la que se alcanza un grado
máximo de perfección en la
construcción de estos edificios tras
un periodo de pruebas que se inició
en torno al 2700 con la construcción
de la pirámide escalonada de Zoser
en el complejo funerario de
Saqqara.

Realizadas con enormes bloques de


piedra caliza cortados de manera
regular en las canteras del sur de
Egipto. Éstos fueron trasladados a través del Nilo y colocados "a seco", esto es, sin
argamasa ninguna que los una.

En el interior cabe destacar la "cámara del rey", situada en el centro, cuyas dimensiones
reducidas (10 x 5 metros) contrasta con el tamaño monumental del conjunto. Fue construida
con losas de granito, lisas y pulidas, sin ninguna inscripción ni ornamentación. En el centro
se encuentra el sarcófago, del mismo material, en el que descansaba la momia del faraón.
Sobre el techo se dispone una cámara de descarga con piedras colocadas a dos aguas que
distribuyen el peso. Existe una segunda cámara, denominada por error "cámara de la
reina", cuya función sería la de contener la representación del "doble" del faraón, que debía
de servir de sustento al Ka de éste en caso de que el cuerpo fuese profanado o destruido. Es
de planta rectangular, paredes lisas y techo a dos aguas.

Al exterior, la pirámide se recubría de losas de granito pulidas que le daban un aspecto


blanco y brillante bajo la luz del sol y se remataba con un piramidón de metal que brillaba
igualmente y simbolizaba el reinado del dios del Sol, Horus, sobre la tierra de Egipto,
representada por los cuatro puntos cardinales hacia donde se direcciona la pirámide.

1 IES Lacimurga C. I.
J. Javier Pérez (DTO. Geografía e Historia).
Historia del Arte (BCS2)
El arte egipcio

ANÁLISIS ICONOGRÁFICO.
Sin duda, las pirámides, único resto superviviente de las siete maravillas del mundo antiguo,
a pesar de su deterioro a causa del tiempo y de la acción de los hombres, sigue cautivando e
impresionando. Nos encontramos básicamente frente a unas tumbas. Sin embargo, para la
mentalidad del egipcio antiguo, la pirámide era mucho más que una simple tumba. Era la
residencia para la momia del faraón desde donde éste accedería a la "nueva vida". Cabe
mencionar lo sorprendente que aún hoy en día resulta su construcción en una época donde
los medios técnicos eran precarios, no se conocían ni el hierro ni la rueda, así como la
capacidad organizativa que tuvo que mostrar el estado egipcio a mediados del tercer milenio
antes de Cristo, cuando Europa aún vivía sumergida en la Edad del Cobre. Este hecho ha
alimentado en la imaginación popular la imagen de esclavos empujando enormes bloques de
piedra de varias toneladas de peso. Sin embargo, estudios arqueológicos realizados en las
inmediaciones de las pirámides nos han hecho ver una realidad muy diferente en la que la
construcción de la pirámide era una labor que involucraba a todo Egipto, considerada
fundamental para la supervivencia del estado, y en la que los obreros eran bien alimentados
y vivían en condiciones incluso mejores que la mayoría de los campesinos.

Las pirámides son sin duda el mejor representante el antiguo Egipto faraónico a pesar del
breve periodo de tiempo en el que fueron construidos estos edificios, pues tras el final del
Imperio Antiguo se abandonó la construcción de pirámides por nuevos tipos de tumbas,
como los hipogeos, menos espectaculares pero que buscaban mayor discreción y seguridad a
la hora de proteger la morada definitiva de los faraones de los saqueadores de tumbas. A
pesar de ello, prácticamente todas las tumbas reales fueron saqueadas desde la antigüedad
de manera, que tan sólo, la tumba de un joven faraón olvidado durante siglos, Tutankamon,
consiguió permanecer intacta hasta su descubrimiento en 1922.

2 IES Lacimurga C. I.
J. Javier Pérez (DTO. Geografía e Historia).

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